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Módulo: Pensamiento Pedagógico Latinoamericano Clase 2: Educar a los latinoamericanos para la emancipación Parte I: Fuentes de la pedagogía oficial: “La memoria de la que estamos hechos”. (Jesús Martín Barbero, citado por Huergo, en Op. cit.) ¿Cómo están? Nos encontramos en esta segunda parada del viaje. ¿Están listos? Recuerdan que dijimos que no será un recorrido lineal y que tenemos nuestro equipaje cargado con herramientas teóricas que usaremos, como las categorías de discurso, hegemonía, lo latinoamericano, lo popular, el sujeto pedagógico. Tal vez todavía sean categorías complejas para algunos de ustedes, no se preocupen: iremos avanzando entre todos y todas. Dijimos también que la propuesta es un recorte que apenas abre el debate y en absoluto lo clausura, y que elegimos recorrer algunas pedagogías teniendo en cuenta los límites espacio-temporales de este trayecto formativo que, creemos, pueden instalar en nosotros y en nuestras prácticas; esas preguntas y puntos de vista que nos ayuden a reflexionar, a encontrar las huellas que nos modelaron durante nuestra propia trayectoria escolar: los rasgos, tanto positivos como negativos, con que construimos sentido (significamos) como docentes. Son algunas de aquellas propuestas que por equivalencia, identidad o contraste pusieron en diálogo y/o en conflicto el proyecto político regional, y el proyecto educativo. Aquellas que modelaron o cuestionaron el orden social y político dado, el discurso del sentido común de cada época, esas que se hicieron cargo, desde lo político-pedagógico, de los conflictos y proyectos en pugna en la construcción de las sociedades latinoamericanas. Incluso, aquellas que no prosperaron, no construyeron hegemonía pero, sin embargo, dejaron una huella que estamos retomando y resignificando hoy. “No es posible democratizar la enseñanza de un país sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende, su superestructura política.” José Carlos Mariátegui

Pensamiento pedagógico Latinoamericano II

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Pensamiento pedagógico Latinoamericano II

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  • Mdulo: Pensamiento Pedaggico

    Latinoamericano

    Clase 2: Educar a los latinoamericanos para la

    emancipacin

    Parte I: Fuentes de la pedagoga oficial: La memoria de la que estamos hechos.

    (Jess Martn Barbero, citado por Huergo, en Op. cit.)

    Cmo estn? Nos encontramos en esta segunda

    parada del viaje. Estn listos? Recuerdan que dijimos que no ser un recorrido lineal y que tenemos nuestro equipaje cargado con herramientas tericas que usaremos, como las categoras de discurso, hegemona, lo latinoamericano, lo popular, el sujeto pedaggico.

    Tal vez todava sean categoras complejas para algunos de ustedes, no se preocupen: iremos avanzando entre todos y todas.

    Dijimos tambin que la propuesta es un recorte que apenas abre el debate y en absoluto lo clausura, y que elegimos recorrer algunas pedagogas teniendo en cuenta los lmites espacio-temporales de este trayecto formativo que, creemos,

    pueden instalar en nosotros y en nuestras prcticas; esas preguntas y puntos de vista que nos ayuden a reflexionar, a encontrar las huellas que nos modelaron durante nuestra propia trayectoria escolar: los rasgos, tanto positivos como negativos, con que construimos sentido (significamos) como docentes.

    Son algunas de aquellas propuestas que por equivalencia, identidad o contraste pusieron en dilogo y/o en conflicto el proyecto poltico regional, y el proyecto educativo. Aquellas que modelaron o cuestionaron el orden social y poltico dado, el discurso del sentido comn de cada poca, esas que se hicieron cargo, desde lo poltico-pedaggico, de los conflictos y proyectos en pugna en la construccin de las sociedades latinoamericanas. Incluso, aquellas que no prosperaron, no construyeron hegemona pero, sin embargo, dejaron una huella que estamos

    retomando y resignificando hoy.

    No es posible democratizar la enseanza de un pas sin democratizar su economa y sin democratizar, por ende, su superestructura poltica.

    Jos Carlos Maritegui

  • Y sobre todo, las que nos parece que pueden ayudarnos a pensar las complejidades del mundo contemporneo, de los sujetos pedaggicos latinoamericanos del siglo XXI, si es que existe esa categora, pregunta que recorre todo nuestro viaje con el fin de pensar sentidos de futuros posibles, vivibles. O para decirlo en palabras de Adriana Puiggrs (2005),

    Leyendo a Simn Rodrguez se tiene la impresin de haber vivido ese tiempo pero, al reconocer la semejanza de los problemas que plantea con los que nos afectan, se percibe algo tortuoso en la historia de la cultura y la educacin latinoamericanas.

