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HONORABLE AYUNTAMIENTO DE CHIAUTEMPAN PERÍODO 2017-2021 LIC. HÉCTOR DOMÍNGUEZ RUGERIO PRESIDENTE MUNICIPAL CONSTITUCIONAL DEL MUNICIPIO DE CHIAUTEMPAN HISTORIA DE CHIAUTEMPAN TLAXCALA DENOMINACIÓN DEL MUNICIPIO Santa Ana Chiautempan. SIGNIFICADO NÁHUATL Chiautempan deriva de la lengua náhuatl y está compuesto de las palabras: chiatl , ciénega, la u es un enlace eufónico; temp, de tentli , orilla y la terminación locativa pan . Por lo que Chiautempan viene siendo: “a orilla de la ciénega”. HERÁLDICA GLIFO DE CHIAUTEMPAN AUTOR: Mtro. Desiderio Hernández Xochitiotzi.

HISTORIA DE CHIAUTEMPAN TLAXCALAchiautempan.gob.mx/contenidos/chiautempan/pdfs/DOCUMENTOZDEZLAZHIS... · estilizada, teniendo como núcleo, un círculo; símbolo del juego de pelota

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HONORABLE AYUNTAMIENTO DE CHIAUTEMPAN

PERÍODO 2017-2021

LIC. HÉCTOR DOMÍNGUEZ RUGERIO

PRESIDENTE MUNICIPAL CONSTITUCIONAL

DEL MUNICIPIO DE CHIAUTEMPAN

HISTORIA DE CHIAUTEMPAN TLAXCALA

DENOMINACIÓN DEL MUNICIPIO

Santa Ana Chiautempan.

SIGNIFICADO NÁHUATL

Chiautempan deriva de la lengua náhuatl y está compuesto de las palabras: chiatl , ciénega, la u es un enlace eufónico; temp, de tentli , orilla y la terminación locativa pan . Por lo que Chiautempan viene siendo: “a orilla de la ciénega”.

HERÁLDICA

GLIFO DE CHIAUTEMPAN AUTOR: Mtro. Desiderio Hernández Xochitiotzi.

ESCUDO DE ARMAS DE CHIAUTEMPAN

AUTOR: Román Saldaña Oropesa.

PINTOR: Sixto Ipatzi Pérez.

DESCRIPCIÓN DEL ESCUDO

El profesor Román Saldaña Oropeza, quien fue el autor del Escudo de Chiautempan, lo describió de la siguiente manera.

El conjunto representa un doble paralelogramo, terminado en la parte inferior por un doble ángulo.

En la parte superior, esquina izquierda, encerrada entre líneas gruesas, se haya una cariátide. A la derecha de ésta, dos eslabones cortados, de una greca Tolteca estilizada, teniendo como núcleo, un círculo; símbolo del juego de pelota “Utli”. En el centro, la inscripción siguiente: “Chicuey Calpully”; es decir, ocho barrios. A la derecha, la continuación similar artística de las figuras antes descritas. A los lados, se ve una greca de zetas entrelazadas, simulando dos culebras, cuyos rabos se aúnan en la parte superior, torciéndose las cabezas hacia el vértice inferior del ángulo. Cerrando esta figura, se lee el siguiente lema: “Tlatequitlpanahua Icnime Altepetl”, que quiere decir “Pueblo de Hermanos que trabajan”, cada uno en su oficio y todos por el bien colectivo de la población. Al centro, dos paralelogramos; debajo, otros tres; sujeto a éstos y en el centro, un pentágono. A los lados izquierdo y derecho, un trapecio. Por último, se cierra la cuadrícula con otros dos trapecios tangentes. Cada una de las figuras geométricas, tiene otras simbólicas, que en seguida se describen.

EXPOSICIÓN DE LAS FIGURAS EN PARTICULAR

1. El cuadro de la parte superior izquierda, representa un templo aborigen, con cuatro gradas y una explanada a manera de escalinata. En el cuerpo de arriba, de pie, se destaca la figura de una joven mujer indígena y en el basamento del templo, la palabra náhuatl “Suatiotzi”, que quiere decir “Diosa Mujer”, en sentido literal.

2. Bajo la figura anterior, se ve representado un coyote desollado e inmediatamente, tres sacerdotes indios que lo contemplan. Al pie de esta figura va escrita la palabra “Coyonocatzi”, cuya traducción es: “Carne de Coyote Sagrado”.

3. Siguiendo hacia abajo, en el primer trapecio, aparece una culebra saliendo del agua, notándose que hay plantas acuáticas y al calce la palabra “Chahcoatzi”, expresando ésta: “Víbora de Agua”.

4. En el segundo trapecio, se ve otro lago; un poco lejos de él, unos indígenas con sus armas y equipaje, en actitud de caminantes. Al pie del cuadro aparece la palabra “Chalma”, queriendo manifestar: “Procedente de Chalco” o “Arena que está a la mano”.

5. En el tercer trapecio, ascendiendo, aparece un lugar pantanoso en el que crecen plantas con flores silvestres, notándose la palabra: “Chiautempan”, que traducida al romance quiere decir: “Templo en lugar pantanoso” o “A la Orilla de la Ciénega”. En efecto, es muy probable que en el lugar que ocupa hoy el Convento de San Francisco, haya existido el “Tiopan”, “Teopan” o “Teupan” antiguo, que se veneró por el propio pueblo de Chiautempan y muchísimos más de la comarca, a la diosa “Toci”, que en lenguaje de nuestros mayores expresó “Abuela de los Dioses”.

6. En el cuarto trapecio, hay una piedra o roca curvilínea, a cuyos lados crece la hierba y encima el musgo. En su base lleva igualmente la palabra náhuatl “Tecuepohtzi”, cuyo sentido es: “Piedra que da la vuelta” o “Donde da vuelta la piedra”.

7. En el paralelogramo que está encima del anterior trapecio, se destaca la figura del conquistador Hernán Cortés, en su retrato más popular y al pie de ella la palabra “Cortés”.

8. En el paralelogramo de la parte superior derecha, se mira la figura del Crucificado, al pie de la cual se leen las palabras Latinas “Deo Sancte”, “Dios Santo”, debiendo ser en correcto latín “Deus Sanctus”. Transcurrido el tiempo, se elidió la O final del primer nombre y la C intermedia del adjetivo, dejándose solo la composición contracta “Desante”, que es como se llama ahora este barrio.

9. El polígono central se haya dividido por una línea de dos figuras geométricas, con distintos ciclos históricos. La primera es un paralelogramo en que aparecen al fondo el “Cuahtlapanga” y la “Matlalcueyetl” o “Malintzin”, como se llama hoy; con copos de nubes a los lados; uniendo a estos dos cerros, un arco iris en el centro. Emergiendo de las aguas, un templo primitivo que sirve de pedestal a la joven diosa “Matlalcueye” o Venus tlaxcalteca. Al pie de esta diosa y contrapuestos, dos

templos: el de la “Toci”, la primitiva deidad aborigen y el del Convento, dedicado en principio, a Sra. Santa Ana por los franciscanos españoles.

10. En el pentágono, la nueva patrona del pueblo, ya expresada, enseñando a su hija María a hilar en rueca. Frente a estas dos figuras, un telar primitivo en que aparece un fraile franciscano enseñando a tejer a un indio. Al pie del telar, una polea apiñonada o dentada, como símbolo de la evolución que va sufriendo la industria de los tejidos de lana que se elaboran en Chiautempan. Por último, se representan tres arroyos que nacen y fertilizan a esta misma población: el de “Tlapacoya”, el de “Chiautempan” y el de “Los Negros”.

