La imagen personal lo dice todo

Linda Estrella era una mujer de 28 años y estaba casada hace 5 con Jonathan.

Ambos vivían en un barrio sencillo junto con sus dos hijos: Daniela, de 6 años, y Camilo, de 4.

LA SITUACIÓN

Hace un año, Jonathan tuvo un accidente en su moto y ha estado incapacitado desde ese día. Además, la empresa donde él trabajaba tuvo que remplazarlo, por lo tanto se quedó sin empleo.

Los hermanos de Linda le ayudaban con lo básico, pero ella estaba cada vez más preocupada porque no podía pagar las cuentas y el dueño de la casa donde vivían le dijo que si no le pagaba, tendrían que irse para otro lugar.

LINDA SE ENCONTRÓ CON MARCELA

Un día, mientras Linda Estrella llevaba a sus hijos a vacunar, se encontró con Marcela, una antigua compañera de su colegio. Ambas se contaron lo que había pasado con sus vidas y a Linda le llamó mucho la atención la forma como le hablaba Marcela.Pensó que Marcela se veía muy joven, feliz y elegante. Además, le llamó mucho la atención la forma en la que estaba vestida y la manera como hablaba ¡causaba una muy buena impresión!

LA OPORTUNIDAD

De pronto, Marcela, al saber que Linda tenía una situación difícil y que estaba sin empleo, le contó que ella también pasó por algo similar hace poco tiempo… Marcela le dijo que ella había superado sus dificultades cuando inició su propio negocio como Mamá Líder de Novaventa.

Al oír las magníficas oportunidades de tener su negocio, Linda se interesó tanto que se convirtió también en Mamá Líder.

DE EMPRESARIA A LÍDER

Después de un tiempo siguiendo los consejos de Marcela, Linda se convirtió en Mamá Líder. Ahora es una mujer ejemplar, disfruta de su independencia, tiene éxito en su negocio, y lo más importante, se quiere y se cuida a ella misma más que nunca.

¡Ah! Y como quería verse igual de bien que Marcela, aprendió mucho de ella sobre la importancia de tener una excelente presentación personal y la mejor actitud con todas las personas con las que se relaciona.