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Experiencias AUSTRIA 1986 IMPRESIONES DEL PERIODISMO POLÍTICO HOLGERRUST A propósito de las elecciones presidenciales de Austria, analiza el autor de qué manera se trató el tema de la (supuesta) participación de Kurt Waldheim en los crímenes del Nazismo por los medios austríacos y extranjeros. Muestra cómo un hecho político poco trascendente, el de la elección a un cargo en gran parte simbólico, pudo sacar a la superficie de la discu- sión asuntos tan importantes (solidez democrática y autoconciencia na- cional), aunque la forma de tratarlos resultó radicalmente diversa en los medios extranjeros y en la mayoría de los medios de la República Fede- ral de Austria. C uando el 8 de junio de 1986 el ex-secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, fue elegido presi- dente federal de Austria, en la segunda vuelta, con una ventaja del 6 por ciento sobre su adversario Kurt Steyrer, la república de los Alpes había pasado por la campaña electoral más dura de su historia de post-guerra. La "pelea su- cia" llegó a ser la metáfora más utili- zada de la cultura política en esas sema- nas, y los recursos estilísticos del perio- dismo empleados en esta campaña elec- toral fueron un tema permanente, dis- cutido arduamente a nivel público. i Un evento político más bien sin impor- i tanda a nivel internacional como es la cción de un político cuyas funciones , %e ubican, en el área simbó- en la de la ejecución política, se trans- formó en la piedra de toque para la convicción democrática y la autocon- ciencia nacional del país; los países extranjeros que hasta comienzos del mes de marzo fueron llamados a través de grandes afiches del candidato conser- vador como testigos de la competencia internacional y experiencia de Waldheim, se convirtieron de repente en críticos, acusadores y jueces. L uego, a comienzos de abril llega- ron de Nueva York las primeras noticias sobre el pasado nacional- socialista de Waldheim, informaciones sobre su participación en un cuerpo de caballería de la NSDAP, informaciones sobre el conocimiento de crímenes de Grecia. El Congreso Mundial Jud de Nueva York había desencadenado avalancha que invadía ahora los medi de comunicación austríacos y que pi dujo efectos tan catastróficos, porq Waldheim hesitó en aclarar su parti pación en las organizaciones nación socialistas, respondiendo únicamer cuando la situación se volvió imposti gable. Lo que agravó la situación f el hecho de su autobiografía, muy casa en informaciones sobre los añ de 1941 a 1945. Esto agudizó la imp: sión de que algo se escondía. H ubo dos reacciones en la opini pública austríaca, ambas igu mente comprensibles pero q nunca pudieron ser unidas para pen tir una observación diferenciada: primera fue que gran parte de la pob ción y de los medios de comunicaci de masa rechazaron las acusacioi como maligna ingerencia de parte < extranjero y consideraron que el n mentó escogido para presentar las velaciones era la comprobación de q el Congreso Mundial Judío —menosp ciado en Austria desde siempre coi un "club privado"— se vengaba tard mente contra ciertas líneas de la pol: ca de Waldheim en la ONU. Se pregí taban por qué estas acusaciones no 1 bían sido presentadas durante los c períodos en los cuales Waldheim ej ció la presidencia de la ONU. No hu una respuesta evidente a esta pregui ni tampoco a la suposición, tan frecui teniente enunciada por los seguido de Waldheim, de que fue el parti del oponente Kurt Steyrer, el Parti expenencú

Experiencias Impresiones del periodismo político

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C HOLGERRUST AUSTRIA 1986 uego, a comienzos de abril llega- ron de Nueva York las primeras noticias sobre el pasado nacional- socialista de Waldheim, informaciones sobre su participación en un cuerpo de caballería de la NSDAP, informaciones sobre el conocimiento de crímenes de expenencú

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Page 1: Experiencias Impresiones del periodismo político

Experiencias

AUSTRIA 1986

IMPRESIONES DEL

PERIODISMO POLÍTICO

HOLGERRUST

A propósito de las elecciones presidenciales de Austria, analiza el autor dequé manera se trató el tema de la (supuesta) participación de Kurt Waldheimen los crímenes del Nazismo por los medios austríacos y extranjeros.Muestra cómo un hecho político poco trascendente, el de la elección aun cargo en gran parte simbólico, pudo sacar a la superficie de la discu-sión asuntos tan importantes (solidez democrática y autoconciencia na-cional), aunque la forma de tratarlos resultó radicalmente diversa en losmedios extranjeros y en la mayoría de los medios de la República Fede-ral de Austria.

