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Metafísica y Teoría del conocimiento El estatuto de la Teoría del Conocimiento dentro de la República, afor- tunadamente un tanto anárquica. de la Filosofía ha sido cuestionado des- de su aparición en la segunda mitad del siglo XIX hasta hoy. Cuando el hegelianismo la desterraba del saber filosófico, los neokantianos la reivin- dicaban como area específica de análisis del alcance y límites del conoci- miento humano. En el siglo XX el Círculo de Viena discutió el estatuto epistemológico de la Teoría del Conocimiento (con una evidente huida hacia el campo de la «meta»: metaepistemología de la epistemología), justamente porque quería convertirla en el fundamento del fuego antimetafisico; pero una vez fracasado el proyecto inquisitorial del Positivismo Lógico, se discuti- ran los métodos y cometidos de la filosofía como tal y su estatuto frente al conocimiento científico. se entenderá la filosofía como una elucidación conceptual, un método de clarificación de nuestro esquema lingoistico de comprensión de la realidad, una teoría la más general posible acarca de lo que hay (ontología), etc..., pero en cualquier caso el estatuto epistemológi- co de la propia Epistemología o Teoría del Conocimiento correrá la mis- ma suerte que la filosofía en general: si la filosofía se justifica de una for- ma u otra, la Teoría del Conocimiento resulta incuestionable, entendida como el planteamientofilosófico de los problemas relativos al conocimien- to humano, sea lo que sea lo que el término «filosófico» quiera decir. ¿Que sea la filosofía? es una cuestión que ha llenado muchas páginas en la especulación de nuestro siglo hasta el punto de que Nelson Good- man ha podido decir que ha substituido la Metafisica por la Metafiloso- fía, pero cabría contestarle a Goodman que la Metafilosofía es de por si un capítulo de la Metafísica. Pero abordar el problema del estatuto de la Teoría del Conocimiento desde la discusión metafilosófica de la filosofía misma seria un camino largo y tortuoso, además de inapropiado. Hay otro camino bastante más directo: se trata de seguir la dispersión del saber filosófico para ver como Anales del Seminario de Metafisica. Nóm. Extra, Homenaje a 5. Rábad¿ Ed. Complutense. ¡992

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Metafísicay Teoría del conocimiento

El estatutodelaTeoríadelConocimientodentrodela República,afor-tunadamenteun tantoanárquica.de la Filosofía ha sido cuestionadodes-de su apariciónen la segundamitad del siglo XIX hastahoy. Cuandoelhegelianismola desterrabadel saberfilosófico, los neokantianosla reivin-dicabancomoareaespecíficade análisisdel alcancey límites del conoci-mientohumano.

En el sigloXX el Círculo de Viena discutióel estatutoepistemológicode la Teoría del Conocimiento(con una evidentehuida hacia el campode la «meta»:metaepistemologíade la epistemología),justamenteporquequería convertirla en el fundamentodel fuego antimetafisico;pero unavez fracasadoel proyectoinquisitorial del PositivismoLógico, se discuti-ran los métodosy cometidosde la filosofía comotal y suestatutofrentealconocimientocientífico. se entenderála filosofía como una elucidaciónconceptual,un métodode clarificaciónde nuestroesquemalingoistico decomprensiónde la realidad,una teoríala másgeneralposibleacarcadeloquehay(ontología),etc...,peroen cualquiercasoel estatutoepistemológi-co de la propia Epistemologíao Teoríadel Conocimientocorrerála mis-ma suerteque la filosofía en general:si la filosofía se justifica de unafor-ma u otra, la Teoríadel Conocimientoresultaincuestionable,entendidacomoel planteamientofilosóficode losproblemasrelativosal conocimien-to humano,sealo que sea lo queel término «filosófico» quieradecir.

¿Quesea la filosofía?es unacuestiónqueha llenadomuchaspáginasen la especulaciónde nuestrosiglo hastael punto de queNelson Good-manha podidodecirqueha substituidola Metafisicapor la Metafiloso-fía, pero cabríacontestarlea Goodmanque la Metafilosofía es de por siun capítulode la Metafísica.

