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Lugares Comunes Asuncion Lozano

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Research on identitys and female roles. Contemporary Art images.

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Asunción Lozano Lugares Comunes

Es un proyecto en colaboración con:

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EditaMECA Mediterráneo Centro Artístico

DirecciónFernando Barrionuevo

Dirección Adjunta, Gestión y DocumentaciónRosa Muñoz

TextoVictor Borrego

Fotografías de las obrasJavier Algarra

Imprime y encuadernaBodonia, S.L. Granada

ISBN: 978-84-691-2592-2

DL: GR. 1.240/2008

Agradecimientos:

Cristina Romero

Rafael Delgado

Fernando Barrionuevo

Rosa Muñoz

Inmaculada López-Vilchez

Curra Montiel

Pedro Osakar

Con la colaboración del

Departamento de Pintura.

Universidad de Granada

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Asunción Lozano Lugares Comunes

Del 13 de abril al 11 de mayo de 2007MECA Mediterráneo Centro Artístico

Plaza Bendicho 1. Almerí[email protected]

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El catálogo Lugares Comunes recoge toda la obra presentada por la artista Asunción Lozano en la expo-sición homónima que ha tenido lugar en nuestra sala durante el mes de abril de este año 2007. Asímismo se amplía con una trama de ideas que sirven de hilo conductor y nos ayudan a entender las refe-rencias que dan sustento a su obra.

Desde el 2002 Asunción Lozano viene insistiendo en un tema central: cómo la naturaleza oculta un senti-miento de profunda agresividad que no obstante, el ser humano ha domesticado de forma desigual. La referen-cia a las plantas trepadoras en su afán por invadir espacios de la ciudad se contradice con el hábito instauradoen muchas ciudades centroeuropeas de convertir sus edificios más emblemáticos en jardines verticales, usandola hiedra como elemento ornamental. Como el precioso ejemplo del patio de entrada a la Biblioteca Pública deBerlín. En otras fotos, deliberada y minuciosamente manipuladas, lo que nos queda son sus fantasmagorías, hie-dras aisladas de los edificios a los que sirve de segunda piel, inmersas en la posibilidad de la ruina.

El otro gran tema acontece en el territorio de la escena urbana, donde la naturaleza y el individuo permutansus cualidades. El árbol es nominado en cuanto a unas cualidades humanas atribuidas, mientras que de otramanera, el individuo es representado mediante una compleja trama de entretejidos de ramas y hojas. Nos des-cubrimos dirigiendo nuestra mirada hacia lo social desde cámaras de vigilancia que nos informan, no de lo con-creto, sino más bien de imágenes desnaturalizadas a través de lo digital que perfilan roles y comportamientosglobalizados. Nos situamos ante jardines de violetas negras en donde cada flor y su cualidad, de nuevo, tienensu correlato en individuos concretos. Y vemos retratos en paisajes humanos desde la posibilidad de la generali-zación que permite el pixelado digital.

La obsesiva referencia al orden impuesto a través de repetidas taxonomías nos conduce a la única posibili-dad de llegar al conocimiento en su sentido profundo. Y en esa escenificada trampa descubrimos por azar cómolo diferente se detecta en la cercanía de los iguales.

La exposición nos presenta su trabajo envuelto en sutiles guiños que generan más preguntas que respues-tas. Sin sobresaltos dirige nuestra mirada hacia territorios muy comunes que sin embargo son presentados demanera inquietante. Surgen permanentes referencias a la naturaleza y a sus posibles usos pervertidos.

Queremos agradecer las colaboraciones de la Junta de Andalucía a través de su programa Iniciarte, de laFundación I+D de Software Libre y del Departamento de Pintura de la Universidad de Granada, para la ediciónde este catálogo.

FERNANDO BARRIONUEVODirector de MECA Mediterráneo Centro Artístico

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Casa de Hiedra 2004Impresión digital sobre lienzo140 x 105 cm

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LA EMBOSCADA

“Observé los árboles y las cosas verdesQue se apresuraban”

(Câd Goddeu:“La Batalla de los Árboles”)

Quien tiene a su cuidado un jardín sabe que las plantas se extienden implacablemente, que es bulo el quelas plantas sean como piedras. Que se mueven, que se “apresuran” - aunque sus tiempos son otros- y que alfinal, nos alcanzan. Quien ha sido criado en la ciudad, quien viene de la “civilización” y tiene a su cuidado unjardín, comprueba y a menudo sufre el avance imparable de la vegetación, y secretamente sospecha que debehaber un vínculo entre esa fuerza asilvestrada que le rodea y la acechante emergencia de lo reprimido en elfondo de su domeñada alma. También allí los tiempos son otros y lo que parecía dormido o quieto, al fin nosasedia y alcanza.