Cuando el 8 de junio de 1986el ex-secretario general de la ONU,Kurt Waldheim, fue elegido presi-

dente federal de Austria, en la segundavuelta, con una ventaja del 6 por cientosobre su adversario Kurt Steyrer, larepública de los Alpes había pasado porla campaña electoral más dura de suhistoria de post-guerra. La "pelea su-cia" llegó a ser la metáfora más utili-zada de la cultura política en esas sema-nas, y los recursos estilísticos del perio-dismo empleados en esta campaña elec-toral fueron un tema permanente, dis-cutido arduamente a nivel público.

i Un evento político más bien sin impor-i tanda a nivel internacional como es la

cción de un político cuyas funciones, %e ubican, en el área simbó-

en la de la ejecución política, se trans-formó en la piedra de toque para laconvicción democrática y la autocon-ciencia nacional del país; los paísesextranjeros que hasta comienzos delmes de marzo fueron llamados a travésde grandes afiches del candidato conser-vador como testigos de la competenciainternacional y experiencia de Waldheim,se convirtieron de repente en críticos,acusadores y jueces.

Luego, a comienzos de abril llega-ron de Nueva York las primerasnoticias sobre el pasado nacional-

socialista de Waldheim, informacionessobre su participación en un cuerpo decaballería de la NSDAP, informacionessobre el conocimiento de crímenes de

Grecia. El Congreso Mundial Judde Nueva York había desencadenadoavalancha que invadía ahora los medide comunicación austríacos y que pidujo efectos tan catastróficos, porqWaldheim hesitó en aclarar su partipación en las organizaciones naciónsocialistas, respondiendo únicamercuando la situación se volvió impostigable. Lo que agravó la situación fel hecho de su autobiografía, muy icasa en informaciones sobre los añde 1941 a 1945. Esto agudizó la imp:sión de que algo se escondía.

Hubo dos reacciones en la opinipública austríaca, ambas igumente comprensibles pero q

nunca pudieron ser unidas para pentir una observación diferenciada:primera fue que gran parte de la pobción y de los medios de comunicacide masa rechazaron las acusacioicomo maligna ingerencia de parte <extranjero y consideraron que el nmentó escogido para presentar lasvelaciones era la comprobación de qel Congreso Mundial Judío —menospciado en Austria desde siempre coiun "club privado"— se vengaba tardmente contra ciertas líneas de la pol:ca de Waldheim en la ONU. Se pregítaban por qué estas acusaciones no 1bían sido presentadas durante los cperíodos en los cuales Waldheim ejció la presidencia de la ONU. No huuna respuesta evidente a esta preguini tampoco a la suposición, tan frecuiteniente enunciada por los seguidode Waldheim, de que fue el partidel oponente Kurt Steyrer, el Parti

expenencú

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había lanzado estas informaciones paraayudar a su candidato.

Este reproche fue sobre todo for-mulado por el conservador Osterreichis-che Volkspartei (OVP) que apoyó a

Dos fueron las reacciones dela opinión pública austríaca:Rechazo de las acusaciones

contra Waldheim, interpretadascomo venganza tardía delCongreso Mundial Judío,

y crítica a Waldheim por suactitud dubitativa cuando tuvo

que rechazar lasimpugnaciones .

Waldheim. Aquí se reveló otra curiosacaracterística de esta campaña electo-ral: el hecho de que solo pocas veceslos dos candidatos se refirieron el unoal otro, pues "delegaron" buena partede la ardua confrontación a los parti-dos que los apoyaban. La cercanía delas elecciones para el Consejo Nacional(previstas para comienzos de 1987 yluego adelantadas para fines de noviem-bre de 1986), motivó una confronta-ción entre partidos políticos, cuandosolo se trataba de cargos políticos queestaban por encima de los intereses departido. Para estas elecciones la deci-sión de los electores austríacos se con-vertiría en un indicador; esta era por lomenos la impresión que quería sugerirel periodismo correspondiente.

_ a segunda reacción se dirigió demanera crítica contra Waldheim,

JL¿ no tanto por las inculpacionesno comprobadas de participación activaen los crímenes nacionalsocialistas, sinopor su actitud dubitativa cuando se lepreguntó sobre su participación en lasorganizaciones nacionalsocialistas. Estafracción no muy numerosa de la opiniónpública austríaca se refirió constante-mente al presidente de la República Fe-deral de Alemania, Richard vonWeizsacker, quien abierta y librementehabía admitido el envolvimiento de sugeneración y por tanto de su personaen las actividades nacionalsocialistas,y asimismo al ex-presidente federalCari Carstens que había admitido haber-se afiliado a organizaciones nacionalso-cialistas para poder estudiar leyes en launiversidad. Sobre todo la prensa ex-tranjera insistió repetidamente en estepunto. Entre los diarios austríacos so-

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lo el periódico burgués-conservadorSalzburger Nachrichten tomó posiciónen este sentido. Por lo demás, sobretodo en el periódico austríaco de mayorcirculación, el periódico amarillo NeueKronenzeitung, las man iobras deWaldheim fueron consideradas como unerror formal desagradable ciertamente,pero de responsabilidad casi exclusivade una logística no adecuada en la for-mulación de conceptos electorales.

