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Parroquia San Francisco de Asís
“Parroquia evangelizada
y misionera”
Que alegría nos da reconocer con gran
satisfacción los avances que se están logrando de
forma progresiva con el proceso humano,
espiritual y pastoral que actualmente se está
realizando, mediante las diversos criterios y
acciones eclesiales, fruto de la reflexión y
participación de los mismos feligreses, con la
motivación de todos los grupos existentes
comunidades, pastorales y sectores.
El presente documento contiene las catequesis
que a petición y sugerido por los talleres
parroquiales se les ofrece para refrescar, renovar
e impulsar algunos aspectos que se necesitan
profundizar para seguir fortaleciendo el espíritu
del ser y hacer Iglesia de Jesucristo como el bien
precioso para cultivar las relaciones
interpersonales como hermanos y hermanas en el
proyecto de Dios para instaurar el Reino de paz en
la realidad que vivimos.
Cordial y gozosa invitación a todos los fieles para
que en familia y grupo eclesial aprovechemos al
máximo esta bendecida oportunidad de
formarnos y crecer para participar activamente
en la misión.
“En efecto, la misión renueva la Iglesia, refuerza
la fe y la identidad cristiana, da nuevo entusiasmo
y nuevas motivaciones. ¡La fe se fortalece
dándola! La nueva evangelización de los pueblos
cristianos hallará inspiración y apoyo en el
compromiso por la misión universal” (RMi 2).
¡Ánimo!
Rvdo. Walter Santizo
Párroco
PRÓ
LOG
O
Esquema del Folleto
Integrado por 4 temas, los cuales se
dividen en:
1. Objetivos
2. Bienvenida
3. Oración Inicial
4. Conocimiento del Tema
5. Miramos la vida
6. Escuchamos a Dios
7. Reflexionamos
8. Nos comprometemos
9. Oración Final
10. Despedida
1
Tema 1
Conocerme a mí mismo
¿Qué observo en las imágenes?
¿Con cuál me identifico?
1. OBJETIVO
Tomar conciencia de la necesidad que
tenemos del conocimiento de nosotros
mismos como primera condición para
desarrollar todas nuestras potencialidades,
tanto intelectuales, físicas, artísticas y
espirituales.
Percibir claramente, cuáles son las principales
cualidades que debemos potenciar en
nosotros y cuáles son los defectos que
debemos corregir.
2. BIENVENIDA
Que alegría encontrarnos hoy en este camino de
preparación, para compartir a la luz de la
palabra de Dios y experiencias vividas el tema de
los valores. Hoy reflexionaremos sobre
conocernos a nosotros mismos, como una
necesidad, que nos ayudará a desarrollarnos de
manera integral en todas las áreas en que nos
desenvolvemos, conviviendo y compartiendo de
una mejor manera a las personas que nos
rodean.
Señor, Jesús, Tú dijiste que cuando dos o más se reúnen en Tu nombre, Tú estás en medio de ellos. Míranos y enséñanos a conocernos a nosotros mismos, a saber, qué queremos de la vida, qué deseamos y hacia dónde vamos. Muéstranos todo lo bueno que tenemos y con humildad cambiar lo que no te agrada. Estamos dispuestos a trabajar en nosotros, para después poder ayudar a otros hermanos en la misma tarea y aprender que todos tenemos virtudes y cualidades que pondremos a disposición de la construcción del Reino.
3.
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Se sugiere iniciar con el Canto “Castillos en el
Aire” de Alberto Cortez o la historia “El águila y
el gallinero”
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4. Conocimiento del Tema
¿Qué es y para qué conocernos?
El conocimiento de sí mismo consiste en adquirir plena conciencia de quien soy para desterrar nuestros vicios y fomentar nuestras buenas cualidades a fin de alcanzar la santidad.
El conocimiento de nosotros mismos nos lleva a:
Amar más a Dios al darnos cuenta de la inmensa necesidad que tenemos de Él.
Ganar en humildad al darnos cuenta de nuestra debilidad.
Ganar en confianza y en amor a Dios que, a pesar de nuestra pequeñez, no nos abandona.
Ser más agradecidos con Dios por todo lo que nos da a pesar de no merecerlo.
Destruir nuestros vicios, cultivar en nuestra alma la virtud y fomentar nuestras buenas cualidades.
“Quien no se conozca es imposible que pueda llegar a la santidad” pues correrá el peligro de hacerse ilusiones sobre sí mismo y podrá caer en vanidad creyéndose ya perfecto o desanimado y desesperado, exagerando sus faltas y pecados; en ambos casos el resultado será la tibieza. ¿Cómo podremos corregir las faltas que no conocemos o no conocemos bien o practicar las virtudes y fomentar las cualidades de las cuales solo tenemos un concepto vago y confuso?
El conocimiento de sí mismo trae los siguientes frutos:
Incremento del amor a Dios: ¡Cuánto me has dado y perdonado, Señor!
Vaciarse de sí mismo: ¡No soy nada, Tú lo eres todo, ¡Señor!
Compasión al prójimo: ¡Conociendo mi fragilidad, entiendo la fragilidad del otro!
Agradecido: ¡Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha puesto sus ojos en la pequeñez de su esclava!
Medios para conocernos a nosotros mismos
Oración: Dejándonos iluminar por la luz de Dios. Los Santos se conocían porque siempre estaban cerca de Él y cuanto más santos, más desconfiaban de sí mismos y más confiaban en Dios.
Reflexión: Interiorizando, meditando. Haciendo, además, de manera regular el examen de conciencia.
Dirección Espiritual: Buscando personas santas y sabias que nos ayuden en este camino a la santidad.
Lectura Espiritual: Leyendo los clásicos de la vida espiritual, como la Imitación de Cristo, el Combate espiritual, la Historia de un Alma, la Introducción a la Vida Devota, el Tratado del Amor de Dios, etc. Estos grandiosos libros traen consigo gracias especiales para el conocimiento propio.
Vida de Santos: Conociendo y procurando imitar al santo con el que más nos identifiquemos o el que más impresión cause a nuestra alma, para caminar, junto con él en el conocimiento propio.
Obstáculos para alcanzar este conocimiento
La Tibieza Espiritual: Porque ésta es un relajamiento en el espíritu de 3 formas: Pérdida de la fuerza de voluntad, horror al esfuerzo, lentitud en el movimiento del vivir cristiano; para conocernos es necesario esforzarnos, negarnos, es por esto que cuando caemos en tibieza espiritual se nos hace imposible adentrarnos y reconocer lo que somos.
