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1 PERSONAJES DEL SUR (ARAFO): DON MARIO MARRERO FARIÑA (1923-2015), COMERCIANTE, VOCAL DEL CASINO “UNIÓN Y PROGRESO”, SECRETARIO DEL “C.L. CHIMISAY”, ÁRBITRO Y DELEGADO DE LA ZONA SUR DE LUCHA CANARIA, PRESIDENTE DEL “C.F. ARAFOY DEL CENTRO CULTURAL Y DE RECREO, PRIMER TENIENTE DE ALCALDE, SECRETARIO, DIRECTOR Y DIRECTOR HONORARIO DE LA SOCIEDAD FILARMÓNICA “NIVARIAE HIJO PREDILECTO DE ARAFO, DONDE DA NOMBRE A UNA CALLE 1 OCTAVIO RODRÍGUEZ DELGADO (Hijo Adoptivo de Arafo) [blog.octaviordelgado.es] Hace un mes nos dejó un ilustre músico arafero, don Mario Marrero Fariña. Durante casi medio siglo fue el pilar que sustentó como director la brillante trayectoria de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, en la que se inició como músico, fue secretario y a la que estuvo ligado durante toda su vida, los últimos años como Director Honorario, pero siempre se dedicó a la música de forma gratuita. Por ello, se ganó la vida con un molino de gofio y un comercio de comestibles. Además, a lo largo de su vida desarrolló una destacada actividad social, deportiva y política, pues fue vocal del Casino “Unión y Progreso”, secretario del “C.L. Chimisay”, árbitro y delegado de la Zona Sur de Lucha Canaria, presidente del “C.F. Arafo” y del Centro Cultural y de Recreo, y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento. Todo ello, sin ninguna duda, le hicieron merecedor de los premios “Ajafoña” y “Añavingo” del Centro Cultural y de Recreo de dicha villa, así como del título de Hijo Predilecto de Arafo, donde también da nombre a una calle, por acuerdo unánime del Ayuntamiento. Don Mario Marrero Fariña. A la izquierda, en 1952, siendo aún instrumentista de la “Nivaria”. 1 Sobre este personaje puede consultarse también el libro de este mismo autor: La Sociedad Filarmónica “Nivaria” de Arafo (Banda de Música). 150 años de historia (1860-2010). 2010. Págs. 460-470. Con posterioridad, la reseña biográfica se ha visto enriquecida con nuevos datos.

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PERSONAJES DEL SUR (ARAFO):

DON MARIO MARRERO FARIÑA (1923-2015), COMERCIANTE , VOCAL DEL CASINO “U NIÓN Y PROGRESO”, SECRETARIO DEL “C.L.

CHIMISAY ”, ÁRBITRO Y DELEGADO DE LA ZONA SUR DE LUCHA CANARIA , PRESIDENTE DEL

“C.F. ARAFO” Y DEL CENTRO CULTURAL Y DE RECREO, PRIMER TENIENTE DE ALCALDE , SECRETARIO, DIRECTOR Y DIRECTOR HONORARIO DE LA SOCIEDAD FILARMÓNICA

“N IVARIA ” E HIJO PREDILECTO DE ARAFO, DONDE DA NOMBRE A UNA CALLE1

OCTAVIO RODRÍGUEZ DELGADO

(Hijo Adoptivo de Arafo) [blog.octaviordelgado.es]

Hace un mes nos dejó un ilustre músico arafero, don Mario Marrero Fariña. Durante casi medio siglo fue el pilar que sustentó como director la brillante trayectoria de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, en la que se inició como músico, fue secretario y a la que estuvo ligado durante toda su vida, los últimos años como Director Honorario, pero siempre se dedicó a la música de forma gratuita. Por ello, se ganó la vida con un molino de gofio y un comercio de comestibles. Además, a lo largo de su vida desarrolló una destacada actividad social, deportiva y política, pues fue vocal del Casino “Unión y Progreso”, secretario del “C.L. Chimisay”, árbitro y delegado de la Zona Sur de Lucha Canaria, presidente del “C.F. Arafo” y del Centro Cultural y de Recreo, y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento. Todo ello, sin ninguna duda, le hicieron merecedor de los premios “Ajafoña” y “Añavingo” del Centro Cultural y de Recreo de dicha villa, así como del título de Hijo Predilecto de Arafo, donde también da nombre a una calle, por acuerdo unánime del Ayuntamiento.

Don Mario Marrero Fariña. A la izquierda, en 1952, siendo aún instrumentista de la “Nivaria”.

1 Sobre este personaje puede consultarse también el libro de este mismo autor: La Sociedad

Filarmónica “Nivaria” de Arafo (Banda de Música). 150 años de historia (1860-2010). 2010. Págs. 460-470. Con posterioridad, la reseña biográfica se ha visto enriquecida con nuevos datos.

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Nuestro biografiado nació en Arafo el 21 de octubre de 1923, a las cinco de la tarde, siendo hijo de don Luis Marrero Delgado y doña Guadalupe Fariña Coello. El 2 de diciembre de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco propio don Hildebrando Reboso Ayala y actuó como padrino don Rodolfo García Díaz. Fue el mayor de dos hermanos.

Creció en el seno de una familia inquieta, en la que destacaron varios de sus miembros: su abuelo materno, don Eduardo Fariña Marrero, concejal del Ayuntamiento; su padre, don Luis Marrero Delgado (1890-?), zapatero, molinero, comerciante, puntal y entrenador de lucha canaria, presidente del “C.L. Chimisay”, vocal del Casino “Unión y Progreso” y 2º teniente de alcalde del Ayuntamiento de Arafo; y su hermano, don Aníbal Marrero Fariña (1924), secretario-contador, bibliotecario y presidente del Casino “Unión y Progreso”, vocal fundador del “Centro Cultural y de Recreo”, teniente de alcalde y juez de paz sustituto de Arafo.

Don Mario Marrero al centro, poco después de asumir la dirección de la Banda “Nivaria”.

INICIOS MUSICALES Su niñez transcurrió como la de cualquier otro niño de su época. Aprendió las

primeras letras en las escuelas privadas de doña Esperanza y doña Paquita. Luego pasó al colegio, también particular, que por entonces regentaba don José Ferrera Núñez, instalado primero en La Morra y luego en El Lomo; con este culto autodidacta aprendió mucho, sobre todo Matemáticas. Finalmente pasó a la escuela pública de la localidad, donde recibió enseñanzas de los maestros don Manuel García Pérez, don Francisco Martín Díaz y don Francisco Rodríguez Rodríguez, aunque con los dos últimos estuvo poco tiempo. Desde muy joven fue impulsado por un paisano, don Rodolfo Encinoso, para que se aventurase en la andadura musical, por lo que a finales de 1939, a los 16 años de edad, ingresó en la academia de la Banda “Nivaria” y, aunque inicialmente comenzó a estudiar sin demasiado entusiasmo, la vocación surgió con rapidez. Poco a poco se fue identificando con el bello Arte, hasta el punto de que en tres meses había superado el primer método de Solfeo y en otros tres el de Trompeta, por lo que en el tiempo récord de seis meses desde su llegada a

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la academia ya había logrado entrar en la banda, sin cumplir aún los 17 años de edad, lo que efectuó en la Semana Santa de 1940 por disposición de su director, don José Pestano Núñez. A ello contribuyó el que muchos músicos se encontraban movilizados con motivo de la Guerra Civil y la II Guerra Mundial. Se había iniciado en el Solfeo con el maestro Pestano y con el mismo aprendió a tocar la Trompeta y el Fliscorno, instrumento del que adquirió un profundo conocimiento y fue un consumado intérprete; también recibió clases de don Amílcar González Díaz, por entonces subdirector de la banda y encargado de la Academia. Él mismo recordaba en 1988 sus inicios musicales: “Cuando comencé a estudiar música lo hice sin entusiasmo, nos dice Mario Marrero. Pero poco a poco me fui identificando tanto y tomándolo tan a pecho que en tres meses me pasé el método y en seis meses entré en la banda. La vocación se destapó rápidamente. Ahora recuerdo con satisfacción a Rodolfito, que fue quien me impulsó a dar mis primeros pasos musicales” 2.