Tras la palabra jardín, tan de cristal, tan de cuento, como tras cualquiera de las sonoras palabras que nom-bran los modos de relación entre personas y plantas, se esconde la incierta presencia de lo salvaje. Y sin embar-go, un jardín aspira a representar una especie de triunfo sobre el desorden de las fuerzas vivas. También en laobra de Asunción Lozano lo instintivo parece vestirse con la apariencia más discreta. ¿Qué impulsos se ocultanbajo una obra tan cuidadosa y tan ponderada? ¿Y si esa misma cubierta de hojas que envuelve y atavía, no sesabe que desnudez de la imagen, fuera la obscenidad misma traída a un primer plano? ¿Acaso este vestido nose está exhibiendo a si mismo como pura piel desnuda? La mirada busca detrás del cuadro los motivos que elpropio cuadro enmascara, sin advertir el descaro del velo mismo que impide su visión. Que los buenos modalesencubren ocultas pasiones. Que bajo el sobrio minimalismo está latente, más que en cualquiera de los lugaresdel arte, la fiereza de lo inconsciente.

La obra de Asunción Lozano, con toda su delicadeza, nos sitúa frente al abismo; la metáfora lo exige. La bar-barie se viste de dulces apariencias y el veneno se vuelve apacible néctar.

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Sin título 2002Impresión digital sobre lienzo140 x 105 cm

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UMBRAL Y FUGA

“En la poesía arábiga clásica hay un recurso llamado encendimiento, en el que el poeta provoca la atmós-fera poética con un prólogo empalagoso acerca de boscajes, arroyos y ruiseñores, y luego, rápidamente,antes de que se disperse, se refiere al tema de que se trata realmente”

(Robert Graves)

Para acercarme a la obra de Asunción Lozano, imagino un bosque donde perderme. El bosque es ese alre-dedor de la figura que se sale de su órbita y ocasionalmente la asalta. Todo bosque tiende al cerco: cerca…, acer-ca. Divagando busco encontrar la desorientación, en una obra que se presenta diáfana como un sextante y, sinembargo…

Cerco con múltiples fugas y coyunturas: la emboscada. Emboscada es más red que caja Emboscada no escelada, no hallaremos tabiques, ni maquinación, ni sobresaltos. Cualquier reacción resulta excesivamente impe-tuosa para una amenaza tan liviana. Aunque haya escape, el paso es solo aparente; de la emboscada no se salea pesar de las salidas -porque no hay excusas para ejercer la voluntad de salir. Una inmovilidad progresiva quese asemeja al equilibrio, vuelve inoportuno todo movimiento. Lo que nos va abrazando hasta la asfixia de lo quesomos, en ningún momento nos obliga. Nos somete su dulce perseverancia, nos vence porque nos abandona-mos confiadamente. Su presencia se nos hace habitual. La emboscada no se reconoce como algo externo hastaque ya es demasiado tarde. Entre tanto, se desliza familiar, como un ensanchamiento de lo propio. Lo que podríadesenmascararla entra todavía en los márgenes de la flexibilidad del yo. Por otra parte, en lo más profundo, laemboscada es siempre deseada, llamada sobre sí como una forma de rescate que traiga el final feliz, la buenamuerte, el reverso de un alumbramiento: Mater, materia, madera.

“Que el hijo tenga que refugiarse en la madre para curar las heridas que ella misma le infligió”–dice Jung–.Mitos que aseguran que el hombre nace de los árboles. Árbol es para San Isidoro una noción fundamentalmen-te femenina. Mitos donde la muerte supone un retorno al árbol de la vida. Nacer y ser enterrado en el árbol:vientre y sepulcro. Adonis es enterrado en el Mirto, Osiris en la Erica, Attis castrado bajo un Pino, Lotis conver-tida en Loto, Mirra transformada en el árbol que toma su nombre, Siringo en una mata de sonoras cañas,Narciso, Jacinto, Croco y Esmílace, en flores, y Dafne…: “apenas ha terminado su ruego, cuando un pesado tor-por invade sus miembros, una fina corteza recubre su tierno pecho, los cabellos se convierten en hojas y los bra-zos en ramas…, todo lo que queda de ella es su brillo”.

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FULGOR Y SOMBRA

“hasta desaparecer como un camaleón obediente con cincuentatonos de malva y amatista”

(Marianne Moore)

Sombra no es solamente un asunto de oposición a la luz. Sombra es cuestionamiento y relatividad: trastor-no de las certezas. Entre sus luminosas frondas, Asunción Lozano va invadiendo hasta la desaparición las figu-ras de la razón, revelando en su velar la condición ilusoria de nuestras más sólidas construcciones.

El bosque en sus nombres discurre paralelo a la variedad de sus sombras: Silva: pequeño bosque de apretadas espesuras.Lemus: bosque sagrado, bosque ameno, que acoge muchos árboles y dioses, bosque umbrío.Lucus: bosque tan denso que la luz no alcanza a lo más hondo.Aviara: bosque del todo impenetrable.Fronda: bosque tachonado de las sombras de innumerables ramas nacidas de yemas como ojos vigilantes.

