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LAS SERIES DE VEGETACIÓN DE SIERRA MORENA ORIENTAL
Por E. Cano* y F. Valle** ‘Instituto de Bachillerato Jándula. Andújar (Jaén)
“ Departamento de Biología Vegetal. Universidad de Granada
EL concepto de serie de vegetación tiene su base en la Sinfitosociología o Fitosociología dinámica, ciencia ecológica que basada en la Fitoso-
ciología clásica o sigmatista estudia los complejos de comunidades vegetales integradas en el paisaje, desde un punto de vista dinámico o sucesional. El objetivo de la Sinfitosociología es analizar, definir y sistematizar el paisaje vegetal a través de los asociaciones m aduras o estables y sus sustituyen- tes, pioneras y antrópicas que pueden existir en una tesela, mosaico teselar, distrito, sector corológico, etc. La unidad tipológica de la Sinfitosociología es la sinasociación, sigmetum o serie de vegetación (Rivas M artínez, 1987). Hoy día es difícil encontrar la vegetación en un estadio de máximo desarrollo estable, dándose en la mayor parte de los casos un entremezclado de las comunidades obtenidas por degradación de la vegetación potencial y es esto lo que dificulta el estudio integrado de una unidad paisajística, debiendo hacerse por tanto desde el punto de vista sucesional o dinámico. Por ello se define la serie de vegetación como una unidad geobotánica sucesionista y paisajística que trata de expresar todo el conjunto de comunidades vegetales que pueden encontrarse en unos espacios teselares similares como resultado del fenómeno de la sucesión, lo que incluye tanto a las comunidades de máximo desarrollo estable como las iniciales y seriales sustituyentes. Tengamos en cuenta que un espacio teselar es un territorio o superficie de m ayor o menor extensión homogénea ecológicamente y que por tanto sólo puede poseer un tipo de vegetación potencial y unas determ inadas etapas de sustitución (Rivas M artínez, 1981).
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Si tenemos en cuenta además el proceso de sucesión el contacto catenal entre las series, nos encontram os con otra unidad de fitosociología integrada o paisajística (Geosinfitosociología) que es la geoserie, geosinasociacióno geosigmetum. Lógicamente en un distrito, sector corológico, etc., existen diferentes espacios teselares, dándose en cada espacio teselar una vegetación potencial, varias de estas sinasociaciones de máximo desarrollo estable contactan catenalmente y originan en su conjunto el sinecosistema, que definimos como un conjunto de ecosistemas (sinasociaciones) que están en vecindad o en catena, separados por un diverso gradiente ecológico capaz en cada caso de conducir a una distinta etapa de desarrollo estable (etapa m adura).
En la tipología paisajística reconocemos dos tipos de series, las clima- tófilas o climáticas, iniciándose y localizándose en suelos que sólo reciben agua de lluvia y series edafófilas o higrófilas, encontrándose sobre suelos que experimentan un exceso o un defecto de agua, siendo el caso más generalizado el de las series riparias de riberas, terrazas y orillas de aguas corrientes y suelos con hidromorfia temporal o permanente y que tienen niveles freáticos elevados o afloram ientos de acuiferos (Rivas M artínez, 1985).
• Serie m esomediterránea luso-extremadurense húm eda del roble melojo (Quercus pyrenaicae) = Arbuto unedonis-Querceto pyrenaicae sigmetum.
Serie desarrollada bajo ombroclima subhúmedo-húmedo y sobre suelos pardo-oscuros mediterráneos con base cuarcítica; representa a los robledales mariánicos que se encuentran muy bien conservados en todas las cejas de m ontaña con orientaciones sur o en grandes extensiones de laderas orientadas al norte como en Sierra de Q uintana y Sierra M adrona, actúa este bosque tupido con alto grado de cobertura como etapa m adura de serie, localizado siempre en el territorio sobre las 900 y 1.000 metros, lugares donde se condensan las nieblas y existe un aum ento de pluviosidad.
Los bosques están representados en el territorio por formaciones pertenecientes a la asociación A rbuto undonis-Quercetum pyrenaicae que constituyen la cabeza de serie; se desarrollan sobre luvisoles relictos por encima de los 900 metros.
