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238 RESEÑA DE LIBROS BICC, XI, 1955-56 León Rey, el Padre Restrepo volvió a ocuparse del humanista colombia- no a quien reemplazó en el sillón académico, juzgándolo como hombre de hogar, como católico y como estadista. En ese discurso académico ofrece además una descripción perfecta de su físico: "El cráneo pode- roso y bien modelado mostraba su capacidad extraordinaria, y el orden y armonía de su mundo interior. Su dulce y profunda mirada descubría la benevolencia de su alma, pero dejaba ver también hondas pasiones que se sublevaban al sentir los envenenados dardos con que le persi- guieron sus gratuitos enemigos. La varonil sonrisa de su boca indicaba claramente el dominio interior y la austeridad de su vida". Pero la gloria de Suárez y su consagración definitiva tuvo lugar precisamente en la fecha del primer centenario de su nacimiento, el 23 de abril de 1955, cuando los tributos que se le prodigaron fueron de tal magnitud y tan unánimes, que muy probablemente ningún otro colom- biano los haya recibido iguales. Con este motivo el Padre Restrepo escribió tres piezas modelo de elocuencia, en las que pinta la tragedia de Suárez, el drama constante de su vida, descubriendo al hijo de Bello (Antioquia) no ya como varón "justo, injustamente perseguido" ni como internacionalista "de primera magnitud", sino particularmente, como corazón en quien las desdichas e infortunios personales y públicos imprimieron un sello de martirio del cual apenas si pudieron servir de consuelo el reconocimiento nacio- nal que le llevó a la primera magistratura y la declaraciós del Sumo Pontífice Benedicto XV de que "el Presidente de Colombia es el go- bernante que mayores consuelos nos proporciona". Profundo conocedor de la verdad metafísica y teológica y sacerdote, el Padre Restrepo al hablar de Suárez presenta al humanista colombiano como "hombre de Cristo", ya que ninguna gloria más alta puede ansiar el católico que la de amar y servir a nuestro Salvador, y solamente en su servicio y en su amor alcanza el hombre la plenitud de su persona- lidad y la completa realización de los fines para que fue creado. De Suárez podría decirse que cumplió a cabalidad la bella máxima de San Jerónimo y que hizo de su vida y de su obra el lema: "Christus nudum nudus sequere". Y del libro del Padre Restrepo que es tan digno del excelso tema como del bien merecido prestigio literario y humanístico del autor. JOSÉ MARÍA CHAVES. JOSÉ A. NÚÑEZ SEGURA S. I., Literatura colombiana. Sinopsis y comen- tarios de autores representativos. 2' ed., Medellín, Editorial Bc- dout, 1954. 511 págs. El Padre José A. Núñez Segura S. I. publicó en la ciudad de Me- dellín, en el año de 1952, la primera edición de su obra Literatura co-

LA LITERATURA Y SUS TEÓRICOS

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León Rey, el Padre Restrepo volvió a ocuparse del humanista colombia-no a quien reemplazó en el sillón académico, juzgándolo como hombrede hogar, como católico y como estadista. En ese discurso académicoofrece además una descripción perfecta de su físico: "El cráneo pode-roso y bien modelado mostraba su capacidad extraordinaria, y el ordeny armonía de su mundo interior. Su dulce y profunda mirada descubríala benevolencia de su alma, pero dejaba ver también hondas pasionesque se sublevaban al sentir los envenenados dardos con que le persi-guieron sus gratuitos enemigos. La varonil sonrisa de su boca indicabaclaramente el dominio interior y la austeridad de su vida".

Pero la gloria de Suárez y su consagración definitiva tuvo lugarprecisamente en la fecha del primer centenario de su nacimiento, el 23de abril de 1955, cuando los tributos que se le prodigaron fueron de talmagnitud y tan unánimes, que muy probablemente ningún otro colom-biano los haya recibido iguales.

Con este motivo el Padre Restrepo escribió tres piezas modelo deelocuencia, en las que pinta la tragedia de Suárez, el drama constantede su vida, descubriendo al hijo de Bello (Antioquia) no ya como varón"justo, injustamente perseguido" ni como internacionalista "de primeramagnitud", sino particularmente, como corazón en quien las desdichase infortunios personales y públicos imprimieron un sello de martiriodel cual apenas si pudieron servir de consuelo el reconocimiento nacio-nal que le llevó a la primera magistratura y la declaraciós del SumoPontífice Benedicto XV de que "el Presidente de Colombia es el go-bernante que mayores consuelos nos proporciona".

Profundo conocedor de la verdad metafísica y teológica y sacerdote,el Padre Restrepo al hablar de Suárez presenta al humanista colombianocomo "hombre de Cristo", ya que ninguna gloria más alta puede ansiarel católico que la de amar y servir a nuestro Salvador, y solamente ensu servicio y en su amor alcanza el hombre la plenitud de su persona-lidad y la completa realización de los fines para que fue creado.

De Suárez podría decirse que cumplió a cabalidad la bella máximade San Jerónimo y que hizo de su vida y de su obra el lema: "Christusnudum nudus sequere". Y del libro del Padre Restrepo que es tandigno del excelso tema como del bien merecido prestigio literario yhumanístico del autor.

JOSÉ MARÍA CHAVES.

JOSÉ A. NÚÑEZ SEGURA S. I., Literatura colombiana. Sinopsis y comen-tarios de autores representativos. 2' ed., Medellín, Editorial Bc-dout, 1954. 511 págs.

El Padre José A. Núñez Segura S. I. publicó en la ciudad de Me-dellín, en el año de 1952, la primera edición de su obra Literatura co-

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lombiana *. En la misma ciudad, y con el mismo título, y ligeramenteaumentada, ha publicado la segunda edición de esta misma obra.

El libro del Padre Núñez Segura muestra en ambas ediciones unplan, que consiste en presentar una antología, interpretada por él, delos autores más notables de nuestra literatura; y desarrolla este plan,escogiendo fragmentos de obras, clasificándolos y comentándolos. Co-mienza el desarrollo en la conquista y lo sigue hasta nuestros días.

Para concebir y realizar un buen plan de carácter antológico de estaclase es necesario tener educación humanística, haber hecho largas ymeditadas lecturas y, en fin, haber adquirido un criterio seguro en ma-teria tan difícil de tratar con acierto. Bajo estos conceptos voy a juzgarla obra del Padre Núñez Segura.

Don José María Vergara y Vergara (1831-1872) quien inició la es-peculación histórico-literaria en nuestro país2, con pacientísimos estu-dios guiados por un criterio patriótico y sabio, esbozó una clasificaciónde los autores coetáneos y predecesores suyos 3, a quienes juzga en obramaestra a pesar de yerros como el que cometió al tratar de la vida deCastellanos, enmendado después por don Miguel Antonio Caro 4. Quienquiera investigar sobre cuestiones de literatura colombiana debe comen-zar por leer al ilustre fundador de estos estudios5, quien no ha sidoigualado, ni podrá ser superado en mucho tiempo, como expositor ori-ginal y juez imparcial y competente de los escritores coloniales y pos-teriores 9. Otro maestro en este género es don Antonio Gómez Restrepo(1869-1946), quien desarrolló el plan de que trato, por medio de rao-

1 JOSÉ A. NÚÑEZ SEGURA S. I., Literatura colombiana. Sinopsis y comentarios de

autores representativos, Medellín, Edit. Bedout, 1952, 495 págs.2 Véase: JOSÉ MARÍA VERGARA Y VERGARA, Introducción del autor a la primera

edición, en Obras escogidas..., tomo IV, Historia de la literatura de Nueva Gra-nada, vo!. I, Bogotá, Edit. Minerva, 1931, págs. 12-18.

3 "En suma, durante diez y seis años he hecho de esta idea una idea fija: lahe seguido aun en medio de las guerras que con frecuencia nos saltean; no heperdido para mi pensamiento ni días de prisión ni días de campaña. A veces herecogido noticias interesantes que pasaban acto continuo a mi cartera, en medio delas angustias de un sitio o de la agitación de un campamento" (JOSÉ MARÍA VERGARA

Y VERGARA, op. dt., pág. 18).4 MIGUEL ANTONIO CARO, loan de Castellanos, en Obras completas, tomo III,

Bogotá, Imp. Nacional, 1921, págs. 54-88.s Pueden consultarse las siguientes ediciones de VERGARA Y VERGARA, Historia

de la literatura en Nueva Granada. Desde la conquista hasta la independencia(1538-1820):

1) Bogotá, Imp. de Echavarría Hnos., 1867, xxiv + 532 págs.2) Bogotá, Librería Americana, 1905, xxvn-f-515 págs.3) Bogotá, Edit. Minerva, 1931; Tercera edición con notas de ANTONIO GÓMEZ

RESTREPO y GUSTAVO OTERO MUÑOZ, 2 vols. (Obras escogidas de don Jos£ MARÍA

VERGARA Y VERGARA, tomos IV y V).6 Con un gran acierto ha escrito FERNANDO ANTONIO MARTÍNEZ: "Vergara y

Vergara edita su Historia de la literatura, primer ensayo sistemático en la materia,

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nografías 7 escritas en estilo de casticidad fascinante, en las cuales cam-pean la admirable erudición del autor8, y los juicios en que se revelasu criterio seguro y adoctrinado. Desafortunadamente esta obra, a pesarde su magnitud y profundidad, carece de juicios rotundos sobre losautores. Atribuyo este defecto del gran escritor, no a adhesión a la es-cuela de los historiadores saxoamericanos9 que refieren los hechos ydejan a sus lectores las sentencias rotundas, sino a la gran delicadeza desu conciencia, siempre temerosa hasta el exceso, de producir el menordaño a escritor pasable alguno, y a su tolerancia, limitada por sus prin-cipios, pero no obstante muy grande. Así, por ejemplo, su conceptosobre Rodríguez Fresle, cuando juzga al Carnero, no concluye defini-tivamente sobre el género literario en que debe incluirse, ni sobre eldaño o provecho que produzca la lectura de la obra 10.

