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CODICES MEXICANOS vn El Libro de Tezcatlipoca, Senor del Tiempo texto explicative del CÓDICE FEJÉRVARY-MAYER

Libro de Tezcatlipoca

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  • CODICES MEXICANOS

    vn

    El Libro de Tezcatlipoca, Senor del Tiempotexto explicative del

    CDICE FEJRVARY-MAYER

  • FERDINAND ANDERS (Vieira) / MAARTEN JANSEN (Leiden)LUIS REYES GARCIA (Mxico)

    (Comisin Tcnica Investigadora)

    EL LIBRO DE TEZCATLIPOCA,SENOR DEL TEEMPO

    libro explicative del llamado

    CDICE FEJRVRY-MAYERM/12014, Free Public Museum, Liverpool, Inglaterra

    Introduccin y explicacin

    FERDINAND ANDERS / MAARTEN JANSEN / GABINA AURORA PEREZ JIMENEZ

    AKADEMISCHE DRUCK-UND VERLAGSANSTALT

    (Austria)

    60 AHIYUSAIIIOFONDO DE CULTURA

    ECONMICA(Mxico)

  • Primera edlcln, 1994

    D.R por esta reproduccln facsimilar del cdlce: 1994, AKADEMISCHE DRCK- UND VERIAGSANSTALTNeufeldweg 75, A-8010, Graz, Austria

    D.R. por el llbro explicavoy sus caracteristlcas tlpograficas: 1994, FONDO DE CULTURA ECONOMICA, SA. DE C.YCarretera Ptaacho-Ajusco 227, 14200 Mxico, D.F.

    ISBN 968-16-4480-8

    Impreso y hccho en Austria (facsiinil)Impreso y hecho en Mexico (libro explicavo y estuche)

  • Prlogo

    A COLECCIN CODICES MEXICANOS publica ntegramente los cincoprincipales "libres de sabiduria", que en conjunto han sido bauti-

    zados como Grupo Borgia. Son, aparte del Cdice Fejrvry-Mayer, que es eltema del presente volumen, los codices Vaticano B, Cospi, Borgia y Laud,Cada uno tiene su peculiaridad y problemtica propias, pero tambin tienemuchos la/os de semejanza estilstica y coincidencias en el contenido con losotros codices del grupo.

    En cada comentario se da una breve descripcin del document y se revisasu trayectoria en Europa, hasta donde es conocida, para explicar cmo lleg allugar donde hoy se conserva. For otra parte, el punto medular de cada volu-men es la lectura del texto pictogrfico; para ello se consideran las interpreta-ciones anteriores, las bases que tenemos para analizar el documento, su con-text histrico-cultural y los conceptos en l expresados. Aunque algunas veceses invitable repetir en las introducciones de los tomos de esta coleccin lo yadicho, se ha tratado de presentar informacion complementaria en cada uno,profundizando en algn tema especial.

    Esta coleccin luira mas accesibles estos codices maravillosos, especial-mente en su pais de origen, Mexico. Las ediciones facsunilares corresponden alas que, desde 1960, la editorial especializada Akademische Druck- und Ver-lagsanstalt (ADEVA) publica en Graz, Austria. Las introducciones proporcionaninformacion acerca de los avances en la interpretacin de los codices. En cuan-to al Grupo Borgia el mas importante es el logrado por Karl Anton Nowotny,cuya obra desafortunadamente solo ha sido publicada en alemn (1961) y anno ha recibido la atencin que merece.

    Aunque se conto con poco tiempo para preparar los textos, los autores queredactaron los comentarios llevaban ya varios anos investigando esta materia.

    Luis Reyes Garcia, historiador naua del Centro de Investigaciones y Estu-dios Superiores de Antropologia Social (ciESAS) en Mexico, se ha dedicadodesde los anos setenta al anlisis de manuscritos pictogrficos y fuentes docu-mentales, especialmente los relacionados con Cuauhtinchan Oa Historia tolte-

  • PKLOGO ca-chichimeca y otros). Aparte de sus trabajos de campo en diversas partes dela Repblica, ha obtenido amplia experiencia en la formacin de etnolingis-tas, prnero en Patzcuaro y despus en Apetatitlan. El programa de estudiosde etnolingistlca que condujo que a diferencia de los estudios antropolgi-cos comunes, partl del conocnlento de la lengua del pueblo que se estudia-ba fue una iniciativa de gran valor en la preparation de investlgadores meso-americanos e inspir tambin indirectamente el contenido de esta coleccin.

    Ferdinand Anders, historiador y etnlogo austriaco, ha sido impulsor ycolaborador cientifico del proyecto de las ediciones facsimilares en Austria,junto con Hans Biedermann, quien falleci hace algunos aflos. De muchasmaneras a travs de fotografias, publicaciones, ensenanza universitaria, ofacilitando las relaciones entre personas o instituciones interesadas en eltema Anders ha contribuido a la documentacin, edicin e interpretacin delos codices. Entre otros temas ha investigado los 11 an UK los munecos de papelamat c y los conceptos religises relacionados con ellos en la comunidad otomide San Pablito.

    Maarten Jansen, arquelogo e historiador holands, tom los cursos impar-tidos por Anders en la Universidad de Viena y ha realizado sus investigacionesetnograficas principahnente en la Mixteca, Junto con su esposa Gabina AuroraPerez Jimenez, mixteca. Ambos trabajan en la seccion America Indigena delCentro Arqueolgico de la Universidad de Leiden, Holanda.

    Durante varios afios se realizaron encuentros como el seminario de vera-no sobre el Grupo Borgia en Dumbarton Oaks, Washington (1982), la exposi-cin Mexico Antiguo en Linz, Austria (1986), el Congreso Internacional deAmericanistas en Amsterdam, Holanda (1988), y el Taller de Lectura de losCodices Mixtecos, en el CIESAS de Oaxaca (1989) en los que se trabaj enequipo para esclarecer diferentes aspectos de la iconografia precolonial. Elplan general de los comentarios al Grupo Borgia fue elaborado por los tresintgrantes de la comisin tcnica de investigacin de esta coleccin: Anders,Jansen y Reyes Garcia, junto con Aurora Perez Jimenez, en la primavera de1990, cuando Reyes Garcia estaba como profesor invitado en la Universidadde Leiden, Holanda. As, los cuatro se dieron a la tarea de consulter los archi-ves de Roma.

    Igual que en los primeros tres tomos, Jansen se encarg de escribir lamayor parte de los textos de los comentarios del Grupo Borgia, en continuacolaboracin con Anders, quien contribuy con muchas ideas e integr al textolas ilustraciones. Otros colegas participaron haciendo contribuciones espe-ciales. El resultado fue examinado y enmendado por los tres miembros de la

    8 comisin tcnica de investigacin. Asi nacieron los cinco tomos que contienen

  • una nueva interpretacin de los codices que forman el Grupo Borgia. La PKLOGOsecuencia de los volmenes es la siguiente:

    El Manual del Adivino (Vaticano B), en que se da especial atencin al sim-bolismo mntico, citando las fuentes bistoricas que permiten descifiar lasimagenes.

    Los Templos del Cielo y del Oscuridad. Orculos y Liturgia (Borgia), en quese describe el ambiente intelectual de fines del siglo xviu, al que pertene-cieron tanto el cardenal Borgia como el jesulta exiliado Jos Lino Fbrega,autor del primer comentario de este cdice. Se aclaran algunos principiosde la lectura de las imagenes religiosas y algunos aspectos de los ritualesrepresentados, asi como el uso de plantas alucinogenas.

    La Pintura de la Muerte y de los Destinas (Laud), en que se exponen los princi-pios fundamentales de la religion mesoamericana, su continuidad hasta elprsente y el sincretismo con la religion catolica. Se incluyen tambin losdibujos y una explicacin sumaria de la parte religiosa del Cdice de Tutute-petongo.

    El Calendario de Pronsticos y Ofrendas (Cospi), en que se enfoca la cuestindel origen de los codices del Grupo Borgia y en que se tratan detallada-mente los ritos con manojos contados, que ocupan una octava parte de todoel grupo. Se incluyen estudios de los recientes hallazgos arqueologicos(frescos, cermica policroma) en Ocotelulco, Tlaxcala.

    El Libra de Tezcatlipoca, Senor del Tiempo (Fejrvry-Mayer), en que se prsen-ta una breve historia de la investigacin sobre el Grupo Borgia, desde lascolecciones tempranas hasta la interpretacin astralista de Eduard Seier, yen el que nos introducimos en el mundo del curandero actual, con textosmixtecos que ilustran el uso del simbolismo mntico.

    De esta manera, cada tomo es una unidad independiente y a la vez parte deun conjunto. Los temas tratados en las introducciones proporcionan al lectorlas principales herramientas para su propio estudio de los codices. El comen-tario se prsenta como una lectura interpretativa y evocativa de cada escena,siguiendo un poco el ejemplo establecido por Perez Jimenez en su lectura mix-teca del Cdice vindobortensis (el primero de esta coleccion). Debido a ladificultad y ambiguedad de los libros de sabiduria, y al poco tiempo con el quese contaba, se decidi no tratar de leer partes del Grupo Borgia en lenguasmesoamericanas, pues hubiera tenido como resultado una transcripcin forza-da y prematura, pero esperamos que los materiales aqu ofrecidos sirvan deestimulo a los hablantes natives de dichas lenguas para que continen conesta labor en el future, recreando su propio patrimonio literario. 9

  • PRLOGO En cuanto al presente tomo, compartimos la critica que han expresudo va-rios colegas contra el hbrido y largo nombre de Cdice Fejrvry-Mayer, quehonra a dos duenos del documente en el siglo pasado el prlmero hungaro yel segundo ingls, pero que esta muy lejos de la cultura que produjo estaobra y de la tematica de su contenldo. En 1985 el clbre mexicanista MiguelLen-Portilla public un comentario a este cdice y, considerandolo un calen-dario de los mercaderes, propuso llamarlo Tonalamatl de los pochtecas. Comose ver, tal atribucin exclusiva a los mercaderes no rsiste un examen crtico,razn por la que tal denominacin nos parece equivocada e indefendlble. Pre-ferimos llamarlo El Libra de Tezcatlipoca, Senor del Tiempo, pues este nombrerefleja lo que el cdice mismo expresa claramente desde su primera hasta suultima pagina.

    El comentario fue concebido y escrito en su mayor parte por Maarten Jansen,en consulta continua con Ferdinand Anders, quien se encargo especificamentede la relacin entre imagen y texto, y con Gabina Aurora Ferez Jimenez, quienno solamente intervino en la interpretacion del codice sino que tambin agregtextos mixtecos, registrados, transcrites y traducidos por ella misma, los quecontribuyen a la comprensin del simbolismo mntico mesoaxnericano.

    En la lectura de las escenas con los numros de puntos y barras (pp. 5 a 22y 43 del cdice), pudimos incorporar algunas notas aclaratorias del investi-gador holands Peter van der Loo (actualmente catedrtico de la Northern Ari-zona University, en Flagstaff, EUA): las pertinentes informaciones que le pro-porcionaron algunos curanderos tlapanecos durante su trabajo de campo enMexico son de importanda esencial para la eluddarfon de las imagenes.1

    101 Para una relacin mas cxtensa sobre esta materia, vase el bro explicative del Cdice

    Cospi.

  • PRIMERA PARTECOLECCIONISTAS E INTERPRETES

    Eine piktographische Schrift ist ein sehr spreder Stoff.Besonders rchen sich voreilige Deutungen, die vllige Unfrunchtbarkeit

    zur Folge haben. Sie wirken erkenntnishemmend, wenn sie allgemeinangenommen werden und so Jede weitere Befragung des Stofls verhin-deren.

