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SEPTIEMBRE| 2010 DEL IDE | AÑO XV, No9 PORQUÉ LOS PISANDO EN FALSO: ARANCELES AL CALZADO SON UNA MALA IDEA

PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

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Un análisis de porque los aranceles al calzado son una mala idea

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Page 1: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

SEPT

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0DEL IDE | AÑO XV, No9

PORQUÉ LOS PISANDO EN FALSO:

ARANCELES AL CALZADO SON UNA MALA IDEA

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Julio José Prado

MARKETING VS. GORDURA.

12

INDIA MERCADO POTENCIAL PARA AMÉRICA LATINA

9

LA IMPORTANCIA DE LA TRANSPARENCIA Y LA RENDICIÓN DE

CUENTAS EN LAS ORGANIZACIONES DE

LA SOCIEDAD CIVIL

18

,MBA

editorialcontenido

¿ASÍ QUIEREN

-Me embarca en el siguiente vuelo a Guayaquil, por favor.

-Sí señor, de inmediato.

-Está a tiempo el avión?

-Hay un pequeño retraso, pero serán máximo 10 minutos…

Pocos minutos después, en la sala de espera del aeropuerto, se escucha: “informamos a

los pasajeros con destino a Guayaquil que el vuelo se encuentra retrasado una hora”.

Es sólo una percepción, dirán algunos; todos los vuelos sin importar si son nacionales o

internacionales se atrasan igual. ¿Percepción? Veamos, por ejemplo, las estadísticas de la DAC

para el aeropuerto de Quito. En promedio durante el primer semestre de este año, el 70% de

los vuelos de Aerogal y Tame salieron a tiempo, en el caso de Lan Ecuador el porcentaje fue

del 86% (datos de “salidas domésticas”). Con respecto al porcentaje de vuelos cancelados:

Aerogal tuvo en promedio 5,4%, Tame 4,1% y Lan 2,1%. Y fi nalmente respecto a los atrasos

superiores a 15 minutos en vuelos locales: Aerogal 22%, Tame 14%, Lan 10%. Las diferencias

son evidentes.

Pero más interesante (o preocupante) es cuando comparamos estas cifras con las

aerolíneas internacionales que salen desde el aeropuerto de Quito, porque ahí ya tenemos

una medida de la efi ciencia operativa. El promedio de salidas a tiempo para todas las

aerolíneas “nacionales” es de 71%, mientras que para las “internacionales” es de 83%. Y

además, hay un hecho curioso, por decirlo de alguna forma: cuando Aerogal y Tame operan

vuelos internacionales el porcentaje de cancelaciones y atrasos baja en forma importante con

respecto a las operaciones de sus vuelos internos. ¡Umm, interesante! ¿A qué puede deberse

eso? Dejamos esa inquietud en el aire.

Otro tema que salta a la vista, es que -de largo- la aerolínea que tiene menor puntualidad

es Avianca, pues entre enero y junio 2010 sus vuelos salieron a tiempo solo el 51% de las veces.

Uno imagina que estos números deben haberse puesto sobre la mesa al momento de la

negociación que llevó a la alianza entre Aerogal y Avianca, pero desde el punto de vista de la

efi ciencia operativa no vemos con mucha claridad hacia dónde apunta esta jugada.

La puntualidad en el servicio aéreo ya no es un diferencial, es una exigencia y un prerrequisito

mínimo para competir, pero algunas aerolíneas nacionales no se han dado cuenta de eso. El

ingreso de Lan ciertamente ha puesto algo de presión, pero todavía los usuarios no vemos un

cambio radical en tarifas, servicio, puntualidad y calidad.

Un paso interesante que ha dado el Gobierno es mantener el subsidio al combustible

sólo para aviones nuevos, lo cual incentiva al recambio de la vetusta fl ota nacional. Pero,

sin reglamentos claros los subsidios generan distorsiones. Me refi ero puntualmente a esto: A

algunos usuarios nos queda la percepción de que desde la aplicación del subsidio, volamos

en aviones más nuevos, pero hay cada vez más atrasos. ¿Será que algunas aerolíneas están

tratando de “exprimir” a sus aviones nuevos, dejando en tierra a los que no tienen subsidio? En

términos de seguridad puede no ser malo, pero la calidad, especialmente la puntualidad, se

vería seriamente afectada.

