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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “RAFAEL MARÍA BARALT” VICERRECTORADO ACADEMICO PROGRAMA POSTGRADO MAESTRÍA DOCENCIA PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR FUNCIONES DEL DOCENTE UNIVERSITARIO DESDE EL ENFOQUE ANDRAGÓGICO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RAFAEL MARIA BARALT, SEDE MENE GRANDE. Autora: Jessika Rivas

Jessika I,II,III

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAUNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

“RAFAEL MARÍA BARALT”VICERRECTORADO ACADEMICO

PROGRAMA POSTGRADOMAESTRÍA DOCENCIA PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

FUNCIONES DEL DOCENTE UNIVERSITARIO DESDE EL ENFOQUE ANDRAGÓGICO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

RAFAEL MARIA BARALT, SEDE MENE GRANDE.

Autora:Jessika Rivas

San Pedro, Julio 2012

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CAPÍTULO IEL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

En la sociedad actual, la necesidad de generar cambios en la

enseñanza, a la luz de los nuevos paradigmas emergentes en educación,

donde la formación integral, el desarrollo de competencias en investigación y

la pertinencia social forman parte de los requerimientos exigidos a toda

profesión, ha conducido a entenderla como un proceso integral presente en

todas las actividades de la vida universitaria, lo cual compromete a los

profesores universitarios a reflexionar, discutir esas modificaciones que, con

una preparación a través del análisis de la realidad, para transformarla de

acuerdo con las necesidades de la sociedad.

En este sentido, la adquisición de conocimientos en la educación

superior es esencial si se desea optimizar la calidad y pertinencia de su

servicio. Por ello, se hace necesaria la existencia de profesionales que

ejerzan su función tomando en cuenta la relación estudiante-docente, para

dar respuesta a los requerimientos de los estudiantes de cada carrera en

cuanto a formación académica, sobre todo, los adultos quienes presentan

necesidades de aprendizaje diferentes.

Al respecto, en la Conferencia Regional de Educación Superior de

América Latina y el Caribe (CRES) celebrada en el 2008 por la Organización

de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)

se establece que:

…producir transformaciones en los modelos educativos para conjurar los bajos niveles de desempeño, el rezago y el fracaso estudiantil por lo que obliga a formar un mayor número de

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profesores capaces de utilizar el conjunto de las modalidades didácticas presenciales o virtuales, adecuadas a las heterogéneas necesidades de los estudiantes y que, además, sepan desempeñarse eficazmente en espacios educativos donde actúan personas de disímiles procedencias sociales y entornos culturales. (p.5)

De acuerdo con lo antes señalado, los profesores universitarios deben

modificar su praxis para modificar las tasas de deserción estudiantil, producto

quizás de un inadecuado modelo de enseñanza, en donde el estudiante se

siente incómodo por la forma como es conducida la clase, por cuando

pareciera que el trato ofrecido, así como la forma de facilitar los

conocimientos no es adecuada a su grado de madurez cognitiva y biológica.

Desde esa perspectiva, puede inferirse que la relación profesor-

participante requiere producirse dentro de un ambiente de iguales, dada la

condición de adultez de ambos, razón por la cual la praxis del docente

universitario, debe enfocarse en un modelo andragógico de enseñanza,

donde se permita al estudiante adulto participar y actuar en un clima de

libertad.

Al respecto, Gil (2007), plantea que “los elementos andragógicos van

generando en los actores del proceso la conciencia de ir a mayores y

mejores metas de crecimiento académico e institucional, como respuesta a

sus propias necesidades, así como a las del entorno”. Por ello, la

transformación no surge de arriba hacia abajo, sino en sentido contrario,

desde la base, porque es allí donde radica la esencia de la universidad, su

razón de ser corporativa.

En este sentido, la transformación de la praxis del profesorado

universitario debe ser voluntaria, pues cada integrante asume su rol para la

optimización del nivel institucional, aportando lo mejor de sí en el logro de los

objetivos propuestos. De allí que el aprendizaje en la concepción

andragógica se logre a través de estrategias claras y definidas, las cuales

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conduzcan a los participantes a establecer una relación armónica entre este

y su entorno.

Sobre la base de las ideas expuestas, cabe señalar que el cuerpo

docente es el actor fundamental del sistema educativo, por ello se debe

ofrecer a sus miembros una formación permanente, en la cual se brinden

conocimientos relacionados con la forma como debe atenderse al estudiante

adulto, por cuanto la base de su desempeño está dirigida a este nivel.

Como se puede inferir, se habla de una docencia basada en principios

de horizontalidad, participación andragógica, los cuales posibilitan una mayor

interacción, integración y comunicación profesor-estudiante. De allí que la

andragogía es concebida por Knowles (2008) como “la ciencia, arte de

ayudar a los adultos a aprender”.

Al respecto, andragogía significa educar permanentemente al hombre

en cualquier periodo de su desarrollo psicológico en función de su vida

cultural, ecológica, social, por cuanto su madurez permite la aceptación o

rechazo de las ideas y experiencias del grupo social donde adquirió iguales

derechos como deberes, acumulando como adulto alguna experiencia al

intervenir racionalmente en las decisiones sobre su propio destino, así como

el de la sociedad.

Entendiéndose pues que, en los participantes de la modalidad de

educación superior se hace notable la diversidad de intereses, valores,

comportamientos, metas, donde las perspectivas individuales, las

características psicológicas los diferencian, separan o tal vez agrupan,

haciendo más difícil la función del docente, el cual debe contribuir para que

éstos descubran y desarrollen al máximo sus potencialidades.

Sin embargo, Casua (2007) señala que en las universidades

latinoamericanas, el profesorado considera a los estudiantes como

adolescentes, por cuanto pretenden imponer sus ideas, decidir por ellos los

aprendizajes requeridos, en otras palabras, se conducen de manera

inadecuada al nivel en donde se desempeñan.

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Esta concepción de la enseñanza se corresponde con un simple

transmisor de información, obviando que a nivel superior las funciones del

docente deben estar marcadas por la orientación, facilitación y consejería; en

otras palabras, el profesor universitario debe desempeñar variados roles

como: consultor, transmisor de informaciones, facilitador, agente de cambio,

agente de relación, tutor, entre otros; en fin, un profesional capaz de crear

ambientes educativos propicios para el aprendizaje.

Visto de esa forma, el profesor universitario, además de ser experto en

su área, debe tener sólida formación andragógica que le permita acercarse,

comunicarse, aproximarse, estimular a los participantes para construir un

aprendizaje real, pertinente, efectivo, útil para la vida. En este sentido, el

docente andragogo, se convierte en el facilitador del proceso, viabilizando las

interacciones, organizando la actividad educativa, todo ello en un clima de

respeto.

Sin duda, la caracterización anterior se materializa en un profesional de

la enseñanza que tenga una visión integral de las situaciones y de las cosas,

con amplitud de pensamiento, sobre todo, se destaque por su ética como por

su rectitud, modelo a seguir, seguro de sí mismo, garantizando resultados a

la institución, a su equipo de trabajo como a él, en su desarrollo estructural.

No basta con dar los contenidos de una asignatura, es necesario el abordaje

con propiedad de nuevos paradigmas, apuntando a la visión de educación

de calidad.

Lo antes expuesto permite inferir la función que el docente universitario

debe ejercer, basado en los principios andragógicos, la cual debe estar

enfocada principalmente en la función formativa, no quedarse solo en

conocer la materia y saberla explicar, pues la forma de abordar esos

conocimientos debe estar relacionada en la manera pensar cómo hacerlos

entender por parte de los alumnos.

Según Zabalza (2008), los cambios producidos en el escenario

universitario provocan importantes transformaciones en el ámbito de la

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docencia, quedando relegado el transmisor de información a un nivel

secundario para dar prioridad al facilitador de aprendizaje de sus estudiantes.

En este nuevo contexto, se hace necesaria una reflexión acerca del

quehacer y de los nuevos perfiles docentes requeridos, dada la inclusión de

actividades de investigación como parte fundamental de la formación

docente. Para ello, de acuerdo con Segura (2007), debe pensarse que el

escenario será exigente, tanto para docentes como estudiantes, pues se

exigirán altos estándares de calidad, competitividad profesional como

personal, materializado en conocimiento profundo, habilidades, adecuado

perfil de personalidad, destrezas para manejar nuevas tecnologías,

preactivos, diligentes, entre otros aspectos.

Aunado a lo antes expuesto, es importante resaltar la función que

realiza el profesor universitario como evaluador de los aprendizajes, pues la

evaluación debe formar parte del conjunto de medios integrantes del plan de

servicio del logro de los objetivos educativos, aunque, además sirva a las

funciones diferentes, como las relativas a la comprobación de los niveles de

logro alcanzados, la calificación académica y las consecuencias de la misma

(promoción o no, selección, entre otros aspectos).

Esto implica, según López y Sarrate (2008) que, si la evaluación viene

siendo practicada tradicionalmente en su función sumativa, como una

actividad asociada, añadida, claramente diferente y diferenciada de la

actividad de planificación, diseño, enseñanza, esta, como la información, la

explicación, la motivación, los propios materiales de aprendizaje, las

actividades , en general, la metodología, recursos didácticos, debe ayudar al

participante a alcanzar las metas u objetivos previstos por el profesor en

relación con los temas o contenidos del programa.

Lo antes expuesto difiere de la realidad, respecto a la función de los

docentes de las universidades regionales, tanto públicas como privadas, al

presumirse que el personal docente encargado de este servicio educativo, no

conoce los referentes teóricos de la andragogía, entendida como la ciencia

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de la enseñanza de adultos; al parecer no poseen las competencias

necesarias para conocer, comprender e impulsar las potencialidades de los

jóvenes y adultos en búsqueda de propiciar en ellos la construcción de

aprendizajes autónomos, pues ofrecen un trato probablemente no adecuado

a ese nivel de madurez.

En este sentido, en observaciones realizadas por la investigadora en la

Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene Grande,

se evidencia que los profesores parecieran no estar en capacidad de definir

los objetivos a alcanzar en su práctica docente, así como carecer de una

adecuada preparación andragógica, la cual permita ofrecer una atención

idónea al participante adulto, quien posee necesidades e intereses diferentes

al adolescente.

Asimismo, se observa que el docente universitario, generalmente,

asume una actitud autoritaria y a la vez paternalista frente al estudiante,

restándole participación en el proceso educativo. Se convierte en el centro o

eje de la actividad docente, por cuanto los contenidos e informaciones que

suministra están sujetos a sus criterios personales, ideológicos, religiosos y

políticos. Es decir, lo que el estudiante necesita aprender lo decide el

profesor, sin tomar en cuenta los intereses y motivaciones de los

participantes.

De igual forma, se tiene la duda si el profesor universitario continúa

realizando una transmisión de información en el que toda la responsabilidad

recae sobre él y en su conocimiento, propiciando en el estudiante la asunción

de un rol pasivo como receptor de la información, al no considerar sus

características individuales como grupales. Aunado a estas percepciones, se

presume, una falta de estrategias de evaluación dirigidas a promover

interacciones generadoras de aprendizaje, con metodologías de trabajo

activo, predominantemente colaborativas.

De continuar con esta situación, es muy probable que el interés, de

partes de los jóvenes con deseos de emprender estudios universitarios, sea

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cada vez menos importante, lo cual conllevará a la búsqueda de

desarrollarse en el campo laboral sin una educación completa,

consecuentemente terminarán haciendo su desempeño laboral, con pocas

probabilidades de crecer profesionalmente.

Por lo antes señalado, esta investigación pretende analizar la función

del docente universitario desde el enfoque andragógico en el Programa

Educación de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt”

sede Mene Grande.

Formulación del Problema

¿Cómo desarrolla su función el docente universitario desde el enfoque

andragógico en el Programa Educación de la Universidad Nacional

Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene Grande?

Objetivos de la Investigación

Analizar la función del docente universitario desde el enfoque

andragógico en el Programa Educación de la Universidad Nacional

Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene Grande.

Objetivos Específicos

Identificar los elementos presentes en la función del docente

universitario en el Programa Educación de la Universidad Nacional

Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene Grande

Describir las competencias profesionales que poseen los profesores del

Programa Educación de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María

Baralt” sede Mene Grande.

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Caracterizar el perfil andragógico del profesor universitario del

Programa Educación de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María

Baralt” sede Mene Grande.

Establecer la relación profesor-estudiante en el Programa Educación

de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene

Grande.

Justificación de la Investigación

La Educación Superior presupone el dominio de un conjunto de

conocimientos, métodos, técnicas científicas, considerando así la integración

del proceso enseñanza/aprendizaje con la actividad de la investigación,

igualmente, supone crear o recrear en las clases diferentes situaciones de

aprendizaje, cuya evaluación de los estudiantes condiciona todo este

proceso y donde la referencia al estudiantado es indispensable.

Es por ello, que la función docente del profesor universitario no sólo se

refiere a las actividades que realizan cuando están en clase con sus

alumnos, suponen un conjunto de actividades pre, inter y postactivas las

cuales debe realizar para asegurar el aprendizaje de sus estudiantes. Así

mismo, debe poseer competencias profesionales, habilidades, destrezas

donde se refleje el dominio al más alto nivel de su asignatura, actualización

de estos conocimientos, dominio de la andragogía en el proceso educativo.

En ese sentido, el quehacer de la andragogía es la expresión más

amplia y completa del concepto de aprendizaje voluntario, pues permite

interactuar con suficiente autonomía, sin presiones, disponer de facilidades

para adquirir conocimientos, aptitudes, habilidades, destrezas con el fin de

lograr tanto objetivos como metas ampliamente discutidos, planificados,

programados conjuntamente de manera pertinente, oportuna, libre de toda

condición obligatoria.

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El estudiante que ingresa a las universidades, siendo ya una persona

con un grado de madurez necesario para ese nivel de estudio, siente el

deseo de aprender en función de todo aquello de interés para él; pues debe

responder con acierto a las diferentes exigencias impuestas por la sociedad

en la cual interactúa.

De estas premisas, parte la justificación de esta investigación que,

desde el punto de vista teórico viene dada por la necesidad de revisar los

nuevos postulados teóricos, las cuales advierten de la andragogía como un

proceso dinámico en donde se desenvuelve la relación profesor-alumno.

Así mismo, se presenta un análisis de los elementos teóricos antes

mencionados, donde se muestre la importancia del compromiso permanente

que deben poseer los profesores universitarios en su actualización, así como

la preparación para la vida de los estudiantes, generada por la reflexión en

su acción, transformándose en un líder formal de grupo, poseer un gran

sentido de pertenencia a su institución, a su enseñanza y a sus participantes.

Su justificación práctica se evidenciará por la exposición de alternativas

de solución a la problemática planteada, respecto al direccionamiento más

conveniente de la función docente para lograr que el profesorado de las

universidades públicas nacionales alcance el éxito permanente de

adquisición, estructuración y reestructuración de conocimientos, habilidades

y valores para el desempeño de la función docente.

En cuanto a su justificación institucional, la misma cobra una

significativa importancia a los efectos de estimular la innovación, el sentido

crítico, la reflexión, la creatividad en función de cubrir con las necesidades de

aprendizaje que demanda su práctica docente, en función de elevar la

calidad de la formación del estudiante de la Educación Superior.

De igual modo, se justifica pues para que la universidad pueda cumplir

sus tareas académicas, laborales e investigativas requiere de profesores

preparados, que no sólo sepan el contenido científico, sino enseñar lo

requerido por la sociedad, de acuerdo a sus implicaciones pedagógicas,

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finalidades y contextos diversos, revistiéndose en los aprendizajes de los

estudiantes a partir del perfeccionamiento del proceso de enseñanza

aprendizaje.

A nivel metodológico, se justifica por cuanto ofrecerá un instrumento

válido y confiable que estará disponible para aquellos que requieran de un

cuestionario diseñado para medir variables similares a la propuesta, De igual

forma, la proyección del alcance de este estudio servirá a otras

investigaciones focalizadas en el contexto de la docencia para la educación

superior, pues la revisión de los resultados hallados en éste pueden

demostrar la utilidad en las nuevas tendencias andragógicas.

Delimitación de la Investigación

La presente investigación se enmarca en el área de la Docencia para la

Educación Superior. Temáticamente se desarrollará considerando los

aportes teóricos de autores como Alcalá (2009), Casúa (2007), Knowles

(2008), Zabalza (2008), entre otros. Espacialmente, se realizará con los

profesores y estudiantes del Programa Educación de la Universidad Nacional

Experimental Sede Mene Grande. Temporalmente se llevará a cabo entre los

años 2012 y 2013.

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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

En este capítulo se ubica la fundamentación teórica relacionada con la

variable de estudio: función del docente universitario desde el enfoque

andragógico, conformada por los antecedentes relacionados con los

estudios previos realizados acerca de la temática, bases teóricas, definición

de términos básicos, sistema de la variable, operacionalización de la misma.