    [Una escritura plctografica es un material spero y dlficil de trabajar.Las Interpretaciones prematuras se convierten en los principales detrac-

    tores de las mismas y causan esterllidad total. Obstaculizan el entendlmien-to, especialmente cuando son aceptadas por la generalidad, pues impiden unainvestigacin mas amplla y profunda del material.]

    KARL ANTON NOWOTNY(Tacuiloi, die mexikanischen Bilderhandschriften, Stil und Inhalt, mit einemKatalog der Codex Borgia Gruppe, Monumenta Americana, Gebr. Mann, Ber-lin, 1961, pp. 198-199)

  • I. El cdice de Gabriel Fejrvry,Ferenc Pulszky y Joseph Mayer

    L MANUSCRiTO PiCTOGRFico DEL MXICO ANTiGuo que ahora se conocecomo Cdice FeJrvry-Mayer es una tira doblada en forma de

    biombo, hecha de cuatro segmentes de piel de venado cada uno de aproxi-madamente un mtro de largo unidos con pegamento. Sobre la capa fina deestuco con que se ha cubierto ese material, se pintaron escenas figurativas ypolicromas.1

    El libro contiene 22 paginas (de un promedio de 16.5 centimtres de largopor 17.5 centimetres de alto o ancho) en ambos lados (anverso y reverso), 44en total, mas dos tapas sin pintura, que en algn momenta de su estancia enEuropa ieron cubiertas con una tela rosada. El estado de conservacin esbueno.

    La primera publicacin como en el caso de tantos otros codices mexi-canos importantes fus. la de Lord Kingsborough en el tercer tomo de su obramonumental Antiquities of Mexico (1831). Poco antes, el original habia sidocopiado por el pintor italiano Agustino Aglio (1777-1857). En aquel entonces elcdice se encontraba en la coleccin de antigiiedades y objetos de arte queposeia el erudito Gabriel Fejrvry (1780-1851) en Pest (parte de la actualcapital Budapest), Hungria. Por eso recibi en la publicacin de Lord Kings-borough el nombre de Cdice Fejrvry.

    No sabemos cmo lleg el cdice a manos de Gabriel Fejrvry, hombredocto, coleccionista e hijo de coleccionista. Despus de haber estudiado leyes,Fejrvry trabaj en la administration de los bienes del aristcrata JoszelBrdern; mas tarde abandono este empleo para viajar a Alemania, Francia e

    1 La descrlpcin fistca detallada del Cdice Fejrvry-Mayer, as como un relate de lo que se

    sabe de su historia, se encuentra en la introduccton de Burland para la edlctn facslmllar quepubllc la Akademische Druck und Verlagsanstalt en Graz (1971). El estudlo introductorlo deLeon PorUlla (1965) sintetlza los tnlsmos datos en espanol. Para una comprensin general delsistcma de escrltura pictografica, vase nuestra introduccin al Cdice vindobonmsis en estamistna coleccin, asi como Anders y Jansen (1988). En los tomos 12-15 del Handbook of MiddleAmerican Indians (1975) se encuentra un inventario detallado de los codices mexicanos y dediras fuentes etnograficas, junto con una amplia bibliografia. 13

  • COLECCIONISTASEINTRFRETES

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    Italia. Su sobrino (de parte de su madr), Ferenc Pulszky (1814-1897), desdejoven comparta su inters en el arte y la arqueologa. En 1834- ambos hicieronun largo viaje por Europa para estudiar, entre otras cosas, monumentos de arte.Posteriormente Fejrvary arrend una mina de opalos (Vorsvagas). Cuando fa-llecio, en 1851, dej su coleccin de antigedades a Pulszky. Este se habia aso-ciado politicamente con la aristocracia libral y se pcrfil como diplomtico enel campo de las relaciones exteriores. A principios de 1848 un movimiento re-volucionario afect a muchos paises en Europa, desmoronando las viejas estruc-turas feudales. En Hungria, que en aquel tiempo era parte del imperio austria-co, un partido radical de ideologia liberal-demcrata y nacionalista tomo elpoder: traslado la capital de Pressburg a Budapest, cambi la lengua oficial delatin a magyar (hngaro) y elimin la servidumbre de la gleba.

    Pulszky fue enviado a Inglaterra para representar a ese nuevo gobierno,dirigido por Kossuth. Pero los rapidos cambios provocaron tambin muchasdivisiones tnicas e ideolgicas, mientras la aristocracia conservadora pre-paraba una fuerte reaccion contrarre\rolucionaria. A fines de 1848 el empe-rador de Austria fue forzado a abdicar y el joven principe Franz Joseph loremplazo. El gobierno de Kossuth, que habia declarado a Hungria pais inde-pendiente, en el verano de 1849 va no pudo resistir la presin que cjerciantanto el ejrcito austriaco como las tropas rusas, aliadas con el emperador deHabsburgo, que invadieron Hungria.

    Cuando la revolucin magyar fracas, Pulszky decidi quedarse en Lon-dres. Alli vivi 17 anos como emigrante exiliado; dedic mas tiempo al estudioarqueologico, conocio a varios arquelogos y a muchos coleccionistas. Fueentonces cuando, por necesidad, para mantener a sus hijos, vendi la coleccinque haba heredado de Fejrvry, que contenia objetos egipcios, griegos, etrus-cos, romanos, mdivales y orientales.2

    Asi, el codice, junto con otros objetos, llego a manos de un anticuario ingls,Joseph Mayer (1803-1886). Desde muy joven, este haba sentido una granpasin por la arqueologia, y su trabajo como joyero en la ciudad inglesa de Li-verpool le haba permitido obtener los medios para fundar su propio museo deantigedades, manuscritos, dibujos, cermica y objetos etnograficos. Como

    8 Se tienen referencias documentales acerca de una exposlcin de la coleccin en 1853 en

    Londres. En 1866 Pulszky pudo regresar a su patris y llego a scr director del Mu8eo Nacionalde Hungria, donde se esmer por mejorar el nivel de esa institucin. Se sabe de su participacinen cuestiones sociopolticas, como la defensa de la emancipacion Judia (Vigh, 1983). Todavia en1868 se efectu en Londres una subasta de su coleccin: gran parte llego al Museo Britnico(Londres), al Louvre (Paris) y al Museo de Liverpool. Algunos objetos regresaron a Hungria.Agradecemos la ayuda de Cynthia van der Plaat, estudiante de la Unlversidad de Leiden, parareunir algurios datos biograficos sobre los dos poseedores hngaros del cdice.

  • Codex Fejervry-MayerEine

    altmexikanische Bilderhandschrift der Free Public Museums

    in Liverpool (51)

    ill Kill Seiner Excelini des Htnogs TU Lnbil beriaeggebei.

    Erllauit

    Dr. Eduard SeierPrfMM.r Far ^riirikHiinrl. Spr^rh-, V,.Kl- nti.l Alt

    ii ihr lli.iv. r*ni i., lurii

    BERLIN

    EL CDICE DE FEJEKVAKY,PULSZKY Y MAYER

    autntico mecenas, apoy adems la publicacin de varies estudios sobretentas de historia de la cultura.3 Su coleccin se abrio al pblico y, despus desu muerte, paso a formar parte de la coleccin de los Liverpool Free PublicMuseums, donde el manuscrito se conserva como Codice Mayer, con el numero12014/M.

    En 1901 se public un facsimil foto-cromo-litogrfico del cdice gracias a laaportacin de Joseph Florimond, duque de Loubat, estadunidense residenteen Paris, quien hizo mucho por sostener y promover los estudios america-nistas. A esta edicin se agreg un comentario del especialista aleman Eduard

    3 Vase el breve ensayo de C. W. Sutton sobre Joseph Mayer en el Dictionary of National

    Biography, S. Lee, comp., tomo XXXVII, 1894, pp. 149-150. Tamblen Carmlchel (1970, pp. 36 y37).

    PortadiUa de ta edicinfacsimar financiadapor el duque de Loubaten 1901, con un estudiointerpretativode Eduard Seier.

    15

  • COLECCIONISTASE INTERPRETES

    Portadia de la edicinde ADEVA, Graz (1971),

    con una introductionde C. A. Burland.

    CODEX FEJRVR.Y-MAYER18014

    M

    CITY OF LIVERPOOL MUSEUMS

    INTRODUCTIONC A. RURLAND

    AKADEMISCHE DRUCK- u. VERIASANSTAITRAZ - AUSTRIA

    1*71

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    Seier (1849-1922), uno de los mas importantes iniciadores del estudio cientifi-co de la iconografia mesoamericana. Fue Seier qulen estableci el dble nom-bre con que ahora se dsigna al cdice y que honra a dos de sus poseedoresconocidos: Fejrvry-Mayer.

    En uno de los primeros articulos sobre el tema, aparecido en 1887, "DerCodex Borgia und die verwandten aztekischen Bilderschriften", Seier definicomo Grupo Borgia al conjunto de manuscritos pictogrficos de carcter reli-gioso que tenian muchas secciones (capitules) en comn (Gesammelte Abhand-lungen, tomo I, pp.,133-144). El Fejrvry-Mayer pertenece a este grupo, Juntocon otros seis codices:

    Cdice vaticano 3773 o vaticano B (96 paginas con pinturas). Apareci a finesdel siglo XVI en el Vaticano (Roma, Italia) y sigue alii, en la Biblioteca Apos-tlica.

  • Cdice Laud (46 paginas). Apareci en 1636 en Canterbury, Inglaterra, y ahorase conserva en la Bodleian Library, en Oxford, Inglaterra.

    Cdice Cospi o Bolonto. (24 paginas). Apareci en 1665 en Bolonia, Italia,donde an se encuentra, en la Biblloteca Universitaria.

    Fonds Mexicain 20. Form parte de la coleccin de Boturini en Mexico (reuni-da entre 1736 y 1743), pero ahora se encuentra en la Bibliothque Na-tionale, en Paris, Francia.

    Cdice Borgia (76 paginas). Apareci a fines del siglo xvra en la coleccin delcardenal Borgia, en Roma, y ahora se conserva en la Biblioteca Apostlicadel Vaticano.

    Cdice de Tututepetongo o Porfi.no Diaz (10 paginas). La parte rcligiosa origi-nalinciitc perteneci a don Miguel de San Francisco, cacique de Tutute-petongo, en la rgion cuicateca (estado de Oaxaca). Fue vendido por undescendiente suyo en 1886, y a travs de Manuel Martinez Gracida lleg alMuseo Nacional de Antropologia e Historia, en la ciudad de Mexico, dondeahora se conserva.

    EL CDICE DE FEJRVAK;PCLSZKY Y MAYER

    Todos, menos uno el Cdice de Tututepetongo, son de procedencia des-conocida. Son productos tipicos del estilo-horizonte Mixteca-Puebla, un con-junto de rasgos estilisticos e iconogrficos caracteristicos de la segunda niitadde la poca posclasica ( 1250-1521), que corresponde al periodo de intercam-bio frecuente e intense entre las diferentes culturas de toda Mesoamrica. Loscodices mismos han desempenado un papel protagnico en el origen y ladifusion de aquel estilo "internacional". De ahi la dificultad, si no es que im-posibilidad, de precisar el lu gar donde cada uno de los pocos que nos quedanfue pintado.* Dentro de este grupo, el cdice mas cercano al Fejrvry-Mayer,en cuanto a su estilo y tamano, es el Laud.

    Seier escribi un ensayo interpretativo sobre el Cospi (1900, vase Gesam-melte Abhandlungen, I, pp. 341 y ss.) y despus extensos y eruditos comenta-rios sobre el Fejrvry-Mayer (1901), el Vaticano B (1902), y el Borgia (1904-1909), en que tambin elucido las escenas relacionadas en el Laud y el Cdicede Tututepetongo.