En esa época juvenil, don Mario Marrero trabó amistad con don José Rodríguez Ramírez, que luego sería director-editor del periódico El Día, quien pasaba largas temporadas en Arafo, de donde era natural su abuela materna. Así lo recordaba este periodista el domingo 31 de agosto de 1986, cuando actuó de mantenedor en la Fiesta de Arte celebrada el día principal de las Fiestas Patronales, en la que el Ayuntamiento de dicha villa entregó la Medalla de Plata de Arafo al citado diario, con motivo de su 75 aniversario:

Mario: ¿recuerdas cuando al reunirnos por las tardes en tu casa para luego salir de paseo con los amigos, a la plaza, tú alguna vez no podías hacerlo porque acabada la molienda tenías que hacer escalas con los instrumentos? Quién me iba a decir, quién nos iba a decir que aquel jovencito sería un consumado maestro director que perpetúa la tradición musical de este pueblo, donde yo estoy hoy desafinando con mi recital.3

Don Mario Marrero, dirigiendo a su banda.

2 “Mañana sábado, por iniciativa del Centro Cultural / Arafo rendirá homenaje a sus directores

musicales”. Diario de Avisos, viernes 17 de junio de 1988 (pág. 16). 3 José Rodríguez Ramírez. “Texto íntegro de la disertación de José Rodríguez en la Fiesta de Arte de la

Villa de Arafo”. El Día, jueves 4 de septiembre de 1986, pág. 14.

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Por entonces, don Mario dedicaba casi todo el tiempo libre a la práctica musical, llegando a aprenderse varias piezas de memoria. De este modo, siendo Trompeta 2ª de la Banda, a mediados de ese mismo año logró pasar a Trompeta 1ª, al dejar esta plaza vacante don Antonio Gordillo, como reconocimiento del director a la preparación y dedicación musical de nuestro biografiado. Luego ocupó el puesto de Fliscorno 1º, al dejarlo don Rizal Fariña. Además, en los años 1942 y 1943 se integró en la orquesta “Nivaria”, que con músicos de la banda se dedicaba a amenizar bailes y fiestas en distintos pueblos de la isla.

Deseoso de ampliar sus conocimientos musicales, con 20 años de edad comenzó a trasladarse a Santa Cruz de Tenerife, para recibir clases del prestigioso maestro don Santiago Reig Pascual, director de la Banda de Música del Regimiento de Infantería Tenerife nº 49, adscrita a Capitanía, quien en su propio domicilio particular le impartió enseñanzas de Teoría de la Música y Composición; también se inició con él en los secretos de la Dirección y de la Instrumentación, con el fin de transmitir mejor sus conocimientos a los alumnos de la Banda. SERVICIO MILITAR , ACTIVIDAD MUSICAL Y COMERCIAL

Cuando alcanzó la edad reglamentaria fue llamado a filas, siendo destinado al Batallón de Infantería Independiente nº 29 de Santa Cruz de La Palma, donde sirvió durante un año, integrándose en la nueva Banda del mismo. El teniente coronel del cuerpo, don Manuel Gautier Atienza, era un gran aficionado a la Música, por lo que dispuso que todos los reclutas que estuviesen iniciados en dicho Arte se presentasen al alférez don Arnoldo Fernández Guerra; este músico sería el encargado de poner en marcha y dirigir la incipiente Banda Militar, que llegó a estar compuesta por unos 22 miembros. La agrupación interpretaba marchas militares en sus recorridos por la ciudad, mientras que en los conciertos que ofrecía los jueves por la tarde y algunos domingos, en los portales del Ayuntamiento de la capital, tocaba piezas sencillas y algún bailable.

Por entonces, don Mario ya había aprendido a escribir a máquina, gracias a un método, lo que le valdría para obtener su traslado a Tenerife. Deseoso de volver a su isla natal, logró que el comandante militar de La Palma, don Luis Durango Pardini, aceptase su traslado, merced a las gestiones del ex-ministro don Andrés Orozco Batista, amigo de la familia; para ello hubo de ser reclamado desde la Capitanía General, en lo que tuvo mucho que ver la presencia en ella de su paisano don Víctor Servilio Pérez, como escribiente y jefe de Negociado. De este modo, nuestro biografiado quedó agregado como escribiente a la Sección de Destino de la Capitanía y algún tiempo más tarde, tras el licenciamiento de don Servilio, pasó a ocupar la jefatura del Negociado de Asuntos Generales, que tenía una gran actividad, pues por él pasaban todos los asuntos burocráticos que concernían al personal militar. En este destino permaneció durante un año y medio, que transcurrieron con rapidez y alegría, pues poseía pase de pernocta y podía deambular libremente por la capital desde las primeras horas de la tarde; además, los fines de semana los pasaba en Arafo, aprovechándolos para seguir colaborando con la Banda, pues desde su regreso a la isla había vuelto a participar como Fliscorno en los conciertos que ésta ofrecía.

Una vez licenciado, don Mario Marrero se estableció en su pueblo, pues a pesar de que su pariente don Santiago Marrero insistió en que se fuese a trabajar a Texaco, empresa de la que aquél era gerente, su padre lo convenció de que era mejor trabajar como autónomo. De este modo comenzó a trabajar en el molino de gofio de la familia y, algún tiempo después, puso un comercio de comestibles. Además, siempre atendió sus propiedades agrícolas.

Al mismo tiempo continuó cultivando su afición musical y, a partir de 1947, comenzó a ampliar sus estudios de Dirección con el ya mencionado director de la Banda de Música del Regimiento de Infantería nº 49, don Santiago Reig Pascual; con éste continuó durante tres o cuatro años, incluso después de casado, siendo un discípulo aventajado que alababa sin paliativos la calidad artística y humana de su maestro. También por entonces formó con otros

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jóvenes músicos de la localidad la orquesta “Ritmo”, que sobrevivió unos dos años, en los que recorrió diversos pueblos. Simultáneamente continuó aumentando su peso específico dentro de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, pues el 28 de diciembre de 1952 fue elegido secretario-contador de su junta directiva, cargo que dejaba vacante don José Pestano Núñez y en el que permaneció hasta el 23 de enero de 1954, bajo la presidencia de José García Siliuto.

