Extirpación de Dioses; Reforma de Josías

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Tratado sobre idolatría en Israel, sus dificultades y sus aplicaciones en la vida diaria

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  • LA REFORMA DE JOSAS

    2 Re 23, 4-15

    RIDER ROVALINO MACAS GUTAMA

    FUNDACIN UNIVERSITARIA SAN ALFONSO

    PROGRAMA DE TEOLOGA

    BOGOT D.C.

    2014

  • LA REFORMA DE JOSAS

    2 Re 23, 4-15

    RIDER ROVALINO MACAS GUTAMA

    TRABAJO DE GRADO

    Tutor

    MBA. ELIZABETH R.

    FUNDACIN UNIVERSITARIA SAN ALFONSO

    PROGRAMA DE TEOLOGA

    BOGOT D.C.

    2014

  • Nota de aceptacin

    ___________________________

    ___________________________

    ___________________________

    ___________________________

    ___________________________

    Firma del Presidente

    ___________________________

    Firma del Presidente del Jurado

    ___________________________

    Firma del Jurado

    ___________________________

    Firma del Jurado

    ___________________________

    Bogot D.C. 18 de Noviembre de 2014

  • DEDICATORIA

    A

    Mis Padres:

    Jorge Macas

    Angelina Gutama

  • AGRADECIMIENTOS

    A

    Yahv,

    CssR,

    Elizabeth R,

    Andrea R,

    P. Samuel Torres.

    Cuando Dios desaparece del horizonte el hombre cae en la esclavitud de las idolatras,

    como han demostrado en nuestro tiempo los regmenes totalitarios, en la esclavitud de

    diversas formas de nihilismo que hacen al ser humano dependiente de dolos.

    (Benedicto XVI)

  • INTRODUCCIN

    El estudio de la Biblia est pasando por un periodo de agitacin y cambios rpidos. Cada

    vez aparecen ms mtodos de estudio que enriquecen la investigacin, pues la lectura

    inteligente de la Biblia requiere una serie de pasos metodolgicos que permiten analizar y

    entender el sentido profundo del mensaje de Dios en la vida humana. Hoy en da, los

    crticos histricos se dirigen al estudio de la Biblia tal como haran al estudio de Homero,

    Tucdedes, Dante o Shakespeare, descubriendo en el camino las peculiaridades de la

    literatura bblica1. Sin embargo, el estudio de la Biblia no se agota a pesar de la vieriedad

    de mtodos, ya que la Biblia sigue siendo un libro lleno de mensaje para ayer, hoy y

    siempre.

    En este sentido, este trabajo se aproxima al estudio del texto de (2 Reyes 23, 4 15) desde

    el / la:

    Contexto histrico, sociocultural, poltico y religioso,

    Contexto literario y semntico de (2 Re 23, 4 15),

    Teologa deuteronomista de la historia de los libros de los reyes.

    Para plantear:

    Hermenutica de 2 Re 23, 4 15.

    Y como se sabe la Biblia ms all de ser sobrenatural, es la historia de un pueblo que

    reconoce la presencia de Dios. Al respecto, bien dice el Santo Concilio en la Constitucin

    Dogmtica Dei Verbum N. 12; habiendo, pues, hablando dios en la Sagrada Escritura por

    hombres y a la manera humana, para que el intrprete de la Sagrada Escritura comprenda lo

    1 K. Gottwald Norman, La Biblia Hebrea; Una Introduccin Socio-Literaria, Edit. Fortress Press, Filadelfia

    (EUA) 1992. 6

  • que l quiso comunicarnos, debe investigar con atencin lo que pretendieron expresar

    realmente los hagigrafos y plugo a Dios manifestar con las palabras de ellos2.

    Ahora bien, el relato acerca de la llamada del rey Josas, que se habra

    llevado a cabo a nivel concerniente a la reorganizacin del culto a Yahv y tiene el carcter

    de una accin especial y nica. A ello se refiere los textos de (2 Reyes 22, 3. 23, 3; 23, 8. 9.

    21-23. 24. 25; par. 2 2 Crnicas 34, 8-35,19).

    La investigacin en cierta manera pretende responder: Cules son los motivos de la

    reforma? Los criterios utilizados por Josas para llevar a cabo? y Cul es la finalidad de la

    misma? Para qu sirvi entonces la ? Ahora bien, los objetos que haban sido

    fabricados tanto para Baal, Aser y a los ejrcitos de los cielos Por qu son importantes en

    la actual investigacin? Antes de decir que son representaciones de dioses son formas de

    deshumanizacin, pues el culto puede liberar, pero tambin puede esclavizar (coartar la

    conciencia crtica).

    Captulo 1, consiste en la aproximacin al contexto religioso, poltico de la reforma de

    Josas para descubrir el rol de los profetas, sacerdotes, de las divinidades y el culto en la

    poca aproximada de la reforma de Josas. Adems, se hace una aproximacin a los

    aspectos literarios y a las fuentes.

    Captulo 2, consiste en la aproximacin al contexto literario exegtico, para descubrir en

    el texto las lneas teolgicas de la reforma de Josas.

    Captulo 3, consiste en la aproximacin a la teologa deuteronomista de la historia de los

    libros de los reyes, para descubrir la teologa del templo, las implicaciones teolgicas de la

    adoracin, la teologa de la alianza y por ultimo dejar claro que la nica imagen de Dios es

    el mismo hombre.

    Captulo 4, consiste acercarse a las categoras descubiertas del estudio anterior para aplicar

    a la actualidad, donde an los dolos residen en el gran templo tierra.

    2 Constitucin Dogmtica, Dei Verbum; Sobre la Divina Revelacin II, Roma 1965, 12

  • JUSTIFICACIN

    Teniendo en cuenta lo anterior, la presente investigacin pretende reconocer a partir de un

    anlisis crtico y exegtico del texto bblico de la reforma de Josas, una lectura teolgica

    desde la toma de conciencia crtica para ser capaz de reconocer a Dios de la vida. Por otro

    lado est la extirpacin de los dioses como signo de renovar la alianza con Dios. Para ello,

    se ha de tener en cuenta que la extirpacin es consecuencia de una formacin de la

    conciencia y no de una ejecucin jurdica. Adems, reconocemos la dura tarea de sacar

    estas deidades del pueblo. Parece no haber logrado con la reforma, pues hasta los das de

    Jess aun existan personas que acudan a sus deidades para consultar y no decir hasta

    nuestros das cuando no es extraordinario ver gente que acude a sus deidades en bsqueda

    de sus intereses.

    As entonces, extirpacin de objetos religiosos, adoracin, culto, alianza, profanar y el

    mismo contexto histrico se vuelven categoras fundamentales en el estudio de la reforma

    religiosa. Desde luego, la Biblia no es sino el proceso de descubrimiento del rostro de Dios

    y para ello la pedagoga utilizada con frecuencia es ir aclarando lo qu no es Dios.

    Pregunta

    Cul es la comprensin que Josas tiene del rollo de la Ley para emprender la reforma

    religiosa? 2 Reyes 23, 4 15.

    Objetivo General

    Realizar un estudio histrico exegtico teolgico - hermenutico de la reforma religiosa

    de Josas a partir de una fundamentacin bblico-teolgica para entender su propsito en el

    pueblo de Israel. Para la contribucin cientfica a la formacin teologa bblica en estos

    tiempos de idolatra y muerte.

  • CONTENIDO

    JUSTIFICACIN ........................................................................................................................ 8

    Objetivo General .......................................................................................................................... 8

    CAPITULO I ............................................................................................................................... 13

    1. CONTEXTO SOCIOCULTURAL DE LA REFORMA DE JOSAS .................................... 13

    1. Contexto religioso y poltico ............................................................................................. 13

    1.2 Contexto poltico de la poca ........................................................................................ 14

    1.3 Contexto religioso de la poca ...................................................................................... 21

    1.3.1 Los Profetas .......................................................................................................... 23

    1.3.2 Sacerdotes ............................................................................................................. 25

    1.3.3 Divinidades ........................................................................................................... 26

    1.4 Canan ......................................................................................................................... 26

    1.5 Algunas Divinidades ..................................................................................................... 27

    1.5.1 Astart .................................................................................................................. 27

    1.5.2 Moloc/Milkon ....................................................................................................... 28

    1.5.3 Cams (Kamos o Kemosh) .................................................................................... 28

    1.5.4 Asher .................................................................................................................. 29

    1.5.5 Tammuz ................................................................................................................ 30

    1.5.6 Dagn ................................................................................................................... 30

    1.6 El culto de Baal en Israel .............................................................................................. 30

    1.7 Elementos balicos de Yahv ........................................................................................ 31

    1.8 Presencias de divinidades en Jerusaln .......................................................................... 32

    1.9 Culto domstico, local y oficial ..................................................................................... 33

    1.10 Josas (641/640-609 A. C.) ............................................................................................ 35

    1.10.1 Poltica .................................................................................................................. 36

    1.11 Fuentes del libro de los reyes ........................................................................................ 38

    1.12 Aspectos literarios ........................................................................................................ 39

  • 1.12.1 Material redaccional Deuteronomista .................................................................... 39

    1.12.2 Fuentes histricas oficiales .................................................................................... 40

    1.12.3 Otras fuentes histricas ......................................................................................... 40

    1.12.4 Fuentes profticas ................................................................................................. 41

    1.13 Los libros de los Reyes son documentos histricos? .................................................... 41

    1.14 Cundo se escribi el relato de la reforma de Josas? ................................................... 42

    CAPITULO II .............................................................................................................................. 44

    2. CONTEXTO LITERARIO ................................................................................................... 44

    2.1 Delimitacin ................................................................................................................. 44

    2.1.1 Indicaciones de tiempo .............................................................................................. 44

    2.1.2 Indicaciones de lugar ................................................................................................ 45

    2.1.3 Indicaciones de personajes ........................................................................................ 48

    2.1.4 Indicacin por tema................................................................................................... 49

    2.2 Texto ............................................................................................................................ 50

    2.3 Contexto remoto ........................................................................................................... 56

    2.3.1 Ezequas (715-687) (2 Re 18, 1-20, 21) ................................................................. 57

    2.3.2 Manases (687-642) y Amn (642-640) (2 Re 21, 1-26) .......................................... 58

    2.3.3 Josas (640-609) (2 Re 22, 1-23, 30) ...................................................................... 59

    2.3.4 Joacaz (609) y Joaquim (609-598) (2 Re 23, 31-24, 7) ........................................... 59

    2.3.5 Jeconas (598-597) y Sedesas (597-587) (2 Re 24, 8-25, 30) ................................. 59

    2.4 Contexto inmediato ....................................................................................................... 60