Sombra que abre bajo nuestros pies abismos de confluencias. Sombra: lugar sin fondo, lugar inaccesible,senda extraviada, abrupta pendiente, oscura caverna, camino en declive, orilla herbosa, vapor, espesura, campo.“Busca la sombra de aquellos profundos bosques”-aconseja Ovidio. Ovidio intuye una ley natural ineludiblebasada en lo cambiante, que la cultura intenta sortear mediante sus ficciones de permanencia. La mayoría de losrelatos de sus Metamorfosis tienen como escenario el bosque. Un bosque envuelto en sombras, humos, brumasy nieblas que lo hacen aun más inestable. Un bosque que, en sus más insignificantes detalles, parece estar pre-figurando transformaciones categóricas. Un universo proteico donde nada permanece estable: contracciones,suspiros, hinchazones, envolvimientos. Las persecuciones se suceden, los raptos, las violaciones, las desaparicio-nes, las muertes. Figura y paisaje se confunden en un mismo arrebato. Una agitación continua que parece atra-vesarlo todo, a la que asistimos como al sueño de otro y sin embargo nos incumbe absolutamente. Un tenazpresentimiento de inminentes mutaciones: “Tenía el sol a mi espalda –narra Aretusa acosada por Alfeo- vi unalarga sombra delante de mis pies, o tal vez fuera el miedo el que me hacía verla…” y en ese mismo instante, sedisuelve en azuladas gotas, metamorfoseada en río. El poeta viene anunciándolo desde sus primeros versos: lainspiración le impulsa a expresar ese proceso constante de cambio por el que nada conserva su forma.

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Sin Título 2002Impresión digital sobre lienzo

140 x 105 cm

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DESCRIPCIÓN Y SILENCIO

“Pese a todos sus esfuerzos no llegan nunca sino a repetir un millón de vecesla misma expresión, la misma hoja”

(Francis Ponge)

Nuestros lenguajes están prefigurados en las cosas mismas. La Naturaleza es la que nos narra, la que nosinterpreta y no al contrario. Ella habita nuestras casas y se instala en el corazón de nuestros actos, toma la formade nuestros artificios y acecha en el fondo de nuestras leyes, determinándolas desde dentro. Ella es la que nosmira desde nuestros propios ojos. Hemos levantado un saber en base a un extrañamiento hacia el mundo quenos hace señalar y nombrar para llegar a identificarnos, para inventarnos desde la diferencia. Enterramos lascosas bajo edificios de conceptos que nos mantienen aislados en esa ficción. Pero hasta los signos con que arti-culamos nuestros conceptos, están tomados del mundo y nos desafían con su contagiosa fisicidad. La hoja decuero que la mano de Asunción Lozano recorta y cose es, por lo intencional de su recreación, redobladamentehoja.

En 1937, en el Gulag de las Solovki, el prisionero Pavel Florenski -a quién han prohibido mirar al cielo- investi-ga, en el estrecho margen de visión que le queda, el universo de las pequeñas plantas, con el fervor de quien buscala más inmediata y exacta expresión de su personal confinamiento. Algunos siglos antes, otro prisionero,Ruysbroek, recluido voluntariamente en su propia celda, veía en los hechos de la vegetación una fuente inagota-ble de enseñanzas místicas que traslada a sus escritos sin mediar apenas comentarios. Manteniendo su sabroso sim-bolismo intacto, revela en paradojas, más cercanas a la realidad, aquello que el lenguaje convencional no le permi-te. En “La Diosa Blanca”, Robert Graves analiza el antiguo mito Galés de la Câd Goddeu (:“La Batalla de los Árbo-les”) del rey de Annwn (:“El lugar sin fondo”). El poeta sugiere que el estudio de las mitologías no debe basarseen suposiciones fantásticas, sino en la observación atenta de la vida de los campos y sus ciclos, como modelo estruc-tural de la cultura. Los alfabetos surgieron como inventarios del mundo, las cosmogonías como semilleros.

En las antiguas lenguas célticas, los árboles figuraban letras. Ver era leer.

Nogal de nociva sombraPeral de frutos inflamados

Ficus fecundoSicomoroMorera

Castaño testimonialSelecta Encina

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Haya y Carrasco nutrientesDulce Algarrobo

Agudo PinoContemplativo Abeto

Cedro ardienteCiprés de aromas

Enebro que guardas el fuegoÉbano de corazón

Ancho PlátanoFresno abrupto

Tejo de atinada elasticidadArce multicolor

Duro RobleTierno Aliso

Olmo de los pantanosÁlamo siríaco

Tilo ágil y livianoEfusivo Sauce

Tamarindo celosoMirto amigo de las mujeres

Lentisco cimbreanteBoj escriba

Rododendro que embrujasOlivo que pacificas

Hueco SaúcoTosco ZarzalFlor de Junco

Iris líricoTomilloRosalLirio

Violeta de viril perfumeAcanto

Hiedra que marcas las tierras frías y coronas la frente de los ebriosAloe que panaceas

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Poleo que hace inmuneMandrágoraAdormidera

Regaliz del sedientoRuibarbo del bárbaro Danubio

Ajedrea lascivaOrtiga que muerdes

Ciega CicutaVerbena pura

TrébolMalva viscosaHierba BuenaHierba Mora

Romero ásperoMenta selvática

Parra bravía semejante a la HiedraPapiro que alumbras

Alga fríaOva de los estanques

Heno

Nombrar es más que conocer.

