La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

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    BASARAB NICOLESCU

    Multiversidad Mundo Real Edgar Morin, A.C.

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    Edicin: 7 Saberes

    Traduccin: Mercedes Vallejo Gmez

    Diseo y diagramacin: Diana Egurrola

    No. Edicin: 1

    Basarab Nicolescu, 1996

    Multiversidad Mundo Real Edgar Morin, A.C.

    Primera edicin: Jean-Paul Bertrand (Editor) Collection

    "Transdisciplinariet", 1996

    Todos los derechos reservados. Esta publicacin no

    puede ser reproducida, ni en todo, ni en parte, ni re-

    gistrada en o transmitida por un sistema de recu-

    peracin de informacin, en ninguna forma ni por

    ningn medio sea mecnico, fotoqumico, electrnico,

    magntico, electroptico, por fotocopia o cualquier

    otro sin permiso previo por escrito de Multiversidad

    Mundo Real Edgar Morin, A.C.

    Impreso en Mxico.

    Multiversidad Mundo Real Edgar Morin, A.C.

    Poder Legislativo #111, Fracc. Misin del Real

    C.P. 83145, Hermosillo, Sonora, Mxico

    www.multiversidadreal.org

    ISBN: 978-607-7715-00-9

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    LA TRANSDISCIPLINARIEDADManifiesto

    Contenido

    Para evitar confusiones 11

    Maana ser demasiado tarde 13

    Grandeza y decadencia del cientificismo 16

    Fsica cuntica y niveles de Realidad 20

    Un palo siempre tiene dos extremos 25

    El surgimiento de la pluralidad compleja 31

    Una nueva visin del mundo: la transdisciplinariedad 35

    Transdisciplinariedad y unidad: abierta del mundo 41

    Muerte y resurreccin de la Naturaleza 46

    Homo sui transcendentalis 53

    Tecno-Naturaleza y ciberespacio 58

    Feminizacin social y dimensin potica de la existencia 64

    Del culto a la personalidad 69

    Ciencia y cultura: ms all de las dos culturas 72Lo transcultural y el espejo del Otro 76

    La transdisciplinariedad: desviacin y estravos 81

    Rigor, apertura y tolerancia 87

    Actitud transreligiosa y presencia de lo sagrado 90

    Evolucin transdisciplinaria de la educacin 93

    Hacia un nuevo humanismo: el transhumanismo 99

    Anexo

    Carta de la Transdisciplinariedad

    (Charter of Transdisciplinarity) 102

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    PARA EVITAR CONFUSIONES

    Una palabra de una belleza virginal, que an no ha sufrido el paso del tiempo, se expand

    actualmente por el mundo entero como una explosin de vida y de sentido.

    Difcilmente pronunciable -transdisciplinariedad-, esta palabra que se conoce slo ha

    algunos aos ha sido y sigue siendo confundida con otras dos relativamente recientes: plurid

    ciplinariedad e interdisciplinariedad.

    El trmino, que apareci hace tres dcadas de manera casi simultnea en los trabajos de inve

    tigadores tan diversos como Jean Piaget, Edgar Morin, Eric Jantsch y muchos otros, se invent

    aquel momento para traducir la necesidad de una transgresin jubilosa de las fronteras entre l

    disciplinas, sobre todo en el campo de la docencia, para superar la pluri y la interdisciplinarieda

    Hoy en da, el enfoque transdisciplinario se redescubre, se devela y se utiliza con una ve

    cidad fulminante, como consecuencia de un acuerdo necesario y con los desafos sin precede

    te de nuestro convulsionado mundo.

    No hace mucho, se proclamaba la muerte del hombre y el fin de la Historia. El enfoq

    transdisciplinario nos hace descubrir la resurreccin del sujeto y el principio de una nueva eta

    de nuestra historia. Los investigadores transdisciplinarios aparecen cada vez ms como resu

    gidores de la esperanza.

    Este desarrollo acelerado del enfoque transdisciplinario se acompaa naturalmente, como cu

    quier nuevo movimiento de ideas, del peligro de mltiples extravos* (el extravo comercial, el extrav

    de la bsqueda de nuevos medios de dominacin del otro) o si no, simplemente, del intento de vert

    la nada en el vaco, por medio de la adopcin de un eslogan bon ton vaciado de todo contenido.

    Manifiesto

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    *En francs en el original -deriver- literalmente deriva, en el sentido de ir a la deriva, perder el rumbo (Nota de

    presente edicin)

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    Dado que yo mismo he contribuido al desarrollo actual de la trandisciplinariedad, por

    medio de la reflexin y la accin, con mis propias competencias de fsico cuntico apasionado

    por el rol de la ciencia en la cultura de hoy, siento una necesidad urgente de dar testimonio.

    Si escog -siguiendo el consejo de muchos amigos de Francia y otros pases- la forma de un

    manifiesto, no fue por ceder a la tentacin irrisoria de la elaboracin de una nueva tabla de

    mandamientos o del anuncio del descubrimiento de un remedio milagroso para todos losmales del mundo. La forma axiomtica de un manifiesto a travs de la extraordinaria diversi-

    dad cultural, histrica, religiosa y poltica de los diferentes pueblos de esta Tierra permite la

    comprensin intuitiva de lo que podra ser incomprensible o inaccesible en mil tratados erudi-

    tos sobre el mismo tema. Los dos o tres manifiestos que tuvieron un impacto planetario logra-

    ron resistir la prueba del tiempo gracias, justamente, a este carcter axiomtico. La transdisci-

    plinariedad, con su propio carcter planetario por naturaleza, requiere, a su vez, la existencia

    de un manifiesto.

    Es necesaria, entonces, una ltima precisin. Es cierto que yo contribu plenamente conmuchas empresas transdisciplinarias colectivas, como la fundacin del Centro Internacional de

    Investigaciones y Estudios Transdisciplinarios (CIRET, Pars) o la elaboracin de la Carta de la

    Transdisciplinariedad, adoptada en el Primer Congreso Mundial de la Transdisciplinariedad

    (Convento da Arrbida, Portugal, noviembre de 1994); sin embargo, escribo el presente mani-

    fiesto a nombre propio y no compromete ms que a mi propia conciencia.

    Dedico este manifiesto a todos los hombres y a todas las mujeres que an creen, a pesar

    de todo y contra todo, ms all de cualquier dogma e ideologa, en un proyecto de futuro.

    La Transdisciplinariedad

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    MAANA SER DEMASIADO TARDE

    Dos verdaderas revoluciones han atravesado este siglo: la revolucin cuntica y la revol

    cin informtica.

    La revolucin cuntica podra cambiar de manera radical y definitiva nuestra visin d

    mundo. Sin embargo, nada ha ocurrido desde principios del siglo XX: las masacres de los hum

    nos por los humanos aumentan sin cesar y la visin tradicional sigue siendo el amo de esmundo. De dnde proviene esta ceguera? De dnde proviene ese eterno deseo de hacer alg

    nuevo con lo viejo? La novedad irreductible de la visin cuntica sigue siendo dominio de u

    pequea lite de cientficos de punta. La dificultad de transmisin de un nuevo lenguaje herm

    tico -el lenguaje matemtico- es, desde luego, un obstculo considerable; pero no es infranque

    ble. De dnde proviene ese pretendido desprecio, sin ningn argumento formal, por la natur

    leza discreta e impotente en cuanto al sentido de la vida?

    La revolucin informtica, que se muestra ante nuestros ojos maravillados e inquietos, pod

    llevarnos a una gran liberacin del tiempo consagrado a nuestra vida y no, como lo cree la may

    ra de los seres de esta tierra, a nuestra supervivencia. Podra llevarnos a compartir conocimie

    tos entre todos los humanos como preludio de una riqueza planetaria compartida. Pero aq

    tampoco ocurre nada. Los comerciantes se apresuran por colonizar el ciberespacio y profet

    desconocidos nos hablan slo de peligros inminentes. Por qu somos tan ingeniosos, en cua

    quier situacin, para develar todos los peligros posibles e imaginables, pero tan pobres cuand

    se trata de proponer, de construir, de edificar, de hacer surgir lo nuevo y lo positivo, no para u

    futuro lejano, sino para el presente, aqu y ahora?

    El crecimiento contemporneo de los saberes no tiene precedente en la historia human

    Hemos explorado escalas inimaginables en otra poca: de lo infinitamente pequeo a lo infitamente grande, de lo infinitamente breve a lo infinitamente largo. La suma de los conocimie

    tos en el Universo y los sistemas naturales, acumulados durante el siglo XX excede, de lejo

    todo lo que se ha podido conocer en todos los dems siglos reunidos. Cmo es posible q

    cuanto ms conocemos de qu estamos hechos, menos comprendemos quines somos? Cm

    Manifiesto

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    es posible que la proliferacin acelerada de las disciplinas vuelva cada vez ms ilusoria la uni-

    dad del conocimiento? Cmo es posible que cuanto ms conocemos el universo exterior, ms

    insignificante -incluso absurdo- se vuelve el sentido de nuestra vida y de nuestra muerte? Ser

    que la atrofia del ser interior es el precio que tenemos que pagar por el conocimiento cientfi-

    co? La felicidad individual y social que el cientificismo nos prometa se aleja indefinidamente

    como un espejismo.

    Tal vez se nos dice que la humanidad siempre ha estado en crisis y que siempre ha encon-

    trado la manera de salir adelante. Esta afirmacin era cierta en otro tiempo, y hoy slo equiva-

    le a una mentira, porque, por primera vez en su historia, la humanidad tiene la posibilidad de

    autodestruirse, por completo, y sin ninguna posibilidad de regreso.

    Dicha autodestruccin potencial de nuestra especie tiene una triple dimensin: material,

    biolgica y espiritual.

    En la era de la razn triunfante, lo irracional acta ms que nunca.

    Las armas nucleares acumuladas en la superficie de nuestro planeta pueden destruirlo por

    completo varias veces, como si una sola vez no fuera suficiente. La guerra blanda remplaza la

    guerra fra. Ayer, algunas potencias guardaban celosamente sus armas; hoy, se pasean de un

    lugar a otro del planeta con sus piezas separadas bajo el brazo y maana, las mismas estarn

    a disposicin de cualquier tirano. Por medio de qu milagro de la dialctica se piensa siempre

    en la guerra hablando de la paz? De dnde proviene esa locura homicida del ser humano? De

    dnde proviene esa misteriosa e inmensa capacidad de olvido? Millones de muertes, sin senti-

    do, aparecen hoy ante nuestros ojos hastiados, a nombre de ideologas pasajeras y de conflic-tos sin nombre, cuya motivacin profunda se desconoce.