    Vinculndolo con Paulo Freire, se potencia la esperanza y se constituye una masa crtica de cultura pedaggica que nos habilita a pensar las polticas en las cuales inscribiremos la educacin para el presente y el futuro.

    Sin eludir entonces lo tortuoso, como educadores no podemos andar sin esperanza. Para eso, nuestro viaje nos llevar hacia el pasado en esta primera parada.

    Mirar lo ajeno, ignorar lo propio: reprimir el conflicto, ocultar las diferencias

    Entendemos que hay una matriz de las fuentes de la pedagoga oficial, modelada partir de tradiciones que se originaron en la Modernidad Europea, el Positivismo, etctera. La cita de la cancin de Charly Garca alude en forma potica a ese rasgo que se impuso en los modelos pedaggicos triunfantes: lo mejor era importar un modelo extranjero (europeo o norteamericano, como lo hara Sarmiento) para un sujeto imaginario que se construira a partir de ese proyecto educativo, hijo del contractualismo, del iluminismo, de los padres del Oratorio y otras fuentes. Esto fue de la mano del proceso de organizacin nacional posterior a las luchas por la independencia, y al fracaso del proyecto de la Patria Grande que termin fragmentada. Justamente lo que teman los lderes de la revolucin emancipadora americana: San Martn, Bolvar, Sucre, Monteagudo, O'Higgins, Belgrano, entre

    otros. Son pedagogas, en consecuencia, asociadas a un modelo institucional de raigambre liberal y positivista, que crece de la mano del desarrollo del capitalismo y que reserva para nuestro pas -y gran parte de la regin- una propuesta de desarrollo agro-exportador, dependiente de los centros europeos de poder.

    Qu lugar habra all para los sujetos, para alojar la diversidad de matrices culturales de los pueblos americanos? Qu lugar para sus lenguas, prcticas, las expresiones de las culturas populares, los sistemas de transmisin de saberes? Qu consideracin respecto al rol de la educacin en relacin con el trabajo, los derechos polticos?

    Es decir, hubo proyectos polticos en pugna que imaginaban distintos horizontes para Amrica Latina y conceban de distinta manera a la poltica, a la economa y a la educacin.

    Huellas en el mar sangre en nuestro hogar tenemos que ir tan lejos para estar ac, para estar ac.

    Charly Garca, Plateado sobre plateado, Huellas

    en el mar

  • El proyecto educativo sarmientino, influido por los modelos europeos, pensaba un proyecto de pas dependiente, donde la educacin propona un conocimiento individual, aislado, enciclopdico, de repeticin; donde los contenidos eran universales y dejaban afuera los saberes del trabajo y las culturas populares; o, como veremos en Simn Rodrguez que, aunque era gran admirador de Francia, crea que la educacin americana deba estar al servicio de un proyecto poltico propio: el O inventamos o erramos, que ser retomado cien aos despus por el peruano Maritegui y el boliviano Elizardo Prez.

    No podemos hacer ac un desarrollo de las principales caractersticas de estas fuentes oficiales, pero s una simplificacin forzada. De modo que podramos sintetizarlas en:

    Propuestas fundadas en una perspectiva de la educacin al servicio del disciplinamiento social.

    Las escuelas se planifican como instituciones cerradas, al servicio del orden, como una suerte de laboratorios que protegen a los nios (las nias, vale la pena recordar, sern incorporadas mucho ms tarde a la vida escolar). De qu se los protege? Del mundo, del trabajo, de la vida poltica, de la

    sexualidad, de la dimensin corporal.

    El conocimiento se construye all verticalmente y la figura del maestro y sus prcticas se vinculan con un ideal que privilegia la enseanza racional de los contenidos (y deja afuera, a la vez, otros saberes ajenos a la lgica cartesiana);

    el carcter utilitario por sobre la reflexin (al servicio de un modelo econmico capitalista); el control y disciplinamiento de la vida sensible y placentera. Un escritor ingls que ironizara al respecto del racionalismo, Oscar Wilde, dir de manera provocativa, que Todo arte es completamente intil, de modo que la actividad creativa, artstica, los lenguajes y prcticas que no producen un beneficio econmico directo sern aisladas de la vida escolar. Y eso incluye, desde ya, las expresiones de las culturas populares latinoamericanas, las tradiciones orales, lo que en la primera clase llamamos lo popular, se acuerdan?

