Leccion Inaugural

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    LA FILOSOFfA CONTRALA PRETENSIONMONOPOLfsTICA

    DE LA CIENCIA MODERNALECCI6N INAUGURAL EN LA SOLEMNE APERTURA

    DELCURSO 1995-1996

    por la Dra. Ana Maria Andaluz RomanillosCATEDRATICA DE FILOSOFfA

    UNIVERSIDAD PONTIFICIASALAMANCA,1995

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    Las ciencias modernas con sus repercusiones tecnicas parecenacaparar el ambito total del saber posible.Persuadidos de que ellas constituyen e l unico conocimiento fia-

    ble y rentable, serrtimos la tentacion de menospreciar aquellas dis-cipiinas, que no se ajustan a los canones de las prirneras.

    Nos referimos de manera especial ala filosofla. Su supervivenciacomo disciplina acadernica se ve hoy amenazada por la actual re-forma de las ensefianzas medias.En esta leccion inaugural nos proponemos dejar constancia de

    algunas ideas. Primero, que la pretension monopolistica de la cien-cia moderna, con el consiguiente desprecio de otros saberes, no esmas que una desviacion y un reduccionisrno. Segundo, que desdeel punto de vista de su significacion para la vida humana, la ciencia'y la tecnica no pueden dejar de ponerse en conexion con un saberde retlexion, capaz de plantearse fines y orientar a las primeras. Ter-cero, que la perdida de confianza en la filosofta compona una crisismas amplia, que afecta tarnbien a las ciencias y al hombre rnismo.

    Con el rerrnino ciericia nos referirnos aqui ala ciencias formales y a las ciencias cmpirico-anallticas. Pew ello noquiere decir que la filosofta no sea ciencia. AI contrario, este trabajo seapone ala restriccion positivisra del concepto de ciencia. Para una noci6n amplia del concepw deciencia, ver KELLER, A., L eo rla g en er al d el conacimiento, Herder, Barcelona, 1988, pp. 45-52.(Titulo original Allgemeine Erkennmistheorie, Verlag W Kohlhammer GmbH, Stuttgart, 1982.

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    1. EL REDUCCIONISMO CIENTIFISTADe la filosoffa se dice que no tiene ninguna utilidad, ni desde el

    punto de vista practice ni desde e l punto de vista teorico-cognosci-tIVO.La impugnaci6n de la filosofia como quehacer inutil para l a vida

    practica no es algo nuevo.Ya Platen en el Gorgias pone en boca de Calicles la idea de que la

    filosoffa es un asunto pasajero, que pueden perrnirirse cultivar conmesura los j6venes, pero que debe ser abandonado en cuanto unollega a la edad adulta y tiene algo serio que hacer en la vida", Por 1 0tanto, amigo mlo -dice Calicles a S6crates- hazme caso: c esa deargu mentar, c ultiva el b uen c oncierto de los negocios y cultivalo en 1 0que te de reputacion de hombre sensate: de ja a o tro s esas in gen iosi-dades, que, mas bien, es preciso Uamar insulseces a charlatanerfas,por las que babitards en una casa uacla; imita, no a los que discutenesas pequefieces, sino a los que tienen riqueza, estirnacion y otrosmuchos bienes-",Lo que no conocieron los griegos fue la problematica suscitada a

    partir del nacimiento y desarrollo de la ciencia moderna.Es sabido que en la Antigiiedad el terrnino filosofia (de fileo =

    amar y sophia= sabidurfa, conocimiento) no se distingufa del ter-mino ciencia. Sophia y philosophia se diferenciaban en el prefijophilos del segundo; pero en las escuelas griegas e l prefijo philos, an-tepuesto a sophia, no estableda entre ambas cosas una linea diviso-

    2 Cf. PLATON, Gorgias, 485 c-d, Para citar a Plaron seguimos la edici6n de 1. BURNET,P fa to ni s O p er a, 5 tornos, Oxford Classical Texts, 1973-1975. (Primera edicion, 1900-1907). Verrarnbicn esta idea en RODRIGUEZ ALBARRACIN, E_, lntroduccidn a fa filosofia. Perspectioa la -tinoamericana, Universidad de Santo Tomas, Bogota, 1988, P: 181.

    3 Ibid., 487 a. La rraduccion de esta cita siglle la version castellana de PLATON, Didlogos,II, Gredos, Madrid, 1987.

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    ria. Sofia y Filosoffa eran conceptos identicos que abarcaban todoel ambito del saber humano-".El nacimiento y el desarrollo de las ciencias experimentales a

    partir del siglo XVI tiene como una de sus grandes consecuencias laprograsiva perdida de la unidad entre la fiLosofia y las ciencias parti-culates.Con e l progreso cientffico comienza la gran crisis de la confianza

    en la metalisica en la Edad Moderna. El hombre entrevio por pri-mera vez la posibilidad, no ya teo rica sino real y concreta, de un co-nocimiento exacto de las cosas. Un conocimiento que no quede enteorfas abstractas, sino que se atenga siernpre al control de la verifi-cacion en experiencias, un conocimiento efectivo que se traduzcaen un dominio real de los fenomenos del mundo. Un ideal as!siempre habra existido. Pero los intentos de realizacion habian tro-pezado con la falta de metodos adecuados. Es la revolucion en losmetodos experimentales la que en los albores de LaEdad Modernahace real y concreta la posibilidad y la dilatacion sin lfrnites de unconocimiento verdaderamente cientifico.Este hecho pone inmediatamente en contingencia la confianza

    que e l hombre tenia en la meraflsica".Con e l nuevo concepto de ciencia no es solo la utilidad practica

    de la filosoffa 1 0 que es cuestionado; tambien se cuestiona su utili-dad teorico-cognoscitiva, esto es, su pretension como forma real deconocirruento.

    4 FRAILE, G., H isto ria d e fa FitoJojla, I, Grecia y Roma, BAC., Madrid, 1982, p. 3. EnGrecia la division en el ambito de los cor iocimientos se cstablccfa mas bien entre conocimientovulgar y coriocimiento filosofico 0 ciencia. As! la corrtraposicion platonica entre doxa y epistemesignifiea la ccnrraposicion entre conocirniento ligado a los vaivenes de la percepcion sensible yconoeirniento infalible, alcanzable por medio de la dialeccica y no par los sentidos. (Cf PLA-TON, Republica, V, 476 d - 484 a; VI, 509 d - 514 a; Cratilo, 439 c - 440 a; 'Ieereto, 151 e, 5 5 . ) .