Estos bosques de Quercus pyrenaica están tam bién bien conservados y contactan catenalmente con las comunidades de la asociación Sanguisorbo- Quercetum suberis a través de la faciación con Quercus pyrenaica de esta última asociación, al degradarse por acción antrópica nos origina como primer estadio de sustitución la subasociación más om brófila del m adroñal,
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asociación Phillyrea angustifoliae-Arbutem unedi viburnetosum tini, con especies características de este sintaxon como Viburnum tinus y Phillyrea la- tifolia. Estos madroñales pertenecientes al orden Pistacio-Rhamnetalia alaterni, al degradarse quedan sustituidos por formaciones de m atorral que hacia los lugares con mayor mesofitia constituyen la asociación Polygalo microphyllae-Cistetum populifo lii y hacia las zonas más xéricas la subaso- ciación húmeda Genisto hirsutae-Cistetum ladaniferi ericetosum australis, estas communidades por degradación y lavado del suelo dan paso a la asociación Halimio ocymoidis-Ericetum umbellatae, propias de lugares poco soleados y ombroclimas subhúm edo-húm edo; representan estas form aciones una etapa avanzada de la degradación de las asociaciones m aduras Arbuto-Q uercetum pyrenaicae y Sanguisorbo-Quercetum suberis.
La serie del Arbuto-Q uerceto pyrenaicae lleva como com pañera a la asociación Erico tetralix-Myricaetum galeae que se encuentra de forma muy puntual sobre luvisoles gleicos ricos en m ateria orgánica.
Por otra parte, nuestros robledales hacia las cresterías de Sierra Quintana presentan en el contacto catenal a la asociación Adenocarpetum arg- yrophylli que es una característica de la serie Sorbo torminalis-Querceto pyrenaicae, ecosistemas mal representados en nuestro territorio por falta de altitud.
En las zonas soleadas donde se dan jarales de Polygalo microphyllae- Cistetum populifolii, aparecen pastizales con bajo grado de cobertura y flo- rísticamente pobres que pertenecen a la asociación Paronychio cymosae- Pterocephaletum diandri.
En las fisuras de los roquedos cuarcíticos donde está el sinecosistema del robledal existen comunidades de altas gramíneas que están mal representadas y que pertenecen a la clase Sedo-Sclerantethea, mientras que en los roquedos se localiza como vegetación pionera la Jasiono marianae- D ianthetum lusitani.
• Serie mesomediterránea luso-extremadurense subhúmeda-húmeda del alcornoque (Quercus súber) = Sanguisorbo agrimonioidis-Querceto suberis sigmetum.
Serie silicícola del alcornoque que representa en buena parte la vegetación dom inante en las um brías y laderas altas y medias del territorio con orientaciones sur y bajo om broclim a subhúm edo, de tal m anera que al ascender a la m ontaña y tornarse el om broclim a húmedo se pasa al ecosistem a del robledal luso-extrem adurense, A rb u to unedonis-Q uercetum
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Dinámica de la serie (Arbuto unedonis-Querceto pyrenaicae)
Xericidad Mesofitia
Arbuto-Quercetum pyrenaicae
Phillyreo-Arbutetum unedi viburnetosum tini
Genisto-Cistetum Polygalo-Cistetumladaniferi populifolii
ericetosum australis ,/\
Halimio ocymoidis-Ericetum umbellatae
Paronychio cymosae-Pterocephaletum diandri
Degradación
pyrenaicae. Estos alcornoques explotados en la zona para la extracción del corcho se desarrollan sobre suelos pardos m editerráneos y en menor grado sobre suelos arenosos con base granítica.
Encontram os en la zona extensos alcornocales pertenecientes al San- guisorboe agrimonioidis-Quercetum suberis, son bosques de Quercus súber, Quercus faginea y Quercus rotundifoliae, encontrándose muy bien conservados en las laderas sur de Sierra de Q uintana por presentar una alta plu- viosidad y en las um brías del m onte Rosalejo. El estrato arbóreo presenta un alto grado de cobertura, lo que permite el desarrollo de taxones om bró- filos y mesófilos como Viburnum tinus, Pteridium aquilinum, Rubia peregrina, Ruscus aculeatus, Anogram m a leptophylla, Parietaria lusitanica, Anthriscus caucalis, Galium aparinella, etc.
Estas formaciones arbóreas presentan una faciación mesófila con Quercus pyrenaica hacia las zonas más altas de la sierra y que representa el eco- tono entre el ecosistema del roble y el del alcornoque, pero hacia zonas más xéricas (umbrías baja del territorio) contactan con el ecosistema del encinar
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Pyro-Quercetum rotunddifoliae a través de la subasociación quercetosum fagineae de este encinar.