Pero abordarel problemadel estatutode la Teoríadel Conocimientodesdela discusiónmetafilosóficade la filosofía misma seria un caminolargo y tortuoso,ademásde inapropiado.Hay otro caminobastantemásdirecto: se trata de seguirladispersióndel saberfilosófico paraver como

Anales del Seminario de Metafisica. Nóm. Extra, Homenaje a 5. Rábad¿ Ed. Complutense. ¡992

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estamisma dispersiónha abocado,paradójicamentesi se quiere,al plan-teamientode las cuestionesfundamentalesquedefinenel cometidode lasMetafísicasy, dentro de ella, de la Teoríadel Conocimiento.Veamos.

En nuestrosiglo, y no sólo dentrodel empirismo radicalque constitu-ye el pensamientoneopositivista.sino tambiénen el llamadoanálisisclá-sico (Russel,Wittgenstein...),en la filosofía posterioral impactodel segun-do Wittgenstein,y en otraslíneas,por ejemplola fenomenología,hanpro-liferado los análisisde camposacotadosde problemas;másque«filoso-fía» se elaboran«filosofíasde» en un intentode investigarlosfundamentosdetodoslos camposdel conocimientohumano:la historia,la sociedad,lafísica, labiología,la matemática,la lógica,etc.., y en otro nivel, la percep-ción, la creencia,las categorías,el lenguaje,la verdad,la conciencia...Enestoscamposacotados,aunqueintervenganpensadoresdediversasproce-denciastanto geográficascomoespiritualespiensoqueno es aventuradoafirmar quese avanzahaciaun diálogocomún,lo quesuponeunacomu-nidadde problemasy unaestandarizacióndecriteriosde investigaciónyconfrontación.La filosofía estávolviendo al ágora,o al menospuedeha-ber un ágoradondeencontrarsefilósofos de tendenciasdispares.

En este procesola Metafísica no es el sabersupremodesdeel que sellega deductivamentea las estructurasfundamentalesde todaslas ramasdel sabery la realidad,sino a la inversa,desdelos distintoscamposde in-vestigaciónse llega, por ascensoobligado,(«ascensosemántico»le ha lla-madoQuine)a un nivel de generalidaden elque es precisoplantearselasestructurasmásgeneralesde la realidady del conocerparallagar a las di-mensionesfundamentalesde la ciencia y de lo quehay.Quineha escritoque«ensu evasividad,de todos modos—en su vaciedadunay otra vezexceptoen relacióna un fondo másamplio— ambas,verdady ontología.puededecirseen un sentidorepentinamenteclaro e incluso tolerantequepertenecena la metafísicatrascendental»1.

Desdeotra perspectiva,distanteen muchosaspectos.Wittgensteinha-bía llegadoa conclusionessimilaresrespectoa las relacionesentrecono-cimientoy ontología;asídecíaen el Tractatus (2.0123):«Si yo conozcounobjeto conozcotambiéntodaslas posibilidadesde entraren los hechosatómicos.(Cadaunade tales posiblidadesdebeestarcontenidaen la na-turalezadel objeto).No se puedeencontrarposteriormenteunanuevapo-sibilidad». El conocimientopretendeagotar la realidad alcanzandosupropia naturaleza:todolo cognosciblese encuentraen la propia naturale-zadel objeto(léaseestomorekantiano).Esteaforismodel Tractatus enun-ciaun puntodepartiday un puntode llegada.De partida,yaqueexpresala necesidadde queel conocimientodescanseen la naturalezadel objeto.y de llegadaya queconocerun objeto es conocertodassusposibilidades

1. W. O. Quine:«RealidadOntológica»,en La relatividad ontológica y otros ensayos?trad. cast..Tecnos.Madrid. 1974, pp. 90-91.

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esencialesqueno son másquesusposibilidadesde serrealidad,susposi-bilidadesexistenciales,o si se prefiere.usandoun lenguajemásclásico,«sus condicionesde posibilidad».