    2.5 Previo a la estructura interna de la percopa ................................................................... 62

    2.6 Macroestrutura.............................................................................................................. 63

    2.1.1 Restablecer la alianza (2 Re 23, 1-3) ...................................................................... 69

    2.1.2 Purificacin del culto ............................................................................................ 69

    2.7 Anlisis semntico ........................................................................................................ 70

    2.7.1 Casa de Yahv ...................................................................................................... 70

    2.7.2 El templo de Salomn ........................................................................................... 71

    2.7.3 Los lugares altos ................................................................................................... 73

    2.7.4 Profanar - ........................................................................................................ 75

  • 2.7.5 Adoracin ................................................................................................. 76

    2.7.6 Quemar ........................................................................................................... 78

    2.7.7 Cortar .............................................................................................................. 80

    2.7.8 Monte ................................................................................................................... 80

    2.7.9 Piedra ................................................................................................................... 81

    2.7.10 Carro..................................................................................................................... 83

    2.8 Conclusiones del analices semntico ............................................................................. 83

    CAPITULO III ............................................................................................................................ 85

    3. TEOLOGA DEUTERNOMISTA DE LA HISTORIA DE LOS LIBROS DE LOS REYES . 85

    3.1 La centralidad de la teologa deuteronomista de la historia de libro de los reyes ............ 86

    3.2 La estructura teolgica de la obra histrica dentro de los libros de los reyes .................. 88

    3.3 Teologa del templo ...................................................................................................... 91

    3.3.1 El templo, sede la presencia divina ........................................................................ 91

    3.3.2 El templo, signo de eleccin .................................................................................. 92

    3.3.3 Simbolismo del templo? ...................................................................................... 93

    3.3.4 Oposicin contra el templo .................................................................................... 94

    3.4 El rey como mediacin ................................................................................................. 95

    3.5 Adoracin ..................................................................................................................... 98

    3.5.1 El celo de Dios en el corpus deuteronmico .......................................................... 98

    3.5.2 La prohibicin de adorar a dioses extranjeros ........................................................ 99

    3.5.3 Prohibicin de imgenes ..................................................................................... 100

    3.6 Alcance teolgico del ..................................................................... 101

    3.7 El culto como mediacin ............................................................................................. 103

    3.8 Alianza ....................................................................................................................... 105

    3.8.1 El Deuteronomio ................................................................................................. 106

    3.8.2 Pentateuco .......................................................................................................... 107

    3.8.3 Los profetas ........................................................................................................ 108

    3.9 La alianza renovada: el Deuteronomio ........................................................................ 108

    3.9.1 Las dos alianzas .................................................................................................. 109

    3.9.2 La alianza de Horeb ............................................................................................ 110

  • 3.9.3 La alianza en el pas de Moab .............................................................................. 111

    3.9.4 La articulacin teolgica de las dos alianzas ........................................................ 111

    3.10 Reflexiones teolgicas sobre el mandamiento y la alianza ........................................... 112

    3.11 La resistencia relacionalidad de Yahv: alianza pathos ............................................... 113

    3.12 Sanciones de la alianza ............................................................................................... 114

    3.13 Hacia una alianza nueva .............................................................................................. 114

    3.14 La obligacin de escuchar y hacer justicia ................................................................... 117

    3.15 El hombre imago Dei .................................................................................................. 118

    CAPTULO VI .......................................................................................................................... 119

    1. A MANERA DE CONCLUSIN: HERMENUTICA DE 2 RE 23, 4 - 15 ........................ 119

    4.2 El capitalismo como religin (Walter Benjamn) ............................................................. 120

    4.2 El neoliberalismo como sistema de creencias (Juan Jos Tamayo) ................................... 121

    4.3 Los antiguos dioses salen de sus tumbas (Frank Hinkelammert) ...................................... 123

    4.4 Baal; una realidad engaosa (Joseph Ratzinger) .............................................................. 124

    4.5 Consecuencias de la idolatra en Amrica Latina ............................................. 125

    BIBLIOGRAFA ....................................................................................................................... 129

    FUENTES ................................................................................................................................. 129

    1. Fuentes del contexto histrico ......................................................................................... 129

    2. Fuentes del contexto literario .......................................................................................... 129

    3. Fuentes del contexto teolgico ........................................................................................ 130

    4. Fuentes del contexto hermenutico ................................................................................. 131

  • 13

    CAPITULO I

    1. CONTEXTO SOCIOCULTURAL DE LA REFORMA DE JOSAS

    El contexto sociocultural de la reforma de Josas tiene el objetivo de ubicar en la historia en

    relacin con la historia, la sociedad y la cultura de la poca.

    1. Contexto religioso y poltico

    Para los arquelogos y los historiadores, el ao 1200 a.C. marca el final de la Edad de

    Bronce, el siguiente perodo, la Edad de Hierro 1200-900, es decisivo. Como escribe J. B

    Humbert, 3. Los primeros

    reinados de los que habla la Biblia: Sal y David, corresponden ms o menos al cambio del

    milenio, las fechas aproximadas son 1030-1010 para el reinado de Sal, y 1010-970 para el

    de David, por lo tanto, el periodo monrquico, que tiene su fin con la toma de Jerusaln en

    el 587, se extiende, aproximadamente en un periodo de cuatros siglos y medio4.

    La historia de los reinos de Israel y de Jud se cruza necesariamente con la de sus vecinos y

    con la de los grandes imperios, los relatos de campaas, los anales y las crnicas de los

    soberanos asirios y babilonios permiten excelentes comprobaciones de los datos bblicos,

    aunque numerosos datos an siguen siendo oscuros, el perodo monrquico de Israel y de

    Jud aparece como uno de los mejores documentados de la historia bblica.

    3 Citado por Noel Damien, En Tiempo de los Reyes de Israel y de Jud, a , en Archologie, Art et Histoire de la Palestine (Cerf, Paris 1988) 71. 4 Noel Damien, En Tiempo de los Reyes de Israel y de Jud, Cuadernos bblico 109. Edit. Verbo Divino, Estella

    2002, 5

  • 14

    1.2 Contexto poltico de la poca

    A la vista del hundimiento del estado de Israel, Jud estaba condenado a la inactividad

    poltica, de lo contrario correra la misma suerte del reino vecino, por esta razn, qued

    propenso a la intervencin de los asirios. De esta manera, la poca subsiguiente a la cada

    de Samaria hasta el final del siglo VII se vio conmovida por toda una serie de movimientos

    levantiscos y coaliciones anti asirias, en las que finalmente tambin se vio afectado

    Ezequas de Jud5. Esto motiv al gran rey asirio a intervenciones, que sustancialmente se

    desarrollaron con xito, pero debi de ser grande la tentacin, en especial para los estados

    pequeos, de sumarse a coaliciones contra los asirios, y Jud tampoco se mantuvo al

    margen de tales seducciones. Esto lo observ y enjuici el profeta Isaas en Jerusaln desde

    muy cerca.

    Isaas estaba profundamente convencido de que con las conspiraciones Jud no hara otra

    cosa sino llamar la atencin y al fin nadie podra prestarle ayuda. Por eso, antes que

    conspirar l, reforz la guardia con decisin y calma. Fue tal vez en esta poca de gran

    actividad poltica y diplomtica6 cuando l pronuncio las famosas palabras: (Is 30, 15). Se observa adems que Jud tena tambin

    a su favor su situacin geogrfica, ya que, se encontraba apartado de los principales

    escenarios blicos (interesante este punto, pues Josas muere fuera de su territorio), en zona

    montaosa, no en las llanuras costeras. Se encontraba suficientemente al sur para no

    despertar sospechas de hallarse implicado en la poltica coalicionista siria. Adems, el gran

    rey pudo darse por plenamente satisfecho con los tributos judaicos.

    Jud quedara a salvo aun durante los levantamientos de Jamat y Gaza en el ao 720 y de

    Asdod en 713-711; slo cuando manifest sus sentimientos antiasirios, tuvo que pasar

    calamidades a propsito de las sublevaciones acaecidas el ao 701 en Ascaln y Ecrn7. En

    5 Herrmann Siegfried, Historia de Israel; en la poca del Antiguo Testamento., Edit. Sgueme, Salamanca

    1979, 327. 6 Ibd., 327.

    7 Ibd., 328.

  • 15

    el ao 720 se sublev el centro-sirio Jamat, o mejor dicho, el residuo estatal que haba

    quedado tras la reduccin de ese estado realizado en el ao 738. De esta manera, todo el

    territorio pas a formar parte del imperio asirio como provincia de . Adems se

    sublev el rey Hann (Hanno) de Gaza, desde luego con la ayuda de los egipcios. Por su

    parte, el rey de Gaza en alianza con los egipcios perdi la beligerancia y se convirti Gaza

    en provincia de asiria.

    En los aos 713-711 se produjeron otras sublevaciones, que partieron de la ciudad filistea

    Asdod, inicio suspendiendo sus tributaciones y supo estimular a otros estados a formar

    coaliciones anti asirias. Se dice Sargn que en las hostilidades tambin participaron 8. Egipto apoyo las sublevaciones de los

    pases que tomaban la iniciativa, con la finalidad de defender su propio territorio y por ende

    detener a los asirios. El rey egipcio de esta poca fue el rey Schabaka, famoso tambin por

    otros documentos (712-698 a. C), que perteneca a la XXV dinasta, ms conocida por la

    dinasta de los 9. Eran los tiempos en que en Egipto predominaban los

    soberanos del lejano sur, procedentes de la regin de Sudn. Al parecer, tambin Ezequas

    sinti la tentacin de aliarse con esos reyes.

    En (Is 18, 1-6) se hace referencia a ciertos emisarios, que sin duda haban llegado a

    Jerusaln para negociar una alianza, entre Egipto y el reino de Jud. As pues, en la poca

    de la sublevacin de Asdod, Isaas proclam su opinin de forma totalmente drstica,

    cuando l, descalzo y con la parte superior del cuerpo desnuda, correteaba de un lado para

    otro, para indicar que el rey de los asirios se llevara desnudos y descalzos a los egipcios y a

    los etopes, precaviendo as a todos aquellos que aprestaran a pactar con Egipto (Is 20, 1-6).