Como primer estadio de degradación de estos ecosistemas obtenemos el madroñal típico o mesófilo. Phillyreo-Arbotetum unedi subasociación ar- butetosum unedi y viburnetosum tini. Estos madroñales muy tupidos y casi impenetrables se degradan hasta Polygalo microphyllae-Cistetum populi- fo lii que hacia lugares más xéricos origina la subasociación ericetosum aus- tralis del Genisto hirsutae-Cistetum ladanifer, comunidades vegetales que al igual que ocurre en el sinecosistema del robledal convergen por degradación en el Halimio ocymodisis-Ericetum umbellatae; presentando también estos alcornocales de m anera esporádica los brezales de Erico tetralix- M yricaetum galeae.
En las zonas soleadas orientadas al sur, entre matorrales del Polygalo microphillae-Cistetum populifolii y Genisto hirsutae-Cistetum ladaniferi subasociación ericetosum australis parecen pastizales de Paronychio cymosae-Pterocephaletu diandri. En los alcornocales adehesados se encuentran pastizales nitrófilos de Trifolio-Poetum bulbosae que por aum ento de nitrificación pasan a Trifolio cherleri-Taeniantheretum caputmedusae, el cual en situaciones um brosas y frescas da origen a los altos pastizales de A ntho- xantho aristati-Holcetum setiglumis, en el caso de que se diese un fuerte incremento de la hum edad del suelo la sustitución es por el vallicar vivaz Gaudinio fragilis-Agrostietum castellanae. Bajo los alcornocales localizados al pie de extraplomos existen pastizales fuertemente escionitrófilos pertenecientes a la asociación A nogram m o leptophyllae-Parietarietum lusitanicae que al aum entar la hum edad pasa a comunidades de A nogram m o leptophyllae-selaginelletum denticulatae y al disminuir la esciofila pasan a la asociación Galio aparinella-Anthriscetum caucalidis, ésta sobre suelos más frescos origina la subasociación geranietosum lucidi y hacia lugares más heliófilos y rupícolas da paso a la asociación Conopodio capillifolii-Geranietum purpurei.
E l Trifolio-Taeniantheretum caput-medusae puede tam bién obtenerse por incremento de la nitrificación y de la potencia del suelo a partir del Trifo lio cherleri-Plantaginetum bellardii y a su vez por incremento de la nitrificación pasa a Brom o-H ordeetum leporinii.
P ara las zonas fisurícolas de roquedos con om broclim a subhúmedo, en oquedades umbrosas y taludes que mantienen la humedad se instalan comunidades de Anogram m o leptophyllae-Selaginelletum denticulatae y en las fisuras estrechas con poco suelo y sobre granitos la asociación Digitali thapsi-
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Dinámica de la serie (Sanguisorbo-Querceto suberis)
Xericidad Mesofitia
Pyro-Quercetum Sanguisorbo-Quercetum Arbuto-Quercetum faginetosum <— suberis —* pyrenaicae
N ^ \ |
Phillyreo-Arbutetum unedi arbotetosum unedi
i
Genisto-Cistetum ladaniferi ericetosum australis
\
viburnetosum tini
Polygalo-Cistetumpopulifolii
Halimio-Ericetum umbellatae1
T rifolio-Plantaginetum bellardii a
iGalio-Anthriscetumcaucalidis
Igeranietosum lucidi
s
Conopodio-Geranietumpurpurei
Trifolio-Poetus bulbosae
Trifolio-Taeniantheretumcaput-medusae^
\ Anthoxantho-Holcetum
Gaudinio-Agrostietumcastellanae
Anogrammo-Parietarietum Bromo-Hordeetum leporini lusitanicae
iAnogrammo-Selaginelletum denticulatae
Degradación
D ianthetum lusitani. En los mismos ambientes pero sobre cuarcitas se presenta la asociación Jasiono marianae-Dianthetum lusitani, mientras que en las fisuras estrechas y soleadas se instalan comunidades de Cheilanthes ma- derensis y M ucizonia hispida que constituyen la asociación M ucizonio- Cheilanthetum maderensis; en las fisuras estrechas y umbrosas es frecuente encontrar la asociación Asplenio-Cheilanthetum hispanicae.
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• Serie mesomediterránea luso-extremadurense silicícola de la encina (Quercus rotundifolia) = Pyro bourgaeanae-Querceto rotundifoliae sigmetum.
