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Indígenas y Chapetones ¿Deben estar reñidas la legali- dad y la legitimidad? El analista Edmundo Nogales desentraña la estrategia política de Soledad Chapetón. [ Pg. 6 ] Entrevista a Osvaldo “Chato” Peredo Desde Santa Cruz habló so- bre el Che Guevara, el libro Blanco y Negro y la importan- cia de lo que acontece en Bolivia. [ Pg. 12-13 ] 676 del domingo 14 al sábado 20 de junio de 2015 • Año XIV 24 páginas en 2 cuerpos Precio: 5 Bs. en todo el país

Nº 676 - Pacto Fiscal - Junio 2015

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Semanario boliviano dedicado a asuntos políticos económicos y sociales del país.En este número, especial sobre el pacto fiscal y entrevista exclusiva a Osvaldo "Chato" Peredo.

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  • Indgenas y ChapetonesDeben estar reidas la legali-dad y la legitimidad? El analista Edmundo Nogales desentraa la estrategia poltica de Soledad Chapetn. [ Pg. 6 ]

    Entrevista a Osvaldo Chato PeredoDesde Santa Cruz habl so-bre el Che Guevara, el libro Blanco y Negro y la importan-cia de lo que acontece en Bolivia. [ Pg. 12-13 ]

    676del domingo 14 al sbado20 de junio de 2015 Ao XIV24 pginas en 2 cuerposPrecio: 5 Bs. en todo el pas

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    La Copa Amrica del lucro

    Javier Larran Parada / Director

    nataLia CoroneL, raCheL Len, CarLos MoLdiz, rider MoLLinedo.

    / Consejo editorial

    anibaL Garzn / Amrica en marcha e Injerencias

    Farit roJas / Pensamiento Crtico

    abrahaM Prez / Observatorio Econmico

    La Paz: tania deLGadiLLo, PatriCia FLores, rosario aquiM,

    Lus oPorto, eduardo Paz rada,Jos Lus exeni, ManueL CneLas,

    JaiMe saLvatierra, Fernando rodrGuez, arMando Mndez, aLberto bonadona,

    GabrieL Loza.

    CoChabamba: Gustavo rodrGuez, boris ros

    Santa Cruz: MarieLLa Pereira, heLena arGirakis, CarMen dunia

    sandvaL, aLeJandro dausa.

    PotoS: GuaLberto hoChkoFLer

    tarija: MiGueL Castro, rodriGo ayaLa, FranCo saMPietro

    beni: tania MeLGar

    / Colaboradores nacionales

    Argentina: atiLio born, isabeL rauber Brasil: theutonio do santos Chile: MauriCio osorio Cuba: aLeJandro azCuy isabeL MonaL, roberto reGaLado, Lus suarez. El Salvador: CarLos MoLina Mexico: ana esther CeCeas Venezuela: eva GoLinGer / Colaboradores internacionales

    Juan CarLos GonzaLes/ Diseo y Diagramacin

    dorka reyes Gainza / Gerente [email protected] - 68070929

    LuCy aLConC / Departamento [email protected] - 79134002 - 71530483

    Marina snChez q. / [email protected] - 73544913

    Jos enrique benavides / Distribucin La Paz71538625

    aLberto aGuiLar herrera / Distribucin Sucre70320052

    hCtor hinoJosa / Distribucin Potos72070815

    asCenCio Cruz / Distribucin Oruro5282357 / 71885283

    Pastor boLvar / Distribucin Tarija75139009

    ruben PauCara / Distribucin Santa Cruz71378546

    Casto roJas / Distribucin Llallagua73879206

    Jhonny MoLLinero CaMaCho / Distribucin Llallagua

    73800821

    PatriCia aGuiLar Chavarria / Distribucin Cochabamba

    4529182

    iMPresiones GrFiCas virGo / Impresin

    Calle Jacinto Benavente 2163, esquinaPasaje Bella Vista, Sopocachi

    Telfono central. (591-2) / 2000570 / 2000727Telf/fax.(591-2) / 2417173 casilla 7914

    www.la-epoca.com.bo

    Depsito legal:La poca: 4-3-125-12

    La Paz - Bolivia

    Depsito legal:Observatorio Econmico: 4-3-126-12

    La Paz - Bolivia

    En defensa del ms universal de los deportes nuestro amigo Galeano escribi: El ftbol a sol y sombra (1995). Su pasin por el ftbol databa de inicios de los 60s cuando, en reu-niones de pauta del semanario uruguayo Marcha, convenca a sus compaeros de traba-jo de que una revista de izquierda bien poda tener una seccin de ftbol y que no siem-pre el baln era el opio del pueblo.

    En el mentado libro, el uruguayo acus: el juego se ha convertido en espectculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, ftbol para mirar, y el espectculo se ha

    convertido en uno de los negocios ms lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino impedir que se juegue. La tecnocracia del deporte ha ido imponiendo un ftbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegra, atrofia la fantasa y prohbe la osada.

    El pasado martes, en los campos deportivos de la Universidad Libre Neerlandfona de Bruselas, el presidente Evo Morales se luci por sus dotes futboleros convirtiendo cinco de los doce goles de su equipo, Presidencia de Bo-livia, contra los residentes bolivianos de la ciudad, agrupados en el Bolivian Roots FC. Adems aadi que deseaba suerte a nuestra seleccin en la Copa Amrica, insistiendo en que este deporte debe llevar alegra a la gente.

    Pero, para ingrata sorpresa de algunos hinchas locales resulta lamentable que solo se pueda acceder a ver la Copa Amrica 2015 en vivo y en directo por medio de la contratacin de planes televisivos de compaas de ca-bles privados cuyos precios accesibles pueden llegar a costar 258 Bs., es decir, el equivalente al 19% de una fa-milia que tiene ingresos por el salario mnimo.

    BTV ha asegurado a los bolivianos y bolivianas la trasmisin directa del partido inaugural (Chile vs. Ecuador), los de la seleccin de Bolivia y la final de la competencia; el resto se trasmitirn en horario diferido para la tele-visin abierta.

    Entel TV se enorgullece de beneficiar a sus usuarios trasmitiendo directamente los 26 partidos Copa Amri-ca. Actualmente solo 12 mil personas (0,1% de la poblacin) han contratado el servicio satelital cuyo plan estn-dar cuesta 155 Bs. y el HD 183 Bs., segn han publicado en su sitio web.

    La compaa de telecomunicaciones Tigo ofrece planes televisivos que permiten acceder a la competencia fut-bolera ms importante de nuestro continente por precios que van desde los 171 bs. hasta los 258 Bs. Adems ofre-ce un plan telefnico por 70 Bs. que le permiten ver desde su celular directamente los partidos, siempre y cuan-do se tenga un Smartphone.

    De los negocios mafiosos de la FIFA se ha hablado hasta la saciedad en los ltimos das, enfilndose los dardos, a nivel local, contra Carlos Chvez, el oscuro presidente de la Federacin Boliviana de Ftbol (FBF) y tesorero de la Conmebol, a quin el propio presidente Morales ha pedido la renuncia.

    Entre los documentos publicados por la Fiscala de EE.UU. en el caso corrupcin de la FIFA, encontramos las coimas que habra pagado la Asociacin Nacional de Ftbol Profesional (ANFP) de Chile para adjudicarse la actual competicin. Su presidente, Daniel Jadue, est siendo sometido a cuatro auditoras externas.

    El Estado chileno ha invertido 83 millones de USD para reparar estadios de ftbol en el marco de la Copa Amri-ca. Asimismo, se estima que el pas ser visitado por unos 80 mil turistas que estn prcticamente obligados a arribar al pas a travs de la compaa area LAN-TAM, que fuera propiedad del ex presidente chileno Sebastin Piera, y que se ha adjudicado el monopolio de los paquetes tursticos coperos. Por su parte, la Cmara Chilena de Comercio ha estimado que en los 21 das que dura el certamen deben percibir ingresos por el valor de 183 millones de dlares.

    La investigada ANFP, por concepto de entradas, prev percibir 43 millones de USD y solo en temas de trasmi-siones los canales chilenos, Canal 13 y TVN, han pagado 13 millones de USD por adjudicarse un evento que se-r visto en 200 pases.

    Tambin se promocionan los paquetes televisivos segn los protagonistas de los encuentros pues hasta las se-lecciones se ven rodeadas de cifras. Brasil, por ejemplo, se presenta con un plantel cuyo valor asciende a 552 mi-llones de USD, Argentina 555 millones de USD, Chile 176 millones de USD y, al final de la lista, Bolivia se presen-ta con solo 6,9 millones de la misma moneda.

    Las entradas para un partido de la fase de grupo como el de Chile vs. Mxico oscilan entre los 212 y los 3.000 USD. Mientras tanto, el salario mnimo de un obrero chileno no llega a los 370 USD y el de un profesor que traba-ja 44 horas apenas supera los 1.000 USD.; todo esto en un pas donde estudiar medicina en una universidad, es-tatal o privada, cuesta aproximadamente 700 USD mensuales.

    Para quin se hace la Copa Amrica? Con qu derecho y amparados en qu leyes las compaas privadas de telecomunicacin en Bolivia nos quitan la posibilidad de poder ver directamente un certamen deportivo que, co-mo dice el propio presidente, debe llenarnos de alegra y enriquecernos espiritualmente? Ser justo que solo los que tienen dinero puedan acceder a ver los goles, en el mismsimo momento en que se hacen, mientras el res-to solo lo podemos gozar de ellos en tiempos diferidos o en algn bar donde contamos las monedas para pagar una cervecita aunque sea! sin que el dueo se enfade por estar ocupando la silla de otro que puede consumir ms en 90 minutos?

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    Autonomas, una potencialtrinchera de la oposicin

    GonzaLo zaMbrana *

    Contina en la siguiente pgina

    La nueva correlacin de fuerzas, resultante de las

    elecciones, ha establecido un nuevo escenario autonmico

    que potencialmente puede constituirse en una plataforma de oposicin

    vigorosa y legitima

    Inmediatamente despus de las elecciones au-tonmicas, todos los expertos, politlogos y analistas, presurosamente, han correteado por todos los medios de comunicacin tratan-do de publicar sesudas y novedosas interpretacio-nes, como las que han declarado el fin de los movi-mientos sociales y la recuperacin de la ciudadana individualizada occidental, hasta quienes, basados en resultados globales, han relativizado algunas con-tundentes derrotas de las candidaturas masistas, en fin, han habido mltiples interpretaciones y ahora todos los analistas se han convertido en exper-tos en temas competenciales y fiscales.

    Una vez que se han agotado las interpretaciones poselectorales profesionales es buen momento pa-ra mirar con serenidad las perspectivas y los esce-narios polticos de las autonomas, toda vez que en cada espacio autonmico queda por hacer una bue-na gestin y, a los espacios autonmicos opositores adems les corresponde establecer un tipo de rela-cionamiento poltico con el Gobierno de cara a ob-jetivos polticos partidistas estratgicos.

    Flix Patzi, Gobernador de La PazFlix Patzi, ex secretario general de la Gobernacin de La Paz, es un profesional con capacidades que potencialmente podran conducir una exitosa ges-tin pblica. Seguramente contar con el apoyo tcnico de Revilla y SOLBO, que tiene una amplia experiencia en gestin municipal aunque burocrati-zada y carente de ideas innovadoras y nula experien-cia en el desarrollo departamental.

