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EL ROSACRUZRevista Oficial en español de la Orden Rosacruz AMORC GLH
Publicada, impresa y distribuida trimestralmente por la Gran Logia de la Antigua y Mística Orden Rosae Crucis AMORC, Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas, A.C.Camino a Los Naranjos No. 102, San Pedro de Los Hernández, Guanajuato, C.P, 37280, León, Gto. México.
Reserva de Derechos al Uso Exclusivo de la Secretaría de Educación Pública No. 04-2015 -052811585600-102 y Certificado de Licitud de Título y Contenido No. 16583 expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, de la Secretaría de Gobernación. Todos los derechos están reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de “El Rosacruz”, sin previa autorización otorgada por escrito por el editor.
Los pagos pueden ser realizados por cheque bancario o giro postal, dirigidos a esta Gran Logia, o por PayPal.
Los artículos firmados son res-ponsabilidad de sus autores y no representan necesariamente el criterio del Consejo Editorial, ni el de la Orden Rosacruz AMORC, salvo mención específica.
Director y editor responsable:Roland Brisson.Editora:Ana María Hernández G.
Diseño:Eymar Jiménez
COLABORACIONES
Las colaboraciones para esta revista pueden ser enviadas al Consejo Editorial al domici-lio anotado al lado, o de for-ma digital al correo electrónico [email protected], a cuyo criterio queda su publicación. Los artí-culos deberán ser correctamente mecanografiados o digitalizados. Las fotografías se acompañarán de textos explicativos. En ambos casos debe constar el nombre del autor y con su declaración expresa firmada, autorizando la publicación del artículo o foto en la revista. Los manuscritos y fotos no publicados no serán devueltos.
@amorcglh
@amorcglh
facebook.com/amorc.glh
No. 362 Volumen trimestral Abril-Mayo-Junio 2016
Fecha de Impresión: 30 de Marzo de 2016
EL EFECTO DE LOS IONES.
ALQUIMIA ESPIRITUAL.
LOS SUEÑOS.
CONOCIENDO A NUESTRA JURISDICCIÓN
CONOCIENDO A NUESTRA JURISDICCIÓN
Por Pedro Raúl Morales.
Por Alfonso Israel de León.
ÍNDICE3/
30/
36/
41/
14/
Por Christian Bernard.
EL SENDERO DE LA ESPIRITUALIDAD.21/ Por José Francisco Botello.
Panamá.
Perú.
5
Si existe algo esencial para los místicos en general y para los
rosacruces en particular, es la alquimia espiritual. Esta forma de
alquimia constituye uno de los fundamentos de la filosofía y de-
fine la senda que debemos recorrer para lograr nuestra evolución
interior.
ALQUIMIA ESPIRITUAL
De hecho, es en ella donde
reside la Gran Obra que todo
ser humano debe realizar para
descubrir la Piedra Filosofal que
se encuentra en lo más profundo
de sí, y tornar real la perfección
de su propia naturaleza.
Si durante siglos la alquimia
material, también llamada
“Alquimia operativa”, ha fas-
cinado a los científicos y a los
mismos místicos, lo esencial
que nos reservamos para
nosotros es la transmutación,
Por Christian Bernard, FRC – Imperator de la AMORC
Foto: El Alquimista por H. Spencer Lewis, FRC.
6
o perfeccionamiento, y luego
la evolución de nuestro ser
interno. Si la alquimia ope-
rativa transmuta los metales
viles en oro, la alquimia es-
piritual transforma nuestra
alma.
Antes de abordar este tema,
me gustaría recordarles en
qué consiste la alquimia
material.De manera general,
tenía por objetivo trans-
formar metales burdos en
oro, comúnmente el plomo
o el estaño. Con todo, esa
transmutación no se apli-
caba directamente al metal
en cuestión, sino sobre una
materia prima, es decir, so-
bre una materia primordial
denominada “la piedra” en
algunos tratados alquímicos.
Es difícil precisar lo que era
esta materia prima, pues las
descripciones hechas de ella
son confusas y varían confor-
me al autor. Según algunas
fuentes, consistía de un mi-
neral que existía en estado
natural y que estaba constituido
esencialmente de azufre, sal y
mercurio, combinados en pro-
porciones precisas.
Aparentemente, este mineral era
raro y no podía ser encontrado
sino en lugares conocidos por los
alquimistas, los que lo hacían del
mayor secreto.
Después de haber buscado la
materia prima, los alquimistas
la colocaban en un recipiente
al que llamaban “huevo filosófi-
co”, en parte debido a su forma
ovoidal, pero también para re-
cordar que toda la Creación es
el resultado, dicen, de un huevo
cósmico que existía en estado
latente, es decir, el estado del
germen. En seguida, ellos some-
tían la materia prima a sucesivas
etapas.
Al mismo tiempo y proporcional-
mente a esas etapas, la materia
prima tomaba diversos colores,
hasta presentarse bajo el aspec-
to de un magma rojo. Después
7
del enfriamiento, ese magma ge-
neraba una piedra más o menos
voluminosa del mismo color: la
Piedra Filosofal.
Es precisamente por esta razón
que la transmutación que busca-
ba obtener oro era llamada “obra
en rojo”. En cuanto al proceso
que tenía por objetivo fabricar
plata, generalmente a partir del
hierro, era denominada “obra en
blanco” y se componía igualmen-
te de diversas etapas.
La última etapa de la Gran Obra
consistía en la reducción de
la Piedra Filosofal a un polvo
perfectamente homogéneo.
Después de obtener ese polvo,
el alquimista lo proyectaba sobre
el metal burdo en fusión, que
se transformaba gradualmente
en oro al contacto con el polvo.
Tal era el principio de base para
la alquimia material. Es preciso
saber igualmente que ella era
practicada conforme a dos vías.
La primera, llamada con el nom-
bre de “vía húmeda”, privile-
giaba el proceso de disolución
y destilación.
Este duraba varias semanas,
o incluso meses y requería
del empleo de retortas y
alambiques. En cuanto a la
segunda, esta era llamada la
“vía seca” y daba prioridad a
los procesos de calcinación y
de combustión, lo que impli-
caba, antes que todo, del uso
de hornos y crisoles. Dentro
de esas dos vías, la segunda
era la más rápida, pero tam-
bién era la más peligrosa,
porque conllevaba el riesgo
de explosión. Acontecía, por
tanto, que el alquimista se
hería en el ejercicio de su
arte o, peor aún, encontraba
su muerte.
Como sabemos, los alquimis-
tas trabajaban en un labora-
torio apropiado, consagrado
únicamente a este objetivo.
Frecuentemente, se trataba
de un ático, de un sótano
8
o de cualquier espacio con
poca iluminación, pues la
mayoría de las operaciones
no podían ser efectuadas
en la plenitud del día. Igual-
mente, los adeptos disponían
de varios accesorios.Además
de las retortas, alambiques,
crisoles y hornos, los cuales
acabo de citar, ellos usa-
ban balanzas, pinzas diver-
sas, morteros, fuelles más
o menos grandes e incluso
instrumentos musicales. En
cuanto al horno principal,
llamado atanor, este era
generalmente, fabricado de
piedra refractaria y tenía co-
múnmente una forma burda.
