Upload
raul-natanael-hildt
View
216
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
1/17
Universidad Nacional de Buenos Aires Facultad de Psicología
Teoría y Técnicas de Exploración y Diagnóstico PsicológicoMódulo II – Cátedra II
Titular: Lic.Teresa Ana Veccia
Lic. Eduardo Daniel Levin
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
2/17
VARIABLES INTERVINIENTES EN LA EVALUACIÓN DEL PROCESO PSICODIAGNÓSTICOLic. Eduardo Daniel Levin
Introducción
Cuando hablamos de las variables que intervienen en la evaluación
de un material, solemos hablar de una multiplicidad de factores que
inciden en dicha acción. Ellos podrían ser condensados en cuatro grandes
aspectos:
1. Las características y capacidades relevantes del sueto
entrevistado.
!. Los obetivos que persiguen la implementación de las t"cnicas
au#iliares de diagnóstico y el proceso psicodiagnóstico en
general.
$. La confiabilidad y valide% de las t"cnicas de evaluación a
administrar.
&. La formación y los rasgos del entrevistador.
Los características y capacidades relevantes del entrevistadotienden a plantearnos por sobre todas las cosas, aquellos ítems
necesarios a tener en cuenta en el momento de dise'ar y aplicar un
proceso psicodiagnóstico. (os estamos refiriendo aquí, por eemplo, la
edad, procedencia, nivel de educación sistem)tica obtenida, ambiente
sociocultural y económico, y por supuesto, todo tipo de discapacidades
físicas o funcionales que pudiera llegar a poseer.
*ara ser m)s específico: debemos tener muy presente sí el sueto
llega a entender claramente lo que le solicitamos llevar a cabo,
asegurarnos que nos oye bien, que su visión es la apropiada y por
supuesto, que no tenga ninguna otra discapacidad o dificultad en su
motricidad.
La consigna del Cuestionario +esiderativo, la solicitud para que
realice el gr)fico de amilia -in"tica, o bien que elabore una historia
en base al estímulo de las l)minas del est de /elaciones 0betales,
requieren de determinadas habilidades que, de no poder ser implementadas
efectivamente, influir)n significativamente en el diagnóstico.
in la debida atención sobre estos ítems, muy probablemente
nuestras hipótesis diagnósticas resultarían desacertadas y leanas a una
fiel comprensión acerca de su estructura de la personalidad.
En cuanto a los obetivos que persiguen la implementación de las
t"cnicas au#iliares, estos deben ser claramente conocidos por el e#perto,
pues así podr) replantearse 2previo a su aplicación2 no sólo las )reas a
e#plorar sino tambi"n, sí dichas t"cnicas a utili%ar ser)n las apropiadaspara las capacidades que presenta ese sueto entrevistado.
3lgo similar ocurre en cuanto a la implementación del proceso
psicodiagnóstico, ya que, m)s all) de la elección de las t"cnicas a
administrar, se deber) tener en cuenta la actitud que el sueto adopte en
relación a ello y los intereses personales sobre el mismo.
2
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
3/17
4magínense aquella persona que, de acuerdo al resultado que reflee
el informe del profesional, se advenga favorecido o desfavorecido de su
causa
Encontramos muy diversas variantes a la hora de anali%ar un
material psicodiagnóstico, en particular, cuando del )rea forense se
trata. 5allamos, por eemplo, suetos que buscan resolver la tenencia de
sus hios. Estos suetos intentar)n por todos los medios posibles,
mostrar aquellos rasgos m)s loables de su ser, mientras que el otro
progenitor intentar) demostrar lo contrario.
ambi"n hallaremos aquellos otros que, afectados de un grave
accidente en la vía p6blica, tender)n a magnificar los da'os psicológicos
obtenidos a raí% de ese hecho, en aras de poder sacar un mayor beneficio
a nivel económico. 0 bien suetos que descreen de la psicología y en
forma constante, desvalori%an la tarea manteniendo una actitud reticente.
in embargo, no es sólo en el )mbito forense donde suelen
presentarse obst)culos de estas características. /ecuerdo un paciente de
!7 a'os, el cual se hallaba en tratamiento pero que, a pedido de un
neurólogo, debió concurrir con otro profesional para que le sea
administrada la t"cnica de /orschach. u reticencia fue tal, que no sólono había colaborado con la tarea, produciendo muy acotadas respuestas,
sino que adem)s mantuvo una actitud desafiante y despectiva para con el
profesional derivado. Evidentemente mostró una faceta diferente a la que
venía trabaando en su terapia, por lo cual las inferencias que pudieron
vislumbrarse en esa instancia fueron de relativa fidelidad.
En cuanto a los dos 6ltimos puntos se'alados al comien%o de esta
sección, en relación a la confiabilidad y valide% de las t"cnicas a
aplicar, y la formación y rasgos del entrevistador, ellos ser)n abordados
oportunamente a lo largo del trabao. 3simismo, sugerimos tambi"n
remitirse al te#to e#puesto por la *rof. 8eccia1 en el Libro 9+iagnóstico
de la *ersonalidad.
