UNIDAD 1: LA NUEVA ESPAÑA DEL SIGLO XVI AL XVIII.1.3 LA ECONOMÍA NOVOHISPANA. 1.4 LA SOCIEDAD COLONIAL. 1.5 LAS REFORMAS BORBÓNICAS.

Integrantes:Díaz González Jaime Elihu.Reyes Hernández Jesús Omar.Sánchez Miranda Juan Manuel.Segura Burgoa Itzel.Vilchis Hernández Miguel. Grupo: 564

1.3 LA ECONOMÍA NOVOHISPANA. Después de la conquista de los españoles, muy pronto

empezaron a llegar colonos desde España, con la esperanza de enriquecerse en el Nuevo Mundo, sin embargo sólo unos cuantos, principalmente aquellos encomenderos que promovieron en su encomiendo nuevas actividades económicas desconocidas por los antiguos habitantes: La ganadería, la siembra de trigo y de caña de azúcar y la minera. Estas actividades fueron apoyadas por empresarios peninsulares que aportaba capital para promover su desarrollo. Pero además del capital, también era necesario la mano de obra nativa, aunque los malos tratos y las epidemias gran parte de la obra nativa había mermado.

Esto provocó la introducción de esclavos negros, para el cultivo de la caña de azúcar y trabajo en las minas.

Una actividad económica de primer importancia, de origen indígena y que permaneció a lo largo de la vida virreinal, fue la producción y comercialización de dos colorantes: el añil y la grana cochinilla. Su elaboración era practicada por los pueblos prehispánicos, adquiriendo gran demanda en Europa sobre dichos productos que fueron muy apreciados. La producción y comercialización de la grana cochinilla fue tan importantes para la economía, que llegó a ocupar el segundo lugar de exportación después de la plata.

Otra actividad de gran relevancia fue la explotación minera. La búsqueda de oro y plata, fue una de las más importantes motivaciones de los conquistadores españoles para establecerse en América y también de la Corona española para la creación de instituciones que ejercieron un control sobre ellos. La mayor parte del oro que usaban los nativos provenía los placeres que son depósitos de fragmentos de oro arrastrados por las aguas de los ríos a lo largo del tiempo, que se van acumulando en las arenas de estos ríos. Los españoles explotaron, mediante el trabajo indígena, los placeres auríferos de Nueva España entre 1521 y 1535.

Al agotarse el oro de los placeres, en la década de 1530, los españoles comenzaron a explotar la plata.

Los españoles detectaron ricos filones de plata en zonas de la región del Eje Volcánico Transversal y hacia la Sierra madre del sur, convirtiéndose la región de Taxco en la primera zona platera de Nueva España.

En Nueva Galicia, una vez pacificada la región, se estableció un amplio sistema de encomiendas, favoreciendo la formación de los primeros asentamientos mineros, entre los que destaca Zacatecas, fundada en 1947. De esta manera explotación minera, era la principal económica novohispana.

Gracias al descubrimiento de minas en el norte de Nueva España durante el siglo XVI se fue conformando una importantes red de caminos, que se conocería como el Camino de la Plata. Ésta partía de la Ciudad de México, pasaba por Querétaro, continuaba hacia Guanajuato hasta llegar a Zacatecas. Este camino fue empedrado completamente para facilitar el uso de transporte como carretas, caballos y mulas. Posteriormente se extendió hasta la ciudad de Santa Fe y Nuevo México.

El campo sufrió una significativa transformación durante la dominación española. Legalmente la Corona era la propietaria de las tierras desocupadas y de los terrenos baldíos y las otorgaba a los particulares mediante concesiones conocidas como mercedes reales. Aquel que quisiese obtener una merced debía demostrar que con su adquisición no se afectaba a ningún tercero, así como el uso que iba a darle a la tierra. Estas concesiones de tierras a los particulares dieron origen a finales del siglo VI y principios del siglo XVII, a la formación de las primeras haciendas . El surgimiento de las haciendas fue favorecido por medias económicas capitalista como la propiedad privada, el crecimiento de los mercados y la circulación d el amoneda. Las haciendas atrajeron a la población de los pueblos indios, que llegaban a trabajar en ellas a cambio de salario. Poco a poco esos trabajadores comenzaron a establecer su residencia en las mismas haciendas.