En 1943, el profesor Román Saldaña Oropeza realizó el “Escudo de Armas de

Chiautempan” y el 17 de junio de ese mismo año, la XXXVII legislatura

Constitucional del Estado, lo aprobó.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE CHIAUTEMPAN

Para tener una noción de la antigua Chiautempan, los arqueólogos han sustentado

su argumentación, valiéndose de la exploración y recolección de materiales

arqueológicos en esta zona, lo que les ha permitido clasificarla en la fase Texcalac.

Sin embargo, uno de los historiadores tlaxcaltecas, el presbítero don Luis Nava,

puso como fuente de sustentación, las notas que don Alfredo Chavero elaboró para

la edición de 1884 de la historia de Tlaxcala, de Diego Muñoz Camargo, quien situó

la llegada de los teochichimecas a Tepeticpac en el año 5 pedernal; fecha del

calendario indígena que don Alfredo Chavero la comparara con el año 1380 del

calendario occidental. De ahí que estableció la fundación de Chiautempan, cuatro

años más tarde de éste acontecimiento. Sin embargo, es necesario notar, que si la

llegada de los teochichimecas, procedentes de Poyahutlán a Tepeticpac, se sitúa

entre los años 900 y 1100, ello tenderá a modificar la historia prehispánica de

Tlaxcala de manera sustancial, implicando una profunda revisión de los

acontecimientos ocurridos en el área. Estas posturas históricas, un tanto disímiles,

representan el reto de los expertos, para que en lo posterior definan los lugares y

fechas de dónde y cuándo se dieron los primeros pasos en la historia de

Chiautempan.

Por lo tanto, Chiautempan, que siempre fue parte del territorio tlaxcalteca, tuvo su mayor esplendor cultural durante la fase Tezoquipan (350 a.c. al 100 d.c), y había entrado en otra fase cultural de estancamiento, durante el periodo conocido como Tenanyecac (100-650 d.c.). En síntesis, durante la primera mitad de la fase Texcalac, convivieron en el actual territorio de Tlaxcala, cuatro culturas: al sur, la cultura Cacaxtla o de los olmecas-xicalancas; al centro y noroeste, la cultura Texcalac; al norte, el complejo Acopinalco y en el extremo noroeste (Calpulalpan) la cultura teotihuacana.

La convivencia entre los diferentes grupos culturales nunca fue fácil, pues el grupo Texcalac ocupó el corredor comercial teotihuacano, y se enfrentó con el grupo de los olmecas-xicalancas. Hacia el año 850, los Olmecas-Xicalancas empezaron a perder el control del valle poblano-tlaxcalteca, ante el empuje del grupo Texcalac, que fue minando el poderío de Cacaxtla. Este debilitamiento lo aprovecharon los antiguos pobladores de Cholula, quienes reiniciaron el florecimiento de su ciudad estableciéndola un poco más al norte de la fundación original. Cholula y Huejotzingo marcaron la separación de los asentamientos del valle poblano, de los tlaxcaltecas.

En estas circunstancias, durante la segunda mitad de esa fase, entre los años 900 y 1100, empezó a adquirir la hegemonía regional el grupo teochichimeca, que lidereaba los asentamientos del centro y del este de Tlaxcala; desde el señorío fortificado de Tepeticpac. A fines de la primera mitad de la fase Texcalac, fueron conformándose varios señoríos, que en la segunda mitad se consolidaron como señoríos confederados, dando origen al estado militarista de la confederación de Tlaxcala.

Chiautempan, que debió ser una villa en la primera mitad de la fase Texcalac, apareció como un señorío de la confederación tlaxcalteca, durante la segunda mitad de la fase Texcalac, conjuntamente con los señoríos de: Tepeticpac, Tepeyanco, Ocotelulco, San Francisco Tlacuilohcan, San Simón Tlauhquitepec, San Tadeo Huiloapan, Oxtotlapanco, San Dionicio Yauhquemehcan, Xaltocan, San Simón Xipetzingo, cerro de San Pedro Ahuatepec, Santa María Texcalac, Toluca de Guadalupe, Ahuashuatepec, Comalteapa en la Magdalena Tlaltelulco, San Jerónimo Zacualpan y Techachalco.

Una reconstrucción de cómo fue el señorío de Chiautempan es difícil, pues buena

parte de los edificios, monumentos, piezas y artefactos, yacen debajo de la actual

ciudad.

ORÍGENES DE CHIAUTEMPAN

En el año 1380, aproximadamente, se considera la fecha en que los

teochichimecas se asentaron en Cuahuixmatlac. Posteriormente, en 1384 este

mismo grupo bajó a conformar los primeros seis barrios, a la orilla de la Ciénega;

es decir, Chiautempan. En ese momento, Chiautempan fue uno de los 21 señoríos

confederados de la República de Tlaxcala, hasta la llegada de los españoles. En

1519 pierde esta jerarquía al conformarse el gobierno indígena, pues su tlahtoque

no fue llamado a ocupar el cargo de regidor del Cabildo que se les otorgó a los

señores de Ocotelulco, Tizatlán, Quiahuixtlán y Tepeticpac; barrios del señorío

central de Tlaxcala. Tampoco aspiró al cargo de gobernador indio, que de manera

rotativa, ejercían los señores de los barrios citados.

ÉPOCA DE LA COLONIA

El 13 de mayo de 1524, arribaron a Tlaxcala los primeros 12 franciscanos, dirigidos

por Fray Martín de Valencia. Esa fecha también es considerada como el día en que

arribaron a Chiautempan y derribaron el teocalli dedicado a “Toci”. Y subieron a las

faldas de la Matlalcueyetl a derribar el teocalli dedicado a Tláloc. Un año después,

en 1525 se comenzó la edificación de la Ermita, primer templo católico en

Chiautempan. Su construcción se terminó en 1538. De 1536 a 1539, Fray Toribio

de Benavente, Motolinía, fue guardián del monasterio de Tlaxcala, quien relató que

fue llamado por los habitantes de Santa Ana Chiautempan para confesar a los

enfermos y bautizar a quienes no habían recibido ese sacramento.

Con el nuevo sistema de gobierno colonial, Chiautempan, como parte del conjunto de señoríos y pueblos que habían sido de la antigua República de Tlaxcala, quedó integrada a una entidad político-administrativa denominada “Provincia de Tlaxcala”; una república de indios, gobernada por el cabildo de su ciudad capital.

En 1560 se instalaron, en 23 pueblos, lugartenientes del gobernador, que no procedieron necesariamente de la nobleza indígena. Chiautempan fue uno de estos pueblos. Paralelo a la organización político-administrativa, se erigió y consolidó la estructura eclesiástica, designándose a Chiautempan como cabecera de doctrina. Los franciscanos construyeron uno de los 11 conventos que se levantaron en Tlaxcala, entre 1526 y 1600. La llamada conquista espiritual, la llevaron a cabo los frailes que fueron arribando al territorio de lo que entonces fue la Nueva España. Estos frailes fundaron monasterios e iglesias, así como escuelas y hospitales. Destacaron por su labor los frailes Toribio de Benavente, mejor conocido como Motolinía, García de Cisneros y Martín de Valencia.

Siendo virrey de la Nueva España Don Gastón de Peralta, Marqués de Falces, se inició la construcción del convento franciscano en Santa Ana Chiautempan, durante los años 1566 y 1567. La fecha es muy similar a la que aportó Fray Fidel J. Chauvet, quien sitió el establecimiento del convento antes de 1569-70, habiéndose terminado en 1585. También comentó que a la iglesia le faltaba poco para ser concluida. Este convento fue erigido, a decir de Fray Bernardino de Sahagún, en el lugar en el que se llevaban a cabo los sacrificios a la deidad indígena Toci , “nuestra abuela”.