    5 GOMEZ CAFFARENA, J ., Metaflsica Fundamental; Revista de Occidente, Madrid,1969, p 56.

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    De Launidad indiferenciada entre ciencia y filosoffa se pasa auna antftesis real entre ambas: el conocimiento progresivo y verda-dero es asignado s610 ala ciencia, rnientras que la filosofia, despo-jada de su ideal tradicional del conocimiento radical y profundo delas cosas, queda como una simple sabidurfa-".Pero de la reprobaci6n generalizada de la filosoffa no es respon-

    sable la ciencia sin mas, sino su absolutizaci6n, de Laque nacen elcientifismo y la mentalidad tecnocrdtica. Solo desde actinides cienti-fistas y tecnocraticas puede ser impugnada LafiLosoffa en nombrede la utili dad.Segun una definicion, tecnocratas son funcionarios de la utili-

    zaci6n de la tecnica y Laciencia, sin ninguna perspectiva 61056-fica>/.El cientifismo es la fe de Laciencia en S I misma, 0 dicho de otra

    manera, el convencimiento de que ya no se puede entender la cien-cia como una forma de conocimiento posible, sino que debemosidentificar el conocimiento con la ciencias". Segun el cientifismo,5610las informaciones que responden a los criterios de los resulta-dos de las ciencias experimentales pueden ser consideradas comoconocimiento en sentido estrictoe".En Laperspectiva del cientifismo las consecuencias del progreso

    tecnico ciendfico son entendidas como superaci6n de la metaffsica.5610 que el cientifismo es un racionalismo miope, superficial y de-

    6 RODRlGUEZALBARRACIN, E., o. c. , 319.7 Ibid., 311.8 HABERMAS, j" Erkenl1tni$ und Interesse. Mit einem. neuen Nacbioort; Suhkamp Tas-

    chenbuch Wissenschaft I, Frankfurt am Main, Dritte Auflage, 1975, P: 13. (Prirnera edicion,1968). Trad. cast., Conocimienro e interes; Taurus, Madrid, 1986, p. 13. (Primera edici6n, 1982).

    9 Ibid., 354. Trad. cast., 287.

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    sequilibrado porque no respeta la amplitud posible de la razon, pri-vilegiando uno de sus empleos frente a todos los demas".Los terminos cientifista y cientifico no son equivalentes. Si

    bien hay cientificos cienrifistas, otros advierten sobre Laautolimira-ci6n de la ciencia y sobre la necesidad de admitir, como condici6nde posibilidad del conocimiento cientffico, realidades ultimas, que,en cuanto tales, no son resultado de experiencia ernplrica" .El cientifismo es una actitud generalizada en la sociedad actual.

    Cabe suponer que es tambien una mentalidad cientifista 1 0 que seesconde detras de la actual reforma educativa",Pero entre los responsables maxim os del cientifisrno esta la filo-

    sofia misma. El positivismo, el neopositivismo, la filosoffa analiticay ciertas versiones del marxismo comparten una misma actitudcientifista.La filosofia contemporinea nos defrauda -escribe H. Skoli-

    rnowski, refiriendose a la filosofia analitica y al marxismo-, por-que acepta sin ralante critico el ethos de la ciencia. En vez de afron-tar una funciori crftica, vis-a-vis con la perspectiva del mundo queofrece la ciencia, hemos llegado a una apologia por parte de la filo-

    10 MURILLO. I.. El desaflo exiclcgico de la ciencia acrual, RwiJta Agustiniana. enprensa.

    11 Ver en este sentido [a referenda a Heisernberg, Plank, Schriidinger, Bohrn, en GARCIAASTRADA, A., Muerte y resurrecio n de la filosofla, D i sc u rs o Y r ea li da d ; VIII I 1 (1993) 4 - 12.De anticiemifista puede tarnbien calificarse e l siguiente texto del que fuera caredrarico de mate-maticas de fa Universidad de Salamanca) Norherto Cuesta: "Las rnatematicas son bastante masque realizar calculos rnecanicos, aplicando a los signos unos rninuciosos reglamentos, que, conmas cxactirud y velocidad que nosotros, realiza una rna-quina. Y considerariarr.os abominables lasrnacernaticas, si 5610 sirvieran para converrir a los hombres en autornatas, que no saben que sigrli-fica ser y vivir, Tales maternaticas de evasion servirfan para que los 'lisros' nos tiranizaran, y nostuvieran de instrurnenros a su servicio, y de sus inaudicas hazarias, Nos dan grima los maternati-cos que trabajan para el Pentagono. (CUESTA DUTARI, N., 40lecciorleJ de andlisis matemdticopOI" Norberta CuestaDutari, Salamanca, 1974, p 3).

    12 Ver en este sentido, PETS CHEN VERDAGUER) J. , Conocimienro y filosofia, El Pais.rnartes 31 de Enero de 1995, p. 12.

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    sofia respecto de la perspectiva cientlfica del mundo. Y, adem as,una apologia del modus ope rand i caractenstico de la ciencia13.Cabe remontar la historia del cientifisrno en filosoHa al positi-

    visrno de A. Comte (1798-1857). Seguiremos en este sentido elanalisis de J . Habermas en una de sus obras principales, Conoci-m ie nto e In te re s.El positivisrno identifica el conocimiento en su conjunro con la

    ciencia. Segun Habermas, el positivisrno lleva a cabo esta identifi-caci6n tras su eliminacion de la teoria del conocimiento.El impacto de la nueva ciencia hace que la filosoffa moderna,

    desde Descartes hasta el umbral del siglo XIX, situe en primerplano la cuesti6n de la validez 0fiabilidad del conocimiento. En losgrandes sistemas del racionalismo, el empirismo y la filosofia tras-cendental kantiana, la fisica moderna constituia en buena medidael modelo de todo conocimiento valido,Pero en estos sistemas aun no tiene lugar Laidentificaci6n entre

    la ciencia modern a y el conocimiento en cuanto tal. La filosofia to-davla no es reducida a mera explicaci6n del metodo cientffico. Lafilosofia se especifica, frente a la ciencia, como reflexi6n sobre lascondiciones de la validez del conocimiento posible, es decir, como

    13 SKOLIMOWSKI, H., , ,

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    teoria del conocimiento. La filosoffa no era aun teorfa de la ciencia,sino teoria del conocirniento".Cierto que Kant se deja impresionar por el progreso del conoci-

    miento en las ciencias de la naturaleza y que basa en estas el con-cepto normativo de ciencia. Pero ello es 5610 e l punto de partidapara una investigacion de las condiciones trascendentales del cono-cimiento 15.Adernas, en el caso de Kant, la critica del conocimiento se con-

    cebia aun en referencia can un sistema de facultades cognoscitivas,que incluian la razon practica y el juicio reflexivo ... , es decir, se tra-taba de una razon teorica que podia verificar teoricamente no solosus lfmites, sino su propia idea". La racionalidad ... no se habia con-vertido aun en un conjunto de principios metodologicos ".En cambia, el progreso del conocimiento en las ciencias de la

    naturaleza lleva a Comte y a los positivistas, en general, ala identi-ficaci6n del conocimiento en su conjunto con la ciencia".Eliminada la teorfa del conocimiento, la ciencia deja de ser pen-

    sada desde e l marco de una reflexion previa sobre las condicionesdel conocimiento posible, para pasar a ser definida desde el modelade ella misma. Pues para el positivismo el conocimiento solo es