Este editorial fue concebido un día viernes, en la sala de espera del vuelo de las 13:00 que salió a las 14:30...; se terminó de escribir esa misma noche, en el vuelo de las 21:30 que salió a las 23:30. Al menos esta vez, no todo fue tiempo perdido.

COMPETIR?

Page 3: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

POR: Julio José Prado Director de Investigación IDE

[email protected]

3P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0

Llevamos ya más de 18 meses desde que se

aplicaron en el Ecuador una serie de medi-

das arancelarias que tenían como objetivo

equilibrar la balanza de pagos que estaba

en rojo, debido a una combinación de alto

gasto público y crisis mundial. Si bien existían otras

medidas que se podían aplicar en su momento para

evitar el colapso de la economía, el aumento de aran-

celes y la restricción a las importaciones, fue una he-

rramienta fácil de aplicar y políticamente aplaudida

que surtió efecto sobre la caída de las importaciones.

Se puede disentir, pero lo cierto es que en ese mo-

mento –la peor crisis mundial desde la Gran Depre-

sión- esa medida fue aceptada sin mayores reparos.

En Perspectiva, siempre dijimos que el problema no

era la medida de restricción a las importaciones en sí

misma sino sus efectos sobre la economía en térmi-

nos de productividad y rivalidad interna. Sobre todo,

dijimos que sería muy difícil eliminar las barreras aran-

celarias una vez que se hayan implementado ¿Quién

va a invertir y producir más si sabe que la protección

es temporal? (para detalle ver “Importaciones, restric-

ciones y la chupetenomics” de Febrero 2009). Subir

aranceles durante unos pocos meses para evitar el co-

lapso de la dolarización, aunque no convencía a todos,

era una medida aceptable en esas condiciones. Subir

aranceles en forma indefi nida con el argumento de

crear industrias más competitivas, es un cuento dife-

rente y muy peligroso a corto, mediano y largo plazo.

Lastimosamente, lo que anunciamos en febre-

ro 2009 se acaba de concretar. Las salvaguardias

temporales se han transformado en protecciones

arancelarias indefi nidas para varias industrias, en es-

pecial: calzado y textiles. En el calzado, por ejemplo,

hay una gran euforia porque se considera que esta

medida va a permitir, por fi n, tener una industria

competitiva y fuerte (durante mediados de agosto

2010, no hubo un solo medio de comunicación que

dejara de hablar del tema). Sentimos tener que ser

aguafi estas, pero ese no es el camino hacia la com-

petitividad del sector calzado, es más ese no es el

camino para casi ninguna industria del Ecuador.

ANÁLISIS

Un análisis profundo de porqué los aranceles al calzado no son la panacea que muchos creen, y lo peligroso que sería

repetir este experimento en otras industrias.

10%y 6 USD/Par es

el nuevo arancel para calzado

desde julio 2010

Economía 101Hace unos pocos meses una persona que había es-

tado involucrada en el proceso de fi jación de arance-

les durante el 2009, comentó en un foro que algunos

funcionarios estaban perplejos por cómo estaban

reaccionado los productores de calzado “les dimos

aranceles para que no entre zapato importado, así

ellos pueden producir más y los precios van a bajar;

pero estamos muy preocupados porque ni ellos es-

tán invirtiendo al nivel que esperábamos, ni los pre-

cios están bajando”… Lastimosamente este pequeño

párrafo refl eja un total desconocimiento de la forma

en que actúan los mercados, y la única respuesta que

se atinó dar es “Estás hablando en serio? De verdad

esperabas que bajen las precios al restringir las im-

portaciones? Mi amigo eso es economía 101!