    Finalmente Asdod fue derrotado y huyo a Egipto, pero fue entregado a los asirios10

    . Jud,

    Edom y Moab, a pesar de sus sentimientos hostiles, se libraron una vez ms, pero al parecer

    tan slo esperaban el momento oportuno para levantarse nuevamente contra los asirios. En

    8 AOT, 351; ANET, 287.

    9 Ibd., 329.

    10 AOT, 350 s.; ANET, 286; TGI, 63S.

  • 16

    el ao 705 a. C. muri Sargn II y su hijo Senaquerib (705-681) vino a ocupar el trono, por

    entonces aun el rey judaico Ezequas suspendi sus tributaciones; adems, parece que

    elimin tambin los smbolos clticos asirios que haba en Jerusaln y que estaban

    ordenados a representar all la supremaca asiria. Destroz adems otro smbolo, que hasta

    entonces haba permanecido en Jerusaln, , ante la cual los israelitas quemaban incienso y a la que llamaban

    (2 Re 18, 4).

    Ambas acciones, la eliminacin de los objetos culticos asirios y la del Nejustn, suelen

    denominarse la del rey Ezequas, reforma que a su modo anticip lo que ms

    tarde realiz Josas a escala mucho ms amplia. Ezequas parece haber desempeado un

    papel rector en el movimiento contra Asiria. (2 Re 20, 12-19) informa que Ezequaz haba

    recibido una legacin del rey babilnico Merodac-Baladn (Marduk-apla-iddin II), de un

    prncipe, que bajo Sargn II de 722-711 y ms tarde una vez ms bajo Senaquerib en 703

    fue rey de Babilonia. Ezequas les ensea en Jerusaln a los babilonios los arsenales.

    Tambin esta visita cuadra con los planes comunes contra Asiria.

    Pero sobre todo se sublevaron, despus de subir Senaquerib al trono, las dos ciudades

    filisteas de Ascaln y Ecrn. Senaquerib estuvo primeramente muy ocupado con las

    numerosas rebeliones acaecidas en el interior de su reino. Hasta el 701 no se puso en

    camino con intenciones blicas hacia Siria y Palestina. Haba conseguido recuperar el

    mando aun en Babilonia y expulsar a Merodac-Baladn (Marduk-apla-iddin II). Acerca de

    la campaa de Palestina poseemos mayor documentacin, sobre todo procedente del mismo

    Antiguo Testamento. Entran en consideracin (2 Re 18, 13-37; 19), en gran parte idntico

    con (Is 36. 37).

    Senaquerib recorri rpidamente y sin resistencia el territorio sirio-fenicio e

    inmediatamente se dirigi con mayor mpetu contra las levantiscas ciudades filisteas de

    Ascaln y Ecrn, al mismo tiempo hozo su aparicin desde el sur un ejrcito egipcio, que

    los reyes de Egipto habran acaudillado, como dice Senaquerib, aunque probablemente se

  • 17

    trataba tan slo de prncipes egipcios de ciudad y de distrito. Senaquerib bati a los

    egipcios aproximadamente a la altura de Jerusaln y a continuacin reprimi a las ciudades

    filisteas de Ascaln y Ecrn, sin embargo, Senaquerib no permaneci como sus

    predecesores en la llanura costera, sino que, realiz un viraje lgico directamente hacia el

    este, especialmente a Jerusaln, ah atac a Ezequas que era uno de los tributarios que se

    resista a pagar.

    Senaquerib, primeramente, ocup la tierra de Jud, 11

    , aunque algunas fortalezas a sus inicios ofrecieron

    resistencia, entre ellas Laquis, pero Senaquerib mand representar en los relieves de Nnive

    el asedio y la conquista de Laquis12

    . Senaquerib ocupa esa zona primeramente

    prescindiendo de la capital, evidentemente como podra creerse, para hacer de esa zona una

    provincia asiria. Pero curiosamente Senaquerib sigue entonces una poltica distinta: separa

    las comarcas de Jerusaln y las distribuye entre los prncipes filisteos vecinos, que esta vez

    se han mantenido leales, a saber: los reyes de Asdod, Ecrn y Gaza13

    , pero en fin no se

    constituye ninguna provincia de Jud. Adems, es posible que el gran rey mediante este

    afianzamiento del poder filisteo se prometiera una ms eficaz proteccin de su reino contra

    Egipto, como si all hubiera l creado una provincia asiria segn un patrn totalmente

    propio. Herrmann propone que tal vez no quiso Senaquerib acercar demasiado hacia Egipto

    con su sistema provincial, para no volver a provocar a los egipcios.

    La ciudad de Jerusaln con su rey Ezequas fue cercada por las tropas asirias, esta situacin

    de aislacin esta expresada con no menor claridad en (Is 1, 4-9), cuando el profeta dice que

    . Se

    alude a la situacin del restante pas de Jud al decir: . Sin embargo, Jerusaln qued a salvo y no fue conquistada, por consiguiente 11

    Herrmann Siegfried, Historia de Israel; en la poca del Antiguo Testamento, o. c., 331. 12

    AOB, 137-141; ANEP 372/3; Barnett-Forman, Palastreliefs, 44-49. 13

    A. Alt, Die territorailgeschichitliche Bedeutung von Sanherbs Eingriff in Palastin a, 1930, en Kl. Shr. II, 242-249.

  • 18

    Ezequas permaneci en el gobierno. La razn de que la ciudad se salvara es un problema

    especial, al que hasta hoy no se ha dado una respuesta satisfactoria, ya que el Antiguo

    Testamento contiene noticias contradictorias y el cotejo con los textos asirios no permite

    ninguna solucin segura14

    .

    Segn la versin de (2 Re 19, 35-37), muy conocida por cierto, el ngel de Yahv habra

    descendido de noche sobre el campamento de los asirios matando a muchsimos hombres.

    Por otra parte, se ha pensado en una epidemia quiz, esta postura ha sido probada

    recientemente por W. Von Soden basndose en textos asirios y otros paralelos,15

    pero

    adems de esto el Antiguo Testamento nos habla de un gran tributo que Ezequas pag a

    Senaquerib. Estas tres posturas no se excluyen, sino que se complementan. Ahora bien, en

    cuanto a la ltima postura, la recuperacin despus que Senaquerib haba impuesto la

    soberana filistea sobre la zona de Jerusaln, tuvo lugar posiblemente durante el largo

    reinado de Manass, que sucedi en el trono a Ezequas.

    El final de Senaquerib (2 Re 19,37) al parecer poco despus se su campaa palestinense,

    fue asesinado por sus hijos. Este relato puede interpretarse como indicio de que alguna

    especial situacin en la lejana Mesopotamia oblig a Senaquerib regresar a su patria. Ya

    que, Senaquerib fue asesinado, pero slo veinte aos despus, en el ao 681. Aun cuando,

    el narrador considera esta muerte violenta como castigo de Dios y precisamente es

    asesinado en el templo de su propio dios, que no es capaz de librarlo16

    . Con la muerte de

    Senaquerib inici la decadencia del imperio asirio.

    Hasta este punto, es posible inferir que existe noticia suficiente sobre el reino de Jud, pero

    son mnimas las noticias que poseemos acerca del ulterior desarrollo de la historia de Jud

    despus del 702 a. C. Hasta la subida del rey Josas al trono, o dicho ms exactamente,

    14

    Cf. Las reflexiones y referencias, formuladas teniendo en cuenta las noticias de Herodoto (libro II, 141), en W. Rudolph, Sanherib in Palastina: PJB 25 (1929), 75-80. 15

    W. Von Soden, Sanherib von Jerusalem, 49-51. 16

    Schokel Luis Alonso, Reyes, Edit. Cristiandad, Madrid 1973, 262.

  • 19

    hasta la realizacin de sus acciones clticas consideradas como , no

    disponemos de ms noticias que las del captulo 21 de 2 Reyes.

    Ahora bien, el reinado de Josas (640-639 a 609-608) tanto los acontecimientos nacionales

    e internacionales fueron de una extraordinaria envergadura no slo para Jud y el territorio

    de Israel ocupado por los asirios desde 722-721, sino para todos los pueblos de aquella

    poca implicados en tales acontecimientos. Se inici el ascenso de Babilonia hacia su

    ltima grandeza independiente con el comienzo del llamado dominio neo babilnico; en

    esta poca se produjo el gran avance de los medos y de los umman-manda, pueblo escita de

    conquistadores procedentes de las zonas montaosas del norte de Mesopotamia. Ante este

    concentrado poder acabara por sucumbir el imperio asirio que de todas formas ya

    empezaba a desmoronarse.

    Al mismo tiempo, Egipto se haba fortalecido desde el advenimiento de la XXVI dinasta

    de Sais, especialmente bajo sus primeros y enrgicos reyes Psamtico I y Nek II. Este

    contexto ser determinante para Josas, pues todas sus empresas de rey, de un modo

    voluntario o involuntario, se encontraban en relacin directa o indirecta con la coyuntura de

    la poltica internacional de aquella poca. Tales empresas le abrieron posibilidades para una

    nueva poltica independiente en el interior y el exterior; pero esta poltica decidi al mismo

    tiempo la grandeza y lo trgico de este rey.

    La llamada de Josas no slo se explica atendiendo a las circunstancias de la

    poltica interior, sino que tiene sus races muy principalmente en las realidades de la

    poltica internacional y en la situacin cultural de la poca. Aunque, conviene hablar

    primeramente de los grandes movimientos que se producen en el mundo internacional de

    entonces.

    El imperio asirio desde Assurbanipal, pero especialmente desde Aschuretil-ilani y su

    hermano Sin-schar-ischkun, se encontraba en vas de debilitamiento y finalmente de franca

    decadencia, se fue haciendo cada vez ms difcil controlar el amplio sistema de provincias

    y sujetarlo al territorio central. Las provincias se iban desgajando o se lanzaban a acciones

  • 20

    independientes, cuando surga alguna iniciativa en tal sentido. En la desembocadura del

    ufrates se haba establecido nuevos elementos demogrficos y Nabopalassar logr

    apoderarse del trono babilnico que se ubica en esta zona, fue proclamado rey el 625 a. C.,

    y est considerado como fundador del llamado imperio neo babilnico. Es el padre de

    Nobucodonosor quien influir en el rumbo posterior de Jud.