    14 HABERMAS, J ., o. r ., II, Tad, casr. , o. c , 11.15 Ibid, 88 Y 116. Trad. cast, 75 y 97.16 Asf, ala verificacion de los limires del conocirniento reorico en la Critica de fa razon p ' " 1 " ( 1

    sigue !a Crit ica de fa razon prdctica y podria decirse que tarnbien la Critica de! [uicio. En [a Crtticnde fa razan prdctica Kant Uevaa cabo la fundamenraci6n rrascendcntal de la moralidad y Iunda-menta rarnb icn los objetos de la rnetafisica (Dios, la l ibcrtad y la inmorralidad) desde la perspec-[iva de una nueva rnerafisica del sentido, En la Crttica del [uicio eI reconocirniento de los lirnitesdel sistema caregorial del cntendirnicnro para cl conocimienro de-la naturalcza en sus leyes parri-culares y para el ambito de los seres organizados, Ileva a Kanr al [uicio reflexionante, desde donde1 0 que principalmenre se inrenra fundamentar es algUn tipo d e ullidad entre 10 teor ico y 10 prdctiro-moral. Esro ultimo es impensable desde [a oprica de tin cientifis rno.

    17 lbid., HABERMAS, j., o. c., 12. Trad. casr., o. c., 12.18 cr ibid., 88 y 116. Trad. cast., 75 y 97.

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    posible en el sistema de las ciencias experimenrales ". La filosofias610 tiene derecho a la existencia como investigacion metodolo-gica sobre las reglas de constitucion y de comprobaci6n de las teo-rias cientlficas",Con ello, el positivismo sustituye la teo ria del conocimiento,

    esto es, la reflexi6n filos6fica sobre e l conocimiento posible por unateoria de la ciencia". En este sentido afirma Habermas que el posi-tivismo es eso: el renegar de la reflexioOl)22.La teorla kantiana del conocimiento referia el sentido del conoci-

    miento al sujeto cognoscente, es decir, al marco de las condicionesl6gico-trascendentales del conocirniento posible. Para el positi-vismo, en cambio, el hecho de la existencia de la ciencia, es sufi-ciente para contestar a la pregunra sobre e 1 sentido del conoci-miento. El posi tivisrn o se fundamenta sobre el principiocientifista, puesto que para el, el sentido del conocimiento es defi-nido por 1 0 que las ciencias etectuanx".Adernas, abandonada la teoria del conocimiento, e 1 primer posi-

    tivismo se ve obligado a instalar en la ciencia un sentido tom ado deuna filosofia cientifista de la historia.Segun la ley de los tres estadios de Cornte, la historia de [a espe-

    cie human a es la historia del establecimiento del esplritu positive.Para Comte e 1 progreso politico, el intelectual y hasta el progresomoral son inseparables del progreso material". De aquf en ade-lame el progreso tecnico-cientffico cobraria un significado sobresa-

    19 Ibid., 92. Trad. cast, 78.20 Ibid., 8B.Trad. cast., 75.21 Cf. ibid, B8.Tad. cast., 75.22 tu, 9. Tad. cast., 9.23 Ibid., 89. Trad. cast., 76..24 Cf. COMTE, A, Soziologie, lena, 1923, vol. I , pp. 3G 8 ss, (Cit. por HABERMAS, ]. , o.

    c., 93. Trad. casc., O. c., 79).

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    liente ". E1 sujeto del conocirnicnto es sustituido, asi, por el pro-greso tecnico-cientifico como sujeto de una teoria cientifista de lahistoria:" .En efecto, 1a utilidad como ap1icabilidad tecnica es para Comte

    uno de los criterios de cientificidad de nuestros enunciados: losconocimientos cientfficos han de poder ser utilizados tecnica-mente: esta convencido de que 'todas nuestras sanas especulacionesestrin referidas al mejoramiento continuo de nuestras condicionesde vida individual y colectiva en oposici6n a la satisfacci6n vana deuna esreril curiosidad". De esta manera plantea la armenia entre laciencia y la tecnica, La ciencia posibilita el dominic tecnico, tantosobre los procesos de la naturaleza como de la sociedadv",

    Ademas -~-y esto es muy importante- el positivismo absolutizael conocimiento cientlfico en nombre de un objetivismo absolute:1 0 Hctico constituye el criterio de demarcaci6n entre la ciencia y lametaffsica. Solo los hechos son susceptibles de analisis cientifico.Pew ya Kant habia establecido mediante su revoluci6n coperni-

    cana que la objetividad no es independiente del sujeto cognoscente,sino que rernite a este como su fundamemo.Siguiendo la pauta de la revoluci6n copernicana, una parte im-

    portante de la reflexi6n filos6fica mas recienre y relevente se oponeal objetivisrno, resorte principal del cientifismo.La crftica al objetivisrno rechaza la idea de que el conocimiento,

    incluido e l de las ciencias ejemplares como la Hsica, refleje 0 desribameramente 1 0 real. El conocimiento es fruto de la interacci6n del

    25 HABERMAS, J ., o. c. , 92. Trad. cast., o. c. , 79 .26 Ibid., 94. Trad. cast., 80.27 COMTE, A, Discours sur l'espritpositif, Ed. Fersche(, Harnburgo, 1956, pp. 85 5S. (Cir.

    por HABERMAS, ]., o. c., 99. Trad. cast., o. c., 83) .28 HABERt\1AS, J ., o. c. , 99. Trad. cast., o. z., 83.

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    sujeto con la realidad. La objetividad y la validez de los enunciadosno es independiente del sujeto cognoscente, sino que remiten a estecomo sistema referencial.Dentro del contexto de la critica actual al objetivismo cientifista,

    Habermas reprocha al positivismo e l perder de vista e l papd del su-jeto en la constitucion de los objetos conocidos, Con ello oculta laproblematica de la constitucion del mundov" y se instala en la in-genua posicion de que el conocirniento describe, sin mas, la reali-dad 30 , E1 objetivisrno, pretendiendo que las ciencias reflejan unen-sf de hechos legalmente estructurados, oculta de este modo laconstitucion previa de los hechos?'. Piensa ingenuamente que laredup1icaci6n de los hechos no debe ser turbada por aditarnemossubjetivos-". Lo que la crftica al objetivisrno pone justamente enentredicho es la autonornia de los hechos.Desde el punto de vista del terna que nos ocupa, la crftica y co-

    rrecci6n al objetivismo representa una posib1e via para sustituir fapretension monopolistica del saber tecnico-cientifico por el reconoci-miento del derecho a fa legitimidad de saberes distintos del tecnico-cientitico.Tal es 10 que sucede en la correccion habermasiana al objeti-

    vismo mediante su teo ria de los intereses rectores del ccnoci-rniento".