TEMAS Y EVASIVAS DELA CAMPAÑA

De la discusión con la prensa ex-tranjera, sobre todo en el NewYork Times y el Spiegel de la Re-

pública Federal de Alemania, surgióen la mayoría de la opinión pública deAustria un sentimiento de terquedad:se difundió el lema de la ingerencia enlos asuntos internos; los comentaris-tas, organizaciones y políticos que anali-zaban críticamente el pasado o las manio-bras de Waldheim fueron acusados deatizar el fuego de un nuevo antisemitis-mo; en las calles de las ciudades domina-ban los afiches con la inscripción:"Nosotros los austríacos, elegimos aquien queremos".

El malestar sentido por muchosaustríacos fue cubierto por la frustra-ción fundamental resultante del senti-miento de tutelaje político. Esta frus-tración se hizo más fuerte por el hechode que aquí se sacó a luz un tema muysensible de la historia de post -guerrade Austria: la pregunta de que si el com-portamiento de Waldheim y las esca-sas referencias biográficas sobre su pa-sado nacionalsocialista no revelaban una

Los análisis del New YorkTimes y del Spiegel fueron

interpretados por una mayoríade la opinión pública de Austria

como ingerencias en asuntosde política interna .

mentalidad nacional de suplantación. Elperiódico Neue Kronenzeitung se hizoel portavoz de la indignación frente aesta actitud: Sería un anacronismo que-rer insistir nuevamente, cuarenta añosdespués de la guerra, en el tema de la

"superación del pasado", sobre todo envista de que toda una generación de sol-dados austríacos había cumplido unaobligación, igual que lt>s alemanes, obli-gados a servir en el ejército de Hitler,y que no tenían opción de negarse bajola amenaza de la pena de muerte. Esteargumento resulta también comprensi-ble. Sin embargo bloqueó en gran medi-da una discusión abierta acerca de lasimplicaciones de esta actitud. Porque elotro argumento, presentado por ejemploen el hebdomadario informativo Profil,decía que ya era hora de tratar esta car-ga histórica con un poco más de autoes-tima. Se pudo pues observar que, apartir de la intensa discusión de los

La campaña electoral setransformó en una

confrontación sobre lalegitimidad del reproche acerca

de un pasado noplenamente digerido .

partidos políticos, de sus portavoces yde los diarios, la campaña electoral setransformó en una confrontación sobrela legitimidad del reproche de un pasa-do no superado; del un lado domina-ron argumentos que esgrimían la tesisde que las dudas sobre Waldheim eranaprovechadas deshonestamente para con-servar el status quo político; del otrolado, el de los críticos, se argüía quese ponían en peligro los ideales demo-cráticos ya que se bloqueaba la discu-sión acerca de la credibilidad del candi-dato conservador.

El hecho de que en este contextosurgieran de repente preguntas sobrelos pecados pasados del candidato soda-lista Steyrer, ilustra bien el estilo de laconfrontación, que en gran parte yano tenía casi nada que ver con el origende la discusión pública: la elección deun presidente federal.

_ a estrategia anterior de los promo-tores de la campaña electoral de

l^ Waldheim, que se basaba en lapriorización de la carrera diplomáticay la experiencia del candidato a nivelinternacional, se convirtió en unabatalla defensiva contra las acciones delCongreso Mundial Judío y los medios

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de comunicación extranjeros, cuyos re-presentantes voluntarios nacionales fue-ron localizados sobre todo en el parti-do del candidato opositor socialista.Se habló de "difamación", de "insti-gadores" en Viena que manejaban suscálculos políticos a costo de la auto-conciencia nacional. Estos argumentosfueron contrarrestados por la indica-ción de que el campo conservador es-tarla tratando de desarrollar una menta-lidad de "bunker", tratando de conver-tir la presión extranjera en una onda desimpatía a favor de Waldheim. Loscand ida tos se portaron reservados.Waldheim se defendía constantementecontra las inculpaciones, relativizando aveces sus afirmaciones anteriores; Steyrerque casi no aparecía en esta confronta-ción y que solo fue mencionado enuna quinta parte de todas las declara-ciones acerca de la campaña electoral,protegió en gran medida a su opositor.La confrontación política sobre el temadiscutido a nivel internacional práctica-mente no tuvo lugar a este nivel. Simul-táneamente sufrió la discusión objeti-va de las ideas políticas. Durante muchotiempo los austríacos oyeron a Waldheimsobre todo, que él quería llenar la fun-ción representativa de presidente delEstado de una manera "activa", apro-vechando plenamente las pocas compe-tencias de las cuales iba a disponer encaso de ser elegido; por ejemplo, la po-sibilidad de tomar posición en cuestio-nes políticas.

