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1 MODELOS DE DESARROLLO Y DE EXTENSIÓN RURAL EN EL SECTOR AGROPECUARIO Material didáctico elaborado por el Ing. Agr. José Manuel Salas Oroño para el curso de Sociología Agraria de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la Universidad Nacional de Tucumán. Tucumán, agosto de 2010. Los modelos de desarrollo agrícola. El economista norteamericano Vernon Ruttan planteó, en 1982, una sucesión de etapas o "modelos" en el desarrollo agropecuario aplicables a buena parte del mundo occidental. El criterio central que empleó para caracterizar los diferentes modelos fue la modalidad con que se fue adecuando la producción agropecuaria a las necesidades de los otros sectores de la sociedad local o mundial en cada momento histórico, tanto en cantidad - en producción y productividad de los recursos- como en actividades o rubros productivos. Así distinguió como etapas del desarrollo agrario a los siguientes modelos: conservacionista, fronterizo, de impacto urbano- industrial, de insumos de alto rédito y de innovación inducida. Este material didáctico tiene por uno de sus propósitos facilitar la interpretación local de ese planteo describiendo esos modelos en la evolución del agro argentino. En lo que respecta a la evolución de la extensión rural -la actividad profesional agronómica vinculada con la promoción del desarrollo rural a través de la transferencia de tecnología- Carlos Alemany, en 2002, planteó como etapas en la actividad de extensión en el INTA la evolución desde el modelo educativo al transferencista, y luego a los proyectos orientados a los diferentes tipos de productores como modalidad de resistencia a las privatizaciones de la década de 1990, para terminar en la discusión de las nuevas modalidades que se diseñan en la actualidad. El modelo conservacionista y la agricultura tradicional. En un trabajo anterior se ha hecho referencia a “la agricultura tradicional” en sus componentes técnicos, ecológicos y sociales. Con diferentes estilos en diferentes momentos históricos y diferentes regiones, el modelo conservacionista tuvo origen en la acumulación de experiencias campesinas en la agricultura tradicional, y se caracterizó por su énfasis en la conservación de la capacidad productiva de recursos naturales como los suelos. El modelo conservacionista evoluciona casi desde el momento en que la agricultura y la ganadería dejan de ser nómades o itinerantes - con la revolución neolítica, diez mil o cinco mil años atrás en los diferentes continentes, cuando las comunidades campesinas se radican definitivamente en determinados lugares- hasta la revolución industrial y sus consecuencias sobre la agricultura desde mediados del siglo XIX. Como todos los modelos, el conservacionista “fue bueno mientras duró". Durante el período en que -por el lento desarrollo de la medicina “precientífica”- los índices de mortalidad fueron muy próximos a los de natalidad dando por resultado el bajo crecimiento de la población, en tanto la mayor parte de la población mundial estuvo radicada en el campo autoabasteciéndose de alimentos, y en tanto el comercio interregional e internacional estuvo poco extendido –por la ineficiencia del transporte terrestre en carretas, y el marítimo a vela- las cantidades de alimentos producidas mediante las técnicas conservacionistas resultaron normalmente suficientes para abastecer las necesidades de la humanidad, a nivel de cada localidad. Ruttan estima que en ese

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MODELOS DE DESARROLLO Y DE EXTENSIÓN RURAL EN ELSECTOR AGROPECUARIO

Material didáctico elaborado por el Ing. Agr. José Manuel Salas Oroño para el cursode Sociología Agraria de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la UniversidadNacional de Tucumán. Tucumán, agosto de 2010.

Los modelos de desarrollo agrícola.

El economista norteamericano Vernon Ruttan planteó, en 1982, una sucesión de etapas o"modelos" en el desarrollo agropecuario aplicables a buena parte del mundo occidental. Elcriterio central que empleó para caracterizar los diferentes modelos fue la modalidad conque se fue adecuando la producción agropecuaria a las necesidades de los otrossectores de la sociedad local o mundial en cada momento histórico, tanto en cantidad -en producción y productividad de los recursos- como en actividades o rubrosproductivos. Así distinguió como etapas del desarrollo agrario a los siguientes modelos:conservacionista, fronterizo, de impacto urbano- industrial, de insumos de alto rédito y deinnovación inducida. Este material didáctico tiene por uno de sus propósitos facilitar lainterpretación local de ese planteo describiendo esos modelos en la evolución del agroargentino.

En lo que respecta a la evolución de la extensión rural -la actividad profesional agronómicavinculada con la promoción del desarrollo rural a través de la transferencia de tecnología-Carlos Alemany, en 2002, planteó como etapas en la actividad de extensión en el INTAla evolución desde el modelo educativo al transferencista, y luego a los proyectosorientados a los diferentes tipos de productores como modalidad de resistencia a lasprivatizaciones de la década de 1990, para terminar en la discusión de las nuevasmodalidades que se diseñan en la actualidad.

El modelo conservacionista y la agricultura tradicional.

En un trabajo anterior se ha hecho referencia a “la agricultura tradicional” en suscomponentes técnicos, ecológicos y sociales. Con diferentes estilos en diferentesmomentos históricos y diferentes regiones, el modelo conservacionista tuvo origen en laacumulación de experiencias campesinas en la agricultura tradicional, y se caracterizó porsu énfasis en la conservación de la capacidad productiva de recursos naturales como lossuelos.

El modelo conservacionista evoluciona casi desde el momento en que la agricultura y laganadería dejan de ser nómades o itinerantes - con la revolución neolítica, diez mil o cincomil años atrás en los diferentes continentes, cuando las comunidades campesinas seradican definitivamente en determinados lugares- hasta la revolución industrial y susconsecuencias sobre la agricultura desde mediados del siglo XIX.

Como todos los modelos, el conservacionista “fue bueno mientras duró". Durante elperíodo en que -por el lento desarrollo de la medicina “precientífica”- los índices demortalidad fueron muy próximos a los de natalidad dando por resultado el bajocrecimiento de la población, en tanto la mayor parte de la población mundial estuvoradicada en el campo autoabasteciéndose de alimentos, y en tanto el comerciointerregional e internacional estuvo poco extendido –por la ineficiencia del transporteterrestre en carretas, y el marítimo a vela- las cantidades de alimentos producidasmediante las técnicas conservacionistas resultaron normalmente suficientes para abastecerlas necesidades de la humanidad, a nivel de cada localidad. Ruttan estima que en ese

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largo período el incremento anual de la producción agrícola fue del orden del 1% anual,aproximadamente igual al crecimiento de la población.

Es difícil encontrar en la historia agraria de nuestro país otros ejemplos de modeloconservacionista que los aplicados en el periodo precolombino por los pueblos andinos yguaraníes, ambos extrapampeanos. Si ambas situaciones se analizaran comercialmente,lo que posiblemente no tiene sentido, se hablaría de economías cerradas en el sentido deque casi no había intercambios interregionales. En estos casos particulares no ocurre quela declinación del modelo tuviera origen en la adecuación a la revolución industrial, porcuanto su sustitución fue consecuencia directa de la violencia de la conquista, impulsadapor el interés comercial y no por el industrialismo. Los que sí trajeron a nuestro país y a laregión pampeana componentes de la agricultura tradicional –y conservacionista- fueronmuchos inmigrantes europeos que llegados al país entre 1850 y 1930 se hicieronagricultores argentinos como colonos o como arrendatarios.

El modelo fronterizo. Tres estilos de ocupación territorial en las pampas.(1810/1880 a 1930/45)

Marco mundial. La división internacional del trabajo.El proceso conocido como "revolución industrial" articuló grandes cambios técnicos,políticos y sociales. La aparición de los motores independizó de la energía animal yhumana primero al transporte, con los motores a vapor aplicados a buques y ferrocarriles,luego a los procesos industriales y mucho después, ya con combustibles líquidos ymotores de combustión interna, a las producciones agrícolas. Pero los motores surgieronen el marco de una revolución científica y tecnológica que, en sus aplicaciones sanitarias,redujo drásticamente las tasas de mortalidad con lo que el crecimiento poblacional pasórápidamente del 1 al 3 y hasta 4% anual dando comienzo a la llamada "explosióndemográfica".

La demanda de trabajo industrial concentró la población en las ciudades, con lo que lamayoría de la población dejó de producir su propio alimento. Los cambios en eltransporte multiplicaron los intercambios comerciales a nivel internacional. El crecimiento delas fábricas motorizadas determinó el incremento progresivo de la demanda dematerias primas agrícolas. En estas nuevas condiciones la reducida capacidad de hacercrecer la producción mediante el modelo conservacionista -de solo el 1% anual- resultóinsuficiente.

Durante sus casi dos primeros siglos -más o menos entre 1750 y 1945- laindustrialización creció en el marco de la “división internacional del trabajo”, a través de lacual los países del hemisferio norte –Inglaterra primero, luego Estados Unidos- seespecializaron en la producción industrial y los países del hemisferio sur -como Argentina-se dedicaron a producir materias primas, agrícolas y mineras, en un proceso conocidocomo "expansión agro exportadora", y en el marco de una economía liberal y abierta alcomercio exterior.

El modelo aplicado para incrementar la producción agropecuaria con destino aexportación consistió en el aumento del área sembrada -la expresión "fronterizo" surge deexpandir las fronteras de cultivos sobre áreas antes no sembradas-, en aquellos lugaresdel mundo en que esto fue posible.

Marco nacionalEn Argentina mediante sucesivas campañas militares llevadas a cabo entre 1810 y 1879se desalojó a tehuelches -aonikén, en su lengua- y mapuches de las aproximadamentecincuenta millones de hectáreas de la llamada "pampa húmeda", en las provincias de

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Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y La Pampa.

La modalidad de apropiación y puesta en producción de la tierra determinó al menos tresestilos distintos de ampliación del área cultivada o las fronteras agrícolas: El del este y nortede la provincia de Buenos Aires -la llamada “pampa criolla”-, el de las provincias de SantaFe, Córdoba y Entre Ríos -la “pampa gringa”-, y el del oeste y sur de Buenos Aires, surde Córdoba y este de La Pampa o las “pampas del sur”. Hay que tener en cuenta queen buena parte de este período, llamado de las “guerras civiles" y “la organizaciónnacional", estas tres regiones llegaron a corresponderse con tres organizaciones políticasenfrentadas, o casi tres países enfrentados: Buenos Aires, la Confederación y el "desierto"o país de los indios pampas.