    La Influencia de las obras de Seler ha sido enorme, por eso diversos aspec-tos de la contribucin del gran maestro son analizados en los libres explica-tives correspondientes a esta coleccin. Su rigor en el anlisis descriptivo de

    * En el libro explicative del Cdice Cospi de esta coleccin se trata con mas detalle lo refe-rentc al origen del Grupo Borgia. 17

  • El cdice original con sucqja (foto de F. Anders}

    18

    los detalles iconogrficos y en la identificacin de los animales, plantas y otrasfiguras no ha sido superado. Su amplio conocimlento de las escenas compa-rables con otros cdices o con otras pinturas u obras plsticas, de laslenguas, de las culturas de la rgion y de la literatura historica merece todanuestra admiracin. Sin embargo, Scier no pudo trascender las limitacionesteoricas gnrales de su tiempo y hoy tenemos que calificar de errneas variasde sus interpretaciones.

    El examen crtico de aquellas deficiencias se halla en los estudios de KarlAnton Nowotny, especialmente en su obra Tlacuilolli (1961), que, por habersido escrita en alemn y en un estilo muy conceptual y de dificil comprension,no ha tenido la difusin debida.

    La influencia de las obsoletas ideas de Seler ampliamente difundidas yde fcil acceso gracias a las traducciones en ingls de sus comentarios al Fe-jrvry-Mayer y Vaticano B, y a la traduccin al espanol de su comentario alBorgia an puede percibirse en estudios recientes, lo mismo en introduc-ciones gnrales que en estudios particulares. Jos Corona Nunez, en su co-mentario al Fejrvry-Mayer (1967), se limite a reiterar y reformular lo yadicho por Seler.

    En la literatura mas reciente (por ejemplo Gutierrez Solana, 1985), escomn encontrar tambin referencias a la obra de Nowotny, mezcladas concitas de Seler, pero muchas veces sin que se explique la gran ruptura tericaque spara a ambos investigadores. Lo mismo hace Miguel Lon Portilla, aun-que con mas conciencia, en el interesante y original comentario al Fejrvry-Mayer que public hace algunos anos, en cuya introduccin explica: "Aunqueen muchas ocasiones tomo en cuenta lo exp'resado por Seler, he optado por elcamino cauteloso insinuado ya por Nowotny" (1985, p. 24).

  • Considerando esta inusitada influencia de una interpretacin publicadahace mas de ochenta anos (1901), es importante hacer una revision, aunquebrve, de la historia de esta disciplina, para, por una parte, llegar a su justaevaluacin; y por otra, referir nuestro propio empleo de dichos estudios sobreeste grupo de codices.

    EL CDICE DE FEJRVARY,PULSZKY Y MAYER

    Advertencia: En esta ol ira el lector encontrar voces como nauatl, ctuacoatl, etc., escrltas asi, ennirsmis, sin hache y sin acento, en vez de en la forma "traditional": nahua, dhuacatl. En efecto,la Ki'ul . Va< k-miu Espanola prescribe, en voces h!s|imias. el uso de la hache en las sflabas hua, hue(huorache, huevo, alde/iuela, etc.), no tanto por razones etlmologicas (huevo < latin ovum), staocomo signo gruco de una cuesUn fonolgica: en estas slabas la hu- no desempena funcion de vocalsinn de fonema consonntico //: /vj.bo/. La mlsma razon tiene la prescrlpcion del uso de la hacheen la sflaba hie, en que hi- reprsenta el fonema consonantlco /y/ o AY: hierba = /ycr.lia/.

    Sin embargo, dlcen los autores en el llbro explicative del Codiez borbnico: "Orlglnalmente,los aztecas al Igual que otros pueblos mesoamerlcanos reglstraron sus textos literarios yfilosficos en llbros pictograficos como este codlce. Despus de la invasion espanola se introdu-jo el alfabeto laiino. que permitlo, tanto a los mlsioneros espanoles (como fray Bernardino deSahagn) como a los Intelectuales indgenas mismos, escribir fonticamente los relates histri-cos, religises y de todo tlpo."

    Asi pues, los autores consideran que, desde el siglo xvi, el nauatl se ha escrito con caractreslatinos y no meramente que sus voces se luiyan espanolizado. Por ello, en estos librosexpllcal ivos de los codices, sus voces se consideran en la mlsma forma que las de cualquier otroidioma dlstlnto del cspanol, y como taies se escriben en cursivas (como escrlbiriamos, c. gr., lapalabra francesa nave). Con excepcin de las citas en que se respetan las grafias de la obrasconsultadas, se procura, en la medida de lo posible, no espanolizar las -voces del nauatL El usode cursivas no rige, por supuesto, para nombres propios v. gr., Quetzalcoatl, como noescrlbiriamos, por ejemplo, Franois en cursivas. En gnral no siempre, la ortografa quesiguen los autores es la de fray Alonso de Molina (Vbcabulario en lengua castellana y mexicana...[1571], Porrua, Mexico, 1970) y, sobre todo, fray Bernardino de Sahagn y sus Informantes(Codices matritenses y Codtce florentine). De acuerdo con este criterio ortografico, la hachemarca una aspiracln; v. gr., pinauhqui /pi.nuhki/: 'vergonzoso'. En cuanto a los acentos, salvoraras excepciones, las palabras en nauatl son graves (la penltima silaba es la tonica: /nu.wall/,/pa.p.lotl/), por lo cual esta lengua no prcisa de acento grafico. I E . ] 19

  • II. Los gabinetesde arte en Europa

    JxiSTEN DOS GRANDES ASPECTOS en la historia de las investigacionesde los codices mexlcanos. El primero se refiere a la historia de la

    coleccin a la que pertenecen y su primera publicacin; y el segundo al estudioiconogrfico e histrico-cultural. Aqu revisamos brevemente ambos aspectos.Durante mucho tiempo, el primero la historia de las colecciones recibirelativamente poca atencion de parte de los investigadores americanistas, puessu principal objetivo era descifrar el significado de los libros, y no tanto tratarde explicar su presencia en los gabinetes del Renacniento. Por otra parte, losespecialistas en historia europea prestan mayor atencin a los asuntos de esecontinente y pasan por alto los objetos "exticos".

    En los Ultimos veinte anos la situacion ha cambiado un poco, y han aumen-tado considerablemente los estudios sobre la actitud europea hacia otras civi-lizaciones.1 Tambin se han publicado varias monografias e investigacionespormenorizadas sobre los gabinetes de arte en los siglos XVI y XVII y el origende los museos (desde von Schlosser, 1908, hasta Impey y MacGregor, 1985).Sin embargo, falta an mucho por hacer, y una prueba de ello es la ausencia deinvestigaciones especificas y, por tanto, de datos nuevos acerca de la historiaeuropea de los codices mexicanos. De las pocas indagaciones que se hanhecho se han obtenido buenos resultados, o al menos indicaciones sugerentes.Huelga decir que la trayectoria de los libros pictogrficos ha estado llena desucesos accidentados, tortuosos, azarosos e inesperados, por eso es tan difcilseguir su rastro.

    Si consideramos las circunstancias generales, suponemos que los tesorosmesoamericanos entraron en Europa bsicamente por dos vas: la de Espana,donde estaba el centro de la administracin colonial, y la de Italia, sede delpoder eclesistico. Pero mucho pudo suceder en el camino. Por ejemplo, secre que el Cdice Mendoza fue sustrado por corsarios franceses durante sutraslado a Espana. Este libre jug un papel importante en la historia de los

    1 Contribuciones importantes a este conjunto de reflexiones son: Keen (1971) Chlappelll

    (1976), Kohi (1982), ternaire (1986) y Mason (1990). 21

  • COLECCIONISTASE INTERPRETES

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    estudios de la pictografa mexlcana, pues despus de haber llegado a manosdel cosmgrafo francs Andr Thvet (1502-1590) y de haber sido vendido poreste al clrigo ingls Richard Haykluyt (1552?-1616), editor famoso de relatosde viajes, fue publicado como una serie de grabados, con una traduccin alingls del texto espanol hecha por el heredero de los papeles de Haykluyt,Samuel Purchas (1575-1626). Como es sabido, el Cdice Mendoza fue pintadopara el virrey de ese nombre, e incluye, entre otras cosas, una lista de las ciu-dades sujetas a Moctezuma con los tributes que Ie tenian que pagar. Los top-nimos vienen en forma de jeroglifos, con la transcripcin del nombre nauatl enletras latinas. Esto nos proporciona una especie de diccionario pictograficode suma nportancia. Adems, el cdice contiene una breve historia de losreyes aztecas y una descripcin de la educacin, la organizacin politica y otrosaspectos de la vida diaria, dates que, sin excepcin, son muy valiosos paraconocer a la sociedad azteca. Varios autores europeos de los siglos XVI y xvil(Laet, Kircher) basaron su incipiente analisis de la escritura mesoamericanaen la edicin de Purchas (1625).

    El Cdice Mendoza fue botin de piratas, pero aun cuando un manuscrite lle-gaba a una determinada bibliotcca, no siempre estaba scguro, ni necesaria-mente se quedaba en un solo lugar. Tenemos el ejemplo del Cdice borbnico,que fue sustraido de El Escortai durante las invasiones francesas a Espana aprinciples del siglo pasado. En la literatura se suele senalar solamente que afinales del siglo xvni el Borbnico fue viste y consultado en aquella coleccin, yexisten dates que nos informan sobre la antigedad de su presencia alli.2 Unaprimera investigacin acerca de las publicaciones relevantes realizada por elhistoriador Luis Reyes Garcia ha dado como resultado las siguientes obser-vaciones.

    La historia de la biblioteca de El Escortai tiene momentos dramticos quedificultan seguir el r astro de la presencia de objetos o documentes mexicanos.Una gran prdida se produjo un domingo, el 7 de junio de 1671, cuando seincendi El Escortai:

    En la biblioteca de manuscritos fenecieron cuadros, mesas, objetos de arte y cicnciay muchos rarisimos codices. No pocos manuscritos que en el claustro principal altoparecian va a cubierto del fuego y en salvo, se Inccndlaron tambln y desa-parecieron para siempre. Unos 6 000 de todas lenguas y facultadcs se quemaron y2 Vase el llbro explicative del Cdice borbnico, en esta coleccin. Para refereiicias gene-

    rales sobre los codices y su historia, remimos una vez mas a las fucntes Ustadas por Glass(1975) en el Handbook of Middle American Indians, tomo 14. Para una iden general de las colec-ciones de objetos preciosos e interesantes en Espana, vase el catalogo de la exposicion Goldund Macht. Spanien in der neuen Welt (Viena, Budapest, Colonla, 1987).

  • bastaiites de los que an quedan muestran el peligro y estrago padecidos [Zanx>Cuevas, 1924-1929,1, p. bod.].

    La reconstruccin de la antigua coleccin se puede hacer a travs de los ca-tlogos. Por ellos sabemos que en el siglo xvt, entre los "Libros que estan enpalacio", hubo un "Libro de pintura de la Nueva Espana" (Zarco Cuevas, 1924-1929, III, p. 474). En la lista "Libros de divetsas facultades de la testamen-taria de Felipe II", hecha en Madrid el 27 de junio de 1600 por Pedro del Bos-que, librero de Su Majestad, se menciona especificamente:

    13 - otro libro en folio mayor, de los caciques de Mexico y de los dias que sacri-ficaban en la semana, de iruuio, pintado en colores con figuras retocadas; encuader-nado en papeln cubierto de terciopelo carmesi con sintas coloradas. En 12 reales[Zarco Cuevas 1924-1929, III, pp. 552-553].

    Nos parc.ce muy probable que este libro de Felipe II fuera el cdice queactualmente conocemos como Borbnico. De ser cierto, la breve descripcinnos da una interesante sintesis de lo que se sub i a sobre su origen ("de los caci-ques de Mxico") y sobre su contenido ("de los dias que sacrificaban"); a lavez que senala cmo eran las cubiertas, ahora extraviadas ("de terciopelo car-mesi"). Un estudio amplio de la trayectoria de los codices proporcionaria in-formacin adicional semejante.