El planteamientode los problemasguoseológicosdentrode un marcoontológico es la garantíamisma de unaTeoríadel Conocimientoque seplanteelos problemasen suradicalidadrenunciandoa cualquierposiciónreductivista.El conocimientono es reductibleal lenguaje,bien queesteconstituyala vía de accesoa lo conocidoen tantoqueexpresado.tampocose reducea la formalidadlógicaya queésta,al decirde Kant, haceabstrac-ción «de toda relaciónentreel conocimientoy e] objeto»; tampocose re-ducea un análisisdel procesoperceptivo,ya queni la percepciónsola dacuentacabal de nuestroconocimientoni la realidadpuedereducirsea suserpercibida.Tantoel lenguaje,comola lógica. la teoríade la percepcióny otros aspectosdel conocerno sólo no lo agota.sino queconstituyenvíasde accesoa sudimensiónontológica:preguntarcómoconocemosimplicapreguntarnosqueconocemosy estapreguntasólo puedeplantearseen co-nexióncon la preguntaontológica«¿quées lo quehay?».

Este horizonteontológico ha estadopresentesiempreen la tradiciónanalítica,quizácon la excepciónde la etapamásradical del Circulo deViena. Así el motor de las primerasinvestigacionesrusselianas,como esconocido,es combatirel neohegelianismode su épocaparadevolvera larealidadel estatutoontológico quele habíasido arrebatado,aún a fuerzade hincharla ontologíacon todo tipo de entidadesplatónicasquedencuentade todoel complejoconocimientohumano2.Los problemasonto-lógicos estaránpresentesen los análisissemánticosy en los estudiossobrela fundamentaciónde la lógica y la matemática;las explicacionesque sedende nuestroconocimientoempíricohabrande darcuentade unareali-dadque la ciencia desvela,y. en definitiva, laTeoríadel Conocimientooexplicanuestroprocesocognitivo de lo realo es yanaquimera,cuandonoegoismoy mczquindad.Bertrand Russellha expresadoen un excelentetexto la función profundamenteliberadora de una Teoría del Conoci-miento que lejos de someterel objeto a los deseosdel sujeto. desvelalacomprensiónpor partedel sujetode toda la magnituddel objeto:

«Poresta razón,la grandezadel alma no es favorecidaporesosfilóso-fosqueasimilanel Universoal hombre.El conocimientoes unaforma dela unión del yo conel no yo; como todaunión,es alteradapor el espíritudedominacióny, porconsiguiente,por todatentativade forzarel Univer-so a conformarsecon lo quehallamosen nosotrosmismos.Es unaten-dencíafilosófica muy extendidala queconsiderael hombrecomola me-didaen todaslas cosas,la verdadcomohechaparael hombre,el espacio,el tiempo y los universalescomopropiedadesdel espíritu,y que,si hayal-

2. Para una exposicióndel motor de las primerasinvestigacionesde Russel verPierreJacob:Lempírisnwlogiqué-. Leséditionsde Minuil. Paris,1980. pp. 34 y ss.

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go queno ha sido creadopor el espíritu,es algo incognoscibley quenocuentaparanosotros.Esta opinión, si son correctasnuestrasanterioresdiscusiones,es falsa;peroademásde serfalsa,tienepor efectoprivar a lacontemplaciónfilosófica de todo lo que le da valor puestoqueencadenala contemplaciónal yo. Lo quedenominaconcimientono es una unióncon el yo. sino unaseriedeprejuicios,hábitosy deseosquetejenun veloimpenetrableentre nosotrosy el mundoexterior. El hombreque hallacomplacenciaen estaTeoriadel Conocimientoescomoel queno abando-na sucirculo domésticopor temora quesu palabrano sea ley.

«La verdaderacontemplaciónfilosófica, por el contrario,halla su sa-tisfacciónen todaampliacióndel no yo, en todolo quemagníficael obje-to contemplado,y con ello el sujeto que lo contempla.En la contempla-ción. todo lo personalo privado,todo lo quedependedel hábito, del inte-réspropioo del deseoperturbael objeto,y. por consiguiente,la unión quebuscael intelecto.Al construirunabarreraentreel sujetoy el objeto,estascosaspersonalesy privadasllegana ser una prisión parael intelecto.Elespíritu libre verá, comoDios lo pudieraver, sin aquí (sic) ni ahora (sic).sin esperanzarni temor—fuera de las redesde las creenciashabitualesyde los prejuicios tradicionales—serena,desapasionadamente,y sin otrodeseoqueel del conocimiento,casi un conocimientoimpersonal,tanpu-ramentecontemplativocomo sea posiblealcanzarloparael hombre.Poresa razóntambién,el intelectolibre apraciarámásel conocimientoabs-tracto y universal,en el cual no entranlos accidentesde la historia parti-cular.queelconocimientoaportadopor los sentidos,y dependiente,comoes forzosoen estosconocimientos,del puntode vistaexclusivoy personal.y dc un cuerpocuyos árganosde los sentidosdeformanmás quereve-lan»~.

