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Documento sobre el proceso de lectura de uno de los más importantes teóricos literarios del siglo XX. A partir del enfoque filosófico de la fenomenología, Iser explica el proceso de lectura tratando el texto como un fenómeno.
Citation preview
c(
ELPROCESODELECTURA:
ENFOQUEFENOMENOLÓGICO*
WOLFGANG
ISER
UniversidaddeConstanza
La
teoríafenomenológica
del
artehace
particularhin
capiéen
laideade
que,a
lahoradeconsiderarunaobra
literaria,hadetenerseencuentanosóloel
textoen
sísino
también,yen
igualmedida,
losactosque
llevaconsigo
el
enfrentarseadicho
texto.
Así,Románíngardenconfronta
laestructuradeltexto
literariocon
losmodospor
loscua
leséstepuede
ser
konk
retí
sier
t(concretizado)KEltextocomo
talofrecediferentes«visionesesquematizadas»
2pormedio
de
lascuales
eltemadeunaobrapuede
salira
lalu
z,pero
suverdaderamanifestación
esun
actode
honkretisation.
Si
estoes
así,
laobra
lite
rari
atienedospolos,quepodríamos
llamar
elartísticoy
elestético:
elartísticoserefiereal
tex
tocreadopor
elautor,y
elestéticoa
laconcretización
lle
vadaacabopor
ellector.A
partirde
estapolaridadsede
duceque
laobra
lite
rari
ano
puede
sercompletamente
idéntica
altexto,oa
laconcretizacióndel
texto,sinoque
dehechodebe
situarseamediocamino
entre
losdos.La
obra
esmás
que
eltexto,pues
eltextosolamentetoma
vidacuando
esconcretizado,yademás
laconcretizaciónno
esdeningúnmodo
independientede
ladisposiciónindiv^
dualdelle
ctor
,si
bienéstaasuvezesguiadapor
los
dife
-
•Título
original:«The
Reading
Process:A
PhenomenologicalAp-
proach»,publicadoenNew
LUeraryHütory,
3,1972,
pags.279-299.Tra
duccióndeEugenioContreras.Texto
traducidoyreproducidoconau
torizacióndelautor.
1Cf
.Román
Íngarden,VomErkennen
des
literarischenKunstwerks.Tu-
binga,
1968,págs.49y
sigs
.
2Paraunadiscusióndetalladadeestetérmino,véaseRománÍngar
den,Das
literarische
Kunstwerk.Tubinga,
19602,págs.270y
sigs
.
L'16
WOIJOANG
ISF.R
rentesesquemas
del
texto.Laconvergenciade
textoy
lec
tordotaa
laobra
literaria
dt*existencia,y
estaconvergen
cianuncapuede
serlocalizadaconprecisión,sinoquedebe
permanecer
virtual,yaquenohade
identificarsenicon
la
realidaddeltextonicon
ladisposiciónindividualdellector.
Es
lavirtualidadde
laobra
laquedaorigenasunatu
ralezadinámica,y
éstaasuvezes
lacondiciónpreviapara
losefectosque
laobra
suscita.Amedidaque
ellector
uti
liza
lasdiversasperspectivasque
eltexto
leofrecea
finde
relacionarlosesquemasy
las«visionesesquematizadas»en
tre
sí,ponea
laobraenmarcha,y
estemismoproceso
tie
necomoúltimoresultadoundespertardereaccionesensu
fuerointerno.De
estemodo,
lalecturahaceque
laobra
li
terariarevele
su
carácterinherentemente
dinámico.Que
estonosuponeundescubrimiento
originalesalgoeviden
tea
partirdecomentarioshechosyaen
losprimerosmo
mentosde
lanovela.Laurence
Sterne,en
TristramShandy,
afirma:
«...ningúnautorquecomprenda
losjustoslímites
deldecoroyde
labuenaeducaciónpresumiríadepensar
entodo:Elrespetomásverdaderoquepuedeprofesarsea
lacomprensión
dellectorescompartir
esteasuntoamiga
blemente,y
dejaralgoparaque
él,porsu
parte,
aligual
queunomismo,
desplieguesuimaginación.Por
loque
a
mí
respecta,jamás
cesode
ofrecerle
invitacionesen
este
sentido,yhagotodo
loque
estáami
alcanceparamante
nersuimaginacióntanocupadacomo
lamíapropia»
3.La
concepcióndeSternedeuntextoliterarioes
ladealgopa
recidoaun
terrenoen
elcuallectoryautorparticipanen
unjuegode
laimaginación.
Sial
lectorse
lediera
lahisto
riacompletayno
sele
dejarahacernada,entoncessuima
ginaciónnunca
entraríaencompetición,siendo
elresulta
do
elaburrimiento,que
inevitablemente
aparececuando
un
frutosearrancay
semarchitaantenosotros.Un
texto
literariodebeportantoconcebirsede
talmodo
quecom
prometa
laimaginación
del
lector,pues
lalecturaúnica
mente
seconvierteenun
placercuando
esactivay
creati
va.En
esteprocesode
creatividad,puedeque
eltextose
quedecortoobienquevayademasiado
lejo
s,demodoque
podemos
decirque
elaburrimientoy
elagotamiento
for-
8LaurenceSterne.TrütamShandy.
Londres,
1956,
II,
11:79.
KLPROCESO
DF.LECTURA
217
man
loslímitesmás
alláde
loscuales
ellectorabandonará
elterrenodejuego.
Lamedidaenque
laparte«no
escrita»deun
textoes
timula
laparticipación
creativa
del
lector
seponedema
nifiesto
enunaobservaciónde
Virg
inia
Wooífen
su
estu
diodeJaneAusten:
Jane
Austen
espor
tantouna
señorade
sensibilidad
muchomás
profundade
loque
apareceen
lasuperficie.
Ellanosestimulaa
suplirloqueno
seencuentra
explícito.
Loquenosofrece
es,aparentemente,una
insignificancia,
y,
sinembargo,
estácompuestapor
algoque
seexpande
en
lamente
del
lectoryquedotade
laformamásperdu
rablede
vida
aescenasque
son
externamente
triviales.
Siempre
sehace
hincapiéen
elcarácter...Los
vericuetos
deldiálogonosmantienensobre
lasascuas
delsuspense.
Nuestra
atención
seencuentra
amediasen
elmomento
presente,amediasen
elfuturo...Aquí,en
efecto,en
este
relatoinacabadoyen
elrelatoprincipalsubyacente,seen
cuentran
todos
los
elementos
de
lagrandeza
deJane
Austen
4.
Losaspectosno
escritosdeescenasaparentemente
tri
vialesy
eldiálogonohabladodentrode
los«vericuetos»
nosólolanzan
allectoralaacción,sinoquetambién
lode
sorientanen
losnumerososbocetossugeridospor
lassitua
cionesdadas,demaneraque
éstascobranunarealidadque
lesespropia.Peroamedidaque
laimaginacióndellector
anima
estos«bocetos»,
éstosasuvezinfluiránen
elresul
tadode
laparte
escritadeltexto.Asícomienzaunproceso
dinámicocompleto:
eltextoescritoimpone
ciertoslímites
asusimplicacionesno
escritascon
objetodeimpedirque
se
vuelvan
demasiado
vagasy
confusas,
pero
almismo
tiempo
estasimplicaciones,elaboradaspor
laimaginación
del
lector,oponen
lasituacióndada
aun
trasfondoque
le
dotademuchamayor
significaciónde
loquehubierapa
recidotenerdepor
sí.De
estemodo,
lasescenas
triv
iale
s
repentinamenteadquieren
laconfiguracióndeuna«forma
perdurablede
vida».Loque
constituye
estaformanunca
4VirginiaWoolf,
TheCommon
Reader,
Firs
tSeries.
Londres,
1957,
pág.
174.
218
WOLFGANG
ISER
aparecemencionado,ymuchomenos
explicadoen
eltex
to,aunquedehecho
es
elproducto
finalde
lainteracción
entretextoy
lector.
II
Surgeahora
lacuestióndehastaquépuntopuededes
cribirseadecuadamentedichoproceso.Paraestepropósito
esaconsejableun
anál
isis
fenomenológico,sobretododado
que
lasobservaciones
algo
dispersasque
sehan
realizado
hastaahoraacercade
lapsicologíade
lalecturatiendena
serprincipalmentepsicoanalíticas,estando
asírestringidas
ala
aclaraciónde
ideaspredeterminadas
referentes
alin
consciente.
Sinembargo,luegoexaminaremosmás
deteni
damente
algunasobservacionespsicológicas
útil
es.
Comopuntodepartidaparaun
análisisfenomenológi
copodríamosexaminar
elmodo
según
elcual
lasoracio
nesconsecutivasactúanentre
sí.Esto
revisteuna
especial
importanciaen
lostextos
literariosa
lavistadelhechode
que
éstosnocorrespondenaningunarealidadobjetivaex
teriora
ellosmismos.
Elmundo
presentadopor
lostextos
literarios
seelaboraapartirde
loqueIngardenhallamado
inte
ntio
nale
Satzkorrelate
(correlatosoracionales
intenciona
les):
Las
oraciones
seentrelazandemodos
diferentespara
formarunidadesmáscomplejasde
significadoquerevelan
una
estructuramuy
diversayqueoriginanentidades
tales
comoun
relatobreve,una
novela,un
diálogo,undrama,
una
teoría
científica...En
elanálisis
final,
surgeunmundo
particular,con
partes
integrantesdeterminadasdeunou
otromodo,ycontodas
lasvariacionesquepuedenprodu
cirsedentrodedichoselementos,ytodo
ellocomo
corre
latopuramente
intencionaldeuncomplejode
oraciones.
