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MEDIDAS DE PREVENCIÓN
PARA LA CELEBRACIÓN DEL CULTO
PÚBLICO EN LOS TEMPLOS CATÓLICOS Y
FIESTAS DURANTE LA DESESCALADA
EN TIEMPO DE PANDEMIA
DIOCESIS DE CANARIAS
I. INTRODUCCIÓN
Nuestra Diócesis, en todo este tiempo de la pandemia del
coronavirus, no ha estado inactiva. Aunque las puertas de
los templos han estado cerradas es cuando más cerca
hemos estado de nuestra gente, valiéndonos para ello de
las nuevas tecnologías, que nos han permitido llegar a los
hogares, que se han convertido en iglesias domésticas.
Gracias por la gran labor que han realizado en favor de
todos los fieles.
Toca seguir alentando y animando a nuestros fieles, con el
compromiso que supone para todos prevenir el contagio de
la enfermedad.
Ante esta circunstancia, recordar que sigue en vigor en la
Diócesis la dispensa del precepto dominical, invitando a la
lectura de la Palabra de Dios y la oración en casa. Quienes
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no puedan acudir al templo pueden beneficiarse de la
retransmisión de la misa, a través de los medios de
comunicación. Recomendamos a las personas mayores,
enfermas, o en situación de riesgo, que valoren la
conveniencia de no salir de sus domicilios.
Se retransmitirá la Eucaristía desde Radio Tamaraceite
(FM 95,5) en el siguiente horario:
Lunes a Sábado a las 8,30h., a las 12,00h. y a las 19,00 h.
Domingo a las 10,00 h. a las 12,00 h. y a las 19,00 h.
Presentamos las siguientes disposiciones, aconsejando la
máxima responsabilidad y prudencia, siendo cuidadosos
en todas las actuaciones.
Estas medidas para nuestra Diócesis de Canarias, con el Vº
Bº del Sr. Obispo, han tenido en cuenta las publicadas por
la Conferencia Episcopal Española, nuestra Provincia
Eclesiástica y la aportación de los Vicarios, oído el sentir y
la preocupación de muchos de ustedes.
Como bien sabemos, y así lo han publicado nuestras
autoridades sanitarias, este proceso de desconfinamiento
tiene cuatro fases, que se irán aplicando progresivamente;
se habla en principio de un periodo de 15 días para cada
fase, siempre que se cumplan las previsiones.
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II. MEDIDAS DE ACTUACIÓN
Todos somos responsables en la prevención del contagio
del Covid-19 y su difusión, ofreciendo como Iglesia
espacios lo más seguros posibles en donde celebrar y vivir
la fe. Todas estas medidas que proponemos están sujetas a
las que puedan aplicar las autoridades competentes, tanto
civiles como eclesiásticas.
1.- Llamada a la responsabilidad. Somos nosotros, como
pastores de las comunidades, los que desempeñamos un
papel de gran relevancia para que lo decretado por las
autoridades civiles y eclesiásticas, así como estas
propuestas, puedan ser llevadas a cabo eficazmente.
2.- Población de riesgo. Requieren especial atención y
cuidado las personas que forman parte de la población de
riesgo a causa de la edad o de sus condiciones de salud.
Por eso se recomienda a dichas personas abstenerse de
acudir a los templos.
Valga la misma recomendación para los sacerdotes o
miembros de vida consagrada pertenecientes a la
denominada población de riesgo, con los cuales debemos
ser cercanos y colaboradores desde las vicarias
territoriales.
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III. PREPARANDO EL TEMPLO
3.- La importancia de cumplir en cada fase con el aforo
permitido:
- Primera fase, 1/3 del aforo máximo. Esta fase se aplica
a partir del 11 de mayo.
- Segunda fase, 50% del aforo máximo. Esta fase, si
todo va bien, se aplicará 15 días después, sobre el 25 de
mayo.
El aforo permitido debe contabilizarse en función de las
dimensiones del templo, de las naves, del número de
puertas y de la ubicación de los bancos, así como cumplir
con la separación establecida entre los fieles (1,5 metros)
(excepto en el caso de las personas que convivan juntas
que podrán estar más próximas).
4.- Distribución. Si el altar está excesivamente cercano al
pueblo, como sucede en algunas capillas o ermitas, tal vez
sería oportuno dejar la primera fila de bancos vacía.