T ambién se suponía que despediríaal entonces Canciller Federal so-cialista Sinowatz (sucesor de Kreis-

ky) con motivo de la renuncia ofrecidatradicionalmente después de las eleccio-nes presidenciales por parte del canci-ller federal (que en Austria igual que enla República Federal de Alemania de-termina las líneas directivas de la polí-

Frente al argumento de que'se difamaba a Austria' surgió

la contrarréplica de que elcampo conservador tratabade crear una mentalidad de

bunker, convirtiendo la presiónextranjera en una ola desimpatía a Waldheim,

la victima .

tica en su función de jefe de gobierno),provocando de esta manera una crisisde gobierno y el término de la responsa-bilidad gubernamental del SPO.

Steyrer, por su parte, subrayabaconstantemente que él ejercería su fun-ción en forma discreta. Solo dos aspec-tos temáticos lograron imponerse a cor-to* plazo en la confrontación durante elsegundo período de la campaña elec-

nivel gubernamental llegó a su términola era Kreisky. La renuncia de Sinowatztambién tenía que ver con el hecho deque había sido él quien había promocio-nado como candidato del SPO para laelección presidencial a Kurt Steyrer,ex-médico y ministro de salud, y tam-bién se debía a que la elección deWaldheim signiñcó una protesta contrala situación de la política interior deAustria.

Kurt Waldheim: "Su actitud dubitativa cuando se le preguntó sobre su participación enlos crímenes nacionalsocialistas, dio pie a una reacción crítica"

toral después del 4 de mayo (cuandoninguno de los candidatos había obteni-do la mayoría absoluta, resultando ne-cesaria una segunda vuelta): se tratabade la posición de los candidatos frentea la energía atómica (provocada por lacatásgrofe del reactor de Chernobyl)y el tema del saneamiento de la indus-tria estatizada.

En los dos temas, el diario austría-co de mayor circulación netamente to-mó parte a favor del candidato conser-vador Waldheim. La razón era nueva-mente la actitud ambivalente del SPOrespecto al uso de la energía nuclearen el pasado y también la relación di-recta creada entre las elecciones presi-denciales y las elecciones legislativas.Los editorialistas y redactores del pe-riódico no trataron de camuflar su de-seo de lograr un "cambio" en el paisajepolítico. Ya en enero de 1986 se hablóde la "gran coalición".

Poco después de la segunda vuel-ta del 8 de junio de 1986, de la cualsalió como ganador Waldheim, el can-ciller Sinowatz presentó su renuncia.Fue remplazado por Franz Vranitsky.Con este cambio de poder al más alto

DE LO IMPLÍCITO A LO EXPLÍCITO

C omo en un modelo de caso, lasituación política brevemente des-crita permite demostrar cómo los

eventos políticos hacen surgir proble-mas y preguntas subyacentes en la cul-tura política. En la Austria de 1986 nose trataba solamente de la elección depresidente, sino de una confrontaciónfundamental entre la autoconciencianacional, la cultura política y la frus-tración difusa por la situación políti-ca del país (estancamiento en la solu-ción de temas económicos, reorienta-ción fundamental para la solución deproblemas de productividad de la indus-tria estatizada, favoritismo, y, lo que sellama en Europa, la "maraña de lospartidos": el poder del aparato tambiéna nivel de decisiones cotidianas no-políticas, la importancia de pertenecera un partido, "las palancas", y muchomás). A los críticos de Waldheim yde sus seguidores, a muchos intelectua-les, estudiantes y sobre todo observa-dores extranjeros (y no solo precisa-mente al Congreso Mundial Judío y a