Siestecomplejoacabaporformarunaobra
lite
rari
a,ll
a
maré
atoda
lasumadecorrelatosoracionalesintenciona
lesconsecutivos
el«mundo
presentado»en
laobra5.
Sinembargo,
estemundono
transcurreante
losojos
del
lectorcomo
sifuerauna
película.Las
oracionesson
5Ingarden,VomErkennen
des
lite
rarí
sche
nKunstwerks,
pág.
29.
KLPROCESODELECTURA
219
«partesintegrantes»en
lamedidaenquehacenafirmacio
nes,
declaracionesu
observaciones,oproporcionan
infor
mación,y
asíestablecen
diversasperspectivasen
eltexto.
Pero
siguen
siendo
sólo
«partes
integrantes»;no
son
la
suma
totaldeltextoen
sí.Pues
loscorrelatosintencionales
revelan
sutilesconexiones
que
aisladamente
sonmenos
concretasque
las
afirmaciones,
declaracionesy
observa
ciones,inclusoaunque
éstassolamenteadquieransusigni
ficaciónverdaderamediante
lainteracciónde
suscorrela
tos.
¿Cómohadeconcebirse
laconexiónentre
loscorrela
tos?Dichaconexiónseñalaaquellospuntospor
loscuales
ellectorescapazde«abordar»
eltexto.Ellectortieneque
aceptarciertasperspectivasdadas,perocon
elloinevitable
mente
hace
que
interactúen.Cuando
Ingarden
hablade
correlatosoracionales
intencionalesen
literatura,
las
afir
macioneshechaso
lainformaciónproporcionadaestánya
en
ciertosentido
cualificadas:
laoración
riósecompone
únicamentedeunaafirmación—lo
cual,despuésdetodo,
seríaabsurdo,pues
sólosepuedenhacerafirmacionesso
brecosasqueexisten—,
sinoque
aspi
raaalgoquesobre
pasa
loquerealmente
dice.Esto
esválidoparatodas
las
oracionesde
lasobras
lite
rari
as,y
esmediante
lainterac
ciónde
estasoracionescomo
secumpleestaaspiraciónco
mún.
Esto
esloque
lesda
supropiacualidad
especialen
lostextos
literarios.En
sucalidadde
afirmaciones,obser
vaciones,proveedorasdeinformación,
etc.,siempresonin
dicacionesdealgoqueestáporllegarycuyaestructuraes
táprefiguradaporsucontenido
específico.
Las
oracionesponenenmarchaun
proceso
del
cual
emerge
elauténticocontenido
deltextomismo.Al
descri
birla
concienciainternadeltiempoen
elhombre,Husserl
observóen
cier
taocasión:«Todo
proceso
originalmente
constructivo
estáinspiradopor
pre-intenciones,
lascuales
construyenyrecogenlasemilladeloquehadevenir,como
tal,y
lohacen
fruc
tifi
car»
6.Paraesta
fruc
tifi
caci
ónel
tex
toli
tera
rioprecisade
laimaginacióndelle
ctor
,quedafor
maa
lainteraccióndecorrelatosprefiguradosen
estructu-
6Edmund
HUSSERL,ZurPhánomenologie
desinneren
Zeit
bexv
usst
sein
Ge-
sammelte
Werke.LaHaya,
1966,
10:52.
m¡-
220
WOLKGANG
ISER
rapor
lasecuenciade
oraciones.La
observacióndeHus-
serl
dirigenuestraatenciónhaciaun
aspectoquedesempe
ñaunnada
despreciablecometidoen
elprocesode
lectu
ra.Lasoracionesindividualesno
sólofuncionanenconjun
toparadelinearloquehade
venir;tambiéncreanunaex
pectativa
aesterespecto.Husserlllamaa
estaexpectativa
«pre-intenciones».Como
estaestructuraescaracterísticade
todos
los
correlatos
oracionales,
lainteracción
de
estos
correlatosno
serátantouncumplimientode
laexpectati
vacomounacontinuamodificaciónde
ella
.
Por
estarazón,
lasexpectativas
casinunca
secumplen
en
lostextosverdaderamente
lite
rari
os.
Sisecumplieran,
dichostextos
estaríanentoncesconfinadosa
laindividua
liza
ción
deuna
expectativa
dada,yuno
inevitablemente
preguntaríaqué
esloque
seganaríacon
talintención.Por
extrañoque
parezca,tenemos
laimpresión
deque
cual
quierefectodeconfirmación—talycomo
implícitamente
exigimosa
lostextosexpositivos,yaquenosremitimosa
losobjetosque.pretendenpresentar—
constituyeundefec
toenun
texto
lite
rari
o.Puescuantomás
individualizao
confirmaun
textouna
expectativaquehasuscitado
origi
nalmente,más
cuentanosdamosdesupropósito
didácti
co,demaneraquea
losumo
sólopodemos
aceptaro
re
chazarla
tesi
squesenosimpone.En
lamayoríade
lasoca
siones,
lamisma
claridaddedichostextosprovocaránues
trodeseode
liberarnosde
sus
garras.Perogeneralmente
loscorrelatosoracionalesde
lostextos
literarios
no
sesu
cedende
estemodo
tan
rígi
do,pues
lasexpectativasque
evocan
tiendenainvadirse
elterrenounasa
otras,de
tal
maneraque
sevencontinuamentemodificadasamedida
que
avanza
lalectura.
Simplificando
sepodría
decirque
cadacorrelatooracionalintencionalabreunhorizontecon
creto,que
esmodificado,
sinocompletamentecambiado,
por
oraciones
sucesivas.
Mientrasque
estas
expectativas
despiertanun
interéspor
loquehade
venir,
lamodifica
ciónsubsiguientede
ella
stendrátambiénun
efectoretros
pectivoen
loqueyahabíasido
leído,
locualpuedeahora
cobraruna
significacióndiferentede
laquetuvoen
elmo
mentode
leerlo.
Todo
loqueleemos
sesumergeennuestramemoriay
adquiereperspectiva.Luegopuedeevocarsedenuevoy
si-
i $
KLPROCKSODKLKCTURA
221
tuar
sefr
ente
aun
trasfondo
distinto
con
elresultadode
que
elle
ctor
seencuentra
capacitadopara
establecer
co
nexiones
imprevisibleshastaentonces.Lamemoriaevoca
da,
sinembargo,nuncapuederecuperarsu
forma
original,
pues
esto
equivaldría
adecirquememoriay
percepción
son
idén
tica
s,lo
cual
esmanifiestamenteinexacto.
Elnue
votrasfondosacaa
laluznuevosaspectosde
loquehabía
mosconfiadoalamemoria;a
lainversa,
ésto
s,asu
vez,
pro
yectansu
luzsobre
elnuevo
trasfondosuscitando
asían
ticipacionesmás
complejas.De
este
modo,
ellector,
alesta
blec
eresta
sin
terr
elac
ione
sentrepasado,presentey
futu
ro,enrealidadhaceque
eltextorevele
sumultiplicidadpo
tencialdeconexiones.Estasconexionesson
elproductode
lamente
dellector
que
trab
ajasobre
lamateriaprimadel
texto,
sibiennoson
eltextoen
sí,pues
éste
sólo
secom
ponedeoraciones,afirmaciones,información,
etc.
Estees
elmotivopor
elcual
ellectorsesienteamenu
doimplicadoenacontecimientosque,
en
elinstante
de
lale
ctur
a,le
parecen
reales,inclusoaunquedehecho
seen
cuentrenmuy
lejo
sdesupropia
realidad.Elhechodeque
lectores
completamente
distintosse
puedan
veraf
ecta
dos
demanera
diferentepor
la«realidad»
deun
textodeter
minadomuestrasuficientementehastaquépunto
lostex
tosliterarios
transforman
lale
ctur
aenunprocesocreativo
que
seencuentramuy
porencimade
lamerapercepción
de
loes
crit
o.El
texto
literarioac
tiva
nues
tras
propias
facu
ltad
es,permitiéndonos
recrear
elmundo
que
presenta.
Elproductodees
taac
tivi
dadcreativa
eslo
quepodríamos
denominar
ladimensión
virtual
del
text
o,que
lodotade
su
realidad.
Estadimensión
virt
ualno
esel
textomismo,
nitampoco
laimaginación
del
lector:
esla
confluenciade
textoeimaginación.
Comohemos
vist
o,la
actividadde
lalecturapuededes
cribirsecomounaespeciedecaleidoscopiodepe
rspe
ctiv
as,
preintenciones,recuerdos.Todaoracióncontieneunavan
cede
lasiguienteyformauna
especiede
viso
rde
loque
hade
venir;
yesto
asuvez
alte
rael
«avance»y
seconvier
teasíen
«visor»de
loqueseha
leído.
Elprocesocompleto
representa
elcumplimientode
larealidadpotencialeinex-
presadade
ltexto,
perohadeconsiderarsesolamentecomo
unmarcodereferenciaparaunagranvariedaddemedios
222
WOLFGANG
1SER
por
loscualespuedeengendrarse
ladimensión
virtual.