Acerca de la interpretación
3hora bien, adentr)ndonos al )pice de este trabao, comen%aremos
anali%ando el t"rmino “interpretación”; t"rmino que suele traer
apareados algunas confusiones de acuerdo al marco teórico en el cual se
encuentre enunciado.
Comencemos, entonces, despeando y esclareciendo sus
especificidades.
abemos bien que desde una lectura psicoanalítica, partiendo del
+iccionario de Laplanche! el concepto de interpretación toma el siguiente
car)cter:
"...Es una deducción, por medio de la investigación analítica, del
sentido latente existente en las manifestaciones verbales y de
comportamiento de un sujeto.
1 Veccia, T.A. 2!!2" Diagn#stico de la Personalidad, Buenos Aires, Ed. Lugar. ;pp.!!, !$, !< y !=>
2 La$lanc%e & Pontalís, 1''(" Diccionario de Psicoan)lisis, Buenos Aires, Ed. Paid#s
*
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
4/17
aca a la lu! las modalidades del conflicto defensivo y apunta, en
ltimo t#rmino, al deseo $ue se formula en toda producción del
inconciente. En la cura, es la comunicación %ec%a al sujeto con miras a
%acerle accesible este sentido latente, segn las reglas impuestas por la
dirección y la evolución de la cura".
?ueda claro que aquí se se'ala un concepto específico de la tarea
analítica y no estrictamente de lo que nosotros tomamos en consideración
cuando debemos darle un sentido y una lógica a un material perteneciente
al psicodiagnóstico.
3dentr)ndonos al tema de la interpretación, podemos comen%ar
citando algunos de los autores que han estado trabaando sobre el mismo.
e'ala @aranger$ que "todo material es susceptible de una multiplicidad
de interpretaciones segn el sistema de referencia utili!ado. &na
interpretación es una opción, una lectura posible de un material no
necesariamente unívoco."
*or otro lado nos indica L. Levy& que "la interpretación psicológica
consiste en poner en juego, dentro de una situación particular, un nuevo
marco de referencia, un nuevo sistema de lenguaje, una nueva teoría. 'omoresultado de ello se generan declaraciones específicas sobre la
situación( )a interpretación presenta dos aspectos fundamentales* )a
simple traducción, y la formulación de proposiciones cuyas consecuencias
son potencialmente comprobables."
3grega luego: "El manejo interpretativo del material clínico no se
basa en la aplicación de ninguna regla mec+nica sino $ue descansa
fundamentalmente en la %abilidad del psicólogo para encontrar e integrar
indicadores significativos. e a%í $ue no sólo indican el marco teórico
$ue #ste maneje y su experiencia clínica, sino tambi#n las
características de su personalidad y su estilo cognitivo."
Entendemos, entonces, la e#istencia de dos ees fundamentales: el
an)lisis del material específico, y las características que deben ser
tenidas en cuenta en referencia al entrevistador.
/elacionado con esto 6ltimo, Levy especifica a6n m)s acerca del rol
del psicólogo, diciendo: ")a apertura del clínico a su propia y
discriminada experiencia interna, su capacidad emp+tica, el manejo de su
contratransferencia y su sensibilidad para captar indicios sugerentes en
el material clínico, son factores relevantes en su %abilidad para %acer
juicios acerca de la experiencia interna de otros."
Ello indica que, adem)s de los conocimientos y aportes científicos
que un material requiere para su adecuado an)lisis, la formación y los
rasgos del propio entrevistador son verdaderamente influyentes en la
elaboración de hipótesis diagnósticas.
En reiteradas oportunidades, los alumnos suelen preguntarse acerca
de la autenticidad y la obetividad interpretativa a la hora de anali%ar
* Baranger, ! "#$%&' (Métodos de o)*eti+ación en la in+estigación psicoanalítica(! A+orrortu. Bs.As., 1'!
- e+y, eón "#$-#' (a interpretación psicológica(. /ondo de Cultura Econó0ica! México!
-
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
5/17
y elaborar inferencias con un determinado material, sobre todo cuando de
t"cnicas proyectivas se refiere.
3lgunas de las preguntas frecuentes que suelen hacernos son: 9ACómo
puedo saber cu)n e#acta es la inferencia que puedo llegar a reali%ar,
sabiendo que de acuerdo a qui"n sea que est" llevando a cabo la
evaluación, diferiría la inferenciaB A*or qu" no e#iste mayor certe%a al
momento de evaluar una t"cnica proyectiva, mientras que en las t"cnicas
psicom"tricas, ello sí es posibleB.