Conforme el caso, el fue-
go que ardía en su interior
era alimentado por madera,
carbón y a veces por aceite,
lo que favorecía un mejor
control de la intensidad del
fuego en el momento de las
operaciones más delicadas.
Tal vez, usted se pregunte
por qué los alquimistas uti-
lizaban instrumentos musicales
en el curso de sus operaciones.
Porque tocando determinadas
notas, o combinaciones de no-
tas, ellos producían vibraciones
que tenían un efecto preciso so-
bre alguna fase de la Gran Obra.
De acuerdo con lo que sabemos,
empleaban con más frecuencia
instrumentos de cuerda, tales
como violines o guitarras. No
obstante, a veces hacían uso
de instrumentos accionados por
columna de aire, como los ór-
ganos o trompetas. Además, es
posible que entonaban sonidos
vocales, pero no tenemos prueba
de ello. Ciertamente era el caso
de los alquimistas rosacruces. El
objetivo pretendido era, pues, lo
mismo, a saber, crear condicio-
nes vibratorias favorables para
determinadas operaciones.
Podemos suponer también que
esto era hecho para ponerse
ellos mismos en el estado de
consciencia necesario para el
trabajo.
9
En lo que respecta a la obra en
rojo y a la obra en blanco, los al-
quimistas las practicaban de día
o de noche, según la operación a
ser efectuada. De hecho, incluso
cuando se trabajaba en un es-
pacio poco iluminado, creían que
ciertas etapas deberían realizarse
cuando el sol ocupase cierta po-
sición en el cielo o inversamen-
te, cuando la luna estuviese en
cierta fase de su ciclo.
Sabemos también que ellos
daban una gran importancia a
los eclipses y les atribuían una
influencia precisa en sus opera-
ciones alquímicas. Conforme al
caso, clasificaban la influencia
como negativa o positiva y ac-
tuaban según el caso. No hay
dudas de que la alquimia se valía
más de la astronomía que de la
astrología. No es por lo tanto
casualidad que los alquimistas
establecían una corresponden-
cia precisa entre los metales y
los planetas de nuestro Sistema
Solar. Además, tenían buenos
conocimientos de química.
La pregunta que podemos
formularnos es si los alqui-
mistas realmente lograron
fabricar oro. Si deducimos por
los escritos que nos legaron,
no caben dudas en cuanto
a eso.
Además, varios autores afir-
man que fue así como Jac-
ques Coeur, Jean Bourré,
Nicolas Flamel, Cagliostro,
solo para nombrar a los más
conocidos, produjeron de
esta manera sus fortunas.
Suponiendo que esto sea
verdad, usted observará que
estos personajes eran renom-
brados por su generosidad y
por su altruismo, lo que hace
suponer que practicaban su
arte para ir en ayuda de los
más pobres y para financiar
proyectos de interés para el
bien común, como hospita-
les, caminos, puentes, etc.
Sin embargo, aparte de estos
testimonios, no disponemos
de pruebas irrefutables que
10
atestigüen que los adeptos
de la Gran Obra hayan logra-
do su propósito o se hayan
enriquecido de esta manera.
Por lo tanto, le corresponde a
cada quien formar su propia
opinión al respecto.
Saber si los alquimistas del
pasado consiguieron o no
transmutar metales burdos
en oro es secundario. Lo más
importante es el hecho de
que estaban con-
vencidos de que
el ser humano
tiene el poder
no de sustituir
a la naturaleza,
sino de imitar-
la. En virtud de
esta convicción,
estudiaban las leyes
naturales con mucho res-
peto. Además, la mayoría
de ellos fue profundamente
espiritualista y usaban la al-
quimia como un soporte en
su búsqueda mística.
Es por esta razón que sus labora-
torios incluían siempre un orato-
rio, es decir, un lugar reservado
para a la oración, la meditación
y en general, al estudio de la ley
divina. Este oratorio se limitaba
lo más común de las veces a una
silla y una mesa, en la que es-
taban libros esotéricos, objetos
rituales y velas.
La alquimia material no era más
que la expresión objetiva
de una transmutación
infinitamente más
elevada: la de la
propia alma, cuyo
fundamento no
es más que la al-
quimia espiritual.
Este proceso mís-
tico consiste, para el
hombre, en transmutar
sus imperfecciones por me-
dio del crisol de la vida, sobre
el impulso del fuego divino que
las consume.
Somos todos imperfectos, pero
el objetivo final de nuestra evo-
11
lución es alcanzar el estado de
perfección, aquel que los rosa-
cruces llaman “estado Rosacruz”.
Sin embargo, ese estado no se
puede realizar sino después de
purificar nuestra personalidad de
sus cualidades negativas, lo que
implica el avivamiento de las vir-
tudes del alma divina que habita
en nosotros y que no nos pide
más que expresar su potencial
de sabiduría.
Pero tal objetivo no puede ser
conseguido en una sola vida, de
ahí la necesidad de reencarnar
en cuanto seamos imperfectos.
Como el ser humano no ha
despertado las virtudes de su
alma divina, él manifiesta ciertas
imperfecciones, como el orgullo,
egoísmo, celos, intolerancia, etc.
En cambio, esos mismos defec-
tos le acarrean perdidas, porque
generan karmas negativos que
se traducen en su vida como
pruebas más o menos dolorosas,
tenemos pues, al menos dos
buenas razones para mejo-
rarnos.
En primer lugar, esto es parte
del proceso de evolución del
cual no podemos evadirnos
y cuya máxima finalidad es
acudir a la perfección, así
como podemos expresarnos
como seres humanos. En
segundo lugar, esto nos per-
mite convertir eventualmente
en positivo nuestro compor-
tamiento y crear nosotros
mismos karmas positivos, los
cuales se traducen en nuestra
vida por alegrías diversas y
contribuyen a la felicidad que
buscamos.
Sin embargo, ¿no es lo ideal
conocer una vida tan feliz
como sea posible y obtener
el dominio de la vida?
Como es también el caso
para la alquimia material, la
alquimia espiritual demanda
varias etapas para llegar al
12
alquimia espiritual al mismo
tiempo que su búsqueda perso-
nal y mística. No hay ninguna
duda de que si su experiencia de
vida le trajo un poco de sabidu-
ría, también le trajo lucidez. Por
lo tanto, tiene la posibilidad de
conocer e identificar sus defec-
tos y estoy seguro de que usted
tiene en sí mismo el potencial
de transmutarlos.
Personalmente, puedo asegu-
rarle que soy consciente de mis
defectos, mis falibilidades y mis
errores, y ciertamente hago es-
fuerzos para mejorar. No es por
lo tanto, con insensibilidad que
presento mis reflexiones, sino
más bien, como ser humano
movido por esta alquimia.
Si siempre es más fácil decir
que hacer, lo mismo se aplica
al trabajo y a las mejoras que
solicitamos a los demás.
Pero para lograr esta transmuta-
ción interior, no basta aceptar la
idea de tener defectos. Es tam-
objetivo deseado. La primera
consiste en aceptar la idea
de que somos imperfectos
y que tenemos defectos que
corregir.
Cuando digo “aceptar”, es
con respecto a sí mismo que
de los otros. Esto implica no
solo en mirarnos tal como so-
mos en el espejo de nuestra
alma, sino, igualmente, en-
focar nuestra atención en la
imagen que los otros nos re-
envían de nosotros mismos.