    En la pedagoga oficial hegemnica (ac aparece entonces nuestra categora de hegemona!) observamos, tambin, el pensamiento contractualista: nombre derivado de contrato social, que sirve como mito organizador de una sociedad que no reconoce el conflicto social. Si buscamos la huella o equivalencia discursiva actual, podemos encontrar un eco en la palabra consenso y dilogo, como equivalentes a la ausencia de conflictos en las relaciones polticas y educativas. Al mismo tiempo, se asocia todo conflicto como una anormalidad que debiera corregirse, ocultarse o reprimirse.

  • Sombra terrible de Sarmiento, voy a evocarte

    Curiosamente, el modelo pedaggico que impondr Sarmiento triunfa asociado a un proyecto poltico (que en Argentina conducen Mitre, Sarmiento, Roca) y que solucionar los conflictos no justamente con el dilogo civilizado, sino a sangre y fuego, como se expuso en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) contra el pueblo paraguayo o en la conquista y anexin de los territorios de los pueblos originarios, llamada justamente -y no de manera casual- Campaa al desierto (1879), que involucr a varios pueblos originarios.

    Los y las invitamos a recorrer los grabados de Cndido Lpez sobre la guerra contra el pueblo paraguayo. Tambin podrn visitar la pgina oficial de Guerra Guas, una realizacin de la TV Pblica sobre el tema.

    Es interesante este punto ya que si se analizan diarios de la poca opositores a Roca, se burlan de esta nominacin y denuncian que la expedicin de Roca solo tiene por fin el lucro y la expropiacin de las ricas tierras con las que enriquecer a su familia y a sus aliados polticos. El diario La libertad del 5 de mayo de 1879

    afirmaba: Qu gloria podra reclamar el General Roca por el hecho de ir a pasear a un campo conquistado. (Valko, 2014: 145) Los dueos originales y legtimos ya haban sido mayoritariamente derrotados por exterminio, enfermedad, explotacin o sus combinaciones.

    Para pensar

    Aqu podemos recuperar la categora discurso y analizar cmo el discurso escolar, desde entonces hasta ahora, sigue afirmando esa manera de nombrar. Y el discurso educativo, que va ms all del escolar, la refuerza en monumentos; homenajes en nombres de calles, pueblos, ciudades, billetes: todos significantes que educan y construyen hegemona de sentidos. Lo observan? Campaa o Expedicin al desierto de Roca: por un lado, oculta el genocidio previo, pues se marcha a un desierto que no haba estado tan desierto; esconde las motivaciones econmicas con argumentos engaosos acerca de la seguridad: la campaa, se dice, es para proteger a la poblacin -blanca y urbana- de la violencia de los malones. Pero, cmo se justifican la apropiacin y reparto de las

    tierras de los araucanos, tehuelches, ranqueles, entre otros? Si es un desierto, no existen, no estn. Si son indios, no son ciudadanos. Por lo tanto, no es un robo, no hay crimen, no es delito.

  • Vemos, en este ejemplo, una vez ms cmo el lenguaje nunca es neutro y el discurso opera en todas las prcticas portadoras de sentidos. Si observamos a nuestro alrededor, en nuestras escuelas, o pueblos, o ciudades, seguramente encontraremos otros ejemplos de este discurso hegemnico oficial. La ms cercana y tristsima experiencia de Malvinas puso al desnudo cmo el aparato comunicacional de un gobierno dictatorial minti y ocult no solo los motivos, sino tambin el curso y resultado de la guerra. Para que estas prcticas se sostengan tambin en el discurso escolar es necesario que las pedagogas crticas no se difundan, no penetren en la formacin de los docentes. Por eso, Rodrguez ser

    descalificado como borracho, loco, etctera.

    Pero volvamos al pensamiento iluminista que separa la claridad (luces de la razn) de la oscuridad y confusin de las culturas populares, justificando la necesidad de racionalizar a la vez que organizar racionalmente la vida social cotidiana a los fines de arribar a una vida feliz. Ante el orden del contrato social emerge el conflicto, la confusin, lo irracional, las ideologas como proyectos

    civilizatorios o modernizadores; van produciendo un pnico hacia el crecimiento de la irracionalidad del alma colectiva, como por ejemplo, en Sarmiento, quien expresa su temor en Educacin Popular (Sarmiento, 1988) hacia esas hordas indisciplinadas, herencia de nuestro mestizaje americano. (Huergo, 2013)

    Los argumentos para este mismo rechazo aparecern frente a otros proyectos poltico-pedaggicos populares, como veremos en las prximas clases.

    Antes de continuar el viaje hacia tierras venezolanas y al siglo XIX, hacemos una pausa ac para reflexionar juntos:

    Qu huellas les parece que persisten de estas pedagogas oficiales en nuestras prcticas escolares? Se les ocurre algn ejemplo?

    Parte II: Las huellas de Sarmiento y la educacin de los olvidados de Simn Rodrguez

    Seguimos?