El Pecado: Pecar es alejarnos de Dios; por lo tanto, es imposible tener un buen conocimiento de sí mismo sino estamos cerca de Dios. Dios es el primero que nos conoce y es Él quien nos guía; alejados de Él, llegaríamos a los extremos de los que ya hemos hablado: desesperación al contemplar nuestra miseria o vanidad al creernos ya perfectos.
La Indiferencia: Por parecerles algo de poca importancia, algunos no se aplican en el propio conocimiento y se hacen ilusión de estar avanzando en la vida espiritual cuando sólo están dando vueltas en un mismo punto.
Para un adecuado conocimiento propio es indispensable, “escoger entre las devociones a las Virgen María, la que
nos lleve más perfectamente a la muerte del egoísmo, por ser la mejor y más santificadora”.
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5. Miramos la Vida (Dinámica Volver a Descubrirse)
Objetivos
• Ampliar el conocimiento que cada uno tiene de sí mismo.
• Reconocer las cualidades, capacidades, valores y creencias que tenemos.
• Reflexionar acerca de nuestras conductas y comportamientos con relación a como creemos que estamos formados.
Desarrollo La propuesta de hoy es hacer el esfuerzo de volver a descubrirnos desde el recurso de presentación.
Se darán diez minutos para que cada miembro de la comunidad escriba en una hoja como se presentarían a un público cualquiera. La condición es que no se deben citar datos comunes, como nombre, edad, sexo, familia, estudios, ni rasgos físicos como alto, gordo, entre otros. Lo importante es que se presenten, por ejemplo, mencionando cualidades, capacidades, valores o creencias.
Al finalizar todos se presentan a la comunidad y leen lo escrito y hacemos las siguientes interrogantes:
¿Cómo se sienten al haber cambiado la forma tradicional de presentarse? ¿Les resulto difícil escribir la presentación ¿Por qué si o por qué no? ¿El comportamiento que tiene habitualmente tiene congruencia con la descripción realizada? ¿En cuáles ámbitos sí y en cuáles no? ¿Ante que situaciones?
Con esta dinámica se trabaja los valores, capacidades, cualidades y creencias.
6. Escuchamos a Dios
(Mateo 16, 13-19)
"Llegado Jesús a la región de Cesarea de
Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos:
“¿Quién dicen los hombres que es el Hijo
del Hombre?” Ellos dijeron: «Unos, que
Juan el Bautista; otros, que Elías, otros,
que Jeremías o uno de los profetas.”
Díceles Él: “Y vosotros ¿quién decís que
soy yo?” Simón Pedro contestó: “Tú eres
el Cristo, el Hijo de Dios vivo.” Replicando
Jesús le dijo: “Bienaventurado eres
Simón, hijo de Jonás, porque no te ha
revelado esto la carne ni la sangre, sino mi
Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez
te digo que tú eres Pedro, y sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del
infierno no prevalecerán contra ella. A ti
te daré las llaves del Reino de los Cielos; y
lo que ates en la tierra quedará atado en
los cielos, y lo que desates en la tierra
quedará desatado en los cielos.”
Palabra de Dios
7. Reflexionamos
La relación de este pasaje con el conocimiento de sí mismo es que cuando “Simón, hijo de Jonás” da en la clave del conocimiento de Cristo, entonces comienza a saber quién es él. Gracias a su respuesta certera sobre Cristo, puede enterarse de su identidad, hasta ese momento desconocida. La recompensa que se recibe por el conocimiento de Dios es el conocimiento de uno mismo. Pedro no sabía que él era Pedro ni podía tener idea de qué sería aquello de la Iglesia de Jesús. Él sabía que era Simón, el pescador, un pescador galileo, hijo de otro pescador llamado Jonás. Eso sí lo sabía y no se equivocaba, pero esa no era su verdadera identidad, ahora podía empezar a suponer que él no había sido llamado a pescar peces, por más que hubiera aprendido el oficio y lo dominara. Le esperaba una misión de altos vuelos, reservada solo a él, que consistía en otro tipo de pesca, ser “pescador de hombres” y fundamento de la Iglesia. Hasta que Simón no entra en el conocimiento certero de Cristo, no se entera de quién es él mismo, no podía siquiera haberse percatado de que estaba siendo instruido y preparado para esa misión singular.
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8. Nos comprometemos
Durante esta semana realizaré el siguiente formato, tomándome un tiempo para poder reflexionar y responder
honestamente, cómo estoy y qué haré para mejorarlo.
Proyecto de Vida
Elementos de Análisis Ver ¿Cómo estoy? Juzgar ¿por qué? Actuar ¿Qué hacer?
Conmigo mismo Cuerpo, salud, etc. Carácter Inteligencia Afectividad Voluntad Cualidades Defectos Libertad/opciones Formación
Con los demás Familia Amigos/as Compañeros/as Grupo Colonia
Acción/ambiente Trabajo/estudio Casa/dinero Moda/TV Diversión Tiempo libre/ocio Naturaleza
Con Dios Reconocer su amor Eucaristía/oración Grupo de fe Reino María
9. Oración Final
Padre Santo, ayúdanos a comprender a Jesús, a dejar nuestras categorías, nuestros prejuicios y nuestra forma de ver el mundo, para verlo y comprenderlo como lo ve y comprende Jesús. Ayúdanos a vivir amando y sirviendo a los demás. Ayúdanos a luchar contra la pereza y la indiferencia, para ponernos en camino para la edificación del Reino. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén
10. Despedida
Se agradece la participación, se
invoca la bendición y se entona
el canto final, se sugiere
“Junto a ti María”.
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Tema 2
¿Qué son los valores?
¿Qué observo en las imágenes?
¿Qué predomina actualmente A o B?
1. OBJETIVO
Estudiar y vivenciar los valores ya que el
crecimiento de nuestra personalidad
depende de ello.
Desarrollar en nosotros una verdadera escala
o jerarquía de valores que oriente nuestros
comportamientos.
Identificar aquellos valores y contravalores
que caracterizan al ser humano.
2. BIENVENIDA
Bienvenidos a esta nueva catequesis de Los
Valores, donde les motivamos para que juntos
con nuestras familias y en las diferentes áreas
donde nos desenvolvemos, pongamos en
práctica los valores que nuestros padres y
quienes intervinieron en nuestra educación,
con tanto esmero fomentaron en nuestra vida.
Podemos darnos cuenta de que actualmente
estos valores poco a poco se han ido perdiendo,
por eso es importante que nos
comprometamos a transmitirlos más que con
palabras con nuestro ejemplo de vida, para
gozar de una vida digna y llena de grandes
esperanzas.
