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PEDRO PABLO ATUSPARIA ÁNGELES
C.N.P. “SANTA ROSA DE VITERBO”
LA BIOGRAFÍA DE PEDRO PABLO ATUSPARIA
CURSO: Educación Ciudadana y Cívica.
DOCENTE: Jamanca Ascensios Mauricio.
ESTUDIANTE: Villanueva Alejos Daniela Suliana.
HUARAZ-2013
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(1840-1887)
-Reseña-“Alcalde indio de la comunidad de Marián que en 1885 acaudilló un
importante movimiento indígena de carácter anti fiscal. Por entonces el
Perú se hallaba en una situación catastrófica; había terminado la guerra
con Chile con la firma del Tratado de Ancón, punto culminante de la
crisis, y con ello el país perdió sus yacimientos salitreros en tanto que
los de guano se hallaban agotados y las exportaciones habían
disminuido de manera sensible. La anarquía política se puso de
manifiesto con la caída del General Cáceres, el caudillo patriota, quien
fue sustituido en el poder por el General Iglesias, gobernante impuesto
por Chile. El gobierno en su afán de amenguar la ruina del erario
público había restablecido el pago de la contribución personal de
indígenas, que ascendió a dos soles de plata, suma excesiva para el
presupuesto indio más si se tiene en cuenta que los “soles incas”, única
moneda usada en el campo, habían sido devaluados al décimo de su
valor nominal, con lo cual el impuesto real era de veinte soles incas. En
Huaraz, capital del departamento de Áncash que había sido
terriblemente asolado por la guerra, el prefecto Javier Noriega fue el
encargado de hacer cumplir tal disposición; pero el prefecto se excedió
en sus funciones y mostró una conducta por demás abusiva,
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procurando manejar la renta pública en beneficio suyo y del grupo de
funcionarios que lo rodeaban. Aparte del tributo, Noriega resucitó las
“repúblicas”, faenas de carácter gratuito, y así conminó a las
comunidades indígenas a llevar a cabo la refacción de la Corte de
Justicia Departamental, símbolo de oprobio para los indios. Estos,
imposibilitados de pagar el tributo y por considerar humillante el trabajo
de “repúblicas”, reunidos en asamblea decidieron nombrar delegado de
indios a Pedro Pablo Atusparia, a quien se encargó presentar ante el
prefecto un memorial pidiendo respetuosamente se aboliese o al menos
se redujese al 25 por ciento la contribución impuesta y se suprimiese
las “repúblicas”, las que consideraban propias de esclavos. Reaccionó
Noriega de manera violenta haciendo arrestar a Atusparia y
sometiéndolo luego a tortura a fin de que delatase al mestizo que había
redactado el memorial. Acudieron entonces a Huaraz los demás
alcaldes indios para solicitar la libertad de Atusparia, mientras que
Noriega salía para Aija dejando a cargo de la prefectura a José
Collazos, individuo abusivo y sin escrúpulos, quien mandó cortar las
trenzas de los alcaldes, lo que colmó la medida puesto que eran
aquellas símbolos de autoridad entre los indios. Se determinaron estos
por la rebelión, acaudillados por sus alcaldes y regidores, y armados de
machetes, hondas, rejones y algunos fusiles empezaron a bajar hacia la
cuidad el 2 de marzo de 1885. Collazos ordenó a la gendarmería
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detener el ataque a balazos; no obstante ello, al día siguiente tomaron
los indios la cuidad y la gendarmería fue masacrada. Atusparia procuró
evitar el pillaje, pero no pudo detener el saqueo de las tiendas de
comercio de los chinos. Reconociendo su incapacidad para gobernar,
Atusparia nombró prefecto al abogado Jorge Mosquera, agente político
de Cáceres, que aprovechó tal situación para hacer firmar entre los
vecinos un acta desconociendo el gobierno de Iglesias. Por entonces se
unió a los insurrectos el minero Pedro Cochachín quien poco después
se convertiría en el lugar teniente de Atusparia. Para abril los rebeldes
se habían hecho fuertes en todo el callejón de Huaylas, Carhuas,
Yungay, Caraz y Huaylas eran suyas y los guerrilleros de Cochachín,
más conocido como Uchcu Pedro, vigilaban las salidas hacia la costa.