    29 Ibid, 90. Trad. cast., 77.30 Ibid, 90. Tead. cast., 77.31 Ibid. 91. Trad. cast., 78.32 Ibid., 111. Trad. cast., 93.33 Sabre la afirmacion de Ape! de la inspiracion de esta teoria en la docrtrina scheleria na de

    los tees impulses del saber, ver CORTINA. A " Crttica y utopia: La escuela d e Francflrt , Cincei,Madrid, 1986, p 115

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    Segun Habermas, la objetividad y la validez de los enunciadossolo pueden ser evaluadas desde el contexto vital, marco trascen-dental 0 interes correspondiente".En e l caso de las eiencias empirico-anallticas dicho marco cons-

    titutivo es el de la accion instrumental, con vistas a la rnanipulaciontecnica de la naturaleza. El sentido de la validez de los enunciadosse mide en este caso en la capacidad de disposicion tecnica".Pero el criteria pragmatista de 1 0 tecnicam ente utilizable no

    puede extenderse a aquellos saberes, que, como las ciencias del espf-rim y las ciencias crlticas, entre las que esta la filosofla, se constitu-yen segun intereses reetores distintos del interes tecnico. Lo contra-rio representa un reduccionismo cientifista.As! pues, si admitirnos que el sujeto cognoscente puede enfren-

    tarse a 1 0 real desde perspectivas vitales diferentes y si admitimosque marcos vitales diferentes preforman esferas de objetividad y devalidez diferentes, entonces estamos sustituyendo la pretension mo-nopollstica de la ciencia y la tecnica por el reconocimiento de aque-110ssaberes, que tienen su Fuente de legitimacion en marcos refe-renciales diferentes al del dominio tecnico. Desde esta perspectiva,

    34 EI proccsa de invcstigacion de las ciencias de la naturaleza esta organizado en d marcorrascendencal de la accion instrumental, de tal rnanera que Ia naturaleza se convierte necesaria-mente en objcro del conocirnienro desde el punto de vista de la posible disposici6n tecnica. EIprocesa de investigaci6n de las ciencias del cspiricu se mueve en el nivel rrascendenral de la acci6ncomunicativa, de tal rnanera que la explicaci6n de los contextos de senrido queda ncccsariarnenrebaja cl punto de vista del posible rnantenimiento de la inrersubjetividad de la comprension mu-tua.

    A estos dos puntos de vista trascendenrales los hernos enrendido como la expresi6n cognitivade los intereses rectores del conocirnienro, ya que reflejan las esrrucruras del trabajo y de la inte-raccion, es dccir, los contextos de la vida, (HABERl\1AS,]., o. c., 348. Trad. cast., 282) ...el sen-tido del conocirniento, y por consecuencia tambien e I criteria de su auronornia, no puede de nin-guna rnanera ser elucidado sin remontarse a Sll conexi6n can eI inrcrcs (Ibid., 351. Trad. casr.,285),

    35 Ibid., 156. Trad cast, 129

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    el saber tecnicamente utilizable no se identifica sin mas con el ambitototal del saber posible.

    2. LA CRISIS DE SENTIDO DE LA CIENCIA MODERNALa fundamentaci6n del derecho a la existencia de orros saberes

    distintos del cientlfico-tecnico no es suficiente.La ciencia con sus repercusiones tecnicas es susceptible un doble

    uso. El progreso cientffico-tecnico puede ser liberador pero tam-bien puede ser exterminador. Al contrario de 1 0 que pensabaComte", la historia mas reciente ha demostrado que un mayor pro-greso material no conduce autornaticamente a una incrementaci6nde Lafelicidad y la dignidad humanas".Pues bien, todo esto, que involucra Lacuestion de Laneutralidad

    o no neutralidad axio16gica de la ciencia", parece plantear Laexigen-36 VIti. hifi'a, 1237 Se ignora que el desarrollo rnuruo de ciencias y recnicas anima una rnaquina cad a vez

    mas formidable y cada vez menos controlable, Se ignora que la ciencia y la recnica aportan vida yrnuerte, liberrad y sojuzgamienro. Sc ignora que d desarrollo de su capacidad de aniquilacion ha-bra de desbordar cualquier OtIO desarrollo. Se ignora que la revision del rnundo por la tecnicaperrnire el descncadenarnienro de la sinrazon hiscorica ,

    EI siglo XX ve que la civilizacion humanista, racional y cientlfica se precipita en las rnaranzasinsensatas de dos guerras mundiales. Ve que la racionalidad tecnica y la racionalizacion politica seasocian con el mite politico para producir Auschwitz y Kolyma. Ve que en nornbre del progresode la hisroria se operan las peores tegresiones. Ve el culto a un jefe omniscience c infalible que ofi-cia en nornbre de Ia ciencia materialisra. Ve que la racionalidad instrumental se ha emancipado delas finalidades racionales y se ha puesto al scrvicio, no del humanisrno, sino de la vieja barbaric depodcrfo, dorniuacion y violencia. Las nuevas formas de barbaric, que son el tccnic ismo de cerroalcance, la burocratizacion anonirna, el cienrificismo ciego, se ponen al servicio de las antiguasbarbaries para crear una barbaric civilizada, cuyo poder ticnde al infinite ...

    Todo esto deberfa acarrear una reconsideracion profunda: volver a pensar la razon europea"(MORIN, E., P en sa r E uro pa. L a m eta mo rfm is d e E urop a, Gedisa, Barcelona, 1988, pp. 87-88. Ti-tulo original: P en se r L 'E ur op e, Callimard, Paris, 1987).

    38 Es sabido que el problema de la neutralidad axiologica de la ciencia y el de su posible rer-giversacion a] servicio de inrereses econornicos y politicos constiruye uno de los ternas fundamen-tales de Escuela de Frankfurt. En este sentido, destaca principairnenre la tcsis de H. Marcuse so -

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    cia de una conexion del saber cientijico-tecnico con un saber de refle-xion, capaz de plantearse fines y orienrar al primero, dorandolo desentido".De 1 0 conrrario, las ciencias perrnaneceran desorienradas, pues

    de las teorias cientfficas se sigue un saber tecnicamente utilizable,pero no un saber norrnativo, orientador de la accion-". La mismainvestigacion cientffica es accion humanat'y, en cuanro tal, debe serorientada.

    L a ciencia -dice Nietzsche- investiga d curso de la natura-leza, pero nunea puede dar ordencs al hombre:". En este sentidoafirrna que la cieneia es nihilists".

    bre el caracter politico de la tccnica. Vcr Marcusc, H. One dimensional tnun, Boston. 1964 (rradcast.: E1 hombre unidimensional; Planera, Barcelona. 1985). Esra obra es inseparable de esros arrastrabajos de Marcuse: Eros a ll d c i v il iz a ti on, Boston, 1955 (trad. cast.: Eros) ' C iu i li z a ciou , Scix Barral, Barcelona, 1968); dos confercncias de 1956: Tricblehrc und Freiheit y "Die Idee desForrschritrs im Licht der Pychoanalyse, public. en Psychoanalyse l

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    Perc, ino esti ahi precisamcnte ellugar de la filosoffa y de los de-mas saberes de reflexi6n? Ellos son necesarios para llenar el huecoque las ciencias positivas, por limitaciones intrinsecas, no puedencolmar. Estas han de ser orientadas desde los primeros.En Habermas esra labor de orientaci6n correspondeda a las

    ciencias criricas, entre las cuales se cuenta a la filosofla, y que obe-decen a 1 interes emancipatorio propio de la razorr".En su ultima obra, La c ris is d e la s c ie nc ia s e uro pe as y h. Fenomeno-

    fogia trascendental>, E. Husserl se expresa con vehemencia acerca dela desorientaci6n de la ciencia moderna. Tal desorientaci6n es conse-cuencia de la perd ida de h. unidad entre la filosoffa y las cienciasparticulates".