El
procesomismode
anticipaciónyretrospeccióndeningún
modo
sedesarrollasiguiendouncursotranquilo.Ingarden
yahallamado
laatenciónsobre
estehecho
alcual
leatri
buyeunaconsiderableimportancia:
Una
vezquenoshallamosinmersosen
elcursodelSatz-
denken
(oración-pensamiento),
nos
encontramos
dispues
tos,
despuésdecompletar
elpensamientodeunaoración,
aelaborar
la«continuación»,tambiénenformadeoración,
esto
es,enformadeunaoraciónqueconectecon
laora
ciónen
lacualacabamosdepensar.De
estamanera
elpro
cesode
lecturaavanza
sinesfuerzo.Pero
siporcasualidad
lasiguienteoraciónno
tieneningunaconexión
tangible
con
laoraciónen
lacualacabamosdepensar,seproduce
entoncesunbloqueoen
lacorrientedepensamiento.
Este
hiatovaunidoaunasorpresamásomenos
activa,oauna
indignación.Estebloqueodebesuperarse
sisequiereque
lalecturasigasucurso
7.
Elhiatoquebloquea
elcursode
lasoraciones
es,según
el
mododeverdeIngarden,producto
del
azar,yhadecon
siderarsecomouna
grieta;estoes
típico
desuadhesióná
laidea
clásicadel
arte.
Siuno
considera
lasecuenciaora
cionalcomouncursoincesante,estoimplicaque
laantici
paciónestimuladaporunaoraciónserárealizadapor
lasi
guiente,y
lafrustraciónde
lasexpectativasdespertaráreac
cionesdeexasperación.Y
sinembargo
lostextos
literarios
están
llenosde
vericuetosinesperadosyde
frustraciónde
expectativas.Inclusoen
elrelatomássimple
tieneforzosa
mentequehaberalgún
tipodebloqueo,aunque
sólosea
porqueningúncuentopuedenunca
contarseen
su
totali
dad.En
efecto,
sólo
mediante
omisiones
inevitables
es
comoun
relatoalcanzasudinamismo.
Así,siempreque
el
curso
seveinterrumpidoy
anosotros
senosabrencami
nosen
direccionesinesperadas,
senospresenta
laocasión
deponerenjuegonuestrapropiafacultadparaestablecer
conexiones:
para
llenar
loshuecos
dejadospor
elpropio
texto
*.
7IncARDEN,VomErkennen
des
literarischenKunstwerh,
pág.
32.
8Parauna
discusiónmás
detalladade
lafunciónde
los«huecos»
KLPROCESO
1JKLECTURA
223
Estoshuecos
tienenun
efecto
diferenteen
e?proceso
deanticipaciónyretrospección,yportantoen
la«gestalt»
de
ladimensión
virt
ual,
puestoquepueden
llenarsede
di
ferentesmaneras.
Por
estemotivo,un
texto
es
potencial-
mentesusceptibledeadmitirdiversasrealizacionesdiferen
tes,
yninguna
lecturapuedenunca
agotartodo
elpoten
cial
,pues
cada
lectorconcreto
llenará
loshuecos
asu
modo,excluyendopor
ello
elrestode
lasposibilidades;a
medidaquevayaleyendo
irátomando
supropia
decisión
en
loreferenteacómo
hade
llenarse
elhueco.En
este
actomismo
serevela
ladinámicade
lalectura.Tomando
sudecisión,
ellectorreconoceimplícitamente
lacalidadde
inagotableque
eltextoposee;
almismo
tiempo,
estamis
ma
calidaddeinagotablees
laque
lefuerzaatomarsude
cisión.Con
lostextos«tradicionales»esteprocesoeramás
omenos
inconsciente,pero
lostextosmodernos
loexplo
tancon
frecuenciademanera
bastante
deliberada.
Estos
textosamenudosontanfragmentariosquenuestraaten
ción
está
casi,exclusivamenteocupadaen
labúsquedade
conexiones
entre
losfragmentos;
elobjetode
estono
es
tantocomplicar
el«espectro»deconexionescomo
elha
cernos
conscientesde
lanaturalezadenuestrapropiaca
pacidad
para
establecer
vínculos.En
tales
casos,
eltexto
nosremitedirectamenteanuestraspropiaspreconcepcio-
nes,quesemanifiestanen
elactodeinterpretación,
elcual
esunelementobásicodelprocesode
lectura.De
todos
los
textos
literarios,por
tanto,podemos
decirque
elproceso
de
lecturaes
sele
ctiv
o,yque
eltextopotenciales
infi
nita
mentemás
ricoquecualquieradesusrealizacionesconcre
tas.
Estovieneconfirmadopor
elhechodequeunasegun
dalecturadeunaobra
lite
rari
aproduceconfrecuenciauna
impresión
distintade
laprimera.Lasrazonesde
estopue
denencontrarseen
elcambiodecircunstanciaspropiodel
lector,ycon
todo,
eltextodebereunirunas
características
quepermitan
esta
variación.Enunasegunda
lectura
los
acontecimientosconocidostiendenaaparecerahorabajo
en
lostextos
literarios,véaseWolfgang
Iser
,«Indeterminacyand
the
Reader'sResponseinProseFiction»,As
pect
oo/Narrative.
English
Inst
itut
eEssays,
ed.J.
Hill
isMiller.Nueva
York,
1971,
págs.
1-45.
224
WOLJ-GANG
ISLR
unanueva
luzyparecenavecescorregirse,avecesenrique
cerse.
Entodoslostextoshayunasecuenciapotencialdetiem
poque
ellectordebeinevitablemente
realizar,
alserimpo
sibleabsorberinclusoun
textobreveenunmomento
úni
co.De
estemodo
elprocesode
lecturasiempresupone
el
ver
eltextoatravésdeuna
perspectivaque
estáen
conti
nuomovimiento,acoplando
lasdiferentes
fases,yconstru
yendo
asíloquehemosllamado
ladimensión
virtual.Por
supuesto,estadimensiónvaríadurantetodonuestroperío
dode
lectura.Sinembargo,cuandoacabamos
eltextoy
lo
leemosdenuevo,evidentementenuestroconocimientoad
quiridodarácomo
resultadouna
secuenciatemporal
dis
tint
a;tenderemosaestablecerconexionesremitiéndonosa
loqueyasabemosquevaaocurrir,y
asídeterminados
as
pectos
deltextocobraránunaimportanciaqueno
lecon
cedimosenunaprimera
lectura,mientrasqueotros
seve
ránrelegados
altrasfondo.Resultabastantecorrienteoírle
deciraunapersonaqueenunasegunda
lecturahabíaad
vertidocosasquese
lehabíanpasadopor
altocuandoleyó
ellibroporprimera
vez,peroestono
estansorprendente.
alavistadelhechodeque
lasegundavezseestáenfocan
do
eltexto
desdeuna
perspectiva
distinta.La
secuencia
temporalque
serealizóenunaprimeralecturayanopue
de
repetirseenunasegunda
lectura,y
estairrepetibilidad
tendráquedarnecesariamentecomo
resultadouna
serie
demodificacionesen
laexperiencia
lectora.Estono
equi
valeadecirque
lasegundalecturaes«másverdadera»que
laprimera;
son,simplemente,
distintas:
ellectorestablece
ladimensión
virtualdeltextorealizandounanuevasecuen
ciatemporal.De
estemodo,
inclusoa
partirdeenfoques
repetidos,un
textopermite
y,enrealidad,provocauna
lec
turainnovadora.
Independientemente
de
las
circunstancias
personales
dellectorydelmodoconcretoenqueésteencadene
lasdi
ferentesfasesdeltexto,siempre
setratarádelprocesode
anticipaciónyretrospecciónque
llevaa
laformaciónde
la
dimensión
virt
ual,
lacualasu
veztransforma
eltextoen
unaexperienciapara
ellector.Lamaneraenque
estaex
periencia
sedamedianteun
procesode
continuamodifi
cación
esmuy
similar
almodoenqueacumulamos
expe-
fe:
m
II.l'ROCKSODFLECTURA
225
rienciasen
lavida.Y
asíla
«realidad»de
laexperiencia
lec
torapuede
arrojar
luzsobremodelos
básicosdeexperien
cia
real:
Tenemos
laexperienciadeunmundo,no
entendido
comoun
sistemade
relacionesquedeterminancompleta
mentetodosycadaunode
losacontecimientos,sinocomo
una
totalidadabiertacuya
sínt
esis
esin
agot
able
...Desde
el
momento
en
que
laexperiencia—esto
es,
laapertura
a
nuestromundo
deJacto—
sereconocecomo
elcomienzo
delconocimiento,yanohaymodo
de
distinguir
un
nivel
deverdades
apr
iori
yotrodeverdades
fácticas,
loque
el
mundo
debenecesariamente
sery
loqueen
realidad
es
9.