En cierta forma es cierto que en el momento de interpretar una
t"cnica, un indicador no siempre nos lleva a enunciar una determinada
inferencia. La pobre%a que puede mostrar un gr)fico determinado, no puede
remitirnos a elaborar hipótesis que enmarquen solamente desestructuración
yoica o desmoronamiento psíquico. ampoco podemos pensar que quien dibue
una nari% pronunciada en la figura humana, se est" así evidenciando
solamente sus problem)ticas se#uales o sea un mero símbolo f)lico.
A*or qu"B En el primer eemplo, porque muchas personas que padecen
de una carencia a nivel de estimulación sociocultural y de una educación
primaria sistem)tica, pueden llegar a fallar al momento de tener quereproducir gr)ficos solicitados. 3sí tambi"n, un indicador puede referir
m)s de un significado posible. uchas personas padecen de problemas
respiratorios e inclusive pudieron haber recibido un golpe en su nari% y
haber quedados sensibles ante todo ello.
Dna ve% introducido el t"rmino interpretación, se inicia luego la
complea tarea de reorgani%ar y categori%ar las interpretaciones para la
confección de hipótesis diagnósticas.
Criterios para la construcción de hipótesis diagnósticas
*ara poder desplegar m)s e#tensamente este importante ítem, nos
adentraremos a la conceptuali%ación que reali%ó /oy chafer acerca de la
construcción de inferencias e hipótesis diagnósticas.
El ha sugerido plantear dicha construcción sobre la base de seis
criterios, los cuales nos permitir)n una mayor adecuación de las mismas.
+ichos criterios enunciados son los siguientes:
1. En el an)lisis de un material, debe haber suficiente evidencia para su
interpretación.
!. La profundidad de la interpretación que se realice debe corresponderse
al material que se encuentra disponible.
$. Cuando sea posible, la forma manifiesta de las tendencias
interpretadas deben ser especificadas.
&. +ebe hacerse una estimación de la intensidad de cada tendencia
interpretada.
. 3 la tendencia interpretada se le debe asignar una posición er)rquica
dentro del cuadro total de la personalidad.
/oy chafer
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
6/17
F. +eben ser especificados tanto los aspectos adaptativos como
patológicos de la tendencia interpretada.
3hora bien, si bien chafer habla de estos seis criterios, aclara,
sin embargo, que no necesariamente deben estar presentes todos ellos en
este proceso interpretativo. +icho con sus propias palabras: “Es una
interpretación ideal; empero una interpretación debería reunir por lo
menos suficientes criterios para tener un sentido...".
Comen%aremos, entonces, a desplegar cada uno de ellos.
1. Debe haber suficiente evidencia para la interpretación.
A3 qu" nos referimos cuando hablamos de 9suficiente evidenciaB
Cuando se sostiene que cada l)mina perteneciente a alguna de las t"cnicas
narrativas posee un determinado significado, y tomamos este concepto
independientemente de lo que el paciente diga, corremos el riesgo de
producir un error grave interpretativo. Como lo se'ala chafer “(allí
estamos volando a ciegas( estamos cometiendo serios errores psicológicos
y ellos son*a. como si las funciones defensivas y adaptativas no se pusieran en
juego,
b. como si no %ubiese im+genes relativamente neutrales disponibles para
el paciente,
c. como si pudiera %aber sólo un significado din+mico para esa l+mina o
+rea en cuestión,
d. como si una tendencia estadística fuese lo mismo $ue una correlación
perfecta,
e. como si no existieran diferencias individuales”.-
Ello no significa, evidentemente, que la evitación, o bien la
manifestación de que algo le resulta perturbador para el sueto, puedan
estar indicando características comunes a una masa de individuos.
Lo cierto es que, detr)s de cada estudio y cada t"cnica e#iste un
sueto que, a trav"s de su propia historia, su recorrido cultural y sus
preocupaciones actuales, proyecta en todo material, parte fundamental de
su realidad psíquica.
+entro de esta misma línea, las diferentes reacciones, shocGs y
perturbaciones que pueden presentarse en el sueto, responden a una
variable gama de posibilidades en cuanto a su significado e
interpretación.
in tentarnos a caer en la conocida frase del HdependeH, estamos
afirmando aquí, que e#iste una multiplicidad de factores y de elementos a
tener presente en el momento de tomar una dirección interpretativa.
*or eemplo, dentro de las l)minas del /0, la l)mina 3$I=J tiende
a favorecer esencialmente, la proyección de aspectos fantaseados
referentes a la autoridad y a aspectos superyoicos. in embargo,
reiteradas veces encontramos suetos que, de acuerdo al momento que se
encuentren atravesando, crean historias que poco tienen que ver con el
estímulo original.
( /oy chafer
(
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
7/17
/ecuerdo una paciente que estaba atravesando un duelo por la
p"rdida de su marido en la vía p6blica, y relataba en esta l)mina una
historia referida a un accidente en la calle, con personas que se
encontraban rodeando al accidentado. +icho relato, el cual se desdibuaba
de su contenido tradicional, ponía en evidencia 2una ve% m)s2 el hecho
traum)tico padecido con su marido. 36n así, se puso en relieve cómo las
percepciones pasadas influyen notoriamente en la percepción presente.