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los israelitas) les preocupaba algo mu-cho más profundo, algo que concierne aEuropa entera: la pregunta por la supe-ración de esa herencia trágica que elnacionalsocialismo dejó, además de lasuperación del renacimiento dolorosa-mente constatado por muchos observa-dores (y no solo en Europa) de fragmen-tos de sentimientos antisemitas y tam-bién de nuevos aspectos de estos resenti-mientos nacionalistas: la creciente xeno-fobia y el provincialismo chauvinista.Fue la actitud pertinaz de una gran ma-yoría de austríacos, apoyada por ungran movimiento publicista la que im-pidió una discusión racional, abiertasobre las consecuencias de su aislamien-to. Tenía que ser motivo de consterna-ción para los corresponsales cuandose calificaba de ingerencia extranjeraa la discusión de un veredicto de dere-cho internacional, calificación que nopuede ser aplicada a un periodismo li-bre y de opinión. Tenía que ser motivode consternación tanto a los observa-dores nacionales como a los extranjeros,el que las inculpaciones contra Waldheimfueran discutidas cada vez más ardua-mente, cuando desde hace tiempo yano se trataba de eso sino de la credibi-lidad de un candidato para el más altocargo representativo del' Estado, de uncandidato que desechaba las lagunasobvias en la presentación de su pasado

"A los críticos de Waldheim,nacionales o extranjeros, lespreocupaba algo mucho másprofundo: la superación de

la herencia trágica dejada porel nacionalsocialismo y la

superación de sentimientosantisemitas, de una creciente

xenofobia y de unchauvinismo provinciano"

con un ademán indiferente. La "pelea1

sucia" lamentada en los medios de co-municación fue de todas maneras engran parte el producto de un periodis-mo que voluntariamente había suminis-trado la munición para la pelea. Sim-plemente se escribió, se discutió sinentenderse. Los periódicos se acusaronmutuamente de ser los lacayos del opo-sitor incriminado en cuestión: el redac-tor en jefe del Salzburger Nachrichten,

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que había solicitado la renuncia deWaldheim por falta de credibilidad delcandidato a fines de marzo, fue difa-mado (por ejemplo en el Neue Kro-nenzeitung) como cómplice del SPÓ.Según un comentarista de este diariosiempre había "lacayos negros que vo-luntariamente se encargaban de lapropaganda roja".

EVALUACIÓN Y CIFRAS

Algunas cifras pueden ilustrar laimpresión arriba descrita. Estascifras se refieren en primer lugar

a los artículos publicados en la prensaescrita, porque la televisión y la radio en

Entre el 3 de marzo y el 8 de junio, el ORF informó sobre la campan;electoral un poco más de doscientaveces en el marco de- los noticierosComo en los periódicos, los candidatomismos ocuparon el primer plano coiun 61 por ciento de informaciones ;reportajes. Resultó característico de 1campaña electoral que también aqusolo el 11 por ciento de la informacióise refiriera a concentraciones y reuniónes de la campaña electoral. Tambiéien los periódicos se pudo observaque, a pesar de un muy lindo veranelos tradicionales "extras" de la infoimación sobre campaña electoral: — loniños, los jubilados, las flores, la mus:

Austria, debido a su constitución dederecho público, deben representar lasposiciones de la discusión política demanera pluralista y equitativa. Esteprincipio se cumple en gran medida,sobre todo porque en los órganos dedirección de la Radio y Televisión ORF,los partidos están representados segúnun sistema proporcional. En los últimosaños, esto dio como resultado quetambién a nivel de redacciones predo-minara el sistema proporcional de lospartidos. A pesar de que tal prácticano corresponda a la idea de una consti-tución de derecho público —que debesobre todo garantizar la representaciónadecuada de las fuerzas socialmente im-portantes y servir al pluralismo deopiniones en la sociedad— la base deeste fenómeno se explica por la idealógica de que cada grupo de la sociedadse identifica o simpatiza de alguna ma-nera con uno de los partidos políticos(aunque esto no sea verdad).

Centro Internacional de Vierta (197!

ca ligera, el "ambiente" — habían sidrelegados • un segundo plano. Una graseriedad y consternación pTedominaben todas partes. Asimismo las actualdades políticas discutidas en el contextde la campaña electoral ocuparon sol;mente el 14 por ciento de las inform;ciones del ORF. Esto corresponde aprcximadamente a la situación de los pericdicos. La de la TV era diferente cuandise trata de la importancia dada al estilde la campaña electoral (en una tercerparte de los noticieros de la televisión'en ella se ve sobre todo cómo la disciisión acerca de la función de los part;dos, llevada por la prensa escrita, malcó toda la información de esta campanelectoral. El porcentaje de las informaciones comentadas era considerablemente más alto en los periódicos: aproximadamente dos tercios de las informacknes en la prensa escrita fueron de op:nión. A excepción del Salzbiuge.Nachrichten, los comentarios de los