El sacerdote salesiano José J. Ortega Torres ha seguido el plan deque me ocupo, circunscribiendo su Historia de la literatura colombia-na11 al estudio de las obras de los autores, evitando, como Gómez Res-trepo, la crítica definitiva. Parece que este autor, de acuerdo con suscontribuciones a la cultura humanística del país '-, ha limitado muchosu campo de acción, esperando perfeccionar sus juicios. Y creo que estáen mora de producir obra más amplia y fecunda sobre el tema consabido.

no superado aún ni en el esfuerzo que representa, ni en sus aciertos, ni en sus de-ficiencias..." (Rufino ¡osé Cuervo, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1954, pág. 46).

T Cf. ANTONIO GÓMEZ RESTREPO, Historia de la literatura colombiana, Bogotá,Imp. Nacional, 1945-1946, 4 vols.

8 Así, por ejemplo, escribe GÓMEZ RESTREPO: "El amor solía unir a los diosesdel Olimpo con los habitantes de la tierra; pero era una pasión sensual, que nolevantaba a la mente humana más allá de los límites de la materia. Cristo fueobjeto de un amor casto y puro, engendraclor de vírgenes y de santos; y con susmanos abiertas por los clavos señaló el camino de la vida espiritual y suprasensible.Ese amor hizo de Pablo de Tarso el apóstol de las gentes, cuyo único pensamientoera Cristo crucificado; y ese mismo sentimiento dominador convirtió el alma defuego del pagano Agustín en uno de los más potentes focos de luz espiritual quehan iluminado al mundo. En la obra inmensa y enciclopédica de San Agustín hayrasgos de ardiente misticismo, como puede verse en sus Soliloquios. La literaturagriega cristiana se enriqueció con las obras del Seudo-areopagita, especialmente elcélebre tratado de los Divinos nombres, que es una de las bases del misticismocristiano. En la Edad Media florece, entre otros, el gran San Buenaventura; y seorganiza en Alemania una escuela mística que tuvo grande influjo en toda Europay cuyos principales representantes fueron Tauler, Suso y Ruysbroeck, llamado eldivino por alguno de los místicos españoles. Y de Alemania procedió el libro as-cético más famoso del mundo: La imitación de Cristo" (op. cit., tomo II, págs. 33-34).

9 Tales como Jorge Ticknor y Prescott, entre los antiguos, y Leonard Irving,entre los modernos.

1 0 Cf. ANTONIO GÓMEZ RESTREPO, op. cit., tomo II, págs. 183-198.11 José J. ORTEGA TORRES, Historia de la literatura colombiana, 2* ed., Bogotá,

Edit. Cromos, 1935. 1214 págs.1- Véanse los estudios que ha publicado en los diferentes números del Anuario

de la Academia Colombiana.

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Por último las Consideraciones críticas sobre la literatura colombiana,de Rafael Maya 13, poeta de prestigio nacional merecido y hombre degran aliento y vasta ilustración, carecen de un plan amplio, de la exten-sa, profunda y rotunda crítica que esperaba el público de las facultadesexcepcionales del autor, manifestadas después en su análisis a la obrade Guillermo Valencia 14, que aun superó a lo que se esperaba, queera mucho. Las Consideraciones críticas sobre la literatura colombianaen materia de juicio son obra ampliable, que no por eso deja de serexcelente y valerosa. El público, sin embargo, espera que Maya habráde completarla, y que dejará en ella una de sus realizaciones definitivas.

La obra del Padre Núñez Segura, aunque hecha didácticamente, nomanifiesta el intento de ser adoptada como texto de enseñanza secun-daria, ni como texto de consulta 15. Como obra de mérito extraordina-rio que es, aparece como un estudio modesto que un eclesiástico ofreceal público.

La primera victoria obtenida por este libro ha consistido en ser ele-gido como texto de enseñanza por sobresalientes profesores del país ypor establecimientos de enseñanza del exterior 16. La segunda — defini-tiva— es la de hacerse reconocer de todo lector imparcial, sin recla-marlo, una cualidad eminente de carácter analítico que la distingue detodas las obras de su género.

¿Cuál es esta cualidad? La de una síntesis de la obra de cada autor,hecha por medio de cuadros sinópticos que suponen análisis pacientísi-mos. En ellos da cuenta de cada uno de los géneros literarios cultiva-dos por el escritor, con las pruebas convincentes de su clasificación,seguida de juicios, no definitivos, pero sí inspirados en doctrinas segurasy proferidos con ánimo sereno.

La obra del Padre Núñez Segura, desde el punto de vista metodo-lógico, está destinada a larga vida como texto de enseñanza y obra deconsulta para investigadores que deseen una rápida provisión de datos.En este campo, sobresale. Y sobresale porque sus clasificaciones con-ducen a datos exactos no contenidos en otras obras.

Como toda obra humana, la del Padre Núñez Segura, es perfeccio-nable. Tiene algunos pequeños vacíos, fáciles de llenar en próximasediciones.

Faltan autores de los primeros años de la Conquista, literatura quese inició en Colombia con las cartas que escribió en Santa Marta don

1 3 RAFAEL MAVA, Consideraciones críticas sobre la literatura colombiana, Bogotá,Librería Voluntad, 1944. 146 págs.

14 RAFAEL MAYA, La poesía de Guillermo Valencia, en Bolívar (Bogotá), vol. II(1952), págs. 951-969.

1 5 Ambas ediciones carecen de una nota explicativa del autor, en donde digacuál es la finalidad que desea dar a su obra.

1 6 Véanse los fragmentos de las cartas de Rafael Maya y Rodolfo Grossmannal autor, publicadas en la segunda edición, pág. 5.

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Rodrigo de Bastidas a su amigo el doctor Rodrigo Infante, residenteen Santo Domingo 1T. En ellas describe Bastidas las costumbres de losindios y se revela como superior a Heredia en capacidad y cultura 18

para producir obras del género epistolar. Como Bastidas es anterior yliterariamente superior a Heredia, naturalmente el Padre Núñez Seguradebió comenzar con él.

En ninguna de las obras que se han escrito sobre la literatura deColombia figura el nombre del sacerdote dominico Fray Tomás Ortiz,quien tuvo correspondencia con la Reina ltt. No es extraño que el PadreNúñez Segura, aunque tuvo la feliz iniciativa de incluir la literaturade Heredia 20, olvidase el nombre de Ortiz.

Sé que Ortiz escribió en el año de 1530 a la Reina desde SantaMarta, por una carta de ésta a García de Lcrma en que dice haber re-cibido una relación de fray Tomás Ortiz, escrita en la ciudad nombra-da, en la cual le comunica que ha colocado a dos jóvenes españolespara que aprendan la lengua indígena y le sirvan de intérpretes21.

1 7 "El mismo Bastidas escribía a su amigo Rodrigo Infante, de Santo Domingo,'que las flechas que acá se facían eran bordones para con ellos c qu'estaban losindios en mucha paz, e unos con otros se contrataban sin temor ni miedo nend-guno' " (ERNESTO RESTREPO TIRADO, Historia de la Provincia de Santa Marta, tomoI, Bogotá, Edit. A. B. C , 1953, pág. 45). La colección completa de las cartas deBastidas ha sido enviada a la Academia Colombiana de la Historia, desde España,por don Juan Friede. Allí pueden consultarlas las personas interesadas en ampliarsu información. Agradezco este dato al doctor Enrique Ortega Ricaurte.

1 8 Sobre la cultura de Bastidas consúltese la Información de ¡os servicios delAdelantado Rodrigo de Bastidas, hecha en Santo Domingo en julio de 1521, eincluida en al Colección de documentos... del Archivo de Indias, II; y el catálogode MAGGS BROTHKRS, Bibliolheca Americana, Parte VI, Londres, 1927, que contienelos contratos de la corona con Rodrigo de Bastidas, residente en Santo Domingo,1524, cit. por PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA, La cultura y las letras coloniales en SantoDomingo, Buenos Aires, Imprenta de la Universidad de Buenos Aires, 1936, pág.72, nota 8, y pág. 83, nota 26.

1 0 Véase Cedulario de las Provincias de Santa Marta y Cartagena de Indias,tomo I, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1913, págs. 15, 56-57.

2 0 JOSÉ A. NÚÑEZ SEGURA, Uteratura de Colombia, 2 ' cd., Medellín, Edit. Be-dout, 1954, págs. 8-9.