El comercio interno en Nueva España tuvo un considerable desarrollo durante los siglos XVI y XVII, impulsado por la actividad minera.

El tránsito de mercancías y mercaderes era continuo entre los centro mineros y las haciendas agrícolas, y por otro entre la Ciudad de México y los puertos de Acapulco y Veracruz, desde donde se enviaba al plata y recibían los productos provenientes de Asia y Europa. La necesidad de transportar las mercancías que se producían en Nueva España, obligó a la construcción de caminos que comunicaran las alejadas zonas minera del norte con el centro del país y la capital con los puertos de Veracruz y Acapulco.

La introducción en Nueva España de nuevas especies de plantas y animales de tiro y carga, así como de técnicas agrícolas e industriales como el arado, el azadón, los molinos y las prensas, se expandió por todo el territorio. Para hacer eficiente la producción, se utilizaron diversos recursos de acuerdo con las condiciones climáticas de cada región: cultivos de temporal, de rotación , de riego o mixtos, uso de abonos y explotación de bosques y en cuanto actividades agrícolas: pastoreo, potreros y rebaños.

El cultivo comercial de trigo se realizó en la cuenca del valle de México y en Puebla, primero, y después se extendió hacia la zona del Bajío y a Oaxaca. Loa caña de azúcar se cultivó principalmente en el actual estado de Morelos y en las costas del golfo de México y se extendió después hacia las costas de guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco. La caña de azúcar requería de grandes cantidades de agua, clima caliente y una tecnología avanzada importada de Europa para su procesamiento en los trapiches, además de mucho mano de obra esclava lo que demanda inversiones cuantiosas.

La sericultura o cultivo de la seda fue otra actividad económica de primera importancia, en especial durante el siglo XVI. La desempeñaron sobre todo indígenas a quienes se entregaron los insumos y la técnica para desarrollarla. Sin embargo esta industria decayó al ser introducida la seda de Filipina.

La ganadería era una actividad económica de primera importancia que se realizaba en las estancias, dedicadas mayormente a la ganadería, y en las haciendas, donde se efectuaban actividades agrícolas y también ganaderas. La cría de ganado vacuno provocaba numerosos conflictos con los indígenas, debido a que los animales invadían sus tierras y acababan con sus cosechas; para evitar esta práctica se optó por cercas la milpas indígenas y permitir que el ganado pastara libremente después de la cosecha.

En la segunda mitad del siglo XVII Nueva España alcanzó su madurez económica y los españoles, tanto peninsulares como criollos, comenzaron a cosechar frutos. La minería, que había sido la principal actividad económica del siglo XVI, continuó su desarrollo y alrededor de los nuevos centros mineros se fundaban nuevas ciudades y se construían nuevos caminos para comunicarlas; la producción agrícola y ganadera en las grandes haciendas favorecía también la construcción de caminos para transportas sus productos. El incremento en la producción llevó al comercio a un dinamismo tal, que éste se convirtió en la principal actividad económica novohispana en la segunda mitad del siglo XVII. Sin embargo la actividad comercial, en especial la ultramarina fue vigilada y controlada por el Estado español en su política mercantilista de fronteras cerradas.

1.4 La sociedad Colonial.

La organización de los pueblos prehispánicos como la de la sociedad española del siglo XVI tenían una carácter corporativo, es decir que el individuo no es nada por sí mismo; debe todo al grupo al que pertenece, ya que éste le otorga su personalidad jurídica, sus derechos, sus obligaciones y su identidad dentro de la sociedad.

La organización social de Nueva España era de carácter corporativo. Dando como resultado la creación de organizaciones corporativas de carácter civil y religioso que facilitaron el control de la Corona Española sobre sus posesiones coloniales.