Señor, somos conscientes de que vivir hoy en este mundo y esta sociedad, exige estar despiertos, vivir con valores e intensidad el día a día, ser uno mismo y tener criterio propio. Ayúdanos, Señor, a tomar conciencia de nuestra responsabilidad como cristianos. Ayúdanos a tomar interés en nuestra formación humana y espiritual. Ayúdanos a trabajar sin desaliento en la construcción de nuestra persona. Fortalece, Señor, sobre todo nuestra voluntad. Que a lo largo de estas catequesis nuestro esfuerzo y nuestra ilusión no decaigan. Gracias, Señor, porque estamos seguros de contar con Tu ayuda de amigo y hermano. Amén
3.
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Se sugiere iniciar con el Canto “Yo tengo fe” de
Palito Ortega o la historia “Cómo distinguir la
noche del día” de Tony de Mello
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4. Conocimiento del Tema
¿Qué son valores universales? Son los valores que realmente valen la pena para todas las personas, que nos ayudan a ser mejores y nos acercan a Dios a través del servicio de los demás.
Si pensamos que los seres humanos existimos para ser mejores como personas cada día, servir mejor a los demás y para alcanzar la vida eterna, nos daremos cuenta de que los valores universales son aquellos que nos ayudan a lograrlo. ¿Cuáles son los valores universales? Las virtudes humanas: Son aquellos hábitos que nos ayudan a vivir mejor cada día, que nos permiten crecer como personas, como la honestidad, la responsabilidad, el servicio, la fidelidad, la justicia, la generosidad, la paciencia, la bondad, entre otras. Lamentablemente muchas de las virtudes humanas hoy día no se viven, pues el mundo está lleno de injusticias, irresponsabilidades, infidelidades, egoísmos y banalidades.
Los valores absolutos: Son los que nunca han de cambiar, porque son parte de nosotros mismos. Algunos de ellos son: la vida, la dignidad de todas y cada una de las personas, la verdad, el bien, entre otros. Por tanto, el aborto, la mentira, la violencia definitivamente son antivalores. Los valores cristianos: Son aquellos que Dios ha querido enseñarnos, como la humildad, la abnegación, la caridad fraterna, la santidad, la castidad por amor a Dios, entre otros. Todos ellos son la corona del cristiano. ¿Cómo distinguir un valor de un antivalor? Pregúntate con sinceridad: Esto que voy a realizar, ¿me acerca a Dios? ¿Me ayuda realmente a ser mejor persona? ¿A quién amo al realizarlo? Si te ayuda a ser mejor, a acercarte a Dios y a amar más a los demás, entonces es un valor. Si te aleja de Dios, si te hace ser peor, si no te ayuda a amar más y mejor a los demás, es un antivalor.
¿Cuáles son los valores que Jesús nos pide fomentar? Ellsberg sugiere tres, cada uno unido a un antivalor, que Jesús mismo nos exige evitar.
1. Inclusión en lugar de exclusión
A menudo las tentaciones de exclusividad nos motivan a malgastar bienes materiales en nuestros hijos, nuestra familia, en nuestro grupo y en nosotros mismos. Al hacer esto, ignoramos el grito clamoroso de las necesidades de otros niños y de nuestras propias comunidades. Hagamos un compromiso familiar y de grupo, para identificar y responder a las necesidades de todo el pueblo de Dios. Formémonos en la compasión y la empatía, bases fundamentales de una moral verdadera. Ampliemos nuestras relaciones y cultivemos amistades que no sean un reflejo de nosotros mismos.
2. Humildad en lugar de fuerza
Las tentaciones orientadas hacia el poder incluyen la susceptibilidad al ambiente tan competitivo en que vivimos (comportamiento controlador hacia la familia, el trabajo, la iglesia). El patriotismo, racismo, y todos los otros “ismos” que utilizamos siempre que aplastamos a otras personas, son signos claros de que necesitamos bajar la guardia. Seamos conscientes de que el poder es para servir, no para oprimir. Practiquemos la renuncia al poder en cosas simples que nos gusta controlar, demos prioridad a las necesidades de los demás, y sirvamos sin esperar recompensa o reconocimiento.
3. Discipulado y no señorío
Para Jesús el Reino de Dios es para quienes abren su corazón al Padre, no para quienes abofetean a los demás. Jesús nos llama a adoptar un criterio de vida radicalmente distinto, tomando conciencia de qué significa ser hijos de Dios. La tentación contemporánea que experimentamos respecto al señorío es el pensar que nuestra identidad se deriva de nuestro trabajo, nuestro árbol genealógico, nuestro pueblo, nuestro equipo de fútbol favorito, nuestra ropa, nuestro buen gusto en el entretenimiento u otras cosas fuera de nosotros mismos. El remedio es que meditemos en la verdad que asume nuestra identidad al aceptar la llamada que Jesús nos hace a que vivamos como Él, compartiendo su misión de amar y servir a los demás.
“Comienza haciendo lo necesario, luego haz lo posible y de repente estarás haciendo lo imposible”.
San Francisco de Asís
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5. Miramos la Vida (El globo de los valores)
Objetivos
Incentivar el aprendizaje y práctica de los valores.
Fomentar el trabajo en equipo.
Desarrollar más la creatividad en el grupo.
Desarrollo
En globos colocaremos papelitos con actividades donde los valores estén implícitos. Pueden ser los siguientes textos:
Dibuja con tu cuerpo algo que simbolice un valor.
Define un valor, puedes dar un ejemplo. Mímica sobre el valor para que tus compañeros adivinen.
Da un ejemplo de antivalor, explica por qué. Inventa una pequeña canción sobre honestidad.
Realiza una dramatización corta sobre un antivalor. Inventa un poema sobre la paz.
Podemos reproducir música mientras se pasan los globos y al detenerse la persona deberá reventar el globo hacer la actividad que le corresponde.
6. Escuchamos a Dios
Mateo 6, 19-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes y se los roban. Más bien acumulad, tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho los destruyen, ni hay ladrones que perforen las paredes y se los roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón. Tus ojos son la luz de tu cuerpo; de manera que, si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz. Pero si tus ojos están enfermos, todo tu cuerpo tendrá oscuridad. Y si lo que en ti debería ser luz, no es más que oscuridad, ¡qué negra no será tu propia oscuridad!”. Palabra de Dios
7. Reflexionamos
Ya sabemos que lo más importante no se
puede comprar con dinero, el amor, la
esperanza, la paz, la fe, la alegría, la familia,
el hogar, nuestra comunidad. El Evangelio no
nos dice que no trabajemos ni que no
prosperemos, sino que no le dediquemos la
mayor parte de nuestro tiempo acumulando
banalidades y obsesiones, que al final nos
hace esclavos. Lo que somos no está
definido por lo que tenemos. Lo que somos
y realmente vale la pena se cultiva con
paciencia, con la práctica continua de las
virtudes y valores, con relaciones fraternas y
de oración.