Si no lo hacemos, acabamos
tornándonos ciegos a nues-
tra verdadera personalidad
y damos aún más poder a
nuestras deficiencias, hasta
el momento en que ellas
generan, de nuestra parte,
comportamientos negativos
que dan lugar a pruebas kár-
micas equivalentes.
Si usted tuvo interés en
leer este texto, es sin duda
porque usted comenzó esta
13
bién preciso corregirlos, lo que
constituye una etapa primordial
de la alquimia espiritual. Dicho
de otra manera, es necesario
tener la voluntad de mejorar en
el plano humano.
Eso no es posible si no estamos
verdaderamente convencidos
de que el objetivo del hombre
es evolucionar, lo que evidencia
todo el problema del sentido real
que le damos a la vida.
Por mi parte, estoy también
convencido de que cualquier
persona que se esfuerce en
su perfecionamiento, recibe el
apoyo del Dios de su corazón
y puede conocer la felicidad,
incluso si las fallas fueran rela-
tivamente numerosas. Si este
fuera el caso, es porque todo
esfuerzo empleado en el sentido
del Bien, es siempre recompen-
sado por la ley kármica. Por el
contrario, toda persona que tie-
ne pocos defectos, pero que se
deja dominar por ellos sin jamás
esforzarse para transmutarlos,
atrae para sí, pruebas evolu-
tivas y problemas diversos, y
eso también, satisface en los
límites de sus flaquezas.
Después de haber tomado la
decisión de esmerarse, hay
otra etapa de la alquimia
espiritual. Esta consiste en
concretar nuestro deseo de
ser mejores por medio de la
transmutación de nuestros
defectos.
Pero para lograrlo, no debe-
mos en absoluto tratar de
combatirlos, lo que infeliz-
mente tendemos a hacer.
Efectivamente, esa clase de
combate contribuye, por el
contrario, a amplificarlos,
porque nuestro ego lo utiliza
para darse importancia y ha-
cer valer su influencia sobre
nuestro comportamiento.
Por el contrario, es preciso
apartarse del defecto en
cuestión y trabajar sobre sí
mismo para adquirir la cua-
14
lidad opuesta. Para dar un
ejemplo, si una persona es
profundamente orgullosa y
tiene consciencia de ello, no
debe tratar de luchar contra
su soberbia, porque le dará
más fuerza y aumentara su
poder nocivo. Ella debe de-
dicarse a obtener la cualidad
opuesta, como es el caso de
la humildad. Esto implica,
para ella, recurrir a su natu-
raleza más divina.
Pero, para tener la cualidad
opuesta a una imperfec-
ción ¿de qué debemos tener
consciencia? Parece que la
mejor manera de llegar a ese
resultado consiste, primero,
en definir la manera en que
esa cualidad se expresa en la
vida cotidiana.
Hecho esto, es preciso obli-
garnos a expresarla cada vez
que la ocasión se presente,
hasta que ella sea parte de
nuestra alma y se vuelva na-
tural. Volviendo al ejemplo del
orgullo, quien quiera eliminar
este defecto, debe servirse de la
humildad. ¿Cómo? Obligándose
a no sobrevalorar sus méritos,
a no mostrar su superioridad
intelectual o cualquier otra, a no
procurar llamar la atención sobre
sí, a obrar en servicio del Bien
impersonalmente, etc.
Con el tiempo, este esfuerzo vo-
luntario para mostrarse humilde
acaba por volverse un hábito, es
decir, una ley para su subcons-
ciente. Es entonces cuando el
orgullo es transmutado. Este es
el principio básico de la alquimia
espiritual, tal como lo debemos
aplicar a cada una de nuestras
imperfecciones.
Cuando un místico transmuta
todos sus defectos en las cua-
lidades opuestas, entonces él
conoce la última etapa de la
alquimia espiritual, a saber, la
iluminación. Él está, si no per-
fecto, al menos muy próximo al
15
estado de perfección, confor-
me es posible a un ser humano
de expresarla en la Tierra. En
efecto, la materia prima de su
ser, es decir, su alma, se vuelve
pura y perfecta.
No es, por tanto, casualidad
que los alquimistas rosacruces
simbolizaran la Gran Obra con
una rosa roja, a menudo rodea-
da con un aura de color dorado.
Como quiera que sea, quien
ha alcanzado este estado, ha
realizado las famosas “Bodas
Alquímicas”.
O aún, realizó la unión entre
su Yo humano y su Yo divino,
simbolizado en el lenguaje al-
químico por la boda del rey y
de la reina, o por la unión del
azufre con el mercurio.
A partir de entonces, él posee
verdaderamente, el elixir de
larga vida, porque se ha vuelto
un agente puro de la Divinidad
y no tiene más la obligación de
reencarnar.
¡Qué la alquimia se opere en
su espíritu, su corazón y su
vida!
16
Un ion es una partícula carga-
da eléctricamente constituida
por un átomo o molécula que
no es eléctricamente neutra.
Conceptualmente esto se puede
entender como que, a partir de
un estado neutro de un átomo o
partícula, se han ganado o per-
dido electrones; este fenómeno
se conoce como ionización.
Los iones cargados negativa-
mente, producidos por tener
más electrones que protones,
se conocen como aniones (que
son atraídos por el ánodo) y los
cargados positivamente, con-
secuencia de una pérdida de
electrones, se conocen como
cationes (los que son atraídos
por el cátodo).
NORMALMENTE, EN LA NA-
TURALEZA EXISTEN 5 IONES
POSITIVOS POR CADA 4
NEGATIVOS.
Los positivos se forman por
fricciones entre masas de
aire, capas de viento, entre
el aire y la tierra sobre la que
este sopla, entre el aire y la
EL EFECTO DELOS IONES
Por Pedro Raúl Morales, FRC
17
arena y partículas de polvo
y entre frentes atmosféricos
que se desplazan.
Las tempestades magnéticas
del sol, que ocurren según
un ciclo de 11 años, ocasio-
nan un aumento de los iones
positivos y además alteran el
campo magnético de la tierra.
La combinación de los dos
factores modifica la química
sanguínea humana y en es-
tos períodos solares
se ha observa-
do aumento
de infartos al
miocardio y
trombosis.
Los frentes de
las tormentas
eléctricas están saturados
de iones positivos. Los ne-
gativos se forman en colinas
y lugares montañosos donde
hay aire limpio, rayos solares
y capas rocosas, en los saltos
de agua, cascadas, cataratas
y en los litorales donde cho-
can las olas contra las rocas.
Antes de una tormenta eléctrica,
el aire tiene exceso de iones po-
sitivos. Esto ocasiona inquietud
en los animales y los insectos se
vuelven hiperactivos y pican más
de lo normal. Los seres humanos
sienten la atmósfera pesada y
los más sensibles pueden sentir
dificultad para respirar. Después
de la tormenta, el aire está
limpio de iones positivos como
consecuencia de que la lluvia
los ha arrastrado hacia
la tierra. Ahora hay
exceso de iones
negativos y las
personas sienten
más energía, paz
y bienestar, con la
sensación de que
el aire está “liviano”.