El modelo fronterizo en la pampa criolla.Con los procesos independentistas iniciados en 1810 se abrió la posibilidad deexportar a través de Inglaterra carnes saladas -tasajo- de pésima calidad y destinado a laalimentación de los esclavos de las plantaciones caribeñas. En el período colonial solo seexportaron cueros obtenidos mediante la cacería de vacunos salvajes o "vaquerías". Perodesde 1810 se instalaron los saladeros y las tierras próximas al puerto, ricas en praderasnaturales para alimentar y ríos para abrevar la hacienda tomaron un valor que antes notenían.

Las campañas militares expulsaron a los indios del norte y este de Buenos Aires y las tierrasse privatizaron a través de variados procesos que incluyeron desde la "enfiteusis" deRivadavia hasta los premios militares dados por Rosas. Para darnos una idea de lostamaños de las estancias que se adjudicaron basta tener en cuenta que la unidad demedida fue la “legua" -de 5 kilómetros por 5 kilómetros- equivalente a 2.500 hectáreas, y quelas adjudicaciones eran normalmente de varias leguas. Hacia 1850 casi 13.000.000 dehectáreas se repartieron entre menos de 400 estancieros y comerciantes, lo que da unpromedio de más de 30.000 ha para cada uno. El arrastre histórico determinó que lapampa criolla fuera predominantemente estanciera y latifundista hasta hace poco más de unadécada.

La expresión pampa criolla surge del carácter mestizo de su población, en la quecoexistieron y se hibridaron los gauchos -originariamente cruza de europeo por indiaguaraní- dedicados al trabajo de a caballo en el campo, con los africanos esclavizadosaplicados al trabajo de a pie en los saladeros productores del tasajo, La orientacióneconómica de los gobiernos de Buenos Aires fue tendiente al librecambio, a laexportación e importación, siempre en relación con Inglaterra, promoviendo lasexportaciones agropecuarias del momento - tasajo y cuero- y facilitando las importacionesindustriales, principalmente textiles. Hasta los chiripas y ponchos de paño inglés -de"merino"- predominaron en la vestimenta del gauchaje.

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Desde el momento en que a comienzos del siglo XX los barcos frigoríficos posibilitaronlas exportaciones de carnes sin salar de calidades progresivamente superiores, losestancieros criadores de la pampa criolla se orientaron principalmente a la etapareproductiva o de cría de ganado, que por ser menos exigente que el engorde en cuantoa calidad de pastos pudo hacerse sobre las praderas naturales sin necesidad deimplantar pasturas cultivadas. En 1888, para organizarse en el proceso de importación detoros para mejorar sus rodeos y también para representar sus intereses económicos ypolíticos, los estancieros criadores de la pampa criolla formaron la Sociedad RuralArgentina.

El modelo fronterizo en la pampa gringaLas provincias del interior -entre ellas Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos- no contaron conlas ventajas naturales de las praderas y los ríos, ni tampoco la cercanía al puerto,como para plegarse a la expansión saladeril exportadora. Además, la entrada de tejidosindustriales baratos desde Inglaterra las perjudicó sus intercambios con las provincias delnorte con sus telares artesanales. Esta fue una de las causas de su alineamiento en lasguerras civiles –primero en la liga Artiguista y después en la Confederación- conorientación proteccionista y opuesta a la política librecambista de Buenos Aires.

Sus proyectos apuntaron entonces más hacia la producción para consumo interno, y sumodo de favorecer la cultura agro artesanal consistió en facilitar la inmigración defamilias de campesinos pobres europeos, más o menos a partir de 1850. Esto se hizoposibilitándoles a través de procesos de colonización el acceso a la propiedad demedianas extensiones de tierra -frecuentemente de entre 30 y 60 hectáreas- yproveyendo también, en muchos casos, algunos animales y elementos de trabajo. Así fuecomo estas provincias lograron la radicación de decenas de miles de pequeñosagricultores europeos, con lo que el norte pampeano quedó sembrado de "coloniasagrícolas" pobladas de chacareros propietarios. La expresión “pampa gringa” se relacionacon el origen europeo "puro" de sus pobladores. Con la instalación del ferrocarril seabarató el transporte y las colonias desarrollaron el cultivo de cereales -combinado conganadería, tambo, frutales, huerta, granja y procesamiento artesanal de parte de suproducción-, pasando de 350.000 hectáreas sembradas en 1870 a 4.000.000 en 1900, ydestinando ya una significativa parte a la exportación.

Si bien las colonias de inmigrantes agricultores fueron el estilo predominante deocupación territorial en esta región, también se instalaron en ella los latifundiosganaderos.

El modelo fronterizo en las pampas del sur.Hasta la "campaña del desierto" de 1879, todo el oeste y sur de Buenos Aires, elnoreste de La Pampa y el extremo sur de Córdoba fueron tierra de indios. Las matanzas y laexpulsión de los indígenas sobrevivientes al sur del Río Negro dejaron libres muchosmillones de hectáreas, que rápidamente se distribuyeron en grandes extensiones. Sepremió con seis leguas de tierra a los generales, con cinco a los coroneles, con una a loscapitanes, y se cubrieron los gastos de la campaña con la venta anticipada y en grandesextensiones de las tierras a conquistar.

En 1920 ya prácticamente no quedaban tierras públicas o fiscales en el áreapampeana. Como la zona oeste y sur era pobre en praderas naturales por su climasemiárido fue necesario implantar alfalfa. Para hacerlo, fue frecuente que los estancieroscedieran “a medias” –en aparcería o en arriendo- por tres años parcelas de unas 100hectáreas cubiertas de pajonales y hormigueros a cada familia inmigrante, a condición deque hicieran el primer año lino -al que no comen las hormigas, para dejarlas sin alimento-el segundo año trigo, y el tercero lino con alfalfa, para devolver entonces al campo

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alfalfado a la estancia y trasladarse a implantar alfalfa a otro pajonal.

Estos mecanismos explican como la expansión ganadera estimuló el desarrollo de laagricultura, con lo que el área sembrada con granos llegó -en toda el área pampeana- a21.000.000 de hectáreas en la década de 1920. También este procedimiento hizo posiblela implantación y reposición de 8 millones de hectáreas de alfalfa. Toda esta expansiónse logró mediante una mecanización no motorizada, con equipos de cultivo tracción asangre y el enorme esfuerzo de los inmigrantes arrendatarios. La carencia de pastosnaturales y la implantación de alfalfares de alta calidad orientó la actividad ganadera demodo predominante hacia el engorde o invernada, comprando terneros "de destete" a losestancieros criadores de la pampa criolla y engordándolos hasta su venta para faena alllegar a los 400 kilos.

Tipos de productores.En este período -con modalidades propias en cada una de las tres zonas aparecen trestipos de productores que, con sus vinculaciones y conflictos, dejarán huellasprofundas en la historia agraria pampeana. Por una parte los latifundistas, aquellosestancieros principalmente radicados en la pampa criolla que continuaron dedicándose ala cría vacuna sobre muy grandes extensiones de pastos naturales. Estos, tanto para laimportación de toros ingleses como para presionar conjuntamente sobre los gobiernos, en1888 formaron la Sociedad Rural Argentina (SRA).

El segundo tipo de productor que se difunde con el modelo fronterizo es el familiar ocampesino propietario, denominado en nuestras pampas "chacarero", originado en losinmigrantes pobres. Los chacareros de la pampa gringa que surgieron como pequeñospropietarios a través de las colonizaciones provinciales pudieron evolucionarfavorablemente desde su origen, arrastrando en su pujanza a los pueblos de su zona.

Un tercer tipo está representado por los chacareros de las pampas del sur, quetuvieron mayores dificultades por el alto precio que debían pagar por el alquiler de lastierras, y por la inestabilidad que les daba el ser trasladados cada tres años a nuevasparcelas, lo que les impidió ahorrar y capitalizarse. Las luchas para enfrentar estassituaciones llevaron a los arrendatarios a organizarse en la Federación Agraria Argentina(FAA), surgida a partir del célebre "Grito de Alcorta" de 1912.

El “granero del mundo”.La acumulación de estos tres diferentes procesos regionales del modelo fronterizogeneró la expansión agro exportadora que transformó en cinco décadas a Argentina en loque con orgullo se denominó "el granero del mundo", colocándola a la cabeza delcomercio mundial de granos y carnes y generando la ilusión del crecimiento ilimitado en elmarco de la comercialmente exitosa inserción mundial en la división internacional deltrabajo. Pero en el granero del mundo había desocupación, miseria y hambre en lasciudades por falta de desarrollo industrial, y un despotismo casi esclavistas en el campo,con arrendatarios explotados y obreros rurales marginados del derecho laboral.

La ilusión del crecimiento permanente se resquebrajó cuando la expansión agrícolallegó a las áridas provincias de San Luis y Santiago de Estero, donde entonces no eranposibles los cultivos sin riego. Ya no se pudo seguir aumentando la producción medianteel aumento de superficie, y las tierras ya ocupadas empezaron a evidenciar los daños delos monocultivos sobre los suelos, en forma de disminución de fertilidad y procesoserosivos.

La división internacional del trabajo que enmarcó al modelo fronterizo tuvo su propiacrisis, manifestada en la creciente desocupación urbana de los países agrícolas,

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particularmente en Argentina, debido a que el crecimiento poblacional no estuvoacompañado por crecimiento de empleo industrial. Además, a nivel mundial, losintercambios comerciales se redujeron como consecuencia de la segunda guerramundial, y también porque los países industriales, terminada la guerra, empezaron aautoabastecerse de alimentos. La articulación de estos procesos marcó el fin del modelofronterizo, o de expansión de fronteras agrícolas, o agro exportador, en nuestro país.

Tecnología sin Extensión Rural: Agricultura con técnicas tradicionalesgringas y ganadería con técnicas tradicionales criollasSi bien el Modelo Fronterizo argentino se enmarcó claramente en la divisióninternacional del trabajo, que fue la primer etapa de la modernización o el industrialismo,los procedimientos y los medios empleados en la producción agropecuaria puedenconsiderarse más tradicionales que modernos. En la agricultura, la mecanización no fuemotorizada sino de tracción a sangre y los implementos –arados, rastras, cultivadores-eran casi los mismos de la agricultura tradicional, pero llevados a mayor tamaño, talesque pudieran trabajar 50 a100 hectáreas tirados por ocho a doce grandes caballos. No seusaron tractores, ni agroquímicos, y muy pocas variedades vegetales. Los que trajeron losconocimientos técnicos para esta modalidad de producción agrícola fueron los inmigranteso gringos.