Aislados de la rebelión solo quedaron los hacendados, que en
salvaguarda de sus propiedades armaron milicias entre sus sirvientes
chinos y zambos. El 15 de abril nombró Iglesias al coronel José Iraola
como nuevo prefecto de la zona convulsionada y despachó a su mando
a dos batallones de infantería, un regimiento de caballería y dos
brigadas de artillería, las que desembarcaron en Casma. Antes de
marchar sobre Huaraz emitió Iraola un decreto suprimiendo la
contribución personal y aboliendo las “repúblicas”. Las fuertes
represivas fueron reconquistando terreno a medida que entre los
rebeldes surgieron disensiones internas, de esta manera capturaron
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Huaraz el 4 de mayo de 1885 luego de sangriento combate. Atusparia,
herido en una pierna, buscó asilo en casa del español Julio Aristóbel, de
donde fue luego conducido a la del inspector de cárceles; Iraola le
ofreció entonces garantías para su vida. Uchcu Pedro quedó al mando
de los insurrectos y el 11 de mayo, a la cabeza de 50 000 indios, trató
de reconquistar Huaraz, pero el ataque fue contenido en medio de una
gran matanza de rebeldes. Entre el 12 y el 25 del mismo mes la
mayoría de los alcaldes indios se someten al prefecto. Sólo Uchcu
Pedro y sus guerrilleros continúan la resistencia hasta su derrota en
Huaylas, agosto de 1885, luego de lo cual Iraola fusila a más de mil
indios, entre ellos Uchcu Pedro. Existen referencias acerca de una
entrevista que tuvo Atusparia con Cáceres en junio de 1886; un
periódico limeño de la época anota que el alcalde indio solicitó para su
pueblo tierra, escuelas y mejor trato. Volvió luego de ello entre los
suyos, quienes consideraron que había traicionado a su causa y al
parecer lo obligaron a suicidarse. Relata la leyenda que murió al beber
una copa de veneno”. (1)
1. NACIMIENTO (1) MILLA BATRES, Carlos (2004) DICCIONARIO HISTÓRICO Y
BIOGRÁFICO DEL PERÚ. Pág. 308
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“Pedro Pablo Atusparia nació el 29 de junio de 1840 en Huaraz, capital
del departamento de Ancash, que en ese entonces era una villa
pequeña y aislada del callejón de Huaylas. Al día de su natalicio debió
su nombre, compuesto de los dos mártires del cristianismo. Según
fuentes orales la casa de su nacimiento se ubica en Jr. Sucre 201,
entonces casa comercial de Juan José Sender Taboada, piurano. De
acuerdo a los datos proporcionados por Santiago Maguiña, Atusparia
era hijo bastardo y presumiblemente mestizo de una joven empleada de
dicha casa, llamada María Mallqui.
La esposa del propietario, doña Emperatriz Sender, decidió encargar la
crianza del pequeño a María Martina Ángeles, ama de leche de la casa
y natural de la aldea de Tuquipayoc. María Martina era esposa de
Cayetano Atusparia, del pueblo de Marián. El matrimonio Atusparia
Ángeles lo adoptaría finalmente como hijo legítimo. Cuidaron de llevarlo
a la pila bautismal, acompañados de Manuel Alzamora y su hija
Petronila. Alzamora era propietario de los pastos de Yanacancha en
Marián y residía en la ciudad de Huaraz, Jr. Santa Rosa 402”. (2)
2. INFANCIA
(1) TAMARO, Elena (En línea) Biografías y Vidas. Recuperado de http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/atusparia.htm. Consultado: 13-07-2013
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“Pedro Pablo pasó su niñez entre Tuquipayoc y Marián dedicándose a
los quehaceres del campo; Él era muy travieso, juguetón, cariñoso,
justo y muy disciplinado.