Nuestro valor está determinado, por el sitio
donde colocamos nuestro corazón,
entendido como la sede de nuestros
sentimientos, afectos y voluntad. Pero si
ponemos a Dios y su Reino como primer
lugar en nuestro corazón, todas las demás
cosas ocuparán el lugar que les corresponde.
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8. Nos comprometemos
A continuación, encontrarás un listado de valores, los cuales son grandes dones que recibimos de Dios, los cuales también
nosotros debemos dar, no solamente en lo espiritual (bondad, amistad, amor) si no también en lo material, como
compartir el pan.
Te invitamos a que en esta semana descubras a que valores le das prioridad y de manera intencional empieces a vivir y
compartir estos regalos que sin merecer recibimos.
Acogida Creatividad Orden
Agilidad Desarrollo Personalidad
Agradecimiento Elegancia Productividad
Amabilidad Esperanza Razonamiento
Amistad Fe Sabiduría
Amor Gratitud Sencillez
Armonía Honestidad Simpatía
Belleza Justicia Solidaridad
Caridad Libertad Tolerancia
Comprensión Oración Trabajo
Las Obras de Misericordia son una buena opción para iniciar.
9. Oración Final
Toma, Señor y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad,
todo mi haber y poseer;
Vos me lo disteis,
a Vos Señor lo otorgo;
todo es vuestro;
disponed a toda vuestra
voluntad.
Dadme vuestro amor y gracia,
porque ésta me basta. Amén San Ignacio de Loyola
10. Despedida
Se agradece la participación, se
invoca la bendición y se entona el
canto final, se sugiere
“Arcilla entre tus manos”
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Tema 3
El valor de la vida
¿Qué observo en las imágenes?
Como cristianos ¿qué debemos hacer para
permanecer en el lado A?
1. OBJETIVO
Reflexionar sobre el valor de la vida, ya que es el mayor regalo que hemos recibido de Dios. Y el primero de los derechos humanos. Desarrollar en nosotros todo aquello que contribuya a mejorar la calidad de nuestra vida. Crecer en una relación fraternal y solidaria con todos nuestros hermanos.
2. BIENVENIDA
Reunidos con un mismo espíritu y una misma fe en Cristo Jesús reflexionaremos en el llamado que la Iglesia hace sobre la necesidad de buscar una conversión total, máxime en estos tiempos tan difíciles donde los valores de la vida se van ocultando más y más cada día. Por lo tanto, es necesario que se vaya remodelando las estructuras sobre los grandes conceptos de la vida, para que, con estos cimientos, cada bautizado se sienta realmente discípulo y misionero de Jesucristo. Es preciso que cada familia se preocupe en cimentar estas bases tan importantes, para que sus miembros se preocupen de esta situación de manera integral y con ello, se sepan acoger las angustias y esperanzas y que al mismo tiempo se fomente la comunión, formulándose de esta manera una pastoral de conjunto y orgánica.
Sagrada Familia de Nazaret, comunión de amor de Jesús, María y José, modelo e ideal de toda familia cristiana, a ti confiamos nuestras familias y comunidades. Haz de cada una, un santuario en el que se acoja y se respete la vida: una comunidad de amor, abierta a la fe y a la esperanza, un hogar en el que reinen la comprensión, la solidaridad y en el que se viva la alegría de la reconciliación y de la paz. Concédenos que todas nuestras familias tengan una vivienda digna en la que nunca falten el pan suficiente y lo necesario para una vida verdaderamente humana. Abre el corazón de nuestros hogares y comunidades a la oración, a la acogida de la Palabra de Dios y al testimonio cristiano; que cada una sea una auténtica Iglesia doméstica en la que se viva y se anuncie el Evangelio de Jesucristo. Amén.
3.
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Se sugiere iniciar con el Canto “Gracias a la
vida” de Violeta Parra o la historia
“El Eco de la Vida” de Miguel Ángel Cornejo
A
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4. Conocimiento del Tema
La vida es el primer valor humano y es importante cuidarla con relación a nosotros mismos, a los demás, la familia, la escuela, la comunidad, la ecología, entre otros. Los seres humanos somos seres inacabados, que día a día vamos construyendo nuestra existencia. Al principio seres indefensos, necesitados de los demás, luego seres capaces de enfrentar la vida. Este desarrollo personal se concretiza cuando descubrimos que cada vida es un tesoro”, esto es algo maravilloso, y más, cuando de manera concreta, nos sentimos contentos de existir. El verdadero sentido de la vida está en apreciar y valorar lo que hemos recibido de Dios, es vivir en el amor, apreciando las ventajas de la vida, sonreír, tener una vida virtuosa y divertida, un ambiente sano de amigos.
Con relación a nuestro prójimo, podríamos señalar, que enriquecen nuestra vida, cada cual, con sus diferencias, es decir, de cada persona aprendemos algo nuevo sobre nosotros mismos y sobre esa persona. Esta es la riqueza de la vida, un “yo” que junto al “tú” va creciendo y desarrollándose, en la familia, la escuela, la comunidad y en la relación con los demás grupos sociales. De todos recibimos los valores y las actitudes para seguir construyendo nuestra vida.
La mayor alegría del ser humano es descubrir que somos seres para la vida. Creer en que Dios nos conduce a proteger y amar nuestra propia vida y la de los y las demás; a querer que descubran la riqueza de vivir con sencillez y pureza de corazón, sin apego a los bienes terrenos.
Invitémonos unos a otros a amar la vida, conscientes de que no vivimos para nosotros mismos, sino para los demás, para que sean felices y para acercarles a Dios. Muchas generaciones tendrán que beneficiarse del grano de arena que nosotros podamos dejar. Lo mejor que podemos hacer es esforzarnos por dar lo mejor de nosotros mismos.
Consejos para Defender la Vida
Aprendamos a amar la vida humana por pequeña, débil, o indefensa que parezca: Amemos de manera especial a quienes tienen una capacidad diferente o déficit social. Dejémonos enriquecer por los que aparentan no aportar mucho.
En situaciones de conflicto protejamos siempre al más débil y no tomemos decisiones irreversibles: Siempre encontraremos personas dispuestas a ayudarnos para defender la vida de la que todos somos responsables.
Valoremos el tesoro que supone ser madre: Ninguna expresión de amor es tan fuerte como la generosidad de la madre hacia el hijo que nace en las entrañas. Seamos muy agradecido con nuestra madre y con todas las madres.
