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E.L.U.A., 11, 1996-97, pp: 149-161 COMPARATISMO/COMPARADO,A: MARBETE DISCIPLINARIO JESÚS GARCÍA GABALDÓN (Universidad Complutense) RESUMEN In this paper we analyze the term and the concept of comparatism throughout several definitions of dictionaries and encyclopedias used in the main european languages, in order to trace the uses of the label «comparative» in the human and natural sciences. 1. Introducción: Planteamiento y problemática del concepto 1.1. Planteamiento En este trabajo analizamos, en primer lugar, el término y el concepto de «comparatismo» a través de un muestreo de definiciones que se usan en la actualidad en las principales lenguas de cultura occidentales. Posteriormente, nos ocupamos de los usos de la etiqueta «comparado,a» en la historia de las ciencias humanas y físico-naturales para poner de manifiesto sus contenidos, límites y características como marbete disciplinario. 1.2. Problemática del concepto La comparación puede ser considerada como una operación mental lógica consustancial al pensamiento y al ser humano, en la medida en que comparar algo o alguien con otra u otras cosas o personas, supone establecer una ecuación intelectual mínima de analogía, relación o correspondencia. La comparación es, en este sentido, un procedimiento antiguo y universal. La operación, según Adrián Marino, «consiste dans un rapport quelconque entre deux termes, en vue 149

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  • E.L.U.A., 11, 1996-97, pp: 149-161

    COMPARATISMO/COMPARADO,A: MARBETE DISCIPLINARIO

    JESS GARCA GABALDN (Universidad Complutense)

    RESUMEN

    In this paper we analyze the term and the concept of comparatism throughout several definitions of dictionaries and encyclopedias used in the main european languages, in order to trace the uses of the label comparative in the human and natural sciences.

    1. Introduccin: Planteamiento y problemtica del concepto

    1.1. Planteamiento

    En este trabajo analizamos, en primer lugar, el trmino y el concepto de comparatismo a travs de un muestreo de definiciones que se usan en la actualidad en las principales lenguas de cultura occidentales. Posteriormente, nos ocupamos de los usos de la etiqueta comparado,a en la historia de las ciencias humanas y fsico-naturales para poner de manifiesto sus contenidos, lmites y caractersticas como marbete disciplinario.

    1.2. Problemtica del concepto

    La comparacin puede ser considerada como una operacin mental lgica consustancial al pensamiento y al ser humano, en la medida en que comparar algo o alguien con otra u otras cosas o personas, supone establecer una ecuacin intelectual mnima de analoga, relacin o correspondencia. La comparacin es, en este sentido, un procedimiento antiguo y universal. La operacin, segn Adrin Marino, consiste dans un rapport quelconque entre deux termes, en vue

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  • d'tablir les points communs et les carts: identit et/ou diffrence (A el B comme C; n'est ni B ni C) (..) la comparaison determine les ressemblences et les dissemblances, les concordances et les discordances (MARINO, 1988,234). La transformacin metodolgica de la comparacin conduce al comparatismo. Sin embargo, como indica el mismo Adrin Marino, il n'y a pas de diffrence mthodologique spcifique entre la comparaison pratique par le comparatisme et par n'importe quelle autre discipline (MARINO, 1988, 233).

    La ausencia casi total de reflexin sobre la naturaleza del comparatismo (Cf. JUCQUOIS, 1991, 30) se refleja en el vocabulario y en las definiciones usuales de los trminos comparacin y comparar. Incluso en una lengua como la francesa, que ha impulsado en gran parte el desarrollo de los estudios compara-dos, y que ha servido de modelo o paradigma para la configuracin terminolgica y conceptual del comparatismo en la poca moderna, se hace patente, en el plano lxico, una serie de fluctuaciones y una relativa pobreza de la familia de palabras de la comparacin. Bsicamente, en francs, existen dos fluctuaciones que conciernen a los trminos comparatiste / comprateur y Comparatif,ive / compar,e. El trmino comparatiste designa a celui qui se spcialise dans l'tude d'une science compare (ROBERT, 1977, 348). Es el trmino que se usa en las disciplinas humansticas comparadas, como el derecho, la economa, la literatura, la sociologa, la lingstica, e t c . , para designar, en cada discipli-na, al especialista que la cultiva desde un punto de vista comparado. El segundo trmino, comparateur, trice es citado en el diccionario ROBERT como adjetivo que designa a qui aime comparer. Esprit comparateur (IBIDEM, 348). Otros diccionarios franceses, como el LITTR (LITTR, 1958, 544) y el BESCHERELLE (BESCHERELLE, 1845, 886), lo consideran como sustantivo masculino referido a celui qui compare. Sera ste el sentido en que se utiliz el trmino a comienzos del siglo XIX. As, por ejemplo, Cuvier usa la expresin de anatomiste comparateur (CUVIER, 1805, 13). El trmino comparatiste slo apareci en Francia a finales del siglo XIX (ROBERT, 1977, 348). Sin embargo, no aparece en el Nouveau Larousse Ilustr, en seis volmenes, publicado a comienzos del siglo XX, mientras que en el Larousse en tres volmenes, de 1975, slo aparece el trmino comparatiste para indicar a la persona especializada dans toute connaissance tudie du point de vue comparatif (LAROUSSE, 1975,1, 702).

