NERCESIAN Inés; ROSTICA Julieta. “La manía de andar soñando” y “La cuestión del nombre”. In: Todo lo que necesitas saber sobre América Latina. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Paidós, 2014.

Rubens Vanderlan Oliveira Santos

En el prólogo del presente libro Rostica y Nercesian señalan que América Latina es tópico presente en varios medios de expresión, sin embargo, pocos saben que es América Latina. Para las autoras Latinoamérica es un constructo histórico, geográfico, económico, social, político y cultural que se ha transformado a lo largo de la historia. Desde la descolonización América Latina fue pensada bajo diferentes denominaciones que guardaban sus valores, igualmente representó diferentes significantes, como ocurrió en la década de 1960 del siglo pasado cuando ésta era sinónimo de subversivo, comunista y revolucionario. Actualmente, ante las crisis económicas, Latinoamérica emerge como respuesta a la fragmentación, individuación y polarización social fundada por las dictaduras de la segunda mitad del siglo XX.

En el fragmento del primer capítulo las autoras analizan la cuestión del nombre América Latina. Para Rostica y Nercesian la denominación América fue utilizada por la primera vez en el fenómeno de independencia de las colonias inglesas en el norte del continente. No tardó mucho para que Estados Unidos de América empezará a trazar intenciones políticas usando la referida denominación. Por medio de la Doctrina Monroe este país planteó su posición de gendarme dentro del continente.

La década de 1850 fue el testigo del estreno entre los intelectuales del adjetivo “Latina” para diferenciar la parte latina de América de la sajona. En este sentido las autoras argumentan que el uso de la denominación “América Latina” no fue resultado de imposición sino un nombre cuñado y adaptado voluntariamente por los latinoamericanos a partir de sus reivindicaciones ante al pasado colonial español y, posteriormente, los intereses expansionistas de los Estados Unidos de América.

Esta diferenciación fundamentada en los presupuestos raciales del siglo XIX, que también era difundida en Europa, resultó en dos fenómenos de bastante impacto en el continente. La idea de competencia racial entre la cultura latina, vista como superior, y la cultura germánica sirvió como justificación para la ocupación francesa en México (1861-1867) y la influencia de la República francesa como guía ideológico y cultural para las naciones de Latinoamérica.

Rostica y Nercesian terminan el apartado, “La cuestión del nombre”, argumentando que la exclusión de Brasil como país latino fue resultado tanto del desprecio por parte de los intelectuales hispanoamericanos como también de los brasileños que miraban hacia Hispanoamérica con hostilidad. Este país solo se convirtió en latinoamericano en la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial y Guerra Fría cuando los estadunidenses pasaron a considerarlo como tal.