Los conquistadores inventaron una leyenda para emparentar a Toci con Santa Ana; debido a que esta última es la “abuela” de Jesucristo; así como Toci, es “Nuestra Abuela”. Esta yuxtaposición de deidades hizo una brutal desintegración de la identidad indígena; sin embargo, a pesar de este absurdo engaño y quizás, reconociendo un origen que se negó a desaparecer, los habitantes aun siguieron rindiendo culto a “Nuestra Abuela” o “Toci”. Sin embargo, una peste que los mismos españoles originaron con sus enfermedades traídas de Europa, en 1576, facilitó las cosas, ya que fue tomada como “castigo”, engañando con esto a los naturales, por no convertirse a tiempo a la nueva fe.

En 1614, el obispo de Tlaxcala Fray Alonso de la Mota y Escobar, emprendió una

serie de visitas a diferentes puntos de la provincia y el 21 de mayo pasó por Santa

Ana Chiautempan, administrando los sacramentos y haciendo predicaciones.

La esclavitud y abusos por parte de los españoles, generó inconformidad por parte de los naturales de estas tierras. En 1646 más de 100 indígenas de las localidades de San Salvador Tzompanzingo, San Antonio Cuaxomulco, Santa María Texcalaque, Santa Ana Chiautempan, San Pablo Apetatitlán, Santa María Belén, de la cabecera de Tizatlán; San Luis Teolocholco, Santa Isabel Xiloxochitlán, Santa María Magdalena, de la cabecera de Ocotelulco; San Simón Tlatlauquitepeque, Santa Bárbara Cuicuiscatepeque y Ascensión, de la cabecera de Tepeticpac; San Juan Bautista Totolan, Santa Justina Ecatepeque, de la cabecera de Quiahuixtlán, entre otros, acudieron ante el gobernador para solicitar que los mandones recién nombrados no los obligaron a remodelar obras como la pila de agua que está en la plaza de la ciudad de Puebla de los Ángeles, donde diariamente acarreaban la piedra que se encuentra a 5 leguas, usando carretas y bueyes de su propiedad; por lo que tienen que dejar de cultivar sus tierras. Además, se quejaban de que los oficiales se aprovechaban para obligarlos a renovar y techar los portales de la plaza, y traer del monte planchas y vigas grandes, que por ser verdes y recién cortadas son pesadísimas, costándoles mucho trabajo transportarlas.

La penetración europea, al concluir el siglo XVI, alcanzó dimensiones significativas.

En Santa Ana Chiautempan se asentaron tres españoles. Sin embargo, la gran fase

de expansión agraria europea se dio en el siglo XVII. En 1630, un reporte elaborado

por los franciscanos, indicó la existencia de 184 predios rurales en la provincia de

Tlaxcala; 4 de ellos se localizaron en la doctrina de Chiautempan. Este proceso, que

en tan sólo 30 años duplicó el número de propiedades españolas, se continuó hasta

bien avanzado el siglo XVIII. Un catastro elaborado en 1712, reportó 211

establecimientos; 33 de éstos se ubican en la circunscripción de Chiautempan.

Por otra parte, la ganadería fue algo innovador en Chiautempan. En su momento, perfiló la economía tlaxcalteca hasta bien entrado el siglo XX, mediante la industrialización de sus derivados. Sin embargo, al principio de esta actividad comercial, el ganado provocó dificultades entre ganaderos españoles y agricultores indígenas, pues estos últimos se quejaban, con toda razón, que los rebaños destruían sus cultivos. Sin embargo, la introducción de rebaños de ovejas para el consumo de carne, trajo colateralmente la trasquila de lana y, como consecuencia, el establecimiento de obrajes, para hilar y producir artículos de lana. Es muy probable que la producción textil de Chiautempan, a diferente escala, se haya originado desde esta época.

EL TIANQUISTLI

Ya desde esa época había un calendario de mercados o tianguis y funcionaban así. Los sábados, en la ciudad de Tlaxcala; los martes, en Tepeyanco; los miércoles, en Chiautempan; los jueves, en Atlihuetzía y Nativitas. Sólo por mencionar los tianguis más grandes de aquel tiempo.

LA INDEPENDENCIA

Una de las reacciones inmediatas de los chiautempenses, derivado de la irrupción

de la Guerra de Independencia de 1810, fue el haber ajusticiado a Tomás Díaz

Varela, colgándolo de un encino como muestra de repudio a este inhumano

explotador, obrajero, gallego y español; para ejemplo de quienes apoyaban al

ejército imperialista. En ese momento surgió Antonio Toriz, como jefe insurgente

en Chiautempan y después de esa fecha quedó como jefe político de esta región.

Posteriormente, se fue a combatir a México contra la invasión norteamericana,

muriendo en San Damián Tlacocalpan.

El Dr. Miguel Guridi y Alcocer y el Sr. Joaquín de las Piedras, jefe político de

Tlaxcala, ambos se enteraron que la diputación poblana iba a solicitar en el

Congreso la anexión de Tlaxcala a Puebla, contando con el apoyo del cura de

Huamantla, Miguel Valentín, quien también había logrado la suplencia de una

diputación por Puebla y de los diputados provinciales (locales), presbítero Manuel

Bernal, el hacendado de Huamantla, Gabriel Llescas y el hacendado de Tlaxco y

obrajero de Chiautempan, Antonio Díaz Varela. Este último lo hizo como venganza

por la muerte de su padre Tomás Díaz Varela. Todos ellos ligados a los intereses

de las clases pudientes del estado de Puebla. Estos personajes, desde los días de

la consumación de la Independencia, habían conspirado contra la autonomía y la

independencia de Tlaxcala, por ello se había negado a concurrir a la instalación de

la diputación provincial, dejándola sin su cuerpo legislativo. Naturalmente, Antonio

Díaz Varela no contaba con las simpatías de la población de Chiautempan, en

semejante maniobra; por lo que el H. Ayuntamiento envió una “representación” al

Congreso Constituyente, insistiendo en que no se agregara Tlaxcala a Puebla.

Pese a la campaña que emprendieron el cura de Huamantla, Miguel Valentín, el presbítero Bernal y los hacendados Llescas y Díaz Varela, la maniobra no prosperó, pues el Congreso Constituyente, en su artículo 5º, determinó que “una ley constitucional fijara el carácter de Tlaxcala”. La ley del 24 de noviembre de 1824 declaró a Tlaxcala Territorio de la Federación. De esta manera no fue anexada a Puebla, aunque no obtuvo el reconocimiento de estado libre y soberano.

A la consumación de la Independencia, siguió un desajuste en la producción de los centros mineros, que durante la colonia constituían importantes centros de trabajo, afectando la producción agrícola y las manufacturas. Dentro de estos últimos, para el caso de Chiautempan, la baja de la demanda de los productos de la industria textil, significó desempleo y cierre de obrajes; generando una profunda crisis en los

hogares chiautempenses, pues éstos obrajes se surtían de materia prima por medio de los comerciantes poblanos, que fueron incomunicados por el bloqueo de las fuerzas insurgentes, tardando en restablecer las líneas de intercambio. La situación de los artesanos textiles se agravó cuando enfrentaron la competencia de las importaciones de telas inglesas que, de mejor calidad y menor precio, fueron preferidas a las nacionales, por los consumidores.

DIVISIÓN POLÍTICA Y TERRITORIAL

A partir de 1864, en la época del imperio, el país fue dividido en 50 departamentos. Tlaxcala, a su vez, fue dividido en 3 distritos que se integraban por 27 municipalidades. Chiautempan fue una de dichas municipalidades y comprendió los siguientes pueblos y barrios: Chiautempan (cabecera), La Magdalena Tlaltelulco, San Francisco Tetlahnohcan, San Pedro Tlalcuapan y San Bartolomé Cuahuixmatlac. Con las siguientes haciendas: Tochapa, San Antonio Mena, Tzitzimapan, Tepetlapa.