    44 Cf. Sabre esre inreres de La razcn, para el cual Habermas parece inspirarse sobre redo enFichrc, y que nata (!11 conexion can el psicoanaiisis de Freud, ver La tercera parte de Erkenntnisund Interesse, o. c. Sobre La funcion de la filosoffa en Haberrnas, ver MENENDEZ URENA, E.,o. c., 102103.

    45 HUSSERl, E., Die Krisis der europaischen. Wissell5chaftm U11ddie transzendentale Pluino-menologie. Eine E illleitu ng in die Pbanomenologiscbe Philosophic, ed, posrurna al cuidado de WBiernel, Husserliana, vol. VI, Martinus Nijhoff, La Haya, 1954. Las partes I y II de esta obra ha-bran sido ya publicadas en Pbilosopbia, L 1936. A su vet; son e I resulrado de [a reelaboraci6n deunas conferencias que Husserl pronunci6 en Praga en 1935. La edicicn Husserliana afiade unatercera parte inedira, Biemd afiadi6 adernas unos tcxtos complementarios: rrcs tratados- (Ab-halzdlungm) y unos anexos (B~ilagen). (Trad. casr.: La c ri si s de las ciencias europes y la Fenomeno-lagia trascendental: Una introduccion a fa f ilasofia ftnommo16gica, Editorial Crfr ica, Barcelona,1990. Esta edicion induye La traduccion de los tratados; no conrienc la rraduccion de los ane-xos, Cf. pp. VIII-IX). Citarernos esra obra sefia lando, respecrivarnente , la parte, el paragrafo y lapagina correspondiente al vol. VI de Husserliana. Para la traduccio n castel lana anotarernos 5610 lapagina.

    46 Sobre Los rnotivos que hay detras de esra obra, escrita a partir de 1935, se baraja la reac-ci6n de Husser! a la experiencia del nazis mo. Otros surrayan la influencia de la lectura de Hei-degger. J . San Martln considera que la Crisis debe verse mas bien a la [uz de un proyecto filosoficom as arnplio . Ver SAN MART IN , J ., La Fenomenologia de RUSsel l como utopia de fa razon, Anth -. ropos, Barcelona, 1987, pp. 10755 . Sabre la ternatica de esta obra ver tarnbien, GOMEZ RO-MERO, I., Husser! y fa crisis de la razon; Cincel, Madrid, 1986; G. GOMEZ-HERAS, J . Ma., Elapriori de l mundo de fa uida. Fundamcntacion finomeno16gica de un a [t ica de la ciencia y de fa tic-nica, Anthropos, Barcelona, 1989; GARCIA MARQUES, A., Europa y la teleologla de la razonen Edmund Husserl, en MURlLLO, I. (ed.], La filosofia ante la encrucijada de la n u ev a Eu ro pa,D id logo F i lo sof ic o ! Nossa y J . Edirores, Madrid, 1995, pp., 125-137.

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    Husserl (1859-1938), anterior en el tiempo a Habermas (nac,en 1929), va, en mi opinion, mas lejos que este, al diagnosticar enla perdida de dicha unidad una crisis, que alecta, no s610 ala filoso-Ha, sino tambien a las ciencias positivas mismas e incluso a la hu-manidad eurcpea; en suma, una cr is is de fa razon.Husserl quiere mostrar que las ciencias estan en crisis".Pero ~Cabe hablar seriarnente de una crisis de nuestras ciencias

    sin mas? ~No sed. mas bien una exageracion este discurso, tan co-mun en nuestros dias? Que una ciencia este en crisis quiere decir,en efecto, nada rnenos que esto: que su cientificidad genuina, queel modo como se auropropone objetivos y tareas y elabora, en con-secuencia, una metodologia se han vuelto problernaticos. Esto po-dria, ciertarnente, resultar aplicable a 1 a filosofia ... Perc, (como po-driamos hablar sin mas y seriamente de una crisis de las ciencias y,por tanto, tambien de las ciencias positivas, incluyendo la materna-tica pura, las ciencias exactas de 1 a naturaleza, que nunca podremosdejar de adrnirar como ejemplos modelicos de una cientificidad ri-gurosa y fecunda en grado sum o?:".Desde el punta de vista de su rendimiento rnetodico, la cientifi-

    cidad de las ciencias es inatacable. Pero desde e I punta de vista desu significacion para la existencia humana, su cientificidad puedeser sometida a crltica".~No se asemejan acaso la ciencia y su rnetodo -escribe Husserl

    mas adelante- a una rnaquina que efectua un trabajo a todas lucesrnuy provechoso y que par ella y en ella resulta fiable, una rnaquina

    47 La crisis incluye tarnbicn a las ciencias del cspfriru, (Cf. HUSSERL, E., a. c., ], &1 . 2.Trad. cast., o. r., 4). La causa de su crisis radica, segun Husser], en tratar de irnitar a las cicncias Jcla naturaleza, dicho de otro modo, en habersc dejado invadir tarnbien elias par el objcr ivisrno.(Ver en csre semido la referencia a las ciencias del espiricu en Lasegunda rnirad del rexto de Lanora54 de este trabajo. Ver tarnbien nota 62 y P: 27).

    48 Ibid., I,&1,1rad. cast ., 0 c. , 349 Cf. iUd, I,&2, 3. Trad. casr., 5

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    que cualquiera puede aprender a manejar correctamente sin enten-der en 10 mas minimo 1a posibilidad y necesidad internas de susrendimientos espedficos ? 5DLa crisis de las ciencias no es una crisis de cientificidad, sino de

    sentido,Desde la segunda rnitad del siglo XIX la vision del mundo del

    hombre moderno esta exclusivamente determinada por las cienciaspositivas y sus impresionantes resultados. Paralelamente, y comoconsecuencia, se produce una indiferencia respecto de las cuestio-nes decisivas para una humanidad autentica?'.Meras ciencias de hechos hacen meros hombres de hechos'",

    afirma Husserl en una frase que resume el sentido de toda suobra>.Una ciencia de hechos hace abstraccion de todo 1 0 subjetivo, seabstiene de coda valoracion e identifica 1 0 verdadero con 1 0 objeti-vamente constatable.De este modo excluye por principio las cuestiones relativas al

    scntido 0 sinsenrido de la existencia hwnana, esas cuestiones queafectan al hombre en tanto que ser capaz de configurarse a sfmismo y a su entorno de una manera libre y racional".