En aquella época era costumbre en la sierra que, llegado el hijo de un
matrimonio indígena a cierta edad, fuera entregado a un señor con
poder (un "misti") para que le sirviese, a cambio de la protección e
instrucción que éste le brindaría. Fue entregado Pedro Pablo Atusparia
a su padrino, el Sr. Alzamora, para que lo adiestrase como tintorero;
aprendió a teñir jergas, bayetas, cordellates y otras telas de lana que se
comercializaban entre los indios de la región. Parece que no llegó,
empero, a saber leer y escribir, puesto que en un documento de 1880,
otra persona firma "a ruego de" Atusparia”. (1)
3. ADOLESCENCIA Y OCUPACIÓN
(3) MAGUIÑA CHANCA, J. Santiago. LA REVOLUCIÓN INDÍGENA DE 1885 EN HUARAZ Y ÁNCASH. Pág. 2
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(Relato de Mateo Alvarón de Marián)
“Pedro Pablo de espíritu inquieto, dinámico, siempre muy afecto a su
tierra adoptiva, no se olvidaba de sus padres, de sus parientes y de sus
amigos de infancia; cada vez que tenía tiempo disponible, siempre
estaba al lado de ellos, ayudándolos en los quehaceres domésticos y
en ratos de descanso, tanto en Tuquipayoc como en Marián, se
confundía con la juventud de su época y vecinos de los caseríos
cercanos, donde por un buen comportamiento era muy digno de
muchas atenciones y gozaba de una gran ascendencia comunal”. (1)
4. MATRIMONIO
“El 9 de octubre de 1869 Pedro Pablo Atusparia se casó con María
Fernanda Yauri. De esta unión nacieron cuatro hijos: Manuel Ceferino,
Victoria, Miguel y Paulina Atusparia Yauri.
De los cuales, Miguel murió muy pequeño. Después ha muerto Don
Manuel Ceferino el 19 de setiembre de 1961, a los 86 años de edad en
la Clínica del hospital Arzobispo Loayza, hoy sus restos reposan en el
cementerio del Baquíjano en el Callao, siendo su última voluntad y
anhelo supremo “Que se erija un monumento a su padre PEDRO
PABLO ATUSPARIA ÁNGELES por haber salvado a Huaraz”. De las
(1) MAGUIÑA CHANCA, J. Santiago. LA REVOLUCIÓN INDÍGENA DE 1885 EN HUARAZ Y ÁNCASH. Pág. 2
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otras dos hermanas, se sabe que recalaron y se establecieron en el
Callao”. (2)
“Atusparia vivió entre Huaraz y el campo. Pronto descolló en su
profesión como dirigente. En 1880 era subinspector de la estancia de
Marián, y tuvo con el agente Manuel Mosquera (que recolectaba leña y
criaba caballos para el ejército) un conflicto que llegó a enfrentamientos
físicos y al poder judicial”. (3)
5. ATUSPARIA ES NOMBRADO ALCALDE
“En una asamblea celebrada en la navidad de 1884 en el atrio de la
iglesia matriz de Huaraz, Atusparia fue elegido por los vecinos como
Alcalde Ordinario del primer distrito de la ciudad, La Independencia. El
primero de enero siguiente él y sus dos "campos" (ayudantes), en una
ceremonia acostumbrada, recibieron de manos del párroco de la
Catedral “San Sebastián”, Dr. Amadeo Figueroa Garitano una capa
negra de terciopelo y una vara de chonta con piezas de plata que
terminaba en una punta esférica con una cruz en la parte superior que
simbolizaba su mando, consagrándolos solemnemente junto a otros
Alcaldes en el altar Mayor de la Catedral San Sebastián de Huaraz”. (4)
(2) Y (4) MAGUIÑA CHANCA, J. Santiago. LA REVOLUCIÓN INDÍGENA DE 1885 EN HUARAZ Y ÁNCASH. Pág. 3
(3) TAMARO, Elena (En línea) Biografías y Vidas. Recuperado de http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/atusparia.htm. Consultado: 13-07-2013
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“A su salida del templo, el flamante Alcalde, sus 2 “campos” y más de
24 Alcaldes, Fiscales, Fiscales Menores y Regidores de estancias o
caseríos vecinos, recibieron un caluroso y merecido aplauso por la
gente arremolinada en las gradas del atrio del referido templo.