2 1 Por considerar esta carta de interés me ha parecido oportuno transcribirla:"Nuestro governador de la provincia de Santa Marta: fray Tomás Ortiz, de la

Horden de Santo Domingo, nuestro protetor de los indios desa provincia, me hizorelación que para enseñar en las cosas de nuestra santa fe católica a los yndios tienemucha necesidad de lenguas e que para este efeto tiene dos muchachos españolesentre los yndios aprendiendo la lengua, e que por algunas personas de no buenaynrinción an dicho que los dichos muchachos roban los yndios, e que dcllos nohay nesecsidad, él no los osa tener, ni bos lo avéys castigado, c me suplicó e pidiópor merced cerca dello mandásemos proveer lo que fuésemos seruida, o como lami merced fuese; por ende, yo vos mando que dexéys e consintáys al dicho frayTomás tener las dichas lenguas españoles entre los dichos yndios, syn le poner, niconsentir porncr [sic] que en ello se le ponga ympedimento alguno, y en todo lo

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Bastidas inició la formación de lenguaraces en Colombia22 y frayTomás Ortiz, Vicario General de la primera misión de dominicos, lle-gada a Santa Marta en el año de 1529 23, fue uno de los continuadoresde dicha formación, que conocía desde Santo Domingo 2i. Este puntoes importante en nuestra literatura, porque allí encuentran su origen lasgramáticas de las lenguas indígenas escritas después23.

Fray Tomás Ortiz conservaba los papeles de fray Pedro de Córdo-ba 28, el inspirador de Montesinos, y venía a evangelizar en Colombia.Es muy posible que tenga el mérito de haber introducido el primertexto de enseñanza escrito en América, por Córdoba, para la instrucciónde los indígenas 27, adoptado años más tarde como libro de enseñanzaen Méjico 28.

demás que vos requiriere e tocare al buen tratamiento de los dichos yndios y con-versión dellos, le ayudad e favores^ed para que mejor lo pueda hazer; entiéndesesy las dichas lenguas, o alguna dellas, no ouise fecho o hizicre cosa por donde nolo deva ser. Fecha en Madrid a cinco días de Abril de mil e quinientos e treyntaaños. Yo la Reyna, Refrendada de su mano. Señalada del Conde, y Bcltrán, y LaCorte, e Suárez" (Cedulario de las Provincias de Santa Marta y Cartagena de Indias,tomo I, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1913, págs. 62-63).

2 2 "En estas primeras cortas expediciones, Bastidas aprovechando su amistad consus nuevos subditos, iba dejando en los pueblos algunos jóvenes para que apren-diesen el idioma de los indios. Del séquito que lo acompañó salió ese núcleo debaquianos y lenguaraces que luego guiaron en sus descubrimientos a los demásgobernadores de la provincia, a Pedro de Heredia en sus conquistas de Cartagena ya Jiménez de Quesada en su larga odisea a la altiplanicie andina" (ERNESTO RES-TREPO TIRADO, op. cit., tomo I, pág. 46).

2 3 JOSÉ MANUEL GROOT, Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada, tomo I,Bogotá, Casa editorial de M. Rivas y Cía., 1889, pág. 8.

2 4 Sobre fray TOMÁS ORTIZ y la formación de lenguaraces consúltese: PEDROHENRÍQUEZ UREÑA, op. cit., págs. 33, 36-37, 39.

2^ Véase la indicación bibliográfica de todos los trabajos sobre lenguas indí-genas de Colombia, que aparecen registrados en la obra Bibliografía española delenguas indígenas de América, por el CONDE DE LA VINAZA, Madrid, 1892, en JoséMARÍA VERGARA Y VERCARA, Historia de la literatura en Nueva Granada, op. cit.vol. I, págs. 272-276, nota 1.

2 8 En un escrito de fray Tomás Ortiz dirigido en 1524 al Consejo de Indiasdice: "Los que los habernos tratado [a los indígenas], esto habernos conocido dellospor experiencia, mayormente el padre fray Pedro de Córdoba, de cuya mano yotengo escrito todo esto, y lo platicamos en muchas veces con otras cosas que callo"(LEWIS HANKE, La lucha por la justicia en la conquista de América, Buenos Aires,Edit. Sudamericana, 1949, pág. 98).

2 7 Consúltese el artículo de "fray CIPRIANO DE UTRERA, De re histórica: Losprimeros libros escritos en la española, publicado en la revista Panfila de SantoDomingo, 15 de mayo de 1924, [en el que] menciona... la Doctrina Cristianapara indios de fray Pedro de Córdoba...", cit. de PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA, op. cit.,pág. 22, nota 6.

2 8 "Escribió [fray Pedro de Córdoba] un manual de Doctrina cristiana parainstrucción de los indios por manera de historia, que se imprimió en Méjico 'pormandato y a costa' del gran arzobispo fray Juan de Zumárraga, en 1544 (José

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El Padre Núñez Segura transcribe un fragmento de la conocidacarta al Rey escrita por Lebrija y San Martín 20 (págs. 9-10), en queéstos le dan cuenta al soberano del descubrimiento del Nuevo Reino deGranada 30. En el texto que reseñamos hubiera quedado muy bien unainterpretación del fragmento que cita, encaminada a dar a conocer alestudiante el origen literario de este documento y a hacer ver tambiénun reflejo de la mentalidad de los primeros autores que vivieron enun mundo de fantasía31, debido al influjo de la literatura caballeresca32.El Padre Núñez Segura no menciona siquiera esta literatura que in-fluyó en nuestros autores. Don Juan de Castellanos, por ejemplo, leyóel Amadís de Gaula sin haber podido sustraerse a su influjo según estosversos:

Lleváronse también ciertos lebrelesEl uno dellos perro señalado,El cual en guerras de indios infielesNo ganó menos quel mejor soldado,Y ansí por hechos malos y cruelesFue de diversas partes desterrado.Llamábase Amadis y fue más fieroQ u c l o t r o f a b u l o s o c a b a l l e r o 3 3 .

TORIBIO MEDINA, IM imprenta en México, I, 13-14)", cit. de PEDRO HENRÍQUF.Z

UREÑA, op. cit., pág. 37, nota 5.2 9 Puede verse el texto completo de esta carta en GONZALO FERNÁNDEZ DE

OVIEDO, Historia general y natural de las Indias, ed. de la Real Academia, Madrid,1852, II, lib. XXVI, cap. xi, pág. 362.

30 "El 8 de julio del mismo año de 1539 emprendieron viaje para España,después de haber escrito al Emperador, San Martín y Lebrija la célebre carta orelación del descubrimiento del tercer imperio indígena del Nuevo Mundo, cartaque primeramente publicada por el cronista OVIEDO, continúa siendo el más an-tiguo y fidedigno relato de tal empresa" (RAIMUNDO RIVAS, LOS fundadores deBogotá... (Biblioteca de Historia Nacional, Vol. XXXI), Bogotá, Imp. Nacional,1923, págs. 171-175).

3 1 "Ningún asombro causa hallar traspuesta y reanimada en las Indias granparte de la literatura caballeresca. Las Amazonas de la mitología griega, descritas yvivificadas en las Sergas de Esplandián, el hijo de Amadís, aparecieron en toda horacomo un espejismo falaz ante los ojos expectantes de los descubridores. El reino deCalafia, señora de !as 'guerreras de un solo seno* quedaba 'a la diestra mano de JasIndias' y tenía y sigue teniendo por nombre California. Los primeros que en elNuevo Reino describen estas hembras bravias son el capitán Juan de San Martín yAlonso de Lebrija, en carta enviada al Rey con el relato de sus conquistas y des-cubrimientos" (ANTONIO CURCIO ALTAMAR, El elemento novelesco en el poema de.

Juan de Castellanos, en Thesavrvs, Boletín del Instituto Caro y Cuervo, VIII, 84).3 2 Trabajos muy útiles para el estudio de este tema son: el de IRVING A.

LEONARD, LOS libros del conquistador, México, Gráfica Panamericana, 1953, y elde ANTONIO CURCIO ALTAMAR, El elemento novelesco en el poema de Juan de

Castellanos, en Thesavrvs, VIII, 81-95.3 3 JUAN DE CASTELLANOS, Obras, edición de Parra León Hermanos, Edit. Sur

América, Caracas, 1930, tomo I, pág. 463.

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BICC, XI, 1955-56 RESEÑA DE LIBROS 245

Los dos últimos versos de esta octava en endecasílabos manifiestanque don Juan de Castellanos conoció las hazañas de Amadís, y sabíaque sus lectores americanos y extranjeros las conocían o las conocerían.

En cuanto a la hipérbole de estos versos, parece ser el fruto de lalectura del Amadís a quien superó el perro; pero Castellanos no se de-tuvo en esta hipérbole, e hizo del perro un héroe, si no de novela, síde uno de sus cantos, de los cuales forma parte la octava que hetranscrito.

El primer texto de historia de la literatura colombiana que dio no-ticia exacta sobre El Antijovio, fue el del Padre Núñez Segura 35 en suprimera edición, donde se dio a conocer la publicación que había hechoel Instituto Caro y Cuervo 36 de la obra de Jiménez de Quesada, des-conocida del público hasta entonces 37.

El Instituto publicó la obra con un Estudio preliminar del escritore historiador español don Manuel Ballesteros Gaibrois38 y con notasmuy eruditas y una bibliografía completa sobre don Gonzalo Jiménezde Quesada, que comprende las obras que escribió este conquistador 30,y las que sobre él se han escrito 40, cuyo autor es el doctor Rafael To-rres Quintero.