    Por primera vez en su historia, el ser humano puede modificar el patrimonio gentico de su

    especie. En ausencia de una nueva visin de mundo esta huda hacia adelante equivale, ante

    todo, a una autodestruccin biolgica potencial. No hemos avanzado ni un pice en las gran-

    des preguntas metafsicas, pero nos hemos permitido intervenir los trasfondos de nuestra era

    biolgica. A nombre de quin?

    Sentados en nuestra silla, podemos viajar a la velocidad lmite permitida por la Naturalezala velocidad de la luz-. El tamao de la Tierra se reduce poco a poco hasta un punto, el centro

    de nuestra conciencia. Por medio de una unin inslita entre nuestro propio cuerpo y la mqui-

    na informtica, podemos modificar nuestra voluntad y nuestras sensaciones hasta crear una

    realidad virtual, aparentemente ms verdadera que la realidad de los rganos de los sentidos.

    La Transdisciplinariedad

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    De manera imperceptible, nace un instrumento de manipulacin de las conciencias a esca

    planetaria. Entre manos inmundas, este instrumento puede conducir a la autodestruccin es

    ritual de nuestra especie.

    Esta triple autodestruccin potencial material, biolgica y espiritual- es, por supuesto,

    producto de una tecnociencia ciega, pero triunfante que slo obedece a la implacable lgica la eficacia por la eficacia. Pero, cmo pedirle a un ciego que vea?

    Paradjicamente, todo est dado para nuestra autodestruccin, pero tambin est dado pa

    una mutacin positiva comparable con los grandes virajes de la historia. El desafo de la autode

    truccin tiene su contrapartida de esperanza y de autonacimiento. El desafo planetario de

    muerte tiene su contrapartida en una conciencia visionaria, transpersonal y planetaria, que se a

    menta del crecimiento fabuloso del saber. No sabemos de qu lado se va a inclinar la balanza. P

    esta razn, es necesario actuar con premura, ahora. Porque maana puede ser demasiado tard

    Manifiesto

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    GRANDEZA Y DECADENCIA DEL CIENTIFICISMO

    El espritu humano ha estado obsesionado, desde La Noche de los Tiempos, con la idea de

    leyes y de orden, para dar un sentido al Universo donde vivimos y a nuestra propia vida. Los

    antiguos inventaron la nocin metafsica, mitolgica y metafrica de cosmos. Se acomodaban

    muy bien a una Realidad Multidimensional, poblada de entidades diferentes: de los hombres a

    los dioses, pasando eventualmente por una serie de intermediarios. Dichas entidades vivan en

    su propio mundo, regido por sus propias leyes, pero ligadas a leyes csmicas comunes queengendraban un orden csmico comn. Los dioses podan, as, intervenir en los asuntos de los

    hombres y los hombres, a veces, estaban hechos a la imagen de los dioses, y todo tena un sen-

    tido, ms o menos oculto, pero al fin y al cabo, un sentido.

    La ciencia moderna naci de una ruptura brutal con la antigua visin de mundo. Se fund

    sobre la idea sorprendente y revolucionaria, para la poca, de una separacin total entre el suje-

    to que conoce y la Realidad, que se supone completamente independiente del sujeto que la

    observa. Pero, al mismo tiempo, la ciencia moderna proporcionaba tres postulados fundamen-

    tales, que prolongaban, en grado supremo sobre el plano de la razn, la bsqueda de leyes y

    de orden:1. La existencia de las leyes universales, de carcter matemtico.

    2. El descubrimiento de estas leyes por medio de la experiencia cientfica.

    3. La reproductividad perfecta de los datos experimentales.

    Un lenguaje artificial, diferente del lenguaje de la tribu -las matemticas-, era elevado, por

    Galileo, al rango de lenguaje comn entre Dios y los hombres.

    Los xitos extraordinarios de la fsica clsica, desde Galileo, Kepler y Newton hasta Einstein,

    confirmaron la precisin de estos tres postulados y, al mismo tiempo, contribuyeron a la ins-tauracin de un paradigma de la simplicidad que se volvi predominante en los umbrales del

    siglo XIX. La fsica clsica lleg a edificar, en el transcurso de dos siglos, una visin de mundo

    tranquilizadora y optimista lista para acoger, en el plano de lo individual y lo social, el surgi-

    miento de la idea deprogreso.

    La Transdisciplinariedad

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    La fsica clsica se fundamenta en la idea de continuidad, de acuerdo con la evidencia pr

    porcionada por los rganos de los sentidos: no se puede pasar de un punto a otro del espaci

    ni del tiempo, sin pasar por todos los puntos intermedios. Adems, los fsicos ya tenan a

    disposicin un aparato matemtico fundado sobre la continuidad: el clculo infinitesimal d

    Leibniz y Newton.

    La idea de continuidad est ntimamente ligada a un concepto clave de la fsica clsica:

    causalidad local. Cualquier fenmeno fsico se poda comprender por medio de un encaden

    miento continuo de causas y efectos: a cada causa en un punto dado corresponde un efecto

    un punto infinitamente prximo, y a cada efecto en un punto dado corresponde una causa e

    un punto infinitamente prximo. As, dos puntos separados por una distancia infinita, en

    espacio y el tiempo, estn ligados, sin embargo, por medio de un encadenamiento continuo

    causas y efectos: no es necesaria una accin directa a distancia. La causalidad ms rica de l

    antiguos, como la de Aristteles, se reduca a uno solo de estos aspectos: la causalidad loc

    Una causalidad formal o una causalidad final ya no tenan lugar en la fsica clsica. Las conscuencias culturales y sociales de dicha amputacin, justificada por el xito de la fsica clsi

    son incalculables. Hoy en da, incluso, muchos de los que no tienen conocimientos agudos d

    filosofa consideran como una evidencia indiscutible la equivalencia entre la causalidad y

    causalidad local, hasta el punto de omitir, en la mayora de los casos, el adjetivo local.

    De esta manera, el concepto de determinismo poda hacer su entrada triunfal en la historia

    las ideas. Las ecuaciones de la fsica clsica son tales que si se conocen las posiciones y las velo

    dades de los objetos fsicos, en un momento dado, se pueden predecir sus posiciones y sus velo

    dades en cualquier otro momento del tiempo. Las leyes de la fsica clsica son leyes determinista

    Considerando que los estados fsicos son funciones de posiciones y de velocidades, resulta que

    se precisan las condiciones iniciales (con el estado fsico en un momento del tiempo dado), se pue

    predecir completamente el estado fsico en cualquier otro momento del tiempo dado.

    Es claro que tanto la simpleza como la belleza esttica de estos conceptos -continuidad, ca

    salidad local, determinismo-, tan operativos en la Naturaleza, hayan fascinado a los ms gra

    des espritus de los ltimos cuatro siglos, incluyendo el nuestro.

    Slo quedaba un paso por superar, que no era de naturaleza cientfica, sino filosfica e ideo

    gica: proclamar la fsica como la reina de las ciencias. Ms precisamente, con todo reducido a fsica, lo biolgico y lo squico no aparecen ms que como etapas evolutivas de un nico y mism

    fundamento. Este paso lo facilitaron los avances indiscutibles de la fsica. As naci la ideologa d

    cientificismo, que apareci como una ideologa de vanguardia y que alcanz un extraordinario des

    rrollo en el siglo XIX. En efecto, se abran perspectivas inauditas ante el espritu humano.

    Manifiesto

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    Si el Universo no fuera ms que una mquina perfectamente arreglada y previsible, Dios

    podra relegarse al estatus de simple hiptesis, innecesaria para explicar el funcionamiento del

    Universo, el cual se desacralizara de sbito y la trascendencia del mismo se llevara hacia las

    tinieblas de lo irracional y de la supersticin. La Naturaleza se ofrecera como una amante al

    hombre, para ser penetrada en sus subsuelos, dominada y conquistada. Sin caer en la tentacin

    de un sicoanlisis del cientificismo, es preciso constatar que los escritos de los cientificistas delsiglo XIX sobre la naturaleza abundan en alusiones sexuales de las ms desenfrenadas. Habra

    que sorprenderse de que la feminidad del mundo se hubiera ignorado, ridiculizado y olvidado

    en una civilizacin fundada sobre la conquista, la dominacin y la eficacia a toda costa? Como

    un efecto perverso, pero inevitable, la mujer, de manera general, est condenada a jugar un

    papel menor en la organizacin social.

    En la euforia del cientificismo de la poca, era natural, como lo hicieron Marx y Engels, pos-

    tular el isomorfismo entre las leyes econmicas, sociales, histricas y las leyes de la Naturaleza.

    Al fin y al cabo, todas las ideas marxistas se fundamentan en los conceptos provenientes de lafsica clsica: continuidad, causalidad local, determinismo, objetividad.

    Si la Historia se somete, as como la Naturaleza, a leyes objetivas y deterministas, se

    puede hacer tabula rasa del pasado, por medio de una revolucin social o por cualquier otro

    medio. De hecho, lo que cuenta es el presente, como condicin inicial mecnica. Al imponer

    algunas condiciones iniciales sociales bien determinadas, se puede predecir, de manera infa-

    lible, el futuro de la humanidad; basta con que las condiciones iniciales se impongan a nom-

    bre del bien y de la verdad -por ejemplo, a nombre de la libertad, de la igualdad y de la fra-

    ternidad- para construir la sociedad ideal. La experiencia se ha hecho a escala planetaria, con

    los resultados que conocemos. Cuntos millones de muertos por algunos dogmas? Cuntosufrimiento a nombre del bien y de la verdad? Cmo es posible que ideas tan generosas en

    un principio se hubieran transformado en todo lo contrario?

    En el plano de lo espiritual, las consecuencias del cientificismo tambin han sido conside-

    rables. Un conocimiento digno de este nombre slo puede ser cientfico, objetivo. La nica

    Realidad digna de este nombre es, claro est, la Realidad objetiva regida por leyes objetivas.

    Todo conocimiento diferente del cientfico se lanza al infierno de la subjetividad, tolerada, a lo

    sumo, como ornamento o rechazada con desprecio como fantasma, ilusin, regresin, produc-

    to de la imaginacin. La palabra misma de espiritualidad se vuelve sospechosa y su uso prc-ticamente abandonado.

    La objetividad,erigida como criterio supremo de verdad, tuvo una consecuencia inevitable: la transforma-

    cin del sujeto en objeto. La muerte del hombre, que anuncia tantas otras muertes, es el precio que se tiene

    La Transdisciplinariedad

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    que pagar por un conocimiento objetivo. El ser humano se vuelve objeto -objeto de la explotacin del hom

    bre por el hombre, objeto de experiencias de ideologas que se proclaman cientficas, objeto de estudios cie

    tficos para ser disecados, formalizados y manipulados-. El hombre-Dios es un hombre-objeto cuya nica sa

    da es la autodestruccin. Las dos masacres mundiales del siglo pasado, sin contar las mltiples guerras loc

    les que tambin han producido numerosos cadveres, no son ms que el preludio de una autodestruccin

    escala planetaria o, tal vez, de un autonacimiento.