    En lo poltico, ha mostrado sus dotes de idelo-go, con un discurso que podra considerarse como el nico con serias potencialidades de competir con-tra las propuestas del MAS, por su coherencia inter-na, pero principalmente porque tiene un fuerte com-ponente dirigido a los indgena originario campesinos y para el establecimiento de puentes ideolgicos con sectores urbanos al invalidar las contradicciones en-tre socialismo y capitalismo, planteando un comuni-tarismo basado en la lgica indgena, como supera-cin ideolgica de la lucha entre izquierda y derecha. Esto es sumamente relevante pues, gran parte de su votacin se produjo en las urbes de La Paz y El Al-to, por lo que, estos segmentos urbanos de clase me-dia y/o en movilidad social, pueden ser permeables a su propuesta poltica de la tercera va.

    En el discurso electoral de Patzi permanente-mente se ha observado que su participacin en las elecciones a Gobernador es claramente pragmtica y oportunista, debido a su evidente vocacin presi-dencialista, repetida por el mismo aunque en forma velada. Su posesin como Gobernador, teatralizada en Ayo Ayo, la tierra de nacimiento de Tupac Kata-ri, ha sido la expresin simblica de su inters por sustituir a Evo Morales.

    Adems del fuerte apoyo urbano de La Paz y El Alto, proclive a Revilla y contrario al MAS y per-meable o neutro ante su propuesta discursiva, Patzi ha logrado tambin un importante apoyo en el rea rural, pero siempre bajo inventario, pues una cosa es votar contra Felipa Huanca, que expres la burocra-tizacin y abuso del poder de la dirigencia social y, otra cosa es oponerse a Evo Morales.

    Por lo anterior, Patzi es un gobernador con una vi-gorosa fuerza poltica, que usara la gobernacin para

    su proyeccin poltica personal hacia la presidencia; por ello debe hacer una buena gestin pblica y de-bera esperarse que constituya este espacio de gobier-no como una punta de lanza de oposicin al gobierno y para ello, tempranamente, ha mostrado su autono-mismo y de su propio discurso se infiere que sus ca-ballos de batalla sern la oposicin a la aprobacin del Estatuto Autonmico de La Paz y el Pacto Fiscal.

    Sin embargo, enfrentar la difcil tarea de equili-brar sus acciones, entre sus aspiraciones presiden-cialistas, que deben expresarse en una clara oposi-cin al gobierno para demostrar, en los hechos (lo que hasta ahora ha estado expresando en su discur-so), la obsolescencia e insuficiencia del MAS y su necesidad de coordinar efectivamente con el Go-bierno Central, como nica posibilidad de comple-mentar los reducidos recursos de la Gobernacin, especialmente para proyectos de gran magnitud. No se debe olvidar que adems cuenta con una Asam-blea Departamental de mayora masista

    Adrin Oliva, Gobernador de TarijaAdrin Oliva, es un personaje vinculado a destaca-dos organismos internacionales de accin del im-perialismo, ha viajado por muchos pases del mun-do reivindicando el liberalismo y desprestigiando al Gobierno de Bolivia y, asimismo, a todo el proceso revolucionario bolivariano. Es un protagonista cen-tral de las nuevas formas de intervencin de los Es-tados Unidos, por lo que tiene, como ningn otro, el apoyo imperial para constituirse en lder de una nue-va generacin de la derecha boliviana.

    Su campaa ha mostrado un total pragmatismo en discurso y accin pues con una facilidad notable ha migrado de sus acostumbradas posiciones con-servadoras secantes, a posiciones populistas, y se ha aliado con Luis Alfaro, un campesino exmasista que an se declara evista.

    Por ello, de manera similar a Patzi y quizs por las mismas vocaciones, proyecciones e intereses po-lticos, debe hacer una buena gestin en la goberna-cin de Tarija que est saliendo de una gestin fuer-temente cuestionada a pesar de la gran cantidad de recursos disponibles. En la segunda vuelta de vota-cin ha tenido una diferencia muy fuerte que le da un apoyo social relevante. Naturalmente usar este escenario para su proyeccin poltica como opositor al gobierno y para ello, sin lugar a dudas, manejar el discurso de la profundizacin de las autonomas cuyo tema ms claro y relevante es el Pacto Fiscal.

    Soledad Chapetn, Alcaldesa de El AltoSoledad Chapetn es la alcaldesa que tiene los ma-yores desafos polticos y de gestin pblica pues ha sido elegida por una votacin tan contundente que le ha permitido enfrentar exitosamente el pri-mer paro de algunos sectores de las juntas vecina-les, demostrando el desprestigio que han alcanzado algunos dirigentes de estas organizaciones sociales por su burocratismo, prebendalismo y corrupcin. El doble desafo de Chapetn se expresa, por una parte, en la necesidad de desmantelar el poder pol-tico y prebendal de las dirigencias de los principales grupos organizados de El Alto, como la FEJUVE y los gremiales que tempranamente le han amena-

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    zado y declarado la guerra, y por otra, en la difcil y urgente tarea de establecer una slida instituciona-lidad en el Gobierno Municipal, en tanto el legado institucional de los anteriores alcaldes es prctica-mente inservible.

    Desde una mirada poltica, Soledad Chapetn se constituye en la punta de lanza de la accin poltica del dueo de partido, Samuel Doria Medina, quien ha hecho todos los esfuerzos para fortalecer las capaci-dades de Chapetn, propicindole incluso una serie de visitas a importantes ciudades de nuestra regin para ver algunas experiencias exitosas de gestin mu-nicipal. Entonces, Doria Medina har todos los es-fuerzos para procurar un trabajo exitosa en este mu-nicipio que le permita capitalizarla en favor de su partido. Para ello tiene la ventaja inicial del despres-tigio de las poderosas dirigencias alteas que depen-diendo de sus acciones y recomposicin pueden ser un factor altamente coadyuvante para su administra-cin o, por el contrario, pueden promover su derrota.

    Luis Revilla, Alcalde de La PazLuis Revilla, aun sin acciones de impacto relevante en su gestin, ha logrado un triunfo slido respec-to al candidato del MAS, incluso de mayor magni-tud que en su anterior eleccin, logrando un Concejo Municipal mayoritario que le asegura total viabilidad poltica a su gestin. Las acciones ms importantes de su plan de gobierno hablan de convertir a La Paz en una Ciudad Inteligente (Smart City), que es el cli-ch de moda como tantos otros que han pasado sin pena ni gloria, sin lograr ninguna proyeccin de de-sarrollo municipal, y por otra parte, propone librar a La Paz de la violencia, sin haberse visto ninguna se-al de poltica pblica en este tema en su pasada ges-tin, particularmente en la participacin social que es la accin ms destacada en cuanto a seguridad ciuda-dana, pues equipamientos como mdulos policiales, cmaras, vehculos, etc. no han resuelto problemtica de inseguridad; es de esperarse que la gestin de es-ta temtica sea efectiva pues al estar identificada co-mo una prioridad por toda la ciudadana le podra dar grandes rditos polticos y sociales.

    En las elecciones nacionales, Revilla ha sido ten-tado a ser el candidato alternativo a Evo Morales, pero declin inteligentemente a esta oferta, pues no exista posibilidad alguna de que Evo fuera derro-tado en esas elecciones. Sin embargo, el edil tiene claro que en el futuro ser una alternativa muy se-ria para reemplazar al lder del MAS por lo que su perspectiva poltica tambin le exigir la necesidad de una exitosa gestin municipal como plataforma de su futura candidatura presidencial y, para ello, co-

    mo pocas instituciones pblicas, ha consolidado un plantel tcnico, joven y estable, aunque burocratiza-do y carente de ideas innovadoras. Por las razones polticas anotadas se esperara que Revilla efecte un relanzamiento innovador de sus polticas muni-cipales para sustentar sus perspectivas polticas pre-sidenciales. Desde el punto de vista discursivo, aun-que en alguna oportunidad se reclama de izquierda, ha mostrado su pragmatismo al establecer indife-renciadamente buenas relaciones con Costas, Patzi e incluso Doria Medina.

    Rubn Costas, Gobernador de Santa CruzRubn Costas, Gobernador reelecto por Santa Cruz, ha tenido un triunfo tan importante que le ha per-mitido contar con una clara mayora en la Asamblea Departamental, a costa del MAS que ha reducido su presencia a la mitad.

    A Costas nunca se le ha visto como un candida-to nacional ni con el inters de serlo, sin embargo es el Gobernador que con mayor claridad se ha enfren-tado al Gobierno en base a un discurso autonomista invariable; su propuesta de una distribucin 50-50 de los recursos entre el gobierno central y los gobiernos autonmicos, aunque parece sencilla, ha sido muy bien pensada no tanto desde el punto de vista tcni-co sino desde el punto de vista poltico, pues es una propuesta discursiva que permitira aglutinar en tor-no a ella al conjunto de alcaldes y gobernadores opo-sitores; esta propuesta se basa en la seguridad de que no se puede efectuar una redistribucin de recursos entre las diferentes entidades territoriales autonmi-cas del pas porque, aun con el noble argumento de la equidad, para incrementar el presupuesto de algn te-rritorio se tendra que reducir el de otro y ni siquiera Tarija aceptara reducir sus recursos, por tanto la ni-ca opcin es reducir al Gobierno Central, lo cual va en consonancia con el modelo autonomista de Cos-tas (en otros tiempos separatista).

    Con los resultados de las elecciones Costas se ha mostrado Fiscal en base a su propuesta de 50-50 y, como seal de su autonomismo extremo, ha co-municado la creacin de una instancia departamen-tal de Impuestos, quizs con el sano propsito de administrar ms eficientemente los impuestos de-partamentales establecidos en las normas o quizs para profundizar su autonoma.

    Conclusiones La nueva correlacin de fuerzas, resultante de las

    elecciones, ha establecido un nuevo escenario au-tonmico que potencialmente puede constituirse en una plataforma de oposicin vigorosa y legiti-

    ma, desplazando los escenarios de la lucha pol-tica de la caricaturesca oposicin de la Asamblea Legislativa hacia los espacios autonmicos.

    Esto estar en funcin de las capacidades de las nuevas autoridades de oposicin para equilibrar entre sus acciones polticas opositoras y su nece-sidad de articularse con el Gobierno Central, pa-ra asegurar su apoyo en polticas de desarrollo que solo pueden ser efectivizadas en forma conjunta.

    De acuerdo a las fases de la propuesta tcnica pa-ra el Pacto Fiscal, aprobadas por el Concejo Na-cional de Autonomas, la discusin de este tema ser el escenario de las acciones polticas de la oposicin que con seguridad centrar sus posi-ciones en la reduccin de los recursos del gobier-no central y la reasignacin a las entidades terri-toriales autonmicas y a la reclamada reduccin de las competencias administrativas del Ministe-rio de Economa y Finanzas Pblicas.

    La discusin del Pacto Fiscal debe ser conduci-da en base a los mandatos constitucionales so-bre el carcter territorial del desarrollo por lo que no se pueden canalizar las discusiones del Pacto Fiscal hacia la redistribucin de las asig-naciones de los recursos nacionales.

    Es evidente que la atencin de los servicios b-sicos a la poblacin debe ser realizada adecuada-mente por los niveles de gobierno ms cercanos a la poblacin, como la atencin de los servicios de recoleccin de basura por parte de los Go-biernos Municipales, pero tambin es evidente que existen aspectos de poltica pblica nacio-nales que por su carcter estructural, van ms all de la mayor o menor disponibilidad de re-cursos financieros en las entidades territoriales autonmicas.