En la ganadería, recién después de 1900 se difundieron los alambrados, los molinoscon aguadas artificiales, los toros de razas inglesas y, especialmente en las pampasdel sur, los alfalfares. En las técnicas de manejo de rodeo anteriores, “a campo abierto”,tuvieron gran importancia la pericia de los jinetes con su manejo del lazo y hasta de laboleadora, componentes de la cultura gaucha, o criolla rural.

La extensión rural, como encargada de trasladar los conocimientos técnicos desde loscentros de investigación agrícola hasta los productores, no tuvo casi significación en esteperíodo en el área pampeana, en la que los generadores y dueños de losconocimientos agrícolas eran los gringos inmigrantes y los conocimientos ganaderos eranparte de las tradiciones de los gauchos reducidos a peonaje.

La situación fue distinta en la agroindustria azucarera del noroeste y en lavitivinicultura cuyana, cuya modernización tecnológica requirió procesos de investigación yextensión, con la fundación de estaciones experimentales provinciales en Tucumán yMendoza a comienzos del 1900.

El modelo proteccionista. La industrialización por sustitución deimportaciones. Integración del agro y la industria -el “impacto urbano/industrial”- con mediación del Estado. La Extensión como educación.(1930/1945 a 1966)

El marco mundialSe ha dicho antes que casi hasta el fin de la segunda guerra mundial, laindustrialización se desenvolvió en el marco de la división internacional del trabajo. Elsurgimiento de trabas al comercio internacional, primero económicas relacionadas con “elquiebre de Wall Street” (la bolsa de comercio norteamericana) en 1929, y luego bélicas,con la segunda guerra mundial entre 1939 y 1945. A partir de entonces se instalarontendencias al autoabastecimiento que determinaron el proceso de “industrialización porsustitución de importaciones”, que llevó a Argentina y otros países latinoamericanos aindustrializarse y funcionar -en parte- como economías cerradas, exportando menos yauto proveyéndose de gran parte de los productos de origen industrial.

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La manera como terminó la segunda guerra mundial fue un determinante central para loscincuenta años siguientes. La caída de Berlín ocurre mediante del ataque convergente delos ejércitos norteamericano e inglés por un lado y el ejército soviético por el otro.

Ambos se atribuyen la victoria, o al menos el compartirla. (Años después la división deBerlín y la construcción del muro materializan esa controversia.) Unos meses despuésEstados Unidos hace estallar bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, en un Japón yaprácticamente vencido, en una acción que es considerada ya como una contundentedemostración de fuerza para el proceso que se inicia justamente con el fin de la segundaguerra: la ”guerra fría" o competencia por el dominio mundial entre Estados Unidos deNorteamérica y la Unión Soviética, y entre capitalismo y socialismo. Poco tiempo despuéstienen lugar los “acuerdos de Yalta”, frecuentemente interpretados como un “reparto delmundo” entre las potencias triunfantes, que pronto se formalizan en la OTAN, deliderazgo norteamericano, y el Pacto de Varsovia, liderado por la Unión Soviética.

El marco nacionalEn busca de una posición independiente de esas opciones opuestas, muchos paíseslatinoamericanos desarrollaron políticas que algunos denominaron “populistas” y otros“socialdemócratas” donde en la economía coexistieron el capital privado con el capitalestatal mediante una fuerte regulación gubernamental de la economía, tal como ocurriócon los gobiernos de origen peronista y radical de este período en Argentina. Lasindustrias se instalaron entonces en países del hemisferio sur pero con un conjunto depolíticas económicas que dieron un perfil propio a este período. Estas característicasfueron:

1.- Industrias orientadas totalmente al consumo interno, sustituyendo lasimportaciones del período anterior.

2.- El predominio de capitales nacionales, con amplia participación de pequeñasy medianas empresas.

3.- El objetivo central de dar trabajo en las ciudades y lograr el pleno empleo,para atender las necesidades planteadas por el crecimiento poblacional, la incapacidaddel campo para dar más trabajo, y la consecuente migración rural- urbana.

4.- La fuerte intervención política y económica del estado nacional, a travésde medidas “proteccionistas” consistentes en cargar con altos impuestos a lasimportaciones industriales, para favorecer a la industria local evitando la competenciadel exterior, y aplicar también impuestos a las exportaciones agrícolas, para bajarel costo de los alimentos y las materias primas en el interior del país.

La evolución en el campoEste estilo de intervención económica se extendió también al campo, participandointensamente el gobierno nacional mediante el peso de la ley en sus negociaciones yconflictos, tanto entre estancieros y chacareros arrendatarios como entre patrones ypeones y entre agricultores e industriales. El gobierno fijó tanto el precio de losarrendamientos -haciéndolos más bajos- como la duración de los contratos -haciéndolosmás largos-, mejoró los salarios y condiciones de trabajo de los obreros rurales y fijó losprecios a los que las agroindustrias debían comprar la materia prima a los agricultores,todo esto a través de una vasta red de organismos reguladores y de control.

Se intentó articular intensamente las actividades rurales y urbanas en la planificación delbienestar general. El campo debía estimular el crecimiento industrial proveyéndolematerias primas baratas para reducir sus costos y alimentos de bajo precio tales queposibilitaran salarios industriales relativamente bajos. Incluso se consideró al campo

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como proveedor de mano de obra -la expulsada por la creciente motorización agrícola-para emplearse en las fábricas urbanas. Por su parte, las industrias urbanas debíanproveer al campo de maquinarias, insumos y artículos de consumo familiar.

El Estado no se limitó a mediar en las negociaciones y conflictos del agro, sino queintervino directamente en acciones de apoyo y promoción, participando mayoritariamenteen el crédito agrario, la comercialización interna y externa de la producción, y la asistenciatécnica. El Banco Hipotecario dio créditos especiales a los chacareros para quecompraran las tierras que arrendaban, con lo que estabilizó la situación de una gran parte -posiblemente la mitad- de estos. El Banco Nación y los bancos provinciales dieroncréditos para la mecanización de los chacareros. Las Juntas Nacionales de Granos, deCarnes, etc. aseguraron los precios internos y la comercialización externa de laproducción. El INTA, desde 1956, apoyó con investigación, experimentación y extensiónagrícola a los productores, con un particular estilo de extensión “educativa” que priorizó laatención de los agricultores familiares. Vernon Ruttan denominó a este modelo “deimpacto urbano industrial”, y usó la denominación de difusionismo para los estilos deextensión rural que se implementaron en su interior.

La capitalización de los chacarerosLas nuevas circunstancias determinaron cambios significativos en los tipos de productoresy también los conflictos entre ellos. Ante la protección estatal a los arrendatarios–bajando los alquileres de los campos y prolongando los plazos- a los grandesestancieros dar en arriendo no les resultaba lo bastante lucrativo y se negaron a dar mástierras en alquiler, lo que frenó la expansión intrapampeana del área sembrada,disminuyendo significativamente los cereales, y hasta los alfalfares. Por su parte, elamplio sector de chacareros que logró comprar sus tierras encontró a partir de allícondiciones favorables para el ahorro y la inversión, incorporando tractores y maquinariasy desarrollándose de este modo el predominio del tipo denominado “familiar capitalizado”,o chacarero argentino considerado en muchos rasgos similar al “farmer” norteamericanodel “corn belt” o cinturón maicero.

El sector empresarial: Un comienzo con limitaciones a su expansión.Se ha hecho referencia antes a los grandes terratenientes, instalados especialmente en lapampa criolla y las pampas del sur. En su evolución posterior y especialmente en laspampas del sur, cuando los chacareros arrendatarios se independizaron de elloscomprándoles parte de sus tierras, estos “estancieros invernadores" se vieron ante lanecesidad y la posibilidad de llevar a cabo por cuenta propia -con inversiones enmaquinarias compradas a crédito y con trabajadores asalariados- las implantaciones dealfalfa y pasturas. Luego, ya equipados, combinaron el engorde con el cultivo de granospor cuenta propia, lo que fue diluyendo el anterior estilo latifundista y generándoles unperfil más moderno y empresarial. Definidos finalmente como empresarios de actividadmixta -invernada y agricultura- fueron la base de las Confederaciones Rurales Argentinas(CRA), claras representantes del sector empresarial agrícola de la época.

El creciente peso que como factor de producción adquirió el capital en la producciónagrícola hubiera dado lugar, en otras circunstancias, a una más pujante proliferación deproductores de tipo empresarial. Pero el intenso proteccionismo del periodo, con sus altosimpuestos a las importaciones de maquinarias e insumos modernos y sus pesadasretenciones a las exportaciones agrícolas, determinó altos costos y bajos ingresos para laproducción agroexportadora de gran escala e hizo que "el negocio del campo" fuera pocoatractivo para los inversores, si bien en menor escala permitía el crecimiento de loschacareros. El sector empresarial que sí tuvo un fuerte impulso fue el de lasagroindustrias destinadas al consumo interno, como la azucarera, vitivinícola, yerbatera,etc., todas extrapampeanas.

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Con las nuevas leyes de arrendamiento –a largos plazos y con regulación estatal de losalquileres de tierras- surgieron nuevos conflictos entre los arrendatarios que queríanquedarse y los estancieros que querían expulsarlos, y esto determinó el fin de la expansiónagrícola vía arrendamientos. Sumado esto a las ya mencionadas dificultades para laexpansión empresarial, en este largo período denominado del "estancamiento del agropampeano" no se creció ni en el área sembrada ni en la producción exportable,manteniéndose ambas en valores próximos a las 20 millones de hectáreas sembradas y a25 millones de toneladas de cereales y oleaginosas. Argentina dejó de ser “el granero delmundo” simplemente porque industrializaba y consumía su producción, mejorando sunivel de vida.