Me he permitidocitar estelargo texto de Russell.querezumaplatonis-mo por los cuatrocostados,no en tantoqueexponentede unaconcepciónplatónicade la realidady el conocimiento,sino por manifestarunaacti-tud haciala Teoríadel Conocimientoqueconvienetenerpresentesi no sequiere perderel sentidoque tiene la multitud de enmarañadosanálisisminuciosossobrediversosproblemas:abrir el yo a la grandezadel no yo,darcuentadela realidaden la queel conocimientose hallacomprometido.

DesdeAristóteles los problemasdel conocimientose planteanen tresdireccionescomplementarias:1. Los problemasrelativos a la fundamen-taciónde un conocimientoverdadero,queatiendetantoa las condicionesformales,teoría del razonamientocorrecto,como a los principios del ra-zonamiento,teoríadel juicio, suverdad,los términosy sussignificados.2.Los problemasrelativosal «alma»y su inteleccióndel mundoexterior; la

3. 8. Russefl:Losprohlemasde]o/ilosofia. trad. cast., Labor. Barcelona. ¡980(Óa\ pp.133-134.El texto, comoes sabido,es de 1912. He modificadoligeramentela traducciónde Xirau por mor de la inteligibilidad del texto.

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percepciónsensible,la formación del concepto,la función del intelecto.etc... 3. El replanteamientode estosproblemasen el mareode la constitu-ción de la filosofía primera.La Teoríadel Conocimientoes el esfuerzosis-temáticopor conseguirun tratamientobajo principios unitariosde pro-blemastan haterogeneosa primeravista.

Estadispersiónsistemáticade los problemasdel conocimientopudierahabersido la causade la heterogeneidadde planteamientosy soluciones:la teoría de la analiticidad y la teoría de la experienciaparecenser doscompartimentosestancos;el problemade la verdady el problemade lajustificación igualmentetiendena tratarsecomoproblemasseparados;loslenguajesontológicosy los epistemológicosparecentambién disociarse4,La Teoría del Conocimientopareceun cajón de sastredondecabenunmontonde problemas,peroquecadauno requieresuspropiosprincipiosy métodos.Habráquebuscarla unidadde toda esa dispersiónde proble-maspero, a mi juicio, en el sentidode W. H. Walshcuandodice: «si la fi-losofia es una,suunidadesmásparecidaa ladel Imperio Británicoqueala del TercerReich»5.

Podemospartir de queel sujeto de todoslos procesoscognitivos es elmismo: el queasumey critica la garantíade la verdadlógicay matemáti-cay a su vez asumey critica la validez de la experienciasensible;el quepiensamedianteel lenguajee intentafundamentarla utilidad cognosciti-va de este;el quese conocea sí mismoy conocelos objetosquele rodean.incluido su propiocuerpo.Pero la unidaddel sujeto, el ser uno el sujetoqueconoce,no justifica por sí misma la unidad teóricade la TeoríadelConocimiento,y ello pordos razonesfundamentales:en primerlugarpor-que la unidad del sujetopesea ser un punto de partida es también unacuestióna explicarno sólo en tanto quesujetocognoscentesino tambiénen tanto quesujetoconocido;y en segundolugarporqueaúnsupuestalaunidaddel sujetocognoscentepodría la realidadconocida imponerde su-yo una diversidadde procesoscognitivos hastael punto queel término«conocer»albergaraen si unairreductible deversidadde funcionescogni-tivas a tenor de las distintas realidadesontológicas. Por ambospolos laTeoría del Conocimientose solapacon la Ontología y no como un meroproblemade ordenacióndel saber filosófico sino como la concepciónmismadel cometidode la Teoríadel Conocimientoquenecesariamenteseha de situaren la linea divisoria entrelo cognoscibley lo no cognoscible.y esta línea es tanto epistemológicacomoontológica.