Esta publicación del Antijovio, hecha por el Instituto, es un acon-tecimiento muy importante para la historia y la literatura, y una fuenteimprescindible de consulta. El Padre Núñez Segura la conoció, y la haseguido estudiando y, sin embargo, en la segunda edición de su texto,deja el tema de Jiménez de Quesada tal como lo tenía en la primera41,sin aprovechar el estudio de Ballesteros que le da tantas oportunidadespara mejorar su exposición sobre el valor literario y el estilo del fun-dador de Bogotá. El Antijovio, escrito de prisa, abunda en descuidos AZ,y no es tan acabado como dice el Padre Núñez Segura.

3 4 Véase: JUAN DE CASTELLANOS, op. cit., I, 463, 466, 468, 469, 471, 476.3 5 Cf. JOSÉ A. NÚÑEZ SEGURA S. I., Literatura colombiana..., 1* edición, Me-

dellín, Edit. Bedout, 1952, págs. 11-15.3 6 Véase GONZALO JIMÉNEZ DE QUESADA, El Antijovio, Bogotá, Publicaciones

del Instituto Caro y Cuervo, 1952, págs. 637.3 7 "El manuscrito del Antijovio, cuya fotocopia ha sido adquirida por el Ins-

tituto Caro y Cuervo, se ha dado ya a la estampa. Honra la cultura y el espíritude Quesada, puesto que confirma las apreciaciones sobre la preparación humanísticay sobre la personalidad del simpático conquistador, adelantado y capitán" (JOSÉ A.NÚÑEZ SEGURA, op. cit., 1* edición, pág. 11).

38 Véase MANUEL BALLESTEROS GAIBROIS, Estudio preliminar, en El Antijovio,págs. XIII-CXXII.

3 9 RAFAEL TORRES QUINTERO, Bibliografía de Quesada, en El Antijovio, págs.CXXX1II-CXLIII.

4 0 RAFAEL TORRES QUINTERO, Bibliografía sobre Quesada, en El Antijovio, págs.CXLIIICLXXVI.

4 1 JOSÉ A. NÚÑEZ SEGURA, Literatura colombiana, 2* ed., págs. 12-17.4 2 "Adelantemos en primer lugar —escribe BALLESTEROS GAIBROIS— que, como

ya estimamos antes, la obra de Jiménez de Quesada está escrita a vuela pluma,

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En una historia literaria como la que comentamos, que le reconocesu importancia a la bibliografía, no se puede explicar el lector quedesee profundizar en el tema de Jiménez de Quesada el que haya de-jado el autor de remitir a una bibliografía detallada y crítica como esla de Torres Quintero.

En el manuscrito del Antijovio aparecen unos versos de don Juande Castellanos, escritos de su puño y letra. Como éste no salió de Tunjadesde 1561, Quesada debió solicitárselos para honrar con ellos suobra 44. Dicen así:

JoANW'ES DE CASTELLANIS, PRESBITER,LECTORI CANDIDO.

Magna canil doctus ]ovius, sed máxima transitInvidia et jorsam commemoranda silet;Non puduit qtioniam cecis velare tenebrisHesperie nostre grandia gesta virum.At novus Ais scriptis ostendit lumjna PhebusQtieis reserat fraudes nubila falsa jugans.Estque novo in regno pre cunctis Ule Quesada,Qui indorum dttcum gloria suma fuit,Insuper atque cui donarunt numina celjQuidquid habenl Muse, prelia quidquid habent.

y cuya traducción es:

JUAN DE CASTKLLANOS, PRESBÍTERO,

AX INGENUO LECTOR

Grandes cosas cantó el doctor Jovio, pero las más grandes las omitióPor envidia, y acaso omite las dignas de ser conmemoradas,Y no le avergonzó ocultar con ciegas tinieblasLas grandes gestas de varones de nuestra Hesperia.Pero este nuevo Fcbo muestra sus luces en estos escritosEn los cuales la mala fe pasajera había sembrado falsas nubes,

presionado el autor por una prisa inaudita de entregar el original a las naos quevan a partir. Esta condición presta a la obra un forzado tinte de descuido e inco-rrección..." (Estudio preliminar, en El Antijovio, pág. LXXIV).

4 3 "Quesada como escritor de estilo tenía las cualidades predominantes de laclaridad, de la gracia y natural elegancia. Claridad en el concepto y la expresión,como acostumbrado a discurrir. Gracioso por su espíritu andaluz, que en las reali-dades de la vida no desecha los matices que la alegran. Natural y elegante comoconvenía a la hidalguía de los españoles de los siglos de oro, y como convenía ala sincera bondad de un hombre, siempre reñido con la ficción y en cambio espejode perenne franqueza" (Josí: A. NÚÑEZ SEGURA, op. di., 2* ed., pág. 16).

44 MANUEL BALLESTEROS GAIBROIS, Estudio preliminar, en El Antijovio, pág. Lit.4r> Se encuentran estos versos en GONZALO JIMÉNEZ DE QUESADA, El Antijovio,

pág. 19.

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Y existe en el Nuevo Reino entre todos aquel QuesadaQue fue la suprema gloria de los jefes de Indias,Y a quien además regalaron los númenes celestialesTodo cuanto tienen las musas y cuanto tienen las batallas40.

Jiménez de Quesada y Castellanos, cuando estuvieron juntos enTunja en 1569, época en que Castellanos escribió estos versos latinos,discutieron sobre el trasplante del endecasílabo italiano. Queda un re-cuerdo de esta discusión, del parecer de Quesada, y de su versación enla métrica latina, en los siguientes versos de Castellanos:

Y esta dificultad hallaba siempreJiménez de Quesada, Licenciadoque es el adelantado dcste reino,de quien puedo decir no ser ayunodel poético gusto y ejercicio.

Y él porfió conmigo muchas vecesser los metros antiguos castellanoslos propios y adaptados a su lengua,y estos advenedizos y adoptivos

de diferente madre y extranjera.Mas no tuvo razón, pues que sabíahaber versos latinos que son variosen la composición y cuantidades.Y aunque con diferentes pies se mueven,son legítimos hijos de una madrey en sus entrañas propios engendrados,como lo son también de nuestra lengua4T.

No quede inadvertido que tanto en los versos latinos como en losespañoles, le concede Castellanos a Quesada el don de la inspiraciónpoética 48 y capacidades para expresarla. Y aun sugiere el autor de lasElegías de varones ilustres de Indias que conoció escritos poéticos deQuesada. Confirma estos asertos en otros versos que dicen:

De lo cual están todos ignorantes,Pero yo no, que por el testamentoDebajo del cual dio fin a sus díasY tengo con algunas escriturasSuyas, he visto cláusula que d i c e . . . 4 9 .

Es decir, que Castellanos tuvo en su poder, no solamente el testa-

4 0 Traducción hecha por el doctor EFRAÍM ROJAS BOBADILLA, miembro delInstituto Caro y Cuervo.

4 " JUAN DE CASTELLANOS, Obras, tomo II, edición de Parra León Hermanos.Editorial Sur América, 1932, Caracas, pág. 425.

4 8 Quien primero hizo notar el testimonio del Beneficiado de Tunja, sobre laversificación latina de Quesada, fue el doctor JOSÉ MANUEL RIVAS SACCONI, El latínen Colombia, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1949, pág. 8.

4 9 JUAN DE CASTELLANOS, Obras, edic. cit., tomo II, pág. 396.

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mentó, sino también varios escritos hechos de puño y letra del fundadorde Bogotá. Me inclino a creer, fundado en lo que dice Castellanos, queentre estos escritos debieron de figurar algunos versos latinos •r>0.

El Padre Núñez Segura hace una comparación entre Castellanos yErcilla, cuando habla de aquél, y dice que Castellanos es un hombreculto a medias, y Ercilla, un perfecto humanista 51. Ese juicio erradodebe corregirse en su libro, que por servir de texto, lo propaga incon-venientemente. El único estudio completo sobre la cultura de Caste-llanos es el hecho por el doctor José Manuel Rivas Sacconi, en su obraEl latín en Colombia 52, en donde prueba plenamente que Castellanosconocía a fondo la lengua latina y, por consiguiente, su prosodia y susclásicos53, y que era capaz de versificar en ella cuando tomaba enserio este asunto apartándose de su "musa fácil y festiva" G4. También

5 0 En la correspondencia de Castellanos merece una investigación y examenatento la que sostuvo en verso con el provisor don Juan Robledo, quien fue des-pués deán de Venezuela, por la forma prcfcrcncial en que el mismo Castellanosalude a ella, y nada raro sería que allí hiciera referencia a las poesías de don Gon-zalo Jiménez de Quesada. Véase: JUAN DE CASTELLANOS, Obras, ed. cit., tomo I,pág. 306.

5 1 "Castellanos es a medias un hombre culto. Ercilla es un perfecto huma-nista (un hombre culto) del Renacimiento. Castellanos hace esfuerzos prodigiosospara cosechar versos imperfectos. Ercilla es un técnico perfecto en la construccióndel verso . . . " (José A. NÚÑEZ SEGURA, Literatura colombiana, 1* ed., pág. 21;2» ed., pág. 23).

5 2 José MANUEL RIVAS SACCONI, op. cit., págs. 11-40.6 3 Josa MANUEL RIVAS SACCONI, op. cit., págs. 15-18.5 4 "Es notable la soltura con que pasa del castellano al latín, lo mismo que el

desembarazo con que abandona la métrica acentual, para abrazar la cuantitativa:

No diré más particularidadesAcerca del litigio desta causa,Antes por evitar prolijidadesEn este caso quiero hacer pausa;Pues ya que corren otras tempestadesQttas enarrare penna non cst ausaDum non luecscit clarior AuroraEt non suecurrunt jata tneliora.