0tro eemplo de este concepto, y ubic)ndonos ya dentro de las
t"cnicas gr)ficas, lo hallamos por parte del entrevistador cuando debe
resolver una dificultad en cuanto a la elaboración de hipótesis
diagnósticas.
recuentemente encontramos indicadores que pueden remitirnos a
cuadros psicopatológicos, como por eemplo la KtransparenciaK, la
Kdesorgani%ación de una figuraK, la notoria precariedad en un gr)fico,
indicadores que, de seguir ciegamente, dearíamos de considerar la
totalidad del material, la subetividad del paciente, y hasta el nivel
cultural alcan%ado por el mismo.
En estos gr)ficos que presentamos a continuación Igr)ficos
pertenecientes al est r)fico del 5* ;Casa23rbol2*ersona>, observando
las pautas formales y de contenido gr)ficos, podríamos llegar a efectuar
interpretaciones HsalvaesH, desconte#tuando la propia subetividad del
entrevistado.
in embargo, teniendo en cuenta su analfabetismo, la baa
estimulación del medio que lo rodea y las características predominantes
del sueto, estos gr)ficos nos llevan a replantear las hipótesis
diagnósticas que tenderíamos a esbo%ar.
Estos gr)ficos pertenecían a un adulto de $ a'os. 5abía cursado
hasta segundo grado de la escuela primaria. u nivel socioeconómico era
muy bao, viviendo en una casilla unto con sus suegros. +urante las
entrevistas mantuvo escasa manifestación gestual y de e#presión de susemociones. ambi"n mantuvo dificultad en el despliegue de asociaciones y
dentro del campo de la fantasía.
odos estos datos resultan ser esenciales a la hora de elaborar
nuestras hipótesis diagnósticas, inclusive para el momento anterior a la
elaboración de estrategias de abordae e implementación de t"cnicas
au#iliares. A*or qu"B *orque considerando la historia vital del sueto,
podremos evaluar con mayor e#actitud qu" tipo de t"cnicas requeriremos,
/
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
8/17
cu)les ser)n m)s efectivas para implementar, sobre todo para que el
propio sueto pueda llegar a resolverlas en forma efica%.
0tro caso similar que podemos
anali%ar, lo hallamos en la figura &,
a trav"s del gr)fico del )rbol. En "l
observamos cierta transparencia en su
base y un dise'o sumamente fr)gil y
precario. El sueto que lo reali%ó,
de FF a'os de edad, no tuvo educación
sistem)tica y su nivel intelectual
era sumamente acotado. in embargo,
constantemente ante una dificultad,
argumentaba diciendo: “(í %ubiese
sabido $ue tenía $ue %acer esto,
lo %ubiese preparado antes("; frase
que tendía a cubrirlo de aquella
imposibilidad ante el pedido del entrevistador.
ambi"n pueden verse una situación similar al administrar el
Cuestionario +esiderativo ;"cnica verbal> y encontrarse con respuestastales como “o s#( no se me ocurre( nunca lo %abía pensado( /e gusta ser
una persona %onrada( /e considero una persona creyente(, etc.”.
+esde la metodología de interpretación de esta t"cnica, uno podría
enunciar que se trata aquí de un fallo en la primera defensa
instrumental. in embargo, esto no siempre puede llegar a ser considerado
así, pues muchas veces ocurre que en verdad, el sueto no llegó a
interpretar lo que le estamos pidiendo o bien no llegó a escuchar bien la
consigna planteada.
*or ello es sumamente importante tener presente las capacidades del
sueto, su nivel cultural, y la transmisión de las consignas, ya que
reiteradas veces observamos dificultades que no son e#clusivamente
propias del entrevistado, sino del propio administrador.
Con estos eemplos, tendemos a desplegar el concepto de que un solo
indicador no puede ser el constructor de una hipótesis diagnóstica.
+ebemos tener una serie de indicadores que confluyan y reafirmen la
persistencia de una inferencia.
2. La profundidad de la interpretación debe corresponder al material
disponible.
Como se'ala chafer, “()a interpretación propia del test, no
debería empujarnos m+s all+ del nivel de la defensa... se pueden observar
esfuer!os defensivos contra tendencias pulsionales, pero es e$uívocoredactar los informes de los test como si, por ejemplo la "analidad"
fuera vista en un protocolo del test(”.
A?u" nos est) indicando este criterioB (os advierte sobre el grado
de 9profundidad que podemos llegar a alcan%ar por medio de la aplicación
de las t"cnicas au#iliares. Es probable llegar a inferir sobre un
determinado rasgo de car)cter que tiende a manifestarse m)s
insistentemente, llev)ndonos a inferir así una determinada tendencia
pulsional, pero no podemos abordar sobre lo pulsional propiamente dicho.