En el Cantar de los Cantares, La Esposa es descrita como un jardín cercado. El Esposo se confunde con LaNaturaleza en su máximo esplendor. En el mundo se muestra y el mundo es su escondite: “Mi viña la tengo antelos ojos”- dice La Esposa -. Todo en el poema es descrito con imágenes tomadas de los bosques, pero el poema-finalmente- no es más que un tejido de palabras que parecen querer regresar a las cosas mismas.

Hojas que son palabras, palabras que conforman hojas que hacen bosques, bosques como textos acerca debosques. Paraíso textual: jardín. “Es normal designar como jardín aquello que ha sido concebido a partir de lacontemplación de un jardín” -advierte un libro bizantino del siglo XI en el que se describe un jardín imaginariodonde las diversas plantas van conformando un texto vivo, un itinerario simbólico que convierte la lectura en unpaseo-. El jardinero, los árboles, el cercado o la entrada misma del jardín, componen una alegoría no descifradaque se abre a múltiples asociaciones. Las plantas son virtudes sin dejar de ser plantas. Lo abstracto es retenidoen lo concreto y repensado desde una sensibilidad más plástica. Allí donde sentir es pensar; los cuidados de lasiembra y la cosecha, la intensa atención hacia las variaciones formales, van ejerciendo su pura alquimia sobrelo íntimo. Plantas bienhechoras, limpias costumbres, voluptuosidades, farmacopeas y recetarios.

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Arbol de Hiedra 2007. Impresión digital sobre lienzo. 2 piezas de 150 x 75 cm

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Sin título 2002-07Impresión digital sobre lienzo

3 piezas de 124 x 97 cm

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Paracelso concebía un universo constituido homogéneamente por unas partículas vivificadas a las que llama-ba entia. Desde su peculiar perspectiva animista, el mundo podía ser resueltamente percibido como una red decorrespondencias más o menos obvias, de acuerdo a su, más o menos, velada esencia común. La popular doctri-na de las signaturas que afirma que lo semejante actúa sobre lo semejante, dotaba al legendario médico de unaclarividencia para descubrir un tesoro de venenos y remedios: “Ve y conoce toda la enfermedad del hombre fuerade él”. Todo saber radica y ha de hallarse en la materia, en la inconsciente identidad entre el sujeto y sus objetos.La materia arroja su saber. Desde el propio cuerpo se sabe, por afinidad con el cuerpo de las cosas. El cuerpo sabeen la medida en que acepta su materialización, su condición de objeto, de sustancia intercambiable y comestible:su sabor. Todo participa de todo, cada cosa remite a cualquier otra: “Y todos los hombres son un cielo y el cielosolo un hombre”. Participación mística lo llama Levy-Bruhl. Uno puede ponerse en el lugar de cualquier cosa queya exista de algún modo en él. Lo distinto, lo es sólo en apariencia, siempre es posible establecer algún tipo deparecido. Pero, del mismo modo, el mundo, en su indiferenciación, viene a situarse al borde de la disolución másdespiadada. De ese latente isomorfismo, de esa imparcialidad de los afectos, surgen igualmente: la medicina y elveneno; la generosidad extrema y el genocidio.

VELAR Y REVELAR

“…pero nada es más dulce que ocupar los elevados templos serenos..., desde donde pue-das mirar a los otros abajo y verlos por todas partes vagar y buscar errantes el camino dela vida”

(Lucrecio)

La ambigüedad de los opuestos, las luces y las sombras, el bien y el mal, la confusión de lo individual en logenérico; son temas recurrentes en la obra de Asunción Lozano, no solo a través de esas vegetaciones que ase-dian y reducen lo distinto a una sola y constante identidad, a un: “lugar común”, también en su inesperado inte-rés por las imágenes relacionadas con las cámaras espías.

Milán, 3 de marzo de 1883, 12:23 hs.El estudiante Medardo Rosso trabaja sobre un ejercicio de copia, en la sala de las estatuas del último piso del

edificio de La Academia de Bellas Artes. De pronto, aquellas “extrañas” estatuas le resultan menos logradas quesimples maniquíes: “hechas como si se tratara de meter nubes huidizas sobre una mesa”. Distraído, se asoma ala ventana y observa a una pareja paseando sobre el enlosado. El piso, que creía plano, parece levantarse y venirhacia delante, como un tono sobre el que las personas se recortan, en indeterminado contraste. Siente que es,sobre todo, su sombra la que hace de estas presencias algo enorme. Intuye una verdad en esto. A medida queavanzan, la sombra disminuye y la intensidad del efecto también. Excitado, pasa de una ventana a otra tratan-

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do de mantener el punto de vista crítico. Sabe que aunque bajara y alcanzara a tocar aquellos colores –tocarlossin tocarlos– guiado por la emoción que le causan esos tonos, la sombra permanecería fuera de su alcance, comouna unidad emotiva, como una coloración. Esta experiencia viene a confirmarle una certidumbre no formulada.En adelante, toda su obra obedecerá al impulso de esta visión.

