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EL AGUA EN EL PERIODO COLONIAL
Como su nombre lo indica, vendía agua. Era un personaje muy importante para los barrios porque en esa época no había cañerías que transportaran el vital elemento a las casas, por lo que las personas dependían exclusivamente de este señor para asearse y beber. Con la llegada del servicio de agua potable en 1900, el oficio de aguatero empezó a caer en desuso y desapareció.
EL AGUATERO
Los aguateros andaban encima de una mula con dos pequeños barriles, uno a cada lado del animal sobre una armazón de madera. Vestían un sombrero cónico y un delantal de cuero. Llevaban una vara con un garfio en la punta, haciendo sonar un cencerro para anunciar su presencia. Cuando alguien se acercaba a comprar, el aguatero soltaba una de las dos tinajas y sostenía la otra con la vara para evitar que se cayera por la falta de contrapeso.
Las lagunas eran lugares donde los habitantes se abastecían de agua para las necesidades personales y del hogar.
En 1584 el cabildo ordeno la construcción de la primera fuente de la Bogotá colonial.
Actualmente se dispone de redes de acueducto y alcantarillado donde el agua llega fácilmente a nuestras casas. En 1988 el primer acueducto instalado contaba con tuberías de hierro.
Las pilas
La primera fuente publica se llamo el mono de la pila.
Las pilas eran usadas para abastecer a la comunidad
Las mujeres transportaban el agua en cantaros allí se guarda una de las pilas de agua de piedra que antes de los años 30 se construían en la mitad de los patios de las casas de las familias importantes santafereñas y donde había brevas y otros árboles frutales plantados para el alimento diario.
El 30 de mayo de 1757 se inauguro el acueducto del agua nueva el cual constituyo la obra mas importante del periodo colonial
En 1886 la Nueva Granada le concede al señor Ramón V. Jimeno y Antonio Martínez de la Cuadra usar y explotar los acueductos de Bogotá y chapinero por setenta años
En 1920 se inicia la desinfección del agua por medio del cloro
Los aljibes eran estructuras construidas en las casas de personajes con bastantes recursos para poder extraer el agua de las profindidades de la tierra.
Los primeros aljibes que se construyeron estaban situados en lo que hoy se conoce como la zona de la candelaria y en departamentos como Magdalena.
EN EL BARRIOSANCRISTOBAL SE CONSTRUYO
UNA DE LAS PRIMERAS REDES DE ACUEDUCTO
Con capacidad para tratar un volumen de agua que serviría para abastecer a un millón de habitantes Vitelma fue construida en la parte alta del barrio San Cristóbal, en el sur oriente de Bogotá. Sus instalaciones son un tesoro histórico escondido entre altos y viejos pinos, arrayanes y cúcharos y custodiado por el vigilante Campo Elías Díaz y sus dos perros, 'Negro' y 'Motas'.Esta planta, construida hace 70 años en San Cristóbal, en el sur oriente de Bogotá, y que fue el primer acueducto moderno que se hizo en el país, ya no trata ni un milímetro de agua para la ciudad desde abril del 2003.
En esa época no había duchas ni calentadores. El agua escaseaba y la poca que surtía a la población estaba "contaminada con excrementos, sustancias de animales en descomposición y otras materias sucias", reseñan los libros. Esa agua putrefacta era la principal causa de las epidemias de tifoidea, disentería y enfermedades gastrointestinales que padecían los habitantes. 16
El historiador Fabio Zambrano recuerda que con la planta Vitelma, no solo cambió la calidad del agua, sino también la higiene de la población: podían bañarse más a menudo.Más aún, Vitelma les cambió el olfato a los bogotanos, acostumbrado a las aguas pestilentes de ríos como el San Francisco. Desde el 38, tuvieron que aprender a oler el agua limpia, con cloro.La planta de tratamiento de agua Vitelma fue construida entre 1933 y 1938.
El Gobierno Nacional, a través del presidente Enrique Olaya Herrera, decidió asumir este proyecto para solucionar, con urgencia, los graves problemas que había en la ciudad por escasez y contaminación del agua. Sin embargo, el municipio no podía hacer el nuevo acueducto, por su alto costo: valía, entonces, más de 7 millones de pesos. Bogotá solo disponía de 2 millones.