Lamanerasegún
lacual
ellectorexperimenta
eltextore
flej
arásupropia
disp
osic
ión,
yen
este
sentido
eltexto
li
terariofuncionacomouna
especiede
espejo;pero,
almis
mo
tiempo,
larealidadque
esteprocesocontribuyeacrear
será
dife
rent
ea
lasuyapropia
(puesto
que,normalmente,
tendemosaaburrirnoscontextosquenospresentancosas
que
nosotrosmismos
yaconocemos
perfectamente).De
estemodo
llegamosauna
situaciónaparentementepara
dójicasegún
lacual
ellectorseveforzadoarevelaraspec
tosde
símismo
afi
ndeexperimentaruna
realidadquees
diferenteala
suyapropia.Elimpactoqueestarealidadpro
duzcaen
éldependeráengranpartede
lamedidaenque
élmismo
proporcioneactivamente
laparteno
escritadel
texto,ycontodo,
alsuplirtodosloseslabonesausentes,de
berápensarenfuncióndeexperienciasdiferentesa
lasuya
propia;en
efecto,
sólodejando
atrás
elmundo
conocido
de
supropiaexperiencia
escomo
ellectorpuede
part
ici
parverdaderamenteen
laaventuraque
eltexto
literariole
ofrece.
III
Hemos
vistoque,durante
elprocesode
lectura,hayun
entretejidoactivode
anticipacióny
retrospección,queen
unasegunda
lecturapuede
convertirseenuna
especiede
9M.MerleauPonty.
Phenomenology
ojPerception,
trad.
Colín
Smith.
Nueva
York,
1962,
págs.
219,
221
(tra
d.csp.
Fenomenologíade
lapercep
ción
,Barcelona,
Península).
226
WOLFGANí..
ISKR
retrospecciónanticipada.Lasimpresionesquenacencomo
resultadode
esteproceso
variaránde
individuoa
indivi
duo,perosólodentrode
loslímitesimpuestospor
eltexto
escritoen
oposición
altextono
escrito.De
lamismama
nera,dospersonasquecontemplen
elcielonocturnopue
den
estarmirando
elmismogrupode
estrellas,perouna
verálaimagendeunarado,y
laotrapensaráenun
carro.
Las
«estrellas»deun
texto
literarioestán
fijas;
las
líneas
que
lasunenson
variables.
Elautor
deltextopuede,por
supuesto,
ejerceruna
influenciaconsiderableen
laimagi
nación
del
lector—él
tienetodo
elabanico
de
técnicas
narrativasasudisposición—,peroningúnautorquesepre
ciede
talintentaránuncaponer
elcuadro
completoantelos
ojosdellector.
Silohace,loperderámuy
pronto,puessólo
mediante
laestimulaciónde
laimaginacióndellectorpue
de
elautortener
laesperanzade
implicarloy
llevar
asía
cabo
lasintencionesdeltexto.
GilbertRyle,ensu
análisisde
laimaginación,formula
lapregunta:«¿Cómopuedeunapersona
creerseque
está
viendouna
cosa
sindarse
cuenta-dequeno
laestávien
do?»Surespuestaes
lasiguiente:
Ver
Helvellyn[nombredeunamontaña]con
losojos
de
lamentenosupone
loque
verHelvellyny
verinstan
táneasdeHelvellynsupone,esto
es,el
tenersensacionesvi
suales.
Síimplica
elpensamientodeteneruna
vistadeHel
vellyny
esportantounaoperaciónmás
sofisticadaque
la
deteneruna
vistadeHelvellyn.Se
tratadeuna
utilización
entreotrasdelconocimiento
delaspectoque
tendríaHel
vellyn,
o,en
ciertosentido
delverbo,
se
tratadelpensar
qué
aspecto
tendría.Las
expectativasque
secumplenen
elreconocimiento
apartirde
lavistade
Helvellynno
se
cumplen,en
efecto,
alrepresentarlamentalmente,perosu
representaciónesalgoparecidoaunensayodehacerque
secumplan.Másque
eltenervagassensaciones,o
atisbos
de
sensaciones,
larepresentación
implica
elno
alcanzar
precisamenteaquelloque
sedebiera
estarobligadoacon
seguir,
siseestuvieseviendo
lamontaña
l0.
Siuno
ve
lamontaña,
estáclaroqueyanopuede
imagi
nársela,ypor
ello
elactode
representarmentalmente
la
10GilbertRyle.TheConceptoJMind.Harmondsworth,
1968,pág.
255.
M.PROCESODELECTURA
227
montañapresupone
su
ausencia.Demanera
parecida,en
un
texto
literarioúnicamentepodemos
representarmen
talmentecosasqueno
estánpresentes;
laparte
escritadel
textonosda
elconocimiento,pero
es
laparteno
escrita
laquenosda
laoportunidadderepresentarcosas;enefec
to,
sin
loselementos
de
indeterminación,
sin
loshuecos
deltexto,nopodríamos
sercapacesdeusarnuestraimagi
nación
n.
Laexactituddeestaobservaciónsevecorroboradapor
laexperienciaquemucha
gente
tiene
alver,porejemplo,
lapelículadeunanovela.LeyendoTomJonespuedeserque
nuncahayan
tenidouna
ideamuy
claradelaspectocon
cretoque
tiene
elhéroe,pero
alver
lapelículaesposible
quealgunosdigan:«Asíno
escomoyome
lohabíaimagi
nado».Loimportanteaquíesque
ellectordeTomJoneses
capazde
visualizar
alhéroevirtualmentepara
élmismo,y
asísuimaginaciónpercibetodaunainmensagamadepo
sibilidades;en
elmomentoenque
estasposibilidadessere
ducenaun
retratoacabado
einmutable,
laimaginación
quedainvalidadaytenemos
laimpresióndequedealguna
manerasenoshaengañado.Posiblementeseaestounasim
plificaciónexcesivadelproceso,pero
ilustraplenamente
la
riquezavitaldepotencialquesurgedelhechodeque
elhé
roede
lanoveladebe
serrepresentadomentalmenteyno
vist
o.Con
lanovela
ellectortienequeusarsuimaginación
parasintetizarlainformaciónquesele
da,ypor
ellosuper
cepción
essimultáneamentemás
ricaymás
privada;con
lapelículaseveconfinadoaunapercepciónmeramente
fí
sicaypor
ellotodo
loquerecuerdadelmundoquehabía
representadoensuimaginaciónquedabrutalmente
elimi
nado.
IV
La
«representación»que
seproduceennuestraimagi
naciónestansólounade
lasactividadesmediante
lascua
lesformamos
la«gestalt»deun
texto
literario.
Yahemos
11Cf.
Iser,«Indeterminacy»,
págs.
11y
sigs
.,42y
sigs
.
1>28
WOLFCANG
IStR
discutido
elprocesode
anticipacióny
retrospección,y
a
estodebemos
añadir
elprocesodeagrupamientodetodos
losdiferentesaspectosdeun
textoparaformar
lacoheren
ciaque
ellectorsiempreandarábuscando.
Mientrasque
lasexpectativaspuedencontinuamente
modificarsey
las
imágenescontinuamente
expandirse,
ellectorsiempre
se
esfo
rzar
á,aunque
sólo
seainconscientemente,porencajar
todoenunesquema
coherente.«En
lalecturadeimáge
nes,
asícomo
aloírun
discurso,siempre
es
difí
cil
distin
guirlo
quevienedadode
loquenosotroscompletamosen
elprocesodeproyecciónque
sedesencadenapor
elacto
dereconocimiento...Es
laconjeturadelespectador
laque
poneaprueba
lamezcolanzadeformasy
colorespara
lle
garaun
significadocoherente,
cristalizándolaenuna
for
ma
concretacuando
seencuentrauna
interpretacióncon
secuente»
12.Agrupando
laspartes
escritas
del
texto,per
mitimosque
interactúen,observamos
ladirecciónhacia
la
cualnos
estánguiandoyproyectamosen
ellasla
coheren
ciaquenosotros,como
lectores,requerimos.Esta«gestalt»
debeinevitablementematizarsepornuestropropioproce
sodeselecciónca
racterístico.Puesnovienedadaen
eltex
tomismo;
surge
delencuentro
entre
eltexto
escritoy
la
menteindividualdellectorconsuparticularhistoriadeex
periencias,supropiaconsciencia,supropiaperspectiva.La
«gestalt»no
es
elsignificadoverdadero
del
texto;
alo
sumo,
se
tratadeun
significadoconfigurativo;
...«
lacom
prensión
esun
actoindividualconsistenteenvercosasen
conjunto,y
sóloeso»
IS.En
elcasodeuntexto
lite
rari
otal
comprensión
esinseparablede
lasexpectativas
del
lect
or,
yal
lídonde
tenemos
expectativasnosencontramoscon
unade
lasarmasmás
potentes
delarsenaldel
escr
itor
:la
ilusión.
Siempreque«hay
lecturacoherente.-
lailusiónapare
ceenescena»
".La
ilusión,diceNorthrop
Frye,
es
«fijao
defi
nibl
e,y
larealidadse
comprendemejorcomo
sunega-
12E.
H.Gombrich.Artand
Illu
sion
.Londres,
1962,pág.
204.
ISLouisO.MiNK,«HistoryandFictionasModesofComprehension»
New
LiteraryHistory
I(1970):553.
14Gombrich,Artand
Illusion,pág.278.
É,fe
IXPROCESODELECTURA
229
ción
»15.