Antecedentes de la Investigación

Para la sustentación de la presente investigación se realizó una revisión

bibliográfica y documental, de la cual surgieron algunos estudios

relacionados con la variable de estudio, entre los cuales se mencionan: La

investigación realizada por Montalvo, H. (2009) denominada “modelo de

enseñanza-aprendizaje para un software educativo basado en la andragogía

y el diseño instruccional de Robert Gagné”, consistente en un artículo de

carácter documental explicativo, proyectivo, que toma como punto de

referencia la teoría dedicada especialmente al estudio de la formación de

adultos propuesta por Malcolm Knowles: La Andragogía.

En esta teoría el autor plantea un modelo de aprendizaje andragógico,

en donde se clarifica la diferencia entre el aprendizaje de adultos con el de

niños; teniendo en cuenta los principios de dicho modelo y la teoría

instruccional de Robert Gagné, cuya finalidad es propiciar el desarrollo de

habilidades, destrezas en el aprendiz mediante la creación de estrategias

que favorecen la adquisición del conocimiento sin excluir las condiciones

externas e internas a las que está sometido el sujeto, se propuso un modelo

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para un software educativo tutorial, dirigido a docentes, para el aprendizaje

de la plataforma de gestión de conocimiento de la Universidad del Norte,

Barranquilla, Colombia.

La investigación anterior fundamenta el presente estudio, al ofrecer

aportes teóricos referidos a la Andragogía o educación de adultos basados

en la teoría instruccional de Robert Gagné, la cual ofrece estrategias para la

facilitación del aprendizaje favorecedoras de la construcción de

conocimientos en el estudiante universitario, que pueden tomarse como

referente para la sustentación de las dimensiones e indicadores.

Asimismo, se seleccionó la investigación realizada por Ramírez, M.

(2009) titulada “Competencias docentes desde la perspectiva andragógica en

facilitadores de Educación Superior”, cuyo objetivo fue analizar las

competencias docentes desde la perspectiva andragógica en los facilitadores

de las facultades de Derecho de las universidades Rafael Belloso Chacín y

Popular del Cesar.

Las fundamentaciones teóricas se suscriben a varios autores, entre

ellos: Zabalza (2003), Zuleta (2002), Benavides (2002), y Tobón (2006). La

investigación fue de tipo descriptiva, con un diseño de campo, no

experimental, transeccional. La población objeto de estudio estuvo

conformada por 20 sujetos integrados por 13 directivos de la Facultad de

Derecho de la universidad Rafael Belloso Chacín y 7 directivos de la

Universidad Popular del Cesar; realizando un censo poblacional

. En cuanto a la técnica de recolección de información se utilizó la

encuesta, con un cuestionario de 30 ítemes como instrumento. Este se validó

a través del juicio de cinco expertos quienes realizaron observaciones que,

una vez corregidas, permitieron la aplicación de una prueba piloto a diez

sujetos diferentes a la población, calculándose el coeficiente Alfa Cronbach

en 0.91, considerándose una confiabilidad muy alta.

Finalmente se analizaron y discutieron los resultados, concluyendo que

un número significativo de los docentes de la muestra manejan las

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competencias, pero a su vez se evidencian ciertas debilidades en pequeños

grupos.

El estudio anterior se consideró pertinente con la presente investigación

por cuanto se refiere a las competencias docentes que debe tener el

facilitador universitario desde la perspectiva andragógica, señalando la

necesidad de un cambio en la praxis del profesor para ofrecer una mayor

atención al estudiante adulto, ofreciendo elementos útiles para sustentar el

marco teórico de la misma.

De igual forma, se consideró la investigación realizada por Alonso, P.

(2012) denominada “La Andragogía como disciplina propulsora de

conocimiento en la educación superior”. Este artículo informa sobre la

diacronía (panorama histórico) de la Andragogía y de su incursión como

disciplina en el contexto de la educación universitaria, a través de un estudio

de carácter documental, bibliográfico.

Asimismo, a partir de los principios andragógicos, del proceso de

pensamiento del adulto y de la experiencia laboral, se propone al acto

andragógico como una opción educativa por implementarse en la educación

superior costarricense, para desarrollar competencias cognitivas y

metacognitivas en los estudiantes universitarios, en forma simultánea, con

las distintas áreas académicas, mediante la reproducción de la mayéutica

socrática, que se estructura en el ciclo de aprendizaje experiencial propuesto

por Kolb.

El artículo anterior fundamenta la presente investigación, por cuanto

ofrece aportes teóricos donde se señala la Andragogía como disciplina

universitaria, para desarrollar competencias cognitivas y metacognitivas en

los estudiantes de educación superior, indicando entre esos postulados los

principios andragógicos cuya conceptualización puede ser tomada por la

investigadora para ampliar sus dimensiones e indicadores.

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Bases Teóricas

Función del docente universitario

De acuerdo con González (2009) el docente universitario venezolano

tiene a su cargo, la enseñanza y la investigación, así como la orientación

moral que la universidad debe impartir a sus estudiantes, con elevadas

condiciones profesionales, morales, culturales, académicas, administrativas,

dotados de amplios conocimientos para ejecutar las competencias de

docencia, investigación, extensión; además, es un orientador, facilitador del

proceso de aprendizaje.

En ese sentido, el profesor es un facilitador del proceso, un planificador

de situaciones que detonen los aprendizajes, pues la educación superior

debe estar centrada en el aprendizaje y no en la enseñanza, por tanto debe

concentrarse en propiciar las condiciones, diseñar estrategias, conducir al

grupo, fungiendo como un mediador de los conocimientos con el aprendiz.

Al respecto, Villarini (2009), señala que el profesor universitario en su

rol de andragogo, término dado al facilitador de aprendizajes de estudiantes

adultos, es un consultor o asesor quien interviene a solicitud del educando,

cuando este: reclama su apoyo, para compartir saberes, realizar autocríticas,

identificar unilateralidades, así como limitaciones en el desarrollo humano

integral de este y tomar acciones para corregirlas. Por ello, debe intervenir

para activar las ideas previas de este, ayudándole a:

- Revisar y explicitar las ideas que posee respecto al tema objeto de

aprendizaje, a trabajar con ellas, mostrándose dispuesto a modificarlas, si es

posible. En este sentido, debe facilitarse al estudiante la posibilidad de

manifestar sus ideas, creencias, argumentándolas, antes de la actividad de

trabajo en el salón de clases, así como durante ellas.

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- Debatir las propias opiniones y contrastarlas con las de otros, usar las

ideas personales para resolver determinados problemas, así como evaluar

los resultados. Las actividades de enseñanza aprendizaje, si se seleccionan,

presentan adecuadamente, puede ayudar al estudiantado a tomar conciencia

de sus propias representaciones, ideas, creencias a averiguar algunas de

sus limitaciones, para disponerse a disfrutarlas.

- Facilitar al estudiante las herramientas para orientar su actividad y su

esfuerzo en el proceso de enseñanza aprendizaje ajustando las expectativas

individuales de realización de las tareas a las correspondientes al profesor.

- Permitir que los estudiantes representen el objetivo de la tarea de

aprendizaje, los materiales y las condiciones de trabajo, ayudándolos a

establecer semejanzas entre la actividad a realizar con las anteriores, así

como a situar la actividad de aprendizaje en relación a otras anteriores.

- Presentar el nuevo concepto ya elaborado, utilizando diversas

estrategias dependiendo del contenido pero, tratando de ayudarlos en la

construcción del conocimiento individual.

- Intervenir para suscitar las ideas o representaciones que el

estudiantado tiene de los procedimientos de las actividades por realizar para

ayudarlos a manifestar el grado de dominio persona sobre la ejecución.

- Activar, explicitar, trabajar con las ideas que el estudiantado tiene del

procedimiento, para lo cual debe programar diferentes actividades, las

cuales permitan a los educandos explicitar la pertinencia de un procedimiento

para la consecución de una meta.

- Activar la competencia procedimental previa al estudiante facilitando el

seguimiento de una lista de instrucciones para la solución de un problema,

ensaye un proceso, imitando a otros o un encuentro inmerso de lleno en una

experiencia interesante y significativa.

- Propiciar que el estudiante oriente su actividad al inicio y en el curso

del aprendizaje. Ayudarlo al representarse el objetivo de la actividad a

realizar, los materiales, las condiciones de trabajo, de esta manera, él pueda

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orientar claramente su tarea, así como esfuerzo para ajustar sus propias

expectativas con el profesor.

De acuerdo con lo anterior, la función docente del profesor

universitario, como facilitador de aprendizaje desde el enfoque andragógico

está referida a la acción de orientar, ayudar, cooperar con el participante en

el logro de sus aprendizajes, además, promueve la reflexión, imaginación,

creatividad, manteniendo con estos una relación horizontal, entendida como

una relación entre iguales, de actitud proactiva, recíproca, compartida, de

responsabilidades, negociación, compromiso hacia logros, así como

resultados exitosos.

Al respecto, Díaz y Hernández (2007) señalan que el docente debe

ayudar, orientar, apoyar y facilitar el proceso de construcción del

conocimiento por parte de los participantes. En otras palabras, un diseñador,

conductor de situaciones de aprendizaje, las cuales deben estar centradas

en el participante, para ayudarlo a adquirir conocimientos. En consecuencia,

el profesor como andragogo:

- Ayuda a los participantes a realizar el autoaprendizaje.

- Colabora en la evaluación de las necesidades personales, sociales e

institucionales.

- Participa en la selección, adquisición o creación de recursos de

aprendizaje.

- Interviene en la valoración de los progresos alcanzados según los

objetivos de aprendizaje propuestos mediante la evaluación, coevaluación y

autoevaluación.

De acuerdo con lo anterior, el andragogo es, de alguna manera, guía,

despertador de conciencias que ayuda a los participantes a descubrirse

como seres libres, responsables, quien colabora con ellos en la búsqueda de

sentido, sobre el valor de la propia existencia. Por tanto, ser facilitador de un

grupo le hace responder a situaciones concretas, por ello, quien asume este

compromiso, requiere, según Torres y otros (2008):

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1. Tener virtudes indispensables: verdad, humildad, amor; sólo con

estos aspectos puede llegar a facilitar el crecimiento y el desarrollo

constructivo de los demás.

2. Crear y mantener un ambiente propicio donde el participante se haga

más crítico, creativo, persuasivo, investigador, transformador de la realidad.

3. Despojarse del liderazgo que lo envuelve para poder llegar a

transformar el medio para lograr la renovación.

4. Inculcar en el aprendiz el para qué para poder llegar a transformar el

medio para lograr la renovación.

5. Ayudar al estudiante para que cuestione su aprendizaje, así como a

la sociedad, es decir, conozca hacia dónde dirigirá sus acciones.

6. Estimular las potencialidades de cada uno con el fin de generar la

creatividad y la libertad, entendidas como la capacidad de tomar decisiones

cónsonas con la situación.

7. Crear corrientes de empatía, implica vivir las situaciones de la vida

cotidiana de los participantes.

8. Establecer relaciones interpersonales.

9. Ser él mismo, no un personaje preestablecido.

10. Conocer que el grupo tiene intereses, expectativas, necesidades y

objetivos, tanto individuales como colectivos.

11. Buscar que las normas salgan espontáneamente del grupo.

12. Promover la búsqueda de sí mismo, descubrir sus centros de

interés, la valoración del trabajo individual y grupal reconociendo su derecho

como miembro de ese medio en el cual participa.

12. Buscar estrategias que respondan a las necesidades del grupo y a

la esencia del contenido tratado.

13. Buscar métodos, técnicas y procedimientos actualizados para

responder a los intereses, tanto individuales como colectivos.

Con los requerimientos antes mencionados, el profesor debe ser capaz

de integrar todas sus experiencias, percepciones e ideas, en un sistema

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estructural de sí mismo que comprende elementos cognitivos, emocionales,

los cuales permiten al adulto ser capaz de orientar sus intereses por la vida

de la autorrealización, afianzar una conducta autónoma e independiente, así

como asumir responsabilidades inherentes a sus roles sociales.

Al respecto, Rodríguez (2010) plantea que la figura del profesor

facilitador supone la ruptura en la relación jerárquica participante-docente

favoreciendo, por un lado, la consolidación del grupo como protagonista del

proceso formativo, por otro, la valorización horizontal de las fuentes de

información y el aprendizaje en la organización del grupo para la acción en

su realidad concreta.

Visto de esa forma, el andragogo tiene la función de modelar al grupo

desde una postura educativa no directiva. En ese sentido: escucha con

atención las opiniones e ideas, asiste a todas las sesiones del grupo, conoce

el proceso formativo, así como la dinámica del grupo de aprendizaje. Por

tanto, el autor mencionado, le asigna al profesor universitario las siguientes

funciones:

a. Procurar que no se dé una relación jerárquica entre quien sabe y

aquel que no, facilitando la generación de instrumentos de aprendizaje

propios, a la par de favorecer procesos de captación de la información,

integración, intercambios, elaboración, contrastación, expresión de los

contenidos.

b. Acompañar al grupo, ofreciendo pautas para que este aprenda sus

mecanismos de seguimiento, subrayando el valor de lo producido,

analizando los principios surgidos, proponiendo métodos y fórmulas de

estructuración del proceso. Todo ello para entender la cotidianidad del

mismo.

c. Ser explícito en el mantenimiento de los principios metodológicos y

en el desarrollo de los objetivos actitudinales.

d. Aceptar y valorar a cada estudiante como una persona integral,

respetando sus pensamientos e ideas, lo cual permitirá construir una relación

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de confianza recíproca, estimulando las actividades de enseñanza

aprendizaje de tipo cooperativo.

e. Ayudar a los participantes a reconocer, confiar, utilizar sus propias

experiencias como un recurso de aprendizaje, empleando para ello, las

opciones metodológicas pertinentes.

En otras palabras, el profesor universitario debe mantener una relación

de igualdad con sus participantes, es decir, una praxis diferente a la asociada

con el niño y el adolescente, donde en lugar de ser un transmisor de

información sea un orientador, guía, mediador en la interacción estudiante –

contenidos, para ello, debe cumplir con tres elementos básicos: docencia,

investigación, extensión.

Elementos de la función del docente universitario

Función de docencia

La función de docencia del profesor universitario son, consiste según

Carpio (2009), en aquellas acciones ejecutadas para la realización de las

funciones y tareas vinculadas con la labor académica para la conducción del

proceso enseñanza aprendizaje, mediante la aplicación de la didáctica, así

como la utilización de las nuevas tecnologías incorporadas como recursos

instruccionales.

Por tanto, la función de docencia del profesor universitario se orienta

hacia el mejoramiento de la manera de apropiación del conocimiento,

utilizando didácticas, dirigidas a despertar en el estudiante habilidades de

participación, independencia, reflexión, criticidad. De esta manera, se

considera una característica principal del proceso enseñanza aprendizaje la

integración de los aspectos cognitivo-afectivo, e instructivo-educativo como

requisito psicológico/pedagógico esenciales, conformando una unidad cuyo

propósito es contribuir a la formación integral de la personalidad del

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estudiante. Al respecto, Bedoya (2008:187) señala que el profesor debe

facilitar al estudiante la apropiación más fácil de su aprendizaje, es decir:

Enseñar debe propiciar el aprender, debe permitir, dejar aprender. Y aprender no es solo aprehender, recibir sin cuestionamiento, conocimientos elaborados por otros y que son impartidos mediante la explicación del profesor… Es más bien aprender por cuenta propia, a investigar, a interrogar.

En ese sentido, se concibe la función de docencia del profesor

universitario como aquellas acciones vinculadas con el desarrollo del proceso

enseñanza aprendizaje, siendo este conformado por elementos o

componentes estrechamente interrelacionados, en una relación dialógica y

dialéctica donde confluyen docente, estudiantes, contenidos, recursos

instruccionales, las cuales interactúan mediante múltiples actividades que

confluyen afectándose mutuamente.

Al respecto, Alfaro (2009) señala que la función de docencia se

constituye fundamentalmente a partir de la acción del profesor quien

promueve el desarrollo de las potencialidades de sus estudiantes y la

construcción de saberes, facilitando, orientando, guiando, motivando,

apoyándolo para lograr su formación continua en un ambiente donde este

actúe, piense con libertad, sea creativo, crítico, analítico, razone, participe,

colabore en dicho desarrollo.

Dentro de la función de docencia, señala Castro (2008), se encuentra la

adecuada aplicación de la didáctica, por cuanto no es suficiente saber

enseñar, es indispensable poseer la capacidad de aplicar coherentemente

las estrategias didácticas dentro del modelo propuesto. En tal sentido, dicha

aplicación permite al profesor universitario, ser más eficiente, al ajustarse a la

naturaleza y las posibilidades del educando.