    El imperio asirio se encontraba asediado por todos sus extremos. Mientras Nabucodonosor

    pretenda la independencia de Babilonia desde los montes iranes; los medos irrumpieron

    hacia la regin del Tigris y amenazaron directamente al territorio central asirio. Se

    desprende aproximadamente el periodo que va de 616 a 609, cmo Asiria se fue debilitando

    con guerras anuales y, cmo Babilonia de ao en ao se iba separando de Asiria, hasta que

    por fin a los asirios no les qued sino su territorio medular y algunas regiones limtrofes por

    el oeste.

    La misma ciudad de Asiria parece haber sido tomada y destruida tan slo por los medos,

    mientras que Nnive, donde reinaba el rey Sinschar-ischkun, sucumbi al avance conjunto

    de babilonios y medos, la ciudad fue destruida el 612, pero a pesar de todo, la potencia

    asiria todava no estaba extinguida totalmente. En Jarn, en la Mesopotamia occidental, un

    cierto Aschur-uballit se elev a rey de Asiria, su reinado se sita ordinariamente en 611-

    606, contra l se aliaron los ummannanda y el rey de Babilonia y tomaron la ciudad de

    Jarn, ms tarde intent -Aschur-uballit apoyado extraamente por los egipcios-,

    reconquistar pero fue impedido por los babilonios.

    Es interesante la relacin entre los egipcios y los asirios en este tiempo, pues es evidente

    que la decadencia del poder asirio estimul a los faraones de la fortalecida dinasta XXVI a

    tomar nuevamente las posiciones que en otros tiempos ellos haban posedo. Los egipcios

    apoyan por intereses propios, pues sus miradas iban principalmente dirigidas al puente

    geogrfico palestino-sirio, que ellos trataban de controlar no slo por motivos de

    expansionismo egipcio, sino tambin como proteccin contra los asirios y contra sus

    nuevos adversarios.

  • 21

    Ahora bien, este apoyo de Aschur-uballit coincide cronolgicamente con la aparicin

    atestiguada tambin en el Antiguo Testamento sobre el faran Nek en Palestina. Nek II

    (610-595) fue el sucesor de Psamtico I. Ante l cay el rey Josas de Jud en el ao 609.

    Aqu se engranan directamente noticias bblicas con los acontecimientos de la historia

    universal. El imperio asirio, que 60 aos antes representaba todava la mayor potencia del

    cercano oriente, quedaba definitivamente eliminado. A partir de este hecho Nek se

    consider soberano de Siria y de Palestina, esta poca posterior a la muerte de Josas se

    caracteriz por la extraordinaria transformacin de los complejos de fuerza en un marco

    poltico-internacional17

    .

    1.3 Contexto religioso de la poca

    Para reunir los datos anteriores hay que seleccionar con paciencia en los libros de los reyes

    y en fuetes extra bblicas. En cambio, los datos sobre la poltica religiosa de los reyes judos

    son abundantes. Dice -Jos Luis Sicre- antes de recogerlos hay que insistir en una cuestin

    que ya indicamos a propsito de Israel: los editores de los libros de los Reyes se inventaron

    una idea que aplicaron anacrnicamente, pero con toda desfachatez: . Cualquier otro lugar es inadecuado, aunque se encuentre en el

    lugar ms tradicional y sagrado18

    .

    Por lo anterior, no extraa que de los veinte reyes judos, solo se exprese un juicio positivo

    sobre ocho, entre ellos a Josas. Negativo sobre diez, sin embargo, de Robon y Atala no se

    dice nada expresamente, pero se sobre entiende que el juicio es malo. En este orden de

    ideas Sicre clasifica a los reyes en cinco apartados:

    Reyes buensimos: el prototipo es David, que solo dio culto a Yahv y los dos

    nicos reyes que se pueden poner a su nivel son Ezequas y Josas. Gracias a los

    17

    Herrmann Siegfried, Historia de Israel; en la poca del Antiguo Testamento, o. c., 327-240 18

    Sicre Jos Luis, Introduccin al Antiguo Testamento, Edit. Verbo Divino, Navarra 2011, 415-416.

  • 22

    elogios que reciben por su entrega al Seor y las reformas religiosas que llevaron a

    cabo (2 Re 18, 3-8; 22, 2ss; 23, 25)

    Reyes buenos; En este grupo se encuentra As, Josafat, Jos, Amasas, Azaras,

    Yotan. Solo dieron culto a Yahv, aunque toleraron el culto en las ermitas. Por

    ejemplo, As en (1 Re 15, 12-15) es elogiado por su trabajo.

    Reyes malos: Son aquellos que emiten los pecados de sus padres (tolerando el culto

    fuera de Jerusaln), y no siguen lo bueno (la entrega plena a Yahv). Aqu est

    Abas, Amn, etc.

    Reyes malsimos: los que emparentan con la dinasta de Omr y la imitacin en su

    culto a Baal: ; . Se

    trata de Jorn (2 Re 8, 18), Ocozas (2 Re 8, 27) y Acaz (2 Re 16, 2-4).

    Dos casos de maldad extrema, que imitan (Acaz, Manass). Acaz, ya apareci en el apartado anterior por su culto

    a Baal; aqu se aade el sacrificio de su hijo: (2 Re 16,3). Pero el caso ms grave es el de

    Manass, con todas sus idolatras, se esfuerza por irritar al Seor. Su pecado es tan

    grave que vuelve a mencionarse en los reinados posteriores (23, 26-27; 23,3.4) y

    justificar la catstrofe final de Jud19

    .

    Despus de Ezequas sucedi Manass, de l encontramos en (2 Re 21) y slo nos dice

    cosas desagradables acerca de este rey: introdujo cultos extraos, derram sangre inocente

    y como resultado los profetas se alzaron contra l, todo esto se explica muy bien en el

    trasfondo de una poltica entregada totalmente a Asiria, que estuvo vinculada tambin al

    reconocimiento de los cultos asirios. De la poca del reinado de Josas se nos dice

    posteriormente que en Jud y en los alrededores de Jerusaln existieron cultos religiosos de

    signo asirio, que ejercieron sus funciones sacerdotales extranjeros, y que all quemaron

    19

    Ibd., 416

  • 23

    perfumes en honor de Baal, del sol y de la luna, de los planetas y de toda la milicia celeste

    (2 Re 23, 5).

    Todo esto cuadra perfectamente con el culto astral de los asirios, Josas los suprimi, pero

    tambin se dice que fueron reyes judaicos quienes lo instituyeron. Esto tuvo que ocurrir a lo

    largo de aquella poca propiamente asiria en Jud, despus de 701. En ello tendra

    Manass una intervencin esencial. No deja de ser curiosa una noticia trasmitida en (2

    Crn 33, 11-13). Los asirios se habran llevado a Manass cargado de grillos a Babilonia;

    pero l habra regresado posteriormente a Jerusaln.

    Para concluir, resulta muy interesante el anlisis que ofrece Claburn (1973). A partir de (Dt

    12, 3-6, 14, 24-26) y otros textos, deduce que la obligacin que tena el pueblo de ofrecer

    los diezmos al templo de Jerusaln. Claburn sugiere la idea que entre otros objetivos, el rey

    persegua la centralizacin de los fines fiscales. No es por tanto, casual que precisamente

    en esta poca, aparezcan centenares de sellos grabados en aforas con las siglas lmlk, es

    decir, o 20

    .

    1.3.1 Los Profetas

    Cuando se lee el libro de los Reyes sin conocer la historia del profetismo, se tiene la

    impresin de que todos los grandes profetas provienen del Norte (Israel), mientras que en

    Jud hay pocos, pero cuando se lee con detenimiento el relato se advierte que es una figura

    ms simblica que real. Solo hay dos personajes importantes: el profeta Isaas, en tiempo

    del rey Ezequas, y la profetisa Hulda (Juld) en tiempos de Josas. Curiosamente, en los

    libros de los Reyes no se menciona a profetas contemporneos y posiblemente el motivo de

    que no se les conceda especial inters, es quiz la importancia capital concedida al templo

    de Jerusaln y a su sacerdocio. Entre tanto, Hulda (Juld) una mujer desconocida por los

    20

    Soggin Alberto, Nueva Historia de Israel, Edit. Descle de Brouwer, Bilbao 1997, 305.

  • 24

    dems, era esposa del guardarropa real Sullam, el cual gozaba de una reputacin que

    todava no tenan los profetas cannicos: Jeremas y Sofonas21

    .

    Un aspecto central en el pensamiento de los profetas empieza a crecer durante este tiempo

    de enfrentamiento de Israel con los grandes imperios: la idea del designio divino que

    alcanza el conjunto de las naciones22

    . As pues, Yahv no se contenta con juzgar a cada una

    de las naciones segn sus mritos, como en Am 1-2, ni con utilizar a tal o cual pueblo en su

    intervencin en la historia de Israel. Antes bien, los profetas incansablemente anunciaban la

    paz universal, siempre y cuando no sea aceptado el pluralismo religioso.

    Hay que sealar entonces que otro desarrollo importante en este perodo, que acabar

    reduciendo a su nivel ms bajo el pluralismo religioso, es la negacin de otros dioses,

    prohibicin de dar culto a otros dioses distintos de Yahv e incluso en (Jer 2, 11) dice

    . Se subraya hasta aqu el grado de madurez que el

    universalismo religioso haba alcanzado en su poca por la intervencin de los profetas pre

    exlicos.

    La cada del Reino de Israel y los propios problemas y fracasos de Jud pedan

    urgentemente un cambio, una reforma, buscaron crear una nueva conciencia en el pueblo

    para que fuera fiel al proyecto de Dios y a su propio pasado; se revaloriza la ley, los valores

    de la alianza y la solidaridad en la poca de Josas. Los profetas que ms se distinguieron en

    el reino del sur son Isaas, quien evit que Jud se aliara con Egipto para combatir contra

    Asiria, pues probablemente hubiera corrido la misma suerte que el reino de Israel. l

    tambin combati el culto vaco y encubridor de injusticias. Adems, de Isaas se habla de

    otros profetas; Sofonas, Habacuc y Jeremas. Jeremas luch mucho para que Jud no se

    aliara a Egipto contra Babilonia, sin embargo, no fue escuchado y Jerusaln despus de tres

    aos de sitio es tomada y destruida: Templo, murallas, es decir, todo23

    .

    21

    Brown Raymond, Comentario Bblico , Edit. Cristiandad, Madrid 1971, 564. 22

    Dion Paul-Eugene, Universalismo religioso en Israel, Edit. Verbo Divino, Navarra 1976, 65. 23

    CLAR, La Perspectiva Histrica-Bblica, Edit. Seminarios CLAR, Bogot, 35.