Sed tamen interdum mandaba semina jossaeQuae panet calamos qui mea verba canant,

Ut quondam, qttando joedabant témpora MidaeAures lumenti longaque monstra capul.

Dedecus et cernens quídam visumque rejerreCum non auderet, tune loquebatur humo.

Verba sepulta manent, illie sed crevit arando,Quae sonitus tubae jungitttr offido;

Concussa et canna ventorum jlatibus ipsaPer varios campos abdita verba volant.

Hace eadem fient cum jandi témpora dentur,Nunc etenim tellus plena timore tacet.

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demuestra el doctor Rivas Sacconi que Castellanos estudió humanida-des en España de 1534 a 1541, y profesó allí en gramática latina y enoratoria, con lo cual deja establecido que Castellanos era humanistadesde su primera juventud y, por consiguiente, hombre innegablementeculto 55. Quien quiera que lea la obra de Rivas Sacconi, y confronte lascitas de los clásicos hechas por Castellanos, se convencerá de que elBeneficiado de Tunja no era menos culto que Ercilla.

"Primeramente completa con versos latinos la octava, sin cambiar metro y sindejarse arredrar por la rima, que emplea como un versificador medieval. Luego sedeshace totalmente de las formas modernas, y construye seis sonoras parejas de exá-metros y pentámetros, medidos con el rigor demandado por la métrica latina. Eneste final de la gigantesca empresa rítmica, no se descubren características que im-pongan una revisión del juicio que de Castellanos poeta tiene formado la crítica.La revaluación, acaso, vendrá cuando se estudie más de cerca el poema, con todoel detenimiento que obra tan vasta exige, sin tener la ingenua pretensión de darsentencias globales. Aquí el poeta gana el título de versificador latino, demostrandoque, cuando se proponía trabajar un texto con esmero, sabía apuntarse éxitos for-males, que extrañarán a quienes en él han visto sólo la musa fácil y festiva" (JosaMANUEL RIVAS SACCONI, op. cit., págs. 22-23).

55 "Sobre la educación de Castellanos se han expuesto varias opiniones. ANTO-NIO PAZ Y MELIA, Introducción a la historia del Nuevo Reino de Granada cit.,tomo I, págs. XLV-XLVI, considera que Castellanos había hecho todos sus estudiospor su cuenta, en las Indias: 'y aquí es de notar en que circunstancias tan difícileshubo de adquirir Castellanos el caudal de conocimientos científicos y literarios, pre-paración necesaria para sus obras, puesto que su partida de bautismo obliga a re-chazar la hipótesis de que pudiese adquirir en España ni aun los primeros rudi-mentos de humanidades que aquellas suponen. Todo tuvo que aprenderlo por símismo en su nueva patria, d e s d e el l a t í n , que le era muy familiar, lamitología, la historia, retórica, etc., etc., hasta los conocimientos del astrólogo, delcosmógrafo, del geógrafo y del cursado marinero, que en su Censura le reconoceAgustín de Zarate, llegando a declarar por fin, que ninguna cosa de la matemáticale falta. Para ello no disfrutó, bien se comprende, de tranquilo retiro, sino que hubode hacerlo entre la incesante zozobra de marchas, sorpresas y combates, y las inco-modidades del hambre, de las inclemencias del cielo, enfermedades y heridas. Ayu-dólo mucho, a no dudar, el trato con buen número de sus compañeros de armas,hombres instruidos, en cuyo elogio siempre se complace'. Tal hipótesis extrema re-sulta inaceptable, a pesar del cariz poético que la hace atractiva. En ningún casoCastellanos habría venido antes de los doce o trece años, aun atendiendo a los queanticipan más su viaje: para entonces habría cursado por lo menos gramática. Yas! lo entendió MIGUEL ANTONIO CARO, Juan de Castellanos, en Obras completas,tomo III, Bogotá, 1921, págs. 68-69. Dice que pasó a América 'con los primerosrudimentos de latinidad y artes que es dado adquirir en edad temprana', y que 'noen Italia, ni aun en España, sino acá en Indias; no en escuela ni de profesor, sinoentre el ruido de las armas, de segunda mano, en conversaciones amistosas, y enlibros que traían los nuevos pobladores, aprendió Castellanos muchas cosas que hubode necesitar para engolfarse a componer aquellos sus largos poemas históricos, enla estrofa del Orlando'. Para CARACCIOLO PARRA, Prólogo a Obras de Juan de Cas-tellanos cit. injra, tomo I, págs. XXXVII-XXXVIII, debió de ser en los 'primeros añosde su permanencia en Tunja, cuando, dedicado a la lectura y al estudio, con el

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Ni es de olvidar aquí que Castellanos introdujo en Colombia elendecasílabo. Cuando el alanicense salió de España, en 1541 r'8, hacíacuatro años que había muerto GarcilasoS7, y el endecasílabo italianocomenzaba su carrera triunfal 58. Castellanos antes de salir de la Pe-nínsula, en donde todavía existían literatos que pugnaban por rechazarla forma métrica llegada de Italia, tenía preparación y edad suficientespara comprender la introducción de las finezas artísticas del endeca-sílabo09, y lo apreció en lo que valía; se preocupó en Colombia comoBoscán en España por divulgarlo, y cuando en los años de 1544 a 1545estuvo en compañía de Lorenzo Martín en Santa Marta, lo primero quediscutió con éste, fue la conveniencia de introducir el endecasílabo,según se ve por estos versos:

Vino también el capitán LorenzoMartín, aquel que dio primer cimientoal pueblo hispano de Tamalameque,la era de cuarenta y cinco años,

deseo de dejar escritas en prosa las hazañas de los conquistadores de Venezuela yen el Nuevo Reino, perfeccionó los conocimientos latinos que adquiriría antes delsacerdocio c hizo todos los profanos en que mostró después su erudición'; y 'encuanto a la gramática, latín, filosofía y moral que necesitó indudablemente para elsacerdocio, bien pudo adquirir los primeros rudimentos en la Península y luegoallegar algunos nuevos, y aumentar y perfeccionar los antiguos, en las calurosasplayas del Atlántico: que no era menester entonces nada extraordinario ni pro-fundo para recibir las órdenes sagradas'. ANDRÉS MESANZA, art. cit., pág. 12, afirmaque de 1534 a 1541 estuvo 'en Sevilla estudiando y también enseñando 'gramáticay oratoria' en el colegio del clérigo Miguel de Hcredia, que lo crió. Salió Caste-llanos 'hábil para enseñar en cualquier parte". Esta aserción, que se funda en do-cumentos del Archivo General de Indias (72, 7, 27, legajo 255), comunicados alP. Mesanza por el investigador E. Rcstrepo Tirado, pone fin a las discusiones an-teriores y da una respuesta satisfactoria al interrogante de la preparación intelectualdel cronista. Hoy no puede dudarse ya de que el alanicense había estudiado bastanteen España, antes de los veinte años. Los documentos en referencia contienen laspruebas juramentadas de los estudios realizados por el joven Castellanos, que fueronenviados a este por su madre en 1550, para que pudiera ser ordenado. Un resumende ellos fue publicado por el P. MESANZA, con el título NUCÍ/OS datos sobre Juande Castellanos, en el Boletín del Centro Vallecaucano de Historia, Cali, 1934, págs.182-189" (José MANUEL RIVAS SACCONI, op. cit., págs. 12-14, nota 26).

5 6 Fray ANDRÉS MESANZA, Juan de Castellanos: Cronología, en Boletín de His-toria y Antigüedades, XXIX (1942), 11-15, cit. por José MANUEL RIVAS SACCONI,op. cit., pág. 11, nota 24.

5 7 ÁNGEL VALBUENA PRAT, Historia de la literatura española, 3* ed., tomo I,Barcelona, Edit. Gustavo Gili, 1950, pág. 509.

58 ÁNGEL DEL RÍO, Historia de la literatura española, vol. I, New York, TheDryden Press, 1948, págs. 138-145.

5 9 "Hoy no puede dudarse ya de que el alanicense había estudiado bastante enEspaña, antes de los veinte años" (José MANUEL RIVAS SACCONI, op. di., pág. 13,nota 26).

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o por el fin del de cuarenta y cuatro,porque por aquel tiempo me rogabahiciese yo con el aquel viaje.Este fue valentísimo soldadoy de grandes industrias en la guerra;y el cual bebió también en Hipocreneaquel sacro licor que manar hizola uña del alígero Pegaso,con tan sonora y abundante vena,que nunca yo vi cosa semejante,según antiguos modos de españoles,porque composición italiana,hurtada de los metros que se dicenendecasílabos entre latinos,a u n n o c o r r í a n p o r a q u e s t a s p a r t e s ,a n t e s c u a n d o l e í a l o s p o e m a sv e s t i d o s d e s t a n u e v a c o m p o s t u r adejaban tan mal son en sus oídos,que juzgaba ser prosa que teníaal beneplácito las consonancias,con ser tan puntual esta medidaque se requiere para mayor graciahuir las colisiones de vocales,y el Lorenzo Martín, con ser extremoen la facilidad al uso viejo,al menos no le pudo dar alcance 60.