La didáctica está integrada por un conjunto de elementos

fundamentales, que de acuerdo con Mijares (2005), son: el estudiante, los

Page 22: Jessika I,II,III

objetivos, el profesor, la materia, las técnicas de enseñanza y el medio

geográfico. En ese orden de ideas, el participante es el sujeto que aprende,

aquel por quien, para quien existe la institución; los objetivos son los

propósitos de logros en función del programa instruccional; la materia es el

contenido de la enseñanza, a través de ésta se logran los objetivos; los

métodos - técnicas constituyen el conjunto de procedimientos ejecutados en

el proceso enseñanza-aprendizaje, finalmente el medio geográfico es el

ambiente donde se desarrolla dicho proceso.

Visto de esa forma, aplicar la didáctica implica un conjunto de proceso

interrelacionados que se inician con la motivación, la dirección del

aprendizaje (presentación de la asignatura, elaboración, fijación e integración

del aprendizaje), elementos de ejecución (lenguaje, material didáctico) y la

verificación o evaluación de los mismos.

Por ello, la didáctica va enfocada hacia los planes de trabajo, adaptados

a los objetivos que se pretenden lograr, a las posibilidades, aspiraciones y

necesidades del alumno. La ejecución se orienta hacia la práctica efectiva de

la enseñanza a través de las clases, las actividades extraclases, además, la

verificación se dirige hacia la certificación de los resultados obtenidos con la

ejecución, en tanto, los métodos de enseñanza están orientados a capacitar

a los estudiantes, para actuar conscientemente frente a diversas situaciones

de la vida, aprovechado las experiencias, integración de ideas y progreso

académico.

Investigación

El docente en su perfil andragógico, debe demostrar una labor

investigadora, tareas incentivadora, conocedor de los métodos de

investigación de su disciplina científica. Según Cebrián y Góngora (2003:

156), debe basar su práctica como materia de investigación, que reflexione

sobre ella en la voluntad de procurar cambios e innovaciones con el fin de

Page 23: Jessika I,II,III

mejorar sus procesos de enseñanza aprendizaje, estando su labor siempre

regida por una actitud escéptica, pragmática y crítica contra sus rutinas.

Ahora bien, aun cuando el docente que práctica la investigación

educativa, esta en un constante proceso de autoformación e interformación,

este contribuye a la formación inicial profesional de los estudiantes, cuando

promueve en ellos conciencia crítica, reflexiva, autónoma, para la

autogestión de su propio aprendizaje, sirviendo de apoyo para los

significados de sus conocimientos y educándolos para toda la vida.

La interformación sucede simultáneamente para ambos actores del

proceso educativo, cuando uno, aprenden con los otros, sobre todo cuando

comparte sus conocimientos entre pares, tanto con sus compañeros de aula

como de trabajo. Se refiere además, según señala Segura (2004:18) al

conjunto de condiciones personales relacionadas con su nivel investigativo,

la divulgación del trabajo, el manejo del quehacer educativo, la calidad en su

función, la cooperación y el liderazgo dentro de la institución, las cuales

atañen al educador como individuo, que, entremezcladas, dan forma a la

historia profesional de cada docente.

En ese orden de ideas, Salcedo (2009), define el perfil andragógico del

docente universitario como la capacidad de adaptación permanente a las

nuevas circunstancias y demandas del entorno social, la tolerancia de la

ambigüedad, la capacidad de afrontar situaciones confusas, es decir, de

emplear exitosamente tácticas de sobrevivencia a corto plazo, así como

estrategias de largo alcance, guiado por una visión amplia de la universidad,

un sistema de valores concordantes con la institución.

Al respecto, Cerda (2007) plantea que el profesor investigador a través

de la indagación se está transformando para contribuir a la formación o

interformación inicial profesional de los estudiantes, con conciencia critica,

reflexiva y autónoma, los cuales autogestionen su propio aprendizaje,

dándole significados a sus conocimientos y educándolos para la vida,

Page 24: Jessika I,II,III

De acuerdo con las opiniones anteriores se infiere que la investigación

en la acción educativa andragógica es un eficaz procedimiento para la

formación del profesorado gracias a la acción cooperativa, el trabajo en

equipo. El profesorado se forma, se desarrolla cuando adquiere un mayor

conocimiento de la compleja situación en donde enseñanza se desenvuelve.

Para ello debe articular una combinación de teoría y practica, experiencia y

reflexión, acción y pensamiento, tanto para su desarrollo personal como

profesional. En esa línea de pensamiento, señala Hurtado (2002):

El profesional del futuro debe ser capaz de asumir su propia actualización y adquirir hábitos de autoformación, desarrollando hábitos de lectura y disciplina para el estudio autónomo. Un investigador del tercer milenio debe ser capaz de ubicar fuentes de información pertinente, seleccionar material relevante, analizar e interpretar ideas e inferir explicaciones. Para ello se requiere de organización y disciplina: cumplir las responsabilidades con conciencia de su importancia, con motivación propia, y no como pasos necesarios para satisfacer un requisito, recibir un título o ganar un bono para un aumento de sueldo (p.203).

Cabe señalar que la búsqueda de conocimiento a través de la

investigación es una función inherente al rol del docente universitario en la

sociedad, concebida esta como el hacer intelectual encaminado a la

construcción del conocimientos en las diversas esferas de la actividad

humana, mediante instrumentos racionales, materiales, concebidos a través

del tiempo, dentro del rigor y los cánones aceptados como científicos, cuyo

fin último es el progreso del conocimiento, además de su aplicación en

beneficio del crecimiento del hombre, individual, colectivo.

La investigación en consecuencia, estará orientada a generar nuevos

conocimientos, a propiciar, adecuar, innovar o transferir soluciones para

resolver problemas no solo científicos o tecnológicos sino aquellos

íntimamente relacionados con la naturaleza y el comportamiento humano.

En este contexto, la investigación es una tarea fundamental para el

docente universitario representando una estrategia en un modelo

Page 25: Jessika I,II,III

pedagógico alternativo, inscrito en el marco de la educación universitaria.

Pero para que adquiera un carácter científico, se requiere, en primer lugar,

dejar de percibirla como una actividad rutinaria apoyada en la tradición.

El educador no debe asumir esporádicamente el rol de investigador,

esta actividad constituye el sustrato permanente para fundamentar, orientar y

transformar la práctica educativa del docente, sometiéndola de manera

constante a la crítica y a la reflexión. Desde esa perspectiva, Flores (2011)

indica que la función de investigación propia del profesor universitario se

caracteriza por:

1. Enseñar desde la duda, la pregunta, lo que no se sabe a ciencia

cierta, la incertidumbre, la ignorancia propia y de los estudiantes. La finalidad

de su enseñanza no es el dominio, sino la búsqueda incansable.

2. La actitud hermenéutica distingue al indagador en cuanto no mira el

mundo desde un lugar privilegiado y absoluto. El investigador cuando enseña

sabe que su primera tarea es interpretar el fondo histórico, social y cultural

que lo acompaña, así como los rasgos, características estructurales de la

existencia empírica propia, como de sus alumnos, con el objetivo de

aprender a escucharlos y reconocer las redundancias prerreflexivas de su

propia voz.

3. La actitud dialéctica del indagador que enseña un conocimiento

verdadero, coordina coherentemente más puntos de vista, más perspectivas

y aspectos del fenómeno estudiado. Está abierto a la crítica de una

comunidad intersubjetiva de observadores posibles, a la vez, para los

estudiantes, aprender significa ilustrarse con otros puntos de vista, con otras

perspectivas, desde horizontes más amplios, verdadero sentido de una tarea

dialéctica la cual sólo puede fomentar el profesor investigador.

4. El indagador que enseña no evalúa para consignar en Control de

Estudio o la Oficina de Registro de Calificaciones, sino para encontrar

explicaciones cuando los estudiantes dudan de sus creencias, se atreven a

pensar, a cambiar sus posiciones sobre las cosas, a discutirlas, a coordinar

Page 26: Jessika I,II,III

varias perspectivas hasta sintetizar una nueva, más completa y compleja,

que puede coincidir o no con la posición del texto o del educador. Un

profesor investigador registrará información en sus archivos, la cual puede

alcanzar niveles de categorización e interpretación cognitiva si dispone de un

protocolo inteligente para el análisis, la investigación, el mejoramiento de su

enseñanza. En ella evaluar e investigar se confunden.

Lo antes expuesto, merece una reflexión en cuanto a que el docente

universitario en lo concerniente a la investigación, requiere de una formación

en función de las herramientas básicas propias de la indagación. Esta

función investigativa constituye un requisito a los fines de contribuir con la

misión de la universidad: construir conocimientos, hacerlos disponibles en

beneficio de la sociedad y en mejora de la calidad de la enseñanza.

Por esto, el educador que indague, está contribuyendo con el desarrollo

de las ciencias y su actualización. Por otra parte, se fortalece el trabajo en el

aula, al ser capaz de ofrecer al estudiante nuevas alternativas de

aprendizaje, las cuales respondan a las exigencias reales de su práctica

tanto profesional como laboral. La investigación, desde el punto de vista

epistemológico es una actividad indagadora por medio de la cual se busca

solución o explicación a problemas reales.

Al respecto, se puede concebir la investigación como una forma de

trabajo intelectual, una actitud diaria del profesor universitario y una

competencia del desempeño laboral. Es una actividad que se convierte en

una cultura institucional, en una manera de pensar; mientras Mijares (2005),

la define como la búsqueda de saberes, cuyo propósito es obtener

respuestas a interrogantes formuladas en un ámbito específico.

En ese sentido, la investigación engloba el carácter interdisciplinario,

relacionado con la manera como es conducida. Por esto, es vista como un

proceso el cual requiere de ciertos medios, reglas, principios que

sistematizan y formalizan sus etapas, convirtiéndose en una actividad

Page 27: Jessika I,II,III

científica. Obviamente su enfoque es hacia la parte de procesos,

sistematización, técnicas, métodos científicos.

De acuerdo con lo anterior, la investigación científica es el conjunto de

actividades sistemáticas, creativas encaminadas a aumentar y aplicar el

caudal de los conocimientos para que el individuo tenga capacitación

investigativa, dentro de un desempeño eficiente. Para esto es necesaria,

cierta fuerza intelectual, dosis de imaginación, iniciativa, creatividad,

adoptando las cualidades de un líder, para encaminar su labor durante su

proceso de formación permanente, conduciendo a sus estudiantes hacia la

productividad necesaria.

Al respecto, Rondón (2006), señala que el profesor universitario, para

formarse como un investigador debe considerar: (a) los conocimientos de la

rama del saber, de la cátedra a su cargo, capacidad de trabajo en equipo,

placer por conocer; (b) experiencia en investigación, para lo cual debe tener

actitudes, interés, valores, capacidad, personalidad; (c) estudio, voluntad,

espíritu libre y mentalidad creadora.

En otras palabras, el profesor universitario andragogo debe poseer

dominio del nivel investigativo entendido como el conjunto de conocimientos

que debe poseer el profesor universitario y que deberá demostrar en función

de las herramientas prácticas para planificar y ejecutar una investigación.

Asimismo, deberá enseñarlos a sus estudiantes.

El dominio del saber en investigación constituye un campo de estudio

estrechamente vinculado a la caracterización del sector educativo en su

conjunto. Es difícil deslindar el ámbito de la formación de profesores

universitarios, con aquellos docentes-investigadores, y los otros que laboran

únicamente en el pregrado, o en programas de otros niveles, procesos

educativos relacionados en la práctica, por cuantos estos espacios no son

independientes entre sí.

El saber en investigación, señala Díaz (2006) es fundamental, no sólo

para mejorar la calidad de la acción andragógica del profesor universitario,

Page 28: Jessika I,II,III

sino para generar resultados aplicables a la sociedad, que permita su

transformación y desarrollo académico. De esta afirmación, entre otras, se

puede ubicar la necesidad del dominio de los procesos de investigación del

profesor universitario, para su incursión en las labores investigativas,

cumpliendo así con un deber ineludible, de formar estudiantes de alto nivel

académico.

El dominio del saber investigativo deberá estar orientado hacia el

conocimiento del método científico, por consiguiente, hacia todos aquellos

factores que le permiten al profesor universitario, cumplir cada etapa de la

planificación y ejecución de la investigación. Esto implica también conocer

los distintos métodos de indagación, permitiéndole adquirir destrezas sobre

las cuales ya existe un basamento fundamental

Por ello, los docentes universitarios deben ejecutar funciones propias

de docencia, extensión y de investigación, en especial los que laboran a nivel

de postgrado incursionando en los distintos paradigmas. Esto permitirá

conducir los aprendizajes mediante las tutorías en los trabajos de grado de

sus estudiantes o participantes. El dominio del saber enunciado por (Smith,

citado por Pérez, 2008), indica lo siguiente:

“Los elementos del dominio del saber investigativo relacionan a las funciones docencia-investigación, las cuales se interconectan para alcanzar un fin; confrontar y difundir investigación, aportar el saber y formar facilitadores. Es decir, establecer ciertas condiciones para tener dominio del conocimiento. Se fomenta el esfuerzo colectivo de generar conocimientos, donde el sistema de acción que se genera en sus diferentes instancias, se darán en función a la intencionalidad, que lo hace moverse en determinadas direcciones” (p. 78).

Esa posición del dominio del saber investigativo, vincula la docencia y la

investigación. Es decir, dos factores que necesariamente están vinculados en

virtud de que el profesor universitario, para ejecutar el proceso enseñanza-

aprendizaje, necesita ser poseedor de un conjunto de conocimientos

Page 29: Jessika I,II,III

relacionados con los distintos temas o contenidos programáticos de la

asignatura, que se han adquirido, sistematizados u organizados, mediante la

acción investigativa.

De esa manera, Barboza (2008), señala que el profesor universitario

debe tener dominio del poder investigativo, para que pueda cumplir la función

de guía, líder orientador y planificador de acciones educativas. Es decir, el

facilitar la investigación, implica ejercer una acción de asistencia técnica,

personal a uno o varios participantes, con el fin de elevar su formación

académica, conducir, lograr la búsqueda en las diferentes fuentes,

interpretar, analizar situaciones así como fenómenos de interés para la

educación.

También Delgado (2010), refiere que el punto clave del dominio del

saber investigativo es la formación o preparación de quien hace

investigación, mientras el núcleo de interés de la teoría es la organización en

las orientaciones del actor con respecto a una situación. En este sentido, la

conducta puede considerarse como una acción cuando la investigación se

orienta para lograr un fin, a su vez, tiene lugar en determinadas situaciones

normativamente reguladas. Por ello, es susceptible de motivación y supone

un grado de energía o esfuerzo, por parte del docente universitario.

La acción del dominio del saber investigativo, representa para Barboza

(2001) una esmerada y completa preparación tanto académica como

profesional. Además debe reunir determinadas cualidades personales entre

éstas: responsabilidad, cooperación, autonomía, que le permitan cumplir a

cabalidad la delicada misión de investigación encomendada. El profesor

universitario, debe caracterizarse por ser capaz, eficiente, creativo,

responsable, autónomo y cooperador.

Page 30: Jessika I,II,III

Función de Extensión

La función de extensión universitaria está enmarcada como función de

transformación, la cual responde a una política que permite contemplar el

desarrollo cultural, científico, tecnológico, el saneamiento y la conservación

del medio ambiente, la reorganización vecinal en torno a la actividad

productiva, el desarrollo deportivo, la recreación para construir una sociedad

más integrada, que tenga mayores posibilidades de éxito para resolver sus

problemas, darle mayor vigencia, permanencia al desarrollo local , nacional,

así como su proyección dentro del proceso de integración regional,

binacional, en las mejores condiciones de equidad posibles, en los procesos

de globalización socioeconómica, cultural, científica, tecnológica,

características del mundo de hoy.

En este contexto, señala González (2011) la extensión, se convierte en

la mejor estrategia de acción para establecer esos vínculos los cuales

permitan la transformación de la universidad que se aspira tener en estos

tiempos. La misma exigirá la construcción de una cultura extensionista,

basada en la sensibilización y formación de la comunidad universitaria

constituida por profesores, estudiantes, egresados, personal administrativo,

obrero, para que sus labores, de docencia, investigación, extensión se

encuentren asociadas a programas, proyectos sociales donde se atienda a

las soluciones de problemas de las comunidades tanto urbanas como rurales

sin que esto signifique la castración del conocimiento universal,

trascendente de nuestros quehaceres científicos, tecnológicos, culturales.

Lo anteriormente expresado implica también, un cambio en el ejercicio

de una docencia e investigación sustentada en la realidad concreta sobre la

cual se actúa con deseos de transformación, en consecuencia, los productos

generados como son la formación o capacitación de los estudiantes y los

resultados de investigación, están intrínsecamente integrados a las

soluciones de los problemas identificados en esas comunidades,

Page 31: Jessika I,II,III

fortaleciendo el compromiso social de la universidad al restituir sus saberes

al medio, quienes al mismo tiempo se enriquecen, ampliando su teoría, su

praxis. La función de extensión adquiere en consecuencia una valorización

plena, tanto en la universidad como en la sociedad, comprensión de su papel

transformador.