    Respecto a la segunda pareja de trminos comparatif,ive / compare,e, participio activo y pasivo respectivamente del verbo comparer, es descrita con idntico valor: qui content ou tablit une comparaison (ROBERT, 1977, 347) en todos los diccionarios que hemos consultado. Slo el diccionario ROBERT precisa en el lema compare: qui procede par des comparaisons, lo que parece indicar la idea de un mtodo de trabajo o de investigacin, ilustrada en los ejemplos: Mthode compare. Anatomie compare. Grammaire, philologie

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  • compare. Droit compar (ROBERT, 1977, 348). Se trata del uso ms corrien-te que, sin embargo, no es admitido por el diccionario LITTR, donde encontra-mos el ejemplo comentado de anatomie comparative (dite plus souvenl, mais moins bien, anatomie compare (LITTR, 1958, 544).

    El uso cientfico confirma el trmino compar,e como el ms extendido. Sin embargo, la oposicin compar,e / comparatif,ive permite diferenciar escuelas metodolgicas en el seno de una disciplina. As por ejemplo, en la lingstica, la elaboracin de una linguistique compare, independiente de la grammaire compare ha propiciado el uso del trmino comparatif,ive. Segn indican Jucquois y Swiggers, se habla de linguistique comparative e incluso de grammaire comparative en lugar de linguistique compare para distin-guirla de la orientacin histrica y gentica decimonnica, de la grammaire compare, (JUCQUOIS, SWIGGERS, 1991, 32).

    Otros dos trminos de la familia de palabras de la comparacin, comparabilit y comparatistique, son indicativos de la ausencia de reflexin general sobre el vocabulario especfico del comparatismo de la que hablbamos antes, lo que se refleja en la existencia de lagunas e imprecisiones terminolgicas.

    El trmino comparabilit aparece atestiguado en los diccionarios de uso en el sentido de qualit des choses comparables entre elles (LITTR, 1958,542) y con la etiqueta de trmino culto o/y cientfico. El propio diccionario LITTR, lo ilustra con una cita de la Acadmie des Sciences: la discussion des observations mtorologiques, qui, depuis ees dernires anns, prennent un caractre de precisin et de comparabilit qu'elles ne prsentaient pas autrefois (IBIDEM, 542). El trmino comparabilit es poco usado entre los comparatistas. Jucquois propone utilizar las expresiones champ de comparabilit y seuil de comparabilit en sentido anlogo a champ de perception y seuil de perception de la psicologa que seran, segn l, de gran utilidad metodolgica, ya que permitiran une approche formelle et objective des champs de comparaison qui se determinen! largement selon des critres purement subjectifs non explicits (JUCQUOIS, 1989, 19). El uso del trmino compar, o comparatif depende, en gran medida, de la interpretacin del investigador. Si le interesa destacar la importancia de la comparacin en sus investigaciones, usar el trmino compa-r, mientras que si le importa distinguir las disciplinas para las que existen complementariamente una aproximacin comparada o comparativa y otra des-criptiva, utilizar el trmino comparatif (JUCQUOIS, 1991, 20). En francs, no aparece o apenas se utiliza el trmino comparatistique, a diferencia de lo que sucede, sobre todo, en alemn y tambin en ingls, que lo utilizan en el sentido de dominio de un cierto comparatismo, y tambin en alemn, para designar al conjunto de los dominios estudiados segn los mtodos comparativos..1

    En ruso y en las lenguas eslavas, el campo lxico de la comparacin (sravnenie) ha derivado en la actualidad en una categora de la estilstica y de la

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  • potica. Existe el trmino comparativi,smo (komparativizm), que es definido como una rama de la historia de la literatura que estudia la literatura internacio-nal (Zhirmunski, 1987, 418), identificando el mtodo histrico-comparativo (sravnitel'no-istoricheskii metod) con los estudios literarios. El concepto de comparatismo fue introducido en las culturas eslavas por el gran comparatisla Alexander Veselovski, quien ocup la primera ctedra rusa de literatura gene-ral, creada en la Universidad de San Petersburgo en 18702. Ya en 1868, Veselovski utiliz la forma del participio pasivo del verbo comparar (sravnif), para construir la expresin rusa sravnitelnoe izuchenie (estudio comparado) a la hora de referirse a la escuela alemana de literatura comparada. Desde entonces, la literatura comparada (sravnitel'naja literatura) se distingue de la literatura universal (vsemirnaja literatura) o literatura mundial (mirovaja literatura) y de la literatura general (vseobschaja literatura), siguiendo la diferenciacin al uso en la filologa francesa del siglo XIX3.