    En el fondo, ms all de la inmensa esperanza que ha provocado, el cientificismo nos

    legado una idea persistente y tenaz: la de la existencia de un nico nivel de Realidad, donde

    nica verticalidad concebible es la de la estacin sostenida sobre una tierra regida por la ley

    la gravitacin universal.

    Manifiesto

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    FSICA CUNTICA Y NIVELES DE REALIDAD

    Por una de esas extraas coincidencias, de las que la historia guarda los secretos, la mecnica cun-

    tica, la primera guerra mundial y la revolucin rusa surgieron prcticamente al mismo tiempo.

    Violencia y masacres sobre el plano de lo visible, y revolucin cuntica sobre el plano de lo invisible.

    Como si los espasmos visibles del mundo antiguo estuvieran acompaados de la aparicin discreta,

    apenas perceptible, de los primeros signos del nuevo mundo. Los dogmas y las ideologas que arrasa-

    ron el siglo XX provenan del pensamiento clsico, fundado en los conceptos de la fsica clsica. Unanueva visin de mundo iba a arruinar los fundamentos de un pensamiento que no acaba de terminar.

    Justo en los umbrales del siglo XX, Max Planck se enfrent a un problema de fsica, de apa-

    riencia inocente, como todos los problemas de fsica. Pero, para resolverlo, lleg a un descubri-

    miento que le provoc, segn su propio testimonio, un verdadero drama interior, puesto que se

    haba convertido en el testigo del ingreso de la discontinuidaden el campo de la fsica. Segn

    el descubrimiento de Planck, la energa tiene una estructura discreta, discontinua. El quntum

    de Planck, que dio su nombre a la mecnica cuntica, iba a revolucionar toda la fsica y a cam-

    biar, de manera profunda, nuestra visin de mundo.

    Cmo comprender la verdadera discontinuidad, es decir, cmo imaginar que no haya nada

    entre dos puntos: ni objetos, ni tomos, ni molculas, ni partculas, absolutamente nada? All

    donde nuestra imaginacin acostumbra experimentar un inmenso vrtigo, el lenguaje matemti-

    co, fundado en otro tipo de imaginario, no experimenta dificultad alguna. Galileo tena razn el

    lenguaje matemtico es de una naturaleza diferente a la del lenguaje humano de todos los das.

    Cuestionar la continuidad corresponde a cuestionar la causalidad local y abrir, as, una temi-

    ble caja de Pandora. Los fundadores de la mecnica cuntica, Planck, Bohr, Einstein, Pauli,

    Heisenberg, Dirac, Schrdinger, Born, de Broglie y otros, que tambin tenan una slida cultu-ra filosfica, estaban totalmente conscientes del alcance cultural y social de sus propios descu-

    brimientos; de hecho, eso los haca avanzar con gran prudencia, a costa de las encarnizadas

    polmicas. Pero, como cientficos, debieron inclinarse, cualesquiera que fueran sus conviccio-

    nes religiosas o filosficas, ante las evidencias experimentales y la autoconsistencia terica.

    La Transdisciplinariedad

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    As comenz un extraordinario Mahabharata moderno, que iba a atravesar el siglo XX has

    nuestros das.

    Para aclarar la metodologa de la transdisciplinariedad, el autor est obligado a tener en cue

    ta, durante dos o tres captulos, los resultados un poco abstractos de la fsica cuntica; el lecto

    por su parte, est invitado a considerar algunas teoras antes de abordar lo importante del tem

    El formalismo de la mecnica cuntica y, luego, el de la fsica cuntica (que logra su desarr

    llo despus de la Segunda Guerra Mundial con la construccin de los grandes aceleradores de pa

    tculas) intentaron proteger la causalidad local, tal como la conocemos a escala macrofsic

    Aunque es claro que, desde los inicios de la mecnica cuntica, un nuevo tipo de causalidad deb

    estar presente a escala cuntica: la escala de lo infinitamente pequeo y de lo infinitamente brev

    Una cantidad fsica tiene, segn la mecnica cuntica, varios valores posibles, afectados por pr

    babilidades muy determinadas. Pero, en realidad, en una medida experimental, se obtiene u

    solo resultado para la cantidad fsica en cuestin. Esta brusca abolicin de la pluralidad de los vares posibles de una observable fsica, por medio del acto de medida, tena una naturaleza osc

    ra, pero indicaba claramente la existencia de un nuevo tipo de causalidad.

    Siete dcadas despus del nacimiento de la mecnica cuntica, se aclar la naturaleza

    este nuevo tipo de causalidad gracias a un resultado terico riguroso el teorema de Bell- y

    experiencias de una gran precisin. Un nuevo concepto apareca, entonces, en la fsica: la n

    separabilidad. En nuestro mundo cotidiano, macrofsico, si dos objetos interactan en

    momento dado y luego se alejan, stos interactan, por supuesto, cada vez menos. Pensem

    en dos amantes obligados a separarse, el uno en una galaxia y el otro en otra. Lo normal es q

    su amor se marchite y termine por desaparecer.

    En el mundo cuntico, las cosas suceden de otra manera. Las entidades cunticas contin

    interactuando en cualquier distancia. Esto parece contrario a nuestras leyes macrofsicas. La inte

    accin presupone un lazo, una seal y dicha seal tiene, segn la teora de la relatividad

    Einstein, una velocidad limitada: la velocidad de la luz. Las interacciones cunticas atraviesa

    este muro de la luz? S, si se insiste en mantener, a toda costa, la causalidad local a cambio

    abolir la teora de la relatividad; no, si se acepta la existencia de un nuevo tipo de causalidad u

    causalidad global que concierne al sistema de todas las entidades fsicas, en su conjunto. Despu

    de todo, este concepto no es tan sorprendente en la vida diaria. Una colectividad -familia, emprsa, nacin- siempre es ms que la simple suma de sus partes. Un misterioso factor de interacci

    no reducible a las propiedades de los diferentes individuos, siempre est presente en las colec

    vidades humanas, pero lo lanzamos al infierno de la subjetividad. Es necesario reconocer q

    estamos lejos, muy lejos de la no-separabilidad humana en nuestra pequea tierra.

    Manifiesto

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  • 5/24/2018 La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

    17/1

    De todas maneras, la no-separabilidad cuntica no pone en duda la causalidad misma, sino

    una de sus formas: la causalidad local. No pone en duda la objetividad cientfica, sino una de sus

    formas: la objetividad clsica fundada sobre la creencia de la ausencia de toda conexin no-local.

    La existencia de correlaciones no-locales ampla el campo de la verdad, de la Realidad. La no-sepa-

    rabilidad cuntica nos dice que, en este mundo, por lo menos a cierta escala, existe una coheren-

    cia, una unidad, leyes que aseguran la evolucin del conjunto de los sistemas naturales.

    Otro pilar del pensamiento clsico -el determinismo- tambin se iba a derrumbar a su turno.

    Las entidades cunticas -los quanta- son muy diferentes de los objetos de la fsica clsica -los

    corpsculos y las ondas-. Si a cualquier precio queremos religarlos a los objetos clsicos, es nece-

    sario concluir que los quanta son tanto corpsculos como ondas o, ms precisamente, que no son

    ni partculas ni ondas. Si hay una onda, se trata ms bien de una onda de probabilidad que nos

    permite calcular la probabilidad de realizacin de un estado final a partir de cierto estado inicial.

    Los quanta se caracterizan por cierta extensin de sus atributos fsicos, como sus posicio-

    nes y sus velocidades. Las clebres relaciones de Heisenberg muestran, sin ninguna ambige-

    dad, que es imposible localizar un quntum en un punto preciso del espacio o en un punto pre-

    ciso del tiempo. Dicho de otra manera, es imposible asignar una trayectoria bien determinada

    a una partcula cuntica. El indeterminismo que reina a escala cuntica es un indeterminismo

    constitutivo, fundamental, irreductible que no significa, de ningn modo, azar o imprecisin.

    El aleatorio cuntico no es azar.

    La palabra azar viene del rabe az-zahr, que quiere decir juego de dados. Desde luego, esimposible localizar una partcula cuntica o decir cul es el tomo que se desintegra en un

    momento preciso. Pero esto no significa, de ninguna manera, que el acontecimiento cuntico sea

    fortuito, debido a un juego de dados (jugado por quin?): simplemente, las preguntas formuladas

    no tienen sentido en el mundo cuntico. No tienen sentido porque presuponen que debe haber

    una trayectoria localizable, la continuidad, la causalidad local. En el fondo, tanto el concepto de

    azar como el de necesidad son conceptos clsicos. La aleatoria cuntica es, a la vez, azar y nece-

    sidad o, mejor, ni azar ni necesidad. El aleatorio cuntico es un aleatorio constructivo que tiene un

    sentido -el de la construccin de nuestro propio mundo macrofsico-. Una materia ms delgada

    penetra una materia ms gruesa. Las dos coexisten, cooperan en una unidad que va de la part-cula cuntica al cosmos.

    El indeterminismo no quiere decir, en absoluto, imprecisin, si la nocin de precisin no

    est implcitamente ligada, de manera tal vez inconsciente, a las nociones de trayectorias locali-

    La Transdisciplinariedad

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    zabes, continuidad y causalidad local. Hasta el presente, las predicciones de la mecnica cunti

    siempre han sido verificadas con gran precisin por numerosas experiencias. Pero esta precisi

    comprende los atributos propios a las entidades cunticas, y no los de los objetos clsicos. D

    hecho, hasta en el mundo clsico, la nocin de precisin acaba de ser fuertemente cuestionada p

    la teora del caos. Una pequea imprecisin de las condiciones iniciales conduce a trayectori

    clsicas extremamente divergentes a travs del tiempo. El caos se instala en el seno mismo ddeterminismo. Los planificadores de toda clase, los constructores de sistemas ideolgicos, econ

    micos, entre otros, an pueden encontrarse en un mundo que es a la vez indeterminista y catic

    El mayor impacto cultural de la revolucin cuntica es, en realidad, el cuestionamiento d

    dogma filosfico contemporneo de la existencia de un solo nivel de Realidad.

    Demos a la palabra realidad su sentido pragmtico y ontolgico.