Los comienzos del INTA: La Extensión Rural como educación modernizadora hacialas familias rurales.A mediados de este período fueron predominantes los análisis que atribuyeron la lentituden el crecimiento de la economía argentina al “estancamiento pampeano”, y en esecontexto el estado nacional decidió la formación del INTA –Instituto Nacional deTecnología Agropecuaria- en 1956. Las dos actividades centrales que se le asignaronfueron:

1.- La Investigación, destinada a desarrollar medios y procedimientos técnicos acordes alperfil natural y social de las diferentes regiones del país. Esta actividad se desarrolló enlas “Estaciones Experimentales Regionales Agropecuarias” (EERA), que se distribuyeronen las principales áreas de producción. La actividad de investigación se vinculó con la“sustitución de importaciones”, tanto por la necesidad de producir con baja proporción deinsumos importados como por la vocación por trabajar con tecnología propia –a la medidade los objetivos y la posibilidad nacional- y no importada.

2.- La Extensión Rural, cuyo objetivo fue impulsar la reactivación del campo logrando quelos agricultores conozcan y apliquen las técnicas generadas en el proceso deinvestigación. Estas actividades se realizaron en “Agencias de Extensión Rural” (AER). Enla actualidad, entre estaciones experimentales y agencias de extensión de diverso tipo, elINTA cuenta con 290 unidades operativas en el campo argentino.

En el mencionado análisis de Carlos Alemany, (“Apuntes para la construcción de losperíodos históricos de la Extensión Rural del INTA”, en “La Extensión Rural endebate”, INTA, Buenos Aires, 2003) se denomina “educativa” a la labor de extensión delINTA en el período 1956 – 1976, y atribuye esta orientación a la influencia de lasociología rural norteamericana en el marco del “desarrollismo” argentino.

Los economistas desarrollistas o industrialistas argentinos coincidieron en considerar que elcrecimiento de la industria “liviana” argentina –productora de artículos de consumo-estaba limitada en su crecimiento por la falta de divisas –o dólares- necesarios parala importación de componentes de la industria “pesada” –productora de equiposproductivos y máquinas herramientas- que le permitieran expandirse. Para aumentarel ingreso de divisas se intentó incrementar las exportaciones agropecuarias,aumentando la productividad o los rendimientos mediante el mejoramiento tecnológico.

La sociología rural norteamericana aportó exhaustivos análisis de las diferencias entrela “sociedad tradicional” –o agrícola- y la “sociedad moderna” –o industrial-, yconsideró que la “mentalidad tradicional” de los productores familiares implicaba unaimportante resistencia al progreso técnico.

Pese a la influencia de esta visión, desde el INTA no se pudo dejar de advertir que eranjustamente los productores familiares –y particularmente los capitalizados, los

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chacareros pampeanos- los “actores dinámicos” del agro en ese período. Efectivamente,ante las políticas proteccionistas los minoritarios empresarios agrícolas del período seauto describían como “desalentados” por la escasa rentabilidad. Respecto de loslatifundistas –los estancieros- se interpretaban que al lograr sus objetivos de lujo,prestigio y poderío local con enormes extensiones sometidas a tecnologías extensivas demuy bajos rendimientos por hectárea, pero casi sin costos ni riesgos, no estabanmotivados hacia el cambio tecnológico. Los que movilizaban el agro, aquellos a los quese podía ver comprando máquinas y vendiendo granos, eran principalmente loschacareros –los “actores dinámicos”-, y el INTA consideró que con ellos se debía trabajar.

La sociología rural norteamericana, surgida de la observación de los “farmer” de su zonacerealera, desarrolló la idea de que el proceso de tecnificación debía pasarnecesariamente por el “cambio de mentalidad” del conjunto de los miembros de lasfamilias rurales. Como el necesario “cambio de mentalidad” se consideraba noexclusivamente tecnológico sino integralmente educativo y sobre todo el grupo familiar,las agencias de extensión se integraron con tres agentes: Un técnico agrícola –normalmente ingeniero agrónomo- que asesoraba a los padres o jefes de familiacampesinos en la cuestión productiva, una “asesora de hogar rural” –frecuentementeasistente social- que trabajaba con las madres en cuestiones vinculadas con la “calidadde vida” -educación, salud, vivienda, alimentación, higiene, etc.- y un “asesor dejuventudes” –perito agrónomo con formación de promotor social- destinado a fomentar lasocialización y el interés por el progreso técnico en los hijos considerados como el“semillero”, aquellos jóvenes que en el futuro cercano tomarían la conducción de la finca.

El otro aporte que se tomó de la sociología rural norteamericana fue el“difusionismo” –una teoría acerca de cómo se difunden las ideas (conocimientos, valores,actitudes), en este caso en el medio rural-. El difusionismo tipificaba o clasificaba a losproductores del área de influencia de la agencia en función del orden temporal en queadoptaban las nuevas técnicas: Los que primero incorporaban maquinarias, nuevassemillas, agroquímicos, nuevas técnicas de riego o de manejo de rodeos eran tipificadoscomo los “adoptadores tempranos” , los agricultores progresistas considerados “líderes dela comunidad”. Estos, a su vez, eran ejemplo de toda la gran masa de “adoptadorestardíos”, que recién incorporaban las nuevas técnicas cuando estas habían sido probadasexitosamente por los líderes.

A partir de esta clasificación y este modo considerado “natural” en la difusión de lasconductas productivas y no productivas, las acciones de los extensionistas del INTAdieron especial importancia a detectar esos líderes, ganar su confianza y concentrar enellos sus acciones tanto técnicas como sociales. A medida que se lograban éxitos en loslíderes, estos cumplían el rol de “demostradores” ante su grupo territorial, y en sus fincasorganizaba el INTA las “demostraciones” y “días de campo” donde los productores líderesexplicaban a sus vecinos las características y ventajas de las nuevas técnicas aplicadas.

El relativo éxito de la compleja “ingeniería institucional” montada por el INTA en esteperíodo impregnó a muchos extensionistas de un “sentido misional” haciéndolossentirse la avanzada de una “cruzada educativa” o civilizatoria en un agro tradicionalista yatrasado.

Las luchas sociales y la crisis del proteccionismo. La propuesta de PauloFreire aplicada a la extensión rural . (1966-1976)

El marco mundial: Recrudecimiento de la guerra fríaA mediados de la década del 60 el enfrentamiento entre los EEUU y la URSS, y entrecapitalismo y comunismo, fue percibido por ambas potencias como un período de

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etapas definitorias en la llamada “guerra fría” que llevaron a los contendientes a “jugarseel todo por el todo”. El ejército norteamericano, después de una prolongada invasión, fuefinalmente derrotado en Vietnam; y en Asia, África y América Latina crecían losmovimientos emancipatorios y liberadores –que incluyeron a organizaciones guerrileras -contrarios al imperialismo norteamericano y sus aliados. Surgieron en ese contexto lasacciones del gobierno norteamericano destinadas a asegurar sus áreas de dominio enAmérica Latina, erradicando violentamente los intentos de evolución –o revolución- haciael socialismo.

La estrategia de EE. UU. fue la represión mediante la participación abierta oencubierta en la instalación en Latinoamérica de dictaduras militares pronorteamericanas,de un discurso anticomunista que luego se denominó “doctrina de la seguridad nacional”.Instalados esos gobiernos adictos, las políticas económicas que aplicaron favorecieron laentrada de capitales extranjeros que se orientaron principalmente a la adquisición deindustrias nacionales preexistentes.

El marco nacional: Las luchas sociales hacia el final del proteccionismo.En la década de 1960 las luchas sociales y políticas se habían extendido por todaAmérica Latina, planteando la evolución -o la revolución- hacia el socialismo y laliberación de la dominación económica norteamericana. El entonces gobierno electoargentino –uno de cuyos sectores fue partícipe de esas luchas- intentó en 1974 unadecidida acción para activar y democratizar el desarrollo del agro mediante un proyectode “Ley Agraria” que pretendió resolver el grave problema del “latifundio improductivo”representado por las grandes estancias ganaderas extensivas que ocupaban casi la mitaddel área pampeana. Se proponía, entre otras medidas, gravar con altos impuestos a lastierras que se mantuvieran con muy bajos niveles de productividad, dejando prevista laposibilidad de expropiación de estancias improductivas o con estos impuestos impagos,para repartir estas tierras mediante procesos de colonización entre hijos de productoresfamiliares. “La tierra para quien la trabaja”, fue la consigna de este intento de ReformaAgraria al estilo argentino que, pese a la mayoría electoral que tuvo por respaldo, fracasóante la resistencia presentada de los terratenientes agrupados en la Sociedad RuralArgentina, que demostraron contar hasta con eventual apoyo militar.

Evolución autocrítica en la extensión educativa: los proyectos emancipatorios.Las relaciones directas e interpersonales entre técnicos y productores llevaron a muchosextensionistas a vivir experiencias que los pusieron en situaciones de conocer y valorarpositivamente los conocimientos técnicos y la organización social y económica de lasfamilias campesinas, y también a desarrollar vínculos de compromiso o solidaridad conlos grupos territoriales pobres con que trabajaban. En la visión “desde adentro” demuchas problemáticas campesinas se hacía evidente que la principal causa de susproblemas no era técnica sino socioeconómica, al estar determinada por los bajossalarios, o los bajos precios pagados por la agroindustria, o la extrema escasez de tierra.Esto condujo –a muchos extensionistas, no a todos- en la década del 70 a una intensaautocrítica respecto a la modalidad de extensión fundacional del INTA.

Desde Brasil los planteos tercermundistas del educador Paulo Freire calificaron de“bancario”, “mecanicista” y hasta “domesticador” a este estilo de extensión. Se consideróque partía del prejuicio de que los únicos conocimientos válidos eran los que surgían dela investigación formal, desvalorizando así la herencia cultural campesina, y que, con estavisión, lo que los extensionistas estaban haciendo era trasladarlos “mecánicamente” y“depositarlos” en la mente supuestamente vacía del agricultor, sin tomar en cuenta niexperiencia, ni sus necesidades, ni sus propósitos.