    1 Una pobreza terminolgica mayor, acompaada de una notable confusin conceptual

    pueden encontrarse en el mbito de la lengua espaola. El Diccionario de la Real Academia Espaola (D.R.A.E.), en su edicin de 1992, recoge seis trminos comparativos: comparacin, comparado,da, comparar, comparatisla, comparativamente y comparativo. La comparacin, del latn comparatio,-onis, es definida como 1. Accin y efecto de comparar y 2. Smil retrico. La accin de comparar, consiste segn el D.R.A.E., en 1.fijar la atencin en dos o ms objetos para descubrir sus relaciones o estimar sus diferencias o semejanzas y 2.cotejar. El trmino comparado.da no es definido en el D.R.A.E., que slo indica que es participio de pasado de comparar y que puede ser usado como adjetivo, dando el ejemplo de gramtica comparada. No sucede lo mismo con comparativo, adjetivo que es definido as: dcese de lo que compara o sirve para hacer compara-cin de una cosa con otra. Juicio comparativo; 2. Gram. V. adjetivo comparativo y 3. Gram. V. conjuncin comparativa. Comparatista es para el D.R.A.E. la persona versada en estudios compa-rados de ciertas disciplinas. La Enciclopedia Universal Ilustrada, de la Editorial Espasa-Calpe, en su edicin de 1958, da cuenta de los trminos: comparabilidad, comparable, comparacin, comparado,da, comparador, comparativo y comparativamente. A diferencia del D.R.A.E., la Enciclopedia Espasa s define los trminos comparabilidad (cualidad de lo comparable suscep-tible de comparacin); comparable (que puede merece compararse con otra persona cosa); comparado.da (este adjetivo se aplica a las ciencias que, para llegar a conclusiones sintticas, investigan las relaciones que puede haber entre los fenmenos y entre las cosas que la ciencia estudia. As se dice: Filologa comparada, Anatoma comparada, Fisiologa comparada, Patologa comparada,etc) y comparador (el que compara establece comparaciones). En el trmino comparativo, la Enciclopedia Espasa aade la acepcin de perteneciente relativo a la compara-cin. Mara Moliner, en su Diccionario de uso del espaol, recoge los trminos comparable, comparacin, comparado,-a, comparanza, comparativamente y comparativo,-a. La nica novedad est en el trmino comparanza, que sera la versin popular de comparacin.

    2 Fue precisamente en la leccin inaugural de esa ctedra, titulada: Problemas y mtodos

    del estudio de la literatura como ciencia, Veselovski present una reflexin terica y metodolgica, de marcada orientacin comparatista que servira de base para el desarrollo de su programa de literatura general, introduciendo as de manera implcita el concepto de comparatismo en Rusia y en los pases eslavos. Vid. la edicin y traduccin de dicha conferencia al espaol de Jess Garca Gabaldn, en Analecta Malacitana (en prensa).

    ' En Rusia han destacado tambin tres grandes comparatistas en el mbito de los estudios literarios, tanto desde el punto de vista terico como desde la crtica y la prctica comparatisla, como son: Vladimir Zhirmunski, Mijail Bajtn y Yuri Lotnian, cuyas concepciones de la literatura parten de una clara presuposicin comparatista. Vid sobre este tema: Jess Garca Gabaldn: Evolucin de la historiografa literaria eslava, en: Pedro Aulln de Haro (ed.), Teora de la

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  • Se puede concluir de nuestro breve muestreo que no se reconoce una unidad conceptual a la nocin de comparatismo. En los diccionarios y enciclopedias consultados el comparatismo no se deslinda de la comparacin, y se sita: 1) en el nivel de su dominio o marbete disciplinario (anatoma comparada, derecho comparado, gramtica comparada y literatura comparada, principalmente); 2) en el nivel de su mtodo (el mtodo comparativo /y comparado); 3) en el nivel del enfoque derivado de la comparacin, esto es, de la accin de comparar. Por ello, creemos necesaria una reestructuracin del campo lxico del comparatismo que haga posible fijar con precisin y nitidez el concepto del comparatismo y la terminologa comparalista, lo que permitira, en cierto sentido, refundar el comparatismo y clarificar su confuso maremagnum disciplinario actual.

    2. Comparado,a: marbete disciplinario

    Como dominio, el comparatismo pertenece, segn indica Pedro Aulln de Haro respecto de la literatura comparada, a la epistemologa previa, plantea la problemtica filosfica de las partes y el todo y el de la diferencia y lo comn y est especificado por el mundo de existencia del objeto: el comparatismo, continuando al margen de las cuestiones de procedimiento, pertenece a la epistemologa crtica previa, al fenmeno de hacerse patente la propia construc-cin de la obra literaria y la probabilidad de acceso a la misma como objeto crtico bien constituido (AULLN, 1994, 22 y ss,). Con ello se puede explicar porqu aparece el fenmeno comparatista en unas disciplinas y no en otras y cmo la constitucin del objeto cientfico es una reconstruccin basada en la comparacin. Por otra parte, se trata de objetos complejos vinculados con la cultura y las ciencias humanas, en los que existe una simbiosis entre hombre, cultura y lenguaje: la religin, la anatoma humana, la etnografa, la mitologa, el derecho, la lengua, la literatura, etc..