    Entiendo por Realidad, en primer lugar, lo que resiste a nuestras experiencias, represenciones, descripciones, imgenes o formalizaciones matemticas. La fsica cuntica nos ha pe

    mitido descubrir que la abstraccin no es slo un intermediario entre nosotros y la Naturalez

    una herramienta para describir la realidad, sino una de las partes constitutivas de la Naturalez

    En la fsica cuntica, el formalismo matemtico es inseparable de la experiencia. Resiste, a

    manera, tanto por su preocupacin de autoconsistencia interna como por su necesidad de in

    grar los datos experimentales sin destruir dicha autoconsistencia. Por otra parte, en la realid

    llamada virtual o en las imgenes de sntesis, las ecuaciones matemticas resisten: la mism

    ecuacin matemtica hace surgir infinitas imgenes. Las imgenes germinan en las ecuacion

    o en las series de nmeros. As, la abstraccin hace parte integral de la Realidad.

    Es necesario dar una dimensin ontolgica a la nocin de Realidad, en la medida en que

    Naturaleza participa del ser del mundo. La naturaleza es una inmensa e inagotable fuente de mis

    rio que justifica la existencia misma de la ciencia. La Realidad no slo es una construccin social,

    consenso de una colectividad, un acuerdo intersubjetivo, tambin tiene una dimensin trans-subj

    tiva, en la medida en que un simple hecho experimental puede arruinar la ms bella teora cient

    ca. Lstima que, en el mundo de los seres humanos, una teora sociolgica, econmica o polti

    siga existiendo a pesar de los mltiples hechos que la contradicen.

    Hay que entender por nivel de Realidadun conjunto de sistemas invariantes a la accin de unmero de leyes generales: por ejemplo, las entidades cunticas sometidas a las leyes cuntic

    estn en ruptura radical con las leyes del mundo macrofsico. Esto quiere decir que dos niveles

    Realidad son diferentes si al pasar de uno a otro, hay una ruptura de las leyes y ruptura de los co

    ceptos fundamentales (por ejemplo, la causalidad). Nadie ha logrado encontrar un formalism

    Manifiesto

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  • 5/24/2018 La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

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    matemtico que permita el paso riguroso de un mundo al otro. Los deslizamientos semnticos,

    las definiciones tautolgicas o las aproximaciones no pueden remplazar un formalismo matem-

    tico riguroso. Existen, incluso, fuertes indicaciones matemticas para que el paso del mundo

    cuntico al mundo macrofsico nunca sea posible. Claro que all no hay nada catastrfico. La dis-

    continuidad que se ha manifestado en el mundo cuntico se manifiesta en la estructura de nive-

    les de Realidad, lo cual no impide que coexistan los dos mundos. La prueba: nuestra propia exis-tencia. Nuestros cuerpos tienen una estructura macrofsica y una estructura cuntica.

    Los niveles de Realidad son radicalmente diferentes de los niveles de organizacin, tal

    como estn definidos en los enfoques sistmicos. Los niveles de organizacin no presuponen

    una ruptura de los conceptos fundamentales: varios niveles de organizacin pertenecen a un

    nico y mismo nivel de Realidad. Los niveles de organizacin corresponden a estructuras dife-

    rentes de las mismas leyes fundamentales. Por ejemplo, la economa marxista y la fsica clsi-

    ca pertenecen a un nico y mismo nivel de Realidad.

    El surgimiento de, al menos, dos niveles de Realidad diferentes en el estudio de los sistemas

    naturales es un acontecimiento capital en la historia del conocimiento. Puede llevarnos a repen-

    sar nuestra vida individual y social, a dar una nueva lectura a los conocimientos antiguos, a

    explorar de otra manera el conocimiento de nosotros mismos aqu y ahora.

    La existencia de los niveles de Realidad diferentes ha sido afirmada por diversas tradicio-

    nes y civilizaciones, pero esta afirmacin estaba fundada sobre dogmas religiosos o sobre la

    exploracin del universo interior.

    En nuestro siglo, Husserl y otros investigadores, en un esfuerzo por interrogarse sobre losfundamentos de la ciencia, descubrieron la existencia de los diferentes niveles de percepcin

    de la Realidad por el sujeto-observador. Pero fueron marginados por los filsofos acadmicos e

    incomprendidos por los fsicos, encerrados en su propia especialidad. De hecho, ellos fueron

    los pioneros de la exploracin de una realidad multidimensional y multireferencial donde el ser

    humano puede encontrar su lugar y su verticalidad.

    La Transdisciplinariedad

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    UN PALO SIEMPRE TIENE DOS EXTREMOS

    El desarrollo de la fsica cuntica y la coexistencia entre el mundo cuntico y el mundo macr

    fsico han conducido, en el plano de la teora y de la experiencia cientfica, al surgimiento depar

    de contradictorios mutuamente excluyentes (A y no-A): onday corpsculo, continuidady discon

    nuidad, separabilidady no-separabilidad, causalidad localy causalidad global, simetra y rom

    miento de simetra, reversibilidad e irreversibilidad del tiempo, etc.

    Por ejemplo, las ecuaciones de la fsica cuntica se someten a un grupo de simetras, pero sus sociones rompen dichas simetras. As, se supone que un grupo de simetra describe la unificacin

    todas las interacciones fsicas conocidas, pero dicha simetra se debe romper para poder describir

    diferencia entre las interacciones fuerte, dbil, electromagntica y gravitacional.

    El problema de la flecha del tiempo siempre ha fascinado las mentes. Nuestro nivel macro

    sico se caracteriza por la irreversibilidad (la flecha) del tiempo. Vamos del nacimiento a la mue

    te, de la juventud a la vejez. Lo contrario es imposible. La flecha del tiempo se asocia a la entr

    pa, al incremento del desorden. En cambio, el nivel microfsico se caracteriza por la invarianc

    temporal (reversibilidad del tiempo). Todo sucede como si, en la mayora de los casos, una pe

    cula que pasa en sentido contrario, produjera exactamente las mismas imgenes que durante proyeccin en sentido directo. En el mundo microfsico, existen algunos procesos que violan es

    invariancia temporal. Las excepciones estn ntimamente ligadas al nacimiento del universo, m

    precisamente, al predomino de la materia sobre la antimateria. El universo est hecho de ma

    ria y no de antimateria, gracias a esta pequea violacin de la invariancia temporal.

    Para introducir tambin una flecha del tiempo al nivel microfsico, se han emprendido esfue

    zos importantes, pero, por el momento, estos esfuerzos no han sido exitosos. La mecnica cun

    ca no se ha podido reemplazar por una teora ms predictiva. Debemos acostumbrarnos a la co

    xistencia paradjica de la reversibilidad y de la irreversibilidad del tiempo, uno de los aspectos dla existencia de diferentes niveles de Realidad. El tiempo est en el centro de nuestra vida terren

    Cabe anotar que el tiempo de los fsicos es ya una aproximacin burda del tiempo de l

    filsofos. Ningn filsofo ha podido definir verdaderamente el momento presente. San Agust

    Manifiesto

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    deca: En cuanto al tiempo presente, si siempre estuviera presente, y que no transcurriera, ya

    no sera un tiempo, sera la eternidad. Si el tiempo slo es tiempo porque transcurre, cmo se

    puede decir que es, cuando slo es porque est sobre el punto de ya no ser?. Entonces, no es

    cierto decir que es un tiempo slo porque tiende a no-ser. El tiempo presente de los filsofos

    es un tiempo vivo; contiene en s mismo el pasado y el futuro, en tanto que no es ni pasado ni

    futuro. El pensamiento es impotente para aprehender toda la riqueza del tiempo presente.

    Los fsicos anulan la diferencia esencial entre el presente por un lado, y el pasado y el futu-

    ro, por el otro, reemplazando el tiempo con una banal lnea del tiempo donde los puntos repre-

    sentan sucesiva e indefinidamente los momentos pasados, presentes y futuros. El tiempo se

    vuelve, as, un simple parmetro (al igual que una posicin en el espacio), que puede ser per-

    fectamente comprendido por el pensamiento y perfectamente descrito en el plano matemti-

    co. En el nivel macrofsico, esta lnea del tiempo est provista de una flecha que indica el trans-

    curso del pasado hacia el futuro. La lnea del tiempo, provista de una flecha es, a la vez, una

    representacin matemtica simple y una representacin antropomrfica. El gran asombro esconstatar que incluso una representacin matemtica rigurosa del tiempo, en relacin con la

    informacin que nos proporcionan nuestros rganos de los sentidos, se pone en duda por el

    surgimiento del nivel cuntico, en tanto que nivel de Realidad diferente al nivel macrofsico.

    Acaso el tiempo de los fsicos, a pesar de todo, guarda una memoria del tiempo vivo de los

    filsofos, gracias a la intervencin siempre inesperada de la Naturaleza? Al fin y al cabo, esta

    coexistencia paradjica no es tan sorprendente cuando nos referimos a nuestra experiencia de

    vida. Todos sentimos que nuestro tiempo de vida no es la vida de nuestro tiempo. La vida, nues-

    tra vida, es algo diferente a un objeto observable en el espacio y en el tiempo. Pero el asombro

    consiste en constatar que una huella de este tiempo vivo se encuentra en la Naturaleza. La

    Naturaleza sera, acaso, no un libro muerto, que est a nuestra disposicin para ser descifrado,sino un libro vivo, que se est escribiendo?

    El escndalo intelectual provocado por la mecnica cuntica consiste en el hecho de que los

    pares contradictorios que ha demostrado son, en efecto, mutuamente contradictorios cuando

    se analizan a travs de los parmetros de lectura de la lgica clsica. Dicha lgica se fundamen-

    ta en tres axiomas:

    El axioma de identidad: A es A

    El axioma de no-contradiccin: A no es no-A

    El axioma del tercero excluido: no existe un tercer trmino T (T de tercero excluido)que es a la vez A y no-A.

    En la hiptesis de la existencia de un nico nivel de Realidad, el segundo y el tercer axioma

    son sin duda equivalentes. El dogma de un nico nivel de Realidad, arbitrario como todo dogma,

    La Transdisciplinariedad

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    est tan establecido en nuestras conciencias que, incluso, los lgicos de profesin olvidan dec

    que estos dos axiomas son distintos, independientes el uno del otro.

    Sin embargo, si se acepta esta lgica que, finalmente, ha reinado durante dos milenios y qu

    sigue dominando el pensamiento de hoy, sobretodo en el campo poltico, social y econmico,

    llega de inmediato a la conclusin de que los pares de contradictorios evidenciados por la fsicuntica son mutuamente exclusivos, ya que no se puede afirmar la validez de una cosa y

    mismo tiempo su contrario: A y no-A. La perplejidad engendrada por esta situacin es muy com

    prensible; se podra afirmar, si se es sano de espritu, que la noche es el da, lo negro es lo bla

    co, el hombre es la mujer, la vida es la muerte?

