3
Hombre de celuloide El hombre de la cámara-rifle Cartel Land padece desequilibrios. Es posible atribuirlos al hecho de que vivir en un sitio en que los criminales pueden entrar a tu casa y violar a tu mujer y a tus hijas delante de ti produce un poco estrés, pero en el caso de Cartel Land , la cosa va más allá. Y es que a pesar de que, como documental cuenta su historia con una narrativa muy sólida, a menudo interfiere con nuestras emociones el pegote de dos historias por completo diferentes. Por un lado están los vigilantes de los Estados Unidos; esos que se han dedicado a cazar migrantes. Por el otro está la historia del doctor Mireles quien saltó a la fama como jefe de las autodefensas michoacanas y que fue visto por muchos como un héroe salido de las páginas de un relato medieval. Era un Robin Hood. Las dos historias no tienen nada en común. O quizás sólo esto: un grupo de civiles, desesperanzados con la posibilidad de que el gobierno haga algo, decide tomar las armas y lanzarse a hacer justicia por mano propia. Cuidado. Durante una de las secuencias más notables de Cartel Land , un hombre indignado grita al Papá Pitufo (segundo en la línea de mando del doctor Mireles): “están ustedes usurpando las atribuciones del estado”. El hombre tiene razón. Puede que la moral supuestamente revolucionaria se

MLab Cartel Land

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Crítica de cine de Fernando Zamora Cartel Land

Citation preview

Hombre de celuloide

Hombre de celuloideEl hombre de la cmara-rifleCartel Land padece desequilibrios. Es posible atribuirlos al hecho de que vivir en un sitio en que los criminales pueden entrar a tu casa y violar a tu mujer y a tus hijas delante de ti produce un poco estrs, pero en el caso de Cartel Land, la cosa va ms all. Y es que a pesar de que, como documental cuenta su historia con una narrativa muy slida, a menudo interfiere con nuestras emociones el pegote de dos historias por completo diferentes. Por un lado estn los vigilantes de los Estados Unidos; esos que se han dedicado a cazar migrantes. Por el otro est la historia del doctor Mireles quien salt a la fama como jefe de las autodefensas michoacanas y que fue visto por muchos como un hroe salido de las pginas de un relato medieval. Era un Robin Hood.Las dos historias no tienen nada en comn. O quizs slo esto: un grupo de civiles, desesperanzados con la posibilidad de que el gobierno haga algo, decide tomar las armas y lanzarse a hacer justicia por mano propia. Cuidado. Durante una de las secuencias ms notables de Cartel Land, un hombre indignado grita al Pap Pitufo (segundo en la lnea de mando del doctor Mireles): estn ustedes usurpando las atribuciones del estado. El hombre tiene razn. Puede que la moral supuestamente revolucionaria se maraville con la entereza de un hombre que decide tomar un arma y ponerse a matar a los malos de la pelcula en plan de caballero justiciero. Lo malo, comienza, por supuesto, cuando uno se da cuenta de que fue as que llegaron los Caballeros Templarios, fue as que llegaron los Crteles. Fue as que Mxico, Colombia; Afganistn e Irak (ahora con el problema de ISIS) se hicieron de algunos de los grandes criminales de la historia. La narrativa de Cartel Land goza, pues, de esta doble moral molesta: no sabe uno qu territorio pisa; no sabe uno si los personajes estn siendo exaltados por el director o si ste se ha metido en la cabeza la posibilidad de retratarlos tal cual.

Personalmente cre que la nocin de un documental objetivo, uno interesado en retratar la realidad sin juicios, haba quedado atrs gracias al famoso (infame para muchos) Michael Moore. Moore puede ser todo lo incongruente que se quiera, pero dio al cine una certeza: la cmara es un rifle. No es posible ser objetivo contra la persona a quien disparas. As Cartel Land o peca de inocente o no supo ofrecer al pblico una historia moderada pero subjetiva. Y es que si bien es cierto que la realidad no es un western lleno de buenos y malos, tambin lo es que toda moneda tiene dos caras y los grandes documentales tienen la virtud de ofrecer las dos.

Dicho lo anterior hay un valor que hace de Cartel Land una obra maestra: La Cmara. No importa que el director Matthew Heineman se haya perdido en el armado de estas dos historias que no solo no pegan, a menudo se contradicen. En tanto fotgrafo el mismo Matthew Heineman entr en combate. Estuvo al frente y, tal vez como los soldados en las batallas de verdad, se perdi tanto con el silbido de las balas, que no termin por saber ni quin era l ni quin era el enemigo ni cul era la verdad.Cartel Land. Direccin, Matthew Heineman. Guin: Matthew Heineman, Fotografa, Matthew Heineman. Mxico, Estaos Unidos, 2015.Fernando Zamora@fernandovzamora