    Por todo ello, es necesario situar la discusin so-bre la profundizacin de las autonomas en una perspectiva constitucional y operativizar el trata-miento de temas como el Pacto Fiscal en defini-ciones ms precisas sobre sus alcances polticos, y la forma como las autonomas, que no deben ser entendidas como un valor intrnseco (como quieren hacer creer los idelogos de la neolibe-ral participacin popular), sern el instrumento para la transformacin integral y el desarrollo del Estado Plurinacional, de lo contrario se termina-r en el juego neoliberal que se centra en la distri-bucin y el buen uso de los recursos financieros, dejando el modelo y las expectativas de desarro-llo en manos del mercado.

    * Economista

  • del 14 al 20 de junio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 5

  • 6 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 14 al 20 de junio de 2015

    La posesin de subalcaldes en la ciudad de El Alto, que realiz el 1 de junio la alcal-desa de la ciudad de El Alto, Soledad Cha-petn, provoc el rechazo de dirigentes de la Federacin de Juntas Vecinales (Fejuve), quienes iniciaron medidas de protesta porque no se respeta-ron los usos y costumbres para esas designaciones, provocando un conflicto que no logra solucionarse impidiendo que varias subalcaldias puedan trabajar.

    Recordemos que en vsperas a las elecciones de abril, Doria Medina deca: el reino de los movi-mientos sociales est llegando a su fin. Ese mo-mento veamos el objetivo marcado por las clases dominantes de atacar al sujeto revolucionario del proceso de cambio, para poder destruir todo lo que ha costado sangre y lucha al pueblo boliviano.

    Hace unos das Soledad Chapetn indic en los medios de comunicacin:

    La ciudad de El Alto es una ciudad, creo que eso es importante, no? Si la Constitucin habla de usos y costumbres, habla en pueblos indgenas y origina-rios. Evidentemente, los alteos venimos de dife-rentes reas rurales, pero vivimos en la ciudad de El Alto; somos ciudadanos, por eso estamos enmarca-dos en esta ley, argument la autoridad en una en-trevista con la red PAT 1.

    En horas de la noche hizo la siguiente aclaracin:Es importante poder anunciar de que eviden-

    temente he tenido un lapsus, en ningn momento quise decir ciudadano, sino citadino. Es importante marcar esa diferencia 2.

    Sin embargo, eso no arregla nada ya que an as nos dice que las leyes son para los citadinos y los usos y costumbres para los pueblos indgenas. Por otro lado ambas declaraciones nos recuerdan los tiempos de nacimiento de la repblica, donde la ciudadana era negada a los pueblos indgenas, ya que en aquel momento se limitaba a los que saban leer y escribir, tenan algn empleo o industria; ne-gndoles al mismo tiempo la educacin y mante-niendo las relaciones de dominacin de la colonia sobre nuestros pueblos indgenas. Sin duda esta es su primera chapetonada. 3

    Esa afirmacin de desprecio desconoce los prin-cipios liberales de igualdad ante la ley que le gusta siempre repetir a la oposicin, pero que en el fon-do esconden su sentimiento de superioridad sobre el pueblo, aqu vale la pena citar al filsofo bolivia-no Juan Jos Bautista:

    Pensar que nuestras culturas anteriores a la mo-dernidad eran culturas brbaras o salvajes, como apa-recen en el imaginario europeo y occidental, es par-te de los mitos fundacionales de occidente que como horizonte civilizatorio produjo para imponer a todo el mundo su supuesta e innata superioridad 4.

    Tambin sobre ese sentimiento de desprecio nos dice:

    El desarrollo de esas formas de vida que despre-ciaron los espaoles, que nos ensearon a despre-ciarla y que nuestra oligarqua criollo-mestiza-colo-nizada sigue despreciando hasta el da de hoy 5.

    Decir que hay leyes para unos y usos y costum-bres para otros no solo es mostrar desprecio, sino tambin es ignorar el pluralismo jurdico reconoci-do en nuestro Estado.

    Chapetn se justifica indicando que La selec-cin de subalcaldes (en el pasado) ha tenido una suerte de prebendalismo, asimismo se ha dado a conocer que el hijo de vila (secretario ejecutivo de la FEJUVE El Alto), trabaja en el gobierno munici-

    pal de El Alto, esto segn un memorndum de de-signacin del 13 de enero de 2015.

    Sin embargo, no significa que sea mala en s mis-ma la participacin democrtica, recordemos que antes no se elegan autoridades a nivel municipal ni a nivel departamental, e incluso hoy subgobernado-res son electos en algunos departamentos, por eso debemos defender la profundizacin democrtica.

    Por otro lado, el debilitamiento de las organizacio-nes sociales reflejado en el conflicto de la ciudad de El Alto, es efecto de la divisin de la dirigencia con la base de los movimientos sociales, en muchos casos por prebendalizacion de las dirigencias, y esto mues-tra la necesidad de la reestructuracin del movimien-to social alteo con dirigentes honestos y representa-tivos preservando la orientacin revolucionaria.

    Legalidad vs legitimidadEs mi ltima palabra, dijo Chapetn a radio Pana-mericana. Tengo derecho, por ley, de nombrar a los subalcaldes y mantendr mi decisin.

    Un error de la visin liberal es su posicin re-duccionista de la democracia, sosteniendo que en el momento de la eleccin del representante la socie-dad ha perdido (o permaneca en estado potencial no activo, es decir pasivo) del ejercicio del poder po-ltico por el acto de transferencia del poder 6, pues ante esa visin para ser representado hay que estar ausente, y dejar que los representantes decidan a pe-sar de quienes votaron por ellos no estn de acuerdo con esas decisiones. A los neoliberales les gusta esa forma de democracia porque luego de ser electos se escudan en el legalismo para ir contra los intere-ses del pueblo; y con la intencin de sentar autori-dad, lo que no observa Chapetn, es el desconten-to que est provocando en el Distrito 13, uno de los ms rurales, y en el 8, que fue muy representativo y simblico en Octubre de 2003

    Ante las declaraciones legalistas de Chapetn de-bemos aclararle que: nuestra Constitucin Poltica del Estado nos habla de varias formas de democra-cia, como la directa y participativa, por medio del

    referendo, la iniciativa legislativa ciudadana, la revo-catoria de mandato, la asamblea, el cabildo y la con-sulta previa 7.

    Por su parte, en la ley Marco de Autonomas 8, en el artculo 36, respecto a la Autonoma Munici-pal, determina:

    La carta orgnica o la norma municipal estable-cer obligatoriamente, en coordinacin con las or-ganizaciones sociales ya constituidas, el ejercicio de la participacin y control social, conforme a ley.

    La ley de Gobiernos Autnomos Municipales 9 si bien en su artculo 26 numeral 8 seala entre las atri-buciones de la Alcaldesa o Alcalde Municipal la de Designar mediante Decreto Edil, a Sub Alcaldesas o Sub Alcaldes de Distritos Municipales, as tambin en el artculo 38 de la misma ley en el captulo VII de Participacin y Control Social, luego de sealar los espacios formales de participacin y control so-cial, determina que: Los Gobiernos Autnomos Muni-cipales podrn generar otro tipo de espacios para garantizar la Participacin y Control Social.

    La normativa en realidad desnuda el hecho de que el proceder de la alcaldesa de El Alto no es por limitacin legal ya que la participacin de los movi-mientos sociales son reconocidas y no limitadas en nuestras leyes sino a causa de voluntad poltica, y es-to va respaldado por el nuevo discurso de la dere-cha, tal como declar en medios de comunicacin el alcalde de Tarija, Rodrigo Paz Pereira, quien indic en ATB la maana del martes 9 de junio, que para m es ms importante el ciudadano que las organi-zaciones sociales. Este discurso representa una vi-sin poltica, de individualismo, en la que buscan su-jetos aislados y no organizados, para dejar al pueblo vulnerable, con la intencin de que el bloque social revolucionario que logr la cada del neoliberalismo se encuentre desarticulado para hacer posible el re-torno al poder de la oposicin.

    Lo que est sucediendo en El Alto nos muestra mu-chas cosas, por un lado no est mal reconocer que si-guen existiendo clases dominantes y reconocer eso no es negar el proceso, reconocer que falta mucho por seguir transformando y que su profundizacin es una necesidad si queremos continuar la construccin de una sociedad ms justa. Tambin nos muestra la co-rrupcin de las dirigencias sociales y que seguramen-te saldrn ms denuncias, pero no debemos confundir dirigentes con organizaciones y movimientos sociales.

    Por ltimo, Chapetn tarde o temprano tendr que asumir que la democracia representativa no es la nica reconocida en nuestro ordenamiento jurdi-co, y si eso no lo ve ahora lo ver cuando el pueblo alteo ejerza la democracia directa a travs de la re-vocatoria de mandato.

    * De Chapetn.- Dicho de un espaol o de un europeo recin lle-gado a Amrica/ Diccionario de la lengua Espaola

    1 La Razn Digital / Rubn Atahuichi / La Paz, 10:56 05 de junio de 2015, El Deber 06 de junio de 2015

    2 La Razn Digital / Paulo Cuiza / La Paz 21:43 / 05 de junio de 2015, Agencia de Noticias Fides 06 de junio de 2015

    3 Primera enfermedad que padecan los europeos al llegar a Am-rica. Diccionario de la Lengua Espaola

    4 Juan Jos Bautista, Critica de la Razn boliviana, 20105 Juan Jos Bautista, Critica de la Razn boliviana, 20106 Enrique Dussel, Estado o Comunidad, 20127 Art. 11 pargrafo II numeral 1, Constitucin Poltica del Estado

    Plurinacional de Bolivia8 Ley 031 de 19 de Julio de 20109 Ley 482 de 9 de Enero de 2014.

    Indgenas y Chapetones *edMundo Juan noGaLes aranCibia

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  • 8 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 14 al 20 de junio de 2015

    Ha sido ms que preocu-pante conocer que al-rededor de 500 perso-nas, entre estudiantes y maestros, se intoxicaron el mes pa-sado en Cobija por comer alimentos en mal estado que provenan del De-sayuno Escolar. Este caso nos debe lle-var a la reflexin respecto a qu ali-mento les estamos dando a los nios del pas diariamente para su creci-miento y desarro-llo; y quin es res-ponsable cuando ocurre un hecho como el que su-cedi en el cole-gio Antonio Vaca Diez de Cobija.

    El tema del De-sayuno Escolar no solo tiene que ver con qu alimen-tos les estamos dando a los ni-os de las escue-las del pas, sino tambin de dn-de vienen esos alimentos, quin los promueve y qu productos es-pecficamente les estamos suminis-trando. Dicho es-to, la intoxicacin de Cobija fue causada por snd-wiches de pollo con mayonesa. Segn Johnny Choque Condori, di-rector del hospital Roberto Galindo de Cobija, el diagnstico mdico se-ala que la intoxicacin se trat de una enfermedad transmitida por alimentos (ETA), y que fue causa-da por las bacterias estafiloco au-rius y bacilus serius 1.

    Tambin, es importante destacar que en los ltimos aos, los hbi-tos alimentarios de las personas han cambiado significativamente. En las poblaciones urbanas cada vez se ex-tiende ms, especialmente entre los jvenes, la cultura de la comida chata-rra donde abundan las salsas, la ma-yonesa y los alimentos procesados (repletos de grasas saturadas) que a partir de tal procesamiento bajan la calidad del producto con el nico objetivo de bajar el precio, a tal ex-tremo que no importa si el alimento es inocuo o no.