    El problema puede parecer del orden de la pura abstraccin, que interesa a algunos lgico

    fsicos o filsofos. En qu medida la lgica abstracta sera importante para nuestra vida diari

    La lgica es la ciencia que tiene como objeto de estudio las normas de la verdad (o de la vadez, por si la palabra verdad es muy fuerte en nuestro tiempo). Sin norma, no hay orden. S

    norma, no hay lectura del mundo y, entonces, no hay aprendizaje, ni supervivencia, ni vida.

    claro que, de manera a menudo inconsciente, cierta lgica e incluso cierta visin del mundo

    esconden detrs de cada accin, cualquiera que sea -la accin de un individuo, de una colecti

    dad, de una nacin, de un estado. Cierta lgica determina, en particular, la regulacin social.

    Desde la constitucin definitiva de la mecnica cuntica, hacia los aos treinta, los fund

    dores de la nueva ciencia se cuestionaron con agudeza sobre el problema de una nueva lgic

    llamada cuntica. Desde los trabajos de Birkhoff y Von Neumann, no tard en manifestar

    toda una florescencia de lgicas cunticas. La ambicin de estas nuevas lgicas era resolver paradojas engendradas por la mecnica cuntica y tratar, en la medida de lo posible, de logr

    una potencia predictiva ms fuerte que con la lgica clsica.

    Por una feliz coincidencia, esta florescencia de lgicas cunticas fue contempornea de l

    nuevas lgicas formales, rigurosas sobre el plano matemtico, que trataban de ampliar

    campo de validez de la lgica clsica. Este fenmeno era relativamente nuevo porque, duran

    dos milenios, el ser humano crey que la lgica era nica, inmutable, dada de una vez p

    todas, inherente a su propio cerebro.

    Sin embargo, existe una relacin directa entre la lgica y el entorno -entorno fsico, qum

    co, biolgico, squico, macro o micro-sociolgico-. El entorno tanto como el saber y la compre

    sin cambian con el tiempo. Entonces, la lgica no puede tener ms que un fundamento emp

    rico. La nocin de historia de la lgica es muy reciente aparece slo a mediados del siglo XI

    Manifiesto

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  • 5/24/2018 La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

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    Poco tiempo despus aparece otra nocin importante: la de la Historia del Universo. Antes, el

    universo, como la lgica, era considerado como eterno e inmutable.

    La mayora de las lgicas cunticas han modificado el segundo axioma de la lgica clsica

    -el axioma de no-contradiccin- al introducir la no-contradiccin en varios valores de verdad en

    lugar del de par binario (A, no-A). Estas lgicas multivalentes, cuyo estatus es an controversialen cuanto a su poder predictivo, no han tenido en cuenta otra posibilidad: la modificacin del

    tercer axioma -el axioma del tercero excluido.

    El mrito histrico de Lupasco fue haber mostrado que la lgica del tercero incluido es una ver-

    dadera lgica, formalizable y formalizada, multivalente (de tres valores: A, no-A y T) y no-contrac-

    toria. Lupasco, como Husserl, era de la casta de los pioneros; su filosofa, que toma como punto

    de partida la fsica cuntica, ha sido marginalizada por los fsicos y los filsofos. En cambio, tuvo

    curiosamente un poderoso impacto, aunque oculto, entre los siclogos, los socilogos, los artistas

    o los historiadores de las religiones. Lupasco haba tenido razn demasiado temprano. La ausen-cia de la nocin de niveles de Realidad en su filosofa oscureca, tal vez, el contenido. Muchos

    creyeron que la lgica de Lupasco violaba el principio de no-contradiccin -de all, el nombre un

    poco desafortunado de lgica de la contradiccin- y que conllevaba el riesgo de deslizamientos

    semnticos sin fin. Adems, el miedo visceral de introducir la nocin de tercero incluido, con

    sus resonancias mgicas, slo logr aumentar la desconfianza con respecto a esta lgica.

    La comprensin del axioma del tercero incluido -existe un tercer trmino T que es a la vez A

    y no A- se aclara por completo cuando se introduce la nocin de niveles de Realidad.

    Para obtener una imagen clara del sentido del tercero incluido, representemos los tres trmi-nos de la nueva lgica -A, no-A y T- y sus dinamismos asociados por un tringulo del que uno de

    sus vrtices se sita a un nivel de Realidad y los otros dos vrtices en otro nivel de Realidad. Si uno

    se queda en un solo nivel de Realidad, cualquier manifestacin aparece como una lucha entre dos

    elementos contradictorios (ejemplo: onda A y corpsculo no-A). El tercer dinamismo, el del estado

    T, se ejerce en otro nivel de Realidad, donde lo que aparece como desunido (onda o corpsculo) en

    realidad est unido (quanton), y lo que aparece contradictorio se percibe como no-contradictorio.

    La proyeccin de T sobre un nico y mismo nivel de Realidad produce la apariencia de los

    pares antagnicos, mutuamente excluyentes (A y no-A). Un nico y mismo nivel de Realidad slopuede engendrar oposiciones antagnicas. Por su propia naturaleza, es auto-destructor si se sepa-

    ra del todo de los dems niveles de Realidad. Un tercer trmino, digamos T, que est situado

    sobre el mismo nivel de Realidad que los opuestos A y no-A, no puede conciliarse. La sntesis

    entre A y no-A es ms bien una explosin de inmensa energa, como la producida por el encuen-

    La Transdisciplinariedad

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  • 5/24/2018 La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

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    tro entre la materia y la antimateria. Entre las manos de marxistas-leninistas, la sntesis hegel

    na apareca como el resultado radiante de una sucesin sobre el plano histrico: sociedad prim

    tiva (tesis) - sociedad capitalista (anttesis) - sociedad comunista (sntesis). Desgraciadamente

    resultado se metamorfose en su contrario. La cada inesperada del imperio sovitico estaba in

    crita inexorablemente en la propia lgica del sistema. Una lgica nunca es inocente, puede incl

    so provocar millones de muertes.

    Cualquier diferencia entre una trada del tercero incluido y una trada hegeliana se acla

    teniendo en cuenta el papel del tiempo. En una trada del tercero incluido los tres trminos co

    xisten en el mismo momento del tiempo. En cambio, los tres trminos de la trada hegelian

    se suceden en el tiempo. Por esta razn, la trada hegeliana es incapaz de conciliar los opue

    tos, mientras que la trada del tercero incluido es capaz de hacerlo. En la lgica del terce

    incluido, los opuestos son ms bien contradictorios: la tensin entre los contradictorios con

    truye una unidad ms grande que los incluye.

    As, se perciben los grandes peligros de malentendidos engendrados por la confusin basta

    te comn entre el axioma de tercero incluido y el axioma de no-contradiccin. La lgica del te

    cero incluido es no-contradictoria, en el sentido de que el axioma de no-contradiccin se respe

    en absoluto, con tal de que se amplen las nociones de verdad y de falsedad de manera qu

    las reglas de implicacin lgica conciernan no dos trminos (A y no-A) sino tres (A, no-A y T),

    coexistan en el mismo momento del tiempo. Es una lgica formal, al mismo nivel que cualqui

    otra lgica formal: sus reglas se traducen por un formalismo matemtico relativamente simple

    Es evidente la razn por la cual la lgica del tercero incluido no es tan solo una metfo

    para un ornamento arbitrario de la lgica clsica, que permite algunas incursiones aventurery pasajeras en el campo de la complejidad. La lgica del tercero incluido es una lgica de

    complejidad que puede llegar a ser su lgica privilegiada en la medida en que permite atrav

    sar, de una manera coherente, los diferentes campos del conocimiento.

    La lgica del tercero incluido no anula la lgica del tercero excluido: slo restringe su campo d

    validez. Sin duda, la lgica del tercero excluido se valida con situaciones relativamente simples, com

    la circulacin de carros en una autopista: nadie pensara introducir, en una autopista, un tercer sen

    do con relacin al sentido permitido y al sentido prohibido. En cambio, la lgica del tercero excluid

    es nociva en los casos complejos como los campos social o poltico, en los cuales acta como una vdadera lgica de exclusin: el bien o el mal, la derecha o la izquierda, las mujeres o los hombres, l

    ricos o los pobres, los blancos o los negros. Sera muy revelador emprender un anlisis sobre la xen

    fobia, el racismo, el antisemitismo o el nacionalismo a la luz de la lgica del tercero excluido. Tambi

    sera muy instructivo pasar los discursos de los polticos por el tamiz de la misma lgica.

    Manifiesto

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  • 5/24/2018 La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

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    La sabidura popular expresa algo muy profundo cuando dice que un palo siempre tiene dos

    extremos. Imaginemos, como en la escena deLe bout du boutde Raymond Devos (que ha enten-

    dido mejor que muchos eruditos el sentido del tercero incluido), que un hombre quiera, a toda

    costa, separar los dos extremos de un palo: corta su palo y se da cuenta que no tiene dos extre-

    mos sino dos palos; sigue cortando cada vez de manera ms ansiosa su palo, pero a medida

    que los palos se multiplican sin cesar, es imposible separar los dos extremos!

    Estaramos, en nuestra civilizacin actual, en la situacin del hombre que quera absoluta-

    mente separar los dos extremos del palo? A la barbarie de la exclusin del tercero responde la

    inteligencia de la inclusin. Porque un palo siempre tiene dos extremos.

    La Transdisciplinariedad

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  • 5/24/2018 La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

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    EL SURGIMIENTO DE LA PLURALIDAD COMPLEJA

    Al mismo tiempo que el surgimiento de los diferentes niveles de Realidad y de las nuev

    lgicas (entre las cuales se cuenta la lgica del tercero incluido) en el estudio de los sistem

    naturales, un tercer factor se agrega para dar el golpe de gracia a la visin clsica del mund

    la complejidad.

    En el transcurso del siglo XX, la complejidad se instala por doquier: espantosa, horrorosobscena, fascinante, invasora, como un desafo para nuestra propia existencia y para el sen

    do de nuestra existencia. El sentido parece fagocitado por la complejidad en todos los camp

    del conocimiento.

    La complejidad se nutre de la explosin de la investigacin disciplinaria y, a su vez, la com

    plejidad determina la aceleracin de la multiplicacin de las disciplinas.

    La lgica binaria clsica confiere sus letras de nobleza a una disciplina cientfica o no-cie

    tfica. Gracias a sus normas de verdad, una disciplina puede pretender agotar por completo

    campo que le es propio. Si esta disciplina se considera como fundamental, como la piedra toque de todas las dems disciplinas, el campo se ampla de manera implcita hacia todo

    conocimiento humano. En la visin clsica del mundo, la articulacin de las disciplinas se co

    sideraba como piramidal, la base de la pirmide representada por la fsica. La complejidad an

    quila literalmente esta pirmide, provocando un verdadero big bang disciplinario.