    Las ciencias humanas, en una acepcin lo suficientemente amplia como para incluir a las ciencias sociales y a su vez contrapuesta a las ciencias fsico-naturales , pueden definirse como el lugar privilegiado del comparatismo, ya que en ellas, l'observateur fait partie de la ralit observe et son acte d'observation, comme les conclusins qu'il en tire, modifient jusqu' un certain point la ralit qu'il observe (GODELIER, 1982, 24)4. Sin embargo, el

    historia de la literatura y el arte, Teora/Crtica, 1, Madrid-Alicante, Verbum-Univcrsidad de Alicante, 1994, pp. 173-193; Jess Garca Gabaldn: La forma del lenguaje: Potica formal y esttica literaria, en Valeriano Bozal (ed.), Historia de las ideas estticas y artsticas contempor-neas, Madrid, Visor, 1996, vol. II, pp.; Mijal Bajtn: Filosofa del lenguaje y esttica literaria, (edicin y traduccin de Jess Garca Gabaldn), Mlaga, Hybris, (en prensa).

    4 Cf. Jean Piaget (1970): Clasificacin de las disciplinas y conexiones interdisciplinarias,

    en: Psicologa y epistemologa, Barcelona, Ariel, 1971, pp. 151-189; Michel Foucault (1966), Las ciencias humanas, en: Las palabras y las cosas, Barcelona, Planeta-Agostini, 1985, pp. 334-375;

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  • comparatismo e incluso el mtodo comparativo (tambin denominado la va comparada o la modalidad comparativa) carecen de unidad. Nos explicaremos: carecen de la unidad epistemolgica que brindara un principio comparatista universal. Ha sido precisamente su carencia la que ha hecho que el comparatismo, en tanto que mtodo, vare a veces sustancialmente segn las disciplinas y las pocas en funcin de factores externos: las cambiantes reglas del mtodo comparativo se continan aplicando a dominios particulares y a propsito de objetos bien definidos, engendrando diversos dominios de una disciplina en otra e incluso en el seno de una misma disciplina.

    Por lo dems, basta con examinar cmo funciona el comparatismo en el seno de diversas disciplinas en la actualidad para darse cuenta de la carencia de un principio comparatista. Consideraremos a este propsito los casos de la historia, la psicologa y la sociologa comparadas. Resulta curioso constatar cmo despus de la Primera Guerra Mundial la historia comparada entr en declive y el mtodo comparativo fue progresivamente sustituido por la utilizacin de conceptos y mtodos de otras ciencias sociales, sobre todo de la sociologa y de la economa, en aras de un tratamiento sistemtico de los hechos. As, Durkheim afirmaba que l'histoire ne peut tre une science que dans la mesure o elle explique et Fon ne peut expliquer qu'en comparan!...Or des que'elle compare, l'histoire devient indistincte de la sociologie (BURGIERE, 1986, ix). Por otra parte, la mundializacin que produjo el conflicto blico de 1914 provoc una tendencia al estudio de la historia universal que mostr los lmites de la metodologa comparativa decimonnica. La nueva visin global del planeta, derivada de la actual revolucin electrnica o digital, podra, creemos, hacer resurgir el comparatismo como opcin para la prctica histrica.

    La comparacin se lleva a cabo en Sociologa principalmente en el mbito de la ms estricta especializacin, en el marco de una sociedad o de una cultura, mientras que la generalizacin de sus resultados supone la realizacin de nuevas comparaciones que desbordan el cuadro terico inicial. De ese modo, el comparatismo es concebido no como una dimensin complementaria y acceso-ria, sino como una necesidad metodolgica para alcanzar un determinado grado cientfico de generalizacin. El comparatismo slo se presenta como una di-mensin fundamental y constitutiva en el plano meramente programtico.5

    Revue de Synthse, n 3-4, 1988 (Nmero monogrfico: Une histoire des sciences de l'homme); Revue de Synthse, n 1-2, 1994 (Nmero monogrfico: La classification des sciences).

    5 Segn M. Bloch, comparar, en el campo social, es elegir, en varios medios sociales

    diferentes, dos o varios fenmenos que parecen, a primera vista, presentar entre s analogas, describir las curvas de evolucin, constatar sus semejanzas y diferencias y, en la medida de lo posible, explicar los unos por los otros; (Bloch: Pour une histoire compare des socits europennes, Revue de synthse historique, 1928). Respecto a las ciencias sociales, el mtodo comparativo fue utilizado ampliamente en primer lugar por la Etnologa. Dentro de la Sociologa, aparece desde sus orgenes como un mtodo importante, no sin presentar modalidades especiales en cada uno de sus

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  • El derecho comparado es concebido no slo como un mtodo, sino tambin como un arte (KOKKINI-IATRIDOU, 1986, 193) que exige una apertura y un mnimum de sympathie ou tout au moins de comprhension ouverte pour le systme envisag (ANCEL, 1966,76). La creacin de grandes organismos internacionales y de conglomerados polticos y econmicos multinacionales, como la Unin Europea, han impulsado fuertemente el derecho comparado e internacional, suscitando controversias metodolgicas sobre la estructuracin y la formalizacin, sobre el grado de abstraccin y de generalizacin de la prctica comparatista6.