Con motivo de esta elección, el guardia 1º del Puesto de la Guardia Civil de Güímar, don Gumersindo Pérez Ventura, emitía un informe favorable sobre nuestro biografiado, que por entonces figuraba como casado comerciante y vecino de Arafo en la calle de los Voluntarios: “Es de buena conducta moral, pública y privada; pertenece a Falange Española Tradicionalista y de las Jons, actualmente forma parte de la Corporación Municipal como Primer Teniente de Alcalde y del Consejo Local de Falange, estando considerado como persona de orden y de confianza”4. Era un informe imprescindible para cualquier persona que en esa época quisiese ocupar un cargo público en España.

El 31 de enero de 1948, a los 24 años de edad, contrajo matrimonio en la parroquia de San Juan Degollado de Arafo con doña Oliva Ferrera Izquierdo, natural del mismo pueblo e hija de don Domingo Ferrera Pérez y doña María Izquierdo Gutiérrez; los casó el cura párroco don Hildebrando Reboso Ayala y actuaron como padrinos don Jerónimo Monje Marrero y su esposa doña Delia Pérez Algarrada, siendo testigos Santiago Marrero Pérez y Rodolfo García Díaz. La pareja se estableció en la calle Conde de Belascoaín, donde nacieron sus dos hijos.

La Banda “Nivaria”, dirigida por don Mario Marrero.

SECRETARIO -CONTADOR Y DIRECTOR DE LA SOCIEDAD FILARMÓNICA “N IVARIA ” A comienzos de julio de 1953, don Mario Marrero fue nombrado director de la Banda

“Nivaria”, en sustitución del maestro don José Pestano Núñez, que había presentado la renuncia. Hizo su presentación al frente de la agrupación el 16 de ese mismo mes en las Fiestas de la Virgen del Carmen, en el barrio del mismo nombre, tras unos ensayos intensos y apresurados. Fueron momentos difíciles, pues tras el abandono de algunos miembros la agrupación sólo contaba con unos 28 músicos. En agosto del mismo año el maestro don

4 Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife (La Laguna). Fondo del Gobierno Civil. Asociaciones. Arafo. Sociedad Filarmónica Nivaria.

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Santiago Reig vino a Arafo, a casa de don Mario, para ayudarlo a preparar su primer concierto, el que debía ofrecer por las Fiestas de San Juan en su presentación oficial. Los ensayos se llevaron a cabo rigurosamente, con gran entusiasmo por parte de los músicos, y el 29 de dicho mes, día principal de las Fiestas, ofrecieron el concierto del mediodía, que resultó un éxito rotundo, avalado por su maestro que allí estaba presente, interpretando obras como “Rosamunda”, de Schubert, o “La Viejecita”, del maestro Caballero, entre otras.

Con el apoyo del Sr. Reig, a quien el joven director consultaba todas sus dudas, la agrupación fue mejorando rápidamente. A ello contribuyó el hecho de que su nombramiento coincidió con un incremento de la afición musical en la juventud arafera, que se volcó masivamente en su aprendizaje. Don Mario preparaba a los educandos muy concienzudamente, tanto en la enseñanza del Solfeo como en la de los instrumentos, lo que facilitó el que ingresasen en la Banda perfectamente preparados. Se comenzaron a efectuar los ensayos con métodos más modernos, lo que permitió mejorar la calidad del músico y la interpretación de las obras, y ello repercutió notables actuaciones, tanto en conciertos como en procesiones.

Con todo ello empezó a aumentar el número de educandos de la academia, en la que luego contó con varios ayudantes. También fueron proliferando las salidas por muchas localidades de la isla: Güímar, Guía de Isora, Puerto de la Cruz, Buenavista del Norte, etc.; a ello contribuyó la mejora en las comunicaciones y, por consiguiente, en los transportes. Por entonces se le tributaron sendos homenajes a la Banda, en Guía de Isora y Puerto de la Cruz, por los muchos años de colaboración entre dichos munciipios y esta agrupación. Simultáneamente se fueron adquiriendo nuevos instrumentos, la mayor parte procedentes de la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife, mientras que los antiguos de la Banda eran reparados en la propia capital o en La Laguna. Asimismo se la dotó de uniformes, tanto de verano como de invierno.

Don Mario con varios músicos de la Banda “Nivaria”. A la izquierda acompañado

por el presidente de la Sociedad, don José Antonio Pérez Luis.

Simultáneamente, siendo ya director, durante casi doce años volvió a ocupar el cargo de secretario-contador de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, desde el 22 de enero de 1955 hasta el 10 de diciembre de 1966, bajo las presidencias de don Nicolás García-Siliuto Marrero y don José Antonio Pérez Luis; y en esa última fecha fue sustituido en el cargo por don Domingo Calzadilla Ferrera, posterior alcalde de Arafo. El 16 de febrero de 1961 ya había solicitado a la junta general que nombrase a otro en su lugar, pues “por llevar varios años en la Secretaría desea ser renovado”, pero pese a dicha solicitud volvió a ser reelegido5.

5 Archivo de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”. Libro de actas, pág. 17.

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Asimismo, el 2 de junio de 1977 formó parte de la comisión nombrada para rendir un homenaje a don Rafael Clavijo García, “en agradecimiento a su labor hecha en pro de esta Sociedad” 6.

En su larga trayectoria como director, don Mario Marrero vivió momentos inolvidables al frente de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, como los actos conmemorativos del I Centenario de la agrupación, en 1960; el homenaje tributado a la banda por la Comisión de Fiestas de Arafo, en 1962; el cambio de instrumental en 1974, que pasó a ser de diapasón normal, gracias al apoyo del Cabildo, y la primera actuación conjunta con la Coral “María Auxiliadora”, en el acto celebrado para estrenar el mismo; la actuación en TVE en los estudios de Madrid en el año 1976, en el programa “Directísimo” dirigido por José María Iñigo, que contribuyó al relanzamiento de la banda, así como a incrementar su popularidad y su proyección exterior; la actuación en San Sebastián de La Gomera, en 1976; las cuatro sobresalientes actuaciones en las Fallas de Valencia, en los años 1981, 1983, 1987 y 1991; el desplazamiento a Las Palmas de Gran Canaria, para actuar en la inauguración de la Institución Ferial de Canarias (INFECAR), en 1990; la actuación ante los Reyes de España, con motivo de su visita a Arafo en 1994; la fundación de la Banda Juvenil de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, en 1998; etc. etc.

Don Mario Marrero dirigiendo una actuación ante los Reyes de España el 24 de junio de 1994,

en el local de ensayos de la Banda del Auditorio “Juan Carlos I” de Arafo.