    Ejemplo de un libro enviado directamente al dirigente de la Iglesia catlicaen Roma, es el Cdice vaticano A, copia colonial, cuyo comentario en lenguaitaliana comprueba que su destino desde un principio era Italia. Al parecer,algo semejante sucedi con el libro precolonial que ahora se conoce como Vati-cano B. Es posible tambin que el Cdice Nuttall, que apareci en los anoscuarenta del siglo xix en la biblioteca del convento dominico (San Marco) deFlorencia, haya sido enviado directamente alli desde la Mixteca, region evan-gelizada por monjes dominicos.3

    Sin embargo, muchos artefactos y libros nicxicanos no quedaron en manosde quienes los recibieron en Europa, pues stos con frecuencia los regalaron afamilires, amistades u otros nobles personajes, como curiosidades del "Nue-vo Mundo". Asi, los tesoros arsticos de las tierras colonizadas que no fueronmenospreciados y destruidos llegaron a los gabinetes de rarezas naturales yculturales, que estaban de moda en aquella poca. En la formacin de estascolecciones antcdentes renacentistas de los museos modernos el gusto yla responsabilidad que la lite sentia por promover la cultura, las artes y la

    3 Remlttmos a los respectives Ubros expllcatlvos de los dlferentes codices, en esta niisma

    coleccin.

    LOS GABINETES DE ARTEEN EUROPA

  • COLECCIONISTASE INTERPRETES

    ciencia convergieron con la ostentacion de riquezas y poder. La construccin deun museo, biblioteca o tesoreria se concebia como una representacin concretade la cosmologia: los objetos, reunidos y clasificados segn los criterios delmoment, mostraban la extension y el orden del reinado, asi como la posicincentral del gobemante. El convento-palacio de El Escorial, desde donde el reyespanol Felipe II gobemaba su enorme imperio, es precisamente un ejemplode esto. El mismo Hernan Corts dj entrever el principal inters de los due-nos de aquellos gabinetes cuando describe los tesoros pertenecientes a Mocte-zuma que envi al rey Carlos V:

    [...] fundido todo lo que era para fundir, cupo a vuestra majestad del quinto, trcintay dos mil y cuatrocientos y tant os pesos de oro, sin todas las Joyas de oro y plata, yplumajes y piedras y otras muchas cosas de valor que para vuestra sacra mujesladyo asign y apart, que podrian valer cien mil ducados y mas suma, las cualesdems de su valor eran taies y tan mara\*lllosas que consideradas por su novedad yextraneza, no tenian precio ni es de crer que alguno de todos los principes delmundo de quien se ttene noticia las pudiese tener taies y de tal calidad [Corts,1963, p. 70].Los primeros objetos enviados por el invasor a la Corona espanola como tes-

    timonies del xito de sus exploraciones y conquistas fueron expuestos en lacorte de Carlos V en Bruselas, donde los vio y describi lleno de admiracinpor el "ingenio sutil" de sus creadores el famoso pintor alemn AlbertoDurero. El rey mismo regalo varios de estes objetos a su tia Margarita de Aus-tria (1480-1530), que habia formado su coleccin en su palacio en Malinas,desde donde gobern a los Paises Bajos. Como esta no tuvo hijos, distribuyoestas y otros tesoros a personajes como la reina Maria de Hungria (hermana deCarlos V) y el obispo de Maguncia. Carlos V tambin obsequi a su hermanomenor, el despus emperador Fernando I (1503-1564), varios objetos mexi-canos para su coleccin: algunos fueron heredados por su hijo, el archiduqueFernando II de Tirolia (1529-1595), coleccionista entusiasta que fonn la fa-mosa cmara de arte en el castillo de Ambras, cerca de Innsbruck.

    Posteriormente, la cmara de Ambras y otras colecciones fueron reunidaspor el nieto de Fernando I, Rodolfo II (1552-1621), quien habia sido educadoen la Corte de Espana y probablemente fue el coleccionista mas apasionado eimportante de aquella poca. Eligi Praga como su residencia y form all unagran cmara de tesoros y arte, en la que se encontraban, segn los inventarios,muchos "objetos indianos", que probablemente en su mayora no procedian deAmerica, sino de las Indias Orientales.'*

    * En aquella poca el trmino Indiana nie utilizado con muy poca prcision y aplicado a

  • LUn primer factor que hizo posible la dispersion de objetos del Nuevo Mundoen lo que hoy es Austria y Alemania fue el hecho de que no solo los reyes de Es-pana, sino tambin los eniperadores de la Europa central y los gobernantes dedistintos centros feudales pertenecian a la familia de los Habsburgo. Pero losaristcratas y ricos mercaderes consiguieron sus apreciadas curiosidades atravs de muchos canales y diferentes contactes.5

    Otro centro importante interesado en el arte y en las curiosidades lo consti-tuy cl norte de Italia, debido en gran parte a la familia de los Medici en Flo-rencia. La obra de Sahagn en la Biblioteca Laurenziana de Florencia, el cdicemexicano de la coleccin del erudito Antonio Magliabechi (ahora en la Biblio-teca Nazionale Centrale), tambin en Florencia, y el calendario pictografico enel museo de Fernando Cospi en Bolonia son importantes ejemplos de la activi-dad de aquellos coleccionistas italianos.

    La trayectoria del Cdice vindobonensis mexicanus 1 muestra lo azarosa quefue la historia de los tesoros mexicanos en Europa. De la corte del rey de Por-tugal paso a la coleccin del papa Clemente VII, de la familia de los Medici, ypor via de un hijo bastardo suyo, llego a manos del alcmn Nikolaus von Schm-berg, obispo de Capua. Despus de su muette, su secretarie, el humanista ale-mn Johann Albrecht Widmanstetter, lo llev a Bavaria, donde lo vendi, juntocon toda su valiosa biblioteca, al duque Alberto V de Bavaria y paso a formarparte de la coleccin de manuscritos y objetos de arte de la corte de Munich.Durante la guerra de Treinta Anos, Munich fue saqueada por los suecos (1632)y el cdice cambi de dueno, terminando en manos de la familia de los duquesde Sajonia-Weimar. Posteriormente (1677), fue regalado en Viena al empe-rador Leopolde I de Habsburgo. La guerra de Treinta Anos (1618-1648), quetanta destruccion causo en tierras alemanas, provoc tambin la dispersion demuchas colecciones y el desplazamiento de varios tesoros mexicanos.6

    cualquler objeto "extlco". Una descripcin gnral de esta coleccin se encuentra en el articulede Fucicov en Impey y MacGregor (1985). El Inventario fue publlcado por Bauer y Haupt en 1976.

    6 Sobre las colecciones en el ambito austriaco y alemn, vanse Nowotny (1960), Helkamp y

    Anders (1970), Scheicher (1979), Impey y MacGregor (1985) y Oostdijk (1991).6

    Vase el libro explicauvo del Cdice vindobonensis de esta coleccin y, en particular elarticule de Toorians (1984). Debido a los dlsturbios y saqueos de la guerra de Treinta Anos,muchos valiosos manuscritos europeos de bibliotecas alemanas feron robados o vendidos yenriquecieron las colecciones de otros paises, por ejemplo la biblioteca bodleiana en Oxford(vease el libro explicative del Cdice Laud). Linn opina que el Afapa del Volle y del Ciudad deMexico (1550), que ahora se conserva en la biblioteca de la Universidad de Uppsala, Suecia, fuetambin botin de aquella guerra, va que probablementc se cncontraba en la camara imperial detesoros y arte en Praga: "Uno de estos ejrcitos suecos al nuuido de Hans Christopher vonKnigsmarck uno de los mas afortunados guerreros alemanes que entonces seguian las ban-deras victoriosas de Suecia, tonr por asalto el 27 de junio de 1648 el llamado lado pequeno de

    LOS GABINETES DE AKTEEN EUROPA

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  • COLECCIONISTASE INTERPRETES

    Otro documento encontrado en la misma rgion es el cdice maya de Dres-de. En 1739, el capelln Johann Christian Gtze., encargado de la bibliotecaprincipesca en Dresde, lo adquiere "gratuitamente, como cosa desconocida",de "una persona privada" en Viena.7

    Pensamos que la historia del cdice que, a principios del siglo XIX, se en-contre en posesin de Gabriel Fejrvry en Hungria es semejante y esta rela-cionada con los gabinetes de arte de Austria y el sur de Alemania.

    En el siglo xvin, poca de la Ilustracin, se iniciaron los estudios interpre-tativos de los codices mexlcanos, desvinculados de su origen. Revisemos bre-vemente las ideas que sobre estos extraordinarios manuscritos se han escrito.Es una historia larga e interesante, pues muchos han sido los estudios detalla-dos que se han realizado, tanto sobre secciones grandes como pequenas, de loslibros pictogrficos. No los podemos enumerar todos, y aun menos analizarlos.Solo nos limitamos a senalar los pasos tericos mas importantes, como puntosde referencia para el interesado.8

    L 26Praga, saquendolo despus. El palacio Imprial de la capital de Bohemia, el Hradschin, con-tenia maravillosas riquezas, las que, despus de un sistematico pillaje, fueron emiadas a Sueciael 6 de novlembre, quedando el palacio poco menos que vacio" (Unn, 1948, p. 167).

    7 Para una descripcin detallada de la historia del Cdice de Dresde, vase el estudio intro-

    ductorio de Deckert y Andere que acompana a la edicion facstmilar (Graz, 1975).8 La historia de la interpretacion de los codices se encuentra rcsumida en los estudios de

    Glass (1975), Bernai (1979) y Garcia Mora (1987).

  • III. Genesis de la interpretacinalegrica y astral

    NMEDIATAMEXTE DESPUS DE LA INVASION ESPANOLA, los fraCS interro-garon a los sacerdotes indgenas y a los tlacuilos. Con base en

    estos contactas con "el mundo pagano", escribleron notas y comentarios sobrelos libros mesoamericanos. Este periodo de primer contacta fue dominado porel ngativisme y la destructividad del colonizador, con algunas pocas excep-ciones, como bien se puede observar en la descripcin del jesuita Joseph deAcosta (1540-1600), a quien todavia Ie toc ver y vi\lr ese proceso:

    En la provincia de Yucatan, donde es el Obispado que llaman de Honduras, habiaunos libros de hojas a su modo, encuadernados o plegados, en que tenian los indiossabios la distribucin de sus tiempos, y conocniento de planetas y animales, yotras cosas naturales, y sus antiguallas, cosa de grande curiosidad y diligencia.Parecile a un doctrinero que todo aquello debia de ser hechizos y arte magica, yporfi que se habian de quemar, y quemronse aquellos libros, lo cual sintierondespus no solo los indios sino espanoles curiosos, que deseaban saber secretes deuqiK-l la tierra. Lo mismo ha acaecido en otras cosas que pensando los nuestros quetodo es supersticin, han perdido muchas memorias de cosas antiguas y ocultasque pudieran no poco aprovechar. Esto sucede de un celo necio, que sin saber niaun querer saber las cosas de los indios, a carga cerrada dicen que todas sonhechicerias, y que stos son todos unos borrachos, que que pueden saber, ni enten-der. Los que han querido con buen modo informarse de ellos, han hallado muchascosas dignas de consideracion. Uno de los de nuestra Compania de Jsus, hombremuy pltico y diestro. Junto en la provincia de Mexico a los ancianos de Tezcoco, yde Tulla y de Mexico, y confrio mucho con ellos, y le mostraron sus librerias, y sushistorias y calendarios, cosa mucho de ver; porque tenian sus figuras y jeroglificascon que pintaban las cosas en esta forma, que las cosas que tenian figuras lasI Ionian con sus proprias imageries, y para las cosas que no habia imagen propria,tenian otros caractres significativos de aquello, y con este modo figuraban cuantoquerian F...]. Es de saber que tenian los mexicanos, grande curiosidad en que losmuchachos tomasen de memoria los dichos parlamentos y composiciones, y paraesto tenian escuelas, y como colegios o seminarios, adonde los ancianos ensenabana los mozos estas y otras muchas cosas que por tradicin se conservan ten enteras 87

  • COLECCIONISTASE INTERPRETES

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    como si hubiera escritura de ellas. Especialmente las naclones [sic, debe scr ora-ciones] famosas, hacian a los muchachos que se ttnponian para ser retricos y usarofido de oradores, que las tomasen palabra por palabra, y muchas de estas, cuandovinieron los espanoles y les ensenaron a escrebir y leer nuestra letra, los mismosuidlos las escrebieron... [Acosta, Llbro VI, cap. 7].Esta cita muestra, por una parte, el carcter de la escritura pictorica, con

    sus usos y litnitaciones, y cmo se apoyaba en la tradicin oral, forrnalizada enla ensenanza retorica; y, por otra, la relacin difcil pero importante de intelec-tuales de dos culturas: frailes europeos y sabios mesoamericanos.1 Las expli-caciones de los primeros constituyen aun hoy la clave principal para entenderel patrimonio Hterario precolonial. Las distorsiones, propias de aquella poca,y la miopia de los misioneros se pueden subsanar, al menos en'parte, con la tra-dicin cultural viva de Mesoamerica, mediante consulta a los expertes indige-nas mismos.