    Pese a ello en todas las ciudades de Bolivia comprar alimentos, espe-cialmente frescos, de calidad y a re-lativamente bajo precio, es tan obvio como caminar las calles. El tener ac-

    La importancia del Desayuno Escolar en favor de la pequea agricultura

    dieGo Muoz e. *

    La intoxicacin sucedida en Cobija nos hace reflexionar sobre la importancia de articular la pequea agricultura con los

    mtodos de formulacin e implementacin de polticas pblicas en el pas

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    ceso en da de feria a una abundante variedad de frutas, hortalizas, verdu-ras, cereales, tubrculos, granos, pro-ductos crnicos, derivados lcteos y otros productos agropecuarios, es al-go a lo que la poblacin est acos-tumbrada sin verdaderamente valo-rarlo. Pero de dnde vienen estos productos de los mercados populares de alimentos que existen en todas las ciudades de Bolivia?

    La pequea agriculturaEn el pas, el tema de la pequea agri-cultura y la agricultura campesina tiene una gran relevancia, su participacin en el mercado de alimentos no solo hace al tema de la alimentacin, sino tambin al papel que juega la peque-a agricultura en el proceso producti-vo agropecuario.

    En Bolivia la pequea agricultu-ra juega un rol ms importante de lo que la sociedad y el gobierno, central y municipal, consideran, ya que es a travs de sus sofisticados y diversifi-cados sistemas productivos y de mer-cados (mayoristas y minoristas), que

    alimentan al grueso de la poblacin nacional, urbana y rural.

    Pero estas estrategias, en la mayo-ra de los casos, no se relacionan ni con el Estado central ni con el Esta-do municipal, ms all del lugar fsico donde se realiza la venta, (calles, pla-zas, canchas, avenidas, espacios pbli-cos para la venta, y ltimamente mer-cados modelo que no estn funcionado) donde confluyen semanalmente pro-ductores, intermediarios y comprado-res, dependiendo cul sea el caso, pa-ra hacer sus transacciones.

    Entonces, la mayora de los proce-sos de produccin y comercializacin de alimentos (especialmente frescos) a nivel nacional, provienen de la peque-a agricultura y est en manos de fa-milias productoras y comercializadoras (todos parientes, miembros de fami-lias ampliadas), las cuales reivindican su trabajo sealando que no desean que el Estado se involucre en sus actividades, porque no los entienden verdadera-mente y sus polticas no los favorecen.

    Es a partir de esta realidad y de lo que sucedi en Cobija el mes pasa-

    do, que es importante volver a mirar el rol del Estado en relacin a la pe-quea produccin y la alimentacin; ya que los pequeos productores son sujetos claves en el tema, que no son tomados en cuenta al momento de implementar las polticas alimen-tarias del pas.

    Pero, qu debera hacer el Esta-do para fortalecer las dinmicas de los pequeos productores sin da-

    ar ni distorsio-nar lo que hacen que saben ha-cerlo muy bien? Cmo hacer pa-ra que el Esta-do fortalezca con sus polticas a la pequea agricul-tura y no siem-pre (aunque a ve-ces sin querer) a las empresas o los grandes agroin-dustriales?

    El Estado para mejorar la alimen-tacin y nutricin de la poblacin, desde la dcada de los 60, ha imple-mentado polti-cas que buscaron incentivar la pro-duccin y los mer-cados de alimen-tos de pequeas y grandes unidades productivas. Tal

    fue el caso del programa denomina-do Subsidio de Lactancia; o tres dcadas ms tarde el programa de Desayuno Escolar. El primero fue determinan-te para desarrollar la industria lechera del pas y el segundo para incentivar el acceso de los nios en edad escolar a una mejor alimentacin.

    El rol de los productoresQu rol jugaron y juegan los peque-os productores en la implementa-cin de esas polticas?

    En el caso lechero, el pas logr desarrollar un interesante progra-ma denominado Fomento Lechero, cu-yo sustento estuvo puesto en la pe-quea agricultura. Con el tiempo este programa se disemin en todo el pas y fue copiado por otros pa-ses de la regin. Pero como parte de las polticas de ajuste estructural im-plementados en los aos 90, este es-quema fue enteramente privatiza-do por lo que su implementacin se encuentra actualmente en manos de empresas transnacionales y naciona-les medianas.

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    Por otro lado, la implementacin de la poltica de Desayuno Escolar fue diferente, ya que esta pudo imple-mentarse despus de que se instau-raron las polticas de participacin popular y descentralizacin. Pol-ticas, a partir de las cuales, los go-biernos municipales tuvieron acceso a importantes montos de dinero es-tatal de manera descentralizada. Co-mo parte del uso de estos recursos, el Desayuno Escolar fue uno de los programas estrellas, puesto en mar-cha tanto en las capitales de depar-tamento como en ciudades ms pe-queas y en comunidades rurales. Esto les permiti a los gobiernos municipales (grandes y pequeos) incentivar los mercados locales de alimentos y relacionarlos con la ali-mentacin de los nios en edad es-colar en los municipios.

    Si bien a primera vista las polticas de Desayuno Escolar parecieron ser la respuesta para fortalecer los mercados locales de alimentos y para mejorar la alimentacin de la poblacin local, en los hechos se mantiene una desarticu-lacin entre las lgicas de produccin y comercializacin campesinas y las polticas pblicas para el Desayuno Es-colar y lo sucedido en Cobija el mes pa-sado es una muestra de ello.

    El problema est que en los muni-cipios rurales y urbanos, estas polti-

    cas se basan en sistemas de licitacin, donde son los precios ms bajos en la oferta de alimentos (sean estos nutriti-vos o no) las que por lo general se ad-judican los desayunos escolares.

    En tanto, los pequeos producto-res no pueden acceder a estas licita-ciones porque, por un lado, no tienen los contactos para acceder a las li-citaciones, no cuentan con los cono-cimientos para entrar a competir en ellas y sobre todo, sus precios, vol-menes de produccin y empaques (si es que tuvieran) no son competitivos con las industrias alimentarias ubica-das en las grandes ciudades, que son las que venden sus productos a inter-mediarios que proveen el Desayuno Es-colar a las escuelas.

    Estrategias de produccinDebido a esto y a lo sucedido en Co-bija, es importante buscar las formas de articular de manera ms coheren-te las lgicas de produccin y comer-cializacin de alimentos de los pe-queos productores, con las lgicas de formulacin e implementacin de polticas pblicas de Desayuno Escolar. Quedando claro que si los gobier-nos municipales formulan las polti-cas pblicas para el Desayuno Escolar solo a partir de licitaciones, ser dif-cil que sean los pequeos producto-res y sus lgicas comerciales y din-

    micas las que puedan proveer de sus productos a ese mercado.

    Pero, para lograr que la produccin y comercializacin a pequea esca-la pueda encontrarse con los merca-dos del Desayuno Escolar es necesario repensar y re implementar las polti-cas pblicas en relacin a este tema. Para ello debe existir la voluntad po-ltica para que las formas de consumo de alimentos para el Desayuno Escolar se encuentren con las lgicas campe-sinas, tanto en lo productivo como en las formas de acceso al mercado. De esta manera se deben repensar y tra-bajar de manera conjunta la formu-lacin y ejecucin de la poltica entre autoridades municipales, departamen-tales y nacionales, lderes de las orga-nizaciones campesinas y especialistas en temas de procesamiento, inocuidad y comercializacin de alimentos. Un buen trabajo de todos a partir de es-te encuentro podra mejorar la calidad de los alimentos primero en los muni-cipios rurales ms pequeos, mejoran-do el acceso a alimentos de ms ca-lidad a la poblacin local sea esta de edad escolar o mayor.

    Es importante resaltar que a dife-rencia de cualquier poltica que se haya implementado a favor de la pequea produccin agropecuaria, la poltica de Desayuno Escolar permite que se ge-nere un mercado cautivo de alimen-

    tos de calidad, en el que tanto la par-te productiva (a cargo de los pequeos productores) como la recoleccin, el procesamiento, el almacenamiento, la distribucin, la venta y la implementa-cin de la poltica, estn a cargo de un sistema cerrado de personas, institu-ciones (estatales y privadas) y si acaso empresas que como parte de la polti-ca, todas pueden ser permanentemen-te evaluado y cualificadas. Esto permi-te que todos los actores involucrados aprendan y mejoren la parte que les corresponde desempear.

    Una vez que el trabajo de todos es-t bien hecho y forme parte de la mis-ma poltica, y una buena parte de los alimentos que se distribuyen para el Desayuno Escolar en el pas proven-ga de la agricultura a pequea escala, ser posible pasar a otros campos de la alimentacin donde los pequeos productores (y no solo las agroindus-trias e industrias de alimentos) podrn ser protagonistas tanto de la provi-sin como de la elaboracin y comer-cializacin de productos alimenticios de calidad y brindar as una buena ali-mentacin a una sociedad ms amplia de la poblacin, ms all de la local y ms all del Desayuno Escolar.

    * Ingeniero agrnomo boliviano especialista en pequeos productores.

    1 El Deber, Domingo 7 de Junio de 2015.

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    El repudio generalizado de los aficionados bolivianos al ftbol, el rechazo de la ma-yora de los medios de co-municacin, la prdida de confianza de los dirigentes de los clubes de ft-bol profesional y amateur, el inicio de una investigacin bajo responsabilidad de tres fiscales, el pedido de renuncia hecho por el Presidente del Estado, el silencio pblico de los futbolistas en Bolivia y la danza de dlares son las manifestaciones que rodean la cni-ca actitud de Carlos Chvez, todava Presidente de la Federacin Bolivia-na de Futbol (FBF), despus de los es-cndalos de corrupcin, arbitrariedad y negociados que persiguen al actual Tesorero de la Confederacin Suda-mericana de Ftbol (CONMEBOL).

    El escndalo se hizo pblico, aun-que ya existan versiones muy fuertes, con las investigaciones realizadas por la justicia, la polica y la fiscala de Esta-

    dos Unidos que detuvieron a siete altos dirigentes deportivos en la misma sede de la Federacin Internacional del Ft-bol Asociado (FIFA) en Suiza, a pocas horas del inicio de su Congreso, y tie-nen en la mira a una cantidad mayor de otros dirigentes y empresarios que es-tn relacionados con actos delincuen-ciales, bajo cargos de corrupcin en el manejo de millonarios recursos econ-micos en bancos de ese pas.

    La posibilidad de una intervencin directa de los gobiernos ha sido re-chazada por los dirigentes con el ar-gumento y la amenaza de que la FI-FA sancionar al futbol del pas que lo haga con la exclusin de selecciones y clubes de los distintos torneos inter-nacionales, inhibiendo la accin de la justicia y las investigaciones ante de-nuncias de malos manejos; sin embar-go, ahora la FIFA qued inmvil de-bido a la contundencia de los hechos. Sera ridculo que se sancione a dece-

    nas de pases que son fundamenta-les en el escenario futbolstico como Argentina, Brasil, Espaa, Uruguay, Francia, Estados Unidos o Nigeria.

    No es slo un problema de respon-sabilidad o de tica, es un problema de millones de dlares administrados por una mafia mundial que, como lo ha sealado la investigacin, ha traficado con la buena fe de los aficionados, se-guidores, futbolistas hinchas y televi-dentes de este emblemtico deporte.