Entre los discípulos más aventajados que surgieron de la cantera de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” bajo su dirección, han destacado, entre otros: don Aureliano González Pestano (1940-2012), oboe solista de la Banda de Música “Nivaria” de Arafo, de la Orquesta Sinfónica de Tenerife y de la Orquesta Clásica de La Laguna, primer oboe de la Banda Municipal de Santa Cruz, profesor auxiliar del Conservatorio y director de la Banda de Música de La Guancha; don Fernando García Rodríguez (1945), músico de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, de la Banda Militar y de la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife; don Isidro “Roberto” García Curbelo (1945), clarinete principal, secretario, vocal, profesor de la academia y subdirector de la Banda de Música “Nivaria”; don Jaime Marrero

6 Idem. Libro de actas, pág. 35.

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Pérez (1947-2012), bombardino, archivero, tesorero y profesor de la academia de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, subdirector de la Banda de Música “XIX de Marzo” de San José (San Juan de la Rambla) y vocal del Casino “Unión y Progreso”; don Francisco Pérez Marrero (1955), trompa de la Banda Municipal de Santa Cruz, fundador y director del Grupo Juvenil de la Banda de Música del Patronato “Amigos del Arte” de Güímar y director de la Banda “XIX de Marzo” de San José (San Juan de la Rambla); don José David García Hernández (1958), fliscorno de la Banda “Nivaria” y brigada de la Música Militar; don José Andrés Sabina Fariña (1959), músico militar, profesor de clarinete del Conservatorio, titular de la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife, director de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” y de la Banda Sinfónica de la Federación Tinerfeña e Hijo Predilecto de Arafo; don Tomás Batista Fariña (1965), instrumentista de bandas y orquestas, profesor de trombón en las academias de música de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” y de la Banda Municipal de San Miguel de Abona; don José Carlos Expósito Marrero (1969), instrumentista de bandas y orquestas, profesor de la academia de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” y técnico de sonido; doña María del Carmen Santana Fariña (1969), titulada en el Conservatorio Nacional de Música de Versalles (Francia), trompa de la Joven Orquesta Nacional de España, concertista de varias orquestas sinfónicas, profesora de trompa del Conservatorio Profesional de Música de Lleida, la Escuela de Música del Ayuntamiento de Barcelona, el Conservatorio Profesional y las Escuelas de Música de la Diputación de Tarragona, el Conservatorio Profesional de Castellón, la Escuela de Música de L’Eliana y el Centro Municipal de Estudios de Burriana; don Rogelio Pacheco García (1971), maestro especialista en Educación Musical, instrumentista de bandas y director de la Banda de Música de San Miguel de Abona; don Miguel Ángel Expósito Marrero (1974), concejal, profesor superior de percusión, instrumentista solista, director de las Bandas de música “Ernesto Beteta” de Santa Úrsula, Federación Tinerfeña de Bandas y Sociedad Filarmónica “Nivaria” de Arafo; don Roberto Carlos García Pacheco (1976), profesor superior de Clarinete, archivero y profesor de la academia de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, director de su Banda Juvenil y compositor; don Miguel Ángel Pacheco García (1976), Lcdo. en Pedagogía, profesor superior de trompeta, instrumentista de la Banda Sinfónica Municipal de La Laguna, profesor de trompeta de la Escuelas de Música de Santa Cruz de Tenerife y de La Laguna; doña Saray Acosta Flores (1982), profesora superior de trompa, profesora de la Escuela de Música de Arona, becaria de la Orquesta Sinfónica y empleada del Real Musical; don Juan Antonio Herrera Mesa (1985), profesor superior de trompeta, instrumentista de bandas, profesor de la Academia de la Banda de Música del Patronato “Amigos del Arte” de Güímar y del Conservatorio de Arrecife de Lanzarote; don Esteban Matías González (1986), fliscorno de la Sociedad Filarmónica Nivaria, trompeta de la “Big Band Arafo”, de la orquesta “Sonora Real” de Asturias y de la “Asturias Big Band”, y profesor de trompeta de la Escuela de Música Moderna de Arévalo; etc. etc.

El Sr. Marrero Fariña continuó con singular acierto y responsabilidad casi siglo y medio de historia musical de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”. Haciendo balance de su trayectoria musical, afirmaba que: “Pese a los inconvenientes, la preparación y ensayos de una actuación, es una gloria. Pero guardo un especial recuerdo de la actuación en «Directísimo» y de los viajes a Valencia”. Además, creía tener sustituto asegurado, pues “Hay gente preparada que podría hacer el papel muy dignamente. Son excelentes profesionales, tanto humana como musicalmente”. PREMIOS “A JAFOÑA” Y “A ÑAVINGO ”, HIJO PREDILECTO DE ARAFO Y NOMINACIÓN DE UNA

CALLE El domingo 27 de agosto de 1978, día principal de las Fiestas Patronales de Arafo, se

le tributó un homenaje a todos los hijos del municipio que habían tenido a su cargo una banda

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de música y habían llevado dicho arte a todos los rincones de la isla, entre los que figuraba don Mario Marrero.

Don Mario Marrero, al frente de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”.

El sábado 18 de junio de 1988 se le entregó, al igual que a los restantes directores de las agrupaciones musicales de Arafo, el premio “Ajafoña”, como colofón a su brillante y dilatada actividad musical. La distinción fue concedida por el Centro Cultural y de Recreo de dicha villa y entregada en un emotivo homenaje celebrado en dicha sociedad. Con este motivo, don Mario afirmaba: “De bien nacido es ser agradecido. Siempre he sido enemigo de los homenajes póstumos, por ello siento gran satisfacción por estas personas que han sabido comprender esta labor después de tantos años y nos brindan este cariñoso homenaje”; “ Agra-dezco el homenaje, ya que no es a mí, sino a la institución. Ella es la que prestigia al pueblo” 7.

Entrega a don Mario Marrero del Premio “Ajafoña”, junto a los directores

de las demás agrupaciones musicales de Arafo. [Fotos de Diario de Avisos].

7 “Mañana sábado, por iniciativa del Centro Cultural / Arafo rendirá homenaje a sus directores

musicales”. Diario de Avisos, viernes 17 de junio de 1988 (pág. 16).

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Por su parte, el Ayuntamiento de Arafo, en sesión celebrada el 25 de marzo de 1994, acordó iniciar un expediente de distinción honorífica a su favor y nombró como concejal instructor del expediente a don José Luis Fariña Amaro. En cumplimiento del citado acuerdo, el 28 de abril inmediato dicho instructor sometió a la consideración de la Comisión Informativa de Gobernación, Urbanismo y Cultura, así como al Pleno del Ayuntamiento, para la resolución que procediese, “la propuesta de distinguir a D. Mario Marrero Fariña, como Hijo Predilecto de la Villa de Arafo”, considerando los extraordinarios méritos que concurrían en él, que se podían comprobar en su amplio historial, recopilado por el propio concejal, del que “se desprende que su verdadera vocación es la música a la que ha dedicado gran parte de su vida y a la que se ha entregado de forma desinteresada, para transmitir a las nuevas generaciones ese sentimiento y contribuir al engrandecimiento de Arafo, dándole a conocer allá donde quiera que ha llevado sus actuaciones, dejando patente que esta Villa es la cuna de la cultura musical de nuestras Islas”.Una vez visto el informe favorable de la Comisión Informativa de Gobernación, Urbanismo y Cultura, el 7 de mayo de ese año el Pleno del Ayuntamiento acordó por unanimidad la concesión de su máxima distinción:

PRIMERO.- Conceder, a DON MARIO MARRERO FARIÑA, el título de HIJO PREDILECTO de la Villa de Arafo, en base a su extraordinaria y dilatada labor al servicio de la música que honra a su persona y al pueblo de Arafo que le vio nacer.