La crítica a la extensión llegaba más allá, al denunciar que estos procedimientosbloqueaban la búsqueda independiente de solución a sus problemas por parte de las

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familias rurales pobres y explotadas, y por esta vía tendían a “domesticarlas” lograndoque aceptaran como naturales e inevitables las injusticias sociales imperantes.Partiendo de la base de que los conocimientos se construyen grupal y participativamente ycomo respuesta a los problemas más sentidos, Paulo Freire propuso la articulación de dostipos de acciones educativas a realizar en conjunto entre técnicos y grupos de pobladoresrurales:

1.- La “problematización”, o trabajo conjunto de definición y priorización de losprincipales problemas que afectaban a cada grupo campesino, y el origen deesos problemas, y

2.- la “concientización mediante la acción” o el “aprender haciendo”, a través delas acciones que, a partir de la problematización desarrollaban los pobladoresrurales para solucionar esos problemas.

Esta evolución del estilo de extensión, aplicado con minifundistas –especialmente enzonas extrapampeanas, como el NEA- condujo muchas veces a detectar comoproblemas de mayor prioridad a los socioeconómicos, como los bajos precios de materiaprima (algodón, yerba, caña, tabaco) pagados a los minifundistas por las agroindustrias, olos bajos salarios en el trabajo extrapredial, o los altos arriendos cobrados por losterratenientes. Ante tales problemas las acciones a desarrollar en el proceso deconcientización llegaron a implicar duros enfrentamientos y conflictos sociales, con eldesarrollo de asociaciones y movilizaciones campesinas en lucha, presionando sobre losque consideraban sus explotadores y también sobre el gobierno para el logro de mejoresprecios o salarios, o para la redistribución de la tierra. Las “ligas agrarias” del nordestefueron ejemplo de estas situaciones, ya en la década del 70. Estas luchas fueron partedel clima revolucionario de esos años.

Si bien los desarrollos de este estilo “liberacionista” de extensión rural fueronabortados por los procesos represivos desatados desde 1976, su desarrollo teórico y susexperiencias de acción grupal fueron la base de la extensión rural de tipo “participativo”aplicada en la década del 90 en acciones de extensión tanto en el INTA –los programas“Cambio Rural”, “Minifundio” y “Prohuerta”- como fuera de él, en el Programa SocialAgropecuario.

La Dictadura Militar y el anticipo de la globalización: apertura económica conrepresión social y política. La Extensión “transferencista” (1976-1983)

En 1976 un golpe militar derroca al gobierno constitucional, ya en crisis. Su primerdefinición fue la “Doctrina de la seguridad nacional” –que ponía el triunfo sobre elcomunismo o lo que denominó la “subversión” por encima del orden legal- y fue ejecutadaa través de la represión ilegal con violaciones a los derechos humanos en forma desecuestros masivos, cárceles clandestinas, torturas y la “desaparición de personas” comomodalidad de pena de muerte a opositores.

El otro componente central de la política de la dictadura militar fue la “aperturaeconómica” consistente en eliminar los impuestos a las importaciones y exportaciones.Esto masificó las importaciones de productos industriales lo que llevó al cierre anumerosas empresas industriales argentinas, con consecuencias de creciente desempleo.

La manera de enfrentar la resistencia y las protestas ante la desindustrialización y eldesempleo fue el mismo estilo represivo antes descrito. La apertura económica dio de estamanera fin al modelo del proteccionismo y la sustitución de importaciones. Otra

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consecuencia de la apertura económica, con sus crecientes importaciones deproductos industriales de consumo, máquinas e insumos agrícolas y hasta armamentos,fue la aceleración del proceso de endeudamiento externo, de tan significativasconsecuencias posteriores.

La evolución agrícola.Con un dólar "libre" -consecuencia del decreciente control del estado sobre loscambios- con maquinarias e insumos importados a bajo costo y con bajas retenciones, enel campo resultó económicamente más conveniente la producción para exportación quepara consumo interno. Los precios de las materias primas exportables o "commodities"como los granos y las carnes, subieron significativamente. Con importaciones -demaquinarias, de nuevas semillas y de agroquímicos- libres de aranceles, los costos de lasmás modernas tecnologías se redujeron, y la actividad agroexportadora pasó a "sernegocio", y de gran atracción, para los terratenientes o estancieros, lo que fuetransformando a muchos en productores de tipo empresarial. Los productores de tipoempresarial, que como se dijo tuvieron restricciones para proliferar en el período anteriorencontraron en el marco de la apertura económica condiciones propicias para suexpansión.

Vernon Ruttan denomina a este modelo de desarrollo "de insumos de alto rédito" y a suestrategia para aumentar la productividad la describe como: “Poner a disposición de losagricultores de los países en desarrollo los insumos más modernos, aquellos capaces deaumentar la productividad y la rentabilidad". La expresión "Revolución Verde" hacereferencia al conjunto de nuevas tecnologías desarrolladas desde mediados de la décadadel 1960 en EEUU, y que recién ingresan masivamente a los países del sur -como los deAmérica Latina- cuando declina el proteccionismo y se ingresa primero a la aperturaeconómica y más adelante a la globalización.

Primera expansión empresarial.Antes del golpe militar, intensas crisis inflacionarias sugerían la inestabilidad delmodelo económico de sustitución de importaciones. La apertura económica, especialmentereferida a importaciones y exportaciones, inaugurada por el gobierno militar, logróque "el campo fuera negocio" para el sector empresarial cuya expansión determinóque la producción de cereales y oleaginosas alcanzara los 35 millones de toneladas.

Esta primera expansión empresarial tuvo como características:

1.- Desarrollarse principalmente sobre parte de las tierras antes destinadas ala ganadería, sin desplazar a los chacareros que aprovecharon la coyunturapara continuar su proceso de capitalización.

2.- El franco predominio del "capital productivo" de muy reducida movilidad,con inversiones fijas en maquinarias, instalaciones y hasta tierras, determinantede un empresariado agrícola estable –por tener máquinas y tierras propias- y,aparentemente, de capitales predominantemente nacionales.

3.- El empleo de una tecnología que aún siendo diseñada para extensionesrelativamente grandes -centenares y hasta miles de hectáreas- en comparación conlos tamaños de finca de los chacareros, era similar a la empleada por estos:labranza convencional (con la introducción del la “labranza vertical” concinceles), uso de variedades o híbridos, y herbicidas selectivos.

El gobierno nacional promovió entonces una reestructuración en la modalidad deextensión rural del INTA, pasando del enfoque “educacionista” anterior orientado a las

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familias rurales, a un estilo “transferencista” que tuvo por principal destinatario al nuevosector empresarial en expansión.

Intentos fallidos de retorno al protec cionismo (1983-1989).Un intento de débil "contramarcha" a este primer avance neoliberal se produce con lareinstauración de un gobierno electo, a fines de 1983. La política económica intentó volver aser abiertamente proteccionista, reimplantando los aranceles a importaciones y exportacionespara proteger a la industria nacional y favorecer el crecimiento del empleo.

La dimensión de los intereses económicos afectados correspondientes al creciente poderfinanciero transnacional, determinó reacciones de este que terminaron desestabilizandomonetariamente al país. En 1989 -el mismo año de la caída del muro de Berlín- ocurrieron lashiperinflaciones determinantes de un estado de pánico social e ingobernabilidad queculminó con el anticipado cambio de gobierno hacía las autoridades políticas quecondujeron al país durante toda la década del 90.

El INTA ante el cambio de modelo económico y político. El estilo“transferencista” de Extensión Rural.Represión y apertura económica se combinaron también en el rediseño del INTA, yparticularmente en su estilo de extensión rural. Conducida la institución militarmente, larepresión cayó primero sobre los extensionistas más comprometidos con los métodos“liberacionistas”, determinantes de movilizaciones rurales, y hubo secuestros,desapariciones, exilios y cesantías. Más adelante la represión alcanzó -mediantepostergaciones, discriminaciones y retiros- a los que por estar más comprometidos con elmodelo educativo anterior se resistieron al transferencismo.

Pero fue la apertura económica lo que delineó el nuevo modelo de extensión, al volvera estimular las exportaciones agrícolas –por la eliminación de las retenciones-, al darlugar a la nueva tecnología de la llamada “revolución verde”– por el ingreso masivo demaquinarias e insumos importados-, y al favorecer la aparición de nuevos actores, losmencionados al describir la “primera expansión empresarial”. Los “actores dinámicos” delperíodo 1976 – 1989 fueron las grandes empresas agrícolas de capital fijo, y en menormedida las PyMEs y el segmento más capitalizado de los chacareros.

Las nuevas técnicas, en la medida en que estaban asociadas a la adquisición demaquinarias, agroquímicos y semillas, dieron lugar a la expansión de una modalidadprivada de extensión como transferencia tecnológica, en forma de propaganda comercial,promoción y la venta de equipos e insumos tecnológicos, porque estas promociones yventas están frecuentemente acompañadas por el asesoramiento técnico a cargo de losingenieros agrónomos que trabajan en las empresas vendedoras.

El modelo de extensión “transferencista” de este período tuvo sus propios “para quétransferir”, “a quienes transferir”, “que transferir” y “como” hacerlo. El “para qué” tuvocomo prioridad aumentar las exportaciones, muy especialmente las de granos.

El “a quienes transferir” ya no fue a las familias rurales en tanto familias sino a “losproductores” y, dentro de ellos, a los calificados como “viables” por tener capacidadeconómica para adquirir y aplicar las máquinas e insumos importados. Estos fueron los yamencionados “actores dinámicos” del período: grandes empresas, algunas PyMes, y loschacareros más capitalizados. Esto no significó que se desatendiera deliberadamente alos minifundistas, pero sí que perdieron prioridad y que, cuando se trabajó con ellos fuetratándolos como productores empresariales y no como familias.

Junto a la expansión empresarial crece en este período la contratación privada de

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ingenieros agrónomos y profesionales afines para el asesoramiento y el control técnico enlas empresas agrícolas, y como tales se transforman en importantes destinatarios de losmensajes del INTA. Al mismo tiempo en las técnicas de comunicación del INTA crece eluso de medios masivos –como prensa, radio y televisión- en detrimento de las relaciones“cara a cara”.

Al dedicarse a “productores” y no a “familias” las agencias de extensión fueronprescindiendo de sus asesoras de hogar rural y promotores de juventudes, y en muchoscasos sustituyeron a los ingenieros extensionistas formados en la relación interpersonal yel modelo educativo, por becarios recién recibidos a los que se especializaba sólotécnicamente en la actividad o cultivo predominante en la zona.