    En ltima instancia, el comparatismo se define negativamente, desdibujndose su concepto y su dominio disciplinario en los trminos ms vagos y en los problemas ms generales: Porqu comparar?, qu comparar?, cmo compa-rar? Giovanni Sartori reconoce, respecto a la poltica comparada, que la pregunta porqu comparar sigue sin respuesta (SARTORI, 1991, 30) y afirma que no existe, en sentido propio, una metodologa de la comparacin, un mtodo comparado (SARTORI, 1991, 33). Para l, comparar implica asimilar y diferenciar en los lmites (...) Las comparaciones que sensatamente nos interesan se llevan a cabo entre entidades que poseen atributos en parte compartidos (similares) y en parte no compartidos (y declarados no compara-bles) (SARTORI, 1994, 35). Es entonces cuando se plantea el dilema metodolgico del comparatismo aplicado a las ciencias sociales:

    representantes principales: A. Comte, H. Spencer, Durkheim y Max Weber. Durkheim precis el mtodo comparativo aplicado a la Sociologa, al confrontar hechos o fenmenos producidos espontneamente y no artificia! o voluntariamente, como en el caso del experimento: solo tenemos escribe Durkheim, un medio para demostrar que un fenmeno es causa de otro, y es comparar los casos en que se encuentran simultneamente presentes o ausentes, e investigar si las variaciones que presentan en estas diferentes combinaciones de circunstancias prueban que uno depende del otro. Cuando el experimentador puede producirlas artificialmente, el mtodo es la experimentacin propiamente dicha. Cuando, por el contrario, la produccin de los hechos no est en nuestra mano y slo podemos relacionarlos tales como se produjeron espontneamente, el mtodo que se emplea es el de la experimentacin indirecta o mtodo comparativo (E. Durkheim: Las reglas del mtodo sociolgico, Buenos Aires, Ddalo, 1964, 138). Cf Max Weber, (1969), La objetividad del conocimiento en las ciencias y la poltica sociales, en: Sobre la teora de las ciencias sociales (v.e., Barcelona, Planeta-Agostini,1985), pp. 7-103).

    6 Alessandro Pizorusso, al referirse a la naturaleza del derecho comparado y su diferencia

    con las otras disciplinas, reconoce que aunque la comparacin entre los diferentes ordenamientos jurdicos haya sido practicada por los juristas desde la Antigedad, la reflexin sistemtica sobre ella y la tentativa de individualizar un especfico campo de estudios y de accin prctica propio del derecho comparado es relativamente reciente y sus comienzos pueden remontarse a los ltimos aos del siglo XIX (Alessandro Pizorusso: Curso de derecho comparado, Barcelona, Ariel, 1987, p. 81). A continuacin, Pizorusso identifica el mtodo de los estudios comparatistas con el propio de los estudios jurdicos: el mtodo empleado por los estudios comparatistas es exclusivamente el mtodo jurdico (DEM, 1987, 82), para argumentar que una investigacin de derecho comparado presenta siempre y por lo tanto tambin cuando asume como objeto propio los principios generales carcter instrumental respecto de alguna actividad ulterior, ya sea sta terica o prctica (IBDEM, 1987, 82). Cf. Rene David: Les grands systmes de droit contemporains, Pars, 1964; R. Sacco: L'apporto della comparazione alia scienza giuridica, Miln, 1980.

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  • Social scientists have Iong been confrontcd with a dilemma in undertaking comparativc research: Does one use a variable-based, quantitative approach, which uses large quantites of data to reach broad conclusions, but often with little regard for, or knowledge of, the varied contexts freom which this data was drawn? Or does one use a case-based, qualitative approach that compares a number of instances in a strategic fashion, but, perforce, is Iimited in its conclusions by the small number of cases that can be rcasonable studicd? (RAGIN, 1987, 1-19)

    No es de extraar, por tanto, que el estatuto epistemolgico del comparatismo se haya situado en perspectivas o enfoques heterogneos y plurales -cuando no abiertamente divergentes- que pueden identificarse con actitudes cognitivas o modalidades perceptivas que comportan diversos modos de mirar al objeto, esto es de analizarlo, que consisten esencialmente en la capacidad simultnea del sujeto de una observacin exterior y de una autoimplicacin en el proceso de comprensin: l'atlitude comparative consiste essenticllement dans la capacit du sujet se dcentrer de lui mme et s'impliquer dans le processus de comprhension (JUCQUOIS, 1991, 49). El enfoque comparatista implica una pluralidad de mtodos y de estrategias de investigacin. La eleccin de una metodologa se hace en funcin de los datos puestos en correlacin, de la tradicin investigadora en una determinada disciplina y del objetivo concreto que se pretende alcanzar. El comparatismo implica tambin una mirada interdisciplinar que rechaza la dicotoma entre ciencia y no ciencia.