Vamos a ver. Al poner restricciones a la importa-

ción o un alto arancel, inmediatamente se genera

una escasez en el mercado, esto por sí solo va a cau-

sar precios más altos. Pero hay más. Si la capacidad

de reemplazar producto importado con producto

nacional no es lo sufi cientemente alta (como se da

en el caso del calzado en Ecuador), entonces hay

pocos nichos de mercado que podrán aumentar la

producción. Si la producción es defi citaria, se gene-

ra un problema de desequilibrio que sólo puede ser

corregido vía precios más altos. Adicionalmente, in-

cluso si se lograra cubrir la demanda con producto

local ¿por qué va a bajar sus precios el productor

local? No solo, tiene que recuperar su nueva inver-

sión adicional sino que debe recuperar varios años

de pérdidas. El consumidor tiene menos opciones

de compra, o puesto de otra forma, las opciones de

compra ahora están fuera de su presupuesto, por lo

que en sentido estricto, el calzado nacional tendrá

menos sustitutos directos. No hay que profundizar

mucho más en economía para entender que cuan-

do hay menos sustitutos de mi producto, yo voy a

mantener el precio o subirlo, pero no bajarlo.

Todo lo anterior, no toma en cuenta la posible re-

acción de la competencia, es decir de los importa-

dores, ¿Se van a quedar de brazos cruzados viendo

¿De verdad esperaban que bajen las precios al restringir las importaciones?

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P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 04

ANÁLISIS

cómo pierden mercado? Ciertamente no.

Hablaremos en detalle sobre esto más ade-

lante, pero lo que va a pasar es que los im-

portadores comenzarán a traer productos

de calidad (y precio) muy alta o de calidad

muy baja. En el primer caso los zapatos im-

portados se venderán más caros que antes,

porque se están importando zapatos de

mayor valor para un nicho que nunca po-

drá ser cubierto por la producción nacional.

En el segundo caso, algunos importadores

tratarán de buscar proveedores más baratos

para cubrir el mercado de “zapato barato”,

pero al hacer eso la calidad del zapato que

se vende en el país se verá ampliamente

afectada. Todo esto, como demostraremos

con números, un poco más adelante, afec-

ta a la calidad de la industria local y afec-

ta especialmente a los consumidores más

pobres. Y ojo que hasta aquí, todo sigue

siendo la teoría económica básica, que es la

que uno supone que quienes fi jan arance-

les conocen al dedillo…

Los efectos sobre el precioEn la sección anterior, hicimos un pe-

queño recuento teórico que se resume

en lo siguiente: si Usted pone aranceles,

Usted va a tener un precio más alto. Sí, sí

pero eso es la teoría… Show me the num-bers! Veamos esos números.

Para medir a lo largo del tiempo en for-

ma consistente los precios, utilizamos las

estadísticas del Índice de Precios al Consu-

midor del INEC, sacamos la tasa de varia-

ción anual del IPC para el rubro calzado y

lo comparamos con el promedio general

de precios de la economía ecuatoriana y

con el rubro “prendas de vestir” que es la

categoría más cercana a los zapatos (en

“prendas de vestir” no se incluye “zapatos”,

es una categoría independiente). Si bien

-basados en la teoría- esperábamos tener

una relación entre el aumento de arance-

les y el aumento de precios, lo que encon-

tramos fue sorprendentemente fuerte.

1era etapa (antes de Octubre 2007): Aran-

celes al 20%. La infl ación en el sector calzado

se mantenía por debajo de la infl ación del

sector de vestimenta, lo cual estaba ligado

a la fuerte rivalidad entre los productores

locales e internacionales. Los precios de los

zapatos subían pero menos rápido que en

otros sectores y mucho menos rápido que

en el promedio general de la economía.

2da etapa (entre oct 2007 y dic 2009):

Aranceles al 30%. La infl ación en el sector

calzado sufre un cambio radical de ten-

dencia y supera rápidamente a la infl ación

registrada en el sector vestimenta. En esta

etapa, la infl ación de los zapatos está por

debajo de la infl ación general, que estaba

creciendo en forma acelerada por el alza

de los alimentos a nivel mundial.