    Muchisimo material valioso se perdlo a causa de la destruccin de la colo-nizacin. Textos histricos importantes fueron dispersados, y los pocos libresprecoloniales que se conservaron se hicieron inaccesibles. Un sentimiento desuperioridad separaba al colonizador del indigena: el prejuicio y la discrimina-cin fueron los principales obstculos para un entendimiento. La comunicacindirecta con los portadores de la cultura fue sustituida por especulaciones te-ricas, basadas en la filosofa europea.

    Un tema de primera importancia que aqui nos ocupa son las "explicacionescientlficas" que sobre las imagenes religiosas de los codices se han dado. Paraentender por que ciertos autores llegaron a taies interpretaciones, tenemosque seguir su forma de ver y analizar el material. Y esta pesquisa nos llevadirectamente a la antiguedad clsica europea.

    Ya entre los griegos y romanos la exegesis de los mitas se haba convertidoen tema de debate. Al concebir el universe como un gran mcanisme de leyes yfuerzas Impersonales, los griegos se enfrentaron a la "realidad" de sus dioses,cuyas aventuras, descritas por Homero y Hesiodo, constituian un patrimonioespiritual valioso, pero contradecian lo que la mente critica observaba. Enton-ces surgieron voces filosficas que negaron la existencia objetiva de aquellosdioses por lo menos en la forma que les habia dado la creencia popular.Para Jenfanes de Colofon (c. 570-460 a.C.), el carcter de las deidades ho-mricas con todas las maldades y (allas propias del ser humano era unaclara prueba de que eran producto de la fantasia del nombre. Otros pensa-dores, como Diogenes, propusieron una interpretacin alegrica de los mitos y

    1 El padre referldo es Juan de Tovar Ce. 1543-1626), Jesulta, en cuyos conocimlentos se bas

    Acosta (cf. Lafeye, 1972, p. 22).

  • sus protagonistas, convirtindose stos en representaciones simbolicas de ls GENESIS DE LAfenmenos naturales o de las propiedades mentales: Posidon era el agua,Atenea la inleligencia, etcetera. Tambin hubo quienes observaron un ncleohlstorlco en algunos mitos. Este "raclonalismo histrico" lleg a su auge conlas teorias de Euhmeros de Mesenia (c. 340-260 a.C.), segn las cuales losdioses habian sido hombres, posteriormente elevados a dlvinidades por laadmiracin que despertaban.

    Estas ideas estaban prsentes en diversas corrientes filosficas del nperioromano y fueron asimiladas tambin por los primeros autores cristianos, comoMinucio Flix, Augustino e Isidore de Sevilla.

    La interpretacion del mito como un relato simblico, ya sea con referendaa los elementos de la naturaleza, a las virtudes o a los heroes de un pasadoremoto, se ofreci tambin como paradigma para explicar y reincorporar elpensaniiento grecorromano dentro de la cosmovision nionoteista cristiana. Porun lado, los cristianos veian a los dioses "paganos" como enemigos del nico yverdadero dios, como demonios que en realidad existian y que habia que re-chazar y combatif. Por otro, los dioses del patrimonio cultural "clsico" eranaceptables solo como figuras alegricas en el arte y en la literatura (Stuipy Vellekoop, 1988). Naturalmente la alegorizacin desempena tambin un pa-pel importante en la astrologia medieval cuya simbologia hered de la cos-movision filoslica helenista y fue incorporada como ciencia dentro del cris-tianismo.

    Al enfrentarse con otras culturas, los europeos aplicaban la niisnia doctri-na: los seres supremos venerados por otros pueblos eran considerados "demo-nios", cuya existencia real no se negaba; sin embargo, en ocasiones se dabaotro tipo de valoracin y esas civilizaciones excas eran comparadas con elmundo grecorromano clsico. Asi, la "conquista espiritual" de America estuvodominada primero por la satanizacin de las ideas indigenas; es decir, se con-denaba el mundo precolonial por considerarlo pagano y obra de Satans. Pero,con el transcurrir de los anos, sobre todo en el siglo xviii, poca del nacimien-to de la ciencia como ahora la conocemos y de un progresivo paradigma analiti-co no religioso (positivista), se volvio a plantear el viejo problme de una expli-cacin "objetiva" de las manifestaciones culturales; tanto en el estudio deotras culturas como en el de las religiones ajenas, se buscaba un criterio cien-tfico de evaluacin y un modelo terico de explicacin.

    En los primeros escritos sobre el tema, pertenecientes al siglo xvi, prdo-mina el alun de describir y documentar las ideas y costumbres "paganas" conel objeto de conocerlas bien y poder desarraigarlas. Los autores, frailes evan-gelizadores, eran por definicin enemigos declarados de la religion mesoame-ricana. No todas sus obras fueron publicadas. La magistral descripcin enci- 89

  • COLECC10NISTASE INTERPRETES

    clopdica del mundo nauatl que puso por escrito fray Bernardino de Sahagn,Junto con sus alumnos nauas y los ancianos conocedores de la cultura, tuvo queesperar hasta el siglo XIX para ver la luz. Pero algunas sintesis notables deltrabajo de aquellos frailes fiieron ampliamente difundidas, como la Historianatural y moral de las Indias, del jesuita Joseph de Acosta (Sevilla, 1590), y laMonarquia indiana, del franciscano Juan de Torquemada (Sevilla, 1615).

    Es importante recordar que las preguntas intelectuales eran propias de lapoca. En cuanto al aspecto histrico, los historiadores natives, pertenecientesa la lite precolonial, se empenaban en demostrar la antigiiedad de su linaje yla legitlmidad de sus privilegies, para asi salvar o adquirir de nuevo una posi-cin de poder e importancia dentro de la jerarquia colonial. Por otra parte, losautores cristianos estaban obsesionados por explicar el origen de los pueblosamericanos, es decir por encontrar un vinculo entre este y su propia mitologiaAdn y Eva, No, la torre de Babel, etcetera, o con las culturas de su pasa-do, postulando que el nuevo continente habia sido poblado por las tribus per-didas de Israel, los habitantes de la mitica isla Atiantida, los cartagineses olos romanos, o que habia sido evangelizado por santo Toms.^

    Esta inquietud historiogrfica se entrelazaba con un antiguo problemateolgico, el del origen de la idolatria. Puesto que todo razonamiento se en-contraba an limitado por el prcepte biblico, los investigadores de otras re-ligiones se preguntaban cmo era posible que del ancestro comn de la espe-cie humana, descrito en el libro del Genesis (Adn, No), se pudiese producirt an ta variedad de culturas y religiones y aun perderse el concepto primordialdel monoteismo, que habia sldo revelado por Dios mismo a sus primerascriaturas.

    En trminos sistemticos y prcises, como era caracteristico en l, Acostaescribio:

    Pero reduclendo la idolatria a cabezas, hay dos linajes de ella: una es cerca de co-sas naturales; otra cerca de cosas unaginadas o fabricadas por tnvencin humana.La primera de estes se parte en dos, porque o la cosa que se adora es general comosol, lima, fitego, tierra, elementos, o es particular como tal rio, fuente o rbol, omonte[...]. El segundo gnero de idolatria, que pertenece a invencln o ficcln hu-mana, tiene tambin otras dos diferenclas: una de lo que consiste en pura arte einvencin humana, como es adorar idolos o esttua de pain, o de piedra o de oro,como de Mercurio o Palas, que fuera de aquella plntura o escultura, ni es nada nini nada. Otra diferencia es de lo que reahnente fu y es algo, pero no lo que fingeel idoltra que lo adora, como los muertos o cosas suyas que por vanidad y lisonjaadoran los hombres [Llbro V, cap. 2].

    30 2 Sobre este terna vanse Wauchope (1962), Huddleston (1967), Lafaye (1977).

  • Al explicar el origen de la idolatria en Mesoamrica, Torquemada (1564-1624), en clara referencia a las teorias de Isidoro de Sevilla, dice que Quetzal-coatl y Tezcatlipoca habian sido "hombres encantadores y nigromnticos", quedespus fueron adorados como dioses, al igual que

    [...] los de Eglpto adoraron a Isis, los de Greta a Jupiter, los mauritanos a Juba, loslatinos a Fauno, los romanos a Quirino, los atenienses a Minerva, y los samos aJuno, los pafos a Venus, los najos a Liber, } los de la isla Delos al pslrno y nefandoApolo; todos los cuales fueron hombres, pero por particulares causas y hechos, es-tlmados y tenidos por muy particulares en ellos, y como los poetas no curaron demas que hablar, aunque fuese mintiendo, tomaron ocasin de esta general licenciaque tenian de mentir para poner las alabanzas de stos en los cielos... [Libro VI,cap. 7].

    En su repudio teolgico de otras religiones, Torquemada senala que otra delas causas de la idolatria fue que

    ast rudos e Ignorantes los hombres, y no alcanzando mas su consideracin de aque-llos que los sentidos exteriores les mostraban, solamente los ponian en aquellascosas que eran hermosas, alegres, utiles, deleltables, provechosas y admirables; yen estas pararon y se detuvleron, con aquel juiclo grosero que les haba quedado,con el cual se hicleron poco menos que bestiales, y aquellas dichas cosas adorabany reciban por dioses, como que fuesen dlgnas de adoracin, o como si tuvieranalguna divinidad, slendo mendigas de ella por ser criaturas de las manos de Dios.De estas cosas fue lo primero que se les ofreci a los ojos el sol, el cual, por sugrandeza y hermosura, es mas visible y de particular consideracin... [Libro VI,cap. 12].

    Encontramos, pues, la interpretacin de las deidades como representacinde personajes histories o de fenmenos naturales (desde animales hasta vien-to y estrellas). Es importante senalar que se ha perdido el contacto directe conla tradicion cultural indigena, cada vez mas marginada en su propia tierra.Como consecuencia, las teorizaciones de los cientlficos dicen mas sobre susautores que sobre los pueblos cuva cultura pretenden analizar.