La
«gestalt»deun
textonormalmenteadopta
(o,
mejordicho,
recibe)es
teperfil
fijoo
definible,
yaqueesto
esesencialparanuestropropioentendimiento,
pero,por
otra
parte,
sila
lectura
sólo
hubierade
consistirenuna
creaciónininterrumpidade
ilus
ione
s,setrataríadeunpro
cesosospechoso,
sinocompletamente
peligroso:enlugar
dehacernos
entrarencontactocon
larealidad,nos
haría
evadirnosde
ella
.Porsupuesto,hayunelementode«esca
pismo»entoda
literatura,como
resultadode
estamisma
creaciónde
ilusión,
perohay
algunos
textosqueno
ofre
cenmásqueunmundoarmonioso,purificadodetodacon
tradicciónyqueexcluyendeliberadamente
cualquiercosa
quepudieraperturbar
lailusiónuna
vezqueha
sidoesta
blec
ida,
sibienéstosson
lostextosquenonos
gustacon
side
rarcomo
lite
rari
os.Lasre
vist
asparamujeresy
lasfor
masmás
toscasdenovela
policiacapodrían
citarsecomo
ejemplos.
Sinembargo,
inclusoaunqueunasobredosisde
ilusión
puedadesembocaren
trivialidad,
estono
quieredecirque
seaconveniente
prescindirporcompleto
delprocesode
creaciónde
ilusiones.
Por
elcontrario,
inclusoen
textos
queparecen
resistirse
ala
formaciónde
ilusión,yque
di
rigende
estemodo
nuestraatenciónhacia
lacausadeesta
resistencia,
seguimosnecesitando
lapermanente
ilusiónde
que
laresi
sten
ciamisma
esel
esquemacoherentesubya
cente
alte
xto.
Estosepuedeafirmarespecialmenteconre
lacióna
lostextosmodernos,en
loscuales
lamisma
preci
siónde
los
deta
lles
escr
itos
es
loqueaumenta
lapropor
ción
de
indeterminación;un
detalle
parece
contradecir
otro
,ypor
ello
simultáneamente
estimulay
frustranues
trodeseode
«representar»,haciendo
asíque
la«gestalt»
queimponemos
altextosedesintegre.Sin
laformaciónde
ilus
ione
s,elmundo
desconocido
deltexto
seguiríasiendo
desconocido;mediante
lasil
usio
nes,
laexperiencia
ofre
cidapor
eltextose
nosvuelve
accesible,
pues
essólo
lailu
sión
,en
sus
diferentes
nivelesde
coherencia,
laquehace
que
laexperienciasea
«leg
ible
».Sinopodemosencontrar
15Northrop
Frye,Anatomy
ofCr
itic
ism.
Nueva
York,
1967,
págs.
169
ysigs.
(tra
d.esp.Anatomíade
lacrítica.
Caracas,Monte
Ávila).
230
WOLFÜANG
ISER
(oimponer)estacoherencia,másprontoomástardeaban
donaremos
eltexto.Elprocesoesvirtualmentehermenéu-
tico
.Eltextoprovoca
ciertasexpectativasqueasuvezno
sotrosproyectamos
sobre
eltextode
talmodo
queredu
cimos
lasposibilidadespolisemánticasaunaúnicainterpre
taciónqueconvengaa
lasexpectativas
creadas,extrayen
do
asíun
significadoindividualy
configurativo.Lanatura
lezapolisemánticadeltextoy
lacreaciónde
ilusióndellec
torconstituyen
factoresopuestos.
Sila
ilusiónfueracom
pleta,
lanaturalezapolisemánticasedesvanecería;
silana
turalezapolisemánticafueratodopoderosa,
lailusiónque
daríacompletamente
destruida.Ambosextremossoncon
cebibles,peroencadatextoliterarioconcretoencontramos
algunaformade
equilibrioentre
lasdostendenciasencon
flic
to.Laformaciónde
ilusiones,por
consiguiente,nunca
puede
sertotal,
peroessumisma
calidaddeincompleta
la
quedehecho
ledasuvalorproductivo.
Gon
respectoa
laexperienciade
lalecturaWalter
Pa-
terobservóen
ciertaocasión:«Puespara
ellectorsolemne
laspalabrastambiénsonsolemnes;y
lapalabraornamen
tal,
lafigura,
laforma
accesoria,o
elmatiz,o
lareferencia,
raramente
secontentaráconmoriren
elpensamientopre
cisamenteen
elmomento
justo,sinoqueinevitablemente
permaneceráduranteun
rato,haciendodespertarunaidea
tras
ella
,o
quizásasociacionesbastanteextrañas»
16.Inclu
somientrasseencuentrabuscandounesquemacoherente
en
eltexto,
ellectorestátambiéndescubriendootrosim
pulsosquenopuedenserinmediatamenteintegradosoque
incluso
se
resistiránauna
integración
definitiva.De
este
modo,
lasposibilidadessemánticasdeuntextosiemprese
guiránsiendomás
ricasquecualquiersignificadoconfigu
rativoformadodurante
lalectura.Peroestaimpresión,por
supuesto,sólopodráalcanzarsemediante
lalecturadeltex
to.
Así,
elsignificadoconfigurativonopuede
sermásque
un
cumplimientopanpro
toto
del
texto,ycon
todo,
este
cumplimientodaorigena
lariquezamismaque
estápro
curando
restringir,yenalgunostextosmodernos,en
efec
to,nuestraconscienciadeestariquezaprimasobretodosig
nificadoconfigurativo.
16Walter
Pater,
Appreciaíions.Londres,
1920,pág.
18.
KLPROCESODELECTURA
231
Estehecho
tienediversasconsecuencias,
lascuales,con
vistasaun
análisis,pueden
tratarseporseparado,
sibien
en
elprocesodelecturatodasestaránfuncionandoencon
junto.
Comohemos
visto,un
significadocoherenteyconfigu
rativo
es
esencialpara
laaprehensióndeuna
experiencia
desconocida,quemediante
elprocesode
creaciónde
ilu
siónpodemos
incorporaranuestropropiomundo
imagi
nativo.Almismo
tiempo,estacoherenciaentraen
conflic
tocon
lasotrasmuchas
posibilidadesdecumplimientoque
procura
excluir,con
elresultadodeque
elsignificadocon
figurativovasiempreacompañadode
«asociacionesextra
ñas»queno
encajancon
lasilusionesformadas.Laprime
raconsecuencia
es,por
tanto,
elhechodeque
alformar
nuestras
ilusiones,producimos
almismo
tiempounaper
turbaciónlatentede
dichas
ilusiones.Porextrañoquepa
rezca,estotambién
seaplicaaaquellostextosen
loscuales
nuestras
expectativas
secumplen
realmente,aunqueuno
hubierapensadoque
elcumplimientode
lasexpectativas
contribuiríaacompletar
lailusión.«La
ilusiónsedesvane
ceuna
vezque
sealcanza
laexpectativa;nosparecebien
yqueremosmás»
I7.
Losexperimentosenpsicologíade
la«gestalt»mencio
nadosporGombrichenArtandIIl
usió
ndejanunacosacla
ra:
«...aunquepodemosdarnoscuentaintelectualmentedel
hechodeque
cualquierexperienciadada
debeseruna
ilu
sión,nopodemos,estrictamentehablando,observarnosen
elmomento
de
teneruna
ilusión»
18.Ahora
bien,
sila
ilu
siónno
fueraunestado
transitorio,estoquerríadecirque
podríamos
estar,por
así
decir,permanentemente
atrapa
dosen
ella
.Y
silalecturaconsistieraexclusivamenteen
la
producciónde
ilusión—pornecesarioqueseaestopara
la
comprensióndeuna
experienciadesconocida—
correría
mos
elriesgode
caervíctimasdeunburdo
engaño.Pero
esprecisamenteen
elmomentode
lalecturacuando
lana
turalezatransitoriade
lailusiónserevelaensu
totalidad.
Como
laformación
de
ilusiones
va
constantemente
17Gombrich,Artand
Illu
sion
,pág.
54.
18Ibid.,
pág.
5.
232
WOLFGANG
ISF.R
acompañadade«asociacionesextrañas»quenopuedenpo
nersedeacuerdocon
lasilusiones,
ellectorconstantemen
tetieneque
levantar
lasrestriccionesque
aplica
al«signi
ficado»deltexto.Puestoque
es
élel
quecrea
lasilusiones,
élmuestraunaoscilaciónentre
elsentirseimplicadopordi
chas
ilusionesy
elobservarlas;
seabre
almundo
desco
nocido
sin
estaraprisionadopor
él.Mediante
esteproce
so
ellectorpenetraen
elmundo
de
ficciónyexperimen
ta
asílasrealidadesdeltextoamedidaquevanocurrien
do.
En
laoscilaciónentrecoherenciay«asociacionesextra
ñas»,entre
elsentirseimplicadoen
lailusióny
laobserva
cióndeésta,el
lectorhade
dirigirsupropiaoperaciónequi-
libradora,y
esestolo
queconforma
laexperienciaestética
ofrecidapor
eltexto
lite
rari
o.Sinembargo,
siel
lectortu
vieraquelograrun
equilibrio,evidentementeyanotendría
que
estarcomprometidoen
elprocesodeestablecimiento
yrupturade
coherencia.Y
puestoque
esestemismopro
ceso
elqueda
origena
laoperación
equilibradora,pode
mos
decirque
lanoconsecucióndelequilibrioesunrequi
sitopreviopara
elpropiodinamismode
laoperación.Al
buscar
elequilibriotenemosque
partircon
ciertasexpec
tativas,
cuyoaniquilamientoesesencialpara
laexperiencia
estética.