Valoremos la responsabilidad de ser padre: Superemos cualquier forma de machismo que ofende la dignidad de la mujer y rebaja al varón muy por debajo de su más elemental dignidad.
Cultivemos la esperanza en nuestro corazón: Cada niño o niña que comienza a vivir en el seno de una mujer es un regalo que Dios nos hace a todos. Nadie puede anticipar perfectamente cuánto bien está llamado a hacer.
Contribuyamos como ciudadanos o políticos a que las leyes ayuden a las personas a tomar las mejores decisiones: Rechacemos todo lo que hace presión para que las personas decidamos de modo contrario a nuestra vocación del amor, a nuestra pasión por la dignidad de las personas y sus derechos humanos fundamentales, especialmente de los más indefensos.
Admiremos el valor de las madres que aceptan seguir llevando adelante su maternidad en soledad: Apoyémoslas con todas nuestras fuerzas, para puedan llevar adelante su deseo.
No perdamos el tiempo juzgando o condenando a quienes se hayan equivocado por no respetar los derechos de los más débiles: que a través de nuestra comprensión encuentren una ayuda para no volverlo a cometer y para ayudar a otros para que no se confundan.
No separemos el valor de la sexualidad humana de su responsabilidad con respecto a la vida: Los cuerpos de los hombres y las mujeres no son juguetes, ya que pueden colaborar con lo más grande que pueden hacer las personas: dar la vida a otras.
Seamos fuertes para aguantar con paz las críticas de quienes nos acusen injustamente de obrar sin amor: La verdad es capaz de imponerse a las ligerezas de la lengua, si nuestro corazón se mantiene sereno y si nuestra inteligencia propone con perseverancia el verdadero bien que acompaña la vida humana más débil e indefensa. Confiemos en la fuerza del amor, de la razón, de los argumentos. Contamos con la ayuda de Dios, del Dios que cuida de la vida de los pobres e indefensos y rechacemos completamente combatir la violencia a través de nueva violencia.
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5. Miramos la Vida (Espíritu Crítico)
Objetivos
• Alimentar el espíritu crítico del grupo.
• Identificar los valores y antivalores que se encuentren en las noticias.
Desarrollo:
1. El catequista del grupo llevará distintas noticias relacionadas con el tema provida, ecología, apoyo al
adulto de la edad de oro, aborto, eutanasia, pena de muerte, entre otros problemas que afectan el
valor de la vida. Los temas se podrán adaptar en función de las características del grupo.
2. Se leen las noticias entre todos y se responde a las siguientes preguntas: ¿qué?, ¿quién?, ¿cuándo?,
¿cómo?, ¿por qué?, ¿qué valores y antivalores reconocen?
3. Tras responder a las preguntas, se reflexiona sobre el tema en cuestión y se genera un clima que
permita a la comunidad expresar su opinión y compartir su punto de vista argumentando qué opinan
y exponiendo sus razones, pero sobre todo que soluciones proponen para cambiar estas situaciones
que afectan directamente al país.
6. Escuchamos a Dios
Lucas 7, 11-17
A continuación, se fue a una ciudad llamada Naín. Iban con él sus discípulos y una gran muchedumbre. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; la acompañaba mucha gente de la ciudad. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: “No lloréis”. Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y él dijo: “Joven, a ti te digo: Levántate.” El muerto se incorporó y se puso a hablar y él se lo dio a su madre. El temor se apoderó de todos y glorificaban a Dios, diciendo: “Un gran profeta ha surgido entre nosotros”, y “Dios ha visitado a su pueblo”. Y lo que se decía de él se propagó por toda Judea y por toda la región circunvecina.
Palabra de Dios
7. Reflexionamos
Esta lectura nos confronta fuertemente, “como estoy viviendo la compasión”, con mis más cercanos, mi familia, pero también con los que están afuera, mi comunidad, mis vecinos. Nos cuestiona profundamente, porque a través de las acciones de Jesús descubrimos que la “Compasión” no solo nos debe llevar a decir pobrecito mi hermano que vive tal o cual situación “sin hacer más que lamentarme” (lastima), si no que la verdadera compasión nos debe llevar a actos concretos de acercamiento al otro, me lleva actuar en la realidad del otro, acompañar, acoger, tocar, llorar con el otro cuando es necesario, pero sobre todo invitarlo a pasar de la procesión de la muerte a la vida, desde la esperanza que Dios nos da como cristianos en la diferentes circunstancias difíciles que muchas veces rodean la realidad de la humanidad.
“Quien no vive para servir, no sirve para vivir”.
Madre Teresa de Calcuta
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8. Nos comprometemos
Entonces, nos comprometemos a defender el valor de la VIDA ¿Te animas? Recuerda que todos estamos llamados a defenderlo en la medida de nuestras posibilidades. A todos nos incumbe esta problemática. Más aún cuando vemos que nuestros representantes en el Congreso, a quienes les otorgamos las facultades para tomar decisiones por nosotros, no obedecen a nuestra voluntad, sino que están obedeciendo a parámetros impuestos por otras sociedades y legislaciones ajenas a nuestra realidad latinoamericana.
No todos tendremos la oportunidad de presentarnos ante el Congreso y mostrar el sentir de la mayoría de las familias que protegen la vida en todos sus extremos. Pero si tendremos la oportunidad de sembrar en nuestras familias, valores que contribuyan a mantener el respeto por la vida, enseñar con el ejemplo, proteger al más indefenso, afirmar en cada oportunidad que se nos presente, nuestra convicción de que respetar el derecho a la vida de manera integral, es la única garantía que tenemos para proteger a la familia de la violencia que pretende desvalorizar nuestra dignidad humana y disfrutar de una sociedad justa y solidaria. Protejamos también nuestra casa común (planeta) que está sufriendo y a gritos nos pide un cambio en nuestra forma de vida y que por comodidad hacemos oídos sordos y cerramos los ojos.
Toda esta semana haz oración, lee la Palabra de Dios, hazla vida y reflexiona esta catequesis, para que juntos seamos la voz de los sin voz, de los más vulnerables. ¡¡¡Juntos defendemos y luchamos por el Valor de la Vida!!!
9. Oración Final
Jesús, Tu que eres el Camino, la Verdad y la Vida.
Enséñanos a recorrer el camino bueno del amor a todos los seres humanos. Danos la valentía de compartir, con gestos y palabras, la verdad de que nos amas sin condiciones, siempre y en todo lugar.
Inspíranos el deseo de cuidar toda vida, en especial, aquellas amenazadas por el egoísmo del corazón humano.