Por ejemplo, durante el siglo XVI los españoles organizaron a los indígenas que tenían habilidades artísticas y artesanales, en gremios. Para el siglo XVII había más de doscientos gremios en Nueva España. Entre los que destacan el de plateros, sederos, veleros y coheteros.

Otras organizaciones corporativas civiles de Nueva España fueron el consulado de Comerciantes, la Real y Pontificia Universidad de México, La mesta y el Real Cuerpo de Minería.

También había organizaciones religiosas de carácter corporativa, como los conventos, los cuales tenían sus propios reglamentos y estatutos, que marcaban los derechos y obligaciones de los miembros, así como las normas de convivencia colectiva.

La división en grupos o estados sociales de la Nueva España, esta asociada con las actividades económicas que realizaba cada una y con su origen étnico y racial.

Las leyes de Indias reconocieron cuatro grupos: los blancos, indios, negros y las castas surgidas de la mezcla de todas ellas, además de chinos y filipinos.

Los criollos de las ciudades constituyeron asimismo la clase intelectual de Nueva España, pues eran quienes, en su mayoría, realizaban estudios universitarios y se dedicaban ala abogacía, medicina, filosofía, literatura y arte.

La población indígena, a pesar de la merma sufrida por las epidemias, hambrunas y malos tratos, formaban el grupo mayoritarios de la población novohispana. Se calcula que a principios del siglo XVII había cerca de dos millones de indígenas en Nueva España.

La composición social indígena en la etapa colonial era diversa y heterogénea, ya que estaba formada por múltiples etnias. Se intentó mantener a los grupos indígenas separados de los españoles, concentrados en los pueblos de indios, donde se facilitaba el control, el cobro de tributos, y la organización de la mano de obra.

Sin embargo los españoles permitieron que en los pueblos indígenas se mantuviera la organización económica, la estructura social y muchos de los usos y costumbres de la época prehispánica.

La población negra fue traída a América por los europeos desde inicios de la conquista como esclava. En Nueva España la población negra fue mucho más abundante de lo que puede suponerse al observar los rasgos físicos de la población actual de México.

Los negros realizaban las faenas más pesadas en haciendas, minas e ingenios azucareros, aunque muchas familias ricas de españoles citadinos los utilizaron también como criados en sus residencias.

El mestizaje surgido como consecuencia de la mezcla de razas entre blanco, indígenas, negros y posteriormente filipinos y chinos, dio origen a la formación de un sinnúmero de castas, minuciosamente clasificadas por la sociedad novohispana, que constituyeron los estratos sociales más marginados y discriminados.

Esta diversidad étnica, cultural y social produjo una legislación muy compleja en la que cada grupo se sujetaba a leyes distintas y tenía derechos y obligaciones diferentes a los demás.

De Con Grupo De Con Grupo

Español India Mestizo Indio Mulato Lobo

Mestizo Española Castizo Indio Lobo Cambujo

Castizo Española Español Indio China Albarazado

Español Mora Mulato Albarazado

Negra Cambujo

Español Marisca Albina Cambujo India Sambaigo

Español Albino Tornatrás Cambujo Mulato Albarazado

Español Tornatrás Tente en el aire

Sambaigo Loba Calpamulato

Mulato Española Morisco Calpamulato

Cambuja Tente en el aire

Morisco Española Chino Tente en el aire

Mulata No te entiendo

Chino India Salta atrás No te entiendo

india Tornatrás

Salta atrás Mulata Lobo Indio Negra Sambaigo

Lobo China Gíbaro Indio Mestizo Coyote

Gíbaro Mulata Albarazado indio Coyote Indio

1.5. Las reformas borbónicas En la segunda mitad del siglo

XVII, España, había comenzado a perder parte de l su supremacía como la gran potencia hegemónica mundial ante el empuje económico, naval y comercial de Inglaterra, Holanda y Francia.