  • 25

    Como se indic antes, se tiene muy pocos datos sobre la vida y actividad del profeta

    Jeremas en estos aos. Sicre anota a pie de pgina la tesis de Rowley quien concede capital

    importancia a la invasin escita. Para Rowley este hecho fue el que motiv la vocacin de

    Jeremas y sus primeros orculos. Al no cumplirse sus predicciones, el profeta atraves una

    profunda crisis (cf. Jr 15, 10-20); adems qued desprestigiado, y por eso no lo consultaron

    el ao 622, al descubrirse el Libro de la Ley, aunque, se supone que Jeremas apoy

    inicialmente la reforma de Josas24

    .

    Es importante fijarse en esta poca la relacin entre el rey y el profeta, pues en este caso el

    rey consulta, pero no a un profeta cannico, sino a una profetiza poco conocida. Se vuelve

    ms interesante cuando la profetiza enva a decir a Josas que , en realidad el mensaje no es tan alentador para ejecutar la reforma,

    puesto que, sin o con reforma de igual manera caer el reino. Al respecto, el Comentario

    Bblico Internacional dice Es muy posible que el mensaje fuera aadido y habra sido

    efectuado al perder toda esperanza con la muerte prematura de Josas y la subsiguiente

    desgracia del destierro25.

    1.3.2 Sacerdotes

    En la poca del reinado de Josas se encuentra la presencia del sacerdote Jilquas y de

    algunos encargados del santuario de Yahv. Jilquas es quien descubri con ocasin de la

    restauracin del templo el y juntamente con los encargados del umbral

    fueron los que sacaron del Santuario de Yahv todos los objetos que se haban hecho para

    Baal, para Asra y para todos los ejrcitos del cielo.

    24

    Sicre Luis Jos, Profetismo en Israel, Edit. Verbo Divino, Estella 1998, 312. 25

    Farmer William, Comentario Bblico Internacional; para el siglo XXI, Edit. Verbo Divino, Estella 2005, 588.

  • 26

    1.3.3 Divinidades

    En poca de Josas exista un elenco de estatuillas, dolos, santuarios, altares y objetos de

    culto26

    . Frente a esta situacin religiosa, Josas lleva a cabo la . El

    estudio de la religin de Israel, en particular del -la relacin con Yahv,

    Dios Uno-, depende de la manera en que se interprete la historia de Israel, algunos estudios

    recientes han modificado la percepcin de los orgenes de Israel, la compresin del reino

    unido de David y Salomn, y la relacin entre los reinos de Israel y Jud. A su vez, han

    demostrado la importancia de conocer el siglo VII a. C27

    , porque existe una cierta unin

    entre la historia universal y la historia contada por el historiador deuteronomista de la

    monarqua. Ahora bien, es necesario sealar sobre las divinidades, pues una de las

    finalidades de la reforma religiosa es extirpar del santuario y de las casas todos los objetos

    dedicado a culto pagano. Ahora bien, es necesario conocer cules fueron las divinidades de

    aquella poca y cmo se renda culto.

    1.4 Canan

    Nombre bblico de la tierra , conquistada por los israelitas. Los libros de

    Samuel y de los Reyes mencionan de forma bastante general a los dioses de los pueblos

    vecinos de Israel y de Jud, cuyo culto se practicaba en el territorio israelita y judata, igual

    que el culto de Yahv poda practicarse fuera de Israel. En (1 Re 11, 5-7) encontramos un

    discurso condenatorio de Salomn caracterstico de autor deuteronomista, ofrece una

    indicacin realista sobre las divinidades que rodeaban a Israel y Jud en la poca

    monrquica. Yahv es presentado all como una divinidad tutelar y nacional entre otras:

  • 27

    David. En el monte que hay frente a Jerusaln erigi un altar a Cams, dolo de Moab, y

    otro a Moloc, dolo de Amn>>28

    .

    Aunque este pasaje contenga algunas dificultades cronolgicas, refleja perfectamente la

    realidad multirreligiosa de las cortes regias, en las que se practicaba lo que los autores

    llaman un 29

    . En historia de la religiones, Eliade manifiesta

    que entre los aparece por doquier la creencia en un ser supremo, creador y

    todopoderoso, que tiene su morada en los cielos y se manifiesta por epifanas urnicas; no

    obstante, ese ser supremo no desempea casi ningn papel en el culto, en el cual es

    remplazado por otras fuerzas religiosas (totemismo) culto a los antepasados, mitologas

    solares y lunares, epifanas de la fertilidad, etc.30

    Las caractersticas de estas divinidades no

    siempre son conocidas.

    1.5 Algunas Divinidades

    1.5.1 Astart

    El nombre de la diosa, de oscura etimologa, est atestiguado en varias formas, y se

    encuentra tanto en singular como el plural: Ashtarot. El trmino, otro nombre femenino de

    Istar, se encuentra en los textos de Ugarit (como divinidad masculina, Ashtart) y en Egipto,

    en el combate entre Horus y Set. En el plano iconogrfico, la diosa es presentada de pie

    sobre un len, lo cual la identifica con Anat. Astart tiene un carcter belicoso y asume una

    funcin protectora junto al rey y su dinasta. En Fenicia, el sarcfago de Tabnit de Sidn

    (siglo VI a. C.) muestra que la diosa era la patrona de la ciudad, cosa que corrobora la

    28

    Ibd., 11. 29

    Ibd., 11. 30

    Eliade Mircea, Tratado de Historia de las religiones; Morfolgicas y dinmica de lo sagrado, Edit. Cristiandad, Madrid 1981, 47

  • 28

    tradicin bblica. Las otras menciones bblicas de Astart en plural, frecuentemente

    asociada a Baal, se convirtieron en una metfora de la apostasa contra Yahv31

    .

    1.5.2 Moloc/Milkon

    Cuyo nombre procede de la raz mlk, , es el dios tutelar de los amonitas desde

    el siglo IX al V a. C. Las atestaciones de este nombre se encuentran ya en nombres teforos

    en Ebla, ciudad de Siria del II milenio; Mikom es asimilado a Nergal, el dios del reino de

    los muertos. Esta asociacin hace de Milkon un dios de los antepasados, de los muertos.

    Las relaciones entre el nombre Moloc (o Molek) (Lv 20, 3-5; 2 Re 23, 10; Jr 32, 35) y el

    nombre Milkom (1 Re 11, 33; 2 Re 23, 23; 1 Cr 8, 9) son difciles de definir: designar al

    mismo dios? Sin embargo, el sacrificio de nios est siempre asociado a Moloc (no a

    Milkon). La raz ms evidente para Moloc es mlk, ; tambin se relacionado con los

    trminos pnicos mulk o molk, que designa una ofrenda durante el culto sacrificial de nios.

    Moloc sera tambin un dios del mundo subterrneo al que se ofrecan nios con una

    finalidad adivinatoria32

    .

    1.5.3 Cams (Kamos o Kemosh)

    Cuyo nombre podra provenir de una raz que significa o ,

    est presente en nombres teforos desde Ebla bajo la forma Kamish. Pero es sobre todo

    gracias a la estela de Mesh, rey de Moab, (conocido como el dios tutelar de los moabitas).

    La lectura de la estela hace que aparezcan paralelos sorprendentes con la literatura bblica

    en lo que concierne a la emprendida por el propio Cams. Se puede ver

    all en accin al dios tutelar, de carcter marcial, que protege al rey y le asegura la victoria

    31

    Ibd., 12 32

    Nocquet Dany, El Dios nico y los otros dioses; Esbozo de la evolucin religiosa del Antiguo Israel, o. c., 12.

  • 29

    sobre Israel y Yahv. En (2 Re 23, 13) menciona un cierto ecumenismo de los cultos a

    Yahv y a Cams en Jerusaln. Adems, a Cams se menciona en (Nm 21,29), antes de los

    episodios del vidente Balan, (Nm 22-24).

    El personaje recibi cierta influencia histrica a partir del descubrimiento de Deir llah

    (lugar de Penuel, siglo VII a. C.) de una sorprendente inscripcin referida a un vidente

    Balan asociado al dios Shamash33

    .

    1.5.4 Asher

    En la literatura de Ugarit es la gran diosa y la esposa de dios El, el soberano del panten

    ugartico. Como diosa es madre y goza de un papel en el culto de la fecundidad, est

    representada por un rbol verde flanqueado por dos machos cabros levantados comiendo

    de sus ramas, las investigaciones recientes muestran que debe ser considerada como la

    de las hilanderas y del tejido (2 Re 23,7). La mencin de Asher en la

    tradicin bblica es siempre polmica, por ejemplo en 1 Re 18 se la asocia sistemticamente

    al dios Baal, pero no desempea ningn papel y su mencin desaparece durante el

    desenlace final. Existen dos posibilidades de la asociacin Baal/Asher a saber:

    a. La mencin de Asher en (1 Re 18, 19) sirve para criticar la monarqua de Ajab,

    esposo de una sidonia, Jezabel, responsable de la introduccin del culto a Baal en

    Samaria.

    b. En la Biblia hebrea pertenece al trabajo redaccional de los escribas deuteronomistas,

    que polemiza con el culto balico y lo rechazan. Entre las diosas que ocupaban el

    primer lugar en el panten cananeo era: Asherah sentada al lado de El y de Baal34

    .

    33

    Ibd., 13. 34

    Ibd., 87

  • 30

    1.5.5 Tammuz

    Es el tipo del dios que muere y resucita, adems es la personificacin de las fuerzas de la

    Naturaleza que muere con los calores del verano y renace con la primavera, este dios es

    originario de Sumer donde lo encontramos desde el ao 3000, pas luego a Siria y a

    Palestina donde su culto se haba infiltrado incluso hasta en el templo de Jerusaln (Ez 8,

    14). Por ltimo, en Fenicia se le conoce ms con el nombre de Adonis35

    .

    1.5.6 Dagn

    El Antiguo Testamento habla como dios filisteo (Jue 1, 23; 1 Sam 5, 2-7) que pas del

    oeste a Mesopotamia, donde se encuentra particularmente en buen rango en el panten de

    Mari, no era, como dice una tradicin que se remonta hasta san Jernimo, un dios-pez, sino

    un dios de la vegetacin cuyos atributos deban ser sensibles, parecidos a los de Tammuz36

    .