En el ejercicio de su delicado cargo, como Jefe único y mandatario del
campesinado, Atusparia con todo empeño empezó a delinear cada
domingo en la Junta General, en el aludido atrio de la iglesia de San
Sebastián de Huaraz, el programa de unos grandes acuerdos para el
resurgimiento y mejoramiento de cada villorrio de cada pueblo de su
jurisdicción.
En medio de sus preocupadas labores a satisfacción de todos los
vecinos de los pueblos aledaños a Huaraz, fue sorprendido como de
costumbre por dispositivos nada edificantes”. (1)
6. EL ATROPELLO DE LOS DERECHOS CAMPESINOS
“Las fuerzas chilenas invadieron nuestro territorio, alentadas por su
prensa y por la educación recibida durante años de preparación
guerrera: “Dejar el Perú militarmente desarmado, es poca garantía”,
decía el diario araucano “El Ferrocarril” del 8 de setiembre de 1880; y
añadía, “es menester herirlo en sus industrias, empobrecerlo,
(1) MAGUIÑA CHANCA, J. Santiago. LA REVOLUCIÓN INDÍGENA DE 1885 EN HUARAZ Y ÁNCASH. Pág. 3
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escarmentarlo en sus soldados y en sus fortunas”. Razón por la cual,
cometieron una serie de vandálicos hechos como el dinamitar las
instalaciones industriales de “Palo Seco”, una de las mejores fábricas
de América del Sur y destruir las maquinarias de pilar arroz del valle el
Santa. Estos actos de torpe prepotencia, significaron destruir los
centros abastecedores de arroz y azúcar del departamento de Áncash,
encareciendo la vida de los pueblos del Callejón de Huaylas. Las
expediciones chilenas a la Sierra de Áncash: Gorostiaga por el Norte
hasta Corongo y de Arriaga persiguiendo a Cáceres hasta Carhuás
sembraron el terror y sus integrantes cometieron infinidad de atropellos
en los indefensos pueblos: impusieron cupos y requisamientos de
animales, alimentos y pañetas, ayudados por las autoridades de Miguel
Iglesias”. (1)
“Eran tiempos complicados. El callejón de Huaylas había sido asolado
por varios de los ejércitos de la guerra con Chile, y los campesinos
habían sido reclutados para las tropas. La última batalla contra los
chilenos, la de Huamachuco, se libró cerca de la región, y a ella fueron
a refugiarse varios heridos y derrotados. Tras la firma de la Paz de
Ancón, en octubre de 1883, se inició el enfrentamiento entre Miguel
Iglesias y Andrés Avelino Cáceres. Algunos ven la rebelión de
Atusparia como parte de esta lucha, de la misma forma que la de Juan
(1) SALAZAR MEJÍA, José. ATUSPARIA Y LA REVOLUCIÓN CAMPESINA DE 1885. Pág. 18
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Bustamante, en 1867, se vio envuelta en la lucha civil entre Prado y
Diez Canseco”. (1)
Al calor de esas guerras "de mistis" (de mestizos y criollos) se abrieron
paso las reivindicaciones campesinas. Así pasó en 1885. Huaraz había
quedado controlada por las fuerzas de Miguel Iglesias. Éste nombró a
Francisco Noriega como Prefecto del departamento. Los vecinos se
hallaban, sin embargo, muy divididos entre caceristas e iglesistas.