A primera vista, sin embargo.pareceríaqueestaspretensionesde uni-dadpudieranserfalaces;desdela crítica de Wittgensteindel «ansiadege-neralidad» hanllovido condenasde falacia a las pretensionesde unidad

4. El propio Quineha sostenidoesta disociación:cf: «Acercadc lo quehay», enDegde un punto de vista lógico. trad. cast..Ariel, Barcelona, 1962. p. 45.

5. W. H. Walsh: Reason and Experience. Oxford. ClarendonPress. l947, p. 2.

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teóricade las explicacionessobreel conocimiento: la distinción de Ryleentre«knowinghow» y «kowing that». la «falaciaconstatativa»de Austin.etc on a primera vista análisis tendentesa evitar fáciles generalizacio-nes que rechazanaspectosimportantesdel conoceradoptandomodelosunilaterales.Pero a suvez son teoríasmás o menosafortunadassobrelaestructuramásgeneraldcl conocimiento.Ryle pretenderáhacermásbási-co el «sabercomo»queel «saberque»,y Austin entenderácomo másfun-damentalel aspectorealizativo de los enunciadosqueel constatativo.Entodoslos casosse trata, pues,no de manteneruna pluralidad irreductiblede significadosde «conocimiento»,sino de buscarsu característicamásgeneral.de maneraque «an adequateaccountof the conceptframeworkthroughtwhich we would mostperspicouslyunderstandourselves.our li-fe, andthe world in which wc life»6 (7). Justamenteeste es, -a mi juicio. elcometidode una Teoría del Conocimientoy la perspectivaunitaria quepermitiráexplicarbajounosmismosprincipios generaleslacomplejarea-lidad quees el conocerhumano.

Desdeesta perspectiva,¿cual es el sentidode la Teoría del Conoci-miento?

La Teoría del Conocimientoresulta sercasi identificablecon la «filo-sofíamoderna»:esun tópico decirque la modernidadconsiste,tilosóflea-mentehablando(y «simplificando»)en anteponerel problemadel cono-cimiento al problema del ser, o de la realidad,o de la naturalezao delmundo.¿Quiereello decirque la Teoría del Conocimientocorre la suerteque ha corrido la Metafísicaen [a modernidad?

Evidentementeno. La filosofía especulativaplanteaen la modernidadel problemade los límites del conocimientohumano,pero a su vez. y estoes lo paradójico.se planteael problemadel fundamentode esoslímites.

La finitud humana,determinantefundamentalde la modernidaddclproblemadel conocimiento,necesitapara serentendiday delimitada,di-bujarsesobre el lbndo de un modelo cognoscitivamenteinfinito. Dios,que operano tanto como Dios teológico y mora, sino como Dios episte-mológico,como límite respectodel cual precisaremosnuestrasestructurasepistemológicas.

Sobreestefondo el problemadel conocimientoha sido y es la tabladesalvaciónde la razón misma.Peroesunatabla queparano naufragaro seapoyaen un Diosgarantede verdady conocimiento,o seapoyaen un es-píritu mundano, crítico, moderadamenteescéptico,cientifista y funda-mentadoy fundamentanteen y de una estructuraontológica.Quela leo-ría del Conocimientoes Metafísicaquieredecirquesu instrumentalana-lítico. queessin dudael que la ha hechoprogresaren nuestrosiglo,la han

6. PanayotHutchvarov:fle Concept of Knowledge,NorthwesternUniversity Press.Evanston.1970.p. 26. Butchvarovdiscuteampliamentelaspretensionesreductivasre-chazándolastodasparaquedarsecon cl conceptobásicode «conocimientoprimario».

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de conducira los problemasfundamentales,aquellosde los cualesla ra-zón no puedehuir pormuchoque lo intente.