    Visto as, el anlisis comparado distingue bsicamente entre las unidades descriptivas y las aproximaciones correlativas. Comparar significa, en ese sentido, describir y poner en relacin (compartir). Ambas operaciones son analgicas y pueden adscribirse a una pluralidad de mtodos y de disciplinas, que implican un enfoque no deductivo, sino abductivo del comparatismo, que consistira en formular hiptesis generalizadoras basadas en la analoga y en reconstruir a posteriori la imagen total o parcial (gradual en tanto que comparatista) del objeto mediante un proceso de generalizaciones.

    El dominio del comparatismo se caracteriza por la correlatividad, que puede establecerse, segn Jucquois, sobre la base de: 1) coincidencias histricas (por ejemplo, el estudio comparado de acontecimientos histricos y de cambios sociales y econmicos), 2) paralelismos metodolgicos (como puede ser el estudio comparado de estrategias de descripcin lingstica y de procedimien-tos de construccin de sistemas simblicos), 3) similaridades estructurales (el anlisis comparado de la evolucin literaria y la evolucin de sistemas socioeconmicos) y 4) la subsuncin de un conjunto de hechos en la cultura humana y en las capacidades del sujeto productor que es el hombre (JUCQUOIS, 1989,27). Se produce as lo que Adrin Marino denomina el efecto estereoscpico de la comparacin: En fait, chaqu comparaison est une gnralisation en

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  • herb, vu les rapprochements graduis qu'elle provoque. Schmatiquement parlant, la comparaison grimpe des chelais de plus en plus lvs (MARINO, 1988,235).

    El comparalismo implica un cierto desbordamiento disciplinario, una transcendencia de dominios, una aproximacin interdisciplinar cuya unidad ltima o esencial estara, como sealan Guy Jucquois y Pierre Swiggers (JUCQUOIS, 1989, 14 y ss.), en el concepto universalista de humanidad. El estatuto epistemolgico del comparalismo estribara, segn ellos, en: a) una visin global del hombre; b) una interdisciplinariedad necesaria; c) una inter-pretacin de los hechos histricos. De esa manera, podra establecerse una tipologa del comparatismo basada en los tipos de las comparaciones, es decir, segn las comparaciones en las diversas disciplinas estn excluidas (la axiomtica), sean facultativas (la anatoma), necesarias (la etnologa) inherentes (la teratologa), derivndose de ello la existencia de zonas de comparabilidad, etc.... (cf. JUCQUOIS, 1989, 20). Jucquois y Swiggers han esbozado una tipologa del comparatismo en las ciencias humanas, distinguiendo entre disci-plinas normativas (la poltica comparada, la economa comparada y el derecho comparado), formales (la lingstica comparada y la literatura comparada) y hermenuticas (la psicologa comparada, la etnologa y la antropologa) (JUCQUOIS, SWIGGERS, 1989b).

    No obstante, el comparatismo contina siendo identificado con el mtodo comparativo elaborado inicialmente por la anatoma comparada y desarrollado fundamentalmente por la gramtica comparada en el siglo XIX. Se suele reco-nocer en Cuvier y en la anatoma comparada, los orgenes modernos del comparatismo, e identificar stos con el surgimiento del llamado mtodo com-parativo o comparado. Cuvier, en sus trabajos de anatoma comparada, escriba en 1805, que le bul de toute bonne mthode est de rduir la science laquelle on l'applique, a ses moindres termes, en levant les propositiones qu'elle comprend a la plus grande gnralit dont elles soient susceptibles (CUVIER, 1805, 62). Para l, un buen mtodo en anatoma comparada era aquel que se poda asignar a cada clase, y a cada una de sus subdivisiones, de las cualidades comunes que afectan a la gran parte de los rganos (Ibidein). Cuvier estaba convencido de que partout la nature nous tient le mme langage y de que toujours elle nous rpond que l'ordre actuel des choses n'a pas une origine bien eloigne (CUVIER, 1841, 1, 14). De esta manera, el mtodo comparativo se convierte, ya en sus inicios en la ciencia moderna europea, en histrico-comparativo, ya que, segn Cuvier, la historia confirma les resultis obtenus par l'examen des phnomenes naturels (bidem). Por eso no resulta extrao que Cuvier intentara aplicar el mtodo histrico-comparativo al estudio del diluvio universal analizando las cosmogonas, mitos y smbolos de las principa-les religiones vinculadas con la escritura y con textos sagrados, as como los

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  • testimonios histricos y arqueolgico, iniciando as la historia comparada de las religiones7.

    La comparacin y el comparatismo son operaciones cosnogcitivas y concep-tos terminolgicos de valor universal que se han producido incesantemente en la historia de la Humanidad. Hace falta recuperar esa tradicin de pensamiento comparatista cuyos primeros frutos, en la cultura occidental, podramos situar en los sofistas8. El comparatismo ha aparecido en los grandes momentos de cambios o revoluciones en la historia de la mentalidad cientfica occidental: el Renacimiento, el evolucionismo del siglo XIX y, creemos, la poca actual.