Francisco Noriega trató de activar la cobranza de impuestos a fin de
poder realizar una labor de gobierno. A los caceristas, entre quienes
militaría Atusparia, “les supo a chicharrón de sebo”. (2)
Cuando acabo la Guerra del Pacifico, Chile tenía una gran influencia
sobre el Perú al extremo que el Presidente Miguel Iglesias era tildado
de afín al país del sur. La crisis económica de post guerra en el Perú
fue terrible, ya no existía más las minas de salitre, ni el guano de islas.
Fue necesario aumentar los impuestos, y aquellos dirigidos a los
indígenas fueron en moneda (2 soles de plata). La aplicación de esta
medida variaría a lo largo y ancho del Perú, en Huaraz el prefecto
Javier Noriega añadió una contribución adicional en mano de obra
gratuita, conocida como las “republicas”. (3)
(1) Y (2) TAMARO, Elena (En línea) Biografías y Vidas. Recuperado de: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/atusparia.htm. Consultado: 13-07-2013.
(3). “ALIEN” (En línea). PEDRO PABLO ATUSPARIA Y UCHCU PEDRO: LA REBELIÓN DE LOS ANCASHINOS. Recuperado de: http://polidrez.blogspot.com/2010/02/pedro-pablo-atusparia-y-uchcu-pedro-la.html. Consultado: 13-07-2013.
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“Entre los impuestos, el más impopular (en la medida en que afectaba
al grueso de la población) era el de la contribución personal. Había sido
instaurada por el régimen de Piérola en diciembre de 1879, pero la
guerra había vuelto difícil su cobranza. Los chilenos no habían tratado
de levantar el impuesto, optando por cobrar contribuciones sólo a las
ciudades y a la población acomodada. Francisco Noriega trató
asimismo de restaurar los trabajos de "república": una suerte de faenas
comunales por las que los indios debían trabajar en la construcción de
puentes, caminos y otras obras civiles, lo que recordaba la "mita de la
plaza" de los tiempos coloniales.
Los indígenas de la provincia rechazaron el pago de la contribución,
fijada en cuatro soles plata, que equivalían a veinte soles billete, única
moneda que llegaba a sus manos. La imposición resultaba
desmesurada. El 22 de febrero de 1885, Noriega sacó un bando
concediendo un plazo de tres días para el pago de los dos soles de la
primera semestralidad. Bajo la asesoría del abogado Manuel Mosquera,
antiguo prefecto cacerista, se redactó un memorial pidiendo una rebaja
en el impuesto y la suspensión de los trabajos de república. Atusparia
fue el encargado de dar la cara y presentar el documento. Cuando los
indígenas fueron requeridos para ir a recoger paja para arreglar los
techos de las viviendas de Huaraz, Atusparia se negó a dar la orden. El
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Prefecto lo hizo apresar y lo sometió a tortura para que confesase quién
era el verdadero autor del memorial.
Los demás alcaldes indios acudieron a pedir la libertad de su varayoc.
Francisco Noriega había salido de la ciudad y la prefectura quedó a
cargo del subprefecto José Collazos. El subprefecto hizo apresar
también a los demás alcaldes y, como signo de escarmiento, les hizo
cortar las trenzas como en el tiempo de los corregidores; luego los
despachó sin contemplación alguna a su pedido.
Los indígenas no perdonaron esta afrenta y se organizaron en rebelión
para tomar la ciudad de Huaraz, castigar a los vecinos que secundaban
al prefecto Iglesista, saquear las tiendas de los chinos que vendían las
escasas mercancías a precios exorbitantes y liberar a Atusparia. El 2 de
marzo de 1885 comenzó el asedio; iban armados rústicamente, pero
disponían de algunos fusiles que habían quedado de la guerra con los
chilenos, en la que habían servido de "montoneros". La gendarmería de
Collazos intentó rechazarlos, pero al día siguiente cayó la capital del
departamento y Atusparia fue sacado de prisión. Los gendarmes fueron
masacrados.