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periódicos eran todos positivos paraWaldheim. En vista de la ya distorsio-nada observación y de la "situacióninformativa especial" de los reprochescontra Waldheim y de la "calificaciónadicional" del candidato, resultado de ladiscusión de las inculpaciones, se podíaobservar un "favoritismo evaluativo ytemático" para el candidato conserva-dor. Si se comienza por observar losdos periódicos de gran circulaciónNeue Kronenzeitung (con una cobertu-ra electoral aproximada de un 38 porciento en días laborables y de más de50 por ciento en los días feriados)y el Kurier con una cobertura que co-rresponde a la mitad de la del NeueKronenzeitung, se puede constatar quedurante la primera fase "caliente" dela campaña electoral —desde comienzosde abril hasta el 4 de mayo de 1986(en la cual hubo ya que movilizar todoslos recursos periodísticos porque no sesabía si uno de los candidatos iba aobtener la mayoría absoluta, y que, porlo tanto, puede servir de ejemplo re-presentativo), se publicaron en NeueKronenzeitung cuatrocientas dieciochoinformaciones comentadas sobreWaldheim y ciento dieciocho sobreSteyrer. Esto corresponde a una propor-ción de 78 a 22 por ciento. 57 de lasdeclaraciones sobre Waldheim eran neu-tras; 27.5 positivas y 15 por ciento,negativas. Sobre Steyrer 61 eran neutras,20.3, positivas y 18.6 por ciento, ne-gativas. En el Kurier, Waldheim tuvopeores resultados en esta fase que enel Kronenzeitung. Aunque la propor-ción de menciones resulta casi la mismaque en el Kronenzei tung con tres-cientas treinta y siete declaracio-nes sobre Waldheim y ochenta y dossobre Steyrer, y más de la mitad de ellasneutras, el 27 por ciento de las declara-ciones sobre Waldheim en el Kurierresultaron negativas en comparación conel 20 por ciento de declaraciones po-sitivas .

1 problema de estos hallazgosse ubica en los patrones de infor-mación típicos para esta campaña

electoral, porque las declaraciones co-mentadas conformaron solo una peque-ña parte de las declaraciones en total.Resultó más importante para la forma-ción de la opinión pública la caracteri-zación de candidatos a través de terce-ros (medios de comunicación del ex-tranjero, los periódicos, encuestas de-moscópicas, sindicatos y organizacio-nes). Sobre todo en el caso del NeueKronenzeitung resultó muy importantepara la caracterización indirecta de los

"Resultó más importantecon miras a la opinión públicacaracterizar a los candidatos

a través de terceros:medios de comunicación,

encuestas, sindicatos,organizaciones".

candidatos, establecer una evaluacióndiferenciada de las "fuentes" mediantelas cuales se procedió a caracterizar alos candidatos. De esta manera, el can-didato socialista quedó en la sombradel SPO —fuertemente atacado por elKrone —ya que se explicó la derrota deeste candidato en las elecciones comoculpa del partido y de sus iniciativas des-leales a la causa de Waldheim. Porotro lado, las opiniones negativas con-tra Waldheim en este periódico austría-co de. mayor circulación, tenían todassu origen en fuentes dudosas o conside-radas negativas, mientras que las decla-raciones de apoyo provinieron todas depersonas e instituciones consideradas co-mo positivas. De este modo, los redacto-res no tuvieron que exponerse puesdejaban las conclusiones a sus lectores.

E l temor comprensible de la des-trucción de la buena reputaciónde .Austria en el extranjero (que

se basa en intereses económicos funda-mentales, por ejemplo en la industria

El temor comprensible por ladestrucción de la buena fama

austríaca en el extranjeroprodujo una ola de antipatía

contra los críticos de Waldheim.Asi se habló de la "arrogancia

de los nacidos después de laguerra'', frase que el cancillerfederal de Alemania Oeste,

Kohl, había usado paraapoyar a Waldheim en una

declaración no oficial".

del turismo), produjo de esta manerauna onda de antipatía contra los críti-cos de Waldheim, que fueron equipara-dos con los críticos extranjeros, y su

actitud desechada como ingerencia pro-hibida. En total, aproximadamente el10 por ciento de las contribuciones delNeue Kronenzeitung durante las dos fa-ses de la campaña electoral —de comien-zos de abril al 4 de mayo y del 5 de ma-yo al 8 de junio— versaban sobre la fal-ta de legitimidad de los críticos que ata-caban a Waldheim, alegando motivoscomo las próximas elecciones del Con-greso en los EE.UU. o las elecciones enIsrael. Se habló de la arrogancia de los"nacidos después de la guerra" lo quese constituyó en tema importante paraeditorialistas y comentaristas de laprensa escrita (el canciller federal deAlemania, Kohl, había utilizado esafrase en una declaración inoficial deapoyo a Waldheim a fines de abril).Otro tema fue el de la culpabilidad, in-cluido el cuestionamiento de cuan legíti-ma moralmente era la crítica de un paísque había eliminado a los indios. Otro11 por ciento de los comentarios tra-tó sobre la ingerencia ilegítima en losasuntos internos de un país.