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
9/17
3firmar que un gr)fico, por eemplo, nos remite a considerar su
compleo de Edipo, sus tendencias homose#uales, o su marcada falicidad,
nos encamina a una dirección sumamente fr)gil y sinuosa.
Las t"cnicas de evaluación psicológica, y las t"cnicas proyectivas
en particular, nos permiten acercarnos a la concepción de rasgos de la
estructura de la personalidad, no a estratos profundos del psiquismo.
3l decir de chafer: “(Es e$uívoco redactar los informes de los
test como si la analidad fuera “vista” en el protocolo del test(”.
Dniendo este ítem con el primer criterio planteado, podríamos
plantear el siguiente eemplo. i tomamos un indicador gr)fico como ser
el de una figura masculina con una espada en la mano, este no sería un
ítem suficiente como para afirmar su tendencia s)dica e inclusive llegar
a plantear el predominio de la pulsión anal.
*ara poder acercarnos a una inferencia acorde a la producción que
el sueto ha reali%ado, debemos tener en cuenta estos aspectos
recientemente mencionados.
3sí estaríamos sinteti%ando que un solo indicador no nos lleva a
una determinada inferencia y ese indicador no puede llevarnos a una
concepción de la tópica freudiana.
3. Cuando sea posible, la forma manifiesta de las tendencias
interpretadas deben ser especificadas.
4ngresando en este tercer ítem, podemos comen%ar citando el
siguiente p)rrafo:
“(El comportamiento manifiesto es sobre0determinado, es decir, es
una resultante de numerosos determinantes $ue interactan. o puede
generalmente ser explicado por referencia a una tendencias subyacente
determinada(” 1 .
Es decir, no es suficiente la observación de una pauta o indicador,
ya que e#iste una multiplicidad de determinantes que se encuentran
afectando directa o indirectamente su producción, y el propio momento de
la elaboración de las hipótesis.
“(2nterpretar las tendencias defensivas, generalmente permiten e
incluyen bastantes y precisas especificaciones de la forma manifiesta,
mientras $ue interpretar las tendencias de impulsos, a menudo no lo %acen
o no lo pueden %acer. 3or ejemplo, podemos ser bastantes específicos
acerca del accionar compulsivo, pero no podemos ser capaces de decir cómoun #nfasis pulsional anal es expresado en la conducta(”.
Este p)rrafo se une al criterio anterior planteado, dando cuenta de
cómo el entrevistador debe tener presente una serie de ítems al momento
de reali%ar la construcción de inferencias y el límite que debe ser
considerado al momento de la elaboración.
/ /oy chafer, op. cit.
'
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
10/17
Continuar) diciendo: “(Es así como es posible especificar las
conductas manifiestas como ser la meticulosidad, escrupulosidad y
pedantería, asociadas con las defensas compulsivas; y la precaución,
desconfian!a y la arrogancia implícita, asociada con lo paranoide(”.
Entonces, no es el estudio de la analidad o de lo f)licoM es el
estudio de los rasgos sobresalientes de la personalidad a trav"s de los
cuales nos apro#imamos a una construcción de hipótesis diagnósticas.
“(i dos o m+s líneas de inferencias independientes convergen Ipor
eemplo entre los datos obtenidos en un test y los datos clínicosJ,
entonces la prueba de validación %a sido llevada a cabo(”.
Este criterio entonces agrega que la validación puede alcan%arse en
la confluencia de diferentes referentes que se suman a los indicadores
obtenidos por medio de la aplicación de las t"cnicas au#iliares.
/eferentes que pueden partir de otras instancias como ser los sue'os, las
asociaciones libres, la historia del sueto.
. Debe hacerse una estimación de la intensidad, de la fuer!a de cada
tendencia interpretada.
Dna de las ideas que propone chafer al momento de incluir
tendencias, es de utili%ar una escala compuesta con cinco ítems, para
poder especificar cuantitativamente, el grado de intensidad de la
tendencia.
Estos cinco t"rminos propuestos son:
Extremo 4intenso5
6uerte 4marcado, sobresaliente5
/oderado
3obre 4leve5
2rrelevante 4o considerable5
Ello, refiere, nos posibilitar) ser m)s específicos a la hora de
transcribir un informe, en el cual debemos entrela%ar manifestaciones que
hasta pueden llegar a contradecirse entre sí.
*ero A?u" pasa cuando leemos informes donde verdaderamente se
traslucen contradicciones o fuer%as contrapuestas, inclusive no habiendo
adoptado una posición definida sobre ellasB
*or eemplo, en la figura ,
tercer dibuo correspondiente al
est gr)fico del 5*, podemosobservar a grandes rasgos, la figura
de un varón que presenta suma
rigide% y agresividad contenida.
Dn argumento contrapuesto en
dicho criterio sería manifestar por
eemplo, el siguiente te#to:
1!