En la contemplación de las motas de polvo en un haz de luz, Lucrecio percibía impulsos análogos a los quemueven los destinos de los hombres. La sabia vigilancia de otros tiempos, encuentra ahora su versión paródica–no menos fecunda en consecuencias simbólicas– en la desquiciada hipervidencia de las cámaras espías.Fascinante actualización del omnipresente ojo de un dios que todo lo ve. Ferenci fantaseaba con tecnologías queintermediaran una beatífica distancia, más que un zoom: desenfocar para obviar los detalles y evidenciar lo comúnen lugar de agudizar las diferencias. Disociación entre el yo y el mundo que es condición para ese ensueño quellamamos muchedumbre; hormigueante concurrencia que da imagen a la pura exterioridad excluyente. Cada unocomo la sombra de el de al lado.

Tampoco hay rostros en las obras de Asunción Lozano, si hay, por el contrario, siluetas y constantes alusionesa lo genérico. En sus inventarios de plantas se pasa lista a lo humano desrostrificado: minimalizado. Minimalismosupone ampliación y, solo desde ahí, concentración. Un riguroso formalismo educado en el minimalismo que esaquí atraído al borde de su contradicción: concentrar y, desde ese punto, ampliar. No hay rostros pero si sus con-trarios: anti-faces. Pieles desfiguradoras, tensadas sobre la no-forma del bastidor. Desnudez homogénea que satu-ra el cuadro de su ausencia de motivos: cuero. Hoja de parra que más que distraer de lo prohibido lo señala como“lugar común”.., una vez más. Vigilancia y castigo. Foucault supo sacar el hueso de la pulpa del lenguaje y mos-trar la dura realidad de una estructura biopolítica que se fortalece en la rutina de la vigilancia reciproca. Celosías,frondas, muros, líneas en el vaho, mano sobre mano, crujientes hojaldres. Minerva de Botticelli. Piero di Cosimo.Virgilio sesteando. Virtud que embriaga. Azahar…Vivir en la proa, de repente, delante. Sombra y raíz, sabor asombra, vitrales, esporas, camuflajes. Lucio Fontana inverso y multiplicado. Serrín, alfileres imantados, orden afi-lado, brotar, lluvia oblicua, cuchillo en el agua, loca carrera, brillos de plata, bancos de peces, casuales caligrafías,zarpazos, flores de papel y hombres sentados, cesaciones, volver sobre los pasos…

Despersonalizada, la muchedumbre se nos aparece, en los cuadros de Asunción Lozano, como hojarasca.Turbas, sombras o ideas, como enjambres de hojas – un como que otorga consentimiento y palanca para el saltoa la metáfora…, la inconsciente energía que viste las imágenes: verdad simbólica que muestra más, a pesar desu disfraz. Desde una sintonía que viene a implicar al instinto. En La Naturaleza nada se vale de nada. Devoradory devorado trascienden las categorías de sujeto y objeto que tanto incomodan a esa persona que se resiste a sermirada como cosa. Desde cierta perspectiva, la individualidad no es más que una modalidad genérica de exis-tencia; una tipología del hacer masa. A cierta distancia y oblicuidad lo discontinuo se disuelve en lo inmanente.Describir un crimen visto por una cámara espía..., llegar a verse a sí mismo en un cámara espía…, verlo todopara llegar al propio ojo. Cierta añoranza hacia juegos que parecían olvidados. Inofensivas linternas mágicas.DNI y ADN. Hombre-vegetal o cybor.

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Naturaleza invasiva 2004-07Impresión digital sobre lienzo

2 piezas de 140 x 110 cm

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CIVILIZACIÓN Y BARBARIE

“¿Quién es lo bastante invisible para verlo?”(Paul Celan)

En sus implacables análisis sociales, Freud revela que toda civilización se basa en la coerción y control de losinstintos. Mandamientos, organizaciones, instituciones; tienen como objetivo prioritario la perpetuación del exi-lio de los bosques. Una humanidad des-naturalizada protege su estatus antropomorfizando a La Naturaleza. Esaciencia natural que fue la poesía es reemplazada por un psicologismo globalizador. El mundo es visto como laproyección de un individuo que se define como foco, en tanto que se sitúa apartado y enfrentado al mundo. Através de un refinado sistema educativo, la coerción externa se convierte paulatinamente en coerción interna porla acción de una especial instancia psíquica del hombre; eso que Freud llama: super yo. Fourier -persona profun-damente religiosa a su modo- entendía que el empeño de la civilización en enmendar a La Naturaleza era con-secuencia del radical ateismo de las instituciones sociales. Para escapar de ese No-Vivir en el seno del Vivir,Fourier proyectó su “Armonía”, una utopía anti-civilizada basada en la primacía del deseo. No reprimir lo sin-gular, sino colmarlo sin prudencia: “Solo hay un medio noble de luchar contra la pasión, absorberla con unapasión más poderosa”. Fourier ve en esa ausencia de toda restricción, el requisito para la aparición de un ordenespontáneo y total. Pérdida de límites, intercambiabilidad de los seres, sumisión de la propia voluntad a lo real.Un libre movimiento de la afectividad construyendo un sistema de atracciones y repulsiones que se autoequili-bra en la sinfonía de un mundo polimórfico. Fourier reconoce en el trasfondo oscuro de donde provienen lasacciones de los hombres, una esencia común con la densa oscuridad que envuelve a La Naturaleza.