En los lugares donde predo-
minan los iones negativos, las
plantas crecen más de lo normal
y las personas mejoran su salud.
Lo contrario ocurre con los iones
positivos, cuando están en ex-
ceso. Las consecuencias a largo
18
plazo de altas concentraciones
de iones positivos para los seres
humanos pueden ser: resfria-
dos crónicos, mala digestión,
pérdida del apetito, dolores de
cabeza, pérdida del deseo se-
xual, tensión, ansiedad, fatiga,
apatía, nerviosismo, insomnio,
irritabilidad, etc. También se ha
observado que hay mayor ten-
dencia a accidentes de tránsito
y a los suicidios. En las zonas
urbanas hay más iones positi-
vos que en los campos. Cuanto
mayor y compleja es la ciudad,
mayor es la concentración de
iones positivos. El asfalto, el
hormigón, los plásticos, evitan
la generación de iones negativos.
Por otra parte, la polución altera
el equilibrio favoreciendo que
predominen los iones positivos,
lo cual se agrava en los edificios
con aire central (acondicionado o
calefacción), pues cuando el aire
circula y fricciona con los ductos
y especialmente en las curvas
de éstos, genera gran cantidad
de cargas positivas.
El umbral de iones para el
ser humano es de 1000 por
c.c., siendo la proporción
normal de 2/3 positivos por
1/3 negativos.
El Dr. Félix Gad Sulman, Ve-
terinario, Jefe del Dpto. De
Farmacología Aplicada de la
Universidad Hebrea, de Israel,
dice: “El exceso de iones po-
sitivos, en personas sensibles
a ellos, produce exceso de
serotonina y en algunos ca-
sos mal funcionamiento de la
glándula tiroides. En el estrés
físico se produce adrenalina;
en el emocional, serotonina.
Durante la época del viento
Sharav, generador de iones
positivos, la produc-
ción de serotoni-
na era 1000%
mayor que
en otros
períodos”.
Las lámparas de
cristal de sal funcionan
como un ionizador natural,
19
pues emiten cargas o iones
negativos. Los cristales de
sal se obtienen de vetas que
están a unos 800 metros de
profundidad y cuya forma-
ción se calcula en unos 250
millones de años. Además
de los efectos beneficiosos
de los iones negativos, ya
señalados, los colores naranja
de estos cristales también
ayudan en la salud, pues
tienen un efecto relajante y
son excelentes para medi-
tar, estimular la creatividad
y dinamizar las emociones
positivas y afectivas en el ser
humano.
Los lugares donde más se
ha observado el efecto de
los iones positivos son: En
parte de Europa Central,
especialmente en Ginebra,
Suiza. El fenómeno es provo-
cado por el Foehn, conocido
como viento de las brujas y
considerado como el peor
de todos los estudiados. Es
un viento seco del sur que
sopla en Los Alpes en otoño y a
comienzos de la primavera.
El viento de Santa Ana, al sur de
California. Abarca desde el norte
de Los Ángeles, San Diego y las
Montañas Rocosas. Los vientos
de verano en Arizona hacia
México, llamados Bitter Winds
(vientos duros). El Chinook, a
fines del invierno y principios de
la primavera, sopla en el oeste
de los E. U. y Canadá a lo largo
de las Montañas Rocosas. El
Sharov o Hamsin, de Oriente
Medio, alrededor de Israel. El
Mistral, del sur de Francia y el
Siroco en Italia.
IONES Y SEXO: El exceso de
iones positivos puede disminuir
la líbido y el apetito sexual. Esto
se debe en parte a las patologías
que ellos producen. En cambio,
los iones negativos producen el
efecto contrario. Exámenes de
testículos y ovarios de animales
expuestos a concentraciones ele-
vadas de iones negativos, duran-
te 4 días, mostraron un estímulo
20
de maduración de células, así
como de la actividad sexual, la
fertilidad y la lactancia. El exceso
de iones positivos puede inducir
el aborto, debido a que producen
exceso de serotonina, la cual se
suma a la que la mujer produce
bajo el estrés del embarazo.
IONES Y CARÁCTER: El exceso
de iones positivos induce al sui-
cidio, como se observa en Euro-
pa Central en forma alarmante
cuando la condición del Foehn
alcanza su punto álgido. El ca-
rácter de los pueblos también se
ve afectado, con consecuencias
socio-políticas. Como ejemplo
puede citarse a los alemanes de
Baviera, sur de Alemania, quie-
nes tienen fama de ser rebeldes,
obstinados e independientes.
Según el investigador bel-
ga Ives F. Pajot, “muchas
actitudes irracionales en-
contradas en Oriente Medio
podrían atribuirse, directa
o indirectamente, a altera-
ciones mentales provocadas
por exposiciones frecuentes
a concentraciones elevadas
de iones positivos”.
IONIZACION Y RADICA-
LES LIBRES: Los radicales
libres son iones positivos
(átomos o moléculas que
han perdido un electrón).
Se generan debido al pro-
pio metabolismo celular y
también se asimilan por la
contaminación ambiental,
el humo del tabaco, radia-
ciones ultravioleta y por
una mala dieta, como las
21
grasas saturadas, alimentos
no naturales, aditivos, etc.
Estos radicales tratan de re-
cuperar el electrón que les
falta dentro de las propias
células, lo cual ocasiona que
éstas pierdan su capacidad
defensiva, pudiendo también
dañar a las membranas celu-
lares y alterar así sus funcio-
nes metabólicas. Otro de sus
efectos puede ser mu-
tágeno, pues da-
ñan o alteran el
código genéti-
co del ADN,
apareciendo
así tumores
o cáncer. Su
acción oxidan-
te modifica el
colesterol, haciendo
que se deposite en las
arterias, generando enfer-
medades cardiovasculares y
ocasionando el envejecimien-
to prematuro.
Para protegernos de esto se
recomienda:
Eliminar o minimizar el consumo
de grasas saturadas. Usar acei-
tes vegetales, frutas y verduras
frescas.
La vitamina C, soluble en agua,
protege a las células de su con-
tenido acuoso. La E, soluble en
grasa, protege a las paredes ce-
lulares y evita que se agrieten. La
A refuerza la acción de ambas.
Estas tres vitaminas neu-
tralizan químicamente
la acción de los
radicales libres.
Evitar el aire
contaminado,
especialmente
con humo, pues
está muy cargado
con iones positivos,
así como las radiaciones
ambientales que sean radiacti-
vas, como las que emite el gas
radón.
Alejarse de las fuentes de iones
positivos ya mencionadas y no
exponerse por mucho tiempo
22
al aire acondicionado, aparatos
de televisión, pantallas de orde-
nadores o computadoras, etc.
La ropa sintética acumula gran
cantidad de iones positivos.
Para beneficiarse de los iones
negativos, se recomienda per-
manecer por periodos breves
cerca de cascadas, fuentes que
elevan el agua por dispersión, a
la orilla del mar cerca de las rocas
donde chocan las olas, caminar
al aire libre y también podemos
crear un micro-ambiente de io-
nes negativos con el agua fría de
la ducha o regadera dejándola
caer sobre nuestro cuerpo o el
piso por unos cinco minutos.
También se crea el mismo
ambiente cuando utilizamos
una manguera para regar las
plantas del jardín, haciendo
presión y creando una lluvia
fina artificial.