    50 Ibid., II, &9,52. Trad. casr., 54.51 tu, J, &2,3-4. Trad. cast., 6.52 Ibid., J, &1, 4 Trad, casr., 6.53 SAN MARTIN, J ., o. c., 125.54 EI viraje en la esrirna y valoraci6n publicas resulto inevitable sobre todo despues de la

    guerra, y en la generacion mas joven dio de sf, como es bien sabido, un semimiento c1aramentehosril. En nuesrra indigencia vital --olmos decir- nada tiene esra ciencia que dedrnos. Lascuestio nes que excluye por principio son precisarncnte las mas candentes para unos seres sorneri-dos, en esta epoca desvenrurada, a mutaciones decisivas: las cuestiones relativas al sentido 0 sin-sentido de csta entera exisrencia humana. En su universalidad y necesidad para todos los hom-bres, ino requieren acaso rdlexiones generales y respuestas racionalmente fundarnentadas? Soncuesriories que afecran, en definiriva, al hombre en cuanto ser que en su coriducra respecto delenrorno hurnano y extrahumano decide librernentc, en cuanto ser que es Iibre en sus posibilida-des de configurarse a s[ mismo en forma racional y de conformar no menos racionalrnente su en-

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    Husserl no se opone a la ciencia. Lo que denuncia es la restric-cion positivista del concepto de ciencia.La restriccion 0 concepto positivista de ciencia abandona las

    cuestiones metaffsicas 0 problemas de la razon:", pues estes so-brepasan y desbordan el mundo en cuanto universo de los meroshechos ... El positivismo decapita, por asi decirlo, la filosoffa56.Pero 1 0 que Husserl pretende no es que las ciencias positivas se

    ocupen de los problemas de la razon. Lo que Husserl intenta decires que las ciencias solo pueden ser significativas para la existenciahumana, si son orientadas desde los problemas de la razon,rorno. (Que tiene la cieucia que decirnos sabre razon y sinrazon, que sabre nosotros, los sercs hu-rnanos en cuanto sujetos de esta liberrad? La mer a ciencia de los cuerpos rnatcriales nada ticne,evidenternente que decirnos, puesto que ha hecho absrraccion de rodo 10 subjerivo, Por otraparre, en 1 0 que haec a las ciencias del esplritu, que en todas sus discipl inas cspeciales y generalesconsidcran al hombre en SL l exisrencia espiritual y ; par consiguienre, en el horizonre de su hisrori-cidad, su cientificidad rigurosa exige -se dice- que d invesrigador excluya cuidadosamentetoda posible torna valorativa de posicion, rodo preguntar par la razon 0sin razon de la hurnani-dad y de sus configuraciones culturaies que constiruyen el rerna de su invest igacion. La verdadciencifica, objeriva, es exclusivarnente consratacion de aquello que el mundo, tanto fisico, comoespiritual, ejectivamente C5. Pero, ipuede el mundo, y la existencia h urna na en el, tener en verdadun senrido si las ciencias no adrniren como verdadero sino 1 0 constarable de este modo obje tivo?(HUSSERL, E, o. c., I, 2, 4. Trad. casr., 6).

    55 Por "problemas de la razon entiendc Husser] todas las cuestiones incluidas en el con-cepto de rnetafisica, tanto en su concepcion mas estricra como en la mas arnplia, y , entre elias, [0-das esas cuesriones tan oscurarnente llamadas 'ultimas y suprernas'. Vistas de mas cerca encucn-rran todas ellas, incluyendo las que han sido, en rer rninos absolutes, excluidas, su unidadinextricable precisarnenre en esto: en que con tienen, bien expresa, bien impltcirarnenre, en susencido rnisrno, los problemas d e f a r az on , de la razon en todas y cada una de sus configuracionesparc iculares. La razon es el terna expliciro de las disciplinas del conocirniento (esto es, del corioci-mienro verdadero y genuino, racional), de la valoracion verdadcra y genuina ( los val ores genuinoscomo valores de razon), de la accion etica (la accion verdaderarnenre buena, la accion fundada enla razon practica): la razon procura aquf un tirulo a las ideas e idealcs 'absolurarnenre', 'ctcr na-mente', 'supra tcrnporalrnenre', 'incondicionalmente' validos, Si el hombre se convierte en unproblema 'rnetaflsico', en un problema especfficarnente filosofico, es puesto en cuesrion encuanto ser racional, y si se trara de su hisroria, 1 0 que esta en juego es el 'senrido', [a razon en lahisroria. EI problema de Dios enrraria manifiesrarnente el problema de la razon 'absolura' comoFuente teleologies de toda razon en el mundo, del 'sentido' del mundo. EI problema de la inrnor-talidad del alma es rarnbien naturalmente, un problema de la razon, como no 1 0 es rncnos el pro-blema de la liberrad (Ibid.. J, &3, 6-7. Trad. casr., p. 9).

    56 tu, I, &3, 7. Trad. casr., 9-21-

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    En este sentido, Husserl evoca la renovaci6n en el Renacimientoy en los primeros siglos de la Edad Moderna del papel rector de fafilosoffa para fa existencia humana y del ideal universalista de la fi-losofia, propios del pensameiento antiguo.Volviendose contra el modo medieval de existencia, el hombre

    del Renacimiento quiso dotarse libremente de uno nuevo. Irni-tando el modelo antigua, configura su existencia de acuerdo conreglas fundadas en la pura razon, tomadas de la f il oso fl a " .Con servo tarnbien la idea de la filosofia como una ciencia am-

    niabarcadora, la ciencia de la totalidad de 1 0 que es:". En ella se ar-ticulaban unitariamente los problemas de la razon y los problemasde hechos. La metaflsica, ciencia de los problemas de la razon, con-feria sentido a las demas ciencias. Los problemas de hechos recibiansu senti do desde los problemas de la razon'".Pero todo este ideal Iracaso, Los cienrfficos se convertlan en es-

    pecialistas cada vex mas ajenos ala filosoHaGO, entre los filosofos,vino a afirmar su presencia un sentimiento de fracas0, cada vexmas fuerte y exrendido'".

    57 tu, I,&3, 5. Trad. casr., 7.58 Ibid., I, & 3, 6. Trad. cast., 8.-59 "Las ciencias en plural, rodas las que aun habian de fundarse y codas las ya establecidas,

    no eran sino rarnas no independienres de la filosofia una. En una acentuacion audaz y aun exage-rada del senrido de la universaiidad, que comienza ya en Descartes, esra filosofia vino a pretendernada menos que abarcar, de forma rigurosamente cienrffica y en la uuidad d~ un sistema teorico,absolurarnenre rcdas las cuesriones significativas mediante un metoda apodicticamente evidenceyen un progreso infinite, pero racionalmenre ordenado, de la invcstigacion. Un edificio unico deverdades definitivas y teoricarnenre rrabadas, creciendo haci a cI infiniro de generaci6n en genera-cion, tenia, pues, que dar respuesta a rodos los problemas imaginables: problemas de hecho y pro-blemas de razon, problemas de [a temporalidad y problemas de la erernidad (Ibid" I, &3, 6.Trad. cast., 8).