En la definición del “que” se tuvo en cuenta la combinación de la acción privada y lapública. Si ya la acción privada de los vendedores o sus técnicos hacía conocer eleficiente empleo de cada nueva máquina o insumo, a la acción pública del INTA se leasignó hacer conocer como se combinaban entre si los nuevos insumos, en lo que sedenominó los “paquetes tecnológicos” (indicando para el nuevo cultivo el uso dedeterminada máquina combinada con determinados semillas y agroquímicos, endeterminada fecha de siembra, etc.). Esto determinó a su vez en los extensionistas unaespecialización “por producto”.

El “cómo transferir” surge de todo lo anterior: Si se trabaja con empresas oproductores en vez de con familias, no es necesario educar –no hay que cambiar lamentalidad ni la actitud- sino tan solo informar.

El modelo de la globalización. Producción para exportación en gran escala,con insumos importados. Agricultura financiera versus Agroecología (desde1989).

Marco mundialLa llamada "guerra fría" puede considerarse concluida con la crisis del comunismo y eldesmembramiento de la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, cuyo momentoemblemático se consideró la caída del muro de Berlín en 1989. La consecuencia másinmediata fue el indiscutible dominio militar del mundo por parte de EEUU, ya sin ejércitoscapaces de oponérsele, y bajo ese único dominio el rápido desarrollo del complejoproceso de globalización o mundialización.

La globalización aparece asociada a un conjunto de cambios tecnológicos; como lainformatización y sus consecuencias en la carrera armamentística, la robotizaciónindustrial, las comunicaciones satelitales, la ingeniería genética, etc.; cambios políticoscomo la hegemonía norteamericana y la reducción de capacidad de decisión de losestados nacionales; cambios ideológicos como el neoliberalismo capitalista impuesto conjerarquía de “pensamiento único" y el casi arrollador peso de los medios masivos en eldesarrollo de la conciencia individual y colectiva y finalmente, en coherencia con todasestas transformaciones, cambios económicos vinculados con la generalización de loslibres y casi incontrolados flujos mundiales materiales, como las exportaciones eimportaciones y flujos inmateriales o virtuales, en los casos del capital financieros y lascomunicaciones tanto individuales –la telefonía satelital, Internet- como masivas –televisión abierta y por cable, radio, prensa escrita-.

En su evolución hasta el momento actual la globalización no ha implicado de ningunamanera una tendencia a la igualación de las condiciones económicas entre los países, lasregiones o las personas. Por el contrario, la brecha entre ricos y pobres aumentarápidamente llegando a generar una nueva categoría, la de los excluidos, también

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llamados "inviables", que son aquellos cuyo trabajo y cuyas producciones dejaron detener utilidad y valor en el mundo de la globalización financiera. Y esto vale tanto para lospaíses como para las regiones y las personas. Según algunos analistas la globalizacióngenera una nueva división internacional, que ya no es la del trabajo agrícola y el trabajoindustrial, sino la que se genera entre globalizadores y globalizados.

En estos enfoques, los “globalizadores" son los dueños del mundo virtual o inmaterial queincluye el capital financiero, la información estratégica, las comunicaciones masivas, lasgrandes redes de comercialización, la generación y el control de las nuevastecnologías, y pretenden hoy extender sus derechos de propiedad sobre recursosmateriales estratégicos para el futuro cercano, como el petróleo, eventualmente el aguapotable, y los genomas vegetales, animales y hasta humanos.

Los "globalizados" son los que, aparentemente sin tener otra opción, deben poner sutrabajo, su equipamiento y sus recursos naturales al servicio del capital financiero -talcomo ocurre con la expansión sojera argentina- en condiciones en las que se generandesequilibrios ecológicos, económicos y sociales que hacen crecer la exclusión y la futura"'inviabilidad". Los globalizados son los pueblos que están severamente condicionadospor la deuda externa o la amenaza militar, los que pueden resultar aislados por unbloqueo económico, en caso de no pagar sus deudas, o pueden ser blanco de una“guerra preventiva” –como Afganistán, como Irak- en caso de ser categorizados como“terroristas".

El marco nacionalEn este marcomundial las economías cerradas, socialdemócratas, de industrialización porsustitución de importaciones, dejaron de tener sustento. Bajo fuerte presión deorganismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la OrganizaciónMundial de Comercio, el nuevo modo de organización económica fue el neoliberalismo,que combinó cinco políticas básicas:

1. Apertura económica: Eliminación del arancelamiento a importaciones yexportaciones.

2. Apertura financiera: Libre movimiento de capitales, sin regulaciones y con mínimocontrol, a través de la fronteras.

3. Desregulación: Reducción o eliminación de la participación del estado en controles deprecios, calidades, salarios, protección ambiental, etc.

4. Privatización: Venta o concesión de las empresas públicas de producción y deservicios.

5. Ajuste: o drástica reducción de los gastos del estado, incluidos los servicios desalud, educación, asistencia técnica, financiamiento, seguridad, etc.

Estas cinco políticas surgen del núcleo central del “pensamiento único” neoliberal. Seafirma que el dinamismo económico de los países solo surge cuando el estado nointerfiere con sus políticas intervencionistas o proteccionistas -con aranceles al comercioexterno y controles a los precios internos- en los mecanismos de formación de precios, enla libre oferta y demanda, considerada ya a nivel global o planetario. La aperturaeconómica y las desregulaciones apuntan a bloquear estas intervenciones estatales y aafianzar el imperio del mercado.

El neoliberalismo interpreta también que el daño del estado no solo opera al interferir en

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el mercado, sino que además sus empresas de servicios públicos –luz, agua,teléfonos, combustibles, transportes, investigación, previsión y asistencia social, etc.- sonsiempre deficitarias y obligan por una parte a aplicar altos impuestos a las actividadeseconómicas reduciendo su competitividad internacional, y por otra parte a imprimirmoneda sin respaldo para pagar los sueldos de los numerosos empleados públicos, conlo que generan procesos inflacionarios.

La libre importación desestabilizó y condujo al cierre a muchas medianas empresasindustriales de capital nacional. El libre ingreso de capitales – la apertura financiera-desarrolló industrias automatizadas o robotizadas con cada vez menos empleo de manode obra, con lo que la desocupación se extendió en las ciudades. También fue lo que enel agro posibilitó el enorme ingreso de fondos de inversión y egreso de ganancias con laexpansión sojera.

El gobierno de la década de 1990 se declara abiertamente neoliberal, considera aArgentina un país "del primer mundo", y se alinea incondicionalmente con EEUU. Lanueva apertura económica y financiera, la desregulación con prescindencia casi total delestado en las negociaciones entre particulares, y la privatización masiva de las empresasdel Estado, adecuan al país a los objetivos del poder financiero transnacional dominanteen la globalización.

Segunda expansión empresarial. Los agronegocios y la agricultura financieraEn el agro a estos cambios de política económica - favorables al sector agroexportador-se combinan con la disponibilidad de grandes cambios tecnológicos, desde informáticoshasta genéticos, y la apertura financiera o libre flujo mundial de capitales queposibilitan y benefician a la producción en muy grandes extensiones. Nuevamente laproducción de commodities -en nuestro caso granos, y principalmente soja, paraexportación- fue un muy buen negocio que atrajo a los inversores, con lo que en el año2004 la producción de cereales y oleaginosas llegó a los 80 millones de toneladas.

Este cambio se realizó principalmente a través de un nuevo sector empresarial -losllamados "agronegocios" (o "agrobusiness", o “pools de siembra”, o más recientemente“fideicomisos”) que tuvo como principales características:

1.- Desarrollarse desplazando a los chacareros pampeanos, que imposibilitados deaplicar las nuevas técnicas por estar diseñadas para muy grandes extensionesterminan dejando el campo, en unos casos por no poder atender el endeudamientogenerado por intentos fallidos de cambio tecnológico, y en otros casos motivadospor las ventajas económicas que, en el corto plazo, les plantean los altosarrendamientos ofrecidos por los "agronegocios". El intenso despoblamiento delagro llevó a que desde posiciones contrarias se denominara al modelo comode "agricultura sin agricultores".

2.- El franco predominio del "capital financiero" proveniente de fondos de inversión dedifícil identificación que incluyen al capital transnacional, y de altísima movilidad porno asentarse en inversiones fijas como tierra y maquinarias. El agronegocio típicoestá compuesto por fideicomisos que convocan al sector inversor que aportafondos con los que se paga arrendamiento a terratenientes, servicios acontratistas, asistencia técnica a especialistas, insumos a proveedores, y secontratan las aseguradoras.

3.- El empleo de una tecnología que normalmente está atada a una muy gran escala -del orden de decenas de miles de hectáreas- y es cualitativamente distinta de laempleada por los chacareros. En el caso del cultivo más extendido en esta modalidad,la soja, la tecnología combina la transgénesis con el uso de un herbicida total

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– glifosato- y el empleo de las grandes maquinarias de la siembra directacon perspectivas de ser cada vez más orientada en el futuro cercano por elcontrol satelital, y la ausencia total de rotaciones, La "agriculturización" de laspampas -con la ganadería vacuna confinada en pistas de engorde (o "feed lot”) ylotes menores de pasturas con suplementación de granos- fue la primera etapa.Con la autorización ministerial para el empleo de soja transgénica en 1996, quefacilitó la siembra directa o labranza reducida, comenzó una segunda etapa -en laque nos encontramos, con casi el 70 % del área sembrada dedicada a soja- ala que se suele denominar “sojización".

El INTA y su manera de resistir a la privatización: La diferenciación de audiencias.En consonancia con el pensamiento gubernamental en la época, se pretendió llegar conla política de privatizaciones hasta la actividad de extensión rural del INTA. Con unpensamiento neoliberal casi fundamentalista, y posiblemente considerando que los“actores dinámicos” del momento eran solo los grandes agronegocios –no solo lossojeros, sino también los nuevos conglomerados agroindustriales- para los cuales “nohacía falta” la extensión rural del INTA ya que contaban con asesoramiento técnicoespecializado privado que no hacía sino aplicar “paquetes tecnológicos” que ya veníandiseñados desde EEUU. Se puede tomar por ejemplo de estos “paquetes” a la asociaciónde la soja transgénica con el glifosato, la siembra directa y la aplicación de maquinariasde gran tamaño progresivamente computarizadas y con información y control satelital.