Bajo estas premisas, plantea Orduña (2006), la extensión universitaria

es la función del docente, que permite la formación integral del estudiante al

ponerlo en contacto con las comunidades, facilitándole el desarrollo de

nuevas experiencias las cuales relacionan en forma dinámica los

conocimientos adquiridos en el aula a través de la investigación en las

situaciones concretas presentes dentro de la comunidad, o en el entorno del

trabajo; dentro de la labor cooperativa asume su propia responsabilidad

social, desarrolla su iniciativa, aprende a desenvolverse dentro del equipo de

trabajo, logrando una formación multidisciplinaria y transdisciplinaria como

resultado de sus experiencias, liderados por el docente.

Por tal razón, la extensión debe tender hacia el desarrollo sostenible,

armonioso, de expansión del impacto universitario. Debe ser un proceso

fluido generado con naturalidad, a través de un intercambio dinámico de

experiencias entre la universidad y la comunidad, donde se reafirme la

función social, rectora de la universidad en los genuinos valores de la

comunidad para consolidar la identidad local, regional , nacional, que apoye

un mejor futuro para las nuevas generaciones.

Sobre la base de lo antes expresado, se debe indicar que la función de

extensión para el profesor universitario, es un tanto compleja, ya que deberá

lograr integrar todos los conocimientos en respuesta a la sociedad, así como

también difundir el conocimiento, a través de la elaboración de artículos

científicos y otros medios y al mismo tiempo efectuar labores de participación

comunitaria, donde se refleje su carácter de líder educativo transformador.

En ese sentido, la función de la extensión universitaria del profesor

según

Page 32: Jessika I,II,III

Urdaneta (2009:3) se define como:

Un proceso dinámico que se ejecuta en la universidad, con su entorno para buscar conjuntamente con las comunidades donde desarrolla su ámbito de acción, la solución de sus problemas y necesidades. Es así que la visión de la extensión como función del profesor, espera tener el mismo rango y tratamiento que la investigación y la docencia con presupuesto suficiente y oportuno, con personal calificado que realiza actividades de manera integrada con el resto de las funciones y hace presente a la universidad en la comunidad de la cual se nutre para cumplir cabalmente con su misión.

De lo anterior se infiere que la función de extensión agrupa las

actividades culturales, los procesos de promoción, divulgación,

desarrollo humano, integrando por tanto dos funciones claves, a

través de la difusión del conocimiento generado de ellas, la

elaboración de artículos arbitrados y la participación comunitaria.

En ese marco de ideas, Llanos (2003) señala la participación

comunitaria como el componente básico de la educación social,

cuyo objetivo es capacitar a los individuos para dar respuestas

satisfactorias a los problemas de las comunidades

Sobre la base de lo antes expresado, la labor de participación

comunitaria del docente universitario, es la contribución exigida

institucionalmente, lo cual corresponde en parte poner al servicio

de las comunidades los saberes adquiridos en el ejercicio de la

docencia y la investigación. Por ello, la participación comunitaria

permite la coordinación estrecha entre las labores desempeñadas

por el docente en la institución, en beneficio del colectivo,

fortaleciendo la relación entre universidad-sociedad.

Por otra parte, expresa Zambrano (2006), para lograr la

participación comunitaria existen condiciones básicas las cuales

Page 33: Jessika I,II,III

muchas veces pueden presentarse en forma combinada, primero

actividades planificadas a través de proyectos sociales como

iniciativas de enseñanza, en función de lograr que tanto el docente

como los estudiantes, tengan un contacto directo con las

comunidades, conociendo sus necesidades y colaborando con sus

conocimiento a la solución, viabilidad de los problemas existentes;

segundo, la prestación del servicio comunitario, relacionado con el

área de estudio, con una duración de 120 horas durante su

prosecución académica tal como lo establece Ley de Servicio

comunitario promulgada en 2005.

Por ello, la participación del profesor en labores comunitarias,

está orientada a capacitar al estudiante, guiarlo, orientarlo y

asesorarlo, para prestar un servicio comunitario de calidad,

integrándose a una comunidad, para dar respuestas desde su

disciplina a problemas típicos de cada una de esas comunidades a

través de proyectos liderados por el docente seguidos y

desarrollados por el estudiante.

Andragogía

La andragogía como ciencia, disciplina o campo del conocimiento tiene

su objetivo concreto y tangible en la autoeducación del participante, es decir,

se realiza en el contexto del hecho andragógico, considerado como todo

proceso humano, fenómeno, relación o interrelación que genera o produce

aprendizajes adquiridos o por adquirir en forma intencional, organizada,

deliberada, sistematizada, aprendidos por el estudiante a través de la

autoformación.

Puede decirse entonces que en el hecho andragógico el protagonista

principal es el estudiante, quien como adulto decide responsablemente iniciar

su autoeducación, la cual puede realizarse de manera independiente, bien

Page 34: Jessika I,II,III

sea grupal, en la institución o la comunidad, elaborando sus propias

intenciones o mediante la investigación, planificación, control, evaluación y

orientación, elaborada por el participante de manera individual.

En consecuencia, es producto de una decisión personal que lo involucra

a él y a sus compañeros de clase. Al respecto, Sayers (2010) define la

Andragogía como “una ciencia con su objeto propio: el adulto en situación

de aprendizaje”, por lo cual se requiere de profesores facilitadores cuyas

funciones sin diferir de la praxis docente tradicional, debe adaptarse a la

condición de adultez de sus estudiantes.

Esta concepción educativa, señala Pereira (2010) se fundamenta en

una filosofía que reconoce como significativa la toma de conciencia de la

problemática particular de los adultos para obtener una profunda,

comprometida participación en sus procesos de aprendizaje, tanto

personales como colectivos. En esa línea de pensamiento, el autor plantea

las siguientes características a la Andragogía:

- Reconocimiento de que los estudiantes o agentes de aprendizaje son

sujetos adultos con la capacidad de asumir responsabilidades en todos los

ámbitos de la vida; por ello en los procesos educativos andragógicos, la

actividad se centra en el aprendizaje del sujeto siendo él quien debe asumir

la responsabilidad de su proceso de aprendizaje.

- Los intereses y necesidades del adulto son compatibles con las

demandas económicas, políticas, culturales de la sociedad. La andragogía

responsabiliza al adulto de sus aprendizajes, en un proceso de formación a

lo largo de la vida, esto se relaciona estrechamente con el empleo de

avances tecnológicos y la consecuente mejora del nivel económico, social.

- La confrontación permanente entre teoría y práctica, así como el

análisis del proceso constituyen aspectos importantes del proceso

andragógico, al obligar tanto a los profesores o andragogos como a los

estudiantes o agentes de aprendizaje a desarrollar su creatividad crítica e

innovadora.

Page 35: Jessika I,II,III

- Las instituciones educativas que diseñan y desarrollan procesos

andragógicos, tienen la responsabilidad de crear, recrear valores hacia el

trabajo socialmente útil. Por ello, debe existir una vinculación estrecha entre

los procesos de trabajo, así como los hechos andragógicos.

Ahora bien, según la Universidad del Valle de México (2010) la

andragogía se fundamenta en tres grandes campos: disciplina científica

porque ahonda en un campo específico del conocimiento, proceso educativo

integral involucrando el desarrollo de valores y actitudes, actividad

profesional implicando la adquisición de competencias que permitan hacer

frente, así como resolver situaciones concretas del campo laboral.

De acuerdo con lo antes señalado, se concibe la andragogía como una

disciplina científica dirigida al aprendizaje del adulto, la cual promueve la

formación de competencias dirigidas específicamente al campo laboral, por

cuanto, los participantes tienen intereses específicos relacionados con su

campo de trabajo, por lo que requieren adquirir conocimientos referidos a su

área específica.

Dentro de ese marco de ideas, Flores (2004) concibe la andragogía

como la ciencia que estudia la forma de aprender la persona adulta, la cual

facilita la integración cognitivo-afectivo, la información con la formación y la

aplicación con la ética, a través de la utilización de un concepto amplio de

aprendizaje.

En ese sentido, señala la autora antes mencionada, el concepto de

aprendizaje de la andragogía le confiere un fundamento biológico y

neurológico sensorial, perceptivo, entendido como un proceso, en el cual la

motivación influye en el proceso dinámico producido en cada persona para

que utilice la fuerza interior en la consecución de metas específicas.

En este esquema de pensamiento, la Universidad Nacional Abierta

(2010) señala que una visión de la andragogía en cuanto a la praxis lleva a

concebir la educación desde el punto de vista del aprendizaje con métodos

nuevos de facilitación del conocimiento, con formas pertinentes de

Page 36: Jessika I,II,III

transmisión de la información a las personas adultas en contextos sociales,

políticos y económicos muy concretos.

De acuerdo con ese planteamiento, el papel del participante adulto en el

proceso de aprendizaje se transforma en una actitud crítica orientada a la

búsqueda de soluciones constructivas; en especial en el proceso de

indagación de la información, en el cual la actividad participativa de asesoría

por parte del profesor debe ser la de un intérprete de las inquietudes del

estudiante y un acto de compartir, teniendo un proyecto en común, que

conlleve a un análisis crítico con un espíritu andragógico, donde se estimule

el razonamiento, el mejoramiento, así como la reformulación de las

propuestas.

Al respecto, Lépiz (2011) señala que la andragogía se rige por los

siguientes postulados:

1. El autoconcepto del adulto que le permite autodirigirse, es decir, es

autónomo en cuanto a opiniones e ideas.

2. La acumulación de experiencias previas, las cuales se convierten en

un recurso importante en el entorno educativo.

3. La disposición del aprendizaje por parte del adulto, quien se motiva a

aprender si puede relacionar lo aprendido con sus funciones sociales.

4. La aplicación del conocimiento, el adulto desea adquirir

conocimientos que pueden ser aplicados de manera inmediata en la

resolución de problemas.

Al analizar los postulados anteriores se infiere que la andragogía ofrece

al adulto la oportunidad de participar activamente en su propio aprendizaje e

intervenga en la planificación, programación, realización, evaluación de las

actividades educativas en condiciones de igualdad con sus compañeros y

con el facilitador en un ambiente de aprendizaje adecuado. Lo fundamental

es el conocimiento de los sujetos como destinatarios-participantes en los

procesos educativos, los cuales van desde entrenamientos para el trabajo

Page 37: Jessika I,II,III

ocasionales o de crecimiento, enriquecimiento personal, destinadas a

promover la movilización social, así como el desarrollo de la carrera.

En ese sentido, Rodríguez (2003) expresa que la educación de los

adultos debe basarse en la experiencia y ubicarse en situaciones reales, con

la necesidad del desaprendizaje, aprendizaje continuo, el cual es propiciado

tanto por el facilitador como por el interés del grupo heterogéneo de

participantes, preocupado por el posible fracaso así como de la crítica,

pudiendo aumentar su concentración en la clase, además de la búsqueda de

nuevos conocimientos.

Desde esa perspectiva, Cabello (2009) señala que la andragogía ofrece

los principios fundamentales, los cuales permiten el diseño y conducción de

procesos docentes más eficaces, en el sentido de remitir a las características

de la situación de aprendizaje, por tanto, es aplicable a diversos contextos de

enseñanza de adultos. Asimismo el autor plantea los siguientes objetivos:

- Comprenderse a sí mismo, a partir de un proceso introspectivo,

entender necesidades y motivaciones, así como sus capacidades e intereses

para poder mejorar a través de la autovalorización.

- Ser empático, teniendo como primer paso la aceptación y respeto de

los demás, así como sus ideas.

- Disposición al cambio; aceptar que la característica clave de la

dinámica social es el cambio y contar con la actitud adecuada frente a ello.

- Desarrollar sus propias potencialidades: conocer sus capacidades y

ponerlas en práctica con miras a la mejora tanto personal como colectiva.

- Actuar con valores: conocer de los valores que rigen una sociedad y

ponerlos en práctica.

Se puede decir entonces que la andragogía es un proceso de desarrollo

individual en el cual el participante es el responsable clave de su propio

aprendizaje, producido en un contexto determinado. Además demanda del

formador, estrategias efectivas de enseñanza, a partir de las necesidades del

aprendiz, así como de los recursos previos disponibles.

Page 38: Jessika I,II,III

Competencias de los docentes universitarios

Los docentes universitarios deben poseer un conjunto de competencias,

las cuales permiten orientar su praxis hacia los requerimientos de

aprendizaje del participante adulto, pues deben cumplir funciones no sólo

como docente, sino mentor, guía, orientador, tutor, mediador, asesor, para

conducir la construcción de los aprendizajes de sus estudiantes.

Para Tovar y Briceño (2011), el aprendizaje ocurre en todas las etapas

de la vida, lo que cambia es la forma de aprender, esto se encuentra

directamente relacionado con la manera de enseñar. Por ello, es esencial

ubicar el papel del andragogo, el cual orienta su función docente respetando

las características del adulto. En este sentido, el docente facilitador debe:

Ubicarse como fuente de conocimientos, experiencias e informaciones.

Aceptar el desempeño de su múltiple función como asesor, monitor,

mentor, guía, orientador al practicar en forma eficiente la evaluación

permanente y formativa.

Aceptar que el estudiante adulto es capaz de manifestar la

autoevaluación.

Asumirse como parte del grupo de adultos y como un agente de

cambios.

Ser partícipe de la planeación del currículo o programa educativo que

conducirá.

Mantener apertura y flexibilidad ante la necesidad de hacer cambios al

programa para atender las necesidades específicas de los estudiantes.

Promover un clima de aceptación, reconocimiento y participación entre

los estudiantes.

Captar y aprovechar la energía dinámica (sinergia) del grupo para lograr

los aprendizajes,

Page 39: Jessika I,II,III

Provocar que los estudiantes tomen parte en el acto académico como

agentes de intra e interaprendizajes,

Considerar que los estudiantes adultos cuentan con ritmos y estrategias

de aprendizaje diferenciales.

Evitar discursos con contenidos desconocidos que provoquen

interferencia para el aprendizaje.

Favorecer un clima de respeto hacia el logro de objetivos comunes en

grupos, en los cuales el fracaso no sea una amenaza.

Desde esa perspectiva, Tovar y Briceño (2011) expresan que la

realización de cualquier actividad requiere de habilidades específicas, las

cuales permiten obtener un resultado satisfactorio, y el éxito asociado a ese

propósito dependerá del conjunto de destrezas desarrolladas por quien la

ejecuta. En esta investigación se plantea el estudio de las competencias

andragógicas de los profesores universitarios, necesarias parar impartir sus

clases cumpliendo con los objetivos académicos.

En ese sentido, una competencia es la capacidad de un individuo para

realizar un trabajo o una actividad con éxito, lo que puede significar la

conjunción de conocimientos, habilidades, disposiciones, conductas

específicas. Si falla alguno de esos aspectos, requeridos para lograr la

actividad, se considera no "competente" para desempeñar esa función.

En ese orden de ideas, Zabalza (2007), plantea que las competencias

del docente están referidas “a la capacidad individual para emprender

actividades que requieran una planificación, ejecución y control autónomos”.

De acuerdo con este planteamiento, la actividad del docente universitario

tiene cierto grado de independencia, la cual lo diferencia de otros trabajos

donde las actividades se desarrollan como una ejecución de las órdenes de

otras personas. Desde esta perspectiva, los facilitadores andragogos deben

estar en capacidad de desarrollar acciones basadas tanto en los

conocimientos como en sus experiencias, es decir, poseer competencias

profesionales, cognitivas, de evaluación.

Page 40: Jessika I,II,III

Al respecto, Gutiérrez (2009:34) Por ello, el andragogo, debe planificar

el acto educativo con situaciones reales, asociadas al proyecto personal de

cada participante.

Desde esa perspectiva, Cazau (2009) considera que la principal tarea

del facilitador es lograr que los participantes no se sientan solos, a ayudarlos

a relacionarse con los recursos y metodología de la educación de adultos,

fomentando el trabajo independiente. Así mismo, fortalecer los niveles de

democracia, respetando, aceptando las actitudes de orden intelectual o

emocional del grupo.

Puede decirse entonces que el facilitador debe poseer las

competencias necesarias para individualizar el estudio adaptándolo a las

características y necesidades de los estudiantes adultos, centrado en la tarea

de estimular, guiar el aprendizaje, comprender los objetivos, ayudar a los

participantes a asociar los diferentes contenidos de la cátedra con las

experiencias adquiridas en su vida laboral-social.

De igual forma, Salas (2009) expresa que el facilitador andragogo debe

tener en cuenta los estilos de aprendizaje para diseñar, debido a las

características del ser adulto, procesos individualizados, considerando las

particularidades de cada participante, valorando el trabajo colectivo, grupal,

mutuo y colaborativo. Para ello, debe desarrollar una acción andragógica

basada en tres fases bien específicas:

1. Mantener, consolidar y enriquecer los intereses del adulto que le

permitan abrir nuevas expectativas de vida.

2. Orientar al participante, mostrándole nuevos rumbos prospectivos y

promover el principio de que en todo grupo humano, educarse es progresar.