    El universo parcelario disciplinario est en plena expansin en nuestros das. De mane

    inevitable, el campo de cada disciplina se vuelve cada vez ms agudo, lo cual vuelve la com

    nicacin entre las disciplinas cada vez ms difcil y hasta imposible. Una realidad multi-esqu

    zofrnica compleja parece reemplazar la realidad unidimensional simple del pensamiento csico. El sujeto es aniquilado, a su vez, para ser reemplazado por un nmero cada vez ms gra

    de de piezas separadas, estudiadas por las diferentes disciplinas. Es el costo que el sujeto de

    pagar por un conocimiento de cierto tipo, que l mismo instaura.

    Manifiesto

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  • 5/24/2018 La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

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    Las causas del big bang disciplinario son mltiples y podran ser objeto de varios tratados

    eruditos, pero la causa fundamental puede ser fcilmente revelada: el big bang disciplinario res-

    ponde a las necesidades de una tecnociencia sin frenos, sin valores, sin otra finalidad que la efi-

    cacia por la eficacia.

    Este big bang disciplinario tiene enormes consecuencias positivas porque conduce a la pro-fundizacin sin precedentes de los conocimientos del universo exterior y contribuye, as, volens

    nolens a la instauracin de una nueva visin del mundo. Pues, un palo siempre tiene dos extre-

    mos. Cuando el balancn va muy lejos en un sentido, su regreso es inexorable.

    De manera paradjica, la complejidad se ha instalado en el centro mismo de la fortaleza de

    la simplicidad: la fsica fundamental. En las obras de divulgacin, se dice que la fsica contem-

    pornea es una fsica donde reina una maravillosa simplicidad esttica de unin de todas las

    interacciones fsicas por medio de algunos ladrillos fundamentales -quarks, leptones o men-

    sajeros-. Cada descubrimiento de un nuevo ladrillo, predicho por esta teora, se saluda con laatribucin de un Premio Nobel y se presenta como un triunfo de la simplicidad que reina en el

    mundo cuntico. Pero para un fsico que practica desde el interior esta ciencia, la situacin se

    presenta como infinitamente ms compleja.

    Los fundadores de la fsica cuntica esperaban que algunas partculas pudieran describir, en

    tanto que ladrillos fundamentales, toda la complejidad fsica. Pero este sueo se derriba hacia

    1960, cuando se descubrieron centenas de partculas gracias a los aceleradores de partculas. Se

    propuso entonces una nueva simplificacin al presentar el principio del bootstrap en las interac-

    ciones fuertes: existe cierta democracia nuclear, todas las partculas son tan fundamentales las

    unas como las otras y una partcula es lo que es porque todas las otras partculas existen a la vez.Esta visin de auto-consistencia de las partculas y de sus leyes de interaccin, fascinante sobre el

    plano filosfico, se iba a derrumbar por la complejidad inaudita de las ecuaciones que traducan

    esta autoconsistencia y la imposibilidad prctica de encontrar sus soluciones. La presentacin de

    subconstituyentes de los hadrones (partculas de interacciones fuertes) -los quarks- iba a reempla-

    zar la proposicin del boostrap y a introducir as una nueva simplificacin en el mundo cuntico.

    Esta simplificacin condujo a una simplificacin an ms grande, que domina la fsica de las par-

    tculas de hoy: la bsqueda de grandes teoras de unificacin y de superunificacin de las interac-

    ciones fsicas. Pero, all tambin, la complejidad no tard en mostrar toda su potencia.

    Por ejemplo, segn la teora de supercuerdas en la fsica de las partculas, las interacciones

    fsicas aparecen como muy simples, unificadas y se someten a algunos principios generales si

    se describen en un espacio-tiempo multidimensional y en una energa fabulosa, que correspon-

    de a la masa llamada de Planck. La complejidad surge en el momento del paso a nuestro

    La Transdisciplinariedad

    32

  • 5/24/2018 La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

    28/1

    mundo caracterizado fatalmente por cuatro dimensiones y por energas accesibles mucho m

    pequeas. Las teoras unificadas son muy poderosas en el nivel de los principios generales, pe

    son bastante pobres en la descripcin de la complejidad de nuestro propio nivel. Algunos res

    tados matemticos rigurosos indican incluso que este paso de una nica y misma interacci

    unificada a las cuatro interacciones fsicas conocidas es extremadamente difcil o imposib

    As, se quedan sin respuesta una cantidad de preguntas matemticas y experimentales extraordinaria complejidad. En la fsica contempornea, la complejidad matemtica y la com

    plejidad experimental son inseparables.

    Es interesante anotar, de paso, que la teora de supercuerdas surgi gracias a la teora d

    cuerdas que, a su vez, hizo su aparicin gracias al enfoque del bootstrap. En la teora de cue

    das, los hadrones se representan con cuerdas vibrantes que llevan en sus extremos quarks

    antiquarks. Por ejemplo, un mesn se representa con una cuerda que tiene, como un palo, d

    extremos: un quark y un antiquark. Es imposible separar los dos extremos de una cuerda: cua

    do se corta una cuerda, se obtiene no un quark y un antiquark sino varias cuerdas que siempre tienen dos extremos. Si alguien se obsesiona con la separacin de los dos extremos de u

    cuerda, se enfrenta a una imposibilidad terica que lleva el nombre erudito de confinamie

    to: los quarks y los antiquarks quedan atrapados para siempre al interior de los hadrones. S

    necesitara una energa infinita para alejar y separar completamente un quark y un antiquar

    Esta propiedad paradjica y, sin embargo, simple oculta una infinita complejidad en la intera

    cin entre las partculas cunticas. Los fsicos an no han encontrado una demostracin ma

    mtica rigurosa sobre el confinamiento de los quarks.

    La complejidad se muestra por todas partes, en todas las ciencias exactas o humanas, dur

    o blandas. En biologa y en neurociencias, por ejemplo, que tienen actualmente un rpido desrrollo, se conoce, cada da, ms complejidad y as seguimos de asombro en asombro.

    El desarrollo de la complejidad es particularmente impactante en las artes. Por una coin

    dencia interesante, el arte abstracto aparece al mismo tiempo que la mecnica cuntica. Lueg

    un desarrollo cada vez ms catico parece presidir unas investigaciones cada vez ms form

    les. Con algunas excepciones notables, el sentido se desvanece en beneficio de la forma. El ro

    tro humano, tan bello en el arte del Renacimiento, se descompone cada vez ms hasta su de

    aparicin total en el absurdo y la fealdad. Un arte nuevo -el arte electrnico- surge para reem

    plazar de manera gradual la obra esttica por el acto esttico. En el arte, como en cualquier otparte, un palo siempre tiene dos extremos.

    La complejidad social seala, hasta el paroxismo, la complejidad que invade todos los cam

    pos del conocimiento. El ideal de la simplicidad de una sociedad justa, fundada sobre una ide

    Manifiesto

    33

  • 5/24/2018 La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

    29/1

    loga cientfica y la creacin del hombre nuevo se derrumb bajo el peso de una complejidad

    multidimensional. Lo que queda, fundado sobre la lgica de la eficacia por la eficacia, no es

    capaz de proponernos otra cosa sino el fin de la Historia. Todo sucede como si ya no hubie-

    ra futuro. Y si ya no hay futuro, la sana lgica nos dice que ya no hay presente. El conflicto entre

    la vida individual y la vida social se agudiza a un ritmo acelerado y, cmo podramos soar

    con una armona social fundada en el aniquilamiento del ser interior?

    Edgar Morin tiene razn cuando seala sin cesar que el conocimiento de lo complejo con-

    diciona unapoltica de civilizacin.

    Para que el conocimiento de lo complejo sea reconocido en tanto que conocimiento, es nece-

    sario pasar por una pregunta: Si la complejidad de la que hablamos es una complejidad sin

    orden, su conocimiento no tendra sentido, o acaso oculta un nuevo orden y una simplicidad de

    una nueva naturaleza que sera justamente el objeto del nuevo conocimiento? Es necesario,

    entonces, escoger entre una va de perdicin y una va de esperanza.

    La complejidad est creada por nuestra cabeza o se encuentra en la naturaleza misma de las

    cosas y de los seres? El estudio de los sistemas naturales nos da una respuesta parcial a esta pre-

    gunta: ambas. La complejidad en la ciencia es ante todo la complejidad de las ecuaciones y de los

    modelos. Entonces, es el producto de nuestra cabeza, que es compleja por su propia naturaleza.

    Pero esta complejidad es la imagen en el espejo de la complejidad de los datos experimentales, que

    se acumulan sin cesar. Tambin est en la naturaleza de las cosas.

    Por otra parte, la fsica y la cosmologa cunticas nos muestran que la complejidad del

    Universo no es la complejidad de un basurero sin ningn orden. Una coherencia asombrosareina en la relacin entre lo infinitamente pequeo y lo infinitamente grande. Un nico trmi-

    no est ausente en esta coherencia: el deseo de lo finito -el nuestro-. El sujeto se queda extra-

    amente mudo ante la comprensin de la complejidad. Y con toda razn, porque se ha procla-

    mado muerto. Entre los dos extremos del palo -simplicidad y complejidad- falta el tercer inclui-

    do: el sujeto mismo.

    La Transdisciplinariedad

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  • 5/24/2018 La Transdisciplinariedad Manifiesto Nicolescu

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    UNA NUEVA VISIN DEL MUNDO: LA TRANSDISCIPLINARIEDAD

    El proceso de decadencia de las civilizaciones es de gran complejidad y hunde sus races

    la ms absoluta oscuridad. Claro que, despus de todo, se pueden encontrar mltiples explic

    ciones y racionalizaciones, sin lograr disipar el sentimiento de un irracional que acta en el ce

    tro mismo de dicho proceso. Desde las grandes masas hasta los grandes decisores, los actor

    de una civilizacin bien determinada y ms o menos consciente del proceso de decadenc

    parecen impotentes ante la cada de su civilizacin. Sin embargo, hay algo cierto: una gran direncia entre la mentalidad de los actores y las necesidades internas de desarrollo de una soc

    dad acompaa siempre la cada de una civilizacin. Todo sucede como si los conocimientos

    los saberes que una civilizacin acumula no pudieran integrarse al ser interior de quienes com

    ponen esta civilizacin. Despus de todo, el ser humano se encuentra o debera encontrarse

    el centro de toda civilizacin digna de tal nombre.