A la hora de disponer los bancos (quitar bancos, juntar
bancos..) para respetar la distancia de seguridad,
recomendamos usar señalizaciones (papel de color o
cintas) para que los fieles sepan donde sentarse. Es
recomendable que, en la medida de lo posible, un
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voluntario asuma la responsabilidad de ir colocando a los
fieles en los lugares permitidos.
5.- Movilidad en el templo. Si hay más de una puerta en
el templo, se habilitará una puerta para la entrada y la otra
de salida, creando así un flujo circulatorio que habrá que
indicar debidamente. Las puertas deben permanecer
siempre abiertas para que no haya que tocar pomos o
apliques.
Respecto al tráfico de personas dentro del templo
recordamos señalizar rutas en el suelo, para la entrada y
para la salida, y sobre todo para organizar la fila a la hora
de recibir la comunión.
6.- Apertura del templo.
En la fase 1 es recomendable que los templos solo se
abran en el horario del culto, contando con cierta
antelación para permitir la oración personal.
En la fase 2, se puede proceder a la apertura de los
templos en el horario habitual con el fin de proceder de
forma progresiva y gradual a la asimilación de las nuevas
medidas.
Los templos que permanezcan abiertos, algunas horas
durante el día para la oración personal, deben habilitar un
espacio limitado. Si el Santísimo no es visible desde ese
lugar ubíquese en un espacio adecuado para tal fin.
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No permitir visitas turísticas y/o culturales durante las
fases 1 y 2 de la desescalada.
IV. SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TEMPLO
7.- Instrucciones a los fieles. Recomendamos vivamente a
los sacerdotes que instruyan a los fieles sobre la necesidad
de observar estas recomendaciones de higiene y
distribución de las personas, para que nuestros templos
sean espacios seguros contra el contagio por el corona
virus. Para ello, se deben colocar en lugar visible en el
templo el cartel explicativo “CUIDA TU IGLESIA” que
se adjunta
8.- Principios rectores.
Hemos de extremar las medidas de higiene personal
(lavado frecuente de las manos) y uso de mascarilla de
forma generalizada.
Evitar el contacto físico y procurar siempre mantener la
distancia social aconsejada.
Proteger los micrófonos y cambiar el plástico de
protección de los micrófonos después de cada
utilización
Evitar la permanencia en el Templo y sus
dependencias más allá del tiempo necesario.
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Las pilas de agua bendita y la fuente bautismal
permanecerán vacías.
Limitar las zonas transitables del Templo (también es
válido para las dependencias parroquiales) para poder
garantizar mejor la limpieza y desinfección de las
mismas al tenerla más localizadas y limitadas.
Extremar la limpieza y desinfección (protegiendo los
Bienes BIC) de las instalaciones y mantener las
mismas convenientemente aireadas, especialmente
después de cada celebración (ornamentos litúrgicos,
vasos, altar, ambón, bancos…)
Se retirarán todos los objetos sensibles de ser tocados
como revistas, estampas, sobres, papeles, velas,
lampadarios de velas, etc.
En la bendición de objetos, siempre manteniendo las
distancias y sin tocarlos.
V. LA ACOGIDA Y LA LLEGADA AL TEMPLO
9.- Higiene. En la entrada de los templo se colocará un
difusor con gel hidroalcohólico para que los fieles,
siguiendo las instrucciones de las personas encargadas, se
laven las manos antes de acceder al templo. Donde sea
posible, colocar un felpudo que este humedecido con agua
y lejía para limpiar los zapatos. Así mismo para evitar la
aglomeración a la entrada, sería conveniente colocar en el
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suelo elementos que nos ayuden a mantener la distancia de
seguridad.
10.- Señalización. A la entrada de la iglesia sería
conveniente poner en lugar visible un aviso indicando el
número máximo de personas que pueden participar en
cada celebración, según las indicaciones del gobierno en
cada momento, precisando también que una vez alcanzado
dicho límite no se permitirá el acceso a más personas,
pidiendo comprensión y ofreciendo disculpas por las
molestias. Este punto sería bueno advertirlo explícitamente
a los familiares, bien sea de forma personal o a través de
las funerarias, en el caso de celebraciones exequiales, o, si
es el caso, de otras celebraciones sacramentales como
bautizos o bodas.
11.-Agentes de pastoral. Todos los agentes de pastoral
que estén en las dependencias parroquiales (sacristía,
archivo, salas…) han de llevar mascarillas. A la llegada,
y siempre que sea necesario, cuidar la limpieza de las
manos con gel hidroalcohólico o lavado de las mismas.
12.- Número de personas en espacios parroquiales.