3. Actualizar al adulto respecto a los conocimientos, valores y

habilidades intelectuales que le permitan generar procesos de

autoaprendizaje.

Page 41: Jessika I,II,III

4. Llevar a cabo un aprendizaje dialógico, considerando la importancia

del diálogo como una condición privilegiada para el aprendizaje entre

adultos.

En otras palabras, el facilitador andragogo debe ser un facilitador de un

aprendizaje donde se tomen cuenta, algunos aspectos generales que

permiten señalar la base teórica del aprendizaje en la adultez, en la cual se

articulan las experiencias adquiridas con los saberes momentáneos, así

como una forma específica de conceptualización, entre ellos:

- La condición específica y relevante del aprendizaje del adulto quien

decida lo que se va a aprender determinando la continuidad de este.

- Aceptación de la capacidad de aprendizaje de los adultos, convencido

de que estos son capaces de aprender.

- Confianza en la capacidad de aprender de los adultos, estimulando su

autoestima.

- Considerar el trabajo que realiza el adulto para planificar el proceso de

enseñanza aprendizaje.

En síntesis, el andragogo debe ser un guía que conduce al participante

a la adquisición de saberes, de acuerdo con su capacidad para aprender, sus

necesidades específicas, sus valores, en una situación dialógica donde

ambos: profesor-estudiante se enriquecen en el proceso, pues el adulto ya

posee conocimientos acerca de un determinado tema, los cuales son un

aporte fundamental para el hecho andragógico

Competencias profesionales

Siguiendo la línea de pensamiento, Zabalza (2007) define las

competencias profesionales como “el tipo de actuaciones que los sujetos

llevan a cabo en la empresa, tanto en lo que se refiere a actuaciones

técnicas o de producción, como las de gestión, toma de decisiones, trabajo

compartido y asunción de responsabilidades”.

Page 42: Jessika I,II,III

De acuerdo con la definición anterior, las competencias profesionales

del profesor están sujetas a su compromiso con la formación, actualización,

desarrollo profesional durante toda su carrera; supone además, un

aprendizaje, el cual ayuda en los procesos de revisión, renovación, mejora

de la reflexión y de la práctica, centrados en los fines, tanto personales como

profesionales.

Por consiguiente, señala Tejeda (2011), las competencias profesionales

son cualidades humanas que se configuran como síntesis dialéctica con la

integración funcional del saber (conocimientos diversos), saber hacer

(habilidades, hábitos, destrezas, capacidades), saber ser (valores, actitudes),

las cuales son movilizadas en un desempeño idóneo a partir de los recursos

personales del profesor, permitiéndole saber estar en un ambiente socio-

profesional y humano acorde tanto a las características como a las

exigencias de las situaciones enfrentadas relacionadas con la profesión.

En el caso de los profesores universitarios, es importante señalar que

solo podrán cumplir sus fines educativos, desde el punto de vista

andragógico, si están bien preparados para la profesión, capaces de

mantener y mejorar sus aportaciones a ella a través de un aprendizaje

constante en el transcurso de su carrera como docente universitario, puesto

que su desarrollo profesional forma parte esencial de los esfuerzos para

elevar los niveles educativos, el aprendizaje, así como el rendimiento de sus

estudiantes.

El autor antes mencionado, manifiesta además, que en la competencia

profesional se articula, entre otros elementos, conocimientos, habilidades,

capacidades, actitudes, valores apropiados por el sujeto a través de la

experiencia personal en el transcurso del proceso formativo y ulterior

desarrollo profesional, los cuales son movilizados de forma integrada,

contextualizada, a través de la aplicación, evidente en un desempeño eficaz,

autónomo, flexible, versátil, sustentable e innovador.

Page 43: Jessika I,II,III

Al respecto, Gutiérrez (2009) expresa que la andragogía requiere de un

profesor con funciones de guía, apoyo, para fortalecer el aprendizaje

autónomo e independiente del participante, por tanto, debe asumir su rol

como andragogo, demostrando poseer los conocimientos requeridos para:

1. Brindar a los participantes la oportunidad de resolver problemas

significativos para ellos.

2. Ofrecer a los participantes los recursos que permitan un aprendizaje

vivencial acorde con los intereses y necesidades de aprendizaje.

3. Fomentar el trabajo colaborativo a través de la asesoría necesaria

para la conformación de grupos.

Asimismo, Tünnermann (2009) considera que las competencias

profesionales son un abanico extenso de habilidades intelectuales

indispensable para el dominio de cualquier disciplina, e incorporar

capacidades como saber identificar, comprender y organizar ideas,

reconocer tanto métodos como estrategias de aprendizaje e investigación.

De esa manera, se entienden las competencias profesionales como una

expresión integral de factores específicos: dimensiones cognoscitivas,

afectivas que muestra el facilitador o andragogo a través de su desempeño,

durante el proceso de guiar, conducir, orientar, asesorar, planificar,

supervisar, evaluar a un participante adulto en situación de aprendizaje.

En ese orden de ideas, Ruíz (2009) refiere que existen al menos dos

criterios para definir las competencias profesionales: de tipo cognoscitivo,

relacionadas con la habilidad del facilitador para ejecutar una tarea con un

alto nivel de desempeño; de naturaleza afectiva referida a la confianza y a la

seguridad en sí mismo para lograr una meta con excelencia, explorar nuevas

situaciones, plantearse e iniciar metas de aprendizaje, emprendiendo

constantemente retos, los cuales permitan su actualización permanente.

Del análisis de las definiciones anteriores puede concluirse que las

competencias profesionales de los andragogos son una conjugación de

características, habilidades o destrezas del facilitador en el manejo de los

Page 44: Jessika I,II,III

recursos a su disposición, las cuales se manifiestan cuando ejecuta su

praxis.

Competencias cognitivas

En educación superior, las competencias cognitivas del profesor se

relacionan con su capacidad para organizar los contenidos, estrategias, de

manera que propicien la construcción de conocimientos, mediante la

incorporación de esa información a la estructura cognoscitiva del participante

en un ambiente de diálogo y confrontación.

Para Tejada (2011) las personas poseen las capacidades cognitivas

para entender y responder eficazmente a las complejidades inherentes a la

profesión que desempeñan. Estas capacidades les permiten sintetizar

información de varias fuentes, ver problemas desde ángulos diferentes,

reconocer los modelos, tendencias, causas de eventos, desarrollar

estrategias, determinar las metas a alcanzar. Dentro de estas competencias

el autor menciona:

1. Pensamiento analítico; entendido como la capacidad de comprender

las situaciones y resolver los problemas a base de separar sus partes

constituyentes, así como meditar sobre ellas de una forma tanto lógica como

sistemática.

2. Pensamiento conceptual; se refiere a la capacidad para identificar los

modelos o conexiones entre situaciones e identificar aspectos subyacentes

en asuntos complejos.

3. Conocimiento y experiencia; se relaciona con la capacidad de utilizar,

ampliar el conocimiento técnico o de conseguir que los demás adquieran

conocimientos relacionados con un área específica.

De acuerdo con lo expuesto, el profesor universitario debe poseer o

posee competencias relacionadas con la planificación y la forma de

presentación de los contenidos, tales como disponer de información

Page 45: Jessika I,II,III

relevante relacionada con la asignatura a impartir, la cual le servirá de base

conceptual para la toma de decisiones.

Lo anteriormente descrito, al extrapolarlo a la docencia universitaria,

señala el éxito o la falla del proceso andragógico, pues de la forma como

ordenen los contenidos y conecten con el programa e incluso con otras

asignaturas de la carrera, servirá de orientación, modelo a la forma en la que

los estudiantes construyen su aprendizaje.

Desde esa perspectiva, Bautista y Otros (2009) señalan que la

preparación de los contenidos debe orientarse a la construcción de

conocimientos por los estudiantes adultos quienes poseen un bagaje de

experiencias y saberes, los cuales deben considerarse al momento de

planificar, así como organizar los contenidos programáticos.

Al respecto, Salas (2009) señala que las competencias cognitivas del

facilitador se reflejan en la disposición para ayudar a los participantes en la

construcción de los tres conocimientos básicos: conceptuales,

procedimentales, actitudinales. Para los primeros debe ayudar a:

a. Revisar, explicitar las ideas que posee respecto al tema objeto de

aprendizaje y a trabajar con ellas mostrándose dispuesto a modificarlas, si

cabe. En este sentido debe facilitarse al alumnado manifestar, argumentar

sus ideas, creencias, antes de la actividad de trabajo en el salón de clases y

durante ella.

b. Debatir las propias opiniones y contrastarlas con las de otros, usar

estas ideas personales para resolver determinados problemas, evaluar los

resultados.

En relación a la construcción de los conocimientos conceptuales, el

facilitador ha de intervenir para suscitar las ideas o representaciones que el

participante tiene del procedimiento ayudándolo a manifestar su grado de

dominio sobre la ejecución. En cuanto a la construcción de conocimientos

actitudinales, el facilitador debe verificar que:

Page 46: Jessika I,II,III

a. El grupo de estudiantes tenga claramente establecidos los criterios

de valor por los que se rige (respeto, colaboración, conveniencia, tolerancia,

solidaridad, equidad, etc.).

b. Facilitar el conocimiento, el análisis de las normas existentes en la

institución, así como en el grupo de clases, para que el alumnado pueda

comprenderlas y respetarla.

c. Establecer claramente las formas de participación para que los

educandos las conozcan y contribuyan a respetarlas, mejorarlas o

cambiarlas por otras más funcionales para todos.

d. Organizar las actividades de aprendizaje de forma tal, que al

realizarlas se construyan las actitudes y valores que permitirán al alumno

desenvolverse armónicamente en su contexto social.

Asimismo, Borges y Forés (2006:65) señalan que dentro de las

competencias cognitivas del andragogo se ubican la planificación de la

instrucción, preparación de contenidos y manejo de nuevas tecnologías. Por

ello consideran la primera como un compromiso, análisis reflexivo de la

actividad a desarrollar el participante para conseguir sus objetivos.

Cabe señalar que la capacidad planificadora del profesorado varía

mucho de unos contextos a otros, esto se observa en algunos casos donde

los programas ya están hechos y al docente solo le toca impartirlo. En ese

orden de ideas, se convierte en un juego de equilibrios entre la

predeterminación oficial con la propia iniciativa del profesorado para realizar

una planificación propia.

De esta manera, Zabalza (2007: 74), agrega lo siguiente: “planificar la

instrucción significa tomar en consideración las determinaciones legales, los

contenidos básicos, el marco curricular, el perfil profesional, duración, la

experiencia del docente y su estilo personal, los recursos disponibles y las

características de los alumnos”. Con todas estas condiciones y aspectos

relacionados, los profesores están en capacidad de diseñar su propia

propuesta formativa, proponiendo para ello los siguientes componentes:

Page 47: Jessika I,II,III

- Conjunto de conocimientos, ideas o experiencias sobre el fenómeno a

programar, lo cual servirá de base conceptual y de justificación de las

decisiones que se tomen.

- Propósito, fin o meta a alcanzar, lo que ofrece la dirección a seguir.

- Previsión o anticipación del proceso, lo cual dará paso a una

estrategia en las que se incluyan las tareas a realizar, así como la secuencia

de actividades y la evaluación o cierre del proceso.

- Organización de los ambientes de aprendizaje: referida a la

disposición, equipamiento de los espacios de las clases y laboratorios, la

integración de otros dispositivos del ambiente como la biblioteca, salas de

computación, como recursos disponibles para los alumnos.

- Mecanismos de articulación entre las programaciones individuales de

los profesores del mismo departamento.

- Procesos de documentación y evaluación que permiten disponer de

una información amplia, sistemática sobre la marcha de la actividad docente

sobre la que poder basar las innovaciones, así como los reajustes

necesarios.

En otras palabras, las competencias cognitivas implican la capacidad

del profesorado para planificar los contenidos programáticos prediseñados

de manera que propicien un aprendizaje dialógico, reflexivo, mediante la

participación de los participantes, el uso de tecnologías, acondicionamiento

de los espacios de las clases, entre otros.

Competencias Tecnológicas

El avance tecnológico de la informática y las telecomunicaciones,

incorporó en las organizaciones un enfoque diferente al tradicional para

acceder al conocimiento, basado en otros principios como: uso permanente

del mismo, flexibilidad, interactividad, participación, descentralización e

independencia.

Page 48: Jessika I,II,III

Desde esa perspectiva, el paradigma basado en las nuevas tecnologías

(TIC), es visto con gran significación para el proceso educativo sobre toso en

educación superior, por tanto, el docente universitario debe reunir

competencias tecnológicas que le permitan apropiarse de estas herramientas

para mejorar su praxis diaria, las cuales según las normas de la UNESCO

(Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la

Cultura) sobre competencias en TIC para docentes (2008) se clasifican en

tres segmentos: conocimiento general, profundización del mismo y

generación de nuevo saber basado en las tecnologías adquiridas.

Visto de esa forma, el documento antes mencionado sirve a esta

investigación por cuanto se indaga las competencias tecnologías del docente

universitario. Al respecto, Barberá y Badía (2004) expresan que para

analizarlas es necesario conocer cuáles son sus conocimientos, habilidades

para el desarrollo eficaz de su praxis profesional.

Los autores explican que estos conocimientos se resumen en

disciplinares, tecnológicos, didácticos, relacionándolos entre sí, pues el

profesor para el uso de las TIC posee conocimientos específicos, aunados a

los tecnológicos, los cuales va adquiriendo durante su carrera profesional,

siendo novedosos y, finalmente necesitando conocimientos andragógicos

con relación a la metodología a utilizar.

En ese sentido, Coll y Monereo (2008) indican que una actuación

competente del profesor implica tomar en cuenta los conocimientos y las

capacidades necesarias para caracterizar e identificar contextos relevantes.

Además, en la sociedad de la información, el aprendizaje, el conocimiento, la

función más importante del profesor para el uso de las TIC es la de

mediador, lo cual significa ayudar al estudiante a construir su conocimiento a

través del uso de estas herramientas.

En ese marco de ideas, Williams (2008:157) define la competencia

tecnológica como “un sistema finito de disposiciones cognitivas que permiten

al usuario infinitas acciones para desempeñarse con éxito en un ambiente

Page 49: Jessika I,II,III

mediado por artefactos y herramientas culturales”. Esta definición implica

ubicarla en una génesis histórica ligada a la posición en un espacio social, la

cual permite actuar con destreza con artefactos complejos.

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, las TIC exigen que los

profesores posean competencias específicas, pues lograr su integración en

las aulas dependerá de su capacidad para estructurar el entorno de

aprendizaje de forma no tradicional, fusionarlas con nuevas estrategias, el

fomento de clases dinámicas en el plano social, estimulando la interacción

cooperativa, el aprendizaje colaborativo y el trabajo grupal.

Desde esa perspectiva, el dominio de las TIC se perfila como una de las

competencias básicas del profesorado para el desempeño de su función

docente, por cuanto estas se han convertido en un elemento clave de todo

profesional (entre los que se incluyen desde una doble perspectiva los

profesores universitarios: formadores, usuarios), entendiendo, por tanto, su

conocimiento fundamental para la optimización de la calidad de la docencia

universitaria.

Por ello, Gutiérrez (2011) señala la necesidad de un cambio en la forma

en la cual los profesores universitarios adquieren y organizan el

conocimiento, indicando tres aspectos justificativos: a) el aumento del

volumen de información al que el estudiante tiene acceso b) los cambios en

la codificación de la misma, pasando de ser eminentemente textual a

convertirse en audiovisual; c) las formas de acceder a ella, pasando a ser

más divertidas y participativas.

Según lo planteado, el profesor debe estar preparado y formado para

desarrollar las capacidades de los estudiantes haciendo uso de las TIC, por

lo cual, debe poseer los siguientes conocimientos planteados por Cebrián

(2007) relacionados con la integración efectiva de la tecnología a su praxis

diaria, tanto en el aula como fuera de ella:

- Conocimiento sobre los procesos de comunicación y significación de

los contenidos que generan las TIC: es necesario que el profesorado esté

Page 50: Jessika I,II,III

capacitado para comprender y consumir correctamente los mensajes que

producen las TIC. El volumen de información requiere de los docentes no

sólo los conocimientos necesarios para poder consumir dicha información, si

no para poder enseñar a sus alumnos a consumirla.

- Conocimiento sobre las formas de trabajar las nuevas tecnologías en

las diferentes disciplinas y áreas: los contenidos curriculares de cada

disciplina son susceptibles de ser trabajados en el aula a través de las TIC

de forma diferente. En necesario, por tanto, que el profesorado conozca las

formas más apropiadas para la construcción, representación en el aula de

los contenidos de su materia.

- Conocimientos organizativos y didácticos sobre el uso de TIC: es

necesario que el profesorado esté formado en el conocimiento de todas las

posibilidades ofrecidas por los recursos para poder integrarlos

adecuadamente con las metodologías utilizadas en el aula.