Mientras el poderío español se debilitaba, Nueva España alcanza su madurez y en la segunda mitad del siglo XVII se había consolidado ya como la principal posesión colonial de España, logrando una cierta autonomía política y económica respecto de su metrópoli. Los criollos novohispanos comenzaron a ocupar cargos administrativos y eclesiásticos de importancia.

El siglo XVII fue también un siglo de florecimiento cultural en el que Nueva España alcanzó su apogeo. A lo largo de ese siglo destacaron grandes pensadores como Bernardo Balbuena, Juan Ruíz de Alarcón, Sor Inés de la Cruz. El poder alcanzado por los criollos novohispanos al iniciar el siglo XVIII, el crecimiento económico y comercial fueron factores que otorgaron a nueva España cierta autonomía política y económica e incluso grandeza con respecto a la metrópoli.

En 1700, cambió la casa reinante española de los Habsburgo a los Borbón. A fin de reafirmar su autoridad, la nueva dinastía aplicó una serie de reformas encaminadas a reorganizar el gobierno y los territorios, tanto en España como en las colonias; a éstas se les conoce como reformas borbónicas. Las reformas se aplicaron a partir del gobierno del primer monarca Borbón en España, Felipe V, pero alcanzaron su máxima expresión con el reinado de Carlos III.

Los objetivos esenciales de las reformas eran obtener mayores recursos económicos, simplificar el comercio para hacerlo más eficiente, restar poder y riqueza a la Iglesia y reorganizar la administración pública.

Las causas que llevaron a los reyes a la dinastía Borbón a instituir las reformas son múltiples. Por un lado, España se había rezagado económica, científica y tecnológicamente.

La demanda española de metales preciosos determinó que las reformas privilegiaran la minería novohispana con exenciones de impuestos, mientras afectaban a otros sectores productivos como los comerciantes, los dueños de haciendas, quienes debían de pagar más impuestos.

Las reformas se encaminaron a disminuir la autonomía que había adquirido el poder del gobierno virreinal frente a la metrópoli y a reorganizar políticamente le inmenso territorio novohispano, dividiéndolo a finales del siglo XVIII en intendencias con el fin de ejercer una mayor control.

La aplicación de las reformas borbónicas ocasionó tal malestar entre la población novohispana, y particularmente entre los criollos, que lejos de fortalecerse el poder de la Corona española sobre los territorios americanos, se debilitó; la economía novohispana decayó y el malestar social comenzó a hacer evidente.

Fueron muchas las medidas reformistas que ocasionaron gran descontento entre la población novohispana. Entre ellas podemos destacar:

La reorganización del territorio novohispano en intendencias.

La llegada de funcionarios peninsulares pagado por la Corona para ponerlos en puestos clave del gobierno virreinal que antes ocupaban los criollos.

Las restricciones al poder de la Iglesia católica y la expulsión de la orden de los jesuitas de los territorios españoles en 1767, pues esta orden se encargaba de la educación superior de los criollos.

La aplicación de estrictas medidas fiscales que afectaron los intereses de amplios grupos productivos con la entrada en vigor en 1804 de la Cédula de consolidación de vales reales.

La supresión del monopolio del Consulado de México para le cobro de impuestos, mediante la creación de nuevos consulados en Veracruz, Puebla y Guadalajara.

Las medidas reformistas afectaron principalmente a los criollos, quienes consideraban injusto que las riquezas americanas se exportaran a España y que los americanos fueran considerados súbditos de segunda clase a quien se impedía participar en la toma de decisiones políticas. Estos factores promovieron un resentimiento criollo contra los peninsulares, lo que fomentó el sentimiento nacionalista.

El sentimiento nacionalista se hizo evidente, con el guadalupanismo, es decir, la virgen de Guadalupe se convirtió en un símbolo que representaba a todos los sectores de la población novohispana por igual.

Bibliografía.

Rico, Rosario; Ávila, Margarita; Yarza, Chousal; Quijano, Francisco. Historia de México II. México. Santillana. Pág. Consultadas: 100 a 199