Referencias bibliográficas: “El
Efecto de los Iones” de Fred
Soyka y Alan Edmonds (Artes
Gráficas Ema, Madrid). “El
Influjo de la Luna” de Arnold
L. Lieber (Artes Gráficas Ema,
Madrid).
23
Así, como cada día nos hacemos
conscientes de este amanecer,
así también desde sus inicios la
civilización ha levantado su vista
por encima de su presente hori-
zonte y ha tratado de encontrar
en la inmensidad del mundo
celeste, el más leve símbolo de
algo superior a sí mismo, algo a
lo que él podría invocar.
De este diario amanecer, el
hombre descubrió que había
algo más allá de lo material,
descubrió la espiritualidad,
en donde únicamente lo
divino podría ser superior a
lo mortal y sólo la omnipre-
sencia, la omnisciencia y la
omnipotencia sobrenatural,
incomprensible e inconce-
Cada día al despertar y abrir nuestros ojos, cruzamos el umbral
que regresa nuestra alma personalidad a su actual encarnación.
Nos hacemos conscientes del mundo en que vivimos y de nuestra
propia vida cotidiana.
EL SENDERO DE
Por José Francisco Botello, FRC
LA ESPIRITUALIDAD
24
bible podrían gobernar, guiar
y compensar las experiencias
de la vida.
Lo que nos eleva a las alturas
y nos da la perspectiva de
que la vida es el lado espiri-
tual de nuestra naturaleza, es
la chispa de Dios en nosotros.
Aunque nuestra manifesta-
ción es trina, cuerpo, mente
y alma, es a través de los ojos
de nuestra alma, es decir, de
nuestra espiritualidad, como
nos hacemos conscientes de
que la llegada de un nuevo
día está mucho más allá de
nuestra comprensión y de
nuestra concepción material
de nuestra existencia. Los
que estamos en este sendero
aprendemos que la vida es
expansión, es crecimiento,
es apertura y por supuesto
que la vida también es ale-
gría pero siempre con algo
de misterio.
25
Todos nosotros, en algún mo-
mento de nuestra existencia,
hemos experimentado un ciclo
de confusión en todo lo rela-
cionado con la vida espiritual y
observamos a los demás como
tratando de encontrar la llave del
conocimiento que nos llevará a
la liberación total. Vemos cómo
algunos perciben esta espiritua-
lidad como una religión, como
una filosofía de vida, como un
aspecto intelectual, como un
sendero místico e inclusive como
una especie de ciencia oculta.
Sin embargo, para la espiritua-
lidad no hay un camino único
ni exclusivo, aunque lo más
probable es que al recorrerlo y,
sin saberlo, nos acerquemos
muchísimo a algún camino ya
trazado por otros.
Como si fuera poco y des-
pués de una búsqueda de
muchos años, aprendemos
a un costo muy alto que la
espiritualidad es un recorrido
cuyo éxito no se corona con
aplausos, ni tampoco con el
reconocimiento ajeno, sino
más bien con la serenidad
interna del que ha buscado
fuera de sí, pero lo ha en-
contrado dentro.
Este recorrer del sendero nos
enseña que aprender es una
cosa, y crecer espiritualmen-
26
te es otra, tal como cumplir
años no significa necesa-
riamente madurar, o quizás
leer mucho tampoco tiene
nada que ver con saber. El
conocimiento no es sabiduría
aunque no hay sabiduría sin
conocimiento.
Aprendí que el sendero de
la espiritualidad es dejar
atrás una cantidad de ideas
y prejuicios inservibles no
sólo para nuestra vida es-
piritual, sino también para
nuestra vida material. De
esta manera, siendo el ca-
mino espiritual un camino
interior, comprendí que los
inconvenientes y las des-
venturas vienen de lo más
interno de nuestro ser, y el
problema más grande es que
no siempre estoy dispuesto a
admitirlo así.
Y para complicar un poco
más las cosas, descubrí que
este sendero no tiene mapa
ni ruta alguna establecida, es
decir, cualquier camino puede
ser el mejor, la clave es reco-
rrerlo con la mayor voluntad y
el firme deseo de avanzar a tu
propio ritmo y a tu propio paso,
no al ritmo de los demás. Per-
sonalmente, sé que el sendero
de la espiritualidad puede reco-
rrerse en un entorno religioso
o no, aunque para muchos la
fe les facilita el recorrido en
algunos tramos muy difíciles,
pero para mí esto no significa
que la religión pueda ofrecer-
nos un atajo, o una salvación
instantánea.
La religión nos acompaña y nos
ayuda, pero puede también
detener nuestro avance si sólo
vivimos de sus afirmaciones,
creencias y miedo. Miedo al
castigo y receptivo a las re-
compensas de una vida eterna.
Algunas personas que me han
escuchado decir lo anterior, me
han preguntado ¿crees real-
mente en Dios?, y mi respuesta
es siempre la misma: creo en
Dios cada vez más.
27
Así llegamos a la conclusión que
de nada vale la prisa, ya que
todo depende de nuestras cir-
cunstancias y de nuestro tiempo
interno. Aquellos que creen que
están yendo demasiado rápido,
o aquellos que creen que están
yendo demasiado despacio, es-
tán equivocados, es el morador
del umbral, es el tentador quién
te está poniendo una trampa
para que abandones el sendero
espiritual, ya que este camino no
tiene tiempo ni espacio.
Si crees que te has detenido
en el sendero, mírate y si es-
tás consciente de que estás
reflexionando, entonces ten la
seguridad que estás en el camino
espiritual. Pase lo que pase, ten
paciencia, no busques resultados
inmediatos y resiste con todas
tus fuerzas a la tentación de
cambiar de rumbo en la prime-
ra dificultad que te presente el
sendero.
Mantén en tu mente que no
somos los únicos que estamos
explorando en este plano
de consciencia, que también
están todos los otros, los que
nos son más agradables o
menos agradables a nosotros,
aquellos que van detrás, los
que nos cruzamos en una
ocasión, los que caminan
cerca de nosotros gran parte
del viaje o aquellos, con los
que nunca nos encontra-
mos, pero que sabemos que
comparten nuestras mismas
angustias y experiencias.
Ahora bien, escoge cuidado-
samente tus compañeros de
viaje, aquellos que te digan
que puedan caminar por ti,
o que te piden que camines
por ellos, no son buenos
compañeros de viaje, por-
que la espiritualidad es una
experiencia personal, es una
experiencia interna, así que
nunca te apresures a alcanzar
a otros ni nunca te detengas
a esperar a que te alcancen.
28
Suena un poco irónico, pero
cuando comenzamos a andar
en este sendero, casi siempre
sucede que no notemos ningún
cambio en nosotros, pero un día
sentimos de pronto que algo en
nosotros ha cambiado y sabemos
que ha cambiado para siempre.
Por experiencia propia, he apren-
dido que mientras más se desa-
rrolla la espiritualidad, más nos
haremos sensibles tanto
a las impresiones
cósmicas, como
a las impresiones
mundanas. Así,
esta sensibilidad
nos puede acelerar
el viaje o detenerlo
al no poder comprender
apropiadamente el comporta-
miento de la humanidad.