EL FERROCARRIL EN CHIAUTEMPAN

En 1869, se inauguraron varios tramos del ferrocarril México-Veracruz. En el mes de junio, se inauguró el tramo Apizaco a Santa Ana Chiautempan. Posteriormente, el tramo completo de Apizaco a Puebla, fue inaugurado el 16 de septiembre de 1869; teniendo la visita del mismo Presidente de México, el licenciado Benito Pablo Juárez García. Este acontecimiento tan trascendente fue narrado por el ilustre político y escritor Ignacio M. Altamirano.

EL PORFIRIATO

Uno de los personajes tlaxcaltecas más representativos de la época del porfiriato,

fue don Próspero Cahuantzi Flores, quien nació en Santa María Ixtulco Tlaxcala, en

1834. Este personaje llegó a ser gobernador de nuestro estado y quiso mucho a

Chiautempan por haber asistido a la escuela en esta ciudad. Su profesor fue el

señor Domingo García. Fue un gran benefactor de las causas chiautempenses.

Donó el terreno del campo de juego que actualmente lleva su nombre; así como

del terreno del Panteón del Carmen.

Después del gobernador Miguel Lira y Ortega, Don Próspero Cahuantzi ascendió y permaneció de manera ininterrumpida, hasta 1910, en la gubernatura de Tlaxcala.

Sus predilecciones por Chiautempan debieron haber surgido por los recuerdos de sus recorridos diarios a la escuela, los amigos de la infancia… Las enseñanzas de

sus maestros debieron causar agradable impresión en el niño Cahuantzi, pues siendo gobernador adquirió el rancho Tlapancalco, dentro del municipio santanero, donde pasaba parte del tiempo, que no ocupaba en las tareas gubernamentales.

Los chiautempenses siempre mostraron su predilección por la producción de

textiles; sin embargo, durante la administración del coronel Próspero Cahuantzi, fue

cuando recuperaron buena cantidad de tierras, que les recordaba su viejo pasado

de agricultores, mediante compras colectivas de fincas, que por malos manejos y

endeudamientos excesivos, fueron puestas en venta. Estas compras colectivas de

tierras fue un indicador de la bonanza de los chiautempenses. Bonanza que

provenía de la infraestructura ferroviaria concluida durante la administración del

presidente Benito Juárez y de la local, del general Miguel Lira y Ortega; la que

permitió a las administraciones de Porfirio Díaz y de Próspero Cahuantzi, promover

el desarrollo industrial de Tlaxcala y de manera particular, el de Santa Ana

Chiautempan; localidad que desde finales del siglo XVI, a través de los obrajes,

habían mantenido una producción textil de carácter artesanal, donde se

combinaban el ingenio de la mecánica elemental de los telares de madera y la

destreza, manejo del color y del diseño, de los artesanos textiles.

A finales del siglo XIX y principios del XX, las cosas cambiaron drásticamente, pues comenzó a crecer el malestar de la población, debido a la política de despojo y extorsión que emprendió Cahuantzi y sus allegados. Un ejemplo de ello, fue el despojo a los pequeños propietarios de tierras, que se dio entre 1891 y 1892, donde se intentó implantar en el estado una compañía deslindadora, que deseaba comprar las propiedades existentes y llevar a la venta las que, en apariencia, no tenían dueño. Los terratenientes trataron de convencer al presidente Díaz de que en Tlaxcala no era necesario y pensaron en conseguir un documento firmado por los representantes de los propietarios de las tierras. Dos terceras partes de los propietarios se negaron a firmar el documento. Siete años más tarde, el gobierno del estado, reorganizó la contribución predial, incluyendo a los pequeños propietarios o parceleros. Las comunidades elevaron sus protestas. Andrés García e Isidro Ortiz trataron de obtener una exención de pago para aquellos que tenían menos de 5 hectáreas, petición que fue denegada. Cahuantzi ordenó el arresto de los líderes para evitar cualquier reunión; después informó que García había muerto cuando trataba de escapar, siendo obvio que había sido asesinado. La indignación fue evidente. La represión a este movimiento también llegó a Chiautempan, pues el 6 de enero de 1900 varios soldados allanaron la casa de la señora Roberta Durán en busca de su hijo Bonifacio, al que acusaban de ser uno de los principales opositores al impuesto predial, pero como no lo encontraron, detuvieron a dos de sus hermanos y a dos dependientes que laboraban en el negocio de la familia; aunque después tuvieron que ponerlos en libertad. Nuevamente, el 6 de agosto de ese año volvieron a la carga, deteniendo a tres albañiles que se encontraban haciendo reparaciones en la casa de la familia Durán, pues el presidente municipal de Chiautempan insistía en que Bonifacio era un sedicioso. Después de eliminar al dirigente Andrés García, en febrero de 1905, fueron detenidos en Chiautempan, por

opositores al régimen y al impuesto predial, Lucio Conde y Jacinto Zárate, vecinos de San Bernardino Contla e Ixcotla. Lo oneroso de los impuestos quedó consignado en los adeudos del impuesto personal. En efecto, en los registros de la administración de rentas, se consigna que en 1906 había 509 personas en Chiautempan que adeudaban el citado impuesto. Algunas debían tres meses y otros hasta 36. Los obreros de las fábricas no se encontraban en mejores condiciones, por tal motivo aumentaron las inconformidades contra el régimen porfirista en el estado. Por ello, los obreros se empezaron a organizar en Puebla, Veracruz y después en Tlaxcala, formando el “Circulo de Obreros Libres de Orizaba”, hasta fundar el “Gran Círculo de Obreros Libres de los Estados de Veracruz, Puebla y Tlaxcala”.

Alrededor de 1900 se instalaron en el municipio, en una oficina no federal, el telégrafo y el correo. En 1908 la energía eléctrica es introducida en la entidad, Chiautempan es uno de los primeros beneficiarios.

LA REVOLUCION MEXICANA

Con el ascenso de don Francisco I. Madero a la Presidencia de la República y de

Antonio Hidalgo, a la gubernatura de Tlaxcala, daba la impresión de que los

postulados del Plan de San Luis se iban a llevar a la práctica. Sin embargo, el haber

dejado intacto al ejército de la dictadura iba a traer como consecuencia la Decena

Trágica y la usurpación huertista.

Después de los acontecimientos trágicos de la Revolución Mexicana, la población

de Chiautempan se vistió de gala al enterarse que el 1º de noviembre de 1914

arribaría el Sr. Don Venustiano Carranza a esta población, para dirigirse a la ciudad

de Tlaxcala. Venía acompañado por su estado mayor y por funcionarios de su

gobierno; entre los que destacaba la figura de Don Luis Cabrera, connotado político

poblano. Después de visitar la ciudad de Tlaxcala por un día, donde sostuvo

conversaciones con el general Máximo Rojas. En esa oportunidad, un incidente

causó varias detonaciones por la tarde, sin que tuvieran explicación alguna. Ello

motivó que el general Rojas movilizara 200 hombres de Chiautempan para dar

seguridad al Varón de Cuatro Ciénegas. Al día siguiente, Don Venustiano Carranza

regresó a Chiautempan, donde abordó el tren que lo había traído de la ciudad de

México y prosiguió su viaje rumbo a la ciudad de Puebla.

En Chiautempan se supo, por la tarde del 12 de noviembre de ese mismo año, que por la mañana, la guarnición de la ciudad de Tlaxcala, al mando del general Domingo Arenas, se había sublevado, estando a punto de atrapar al general Máximo Rojas. En la Convención de Aguascalientes, el general Pedro Morales se había afiliado a Francisco Villa. Solamente Máximo Rojas permaneció leal a Don Venustiano Carranza.