    1.6 El culto de Baal en Israel

    En Israel, en el siglo IX a. C., la tradicin bblica conserva las huellas de una presencia del

    culto a Baal con los relatos de Elas en (1 Re 17 - 2 Re 1) y la revolucin de Jeh en (2 Re

    9-10), (golpe de Estado militar y religioso contra Jorn, rey de Israel). El desafo de estos

    sigue siendo el dominio del fuego y del pas: quin es el baal (palabra que significa

    ) en Israel? Baal o Yahv? En el origen del conjunto 1 Re 17.2 Re 1, algunos

    suponen la existencia de un primer relato que contaba la cada del dios Baal y de la dinasta

    de Omr. Habra servido posteriormente como relato propagandstico para legitimar la

    monarqua de Jerobon II (787-747 a. C.), surgida de la dinasta usurpadora de Jeh tras su

    35

    Von Allamen Jean-Jacques, en Vocabulario bblico, Edit. Madrid 1968, 87 36

    Ibd., 87

  • 31

    golpe de Estado (841). El historiador deuteronomista, en el siglo VI, seguramente

    transform esta historia en una condena religiosa general del reino del norte37

    .

    El carcter balico de Yahv de Samara perdura a lo largo de la monarqua israelita y se

    enriquece con toda una simbologa vegetal, solar y astral. Un grabado sobre hueso del siglo

    VIII a. C. hallado en Jasor representa una variante egipcia del joven dios Baal con dos pares

    de alas. El dios no se muestra agresivo, sino que sujeta vegetales con sus manos, mediante

    los cuales asegura la vida de la naturaleza. Placas como esa pertenecan a adoradores de

    Yahv, esto hace pensar que los dioses representados son, bien Yahv o bien Bal38

    .

    La iconografa de Baal del siglo VIII a. C., recuerda las primeras

    representaciones de Baal, dios climtico del crecimiento, la funcin climtica y

    fecundadora del dios, que ella principalmente representa, a partir de ahora es integrada y

    queda englobada en una representacin ms amplia de Baal Shamem en cuanto dios del

    cielo y de la vegetacin.

    1.7 Elementos balicos de Yahv

    La impregnacin balica del culto no tiene nada de sorprendente, ya que, si consideramos

    su origen madianita, Yahv es una divinidad de la tormenta y la tempestad. La apropiacin

    de los atributos balicos no plantea cuestiones teolgicas insuperables para los autores

    bblicos posteriores, a su vez, la polmica del profeta Oseas contra el culto a Baal (siglo VII

    a. C) no versa sobre su funcin, sino sobre el lugar que ocupa en Israel. Oseas pretende que

    nicamente Yahv ocupe la funcin climtica y, desde esta perspectiva, (Os 2, 10-11) ha de

    ser ledo como una inversin de funciones entre Yahv y Baal39

    .

    37

    Nocquet Dany, El Dios nico y los otros dioses; Esbozo de la evolucin religiosa del Antiguo Israel, o. c., 18 38

    Ibd., 19 39

    Ibd., 20

  • 32

    En esta medida, en el libro de (Dt 11, 11-15) se menciona de un reciclaje yahvista de la

    tradicin balica en el contexto de una exigencia exclusivista con respecto a Yahv: , (Dt 11, 14-15). Adems, el ttulo de Yahv es

    conocido en textos de Elefantina40

    , tambin se encuentra en varas menciones postexlicas

    (Gn 24, 7; Esd 1, 2; Neh 1, 4-5)41

    .

    1.8 Presencias de divinidades en Jerusaln

    La tradicin cultual de Jerusaln, -ms antigua que la de Samara-, se despliega desde el II

    milenio, en la encrucijada de varias influencias. El mismo nombre de Jerusaln contiene la

    indicacin de un culto al dios Shashar (divinidad de la tarde) y su pareja Shashar

    (divinidad de la maana). En el documento de Ugarit se encuentran atestaciones de estas

    divinidades gemelas, donde las dos divinidades estn ligadas a la diosa Ashirat y vinculadas

    a un antiguo culto solar42

    .

    Las cartas de El-Amarna43

    son parte de la correspondencia entre el prncipe de Jerusaln

    Abdi-Heba, , con lo cual hace suponer que en Jerusaln haba entonces

    una diosa de tipo Heba -Ashirart, siendo Heba una diosa- madre de Mesopotamia44

    . A partir

    de la poca monrquica el culto a Yahv se caracteriza por la expresin

  • 33

    sobre los querubines>>: (2 Sam 6, 2; 1

    Sam 4, 4; 2 Sam 6, 2; 2 Re 19, 15; Sal 80, 2; 99, 1). El trasfondo de esta representacin de

    Yahv que encontramos hasta el siglo VII a. C. hay que buscar en el arte iconogrfico

    fenicio de los tronos en forma de esfinge45

    .

    Los kerubin (Ex 25, 17-22; 1 Re 6, 23-28; Ez 10, 20-21) son criaturas hibridas de animales,

    medio humanas, una especie de esfinge con cabeza humana o de guila, algunos

    investigadores creen que la funcin era proteger no el arca de la alianza, sino la esfinge de

    Yahv, adems, las imgenes de Yahv en las tradiciones estn ligadas a Jerusaln

    marcadas igualmente por el uso especfico de metforas solares (Sal 84, 12; Mal 3, 20),

    entre ellas la de su , alusin a la salida del sol (Dt 33, 2; Is 60, 1). Estas

    representaciones son heredadas del Prximo Oriente antiguo, en las que el lenguaje solar

    sirve para expresar las apariciones luminosas de Marduk o de Asur.

    En la teologa real, los reyes son comparados con el 46

    , El faran tambin es

    saludado con el o ,

  • 34

    perodo monrquico, la vida religiosa en aquella poca se viva de diferentes maneras en el

    plano familiar, regional y oficial o nacional, por tanto, la religin oficial concerna al

    pueblo y a la ciudad donde habitaba el rey, mientras la religin local era de las aldeas y los

    clanes en torno a los santuarios locales, en cuanto a la piedad personal, se viva en familia y

    en el seno de la casa familiar, no obstante, cuando exista una reforma religiosa o cambios

    polticos bruscos, estos diferentes niveles de prcticas interferan y entraban en tensin los

    unos con los otros48

    .

    Gracias a un descubrimiento en Meguid de una capilla domestica con dos altares con

    cuernos, postes cultuales, copas para libaciones y vasos, se puede conocer las

    caractersticas de la piedad domestica con una abundante estatuaria y de nichos cultuales en

    casas individuales, estas prcticas tambin se reflejan en texto bblicos: (Jue 17; Ex 21, 6) y

    el culto a la en (Jr 7, 18). Esta piedad era de manera sincrtica, puesto

    que, la practica familiar estaba centrada en torno a la adoracin del dios familiar, divinidad

    protectora, y adems estaba ligada al culto a los antepasados y los muertos. A este culto

    familiar se aaden actos de piedad que variaban segn las familias y el caso, por ejemplo,

    en caso de urgencia, la familia apelaba en l vidente para la curacin de un nio (1 Re 14);

    la familia de Samuel haca una peregrinacin familiar al santuario de Sil (1 Sam 1)49

    .

    En este sentido, no es casual que la oposicin proftica, la de Oseas, no se dirigiera

    solamente al culto a Baal, sino al culto sincrtico oficial y domstico (Os 4, 17; 8, 4; 11, 2).

    En las prcticas religiosas familiares a ms del culto domstico se encuentra la adivinacin,

    el encantamiento y la consulta a los muertos, por eso, la dureza de la ley deuteronmica de

    (Dt 13, 7-12) indica claramente la distancia que pudo separar al culto yahvista, oficial de la

    religin privada y domstica bajo el reinado de Josas.

    La reforma deuteronomista y el esfuerzo religioso en centralizar y unificar tena mucho

    sentido, de esta manera, la reforma repens la relacin individual con Yahv mediante una

    48

    Nocquet Dany, El Dios nico y los otros dioses; Esbozo de la evolucin religiosa del Antiguo Israel, o. c., 25. 49

    Ibd., 25

  • 35

    reformulacin teolgica nueva en (Dt 6, 4) con la afirmacin de la unidad de Yahv y el

    exclusivismo de su culto, reorient las relaciones entre la casa individual, la aldea y

    Jerusaln mediante las leyes sobre las peregrinaciones y la nuevas reglas sacrificiales50

    . A

    pesar que fue en vano, ya que despus de la reforma vuelven a las mismas prcticas, porque

    en la poca babilnica esta tensin aun es palpable51

    .

    1.10 Josas (641/640-609 A. C.)

    Fue el decimosexto rey de Jud, hijo y sucesor de Amn, subi al trono a los ocho aos (2

    Re 22, 1), rein 31 aos y fue contado por la tradicin deuteronomista junto con David y

    Ezequas entre los mejores y ms piadosos reyes de Jud. En el ao 609 a.C., muri Josas

    por las heridas que recibi en la batalla de Meguid contra el faran Necao, pues Josas

    trat de cortar la marcha de Necao hacia el norte, porque saba que ste se diriga en ayuda

    de Asiria; la gran enemiga de Israel y del yahvismo monoltrico que haba apoyado la

    poltica 52

    .

    Fue el soberano reformador por excelencia y, como tal, capaz de hacer cristalizar en

    opciones polticas la fidelidad al Dios de Israel de los distintos grupos vinculados con los

    profetas y parece que estos grupos encontraron con el tiempo su expresin ms completa en

    el Deuteronomio, poco despus en la obra deuteronomista53

    .

    50

    Ibd., 26. 51

    Ibd., 26 52

    Sacchi Paolo, Historia del Judasmo en la poca del Segundo Templo; Israel entre los siglos VI a.C., y I d.C., Edit. Trotta, Fernndez Ciudad 2004, 37. 53

    Soggin Alberto, Nueva Historia de Israel, Edit. Descle de Brouwer, Bilbao 1997, 305.

  • 36

    1.10.1 Poltica

    Es evidente en el marco de la reforma religiosa, Josas volva a poner en primer plano la

    ideologa davdica y a tratar de reincorporar los territorios del Norte al reino de Jud,

    territorios convertidos por entonces en provincias asirias, el plan resultaba factible, pues el

    imperio se estaba descomponiendo lenta pero indefectiblemente bajo la presin de los

    pueblos sometidos en el interior y de los distintos enemigos que atacaban desde el

    exterior54

    . Josas conoce la realidad de los dems reinos y sabe qu momento es el ms

    oportuno para extender su reino, adems reconoce que las prcticas religiosas tienen

    implicaciones sociales y polticas, quiz por eso inicia restableciendo y centralizado el

    culto.