as tendencias en el Kurier fueronsimilares aunque menos claras.Los dos periódicos insistieron

en el motivo de una cultura política des-gastada, y en si no sería necesario uncambio en las estructuras de poder,cuestión que, como ya lo explicamos,era solo de importancia indirecta enuna campaña electoral presidencial; sinembargo el tema salió constantementea primer plano. Con diferencias mode-radas, esto produjo una informaciónperiodística bastante uniforme en laprensa de actualidad, aunque no discu-tamos aquí sus efectos. Solo quisiéra-mos decir que en los periódicos de ven-ta que llegan a lectores de todos loscampos políticos no se puede consta-tar de ninguna manera una campaña di-recta a favor de Waldheim, sino en elmejor de los casos un refuerzo de emo-ciones, perfiles indefinidos de opinióny resentimientos políticos. Teniendo encuenta todo lo que las encuestas han ela-borado sobre los efectos de la prensa demasas, se puede decir que temas impor-tantes como el de la presentación delcarácter de la cultura política de estosdías fueron elaborados en forma espe-cífica, y que toda la discusión diferen-ciada de las implicaciones fue víctimade la situación específica de un debateindirecto sobre el futuro de Austria.A esta conclusión se llega en vista dela uniformidad encontrada en todos losperiódicos: Die Presse informó aproxi-madamente en un 73 sobre Waldheim yen un 27 por ciento sobre Steyrer;

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el Wiener Zeitung, órgano oficial de laRepública de Austria, en un 67 y 33;el Salzburger Nachrichten que tratóde una manera mucho más crítica eltema de la credibilidad, en un 72 y29 por ciento, respectivamente. Y entodas partes dominaba el tema del pasa-do de Waldheim sobre el de la "culturapolítica": 44 por ciento de las declara-ciones en el Krone trataban sobre elpasado de Waldheim; en el Kurier lacifra correspondió al 43 por ciento.En el Krone un 29 por ciento de loscomentarios fueron sobre "cultura polí-tica y en el Kurier un 33 por ciento.

CONCLUSIONES

Estas pocas impresiones obtenidasde las informaciones y reportajessobre las elecciones en la prensa

de actualidad, demuestran de qué ma-nera la actualidad de un tema —las elec-ciones presidenciales— puede transfor-

Un tema político de actualidadpudo transformarse en el origende un debate sobre ¡a historia de

la Austria de postguerra,tema arduamente discutido enlos medios de comunicación

del extranjero.

marse en el origen de un debate sobrela historia de la Austria de post-guerra;el hallazgo más importante es el hechode que en forma general se abogó a fa-vor de una renovación de la moral polí-tica en el país; sin embargo, el tema tanarduamente discutido en los medios decomunicación del extranjero — NeueZürcher Zeitung, Zürcher Weltwoche,Welt, Frankfurter Rundschau, Frankfur-ter AUgemeine Zeitung, Spiegel, Times,Newsweek, Guardian y muchos más—sobre, la superación del pasado, solo fuetratado en forma defensiva. El argumen-to tan frecuente de la falta de legitimi-dad de la ingerencia extranjera bloqueóel debate. Aunque hubo en Austria mu-chas voces y muchos medios de comu-nicación que trataron este problema conrigor y auto-crítica, la gran prensaescrita se ocupó de este asunto. Parael observador extranjero, sobre todopara el invitado al país, resultó casi im-posible sondear las raíces históricas ylas capas emocionales de este fenóme-no periodístico.