    En los ltimos cincuenta aos el ftbol se ha convertido en una de las actividades humanas llena de contra-dicciones: es un espectculo artstico y cultural, provoca la movilizacin de millones de personas, alegra a la gen-te en los ltimos rincones del plane-ta, genera identidad local, regional o nacional, produce fuertes manifesta-ciones de nacionalismo pero, al mis-mo tiempo, tambin impulsa graves hechos de violencia, competencia en-

    tre grandes transnacionales, trfico de mafias nacionales e internacionales, publicidad millonaria y fomento del consumismo descontrolado, compra-venta de jugadores como mercancas y una poderosa estructura econmica y poltica mundial.

    Tres presidentes de la FIFA Stan-ley Rous, Joao Havelange y Joseph Blatter han manejado el ftbol desde hace 54 aos (1961) y los dos ltimos han construido una familia mafiosa a nivel mundial. Havelange renunci a su posicin de Presidente Honorario de la FIFA, en 2013, por corrupcin y, hace dos semanas, Blatter anunci su retirada, cuatro das despus de su reeleccin, por denuncias de corrup-cin. Qu pasar con Carlos Chvez, el Blatter boliviano?

    * Eduardo Paz Rada es socilogo boliviano y docente de la UMSA. Escribe en publicacio-nes de Bolivia y Amrica Latina.

    una columna de la Patria GrandeEduardo Paz Rada *

    [email protected]

    La mafia de la FIFA descabezaday Chvez en Bolivia?

    La cocana es la droga de moda en todo el mundo; su consumo crece y crece. Y la cul-pa es exclusivamente de los pases producto-res? Pues, no. Erradiquen sus narices, canta la banda de punk altea, Scoria. Vivimos en un narco-ca-pitalismo voraz. La cocana no es producto de la tierra, sino de los hombres. Quin no conoce a alguien que se meta el polvo blanco por la nariz? No te hagas, to-dos conocemos a alguien. Pero por qu la cocana ha triunfado? Porque es limpia, blanca y elegante; tiene buena prensa, es un signo de distincin social; la con-suma la clase alta y ahora lo hacen las medias; y porque sus problemas aparecen a largo plazo.

    Antes de consumirte, antes de dejarte flaco y con el cerebro arrasado, antes de destruir todo a tu al-rededor, la pasas bomba. Puedes hacer lo que quie-ras, estar de farra durante das: eres el ms grande, el ms sociable. La cocana y ese sabor amargo que te adormece la lengua como si estuvieses en el den-tista te pone a cien, no existen los lmites para vos. Tienes ms, quiere ms, te das cuenta de todo; pro-duces ms, eres imparable en la disco, en la cama, en todo lado. Es la respuesta perfecta e individual a la sociedad competitiva capitalista, a la jungla donde manda el ms fuerte, el que ms aguanta.

    La dopamina y la noradrenalina son neurotrans-misores. El primero te convierte en el centro de la

    fiesta, en un ser ms ingenioso. El segundo te pone ms alerta. Con la cocana todo son luces y brillos; aumenta tu energa y desaparece el cansancio, ests eufrico; eres la mejor versin de vos, multiplicada por un milln. Te elimina el dolor (sin cocana no hay guerras), te aumenta el deseo sexual y la iniciati-va. Te importa el ac y el ahora.

    Todos esos son los buenos momentos, mucho despus llegan los malos: el camino adictivo sin re-torno. Taquicardias, ataques al corazn, depresin, paranoia y ansiedad. Y el pene flcido, chau a las se-siones olmpicas dignas de una peli porno. El 25% de los infartos en personas entre 18 y 45 aos en Europa estn provocados por la cocana.

    El ltimo libro de Roberto Saviano (el autor de Gomorra que destap las conexiones de la mafia italiana) se llama Cerocerocero: cmo la cocana gobierna el mundo (editorial Anagra-ma). La palabra Bolivia prcticamente no existe en el libro y Saviano constantemente, de mane-ra errnea llama coca a la cocana. El escritor ita-liano con un estilo seductor y una prosa poten-te usa atractivas historias personales (de mulas a policas, de consumidores a polticos, de sica-rios a capos) para ayudar a entender el xito nar-co-capitalista. Pero ni una palabra sobre el rol de instituciones como la CIA o la DEA en el gran

    negocio. Ni una slaba sobre soluciones como la legalizacin como alternativa.

    Cerocerocero ayuda a entender el potente ar-mazn econmico alrededor de la blanca y el pa-pel que juega el dinero de la droga en el contexto de las finanzas internacionales, incluido el lavado en los bancos; colocando a este negocio como el ms ren-table del planeta.

    La cocana es un bien refugio, un bien anticcli-co. Saviano aporta un dato elocuente: si hubieses in-vertido mil dlares en acciones de Apple, ahora ten-dras 1.670; si hubieses colocado esa misma plata en cocana, ahora poseeras 182.000 dlares: cien veces ms que invirtiendo en el ttulo estrella burstil del ao. En su largo viaje, el negocio est en la distribu-cin, en la reventa, en la mezcla, en la gestin de los precios. Un kilo cuesta en Colombia 1.500 dlares, en Mxico 15.000, en EEU.U. 27.000, en Europa ca-si 50.000 dlares y en el Reino Unido 77.000 dla-res. Con un kilo puro (el cerocerocero) se sacan tres kilos tras los cortes: quienes mandan sobre es-tas cadenas son los hombres ms ricos del mundo. Para ellos no hay crisis. Para vos que jalas, tampoco. De momento, por ahora.

    * Director de Le Monde Diplomatique Bolivia y conductor del pro-grama radial Contextos salvajes.

    bajo banderaRicardo Bajo H.

    Con la cocana la pasas bomba

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    [ s i n p e l o s e n l a l e n g u u a ]

    Antes de hablar de impactos, considero necesario ponernos de acuerdo sobre lo que entendemos por comunidad. Este concepto en su etimologa y traduccin al espaol, tiene origen en el latn communitas que ha-ce referencia a un estado o carcter social en la vida material y espiritual de un grupo.

    En lenguas europeas como el ingls y el francs, encontramos el concepto referido etimolgicamen-te al latn: community y communat, que representa el mismo carcter social de los bienes.

    En el alemn su acepcin es ms precisa y se re-fiere al modo de unin que brota a partir del querer esencial y orgnico del ser fundamentado en el ins-tinto y el sentimiento que produce accin recproca y es definida como: gemeinschaft

    Este mismo concepto tiene en lenguas nativas como el aymara y el quechua sus respectivas con-ceptualizaciones: jayma y saphsi, que siempre hacen referencia a una pertenencia de carcter material o espiritual referidas a un bien de carcter colectivo.

    Solo estos ejemplos nos sirven para darnos cuen-ta que el concepto comunidad en diferentes culturas ha sido motivo de reflexin para comprender el sen-tido de lo colectivo frente a lo individual.

    Ahora bien, y sin ser demasiado atrevidos, pode-mos pensar que este concepto tiene su origen y de-sarrollo en condiciones histricas de la pre-moder-nidad, pues expresa una necesidad de cooperacin y colaboracin material, adems de solidaridad y res-peto frente a creencias y espiritualidad colectivas; en resumen, expresa un modo de actuacin intersubje-tiva colectiva que muchas veces linda en la supervi-vencia como grupo.

    La modernidad, que no es otra cosa que el apellido elegante que se le puso al advenimiento del capitalis-mo como modelo civilizatorio a escala mundial, en-cuentra en la comunidad uno de sus principales ene-migos y escollos para su implantacin como sistema.

    Es que para el liberalismo es condicin sine qua non la liberacin de los lazos de comunidad de las gentes, para constituirlas en individuos libres de ata-duras de toda ndole frente a la ley y al mercado. Es en ese mbito de libertad donde los ex comuni-tarios se convierten en ciudadanos poseedores de bienes y decisiones individuales enmarcadas en una legislacin libre, e individualmente aprobada, y que supuestamente hace iguales a todos quienes la re-conocen como expresin de su constitucin como asociacin poltica y jurdica.

    Dicho de otra manera, para el dominio del capi-talismo, es indispensable la negacin y superacin de esa herencia de la antigedad verbalizada en di-ferentes acepciones idiomticas y que representan prcticas econmica-sociales y espirituales concebi-das como comunidad.

    Es decir, de acuerdo a los modelos clsicos de desarrollo capitalista, la destruccin de las prcticas comunitarias fue una necesidad, que en muchos ca-sos llev a la separacin de los sujetos de sus for-mas, medios y relaciones sociales de produccin, junto a la destruccin de sus races culturales para modernizar su pensamiento, a lo que sumaron en muchos casos la destruccin de pueblos y culturas que se resistieron a la imposicin de nuevas formas de vida y pensamiento.

    En la formacin econmica social boliviana, ca-racterizada por tener como modo de produccin

    dominante un capitalismo deformado que funcio-na paralela y sincrnicamente junto a otros modos y formas productivas, las prcticas comunitarias fue-ron afectadas, especialmente en lo referido a la co-munidad de bienes materiales.

    Desde las polticas de ex vinculacin de Melga-rejo hasta la Reforma Agraria del 52 y las prcti-cas de apropiacin de la tierra va mercado post 52, se ha afectado progresivamente la propiedad comunal.

    Sera un profundo error pensar que se han des-truido todos los lazos y prcticas comunitarias pues si bien se ha afectado la propiedad material comunal, los lazos y prcticas comunitarias se si-guen produciendo en el mbito de la mentalidad y subjetividad comunitaria que se expresa en del querer ser y hacer juntos una misma tarea, accin o proyecto, donde es ms importante el nosotros frente al yo, lo mo o lo propio.

    Esto tambin se expresa en la realidad urbana donde las juntas de vecinos, juntas escolares, sin-dicatos, organismos barriales y todas las formas organizativas se activan a partir de los conflictos demandas y reivindicaciones colectivas, que son justamente la expresin del sentido de vida y ac-cin comunitaria.

    Por tanto la comunidad urbana es una realidad y su potencial poltico constituye un factor poten-cial indiscutible en la construccin del socialismo comunitario.

    * Fernando Rodrguez Urea es zoociologo, con maestra en qui-meras. Hizo su doctorado en la pluriversidad de Los Sauces en Lian Ma He Nan Lu. Alguna vez fingi como diplomtico.

    sauceandoFernando Rodrguez Urea *

    [email protected]

    El liberalismo y la comunidad urbana

    Tras la visita de Evo Morales recientemente a Bruselas, Blgica, qued sorprendi-do que un socialista espaol como Felipe Gonzlez, ex presidente espaol, ande en afanes conspirativos con opositores en Venezuela, lo que le llev a deducir que algunos los parti-dos en Europa y Latinoamrica siguen siendo presas del capitalismo.

    Gonzlez, secretario general del Par-tido Socialista Obrero (PSOE) desde 1974 hasta 1997, viaj a Venezuela para reunirse con Leopoldo Lpez, lder de la opositora Voluntad Popular y con el alcalde metropolitano de Caracas, An-tonio Ledezma, ambos con procesos judiciales abiertos en el hermano pas.

    Gonzlez, con esa conducta polti-ca, entr a formar parte del proceso desestabilizador del gobierno del pre-sidente Nicols Maduro, y a la vez, del de rearticulacin d la derecha golpista venezolana.