Evitar la acumulación de personas en las dependencias
parroquiales, prefiriendo los espacios abiertos (patios
interiores, plaza exterior, calle…). Así, por ejemplo, las
personas que acudan al archivo parroquial o a Cáritas
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esperarán en la calle, manteniendo las debidas distancias, y
entrarán de uno en uno para ser atendidos.
13.- Incrementar celebraciones. En las parroquias de
gran afluencia de fieles habrá que valorar, como sugiere la
Conferencia Episcopal, en ofrecer más celebraciones para
evitar las aglomeraciones.
VI. LA LITURGIA
14.- Preparación del altar. Sea el propio sacerdote,
previo lavado de las manos, quien realice las labores
preparativas del altar, higienizando cáliz, copón, patena,
vinajeras, libros, micrófonos ... En estas primeras etapas lo
más aconsejable es que haya una credencia junto al altar
donde se coloquen todos los vasos sagrados de la
celebración para que solo sean manipulados por el
sacerdote.
Para la celebración de la Eucaristía rellenar las vinajeras
sólo con la cantidad de agua y vino que se estima va a ser
utilizada, al igual que consagrar el número de formas
que se tiene previsto consumir.
15.- Instrucción a los fieles para seguir la celebración
Antes de comenzar la celebración o al inicio de la misma,
a modo de aviso, sería oportuno, instruir a las personas
sobre las normas de orden que se van a seguir en la
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celebración y solicitando su máxima colaboración con las
personas encargadas de mantener el orden en el templo.
16.- No hay procesión de entrada
17.- El sacerdote hace la reverencia ante el altar sin
besarlo.
18.- Coros y lectores. Evitar los coros en las parroquias,
se recomienda mantener un solo cantor. Un solo lector
para no compartir micrófono.
Se debe evitar tocar el ambón, el leccionario o el libro de
las oraciones de los fieles para evitar los contagios por
contacto.
19.-. No hay procesión de ofrendas. La forma del
sacerdote ha de estar en una patena tapada y ser consumida
en su totalidad por el sacerdote sin dar ninguna parte de la
misma a los fieles.
Si hubiera sacerdote concelebrante debe haber cáliz y
patena diferente para cada uno de ellos.
El copón donde estén las formas debe de estar bien tapado
y solo quitar la tapa para la comunión.
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20.- Saludos de paz.- Se debe prescindir del saludo de la
paz o realizar el saludo sin contacto, con algún gesto
reverencial.
21.- Distribución de la comunión. Antes de distribuir la
comunión el sacerdote recordará el orden a seguir para que
haya un solo sentido de circulación, no se crucen las
personas y se mantengan las distancias señaladas.
22.- Comunión. El diálogo individual de la comunión “El
Cuerpo de Cristo. Amén” se pronunciará de forma
colectiva después de la respuesta “Señor, no soy digno…”,
distribuyéndose la Eucaristía en silencio.
Antes de dar la comunión a los fieles el sacerdote debe
ponerse la mascarilla y lavarse las manos con la solución
hidroalcohólica; igualmente después de la comunión debe
lavarse las manos.
23.- Ministros extraordinarios. En caso de que el
sacerdote sea persona de riesgo por edad o por salud se
establecerán ministros extraordinarios de la Eucaristía (que
no pertenezcan al grupo de riesgo) para distribuir la
comunión, debiendo estos usar mascarilla y lavarse las
manos con gel hidroalcohólico.
24.- Recibir la comunión. Es muy recomendable dar la
comunión en la mano; no obstante, quien a pesar de esta
recomendación desee recibirla en la boca debe esperar al
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último lugar después del resto de los fieles. El sacerdote ha
de lavarse las manos con hidrogel antes y después de dar
la comunión a cada persona que la pida en la boca.
25.- Organización salida. Al finalizar la Eucaristía el
sacerdote invitará a los fieles a salir del templo
manteniendo la distancia de seguridad y empezando por
los últimos bancos del templo.
Si alguna persona quisiera hablar con el sacerdote, debe
hacerlo teniendo ambos la mascarilla y manteniendo la
distancia aconsejada.
26.- Colecta. Para la recogida de la colecta no se pase la
cesta por los bancos; el donativo se hará al salir del templo
indicando a los fieles dónde depositarlo. Habilítense para
ello unas huchas a la salida.
27.- Estipendios. Por lo que se refiere a los estipendios, si
no hay ya una hucha para los mismos, habilitar un lugar
donde las personas pueda depositarlo, siempre evitando el
contacto directo con el dinero, sobre todo por parte de
quien va a presidir la celebración justo antes de la misma.