Además,
decir
simplemente
que
«se
han
satisfecho
nuestrasexpectativas»
esserculpabledeotragraveambi
güedad.A
primera
vista,
talafirmaciónparecenegar
elhe
choevidentedequegranpartedenuestro
disfrutesede
rivade
lassorpresas,de
lastraicionesanuestrasexpecta
tiva
s.Lasoluciónaestaparadojaesencontraralgunabase
parauna
distinción
entre
«sorpresa»y
«frustración».De
manera
aproximativa,
ladistinciónpuede
hacerseenfun
ciónde
losefectosque
losdos
tiposdeexperienciatienen
sobrenosotros.La
frustraciónbloqueau
obstaculiza
laac
tividad.Necesitaunanueva
orientaciónparanuestra
acti
vidad,
siqueremos
huir
del
callejón
sin
salida.Por
consi
guiente,abandonamos
elobjetoquecausanuestrafrustra
ciónyretornamosa
laactividadregidaporimpulsosacie
gas.Porotrolado,lasorpresaocasionameramenteuncese
temporalde
lafaseexploratoriade
laexperienciayun
re
cursoa
lacontemplaciónyexamen
intensos.En
esta
fase
loselementossorprendentessevenenconexióncon
loque
ELPROCESOÜELECTURA
233
hasucedido
antes,contodos
losdesplazamientosde
laex
periencia,y
eldisfrutede
estosvalores
esentoncesextre
madamente
intenso.
Finalmente,
pareceque
debe
haber
siempreungradodenovedadosorpresaentodosestosva
lores
sisequierequehayauna
especificaciónprogresiva
de
ladirección
delactocompleto...y
cualquierexperien
ciaestéticatiendeaexhibirunacontinuainteracciónentre
operaciones«deductivas»
e«inductivas»
19.
Es
estainteracciónentre«deducción»e«inducción»
la
queda
origen
alsignificadoconfigurativo
del
texto,yno
lasexpectativas,sorpresaso
frustracionesindividualesque
surgende
lasdiferentes
perspectivas.Como
esta
interac
ciónno
tienelugar,claro
está,en
eltextomismo,
sinoque
afloramediante
elprocesode
lect
ura,
podemos
concluir
que
esteprocesoformulaalgoqueno
estáformuladoen
el
textoy
que,con
todo,representasu
«intención».De
este
modo,
alleerdescubrimos
lapartenoformuladadeltexto
yestamisma
indeterminación
es
lafuerzaquenoscondu
ceaelaborarun
significadoconfigurativomientrasque
al
mismotiemponosconcede
elgradonecesariode
libertad
parahacerlo.
Amedidaquevamoselaborandounesquemacoheren
teen
eltexto,
encontraremos
nuestra
«interpretación»
amenazada,por
asídecir,por
lapresenciade
otrasposibi
lidadesde
«interpretación»,ypor
ello
surgennuevasáreas
deindeterminación
(sibien,como
mucho,
sólopodemos
servagamente
conscientesde
ella
s,puesconstantemente
estamostomando«decisiones»que
lasiránexcluyendo).En
eldesarrollodeunanovela,porejemplo,encontramosave
cesque
lospersonajes,
losacontecimientosy
los
trasfon-
dos
parecen
cambiar
de
significación;
loque
realmente
ocurreesque
lasotras«posibilidades»empiezanaemerger
conmayor
fuerza,demaneraquenosvolvemosconscien
tesde
ella
s.En
efecto,
es
estemismo
desplazamientode
perspectivas
elquenoshacetenerlaimpresióndequeuna
novela
seasemejamuchomás
«a
lavidamisma».
Puesto
quesomosnosotros
losqueestablecemos
losnivelesde
in-
19B.
Ritchi
e,«TheFormalSt
ruct
ureofth
eAe
sthe
ticOb
ject»,enThe
Prob
lems
ojAe
sthetics,ed
.Elisco
VivasyMurrayKr
iege
r.NuevaYork,
1965,
págs.230y
sigs
.
234
WOLFGANC
ISER
terpretaciónypasamosdeunoaotroamedidaquevamos
dirigiendonuestraoperación
equilibradora,nosotrosmis
mosdotamos
altextode
laconformacióndinámicacon
la
realidadque,asu
vez,nospermiteintegrarunaexperien
ciadesconocidaennuestromundo
personal.
Amedida
quevamos
leyendo,
oscilamosenmayoro
menorgradoentre
lacreacióny
larupturade
ilusiones.En
unprocesode
tanteo,organizamosyreorganizamos
losdi
versosdatosquenosofrece
eltexto.Estosson
losfactores
dados,
lospuntos
fijo
sen
loscualesbasamos
nuestra
«in
terpretación»,intentando
encajarlosde
lamaneraenque
creemosque
elautorpretendióhacerlo.«Puesparaperci
bir,
un
espectadordebe
crearsupropia
experiencia.Y
su
creacióndebe
incluirrelacionescomparablesaaquellasque
sintió
elproductor
originaly
que,
en
sentido
estricto,
no
son
lasmismas.
Perocon
elperceptor,
aligualque
con
elar
tist
a,debehaberunordenamientode
loselemen
tosdelconjuntoque
esen
laforma,aunquenoen
losde
talles
,elmismoque
elprocesodeorganizaciónque
elcrea
dorde
laobraexperimentóconscientemente.
Sinun
acto
de
recreación
elobjetono
espercibidocomoobradear
te»
20.
Elactoderecreaciónno
esunproceso
tranquiloo
in
cesante,sinoque,esencialmente,dependede
interrupciones
ensucursoparaqueseaef
icaz
.Miramoshaciaadelante,ha
ciaatrás,tomamos
decisiones,
lascambiamos,creamosex
pectativas,nosextrañaqueno
secumplan,preguntamos,
meditamos,aceptamos,rechazamos.
Esteproceso
esguia
dopordoscomponentes
estructurales
principalesdentro
deltexto:enprimer
lugar,un
repertoriodeesquemas
lite
rariosconocidosyde
temas
literarios
recurrentes,junto
con
alusiones
acontextos
socialese
históricosconocidos;
ensegundo
lugar,diversastécnicasy
estrategiasutilizadas
para
situar
loconocido
frente
alodesconocido.
Los
ele
mentos
delrepertorio
secolocanconstantementeen
pri
merosegundo
plano,dandocomo
resultadouna
estrate
giadeexageración,
triv
iali
zaci
ón,oinclusoaniquilaciónde
laalusión.Esteextrañamientodeloque
ellectorhabía
creí-
20JohnDewey,
Art
as
Experience.Nueva
York,
1958,
pág.
54
(trad.
esp.Artecomo
experiencia,México,
FCE).
!*«•
;
ELPROCESODELECTURA
235
doreconocercreaforzosamenteuna
tensiónque
intensifi
carásusexpectativas
almismotiempoquesudesconfianza
haciadichasexpectativas.Delmismomodo,
esposibleque
nosenfrentemosatécnicasnarrativasque
establezcanvín
culosentrecosasquenosresultan
difícilesdeconectar,de
maneraquenosvemos
forzadosareconsiderardatosque
alprincipiotomamoscomo
inequívocamente
claros.Sólo
hace
faltamencionar
lasencillaestratagema,
tantasveces
empleadapor
los
novelistas,por
lacual
elautormismo
toma
parteen
lanarración,estableciendo
asíperspectivas
queno
habrían
surgido
delmero
relatode
los
aconteci
mientos
descritos.WayneBoothhallamadoaestatécnica
ladel«narradorpoco
fiable»
21paramostrarhastaquépun
topuedeunrecursoliterariocontrariarlasexpectativasque
surgendeltexto
literario.
La
figuradelnarradorpuedeac
tuarenpermanenteoposicióna
lasimpresionesquenoso
tros,de
locontrario,podríamos
formarnos.
Surgeenton
ces
lacuestiónde
siesta
estrategiadeoposicióna
lafor
macióndeilusionespuede
integrarseenunesquemacohe
renteque
estésituado,por
asídecir,enun
nivelmáspro
fundoque
eldenuestrasimpresionesoriginales.Esposible
quedescubramosquenuestronarrador,enfrentándonosa
nosotros,nosvuelvadehechocontra
él,ypor
ellorefuer
celailusiónqueaparentementepretende
destruir;alterna
tivamente,
es
posibleque
lleguemos
aestartandudosos
queempecemos
aponeren
teladejuiciotodos
losproce
sosquenosllevenatomardecisionesinterpretativas.Cual
quieraque
sea
lacausa,nosencontraremos
sometidosa
estamisma
interaccióndeformacióny
rupturade
ilusio
nesque
hacede
lalecturaun
procesoesencialmente
re
creativo.
Podríamos
considerar,como
simple
ilustraciónde
este
complejoproceso,
elincidentedel
Ulis
esdeJoyceen
elcual
elcigarrodeBloom
aludea
lajabalinade
Ulises.
Elcon
texto
(elcigarrodeBloom)evocaunelementoconcretodel
repertorio
(lajabalinade
Ulises);latécnicanarrativalosre
lacionaentre
sícomo
sifueranidénticos.¿Cómohemosde
«organizar»estoselementosdivergentesque,por
elhecho
21Cf.WayneBooth,
TheRhetorico/
Fict
ion.
Chicago,
1963,págs.211
ysi
gs.,
339y
sigs.
(trad.esp.La
retó
rica
de
lafi
cció
n,Barcelona,
Bosch).