    La visita tena una intencin, soli-viantar a la oposicin venezolana, la

    cual no pierde la menor oportunidad para tratar de derrocar al gobierno de Maduro, tal como lo hicieron los dos mencionados conspiradores, a inicios de este ao, actualmente apresados.

    No en vano el abandono del terri-torio venezolano de Gonzlez se dio a bordo de un avin del gobierno co-lombiano, nacionalidad del ultradere-chista ex presidente Uribe, implicado en incesantes acciones desestabiliza-doras de la revolucin bolivariana. El propio Juan Manuel Santos parece ha-berse prestado a este juego facilitando esa aeronave del gobierno colombia-no para el traslado de Gonzlez.

    A lo anterior hay que sumar la ac-cin de otro conspirador y ex presi-dente colombiano, Andrs Pastrana, quien recientemente se reuni con el otro ex presidente espaol, Jos Mara Aznar, en el afn de potenciar a la de-recha regional para derrocar la demo-cracia del pueblo de Chvez.

    De la misma manera, Barack Oba-ma olfate esta posibilidad y lan-

    z una anecdtica advertencia cuan-do aprob un decreto en sentido de que el pas de Bolvar es una amenaza para los EE.UU.; aun sabiendo que bien sabemos que el pas del norte es el que tiene un cuantiossimo currcu-lum de saqueo y genocidio por apro-piarse del petrleo ajeno.

    Por esas razones Felipe Gonzlez acta como un gnster de la mafia de los aos 20 del siglo pasado, querien-do apropiarse del petrleo venezola-no a partir de interceder por personas que tiene directa responsabilidad en los hechos de violencia que vivi Ve-nezuela recientemente.

    Contra ese proceder Evo Morales cuestion la moral de Estados Unidos en materia de derechos humanos, por-que en algunos estados de ese pas ri-ge la pena de muerte y muchos ciuda-danos caen muertos por disparos de bala, sin contar, adems, que los dere-chos colectivos son casi inexistentes.

    Morales seal que tras la amena-za poltica y la intervencin militar el

    pas del norte recurre a las calumnias de narcotrfico para involucrar a diri-gentes de movimientos sociales y po-lticos, como sucede en Venezuela, donde investiga a media docena de al-tos funcionarios de gobierno, incluido el presidente de la Asamblea Nacio-nal, Diosdado Cabello.

    Por todo ello, no solo tenemos que estar alertas de la derecha interna, que en muchos casos est desahuciada y enterrada desde hace tiempo, sino de la derecha internacional, que es la que ha tomado el relevo para atentar con-tra los pases del ALBA, llegando a disfrazarse de socialista.

    Recogiendo el mensaje de Evo Mo-rales, es vital mantener la unidad de los pueblos y acompaar las transforma-ciones polticas y sociales con las eco-nmicas, manera en que el pueblo con-fiar en el proceso de liberacin bajo el modelo de revolucin democrtica.

    * Rafael Artigas, es comunicador e investigador orureo.

    El golpismo suave de un socialista espaolraFaeL artiGas *

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    Entrevista a Osvaldo Chato PeredoEl proceso de cambio como punta de lanza del

    proyecto histrico socialistarider MoLLinedo

    El compaero Chato Pe-redo, ex concejal del Mo-vimiento Al Socialis-mo (MAS) en Santa Cruz, miembro de la Fundacin Che Gue-vara, mdico formado en la Unin So-vitica e integrante de la familia Pere-do Leigue, famosa por su importante accionar revolucionario durante las duras dcadas de dictadura militar en Bolivia, atendi el llamado telefnico de La poca y desde Santa Cruz ha-bl sobre Ernesto Guevara de la Serna y su icnica figura; sobre Blanco y Ne-gro, un libro recientemente presentado en la capital crucea que recopila do-cumentos fundamentales del Ejrcito de Liberacin Nacional (ELN) y so-bre por qu es tan importante lo que acontece hoy en Bolivia.

    Rider Mollinedo (RM).- Compae-ro Peredo, estamos a das de cele-brarse un ao ms del aniversario del natalicio del comandante Er-nesto Che Guevara qu signifi-c para Ud. y toda su generacin la trayectoria de esta emblemtica fi-gura revolucionaria internacional?Osvaldo Peredo (OP).- Indudable-mente, la figura del heroico guerrillero y comandante Che Guevara no sola-mente es recogida por las generacio-nes de hace unos aos atrs, sino tam-bin por las del presente y tambin lo ser por las del futuro, no simplemen-te como cono por su entrega total, si-no por ser un referente ideolgico, por todas las obras que ha escrito y que ha versado en toda su trayectoria.

    La caracterstica del revolucionario no es solo la de escribir. El verdade-ro revolucionario tambin acta, como Marx que actu en la Comuna de Pars, como Lenin, que escribi, actu y tam-bin dirigi la primera revolucin so-cialista bolchevique en 1917 en Rusia. Fidel Castro y el Che Guevara fueron en la guerrilla destacadas personalida-des en las letras, prolficos productores de obras y en el pensamiento destaca-dsimos conos y referentes del pensa-miento revolucionario.

    Ya no soy de una generacin nue-va. Tengo 74 aos. Soy de la genera-cin del Che que el 14 de junio cum-plira 87 aos y de la de Fidel que an est vivo. Para nosotros fueron repre-sentantes de la nueva necesidad revolu-cionaria; un enriquecimiento en la sabi-dura, en el pensamiento, en la prctica y teora revolucionaria. El Che Guevara es todo eso y sigue produciendo. No es exagerado decir que El Che vive!

    RM.- Qu siente cuando piensa en el Che?

    El Che renueva muchas cosas y pone a la orden del da cualidades del revolucionario que deben ser respetadas constantemente

    OP.- La referencia al Che siempre produce una gran emocin en m por el hecho de que mis hermanos (Co-co e Inti) estuvieron luchando con l. Uno muri unos das antes que l. Fueron destacados combatientes en la guerrilla de ancahuazu dirigida por el Che Guevara. En ese contexto uno de los sobrevivientes fue mi hermano Inti y continuamos con ese empeo. Como deca Inti: La guerrilla no ha muerto, recin acaba de comenzar. Aunque lo hayan matado fsicamente el pensamiento del Che Guevara sigue vigente y es un referente muy impor-tante en el proceso de cambio que es-tamos viviendo.

    El Che ya lo deca en 1964 en el dis-curso que lanz en las Naciones Uni-das: Esta epopeya que tenemos por delante la escribirn las masas ham-brientas de indios, de campesinos sin tierra, de obreros y trabajadores de las ciudades y revolucionarios intelectua-

    les que abundan en nuestra Amrica, advirtiendo de la participacin hege-mnica del indio, que es lo que actual-mente estamos viviendo aqu en nues-tra Bolivia. Entonces ese pensamiento que anuncia y visualiza lo que puede venir es caracterstico de un revolucio-nario con pensamiento profundo.

    RM.- Cul fue el rol de la Revolu-cin Cubana en ese contexto?OP.- Uno de los inmediatos productos de ese pensamiento revolucionario fue la Revolucin Cubana (1959), que para los revolucionarios en Amrica Latina fue un faro de luz con respecto al pen-samiento revolucionario que se esta-ba anquilosando a partir de institucio-nes que no se movan en el quehacer revolucionario, que no estaban ligadas a los movimientos activadores de to-do este proceso. Por ejemplo, los parti-dos comunistas de aquella poca se an-quilosaron y no pudieron responder a

    las necesidades y exigencias del pueblo en movimiento. La Revolucin Cubana viene a ser la gua para los revoluciona-rios que queramos hacer el cambio y, de esta forma, nosotros estbamos em-peados en que se produzca la revolu-cin en nuestros pases.

    Es en ese momento que surge el Che. Es una renovacin de las ideas de la teora y prctica revolucionaria. En ese momento los revolucionarios dijimos la teora en accin es el Che y le seguimos. Prueba de ello es que, despus de casi cincuenta aos de la llegada y asesinato del Che en Bolivia, l y su pensamiento siguen vigentes. El Che vive en la juventud. La juven-tud tiene un incentivo, un acicate en el pensamiento del Che. El compro-miso no slo es revolucionario, no s-lo es ideolgico sino hasta de sangre. El Che renueva muchas cosas y po-ne a la orden del da cualidades del re-volucionario que deben ser respetadas constantemente.

    RM.- Cules son algunos atri-butos exigidos por el Che a un/a revolucionario/a?OP.- El Che, por ejemplo, subtitula-ba todos los comunicados Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revo-lucionaria. Qu significa eso? Que el revolucionario fundamentalmente es un ser tico, un ser que no necesita mentir porque, como deca otro pr-cer de nuestra Amrica como fue Ar-tigas, la verdad nos har libres.

    La verdad siempre es una invencin al futuro. Puede parecer que una ver-dad dicha en este momento perjudi-que momentneamente una situacin coyuntural pero a la larga la verdad es la que siempre se impone y la verdad es la que nos hace libres. Esa era una de las cualidades que el Che destaca-ba y otra de las cualidades evidentes es lo que l deca: frente a la violen-cia reaccionaria, la violencia revolucio-naria, un hecho que hay que ponerlo a la orden del da porque en este mo-mento muchos hablan de que nuestra revolucin democrtica y cultural en Bolivia es pacfica, pero no tiene na-da de pacfica.

    Por lo menos ac en Santa Cruz no-sotros hemos sido vctimas de atenta-dos, de enfrentamientos, de la toma por la fuerza de instituciones estatales. La violencia de la derecha est presen-te y estuvo mucho ms presente po-cos aos atrs cuando el gobierno re-volucionario de Evo Morales estaba en su tercer ao. El proceso siempre fue violento. Estamos viendo en Ve-nezuela que por ms que se hayan ga-nado veinte elecciones y una perdido

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    [ s o c i a l i s m o a d e b a t e ]sigue la violencia del Imperio. El ni-co acto violento que tena el proceso revolucionario o la revolucin era la toma del gobierno pero todo despus era un desenvolvimiento ms que pa-cfico: participativo, que es la garanta de la paz en un pueblo.

    RM.- A aos de las luchas por los altos ideales revolucionarios en poca de dictadura qu cree que quede de ese proyecto denomina-do Ejrcito de Liberacin Nacio-nal (ELN)?OP.- El Ejrcito de Li-beracin Nacional es un instrumento como el MAS-IPSP es un instru-mento. Nosotros en ese momento pensamos que era la respuesta a la vio-lencia reaccionaria, a la explotacin, a la invasin directa o indirecta.

    A las distintas formas de opresin por parte del imperialismo nortea-mericano no nos queda-ba otra cosa que agarrar las armas y responder a esa violencia reacciona-ria con la violencia re-volucionaria. Pensamos, desde la ptica de aque-lla poca, que el ELN era lo necesario y esa necesi-dad se dio en forma de una total entrega por los revolucionarios de aque-lla poca, por los que mu-rieron en la guerrilla, por los mineros de la masacre de San Juan, por todas las masacres ejecutadas por los gobierno totalmen-te pro imperialistas y de-rechistas. El ELN era la respuesta adecuada.

    No es casual que el ELN haya tenido tanta incidencia en todos los momentos histricos de su existencia, en espe-cial en la Asamblea Popu-lar, durante el gobierno de Torres, denunciando las limitaciones de un go-bierno, la ingenua idea de que la derecha iba a estar derrotada porque simple-mente se tena una par-te del gobierno y no todo el gobierno, y mucho me-nos el poder. Entonces el ELN fue la respuesta necesaria y estamos orgullo-sos de que hayamos cumplido con esa respuesta, con esa necesidad.