En estos versos, Castellanos habla de lecturas de poemas hechos enendecasílabos, y hace ver que éstos no eran conocidos en el NuevoReino de Granada. Aun cuando no lo dice, parece que se refiere apoemas suyos, ya que en 1535 Gonzalo Fernández de Oviedo habíapublicado la primera parte de su Historia general y natural de las In-dias 6l, y Castellanos, que lo conoció en Santo Domingo H2, debió dehaber leído su obra, la que puso en verso, sin advertir que el tema deestos versos procedía de Fernández de Oviedo. Un fragmento de esteplagio, que analizaré con mayor profundidad en un estudio que pre-

so JUAN DE CASTELLANOS, Obras, tomo II, edic. cit., pág. 425.61 "Esta primera parte [de la Historia general y natural de las Indias] terminó

de imprimirse en Sevilla en setiembre de 1535, alcanzando inmensa resonancia entoda Europa, y los honores de la traducción al italiano, al francés, al alemán, alturco, al latín, al griego y al árabe" (J. NATALICIO GONZÁLEZ, Prólogo a la historiageneral y natural de las Indias, tomo I, Asunción del Paraguay, Edit. Guáranla,[1944?], pág. 11).

6 2 El tercero después el buen Oviedo,Que es Gonzalo Fernández, coronista,Que yo conocí bien de trato y vista.

(JUAN DE CASTELLANOS, Obras, tomo I, edic. cit., pág. 67).

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paro, me ha parecido oportuno transcribirlo a continuación a doblecolumna:

Escribe Fernández de Oviedo: Juan de Castellanos dice:

Pero porque no se olvide tan señalada Los que labraron casa con avisoparticularidad, ni pierdan las gracias los Francisco de Garay es el primero,que las merecen por primeros edifica- Después un fray Alonso fue del Viso,dores [de Santo Domingo], digo quel Comendador y noble caballero;que primero fundó casa de piedra e al Y el piloto Roldan, que nunca quisomodo de España en esta cibdad, fue Perder aquí renombre de tercero;Francisco de Garay, e después del frey E! cuarto, Joan Fernández de las Varas,Alonso del Viso, de la Orden e caba- Con curiosidades harto raras.Hería de Calatrava, y el tercero que fue Después, por el concierto regulado,el piloto Roldan, en las Quatro Calles, Labraron otros muchos sus mansiones,y el quarto fue Juan Fernández de las Y a la boca del puerto memorado,Varas: después, y tras lo que he dicho, Reparado de cubos y bastiones,se principió la fortaleza e se fizicron Hay un castillo fuerte fabricado,otros edificios, e se hacen e labran cada Con pertrechos de grandes municiones °*.día por el gran aparejo de los materia-les que hay para la fábrica" °3 .

Este plagio se explica suponiendo que o bien Castellanos pensó quesu obra habría de dejar en olvido completo la de Fernández de Oviedo,a quien no califica como historiador sino como cronista y a quien serefiere con la expresión "el buen Oviedo" or>; o bien quiso aparentar nohaber leído la Historia general y natural de las Indias, ya que no puedeni cabe conjeturarse que Castellanos hubiera retenido la narración deFernández de Oviedo sobre las edificaciones de la Española, en su or-den, sin omitir obra ni nombre algunos, y la reprodujera sin acordarsedel nombre de su autor. Es de notar también que Fernández de Oviedono da el nombre del piloto Roldan y, Castellanos, tampoco. Luego siéste hubiera adquirido independientemente de Fernández de Oviedo lainformación de lo que narra, hubiera consignado el nombre del piloto.En resumen y conclusión, que éstos debieron ser parte de los primerospoemas en endecasílabo que le leyó Castellanos a Martín. Como el pla-gio quedó incluido en las Elegías, se puede también concluir que Cas-tellanos comenzó a escribir su obra desde su llegada a América, y noes cierto lo que asevera el Padre Núñez Segura, llevado por la lec-tura de la Araucana de Ercilla °6, que apareció mucho después de ladiscusión de Castellanos con Martín.

6 3 GONZALO FERNÁNDEZ DE OVIEDO Y VALDÉS, Historia general y natural delas Indias, tomo I, Asunción del Paraguay, Edit. Guaranía, [1944?], págs. 163-164.

84 JUAN DE CASTELLANOS, Obras, tomo I, edic. cit., pág. 67.8 5 JUAN DE CASTF.LLANOS, Obras, tomo I, edic. cit., pág. 84.8 6 Cf. JOSÉ A. NÚÑEZ SEGURA, op. cit., 1* ed., pág. 21; 2 9 ed., pág. 23.

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El primero de los autores de historia de la literatura colombianaque trató y ahondó sobre la biografía de Juan Rodríguez Fresle fueVergara y Vergara 0T; los demás han repetido lo que dijo éste, sin profun-dizar en este interesante punto, cuyos datos principales andan dispersosen el Carnero. En una de mis investigaciones tuve el cuidado de ano-tarlos, y creo oportuno reconstruir sobre estos datos la mencionada auto-biografía, con las referencias a la edición que he consultado68. Lospadres de Rodríguez Fresle llegaron al Nuevo Reino de Granada conel obispo fray Juan de los Barrios en 1533 69. Don Juan nació en SantaFe en el año de 156670. Fueron sus padrinos de bautismo el capitánAlonso de Olalla y su hija doña Juana de Herrera 71. En 1575 concu-rrió a la escuela de Segovia en Santa Fe, en donde aprendió gramá-tica 72. En 1585 sirvió al licenciado Alonso Pérez de Salazar, oidor, conquien fue a Castilla, en donde quiso, pero no se sabe si pudo conocerla calidad de su familia, de la cual no habla "3. Muerto en España suprotector Pérez de Salazar, se vio solo, y regresó a Santa Fe 74, en dondesu principal amigo y protector fue Francisco de Porras Mejía, maestre-escuela, provisor y vicario general de este arzobispado, y amigo del pre-sidente. Por Porras Mejía supo Rodríguez Fresle muchas de las cosasque dice en su obra "5. Casó de más de treinta y siete años. Le admi-

6 7 Véase: José MARÍA VERGARA Y VERGARA, op. cit., tomo IV, vol. I, págs.151-153.

6 8 JUAN RODRÍGUEZ FRESLE, [El Carnero], Bogotá, Samper Matiz, 1890. 183 págs.8 9 "Al principio del año de 1553 entró en este Nuevo Reino el señor Obispo

Dn. fray Juan de los Barrios del orden de San Francisco, el cual trajo consigo a mispadres" (JUAN RODRÍGUEZ FRESLE, op. cit., pág. 44).

7 ^ "Que nací en esta ciudad de Santa Fe, y al tiempo que escribo esto me halloen edad de setenta años, que los cumplo la noche que estoy escribiendo este capítuloy que son los 25 de abril y día del señor San Marcos, de dicho año de 1636 . . . "(JUAN RODRÍGUEZ FRESLE, op. cit., pág. 7).

7 * JUAN RODRÍGUEZ FRESLE, op. cit., pág. 30.7 2 Es una verdadera lástima que no haya dejado una relación detallada de la

Escuela de Segovia, en donde se educó, y que debió de influir profundamente en sueducación, pues a ella hace apenas ligeras referencias. Cf. JUAN RODRÍGUEZ FRESLE,op. cit., págs. 59, 71, 78.

7 3 "Y con esto volvamos al licenciado Alonso Pérez de Salazar y a su go-bierno, porque es de mi devoción y a quien fui yo sirviendo hasta Castilla condeseo de seguir en ella el principio de mis nominativos" (JUAN RODRÍGUEZ FRESLE,op. cit., págs. 96, 107, 111-112).

7 4 "Y dentro de seis meses, poco más o menos, murió [Pérez de Salazar],quedando yo hijo de oidor muerto, con que lo digo todo. Pobre y en tierra ajenay extraña con que me hube de volver a Indias . . . " (JUAN RODRÍGUEZ FRESLE, op.cit., pág. 100).

7 5 "Don Francisco de Porras Mejía, maestre-escuela, provisor y vicario generalde este arzobispado, grande amigo del presidente y gran señor mío, a quien yo o!,de quien supe parte de las cosas que tengo dichas, que como hombre de celo cris-tiano, ciencia y conciencia, se oponía a todo, mas era siempre rogando. . . " (JUANRODRÍGUEZ FRESLE, op. cit., pág. 122).

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nistró el sacramento el arzobispo Lobo Guerrero 70. De sus escritos secolige que sus principales ocupaciones fueron las de paje y soldado 77.Los rasgos principales de su carácter fueron: lealtad para con el Rey ysus señores, a quienes honra con su pluma78; admiración por laobra marcial de los conquistadores, y la civilizadora del clero, y aficióna la historia del Nuevo Reino de Granada, la que lo llevó a leer lasobras de Juan de Castellanos y de fray Pedro Simón, y a escribir elCarnero 79. . Del estudio detenido de su obra se puede concluir queera aficionado a la lectura del Antiguo Testamento y conocía por lomenos algo de Virgilio, Horacio y Séneca. Me inclino a creer que enla obra del Padre Núñez Segura debiera incluirse la autobiografía deRodríguez Fresle, para estimular la investigación de alumnos y profe-sores sobre este tema, que habrá de enriquecer nuestra historia literaria,sacando a luz muchos hechos desconocidos de la vida de RodríguezFresle y de su tiempo.