SEGUNDO.- Facultar a la Alcaldía para la organización del Acto Público a celebrar el 28 de Agosto próximo, en el transcurso de la Fiesta de Arte, dentro de los Actos de las Fiestas Patronales, ó, en cualquier caso, por imprevistos que pudieran surgir, se fijará con suficiente antelación la nueva fecha.8

Dicho acuerdo se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia, de conformidad con el Reglamento Especial de Honores y Distinciones, y el 26 de julio se notificó al interesado. Y el 28 de agosto de 1994, el Ayuntamiento de Arafo le entregó el nombramiento de Hijo Predilecto, como reconocimiento a su extraordinaria y dilatada labor al servicio de la música, junto a los directores de las otras tres agrupaciones musicales de esta Villa.

Entrega del título de Hijo Predilecto a los directores de las agrupaciones musicales de Arafo,

en 1994. Al centro de la imagen, don Mario Marrero Fariña.

8 Archivo Municipal de Arafo. Libro de Actas del Pleno, 7 de mayo de 1994. Ver también el

correspondiente expediente.

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Ese mismo año se produjo otro de los acontecimientos memorables en la vida de don Mario Marrero, la posibilidad de actuar ante los Reyes de España, el 24 de junio de 1994, con motivo de la asistencia de los monarcas a la inauguración del Auditorio “Juan Carlos I”; con ese motivo tuvo el placer de entregarle personalmente al Rey una placa conmemorativa.

Don Mario Marrero hablando con los Reyes de España y entregándole una placa al Rey,

el 24 de junio de 1994 en Arafo.

Al año siguiente, el 23 de diciembre de 1995, la misma corporación municipal acordó dar el nombre de “Mario Marrero Fariña” a una calle de Arafo, conocida hasta entonces como “Conde de Belascoaín”, al igual que se hizo también con los demás directores de las agrupaciones musicales de la localidad.

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El sábado 27 de diciembre de 1997, nuestro biografiado también recibió el XIV Premio “Añavingo”, galardón otorgado por el Centro Cultural y de Recreo de la villa de Arafo para distinguir a las personas o entidades que han destacado por su apoyo a la cultura musical, que en ese año recayó en los directores de las cuatro instituciones musicales con más solera del municipio, por acuerdo unánime de la junta directiva de dicha sociedad. NOMBRAMIENTO COMO DIRECTOR HONORARIO DE LA SOCIEDAD FILARMÓNICA

“N IVARIA ”, ENTREGA DE LA BATUTA DE PLATA Y HOMENAJE DE DESPEDIDA El 27 de febrero de 1998, a las ocho y cuarto de la tarde, don Mario Marrero fue entrevistado en el programa “Así de cerca” de Teidevisión (Canal 6), programa de entrevistas presentado por don Pedro Rodríguez, en el que se mostraba a los televidentes el perfil humano y profesional de personajes populares de Tenerife; volvió a ser emitido a las 12 horas del día siguiente. El 10 de noviembre de 2000, la junta general extraordinaria de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” acordó, por unanimidad, designar a don Mario Marrero Fariña “Director Honorario” de dicha agrupación y concederle la Batuta de Plata, que se le entregaría en el transcurso de un próximo acto, con motivo de su cese en la dirección de la banda. Y el sábado 2 del inmediato mes de diciembre, se le rindió un emotivo homenaje de despedida en el Auditorio “Juan Carlos I” de Arafo, tributado por la propia sociedad. El acto, presentado por Fabri Díaz, contó con la presencia de numerosos amigos de quien había estado ligado a la Banda de Música durante 61 años, 47 de ellos como director. Nuestro biografiado lloró en muchos momentos de dicho encuentro, que rebosó sentimientos y con el que músicos, directores, autoridades y amigos, especialmente, le dieron “muchísimas gracias por todos esos años”, como señaló Fabri Díaz al presentar al homenajeado. El homenaje comenzó con la actuación de la Banda “Nivaria”, dirigida por su sucesor, don José Andrés Sabina Fariña, interpretando “La pícara molinera”, intermedio de la zarzuela de Pablo Luna; “New York, New York”, de J. Kander, y “Rapsodia sueca”, de Hugo Alvfen. La crónica periodística destacó también la intervención del mantenedor, don José Rodríguez Ramírez, director-editor de los periódicos El Día y Jornada Deportiva, quien no dudó en aceptar la invitación para participar en dicho acto, como amigo personal que era del homenajeado, hecho que quedó de manifiesto en su intervención titulada “Un día entre la música y el afecto”, en el que los recuerdos de vivencias compartidas fueron parte sustancial de este nuevo encuentro entre ambos:

Lo primero que llegó a mi mente, ¡qué cosas pasan tan velozmente por el pensamiento en estos casos!, fueron los paseos de los amigos, entonces niños, más tarde jóvenes compenetrados, carretera abajo, hacia La Hidalga. Qué sabor queda en la memoria de los tiempos que se viven felizmente, sin preocupaciones, sin serias responsabilidades, rodeados de la amistad y el afecto: chicos y chicas, casi todos integrantes de una misma familia, procedentes de los mismos rincones íntimos. Paseando, jugando, entre eucaliptos y viñas, oyendo el rumor de los vientos suaves y el murmullo de las aguas de Amance, de Araya, de Añavingo...

No vengo a decir más cosas de mi pasado y de mi relación con Arafo porque en otras dos oportunidades ya lo he hecho públicamente, aquí, al lado, en el amplio espacio para actos que hay junto a la iglesia: una como mantenedor de sus Fiestas Patronales, donde creo recordar que detallé vivencias de mi infancia y hablé de muchas cosas, de mi ascendencia arafera de la que se derivan afinidades familiares, y de la que me siento honda y sinceramente feliz y orgulloso; de mis recuerdos de las casas emblemáticas de las familias de Arafo, del hogar de don Federico Marrero, de su esposa doña Pepa, de sus hijos Marcelino e Isidro; del hogar y actividades comerciales de don Luis Marrero, de su esposa doña Guadalupe y de sus hijos Mario y Aníbal... Mario, sujeto del homenaje que estamos celebrando y en el que todos participamos, aquel niño de entonces, aquel amigo

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que por su amor y entrega a la música pasó a ser Hijo Predilecto de esta Villa, de tan nobles sentimientos, Villa, vuelvo a decir, excelente, sin par en el Archipiélago en todos los aspectos.

Insisto en que mis palabras, que ya he comenzado, y que pronto voy a concluir, nos traerán algún recuerdo de ese pasado dichoso, imborrable, que, como dije aquí en otra ocasión y ahora repito, tomando otra vez el título de la famosa obra de la norteamericana Margaret Mitchell, me produce la sensación de que el viento se llevó... Pasado, realidades de ayer, esencias. La otra intervención mía fue cuando recibí el bautizo del pueblo arafero, una vez que ya fui nacido Hijo Adoptivo. Dije que no hablaría de ese pasado y, sin embargo, mencioné aquellos alegres paseos vespertinos que se realizaban todas las tardes, cuando ya Mario en el molino y Aníbal en la tienda habían concluido las tareas asignadas en los negocios de sus padres, y esperábamos el grupo de amigos para iniciar ese recorrido, u otras excursiones frecuentes hacia todos los puntos cardinales de la Villa, hacia los Cuatro Caminos, hacia El Lomo, El Barrero, Calle Principal Arriba hasta el Casino, entreteniéndonos con amigos, visitando viviendas familiares; algunas excursiones a la playa de La Viuda, a Araya, a Güímar, a tantos y tantos sitios que están grabados en la memoria de todos los que quedamos, bien escritos en el libro mental de los recuerdos.