    Ustedes notarn que la cita corresponde a un poeta chileno recientemente fallecido, Pedro Lemebel. Justamente porque el discurso potico, como el del

    rock, el tango u otras expresiones culturales tambin estn impregnados de las huellas de estas pedagogas, de estas ideas que vamos recorriendo. Simn Rodrguez y Pedro Lemebel tienen, a nuestro criterio, un parentesco comn: la preocupacin por aquellos a quienes el venezolano llamaba los desarrapados. Es decir, un sujeto cultural distinto al que

    [...] Hay tantos nios que van a nacer//Con una alita rota

    Y yo quiero que vuelen

    compaero//Que su revolucin

    Les d un pedazo de cielo rojo//Para que puedan volar.

    Fragmento de Manifiesto, Pedro Lemebel, 1986

  • pretende, aos despus, construir Sarmiento, no les parece?

    La verdad es que a Sarmiento no hay forma de eludirlo si queremos hablar de las pedagogas latinoamericanas. Es el significante de la sombra terrible, tal vez, para nosotros en este viaje. Pensemos lo que pensemos de su compleja obra poltica, educativa, militar, de su vasta produccin como escritor y periodista: si hay una matriz que ha dejado profundas marcas es la sarmientina. De modo que no tendremos una clase sobre Sarmiento, sino que intentaremos ir ponindolo en dilogo con los referentes que conoceremos en el viaje, porque de un modo u otro

    todos estn vinculados: por identificacin, oposicin, rechazo... Y porque creemos que nosotros mismos estamos modelados de un modo u otro por sus ideas y prcticas. Nos parece que debemos hacer lugar en el discurso, en este espacio, a las contradicciones que nos constituyen, no para auto-flagelarnos cuando descubrimos en nuestra tarea docente rasgos de tradiciones autoritarias o discriminatorias, sino para reconocerlas y contrastarlas con la perspectiva del derecho a la educacin que est en la base de las sociedades democrticas que

    estamos construyendo en el continente. Pocas figuras han prevalecido con la potencia de esta, precisamente porque la hegemona del sistema escolar ha sido sarmientina en sus orgenes. Pero incluso considerando la complejidad de este referente y su indudable importancia, cabe preguntarnos: por qu seguimos ignorando las alternativas pedaggicas latinoamericanas que tienen tanto para ensearnos para el hoy y para el futuro?

    Es importante que nos formulemos este tipo de preguntas, incluso tal vez sea ms importante el formulrnoslas que las posibles respuestas.

    Veamos en esta parada del viaje qu tipo de preguntas nos propone la pedagoga de Simn Rodrguez, maestro de Simn Bolvar.

    Como dijimos en la primera clase, nuestro viaje no es lineal y el dilogo que les

    proponemos es abierto para dar lugar a diversos universos vocabulares. Universos vocabulares? Cuando lleguemos a Freire retomaremos esa categora.

    Antes de seguir con Rodrguez, revisemos el equipaje, nuestras categoras del marco terico que usamos en la Clase 1: discurso, hegemona, sujeto pedaggico; veremos que gran parte de la

    institucionalidad, el discurso educativo y los rituales escolares estn organizados en torno a la figura del sanjuanino. Incluso en esos otros lenguajes que forman parte del discurso educativo -recuerden que Laclau (2014) nos dice que es toda prctica es significante- como es la arquitectura escolar, los emblemas, las estatuas, las representaciones plsticas, el calendario escolar; Sarmiento sigue teniendo una presencia central, no es as? Cuntos bustos de Sarmiento en nuestras escuelas y cuntos de

    Simn Rodrguez?

  • El proyecto original de Rodrguez: educar a los desaparrados

    Este viaje que planteamos al comienzo del Mdulo emula un viaje que realizara Simn Rodrguez con Simn Bolvar al viejo continente. Nos parece que sus ideas nos permiten pensar a cada uno de los dems referentes que conoceremos y, sobre todo, pensar nuestro presente latinoamericano. Las ideas de Rodrguez estuvieron marcadas por el sentido educativo que le otorgaba a los viajes: era necesario experimentar y conocer los paisajes, las culturas, mediante los sentidos: ver, or,

    tocar e incluso oler las distintas realidades. Luego de su viaje con Simn Bolvar, Rodrguez desarrolla su vasta tarea pedaggica y el proyecto de educacin popular. Muchas de sus propuestas, apreciaciones y debates estn expuestos en sus Cartas, y es un gnero que les proponemos para su Trabajo Integrador Final.