Sin embargo,la Teoríadel Conocimientoha sido utilizada,y continuasiéndolo.como un «caballode Troya» contra la Metafísica,esdecir, con-tra la razón teóricay quesin limitación ningunapretendellegar hastamás allá de sus posibilidadesen un intento prometeicode alcanzaresefuego sagradocon el quequemarel sinsentido y salvaguardarde las llamasel sentido mismo. Pero la razónde poderutilizarla como«caballode Tro-ya» es sucapacidadde disimulo: entraa sacoen la razón mismaporquees la teoría de la razón,por elLo adquiereesecarácterprotagonistaque lacaracterizadesdeDescarteshastahoy.

Descartesha puestocomo fundamentode lafilosofta. es decir, del sa-ber mismo,a la Metafísica,peroentendidaya como «caballode Troya»:«... il doit commencertant de bon a s’appliquerá la vraie philosophie,dont la premiérepartieest la métaphysique.qui contient les príncipes de laconnaissance (...) La secondeest la physique(...) Ainsi tantela philosophieest commeun arbre.dont les racinessont la metaphysique.le trone est laphysique el les branchesqui sortení de ce trone sont bules les autressciences...»7.

El árbol de saber hinca sus raíces en la metafísicaque contienelosprincipios del conocimiento. Descartes.queinaugurael tratamientometódi-co del problemadel conocimiento,lo concibecomo un problemafunda-mental (de fundamentos),másaún, «radical» (de raices).Pero a la vez ycoherentementelo concibecomo la basede un sistema,el sistemade todoel saber,la filosofía, quedefinecomo: «l’etudede la sagesse.et queparlasagesseon n’entendpasseulementla prudencedansles affaires.tnaisunepa,faite connaissance de toutes les choses que Ihomepeut savoir. tantpour laconduitede savie que pour la conservationde sa santéet l’invention detous les arts; et qu’afin que cetteconnaissancesoit telle, it est nécessairequ’elle soit déduitedes premiérescauses,c’est-á-diredes principes»~.

Con Descartesla Teoría del Conocimientonace«fundamentalista»ya la vez «sistemática»tanto porqueella misma(la metafísica)seráun sis-tema de los principios del conocimiento como porque fundamentaráeledificio (el árbol) de todo el saber.Así nacela Teoría del Conocimientocomo «caballodeTroya»,solo quesin quesupromotor.Descartes,pensa-ra en una estrategiadestructivamásbien pensaballebar a las raícesparaafirmarías,peroal llegardejó abiertala posibilidadde socavarías,inaugu-ró el criticismo.

SeráKant el que sí socavarálas raicesmismasdel conocer;y la rela-ción entreconocimientoy realidad,entreteoriay experiencia,entrelógica

7. Descartes:Lespríncipesde la Philosophie,prefacio(quees la carta al traductor),en Oeuvreset Lares.Gall¡rnard. 1953. Pp. 565-566.El subrayadoes mio.

8. Id.. p. 557. El subrayadoes mio.

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del conocery lógica del objeto,entrelenguajey mundoqueKant estable-ce sigueen suslíneasgeneralesy fundamentalestodavíavigente.La Teo-ría del Conocimientovive bajoel paradigmakantiano,y los intentosern-piristasradicales(el neopositivismológico) hanchocadocon los mismosproblemasconlos queseenfrentóKant. y los intentosmásseriosde plan-tearseel problemadel sabery de la realidad,del significadoy la verdad,siguenbajo laégidadel kantismo.Y no se tratadc quela Teoríadel Cono-cimiento se encuentreen un callejónsin salida.Más bien se trata de queel kantismo todavíano ha cumplido todasu misión.

La Teoríadel Conocimiento,desdeKant, ha contribuidoa fundamen-tar la ciencia,pero la fundamentaciónepistemológicade la ciencia sigueabierta.Quizá nos hemosde acostumbrarmása la función regulativadelas ideasquea la función determinantede los conceptos.

La Teoría del conocimiento,desdeKant. ha contribuidoa criticar eldogma.«el imperio despóticode los dogmáticos»,el «procedimientodog-máticode la Razón Pura,sin una previa crítica de su propio poder». Sin em-bargo,el imperio dogmáticono ha sido todavíadestronado,siguenreapa-reciendopor todaspartesfantasmastantoen lo teóricocomo en lo prácti-coquepretendenencontrarla justificaciónde su procederinquisitorial enpresuntasverdadesteóricasque no pasanpor el tamiz de la crítica.