Sin embargo resultaría probable-mente falso responsabilizar de un giroa la derecha a la mentalidad políticapor el rechazo rígido del debate sobre"la conciencia especial de Austria",exigido desde afuera. El periodismo dela campaña electoral fue una ilustracióndel hecho de que las emociones políti-cas pueden florecer a escondidas pormucho tiempo y salir a la luz a propósi-to de cualquier circunstancia. Esto eslo que los medios de comunicación delos sectores intelectuales críticos deplo-raron más que nada. La tranquilidadrelativa que apareció después de la se-gunda vuelta electoral puede engañar o

Viena: calle Kárntner, en ella se conjuganun pasado ¡lustre con un* presente promete-dor, pero todavía dubitativo

puede ser el signo del hecho de que eldebate sobre la cultura política no debede ninguna manera concentrarse sola-mente en las maniobras de los partidospolíticos para el apoyo o rechazo acandidatos individuales. Obviamente,falta una cultura más profunda de ladiscusión política, si después de unalucha tan dura se instala un silenciotan repentino. Y esto es seguramente nosolo un problema austríaco. En la cam-paña electoral por la responsabilidaddel gobierno, en octubre-noviembredel mismo año en que el ex-secretariode la ONU fue elegido presidente fe-deral con una cómoda mayoría, todoslos partidos están soslayando, en lo posi-ble, discutir ese tema.

HERR DOKTOR HOLGER RUST,es actualmente profesor invitado enel Instituto de Periodismo y Cien-cias de la Comunicación de la Uni-versidad de Colonia, Alemania Fe-deral.

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el Wiener Zeitung, órgano oficial de laRepública de Austria, en un 67 y 33;el Salzburger Nachrichten que tratóde una manera mucho más crítica eltema de la credibilidad, en un 72 y29 por ciento, respectivamente. Y entodas partes dominaba el tema del pasa-do de Waldheim sobre el de la "culturapolítica": 44 por ciento de las declara-ciones en el Krone trataban sobre elpasado de Waldheim; en el Kurier lacifra correspondió al 43 por ciento.En el Krone un 29 por ciento de loscomentarios fueron sobre "cultura polí-tica y en el Kurier un 33 por ciento.

CONCLUSIONES

Estas pocas impresiones obtenidasde las informaciones y reportajessobre las elecciones en la prensa

de actualidad, demuestran de qué ma-nera la actualidad de un tema —las elec-ciones presidenciales— puede transfor-

Un tema político de actualidadpudo transformarse en el origende un debate sobre la historia de

la Austria de postguerra,tema arduamente discutido enlos medios de comunicación

del extranjero.

marse en el origen de un debate sobrela historia de la Austria de post-guerra;el hallazgo más importante es el hechode que en forma general se abogó a fa-vor de una renovación de la moral polí-tica en el país; sin embargo, el tema tanarduamente discutido en los medios decomunicación del extranjero — NeueZürcher Zeitung, Zürcher Weltwoche,Welt, Frankfurter Rundschau, Frankfur-ter Allgemeine Zeitung, Spiegel, Times,Newsweek, Guardian y muchos más—sobre, la superación del pasado, solo fuetratado en forma defensiva. El argumen-to tan frecuente de la falta de legitimi-dad de la ingerencia extranjera bloqueóel debate. Aunque hubo en Austria mu-chas voces y muchos medios de comu-nicación que trataron este problema conrigor y auto-crítica, la gran prensaescrita se ocupó de este asunto. Parael observador extranjero, sobre todopara el invitado al país, resultó casi im-posible sondear las raíces históricas ylas capas emocionales de este fenóme-no periodístico.

Sin embargo resultaría probable-mente falso responsabilizar de un giroa la derecha a la mentalidad políticapor el rechazo rígido del debate sobre"la conciencia especial de Austria",exigido desde afuera. El periodismo dela campaña electoral fue una ilustracióndel hecho de que las emociones políti-cas pueden florecer a escondidas pormucho tiempo y salir a la luz a propósi-to de cualquier circunstancia. Esto eslo que los medios de comunicación delos sectores intelectuales críticos deplo-raron más que nada. La tranquilidadrelativa que apareció después de la se-gunda vuelta electoral puede engañar o

Viena: calle Kárntner, en ella se conjuganun pasado ilustre con un* presente promete-dor, pero todavía dubitativo

puede ser el signo del hecho de que eldebate sobre la cultura política no debede ninguna manera concentrarse sola-mente en las maniobras de los partidospolíticos para el apoyo o rechazo acandidatos individuales. Obviamente,falta una cultura más profunda de ladiscusión política, si después de unalucha tan dura se instala un silenciotan repentino. Y esto es seguramente nosolo un problema austríaco. En la cam-paña electoral por la responsabilidaddel gobierno, en octubre-noviembredel mismo año en que el ex-secretariode la ONU fue elegido presidente fe-deral con una cómoda mayoría, todoslos partidos están soslayando, en lo pos/-ble, discutir ese tema.

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HERR DOKTOR HOLGER RUST,es actualmente profesor invitado enel Instituto de Periodismo y Cien-cias de la Comunicación de la Uni-versidad de Colonia, Alemania Fe-deral.

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