    Los invitamos a ver el siguiente video de Calle 13, Latinoamrica, que rescata la potencia de lo latinoamericano y la revalorizacin de nuestras luchas contra la colonizacin cultural.

    https://www.youtube.com/watch?v=DkFJE8ZdeG8

    Simn Rodrguez fue un pedagogo que estuvo

    fuera de su tiempo. Tanto revolucionaba e

    incomodaba su pensamiento que no ser hasta

    los ltimos aos que se empezar a recuperar

    su legado intelectual en Amrica Latina. Al

    contrario de lo que ocurri con Sarmiento,

    como sealamos. El maestro solo era recordado

    en su Venezuela natal, donde recibi

    permanentemente su merecido homenaje y fue

    masivamente conocido por haber sido el

    maestro del Libertador Simn Bolvar e influir

    en sus ideas emancipatorias durante la lucha

    por la Independencia de nuestros pueblos, ni

    ms ni menos. Pero no haba logrado franquear las puertas de la Patria Grande.

    El objeto del autor, tratando de las sociedades americanas, es la educacin popular, y por popular

    .entiendejeneral. []

    La Sabidura de la Europa y la prosperidad de los Estados unidos son dos enemigos de la libertad de pensar, en Amrica.

    Simn Rodrguez, Tratado sobre las luces y las virtudes sociales (1840)

  • En el siguiente video -material producido por el INFD, para el Seminario Pensamiento Poltico-pedaggico latinoamericano y Educacin, 2012- Carla Waisnztok analiza el pensamiento de Simn Rodrguez.

    https://www.youtube.com/watch?v=HyScqUXv_VQ

    Reparen en cmo la entrevistada pone el nfasis en la "comunidad", la "ternura" (volver a unir cuerpos con razn) en las pedagogas latinoamericanas, en el formar

    pueblos; "en los nios pobres est la patria" como pedagoga de la inclusin.

    Ensear divirtiendo

    Como muchos de los patriotas americanos que lideraron el proceso emancipatorio, a partir de la influencia del Emilio, de Rousseau (1759), Simn Rodrguez desarrolla una revolucionaria concepcin de lo que deba ser el modelo educativo de las nacientes naciones americanas. El mismo Bolvar, en carta al General Santander en 1824, deca que su maestro enseaba divirtiendo. Este espritu, que intentaba romper con las rgidas costumbres educativas del colonialismo espaol, se reflejar en toda la obra y el pensamiento de Simn Rodrguez.

    Y qu tipo de prcticas educativas eran las que Bolvar calificaba como divertidas?

    Sus prcticas e ideas educativas poseyeron varias caractersticas novedosas:

    En primer lugar, la certeza de que el trabajo educativo requiere de una atmsfera propicia, capaz de facilitar los espacios para la comunicacin. Un espacio pedaggico que se construye; construirlo significaba progresar en la mutua comprensin, en ese proceso de entre-aprendizaje, al que aluda don Simn Rodrguez.

    Otra cuestin es el valor que le otorga al coaprendizaje, al partir de una fuerte crtica al sistema lancasteriano debido a su mtodo memorista y a su rgida disciplina. La clave pasa por lo compartido, por lo que puede ser aprendido de y con los dems. Vale decir: resulta imposible el interaprendizaje si se parte de una descalificacin de los otros.

    Conocen las ideas lancasterianas? Les recomendamos ampliar leyendo el artculo de Gregorio Weinberg que mencionamos en la bibliografa.

    Ahora s, volvamos a las ideas de coaprendizaje de Rodrguez. Es imposible

    aprender de alguien en quien no se cree, dice el maestro. De espritu russoniano,

  • Rodrguez consideraba que los nios deban preguntar y no repetir para obedecer a la razn y no a la autoridad. Ya ac tenemos un primer rasgo de la consideracin del sujeto latinoamericano que propona la pedagoga de este maestro: un sujeto crtico que deba y poda interrogar/se. Por eso impuls la interrogacin mediante una pedagoga de la pregunta, precursora de la de Paulo Freire, a quien tambin estudiaremos ms adelante. As que tenemos, adems de esta concepcin fundada en el interaprendizaje, el coaprendizaje y la pedagoga de la pregunta, una educacin que enaltece la sensibilidad:

    Pierden los nios el tiempo / leyendo sin boca y sin sentido / pintando sin mano y sin dibujo / calculando sin extensin y sin nmero. La enseanza se reduce fastidiarlos / dicindoles, cada instante y por aos enteros, / as.---as---as y siempre as / sin hacerles entender/ por qu ni con qu finno ejercitan la facultad de pensar, y / se les deja o se les hace / viciar la lengua y la mano que sonlos dotes ms preciosos del hombreNo hay inters, donde no se entrev el fin de la accin Lo que no se hace sentir no se entiende, y lo que no se entiende no interesa. (Rodrguez, 1954: 210).