Ante estos acontecimientos el general Máximo Rojas dispuso que Chiautempan fuera la capital de Tlaxcala . Trasladándose las autoridades federales y estatales a la capital provisional. La hospitalaria población de Chiautempan no solo fue la capital provisional, sino la sede de la comandancia militar del estado, lo que implicó un movimiento mayor al que estaba acostumbrado este pueblo; adaptándose a las circunstancias y prestando su concurso para el triunfo de las fuerzas constitucionalistas.

Chiautempan, como las demás poblaciones de Tlaxcala, recibieron con júbilo la noticia de la toma de la Ciudad de México, por las fuerzas del general Álvaro Obregón, el 29 de enero de 1915. Pero a este triunfo, las fuerzas zapatistas atacaron Chiautempan el 26 de mayo, habiendo sido rechazados por la guarnición de la plaza. Chiautempan, sin proponérselo, se convirtió en el centro estratégico de la campaña de los constitucionalistas contra zapatistas y villistas, funcionando como el centro de abasto en materiales de guerra y centro de instrucciones para las diferentes fuerzas constitucionalistas que operaban en el estado. En Chiautempan despacharon como gobernadores de Tlaxcala el General Máximo Rojas , el Mayor Carlos Fernández de Lara y el Teniente Coronel Porfirio del Castillo.

El 5 de enero de 1916, los obreros de las fábricas La Providencia, La Xicohténcatl y La Estrella, que funcionaban en Chiautempan, se propusieron recordar el 9o. aniversario del sacrificio de los obreros textiles de Río Blanco, para lo cual organizaron una manifestación de duelo que recorrió las principales calles de la ciudad, concluyendo con un mitin frente al edificio de la presidencia municipal. Entre los organizadores se encontraban los dirigentes obreros: Erasmo Victoria, Felipe Ahuactzi, Refugio Torres, Juan Nava, Trinidad López y Anastasio Vázquez. El 1o. de febrero de ese año, el gobernador de Tlaxcala, el Teniente Coronel Porfirio del Castillo, les comunicó a los propietarios de fábricas textiles de Tlaxcala, entre ellas las de Chiautempan, que a partir de esa fecha deberían de pagarles a los obreros un 30 por ciento más sobre los salarios que les venían cubriendo.

Después de los movimientos armados y llegado un tiempo de paz para Chiautempan, esta ciudad alcanzó su esplendor, convirtiéndose en una de las ciudades más prósperas de la región del estado de Tlaxcala. Bien podemos definir esa época de prosperidad como la “época dorada de Chiautempan”; pues de pronto se convirtió en una ciudad textilera, donde se producían artículos textiles de excelente calidad, de las muchas fábricas que se instalaron en esta ciudad y, que además, daban trabajo a muchos obreros de Chiautempan y de otros municipios aledaños.

PERSONAJES DESTACADOS DE CHIAUTEMPAN

Quienes hacen la historia de los pueblos son las personas, hombres o mujeres, que

por sus actos heroicos, aportaciones de carácter social, político o cultural, dejan

trazos imborrables que las generaciones posteriores siempre recordaremos. En el

caso del municipio de Chiautempan, la historia tiene presente a sus personajes

destacados, desde la época prehispánica, hasta la época contemporánea.

TOCI “Nuestra Abuela o Madre de los Dioses”. Patrona de los textiles y de la salud.

De la época prehispánica. Deidad tutelar de los teochichimecas, pobladores de la

Chiautempan prehispánica. Si bien es cierto que no fue un personaje real, pero

como deidad principal de los teochichimecas, ha dejado su influencia cultural,

traspasando el tamiz del tiempo. Y si fue depuesta por el catolicismo, durante la

época colonial, eso no le ha borrado la influencia cultural que ha perdurado hasta el

presente siglo. Gracias a eso, en pleno siglo XXI, los chiautempenses seguimos

bebiendo el tradicional “tlilmol” o mole prieto. Este alimento era un platillo ritual en

honor a esta deidad. En el presente siglo, el Mole Prieto se sigue bebiendo en las

fiestas en honor a la actual patrona: “Señora Santa Ana”. También se bebe en las

pascuas de Padre Jesús del Convento y de otras fiestas menores. En la tradición

de elaborar textiles, los chiautempenses han sabido preservar ese legado de Toci.

Y en las diferentes etapas históricas de Chiautempan, siempre ha destacado la

actividad textil como una de las principales actividades económicas de estos

pobladores. Con el paso del ferrocarril por Chiautempan, esta actividad, que en un

momento era puramente artesanal, se convirtió en una actividad industrial,

asentándose en esta ciudad, varias fábricas textiles, generando fuentes de empleo.

Por ese motivo, “Toci” seguirá en la memoria de los chiautempenses, ahora como

la “Patrona Cultural”.

DIEGO MARTÍN ZONTLIMATL CHICHIMECATEUTLI. Siglo XV-XVI. Este

personaje fue un gran guerrero; su historia comienza cuando el ejército español libró

una batalla con los tlaxcaltecas, en lo que hoy es “El Salvador Tzompantepec”;

arrebatando a un español su estandarte. Por sus actos valerosos, se le concedió

fundar Tlalcuapan; actual pueblo del municipio de Chiautempan.

ANTONIO DÍAZ VARELA. Nació en Tlaxco Tlaxcala, en 1772 y radicado en

Chiautempan. Murió el 26 de diciembre de 1969. Personaje polémico, poseedor de

grandes riquezas. Siguiendo el ejemplo de su papá, fue un explotador de los

chiautempenses en los obrajes textiles. Junto con algunos curas católicos, luchó

para que Tlaxcala fuera anexado al estado de Puebla. No lo logró. Murió sin dejar

descendencia y el ayuntamiento se encargó de administrar sus bienes, que eran

muchos. Después de su muerte, se formó el Patronato que lleva su nombre, para

administrar sus propiedades y con sus rentas, ayudar a las esposas de los

artesanos pobres.

JOSÉ AGUSTÍN ARRIETA. Pintor destacado, nacido en la ciudad de Chiautempan

el 29 de agosto de 1803. Desde pequeño se fue con sus padres a vivir a la ciudad

de Puebla de los Ángeles, allá destacó por la maestría de pintar sus bodegones de

manera magistral. Ha sido clasificado en el medio artístico, como un pintor

costumbrista. Murió muy pobre y abandonado en la ciudad de Puebla, el 22 de

diciembre de 1874. Actualmente sus obras son mundialmente conocidas y se han

expuesto en los mejores museos de México.

CHUCHO EL ROTO. Su nombre es Jesús Arriaga. Nacido en esta ciudad de

Chiautempan, en el año de 1858. Su vida se desenvolvió en la época del Porfiriato.

Desde temprana edad descubrió su vocación como justiciero y desde muy joven se

fue a vivir a la ciudad de México para trabajar como carpintero. Allá conoció y se

enamoró de Matilde de Frizac, sobrina de un acaudalado francés, con quien tuvo

una hija de nombre Dolores (Lolita). Don Diego de Frizac lo metió a la cárcel y

después de escaparse de ahí, decidió vengarse, no sólo de él, sino de los ricos

explotadores que vivían en México. Desde entonces, se dedicó a robar a los ricos

para socorrer a los pobres. Murió en la cárcel de San Juan de Ulúa, Veracruz, el 25

de marzo de 1894. De esa historia surgió una obra literaria, de autor anónimo,

titulada “Chucho el Roto” o “La Nobleza de un Bandido Generoso”.