    Uno de los primeros cientlficos europeos que, a distancia, hizo una descrip-cin analitica de la pictografia mexicana, en trminos de una teoria comparati-va de los sistemas de escritura, fue Atanasio Kircher (1601-1680), jesuitaalemn muy docte e inftuyente en su tiempo, fundador de un museo en el Cole-gio Romano, donde trabajaba, y escritor profuso sobre los jeroglifos egipcios, laescritura china, maquinarias, simbolismo, etcetera. Gan fama por su publi-cacin sobre los obeliscos y otros monumentos del antiguo Egipto y por su

    GENESIS DE LAINTERPRETACIN

    ALEGRICA Y ASTRAL

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  • COLECCIONISTASE INTERPRETES

    "descifrainicnto" de los jeroglifos, que interpretaba como signos altamentesimblicos referidos a conceptos filosficos teoria que naturalmente caducy paso al olvido despus del verdadero descuramiento de Champollion realiza-do en el siglo pasado.

    En su Oedipus Aegyptiacus (1652-1654) Klrcher incluy algunos grabadosde la edicin del Cdice Mendoza publicada por Purchas, y bas su explicacinen el comentario contenido en el mismo cdice: se trataba de representacio-nes figurativas de acontecnientos histricos y costunibres de los aztecas(tomo III, cap. 4). Concluy que los signos usados a diferencia de los jerogli-fos egipcios, que creia llenos de misticismo no contenian pensamlentos mis-teriosos, sino que eran simples representaciones, aunque estilizadas, de loshechos. La religion del "Nuevo Mundo" es sintetizada por el de la siguientemanera:

    Porro in aliis Americae lotis Salem et Lunam quoque adorant, in aliis Stellas et por-tenta Meteorum; in quibusdam leones, aliaq similia ferocia animalia, quorum rerumin Fanis suis tenent imagines et statuas [tomo I, cap. 5].3

    Entre los dibujos que incluye esta un interesante dibujo del Templo Ma-yor de Mexico-Tenochtitlan: Figura Fani Horchilouos Numinis Americani, "larepresentacin del sagrario de Huitzilopochtli, dios americano". Al parecer,Kircher no entendi del todo la descripcin de Cortes, en que se basaba,pues situ las escaleras a los lados del edificio, en vez de hacerlas apareceral frente, como lo hicieron otros autores y como son en realidad. Este errorfue repetido aun por Clavijero autor jesuita y gran conocedor de la anti-gedad mexicana que, cien anos despus, encontramos en Italia lo quemuestra una vez mas la grande y duradera influencia de Kircher. A los la-dos del dibujo vemos dos adorantes que rezan al Sol y a la Luna, indicandoasi que eran, segun Kircher, los numenes centrales de la religion mexica-na, una clara expresion del tenaz estereotipo de aquella sociedad como "reinodel Sol".*

    3 "Pues en algunos lugares de America adoran tambin Sol y Luna, en otros las Estiellas y

    los portent* de los Meteoros; en ciertos lugares leones y semejantes animales froces, de loscuales tienen Imagenes y estatuas en sus sagrarios."

    * Para estudios recientes sobre Kircher y el contexte intelectual de su epoca, vase el libroeditado por Fletcher (1988). Para su museo vanse el articulo de Heikamp en Chiappelll (1976),el de Schupbach, en Impey y MacGregor (1985) y el libro de Casciato et. ai (1986). La historiade las representaciones del Templo Mayor es descrita por Boone (1987); comparese el uiili-sis de los hallazgos arqueolgicos de los anos setenta y ochenta en la obra de Broda, Carrascoy Matos Moctezuma (1987).

  • ATHANASII KIRCHERIE SOC. 1ESV

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    Figura Fant Horcholiuos Numiriis /irmericdnt

    A la izquierda: portada del Oedipvs Aegypllao'S, de Kircher; a la derecha: el Templo Mayor, dibujo del mismoAtanasio Kircher, incluido en esta obra.

    El jesuita conoci tambin el Cdice vaticano B, y en el mismo capitule desu obra reproduce una pagina (la ultima) de aquel cdice del Grupo Borgia. Suinterpretation, dice, la debe a los padres de su orden que estaban trabajandoen Mxico; pero, para entonces, el enajenamiento colonial ya habia aislado ellibro de su cultura de origen. No obstante, es interesante leer el comentario deKircher, pues es caracteristico de la manera distanciada y confusa en que loscientificos de la poca barroca vieron estas documentos:

    ...

  • COLECCIONISTASE INTERPRETES

    idoli corpori varia passim diversorum animalium capita, quibus menses, et Zodiacumreferre consueuerunt, incisa Didentur; pedes habet elephantis, reliqua, verecundia pro-hibente, dicenda non existimaui [tomo I, cap. 5].5

    Al mismo tiempo, a mediados del siglo xvii, se produjo en Mxico un cam-bio importante en la historiografla de la poca precolonial: el traslado definitl-vo del discurso a manos de los colonizadores. A principios de ese siglo vemosaun la actividad de los Ultimos grandes historiadores natives, pertenecientes ala nobleza naua, aunque integrados dentro del sistema de gobierno indirectode la jerarquia colonial: Ixtlilxochitl de Texcoco (1578-1650) y Chimalpahin deAmecameca-Chalco (1579-1660?). Sus obras complementan de manera valio-sisima los escritos de los frailes que habian llegado poco despus de la con-quista y que habian estado en contacto directo con los expertos precoloniales.

    Con la muerte de Ixtlxochi y Chimalpahin, el pasado precolonial esexpropiado de los indigenas y pasa a ser parte de la "historia de bronce" cons-truida por autores criollos como una historia "nacional". Desde entonces,hombres formados en la tradicin cientlfica europea y cada vez mas ajenos a lacultura nativa son quienes publican las sintesis histrico-etnograficas y losestudios correspondientes, con lo que se produce un efecto de enajenamientototal en la manera de ver y evaluar lo mesoamericano.

    Este proceso coincide en el tiempo con el gobierno del virrey don FranciscoFernandez de la Cueva, duque de Albuquerque (1653-1660), quien, segn nosinforma el cronista Vetancurt, "puso calor en la fbrica de la Santa IglesiaCathedral, dando premios los Maestros cada vez que se acababa una bveda,hizo traer las mejores campanas del Reino y las coloc en su torre, dedic consolemnidad la Iglesia, con cuatro misas cantadas en un altar a un mismo Uem-po" (1971, Tratado mexicano). Fue en esta obra de construccion cuando sequitaron los monumentos de la antigedad azteca todavia visibles:

    ... avia enmedio del patio otra piedra redonda de una vara de alto y dos de largoredonda ai modo de piedra de molino con un agujero enmcdio; en ella solian ponerun cautlvo de los mas valerosos, atabanle en medio del cuerpo con una soga, yentrando las puntas por el agujero le dejaban atari. > de suerte que pudiesse andarpor la piedra, dabanle un pedazo de pino piedra, salia luego un soldado con sumacana pelear con el... esta piedra estuvo en el sementeiio de la Cathedral en la

    5 "Existe una representation de este simulacre en cierto Hbro mexicano de la biblioteca vati-

    caiiii: con una cabeza como modio, deformada de modo asqucroso, con ojos radiantes, orejas deasno, nariz y boca dentada. Tiene vasos para el sacrificlo en cada mano, y en diversas partes delresto del cuerpo hay cabezas de diferentes animales, con las que solian reprsenter los meses yel zodiaco; tlene pies de elefiuite y lo demas juzgu mejor no decir, va que el pudor lo prohibe."

    ,

  • esquina que cae a las casas del Marquez, y en tiempo del Duque de Albuquerque se GENESIS DE LAquit para simlentos [Vetancurt, 1971, Teatro mexicano, III, 2, 29]. INTERPRETACIN

    ALEGORICA Y ASTRAL

    Esta piedra ha de ser la niisina que describi Duron con todo detalle comouna de dos piedras redondas que haban estado fojadas en un patio dedicadoal culto del dlos Xipe:

    ...para subir a ellas habia cuatro escalerillas, de a cuatro escalones cada una: en launa estaba pintada la imagen del sol, y en la otra, la cuenta de los anos, meses ydias... [Despus de la victoria militar espanola, una estuvo todava un empo en laplaza grande de la ciudad de Mexico] Junto a la acequla donde cotldianamente sehacc un mercado, frontero de las casas reaies... I hast a que el arzoblspo Montfer lamand enterrar].

    La segunda piedra era una que agora tornaron a desenterrar en el sitio donde seedifica la Iglesia Mayor de Mexico, la cual tienen agora a la puerta del Perdn.A esta la llamaban "batea" los antiguos, a causa de que tiene una pileta en medioy una canal por donde se escurria la sangre de los que en ella sacrificaban, loscuales fueron mas que cabellos tengo en la cabeza. La cual deseo ver quitada dealli, y aun tambin de ver desbaratada la Iglesia Mayor y hecha la nueva: es porquese quiten aquellas culebras de piedra que estn por basas de los pilares, las cualeseran cerca del patio de Huitzilopochtli y donde se yo que han ido a Uorar algunosviejos y viejas la destruccion de su templo, viendo alli las reliquias... [Duran, Ritos,cap. 9].

    Tambin el viajero italiano Francesco Carlettl, que estuvo en Mexico en1595-1596, vio alli aquella piedra con figuras en relieve y con el canalito pordonde, se decia, antes corria la sangre de los sacrificados. Probablemente setrte del monumento cilindrico que ahora conocemos como Piedra de Tizoc,redescubierto cerca de la catedral, a fines de 1791, durante la construccin dealgunas obras en el zcalo, y ahora uno de los principales tesoros de la salaazteca en el Museo Nacional de Antropologia.6

    Muertos los que haban nacido en la poca precolonial y removidos los mo-numentos del imperio azteca, va avanzado el siglo xvii, escriben sobre las an-tiguedades mexicanas autores como Jacinto de la Serna (?-1681) y Francisco

    6La identificacin se basa en la coincidencia del lugar, la descripcion de las dncnsiones, dela decoracSon y, en especial, de la pileta con canalito, rasgo Uamatlvo de la Picdra de Tizoc(vease tambin Seier, Gesammelte Abhandlungen, II, pp. 801 y ss.). El canalito es posterior alrelieve que cubre la superficie con la representacion del disco solar; su origen y verdadera fim-cin signer) sicndo tnia de debate, pero su presencia es antigua, como lo demuestran las refe-rencias de Duran y Carletti. No hay razn para suponer, como hace Pasztory (1983, p. 148), queel canalito nie hecho durante el redescubruniento de la Piedra en 1791. 35

  • COLECC10N1STASE INTERPRETES

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    de Burgoa (1604-1681), en prosa barroca y desde una ostentosa perspectivaeclesiastica, que elogia la llamada "conquista espiritual".