    RM.- El mircoles 10 de junio se present el libro Blanco y Negro, primer tomo de una serie de docu-mentos que recopilan las visiones, sentimientos, principios, ideas de miembros del Ejrcito de Libera-cin Nacional (ELN). Desde su perspectiva, qu valor tiene este documento?

    OP.- Es un primer intento de hacer una recopilacin de los documentos centrales del ELN.

    El ELN en Bolivia fue fundado y creado en combate por Ernesto Che Guevara un 23 de marzo de 1967. In-dudablemente ello responde a un lla-mado que hizo anteriormente el he-roico guerrillero y comandante Che Guevara a la Tricontinental. Es una necesidad de nuestros pueblos res-ponder a la violencia internacional del imperialismo como, por ejem-plo, el caso de la guerra en Vietnam,

    las guerras sucesivas que se han dado en frica, en el Medio Oriente, con la respuesta unificada de todos los revo-lucionarios del continente.

    Lo dice la Tricontinental, no so-lamente hay que apoyar de palabra o aplaudir la resistencia de los vietnami-tas. Hay que estar dispuestos a correr su misma suerte. Esa es la solidaridad internacional. Con ese documento em-pieza este primer tomo, el primero por-que pensamos que podra haber ms tomos dado que hay muchos otros do-cumentos de Blanco y Negro.

    RM.- Por qu los colores blanco y negro?OP.- Blanco y Negro es el ttulo porque hace referencia a los colores de la ban-dera del ELN y porque adems fue el nombre de la primera editorial en el primer semanario que se denomi-naba as. Indudablemente que es un intento porque queden los testimo-nios escritos de la historia real, ver-dica y no de la interpretada por inte-reses ajenos. Es tan importante esto en Bolivia porque se ha distorsionado la historia, se ha sobrepuesto la histo-

    ria oficial a los verdaderos hechos rea-les. Quin conoce de Pedro Ignacio Muiba, un guerrillero de tierras bajas que pele contra la corona con una columna de guerrillas indgenas du-rante la poca de la guerra de la inde-pendencia? Piensen que conocemos a un Andrs Ibez por la historia ofi-cial de la derecha como un federalista, cuando Ibez fue quien promovi el primer proyecto socialista en Amrica Latina en 1876. A Andrs Ibez, por ejemplo, se lo conoce como federalis-ta cuando fue el primer socialista y lo

    expulsan de la Asociacin Federalista en 1876 por ser demasiado comunis-ta. En esa poca ya se conoca el Ma-nifiesto Comunista de 1848.

    Por esas razones es que los movi-mientos guevaristas y la fundacin Che Guevara estamos haciendo el es-fuerzo para hacer que se plasmen esta serie de documentos que a futuro no permitan la distorsin, ni la invisibili-zacin de los hechos histricos.

    RM.- Dado su conocimiento y ex-periencia, qu piensa de la serie

    de transformaciones y del proceso socio-his-trico que Bolivia vi-ve en la actualidad a la cabeza del presidente Evo Morales Ayma?OP.- Indudablemente este hecho es una gran oportunidad histrica pa-ra nosotros los bolivianos porque el proyecto his-trico que es el socialis-mo se abre espacio con el proceso de cambio que ha iniciado el presidente Evo Morales a partir del 2006.

    Desde la Fundacin Che Guevara, desde el movimiento guevarista, desde los grupos que or-ganizamos, apoyamos in-condicionalmente este proceso aunque muchos no militen en el MAS.

    Yo pertenezco al MAS pero tambin hablo por los que no pertenecen al MAS y que estn apoyan-do este proyecto histri-co popular, del pueblo. El MAS viene a ser el ins-trumento. Tenemos que apoyar a ese instrumen-to porque la derecha es-t viva. El imperialismo no duerme, est presente. Fjense lo que est pasan-do en Venezuela con el ataque y la violencia que ejercen sobre un pas as. Nosotros tambin hemos sido vctimas de la violen-cia imperialista, de sus se-cuaces al interior de Boli-via durante este proceso.

    Este proceso es lo ni-co realmente real, valga la redundancia, capaz de

    abrir los espacios al proyecto histri-co que es el socialismo, llmese socia-lismo comunitario, socialismo del si-glo XXI, pero es un socialismo que era lo que pensaba Andrs Ibez en aquella poca: el igualitarismo, todos somos iguales, todos debemos tener la misma oportunidad. Este proceso est brindado eso. Entonces tenemos que defenderlo con la misma entrega que lo hicimos cuando luchbamos en la guerrilla.

    La Paz, 10 de junio de 2015

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    Suele suceder: cuando la poltica se pone por delante de intereses empresariales, aparecen tensiones crecientes. Se trata, ni ms ni me-nos, que de un debate sobre el papel de aque-llos que ms ganan en las sociedades en las que vi-vimos. La decisin de Rafael Correa de enviar, el 5 de junio pasado, el proyecto de Ley Orgnica para la Redistribucin de la Riqueza a la Asamblea Na-cional provoc el inmediato descontento del sector ms acaudalado de la sociedad ecuatoriana.

    Cules son los fundamentos principales de esta propuesta? El trasfondo es una contundente cifra que el presidente ecuatoriano despleg con inten-sidad durante los ltimos das: el 2% de las familias ecuatorianas concentran el 90% de las grandes em-presas del pas. Se evidenci la concentracin de la pro-piedad. Eso es malo, es una de las fuentes de inequidad en Ecuador y en el mundo, declar Correa a los medios, para luego aclarar que el impuesto es solamente para los grandes conglomerados que generan dinastas.

    Para los herederos directos -hijos, nietos, padres o abuelos- la nueva legislacin prev una tasa mar-ginal de hasta el 47,5% que se aplicar slo al 1% ms pudiente. Este porcentaje es inferior al de las tasas marginales de Japn -55%- y de Corea del Sur -50%-, y apenas un poco ms alto del que se im-plementa en Francia -45%- y en Estados Unidos y Gran Bretaa -ambos con un 40%-.

    Uno de los primeros representantes de la oposi-cin en manifestar su desacuerdo a esta medida fue nada menos que el banquero y ex candidato presi-dencial Guillermo Lasso, quien fuera asesor eco-nmico y Embajador Itinerante del gobierno neo-liberal de Lucio Gutirrez. Lasso conden la nueva medida afirmando que el Estado correista pretende acabar con la familia ecuatoriana. Como se ve, una exageracin que no se condice con lo acontecido en otros pases: o acaso se destruy la familia ja-ponesa, coreana, francesa, inglesa o estadouniden-se por la implementacin de una poltica tributaria similar a la que pretende impulsar Correa en rela-cin a las herencias?

    Para el analista econmico ecuatoriano Juan Carlos Jaramillo con una tasa marginal del 47,50% los herederos jams pierden el control accionario sobre las empresas de sus padres, por lo cual con esta tasa es falso tambin argumentar que se quiere acabar con las empre-sas familiares. Fue en base a este argumento que presidente ecuatoriano no se qued atrs: critic al linaje, la dinasta de Lasso y representantes em-presariales y habl de un capitalismo anacrnico co-mandado por esos grupos familiares.

    Ms all del impuesto a la herencia en s, lo que parece estar en discusin en Ecuador es hasta que punto el Estado puede intervenir autnomamente en la arena econmica. Es una discusin que, a es-

    ta misma hora, tambin se da en el resto de los pa-ses que albergan gobiernos posneoliberales, sobre todo en un momento de menor crecimiento eco-nmico en toda la regin, producto de una cada de los precios de las commodities, pero, sobre to-do, de una rebaja en las previsiones de crecimien-to a escala global.

    De lo que se trata, en definitiva, es de sustentar -y ampliar- los programas sociales puestos en mar-cha por estos gobiernos posneoliberales, para lo cual se necesitan recursos. El argumento de Lasso -no aumentar impuestos a los que ms tienen, sino reducirlos- tiene sintona con propuestas de otros lderes opositores de la regin, como Macri en Ar-gentina y Neves en Brasil, quienes anuncian que, de llegar a la presidencia, continuaran con las pol-ticas sociales, pero sin tocar bajo ningn concepto los intereses empresariales. Y de donde sacaran el dinero, se preguntar usted? Vaya uno a saber. Ecuador, por lo pronto, propone una solucin re-alista -similar a la efectuada en algunos estados eu-ropeos y asiticos- para continuar su poltica social enmarcada en el Plan Nacional Buen Vivir 2013-2017: que los que ms tienen, ms aporten, apos-tando asimismo a una redistribucin garantizada por la propia Constitucin del pas. El debate con-tinental en relacin a este tema se incrementar en los prximos meses.

    Correa, el impuesto a la herenciay los programas sociales

    Juan ManueL karG / anaLista arGentino

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    Qu significa estar a tiempo?Farit L. roJas tudeLa

    Estar a destiempo supone haber perdido el rumbo, la identidad

    y el sentido

    Imaginemos que usted tiene que viajar, supongamos que lo har por avin y su vuelo parte a las 18:00. Usted ha llegado al aero-puerto a las 16:00, tiempo suficiente para hacer su registro, dejar sus male-tas, pasar por migracin y luego por se-guridad. En este da imaginado no hay largas filas en el aeropuerto ni hay huel-gas que lo retrasen. Usted puede decir que est a tiempo de tomar el vuelo.

    Qu significa este estar a tiempo? Parece que significa simplemente que usted puede tomar el vuelo sin mayo-res contratiempos. Pero, significa tam-bin que la corriente de sucesos que otorgan sentido a su vida se encuentra estable y que usted puede continuar en ella. El ejemplo con el que intentamos explicar esta nocin de estar a tiem-po debe ser entendida en el sentido de que para tomar un vuelo generalmen-te uno lo programa, lo espera, hace una maleta, alista su identificacin, solicita una visa si el viaje es a un pas extranje-ro que as lo requiere, y prev desde el hotel a los viticos necesarios para via-jar. Dicho de otro modo, viajar es parte consustancial de su vida.

    Veamos lo contrario, su vuelo par-te a las 18:00 y usted ha llegado al ae-ropuerto a las 18:01. Usted no lleg a tiempo, usted est fuera de tiempo o a destiempo. El avin hace un minuto ha partido y, si an no lo ha hecho, es muy seguro que el vuelo ya est cerrado y el avin dirigindose rumbo a la pista de despegue. Usted est en contratiempo, ha perdido el vuelo, ha perdido su tiem-po de volar. Dicho de otro modo, la co-rriente de sucesos que otorgan sentido a su vida ha continuado pero sin usted. Usted est fuera de tiempo.

    En un sentido similar, cuando un barco se hunde se supone que el capi-tn deba quedarse al mando del timn dispuesto a hundirse con su embar-cacin. Cuando un capitn de barco sobrevive o simplemente huye, po-dramos decir que se encuentra a des-tiempo, es decir, escap a la corriente de sucesos que otorgaba sentido a su vida, a su identidad. No muri a tiem-po. Lo mismo podemos decir respecto a un demcrata que acepta una dicta-dura, respecto de un activista de dere-chos humanos que reprime a la pobla-cin desde un cargo estatal, respecto de un ambientalista autorizando la de-predacin de un rea protegida, res-pecto de un hombre probo aceptando un soborno. Estar a destiempo supo-

    ne haber perdido el rumbo, la identi-dad y el sentido.