    60 lbid., I, &4, 9. Trad. cast . II.61 Ibid, I, &4, 9. Trad. cast., 11.

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    Con el derrumbamiento de la creencia en una filosoffa universalsobreviene una crisis que afecta a 1afilosoHa, a las ciencias positivasy a 1ahumanidad europea.Ya hemos visto que las ciencias positivas estan en CrISIS, porque

    han perdido su vinculo con la filosoHa, a 1a que originariamenrenacieron unidas.La filosofia esta en crisis, porque, fascinada por el progreso cien-

    tffico, ha sucwnbido ella misma a1objetivisrno'" y no ha sido capazde perseverar en su papd originario de gufa de toda praxis, incluida1acientlfica.Finalrnente 1ahumanidad europea esta en crisis, porque 1a per-

    dida de 1aconfianza en la filosofia como guia del hombre significael hundimiento de la fe en la 'razon' como criterio normative". Y1 0 que, segun Husserl, caracteriza a la espiritualidad europea, que

    62 En esra obra, que se inscribe denrro del contexro de la cririca al objerivisrno cienrifisra,Husser! acr ibuye al objerivismo el odgen de la crisis. Harernos una referencia en esc sentido masadelanre . Ver carnbien las referencias hechas mas arras sobre el objerivismo como causa de la crisisde las ciencias del espiriru (Vid. mpra, nota 47 y nora 54).

    63 EI cscepticisrno frenre a la posibilidad de una merafisica, d desmoronarniento de la ere-encia en una filosofia universal como conductora del hombre nuevo sigoifica precisa y coherente-mente el hundimieuto de la fe en la razon, enrendida en sencido similar al de la oposici6n he-cha por los antiguos entre episteme y doxa. Esta raz6n es la que en definitiva da senrido a cuanropretende ser, a codas las casas, valores, fines, en la medida, concrerarnenre, en que les confiere surelaci6n norrnativa con aquello que desde los cornienzos de la filosofia designa la palabra 'verdad'~verdad en sf~ y, correlarivameute, la palabra 'enre' --6VTws 6v~. Con ello cae rarnbien la feen una raz6n absoluta en la que el mundo pueda encontrar su senrido, la fe en el senrido de 1 3hiscoria, en el senrido de la humanidad, en su liberrad, 0 10que es igual, en [a capacidad y posibi-lidad del hombre de conferir a su existencia hurnana, individual y genera l, un senrido racjona].

    La perdida, por parce del hombre, de esta fe significa nada mas y nada menos que la perdidade la fe 'en si rnisrno', en el ser verdadero que le es propio, un ser que no posee ya desde siernprc,que no posce ya desde la rnera evidencia del 'yo soy', sino que s610 tiene y s610 puede tener comopropio luchando siernpre par su verdad, luchando por hacerse a si mismo verdadero, y en elmarco de esta lucha (Ibid., J, &5, 10-11. Trad. casr., 13).

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    nace con la filosoffa, es precisamente el no querer otra cosa queguiarse libremente por la razon".Husserl habla, en efecto, de una teleologta inherente a la huma-

    nidad europea desde el nacimiento de la filosofia griega, que [e llevaa querer ser una humanidad conforme ala razon Iilosofica y no po-der ser sino talGS_Esa razon filosofica tienede peculiar la dimension de la infini-

    tud Lo que caracteriza la Figura espiritual de Europa -afirmaHusserl- es la libre conforrnacion de su existencia, de su vida his-torica a partir de las ideas de la razon, en orden a tareas infinirass'".Infinirud hace referencia a valores, verdades, bienes, que tienen elcaracter de genuinos, incondicionados, absolutes".En esta humanidad, idealmente orientada, la filosofia -sigue

    diciendo Husserl- conserva su funcion rector a y sus especiales ta-reas infiniras-".La idea de la filosofla como reetora de la humanidad no es sino

    la idea de una existencia, que tiene como iinica brujula la razon,con la dimension de la infinitud a que hemos hecho refereneia.Esta unidad de razon filosofica y vida es 1 0 que, segun Husserl,

    caracteriza ala actitud teoretica, que marea el origen de la filosoffagriega69 _

    64 Sabre c] tcrna de la identidad europca, puede verse, MORIN, E., a . c .; rarnbien, MURI-LLO, I. (ed.). La filosofla ante la eucrucijada d e la nueua Europa, o.c.

    65 HUSSERL, E., o. c., I, &6, 13. Trad. cast., o. c. , 15) .66 Ibid., Abhandlu ngen, 319. Trad, casr., Tratados, 328.67 Cf., Ibid, 325. Trad. cast., 334. Ver r ambien el rexto de las noras 55 y 63 de este trabajo.68 Ibid, 3 3 6 . T ra d, cast., 3 4669 "En csencia, la rcspuesta de Husser! al derrumbarniento europeo, al rechazo de la ciencia,

    y, en general, de la razon, fuc rnostrar [a necesaria e intrinseca unidad entre razori y vida. (GAR-CIA 1v1ARQUES,A ., Europa y la teleologfa de la razon en Edmund Husserl, en MURlLLO, I,(ed.), La encrucijada de la nucu Europa, o. c. , p., 128).

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    La filosofla griega nace como teo ria. Pero ello no significa undesgajamienro respecto de la practica. Lo que sucede es que sesiente volcada a servir de un modo nuevo a la humanidad?",La filosoBa, nacida como teoria, se interrelaciona con la praxis,

    como crftica universal: Lo mas esencial de la actitud teoretica delhombre filos6fico es la peculiar universalidad de la actitud crftica,una actitud que parte de la negativa a asumir, sin problematizarlas,opiniones y tradiciones previamente dadas, y , ala vez, plantea, aproposito del universo entero tradicionalmenre dado, la cuestionde 10 verdadero en S 1 , de una idealidad. Pero 10 que con esto esra enjuego no es solo una nueva actitud cognoscitiva. En virtud de laexigencia de someter la rotalidad de la ernpiria a normas ideales,concretamente a las de la verdad objetiva, tiene lugar muy prontouna amplisima rnutacion del eonjunro de la praxis de la existenciahumana, 010 que es igual, de toda la vida cultural; esta deja de reci-bir sus normas de la empiria cotidiana ingenua y de la tradici6npara pasar a haeerlo de la verdad objetiva. La verdad ideal se con-vierte as! en un valor absolute, que trae consigo una transforma-cion universal de la praxis". As! pues el interes teorico haee refe-rencia a la unidad de razon y praxis".El origen de la crisis estriba, segun Husserl, en la sustitucion de

    la razon como criterio de toda validez por un racionalismo extra-uiado. El racionalismo extraviado no es otto que un ingenuo objeti-uismo".

    70 HUSSERL. E., o. c., Abhandlungen, 329. Trad. cast., o. r., Trarados, 339.71 Ibid, 333. Trad. cast. 343.72 Husser! concrapone csta s lnresis de teoria y praxis a aquclla que aplica, aprovech.indolos,

    resultados Iimirados de la ceoria, resultados de las ciencias especiales [irnitadas, de las cicncia s queen su proccso de cspecializacion han perdido la universalidad del inrercs reo rico (fbit!, 329. Trad.cast., 339).