La figura del Salvaje, enteramente cubierto de pelo o de hojas, frecuenta la imaginería medieval como ale-goría de la criatura que, en tanto que no conoce a su creador, permanece en un estado de pasiva inocenciasemejante al de las bestias. El Salvaje vendrá a encarnar justamente la sombra, el lugar sin fondo, el inconscien-te en su sentido más impenetrable. Aun, sobreviven en Europa ceremonias en las que un muchacho es envuel-to con hojas y perseguido hasta lo más profundo del bosque donde, simbólicamente, es cazado y sacrificadocomo desagravio hacia la arbitrariedad de las fuerzas naturales. Pero, a partir del barroco, el Salvaje, pasa a con-vertirse en el Buen Salvaje. Aunque quizás nunca dejó de serlo, sólo que su inocencia es vista ahora como ejem-plo vivo de una moral natural, y goza de una existencia idílica que le hace semejante a los dioses: hermoso,bueno y feliz. Siempre la misma duplicidad: el horror y la exaltación, la amenaza o la esperanza, puestas en LaNaturaleza.

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FIN Y PRINCIPIO

“Y corre hacia mi en torrentes de un verde profundoY todo silencio se convierte en ese ser”

(Herman Broch)

Hojas. Ojos. Identidad fragmentada: “el abandono de sus cualidades vivas y de partes de su cuerpo, ha lle-gado a ser para los árboles un ejercicio familiar”-observa el poeta. Los querubines revestidos de cientos de ojosnos producen esa misma sensación de ceguera en el exceso. Como absortos en sus múltiples visiones, han deja-do de ver. Aquel que espía reduce a sombras la intimidad que viola y desnuda. La desnudez expone una apues-ta que no es ya la del sujeto –dice Jean-Luc Nancy-. Como Apolo al alcanzar a Dafne, no atrapa más que fron-das. Imagino esa misma figura consumida por su propia frondosidad como uno de los signos a escala humanade la Apocatástasis: la interdevoración de un fin del mundo que sea reintegración y eterno retorno. Sigilosa ace-chanza de las plantas, que va dominando imperceptiblemente, con su entropía plena de color, olor y diversidadequívoca. Bosquejos de selvas que asimilan aceras y fachadas, que trepan aliadas a las sombras como la manode un dios que sana o estrangula con puntual ecuanimidad.

Asunción Lozano ha creado una ficción que quiebra el disimulo de la aparente mansedumbre de las plantas.La amenaza de una pasividad contagiosa que es muerte en vida. La fantasía de una rendición al imperio de lovegetal ha sido siempre un recurso infalible del género de terror. Como en toda imagen que asusta, el miedosurge del reconocimiento de una situación de aturdimiento en la que ya estábamos instalados. Plantas despia-dadamente inteligentes que van apropiándose de lo humano, o lo humano reducido a su condición vegetativa.Una súbita invasión de lo vegetal que se posesiona del ser. Junto al vértigo de la aceleración, el vértigo del retar-do. Maquinarias sumergidas en marañas de algas, cubos de Donald Judd engullidos por amazonías de sentimien-tos. Espacios deshabitados, personajes sin destino, como el hombre de la multitud del cuento de Poe: “al quesería vano seguir pues no hay nada que aprender sobre él y sus acciones”. Mancha de tinta que absorbe el dibu-jo. Señas del abandono subrayando esa demora de la voluntad que prolonga la circunstancia de un lienzo alma-cenado, de un gran vidrio criando polvo, de la putrefacción, del óxido, de la fermentación, de la desintegración.Dulce parálisis, de madre que nutre y devora igualando.

Entre los rumores de las arquitecturas que la selva se ha tragado, sobre los muros de hormigón que TadeoAndo convierte en porosos iconostasios, esas barreras de iconos que en los templos ortodoxos separan y unenlo sagrado y lo profano, la mirada atraviesa la exterioridad del cuadro hacia una profundidad que ya no es ilu-soria. Donde hay un cierre algo puede abrirse. En “Jardín de violetas negras”, reconozco el misterio luminosode una mañana de domingo, con más de despreocupado deambular que de limpias baldosas o de contenedor

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Sin título 2007Impresión digital sobre lienzo140 x 90; 140 x 107 y 140 x 110 cm

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de acero. Algo que no encaja con lo que debería ocurrir. Algo incívico. Fisuras, desgarros, sobre una cotidianei-dad obediente a su cuadratura, por donde podrían lanzarse a circular los dioses y demonios paganos del teatrode sombras de William Kentridge.