Con ese tipo de ideas fue que el gobierno nacional de la década del 90 pretendió laprivatización del área de extensión del INTA, intentando prescindir de su personal yvender sus instalaciones y equipos. Este intento se encontró con una cerrada oposición,tanto en los extensionistas, que defendían la validez de su trabajo y no querían perderlo,como de los productores rurales no incluidos en el modelo de “agricultura financiera”antes descrito. Los representantes de estos agricultores, predominantemente pequeños ymedianos, desde el retorno de la democracia en 1983/84 formaban parte de la conduccióndel INTA a través de los “Consejos Regionales”, y desde esas posiciones desarrollaroncomo contrapropuesta a la privatización el diseño de un nuevo estilo de extensión.

El argumento central de productores y extensionistas fue la necesidad de tener encuenta la “diversificación de audiencias”, significando con esto que los agronegocios noeran ni los únicos ni los principales actores de la producción agropecuaria y que, si elINTA se retiraba, la gran masa de pequeños y medianos productores –desde minifundistashasta PyMEs, pasando por los productores familiares con diferentes grados decapitalización- quedarían sin apoyo técnico para enfrentar los grandes cambios queimponía la globalización. Se propuso entonces desarrollar programas de extensióndiferenciados para los distintos tipos de productores, con estrategias de intervención queteniendo en cuenta la capacidad económica de los diferentes productores lograra que, enlos casos en que esto era posible, estos participaran del costo de los programas deextensión, como un modo de aceptar parcialmente la intención de reducción del gastopúblico del gobierno nacional.

Los convenios de vinculación tecnológica.Para las grandes empresas agrícolas y las agroindustrias se estructuraron los “convenios devinculación tecnológica” a través de los cuales los empresarios planteaban al INTA losproblemas técnicos que pretendían que este resolviera, con lo que el INTA calculandolos costos de las investigaciones necesarias hacía convenios con las empresas a travésdel cual estas pagaban los costos de los servicios recibidos. Esta estrategia no dio lugar aun número significativo de convenios.

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El Programa Cambio RuralPara las PyMEs y los productores familiares se diseñó el proyecto “Cambio Rural”,también denominado “Programa de reconversión productiva para la pequeña y medianaempresa rural”, que fue lo más representativo de la extensión rural de la época. Setrataba de promover la formación de grupos medianos –de ocho a diez productores- quese actualizaran tecnológicamente compartiendo el asesoramiento técnico de profesionalesformados y coordinados por el INTA. Para facilitar la formación de los grupos el estadonacional a través del INTA pagaba durante los primeros años de funcionamiento del grupola totalidad de los honorarios de ese “promotor asesor” del programa –elegido por losagricultores- al que entrenaba previamente. En los siguientes años, se pretendió que elgrupo de productores participara en proporciones crecientes del pago del técnico, con laintención de que al llegar al quinto año ya fuera totalmente pagado por los productores yel INTA se limitara a la actualización tecnológica del profesional.

Cada agencia de extensión cuenta desde entonces con un “agente de proyecto” delprograma cuya función es controlar la calidad del accionar de los “promotores asesores” ypromover su capacitación y el intercambio de sus experiencias. Llegaron así a formarse –en todo el país- unos 700 grupos con más de 7.000 productores, que emplearon a casi500 ingenieros agrónomos y técnicos agrícolas.

El Proyecto MinifundioUn tercer componente de este diseño fue el “Proyecto minifundio”, destinado a los máspequeños productores familiares, y atendido directamente por las agencias de extensiónradicadas en regiones de concentración de minifundios. El apoyo técnico a ladiversificación, al procesamiento artesanal de la producción y a la autoproducción dealimentos son algunas de sus líneas de acción. Se pusieron en marcha 132 proyectos queincluyeron a 14.600 familias minifundistas.

ProhuertaEl cuarto componente es el Programa “Prohuerta”, que provee a familias carenciadasasesoramiento técnico e insumos –principalmente semillas- para promover posibilidadesde autoproducción de alimentos en los sectores sociales más pobres, tanto rurales comosuburbanos. En la actualidad el programa atiende a 550.000 huertas que aportan a laalimentación de 3.500.000 personas, con modalidad de producción orgánica.

Además, los agentes de extensión del INTA apoyan con asesoramiento técnico alPrograma Social Agropecuario -del Ministerio de Agricultura de la Nación- que atiendecon asistencia técnica, crédito y promoción de la organización grupal a numerosasfamilias minifundistas.

Los modelos de la resistencia a la globalización: Desarrollo local o territorial,tecnologías apropiadas, agroecología y agricultura familiar mejorada en labúsqueda de sostenibilidad.

El marco mundialEl fin de la guerra fría o de la competencia entre capitalismo y comunismo no dio lugar ni alfin de las ideologías ni al fin de la historia, como llegaron a suponer algunos analistas.En poco tiempo, la globalización agudizó problemas ecológicos, sociales y políticospermitiendo presagiar además su agravamiento futuro al comprometer agudamente lasdiferentes dimensiones de la sostenibílidad, lo que hizo recomenzar la lucha ideológicaen la sociedad mundial.

En 1992 al nivel de las Naciones Unidas (UN) se intentó llegar a acuerdos para la

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preservación ambiental a nivel mundial, a través de la reunión “Cumbre del mundo" en Ríode Janeiro. Si bien los avances logrados por la investigación científica permitían describircon suficiente fundamento y certidumbre la gravedad de los problemas ambientales y elritmo de su empeoramiento, a la hora de plantear las conclusiones y recomendaciones -fijadas en la "agenda para el siglo XXI"- el gobierno de EEUU retiró su representación dela reunión, supuestamente para proteger los intereses económicos que serían afectadospor el avance hacia una legislación ambiental mundial. El retiro de la principal potenciamundial redujo la representatividad y operatividad de las resoluciones de la "cumbre deRío". De todos modos surgieron de ella avances significativos en la conceptualización ymedición de la sosteniblidad en sus dimensiones económica, ecológica y social.

Por un lado, liderados por Estados Unidos, Gran Bretaña y el capital transnacional, seafianzan los partidarios de la profundización de la globalización en el marco delneoliberalismo, considerando como favorable su efecto en el crecimiento económico, en eldesarrollo de las comunicaciones masivas y, más recientemente, en la lucha contra elterrorismo y su esperado efecto en el mejoramiento de la seguridad mundial. Desde estaposición, se niega la gravedad de los problemas ambientales o se confía en que laevolución tecnológica les encontrará repuesta antes de que se tornen críticos. Respectode problemas sociales como el desempleo y la exclusión, se confía en el futuro "derrame"de la riqueza, afirmando que a mediano plazo el crecimiento de las inversiones del capitalglobalizado determinará oportunidades de trabajo y progreso par todos.

Los sucesos del año 2001, como la reacción político militar norteamericana ante elatentado a las torres gemelas con invasiones a Afganistán, Irak y amenazas extendidas amuchos países, generaron en Europa, Asia y América Latina diversas reacciones derepudio que socavaron al discurso neoliberal en su pretendido carácter de “pensamientoúnico”.

Actualmente se cuestiona desde diversos ángulos la globalización neoliberal, alconsiderar que el crecimiento económico beneficia solo a minorías excluyendo a lasmayorías, que las comunicaciones masivas vinculadas a las nuevas tecnologíastelevisivas -financiadas y orientadas por la publicidad comercial y los interesesdominantes- lejos de favorecer el diálogo creativo incomunican y degradan lasconciencias individuales y sociales, y que las hoy llamadas "guerras preventivas" contra el"terrorismo" son solo las justificaciones argumentadas desde EEUU por el poderfinanciero, quien realmente pretende apropiarse de recursos naturales estratégicos, comoel petróleo de Irak.

Desde estas posiciones se afirma que la evolución tecnológica, en la medida quecontinué orientada al servicio del capital financiero, no hará sino acelerar los hoy yagraves problemas ecológicos, y se niega el esperado "efecto derrame" de las inversionesdel capital transnacional por considerar que éstas solo incrementarán la desocupación alincorporar tecnologías desplazadoras de mano de obra.

El marco nacional.Algunos párrafos atrás se mencionaron “los sucesos del 2001” y la nueva estrategia enla política mundial desarrollada por EEUU a partir del atentado a las torres gemelas.Para muchos analistas políticos y económicos, un componente de esta nueva estrategiallegó a Argentina en Diciembre de ese mismo año cuando el gobierno nacional,presionado para garantizar el pago de la deuda externa, inmovilizó y desvalorizó todos losfondos privados depositados de diversos modos en los bancos, en lo que se llamó el“corralito”, el “corralón” y la “pesificación”. El frenaje que produjeron estas medidas en laeconomía argentina fue tan fuerte que generó casi inmediatamente procesos dedesabastecimiento, desempleo y pánico social que movilizaron a diferentes sectores de la

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población en “piquetes”, “cacerolazos” y “asambleas” que, bajo la consigna común “que sevayan todos” expresaban el extremo rechazo a las políticas y los políticos sumisos alpoder financiero transnacional. Cayó el gobierno nacional y, tras meses de duras crisiseconómicas y políticas, emergió un nuevo gobierno con discurso y acciones contrarias alsometimiento financiero.

El conflicto con “el campo”.La expresión más acabada de la global ización neoliberal y la agricultura financiera enArgentina se manifestó en la modalidad y el alcance de la expansión del cultivo de la soja.Como se ha planteado antes, el nuevo paquete tecnol ógico –semilla transgénica, uso delglifosato, siembra directa con grandes equipos progresivamente computarizados y concontrol satelital- logra su máxima rentabilidad solo cuando es aplicado sobre superficies muyextensas, tanto como decenas de m iles de hectáreas. Como de hecho en el área agrícola nilas más grandes estancias llegaban a esos tamaños, se hizo necesario el surgimiento de unnuevo “tipo de productor” capaz de aplicarla: el agronegocio que evolucionó desde lospooles, hasta los actuales fideicomisos financieros ya descriptos.

El alcance de la expansión llevó en el año 2010 a algo m ás de 20.000.000 de Ha.sembradas con soja, sobre un total de 30. 000.000 de cultivos de cosecha. Entre lasconsecuencias productivas de esta expans ión se cuenta la brusca restricción del áreaocupada con actividades estratégicas para el consumo interno –desde el maíz y el trigohasta la crianza de terneros- y la consecuente suba del precio de estos productos de altaincidencia en el costo de vida.