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
11/17
Hi bien presenta indicadores que refieren preocupación por el
medio social, estando atento al entorno que lo rodea, presenta,
asimismo, una marcado control y restricción de sus impulsos,
coloc)ndolo en una posición de ensimismamientoH.
*artiendo desde uno de los m"todos de interpretación como lo es el
de la utili%ación de recurrencias y convergencias, podríamos afirmar que
hay dos tendencias contrapuestas que confluyen en un mismo significado.
*ero A3 cu)l tendencia le damos mayor preponderanciaB A3 su
apreciación e inter"s social o a su restricción y controlB
@ao la propuesta de chafer, por medio de la escala cuantitativa
lograríamos especificar el grado de la tendencia preponderante, real%ando
las dificultades que puede llegar a suscitarse ante determinadas
situaciones.
4ntentando ir articulando los criterios, ane#amos con este 6ltimo
gr)fico una particularidad.
Es sabido que dentro de la t"cnica gr)fica de la figura humana, esesperable que el sueto dibue alguien de su mismo g"nero. Ello nos
llevaría, como refieren los autores, a estimar una adecuada
identificación de g"nero.
+ecíamos antes que las verbali%aciones y la unificación con otros
determinantes posibilitan una meor adecuación de la inferencia.
i bien este oven reali%ó una figura que corresponde a su mismo
se#o, ello no determinó la hipótesis de su identificación masculina. uy
por el contrario, y sorpresivamente, sobre el cierre del proceso
psicodiagnóstico, este oven llega a confesarle al entrevistador sobre su
elección de obeto homose#ual, relatando a partir de ello, los conflictos
amorosos que estaba transitando con su parea actual.
+e este modo corroboramos que, de habernos quedado solamente con la
e#presión gr)fica, seguramente habríamos fracasado en las hipótesis
diagnósticas sobre el acontecer y la personalidad de este sueto.
Esto lleva a plantearse constantemente la necesariedad de una
integración de indicadores y variables que conforman la totalidad del
proceso psicodiagnóstico y no la reali%ación de un mero correlato de
significaciones.
Como bien lo ha se'alado Nohn @ucG=: "(El material obtenido durante
la sesión de dibujo del 783 no ser+ calificado en el sentido usual de la
palabra. El folleto para la interpretación del 783 es solamente un
instrumento $ue ayuda al clínico a enfocar rasgos relevantes en el dibujodel 9cliente9 para el desarrollo de una interpretación clínica(".
as adelante, en el mismo te#to afirmar) que "(la lista de
conceptos para la interpretación es solamente una guía para generar m+s
%ipótesis clínicas. El grado de certe!a con $ue una %ipótesis puede
aplicarse a determinado sujeto, siempre depender+ de información
Buc0, o%n 1''" 3anual & guía de inter$retaci#n de la t4cnica de di5u6o $ro&ectivo.
7 8T8 P9 8 El 3anual 3oderno. 34:ico, D.F.
11
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
12/17
adicional como su %istoria, el problema presente y los resultados de
procedimientos de valoración adicionales(".
". A la tendencia interpretada se le debe asignar una posición #er$r%uica
dentro del cuadro total de la personalidad. &e%uiere, en lo posible,
%ue cada tendencia interpretada sea e'pl(cita o impl(citamente
relacionada con otras tendencias m$s importantes.
Lo importante de esta consideración es llegar a evitar
interpretaciones “tipo cadena”, en las cuales “cada tendencia se %alla
simplemente yuxtapuesta a otra tendencia y no se establece una jerar$uía
de importancia(” :.
Ello significa que debe haber un reordenamiento de las
observaciones que se desea resaltar sobre la personalidad del sueto,
endiendo a mantener una línea discursiva que guarde coherencia dentro de
la redacción del informe.
+icha integración debe atenerse igualmente a la suficiente
evidencia que la est" sosteniendo.
e'ala chafer que el "('aer en contradicciones como el de llegar a
decir* Es un sujeto $ue tiene un car+cter oral fuertemente dependiente
pero $ue tiene conductas %eterosexuales b+sicamente sanas, ponen en
relieve un manejo mec+nico tipo cadena de los signos del test y de una
concepción simplista, ingenua de lo $ue 4nos5 dice la t#cnica. Es,
sencillamente, la trascripción autom+tica e indiscriminada de cada
indicador %allado en la t#cnica”.
(os alerta, sin embargo, en que debemos tener atención cuando de
tendencias contradictorias de trata, pues “(a menudo pueden tambi#n
expresar tendencias contradictorias en la personalidad del sujeto”.
Lo cierto es que al darle a cada tendencia interpretada una
posición er)rquica en el cuadro de la personalidad total, no solo nos
ayuda a evitar contradicciones psicológicas, sino que puede capitali%ar
aparentes contradicciones, inferir patrones b)sicos de conflicto o
contradicciones en el paciente.
“(Esta integración jer+r$uica debe estar basada sobre una teoría de
la personalidad y no en una improvisación ad0%oc centrada en el test y en
signos improvisados(”.