A pesar de todo lo anterior,
los estudiantes rosacruces que
han avanzado más, muestran
que el crecimiento espiritual los
ha conducido a una vida más
abundante, física y mental. De
esta forma, el verdadero
Rosacruz es sano, normal,
espiritual, divino, fuerte en
sus habilidades físicas, racio-
nal en sus procesos mentales,
de personalidad magnética,
culto en las leyes y principios
éticos, religioso en la mente
universal, tolerante de pen-
samiento, siempre viendo y
comprendiendo.
El verdadero estudiante
Rosacruz sabe que
ha aprendido, tie-
ne consciencia
que puede se-
guir subiendo,
seguir exploran-
do, seguir crecien-
do, pero intuimos, tal
como lo hizo nuestro Gran
Maestro Akhenatón, que de
este ascenso no podemos
regresar, y lo que es peor,
sabemos, sin saber cómo
lo aprendimos, que no po-
dremos llevar a nadie con
nosotros. Duele pensar en
seguir solos, preferimos es-
29
perar, así seguiremos juntos en
el sendero, hasta que un día y
repentinamente, traspasamos el
umbral y tal como lo intuíamos,
la puerta se cierra tras de noso-
tros y nos deja en la soledad de
un nuevo plano de consciencia.
En un nuevo principio, el de la
espiritualidad.
30
El Propósito de la Orden Rosacruz, AMORC
Jerarquía Esotérica
La Orden Rosacruz, AMORC, presente en todo el mundo, es una fraternidad no sectaria de hombres y mujeres dedicados a la investigación, estudio y aplicación práctica de las leyes naturales y espirituales. El propósito de la Organización es ayudar a todos para vivir en armonía con las fuerzas cósmicas creativas y constructivas, para el logro de salud, felicidad y paz. La Orden es conocida internacionalmente como la Antigua y Mística Orden Rosae Crucis y tanto en América como en otros continentes, constituye la única forma de actividades Rosacruces integradas en una sola institución. La A.M.O.R.C. (por sus iniciales) no vende sus enseñanzas. Las da libremente a sus miembros afiliados junto con otros beneficios. Para información completa acerca de las ventajas de la afiliación Rosacruz, escriba una carta al domicilio citado abajo y pida el folleto gratuito titulado «El Dominio de la Vida».
A todos los miembros de la Jerarquía Esotérica se les pide participar en los «Períodos Especiales de Meditación» que se efectuarán en las siguientes fechas:
Sus informes deberán enviarlos a la atención del Gran Maestro a esta Gran Logia AMORC, Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas, en León, Gto, México.
Diríjase a:Escribano R.E.R.
Orden Rosacruz, AMORC,Apdo. Postal No. 827, Oficina Centro,
C.P. 37000, León, Gto. - MÉXICO
31
Comité de Ayuda Espiritual
El Comité de Ayuda Espiritual de la Gran Logia AMORC Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas, imparte ayuda metafísica desde el Gran Templo, de lunes a viernes a las 12:00 hrs. tiempo central de México (11:00 hrs. A.M. tiempo astronómico), a través de un grupo de miembros locales que trabajan en esta humanitaria labor, siguiendo las instrucciones indicadas por el Imperator para todas las Grandes Logias de la Orden.
Los miembros estudiantes de AMORC visitantes en la sede de esta Gran Logia, pueden unirse y participar en dicho Comité, siempre que acrediten su afiliación activa. Quienes deseen hacerlo así desde otras localidades, pueden unirse al Comité de Ayuda Espiritual, a cualquier hora del día, desde sus lugares de residencia, integrándose así a este noble trabajo a través del Consejo del Silencio.
Edificio Administrativo de la Gran Logia AMORC León, Gto., México
32
La razón por la que los sueños
nos hacen pensar y nos gustan
tanto es algo que tendría, pro-
bablemente, una respuesta dife-
rente para cada quien. Pero hay
algo que es todavía más difícil
de responder ¿por qué soñamos?
¿Es una necesidad, acaso, de
nuestros seres, psíquico, emo-
cional o físico? Los sueños han
fascinado e intrigado al hom-
bre de todos los tiempos. Se
dice que el hombre primitivo
creía que algo se desprendía
de él mientras dormía, como
un suceso sobrenatural, por-
que se sentía en lugares dife-
rentes, haciendo cosas fuera
del lugar en donde se había
acostado, para descubrir que
Hablar sobre los sueños podrá parecer, para algunas personas, pura
divagación. Porque en realidad es muy fácil que esto ocurra si nos
dejamos llevar por la fantasía, la cual surge de la combinación de
dos factores determinantes: por un lado, el desconocimiento de
las verdaderas causas de los sueños, y por el otro, la fascinación
que ejerce sobre nuestro ser pensante y emocional este fenómeno.
LOS SUEÑOSPor Alfonso Israel de León, FRC
33
al despertar se encontraba
en el mismo sitio donde se
acostara. Es casi seguro que
el hombre, por tratar de in-
terpretar los sueños, concibió
muchas supersticiones. Mís-
ticos y filósofos han tratado
de comprenderlos, y hoy,
además, ocupan el interés de
psicólogos y parapsicólogos.
Aunque se ha avanzado mu-
cho en el campo de la psico-
logía, y de las funciones de
la mente y del cuerpo del ser
humano, existe mucho que
se desconoce sobre los sue-
ños. No podemos concebirlos
como un suceso sobrenatural
puesto que es parte del fun-
cionamiento del humano.
Los sueños tienen un origen
mental y orgánico. Sabemos
que son de origen natural
y sabemos que todos los
objetos y acciones que figu-
ran en ellos son simbólicos,
representan un pensamiento
o experiencia de tipo sub-
consciente. La dificultad estriba
en hallar la relación entre los
objetos de un sueño y aquello
que los causa. Cierto objeto
o determinada conducta que
aparece en el sueño, simboliza
algún pensamiento o experiencia
anterior.
Freud, psiquiatra austríaco fa-
llecido en 1939 causó sensación
con su psicoanálisis e interpre-
tación de los sueños, pero las
teorías de Freud fueron un tanto
descartadas cuando apareció una
nueva figura de la psicología que
estaba un paso más adelante y
también uno de los creadores del
psicoanálisis: Carl G. Jung, suizo,
(1875-1961).
¿Qué son los sueños?
Los sueños, al igual que los
fenómenos psíquicos y la me-
ditación, se dice que son “un
estado alterado de consciencia”.
El subconsciente, como parte de
los infinitos campos de la mente,
recibe impresiones que le llegan
34
del exterior a través de la con-
ciencia objetiva, las que general-
mente son visuales, y recibe del
interior del hombre impresiones
subjetivas y emocionales, así
como otras de tipo orgánico.
El subconsciente, o inconsciente
como también se le llama, las
guarda y las traduce posterior-
mente en sueños, que son un
estado subjetivo con imágenes
objetivas, ya sean visuales,
táctiles u olfativas. Esto tiene
que ser así para que podamos
entender nuestros sueños, o sea,
que cuando estas impresiones
penetran en nuestra consciencia
objetiva es cuando nos hacemos
conscientes de ellas.
El sentido visual es el que más se
manifiesta, siguiéndole el táctil.
En cuanto a los ciegos congéni-
tos se dice que sus experiencias
al soñar únicamente son táctiles
u olfatorias, que solamente que
la persona ciega haya visto una
parte de su vida podrá tener
imágenes visuales.