    Otros combinan su inters en el pasado con la veneracin de la vlrgen deGuadalupe, y van rastreando senales de una manifestacin divina cristiana yde una evangelizacin muy antiguas en America, atribuidas a Santo Toms.Esta fantasia proceda de nociones mdivales acerca de la existencia del"paraiso terrenal" y de un reinado cristiano primordial (ya del "papa Juan", yade algunos obispos que, se suponia, escaparon de la invasion arabe en la penin-sula ibrica), y adquiri nuevo vigor ideolgico debldo a que correspondra a losdeseos, tanto de indgenas como de criollos y mestizos, de ennoblecer su pa-tria americana frente a los peninsulares. "Ya en el siglo XVI esta teoria habiacomenzado a colorear las referencias a la religion precolonial: se rclam queya antes de la invasion espanola habia existido un concepto monoteista, propiode legisladores y "filsofos" como Nezahualcoyotl, comparados con el bblicorey Salomon; se hizo hincapi en las premoniciones precoloniales de la llegadadel cristianismo, se describieron de manera selectiva y tendenciosa fenmenoscomparables con el cristianismo (ideas acerca de una trinidad, bautismo) etc.(cf. Lafaye, 1977).7

    Un notable estudioso y defensor del guadalupanismo, Becerra Tanco (1603-1672), quien lleg a ocupar la ctedra de matemticas 3' astrologia de la Uni-versidad de Mexico, escribi lo siguiente:

    D. Luis Becerra Tanco, Prroco de Naturales en varios lugares y del de Yxtlapala-pan, tan cercano esta ciudad, al que entr en el 1631, aun aviendo aprendldo esteIdioma por curso habituai desde su infancia, intentaba despues de muchos anos,discernir su sentido compuesto, y figurado, y reputaba a las Pinturas de la Gentil!-dad indisliiui y generalmente por Instrumentos autnticos, quando no consta queestuviesen autorizadas como las Piedras esculpidas colocadas en Lugares pblicos,de las quales no hizo mencin alguna.7Aquellos autores atribuian la transformacin de la predicacin de Santo Toms identlfica-

    do a menudo con Quetzalcoatl al mlsmo proceso que hizo originr la "idolalra" en general.Veamos lo que dclara el franciscano Bernardo de Lizana (1581-1631) en su presentaclon de lostextos profticos mayas, relacionados con la primera instauracion de la cruz en Cozumel porCortes: "Y asi fue, que los apstoles se derramaron por todo el universo muntlo, y sono su vozhasta sus fines de la tierra... y toda la India Occidental y Oriental, y las mas remotas provinciasy reinos de estas partes del mundo nuevo, se tiene por tradicin entre nombres doctos, que elapostol Santo Toms fue el que predico esta tierra y nuevo mundo, o la mayor parte de l, y dejnoticia del Santo evangelic... Adcms, que por el mucho discurso del Uempo y fita de prcdi-cadores del Evangelio, o por la malicia de las gentes vino a olvidarse lo que les cnscno cl Apos-tol, y el demonio enemigo de la fe se introdujo por aquel dios que les habia predicado, hacin-dose adorar por tal, ensenandoles falsas doctrinas, y dioses en muchedumbre..." (1988, p. 116).

  • El aver manlfestado el asumpto de su tratado "Felicidad de Mexico en el princi-ple, y milagroso origen que tuvo el Santuario de la Virgen Maria nuestra Senora deGuadalupe etc." edicin pstuma en Sevilla de 1685, no solamente con Pinturasposteriores a la conquista espanola, 6 de tlempo en que ya no se figuraban enPiedra los sucesos, sino tambin con fundamento tan poderoso especialmente entreestas Naciones, como la memorla tradicional en cantates, no requeria que asentaseaquella autentlcidad indistinta de las del Gentilismo.... Aquel Interprte confesa-ba aver seguido la [inteligencia] que daban las Pinturas, D. Gaspar de Prabez, yD. Pedro Ponce de Lon, Prrocos quienes trat, diciendo tambin por alusion los mas antiguos Misioneros, que solos aquellos Ministros Evangelicos que se apli-caron escudrinar los Mapas, pudieron dar su inteligencia, y que de ellos, y de loscantares sac F. Juan de Torquemada lo que escribi... [1898, pp. 58-59].

    Es en la obra historica del sucesor de Becerra en su ctedra, el insigne as-trnomo mexicano don Carlos de Sigiienza y Gongora (1645-1700), el eruditocriollo de la poca barroca, donde se produce plenamente la idea de un "pasa-do nacional", desvinculado de los pueblos indigenas desposedos, margina-dos y oprimidos por la misma lite que con tanto orgullo se apodera de su pa-trimonio. Sigenza coleccion antigedades y manuscritos pictograficos yreconstruy una "historia de bronce" en que Uitzilopochtli y los reyes aztecasfiguraban como metforas de las virtudes politicas.8

    Un monumento caracteristico de la poca barroca fue el arco triunfal, erigi-do para el virrey conde de Paredes en 1680, en referencia al que Sigenzaexpres su vision de la historia, coinenzando su comentario con las siguientespalabras, propias de la vida cortesana colonial:

    Levantar memorias eternas a la heroicidad de los Principes mas ha sido conse-cuencia de la gratitud que los inferiores les deben, que a un desempeno de la vene-racin que su reverencia nos pide. Porque como la parte inferior de nuestra morta-lidad obsequia a la superior, de que le proviene el vivir, asi las ciudades y reinos,que sin la forma vivifica de los Principes no subsistieran, es necesario el que reco-nozcan a estas aimas politicas que les continan la vida [1960, p. 231].

    Acerca del origen de la culture mesoamericana, Sigiienza y Gongora tuvoideas peculiares que se ubican dentro de la corriente senalada; trat de"ennoblecer" la patria americana afirmando su descendencia de una antiguacivilizacion europea. La historia prehispnica es transforrnada en fundamento

    * Sobre Sigiienza y Gongora y sobre la bsqueda de una historia "nacional" como acto delcrlollismo, tanto en la obra de este sabio barroco como en la de otros escrltores mexlcanos,vanse Lonard (1959), Villoro (1979), Prez y Jansen (1979), Bradlng (1980), Bentez Grobct(1982), Moreno Bonett (1983), MarchetU (1986), Trabulse (1988).

    GENESIS DE LAINTERFRETACIN

    AIJEGRICA Y ASTRAL

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  • COLECCIONISTASE INTERPRETES

    y ejemplo para la sociedad criolla, que carecia de un pasado propio adecuado eimpresionante. Para este efecto puli y reformulo los dates, de tal modo quelleg a rclamt que los pobladores originales descendian de colonizadoresprocedentes de la Atlnlida: su progenitor habia sido Neptuno, reconocidocomo dios del mar por los griegos; pero segn Sigenza, un personaje histri-co, hijo de Misraim, el poblador primordial de Egipto, mencionado en la Bibliacomo bisnieto de No.

    Sigenza no tnia mucho aprecio por sus contemporneos indigenas, aquienes veia con repudio, como "plebeyos". Cuando en 1692, por la caresta ynecesidad, se produjo un levantamiento popular, lo critic fuertemente, elo-giando los "beneficies" que el rgimen colonial y la evangelizacin habian trai-do a America y, mostrando una total fallu de entendimiento de la realidad so-cial, escribi:

    Los que mas tnstaban en estas quejas eran los indlos, gente la mas ingrata, desco-nocida, quejvunbrosa y Inquita que Dios crio, la mas fevorecida con privilegies ya cuyo abrigo se arroja a iniquidades y sinrazones, y las consigue. No quiero pro-seguir cuanto aqui me dicta el sentimiento, acordndome de lo que vi y de lo que oila noche del dia ocho de Junio... [1972, p. 137].

    Notamos cmo en la historiografa mexicana de aquel entonces ya se habiaefectuado el total distanciamiento de la tradicin cultural mesoamericana. Aligual que en Europa, los que escriben sobre los indigenas, su cultura y pasado,son personas que viven muy alejadas de ellos. Desde entonces la disciplinacomienza a definirse como un conjunto de estudios sobre los indigenas, entrelos indigenas y sin los indigenas. Esta circunstancia dtermina, desde luego, lasustitucin de un anlisis basado en los trminos de la cultura en cuestin porlos malentendidos e imaginaciones propios de los autores.

    Es relativamente poco lo que ha llegado a nuestras inanos de los escritoshistricos de Sigenza y Gngora. Las descripciones del viajero Gemelli Ca-reri, quien lo entrevist y obtuvo de l muchos datos para su descripcin de laNueva Espana, nos proporcionan informacin interesante sobre sus coleccionesy actividades en este campo. Gemelli mismo relata cmo se encontraron:

    El sbado 6 [de Julio de 1697] estuve en el coleglo del Amor de Dios, que tienetreinta y seis mil pesos de rentas reaies para ser empleados en la curacln de enfer-mos de bubon o mal francs. Esta alli, en calidad de rector, don Carlos de Sigenzay Gngora, profesor pblico de matcmtlcas, y como deseaba desde hacia muchotiempo conocerme, con tal ocasln estrechamos una buena amistud. Siendo donCarlos muy curioso y virtuoso, pasamos el dia en variadas conversaciones, y al irme,

  • por la tarde, me dlo un Ubro que habia hecho Imprimir con el ttulo de Libra as- GENESIS DE LAtronmica, despus de haberme mostrado muchos escritos y dibujos notables acer- INTERPRETACIONcadelasantlguedadesdelosindios... [1976, p. 119], ALEGRICA Y ASTRAL

    Gracias a este contacte, Gemelli pudo publlcar en su libro grabados de va-rios manuscritos pictoricos en posesin de Siguenza y Gngora, con las expli-caciones que, sin duda, le dio el astronomo-historiador mexicano. Asi, encon-tramos ahi los dibujos del Cdice Ixtliixochitl, el famoso Mapa de Siguenza,que relata la peregrinacion azteca, y un calendario pictogrfico. Acerca de esteultimo, Gemelli observa:

    Cun digno de alabanza y estiniacion es el ingenio de los mexicanos que inventarontan artificioso y ordenadisimo circulo, podrn considerarlo quienes sahen cuntoserrores en esa materia cometieron casi todas las naciones orientales. Este elogio,no obstante, no se debe a los mexicanos de hoy, los cuales ciertamente no son niastronomes ni aritmticos, y con cuya ignorancia bien pronto me convencerian quementlan, sino a los de la gentilidad, como antes hemos discurrido, y a su antiqusitmo maestro Neptuin, como eruditamente va senalando don Carlos de Sigenza yGngora, catedrtico propietario y profesor de matemeaticas de la Universidad deMexico, en su Cyclografia, en la cual se sirve de pasajes de las sagradas escrituras,de tradiciones de los indios, de pinturas y de jeroglificos muy similares que liai iansido conservados por don Juan de Alva, senor del cacigazco de San Juan de Teoti-huacan. Este las habia heredado de sus mayores que habian sido reyes de Texcoco,de quienes descendia por linea dlrecta, y las dej en manos de don Carlos, su al-bacea testamentarlo. Puede decirse con certeza que no se encuentran [pinturas]semejantes en toda la Nueva Espana, porque los espanoles cuando alli entraron, endonde las encontraran las daban a las Hamas, pues viCiulolas sin letras y con muydiversas figuras, las consideraban supersticiosas [1976, pp. 79-80].

    Con el caracteristico entusiasmo del viajero, Gemelli describe los monu-mentos antiguos y coloniales, asi como los paisajes y la abundante naturaleza.En sus referencias a la poblacion indgena encontramos el niistno distancia-miento de que ya hablamos, mezclado con un sentimiento de compasin y es-cndalo por su mala suerte, aunque como es comn en de la optica colonia-lista tiende a culpar a las victimes m i sinus por no trabajar lo suficiente:

    El miercoles 88 [de agosto de 1697], habindonos despedido del dueno de la gran-ja en que habiamos pemoctado, llegamos a buena hora a la aldea de San Jerontmo,habitada por indios otomies, con los cuales nos fue menester valernos de un inter-prte, pues no entendian el habia mcxicana. Viven estos misrables (como todos losdemas de la Nueva Espana), mas como brut os que como hombres, entre horrendas 99

  • COLECCIOMSTASE INTERPRETES

    montanas. Se alimentait la mayor parte del ano con hierbas, pues no tienen maz:carencia que proviene tant del poco terreno que cultivan, como de que tienen incli-nacln por el oclo. Se me saltaron las lgrimas al verlos en tal miserla, que notenan cmo cubrir las partes vergonzosas, tant o los hombres como las mujeres...

    Es causa de tantas mlserias, no hay duda, su poltroneria; pero mucho mas lavoracidad de algunos alcaldes, los mules les quitan cuanto hau ganado durante elano, obllgndolos a recibir bueyes, mulas, caballos y mantas por un precio trs ve-ces mayor que el Justo, y, por el contrario, quitndoles los viveres al precio que aellos les place. [1976, pp. 125-126].