3sí, un indicador aislado no puede llegar a tomarse como
determinante de una hipótesis diagnóstica. 3l mismo tiempo, al
erarqui%ar la tendencia, lleva a facilitar al lector aquello que es m)s
significativo y aquello que queda ubicado en un segundo plano.
En nuestra pr)ctica de supervisión, suelen observarse informes que
transcriben todas las observaciones por orden de aparición y no siguiendo
)reas e ítems que conforman el estudio la personalidad. Este estilo de
informes provoca confusión e indiscriminación, no posibilitando al
profesional que lo recibe, alcan%ar a abordar una imagen global del
diagnóstico de la personalidad del sueto.
' /oy chafer, op. cit.
12
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
13/17
). *anto los aspectos adaptativos como patológicos de la tendencia
interpretada deben ser especificados.
Este 6ltimo criterio que plantea chafer, nos enmarca en la
necesidad de tener una visión amplia acerca del estudio de la
personalidad del sueto.
Dtili%ando sus propias palabras: “()a interpretación debe tener en
cuenta el %ec%o de $ue la gente no sublima completamente todas las
tendencias infantiles, no posee completa seguridad en todas las
relaciones interpersonales, ni completa resolución de todos los
conflictos entre conductas, valores o metas en su vida”.
Con estos t"rminos, el autor nos ayuda a pensar que no todo tipo de
formación reactiva, por eemplo, necesariamente debe ser tomado en forma
patológica o negativa, como así tambi"n, toda manifestación neurótica, no
necesariamente es índice de alteración psíquica que revista gravedad.
“(En algunos casos, los aspectos positivos pueden predominar, en
otros lo %ar+n los aspectos limitantes o destructivos. 3ero con respectoa cada paciente, deberíamos tratar de establecer por $u# vías y en $u#
extensión, una cierta tendencia facilita o entorpece sus esfuer!os
adaptativos( 'omo ejemplo, un caso de meticulosidad puede representar la
exteriori!ación de la identidad de un aristócrata el limpio, impecable<
y en otro caso, la identidad de un esclavo condescendiente, servicial
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
14/17
+e esta forma hemos e#puesto aquí, las diversas consideraciones
vinculadas con la interpretación y la adecuación de inferencias, guiados
sobre los criterios que /oy chafer ha propuesto en su trabao.
Cuanta mayor cantidad de criterios evaluativos puedan llegar a ser
considerados y entrela%ados, mayor ser) la pro#imidad de una acertada
elaboración de hipótesis diagnósticas referidas a la estructura de la
personalidad del sueto.
+l rol del psicólogo su influencia en la elaboración de hipótesis
diagnósticas
Cit)bamos al principio de este trabao, la importancia que tiene la
formación profesional del psicólogo.
e'ala 3dela Leibovich de +uarte17 "(El principal objetivo del
psicólogo clínico es el estudio de la personalidad, de su desarrollo y de
sus descompensaciones psicopatológicas. 3ara llevar a cabo este estudio,
el psicólogo re$uiere un marco teórico y recursos t#cnicos o procedimientos $ue le permitan obtener y organi!ar datos, contextuar sus
inferencias, poner a prueba sus %ipótesis y formular aproximaciones
diagnósticas".
*ara referirnos a este punto, abriremos otro concepto que es el
denominado 9Nuicio clínico
e denomina así a los pasos a seguir en la elaboración de hipótesis
clínicas. +escriptivamente, un uicio clínico es un proceso de
transformación de datosM son formulaciones que se hallan avaladas por los
conocimientos científicos específicos del entrevistador.
*ara ello, el psicólogo selecciona, erarqui%a, ordena, compara,
relaciona, busca recurrencias, e integra los observables obtenidos.
3 trav"s de un estudio profundo de las variables intervinientes, se
construye una serie de hipótesis que pueden llegar a ser corroboradas o
no, a lo largo del proceso psicodiagnóstico.
?ueda claro que en todo material psicodiagnóstico nosotros estamos
siempre construyendo inferencias, tra%ando hipótesis diagnósticas, ya que
dicho campo de trabao se ve atravesado por la variable temporal, tanto
en cuanto a la predeterminación de la cantidad de entrevistas, como en
referencia al momento concreto de su historia en el cual lo estamos
entrevistando.
Esta conceptuali%ación es sumamente importante, ya que reiteradasveces nos llegan solicitudes de representantes de otras disciplinas,
e#igi"ndonos una suerte de evidencia y certe%a acerca de lo que le pudo
haber pasado y acerca de lo que le est) pasando a determinado sueto.
Es m)s. uchas veces nos encontramos con preguntas tales como: ?u"
cambios observamos, cómo vemos que influyó en el paciente determinada
1! Lei5ovic% de Duarte, Adela Fic%a ; Las t4cnicas $ro&ectivas en la investigaci#n & en la clínica. El $ro5le+a del 6uicio
clínico;.