Mario era el último en acabar su faena. Los encargos le impedían, alguna que otra vez, salir con el grupo, o nos alcanzaba cuando ya éste había avanzado. Y otras veces, muchas, Mario se tenía que quedar para ensayar, practicar con la trompeta o el fiscorno, no sé. Para todos fue una sorpresa esta afición, convertida más tarde en su gran devoción. Afición que siguió adelante y que pronto fue premiada con composiciones de mucha envergadura, con actuaciones de cara a los públicos más diversos, de los más alejados lugares, pero ya con Mario al frente de esta Banda de Música, al frente de la Nivaria, emblema de este pueblo que rezuma en todo su ámbito la música, en el que suena la música en todos los hogares. Arafo, como dijo Ernesto Salcedo, un mediodía luminoso en que actuó “la Nivaria” con Mario como director, es la catedral de la música.

Sesenta y un años sintiendo y viviendo la música, cuarenta y siete como director de “La Nivaria” son un montón de años, es tiempo largo y casi remoto. Qué acierto, con qué cariño toda la Banda y sus componentes, el ilustre Ayuntamiento, el pueblo, agradecemos a Mario Marrero tanto tiempo, tanta historia y tantos honores que ha procurado con su devoción y dedicación a la Banda y al pueblo. Hoy nos sentimos alegres y agradecidos, y con la Isla toda nos integramos en este homenaje y le decimos a Mario que siga hasta el final que preveo muy lejano rodeado de los mismos pentagramas con que nos ha deleitado, con la amistad que siempre ha derrochado, con su buen hacer, con su sabiduría. Mario es todavía hombre joven, y estamos convencidos de que seguirá siendo el niño que empezó con la música, creció con ella y seguirá disfrutando con las notas musicales de la amistad y el afecto que le profesamos todo un pueblo sensible a los hombres de valía y de bien.9

Acto seguido, don César Maximino González, secretario de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, leyó el acta de la junta general extraordinaria celebrada el 10 de noviembre pasado y en la que don Mario Marrero Fariña había sido nombrado unánimemente Director Honorario, distinción de la que le hizo entrega el presidente del colectivo, don José Antonio Pérez Luis, recibiendo de su sustituto, don José Andrés Sabina, la Batuta de Plata. Fueron algunos de los muchos presentes que recibió en el transcurso del acto, entre los que también se encontraba un arpa de oro que le hizo llegar el alcalde de la villa, don Domingo Calzadilla, en nombre de la corporación municipal, quien también le entregó, a título personal, una trompeta de oro.

9 “ARAFO La Sociedad Filarmónica Nivaria le ha nombrado Director Honorario como reconocimiento

a su importante labor / Emocionado homenaje a Mario Marrero Fariña”. El Día, martes 5 de diciembre de 2000 (pág. 29).

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Don Mario Marrero Fariña. A la derecha en el homenaje, hablando con su amigo don José Rodríguez

Ramírez, director-editor de El Día y Jornada Deportiva. [Fotos reproducidas en El Día].

A continuación, don Mario Marrero, muy emocionado, dirigió sus palabras al auditorio, para transmitirle “Miles de gracias”:

Queridos amigos: difícil han puesto mi intervención en este homenaje que se me está tributando. Tengo que dar miles de gracias y no sé por dónde empezar. Pero lo haré comenzando por casa. Mi Banda Nivaria. Este homenaje que me hacéis se lo debo a la Banda. Gracias a mi modesta labor durante 47 años, el Consistorio ha considerado honrarme nombrándome Hijo Predilecto de esta Villa y dando nombre a una de las calles de esta localidad. El Centro Cultural y de Recreo, y por los mismos motivos, ha tenido a bien concederme el premio Ayosa y el premio Añavingo. En Valencia, con motivo de la celebración de las Fallas, y después de asistir en dos ocasiones a la Falla de la Plaza de la Merced, se me nombra Fallero de Honor de la misma. ¿Cómo no voy a agradecer a la Banda todo lo que me ha dado? Siempre estaré dando gracias a los músicos, que han sabido soportar mis momentos de arrebato entendiendo que lo hacía con la finalidad de que nuestras actuaciones salieran lo mejor posible; a los mayores, por estar arropándome constantemente y ayudándome a resolver los problemas de la sociedad; a todos, por su plena dedicación al engrandecimiento de la Banda. Miles de gracias al ilustrísimo alcalde y Corporación, que en todo momento, y cada vez que hemos solicitado su colaboración, no han dudado un solo instante en servirnos. Viviré eternamente agradecido a mi pueblo de Arafo, a ustedes, que siempre nos han sabido premiar con su presencia en todos los actos en los que hemos intervenido y nos han acompañado en todas nuestras actuaciones. No puedo dejar de dar las gracias también a todos aquellos músicos que, por su quehacer particular o por motivos de edad, no han podido seguir actuando con nosotros y que esta noche se encuentran, en su mayoría, acompañándonos. / A los directores y amigos, que desde sus respectivas localidades se han desplazado hasta aquí para acompañarme en este acto de tanta trascendencia para mí. / Y, por último, a mi amigo del alma, José Rodríguez Ramírez, mi amigo Pepe, como yo acostumbro llamarlo. Amigos desde la juventud. Cuando la comisión organizadora se desplazó a EL DÍA para invitarlo a participar como mantenedor del acto que querían tributarme, él, sin dudarlo un momento, contestó: “para Mario Marrero, lo que haga falta”. Y ya le hemos escuchado en esa magnífica disertación que ha hecho no sólo de la Banda, sino de mi persona. Don José, querido Pepe, jamás olvidaré tu paso por mi homenaje. Muchas gracias.10

10 Ibidem.

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El emotivo acto concluyó con la actuación de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, que interpretó “Danza eslava número 8”, de Antonin Dvorak, y los pasodobles “Salera fina”, de Pascual Marquina, y “Paco Morero”, este último bajo la dirección del propio homenajeado. Días después, el crítico musical don José Diéguez Gamallo, también se hizo eco del homenaje de despedida a don Mario Marrero Fariña, destacando que “La Música honra a quien se lo merece”:

Arafo, ese pueblo musical por excelencia ha rendido homenaje de despedida a don Mario Marrero Fariña, director de la Banda Nivaria que durante medio siglo sentó cátedra, capacidad y enseñanza. Su mayor virtud, aparte de su innegable altura musical, es su esmerado trato con sus pupilos y la deferencia con los demás. Ni una sola crítica hacia los rivales de la profesión: un maestro que supo llevar la banda a los puestos más elevados y ofreciendo su arte, ya no sólo en las Afortunadas, sino también por la Península.