- Conocimiento tanto teórico como práctico para analizar y comprender

los procesos de enseñanza-aprendizaje con TIC: una adecuada integración

de las TIC en el aula requiere que el profesorado conozca, reflexione sobre

todos los elementos implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por

tanto la formación del profesorado en este sentido ahondará en

conocimientos referidos a las diferentes variables las cuales, según

Martínez (2006), se debe tener en cuenta para integrar los medios en los

procesos de enseñanza-aprendizaje: variables referidas a los sujetos, las

instituciones, como la edad, el desarrollo fisiológico, los aspectos culturales,

el desarrollo socioeconómico; curricular, como los objetivos, contenidos,

metodologías, evaluación.

- Dominar, conocer las tecnologías y sus posibilidades comunicativas

en el marco de la formación permanente: es necesario que el profesorado

conozca las posibilidades de las TIC de cara a una mejora en su formación,

pues gracias a sus posibilidades comunicativas las tecnologías se convierten

Page 51: Jessika I,II,III

en una potente herramienta para la colaboración, así como el intercambio de

experiencias.

- Conocimientos y criterios suficientes para la utilización de diferentes

materiales en el aula: la formación del profesorado, en este sentido, debe ir

desde el conocimiento para la selección de materiales pasando por la

reutilización de los mismos, hasta llegar a la elaboración de nuevos

materiales.

Se puede deducir entonces que las competencias tecnológicas poseen

un carácter holístico, pues no solo comprenden elementos didácticos, sino

aspectos referidos a colaboración y trabajo en red, sociales, éticos, así como

de actualización permanente conforme avanza la tecnología por lo cual

requieren poseer conocimientos suficientes cobre hardware y software.

Competencias de Evaluación

La evaluación es una de las áreas donde se presentan las mayores

controversias, pues no sólo depende el punto de vista conceptual, sino en su

ejecución, además, que las posibilidades de aplicación de la tecnología para

contribuir al desarrollo del proceso no son satisfactorias. Al respecto, la

Universidad Fermín Toro (2008) define la evaluación andragógica como un

proceso mediante el cual, tanto el facilitador como los participantes

determinan el grado cualitativo del logro de los aprendizajes previstos en los

objetivos formulados dentro del diseño de las unidades curriculares.

Por ello, las estrategias de la evaluación andragógica permiten que los

participantes valoren su rendimiento, llegando a acuerdos con los alumnos

sobre las estrategias a utilizar al momento de evaluar. Por lo tanto, para el

logro de los objetivos establecidos, es necesario reconocer la necesidad de

repasar los modelos evaluativos en la docencia universitaria, por ser la

evaluación uno de los tópicos más importantes, ya que es un proceso que

representa integración o relación sinérgica en un marco común de objetividad

Page 52: Jessika I,II,III

del estudiante para auto evaluarse y de la actitud orientadora del docente en

la consideración de la misma.

Por otra parte, Tobón (2006), explica que en las actividades planeadas

en cada tipo de evaluación debe buscarse, en la medida de las posibilidades,

así como tener en cuenta las estrategias de la autoevaluación, la

coevaluación y la heteroevaluación, con el fin de que los estudiantes tengan

amplias fuentes de retroalimentación, aspecto fundamental para el desarrollo

y fortalecimiento de sus competencias. Dentro de las competencias de

evaluación desarrolladas por el profesor se mencionan:

Dominio de la evaluación formativa: hace referencia a todo proceso de

evaluación cuya finalidad principal es mejorar los procesos de enseñanza

aprendizaje desarrollados en el aula. Al respecto López (2009) señala que es

todo proceso de evaluación útil para un mayor aprendizaje del estudiante

(y/o corrija sus errores), el profesorado aprenda a trabajar mejor (a

perfeccionar su práctica docente), donde la finalidad principal no es calificar

al alumno, sino disponer de información la cual permita saber cómo ayudar

al alumnado a mejorar y a aprender más, sirviendo a su vez para el

desarrollo de una mejor praxis educativa

Dicho de otro modo, la evaluación basada en el desarrollo de las

actividades en el aula hace referencia a todo proceso de evaluación cuya

finalidad principal es mejorar los procesos de enseñanza aprendizaje que

tiene lugar desde una perspectiva humanizadora y no como mero fin

calificador. Significa dar una ayuda o cooperar con el estudiante, en vez del

significado de inspección y control, que es la forma habitual de entender y

practicar la evaluación. Es precisamente esa forma de entender y practicar la

evaluación la que refleja los valores que promueven el aprendizaje

críticamente reflexivo.

Conocimiento sobre la aplicación de la autoevaluación: de acuerdo con

Castillo y Bolívar (2008), la autoevaluación del estudiante implica un objetivo

educativo y, por ello, un principio rector de algunos de los procesos de

Page 53: Jessika I,II,III

enseñanza, convirtiéndose en la base de la regulación permanente del

autoaprendizaje y la auto enseñanza propios de la educación superior, así

como de los fundamentos andragógicos.

Según los autores, es evidente que la autoevaluación del estudiante

supone un nuevo reto educativo para el profesorado universitario. Implica

también otorgarle un mejor protagonismo en su proceso de aprendizaje, pues

profesor, sin renunciar a su responsabilidad, compromete a sus alumnos con

su compromiso de aprendizaje individual, orientando la reflexión crítica sobre

sus propios progresos, la toma de conciencia sobre los aciertos y los éxitos,

sobre los errores o los fracasos.

Dominio de la coevaluación: concebida por Aguaded y Fonseca (2007)

como una estrategia de evaluación andragógica por cuanto el alumno no solo

es evaluado, sino que además evalúa y aprende a analizar, contrastar,

argumentar. También, señalan los autores, al aplicar los procesos de revisión

científica resulta un método efectivo para realizar la comparación de

conocimientos con sus iguales, mejora la autoestima preparando al alumno

como crítico de conocimientos.

Perfil Andragógico del profesor universitario

Para el facilitador, la docencia tradicional, la clase magistral, deber ser

sustituida por sesiones en las que haya mayor participación del alumnado,

además, el docente ha de dedicar parte de su tiempo al seguimiento o

acompañamiento del estudiante. Ya no se trata de pensar solo en la materia,

ahora se trata de que los estudiantes la aprendan. Así, la implicación del

profesorado es el factor más relevante en el proceso de aprendizaje.

En ese sentido, Segura (2004: 18) define el perfil andragógico del

profesor universitario como aquel docente equilibrado, que puede ajustarse a

las innovaciones, propias de la dinámica educativa. Un docente participativo,

quien refleja su labor en acciones donde se promueven cambios positivos y

Page 54: Jessika I,II,III

significativos, un docente con alta autoestima. Debe proyectar confianza,

propiciar la creatividad de los participantes.

Al pensar en el conocimiento práctico profesional que debe poseer el

educador, según el autor, la tendencia puede estar sesgada hacia el dominio

de áreas muy especializadas. Sin embargo, la necesidad de integralidad del

conocimiento abre espacios importantes los cuales sugieren la

conceptualización del conocimiento docente en términos de la interacción de

la persona y el contexto donde se desempeña a través del tiempo.

El autor antes citado continua definiendo el perfil del profesor

universitario como el conjunto organizado, coherente de atributos o

características altamente deseables en un educador, que se materializan en

los conocimientos que posee, las destrezas demostradas, las actitudes

asumidas y los valores enriquecedores de su vida personal como educativa

Puede decirse entonces que la sinergia de este conjunto de atributos le

permitirá desempeñarse eficientemente, con sentido creador y crítico, en las

funciones de docencia, investigación/creación, extensión como servicio

correspondientes a su condición académica, concebidas como funciones

interdependientes, comprometidas en el logro de la misión de la universidad.

Este perfil debe ser una condición necesaria de la pertinencia, validez

que puedan tener la evaluación, reconocimiento del desempeño del

profesorado en las funciones de docencia, investigación, extensión, gestión

académico-administrativa, en términos de delimitar un universo de

comportamientos definidos como constructos respecto de los cuales sea

posible formular algunas inferencias y conclusiones acerca de la relevancia

de los rasgos evaluados.

Por su parte, Benito y Cruz (2005: 19), señala que el perfil profesional

del docente universitario del siglo XXI se ha de volver complejo, por lo que

considera que un buen profesor universitario debe ser capaz de:

- Dominar tanto el conocimiento de su disciplina como la gestión del

mismo.

Page 55: Jessika I,II,III

- Innovar sobre su propia práctica docente, lo que implica reflexionar e

investigar integrando el conocimiento disciplinar y el pedagógico como vía

para la mejora continua.

- Dominar las herramientas relacionadas con el currículo (diseño,

planificación y gestión del mismo).

- Saber favorecer entre los alumnos un clima de motivación hacia un

aprendizaje de calidad.

- Saber trabajar en colaboración con colegas y potenciar el aprendizaje

colaborativo entre alumnos.

- Poseer habilidades comunicativas y de relación que la función docente

requiere; estar comprometido con la dimensión ética de la profesión docente.

En ese sentido, el profesor universitario de Venezuela, es un docente

con elevadas condiciones profesionales, morales, culturales, académicas,

administrativas, sin embargo requieren desarrollar en su desempeño laboral

características de un líder educativo, tendente a contribuir institucionalmente

a la realización de los cambios requeridos, sobre la base del desarrollo de las

funciones de docencia, investigación y extensión.

Estas condiciones, representan el conjunto de acciones que deberá

desarrollar en concordancia con las tareas inherentes al desempeño laboral.

Estas condiciones, según Rondón (2006) son acciones, que implican hacer

actividad, ejercicio de un derecho. Estableciendo congruencias con las tareas

inherentes al trabajo a desempeñar.

Lo anteriormente referido, implica que el profesor universitario debe

estar dotado de amplios conocimientos para ejecutar las competencias de

docencia, de investigación, extensión y la demostración en ese desempeño

de ciertas características de liderazgo educativo eficaz, para lo cual se

requiere de actitudes, habilidades, competencias, para el desarrollo del

cumplimiento de sus actividades. Estas son características, dirigidas a

desarrollar su acción educativa, denominadas por Mijares (2005) como las

Page 56: Jessika I,II,III

capacidades del profesor para producir determinados resultados con los

alumnos, así como con la institución universitaria.

Asimismo, el profesor universitario es definido por Sangronis (2009)

como un orientador, facilitador del proceso de aprendizaje, contribuyente al

desenvolvimiento del espíritu creador del estudiante, en lugar de inhibirlo, por

medio del desarrollo de actividades académicas y administrativas. Cabe

señalar que el ejercicio de la criticidad en el estudiante pudiese ofrecer

motivos de reflexión, comparación en lo concerniente a aspectos

contradictorios, considerados de valor, aplicación práctica laboral del

docente. Para esto, se deben abandonar de una buena vez, los métodos

basados en la memorización, repetición, lo cual limita al estudiante en la

realización de análisis, discusión y participación entre otros aspectos.

Contrariamente a lo indicado precedentemente, las universidades

necesitan de sus profesores, una formación académica, basada en el

dominio de los conocimientos en el área donde se desenvuelve. Sobre ese

particular, debe señalarse que esa área en la cual el profesor universitario se

desenvuelve, se hace cada día más amplia, difícil, no tan sólo por el

desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y comunicación; sino

por el incremento de tareas a realizar, en su desempeño laboral.

Además de constituirse en un líder transformador en función de las

competencias docentes, de investigación y extensión, se le asignan también,

contribuir con sus acciones en los retos o desafíos que deben enfrentar las

instituciones universitarias.

Además, debe ser un docente capaz de trabajar y generar

conocimientos en diferentes entornos de aprendizaje, ser sensible a las

demandas, necesidades, expectativas tanto de sus alumnos como de la

sociedad, debe reunir las características comunes del perfil andragógico,

siendo éstas: principios, investigación ,difusión del conocimiento.

Page 57: Jessika I,II,III

Principios andragógicos

La educación de adultos o andragogía está basada en un conjunto de

principios que le sirven de guía pues la praxis del profesor parte de su

aplicación en el aula. Para Brandt (2010) la base sobre la cual se realiza el

hecho andragógico se encuentra constituida por los principios sustantivos,

formando el conjunto de condiciones necesarias para que tal hecho se

produzca, es decir, son los supuestos surgidos de la esencia y la práctica

misma.

Asimismo, Flores (2004) señala que el hecho andragógico es el proceso

de orientación individual y social dirigido al adulto para desarrollar sus

capacidades de autodeterminación, existiendo la posibilidad de ser

autónomo, estableciendo diferencias sustanciales de la educación

pedagógica con la andragógica. Este hecho andragógico, según la autora

mencionada, se caracteriza por:

1. Una confrontación de experiencias donde se desvanece la diferencia

entre el facilitador y el participante, porque ambos son sujetos adultos, con

experiencias por su participación social.

2. La racionalidad, por cuanto el adulto posee elementos de juicio que le

permiten reflexionar sobre los contenidos educativos.

3. Capacidad de abstracción del adulto, pues en el hecho andragógico

está presente el pensamiento lógico, el cual permite apreciar con cierta

sencillez, de manera deductiva o inductiva las consecuencias de sus actos

educativos.

4. Integración y aplicabilidad, la integración de las viejas experiencias

con las nuevas, así como su aplicación al trabajo, a la vida social, deben

orientarse de tal manera que el sujeto adulto se esfuerce cotidianamente

para contribuir tanto a su bienestar como a la sociedad, a la cual pertenece.

En esa línea de pensamiento, se puede acotar que el estudiante adulto

posee una serie de ventajas para enfrentar el reto de su preparación

Page 58: Jessika I,II,III

académica, por cuanto suele distribuir su tiempo para estudiar a su propio

ritmo, es más organizado, eficiente, con poder de observación, pensamiento

crítico, clarifica bien cuales son sus propósitos, su proyecto de vida está bien

definido. Todas esas capacidades son producto de su nivel de maduración,

el cual lo obliga a buscan razones naturales para aumentar su

independencia, autogobierno y autonomía. En ese sentido, Gutiérrez (2009)

señala dos principios fundamentales presentes en el hecho educativo: del

participante y del profesor.

Principio del participante: el adulto se convierte en participante toda vez

que necesite iniciar un proceso sistemático de aprendizaje, adquirir una

destreza a nivel profesional o técnico, complementar sus conocimientos,

mejorar sus habilidades, motivado por una realización personal, económica,

laboral o social, con base en tres grandes razones:

a. Es parte protagónica del proceso y del sistema educativo en el cual

se está involucrando como miembro de un grupo, así como individuo de una

institución.

b. Forma parte del programa toda vez que es atendido y ejerce todos

los derechos contemplados en la carrera, así como en la institución, cuando

es tratado como un estudiante adulto por el profesor facilitador.

c. Toma parte del programa cuando interviene físicamente con su

presencia, oralmente con sus proposiciones, preguntas, respuestas,

comentarios, trabajos escritos, entre otros.

De lo anterior se desprende que el participante adulto es el eje del

proceso andragógico, orientado, asesorado y con experiencia suficiente para

administrar su propio aprendizaje a través de la asunción de un compromiso

de aprendizaje, con responsabilidad, lealtad, sinceridad. Esta exigencia es la

base del proceso de la autoeducación, el cual requiere de una

intencionalidad, organización, sistematización, mediante una toma de

conciencia sobre la necesidad de la propia formación.

Page 59: Jessika I,II,III

Asimismo, plantea Alcalá (2009) la acción o hecho andragógico forma

parte del principio del profesor, el cual se caracteriza, entre otros aspectos

por: (a) propiciar una permanente confrontación de experiencias entre todos

los individuos participantes; (b) aplicar actividades donde prevalezcan la

ecuanimidad, racionalidad, diálogo, (c) existencia de una conciencia lógica,

metódica, dialéctica, (d) aplicabilidad de los aprendizajes andragógicos, por

parte del aprendiz adulto, en lapsos razonables, (e) la práctica andragógica

se sustenta en una metodología fundamentada en la Investigación Acción

Participativa, (f) en ella interaccionan dos actores: participante-facilitador

mediante un proceso participativo.

Al respecto, Knowles y Swanson (2010) acotan que el proceso

participativo en la actividad andragógica estimula el razonamiento, favorece

el diálogo, promueve la discusión constructiva de las ideas y conduce a la

reformulación de propuestas como resultado de la confrontación de

posiciones, en actividades donde prevalecen los principios propios de la

educación de adultos. Estos principios, señala los autores, constituyen las

proposiciones, axiomas, supuestos, con carácter paradigmático, desde

donde se desarrolla la Andragogía. Estos son: autonomía, horizontalidad,

participación.

- Principio de Autonomía: es uno de los principios andragógicos

fundamentales, el cual indica que el participante adulto posee un bagaje de

conocimientos, intereses y expectativas, los cuales deben ser respetados por

el profesor, pues este ya tiene una personalidad consolidada, así como

criterios firmes sobre los conocimientos verdaderamente relevantes para él.