Esta serie se encuentra ampliamente representada en el territorio bajo ombroclima seco superior a subhúm edo, sobre suelos silíceos pobres en bases (tipo regosoles y cambisoles eútricos), en el piso M esomediterráneo.
Es difícil encontrar bosques en el territorio puesto que se ha dado una acción antrópica muy fuerte por desforestación con el fin de obtener dehesas para el ganado, y que existen en el territorio en grandes extensiones, encontrándose sólo de m anera muy puntual algún bosquete de Quercus rotundifolia y Pyrus bourgaeana, este tipo de bosque debió de constituir el tapiz vegetal dom inante en la zona hasta el siglo xvi y x v n , época en la cual empieza a tener preponderancia la economía agropecuaria. La asociación estable viene representada por el Pyro-Quercetum rotundifoliae. Mientras que el estrato arbóreo tiene un escaso grado de cobertura, el m atorral sustituyeme sí que dom ina en el territorio y en general podemos decir que está representado por comunidades del orden Lavanduletalia stoechidis.
Este tipo de sinecosistema presenta para el territorio dos faciaciones, una mesófila con Quercus faginea que constituye el ecotono con el sinecosistema del alcornocal, y otra term ófila con M yrtus com m unis que representa el con tac to con el sinecosistem a del encinar con m irto , Myrto-Quercetum rotundifoliae, ya muy empobrecido en nuestro territorio.
Las formaciones de Pyro-Quercetum rotundifoliae subas, quercetosum fagineae presentan como etapa sustituyeme al m adroñal umbroso, Phillyreo- A rbutetum unedi viburnetosum tini que a su vez puede pasar a Genisto- Cistetum ladaniferi cistetosum populifolii.
Las comunidades de encinar term ófilo Pyro-Quercetum rotundifoliae subas, m yrtetosum com munis se transform an en el m adroñal térmico Phyllyreo-Arbotetum unedi subas, pistacietosum lentisci, si bien en las zonas más bajas del territorio se da la sustitución por comunidades de Asparago-Rham netum oleoidis. Estos altos m atorrales de barrancos pasan en zonas de vaguadas donde existe la humedad al Genisto hirsutae-Cistetum ladaniferi subas, ericetosum scopariae y en los mismos lugares pero con xe- ricidad en el suelo a la subas, cistetosum monspeliensis.
Los encinares típicos localizados en altiplanicies o cerros alomados con xericidad alta, pasan por degradación directamente a los retamales de Cyti- so bourgaei-Retametum sphaerocarpae que hacia zonas más xéricas da un retometosum sphaerocarpae; estos retamales son desplazados por los jarales-
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aulagares del Genisto hirsutae-Cistetum ladaniferi; así mismo, estos jarales- aulagares por degradación o por la existencia de suelos lavados y esqueléticos debido a la orografía se sustituye en las zonas de serretas sin suelo, aprovechando las fisuras anchas aparecen comunidades que englobamos en la asociación Lavandulo sampaiana-Genistetum polyanthi, esta formación arbustiva establece contactos con las comunidades de Digitali thapsi- Dianthetum lusitani.
Los pastizales de este sinecosistema son abundantes y variados, teniendo su base en los fenómenos de antropozoogénesis ocurridos a través de la historia.
Hay presentes dos tipos de pastizales en estos encinares degradados, los carentes total o parcialmente de nitrificación y los nitrófilos obtenidos por la presión ganadera en el territorio.
Dentro de los pastizales puros localizados en calveros secos de las dehesas de encinar encontram os como característica de la serie al Trifolio cherleri-Plantaginetum bellardii que hacia suelos más húmedos da una variante con Trifolium bocconei; entre los jarales, sobre suelos esqueléticos y oligótrofos está la com unidad de A ira cupaniana y Tolpis umbellata; sobre suelos arenosos la com unidad de Vulpia myurosy Ornithopus pinnatus; hacia suelos con escasísima y arenosos se presenta el Crassulo tillaeae- Sedetum caespitosi que pasa a la asociación Sedetum caespitosi-arenarii subas. sedetosum rubens que es de fenología más tardía y a la asociación Chamaemelo-Sedetum andegavense de fenología más tem prana.