Aunque los sublevados pidieron a su alcalde tomar el control de la
ciudad, éste declinó y ofreció el cargo al abogado Mosquera, quien sacó
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un pronunciamiento contra Miguel Iglesias. La rebelión se extendió por
la cordillera negra, al occidente del callejón de Huaylas. Fue importante
la labor de Pedro Cochachín, antiguo trabajador minero que había sido
montonero de Cáceres. Ucchu Pedro (como se conocía a Cochachín)
fue el lugarteniente de Atusparia y representó en la rebelión la corriente
radical, que hizo creer a los blancos que estaban frente a una guerra de
castas.
Para el mes de abril la rebelión controlaba todo el callejón. El gobierno
de Miguel Iglesias nombró un nuevo Prefecto, el coronel José Iraola,
quien desembarcó en Casma al mando de dos batallones de infantería,
dos brigadas de artillería, un regimiento de caballería y sendos decretos
suprimiendo la contribución personal y el trabajo de república. Los
rebeldes comenzaron a desbandarse. Un periodista limeño, Luis Felipe
Montestruque, sacó en Huaraz un periódico llamado "El Sol de los
Incas", donde deslizaba la especie que la rebelión se proponía
reinstaurar el mítico Tahuantinsuyo, lanzando también elogios a Andrés
Avelino Cáceres, de quien se esperaba ayuda para los sublevados.
El 4 de mayo el ejército de Iraola recuperó Huaraz tras un sangriento
combate iniciado el día anterior. Atusparia fue herido en una pierna y
se asiló en casa de un español, Julio Aristibel. Iraola le ofreció
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garantías para su vida y se entregó. Ucchu Pedro no acató la
rendición y, al mando de decenas de miles de indios, intentó
recuperar Huaraz el 11 y 12 de mayo; su fracaso se saldó con la
pérdida de muchos de sus hombres. Tomás Romero y Flores, jefe
cacerista, siguió en rebeldía, pero no coordinó sus movimientos con
los de Ucchu Pedro. Entre los días 12 y 23 de mayo, varios alcaldes
indios aceptaron la paz de Iraola. Ucchu Pedro continuó la
resistencia, asediando otras villas del callejón, como Yungay, Caraz y
Carhuás, de donde era originario. En agosto fue capturado y
ejecutado al mes siguiente, junto con centenares de rebeldes.
Una de las primeras cosas que hizo Andrés Avelino Cáceres cuando
tomó la Presidencia en junio de 1886 fue sacar de la cárcel a Pedro
Pablo Atusparia. Lo invitó a Palacio de Gobierno, donde dialogaron
en quechua. El líder de Huaraz, ablandado por el cautiverio, se
mostró arrepentido, mientras el presidente reconoció los abusos que
sufrían los indígenas. Atusparia hizo entonces un ritual conocido y
que escenificaba su sometimiento al nuevo jefe de la nación: le
entregó a su hijo Manuel Ceferino para que lo educase y lo tuviese
bajo su protección. El 15 de junio de 1886 se embarcó para Casma,
de donde tomaría el camino a Huaraz.
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Los alcaldes indios consideraron que Atusparia los había
traicionado. Para ello habría resultado decisiva la campaña de
periodistas locales como César del Río y la restauración de la
contribución personal realizada por el gobierno de Cáceres. Lo
invitaron a un banquete en cuyo transcurso, al parecer, fue obligado
a beber una copa envenenada. Manuel Reina Loli, sin embargo,
cree que Atusparia murió víctima del tifus el 25 de agosto de 1887”.
(1)
7. LA REBELIÓN SEGÚN LOS INVESTIGADORES
“Los investigadores que han estudiado la rebelión de Huaraz la
interpretan de distintos modos. Para algunos fue un movimiento
antifiscal, como otros movimientos indígenas en la historia peruana;
otros estudiosos la vinculan con una reivindicación indígena
antihispana; para ciertos historiadores, por último, fue simplemente un
capítulo de la lucha entre Iglesias y Cáceres.