    En (2 Re 22, - 23 y 2 Cro 34-35, 19) se informa de la vida y la reforma religiosa, estos dos

    textos, aunque con elementos comunes, no son estrictamente paralelos: revelan diferencias

    significativas en cuestiones de importancia primordial. Su principal y comn preocupacin

    se centra en el culto y en su reforma, un elemento que 2 Reyes relaciona con el hallazgo en

    el templo, durante las obras de conservacin y restauracin, de un documento al parecer

    escondido all y llamado . El lector de 2 Reyes manifiesta sutil

    impresin de que ha pasado muy poco tiempo entre el hallazgo del libro y la reforma, de

    que el primer acontecimiento ha sido el causante de la segunda, hechos ambos acaecidos en

    el ao XVII del rey, algo como una relacin de causa a efecto55

    .

    En 2 Cro es ms detallado y al mismo tiempo, ms impreciso, por ejemplo, en el libro de

    las Crnicas habla de la piedad que demostr ya a partir del ao VIII de su reinado y del

    comienzo de la reforma en el ao XII, es decir, todava bajo la influencia de la susodicha

    regencia, por otra parte, la reforma no se limit slo a , sino que se

    extendi (2 Cro 34, 5-6).

    54

    Ibd., 305. 55

    Ibd., 306.

  • 37

    Si comparamos la reforma de Josas -con las precedentes- se caracteriza por su radicalidad;

    al menos en el plano pragmtico, le falta cualquier alternativa y cualquier forma de entente,

    haba que suprimir cualquier gnero de culto pagano, cualquier tipo de sincretismo; el culto

    deba estar centralizado en el santuario de Jerusaln, oportunamente purificado del

    instrumental, de las personas y de los cultos relacionados con el mundo cananeo, adems,

    se deba terminar con la destruccin de los santuarios locales y de sus cultos. Por las

    excavaciones arqueolgicas sabemos que en Arad, en el Negueb algunos santuarios no

    fueron eliminados56

    , por ejemplo, exista un santuario desde la poca de Salomn.

    Despus de siglo y medio de estudios crticos, todava se sigue discutiendo sobre la

    naturaleza del , sin que podamos decir que el problema se encamine

    hacia su solucin. Si nos atenemos a las medidas que segn 2 Reyes se tomaron tras su

    descubrimiento, el libro revela evidentes contactos con el Deuteronomio, tambin la

    reforma de Josas tuvo evidentes relaciones con el Deuteronomio57

    especialmente en la

    pretensin de eliminar los cultos paganos y sincretistas y, centralizar el culto en Jerusaln.

    Hay que decir, que resulta arriesgado afirmar que ambas obras nacieron en el mismo

    ambiente, puesto que son dos historias bien definidas58

    .

    Tampoco podemos determinar si la lista de los objetos y las personas retiradas del templo

    se basan en documentos o al menos en tradiciones autnticas, en recuerdos de hechos

    realmente acaecidos, es probable que el culto anterior a la reforma estuviera probablemente

    mucho ms de cercana al paganismo cananeo de lo que estn dispuestos a admitir las

    fuentes posteriores; por tanto, las susodichas listas podran permitirnos un interesante

    anlisis de lo que pudo haber ocurrido en realidad.

    Por otra parte, es seguro que Josas y los reformadores tenan que justificar de algn modo

    una intervencin tan desmesurada en el culto tradicional del Estado, instituido con David y

    56

    Ibd., 307. 57

    Como fue puesto de relieve hace siglos por algunos Padres de la Iglesia. 58

    Soggin Alberto, Nueva Historia de Israel, o. c., 308.

  • 38

    Salomn, por lo que se comprende que en las descripciones existen juicios buenos, malos e

    incluso de rechazos59

    .

    1.11 Fuentes del libro de los reyes

    Los dos libros de los Reyes continan la historia de la monarqua comenzada con Sal y

    David, y la conducen, -en movimiento paralelo de los dos reinos-, a la catstrofe sucesiva

    de ambos60

    . Durante unos cuatro siglos, se narra en los libros que la Biblia hebraica llama 1

    y 2 de los Reyes, que corresponden a 3 y 4 de los Reinos (LXX) o de los Reyes (Vulgata).

    El libro en sus inicios formaba uno slo, a esto dan fe; Orgenes (PG 12, 1084), Eusebio

    (PL 20, 581) y San Jernimo (PL 28, 558-559)61

    , la divisin es artificial, la segmentacin

    en dos partes iguales aproximadamente empez con D. Bomberg (Venecia 1517), a los

    pocos renglones de lectura cae el lector en la cuenta de que el libro tiende a probar que

    todos los males que han azotado a Israel y Jud son efecto de la infidelidad de los reyes y

    del pueblo al pacto de la alianza (2 Re 23, 27).

    El fin del autor sagrado no consiste en hacer una simple cronologa de los reinados, sino

    ms bien entresacar de la historia de Israel y Jud de aquellos cuatro siglos, algunos hechos

    caractersticos que son sostn y base de la tesis religiosa-histrica para legitimar la relacin

    entre el pueblo, rey y Dios, por eso, en la inauguracin del santuario tiene lugar un gran

    discurso de Salomn (1 Re 8), en el que ste insiste en el cumplimiento de la promesa de

    una dinasta hecha a David (2 Sm 7), pero simultneamente, considera ya el final del culto

    en el templo (cf. 1 Re 8, 20. 46. 48 - 49. 45)62

    , adems, aunque la finalidad de los libros de

    los reyes sea eminentemente teolgica, -la obra presenta como historia-, sirve para la

    59

    Ibd., pg. 308. 60

    Schokel Luis Alonso, Reyes, Edit. Cristiandad, Madrid 1973, 13. 61

    Profesores de Salamanca, Biblia Comentada, Edit. B.A.C, Madrid 1961, 364. 62

    Quesnel Michel, La Biblia y su cultura; Antiguo Testamento, Edit. Sal Terrae, Santander 2000, 195.

  • 39

    reconstruccin histrica, a pesar de resultar un tanto acrtico y parcial, no podemos negarle

    el valor histrico.

    1.12 Aspectos literarios

    Conforme se adentra en la lectura de los libros de los Reyes y la historia Deuteronomista,

    se encuentra una serie de rasgos peculiares, tanto a nivel literario, como a nivel teolgico. A

    nivel literario encontramos con repeticin constante de un esquema fijo en la presentacin

    de los distintos reyes, fraseologa muy similar al libro de Deuteronomio en determinados

    discursos y reflexiones, a nivel teolgico, encontramos afinidad con las ideas

    fundamentales del Deuteronomio, importancia del templo como nico santuario legtimo,

    papel estelar de libro de la ley, (2 Re 22-23), etc63

    . Todos estos datos han llevado a

    formular la hiptesis de que los libros de los Reyes, junto con Josu, Jueces y los libros de

    Samuel, formaran parte de una gran obra histrica, denominada convencionalmente

    Historia Deuteronomista (HDtr), que abarca desde la muerte de Moiss hasta el indulto

    concedido al rey Jeconas en su prisin de Babilonia (2 Re 25, 27-30).

    Las fuentes de los libros de los Reyes utilizadas por el autor, no cabe duda que ech mano

    de algunas fuentes histricas preexistentes para componer su libro. Es de sobra conocida

    que la aportacin Deuteronomista a su obra histrica fue ms redaccional que creativa, el

    conjunto de todos los materiales y fuentes que conforman los libros de los Reyes pueden

    catalogarse, en los siguientes puntos:

    1.12.1 Material redaccional Deuteronomista

    Este material es el ms fcil de identificar, incluye todo lo que es creacin y aportacin

    propia de los redactores deuteronomistas, y generalmente se concreta en tres tipos de

    63

    Menchn Joaqun, Libros de los Reyes; Sgueme, Salamanca 1997, 431.

  • 40

    textos; los sumarios redaccionales que enmarcan los informes de cada uno de los reyes de

    Israel y Jud; los discursos o reflexiones deuteronomista, puestos en boca de algn

    protagonista o expresados impersonalmente por el redactor annimo; glosas y retoques

    Deuteronomista, generalmente se trata de breves incisos donde los redactores introducen

    sus comentarios retrospectivos a acontecimientos que ms tarde tendrn un significado

    determinante para los destinos de Israel y de Jud (1 Re 13, 2; 2 Re 13, 3-5; 14, 6)64

    .

    1.12.2 Fuentes histricas oficiales

    Entre el material previo a la redaccin Deuteronomista destacan tres fuentes citadas

    explcitamente en los libros de los Reyes: el libro de la historia de Salomn (1 Re 11, 41),

    el libro de los anales de los reyes de Israel (1 Re 14, 19) y el libro de los anales de los

    reyes de Jud (1 Re 14, 29).

    1.12.3 Otras fuentes histricas

    No todo el material previo que utilizaron los redactores preceda de fuentes oficiales, entre

    los que cabe destacar; la Historia de la Sucesin (1 Re 1-2); Historia de Salomn (1 Re 3-

    11); Crnica del Templo (2 Re 12; 16; 22-23); otros relatos menores, como la rebelin (2

    Re 9-10), la historia de Atala y Jos (2 Re 11), la historia del cisma (1 Re 12-14), o las

    guerras arameas de Ajab (1 Re 20; 22).

    64

    Quesnel Michel, La Biblia y su cultura, o. c., 433.

  • 41

    1.12.4 Fuentes profticas

    En los libros de los Reyes las caractersticas ms relevantes es la existencia de las amplias

    secciones literarias protagonizadas por distintos profetas65

    .

    1.13 Los libros de los Reyes son documentos histricos?

    Menchn presenta algunos rasgos para defender la validez como documento histrico;

    - Su objetivo material es la historia de Israel y de Jud y, ms en concreto, de sus

    reyes, desde Salomn hasta los ltimos reyes de Israel y Jud.

    - Los materiales utilizados, son en su mayor parte de carcter histrico.

    - La metodologa empleada es predominantemente histrica: disposicin de los

    acontecimientos en su rigurosa sucesin histrica, uso generalizado de la cronologa

    absoluta y relativa, recurso y cita de fuentes, referencia a personajes y

    acontecimientos de la historia universal.

    - Cierto rigor histrico: aunque los autores seleccionan parcialmente los

    acontecimientos que le interesan para su fin teolgico, no alteran ni manipulan

    aquellos datos que parecen contradecir sus tesis fundamentales66

    .