    El crecimiento sin precedente de los saberes, en nuestra poca, legitima la cuestin de ada

    tacin de las mentalidades a estos saberes. El asunto es de talla mayor, puesto que la extensi

    continua de la civilizacin de tipo occidental a escala planetaria hara que su cada fuera el equ

    valente a un incendio planetario ni siquiera comparable con las dos guerras mundiales.

    Para el pensamiento clsico slo hay dos soluciones para salir de una situacin de decade

    cia: la revolucin social o el retorno a una supuesta edad de oro.

    La revolucin social ya se ha experimentado durante el siglo que termina, y sus resultados fu

    ron catastrficos. El hombre nuevo no era ms que un hombre vaco y triste. Cualquiera que fu

    ran los acondicionamientos cosmticos que el concepto de revolucin social sufriera en el fut

    ro, no podran borrar de nuestra memoria colectiva lo que, en efecto, ha sido experimentado.

    El retorno a la edad de oro an no se ha dado, por la simple razn de que la edad de or

    no se ha encontrado. Incluso suponiendo que esta edad de oro ha existido en tiempos inm

    morables, dicho retorno debera necesariamente acompaarse de una revolucin interior do

    mtica, imagen en el espejo de la revolucin social. Los diferentes integrismos religiosos q

    Manifiesto

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    cubren la superficie de la tierra de su manto negro son un mal presagio de la violencia y de la

    sangre que podran brotar de esta caricaturesca revolucin interior.

    Desde luego, siempre hay una tercera solucin, y sta es el objeto del presente manifiesto. La

    armona entre las mentalidades y los saberes presupone que estos saberes sean inteligibles y

    comprensibles. Pero, puede an existir una comprensin en la era del big bang disciplinario yde la especializacin a ultranza?

    Un Pic de la Mirandola en nuestra poca sera inconcebible. Dos especialistas de la misma

    disciplina tienen dificultades, hoy en da, para comprender sus propios resultados recprocos.

    Esto no tiene nada de monstruoso en la medida en que es la inteligencia colectiva de la comu-

    nidad, atada a esta disciplina, la que la hace progresar, y no un solo cerebro el que debera

    conocer todos los resultados de todos estos colegas-cerebros, lo cual es, adems, imposible, por-

    que hoy existen cientos de disciplinas. Cmo podran dialogar, por ejemplo, un fsico terico

    de las partculas con un neurofisilogo, un matemtico con un poeta, un bilogo con un eco-nomista, un poltico con un especialista en informtica, ms all de generalidades ms o menos

    banales? Pero, un verdadero decisor debera poder dialogar con todos a la vez. El lenguaje dis-

    ciplinario es una barrera aparentemente infranqueable para un nefito. Y todos somos los ne-

    fitos de los dems. La Torre de Babel sera inevitable?

    Sin embargo, un Pic de la Mirandola en nuestra poca es concebible en la forma de un super-

    computador en el cual se podran inyectar todos los conocimientos de todas las disciplinas. Este

    supercomputador podra saberlo todo, pero no comprender nada. Su usuario no estara en mejor

    situacin que el supercomputador mismo; de inmediato tendra acceso a cualquier resultado de

    cualquier disciplina, pero sera incapaz de comprender sus significados y menos an de hacer vn-culos entre los resultados de las diferentes disciplinas.

    Este proceso de babelizacin no puede continuar sin arriesgar la propia existencia, puesto

    que significa que un decisor, a pesar de s mismo, se vuelve cada vez ms incompetente. Los

    desafos mayores de nuestra poca, como por ejemplo los de orden tico, reclaman cada vez

    ms competencias. En realidad, la suma de los mejores especialistas en sus campos no puede

    engendrar ms que una incompetencia generalizada, puesto que la suma de las competencias

    no es la competencia: en el plano tcnico, la interseccin entre los diferentes campos del saber

    es un conjunto vacio. Ahora bien, qu es un decisor, individual o colectivo, sino aqul que escapaz de tener en cuenta todos los datos del problema que examina?

    La necesidad indispensable de vnculos entre las diferentes disciplinas se traduce por medio del

    surgimiento, hacia mediados del siglo XX, de la pluridisciplinariedad y de la interdisciplinariedad.

    La Transdisciplinariedad

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    La pluridisciplinariedad comprende el estudio de un objeto de una sola y nica disciplina p

    varias disciplinas a la vez. Por ejemplo, un cuadro de Giotto puede estudiarse a travs de la mir

    da de la historia del arte cruzada con la de la fsica, la qumica, la historia de las religiones,

    historia de Europa y la geometra. O bien, la filosofa marxista puede estudiarse a travs de u

    mirada cruzada de la filosofa con la fsica, la economa, el sicoanlisis o la literatura. El obje

    sale enriquecido con el cruce de varias disciplinas. El conocimiento del objeto en su propia dciplina se profundiza por medio de un aporte pluridisciplinario fecundo. La investigacin plu

    disciplinaria aporte unplus a la disciplina en cuestin (la historia del arte o la filosofa, en nue

    tros ejemplos); pero este plus est al servicio exclusivo de esta misma disciplina. Dicho

    otra manera, el proceso pluridisciplinario desborda las disciplinas pero su finalidad sigue insc

    ta en el marco de la investigacin disciplinaria.

    La interdisciplinariedad tiene una pretensin diferente a la de la pluridisciplinariedad, pu

    se refiere a la transferencia de los mtodos de una disciplina a otra. Se pueden distinguir tres gr

    dos de interdisciplinariedad: a) un grado de aplicacin; por ejemplo, los mtodos de la fsinuclear transferidos a la medicina conducen a la aparicin de nuevos tratamientos del cnce

    b) un grado epistemolgico; por ejemplo, la transferencia de los mtodos de la lgica formal e

    el campo del derecho genera anlisis interesantes en la epistemologa del derecho; c) un gra

    de generacin de nuevas disciplinas; por ejemplo, la transferencia de los mtodos de la matem

    tica al campo de la fsica ha generado la fsica matemtica, de la fsica de las partculas a

    astrofsica ha generado la cosmologa cuntica, de la matemtica a los fenmenos meteorol

    gicos o los de la bolsa ha generado la teora del caos, de la informtica al arte, el arte inform

    tico. Al igual que la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad desborda las disciplinas, pe

    su finalidad tambin sigue inscrita en la investigacin disciplinaria. Por medio de su tercer grad

    la interdisciplinariedad contribuye incluso al big bang disciplinario.

    La transdisciplinariedadcomprende, como el prefijo trans lo indica, lo que est, a la vez, en

    las disciplinas, a travs de las diferentes disciplinas y ms all de toda disciplina. Su finalidad es

    comprensin del mundo presente, y uno de sus imperativos es la unidad del conocimiento.

    Existe algo entre y a travs de las disciplinas y ms all de toda disciplina? Desde el pun

    de vista del pensamiento clsico, no existe nada, absolutamente nada. El espacio en cuesti

    est vaco, completamente vaco, como el vaco de la fsica clsica. Aunque renuncie a la visi

    piramidal del conocimiento, el pensamiento clsico considera que cada fragmento de la pirmde, generado por el big bang disciplinario, es una pirmide entera: cada disciplina clama porqu

    el campo de su pertinencia sea inagotable. Para el pensamiento clsico, la transdisciplinarieda

    es un absurdo porque no tiene objeto. En cambio, para la transdisciplinariedad, el pensamien

    clsico no es absurdo, pero su campo de aplicacin se reconoce como restringido.

    Manifiesto

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    33/1

    Ante la presencia de varios niveles de Realidad, el espacio entre las disciplinas y ms all

    de las disciplinas est lleno, tan lleno como lo est el vaco cuntico de todas las potencialida-

    des: de la partcula cuntica a las galaxias, del quark a los elementos pesados que condicionan

    la aparicin de la vida en el Universo.

    La estructura discontinua de los niveles de Realidad determina la estructura discontinua del espa-cio transdisciplinario que, a su vez, explica por qu la investigacin transdisciplinaria es radicalmen-

    te diferente de la investigacin disciplinaria, siendo a su vez complementarias. La investigacin dis-

    ciplinaria concierne, a lo sumo, a un solo y mismo nivel de Realidad; de hecho, en la mayora de los

    casos, slo comprende fragmentos de un nico y mismo nivel de Realidad. En cambio, la tansdisci-

    plinariedad se interesa por la dinmica generada por la accin de varios niveles de Realidad a la vez.

    El descubrimiento de esta dinmica tiene que pasar por el conocimiento disciplinar. La transdiscipli-

    nariedad, sin ser una nueva disciplina o una nueva hiperdisciplina, se nutre de la investigacin dis-

    ciplinaria que, a su vez, se explica de una manera nueva y fecunda por medio del conocimiento

    transdisciplinar. En este sentido, los investigadores disciplinarios y transdisciplinarios no son anta-gnicos sino complementarios.

    Los tres pilares de la transdisciplinariedad: los niveles de Realidad, la lgica del tercero inclui-

    do y la complejidad determinan la metodologa de la investigacin transdisciplinaria.

    Existe un paralelo sorprendente entre los tres pilares de la transdisciplinariedad y los tres

    postulados de la ciencia moderna.

    Los tres postulados metodolgicos de la ciencia moderna permanecieron estables desde

    Galileo hasta nuestros das, a pesar de la infinita diversidad de los mtodos, teoras y modelosque han atravesado la historia de las diferentes disciplinas cientficas. Pero una sola ciencia satis-

    face entera e integralmente los tres postulados: La fsica. Las otras disciplinas cientficas slo

    satisfacen, de manera parcial, los tres postulados metodolgicos de la ciencia moderna. Sin

    embargo, la ausencia de una formalizacin matemtica rigurosa de la sicologa, de la historia de

    las religiones y de otras mltiples disciplinas no conduce a la eliminacin de estas disciplinas del

    campo de la ciencia; incluso las ciencias de punta, como la biologa molecular, no pueden pre-

    tender, por lo menos por el momento, una formalizacin matemtica tan rigurosa como la de la

    fsica. En otras palabras, hay grados de disciplinariedad en funcin de que se asuman, de mane-

    ra ms o menos completa, los tres postulados metodolgicos de la ciencia moderna.

    Si se tienen, ms o menos, en cuenta los tres pilares metodolgicos de la investigacin trans-

    disciplinaria se generan diferentes grados de transdisciplinariedad. La investigacin transdisciplina-

    ria que corresponde a cierto grado de transdisciplinariedad se acercar ms bien a la multidiscipli-

    La Transdisciplinariedad

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    34/1

    nariedad (como en el caso de la tica): la de otro grado a la interdisciplinariedad (como en el ca

    de la epistemologa); y la de otro grado ms a la disciplinariedad.