Las experiencias psíquicas
vienen a través de la mente
subjetiva, y para conocerlas
debemos ser capaces de in-
terpretarlas en términos de
relación objetiva. Lo que ocu-
rre es que la mente subjetiva
se comunica con la Fuerza
Vital de Vida y por medio del
sistema simpático, que es el
gran transformador, traduce
lo que recoge de esa inteli-
gencia en vibraciones de tipo
más bajo para que podamos
comprender. Significa que
sin esa conversión nada sa-
bríamos del mundo superior,
seríamos pobres seres viendo
únicamente el suelo donde
estamos parados.
Muchos sueños son el resul-
tado de un estímulo senso-
rial. Del ser, se dice que en
experimentos psicológicos a
cierto durmiente se le rozó la
mano con un trozo de algo-
dón, y esto le hizo soñar que
una vaca le lamía la mano. A
otro se le pegaron pedacitos
35
de papel en la planta de los
pies y soñó que estaba bai-
lando, ¿por qué bailando?
Posiblemente porque en
alguna ocasión experimentó
una sensación semejante
cuando estaba bailando. A
través de estos experimen-
tos se pudo comprobar que
había una asociación entre
las ideas provocadas por el
estímulo y otras nacidas de
experiencias previas.
Existen también los sueños
que son causados por estí-
mulos intangibles, como el
miedo, la preocupación, la
aversión, la simpatía, el amor y
los ideales. Estos se hallan fir-
memente arraigados en la mente
subconsciente aunque no nos
demos cuenta. Una experiencia
de la niñez que hemos olvidado
puede producirnos sueños pavo-
rosos en la edad madura.
Muchos de nuestros sueños son
desagradables porque los suce-
sos emocionales que inyectan
una impresión muy fuerte en
nuestro subconsciente hacen
que se vuelvan una obsesión.
Dijimos anteriormente que los
sueños son “un estado alterado
de consciencia”, o sea que es-
36
tamos en un estado diferente al
de vigilia, lo cual nos sugiere otra
pregunta: ¿cuáles son los tipos
de sueños?
Los sueños son:
1. Pesados o pesadillas: Los
que son causados por una mala
comida, un estado de ansiedad,
obsesiones o una impresión muy
fuerte.
2. Incoherentes: Aquellos que
afloran en forma desordenada
los sucesos externos vistos con
anterioridad, aparentemente sin
sentido.
3. Sueños claros: Sin confusión
y que generalmente son pla-
centeros.
4. Sueños psíquicos o premoni-
torios: Los que nos avisan lo que
ha ocurrido u ocurrirá.
5. Sueños místicos o simbólicos:
Por medio de los cuales recibi-
mos información del Cósmico.
El problema es que no siempre
sabemos cuál es la causa de
cada tipo de sueño, pero con
las experiencias obtenidas y
un poco de observación, po-
dremos sacar algunas con-
clusiones. Por ejemplo, una
pesadilla o “sueño nervioso”
sería pasar todo el tiempo
que soñamos, buscando las
llaves de la casa, que perdi-
mos. Aparecerá en nuestro
sueño que las encontramos
para descubrir luego que se
han vuelto a perder y así
sucesivamente.
Dice Jung que en “beneficio
de la estabilidad mental y
de la salud fisiológica, el
inconsciente y la consciencia
deben estar integralmente
conectados y moverse pa-
ralelamente”. Si están “di-
sociados” habrá alteración
psicológica, desequilibrio. A
este respecto los símbolos
de los sueños son los men-
sajeros esenciales de la parte
instintiva a la parte racional
de la mente humana, y su
interpretación enriquece a
la consciencia, de modo que
37
aprende a entender de nuevo
el lenguaje olvidado.
En la vida “normal” la com-
prensión de los sueños con
frecuencia se considera su-
perficial. El hombre moderno
piensa que los sueños no
tienen significado porque él
no los entiende. Pero hasta
el hombre más “civilizado”
puede darse cuenta de que
un sueño puede alterar su humor
mejorándolo o empeorándolo.
Es importante advertir que así
como otro no puede interpretar
nuestros sueños, tampoco pue-
den existir guías ya preparadas
para interpretación de sueños.
Ningún símbolo onírico puede
separarse del individuo que lo
sueña, porque es absolutamente
personal.
38
El territorio del istmo pa-
nameño es montañoso, y
solamente es interrumpido
por el Canal de Panamá.
De acuerdo con la Constitución
Panameña, el español es la
lengua oficial del país y todos
los panameños tienen el deber
CONOCIENDO A NUESTRA JURISDICCIÓNPANAMÁ
Panamá es un país ubicado en el extremo sureste de América
Central, y forma parte geográfica y culturalmente del Caribe.
Su nombre oficial es República de Panamá y su capital es la
ciudad de Panamá. El país limita al norte con el mar Caribe,
al sur con el océano Pacífico, al este con Colombia y al oeste
con Costa Rica. Tiene una extensión de 75.517 km².
Foto: de derecha a izquierda: Nuestro MV Gran Maestro Roland Brisson, soror Lala Botello y frater José Botello.
39
de conocerla y el derecho a usar-
la. Sin embargo, otras lenguas,
también panameñas, son reco-
nocidas en el sistema educativo
en diversas comunidades donde
es mayoritaria la población in-
dígena.
Por su condición de país de
tránsito, Panamá se convirtió
tempranamente en un punto de
encuentro de culturas prove-
nientes de todo el mundo: es el
escenario geográfico del Canal
de Panamá, obra que facilita la
comunicación entre las costas de
los océanos Atlántico y Pacífico
y que influye significativamente
en el comercio mundial.
La República de Panamá reci-
be su nombre por la ciudad de
Panamá, donde se celebró el
cabildo y se estableció la juris-
dicción de la Real Audiencia de
Panamá, la cual comprendía en
su totalidad el istmo de Panamá.
El nombre de Panamá tiene un
origen indígena, probablemen-
te del cueva. En este sentido,
existen varios significados
y referencias asignadas al
nombre Panamá, sin embar-
go es comúnmente aceptado
el significado “abundancia de
peces y mariposas”.
La ciudad de Panamá fue
fundada el 15 de agosto de
1519 por Pedro Arias Dávila,
conocido como Pedrarias,
siendo la primera ciudad es-
pañola en las costas del Mar
del Sur u Océano Pacífico y
la más antigua de tierra firme
que existe hasta nuestros
días como ciudad.
Es el país más meridional de
la región y también uno de
los más biodiversos. Por su
cercanía a América del Sur,
alberga varias especies sud-
americanas como el poncho
o capibara (el roedor más
grande del mundo), el oso
frontino u oso de anteojos, y
la guacamaya azul y amarilla.
Es el primer país de la región
en peces, en aves y en ma-
míferos.
40
El turismo representa una
de las principales activida-
des del país. Las principales
áreas del turismo en Panamá
se centran en el turismo de
negocios, playas y comercio.
La mayor parte de los turistas
provienen de Estados Unidos,
Canadá, Europa, América
Central y América del Sur.