    Otro autor que aprovech los conocimientos y manuscritos de Sigiienza yGongora une fray Agustin de ^ tancurt, quien para su Teatro Mexicano, historiade los succesos exemplares del nuevo Mundo en la Nueva Espana, publicado en1698, uso, entre otros materiales:

    ...varios mapas, libro, volmenes originales de los antiguos Mexicanos, y muchosmanuscritos de D. Hemando de Alvarado Tezozomoc, de D. Fernando de Alva, deD. Dominfo de S. Anton Munon Chimalpain, de Juan de Pomar, de Pedro Gutierresde Santa Clara, del Oydor Alonso de Zurita, que tiene originales y me ha participa-do mi Compatriota, y Ain i go D. Carlos de Siguenza, y Gongora Cosmographo de suMagestad, Cathedratlco Jubilado de mathematicas, y Capellan proprio del Hospi-tal del Amor de Dios de Mexico, curloso ivestigador de papeles antiguos, y desseo-so de que se descubran, y publiquen las grandezas deste nuevo mundo, como ya loha dlcho en varios papeles, y libros que ha impresso... [Vetancurt, 1971, PrologoJ.

    Vetancurt sefiala el aspecto astronmlco del calendarlo, referindose preci-samente a Siguenza:

    El ano de 1684 segun D. Carlos de Siguenza y Gongora, Cathedratlco de Mathe-matica en la Real Unlversidad en su Rpertorie en el Kalendario de los Indios es elchicnahui acatl [9 Cana], noveno de la segunda Indiccion, o triadecateridad delindice Acatl, y es cierto porque aviendose valido de la Mathematica en los eclipsesde la antlguedad, y del estudlo singular con que ha investigado curioso estas an-tlguedades de que esta formando un erudito Kalendario que es la quenta infalible[Teatro mericono, II, Tratado II, cap. 7].

    For otra parte, bsndose en la inforrnacion registrada por los frailes en elslglo XVI, Vetancurt hace hincapi en el uso del calendario en ritos y pronsti-cos designando como "astrlogo" al sacerdote-adivino (tonalpouhqui):

    Los Mexicanos {segn el Padre Acosta) los ninos reden nacidos de Reyes ySenores les picaban las orejas, y miembro viril, en que remedaban la circunsicion

  • Lde los Judlos, pero lo mas comun eran los dos labatorios, el primero era luego quenacia el nino cortado el ombligo, y enterrado, la parlera lo labava encomendandose la Dlosa del agua llamada ChalcMhuitlycue, allas Chalchihuitlatonac, lonuivadespues de labado agua en la mono derecha, y soplandola se la ponia en la boca,pecho, y cabeza con una deprecacion los Dieses fingidos, que crelan ser los que lecriaron, llamados Ometeuhi, y Omezihuatl, dabalo despues a la Madr para quele dicssc de marnai, y antes de segundo labatorlo, que era como bautismo, el quar-to (lia del nacimlento llamaban los Padres un Astrologo de los adIvinos que tcnkui,y diciendoles la hora en que avia nacldo sacaban sus llbros, y figuras, y si erabenevolo les pronosticaban su felizidad, y si nacia en mal signo le ponian, y pinta-ban su mala fortuna, y guardaba el Padre la figura, erraban estos como tambiena vezes los nuestros, aunque los nuestros se fundan tan bien en el movlmiento delas Estrellas, y en la influencia de los Astros, que es fiindamento mas cierto, perolos Indios en los caractres, y figuras: eran por esta clencia de todos estimados, ycomo eran pocos, y los nacimientos muchos tenian en que garnir la vida... [Teatromericono, II, Tratado III, cap. 8].

    Para su analisis de la religion mesoamericana, Vetancurt se bas en el m-todo comparativo y etimologico que estaba de moda en su tiempo; trat deestablecer analogies entre las deidades aztecas y los dioses grecorromanoso los principios bblicos, con base en el significado de sus nombres y tltulos. YaSahagn habia comparado los dioses aztecas con los romanos ("Huitzilopoch-tli, otro Hercules", etc.), y Torquemada habia elaborado sus ideas, pero Vetan-curt mas alejado de la cultura indigena viva llev este procedimiento a unmtodo general. Para demostrar su argumentacion, citumos el ejemplo deldios Tezcatlipoca:

    Jupiter se asemeja Tezcalicopa. S. Agustin dice que le llamaban animo del ninn-do, no anima como otros dixeron, porque S. Isidoro pone la diferencia que ay entreanimo, masculine, entre anima, y espiritu por el quai respiramos, llamase Jupiter,dice el Santo, quasi iuvans Pater Padre que ayuda; uno, y otro significa Teyzcalico-pa, el que a todos resucita, que cometlendo zinalefa le Hainan Tezcali, lo tenian porsuperior todos, llamanle el Mancebo Telpochtli representando el atributo de noembejeserse, y le tenian una sllla donde nadie se sentaba, y se confessaban criadossuyos Tiytlacahuan, y se les aparecia con ropage siendo un mismo demonlo el antl-guo Jupiter como el Jupiter Mexican. [Teatro mexicano, II, Tratado III, cap. 1].

    En su testamento, Sigiienza y Gngora lego sus tesoros documentales al co-legio jesulta de la cludad de Mexico, recordando:

    Con mayor desvelo y solicitud y guslo muy considrable de mi hacienda he con-seguldo diferentes llbros, Mapas originales de los Anguos Indios Mcxicanos

    GENESIS DE LAINTERPRETACIN

    ALEGRICA Y ASTRAL

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  • COLECCION1STASE INTERPRETES

    que ellos en su Gentllidad Uamaban Texamatl o Amoxtle, y aunque mi ninio fue8iempre remltir algunos de ellos a la libreria Vaticana donde se conser\-a uno,muchos anos ha, con grande aprecio, otros al Escurial y los restantes a la Bibliotc-a del Gran Duque de Florencia, quien por mano del Exnto. Senor Duque de Jo-benazzo me lo habia insinuado, tengo por mas conveniente que alhajas tan dig-nas de aprecio y veneracion por su antlgiiedad, y ser originales se conserven endlcha libreria del Colegio Maximo de Senor San Pedro y San Pablo... [Trabulse,1988, p. 19].

    Alli varios estudiosos llegaron a examinar los manuscrites de Siguenza, pero lacoleccin se dispers posteriormente.

    El estudio de los codices recibi un gran impulso con las actividades del ca-ballero italiano Lorenzo Boturini (1702-1755), que en su entusiasmo por el cul-to de la virgen de Guadalupe viaj a Mxico y reuni all una amplia docu-mentacin historica, la que incluia muchos codices pictograficos. Conoci labiblioteca de Sigenza y copi y consigui parte de ella.

    Precisamente esta devocin e inters por las raices americanas levantesospechas entre las autoridades del virreinato, que encontraron en las activi-dades del caballero italiano elementos de anticolonialisme y de subversion.Recordemos que es la poca en que ya se anunciaban los sentimientos que lle-varan a la Independencia casi 80 anos despus. Boturini fue arrestado y ex-pulsado; la documentacin que habia reunido fiie confiscada. Desposeido desus manuscritos, escribio en su exilio en Espana su Justamente famosa Idea deuna nueva historic, general de la America septentrional (1746), con un catlogodescriptivo de su coleccin.

    Lo nuevo era que Boturini analiz los documentes histricos con el mtododel filosofe italiano Giambattista Vico (1688-1744). Fue uno de los primerasque reconocio la importancia del pensamiento de Vico, "guila y honor inmor-tal de la deliciosa Partenope, que por espacio de treinta anos sucesivos mditen la comn naturaleza de las naciones genticas, labrando un nuevo sistemade derecho natural de las gentes sobre las dos columnas de la Providencia ydel libre alvedro...", como lo llama el propio Boturini (1948, p. 25).

    Lo que se propona, bsicamente, era descubrir las etapas de la evolucinde la civilizacin (para Vico, la de la antigedad griega; para Boturini, la meso-americana), descifrando y decodificando las fuentes escritas (especialmentela literatura mitolgica); se trata de una historiografia que, utilizando diversasalegoras, se refiere a trs edades en el desarrollo de la sociedad: la teogonia,la poca de heroes y la historia humana division que en termines simblicosrefleja las formas de organizacion politica: teocracia, aristocracia y monarquailuminada o repblica.

  • Boturinl mismo resume los principios de la Ciencia nueva de Vico, diciendode su maestro que:

    ...es el nlco que abre camino para penetrar el espeso bosque de la gentilldad,ensenando cmo el orden de las Ideas de los hombres fu correspondlente al quetenian las cosas humanas; y este convence que despus del Duvio unibersal, enprimer lugar hubo selvas, luego se fabrlcaron chozas, y mucho Uempo despus,aldeas y vUlas, mas adelante ciudades, y finalmente, con las artes librales y me-cnlcas hicieron las Academlas, y as se advierte que los hombres prlmeramentesicilien la fulta de lo necesario, despus reflexionan lo que les puede ser util y, an-dando el empo, apetecen la comodldad , mas adelante buscan el deleite; de estepasan a pavonearse con galas ostentosas y, en fin, llegan al desperdldo de las pro-plas haciendas.

    De cuyos Incontrastables principios se slgue que la naturaleza de los pueblosprlmeramente fu spera, despus severa, luego benlgna; de all paso a deliciosa yremato en disoluta, por la cual entraron en su turno en el gran teatro de la Hu-manldad los descomunales y neclos, como los Pollfemos; luego los magnanimos yorgullosos, como Aqulles, despus los valerosos y sablos, como Arisdes y los Scl-plones, y slguen con apariencla de grandes vlrtudes envueltas con vlcios escondldosy mucha afabilldad los Alexandras y los Csares; mas adelante los melanclicos yreflexlvos Tberios, y finalmente los furiosos, dlsolutos y desvergonzados Calgolas,Nerones y Eliogbalos, todos los quales, obrando cada quai segn la dlversldad delos tlempos, y velar proplas paslones, ocasionaron en las naciones aquella varledadde cosas que las hermosea o afca. pues los primeros tubieron necesldad de redu-clr los hombres a ser obedlentes en el estado de las famllias, dlsponlndolos a sertambln obedlentes a las leyes; los segundos estubieron dispuestos para cargarsobre los hombros de las mlsmas familles la llbertad popular; los cuartos paraabrlr el camino a las monarqulas; los quintos, para establecerlas, y los lUmospara arruinarlas.

    Estas generales presupuestos que se observan en todos los tlempos, y se es-tlenden sin dlstlncin alguna a todas las naciones, por quant o los gradua la mis-ma naturaleza, no solo dan conocer las costumbres que tubieron nuestros indios,slno que tambln mani liest an los principios y perfecciones de sus clendas... [1948,pp. 26-27].

    Hemos citado este extenso texto porque ilustra bien la mariera en que Bo-turlni qulso analizar la historia humana. La importancia de las ideas de Vicoradica en que se observan principios generales en el desarrollo de las civiliza-ciones. Tales ideas anteceden directamente las evolucionistas de los siglos xixy xx (como las de Marx acerca de los sucesivos modos de produccin). Encon-tramos su eco Icjano hasta en nuestra division de la arqueologa mesoameri-cana en los priodes preclsico, clsico y posclsico. Es obvia, por otro lado, la

    GENESIS DE LAD.TERPRETACIN

    ALEGRICA Y ASTRAL

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  • COLECCIONISTAS

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    debilidad del argumente: parte nicamente de algunos rasgos sobresalientesde la historia europea y los generaliza para fortnar un modelo de aplicaciiiuniversal, lo que lo hace totalmente eurocntrico.9

    Con aquel esquema, Boturini trato de ordenar los datos confuses y contra-dictorios sobre la historia precolonial de Mxico. Naturalmente dedic muchaatencin a la cronologa y al simbolismo del calend