BERNARDO PICAZO TORIZ. Hijo de españoles, dueños de importantes haciendas

en el estado de Tlaxcala. Nació en Chiautempan el 21 de agosto de 1860. Fue un

sacerdote católico, hizo filantropía destinando sumas importantes de dinero en la

construcción de varios templos y obras civiles. De entre las obras que destacan, son

la construcción del templo de Guadalupe, templo del Carmen, la Capilla de Padre

Jesús del Convento, la Plaza de la Soledad, el mercado Hidalgo; obviamente, obras

realizadas con la ayuda del pueblo chiautempense. Murió el 31 de agosto de 1918.

LUIS MUNIVE Y ESCOBAR. Fue el primer obispo de origen tlaxcalteca. Nació en

Chiautempan el 21 de junio de 1920. Gracias a su carisma, logró gestionar con la

ayuda del pueblo tlaxcalteca, la construcción del Seminario de nuestras Señora de

Ocotlán, mejor conocido como el Seminario de la Y griega. Participó en el Concilio

Vaticano II y fue un gran colaborador de S.S Juan Pablo II, actualmente San Juan

Pablo II. En Chiautempan, su tierra natal, comenzó las predicaciones en 1948 de

las tres caídas, en Semana Santa. Gracias a sus predicaciones, la Semana Santa

pronto fue reconocida a nivel nacional como una de las manifestaciones religiosas

más grandes de la República Mexicana. Murió el 25 de mayo de 2001.

JOSÉ MANUEL SALDAÑA. Nació en esta ciudad de Chiautempan el 29 de

noviembre de 1805 y murió el 4 de noviembre de 1886. Fue un gran abogado. En el

estado de Tlaxcala ocupó varios cargos públicos. Luchó, con otros políticos, para

que el estado de Tlaxcala fuera reconocido como estado de la federación, librando

la amenaza que había impuesto Antonio Díaz Varela, de anexar Tlaxcala al estado

de Puebla. Fue gobernador de Tlaxcala y Procurador General de la República.

MAURO ANGULO HERNÁNDEZ. Nacido en Tlaltelulco el 12 de noviembre de 1889.

Antes de 1995 el pueblo de Tlaltelulco pertenecía al municipio de Chiautempan.

Mauro Angulo nació en una familia humilde; destacó desde niño como un buen

estudiante. Sus padres hicieron lo posible para enviarlo a Puebla a estudiar leyes.

Se graduó como abogado y desde muy joven comenzó a ocupar cargos públicos

muy importantes. Fue diputado local, federal, gobernador de Tlaxcala y cuando fue

Senador de la República, lo asesinaron en el D.F. el 17 de febrero de 1948; por

causas que nunca se esclarecieron.

EZEQUIEL M. GRACIA. Nació en Tlaxco Tlaxcala el 12 de octubre de 1891Fue

ingeniero agrónomo. Le tocó vivir parte de la Revolución Mexicana. Desde joven fue

asesor del general Máximo Rojas; simpatizó con las causas sociales de los

campesinos. Viajó por todo el país, desempeñando cargos públicos de gran

trascendencia. En el estado fue varias veces diputado, fue Senador de la República.

En Chiautempan organizó la primera feria comercial, artesanal, ganadera y cultural.

Fue un prolífico escritor de historia. Murió en Chiautempan, el día de su cumpleaños

en 1975.

BERNARDINO LIMA IPATZI. Su origen fue muy humilde. Nació en Chiautempan el

30 de noviembre de 1820 y murió el 4 de noviembre de 1918, en esta misma ciudad.

Desde niño trabajó como ayudante de oficina del párroco de Señora Santa Ana, de

donde aprendió a leer y escribir. Desde temprana edad se convirtió en profesor de

primaria. Adoptó el método rigorista, propio de su época, con el cual se enseñaba a

leer y escribir, bajo el lema: “la letra con sangre entra”. Gracias a sus enseñanzas,

muchos chiautempenses llegaron a ser personajes destacados. Donde actualmente

es el auditorio municipal, ahí existía una escuela primaria con el nombre de

“Bernardino Lima Ipatzi”. Posteriormente esa escuela la cambiaron de sede y tomó

el nombre de la actual primaria “Niños Héroes de Chapultepec”.

ROMÁN SALDAÑA OROPEZA. Nació el 19 de abril de 1886 en Chiautempan. Fue

un destacado profesor e ilustre Chiautempense. Autor de varios libros de historia.

Compuso el Escudo de Armas de Chiautempan. Como político, llegó a ser

presidente municipal, pero por disentir con las ideas del general Máximo Rojas, no

pudo sentarse en la silla presidencial. Vivió la mayor parte de su vida en el Distrito

Federal, donde se desempeñó como profesor e inspector de escuelas primarias a

nivel federal; sin embargo, nunca olvidó sus orígenes chiautempenses y escribió

poesías relacionadas a la cultura de nuestro municipio. Murió el 27 de junio de 1995.

PETRA MÁRQUEZ. Nació en 1889 en Chiautempan. Desde los trece años de edad

se dedicó al ejercicio de la docencia. Trabajó como maestra en varios municipios de

Tlaxcala, incluso llegó a dar clases en el estado de Hidalgo. A su regreso, siguió

dando clases en la escuela de niñas del municipio. Tanta fue su pasión por enseñar,

que convirtió su casa en escuela. Era respetada por la forma de enseñar; entre la

población había la amenaza de los padres para con sus hijos: “sino estudias, te

mandamos con Petra Márquez”. Entre sus ex alumnos corría la frase: “me pegó,

pero me enseñó”. No sólo enseñó las materias escolares, sino también, “artes y

oficios”. Murió el 11 de marzo de 1978.

ENRIQUE TEMOLTZIN ROCHA. Nació en la ciudad de Chiautempan, el 15 de

agosto de 1903. Fue un gran empresario, el fundador de la “Fábrica de Hilados y

Tejidos La Luz”. Fue el empresario de esta ciudad de Chiautempan, que superó a

los empresarios españoles y franceses. Su trato fue humanitario con los

chiautempenses. De su peculio, realizó varias obras en esta ciudad. Fue presidente

municipal, pero no terminó su período, por discordias políticas. Fue el dueño del

famoso “Cine Santa Ana”; en aquel tiempo, fue el centro de espectáculos más

grande del estado de Tlaxcala, con una capacidad de 2400 personas, cómodamente

sentadas. Murió el 4 de agosto de 1964.

AMBROSIO MARTÍNEZ PAREDES. Fue uno de los personajes ilustres que nació

de una cuna humilde, en el barrio de Texcacoac, Chiautempan el 7 de diciembre de

1917. Fue obrero durante 25 años. Después, se dedicó al estudio de la contabilidad,

obteniendo excelentes calificaciones. Logró hacer su propia escuela, nombrándola

“Academia comercial Martínez”. En su Academia las señoritas se graduaban como

Secretarias Ejecutivas y los jóvenes, como Contadores Privados. Gracias a la

Academia, los jóvenes de esa época lograron competir en nuevos terrenos

laborales, convirtiendo a muchos en gerentes de bancos, gerentes de empresas

industriales, gerentes de comercios y en maestros de esa misma Academia. Murió

el 6 de octubre de 1991.

VICENTE IPATZI MENDOZA. De origen humilde, Nació el 22 de enero de 1924 en

Chiautempan. Logró destacar como cantante barítono. Su talento fue descubierto

por el cura párroco de Señora Santa Ana, que al escucharlo cantar en el grupo de

la Acción Católica, notó su privilegiada voz. Ahí le enseñó a cantar con partituras y

después de un tiempo comenzó a destacar en la sociedad tlaxcalteca cantando

canciones de Agustín Lara, de Jorge Vargas y de los demás artistas de su tiempo.

Ganador de un concurso de canto en la ciudad de Puebla. En Tlaxcala se

presentaba en los teatros Xicohtencatl y Matamoros; y en los eventos culturales

donde se presentaban los gobernadores. Murió el 20 de junio de 1986.