    Algunas de las ideas que nos interesa destacar tienen que ver con la construccin de un horizonte poltico-econmico para las sociedades latinoamericanas, los que Rodrguez cree que la educacin puede contribuir a lograr. Piensa que la planificacin ayudar a formar ciudadanos y, en esta categora, incluye a todos: negros, indios, pobres para que estos configuren una burguesa nacional y una clase dirigente. Se dan cuenta? Quizs en este ltimo enunciado encontremos la clave de que a Rodrguez se lo catalogara como loco, borracho, embaucador. Propone incluir y formar ciudadanos mediante la educacin para quienes, para muchos de sus contemporneos habituados al discurso hegemnico, eran inferiores, peligrosos, ignorantes y agresivos!

    Sarmiento nos dice que son brbaros, salvajes. Recuerdan la categora discurso hegemnico? Otras pocas los llamarn cabecitas negras o utilizarn (y utilizan an) el indio, o el negro como sinnimos de bruto, ignorante, atrasado. Entonces, Rodrguez no solo se opona a excluir a este sujeto latinoamericano diverso de la educacin, como propone Sarmiento, sino que tampoco los considera peligrosos, agresivos o ignorantes, sino que, por el contrario, cree que son la base para la construccin de sociedades ms democrticas, justas y ricas. En palabras de otras pocas, tal vez podramos decir sociedades menos dependientes (del capital extranjero) y ms justas, en cuanto a la distribucin de riquezas materiales y simblicas, y en cuanto al ejercicio de los derechos. Pero claro, estaba la cuestin del poder...

    Educacin emancipadora, economa dependiente? Vinculaciones entre proyecto poltico y educativo

    Es decir, su proyecto no solo era distinto en cuanto a los contenidos o la articulacin de los sujetos que pensaba, sino tambin por el horizonte propuesto y el rol que le daba a la educacin en trminos polticos y econmicos. Por ejemplo, influenciado por las ideas liberales de la poca, pero adaptndolas a las necesidades americanas, propone un capitalismo cooperativo y, para eso, considera

    la necesidad de llevar adelante una revolucin econmica que sostuviera la

  • revolucin poltica. En ese marco, imagina escuelas de agricultura y maestranza, extendidas a las provincias, con contenidos opuestos a los del mtodo lancasteriano. (Puiggrs, 2011: 57)

    Como podemos ver, disputa con el modelo econmico explotador. En ese sentido, podemos ver una coincidencia con Alberdi, quien tambin se opondr a la Guerra al Paraguay (1875-1870) que encabezan Mitre, Sarmiento, etc., porque ve en esa repblica justamente el modelo a seguir. Se acuerdan que en nuestra primera clase hablamos de la importancia de vincular el proyecto educativo con el proyecto

    poltico-econmico hegemnico? Es el propio Mitre quien sostendr en sus Arengas de 1898: "En la guerra del Paraguay han triunfado no slo la Repblica Argentina sino tambin los grandes principios del libre cambio. Cuando nuestros guerreros vuelvan de su campaa, podr el comercio ver inscripto en sus banderas victoriosas los grandes principios que los apstoles del libre cambio han proclamado". Ac Mitre reconoce que el genocidio perpetrado sobre el pueblo paraguayo tiene objetivos comerciales, econmicos.

    Las ideas de Rodrguez no pueden prosperar por s solas y el fracaso del proyecto bolivariano clausur, de algn modo, su destino. Del mismo modo, la destruccin del Paraguay industrialista y autnomo hizo posible el triunfo del modelo institucional que proponan los polticos de la generacin del 80, como Sarmiento. Un modelo latinoamericano donde los ferrocarriles, las industrias, la cultura y la educacin fueron desarrollados de manera deliberadamente desconectada. (Puiggrs, 2011, 55). La masacre del pueblo paraguayo fue el costo que se pag para imponer un modelo que ha tenido consecuencias nefastas para ese pas hasta la actualidad, pero tambin para el resto de las naciones latinoamericanas, cuyas dirigencias triunfantes derrotaron esa construccin democrtica, republicana y de avanzada que creca en el corazn de Sudamrica.

    Qu lugar haba para las ideas de Rodrguez? ste crea que la instruccin deba estar al servicio de formar ciudadanos (poltica democrtica y participativa), formar para el trabajo (economa industrialista americana) e integrar los saberes de las diversas culturas como bases de un proyecto poltico que supona una sociedad democrtica popular, que integrara a los indgenas, los negros, los pobres, las mujeres, como ciudadanos con plenos derechos. Si se formaban para el trabajo, se trataba de una economa donde la prioridad no era la explotacin de la riqueza existente por parte de los terratenientes que se haban apropiado de esos bienes mediante la guerra y la matanza, sino la generacin de riquezas industriales por medio del trabajo productivo, como por ejemplo, planteaba Alberdi. (Puiggrs, 2011: 55).