Los pastizales nitrófilos de este sinecosistema vienen representados por Crassulo tillaeae-Saginetum apetalae, propia de lugares arenoso-limosos compactados por pisoteo; asimismo, en las zonas adehesadas de los encinares se encuentra la asociación Trifolio-Poetum bulbosae que al incrementarse la nitrificación pasa a Trifolio cherleri-Teaniantheretum caput-medusae y hacia suelos más húmedos de esta última da los vallicares vivaces de Gaudi- nio fragilis-Agrostietum castellanae. El Trifolio-Poetum bulbosae hacia lugares más húmedos pasa al vallicar anual de Pulicario paludosae-Agrostietum pourretti.
En las dehesas del Pyro-Quercetum rotundifoliae myrtetosum communis queremos ver las comunidades térmicas, nitrófilas y esciófilas de Torilido nodosae-Parietarietum mauritanicae, mientras que en los bosques de encinas no termófilos, subas, (quercetosum rotundifoliae) encontram os a los pastizales escionitrófilos de Anogram m o leptophyllae-Parietarietum lusiti-
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nicae, Galio aparinella-Anthriscetum caucalis y Conopodio capillifolii- Geranietum purpurei.
Cuando existen dehesas con escasa presión ganadera, sobre suelos arenosos, removidos y con poca nitrificación, se instalan comunidades de Coin- cyo (Rhynchosipani) hispidae-Brassicetum barrelieñ; por último, es factible encontrar en algunas zonas altam ente nitrificadas un Bromo scoparri- H ordeetum leporinii que se puede obtener a partir del Trifolio cherleri- Taeniantheretum caputmedusae.
Sobre roquedos existentes dentro de este sinecosistema, cuando existen fisuras estrechas bajo om broclim a subhúm edo, se instalan com unidades en la asociación Digitali thapsi-Dianthetum lusitani, pero si las fisuras son estrechas y soleadas en lugares con mayor term icidad, se instalan com unidades de M ucizonio hispidae-Cheilanthetum maderensis; en las lajas horizontales con escasos centímetros de suelo se da el Crassulo-Sedeteum caespitosi.
• Serie termomediterránea mariánico-mochiquense y bética seco-subhúmeda silicícola de la encina o carrasca (Quercus rotundifoliae) = M yrto- Querceto rotundifoliae sigmetum.
Serie term om editerránea seco-subhúmeda y silicícola de la encina que se encuentra muy bien representada en el sector M ariánico-M onchiquense, siempre en lugares térmicos propios de barrancos, nunca localizada en altiplanicies, por ello form a una orla alrededor de las series edafófilas de los ríos, explotando suelos esqueléticos que en algunos casos están tan lavados que dan la impresión de pequeñas serretas.
Encontramos para nuestro territorio, la comunidad del encinar con mirto, em pobrecida, pues dicha formación se difum ina al ascender por los afluentes del Guadalquivir hacia el centro de Sierra M orena, por ello como cabeza de serie en las partes más septentrionales de Sierra M orena Oriental, pero sí en las estribaciones de dicha sierra (proximidades del valle del Gua- dalquvir). Sí hemos encontrado bien representada la com unidad del Asparago-Rham netum oleoidis que se puede obtener dinámicamente tanto del Pyro-Quercetum rotundifoliae subasociación myrtetosum com m unis como del M yrto-Quercetum rotundifoliae; los coscojales de Asparago- Rham netum oleoidis se degradan hasta Genisto hirsutae-Cistetum ladani- frei cistetosum monspelliensis, que por lavado del suelo dan lugar a un La- vandulo sampaianae-Genistetum polyanthi como comunidad permanente de roquedos o cresterías.
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Dinámica de la serie (Pyro-Querceto rotundifoliae)
XericidadTermicidad Mesofitia
myrtetosum communis
Asparago-Rhamnetumoleoidis
Phillyreo-Arbutetum pistacietosum lentisci
Pyro-Quercetum quercetosum <- rotundifoliea _> fagineae
Phillyreo-Arbutetum viburnetosum tini
Cytiso bourgael-Retametu aphaerocarpae
ii
Genisto-Cistetus ladaniferis s \
Cistetosum ericetosum cistetosum monspeliensis acopariae populifolii
N l lLavandulo—Genistetum polyanthi
1Sedetus caespitosi-arenarii
Chamaemelo-sedetum
Co. Aira cupaniana Tolpie umbellata
Co. Vulpia myurosOrnitthopus pinnatus
Crassulo-Sedetumi
Trifolio ♦ Plantaginetum
1 N.
CoincyoBrassicetum
Trifolio
Crassulo-SaginetumI
Trifolio-Poetum ^ l
PulicarioAgrostietum
Bromo-Hordeetum
Galio-Anthriscetum
Conopio-Geranietum
Degradaciónl
geranietosum lucidi
iAnogrammo-Parietarietum lusitanicae lAnogrammo-Selaginelletus
«- Esciofila Nitrificación
i
TaeniantheretumS.