MIGUEL HERNÁNDEZ LÓPEZ. Oriundo de la ciudad de México, pero radicado en

la ciudad de Chiautempan. Fue uno de los mejores médicos que ha tenido el

municipio. Llegó a esta ciudad desde muy joven. Se dedicó a hacer filantropía, pues

socorría a la gente pobre, no cobrándoles la consulta y, en ocasiones, les regalaba

también la medicina. Fue el primer médico en Chiautempan que tuvo el primer

equipo de rayos X. Por el inadecuado uso de su máquina, el doctor Miguel

Hernández enfermó y posteriormente regresó a la ciudad de México para curarse

Desafortunadamente, nunca regresó. Murió el 8 de abril de 1965, en el D.F.

ROSARIO CRUZ GONZÁLEZ. Nació en la ciudad de Chiautempan el 4 de junio de

1919. Se le conoció como la doctora Chayito. La piedad que en vida le caracterizó,

la adquirió desde su tierna infancia en el Colegio Esperanza, de las madres

adoratrices de esta misma ciudad. Aprendió de su papá la medicina homeópata y

después de casarse con el profesor Federico Ramírez Guerrero, fue una esposa y

madre de familia amorosa. Se dedicó plenamente al ejercicio de la medicina

homeópata, con la característica de tratar con mucho cuidado a sus enfermos. Se

especializó en los niños, sin descuidar a los adultos. Se destacó por brindar un trato

amable y cariñoso a la gente humilde. Por eso se le conoció como la “doctora de los

pobres”. No cobraba por sus servicios a la gente que no tenía para pagarle. Murió

en paz el 9 de julio de 1993.

SÍNTESIS CRONOLÓGICA DE HECHOS HISTÓRICOS

En el año de 1380, aproximadamente, se considera la fecha en que los

teochichimecas se asentaron en Cuahuixmatlac.

Posteriormente, en 1384 los teochichimecas fundan los primeros seis barrios a la

orilla de la ciénega, es decir, Chiautempan.

El 13 de mayo de 1524, arriban a Tlaxcala los primeros 12 frailes franciscanos,

dirigidos por Fray Martín de Valencia; esa fecha también es considerada como el

día en que llegan a Chiautempan y derriban el teocalli dedicado a “Toci”. Y suben a

las faldas de la Matlacueyetl a derribar el teocalli dedicado a Tláloc.

En 1525 se comienza la edificación de la Ermita, primer templo católico en

Chiautempan. Su construcción se termina en 1538.

Para 1539, los franciscanos enseñan a los naturales a trabajar en el telar de

pedales. Sustituyendo al de cintura. Comienza el sincretismo cultural.

El 2 de septiembre de 1591, los chiautempenses llegan a saltillo Coahuila. Para

entonces, estaban bajo las órdenes del Señorío de Tizatlán. El nombre de aquél

lugar deriva del típico saltillo de Chiautempan.

En 1600, es el año en el que se considera el inicio de la explotación humana, por

parte de los españoles a los naturales de estas tierras, en la producción textil y en

la agricultura.

En el año de 1876 inicia la educación laica en el municipio. Se traslada la escuela

de la casa parroquial a la calle Ignacio Picazo y Oliva.

El 16 de septiembre de 1887 es inaugurado el Mercado cerrado en Chiautempan.

A iniciativa de don Miguel S. Lima, parten a Paris, a la Exposición Universal de Arte

de 1889, varios chiautempenses, donde exhiben sus productos textiles y ganan

reconocimientos. La medalla de oro se la trae don Teódulo Durán.

1895 se establece la primera fábrica de hilados la Xicohtencatl.

El 30 de enero de 1897, es inaugurado el Panteón municipal del Carmen, con la

asistencia de los poderes del Estado y del municipio. El terreno fue donado por el

ex gobernador, Don Próspero Cahuantzi.

En 1900, la primera fábrica textil emplea, por primera vez, energía eléctrica, en vez

de vapor.

En 1900 se inicia la construcción de la fábrica la Estrella, quién será una de las más

importantes de Chiautempan. En 1905 comienza a funcionar.

La Revolución de 1910 hace que Chiautempan se incorpore al movimiento

revolucionario. Los chiautempenses quedan divididos en Villistas, Carrancistas y

Zapatistas

En 1912 es inaugurado el alumbrado público de Chiautempan, sus calles céntricas

son las mejor iluminadas.

El 1 de noviembre de 1914, Venustiano Carranza visita Tlaxcala, siendo el primer

jefe de la revolución.

El 20 de febrero de 1915, por órdenes del general Máximo Rojas, Chiautempan se

convierte en ciudad y posteriormente, en capital del estado, trasladándose el

despacho del gobierno y la comandancia militar. En aquellos días la ciudad de

Tlaxcala no es segura para seguir siendo la capital, ya que era constantemente

atacada por los revolucionarios.

En 1915, el revolucionario Domingo Arenas, toma por sorpresa a la ciudad de

Chiautempan, además de otras ciudades y municipios de Tlaxcala. También se elige

como paredón de ejecución, el muro oriente del ex cementerio de la iglesia de

Xaltipa, es decir, del templo de la Soledad.

En 1916 surge el “Papelote”, es decir, un escrito de denuncia popular, de manera

burlesca, que se lee hasta nuestros días, en el remate del Carnaval.

En 1918 ocurre una enfermedad mortal en Chiautempan llamada “influenza

española”, mueren más de dos mil personas. No hay suficientes féretros para tantos

muertitos.

En 1926 comienza la era del trasporte público de Chiautempan a Tlaxcala. Los

primeros emprendedores de este servicio son los hermanos Patiño.

En 1942 se realiza la primera exposición regional, agrícola, ganadera, industrial y

cultural de Chiautempan. Uno de sus principales organizadores es el ilustre

ingeniero Ezequiel M. Gracia. Esa primera feria fue todo un éxito y fue inaugurada

por el gobernador Manuel Santillán.

En 1948, el obispo de Tlaxcala, Luis Munive y Escobar comienza sus famosas

predicaciones en Chiautempan, en las tres caídas de la Semana santa. Esto dará

origen a una de las manifestaciones religiosas más grandes del país; la imagen de

Padre Jesús del Convento será aún más venerado por los chiautempenses.

El 14 de diciembre de 1949 Chiautempan se eleva a categoría de ciudad, siendo

gobernador el licenciado Rafael Ávila Bretón y presidente municipal, don Maurilio

Blanco.

FECHAS MEMORABLES DE CHIAUTEMPAN PARA CONSTITUIRSE COMO

MUNICIPIO

1820 Chiautempan se convierte por vez primera en ayuntamiento, funcionando con dos alcaldes, dos síndicos, y ocho regidores electos.

El 12 de agosto de 1857 Siendo gobernador el ilustre Chiautempense José Manuel Saldaña, los ayuntamientos son gobernados sólo por un presidente municipal, un síndico y varios regidores.

A partir de 1864, en época del imperio, el país fue dividido en 50 departamentos. Tlaxcala, a su vez, fue dividido en 3 distritos que se integraban por 27 municipalidades. Chiautempan fue una de dichas municipalidades y comprendía los siguientes pueblos y barrios: Santa Ana Chiautempan (cabecera), La Magdalena Tlaltelulco, San Francisco Tetlanohcan, San Pedro Tlalcuapan y San Bartolomé Cuahuixmatlac. Con las siguientes haciendas: de Tochapa, San Antonio Mena, Tzitzimapan, Tepetlapa.

EL TREN EN CHIAUTEMPAN

EL 1 de junio de 1869 se inauguró el primer tramo ferroviario de Apizaco a

Chiautempan.