El mismo criterio valdría para el pago de tasas de archivo
parroquial o celebración de sacramentos y por lo que
respecta al recuento, dejar el dinero un tiempo prudencial
antes de proceder a contarlo e ingresarlo en banco (lo que
se hará siempre con las medidas de higiene pertinentes
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como el uso de guantes desechables y/o gel
hidroalcohólico).
VII. OTRAS CELEBRACIONES
28.- Funerales. La celebración de funerales seguirá las
mismas disposiciones establecidas para la Eucaristía. Para
ayudar a que pueda participar el mayor número de
familiares y allegados al difunto sería conveniente celebrar
el funeral en un momento distinto al de la misa ordinaria
de la parroquia.
29.- Exequias de difuntos
Para las exequias de difuntos seguimos los criterios que se
han seguido hasta este momento. Acompañamiento en
velatorio y cementerio, cumpliendo la normativa que dice:
“la comitiva para el enterramiento o la despedida para la
ceremonia del fallecido se restringe para máximo de 15
personas y, en su caso, se podrá sumar el ministro de
culto o persona asignada de la confesión respectiva para
la práctica de los ritos funerarios de despedida del
difunto”
30.- El Confesionario. En aquellos lugares en los que
haya un espacio amplio (Sacristía, Capilla..) celébrese allí
el Sacramento de la Confesión, manteniendo la distancia
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de seguridad y usando mascarilla ambos. Donde no se
disponga de estos espacios se ha de colocar en el
confesionario mamparas de plástico y garantizar las
distancias entre el confesor y el penitente, tanto el
penitente como el sacerdote han de llevar mascarilla. Sería
conveniente desinfectar el espacio antes y después.
31.- Bautismo. La Celebración del sacramento del
Bautismo ha de estar sujeta a toda la normativa planteada.
En cuanto a la celebración hágase con el rito breve. En la
administración del agua bautismal, hágase desde un
recipiente al que no retorne el agua utilizada, evitando
cualquier tipo de contacto entre los bautizados. En las
Unciones, se puede utilizar un algodón o bastoncillo de un
solo uso, incinerándose al terminar la celebración.
32.- Matrimonio. Ha de ajustarse a la normativa del
momento de la boda. En cuanto a la celebración han de
mantenerse las distancias. Los anillos y las arras, etc…
deberán ser manipulados exclusivamente por los
contrayentes. En las firmas manténgase la debida
prudencia de los contrayentes y testigos, así como con el
bolígrafo que se firma y la entrega de documentos.
33.- Unción de enfermos. Rito breve. En la
administración del óleo de los enfermos utilícese un
algodón o bastoncillo. Las sacerdotes mayores o enfermos
no deben administrar este sacramento a los enfermos de
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coronavirus. En todo caso síganse las medidas de
protección indicadas por autoridades sanitarias
correspondientes.
34.- Fiestas Patronales, de Santos.
Las fiestas quedan sujetas a toda la normativa vigente en
el momento. Siendo esto así, no habrá fiestas en las
parroquias de la forma y manera acostumbrada, tanto
fiestas patronales como otras fiestas litúrgicas propias de
estas fechas (Corpus Christi, fiesta de la Virgen con
motivo del mes de mayo, fiestas de los Santos Patronos..).
Sería necesario que en cada parroquia se organice la
celebración de la Eucaristía, la novena o exposición del
Santísimo, según las normas ya establecidas
anteriormente. Para evitar que las personas veneren las
imágenes mediante el contacto físico, las imágenes
quedarán en el mismo lugar donde están habitualmente,
adornándose de un modo especial para este día.
Quedan anuladas ofrendas, romerías, procesiones… hasta
que la normativa sanitaria lo permita.
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VIII. OTROS
35.- En las parroquias que tengan capillas laterales,
permanecerá impedido el acceso a su interior mientras
dure la normativa que regula el estado de alarma.
36.-Por lo que respecta a los lampadarios, si son
eléctricos se pueden usar como normalmente cuando se
está fuera del culto. Ahora bien, las personas que acuden a
la celebración deben acudir a los lampadarios a depositar
su donativo solo a la conclusión de la celebración (como
se hace con la colecta).
Recordar que la Conferencia Episcopal recomienda la
utilización, con carácter general, de mascarillas dentro
del templo.
En Las Palmas de Gran Canaria, 5 de Mayo de 2020