    Si la historia de Israel se limitaba a hechos particulares, ahora en el libro de los Reyes

    los grandes imperios y los pueblos vecinos, entran a formar parte de la historia de Israel,

    pero as tambin la historia de Israel es citada por la historia de otros pueblos.

    65

    Menchn Joaqun, Libros de los Reyes, o. c., 434. 66

    Ibd.,

  • 42

    1.14 Cundo se escribi el relato de la reforma de Josas?

    Hoy en da, la exegesis est ms de acuerdo que el Antiguo Testamento en su forma final es

    producto del y respuesta al exilio babilnico, pues la Tora (Pentateuco) probablemente fue

    completada al exilio, y la posterior formacin del corpus proftico y de los

    como cuerpo de literatura religiosa (canon) ha de ser comprendida como un producto del

    judasmo del segundo templo. A este fenmeno Brueggemann llama 67

    .

    Para fijar la fecha de composicin se dispone de criterios internos del texto se entresacan

    indicios que sugieren la composicin del libro antes del exilio (2 Re 8,22; 16,6), adems, la

    insistencia con que los profetas anuncian que no faltar nunca una lmpara en el trono de

    David se comprende mejor en tiempos anteriores al exilio (2 Re 8,19). Por otra parte, otros

    textos suponen un origen posterior a la cautividad (2Re 24-25)68

    .

    Una antigua tradicin hebraica (Baba Bathra 15)69

    atribuye a Jeremas a causa de las

    afinidades literarias e ideolgicas del libro con la profeca de Jeremas. A esto supone que

    el profeta inaugur sui ministerio el ao 13 de Josas (627), de lo que se infiere que hacia el

    ao 561 contaba con una edad que oscilaba entre los noventa y los cien aos. Segn De

    Vaux70

    , la composicin se hizo por etapas; una primera redaccin tuvo lugar entre el ao

    621 (2 Re 22, 8ss) y el primer sitio de Jerusaln en 598 y, su autor resida en Jerusaln; era

    probablemente sacerdote y entusiasta de la reforma religiosa. La segunda redaccin del

    67

    Brueggemann Walter, Teologa del Antiguo Testamento: un juicio de Yahv, Edit. Sgueme, Salamanca 2007, 90. 68

    Profesores de Salamanca, Biblia Comentada, Edit. B.A.C, Madrid 1961, 365. 69

    Talmud Babilnico, Baba Tractate Bathra, en el Folio 15, 1. Dice: . 70

    De Vaux Roland, Les libres des Rois: , Paris 1949.

  • 43

    libro se hizo durante el exilio, o bien despus del ao 562 (2 Re 25, 22-30) o algo antes s el

    libro termina con (2 Re 25, 21).

    Durante el exilio se hicieron al libro otros retoques, tales como, (2 Re 25, 22-30) y despus

    del exilio se ampli la oracin de Salomn (1 Re 8, 41-51) y, por ltimo, pequeos detalles

    son posteriores a la traduccin griega 200-150 a. C.

    De lo dicho se infiere que es opinin comn entre los catlicos que la composicin del libro

    y especialmente el relato de la reforma de Josas se efectu durante el exilio, y ms

    probablemente despus del mismo, pues la finalidad histrico-religiosa del autor lo

    confirma.

  • 44

    CAPITULO II

    2. CONTEXTO LITERARIO

    Despus de una aproximacin preliminar del segundo libro de Reyes, la cual permiti

    conocer el contexto y la situacin histrica en que se desarroll el libro y al tener como

    base dicho contexto para hacer una aproximacin a la exgesis, anlisis y acercamiento de

    la percopa de estudio, en este segundo captulo, se realizar una aproximacin exegtica

    detallado, al igual que un anlisis de la estructura literaria de la percopa de (2 Re 23, 4-15).

    2.1 Delimitacin

    Para establecer la delimitacin de la percopa de estudio (2 Re 23, 4-15) se tuvieron en

    cuenta las siguientes indicaciones: tiempo, lugar, personajes y temas.

    2.1.1 Indicaciones de tiempo

    Los captulos (22-23) mencionan tiempos explcitos e implcitos, en la introduccin del

    reinado de Josas (cf. 2 Re 22, 1), inicia narrando que el rey tiene ocho aos cuando

    comenz a reinar y rein treinta y un aos en Jerusaln, despus a los dieciocho aos de

    reinado, el rey Josas enva al secretario Safn a la Casa de Yahv con una orden de

    entregar el dinero para las reparaciones (cf. 22, 5), y regresa con el (cf.

    22, 8) que haba sido encontrado en la Casa de Yahv. Desde ah no hay fechas explicitas,

    sino hechos sucesivos;

    a. Consulta a la profetisa (cf. 2 Re 22, 11-20),

  • 45

    b. Lectura de (cf. 2 Re 23, 1-4),

    c. Ejecucin de la reforma (cf. 2 Re 23, 4-15)

    La mencin del tiempo volver a parecer de modo explcito cuando se refiere al ao

    dieciocho, despus de hacer la reforma, celebra la pascua (cf. 23, 23), por cierto, despus de

    muchos aos y para ser ms exactos desde los das de los Jueces (cf. 23, 22). Ahora bien,

    dicho aspecto se podr entender con mayor claridad.

    23, v. 3e: Todo el pueblo confirm la alianza. Sin duda, es expresin de

    conclusin a los versculos anteriores, para dar paso a un nuevo tema. En v. 4 a: El

    rey orden a Jilquas, ciertamente es expresin de inicio a un nuevo tema, por

    tanto, segn las indicaciones del tiempo se puede concluir diciendo que inicia desde

    23, 4.

    23, 15 a: Tambin el altar que haba en Betel y el alto que hizo Jeroboam

    (derribar), es una expresin de aadidura, es decir, podra terminar en el v. 14,

    claramente, sin embargo, se extiende el relato hasta el v. 15, pero el v.16 Volvi la

    cabeza Josas y vio los sepulcros, es expresin distinta en tiempo al tema que se

    estaba tratando en el v. 15, en conclusin la percopa en cuestin termina en 23, 15.

    2.1.2 Indicaciones de lugar

    El siguiente cuadro ofrece los lugares en relacin con las acciones de los captulos 23-24, el

    objetivo es afirmar la delimitacin de la percopa de estudio segn el cambio de sitio.

    Lugares Temas Citas

    En Jerusaln y rein treinta y aos en Jerusaln. 2 Re 22, 1a

    Boscat el nombre de su madre era Yedid, hija de

    Adas, de Boscat. 2 Re 22, 1b

    Jerusaln fueron donde la profetisa Juld para consultar 2 Re 22, 14

  • 46

    sobre el que viva en

    Jerusaln

    Israel Dios de Israel 2 Re 22, 15

    Jud

    voy a traer el mal sobre este lugar y sobre sus

    habitantes, segn todas las palabras del libro que ha

    ledo el rey de Jud

    2 Re 22, 16

    Jud y Jerusaln El rey hizo convocar a su lado a todos los ancianos

    de Jud y de Jerusaln. 2 Re 23, 1

    Jerusaln y subi el rey a la Casa de Yahv con todos los

    habitantes de Jerusaln. 2 Re 23, 2

    Fuera de

    Jerusaln/Cedrn

    Los objetos fabricados a Baal, Aser y para todo el

    ejercito de los cielos; los quem fuera de Jerusaln en

    los yermos del Cedrn

    2 Re 23, 4

    Betel las cenizas (de los objetos) fueron llevadas a

    Betel 2 Re 23, 4

    Los altos en las ciudades de Jud y en los contornos de

    Jerusaln 2 Re 23, 5

    Gueba desde Gueba a Berseba (profan los altos) 2 Re 23, 8

    Berseba desde Gueba a Berseba (profan los altos) 2 Re 23, 8

    A la entrada de

    la puerta de

    Josu

    (all) derrib los altos

    2 Re 23, 8b

    A la entrada de

    la Casa de

    Yahv, cerca de

    la habitacin del

    eunuco Netn

    Suprimi los caballos que los reyes de Jud haban

    dedicado al sol y quem el carro del Sol.

    2 Re 23, 11

  • 47

    Mlak.

    En los dos patios

    de la casa de

    Yahv.

    el rey los derrib (los altares que estaba sobre el

    terrado de la habitacin de Ajaz), los rompi all y

    arroj sus cenizas al torrente de Cedrn.

    2 Re 23, 12

    Los altos que

    estaban frente

    Jerusaln, al sur

    Monte de los

    Olivos.

    El rey profan los altos (Salomn rey de Israel haba

    construido a Astart, Kems y a Milkom.

    2 Re 23, 13

    Betel Derrib este altar (hecho por Jeroboam) y rompi las

    piedras, las redujo a polvos y, quemo el cipo. 2 Re 23, 15

    Como se evidencia en el cuadro, la mayora de las acciones se realizaron en Jud

    especialmente en Jerusaln, la lectura de las palabras del libro de la alianza por parte del

    rey (cf. 2 Re 23,2), indican la ubicacin exacta 23, v. 3 a.

    El rey estaba de pie junto a la columna 23, v. 3 a.

    Sacaron del santuario de Yahv todos los objetos 23, v 4b.

    Rompi el altar que haba en Betel 23, v. 15 a.

    El rey subi a la Casa de Yahv para leer el libro de la alianza (cf. 23, v. 2 a), y cuando hizo

    la alianza con Dios, estaba de pie junto a la columna (2 Re 23, v. 3 a), despus ordena sacar

    los objetos de la casa de Yahv (2 Re 23, v 4b) y por ltimo, rompe el altar que esta fuera

    del templo e incluso fuera de Jerusaln, ciertamente son lugares diferentes pero sucesivos.

  • 48

    2.1.3 Indicaciones de personajes

    Personajes Acciones personajes Referencia

    El rey (Josas cf.

    22, 1)

    hizo convocar a:

    Ancianos

    Todos los hombres de Jud y de Jerusaln.

    Sacerdotes.

    Profetas.

    2 Re 23, 1.

    El rey (Josas cf.

    22, 1)

    orden a:

    Jilquas.

    Encargados del Umbral.

    2 Re 23, 4

    Jilquas el rey le orden sacar los objetos de la Casa de

    Yahv. 2 Re 23, 4

    Josas Volvi la cabeza Josas y vio los sepulcros que

    haban 2 Re 23, 16

    El personaje central claramente es el rey (cf. 2 Re 23, 1),