En su juicio sobre el Carnero el Padre Núñez dice que RodríguezFresle no tiene "antecedentes de preparación literaria", y que no constaque hubiese conocido las novelas picarescas anteriores a su obra, entrelas cuales figura la Celestina 80.

Para juzgar de la preparación literaria de Rodríguez Fresle se debeaceptar que desde la fundación de Bogotá, hecha por un letrado, lle-garon a esta ciudad obras publicadas en Europa. Así Gonzalo Jiménezde Quesada conoció en el Nuevo Reino de Granada la obra publicadapor Paulo Jovio81. Y, "en 1605, el mismo año en que salió a luz ellibro que dio el golpe de gracia a la 'infinita caterva' de los de caba-llería, el Quijote, un solo mercader en Cartagena recibe un centenar deejemplares, y a vuelta de dos años, en estos apartados rincones de Amé-rica se representaban mascaradas en donde aparecía también la figuratriste y todavía considerada ridicula, del caballero de la Mancha" 82.En un ambiente poco poblado y muy culto como fue el de Santa Fe,

7 6 JUAN RODRÍGUEZ FRESLE, op. cit., pág. 128.7 7 ibid.. pág. 135.7 8 Así, por ejemplo, escribe sobre Alonso Pérez de Salazar: "He querido decir

todo esto para que se vea que tal era este juez en materia de hacer justicia, y p o rp a g a r l e a l g o , d e l o q u e d e s e ó h a c e r p o r m i . . . " (JUANRODRÍGUEZ FRESLE, op. cit., pág. 109).

7 9 "Y volviendo a mi propósito digo que aunque el reverendo fray Pedro Simón,en sus escritos y noticias, y el padre Juan de Castellanos, en las suyas, trataron delas conquistas de estas partes, nunca trataron de lo acontecido en este Nuevo Reino,por lo cual me animé yo a dec i r lo . . . " (JUAN RODRÍGUEZ FRESLE, op. cit., pág. 2 ) .

s o Josa A. NÚÑEZ SEGURA, op. cit., 2* ed., pág. 41.

81 Con bastante precisión ha escrito ANTONIO CURCIO ALTAMAR: "Baste traer acuento, en abono de la vivencia literaria de nuestro cronista de la primera colonia,las disputas métricas de Castellanos y Quesada, adolescentes, y el pronto conocimientoque éste tuvo, en el Nuevo Reino, de la Historia de Paulo Jovio" (La novela enla ¿poca colonial, en Bolívar (Bogotá), vol. II, pág. 314).

8 2 ANTONIO CURCIO ALTAMAR, art. cit., pág. 318.

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desde sus comienzos, Rodríguez Fresle indudablemente no pudo care-cer de abundante y calificada lectura.

Antonio Curcio Altamar, en su obra La evolución de ¡a novela enColombia, publicada por el Instituto Caro y Cuervo, deja perfectamenteestablecido que Rodríguez Fresle sí leyó la Celestina. Esto era fácil desospechar, por el influjo que de ella se advierte en el Carnero, pero queno se había llegado a comprobar. Además Alberto Miramón ha pro-bado que Rodríguez Fresle leyó las obras de Calderón y de Lope, yque cuando estuvo en España, en 1585, las vio representar. Cita en sutrabajo apartes de Rodríguez Fresle con apreciaciones sobre el honor,que no dejan duda del influjo que sobre ellos tuvieron los conceptosde Lope y Calderón 83.

Ahora bien, sus facultades y otras circunstancias diversas no le per-mitieron a Rodríguez Fresle escribir una obra maestra; pero sus capa-cidades para el género picaresco, como ya lo han observado algunos denuestros críticos, los autores que leyó y conoció de preferencia, y su es-tilo revelan sus talentos como cronista y aun como cultivador de géne-ros cómicos más altos. Su gracia aflora en algunos pasajes que muevena risa al más serio de los lectores 84. De aquí resultó su obra el Carnero,cuyo título explica el prologuista sr\ Contiene esta obra muchos cuentos

8 3 Cf. ALBERTO MIRAMÓN, Un aspecto interpretativo de "El Carnero", en Bolívar(Bogotá), núm. 17, págs. 313-320.

8 4 Así, por ejemplo, cuando relata: "Durante el gobierno de! doctor FranciscoGuillen Chaparro, que gobernó solo con el fiscal Albornoz, casi cinco años, man-teniendo todo este Reino en paz y justicia, sin que de él hubiese quejas. En estetiempo sucedió que en la ciudad de Tocaima don García de Vargas mató a sumujer, sin tener culpa ni merecerlo, y fue el caso. En esta ciudad había un mes-tizo, sordo y mudo de naturaleza, hijo de Francisco Sanz, maestre de armas. Estemudo tenía por costumbre todas las veces que quería, tomar entre las piernas unpedazo de caña, que le servía de caballo, y de esta ciudad a la de Tocaima, desol a sol, en un día estaba en ella, con haber catorce leguas de camino. Pues fueen esta sazón a ella, que no debiera ir. Habían traído a la casa grande de JuanDíaz un poco de ganado para de él matar un novillo; desjarretáronlo, era bravoy tuvieron con él un rato de entretenimiento. El mudo se halló en esta fiesta.Muy grande era la posada de don García, y a donde tenía su mujer y su suegra.Cuando mataron el novillo estaba el don García en la plaza. Pues viniendo haciasu casa topó al mudo en la calle, que iba de ella. Preguntóle por señas de dondevenía; el mudo le respondió por señas, poniendo ambas manos en la cabeza, amanera de cuernos; con lo cual el don García fue a su casa revestido del demonioy de los celos con las señas del mudo, topó a la mujer en las escaleras de la casa,y diole de estocadas. Salió la madre a defender a la hija, y también la hirió muymal. Acudió la justicia, prendieron al don García, fuese haciendo la información, yno se halló culpa contra la mujer, ni más indicio que lo que el don García confesóde las señas del mudo, con lo cual todos tuvieron el hecho por horrendo y f e o . . . "(JUAN RODRÍGUEZ FRESLE, op. cit., pág. 100).

8 5 I. B., Espíritu del título de esta obra, en JUAN RODRÍGUEZ FRESLE, op. cit.,págs. v-vi.

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y enredos, así como leyendas interesantísimas, y a veces inverosímiles,casi todas encaminadas a pintar adulterios de mujeres hermosas, queconducen a sus cómplices a ser víctimas de sus maridos y, a éstos, a servíctimas de la justicia, narraciones que inserta con el pretexto de pre-caver a sus lectores contra tales mujeres. Esto evidencia una concepciónmoral que defiende la descripción escandalosa de hechos malos paradeducir de ella medios de conducta defensivos contra situaciones peli-grosas. Su idea dominante es la hermosura seductora de la mujer, quelleva a sospechar que algo calla de los muchos enredos en que debieronmeterlo a él las mujeres. El estilo es sencillo y claro, y la prosa suelta ybuena. Respecto del fondo, contiene muchos datos muy útiles, relativosa conquistadores, eclesiásticos y miembros notables de la sociedad deSanta Fe, que le han merecido el alto puesto de fuente de nuestra his-toria nacional. Desafortunadamente no es siempre exacto 8<i y sus datosdeben ser rectificados por medio de otros autores posteriores más es-crupulosos 87. Indudablemente el Carnero manifiesta la enseñanza efi-caz de las escuelas de Santa Fe y el alto estado cultural de la ciudaden su época. Ojalá sirvan estos datos al Padre Núñez Segura para am-pliar sus consideraciones sobre el fundador de crónicas menores queruedan en torno de una biografía, que se leerá cada día con más in-terés, ya que su conjunto constituye el cuadro completo del carácter ytendencias de aquella época.

En las consideraciones que hace el autor sobre fray Pedro Simón 88,echamos menos una noticia relativa al Vocabulario de la lengua indí-gena hecho por éste. Fray Gregorio Arcila Robledo O. F. M. publicórecientemente uno de los más completos estudios sobre la obra del PadreSimón 89; en él trata extensamente sobre el vocabulario citado, al cualhace referencia el autor de las Noticias historiales en esta obra 90. La

8 8 "Por el aspecto histórico, es común sentir de los escritores que El Carnero,que pudiera ser una crónica indiscutible, ofrece poca seguridad en cuanto a la ver-dad de fechas y en cuanto a la exactitud de lugares y personas. Por este aspecto,no vale la obra, ocupando en relación con las crónicas ya conocidas, el último lugar,en materia de verdad histórica" (José A. NÚÑEZ SEGURA, op. cit., 2 a cd., pág. 41).

8 7 El Ministerio de Educación Nacional publicó una edición acompañada denotas, que es la más recomendable para consulta. Véase JUAN RODRÍGUEZ FRESLE,El Carnero, Bogotá, Imp. Nacional, 1942, pág. 413.

8 8 JOSÉ A. NÚÑEZ SEGURA, op. cit., 2* ed., págs. 30-32.8 9 Fray GREGORIO ARCII.A ROBLEDO, Estudio preliminar, en Noticias historiales

de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales por fray PEDRO SIMÓN,tomo I, Bogotá, Edit. Kelly, 1953, págs. 11-58.