El 16 de septiembre de 1869 Benito Pablo Juárez García, arribó a Chiautempan

para inaugurar la estación del ferrocarril, del tramo ferroviario que va de Apizaco a

Puebla. Juárez fue recibido por Guillermo Valle, quien era gobernador de Tlaxcala.

1873 Chiautempan y Tlaxcala quedan comunicadas a través del ferrocarril urbano

de tracción animal y tranviario.

1882 el 15 de septiembre Se proyecta la circulación de los primeros tranvías de

tracción animal con ruta en esta zona de Chiautempan a Tlaxcala. En 1883 se pone

ya en funcionamiento.

1886 Además de Chiautempan, el ferrocarril de Tlaxcala llega a San Pablo

Apetatitlán, con una total de 8, 391 metros.

LA INDUSTRIA TEXTIL

Producto del legado cultural de la diosa Toci, es la elaboración de textiles en

Chiautempan. El siglo XX representó la época de oro de la producción textil en el

municipio, gracias a la combinación del paso del tren por esta ciudad. También, por

la construcción de varias fábricas textiles en nuestro municipio. En un primer

momento, la producción textil dio trabajo a muchas personas, no sólo de

Chiautempan, sino también de otros municipios, principalmente de Contla. En ese

tiempo, el municipio logró colocarse como uno de los municipios más prósperos de

Tlaxcala.

EL MOLE PRIETO

El “tlilmol” o Mole Prieto tiene su origen en el culto a la deidad prehispánica Toci.

Actualmente, es un platillo emblemático de los chiautempenses. En noviembre de

2016 fue declarado patrimonio cultural e inmaterial del estado de Tlaxcala. Este

alimento se consume en las principales festividades que se celebran en

Chiautempan; sobre todo, en la fiesta patronal de Señora Santa Ana y en las

Pascuas de Padre Jesús del Convento.

LAS FIESTAS DEL CARNAVAL

No sólo las camadas de huehues que bailan las cuadrillas, son lo más destacado

de las carnes tolendas. La invención del tradicional “Papelote”, que es una denuncia

escrita, de manera burlesca, que denuncia los abusos de políticos, comerciantes,

sacerdotes católicos, etc. elaborada por los chiautempenses, es lo que ha dado

identidad a Chiautempan y que se lee en el remate del carnaval. Esta manifestación

cultural es única en la región del estado de Tlaxcala; incluso otros municipios han

tratado de imitar este “Papelote”, pero no tienen el mismo resultado; pues para estas

artes, los chiautempenses son expertos.

LA SEMANA SANTA

Una de las figuras religiosas más emblemáticas de los chiautempenses, es Padre

Jesús del Convento. Gracias a las predicaciones del obispo Luís Munive y Escobar,

quien es originario de esta misma ciudad, se logró que la Semana Santa sea una

de las manifestaciones más atractivas de religiosidad popular en el país.

LA FERIA PATRONAL DE SEÑORA SANTA ANA

La primera feria patronal de Chiautempan, que se tiene registrada, ocurrió en 1886

y se llamó Ihuitl tepantlato, Tiamicpan o tianquispan. En ese año, en reunión de

cabildo, se propuso que la feria se hiciera en la orilla del atrio del convento.

En 1942 se realiza la primera exposición regional, agrícola, ganadera, industrial y

cultural de Chiautempan. Uno de sus principales organizadores es el ilustre

ingeniero Ezequiel M. Gracia. Esa primera feria fue todo un éxito y fue inaugurada

por el gobernador Manuel Santillán.

Posteriormente, en 1977 esta feria adquirió el nombre de “Feria Nacional del

Sarape”. Y es una de las ferias más importantes de la región de Tlaxcala. En ella se

exhiben los mejores textiles que se elaboran en Chiautempan. Actualmente cuenta

con su nuevo recinto ferial, ubicada en el barrio de Texcacoac.

FIESTA DE TODOS SANTOS

En diferentes momentos de la historia de nuestro país, hemos recibido todo tipo de

influencia cultural externa. En el inicio de la colonia española, se prohibieron

muchas de las tradiciones de nuestros ancestros; la mayoría se fundieron con las

tradiciones traídas del viejo mundo; creándose de este modo, un sano sincretismo

cultural y religioso. En el caso de la fiesta de “Todos Santos”, el catolicismo intentó

disfrazar esta manifestación religiosa y popular de nuestros ancestros, incluso,

intentó quitarla si fuera posible, bajo el argumento de que esas manifestaciones

eran paganas, pero no lo logró. Esta tradición del culto a los muertos, ha pervivido

hasta el día de hoy y a pesar de invasiones culturales en este siglo XXI, como es

el caso del hallowen de Norte América, ha sabido resistir la cultura de Chiautempan

y ha superado estas influencias, consumiendo lo que ha producido la cultura

mexicana. Es por ello que las familias chiautempenses ponen sus ofrendas para sus

difuntos, bajo la creencia de que en los últimos días de octubre y los primeros de

noviembre, sus familiares difuntos vienen a visitarlos y por eso les ponen todo tipo

de alimentos, velas, flores de zempoalxóchitl, agua, dulces, el retrato y la tradicional

calaverita hecha con chilacayote o calabaza. Lo realmente extraordinario de esta

festividad, es que el año pasado (2017) se vio desplazada y menospreciada la

cultura del hallowen, pese a que en los jardines de niños ya se había hecho casi

oficial este festejo. Ahora se puede contemplar en la noche del primero de

noviembre, por las principales calles de la ciudad de Chiautempan, un magno desfile

de calaveras vivientes, asimilando a las “Catrinas” del artista mexicano José

Guadalupe Posadas. Lo interesante es que se ha despertado esa sana pasión por

el bien vestir y el bien pintarse los rostros de catrina o catrín. A todo esto se le suma

el vestuario, el cual se distingue por verse adornado de los tradicionales saltillos

típicos de esta región, orgullosamente elaborados por nuestros artesanos

chiautempenses. Es maravilloso ver a familias enteras, unidas y caminando por las

calles, luciendo orgullosamente su disfraz de catrina o catrín. Desde los niños en

brazos, jóvenes y hasta adultos mayores, todos en sana convivencia, presumen sus

atuendos de catrinas; presumiendo su cultura mexicana.

LAS LUCES DE NAVIDAD

La religión predominante en Chiautempan es la que deriva directamente del

Catolicismo. Por tal motivo, el nacimiento de Jesús es una de las manifestaciones

religiosas más sublimes que se celebra en el tiempo de Adviento y Navidad, dentro

del calendario litúrgico. En el centro de la ciudad de Chiautempan ya se estila

montar un gran escenario, donde se representa el nacimiento del Niños Jesús. Para

esto, ya se destinó un día de diciembre para el “Encendido de las Luces del Árbol

de Navidad”. Y cada vez se le van agregando más cosas a este evento, que ya se

ha convertido en un espectáculo multitudinario. El año pasado se montó un castillo

lleno de luces de 15 metros de altura, sobre el kiosco de la plaza Juárez. Ante las

figuras luminosas, la gente de Chiautempan y los turistas, se toman la “fotografía

del recuerdo”. Pero esto no termina aquí, porque a mediados de diciembre, en el

pueblo de San Pedro Tlalcuapan, los pobladores de ese lugar se organizan para

adornar las fachadas de sus casas con luces multicolores, premiándose a las

mejores casas adornadas, con los mejores nacimientos navideños. Este evento

cultural ha dejado de ser solo de consumo local, pues ahora es conocido a nivel

estatal y nacional. Y además se ha convertido en un fenómeno cultural y una fuente

de atracción turística.

CHIAUTEMPAN TLAXCALA A 1 DE JUNIO DE 2017

SIXTO IPATZI PÉREZ

CRONISTA MUNICIPAL