    Para Rodrguez, entonces, la educacin deba estar destinada a la poblacin pobre y marginada, y en su pensamiento no haba lugar para considerarlos diferentes a los ricos, en cuanto a capacidad intelectual y a los derechos de acceso a la educacin, al resto de la poblacin. "Los negros, los indios, los pobres, los que no tenan condiciones legales para ser electores ni candidatos a ser elegidos, por falta de instruccin, deban constituir la base de un sistema educativo que jugara para una democracia que el maestro de Bolvar soaba popular." (Puiggrs, 2005:44)

  • Traten de ubicarse en la poca, todava haba esclavitud de negros e indios en muchas regiones americanas! Rodrguez reclamaba por el conjunto de lo que hoy llamamos minoras; los quera todos juntos para trabajar con ellos, para educarlos y compartir la experiencia de aprender. Los llamaba los desarrapados.

    Mientras Sarmiento imaginaba a la instruccin pblica como una preparacin para la participacin en la sociedad institucional, Rodrguez, por el contrario, conceba la unidad entre sujeto cultural, educativo y poltico. No crea que la escuela era una preparacin para ni que deba ser ese mbito cerrado y protegido del que hablamos antes; Rodrguez est convencido de que la experiencia social y poltica es hoy (en el presente) y la hacen los sujetos polticos, en este caso, los pobres. Por eso () sus contemporneos primero lo acusaron de borracho, de loco, de embaucador (Puiggrs, 2005: 51). Les molestaba que pusiera energas en los pobres, los indios y los negros; pero ms les molestaba que pensara que, a travs

    de su instruccin, se iban a formar como ciudadanos e iban a poder ascender en la escala social. Reconocen rasgos de este discurso educativo en el presente?

    Para preguntarse

    En cada momento de la larga historia de la educacin podemos

    detenernos a pensar en sus desarrapados, en qu los define, qu los incluye o los excluye. Quines son los desarrapados de la educacin actual?

    El mtodo lancasteriano y el co-aprendizaje

    En tiempos de Rodrguez, se expanda con gran xito por Amrica Latina el mtodo lancasteriano. Lo conocen? Importado de Inglaterra, representaba la mayor economa de esfuerzos en la educacin masiva de los nios y jvenes que la revolucin industrial necesitaba. Un maestro y alumnos destacados ocupando el lugar de monitores permitan educar a cientos de nios en un mismo momento. Era efectivo, veloz y fundamentalmente barato. Rodrguez denostaba ese mtodo de enseanza. Por qu? Rechazaba cualquier abordaje pedaggico que tuviera como base la repeticin memorstica y defenda el co-aprendizaje. El co-aprendizaje, que consiste en aprender de los otros y con ellos, tambin estimulaba permanentemente la pregunta, la curiosidad, el deseo de saber y conocer. La pedagoga de la pregunta, que mucho tiempo despus reaparecer en Paulo Freire, fue uno de los pilares planteados por Simn Rodrguez.

    Para Rodrguez la educacin no deba ser teorizante, memorstica, repetitiva. Crea en la vinculacin con el trabajo (es decir, con el mundo, una escuela abierta muy distinta a la del proyecto iluminista racionalista), con el hacer, con la experiencia. Vale la pena detenernos ac para confrontar con nuestro presente y cmo nos cuesta -incluso hoy- recuperar en nuestras prcticas docentes el valor educativo a partir de las subjetividades, de las experiencias, tanto de nuestros alumnos como propias y, sobre todo, de aquellas que ocurren por fuera de la escuela. O acaso no

  • reconocemos, a veces, en nosotros mismos una mezcla de miedo, de rechazo a las prcticas culturales de nuestros estudiantes?

    Quizs, como en ocasiones no comprendemos sus gustos culturales, su universo vocabular, el lenguaje de los cuerpos, la esttica del vestuario, de maquillaje, los tatuajes, etctera, nos asustamos o caemos en actitudes de rechazo hacia nuestros estudiantes, que se emparentan ms con nuestra ignorancia que con un compromiso pedaggico con el aprendizaje y la enseanza, les ha ocurrido? Rodrguez acude entonces en nuestra ayuda.