GuadinioAgrostietum
Nitrificación
HumedadI
LAS SERIES DE VEGETACIÓN DE SIERRA MORENA ORIENTAL 85
• Serie riparia mesomediterránea sobre suelos arenoso-silíceos del sauce (Sa- lix salvifolia) = Saliceto lambertiano-Salvifoliae sigmetum.
Ocupa esta serie las orillas de los ríos Yeguas y Valmayor, cuyos cauces pueden desecarse durante el estío, la etapa m adura Salicetum lambertiano-Salvifoliae no la encontram os en el territorio , pero si observamos la existencia de una asociación Nerio oleandri-Salicetum pedicellatae y que constituye una facciación term ófila de esta serie. Como etapa de sustitución presenta la com unidad de Phragmitis australis, que constituye un empobrecimiento de la asociación Thpho angustifoliae-Phragmitetum australis y lleva alternante a comunidades helofíticas de Glycerio declinatae- Eleocharidetum palustris.
Estos bosquetes en galería suelen ir alternándose con comunidades acuáticas y pequeños juncalillos pertenecientes a la com unidad de Laurentica gasparrinii y Juncus pygam eus que se localiza siempre en la orilla húm eda de los ríos, así como con las comunidades de Helosciadietum nodiflori que se instala sobre suelos arenosos algo encharcados, tam bién en las orillas de estos ríos donde la hum edad es permanente encontram os a las com unidades de Lobello urentis-Lotetum pedunculatae y la Hyperico-Juncetum acu- tiflori.
• Serie riparia mesomediterránea sobre suelos arenoso-silíceos del fresno (Fraxinus angustifoliae) = Ficario ranunculoidis-Fraxineto angustifoliae sigmetum.
Estos sinecosistemas ocupan las terrazas arenosas y gravosas de los ríos, estando representados por la etapa madura Ficario ranunculoidis-Fraxinetum angustifoliae que presenta como etapa de sustitución a los tamujares de Pyro- Securinegetum tinctoriae y que conectan con la faciación term ófila del sinecosistema del aliso a través de su subasociación term ófila nerietosum oleandri.
En las zonas más húmedas encontram os dentro de esta serie las com unidades de Junción acutiflori que por disminución de la hum edad pasan a herbazales juncales de Trifolio resupinati-Holoschoenetum; también son de esta serie los gramales densos de Trifolio resupinati-Caricetum chaetoph- yllae y las formaciones de M entho-Juncetum inflexi, asimismo encontramos altos herbazales pertenecientes a la subasociación festucetosum amplae del Guadinio-Agrostietum castellanae.
• Serie riparia mesomediterránea sobre suelos arenoso-silíceos del aliso (Al- nus glutinos) = Scrophulario scorodoniae-Alneto glutinosae sigmetum.
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Este sinecosistema edafófilo está constituido por bosquetes en galería de alisos (Alnus glutinosa) que vienen representados por la asociación Scro- phulario scorodoniae-Alnetum glutinosae como cabeza de serie, localizado en los tram os altos de los ríos Navalajeta, Valmayor y Navalmanzano. Reconocemos en esta serie una faciación term ófila con Nerium oleander que actúa de tránsito hacia las alisedas térmicas de la provincia gaditano-onubo- algarbiense, las alisedas de nuestro territorio presentan como etapa de sustitución a los zarzales espinosos pertenecientes a la asociación Lonicero hispanicae-Rubetum ulmifolii.
Nuestras formaciones de alisos presentan en los pequeños regatos o arro- yuelos a las comunidades de Glycerio declinatae-Oenantheturn ero catae y Helosciadietum nodiflori. En los pequeños taludes umbrosos y húmedos todo el año, suelos higroturbosos, se instalan las comunidades de Sibthorpio- Pinguiculetum lusitanicae y en las pequeñas cubetas la asociación Hyperico australe-Cicendietum filiform i; asimismo, en las depresiones y orillas de arroyos encontram os a los juncales higrófilos pertenecientes a la asociación Lobelio-Lotetum pedunculati y el Hyperico-Juncetum acutiflori.
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