A los innumerables presentes recibidos, así como muestra de afecto de entidades y personales, entre muchos, hizo uso de la palabra en apología brillante don José Rodríguez Ramírez, director-editor de un gran rotativo de la ciudad. Sus bellas palabras hacia don Mario fueron de un alto sentido hacia la persona y que abarcan, por su contenido también, a ese grn colectivo de bandas de la Isla, que don José tanto admira y que sabe, son el arte más puro del pueblo llano.

Don Mario estuvo rebosante de alegría y emoción. Todos quisimos en sendos abrazos expresarle nuestro cariño y así, a la vez, su alcalde, don Domingo Calzadilla.

Y, por último, vimos por primera vez, al nuevo director de la Banda, don José E. Sabina, en un ameno concierto. Obras sin mucho rigor por cuanto lo de interés era el homenaje: Rapsodia sueca, La pícara molinera, o Marcha eslava, de Dvorsak, y en donde el director exhibió buenas maneras: banda en amplia plantilla y maestro contribuyeron con su buen hacer y tributo a ensalzar la figura de don Mario.11

Durante sus 47 años en la dirección, don Mario Marrero no recibió retribución alguna por su trabajo en la Sociedad Filarmónica “Nivaria” y, a pesar de ello, logró elevarla y mantenerla a gran altura. Como prueba del aprecio y respeto que se ganó con su buen hacer, conservaba en su casa un “ninot” que le fue regalado por los falleros de Valencia, con la siguiente inscripción: “Un recuerdo extraordinario dejó en Valencia Don Mario”; además contaba con insignias (buñoles) de todas las fallas con las que habían colaborado y en el año 1991 le fue entregado el trofeo que lo acredita como Fallero de Honor (Faller D'honor) de la Falla de la Merced, hubo de firmar en el libro de oro de la misma y, al igual que los restantes miembros, le fue entregada la Medalla conmemorativa del XXV Aniversario en Sección Especial de dicha falla. ACTIVIDAD POLÍTICA , SOCIAL Y DEPORTIVA

No podemos concluir la biografía de don Mario sin resaltar otras importantes facetas de su vida, su actividad política, social y deportiva. Así, fue socio del Casino “Unión y Progreso” de Arafo, en el que el 21 de febrero de 1943 fue elegido vicesecretario de su junta directiva, aunque no llegó a tomar posesión del cargo.

En 1948 fue designado concejal del Ayuntamiento de Arafo, cargo para el que fue reelegido en 1952 y en el que permaneció hasta 1960, bajo la presidencia de don Jerónimo Monje Marrero. En esos doce años desempeñó además las responsabilidades de primer teniente alcalde y presidente de la Comisión de Obras; en virtud de la primera de ellas ocupó varias veces la Alcaldía, con carácter accidental, con motivo de las vacaciones, viajes o bajas por enfermedad del titular; así ocurrió, por ejemplo, el 31 de mayo de 1952, en que se hizo cargo de la Alcaldía al ser autorizado don Jerónimo para hacer un viaje a Madrid.

11 José Diéguez Gamallo. “Cartas de los lectores / Culminación del Festival de Ópera”. La Opinión de

Tenerife, viernes 15 de diciembre de 2000 (pág. 16).

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Mario Marrero Fariña, recibiendo una distinción.

Su actividad deportiva fue eminentemente directiva y organizativa. Gran aficionado a la lucha canaria, en la que su padre fue un destacado puntal, el 31 de marzo de 1950 don Mario fue nombrado secretario del Club de Luchas “Chimisay” de Arafo por el presidente de la Federación Tinerfeña de Lucha Canaria; por entonces figuraba como casado, de profesión molinero y, vecino de Arafo con domicilio en la calle los Voluntarios; y, según el comandante del puesto de la Guardia Civil de Güímar, era “de buena conducta en general” y “apolítico”12; desempeñó dicho cargo durante unos cinco años, corriendo la organización de los encuentros a cargo de don Agustín García. Luego ejerció como árbitro de Lucha Canaria en Tenerife durante unos cuatro años, llegando a dirigir algún desafío entre puntales de Tenerife y Gran Canaria; siempre destacó por su rectitud. También fue elegido miembro de la Federación Insular de Lucha Canaria, que por entonces tenía su sede en La Laguna, de la que era presidente don Félix Álvaro Acuña Dorta; como tal federativo fue designado delegado de la Zona Sur de la isla, permaneciendo en ese cometido unos cinco o seis años. Su identificación con la lucha canaria y con el Club de luchas “Chimisay” fue reconocida incluso fuera de Arafo. Así, el 9 de octubre de 1961, el periodista deportivo don Pedro Martín Hernández publicó un artículo elogioso de “El Chimisay, de Arafo” en el periódico Aire Libre, dedicado “A Mario Marrero Fariña”, como señalaba en el siguiente párrafo: “En reconocimiento pleno a ese compendio naturalizado de arte, de historia, de cultura, de amor, de respeto a los mayores, en la herencia que nos legaron; es el motivo de esta crónica, dedicada al hombre, al amigo, al músico, al luchador incansable de su favorito deporte”.13

Asimismo, en la segunda mitad de los años setenta se construyó el campo de fútbol de Arafo, del que fue promotor don Blas Reyes, natural de Granadilla de Abona, casado en

12 Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife (La Laguna). Fondo del Gobierno Civil.

Asociaciones. Club de Luchas Chimisay. 13 Pedro Martín Hernández. “Luchas. El Chimisay, de Arafo”. Aire Libre, lunes 8 de octubre de 1961

(pág. 4).

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Arafo y gran aficionado a este deporte; en torno a él se agruparon varios aficionados locales: don Eduardo Curbelo, don José Curbelo, don Darwin Ferrera, don Isidro Marrero y don Eugenio Viera, quienes eligieron a don Mario Marrero Fariña como primer presidente del nuevo Club de Fútbol “Arafo”. Comenzaron a competir en la 3ª categoría, para lo que contrataron a Peñita como entrenador, así como a varios jugadores de la capital. En la segunda temporada arrasaron y quedaron campeones de su categoría, logrando el ascenso directo a la 2ª. En ese momento, nuestro biografiado consideró que era el momento de dejar la presidencia, pues tal como se demostró luego, en la nueva competición el equipo iba a pasarlo realmente mal, hasta el punto de que poco tiempo después se disolvió. Mientras ocupó su cargo el Sr. Marrero, al igual que los restantes miembros de la directiva, tuvieron que poner dinero de su bolsillo para poder sacar adelante al club; como agradecimiento aún conserva alguna mala amistad de aquella época. Luego, figuró entre los fundadores del Centro Cultural y de Recreo de la misma Villa, del que ostentó la presidencia durante unos tres años, siendo secretario don Pedro Pérez Díaz; bajo su mandato se hicieron diversas obras de mejora en las instalaciones, se celebraron extraordinarios bailes de casados, así como bailes de asalto los domingos por la tarde, se contrató a don Arturo como conserje, etc. Le sustituyó en la presidencia don Máximo Méndez Amaro.

Don Mario Marrero Fariña, ostenta el récord de permanencia en la dirección de una banda

en Arafo y, sin duda, fue uno de los directores decanos en toda la isla.