    En cierta manera, hemos asistido a un rapto histrico del comparatismo, a un evidente falseamiento o reduccionismo jbaro de la historia del comparatismo y de las disciplinas comparadas, consistentes en una serie de afirmaciones excluyentes que (de)limitaron las fronteras del objeto, situndolo dentro o fuera de la ciencia, del comparatismo, etc.. Resulta en ese sentido particularmente notable, comprobar cmo Cuvier, inventor del mtodo comparativo que l aplic a la anatoma, as como a otras disciplinas y cuestiones redujo la tradicin comparatista a las ciencias naturales y, dentro de stas, a la anatoma comparada. Y no slo eso, sino que, en su Historia de las ciencias naturales, Cuvier ignor a Thyson, el gran precursor de una metodologa comparatista en la biologa. (Cf. GUSDORF, 1969,2 170). No nos debe extraar, por tanto, que los dos intelectuales espaoles que pueden considerse como fundadores y pioneros del comparatismo lingstico y literario, los jesutas Hervs y Panduro y Juan Andrs, ni siquiera aparezcan citados en los escasos trabajos dedicados a la filologa comparada9. Estimamos que uno de los factores ms decisivos para la refundacion del comparatismo en la actualidad es precisamente la recupera-cin de obras que tradicionalmente no se han asociado con el comparatismo, por no llevar el marbete de comparadas y por no estar considerados sus autores

    7 Cf. sobre la anatoma comparada: J. M. Lpez Pinero: La anatoma comparada antes y

    despus del darwinismo, Madrid, Akal, 1992; William Montagna: Anatoma comparada, Barcelona, Omega, 1979. Cf. sobre la historia comparada de las religiones: Georges Dumezil: Los dioses de los indoeuropeos, Barcelona, Seix Barral, 1971; Mircea Elade: Historia de las creencias y de las ideas religiosas, Madrid, Cristiandad, 1978; Cari Gustav Jung: Psicologa y religin, Barcelona, Paids, 1987; Eduardo Alfonso: Historia comparada de las religiones, Madrid, Luis Crcamo, 1982.

    8 Quisiramos destacar aqu que la aparicin del comparatismo en Occidente est vinculada

    con el lenguaje, concebido como resultado de la historia y producto de la sociedad. Como sealan Jucquois y Switters, le respect de l'htrognnit et celui de l'individualit est a la base de l'enseignement des sophistes. lis inculquent l'audace de la critique et cello de revendications individuelles. lis apprennet ainsi aux citoyens l'art de vivre, de parler et d'couter dans un milieu, la dmocratie, o chacun est appel cette connaissance (Jucquois, Switters, (1991), Deux grands moments historiques: la premire sophistique et la premire renaissance, en: Le comparalisme devant le miroir, Lovaina-la-Nueva, Peeters, p. 17. Cf. Barbara Cassin: Le plaisir de parler. Etudes de sophistique compare. Paris, Seuil, 1986.

    9 Sobre el Abate Juan Andrs y la filologa comparada, vid. Pedro Aulln de Haro y M.

    Helena Fernndez Prat: El concepto de Filologa en Origen, Progesos y estado actual de toda la literatura, en Analecta Malacitana, XVIII, 2, 1995. La obra de Juan Andrs, Origen, progreso y

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  • como comparatistas al no adscribirse a una de las disciplinas comparadas. Sin embargo, parece obvio recordar que gran parte de las aportaciones relevantes o incluso de excepcional trascendencia para las ciencias humanas, parten de presupuestos comparatistas, tal como sucede, por citar slo algunas de las ms incuestionables, con las obras de Jung, Bachelard, Piaget, Lvy Strauss, Cassirer, Auerbach y Bajtn10. Ello se debe a que, como afirmaba Todorov en 1989, slo desde presupuestos comparatistas es posible alcanzar generalizaciones de valor cientfico y universal:

    La connaissance de soi est possible, mais elle implique au pralable celle des autres; la mthode comparative est la seule voie qui conduise au bul (...) C'est l'universel qui devient instrument de connaissance du particulier, plutot que celui-ci ne conduise, de lui-mme, au general (TODOROV, 1989,332)

    Cabe, por tanto, hablar de comparatismo explcito e implcito, as como de comparatismo interno y externo.