    La disciplinariedad, la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad y la transdisciplinaried

    son las cuatro flechas de un nico y mismo arco: el del conocimiento.

    Como en el caso de la disciplinariedad, la investigacin transdisciplinaria no es antagni

    sino complementaria a la investigacin pluri e interdisciplinaria. Sin embargo, la transdiscip

    nariedad es radicalmente distinta a la pluridisciplinariedad y a la interdisciplinariedad, en v

    tud de su finalidad -la comprensin del mundo actual- que es imposible inscribir en la inves

    gacin disciplinaria. La finalidad de la pluri y de la interdisciplinariedad siempre es la inves

    gacin disciplinaria. Si la transdisciplinariedad se confunde a menudo con la interdisciplinar

    dad y la pluridisciplinariedad (as como la interdisciplinariedad se confunde con frecuencia c

    la pluridisciplinariedad) eso se explica, en mayor parte, por el hecho de que las tres desbord

    las disciplinas. Esta confusin es muy nociva en la medida en que oculta la finalidad diferende estos tres nuevos enfoques.

    Aunque se reconociera el carcter radicalmente distinto de la transdiscipinariedad con re

    cin a la disciplinariedad, la pluridisciplinariedad y la intedisciplinariedad, sera extremamen

    peligroso absolutizar esta distincin, en cuyo caso la transdisciplinariedad estara vaca de to

    su contenido y su eficacidad en la accin reducida a la nada.

    El carcter complementario de los enfoques disciplinario, pluridisciplinario, interdisciplinar

    y transdisciplinario se evidencia de una manera sorprendente, por ejemplo, en el acompaamie

    to a los moribundos. Este proceso relativamente nuevo de nuestra civilizacin es de extremimportancia, porque, al reconocer el rol de la muerte en nuestra vida, descubrimos dimension

    insospechadas de la vida misma. El acompaamiento a los moribundos no puede ahorrarse u

    investigacin transdisciplinaria en la medida en que la comprensin del mundo actual pasa p

    la comprensin del sentido de la vida y de la muerte en este mundo que es el nuestro.

    Manifiesto

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    TRANSDISCIPLINARIEDAD Y UNIDAD: ABIERTA DEL MUNDO

    La visin transdisciplinar nos propone considerar una Realidad multidimensional, estructurada

    en mltiples niveles, que remplaza la Realidad unidimensional de un solo nivel en el pensamiento

    clsico. Esta constatacin por s misma no basta para justificar una nueva visin del mundo.

    Primero, debemos responder, de la manera ms rigurosa posible, a mltiples preguntas. Cul es la

    naturaleza de la teora que puede describir el paso de un nivel de Realidad a otro? Existe una cohe-

    rencia, o una unidad de conjunto de los niveles de Realidad? Cul es el papel del sujeto-observadoren la existencia de una eventual unidad de todos los niveles de Realidad? Existe un nivel de Realidad

    privilegiado con relacin a todos los dems niveles? Si existe la unidad de conocimiento, sta es de

    naturaleza objetiva o subjetiva? Cul es el papel de la razn en la existencia de una eventual unidad

    del conocimiento? Cul es el poder predictivo del nuevo modelo de Realidad en el campo de la refle-

    xin y de la accin? Ser que, a fin de cuenta, es posible la comprensin del mundo actual?

    La Realidad comprende, segn nuestro modelo, cierto nmero de niveles. Las consideracio-

    nes que se dan a continuacin no dependen de que ese nmero sea finito o infinito. Para una

    mayor claridad terminolgica de la exposicin, vamos a suponer que ese nmero es infinito.

    Los Dos niveles adyacentes estn unidos por medio de la lgica del tercero incluido, en el

    sentido de que el estado T presente, en cierto nivel, est ligado a un par de contradictorios (A,

    no-A) del nivel del vecino inmediato. El estado T opera la unificacin de los contradictorios A y

    no-A, pero esta unificacin se opera a un nivel diferente de aqul donde estn situados A y no-

    A. El axioma de no-contradiccin se respeta en este proceso. Significa este hecho, sin embar-

    go, que vamos a obtener as una teora completa, que podr dar cuenta de todos los resultados

    conocidos y futuros? La respuesta a esta pregunta slo tiene un inters terico; despus de todo,

    cualquier ideologa o fanatismo que pretenda cambiar la cara del mundo, se fundamenta en la

    creencia de la completud de su enfoque. Las ideologas o los fanatismos en cuestin estn segu-ros de poseer la verdad, toda la verdad.

    En realidad, hay una coherencia entre los diferentes niveles de Realidad, por lo menos, en

    el mundo natural. De hecho, una vasta autoconsistencia parece regir la evolucin del universo,

    La Transdisciplinariedad

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    desde lo infinitamente pequeo hasta lo infinitamente grande y desde lo infinitamente bre

    hasta lo infinitamente extenso. Por ejemplo, una muy pequea variacin de la constante d

    acoplamiento de las interacciones fuertes entre las partculas cunticas conducira nuestro un

    verso, en el nivel de lo infinitamente grande, a la conversin de todo el hidrgeno en helio o

    la inexistencia de los tomos complejos como el carbono. O bien, una pequea variacin de

    constante de acoplamiento gravitacional conducira a la existencia de planetas efmeros, o aimposibilidad de su formacin. Adems, segn las teoras cosmolgicas actuales, el Univer

    parece ser capaz de autocrearse sin ninguna intervencin externa. Un flujo de informacin

    transmite de una manera coherente de un nivel de Realidad a otro nivel de Realidad de nue

    tro universo fsico.

    La lgica del tercero incluido es capaz de describir la coherencia entre los niveles

    Realidad por medio del proceso interactivo que incluye las siguientes etapas: 1. Un par de co

    tradictorios (A, no-A), situado a cierto nivel de realidad, se unifica con un estado T situado a u

    nivel de Realidad inmediatamente vecino; 2. Este estado T est ligado, a su vez, a un par dcontradictorios (A, no-A), situado a su propio nivel; 3. El par de contradictorios (A, no-A) est

    a su vez, unificado con un estado T situado a un nivel diferente de Realidad, inmediatamen

    vecino de aqul donde se encuentra el ternario (A, no-A, T). El proceso reiterativo contina s

    lmites hasta el agotamiento de todos los niveles de Realidad, conocidos o concebibles.

    En otras palabras, la accin de la lgica del tercero incluido sobre los diferentes niveles

    Realidad induce una estructura abierta, godeliana, del conjunto de los niveles de Realidad. Es

    estructura tiene un alcance considerable sobre la teora del conocimiento, ya que implica

    imposibilidad de una teora completa, encerrada en s misma.

    En efecto, el estado T realiza, de acuerdo con el axioma de no-contradiccin, la unificaci

    del par de los contradictorios (A, no-A) pero, est asociado, al mismo tiempo, a otro par de co

    tradictorios (A, no-A). Esto significa que, a partir de cierto nmero de pares mutuamente exc

    yentes, se puede construir una teora nueva que elimine las contradicciones en cierto nivel

    Realidad, pero que es slo temporal, pues conduce inevitablemente, bajo la presin conjun

    de la teora y de la experiencia, al descubrimiento de nuevos pares de contradictorios, situad

    al nuevo nivel de Realidad. De la misma manera, esta teora ser reemplazada por teoras a

    ms unificadas, a medida que nuevos niveles de Realidad se descubran. El proceso contin

    hasta el infinito, sin lograr nunca desembocar en una teora completamente unificada; y el axma de no-contradiccin sale cada vez ms reforzado de dicho proceso. En este sentido, pod

    mos hablar de una evolucin del conocimiento, sin lograr jams desembocar en una no-cont

    diccin absoluta, implicando todos los niveles de Realidad: el conocimiento est siempre abie

    to. En el mundo de los niveles de Realidadper se, lo que est arriba es como lo que est abaj

    Manifiesto

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    37/1

    pero lo que est abajo no es como lo que est arriba. La materia ms delgada penetra la mate-

    ria ms gruesa, como la materia cuntica penetra la materia macrofsica, pero la afirmacin

    recproca no es cierta. Losgrados de materialidadinducen una flecha de orientacin de la trans-

    misin de la informacin de un nivel a otro. As, lo que est abajo no es como lo que est arri-

    ba; las palabras arriba y abajo no tienen aqu ms significado (espacial o moral) que el

    topolgico, asociado a la flecha de la transmisin de la informacin. Esta flecha est asociada,a su vez, al descubrimiento de las leyes cada vez ms generales, que unifican y abarcan.

    La estructura abierta del conjunto de los niveles de Realidad est en relacin con uno de los

    resultados cientficos ms importantes del siglo XX: el teorema de Gdel, sobre la aritmtica.

    Este teorema nos dice que un sistema de axiomas suficientemente rico conduce, de manera

    inevitable, a resultados indecibles o contradictorios.

    El alcance del teorema de Gdel tiene una importancia considerable para toda teora moder-

    na del conocimiento. En primer lugar, slo comprende el campo de la aritmtica, pero tambincualquier matemtica que incluya aritmtica. Ahora bien, la matemtica que es un instrumen-

    to bsico de la fsica terica contiene, claramente, la aritmtica. Esto significa que cualquier

    investigacin de una teora fsica completa es ilusoria. Si esta afirmacin es verdadera para los

    campos ms rigurosos del estudio de los sistemas naturales, cmo podramos soar con una

    teora completa en un campo infinitamente ms complejo: el de las ciencias humanas?

    En realidad, la investigacin de un axiomtico que conduce a una teora completa (sin resul-

    tados indecibles o contradictorios) marca tanto el apogeo como el punto de partida del declive

    del pensamiento clsico. El sueo axiomtico se desplom por el veredicto del santo de los san-

    tos del pensamiento clsico: el rigor matemtico.

    El teorema, que Gdel demostr en 1931, tuvo un eco muy dbil, y slo en un crculo muy

    restringido de especialistas. La dificultad y la extrema sutilidad de su demostracin explican por

    qu este teorema se tom cierto tiempo para ser comprendido entre la comunidad de los mate-

    mticos. Hoy en da, apenas comienza a penetrar el mundo de los fsicos (Wolfgang Pauli, uno

    de los fundadores de la mecnica cuntica, fue uno de los primeros fsicos que comprendi la

    extrema importancia del teorema de Gdel para la construccin de las teoras fsicas). Habra

    sido necesario reprochar a Stalin por no haber conocido el teorema de Gdel y no haber podi-

    do evitar la cada -pstuma- de su imperio?

    La estructura godeliana del conjunto de los niveles de Realidad, asociada a la lgica del ter-

    cero incluido, implica la imposibilidad de construir una teora completa para describir el paso

    de una nivel a otro y a fortiori pa