1-
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
15/17
situación, etc.M preguntas que desde nuestro campo de trabao resulta
sumamente compleo y difícil de aseverar.
3nte un punto de pericia psicológica como el tener que definir por
eemplo Hqu" cambios se han producido en la personalidad del sueto a
partir de un hecho en cuestiónH, resulta ser para uno, un pedido
inalcan%able en cuanto a KLa 8erdadK se refiera, ya que a ese sueto lo
recibimos una ve% acaecido el hecho.
í podemos coneturar en relación a la estructura de su
personalidad, qu" tipo de da'o podr(a haberle causado, o que tipo de
cuadro se puede articular con dicho acontecimiento, pero no mucho m)s
leos que eso.
e'ala Leibovich de +uarte11: “(En la elaboración de juicios
clínicos podemos reconocer principalmente la incidencia de tres
variables*
>. El modelo teórico $ue el psicólogo maneja.
?. u experiencia clínica.
@. us propias características de personalidad”.
La primera variable es indispensable para poder personali%ar la
orientación interpretativa del trabao con el material obtenido, ya que
como bien se sabe, e#isten variadas corrientes teóricas y sus
conceptuali%aciones y modalidades de abordae llegan a ser muchas veces
hasta contrapuestas entre sí.
Es así como se diferenciar)n una entrevista pautada de una
entrevista analítica, la interpretación entre la observación de los
mecanismos defensivos y los aspectos inconcientes del yo, entre las
diversas modalidades de intervención del entrevistador en una entrevista
clínica, etc., etc.
+eterminadas conceptuali%aciones teóricas como la proyección, los
mecanismos de defensa y las funciones del yo, la organi%ación del
pensamiento, el compleo de Edipo, como así tambi"n en cuanto al
procedimiento mismo de la entrevista y las intervenciones, son
conceptuali%adas de acuerdo al marco teórico en el cual uno se ubique y
organice el material, disponiendo de determinados criterios diagnósticos.
Como segunda variable, debemos considerar la influencia de la
e#periencia en el adecuado desempe'o laboral, aunque no sin dear de
tener muy en cuenta cu)l es el tipo de e#periencia transitada.
*ueden haber transcurrido largos a'os de trabao, mas ello no es
indicador suficiente de que se haya verdaderamente aprehendido un bagae
considerable de conocimientos.
En este sentido, y particularmente en nuestra profesión, es de
fundamental importancia el aprendi%ae a trav"s de la supervisión del
caso, unto a un constante perfeccionamiento profesional por medio del
estudio y la investigación, y, por sobre todo, a trav"s de la propia
psicoterapia. A*or qu"B *orque sencillamente, aquello que no tenemos
11 Lei5ovic% de Duarte, A. o$.cit.
1
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
16/17
debidamente esclarecido en nosotros mismos, se transforma en un
implacable obst)culo en la escucha y en la intervención clínica.
OCu)ntas veces supervisamos casos en los cuales se vislumbran
claras identificaciones especulares sobre el decir del otroP
on eemplos de ello cuando escuchamos rasgos de una madre similar
a la de uno, cuando el otro est) apesadumbrado por problemas económicos,
amorosos o familiares, cuando entramos por la vía de la moral o de la
censura, de la compasión por el cruento padecimiento de ese sueto o la
oscura y siniestra historia de un otro.
(os distraemos observando y compar)ndonos sí el aspecto físico de
la paciente es de conte#tura m)s delgada, si se la ve m)s oven, sí se
lleva meor con sus padres, sí tiene independencia económica, etc. etc.
+ichas variables especulares est)n en uego en todo momento, a6n
inclusive cuando se utili%an los instrumentos au#iliares, las t"cnicas de
e#ploración que colaborar)n en la construcción de las inferencias y el
uicio clínico.
Es así como se pone en evidencia la tercera variable citada, esto
es, la importancia del trabao de nuestra subetividad dentro del campo
de la propia terapia.
uchas veces no llegamos a ser concientes de la cantidad de
variables que se nos ponen en uego en el marco de una entrevista. in
embargo, cuando volvemos al material recolectado, llegamos a observar
omisiones o errores que por diferentes motivos hemos deado de lado sin
habernos percatado de ello.
Cuando hablamos de los aspectos vinculados con la personalidad,
ponemos el acento en la necesariedad de un e#haustivo trabao de
introspección, de clarificación y elaboración de la propia organi%ación
psíquica.
Dn mismo material es pasible de diferentes enfoques generales, de
acuerdo a los ítems se'alados anteriormente.
(o obstante, cabe resaltar que lo que verdaderamente sufrir)
variación en el campo de la interpretación es m)s por la calidad y
profundidad del material obtenido a trav"s de la capacidad y los
conocimientos adquiridos por el e#perto psicólogo, que por las
características mismas del sueto entrevistado.
1(
8/15/2019 Interpretacion Levin 2006
17/17
Referencias Bili!"r#ficas
Baranger,