    73 Cf ibid, 337, 339 g 346. Tead casr., 347, 349 y 358

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    En la epoca moderna es acogida con un gran entusiamo la tareade un conocimiento rnatematico de la naturaleza. El extravio seprodujo cuando se consider6 que los exitos extraordinarios del co-nocimiento matematico de la naturaleza tenfan que tener asimismosu traducci6n 0 contrapartida en el conocimiento del espiritu:".Pew esto significa reducir el universo de todo 10 que es a 10 que

    la ciencia objetivista denomina mundo objetivo, esto es, 10 suscep-tible de tratamiento segun el metodo cienttfico-natural.Husserl tacha este reduccionismo de unilateralidad ingenuav".

    Pues no repara en que el rendimiento met6dico de la propia cienciaobjetiva es hecho posible por algo que no es espacio-rernporal y ,por tanto, que no es susceptible de tratamiento cientifico-natural:esto es, la subjetividad

    P ew solo el esp iritu -prosigue Husserl- ... e s au tonomo , y enes ta au tonomia , y so lo en ella , p u ede ser trata do de m an era u erd ad era-mente ractonal; d e m a ne ra v erd ad era y rad ica lmen te c i en t if ica . En 10que hace, sin embargo, ala naturaleza en su verdad cientifico-naru-ral, esta solo aparentemente es autonoma y s610 aparentementepuede ser elevada por sf a conocimiento racional en las ciencias dela naturaleza, Porque la verdadera naturaleza en el sentido de estas,en el sentido de las ciencias de la naturaleza, es producto del espi-ritu que investiga la naturaleza y , en consecuencia, presupone laciencia del espiritu-".Para la ciencia del espiritu no puede pretenderse un conoci-

    mienro cientffico-natural, sino cicntltico-espiritua]?". Es errado,por ello, por parte de las ciencias del espiritu, cornpetir con las

    74 Ibid, 341. Trad. cast., 351.75 Ibid, 342. Trad, cast., 35276 Ibid, 345. Trad. cast., 355.77 Ibid, 345. Trad. cast., 356.

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    ciencias de la naturaleza por una igualdad de derechos entre ambas.En la medida en que acuerdan a estas ultirnas su objetividad comoautonomfa, caen ellas mismas en el objetivisrno ".Pero tal es justamente la situacion rnetodica de las ciencias delEspiritu y que Husser! den uncia, esto es, su intento de imitar a las

    ciencias de la naturaleza y la consiguiente calda en e l objetivisrno":La ciencia maternatica de la naturaleza es una tecnica maravillosapara hacer inducciones de una capacidad de rendimiento, de unaprobabilidad, de una exactitud y de una calculabilidad de las queen otro tiernpo no podia siquiera tenerse sospecha. Como rendi-rniento es un triunfo del espfritu humano. 5610 que en 10que con-cierne a la racionalidad de sus metodos y teorlas, este rendimien toes enterarnente relativo ... En la medida en que el mundo circun-dante intuitive, meramente subjetivo, fue olvidado en la ternaticacientifica, fue olvidado el propio sujeto operanrev".Cierto que ah f esta la psicologfa, que quiere ser la ciencia funda-

    mental del esplritu. Pero can sus pretensiones de exactitud cienti-fico-natural, es decir, a causa de su objetivismo -escribe Hus-serl-la psicologfa no puede siquiera tematizarse el alma, esto es, elyo que hace y padece, en su sentido mas esencialmente propio.Puede bien objetivar, distribuyendolas en la vida corporal, la viven-cia valorativa, la vivencia de la voluntad, y puede tratarlas inducti-vamente. Pero, 2puede hacer esto rnisrno a prop6sito de los fines,de los valores, de las normas? 2Puede acaso ternarizarse la raz6n,como 'disposicion', pongamos par caso? Se pierde totalmente devista que el objetivismo presupone, en cuanto rendimiento ge-nuino del investigador que se rige de acuerdo con norm as verdade-

    78 Ibid, 345. Trad. casr., 356.79 Ver en esrc senrido la reterencia a las ciencias del esplriru del texto de la nora 54 Ver ram-

    bien Husserl, E., o. C., Abhandlungen, 316 55.Trad. casr., o. C., Trarados, 32555.80 Ibid, 343. Tead. cast., 353.

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    ras, precisamente estas normas; que no puede pretender, por tanto,scr derivado de hechos, porque los hechos vienen ya mentados aquicomo verdaderos, no como figuraeiones ilusoriasa".Husserl ve en su fenomenologia traseendentalla superaei6n de

    todo objetivismo, del unico modo posible, a saber, haeiendo quee l que filosofa parta de su yo en cuanto puro productor de todas susvalideces-".La crisis de la existeneia europea -concluye Husserl- solo

    tiene dos salidas: la decadencia de Europa en la alienacion respectode su propio senti do racional de la vida, la caida en el odio espiri-mal y en la barbaric, 0 e l renacirniento de Europa desde el esplritude la filosoffa mediante un heroismo de la razon que supere defini-tivarnente el naturalismo. EI mayor peligro de Europa es el cansan-cio. Luehemos contra este peligro de los peligros ... Resurgira en-ronees ... el Penix de una nueva vida inrerior, de unaespiritualizacion nueva, garantfa primera de un futuro grande y re-moto para la humanidad: porque solo el esplritu es inmortala".Este discurso de Husserl puede pareeer utopico, Sin 'embargo

    eonsiste basicamente en una den uncia de las insuficiencias del rno-delo positivista de razon, de una razon que a sf misma se consideraabsolutamente incapacitada para todo cuanto posea un sentido ab-soluto y, por ende, un radical valor de ultimidad?'.

    81 Ibid. 343-344. Trad, cast., 354. Leer esre texto paralelarnente a este otro:" en 10que hacea las ciencias del espiritu ... su cicnrificidad rigurosa exige -se dice- que el investigador excluyacuidadosamente roda posible roma valoraliva de posicion, todo preguntar par la razon 0 sinrazonde la humanidad ... Le verdad cienrffica, objetiva, es cxclusivarnente constaracion de aquello queel rnundo, ramo fisico como espir itual, e fec tivarnenre es (Ibid., I.&2, 4. Trad, cast ., 6).

    82 Ibid., Abhandlungen, 346. Trad. cast., Trarados, 356.83 Ibid, 347-348. Trad. cast .. 35884 MILLAN PUELLES. A. Prologo a GOMEZ ROMERO. i,o. c. , 12.

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    La filosofia, en cambio, es en su aspiracion mas intima vocacionde absolute. Y la utopia es propia de la razon, en e l senti do kan-riano del terrnino razon, esto es, como capacidad de trascender 1 0dado y pensar 1 0 incondicionado.

    AN,\ MAR[A ANDALUZ RO,\lA?-illLOS

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