GUÍA N° 4

ÁREA: RELIGION GRADO: 5°

DOCENTE: GISSELA JUDITH ROCHA ACENDRA PERIODO: 4 IH (en horas): 2 Horas

EJE TEMÁTICO EL TESTIMONIO DE LA IGLESIA CONFIRMA LA FE DEL CRISTIANO

DESEMPEÑO Reconoce y valora la misión que tiene la iglesia entre los diversos pueblos, culturas y religiones

NÚCLEO TEMÁTICO: El testimonio de la iglesia, signos y sacramentos

los sacramentos fortalecen la vida de los Cristianos

El testimonio y el espíritu Santo

Jesús resucitado envía a evangelizar a sus apóstoles

HABILIDAD(ES) DE PENSAMIENTO Cognitiva Procedimental Interpersonal Intrapersonal

INDICADOR(ES) DE DESEMPEÑO(

Analiza las historias de las primeras comunidades Cristianas.

Explica cuales sacramentos ayudan la iniciación cristiana, y cuales fortalecen y santifican los diversos estados de

vida.

Asume el compromiso de bautizado parea actuar como autentico testigo de Jesucristo.

Estable compromiso de servicio al prójimo.

SITUACIÓN(ES) PROBLEMA(S): ¿Por qué debemos cumplir con los sacramentos de Dios?

REPÚBLICA DE COLOMBIA

INSTITUCIÓN EDUCATIVA TÉCNICA SAGRADO CORAZÓN

Aprobada según Resolución No. 8758000490 – NIT 8000029113 – DANE

108758000490

SOLEDAD – ATLÁNTICO.

Página 1 de

Versión 1.0

GUIA DE RELIGION Última

revisión: 27

/01/2018

FASE AFECTIVA O MOTIVACION:

NUCLEO DE FORMACION

EL TESTIMONIO DE LA IGLESIA, SIGNOS Y SACRAMENTOS

FASE DE ENTRADA

FASE COGNITIVA

El testimonio de la iglesia recoge esa misma vocación abrahámica y la afirma en el ministerio de Jesús Mesías. Así como Jesús enseñaba, curaba, restauraba (Mateo 4:23), así ha de ser nuestro testimonio: “como él es, así somos nosotros en este mundo” (1era Juan 4:17). Pero debe hacerlo con humildad, no con prepotencia, menos aún con condenas y amenazas. Somos enviados en medio de los pueblos (Jerusalén, Judea, Samaria…) para proclamar la presencia redentora del mesías encarnado, crucificado y resucitado.

La mención de “encarnado, crucificado y resucitado” no es casual. Nos habla de la integridad del testimonio cristiano: el cristiano, como su Señor, debe encarnarse en la realidad que vive: debe conocer su realidad, sus problemas y posibilidades, las angustias, gozos y esperanzas de la comunidad humana de la que forma parte hoy, como Jesús lo hizo en medio de la Galilea del Siglo 1. En ese camino lleva su cruz, que no son sólo los sufrimientos individuales como muchas veces se ha interpretado (¡mirá la cruz que lleva!) sino el compromiso a fondo con el Reino de Dios y su justicia: sufrir con el que sufre, llorar con el que llora, reír con el que ríe, alegrarse con el que se alegra (Romanos 12:15). Es “…compartir todos los tiempos, los de espera, dolor y de alegría…” (2). La cruz en la congregación local no es solo la decoración en el frente del Templo; es la señal de su vocación: mantenerse fiel a su testimonio, asumir su parte en la tarea cotidiana, a veces sencilla y muchas veces dura y arriesgada, de proclamar la verdad y la justicia en un mundo donde los poderosos siembran más muerte que vida.

Pero también nuestro testimonio es el triunfo sobre esas fuerzas crucificadoras. Es el anuncio de un tiempo nuevo, de la esperanza que se hace presente en la desesperación, del gozo que se sostiene frente a toda angustia, lo que un filósofo llamó “el dispositivo mesiánico”(3): esa posibilidad de afirmar que por sobre la muerte eterna reina la vida eterna, de una eternidad que ya ha comenzado con la salida del sepulcro del Cristo resucitado Venció a la tumba a la que lo habían querido destinar los señores de este mundo imperial, los sacerdotes del ritual y la desesperanza. Si la congregación local se encierra a cantar himnos que hablen de esa esperanza, a orar dentro de sus cuatro paredes, a estudiar la Biblia y a predicar hermosos sermones, a sostenerse y consolarse mutuamente, pero no es capaz de llevar afuera esa realidad de fe que la inspira, con esa misma fuerza, no completa su testimonio. La iglesia no se sostiene con solo dos columnas (las de su ministerio interno), sino con las cuatro, las que incluyen su presencia más allá de su círculo pequeño (4). Una iglesia que no se vincula con su entorno local le dará la razón a aquél filósofo que dijo que Dios ha muerto y que las iglesias son su sepulcro (5). Pero nosotros, como nuestro Dios vivo, salimos de nuestros sepulcros porque hemos sido hechos testigos de su amor que resucita, de la promesa de vida abundante.