William Stein concluye en lo siguiente: "El movimiento de Ancash tuvo
mito y fe, pero careció de un programa y una doctrina. (...) El
movimiento no tenía una conciencia unificada de sus objetivos y sus
pretensiones; su comprensión colectiva estaba tan fragmentada como
los heterogéneos elementos que la conformaban." Luego de tomar
(1) TAMARO, Elena (En línea) Biografías y Vidas. Recuperado de: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/atusparia.htm. Consultado: 13-07-2013.
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Huaraz, los sublevados no supieron qué más hacer. Rehuyeron el
poder de esta pequeña ciudad, entregando el mando al abogado
Mosquera, líder de los caceristas. El papel de Mosquera es poco claro.
Hay quienes lo consideran el redactor del memorial presentado a
Noriega e incluso el líder intelectual de la rebelión.
Franklin Pease observa: "De hecho, concurren una serie de factores
en la sublevación. Es importante el reconocimiento de la vinculación
con la propia guerra civil entre iglesistas y caceristas, pero más
resaltante es la capacidad de organización de la población ante el alza
de las contribuciones, fueran éstas en dinero o en trabajo. Se aprecia,
asimismo, una importante alianza entre grupos mestizos e indígenas;
no es la primera vez que ello ocurre, y se ha visto en otras
sublevaciones andinas, coloniales, por ejemplo."
Mark Thurner, por su parte, distanciándose de quienes consideran las
rebeliones indígenas como meras comparsas de las guerras civiles de
los mestizos, argumenta: "Dos conjuntos de causas fueron
fundamentales para la transformación de una protesta esquiva a una
petición legal y a una rebelión abierta en Huaraz. La primera tiene que
ver con la contradicción de una medida tributaria (aunque liberal) como
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la contribución personal, que no conllevaba garantías del Estado para el
acceso indígena a sus parcelas o pastos comunes, convirtiéndose en
una doble imposición con el cobro ilegal que los terratenientes hacían
por el acceso a esos recursos. Esta contradicción, combinada con el
incremento de los trabajos de "república" y con las constantes levas
militares (en una coyuntura en que las economías campesinas
atravesaban serias dificultades) ubicaron a los indios y sus líderes en
una situación explosiva. La segunda, y más decisiva, que determinó el
estallido de la rebelión, fue la combinación de un rechazo terminante a
la petición de los alcaldes, con la humillación a estas personas que eran
sus autoridades. Entonces, los objetivos políticos (tanto campesinos
como caceristas) como la defensa de la ganancia inicial, determinó la
expansión de la insurgencia." En cualquier caso, Atusparia se convirtió
en una figura legendaria local, alrededor de la cual se han compuesto
numerosos huaynos, novelas y obras teatrales”. (1)
(1) TAMARO, Elena (En línea) Biografías y Vidas. Recuperado de: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/atusparia.htm. Consultado: 13-07-2013.
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8. BIBLIOGRAFÍA
a. TAMARO, Elena (En línea) Biografías y Vidas. Recuperado de: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/atusparia.htm. Consultado: 13-07-2013.
b. “ALIEN” (En línea). PEDRO PABLO ATUSPARIA Y UCHCU PEDRO: LA REBELIÓN DE LOS ANCASHINOS. Recuperado de: http://polidrez.blogspot.com/2010/02/pedro-pablo-atusparia-y-uchcu-pedro-la.html. Consultado: 13-07-2013.
c. SALAZAR MEJÍA, José. (1982). ATUSPARIA Y LA REVOLUCIÓN CAMPESINA DE 1885.
d. MAGUIÑA CHANCA, J. Santiago. LA REVOLUCIÓN INDÍGENA DE 1885 EN HUARAZ Y ÁNCASH.
e. MILLA BATRES, Carlos (2004) DICCIONARIO HISTÓRICO Y BIOGRÁFICO DEL PERÚ.