De acuerdo con De Natale (2008) el principio de autonomía sintetiza la

centralidad que tiene el concepto de sí mismo en los procesos de formación

del adulto, el cual se traduce en el desarrollo de la autonomía individual, en

el estímulo ofrecido al adulto en las situaciones de cambio, aceptando,

respetando sus necesidades subjetivas de enriquecimiento, a través, incluso,

Page 60: Jessika I,II,III

de prácticas auto-diagnósticas, de autoevaluación de los progresos y

mejoras individuales.

Según este principio, el adulto tiene la concepción de sí mismo como

persona responsable de su propia vida, por tanto, expresa una necesidad

psicológica de ser tratado como seres capaces de su propia auto-

organización y aprendizaje que debe ser favorecido por los profesores,

quienes deben ser orientadores, guías, tutores no simple transmisores de

información.

De lo antes señalado se deduce que el participante adulto, practica su

propia educación y genera su autoaprendizaje, educándose

permanentemente en constante interrelación con sus compañeros de manera

horizontal. Este principio, señala De Natale (2008) está concebido en función

de las necesidades de los participantes, aprovechando sus diversas

experiencias, asignando la más alta prioridad a los grupos menos

favorecidos desde el punto de vista educativo, dentro de una perspectiva de

la promoción colectiva; confiar en las posibilidades, así como en la voluntad

de todo ser humano de progresar durante toda su vida, tanto en el plano de

su desarrollo personal como en relación con su actividad en la vida social.

En esta misma línea, Brandt (2010) considera que la autonomía se

corresponde con el concepto de autoeducación la cual consiste “en el

proceso mediante el cual el ser humano consciente de sus posibilidades de

realización, libremente selecciona, elige y asume el compromiso con

responsabilidad, lealtad y sinceridad su propia formación y realización

personal”. Este principio se basa, entonces, en las siguientes premisas:

- El hombre se encuentra en situación de aprendizaje durante toda su

existencia.

- La persona practica su propia educación que genera su

autoaprendizaje.

- Toda participante aprende tanto en forma personal como de manera

grupal o institucional.

Page 61: Jessika I,II,III

- Los objetivos y contenidos del aprendizaje deben ser establecidos

previamente por la persona o autoeducarse o en grupo.

- La conducta de toda persona como participante debe estar de acuerdo

con la condición de adulto.

- La interrelación horizontal se fundamenta en la consideración de

personas quienes se relacionan como sujeto-sujeto.

Al respecto, Flores (2004) expresa que el principio de autonomía

considera esencial el proceso de autogestión del participante, atendiendo a

sus necesidades sociales, por ello, presenta los siguientes aspectos

generales:

- En la edad adulta el participante determina lo que va a aprender, es

decir, lo verdaderamente relevante para él.

- El autoaprendizaje concebido como la autonomía para la toma de

decisiones y la capacidad para asumirlas responsablemente.

Capacidad para apropiarse y utilizar procedimientos que les permiten

autoevaluarse.

De lo antes expuesto se infiere que este principio, parte de la

individualización de los procesos de enseñanza aprendizaje en grupos

heterogéneos mediante el diseño e implementación de procesos educativos,

los cuales permitan a cada participante autoadaptarse a las exigencias

particulares, es decir, organizar su propio proceso de autoaprendizaje de

acuerdo con sus posibilidades y capacidades. Por ello, Ludojoski (2010)

sugiere, para cumplir con este principio, considerar los siguientes aspectos

didácticos:

1. El aprendizaje es un proceso individual, por tanto, es necesario

respetar la diversidad, profundidad y modalidad de cada uno de los

estudiantes.

2. La enseñanza debe estar diseñada e implementada individualmente,

aun cuando se trabaje con un grupo heterogéneo.

Page 62: Jessika I,II,III

3. El horario debe estar en función de las necesidades y

responsabilidades socioculturales de los estudiantes, considerando tiempo

para el estudio individual, así como para el trabajo en pequeños grupos.

Asimismo, Knowles (2009) considera que el principio de autonomía se

basa en ejecutar acciones orientadas a que el participante se fortalezca

como:

- Generador de su propio conocimiento y de sus procesos de formación.

- Sujeto autónomo en la toma de decisiones sociales y políticas.

- Promotor y creador de procesos económicos y culturales.

- Agente de transformación social.

En otras palabras, el principio de autonomía exige la generación de

acciones de reflexión e intervención que articulen de mejor manera la

educación andragógica al proceso general de desarrollo nacional, desde una

perspectiva humanista, en la cual el participante sea el artífice de la

construcción de su propio destino y de su perfeccionamiento permanente.

- Principio de Horizontalidad: indica que en la educación de adultos se

produce una relación entre iguales, siendo el profesor un orientador, quien

conduce al participante hacia la construcción de sus conocimientos a través

de una función de asesoría/tutoría, la cual permite canalizar las inquietudes

de los estudiantes acerca de sus necesidades de aprendizaje.

Según Castillo (2008) el principio de horizontalidad es una relación en la

cual se da un proceso de inter-aprendizaje entre iguales, donde el facilitador

es un miembro más del grupo que orienta y promueve el aprendizaje donde

los participantes sea cual sea su rol, están en mayor capacidad de

interpretar, respetar el auto-concepto de cada participante, haciéndose

partícipes de su propio aprendizaje, Asimismo, Torres (2009) señala que este

principio presenta características relevantes para el aprendizaje del adulto,

como son las cualitativas y las cuantitativas.

Cualitativas; se refieren al hecho de poseer tanto el facilitador como el

participante, adultez y experiencia, entendiéndose la adultez como la etapa

Page 63: Jessika I,II,III

de integración biológica, psicológica, social, ergológica. Es el momento de

alcanzar la plenitud vital, pues en la adultez se tiene la capacidad de

procrear, participar en el trabajo productivo, así como asumir

responsabilidades inherentes a la vida social, la cual conlleva a la actuación

independiente, a tomar decisiones con entera libertad, producto de la

experiencia alcanzada por el adulto a través de las vivencias adquiridas en la

vida, constituyendo un valor, como referencia básica para la adopción de

sabias decisiones.

Cuantitativas; se refieren a los cambios físicos generales que se

presentan en los adultos después de los cuarenta años como son:

declinación de la vista, el oído. Estos cambios afectan el aprendizaje del

adulto, pues cuando estos sentidos comienzan a declinar se reduce la

captación de estímulos, por lo tanto la calidad y la cantidad de insumo,

necesarios en el aprendizaje, así como la declinación de la velocidad de

respuestas del sistema nervioso central, por lo cual los adultos requieren

generalmente de más tiempo para aprender, aunque su experiencia,

eficiencia lo compensan de alguna manera.

Por lo anteriormente señalado, se deduce que los adultos tienen mayor

capacidad de aprender cuando su visión y audición se encuentran en las

mejores condiciones posibles, también cuando el ambiente de aprendizaje

puede compensar cualquier pérdida de agudeza sensorial. Además, existen

otras características influyentes en la horizontalidad como son: el

autoconcepto, las emociones, el estrés, la ansiedad, las experiencias

pasadas.

Al respecto, Castillo (2008) define el autoconcepto como la

interpretación de la retroalimentación tanto del participante como

provenientes de los otros. Se caracteriza por ser una unidad organizada y

consistente, específica en cualquier momento, que cambia constantemente.

Por tanto, los adultos aprenden mejor cuando se involucran en el

desarrollo de los objetivos de aprendizaje que son congruentes con su

Page 64: Jessika I,II,III

idealizado autoconcepto actual, pues ellos poseen un mismo proceso

psicológico y manifestaciones conductuales sensitivas, frente a una amenaza

continua, sin resolución aparente donde los adultos temen perder sus logros

previamente ganados en su autoestima, autoconfianza al fallar en sus

intentos, por lo cual se resisten al aprendizaje, siendo esencial sus

experiencias previas como base para la construcción de conocimientos o

como obstáculo para la misma.

Al respecto, Alcalá (2009) considera que:

El principio de horizontalidad andragógica se refiere fundamentalmente al hecho de ser tanto el facilitador como el participante iguales en condiciones (característica cualitativa) al poseer ambos la adultez y la experiencia, pero con diferencias en cuanto a los niveles de desarrollo de la conducta observable (característica cuantitativa) (p.12)

En concordancia con lo antes expuesto, se concibe la horizontalidad es

uno de los principios fundamentales de la praxis andragógica. En esa

relación, el participante trabaja y ayuda a su compañero hasta donde su

potencial se lo permita; así mismo, el logrará alcanzar lo deseado. Según

este principio, los participantes pueden estar en capacidad de entender,

analizar, valorar y respetar el concepto que cada uno tiene de sí mismo.

En ese marco de ideas, Knowles y Swanson (2010) plantean que la

horizontalidad es productiva si entre los actores involucrados existe un

proceso biunívoco de particularidades duales de actitudes,

responsabilidades, compromisos, convenios orientados básicamente hacia el

logro tanto de sus metas como sus objetivos.

Al analizar la definición anterior se infiere que la relación andragógica

es horizontal, pues tanto el participante como el facilitador están al mismo

nivel y en el mismo plano comunicacional, es decir, es una relación entre

iguales, donde se comparten actitudes, compromisos hacia logros exitosos.

Page 65: Jessika I,II,III

Por esa horizontalidad los participantes están en mayor capacidad de

interpretar, respetar el auto-concepto de sí mismos.

En esa línea de pensamiento, Flores (2004) señala que el principio de

horizontalidad debe entenderse como una relación entre iguales, con respeto

y responsabilidad para cumplir los compromisos en la planificación de las

metas para el logro de éxitos. Lo anterior indica la necesidad de madurez,

experiencia, para organizar los procesos de aprendizaje considerando las

necesidades e intereses de cada uno, como también, factores biológicos

propios de la etapa de adultez, los cuales se compensan cuando el ambiente

es el adecuado a los adultos en situación de aprendizaje.

- Principio de Participación: se concibe como la toma de decisiones

entre el facilitador y el estudiante, quienes en una relación entre iguales

deciden qué, cómo, se va a desarrollar el proceso de aprendizaje, así como

el espacio-tiempo requerido para cumplir con el hecho andragógico, pues las

necesidades de aprendizaje del adulto son diferentes a la de los

adolescentes enfocándose hacia la búsqueda de alternativas de solución a

problemas reales.

Para Alcalá (2009) la participación se entiende como la acción de tomar

decisiones en conjunto o tomar parte con otro en la ejecución de un área

determinada. Por ello, el rol del participante adulto en el proceso de

aprendizaje consiste en algo de mayor dimensión que la de ser receptor

pasivo, tomador de apuntes, conforme, repetidor de las enseñanzas

impartidas por el profesor. Implica el análisis crítico de las situaciones

planteadas, mediante el aporte de soluciones efectivas.

Desde esa perspectiva, el proceso participativo en la actividad

andragógica estimula el razonamiento, favorece el diálogo, promueve la

discusión constructiva de las ideas y conduce a la reformulación de

propuestas como resultado de la confrontación de posiciones.

De esta manera, una vez que el participante adulto se involucra en su

proceso de aprendizaje, la efectividad alcanzada por los resultados de la

Page 66: Jessika I,II,III

participación tiende a ser mayor, pues actúa motivado por una necesidad

específica, la cual controla sus impulsos hasta alcanzar el propósito o meta

previamente establecido.

Al respecto, Lowe (2009), señala que la participación como principio de

la praxis andragógica, caracterizándose por la actividad crítica, intervención

activa, flujo/reflujo de la información, confrontación de experiencias y diálogo,

por ello, al adulto en situación de aprendizaje se debe permitir su

experimentación, las ejecute cuando lo desee con el fin de ayudarlo a

despojarse de las tensiones o fracasos acumulados.

En ese orden de ideas, expresa el autor, la dimensión andragógica abre

al adulto un abanico de oportunidades de participación el cual representa una

fuete de productividad y eficiencia, tanto para él como para el contexto social

donde vive, actúa, constituyendo también el progreso de su entorno. En esta

línea de pensamiento, Havighurst (2009) indica algunos de los motivos que

conducen a los adultos a participar en experiencias educativas organizadas:

Estar mejor informado con el fin de prepararse para ejercer un nuevo

oficio u obtener una formación en el trabajo.

Comprender mejor y desempeñar más perfectamente su papel en el

trabajo, la casa, la familia, gracias a los nuevos conocimientos adquiridos.

Mejorar sus aptitudes, al poner en práctica lo aprendido, o descartarlo

para innovar.

En esa línea de pensamiento, Flores (2004) señala que el principio de

participación debe entenderse como la acción de tomar decisiones en

conjunto, o compartir con otros en la realización de alguna actividad, la cual

requiere el consenso de todos, con actitudes reflexivas, críticas,

constructivas para lograr resultados efectivos.

Se infiere entonces que el individuo para sentirse participante debe

saberse aceptado por parte de los otros compañeros, lo cual hará la praxis

educativa más agradable, sincera, armónica, con un liderazgo compartido

Page 67: Jessika I,II,III

donde la vinculación se transforma en una interacción efectiva participantes-

facilitador.

De igual forma, Gutiérrez (2009) acota que el principio de participación

está considerado como el proceso de acción-reflexión, el cual permite un

mayor volumen de interrelación entre los individuos intervinientes en el

proceso andragógico, dando una clara explicación del rol del participante

adulto en el hecho educativo.

Esto implica que los docentes de la UNERMB del programa Educación

sede Mene Grande deben interesarse por conocer acerca de cómo influye el

envejecimiento sobre la personalidad adulta para saber su forma de

aprender, así como las condiciones más favorable en el proceso de

aprendizaje de esa etapa vital, para no encauzarlo bajo las mismas

condiciones y con la misma rapidez aplicada a los jóvenes.

Difusión del Conocimiento

El perfil del docente universitario, de acuerdo con Segura (2004: 17)

debe sentarse sobre procesos comunicativos, partiendo de la consideración

de que los contenidos que adquirieron en su tiempo están en revisión

permanente, aun cuando se tengan los principios básicos a considerar en la

universidad, la actualización estará en función de su capacidad de integrarse

profesionalmente en las nuevas situaciones comunicativas; esto implica, una

función docente orientada en un comunicador apoyado en técnicas y

recursos adecuados, ajustará las situaciones en su entorno.

Dentro de esa opinión, se ubica la difusión del conocimiento como

actividad de extensión del profesor, la cual comprende los saberes

generados en la universidad, para elevar el nivel cultural poniéndolo al

servicio de la sociedad y del desarrollo integral del hombre. Esa labor, debe

ser desarrollada conjuntamente con los estudiantes del producto generado

durante el proceso enseñanza aprendizaje, así como el de la investigación.

Page 68: Jessika I,II,III

La difusión del conocimiento, como parte del profesor

universitario, andragogo, señala Urdaneta (2003), es una función a

la cual se dedica poco tiempo, dejando de aprovechar el potencial

intelectual de él y sus estudiantes, en la misma. Esta, se puede

reflejar, mediante la elaboración de artículos arbitrados la cual

constituye una labor fundamental que permite compartir los

saberes derivados tanto de la práctica docente como de

investigación.

Al respecto, Faneite (2005) señala que esas publicaciones de

artículos arbitrados por parte del docente universitario, le otorga

prestigio académico, por lo cual se hace indispensable crear entre

ellos, conciencia crítica, sobre la importancia para la institución de

contar con la mayoría de los docentes, dedicados a escribir y

socializar el conocimiento generado de la investigación, docencia,

extensión para mejorar la calidad de la educación a través de esta

tarea.

Asimismo, la publicación de artículos, lleva implícito, el

establecimiento de normas que se deben considerar y homologar,

en cuanto a la forma de citar, redacción de los párrafos, sin olvidar

el estilo, coherencia, lógica, al menos en las revistas pertenecientes

a una misma institución o a una misma área o disciplina.

La elaboración de artículos arbitrados, por parte del docente

universitario, le permitirá socializar y difundir el conocimiento

generado de sus prácticas académicas produciendo beneficios en la

institución. Dentro de ellos, el profesor debe tener en cuenta una

característica fundamental de la redacción científica: la claridad.

Desde esa perspectiva, González (2009) plantea que la

mayoría de los artículos publicados en la actualidad se caracterizan

porque son un aporte al conocimiento científico; se expresa

Page 69: Jessika I,II,III

utilizando un lenguaje sencillo, con una organización determinada.

Se considera, por tanto, el mejor lenguaje es el capaz de transmitir

el sentido con el menor número posible de palabras, por lo tanto no

admite trucos literarios, metáforas u otras figuras. El estilo de la

literatura científica es sencillo y no debe desviar la atención del

lector.

Por ello, el artículo científico es un informe escrito, inédito en el

cual se describen aspectos de interés para la comunidad científica

internacional, nacional, regional y local que pueden ser resultados

de investigaciones, eventos, proyectos. Es un escrito ajustado a

ciertas pautas de carácter científico, en el cual se reflejan

consideraciones enunciadas, orientada a reflejar un resumen,

introducción, donde en muchos casos está inmerso el desarrollo, así

como conclusiones.