Jesús, que defendamos siempre con un amor tierno como el de María, a quienes viven todavía en el vientre de sus mamás, a los niños y niñas solos y abandonados, a las madres y padres alejados de sus hijos, a las mujeres y a los varones que sufren violencia, a quienes salen de su país por la pobreza y el hambre, a quienes padecen enfermedades y vicios tristes, a quienes no tienen trabajo, a quienes son discriminados y apartados, a quienes están mayores y solos, a quienes duermen en las calles, a quienes son víctimas de la injusticia social y económica, a quienes tienen miedo y son manipulados, a quienes se arrepienten del mal que hicieron.
Jesús, que podamos ser una sola familia humana donde todos experimentemos la dignidad de ser hijos de un Padre Bueno que nos llama a la vida plena y la mesa compartida entre hermanos.
Amén.
10. Despedida
Se agradece la participación, se
invoca la bendición y se entona
el canto final, se sugiere
“Nuestro primer Derecho”
VER
JUZGAR
ACTUAR
13
Tema 4
El Espíritu Comunitario
¿Qué observo en la imagen?
1. OBJETIVO
Desarrollar normas de convivencia, tanto en
nosotros, como en las demás personas de
nuestro grupo social.
Superar nuestras actitudes individualistas y
egoístas.
2. BIENVENIDA
En nuestro encuentro, nos reunimos llenos de gratitud con nuestro Señor, por hacernos parte de su Cuerpo Místico que es la Iglesia y por llamarnos a vivir en comunión y fraternidad. Como comunidades de vida y de fe es preciso renovar nuestro modo de convivir y para ello debemos dirigir nuestra mirada sobre las enseñanzas de Jesús, pues Él es el modelo de vida y en su palabra nos enseña a construir desde los valores evangélicos, nuevas comunidades con un nuevo estilo de vida. Estamos llamados a vivir desde la diversidad en armonía, construyendo juntos la comunidad, teniendo siempre a Jesús como centro de nuestras vidas, así lo vemos reflejado en el signo que hoy se nos presenta.
"Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, Allí estoy yo en medio de ellos." Estas palabras son nuestra fuerza. Nosotros nos reunimos en Tu nombre. Somos grupo, porque nos has llamado Tú. Señor, has pronunciado mi nombre y los de mis compañeros y nos has dicho “ven, sígueme”. Nos has agrupado en una comunidad: "vosotros sois mis amigos", Tú nos has señalado lo alto de la montaña. "Ánimo, que mi yugo es llevadero y mi carga ligera. "Tú te has puesto en cabeza de nuestro grupo. "Estoy con vosotros día a día" Ahora, en medio de la marcha, te decimos con toda el alma: Acaba en cada uno de nosotros la obra que has empezado. Haznos tierra buena, fértil y blanda, para que Tu semilla encuentre fondo y fructifique. Haznos sensibles a Tu voz, no fríos y cerrados cual nuevos fariseos. Revístenos con Tu amor, para que seamos un grupo cálido y dinámico. Acaba en cada uno de nosotros la obra que has empezado en mí y en mis compañeros/as. Amén
3.
O
R
A
C
I
Ó
N Se sugiere iniciar con el Canto “Comunidad de
Amor” o la Reflexión “Asamblea en la
Carpintería”
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Los desafíos de la Comunidad
Vencer la avaricia
Jesús nos invita a reemplazar la búsqueda de las
cosas materiales por la búsqueda de fe, el amor y la
humildad y cambia nuestros deseos por
“necesidades básicas” y nos motiva a que como
buenos cristianos compartamos lo que tenemos con
nuestros hermanos más necesitados.
Vencer el orgullo
Estemos atentos a no caer en la tentación de ser
demasiado orgullosos, como para someternos a
Jesús y reconocer su sabiduría, porque entonces
seremos demasiado orgullosos para someternos y/o
reconocer la sabiduría de cualquier otra persona.
Este orgullo debe ser eliminado primero, para que
podamos trabajar juntos con unidad y nuestras
comunidades sean de bendición. Recordemos que
todos tenemos nuestra propia opinión, pero no
todos tenemos las soluciones. Por eso un buen
coordinador aprenderá a reconocer la verdad sin
importar de qué fuente viene y cambiará su opinión
cuando no esté conforme a la verdad.
Vencer la pereza
Las comunidades con más éxito son las que tenemos
una misión urgente de mejorar el mundo exterior y
trabajamos por ello, no nos quedamos de brazos
cruzados. Nuestras comunidades necesitan que les
dediquemos tiempo, concentración, energía y estar
conscientes de qué estamos haciendo y por qué.
¡Ánimo! Trabajemos sin desmayar por la
construcción del Reino de Dios.
Vencer la impaciencia
Cuando sabemos lo que estamos haciendo y
trabajamos diligentemente en unidad por nuestro
objetivo, debemos vencer la impaciencia, ya que
podemos sentirnos desilusionados si lo que
planeamos no se cumple tan rápido como
esperábamos. Por eso es importante reconocer y
disfrutar las más pequeñas muestras de que la
comunidad está teniendo un efecto positivo con las
personas a su alrededor, siendo conscientes de que
esos frutos son gracias al Espíritu Santo y que
nosotros solamente somos sus instrumentos.
4. Conocimiento del Tema
A pesar del tiempo, ¡las comunidades hemos resistido y
seguimos vivas!, gracias a que el espíritu de comunidad rechaza
el individualismo y propone siempre el sentido de lo
comunitario.
Las comunidades definitivamente contribuimos en la
construcción del Reino de Dios en el mundo, propiciando la
verdad, gracia, compasión, fortaleza, liberación y erradicando la
injusticia, mentira, opresión e indolencia.
Debemos vivir la inclusión, la participación y la solidaridad. Todos
somos iguales en dignidad, vocación y misión. Sin embargo,
como en las primeras comunidades también surgen conflictos,
que se van resolviendo, iluminados por el Espíritu Santo.
En Aparecida se reconoce que las comunidades hemos sido
escuelas que ayudamos a formar cristianos comprometidos con
la fe, discípulos y misioneros del Señor, como testimonio de su
entrega generosa. Hemos sido focos de evangelización, para que
todos tengamos un conocimiento mayor de la palabra de Dios,
educando en la fe a niños, jóvenes y adultos, promoviendo un
compromiso social en nombre del Evangelio, especialmente para
nuestros hermanos más necesitados.
Las comunidades estamos llamadas a ser testimonio de lo que
hemos experimentado y conocido, a ser seguidoras, no de una
teoría, sino de una vida, pues Jesús vivió lo que enseñó.