    A sus desarrapados les enseara a trabajar para que formaran una sociedad prspera e industriosa. Sin embargo, ese fue uno de los factores por los cuales fue perseguido y obligado al olvido. Pero el proyecto de Simn no era marginal. De haberlo sido, no hubiera alterado los nervios de tantos polticos, vecinos notables, generales y curas poderosos. Su carcter subversivo no est en la eleccin de un sujeto descalificado por las clases acomodadas y dirigentes para desarrollar su

    tarea pedaggica(Puiggrs, 2005: 59). Su postura frente a la educacin y el trabajo atentaba contra la postura de terratenientes y privilegiados que quera contar con una masa de personas fciles de dominar y controlar.

    Para Rodrguez, la escuela no era un agente disciplinador y hegemonizador, ni estaba al servicio del orden capitalista, como fue para Sarmiento. Para l, por el contrario, la escuela deba propiciar el crecimiento, la promocin de los sectores

    populares.

    Para cerrar el apartado sobre Simn Rodrguez, recuperemos la cuestin de la hegemona. El proyecto de Rodrguez no fue hegemnico. No logr articular todas las demandas aunque, paradjicamente, se diriga hacia todas las voces. Pero el poder no se reparte en todas las manos sino en pocas, y esas pocas fueron las que eligieron una educacin centralizada. Sus ideas, sin embargo, sern retomadas por

    otros referentes latinoamericanos que, con sus identidades y matices, han tenido en comn la resistencia y el rechazo de los sectores ms conservadores del continente, que han podido vislumbrar en ellas, con verdadera astucia, la potencia emancipadora de la educacin para los

    Para reflexionar:

    En el fondo, lo imperdonable en el alegato de Rodrguez es que cree profundamente en la igualdad de los hombres y, a diferencia de los republicanos conservadores y de los positivistas, incluye, en esa igualdad, al pueblo iberoamericano." (Puiggrs, 2005:100)

    Hasta la prxima clase!

  • BIBLIOGRAFA

    Bibliografa y materiales obligatorios

    Weinberg, Gregorio, Las ideas lancasterianas en Simn Bolvar y en Simn Rodrguez, Congreso de la Repblica de Venezuela, Caracas, junio-julio 1983. Recuperado de: http://goo.gl/qLyRLv, sitio consultado agosto 2013.

    Waisnztok, Carla, video que analiza el pensamiento de Simn Rodrguez, INFD, 2013. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=HyScqUXv_ VQ&list=UUabanzP5CB2EIr7TT8LnCqg

    Bibliografa consultada y citada, materiales complementarios

    Huergo, Jorge, Seminario Pensamiento Poltico pedaggico latinoamericano,

    INFD, 2013. Bolvar, Simn (1950), Obras Completas, 3 Vols. La Habana, Lex. Laclau, Ernesto, Los fundamentos retricos de la sociedad, FCE, Buenos Aires,

    2014, pg. 83. Puiggrs, Adriana (2005), De Simn Rodrguez a Paulo Freire, Bogot, Premio

    Andrs Bello 2004. Puiggrs, Adriana Historia de la Educacin Argentina, Tomo 1: Sujetos,

    disciplina y currculum en el sistema educativo argentino, Buenos Aires, Galerna, 1990.

    Rodrguez, Simn (1954), Escritos de Simn Rodrguez, 3 vols., Caracas, Imprenta Nacional.

    Rodrguez, Simn Escritos de Simn Rodrguez, 3 vols. Caracas, Imprenta Nacional, 1954.

    Rodrguez, Simn, Cartas, Universidad Nacional Experimental Simn Rodrguez, UNESR, Caracas, Venezuela, 2001. Recuperado

    de: http://goo.gl/PwWUdN, consultado febrero 2015. Rodrguez, Simn (1975), Obras Completas, Caracas, Ediciones Arte. Valko, Marcelo, Pedagoga de la desmemoria. Prlogo Osvaldo Bayer, Pea

    Lillo, Buenos Aires, 2014. Rodrguez, Simn, Sociedades americanas, Fundacin Biblioteca Ayacucho,

    Caracas, 1990, en Fundacin Biblioteca Ayacucho Repblica Bolivariana de Venezuela, consultado noviembre 2014. http://www.scielo.org.co/pdf/rhel/v13n17/v13n17a03.pdf

    Las imgenes utilizadas fueron tomadas de https://www.flickr.com/ bajo licencia

  • SITIOS DE INTERS

    Sitios de inters:

    Biblioteca Nacional de Maestros Ministerio del Poder Popular para la Educacin Repblica Bolivariana de

    Venezuela

    Universidad Nacional Experimental Simn Rodrguez

    Cmo citar este texto:

    rea de Derechos Humanos y Pedagoga de la Memoria, INFD (2015). Pensamiento

    Pedaggico Latinoamericano: Clase 02: Educar a los latinoamericanos para la

    emancipacin. Buenos Aires: Ministerio de Educacin de la Nacin.

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