La principal obra de
infraestructura del
país es el Canal
de Panamá,
empezado a
construir en
1869 por un
consorcio fran-
cés. Actualmente
el país invierte 5.250
millones de dólares en la
ampliación de esta vía. En el
siglo XIX también se destacó
la construcción del ferrocarril
transístmico, que facilitó la
comunicación interoceánica.
La Línea 1 del Metro de Pana-
má, que une la gran estación
de autobuses de Albrook con
Los Andes, se inauguró el 5 de
abril de 2014, siendo así el pri-
mer metro de Centro América
En Panamá existen siete cul-
turas indígenas que practi-
can costumbres ancestrales.
También hay museos y sitios
arqueológicos y tres ciudades
históricas coloniales con forta-
lezas, iglesias y conventos
que datan del siglo
XVI al XIX.
El folclore es
rico y variado
en cada región y
está representado
por el traje típico la
Pollera, junto a la comida
y platos tradicionales, así como
la música y el baile.
Los carnavales son una de las
fiestas principales de Panamá.
Arte y costumbre popular tie-
nen un escenario de encuentro
en las famosas ferias y festiva-
41
les azuerenses. Entre los más
famosos están, la celebración
del Corpus Christi, una de las
principales fiestas del folclore
panameño.
La gastronomía de Panamá
es el resultado de la influen-
cia histórica en el país por las
culturas amerindia, hispana,
africana, y afroantillana. Se
caracteriza por el alto consumo
de arroz en diferentes formas
y preparaciones, así como las
sopas, siendo el sancocho la
más popular. Otros insumos
son el maíz, plátanos, gallina,
carnes, pescados y mariscos,
con los que se preparan di-
versos platos y frituras. Las
raíces y tubérculos tienen
preponderancia en la dieta
del panameño, destacándo-
se la yuca, el ñame, el ñam-
pí, el otoe y en menor grado
la papa. Pese a la pequeña
extensión del país, la gran
diversidad cultural del istmo
permite identificar algunas
variantes regionales.
En Panamá, a la hora del
desayuno, son comunes las
frituras, entre ellas la tortilla
de maíz, la yuca frita, carnes
y puerco. Para almuerzo,
42
rante los últimos quinientos años
entre las tradiciones ibéricas, en
especial las de Andalucía, las
indígenas americanas y las de
África occidental. Con esta rica
herencia cultural, Panamá ha
contribuido de forma importan-
te al desarrollo de la cumbia, la
décima, la saloma panameña, el
pasillo, el bunde panameño, el
bullerengue, el punto, el tam-
borito, la mejorana, el bolero,
el jazz, la salsa, el reggae y el
calypso.
se consume casi siempre el
arroz acompañado de carnes,
menestras y vegetales o so-
pas. Para la cena se disfruta
de algo un poco más ligero y
rápido, dependiendo de cada
familia. El consumo y oferta
de pescados y mariscos fres-
cos es una ventaja, ya que
el país tiene costa atlántica
y pacífica, lo que hace tener
una variedad muy grande.
La música de Panamá es el
resultado del mestizaje, sobre
todo el que se ha dado du-
43
El Antiguo Perú fue una región
de sucesivas civilizaciones desde
el surgimiento de Caral-Supe en
el 3200 a. C. El Imperio incaico
fue el último Estado autóctono
o indígena, el cual dominó gran
parte del occidente sudamerica-
no hacia el siglo XV.
La cultura peruana es diversa
como resultado del intenso
mestizaje originado en la co-
lonia. A ello se une la poste-
rior influencia de migraciones
decimonónicas procedentes
de China, Japón y Europa. El
idioma principal y más ha-
blado es el español, aunque
PERÚ
El Perú (en quechua y en aimara: Piruw), oficialmente la Repúbli-
ca del Perú, es un país soberano del oeste de América del Sur. El
océano Pacífico bordea su costa y limita con Ecuador y Colombia
al norte, Brasil al este, y Bolivia y Chile al sureste. Su territorio se
compone de diversos paisajes: los valles, las mesetas y las altas
cumbres de los Andes se despliegan al oeste hacia la costa de-
sértica y al este hacia la amazonia. Es uno de los países de mayor
diversidad biológica del mundo y de mayores recursos minerales.
44
un número significativo de
peruanos habla diversas len-
guas nativas, siendo la más
extendida el quechua sureño.
Hay varias versiones sobre el
origen de la palabra “Perú”.
Una de ellas dice que deriva
de Virú, que era como los
nativos llamaban al lugar,
según los primeros españoles
que llegaron al país.
El accidentado relieve y parti-
cular historia natural del Perú
ha causado que éste sea con-
siderado uno de los diecisiete
países megadiversos, con
una gran variedad de ecosis-
temas y, consecuentemente,
de flora y fauna.
De la latitud 6° S hacia el norte
se presenta la corriente de El
Niño con una temperatura que
oscila entre los 22 °C y 27 °C.
Esta choca con la corriente pe-
ruana o de Humboldt con tem-
peraturas que oscilan entre los
13 °C y 19 °C.
La música peruana es producto
de la fusión a través de muchos
siglos. Existen muchos géneros
de música peruana: clásica, an-
dina, criolla, amazónica, entre
otros. Estas se clasifican en mú-
sica y danzas de la costa, sierra
y amazonía. La música criolla
tradicional de la costa es muy
variada debido a que justamente
esta es la región donde mayor
45
mestizaje hubo y actualmente
hay, conocida como música crio-
lla dentro de la cual se encuen-
tran las danzas afroperuanas.
De la costa central básicamente
Lima; sobresale la música de los
callejones de la Lima de Antaño
y el mundialmente conocido
vals peruano. De la
capital también
es originaria
la salerosa
zamacueca
o marine-
ra limeña
( m a d r e
del res to
de cuecas
y zambas ) ;
dentro de lo cual
existen variantes y
extensiones como el canto de
Jarana y la resbalosa (como la
fuga de ésta).
Dentro de las fiestas tradiciona-
les andinas, la más conocida es
el Inti Raymi que, en Sacsayhua-
mán, en las afueras del Cuzco,
rememora ceremonias y rituales
de la época del Imperio incaico
rindiendo homenaje al Inti
(dios Sol de los incas), se
lleva a cabo el 24 de junio
de cada año.
La cocina peruana es con-
siderada una de las más
variadas y ricas del mundo,
tiene el récord Gui-
ness a la mayor
variedad y
diversidad
de platos
típicos en
el mun-
do (491);
e n t r e
tanto, se
ha registra-
do más de dos
mil sopas diferentes
tan solo en la costa y más
de doscientos cincuenta
postres tradicionales a nivel
nacional. La formación de la
gastronomía peruana refleja
el mestizaje que a lo largo
de los siglos ha modelado la
cultura peruana.
46
más, la bebida tradicional
de la Fiesta de San Juan,
celebrada en toda la selva
peruana. La Inca Kola, de
origen nacional, es la gaseo-
sa más vendida en el país,
incluso por encima de las
multinacionales Coca-Cola
o Pepsi.
Los platos más representativos
son el ceviche en la costa, la
pachamanca en la sierra y el
juane en la selva. En el ámbito
de las bebidas, destaca entre los
espirituosos el pisco. También,
la chicha de jora, una bebida de
origen precolombino, hecha de
maíz. Es un licor tradicional y
extendido de la sierra y es, ade-