Los valores alternativos que Jesús nos dejó son la gratuidad, la
prioridad en el bien del ser humano, el espíritu de oración y la
renuncia a todo tipo de estructura de dominación.
Recordemos que los valores cristianos surgen, ante todo, de la
experiencia impactante del amor gratuito del Padre, a quien
Jesús nos presenta en toda su grandeza como Papá amoroso,
que acoge con todo cariño a los pecadores y marginados y que
amó tanto al mundo que hasta entregó a su Hijo único.
Las comunidades debemos ser coherentes con el proyecto de
Jesús, poniendo el bien del ser humano por encima de todo.
Recordando que Jesús fue un hombre de oración profunda y que,
además, lo encomendó con insistencia a sus discípulos. Por
tanto, la oración es sin duda unos de los pilares de nuestras
comunidades.
Debemos promover también la renuncia a todo tipo de
estructura de dominación, proponiendo el servicio; frente a la
imposición, la fraternidad; frente al sometimiento, la igualdad.
Nuestro reto ahora es que nuestra vida de comunidad esté
enmarcada por el estilo de vida y la práctica de Jesús.
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5. Miramos la Vida (Juntos hacemos el cambio)
Objetivos
• Ayudar a los participantes a buscar nuevas vías de acción para la comunidad.
• Motivar el compromiso en la planificación y realización de una o más actividades que contribuyan a que se produzcan los cambios deseados.
Desarrollo:
Sugerir a cada participante que haga una lista de tres cambios que crea que podrían mejorar algún aspecto en:
4. Su persona 2. Su familia 3. La comunidad 4. La Parroquia 5. Guatemala
Luego se les pide elegir uno de los cambios propuestos e identificar las acciones que deberían llevarse a cabo para introducir los cambios que desean. Animarlos a que sean tan creativos y prácticos como les sea posible.
Se concluirá con un foro abierto donde todos tengan oportunidad para proponer sus ideas y el resto pueda valorar la validez de las diferentes propuestas (por ejemplo, dar una nota máxima de 10 por creatividad y 10 por viabilidad de la propuesta). Una vez hallada la mejor de las propuestas, examinar si es posible que el grupo la lleve a la práctica y hacerlo efectivamente.
Animar a la comunidad a que la realización de la propuesta es una decisión, que sin duda hará un cambio significativo en la vida de cada uno.
6. Escuchamos a Dios
Hechos 2, 42-47
"Acudían asiduamente a la
enseñanza de los apóstoles, a la
comunión, a la fracción del pan y a las
oraciones. El temor se apoderaba de
todos, pues los apóstoles realizaban
muchos prodigios y señales. Todos
los creyentes vivían unidos y tenían
todo en común; vendían sus
posesiones y sus bienes y repartían el
precio entre todos, según la
necesidad de cada uno. Acudían al
Templo todos los días con
perseverancia y con un mismo
espíritu, partían el pan por las casas y
tomaban el alimento con alegría y
sencillez de corazón. Alababan a Dios
y gozaban de la simpatía de todo el
pueblo. El Señor agregaba cada día a
la comunidad a los que se habían de
salvar." Palabra de Dios
7. Reflexionamos
1. Los primeros cristianos se formaban en su fe: No se puede amar lo que no se conoce, y por eso es tan importante formarnos en la fe, como lo hacían los primeros discípulos. 2. Participar de una comunidad: Dios pensó al hombre para vivir en comunión y en amistad con Él y con los demás seres humanos. La experiencia de fraternidad y de unidad en la diversidad como obra del Espíritu, fue uno de los mayores testimonios de ese tiempo. Recordemos que las comunidades deben ser abiertas y nunca formando grupitos de privilegiados o exclusivos. 3. Recibir a Cristo en la Eucaristía: Pretender seguir a Cristo y olvidar la Eucaristía es dejar de lado un pedido clarísimo que Jesús hizo a sus primeros apóstoles y que la Iglesia primitiva conservó y cuidó con todo el corazón. 4. Rezar juntos: Jesús enseñó que la oración era un diálogo personal con el Padre, pero al mismo tiempo enseñó a sus discípulos a rezar juntos el «Padre nuestro» como expresión de la comunión profunda en el Espíritu que debemos tener todos los bautizados. 5. Vivir con alegría y sencillez de corazón: Es el mejor apostolado y la mejor manera de dejar a Dios actuar a través nuestro, para tocar el corazón de quienes lo buscan. ¿Contagias a los demás de la felicidad que Cristo pone en tu corazón? ¿Tú comunidad es de puertas abiertas para recibir con alegría a nuevos miembros? ¿Qué cambios debemos hacer para lograrlo?
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8. Nos comprometemos
¿Conoces la Visión de la Parroquia? Con mucha alegría te la presentamos:
“Ser una parroquia de puertas abiertas, misionera, de comunión espiritual y social para todo el pueblo de Dios,
participando de las dimensiones de Jesús Profeta, Sacerdote y Rey”.
¿Qué significa esto?
En la parroquia estamos trabajando por salir cada vez más a los sectores a través de las Asambleas, Procesiones, Adoración
al Santísimo y otras actividades espirituales que hemos realizado. Con la Pastoral Social hemos podido llegar a los
hermanos que más lo necesitan en nuestras colonias, llevando consuelo no solo espiritual sino también en lo material. En
la parte de formación contamos con la Escuela de Agentes de Pastoral, en donde encontrarás más que una escuela, una
familia que te ayudará a conocer más sobre la espiritualidad de Jesús, nuestra iglesia y toda la riqueza que nos ofrece.
También te invitamos a que además de participar en tu comunidad, conozcas y te enamores de las diferentes Pastorales
que tenemos (Lectores, Pastoreo y Bienvenida, Social, Sectores, Comunicación Social, Juvenil y muchas más) para que
puedas trabajar en donde sientas el llamado del Señor.
¿Por qué te contamos todo esto?
Porque el compromiso de esta última catequesis es que no te quedes con lo que te cuentan, investiga, fórmate y acércate
con nosotros que con gusto resolveremos tus dudas; esta es la primera parte y la segunda parte es que, ya conociendo la
Visión de la parroquia, junto con tu comunidad planifiquen actividades que ayuden a cumplirla, trabajando en conjunto,
la Oración, Palabra de Dios y Servicio. ¡Ánimo! Juntos trabajamos por la construcción del Reino.