EPÍLOGO

“No se puede salir del árbol con medios de árbol”(Francis Ponge)

En 1502, Andrea de Mantenga pinta el gran lienzo: “Minerva expulsando a los vicios del jardín de la virtud”.El título es concluyente al asociar el vicio a lo salvaje y la virtud a la norma. La escena transcurre en un jardín dearquitecturas arbóreas y plantas antropomórficas. Minerva, la diosa civilizadora, la que trae a la humanidad larueca y el tejido, la diosa de la sabiduría material, la estrategia y la guerra justa; la diosa guerrera de una pazconstruida sobre una estricta defensa; aparece aquí persiguiendo a sus enemigos que huyen sin ofrecer resisten-cia, aguas abajo. A la izquierda, una mujer-olivo –ser híbrido, definitivamente desgajado de la naturaleza– invo-ca el auxilio de la diosa a través de un serpenteante texto, escrito en las tres lenguas adámicas, que la envuelvea lo largo del tronco. Faunos, centauros, ninfas, amorcillos, y otros proscritos de los bosques, identificados comola encarnación de los vicios, emprenden su éxodo con una resignación que nos recuerda a la de Adán y Eva deMasaccio al salir del Paraíso. Aunque en este “Jardín de la virtud”, en todo caso nos encontramos en las antí-podas del Paraíso: La Naturaleza primigenia está siendo expulsada de la naturaleza domesticada.

En La Villa Libia, en las proximidades de Roma –como en tantas otras ruinas de la civilización– los simulacrosde jardines y parterres que adornaron sus frescos son invadidos ahora –o, tal vez, redimidos– por una agreste yreal vegetación. El visitante que transita por estos escenarios dejados de la mano del hombre, puede experimen-tar en esta desolación, en esta derrota de la cultura, un profundo y gratificante consuelo.

Donde falta el bosque brota el disfraz. Cuando el bosque deja de ocultar, lo hace el enmascaramiento y elmimetismo del vestido: manteles, tapetes, tapices, sábanas, alfombras, almohadas, cojines, toallas, visillos y cor-tinas; tan a menudo estampados de hojas y flores, como incipientes jardines. Mantos, palios, clámides, peplos,estolas, togas y casullas, son bosques portátiles, tentativas de selvas. También las suntuosas vestiduras de LaDiosa Madre, velos de Isis y Maya, coloridos mantos de Chalchiuhtlicue. En tornasoladas cegueras, bajo tejidosde infinitas gamas de color, se han fantaseado los inagotables recursos de La Diosa: el kaunakés babilónico, elprodigioso zaimph,... Paraísos personales a flor de piel: cuero sobre cuero. Desde el perizoma, mínimo taparra-bos de hojas, último souvenir del añorado edén; al vestido (: vestigio), túnica larga que cubre enteramente,

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hasta las huellas de los pies. La leyenda cuenta que sobre las huellas que dejaron los pasos de Adán y Eva en sudestierro, jamás volverá a crecer la hierba… Así, en su misma maldición, queda preservado el camino de regre-so al Paraíso.

“Las patrullas de la vegetación se detuvieron antaño sobre la estupefacción de las rocas. Mil bastoncillos deterciopelo de seda se sentaron entonces a la manera de los sastres antiguos”

(Francis Ponge)

Asunción Lozano ha creado imágenes con las que uno podría vestirse y cobijarse: emboscarse. Imposible almirarlas dejar de imaginar la laboriosidad de unas manos que continúan cosiendo hacia el siguiente intervalo. Lapintura no basta para sus metáforas, la materia tiene que hacerse menos sutil, la forma menos aparente, el colormás intenso, el procedimiento más abnegado. Pues es lo tangible mismo lo que viene a arroparnos con una pielreal sobre nuestra corporalidad fantasma. En sus cuadros se extrema una doble exigencia de la imagen: ser almismo tiempo desnudez y disfraz.

VÍCTOR BORREGO

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Fantasmagoría 1 2007Impresión digital sobre lienzo y acrílico200 x 200 cm

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Fantasmagoría 4 2007Impresión digital sobre lienzo y acrílico200 x 200 cm

Fantasmagoría 3 2007Impresión digital sobre lienzo y acrílico

200 x 200 cm

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Fantasmagoría 2 2007Impresión digital sobre lienzo y acrílico

200 x 200 cm

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Fantasmagoría 25 2008Impresión digital sobre lienzo y acrílico

120 x 91 cm

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Vigía 2876 2006Piel teñida cosida sobre tela courtisan

e impresión digital sobre piel teñida200 x 200 cm

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Jardín de violetas negras 2007Piel teñida cosida sobre tela courtisán

45 cuadros de 27 x 37 x 7 cm c/u

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Detalle de Jardín de violetas negras 2007Piel teñida cosida sobre tela courtisán100 cuadros de 27 x 37 x 7 cm c/uMedidas de montaje variables

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Jardín de violetas negras 2007Piel teñida cosida sobre tela courtisán45 cuadros de 27 x 37 x 7 cm c/uMedidas de montaje variables

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Paisaje humano 2008Óleo sobre piel teñida

24 piezas de 27 x 37 x 7 cm c/uMedidas de montaje variables

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Vista del montaje en el Crucerodel Hospital Real. Granada. 2008

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Vigía 2007Piel cosida sobre courtisán