El programaepistemológicokantianotodavíaes vigente ya queno seha conseguidoen todoslos nivelesel reinadode la razóncrítica. Por esola Teoríadel Conocimientosigueen el empeñodeejercerla función críti-cade la razónhastasusúltimasconsecuencias,hastaconseguirquela ra-zónse critiquc a sí misma:quela lógica se cuestionela lógica.queel len-guajese cuestioneel lenguaje.quela experienciapongaen dudala propiaexperiencia:en definitiva quela razónhumanareflexionesobresi mismaparabuscarsus limitacionesy fundamentos.La Teoríadel conocimientorepresenta,comohe dicho, el espíritu prometeicode la razón finita: «it iste purposeof our theory of knowledgeandjustification to explicatetheuncerlainepistemicadventureof man»,y másadelante,«thc rejectionofsomesacrosantassumptionof the days is the touchstoneof progress»’>.

Vivimos bajo la égidade Kant. cumpliendosu programa.perojustopor ello y siendo fielesal «juicio madurode la época»llevamosel progra-ma másallá de dondelo llevó Kant, lo llevamosdondenos permiteel jui-cio madurode nuestraépoca;peroen cualquiercasocl sentidoúltimo dela Teoríadel Conocimientoes contribuir a madurarel juicio.

¿Cómorealizaresta contribución?Li espíritu de nuestraépocaandadividido entrela fundamentacióncríticadel saber,dela ciencia,de la ver-dad(y tambiénde la moral), y la renunciaa todafundamentación,la pre-tensiónde adecuamosa una razón«sin fundamentos».El mismoWitt-

9. K. Leher: Knowledge, Oxford, ClarendenPress.1974, pp. 241 y 249 respectiva-mente.

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gensteinha viajadodesdeuna fundamentaciónkantianadel conócimien-to y la realidaddesdela nuevalógicay la nuevasemánticahastaprocla-mar que la tarea crítica de la filosofía (y por tanto de la Teoría delConocimiento)es devolver las palabras,los conceptos,a su uso normal.habitual,o dicho de otra maneraal uso queobedecea la espontaneidadde la razónno mediatizadapor la doctrina (el dogma)filosófica. Así, lafuncióncrítica, la función epistemológica,consisteen romperel «hechi-zo» de la palabra,pero no de la palabraespontánea,queen su funciónprimordialmentepragmáticano ejerceningún hechizo,sino de lapalabradogmatizada. El valor terapéuticode la filosofía consisteen curarnosdelos dogmas.

Así la Teoríadel Conocimientono intentarábuscarningúnfundamen-to racionalni empíricoal conocimientohumano,sinover elconocimientoen su propia raíz: la naturalezay la praxisdel hombre.Y el hombrenoprocedeporcriterios aisladossino quenecesitatotalizar juicios, sistemati-zar verdades,paravivir en el mundo:«No aprendemosla prácticade for-mularjuicios empíricosmedianteregias:se nosenseñanjuiciosy sucone-xión con otros juicios. Una totalidad de juicios se hace plausibleparanosotros1<)

Peroel queelconocimientohayade sertematizadocomototalidadpa-ra serenraizadoen la propia naturalezahumanano es incompatible,an-tes al contrario,con el análisisde su estructurainterna.Al dogmase lecombatetantodeshaciendolos hechizosquelas palabrasejercensobrelarazón,como desvelandola propia estructurade los sistemascognitivos.Cuandocumplimosla terapiahemosavanzadoen un doblesentido:porunaparte en «desfacer»el entuerto,en desmontarel dogma,y por otraparteen el análisisy conocimientode los mecanismosconqueoperamosal conocer

En definitiva, la Teoríadel Conocimientono es másqueunamodestacontribucióna la respuestaa la preguntakantiana«¿quées el hombre?».Y si esa preguntadejarade tenervalor peligraríano ya la razón,sino elhombremismo.

JosepL. BLASCO

Departamentde MetafísicaTeoríadel ConeixementUniversitatde Valéncia.

¡O. L. Wittgenstein: Sobrela cerfidumbre.ed. bilingoe, Tiempo Nuevo, Caracas,1972. § 140.