    Las disciplinas comparadas se multiplicaron a lo largo del siglo XIX sobre el modelo inicial de la anatoma comparada y fueron a su vez identifica-das con el mtodo histrico-comparativo. Comparado/a se convirti en un marbete disciplinario que se aplicara al estudio de las religiones, de la historia, de la gramtica, de la literatura y del derecho, principalmente. Se trataba de disciplinas que permitan al mismo tiempo un enfoque descriptivo y un enfoque comparativo. Si, por una parte, el enfoque descriptivo se identific con una visin esttica y sincrnica, por la otra, el enfoque comparativo se asoci con una perspectiva histrica, en un sentido evolucionista derivado en la cultura moderna del enciclopedismo y que cobr gran auge con el desarrollo de la gramtica comparada".

    estado actual de toda la literatura (1782-1798), aparecer publicada en Madrid por la editorial Verbum a comienzos de 1997. Se trata de un proyecto de edicin realizado a iniciativa del Seminario de Teora de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Alicante, en el cual participan los profesores Pedro Aulln de Haro, M. Helena Fernndez Prat, Beln Saiz Noeda y algunos otros colaboradores, de la Universidad de Alicante y el autor de este artculo. La obra fundadora del comparatismo lingstico, el Catlogo de las lenguas de las naciones conocidas y numeracin, divisin y clases de stas segn la diversidad de sus idiomas y dialectos (1800), del abate Hervs y Panduro, espera todava un estudio y una edicin rigurosos que la rescate del olvido. Una notable excepcin la constituye el libro de Juan Carlos Moreno Cabrera titulado La lingstica terico-tipolgica (Madrid, Gredos, 1995), en el que pondera la importancia de la figura intelectual y de las obras de Hervs y Panduro para la historia de la tipologa lingstica europea.

    '" A este propsito cabe sealar, entre otras muchas, las siguientes obras: Gastn Bachelard: Essai sur la connaissance approche, Paris, Vrin, 1981; Gastn Bachelard, (1971), Epistemologa, Barcelona, Anagrama, 1989; Georges Dumezil: Heur et malheur du guerrier. Aspects mythiques de. lafonction guerriere chez les Indo-Europens, Paris, P.U.F., 1969; Cari Gustav Jung: Arquetipos e inconsciente colectivo, Buenos Aires, Paids, 1979; Cari Gustav Jung: El hombre y sus smbolos, Barcelona, Luis Caralt, 1984; Jean Piaget (1972), Tratado de lgica y conocimiento cientfico, Buenos Aires, Paids, 1979, 7 vols.; Ernst Cassirer, (1923-1929): Filosofa de las formas simbli-cas, Mxico, F.C.E., 1971 -1976); Ernst Cassirer, (1942), Las ciencias de la cultura, Mxico, F.C.E., 1970; Erich Auerbach (1942): Mimesis: la representacin de la realidad en a literatura occidental, Mxico, F.C.E., 1950 e t c .

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  • Otro problema planteado por el comparatismo es la explicacin, o con otras palabras, la necesidad de construir un lenguaje especficamente comparatista, compatible con la pluralidad de prcticas y discursos comparatislas. Tal vez sea ahora el momento adecuado para homogeneizar la terminologa comparatista con el propsito de hacerla compatible en las distintas disciplinas fertilizadas por el comparatismo. Se tratara entonces de crear un interlenguaje propiamente comparatista. En este sentido, estimamos que una de las tareas que correspon-den a la lingstica comparada consiste precisamente en hacer explcito ese interlenguaje comparatista interrogndose, en primer lugar sobre el lenguaje de la comparacin y la terminologa comparatista.

    En su transcendencia ltima el comparatismo conduce a una necesaria globalidad o sntesis unitaria del objeto estudiado: a una mirada restrospectiva que reconstruye la imagen global, universalista de la esencia. En este sentido, comparar es compartir y relativizar, y si el comparatismo no quiere agotarse en un relativismo hermenutico intranscendente que niega la unicidad del objeto, debe abrirse a una perspectiva interdisciplinar no fragmentaria, a una mirada esencial y unitaria en tanto que universalista, sobre el objeto.

    Por otra parte, parece ahora el momento adecuado para replantear la rela-cin entre comparatismo y traduccin. Es obvio que algunas grandes operacio-nes comparatistas han sido operaciones de traduccin. Recuperar la tradicin comparatista exige replantear los grados de vinculacin epistemolgica y filo-sfica entre las diferentes disciplinas comparadas, volver a trazar los lmites del comparatismo y refundarlo mediante una teora filosfica basada en un princi-pio epistemolgico. En esas tareas, la traduccin literaria, considerada como una operacin comparatista (la ms compleja desde el punto de vista cultural), consistente en la reconstruccin analgica, debe situarse, creemos, en el centro de atencin de la literatura comparada12 e impulsar desde ella la refundacin del comparatismo.

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    " En esla lnea, la gramtica comparada permiti identificar el mtodo comparativo en un sentido restrictivo y reductor consistente en reglas formales y casi mecnicas. Sin embargo, en la prctica de las dems disciplinas comparadas se puede observar una pluralidad de enfoques metodolgicos mucho ms compleja.

    '- La literatura comparada carece de una teora propia, segn Erwin Koppen (Posee la literatura comparada una teora propia?, en Thomas Mann y Don Quijote. Ensayos de literatura comparada, Barcelona, Gedisa, 1987, 67-91). No insistiremos aqu sobre la epistemologa de la lingstica y de la literatura comparadas, as como tampoco lo haremos sobre la relacin entre traductologa literaria y literatura comparada, ya que de ambos temas nos ocuparemos en prximos trabajos.

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