236
WOLFGANG
ISER
mismodeponerseunojuntoaotro,
sedistinguentan
cla
ramenteentre
sí?¿Cuálessonaquílasprobabilidadesde
lle
garaunesquemacoherente?Podríamos
decirque
es
iró
nico;
almenos
asíescomo
lohan
entendidomuchos
re
nombrados
lectoresdeJoyce
22.En
estecaso,
laironíase
ría
laformade
organizaciónque
integra
elmaterial.Pero
siesto
es
así,
¿cuál
es
elobjetode
laironía?¿Lajabalina
de
Uliseso
elcigarrodeBloom?Laincertidumbrequero
deaa
estasimplepreguntayaponeen
aprietosa
lacohe
renciaquehemos
establecidoy,
enefecto,comienzaaame
nazarla,sobretodocuandoempiezanadejarsesentirotros
problemas
referentesa
lasingularconjuncióndejabalina
ycigarro.Vienena
lamente
diversas
alternativas,pero
la
soladiversidadessuficienteparadejaraunocon
laimpre
sióndeque
elesquemacoherentesehavenidoabajo.E
in
cluso
si,despuésdetodo,unopuede
estartodavíaconven
cidodequeen
laironíaestálaclavedelmisterio,estairo
níadebe
serdeunaíndolemuy
extraña;pues
eltextofor
muladono
significameramente
locontrariode
loqueha
sidoformulado.
Inclusoesposibleque
signifiquealgoque
nopueda
serformuladoen
absoluto.En
elmomento
en
queintentemosimponer
altextounesquema
coherente,
surgirán
sinremedio
discrepancias.
Estasson,por
decirlo
así,
elreversode
lamoneda
interpretativa,unproductoin
voluntariodelprocesoque
creadiscrepancias
altratarde
evit
arla
s.Y
essupresenciamisma
laquenoshacepenetrar
en
eltexto,obligándonosarealizarunexamen
creativo,no
solamente
del
texto,sinotambiéndenosotrosmismos.
Esteenfrascamiento
del
lector
es,por
supuesto,
vita
l
paracualquiertipode
texto,peroen
eltexto
literarionos
encontramoscon
laextraña
situacióndeque
ellectorno
puedesaberloquerealmentesuponesuparticipación.Sa
bemosqueparticipamosdeciertasexperiencias,peronosa
bemos
loqueocurreen
eltranscursode
esteproceso.Este
es
elmotivopor
elcual,cuandoun
libronoshaimpresio
nado
particularmente,sentimos
lanecesidaddehablarde
él;no
esquequeramos
librarnosdel
librohablandosobre
22RichardEllmann,
«Ulysses.The
DivineNobody»,en
TwelveOri
ginal
Essayson
Great
English
Novéis,
ed.
Charles
Shapiro.
Detroit,
1960,
pág.247,denominó
estaalusiónconcretacomo
«heroicocómica».
ELPROCESODELECTURA
237
él;
loquequeremos
essimplemente
entendermás
clara
mentequé
esaquelloen
loquenoshemos
vistoenfrasca
dos.Hemos
tenidouna
experiencia,yahoraqueremosco
nocerconscientemente
aquelloquehemos
experimentado.
Quizássea
ésta
lautilidadprimordialde
lacrítica
literaria:
ayudaahacerconscientesaquellosaspectosdeltextoque
deotromodo
quedaríanocultosen
elsubconsciente;
satis
face(oayudaa
satisfacer)nuestrodeseodehablarsobrelo
quehemos
leído.
La
eficaciadeun
texto
literariovieneproducidapor
la
aparenteevocacióny
posteriornegaciónde
loconocido.
Loque
alprincipioparecíaunaafirmacióndenuestrassu
posicionesnos
llevaanuestrorechazode
ellas,
contribu
yendo
asía
prepararnos
parauna
reorientación.Y
sólo
cuandodejamos
atrásnuestrasideaspreconcebidasyaban
donamos
elrefugiode
loconocido
escuandoestamosen
condicionesdecosecharnuevas
experiencias.En
lamedi
daenque
eltexto
literarioimplica
allectoren
laforma
ciónde
ilusióny
lasimultáneaformacióndemediospor
loscuales
lailusiónseveamenazada,
lalecturareflejaráel
procesopor
elcualadquirimosexperiencia.Una
vezque
el
lectorsevemetidoen
eltexto,suspropias
ideasprecon
cebidas
severáncontinuamente
superadas,demodo
que
eltextoseconvierteensu«presente»mientrasquesuspro
pias
ideas
sedifuminanen
el«pasado»;
en
cuanto
esto
ocurre,
ellectorestáabiertoa
laexperienciainmediatadel
texto,cosaqueeraimposiblemientrassusideaspreconce
bidasconstituyeransu«presente».
Ennuestroanálisisdelprocesodelecturaquehemos
lle
vadoacabohastaahora,hemosobservado
tresimportan
tesaspectosqueforman
labasede
larelaciónentrelector
ytexto:
elproceso
de
anticipacióny
retrospección,
el
consiguientedesarrollo
deltextocomo
acontecimiento
vi
voy
laimpresión
resultantedeconformacióncon
lareali
dad. Todo
«acontecimientovivo»debe,enmayoromenor
medida,permanecer
abierto.En
lalectura,
estoobliga
al
238
WOLFGANG
ISER
lectorabuscarcontinuamenteunacoherencia,porquesólo
entoncespuede
establecerunarelaciónmás
estrechaentre
lassituacionesycomprender
lodesconocido.Pero
lafor
macióndecoherencia
esen
símismaunprocesovivoen
elcualuno
seveconstantementeforzadoatomar
decisio
nes
selectivas,y
estasdecisionesasuvezdanuna
realidad
alasposibilidadesqueexcluyen,en
lamedidaenquepue
den
tener
elefectodeuna
perturbación
latentede
laco
herencia
establecida.Esto
es
loquehaceque
ellectorse
veametidoen
la«gestalt»deltextoque
élmismohaprodu
cido. Mediante
esteenfrascamiento
ellector
tiene
forzosa
menteque
dejarseguiarpor
lasmaniobras
deltextoyde
jaratrássusideaspreconcebidas.Esto
leda
laoportunidad
detenerunaexperienciade
lamaneraenqueGeorge
Ber-
nardShaw
ladescribióen
ciertaocasión:«Hasaprendido
algo.Alprincipioesosiempreparececomo
sihubierasper-
dido^lgo»
2S.Lalecturareflejalaestructurade
laexperien
ciahasta
elpuntodetenerqueponerensuspenso
lasideas
yactitudesqueconformannuestrapropiapersonalidadan
tesdequepodamosexperimentar
elmundo
desconocido
deltexto
lite
rario.
Peroduranteesteprocesoalgonossuce
de.
Este«algo»requiereunexamen
detallado,sobretodo
dadoque
laincorporaciónde
lodesconocidoen
nuestro
propioámbitodeexperienciahasidoen
ciertamedidaos
curecidaporunaideamuy
frecuenteen
lacríticaliteraria
yque
consisteenque
elprocesodeabsorciónde
lodesco
nocidoseetiquetacon
eltérminode
identificación
dellector
conloque
lee.Confrecuenciaseutilizaeltérminode«iden
tificación»como
sifuerauna
explicación,cuandoen
reali
dadno
esmásqueuna
descripción.Loquenormalmente
sequiere
decircon
«identificación»
es
elestablecimiento
de
afinidades
entreunomismoy
alguien
exteriorauno
misino:un
terrenoconocidoen
elcualsomos
capacesde
experimentar
lodesconocido.
Elpropósito
del
autor,no
obstante,
es
transmitir
la
experiencia
y,porencima
de
todo,una
actitudhacia
laexperiencia.Porconsiguiente,
la
«identificación»no
esun
finen
símismo,
sinouna
estra-
23G.
B.Shaw,MajorBarbara,
Londres,
1964,pág.
316.
ELPROCESODELECTURA
239
tagemade
laque
sevale
elautorparaestimularactitudes
en
ellector.
Esto,por
supuesto,no
equivale
anegarque
efectiva
mentesurgeunaformadeparticipaciónamedidaqueuno
valeyendo;uno
desdeluego
sevemetidoen
eltextode
talmodoque
setienelaimpresióndequenohay
distancia
entreunomismoy
losacontecimientos
descritos.Estaim
plicaciónseencuentrabienexpresadaen
lareaccióndeun
críticoalleerJaneEyre,deCharlotteBronte:«Cogimos/an*
Eyreuna
tardede
invierno,
algopicadospor
lasextrava
gantesalabanzasquehabíamos
oído,yfirmemente
resuel
tosasertan
críticoscomo
Croker.Peroamedidaque
fui
mos
leyendo,olvidamostanto
lasalabanzascomo
la
crít
i
ca,identificadosconJaneentodos
susproblemas,y
final
mentecasadosconMr.Rochesteralrededorde
lascuatro
de
lamañana»
24.Lacuestión
es¿cómoyporqué
seiden
tificó
elcríticoconJane?