Como se planteó en párrafos anteriores, los gobiernos surgidos luego de los sucesos delaño 2001 rompieron la continuidad de las pol íticas neoliberales anteriores, empezando porla apertura económica.

En marzo del año 2008 la expectativa de un significativo aumento en el precio internacionalde la soja, llevó al gobierno nacional a disponer por decreto (Resoluci ón 125) un “régimende retenciones móviles” tal que, en el caso de aumentar el precio de la soja seincrementaran proporcionalmente los impuestos a la exportación.

Este decreto chocó con los intereses de los diversos participantes de la “cadena de la soja”,desde los inversores financieros hasta los terratenientes y chacareros que ced ían sus tierrasen arriendo; desde los proveedores de insumos hasta los contratistas. En conjunto y con elapoyo coyuntural de sectores opuestos al gobierno, llevaron a cabo acciones deconfrontación directa consistentes principalmente en masivos y prolongados cortes de rutaen gran parte del país. Llevada la controversia a la Cámara de Senadores de la Nación, éstadecidió no respaldar el decreto presidenc ial, y retrotrajo las retenciones al nivel en que seencontraban antes del conflicto.

El llamado “conflicto del gobierno con el campo”, que tuvo tantas consecuencias pol íticasposteriores, puede analizarse como descriptivo de las crisis actuales vin culadas con laoposición entre la globalización neoliberal (en este caso el libre comercio o el imperio delmercado global) y la resistencia a la misma mediante acciones del Estado que p retendanorganizar las actividades económicas. También resulta explicativo de cómo y por quégobiernos latinoamericanos que pretenden pol íticas autónomas respecto del capitaltransnacional no pueden entrar en aquellos reductos donde se concentran los máspoderosos intereses, como los de las commodities y, en otro ámbito los medios decomunicación masivos.

Un notable triunfo político-comunicativo de los participantes de la “cadena de la soja” en esta

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contienda, es haber logrado hacerse denominar “el campo”, y aún los “hombres de campo”,con todo el potencial simbólico de esas denominaciones. Se podría también pensar que “elcampo” es todo el campo y no solo lo que está sembrado con soja, y que los “hombres decampo” son las 300.000 familias rurales argentinas y no las solo 50.000 vinculadas a la“cadena de la soja”.

Las propuestas para la evolución agrícola.El trabajo analizado de Vernon Ruttan propone, bajo la denominación de "modelo deinnovación inducida", la adecuación del desarrollo tecnológico de los países pobres a ladiversidad de sus limitaciones, sus posibilidades y sus objetivos, generando lo que enotros análisis se denominan "tecnologías apropiadas" adecuadas al “desarrollo local" encada realidad histórica y ecológica. Su análisis parte de hacer notar como, en dos paísesde alto desarrollo tecnológico agrícola, los estilos de desarrollo fueron notablementedistintos.

En EEUU la gran disponibilidad de tierras aptas y la escasez de la población rural, antela creciente demanda urbana de alimentos y materias primas determinada por laexitosa industrialización, influyeron en que el disparador de la modernización tecnológicafuera la mecanización, y sus consecuencias posteriores la proliferación de losmonocultivos, las semillas mejoradas, los fertilizantes y los biocidas. El recurso másescaso en el campo fue la mano de obra, y la tecnología para sustituiría la mecanización,que multiplica la productividad del trabajo sin influir necesariamente en los rendimientospor hectárea.

De un modo diferente en Japón el crecimiento de la demanda interna de materiasprimas y alimentos -consecuencia de su proceso de industrialización- lo encontró con muyescasa disponibilidad de tierras aptas y abundante población rural. El objetivo fueentonces aumentar la productividad de la tierra, los rendimientos por hectárea, sinnecesidad de que se incrementara la productividad del trabajo, ya que se contaba conmano de obra en abundancia. Los disparadores de la modernización tecnológica fueronentonces las técnicas químicas -como la fertilización- y biológicas -como el policultivo ylas rotaciones organizadas- con apoyo de obras de infraestructura física -como nivelación,obras de riego, invernáculos, etc.- todo esto con uso intensivo de mano de obra.

Puede deducirse de esto que no hay un solo estilo de modernización tecnológica. Enambos casos se desarrollaron, por caminos divergentes, "tecnologías apropiadas" paracada realidad ecológica y social. En ambos casos se trató de economías autónomas,orientadas con prioridad al mercado interno.

En el caso de países de América Latina -y también de Asia y África- su ubicación en ladivisión internacional del trabajo como proveedores de materias primas y sus relaciones dedependencia -coloniales primero y económicas después- determinaron menorautonomía en su desarrollo tecnológico que, más que en la investigación propia se basóen la copia del modelo norteamericano que partió de la mecanización y luego continuó enlo que se considera la atención de sus consecuencias. Pero en la mayor parte de lasregiones latinoamericanas no había gran disponibilidad de tierras aptas -excepto en laspampas argentinas- ni escasez de mano de obra. Por el contrarío, en general las tierrasaptas son muy escasas y la población rural muy numerosa, por la escasez de empleoindustrial en las ciudades.

No puede decirse que en América Latina se desarrollaran "tecnologías apropiadas", oadecuadas a sus disponibilidades de recursos en modelos de "desarrollo local", sino locontrario, y las consecuencias son los desequilibrios ecológicos y sociales.

Ruttan considera que fue el mercado lo que orientó hacia la mecanización en EEUU,

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donde las tierras eran baratas y los salarios altos, y hacia las técnicas intensivas en manode obra en Japón, donde las tierras eran muy caras y los salarios bajos. Pero tambiénllega a la conclusión de que los precios del mercado, en países dependientes y orientados ala exportación, no son suficientes para orientar la investigación agrícola hacia lageneración de tecnologías apropiadas y que debe recurrirse a diversos mecanismos de"innovación inducida" –con planificación y control estatal- para lograrlas. Inclusive el quétecnologías desarrollar, para qué y para quienes, no puede quedar en estos países libradototalmente a la iniciativa de los investigadores, por cuanto estos resultan frecuentementeatraídos por la comunidad científica de los países lideres a través de ventajaseconómicas, como la financiación de sus investigaciones, y también académicas, como elreconocimiento de sus aportes, lo que los impulsa a orientar su trabajo en consonanciacon las finalidades de los grandes grupos económicos como por ejemplo los proveedoresde insumos importados.

Otros aportes, compatibles con los análisis de V. Ruttan, avanzan respecto a laspropuestas técnicas propias de "la resistencia a la globalización", tales que sean capacesde mejorar la sostenibilidad ecológica y social de la producción agropecuaria. Líderes deestos planteos son los países de la Unión Europea, con especial énfasis en la protecciónambiental y también interesantes avances en lo que respecta a la sostenibilidadeconómica y social.

Desde los países del Tercer Mundo -en América Latina, Asia y África- también hansurgido propuestas de tecnologías apropiadas para atender la problemática ambiental ysocial de sus regiones. En general, tanto las propuestas europeas como las del TercerMundo tienen como ejes principales las diversas vertientes de la agroecología.

Una forma integradora de resistencia al modelo globalizador puede ser el desarrollolocal o territorial, tanto por sus objetivos de protección y uso adecuado de los recursos decada población, como por la prioridad asignada a la atención de las necesidades localesantes que a la exportación, y su búsqueda del bienestar a través del pleno empleo. Lastécnicas más apropiadas para el modelo de desarrollo local en los paíseslatinoamericanos pueden ser las agroecológicas.

Según Miguel Altieri la agroecología apunta a una "agricultura que sea ambientalmentesana, que sea diversificada y rompa el monocultivo, para que así no dependa deinsumos agrotóxicos externos que son caros y ecológicamente peligrosos. Para laconstrucción de esta nueva agricultura también se busca la viabilidad económica y lajusticia social. Por esta razón, la agroecología debe complementarse con políticasagrarias que busquen la seguridad alimentaria, la conservación de los recursos naturalesy la eliminación de la pobreza rural, lo que nosotros denominamos una agriculturasustentable.” En otro trabajo, el mismo autor agrega: “la agroecología necesariamenterequiere de campos pequeños esparcidos en un mosaico estructural de cultivosadyacentes y tierra no cultivada que proporcione refugio y alimentación alternativa a losenemigos naturales de las plagas".

Como se dijo antes, la agroecología está presente en modelos de desarrolloalternativos tanto en Europa como en muchos países del tercer mundo. No es el caso deArgentina ni de su región pampeana, donde las diferentes variantes de la “revoluciónverde" como los agronegocios, las grandes empresas y, con cada vez menos peso, laschacras mixtas, todas se sitúan de alguna manera en el marco de la la “agricultura dealtos insumos". Sólo en muy pequeña escala, y con destino al autoconsumo de familiascarenciadas rurales y suburbanas, el programa Prohuerta, ejecutado por el Ministerio deDesarrollo Social con apoyo del INTA, representa estos modos de acción.

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Ante el diseño de un nuevo modelo de extensión en INTA.A partir del 2002 se revierte la política privatizadora de la década del 90 y se plantea larecreación de un estado con capacidad de intervención y control. Libre ya de la amenazaprivatizadora el INTA evalúa sus experiencias anteriores y discute respecto a comoadecuar su estilo de extensión a la problemática de la realidad rural actual y el replanteode objetivos nacionales. Pese a encontrarse en un momento de profundos análisis ynaturales controversias, los extensionistas deben dar diariamente respuesta a ladiversidad de situaciones que enfrentan con los diferentes tipos de productores en cadaregión, y aparentemente lo hacen adecuando sus experiencias anteriores más exitosasa las posibilidades actuales.

En general, los proyectos surgidos de la “diferenciación de audiencias” de la década del90 siguen vigentes, con algunas modificaciones. Ya no se requiere que los productoresaporten al pago de los promotores asesores de Cambio Rural. Se reforzó el proyecto“ProFam”, que atiende los que se encontró como agricultores intermedios entre elminifundio y las PyMEs. Y también se trabaja en la articulación de todos estos proyectosentre sí y con otros provenientes de otras instituciones públicas y empresas privadas parapromover acuerdos y complementaciones -en algunos casos como “cadenas”- tras delobjetivo mayor del desarrollo territorial.