200 x 123 y 200 x 100 cm c/uMedidas de montaje variables

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Izquierda: Vigias I 2007Piel cosida sobre courtisan200 x 123 cm

Derecha: Vigias II 2007 Impresión digital sobre lona

200 x 123 cm

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Vigias II 2007Impresión digital sobre lona

200 x 123 cm c/u

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Sombras 2007Intervención efímera en Viator (Almería)

17 piezas de caucho sobre el suelo200 x 90 cm aproximadamente c/u

Medidas de montaje variables

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Sombras 2007Intervención efímera en espacio público17 piezas de caucho sobre el suelo200 x 90 cm aproximadamente c/uMedidas de montaje variables

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Sombras 2007Intervención efímera en Almería. Plaza de Bendicho

5 piezas de caucho sobre el suelo200 x 90 cm aproximadamente c/u

Medidas de montaje variables

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Sombras 2007Intervención efímera en Granada

17 piezas de caucho sobre el suelo200 x 90 cm aproximadamente c/u

Medidas de montaje variables

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ASUNCION LOZANO. Granada. [email protected]

PREMIOS y BECAS

2007 Iniciarte. Ayuda a la producción. Junta de AndalucíaIniciarte. Ayuda a la difusión. Junta de Andalucía

2004 Cuarta Bienal de Artes Plásticas Rafael Botí. Compra de obra2003 Ayudas a la Creación Artística Contemporánea. Junta de Andalucía1997 “XIII Premio de Pintura L’Oreal”. Accesit1996 “Arte-Vitoria-Gasteiz”. Bienal de Artes Plásticas de Vitoria. Adquisición:1995 “Premio Navarra de Pintura”. Pamplona. Opción de compra1993 Beca de creación artística del Programa Europeo:“ARTEXCHANGE” para Kraków (Polonia)

VI Muestra Andaluza para Jóvenes Artistas Plásticos. Segundo premio de pinturaVI Muestra Andaluza para Jóvenes Artistas Plásticos. Segundo premio

EXPOSICIONES INDIVIDUALES (selección)

2007 Lugares comunes. MECA Centro Artístico del Mediterráneo. Almería2003 Claro en el bosque. Polvorín, Ciudadela. Pamplona2002 Centro Cultural Gran Capitán. Granada1998 Arquitecturas de papel. Area Dos. Sala Rekalde. Bilbao1993 30 times and 31 places, Galerii Centrum, Nowohuckie Centrum Kultury, Kraków Polonia1992 Fotografías. Sala de Exposiciones de Caja General de Ahorros. Jaén

Feria de Muestras. Sala de Exposiciones de la Diputación Provincial de Granada

EXPOSICIONES COLECTIVAS (selección)

2008 Premio Jesús Bárcenas de Pintura. Museo Municipal de Valdepeñas 2007 Colección de la Universidad. Crucero del Hospital Real. Granada

Gira 2007. Meca Mediterráneo Centro artístico. Itinerante: Viator. Arboleas, Fiñana y Carboneras, Almería“La más elegante del invernadero II”. Centro Cultural Caja Granada. Granada

2005 Granada arte hoy. Centro Cultural Gran Capitán. Granada2004 Cuarta Bienal de Artes Plásticas Rafael Botí. Palacio de la Merced, Córdoba. 2003

Certamen Unicaja de Artes Plásticas. Málaga. (Itinerante)Colección Universidad de Granada. Hospital Real. Granada

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2001 Colección Premio de Pintura L’Oreal”. Centro Cultural Gran Capitán. Granada“Colección Premio de Pintura L’Oreal”. Fundación Laxeiro. Vigo

1999 “Mirando nosotras” Crucero Hospital Real. Granada Bienal de Artes plásticas Ciudad de Pamplona. Ciudadela. Pamplona

1998 “Arte de mujeres” . Corrala de Santiago. GranadaV Certamen Cultural Liga de Futbol Profesional. Casa de Velázquez. Madrid XIII Premio de Pintura L’Oreal. Centro Cultural del Conde Duque. Madrid

1997 “Dialogues Européens Creation Francaise et Espagnole”. Maison des Arts Georges Pompidou,Centre d’art contemporain. Cajarc, FranciaIV Certamen Cultural Liga de Futbol Profesional. Casa de Velázquez. Madrid

1996 “Arte-Vitoria-Gasteiz”. Bienal de Artes Plásticas de Vitoria1995 “III Certamen Nacional de Pintura La General”. Centro Cultural. Granada

“IV Mostra Unión Fenosa”. Estación Marítima . La Coruña“Arte-Vitoria-Gasteiz”. Bienal de Artes Plásticas de Vitoria “Premio Navarra de Pintura” 1995. Ciudadela. Pamplona

MUSEOS Y COLECCIONES

Museo de NavarraDiputación de GranadaAyuntamiento de BazaGalerii Centrum, Nowohuckie Centrum Kultury, KrakówJunta de AndalucíaMuseo Municipal de BazaCaja General de Ahorros de JaénAyuntamiento de VitoriaColección L`OrealUniversidad de GranadaFundación Rafael BotíDiputación de Córdoba

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