~Con
objetodecomprender
esta«experiencia»,merece
lapenatenerencuenta
lasobservacionesdeGeorgesPou-
letacercadelprocesode
lectura.Esteautorafirmaque
los
librossóloadquierenplenaexistenciaen
ellector25.Escier
toque
secomponendeideaselaboradasporotrapersona,
peroen
lalecturaellectorseconvierteen
elsujetoquerea
liza
laelaboración.Desaparece
asíladivisiónsujeto-objeto
queenotroscasosescondiciónpreviadetodoconocimien
toytodaobservación,y
lasupresióndeestadivisióncolo
caa
lalecturaenunaposiciónaparentementeúnicapor
lo
que
se
refierea
laposibleabsorcióndenuevas
experien
cias.Esmuy
probableque
éstasea
larazónpor
lacual
los
vínculoscon
elmundo
deltextoliterariocontantafrecuen
cia
sehayan
interpretadoerróneamentecomo
identifica
ción.A
partirde
laideadequeen
lalecturadebemos
te
ner
lospensamientos
de
otra
persona,
Poulet
saca
la
si
guiente
conclusión:«Todo
loque
pienso
es
partede
mi
mundo
mental.Y
sinembargo
aquíme
encuentro
tenien-
24WilliamGeorgeClark,
Fraser's(diciembre,
1849):692,citadopor
KathleenTillotson,NovéisoftheEighteen-Forties.Oxford,
1961,págs.
19
ysi
g. 25Cf.Georges
Poulet,«Phenomenology
ofReading»,New
Literary
History
I,1969,
54.
240
WOLFGANG
ISER
dounpensamientoquepertenecemanifiestamenteaotro
mundo
mental,que
estásiendopensadoenmí
talycomo
siyono
existiera.Ya
laidea
esinconcebibley
resultamás
inconcebible
todavía
simedito
que,puestoque
todos
los
pensamientosnecesitanun
sujetoque
lospiense,
estepen
samientoque
esajenoamíyque
sinembargo
estádentro
de
mí,debe
tenertambiénun
sujetoque
esajeno
amí...
Siempreque
leo,pronunciomentalmenteun
yo,y
sinem
bargo
elyoquepronunciono
esyomismo»
26.
PeroparaPouletestaideaessólopartedelasunto.
El
extrañosujetoquetieneel
extrañopensamientodentrodel
lectorindica
lapresenciapotencial
del
autor,cuyas
ideas
pueden
ser«interiorizadas»por
ellector:«Tal
es
lacondi
ción
característicadecadaobraque
retrotraigoa
laexis
tencia
alcolocarmiconscienciaasudisposición.Leconce
dono
sóloexistencia,sino
eldarmecuentadesuexisten
cia»
27.Esto
significaríaque
laconscienciaforma
elpunto
en
elcualconvergenautory
lector,y
almismotiempoten
dríacomo
resultado
elcesede
laautoalienacióntemporal
que
lesucede
allectorcuando
su
conscienciaanima
las
ideasformuladaspor
elautor.Esteprocesodaorigenauna
formadecomunicaciónque,sinembargo,segúnPoulet,de
pendede
dos
condiciones:
la
historiapersonal
delautor
debequedarexcluidade
laobray
ladisposiciónindividual
dellectordebequedarexcluidadelactodelectura.Sóloen
toncespueden
lospensamientos
delautortenerlugarsub
jetivamenteen
ellector,quepiensa
loque
élno
es.Sede
duceque
laobramismadebe
serpensadacomo
conscien
cia,
puessólode
estamanerahayunabaseadecuadapara
larelaciónautor-lector,relaciónquesólopuedeocurrirme
diante
lanegaciónde
lapropiahistoriapersonaldelautor
yde
lapropiadisposicióndel
lector.A
estaconclusión
lle
gaenrealidadPouletcuando
describe
laobracomo
laau-
topresentacióno
materializaciónde
laconsciencia:«Ypor
tantoyonodeberíavacilarenreconocerqueentantoque
estáanimadapor
estesoplo
vita
linspiradopor
elactode
lectura,unaobra
literariaseconvierte
(aexpensasdellec
tor,
cuyapropiavidadejaensuspenso)enuna
especiede
26Ibxd.,
pág.
56.
27Ib
id.,
pág.
59.
ELPROCESODELECTURA
241
serhumano,
que
esunamente
conscientede
símismay
que
seconstituyeenmícomo
elsujetode
suspropiosob
jetos»
28.Inclusoaunquesea
difícilestardeacuerdoconuna
concepcióntan
realistade
laconscienciaque
seconstituye
en
laobra
literaria,
hay,no
obstante,
ciertospuntosen
el
razonamientodePouletquemerece
lapenamantener.Pe
roéstosdebendesarrollarsedesdepresupuestosalgodistin
tos.
Silalecturasuprime
ladivisiónsujeto-objetoquecons
tituyetodapercepción,sededuceque
ellectorseverá«ocu
pado»por
lospensamientos
del
autor,yque
éstos,a
su
vez,causarán
ladelimitacióndenuevas
«fronteras».Texto
ylectoryano
seoponen
entre
sícomo
objetoy
sujeto,
sinoqueen
lugarde
ello
,la«división»ocurredentro
del
lectormismo.Altenerlospensamientosde
otro,supropia
individualidadqueda
relegadatemporalmente
en
eltras-
fondo,
puestoque
essuplantadapor
estospensamientos
ajenos,queahoraseconviertenen
eltemaen
elcualsecen
trasuatención.Amedidaqueleemostienelugaruna
divi
sión
arti
fici
alde
nuestra
personalidad,ya
quetomamos
comotemaparanosotrosmismos
algoquenosomos.Por
consiguiente,cuandoleemosactuamosen
nivelesdiferen
tes.Puesaunquepodamos
estarteniendo
lospensamien
tosdeotrapersona,
loquenosotrossomosnodesaparece
rá
completamente,
sino
que
permanecerá
meramente
comounafuerzavirtualmásomenospoderosa.
Así,
alleer
existenestosdosniveles—el«yo»ajenoy
el«yo»
realy
vir
tual—quenuncasedesgajanentre
síporcompleto.En
efec
to,únicamentepodemos
convertir
lospensamientos
de
otrapersonaenuntemaabsorbenteparanosotros,siem
preycuando
eltrasfondo
virtualdenuestrapropiaperso
nalidadpuedaadaptarsea
él.Cada
textoqueleemosmar
caunafronteradistintadentrodenuestrapersonalidad,de
modoque
eltrasfondo
virtual
(elverdadero
«yo»)adopta
ráunaforma
distintadeacuerdocon
eltextodequesetra
te.Esto
esinevitable,aunque
sóloseapor
elhechodeque
larelaciónentretema
ajenoytrasfondo
virtuales
loque
haceposibleque
secomprenda
lodesconocido.
"Ibíd.
242
VVOLFCANC
ISER
En
estecontextoesreveladoralaobservaciónhechapor
D.W.Harding,
atacando
laideade
identificacióncon
lo
quese
lee:«Loqueavecessedenominacomocumplimien
todeldeseoen
lasnovelasyen
las
obras...puede
descri
birsedemaneramás
plausiblecomo
formulación
delde
seoy
ladefiniciónde
losdeseos.Los
nivelesculturalesen
loscualesprocedepueden
variarmucho;
elproceso
es
el
mismo...Parecemáscercanoalaverdad...decirque
las
fic
cionescontribuyenadefinirlosvaloresdellectoroespec
tador,yquizásaestimularsusdeseos,másquesuponerque
satisfacen
eldeseomediantealgúnmecanismodeexperien
ciavicaria»
29.En
elactode
lectura,tenerquepensaralgo
que
todavíanohemosexperimentadono
quiere
decirso
lamente
estaren
condicionesde
concebirloo
inclusoen
tenderlo;
significatambiénque
talesactosdeconcepción
son
posiblesy
acertadoshasta
elpuntodequehacenque
algoseformuleennosotros.Pues
lospensamientosdeotra
-personasólopuedentomarformaennuestraconsciencia
si,en
elproceso,intervienenuestrafacultadnoformulada
paradescifrardichospensamientos,facultadque,en
elacto
dedesciframiento,también
seformulaa
símisma.Ahora
bien,yaque
estaformulaciónsellevaacaboen
lostérmi
nosestablecidosporotrapersona,cuyospensamientosson
eltemade
nuestra
lectura,sededuceque
laformulación
denuestrafacultadparadescifrarnopuede
situarsesegún
nuestraspropias
líneasde
orientación.
En
estoradica
laestructura
dialécticade
lalectura.La
necesidadde
descifrarnosda
laoportunidaddeformular
nuestrapropiacapacidadpara
descifrar.Esto
es,situamos
enlugarpreeminenteunelementodenuestroserdelcual
somosdirectamenteconscientes.Laproduccióndelsignifi
cadode
lostextos
literarios—que
discutimosenconexión
con
laformaciónde
la«gestalt»deltexto—noentrañame
ramente
eldescubrimientode
lonoformulado,quepuede
serasumidopor
laimaginación
activadel
lector;también
entraña
laposibilidaddequepodamos
formularnosano-
29D.W.
Harding,
«PsychologicalProcessesen
theRcadingofFic
ción»,en
Aesthetia
in
theModera
World,
ed.Harold
Osborne.
Londres,
1968,págs.813y
sig.
ELPROCESODELECTURA
243
sotrosmismosy
descubrir
asíloqueanteriormentehabía
parecido
eludirnuestraconsciencia.Estosson
losprocedi
mientossegún
loscuales
lalecturadeobras
literarias
nos
da
laoportunidaddeformularlono
formulado.