9 0 "El P. Simón en no pocos lugares de su historia da a entender que sabíavarias lenguas indígenas, de que después daremos muestras a nuestros lectores.También es resabido que maneja el castellano americano con espontaneidad, pre-cisión y abundancia, al fin y al cabo como uno de sus fundadores, cosa que luegotrataremos de propósito.

"Todo esto lo sabe aun el grueso de los lectores: lo que si nadie había obser-

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divulgación de la citada referencia sobre el vocabulario falta tambiénen los historiadores de literatura colombiana anteriores al Padre NúñezSegura, y corresponde a fray Gregorio Arcila Robledo el honor de ha-berla hecho conocer. El vocabulario no ha aparecido aún.

Si el Padre Núñez Segura hubiera consultado el estudio de frayGregorio Arcila Robledo, hubiera también incluido algunas de las coplasque hicieron el capitán Antonio Flórez y Pedro de Cárcamo, reprodu-cidas por fray Pedro Simón91. Ambos puntos son importantes: el pri-mero porque contribuye a probar el celo de los misioneros en aprendery enseñar lenguas indígenas, y en civilizar a los naturales de América;y el segundo, porque las coplas citadas por fray Pedro Simón demues-tran que desde el principio de la conquista hubo un cultivo continuode la poesía, sostenido por hombres de ingenio y de inspiración. Creoque ambos puntos deben ser conocidos de los alumnos que estudian la

vado es que hizo un libro de este asunto, como se evidencia por sus mismas pa-labras en este importante pasaje:

" 'Los [colimas] que llegaban y sentaban sus ranchos en un puesto donde habíaárboles (que nosotros llamamos, no sé en que lengua, guamos), que son los quetenemos dichos en n u e s t r o v o c a b u l a r i o , que en su lengua llaman curí,¡untando este vocablo con otro que es pacs, que quiere decir morador, vecino, !csnombran curipaes: aquellos que habían tomado por habitación la tierra donde habíaestos árboles.

" 'Otros que acertaron a llegar y poblarse en país donde había hormigas, aquien llaman marpas, se llamaron marpapíes.

" 'Los que hicieron asiento y se poblaron en tierras de barrancos, que en sutierra llaman caparras, se nombraron caparrapíes' (¡Vo/. hisl., tomo III, pág. 212).

"De la lectura del anterior pasaje sacamos dos cosas importantes: la primera yprincipal es que allí, aunque tan recatadamente que ninguno había hasta ahoraparado mientes en ello, está la prueba plena histórica de la existencia de una se-gunda obra del sabio Simón, conviene a saber, su Vocabulario, notaría nada menosdel castellano americano, según aparece la muestra que el mismo autor nos poneante los ojos, pues trataba del guamo cuyo origen confiesa fray Pedro ignorar, sibien las Apuntaciones críticas se lo asignan haitiano, nombre que en lengua colimao tapacc se decía curi.

"Lo segundo con que nos ¡lustra el párrafo transcrito es el tema sobre queversaba esta obra perdida: los nombres indígenas, su formación y adaptación alhabla castellana.

"Los grandes autores de las cosas americanas, cierto, nos dan muestras muypreciosas de esta materia, como el grande Oviedo, pero un tratado entero de estetema tan apetecido, sólo tenemos noticia haberlo acometido el padre Simón y Bel-mar, en esta obra cuyo nombre nadie había oído y cuyo paradero hoy por hoy esimposible rastrear. Pero, como de sorpresas vive el mundo, no hay que desesperar,que el momento menos pensado salta la liebre y aparece el Vocabulario de ame-ricanismos.

"Reuniendo todos los pasajes filológico-americanos derramados en las Noticias sepodría reconstruir en parte el contenido del Vocabulario" (Fray GREGORIO ARCILAROBLEDO, cst. cit., págs. 20-21).

0 1 "Narrando las mortales congojas de los expedicionarios de Lugo por el valle

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literatura de Colombia en el texto del Padre Núñez Segura, no sola-mente por la voz del maestro, sino también por medio de su libro deestudio.

Es'de extrañar que los historiadores de la literatura colombiana ha-yan prescindido de ocuparse en la figura literaria de Juan Méndez Nieto,quien vivió en Cartagena de Indias cerca de medio siglo. Allí escribiódos obras: De la facultad de los alimentos y medicamentos indianos, conun tratado de las enfermedades patricias del Reino de Tierra Firme yDiscursos medicinales, terminados en 1611. En estos últimos da cuentade varios literatos con quienes tuvo amistad, y se muestra como literatoingenioso y competente *2.

He hecho algunas observaciones a la obra del Padre Núñez Segura,no para exhibir omisiones, que en un texto tienen necesariamente quedarse. Mi propósito no es introducir crítica negativa y fácil al juzgar sutexto, que considero como uno de los mejores en su género. Lo que meha movido a exponer estas observaciones es el deseo de ver que los

del Magdalena, camino de Santa Fe, dice fray Simón, que allí venía 'el capitánLorenzo Martín, que era uno de los singulares poetas de repente y <ie pensado deaquellos tiempos' y para divertir el hambre canina que los mataba, 'arrojóles mediadocena de quintillas con buen donaire, en que los esforzaba a sufrir un poco mássus trabajos y caminar hasta donde pudiesen hallar algún rancheo con qué darlesalivio, pues la ocasión en que se hallaban no daba otra salida para darle funda yfuerzas al estómago' (Not. hisl., III, págs. 13-14).

"De suerte que una de las primeras poesías que se produjeron en Colombia,fueron quintillas con sal ática para aupar las decaídas fuerzas y hacer olvidar conla estética lírica la prosa del hambre. El Orfco fue el capitán Lorenzo Martín.

"Antes de servirnos el Padre Simón el primor literario de la descripción de LaCaldera, nos dice que don Antonio Flórez, capitán del descubridor de la Provinciadel Carbón, Pedro de Cárcamo, en persona de una piedra preciosa escribió a éste,

'En Taironaca nacíSalida de peña viva,Cierra, España, ¡arriba, arriba'!

"Y el Cárcamo le replicó por los mismos consonantes a la provocadora cuarteta:

'Vuestra carta recibí,Y en un pensamiento estamos:Cierra España, y allá vamos,En acabando de aquí'.

"Estos chispazos poéticos eran por allá en 1592. De suerte que la literaturapoética hunde también sus profundas raíces en fray Simón" (Fray GREGORIO ARCILAROBLEDO, est. cit., págs. 51-52.

9 2 Consúltense: PEDRO HENRÍQUEZ URF.ÑA, op. cit., págs. 80-81, nota 22; y

MANUEL SERRANO Y SÁENZ, en Autobiografías y memorias, Madrid, 1905, Introduc-

ción: págs. xcu-xciv. Los Discursos fueron publicados en el Boletín de la Academiade la Historia (Madrid), 1935.

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textos de enseñanza de historia literaria colombiana amplíen, cada díamás, su contenido sobre la literatura patria en los tiempos de la Con-quista y la Colonia.

A mi juicio la obra del Padre Núñez Segura no solamente es bas-tante completa, sino muy clara, muy bien sistematizada y metodizada yde mucho valor como texto de enseñanza y como obra de rápida con-sulta. Además está hecha con un criterio recto, que armoniza con latradición colombiana. Estoy convencido de que tendrá la acogida que semerece, y que servirá por mucho tiempo los fines que está llenandosatisfactoriamente.

FERNANDO CARO MOLINA.

FRANCISCO LÓPEZ ESTRADA, Introducción a la literatura medieval espa-ñola. (Biblioteca Románica Hispánica, Manuales, 4). Madrid,Editorial Gredos, 1952. 175 págs.

El título del libro haría pensar en una serie de disquisiciones y pro-blemas, presentados en torno a la creación literaria de la Edad Mediaen España, que resultarían un tanto áridos para quien se dedica la obra,el estudiante universitario, aún no habituado al espíritu de la investiga-ción científica. El libro, sin embargo, desde el primer capítulo despiertagran interés, por la manera como el autor va presentando diversascuestiones que directa o indirectamente tocan con la creación literariamedieval: la historia, la cultura, la organización social, el sistema edu-cativo.

Tres aspectos destaca el autor especialmente en el libro: 1) fuentes yrelación de la literatura romance con las demás literaturas y culturas(capítulos II, ni, iv y v); 2) los géneros literarios del Medioevo y susparticularidades (capítulo vi) y 3) aspectos especiales considerados enlos autores medievales: estilística, técnica literaria del verso y de la pro-sa, la religiosidad y su expresión literaria romance, etc. (capítulos vn,vm y ix).

Como una de las fuentes de la lírica medieval suele señalarse — diceel autor— la lírica arábigo-andaluza. Fundamento de esta opinión esla difusión del zéjel, estrofa que usaron los musulmanes andaluces.También se afirma (Dámaso Alonso y Menéndez Pidal) que lasc a n c i o n c i l l a s m o z á r a b e s , conservadas en transcripción he-brea y árabe, llamadas cantos románicos 'andalusíes' son continuadorasde una lírica latina vulgar. El pueblo iletrado cantaba esta lírica latinavulgar y románica primitiva, que nadie pensaba escribir y que nodesapareció porque "los poetas árabes y hebreos han actuado de frascode alcohol que nos han conservado frescas, jugosas, recientes estas cria-turas orgánicas de los siglos xi y XII, de otro modo condenadas a pere-cer.. ." (págs. 87-88). Esta lírica es la primera manifestación poéticade España y uno de los ascendientes de la gallego-portuguesa.