    Estar a tiempo, o estar a destiempo, es para Derrida la explicacin de es-tar en justicia o en injusticia. Derrida hace esta explicacin partiendo de la frase de Shakespeare en Hamlet: the time is out of join, algo as como de-cir que el tiempo est disyunto o el tiempo est en desorden. En Ha-mlet es el fantasma del padre el que se encuentra a destiempo, desquicia-do, disyunto, desajustado, dislocado y exige un acto de justicia, exige una re-paracin del tiempo para descansar en paz. Para Derrida la justicia siempre llega a tiempo, siempre est en tiem-po. La justicia que no llega a tiempo es ya injusticia, es ya vivir disyunto.

    Pero volvamos al sentimiento exis-tencial de este estar a tiempo. Cuan-do el capitn de un barco sobrevive al

    naufragio de su nave, qu tipo de vi-da es la que le queda vivir?

    El filsofo surcoreano Byung Chul Han, en una de sus ltimas obras pu-blicadas llamada El aroma del Tiem-po (Herder, 2015) considera que quien no puede morir a tiempo pere-ce a destiempo.

    Para Byung Chul Han es necesario volver a recuperar el sentido de vivir, la contemplacin de vivir, y en con-secuencia recuperar el sentido de mo-rir. Aprender a vivir supone aprender a morir y evitar en este sentido la dis-incrona o dispersin temporal.

    El retrato de un mundo que no ha aprendido a morir es el que se refle-ja en la ficcin zombie, tan de moda hoy en da. El zombie es el muerto viviente, es un ser que no ha apren-dido a morir, que no tiene tiempo ni identidad.

    Entonces, qu significa estar a tiem-po, pues significa tener sentido de la vida y estar vivo.

    Significa recuperar la contempla-cin sobre la vida. Aristteles aprecia-ba el tiempo y la contemplacin, por-que sta era la que le permita darle un sentido a la vida.

    Reflexiones sobre el BloomBloom es el trmino que utiliza el co-lectivo Tiqqun 1 para dar cuenta del fe-nmeno del sujeto alienado y en to-tal desposesin de si, una especie de muerto en vida, un ser humano que perece a destiempo.

    El Bloom es una figura extrada del personaje de Ulises de Joyce. Tambin el Bartleby de Melville es una inspira-cin para hablar del Bloom. La frase repetitiva que pronuncia Bartleby pre-ferira no hacerlo es una imagen del vaco que le toc vivir justamente por-que trabajaba en el departamento de cartas perdidas, pero este es otro tema.

    El Bloom es nada, pero justamen-te como es nada puede serlo todo. Puede apropiarse de cualquier iden-tidad postiza.

    Pongamos un ejemplo prctico, imagine a un sujeto que puede ser hoy de la oposicin y maana del oficialis-mo o viceversa. Un ferviente admira-dor de Trostky y maana un empresa-rio responsable de las ms inhumanas condiciones de trabajo. Un jovencito que hasta hace poco era de la izquier-da gubernamental y ahora es de la iz-quierda anrquica o viceversa. Un su-jeto que simplemente se camufla para sobrevivir. Puede parecer que es parte de una comunidad, que se encuentra afectado por ella, puede incluso reali-zar acciones que as lo describan, pe-ro su falta de tiempo lo har mudar en cualquier momento a otra posicin, a otro espacio, porque se tiene que so-brevivir, se tiene que trabajar, se tiene que comer, se tiene que hacer algo.

    El Bloom siempre se encuen-tra obligado a hacer algo, justamente porque se encuentra despojado de su mundo, se encuentra despojado de su tiempo. Es en otras palabras la enaje-nacin completa.

    Tiqqun seala que el Bloom es la eterna adolescencia hoy en da, pues encierra las ms altas posibilidades de ser lo que se necesite ser, de ser lo que el mercado precise.

    1 Tiqqun es el nombre de una Revista que public un par de nmeros en Francia entre los aos 2000 y 2001. Tambin es el nombre del colec-tivo que escribe en esta revista, sin embargo este colectivo rechaza la posibilidad de que se los considere un grupo o un conjunto de perso-nas e incluso un colectivo, pues consideran que despus de las enseanzas de Foucault no es posible concebir la figura de un autor.

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    [ s e r c u l t o s p a r a s e r l i b r e s ]

    Un vendaval se abati so-bre la Amrica del Sur, con un ejrcito que baja-ba de la Gran Colombia y otro suba desde el Ro de La Plata, enarbolando el lema de Libertad! En el hinterland de Charcas se formaron guerrillas comandadas por guerreros que dieron la cara a los ejrcitos que conform Espaa para impedir la in-dependencia de naciones y pueblos. Un insospechado segundo frente se abri a lo largo y ancho de esos terri-torios: la gran batalla por el control de los archivos de campaa. En am-bos frentes prestigiosos comandan-tes desplegaron esfuerzos para con-formarlos, custodiarlos y trasladarlos de un frente a otro, durante 16 aos, en la Guerra por la Independencia.

    Diario del Tambor Mayor VargasUno de los documentos ms emble-mticos es el Diario del Tambor Ma-yor Jos Santos Vargas Medrano, 1 hi-jo de Blas Mariano Vargas, Capitn de Caballera de los Ejrcitos Reales, Escribano Pblico de Cabildo, Go-bierno y Guerra; y de Mara Guada-lupe Medrano. Cuando las tropas pa-triotas de Esteban Arze (noviembre de 1811) incursionaron a Oruro, Jo-s Santos huy hacia los valles co-chabambinos ante la represin de las tropas realistas, donde permaneci como sirviente domstico y secreta-rio de Cartas. Al conocer a su herma-no Andrs Vargas, cura guerrillero, quien adems haba llevado un dia-rio, decide incorporarse a la guerrilla y llevar su propio diario. Se incorpor a la guerrilla a los 18 aos de edad, en 1814, con decisin, conviccin, voca-cin y remarcado inters en experi-mentarla y relatarla, aun arriesgando su vida, pues estaba afectado por la triple mana de curiosear, averiguar y comunicar. Durante su experien-cia guerrillera escribi su clebre Dia-rio histrico de todos los sucesos ocurridos en las provincias de Sicasica y Ayopaya duran-te la Guerra de la Independencia america-na; desde el ao 1814 hasta el ao 1825, que lo concluy en 1852. El valor his-toriogrfico y archivstico del diario se evidencia porque fue escrito por un protagonista y testigo de los hechos de la guerrilla, en la unidad geogrfi-ca denominada los valles en el centro del territorio, en las estribaciones de la cordillera de los Andes, y de aque-llos que averigu, desde su puesto de Tambor Mayor (1815), Subteniente de Granaderos (1816), Teniente de Caballera (1819), Capitn (1821) y Comandante (1823). El valioso ma-nuscrito, acopiado inicialmente por Samuel Velasco Flor, pas a poder de Ernest O. Rck, cuya coleccin fue adquirida por la Biblioteca Na-cional en 1913, pero recin a 50 aos

    Archivos de la Guerra de la IndependenciaLuis oPorto ordez *

    A pesar de haber aplastado con saa y crueldad la rebelin pacea de

    1809, el rgimen colonial espaol fue herido de muerte

    de su adquisicin, el diario fue recu-perado, gracias al empeo de Gun-nar Mendoza. El Diario fue inscrito por el Archivo y Biblioteca Naciona-les de Bolivia en el Registro Regio-nal de Amrica Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO (2009). Este testimonio extraordinario, una radiografa de la guerrilla, por su minuciosidad en detalles de toda ndole constituye una aproximacin microscpica a esta lu-cha, afirma Gunnar Mendoza quien lo public un siglo ms tarde (prime-ra versin) y 130 aos despus (se-gunda versin). 2

    Los papeles perdidos de Juana Azurduy de PadillaLa Generala del Ejrcito de Bolivia, Doa Juana Azurduy de Padilla, 3 tie-ne una insospechada faceta archivs-tica. Hija del hacendado Matas Azur-duy y la chola chuquisaquea Eulalia Bermdez, dispuso su hacienda y sus

    indios a favor de la causa patriota. Ofrend cuatro de sus hijos a la pa-tria y su esposo mismo fue muerto en combate por el Cnl. Francisco de Aguilera. El Gral. Belgrano recomen-d su ascenso al grado de Coronela de los Ejrcitos Argentinos, por su notable desempeo en la batalla del Villar por la causa patriota, confe-rido el 13 de agosto de 1816. Simn Bolvar orden una pensin vitalicia cuando la entrevist en Chuquisaca, el 3 de noviembre de 1825, por 400 pesos que A.J. de Sucre concret en 1827. Sin embargo dos aos ms tar-de se la retiraron, hasta que en 1848 el presidente Belzu le restituy su de-recho, pero el gobierno de J. M. Li-nares volvi a conculcar el beneficio. Perdi sus bienes, excepto una finca que tuvo que vender para hacer fren-te a sus necesidades ms premiosas. Anciana y sin recursos pas sus lti-mos aos sumida en la pobreza abso-luta, pero conservaba su dignidad y

    un tesoro invaluable, recuerdo de su poca de gloria en el ejrcito patrio-ta. Era un cofre de madera que ni-camente abra en ocasin de la visita de su hija, su yerno y algunos nios, entre ellos Indalecio Sandi (a quien adopt como hijo) y el joven Gabriel Ren Moreno, oportunidad en la que descubra las cartas de su esposo Ma-nuel Ascencio Padilla, las del general Manuel Belgrano y de otras persona-lidades polticas con las que mantuvo contacto en esa poca; condecoracio-nes, mapas y pequeos objetos. Era un archivo con papeles selectos que haba conservado como recuerdo de su actuacin en la guerra y lo usaba para relatar sus hazaas de guerra. 4

    El archivo de un coronel paceoJos Mara Prez de Urdininea. 5 Mi-litar y poltico, ingres al ejrcito re-alista en 1809, actu en la represin de las revoluciones de Chuquisaca y La Paz. Se pas a los patriotas des-pus de la Batalla de Suipacha (7 de noviembre de 1810), combati en la Batalla de Guaqui (1811). Se uni al Ejrcito del Norte de Manuel Belgra-no, combatiendo en Tucumn, Salta y Charcas. Fue Jefe de la retaguardia patriota en Humahuaca (1816). Pas al Ejrcito de los Andes en la cam-paa de Chile (1817), particip en la batalla de Chacabuco, tuvo actuacin destacada contra el ejrcito de La Serna (1817). Acopi documentacin que se encuentra en la Coleccin Jo-s Rosendo Gutirrez, en la Biblio-teca Central de la UMSA. 6

    * Magister en Historias Andinas y Amaznicas, docente titular de la Carrera de Historia de la UMSA y Director de la Biblioteca y Archivo His-trico de la Asamblea Legislativa Plurinacional.

    1. Naci en Oruro, el 28 de octubre de 1796. Fa-lleci Ca. 1853.

    2. Mendoza, G. (Ed.), 1982: Jos Santos Var-gas: Diario de un comandante de la Inde-pendencia americana 1814-1825. Mxico, Siglo XXI; Molina, G., 2010: El diario de un guerrillero de la Independencia: Jos Santos Vargas, Memoria del Mundo, en Fuentes, 10: 16-31; Rck, E.O., 1898: Biblioteca de E. O. Rck. Catlogo. Lima, Imp. Gmo. Stolte

    3. Naci en La Plata (Sucre), el 12 de julio de 1871. Falleci el 25 de mayo de 1862.

    4. Fernndez, C., 1997: Juana Azurduy de Padi-lla, la Generala, La Paz,