9. Oración Final
Quédate con nosotros Señor, acompáñanos, aunque no siempre hayamos sabido reconocerte. Tú eres la luz en nuestros corazones y nos das tu ardor con la certeza de la pascua. Tú nos confortas en la fracción del pan, para anunciar a nuestros hermanos que en verdad Tú has resucitado y nos has dado la misión de ser testigos de tu victoria. Quédate con nosotros, Señor, Tú eres la verdad misma, eres el revelador del Padre, ilumina Tú nuestras mentes con tu palabra, ayúdanos a sentir la belleza de creer en Ti. Tú eres la vida, quédate en nuestros hogares para que caminen unidos y en ellos nazca la vida humana generosamente, quédate, Jesús, con nuestros niños y convoca a nuestros jóvenes para construir contigo el mundo nuevo.
10. Despedida
Se agradece la participación, se invoca la bendición
y se entona el canto final, se sugiere “Alma
Misionera”
Quédate, Señor, con aquellos a quienes en nuestras sociedades se les niega justicia y libertad; quédate con los pobres y humildes, con los ancianos y enfermos. Fortalece nuestra fe de discípulos, siempre atentos a Tu voz de buen pastor. Envíanos como tus alegres misioneros, para que nuestros pueblos, en Ti adoren al Padre, por el Espíritu Santo. A María, Tu Madre y nuestra Madre, mujer vestida de sol, confíanos el pueblo de Dios peregrino en este inicio del tercer milenio cristiano. Amén.
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Sugerencias para una buena catequesis
1. Tengamos claro el objetivo de la catequesis y qué queremos transmitir, para eso debemos prepararnos previamente leyendo sobre el tema que vamos a impartir.
2. Revisemos el material de apoyo y del catequista, que está publicado en http://parroquiasanfranciscomixco.com/catequesis2019.html o el QR de la parte inferior.
3. Lleguemos por lo menos quince minutos antes de la hora estipulada para preparar los materiales y/o audiovisuales que utilizaremos, evitando imprevistos de última hora.
4. Tengamos a la mano el esquema de la catequesis, para consultarla si fuera necesario. 5. La catequesis debe tener una duración de una hora aproximadamente. Para asegurarnos de no
sobrepasar el tiempo establecido, podemos practicar en nuestra casa e ir cronometrando el tiempo hasta llegar a la duración óptima.
6. Mantengamos un lenguaje adecuado, tanto verbal como corporal, recordemos que es muy importante mantener el contacto visual y seguridad al exponer.
7. Estas catequesis nos ayudan a formarnos y crecer juntos.
Oración del Catequista
Señor Jesús, aquí me tienes para servirte y colocar a tus pies la labor en que me estoy desempeñado. Tú me escogiste para ser catequista, anunciador de tu mensaje a los hermanos. Me siento muy pequeño y a veces hasta inseguro, pero sé que Tú me necesitas. Gracias por confiar en mí, pequeño servidor tuyo. Estoy pronto a cumplir esta hermosa tarea con sencillez y modestia, amor y fe. Quiero ser instrumento tuyo para despertar en muchos hermanos: cariño por tu persona, confianza en tus promesas, deseos de seguirte como discípulo. Bendice día a día mis esfuerzos; pon tus palabras en mis labios y haz que, en comunión con mis hermanos, pueda colaborar en extender tu Reino. María, tú que seguiste siempre con fidelidad las huellas de tu Hijo, guíanos por ese mismo camino. Amén
Decálogo para el Catequista
1. Cuidar mi vocación de catequista con la oración y la formación.
2. Estudiar y amar la Palabra de Dios como fuente principal de la catequesis.
3. Crecer en el amor de Cristo, a la Iglesia y a cada hermano.
4. Desarrollar mi vida espiritual con la vivencia de los Sacramentos y la participación a favor del Pueblo de Dios.
5. Dar testimonio de Cristo en toda circunstancia. 6. Trabajar en común unión con los sacerdotes y mis
hermanos en la fe. 7. Preparar con seriedad y creatividad todos los
encuentros catequéticos. 8. Participar con entusiasmo en los encuentros de
formación, de oración y de programación de las catequesis.
9. Servir con humildad y respeto, confiando más en la acción del Espíritu Santo que en mis méritos.
10. Revisar y purificar mis motivaciones para evitar la rutina y la autosuficiencia.
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Oración Parroquial
Llenos del gozo del Espíritu, queremos alabarte y glorificarte Padre Bueno, por todas las bendiciones y milagros que suceden en nuestra vida, familia, comunidad y nuestra parroquia. Gracias Padre, porque te has manifestado a través de cada hermano y hermana que formamos esta Comunidad de Comunidades, dispuesta a seguir en la misión de trabajar por la construcción de tu Reino. Ayúdanos a ser humildes servidores tuyos, que permanezcamos en constante formación, para conocerte cada día más y para que a través nuestro, más hermanos puedan conocerte y amarte como nosotros te amamos. Señor Jesús, inspíranos a acoger como un estilo de vida todo
lo que nos enseñas en el Evangelio, orar, escuchar tu Palabra
y sobre todo llevar la compasión a la acción, logrando que
nuestra casa común, sea un lugar más humano, justo y sano,
donde los últimos sean los primeros.
Que la luz del Espíritu Santo nos ilumine para saber compartir nuestros dones y talentos, sin cansarnos de ser creativos, innovadores y con un espíritu de liderazgo, para llevar tu amor a todos los sectores por medio de las Catequesis, Asambleas Parroquiales y de Sector. Que, por medio de las visitas que nuestro párroco realiza a las comunidades, tu presencia sea cada vez más latente y que nos motive a salir de la monotonía en la que muchas veces nos encontramos. Tu ejemplo de amor y servicio Madrecita, es nuestro compromiso para llevar a todo el pueblo de Dios, con alegría y convicción las enseñanzas y actos de nuestro Señor. San Francisco de Asís se nuestra guía para que velemos siempre por el bien común y proteger especialmente a los más indefensos, confiando en que intercedes por cada uno de nosotros.
Amén
Letra de la Canción
Catequista soy
La ra la ra la ra la… (2).
Catequista soy, Catequista para hoy, Catequista soy, Construyendo el Reino del amor (2).
Hazme verdadero educador, siempre atento a tu voz, con pies ligeros y buen humor
para anunciar la Salvación.
Catequista soy, Catequista para hoy, Catequista soy, Construyendo el Reino del amor (2).
Junto con otros quiero mostrar
un rostro nuevo a la humanidad
formando todos fraternidad, en un mundo de justicia y paz.
Catequista soy, Catequista para hoy, Catequista soy, Construyendo el Reino del amor (2).
Unidos a la Trinidad, transformaremos la realidad, y jubilosos proclamar
que el Reino ha comenzado ya.
Catequista soy, Catequista para hoy, Catequista soy, Construyendo el Reino del amor (2).
La ra la ra la ra la… (2).