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Origen y características de los procesos especiales de producción
Un proceso de producción es un sistema de acciones que se encuentran interrelacionadas de
forma dinámica y que se orientan a la transformación de ciertos elementos. De esta manera, los
elementos de entrada (conocidos como factores) pasan a ser elementos de salida (productos), tras
un proceso en el que se incrementa su valor.
Cabe destacar que los factores son los bienes que se utilizan con fines productivos (las materias
primas). Los productos, en cambio, están destinados a la venta al consumidor o mayorista.
Las acciones productivas son las actividades que se desarrollan en el marco del proceso. Pueden
ser acciones inmediatas (que generan servicios que son consumidos por el producto final,
cualquiera sea su estado de transformación) o acciones mediatas (que generan servicios que son
consumidos por otras acciones o actividades del proceso).
Por otra parte, aunque existen una gran cantidad de tipologías de productos, podemos mencionar
las principales: los productos finales, que se ofertan en los mercados donde la organización
interactúa, y los productos intermedios, utilizables como factores en otra u otras acciones que
componen el mismo proceso de producción.
Los procesos productivos, por su parte, pueden clasificarse de distintas formas. Según el tipo de
transformación que intentan, pueden ser técnicos (modifican las propiedades intrínsecas de las
cosas), de modo (modificaciones de selección, forma o modo de disposición de las cosas), de lugar
(desplazamiento de las cosas en el espacio) o de tiempo (conservación en el tiempo).
Según el modo de producción, el proceso puede ser simple (cuando la producción tiene por
resultado una mercancía o servicio de tipo único) o múltiple (cuando los productos son
técnicamente interdependientes).
La importancia de la Revolución Industrial en el proceso de producción
La Revolución Industrial fue, seguramente, uno de los hechos que más influyó en los manejos
productivos de todo el mundo ya que marcó un antes y un después no sólo en la forma en la que
se desarrollaría la producción sino también en los estratos sociales.
La Revolución Industrial se inició en el Reino Unido a finales del siglo XVIII y provocó cambios
rotundos en la sociedad anglosajona que afectaron considerablemente su economía. Dichas
modificaciones tuvieron que ver con la inserción de estructuras automáticas que provocaron que la
región pasara de tener una producción agrícola tradicional a una mecanizada.
Es necesario señalar, que rápidamente la revolución industrial alcanzó a otros países, haciéndolos
crecer rotundamente y colaborando con la estructura económica de los mismos; en esta segunda
fase se vieron más firmemente los cambios que este movimiento trajo a los tipos y modos de
producción. Cabe mencionar que el trabajo se trasladó del campo a la ciudad, al crearse métodos
manufacturados de trabajo y nuevos servicios que hicieron que creciera la cantidad de ofertas
laborales en las grandes urbes y muchas personas se trasladaran de las regiones más desérticas a
la ciudad para mejorar sus condiciones de vida.
Los cambios que la revolución industrial trajo sobre el proceso de producción fueron:
* Cambio en la estructura organizativa de las fábricas (dejaron de existir los pequeños talleres para
dar lugar a enormes estructuras donde se producía en masa);
* Implementación de herramientas más tecnológicas en la elaboración de los productos para
aumentar la eficiencia productiva;
* Cambio en la estructura social de la ciudad (los que poseían los medios productivos fueron
llamados empresarios y los que trabajaban, empleados).
La tecnología es, por su parte, un factor que modifica constantemente los procesos de producción;
tal es así que, a medida que pasa el tiempo, los innumerables avances que se realizan en materia
de herramientas de trabajo vuelven menos pesados los trabajos y colaboran con una mejor calidad
de vida para los empleados; sin embargo, muchas personas están en contra de estas
transformaciones porque consideran que de este modo, los puestos de trabajo a disposición de las
personas se reducen y por ende, aumentan los individuos que carecen de trabajo.Es importante,
por tanto, señalar que, si bien la tecnología puede colaborar muchísimo con la calidad de vida de
las sociedades, de las personas depende hacer un buen uso de ella y no vivir a su disposición, sino
utilizándola para vivir de una mejor forma.
Maquinados con chorro de agua
El maquinado con chorro de agua o fluido es un proceso que utiliza una corriente de agua de alta
velocidad como agente de corte. Estos chorros tienen aproximadamente un diámetro de .25 mm y
operan a velocidades de 36000 a 54000 m/min. A tales velocidades, los chorros pueden cortar
madera, plásticos, telas y en algunos casos cerámica. Una desventaja de este proceso es la falta
de equipo de bombeo adecuado.
PROCESO
En este método se utiliza la fuerza debida al cambio de la cantidad de movimiento del chorro en
operaciones de corte y desbarbado. El chorro funciona como una sierra y corta una ranura angosta
en la pieza.
Se pueden cortar materiales como madera, telas, ladrillos, cuero y papel de hasta 25 mm de
espesor. Se usa para cortar tableros de instrumentación en automóviles, y algunas láminas de
carrocería. Es una operación eficiente y limpia, y por eso se utiliza en la industria de alimentos para
cortar productos alimenticios.
Este procedimiento muestra numerosas ventajas. Es adecuado para materiales flexibles (ya que no
se producen flexiones) y las rebabas producidas son muy pequeñas. La pieza se humedece muy
poco y puede iniciarse el corte en cualquier lugar sin necesidad de un hueco pretaladrado. Por
último, no produce calor, y es un proceso seguro para el ambiente (aunque es muy ruidoso).
Si al chorro de agua se le agregan partículas abrasivas, se puede aumentar notablemente la
velocidad de remoción del material. Recordemos que un abrasivo es una partícula dura, pequeña y
no metálica que tiene aristas agudas y forma irregular. Este procedimiento es adecuado en
especial con los materiales sensibles al calor que no se pueden maquinar con procesos que
involucren generación de calor.
Maquinados con chorro abrasivo
Este maquinado es un proceso mecánico para el corte de materiales duros y quebradizos. Esto es
similar a una ráfaga de arena, utilizando pequeñas partículas de abrasivo muy finas y control de
cierre a baja velocidad. Por medio el aire se llevan partículas abrasivas que chocan en la pieza a
velocidades alrededor de 900 a 18000 m/min. Se utilizan para el corte, polvos de óxido de aluminio
o carburo de silicio mientras que los polvos ligeros como la dolomita o bicarbonato de sodio se
usan para limpieza, grabado o pulido. Los polvos no son recirculados a causa de posible
contaminación lo cual es apto a la obstrucción del sistema.
Este maquinado, corta materiales frágiles sin dañarlos. Otros usos incluyen vidrio escarchado,
remoción de óxidos en superficies metálicas, re babeado, grabado de modelos, taladrado y corte
de secciones finas de metal, corte y moldeo de materiales cristalinos. Este no es adecuado para el
corte de materiales blandos porque las partículas abrasivas tienden a embutirse. Comparado con
procesos convencionales, la relación de remoción de material es lenta.
PROCESO
Se apunta un chorro de alta velocidad de aire seco (o nitrógeno) con partículas abrasivas a la
superficie de la pieza. El choque genera una fuerza concentrada apta para cortar materiales
metálicos y no metálicos, para desbarbar o eliminar esquirlas, o para limpiar una pieza con
superficie irregular.
El método de maquinado con chorro abrasivo tiende a redondear las aristas agudas en esquinas.
Otra desventaja que presenta es el riesgo causado por las partículas abrasivas suspendidas en el
aire.