El artículo científico, plantea Gorrochotegui (2006), debe ser lo

suficientemente claro como para que terceras personas capten el

mensaje concreto a transmitir. En otras palabras, es un informe

sobre resultados de una investigación científica; los cuales deben

ser válidos, fidedignos y se comunican por primera vez como

resultados de una investigación.

Visto de esa forma, la finalidad esencial de un artículo científico

es comunicar los resultados de investigaciones, ideas, debates de

una manera clara, concisa y fidedigna. Es por ello, que para escribir

un buen artículo científico el profesor debe aprender y aplicar los

tres principios fundamentales de la redacción científica: precisión,

claridad, brevedad.

Definición de Términos Básicos

Page 70: Jessika I,II,III

Andragogía: ciencia, arte de ayudar a los adultos a aprender (Knowles

(2008)

Competencias del docente: están referidas a la capacidad individual

para emprender actividades que requieran una planificación, ejecución y

control autónomos (Zabalza, 2007)

Competencias profesionales: cualidades humanas que poseen los

profesores para cumplir con los fines educativos (Tejeda, 2011)

Principio de Horizontalidad: se refiere al hecho de ser tanto el profesor

como el estudiante iguales en condiciones pero con diferente conocimiento

(Alcalá, 2009)

Sistema de Variables

Variable: función docente del profesor universitario

Definición Conceptual: consultor o asesor quien interviene a solicitud

del educando, cuando este: reclama su apoyo, para compartir saberes,

realizar autocríticas, identificar unilateralidades, así como limitaciones en el

desarrollo humano integral de este y tomar acciones para corregirlas

(Villarini, 2009)

Definición Operacional: se definirá operacionalmente como resultado

de medir la dimensión elementos con los indicadores docencia, investigación,

extensión y la dimensión competencias profesionales la cual comprende los

indicadores cognitivas, tecnológicas, de evaluación.

Variable: Perfil andragógico

Definición Conceptual: docente participativo, quien refleja su labor

en acciones donde se promueven cambios positivos y significativos, un

docente con alta autoestima. (Segura, 2004)

Page 71: Jessika I,II,III

Definición Operacional: se definirá como resultado de la medición de

la dimensión perfil con los indicadores principios, y difusión del

conocimiento.

CUADRO 1OPERACIONALIZACIÓN DE LA VARIABLE

Objetivo General: Analizar la función del docente universitario desde el

enfoque andragógico en el Programa Educación de la Universidad Nacional

Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene Grande.

Objetivos Específicos Variable Dimensiones Indicadores Identificar los elementos presentes en la función del docente universitario en el Programa Educación de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene Grande

Función del docente

universitario

Elementos Docencia Investigación

Extensión

Describir las competencias profesionales que poseen los profesores del Programa Educación de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene Grande

Competencias Profesionales

CognitivasTecnológicas Evaluación

Caracterizar el perfil andragógico del

Perfil andragógico

Perfil PrincipiosDifusión del

Page 72: Jessika I,II,III

profesor universitario del Programa Educación de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene Grande.

conocimiento

Establecer la relación profesor-estudiante en el Programa Educación de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene GrandeFuente: Rivas (2012)

CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

Toda investigación debe presentar una fundamentación metodológica,

con la finalidad de establecer las pautas y procedimientos a fin de recabar

información requerida para el análisis y presentación de los resultados,

conclusiones y recomendaciones que de ellos se derivan con respecto al

problema abordado. Para el presente estudio la metodología estará

conformada por el enfoque epistemológico, el tipo y diseño de la

investigación, la población, muestra, técnica e instrumento de recolección de

datos, validez, confiabilidad, análisis de los datos, procedimiento de la

investigación.

Enfoque epistemológico

Esta investigación se ubica en el enfoque cuantitativo positivista el cual

estará dado por el diagnóstico de la situación real de las funciones del

docente universitario desde el enfoque andragógico, del cual se obtendrá

una medida aritmética de las variables con sus dimensiones, indicadores e

ítemes. Estos resultados conjuntamente con los enfoques teóricos

Page 73: Jessika I,II,III

presentados, permitirán el análisis crítico, interpretativo de los datos, así

como la redacción de conclusiones y recomendaciones pertinentes.

En este sentido, el estudio se ubica en la perspectiva empírico analítica.

Desde esa lógica, la selección de datos tiene que ver con el concepto de

realidad heredada del positivismo, concebida como suma de partículas o

datos observables empíricamente, los cuales se ubican según regularidades

o leyes históricas, tal como lo plantea Cea D’ Ancona (2010).

Por tanto, esta investigación asume la postura desde la perspectiva de

las Ciencias Sociales, cuya realidad según Rodríguez y otros (2009:189) se

constituye por “diversas capas de empiricidad donde lo empírico no son

partículas sino relaciones o articulaciones de planos y niveles de realidad

que son reconstruidas relacionalmente por la óptica del investigador en su

presente histórico”.

Tipo de Investigación

Este trabajo investigativo puede ser definido como descriptivo,

analítico, basado en un estudio sobre de las funciones del docente

universitario desde el enfoque andragógico. Los estudios descriptivos, según

Hernández y Otros (2010) buscan especificar características, propiedades

importantes de las personas, grupos, comunidades o cualquier fenómeno

que se someta a un análisis. Estos miden o recogen información de manera

independiente o conjunta sobre los conceptos o las variables a las cuales se

refiere. Por su parte, Méndez (2009:51) afirma:

La descripción es uno de los subproductos de la observación y es el umbral necesario para el establecimiento de explicaciones, permite reunir los resultados de la observación, o de las observaciones, si es el caso en una exposición relacionada con los rasgos del fenómeno que se estudia.

Page 74: Jessika I,II,III

De acuerdo con lo anterior, la descripción lleva al investigador a

presentar los hechos tal y como ocurren; puede afirmarse que agrupa,

convierte en información, tanto hechos como eventos, los cuales caracterizan

la realidad observada referida a de las funciones del docente universitario

desde el enfoque andragógico, de esta forma, preparar las condiciones

necesarias para la explicación de los mismos.

De igual forma, Méndez (2009), se refiere a la investigación analítica

como el proceso que le permite al investigador conocer la realidad, en este

caso, relacionada con las funciones del docente universitario desde el

enfoque andragógico en el programa Educación de la Universidad Nacional

Experimental Rafael María Baralt sede Mene Grande. Asimismo, Hurtado

(2002:65) concibe la investigación analítica como el análisis de las

definiciones relacionadas con el tema, para estudiar sus elementos en forma

exhaustiva y poderlo comprender con mayor profundidad.

Diseño de la Investigación

Dadas las características del estudio, la investigación se ubica dentro

de los diseños de campo, no experimentales, transeccionales. Para el

primero se considera porque los hechos se tomarán directamente donde se

produce el fenómeno relacionado con las funciones del docente universitario

desde el enfoque andragógico en el programa Educación de la Universidad

Nacional Experimental Rafael María Baralt sede Mene Grande.

Al respecto, Arias (2006) indica que la investigación de campo es

aquella donde la recolección de datos se realiza directamente con los sujetos

investigados, o de la realidad donde ocurren los hechos (datos primarios), sin

manipular o controlar variable alguna. En ella también se recurre a datos

secundarios provenientes de las fuentes bibliográficas consultadas para la

construcción del marco teórico.

Page 75: Jessika I,II,III

Tomando como criterio los postulados de Hernández y otros (2010) este

estudio se clasifica como no experimental, pues al abordar las variables

función del docente universitario y enfoque andragógico, solo se describirá

su comportamiento, sin manipular la realidad existente, ni variar las

condiciones de su observación. En ese marco de ideas, los autores

mencionados (ob.cit.:28) definen los diseños no experimentales como

“aquellos que se realizan sin manipular deliberadamente las variables, es

decir, no se varía intencionalmente la variable independiente, simplemente,

se observan las funciones tal y como se dan en su contexto natural para

después analizarlo”

De igual forma, la investigación será transversal o transeccional porque

describe los hechos relacionados con las funciones del docente

universitario desde el enfoque andragógico en el programa Educación de la

Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt sede Mene Grande

en un momento determinado, de una sola vez, el cual según Hernández y

otros (2010:186) se utilizan “cuando se recolectan datos en un solo momento

en un tiempo único y su propósito es describir las variables, analizar los

hechos tal como se dan”.

De acuerdo con lo anterior, el proceso investigativo se realizará en un

solo momento, a través de la recolección de la información suministrada por

la población seleccionada, para luego describir el comportamiento de las

variables en el contexto donde se produce el fenómeno.

Población y Muestra

Población

La población se concibe como el conjunto de todos los casos que

concuerdan con una serie de especificaciones. En esa línea de pensamiento,

Tamayo y Tamayo (2009:113) la entienden como “la totalidad del fenómeno

Page 76: Jessika I,II,III

a estudiar, donde las unidades poseen una característica en común, la cual

se estudia o da origen a los datos de la investigación. Para este estudio, la

población estará conformada por 49 profesores, quienes laboran en el

programa Educación de la Universidad Nacional Experimental Rafael María

Baralt sede Mene Grande.

Muestra

Según Chávez (2007:164) la muestra es “una porción representativa de

la población que permite generalizar sobre esta los resultados de la

investigación, es la conformación de un lugar dentro de un subconjunto, la

cual tiene por finalidad integrar las observaciones como parte de la

población”. Para este trabajo, la selección se obvia por cuanto se centra en la

totalidad de la población, es decir, se prescindirá la muestra tomando en

cuenta el pequeño universo de esta investigación. En este sentido, se

realizará un censo poblacional definido por Méndez (2009) como el estudio

completo de los elementos de la población.

Técnica e Instrumento de la Investigación

En la presente investigación la técnica utilizada será la encuesta, la cual

permitirá recolectar la información que aportarán los profesores del

programa Educación de la Universidad Nacional Experimental Rafael María

Baralt sede Mene Grande. En tal sentido, Sierra (2002:36) plantea “la

observación por encuesta, consiste en la obtención de los datos de interés

en la investigación mediante la interrogación a los miembros del universo en

estudio”

Ahora bien, el instrumento básico de la observación mediante encuesta,

es el cuestionario, el cual puede definirse como el conjunto de preguntas,

Page 77: Jessika I,II,III

pero sobre los hechos y aspectos que interesen en una investigación, para

su contestación por la población o su muestra seleccionada para el estudio.

Desde esa perspectiva, se elaborará como instrumento de recolección

de datos un cuestionario estructurado en ítemes extraídos de los indicadores

de las variables, dirigido a los profesores conformantes de la población, con

opciones de respuestas múltiples, seleccionando una escala Likert

modificada, constituidas por cuatro alternativas: siempre (S), casi siempre

(CS), algunas veces (AV), nunca (N) (ver Anexo A).

Al respecto, Tamayo y Tamayo (2009) afirman que los cuestionarios

contienen aspectos del fenómeno considerado esencial, permitiendo

además, aislar ciertos problemas de interés principales, reduciendo la

realidad a cierto número de datos esenciales y precisando el objeto de

estudio.

Validez y Confiabilidad

Validez

La validez es una de las pruebas de gran importancia y relevancia, de

esta forma se comprueba si las variables, dimensiones e indicadores son

medidos por el cuestionario, en busca de la adecuación o exactitud

suficiente, para satisfacer los indicadores de las preguntas. En ese sentido,

Chávez (2007:193) la define como “la eficacia con la cual un instrumento

mide lo que se pretende”. Asimismo, Hernández y otros (2010:263) señalan

“la validez es el grado con el cual un instrumento mide la variable que

pretende medir”.

Para llevar a cabo la validación del instrumento se tomará en cuenta el

juicio de cinco (5) especialistas del tema a investigar para comprobar si el

conjunto de preguntas por el cual está conformado el cuestionario serán

representativas del grupo de ítemes, que cubrirán los objetivos del estudio,

elaborándose un formato de validación cuyo propósito será registrar la

Page 78: Jessika I,II,III

pertinencia de los reactivos con los dimensiones e indicadores de las

variables, así como el estilo y la redacción de los mismos (Ver Anexo B).

Una vez finalizado el proceso las opiniones de los expertos señalarán la

necesidad de realizar correcciones al instrumento o si, por el contrario, el

instrumento es válido y puede ser aplicado en su versión original. De

recomendarse correcciones sobre la presentación de los ítems, se elaborará

una segunda versión, la cual se considerará como definitiva.

Confiabilidad

La confiabilidad se refiere al grado en que su aplicación repetida al

mismo sujeto u objeto, produce los mismos resultados, siendo

conceptualizada por Hernández y otros (2010) como el nivel de coherencia

entre los resultados de diferentes aplicaciones de un instrumento bajo

características similares. Generalmente, este nivel se expresa en un

coeficiente numérico obtenido al aplicar la prueba generalmente a una

muestra piloto.

Para calcular la confiabilidad se dispondrá de un grupo de 30

profesores pertenecientes a otro programa (Administración) de la

Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt sede Mene Grande,

quienes servirán para la realización de la prueba piloto. En ese sentido, se

aplicará el coeficiente Alfa Cronbach por ser un cuestionario de varias

alternativas de respuestas, mediante el desarrollo de la siguiente fórmula:

rtt = k/k-1 [1-ƩSi2/St2]

donde:

k = número de items

1 = constante

Si2 = varianza de los puntajes de cada ítem

St2= varianza de los puntajes totales

Ʃ = sumatoria de los puntajes de cada ítem.

Page 79: Jessika I,II,III

Despejando la fórmula, se obtendrá un coeficiente cuyo resultado debe

ubicarse entre 0.8 y 1 lo cual indicará su grado de confiabilidad, es decir, si

se ubica dentro de esos límites el instrumento será altamente confiable, pero

si se coloca por debajo del límite inferior señalará que el mismo no posee la

confiabilidad necesaria para su aplicación, por tanto, deberá ser reformulado.

Técnica de Análisis de los Datos

La técnica de análisis de los datos que se aplicará para la presente

investigación, consta de dos pasos claramente definidos: tabulación y

tratamiento estadístico. La primera significa hacer tablas de los datos

agrupándolos para su contabilización, por ello, es preciso contar con cada

una de las respuestas plasmadas en los cuestionarios, distribuyéndolas de

acuerdo a las categorías o códigos previamente definidos.

De allí que Chávez (2007) defina la tabulación como el ordenamiento

de la información que al ser procesada y cuantificada por ítems agrupados

por variables, permite la presentación en tablas. En esta área la

investigadora registrará los cálculos realizados produciendo información, la

cual le permitirá efectuar su análisis.

Esta es una técnica que empleará la investigadora para procesar la

información recolectada, permitiéndole la organización de los datos relativos

a las variables de estudio, sus indicadores e ítems. Para ello, requerirá de la

realización de un proceso sistemático, cuidadoso en relación al traslado de

las respuestas emitidas por cada sujeto de la población a una tabla de

tabulación, posibilitando la posterior ejecución de los cálculos para su

tratamiento estadístico.

En relación al tratamiento estadístico, la investigadora procesará los

datos utilizando para ello el programa SPSS, el cual facilitará la agilización

del estudio gracias a la automatización para el manejo preciso de la

Page 80: Jessika I,II,III

información, presentado sus resultados en sus correspondientes tablas y

gráficos.

Procedimiento de la Investigación

Según Sabino (2002), es importante que el investigador describa con

detalles paso a paso el procedimiento a seguir durante la investigación, lo

cual permitirá, no sólo verificar si este cumplirá todos los requerimientos,

métodos lógicos del proceso de investigación, sino, además, posibilitará a

otro investigador su replicación en caso de ser necesario apoyarse en la

información a fin de realizar estudios similares. Por tanto, este trabajo sigue

los siguientes pasos:

- Selección del área de estudio e identificación de las variables, siendo

en este caso: funciones del docente universitario y enfoque andragógico

- Identificación de la problemática existente en la institución

seleccionada para el estudio.

- Planteamiento del problema detectado, para el posterior desarrollo de

los objetivos de la investigación.

- Análisis de estudios previos, a fin de desarrollar los antecedentes que

sirvieran de orientación, para los fines del presente estudio

- Revisión de las conceptualizaciones de los diferentes autores

seleccionados en el área de la, para analizar sus enfoques teóricos, que

explican y sustentar las variables en estudio.

- Elaboración del cuadro operacional de las variables con sus

dimensiones e indicadores correspondientes para su medición y análisis.

- Definición del diseño de la investigación con el objeto de proporcionar

un modelo de verificación, de los hechos relacionados con las variables de

estudio para responder al problema planteado.

- Diseño del instrumento de acuerdo con los objetivos prediseñados, el

cual se aplicará, previa validación y obtención de confiabilidad, a una

Page 81: Jessika I,II,III

población conformada por 49 estudiantes del programa Educación de la

Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt” sede Mene Grande.

Los datos obtenidos se tratarán estadística y valorativamente para

extraer conclusiones y formular recomendaciones pertinentes que permitan

solucionar la problemática detectada