FALLECIMIENTO , DESCENDENCIA Y NOTAS NECROLÓGICAS Tras su cese en la dirección de la Banda, el Sr. Marrero continuó viviendo en su Villa natal, gozando de plena lucidez mental. Sin ninguna duda fue un icono musical de Arafo, pues en esta villa ostenta el récord de permanencia en la dirección de una banda, además de ser uno de los directores decanos en toda la isla. Don Mario Marrero Fariña falleció en Arafo el 9 de octubre de 2015, a los 91 años de edad, después de recibir los Santos Sacramentos y la Bendición Apostólica. A la una y media de la tarde del día siguiente se efectuó el sepelio, desde la cripta de San Juan Degollado a la

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parroquia del mismo nombre, en la que se oficiaron las honras fúnebres, y a continuación fue trasladado hasta el cementerio de dicha villa, bajo los acordes de la Banda que había dirigido durante casi medio siglo, en el que recibió sepultura.

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Esquelas publicadas en el periódico El Día el día de su sepelio.

Con motivo de su muerte, el 14 de ese mismo mes de octubre, el periódico El Día publicó una larga y emotiva nota necrológica:

Durante 61 años estuvo vinculado a “La Nivaria”, Banda de Música de la que fue director 47 de esos años; Hijo Predilecto del municipio, premio Ayosa del Centro Cultural y de Recreo y premio Añavingo, además de Fallero de Honor de la Falla de la Falla de la Plaza de la Merced (Valencia), Mario Marrero Fariña vivió “eternamente agradecido a mi pueblo de Arafo”. “Mario era el último en acabar su faena. Los encargos le impedían, alguna que otra vez, salir con el grupo o nos alcanzaba cuando ya éste había avanzado. Y otras veces, muchas, Mario se tenía que quedar para ensayar, practicar con la trompeta o el fiscorno, no sé. Para todos fue una sorpresa esta afición, convertida más tarde en su gran devoción”. Estas fueron algunas de las palabras que tan ilustre arafero escuchó, el 1 de diciembre de 2000, de “mi amigo del alma, José Rodríguez Ramírez, mi amigo Pepe, como yo

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acostumbro llamarlo”, el editor y director de EL DÍA, también fallecido en 2014, quien las pronunció en el marco del homenaje al músico mientras rememoraba la infancia de ambos. Mario Marrero Fariña alimentó a su familia (esposa y dos hijos) con su faceta de industrial, con el molino de gofio que regentó y explotó hasta el momento de su jubilación, al día siguiente del jueves en el que cumplió la edad para ello. “Un viernes, fecha del reparto del gofio, hizo la ruta, llegó a casa, retiró el gofio que sobró y nunca más. Estaba cansado de trabajar”. Lo cuenta su hijo, Luis Domingo Marrero Fariña, actual concejal de Urbanismo del gobierno arafero. Su familia lo consideró siempre “un manitas”, de esos que “igual te hacía una silla que reparaba un tejado y arreglaba un instrumento”. Esa fue una parte importante de su actividad como jubilado, así como la constante adaptación de las partituras a los instrumentos disponibles en “La Nivaria” según el momento. Su entrega a esta Banda de Música, de la que entró a formar parte con apenas 15 años, le hacía aflorar “el pronto de calentón que le surgía cuando algún músico no acudía a los ensayos o cuando persistían en errores. Le duraba dos minutos. Era un maestro”. Eso sí, “la úlcera que tuvo durante toda su vida se le quitó cuando dejó la Banda”. Este musicólogo también era un amante del protocolo. El 10 de noviembre de 2000, la junta general extraordinaria de la Sociedad Filarmónica Nivaria acordó, por unanimidad, designar Director Honorario de “La Nivaria, siempre La Nivaria”, a Mario Marrero Fariña, y entregarle la Batuta de Plata. Ambas distinciones las recibió durante el homenaje del 1 de diciembre de ese año. La calle principal de Arafo, la que sirve de entrada al centro del casco urbano, lleva el nombre de Mario Marrero Fariña, un arafero como pocos. Falleció el viernes, día 9, a los 91 años de edad. Descanse en paz.14

Dos días después, su paisana, la profesora arafera doña Sara Ferrera, también le dedicó un emotivo artículo necrológico, titulado “Mario Marrero Fariña, in memoriam”:

El viernes 9 de octubre se produjo el óbito de un ilustre arafero, Mario Marrero Fariña. Arafo está de luto porque se ha ido el que durante 47 años fue director de la Sociedad Filarmónica Nivaria. En la actualidad ostentaba el cargo de director honorario. Mario Marrero vivía la música con pasión, era su bien más preciado junto con su familia. En 1963 comenzó su andadura como director de la Nivaria. Bajo su mandato, la banda actúo en varios pueblos de las islas y se desplazó a la Península. El año 1976 fue crucial para la orquesta Nivaria, ya que viajó a Madrid para participar en el programa de televisión española Directísimo. A partir de entonces, la citada agrupación musical adquirió una gran popularidad que se tradujo en numerosas actuaciones en distintos lugares y desplazamientos a Valencia en los años 1983, 1987 y 1991 durante las fiestas falleras en honor a San José.

En el año 2000, la banda tributó un entrañable reconocimiento a Mario Marrero con motivo de su retirada. El concierto-homenaje se llevó a cabo en el teatro del Auditorio Juan Carlos I, con un lleno absoluto. Sus convecinos y amigos de otros municipios quisieron estar a su lado en tan emocionante acto, siendo el mantenedor del mismo José Rodríguez Ramírez, su amigo desde la adolescencia. Es Hijo Predilecto de Arafo, Premio Añavingo y la calle donde está ubicada su residencia está rotulada con su nombre. El pueblo le otorgó estas merecidas distinciones por sus esfuerzos y desvelos de tantos años. Para Mario, su banda era una de sus prioridades más preciadas. Él ha contribuido, con su dilatada labor musical, a que a Arafo se le denomine el Pueblo de la Música.

14 “Necrológica / Mario Marrero Fariña, la “MÚSICA” de Arafo”. El Día, miércoles 14 de octubre de

2015 (pág. 27).

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Su velatorio fue un continuo devenir de gente que quería dar el último adiós al músico, al amigo… y expresar sus condolencias a su familia. En su posterior sepelio, fue acompañado por cantidad de personas y por los acordes, hermosos y tristes a la vez, de la música de su banda, por la que tanto se había desvivido. Mario Marrero era querido y reconocido en su pueblo.

Fue un buen amigo. Sentíamos aprecio mutuo. Me viene en estos momentos a la mente un concierto de la Nivaria en el Centro Cultural y de Recreo de Arafo. Entre las obras musicales interpretadas se encontraba la obertura de la ópera La Traviata de Verdi, que Mario me dedicó públicamente porque sabía que era una de mis preferidas.

Descanse en paz el notable músico y muy estimado amigo.15

Le sobrevive su esposa, doña Oliva Ferrera Izquierdo, con quien había procreado dos hijos: doña María Delia (1950), maestra; y don Luis Domingo Marrero Ferrera, (1957), arquitecto técnico, sargento de complemento y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Arafo.

[7 de noviembre de 2015]

15 Sara Ferrera. “Mario Marrero Fariña, in memoriam”. Diario de Avisos, viernes 16 de octubre 2015 (pág.

25).