Responde: 1. ¿Que recoge el testimonio de la iglesia? 2. ¿Cuando hablamos de “encarnado, crucificado y resucitado” a que nos referimos? 3. ¿Qué significado tiene Jesús lleva la cruz? 4. ¿Qué significado tiene la cruz en la congregación local?

FASE DE SALIDA

Observa atentamente las imágenes y realizo un afiche con el mensaje que te inspira.

NUCLEO DE FORMACION

LOS SACRAMENTOS FORTALECEN LA VIDA CRISTIANA

FASE DE ENTRADA O MOTIVACIONAL

Jesús es sacramento porque se hace presente en medio de nosotros y nos invita a que lo imitemos. Eso implica que

nos volvamos otros “Jesuses”.

Reflexiono sobre lo dicho y analizo la foto. ¿Que necesito para ser como Jesús? Explica en tu cuaderno.

Los Sacramentos: ¿Cuáles son? Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber,

1. Bautismo, 2. Confirmación, 3. Eucaristía, 4. Penitencia, 5. Unción de los enfermos, 6. Orden sacerdotal y 7. Matrimonio.

¿Qué son los sacramentos? En griego sacramento significa “Un plan secreto para conseguir un gran bien” En latín se dice Misterio. Entonces Sacramento significa: Signo sensible, de un efecto espiritual que Dios obra en nuestras almas y es causante de la gracia.

Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos.

FASE DE SALIDA

En grupo de 5 estudiantes realiza la exposición de los sacramentos de forma dinámica, al realizar tus exposiciones

deberás un taller para realizar en clase y conceptualizar el tema.

NUCLEO DE FORMACIÓN

EL TESTIMONIO Y EL ESPÍRITU SANTO

FASE DE ENTRADA O MOTIVACIONAL

Me imagino a Jesús enviándome a anunciar su reino. Dibujo y describo algunos elementos necesarios para

llevar.

¿Que llevaría?

¿A quiénes llevarías el mensaje?

¿Cuáles obstáculos encontraste?

FASE COGNITIVA

El Espíritu Santo es el tercer miembro de la Trinidad. Aprendemos dicha verdad en el primer Artículo

de Fe: “Nosotros creemos en Dios el Eterno Padre, y en su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo es un personaje de Espíritu, tal como se describe en las Escrituras modernas: “El

Padre tiene un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre; así también el Hijo; pero el

Espíritu Santo no tiene un cuerpo de carne y huesos, sino es un personaje de Espíritu. De no ser así, el

Espíritu Santo no podría morar en nosotros”. Eso significa que el Espíritu Santo tiene un cuerpo de

espíritu; no como el Padre y Jesucristo, quienes tienen cuerpos físicos.

El don del Espíritu Santo se recibe mediante la imposición de manos. Esa ordenanza, posterior al

bautismo, nos hace merecedores de la compañía constante del Espíritu Santo. Para efectuar dicha

ordenanza, varios dignos poseedores del Sacerdocio de Melquisedec colocan las manos sobre la cabeza

de la persona, se dirigen a ella por su nombre, declaran su autoridad del sacerdocio y, en el nombre de

Jesucristo, la confirman miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y

pronuncian esta importante frase: “Recibe el Espíritu Santo”.

EL ESPIRITU SANTO Y SUS SIMBOLOS

FASE DE SALIDA

Ilustra los símbolos del Espíritu Santo.

NUCLEO DE FORMACION

JESÚS RESUCITADO ENVÍA A EVANGELIZAR A SUS APÓSTOLES

FASE DE ENTRADA O MOTIVACIONAL

FASE COGNITIVA

Jesús fundó su Iglesia, él tenía discípulos.

¿Quiénes eran discípulos? Eran aquéllos que seguían a Jesús, oían sus enseñanzas y trataban de hacer lo que el

indicaba.

De entre esos discípulos, Jesús escogió a Doce para que fueran sus Apóstoles y estos después de muerto y resucitado se

encargaron de promulgar su palabra.

Todos nosotros tenemos que ser discípulos de Jesús y seguir las leyes de Dios, cumplir con los mandamientos y

sacramentos para vivir en una comunión permanente con el espíritu santo.