3era etapa (entre ene 2009 y jun 2010):

Arancel al 30% más una salvaguarda de

$10 por cada par de zapatos. La infl ación

en la economía comienza a bajar a medida

que bajan los precios de los alimentos y la

economía ecuatoriana entra en crisis; tam-

bién baja la infl ación en el rubro vestimen-

ta. Pero no baja la infl ación en el calzado, al

contrario, se dispara por efecto directo de

la política arancelaria. Durante toda esta

etapa, la infl ación en calzado comienza

a bajar pero se mantiene siempre (y por

primera vez en muchos años) por encima

de la infl ación general y de la infl ación en

prendas de vestir. Recuerde que en vesti-

menta también se impusieron aranceles

muy fuertes durante esta etapa, pero aún

así la infl ación en calzado fue más alta.

4ta etapa (desde julio 2010): Arancel al

10% más una salvaguarda de $6 por cada

par de zapatos. Se han bajado los altísimos

aranceles de la etapa anterior, pero lo que

debía ser una protección temporal, se ha

convertido ahora en una política arance-

laria indefi nida. Es por eso que en los últi-

mos meses, ya comenzamos a ver que la

tendencia de infl ación en el sector calzado,

que estaba bajando, parece comenzar a

elevarse. Si nos basamos otra vez en la teo-

ría económica, podemos anticipar que la

tendencia en esta última etapa será al alza.

Todavía no hemos terminado con el

precio, vamos al detalle. ¿Qué tipo de

zapatos son los que más han subido de

precios? Nuevamente podemos recurrir a

las cifras del IPC y analizarlas en relación a

las protecciones arancelarias. El resultado

es que antes de septiembre 2007, con un

arancel de 20% los precios de varios tipos

de zapato estaban disminuyendo (esto se

conoce como infl ación negativa) o cre-

ciendo muy lento. Los zapatos para niños

y niñas por ejemplo, tenían una infl ación

negativa de -6% en promedio (en el grá-

fi co hemos omitido por espacio esta ca-

tegoría). Desde la aplicación de los aran-

celes más elevados, primero en el 2007

y después con más fuerza en el 2009, los

precios han crecido a un ritmo mayor.

El balance es bastante claro, cuando suben los aranceles suben los precios del calzado.

Fuente: INEC

l b

Fuen

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NECIn

fl aci

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nual

(%)

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5P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0

ANÁLISIS

Los más afectados son los zapatos de

mujer tanto de cuero como deportivos,

pero desde que se aplicó el arancel mixto

hace unos meses (10% + $6), se nota un

especial repunte de la infl ación en los za-

patos de cuero para mujer. Este aumento

se corrobora, si medimos la infl ación men-

sual acumulada desde enero 2009, que

para el zapato de cuero de mujer fue del

21% (versus el 11% en zapatos para hom-

bre y el 9% para niños). Hay varias explica-

ciones para esto, que requieren un análisis

más detallado de las importaciones en

cada categoría pero ese nivel de detalle

escapa a nuestro objetivo, por lo que sólo

diremos que aquí hay un evidente efecto

de elasticidad (sensibilidad) de la deman-

da. Las mujeres son un poco menos elásti-

cas que los hombres en lo que se refi ere a

compra de zapatos y en especial en zapa-

tos de cuero y eso se refl eja en el aumento

de precios. Al haber menos competencia

internacional, los productores nacionales

aprovechan esa demanda relativamente

inelástica para subir el precio y ganar unos

centavos adicionales.

guardas y el aumento de los aranceles,

la composición de las exportaciones era

la siguiente: 55% botas de caucho y 45%

zapatos de lona (los zapatos de cuero o

de plásticos representan menos del 0,5%

de las exportaciones). Tan solo 16 meses

después, en abril 2010 que es el último

dato disponible que tenemos al momen-

to, la composición de las exportaciones

había cambiado radicalmente: 81% bo-

tas, 19% lona. Hay algo que se aprende

rápidamente al hacer análisis económico;

cuando hay un cambio tan radical en una

variable económica en tan poco tiempo,

algo muy grave tiene que haber pasado.

Uno podría pensar que debe ser el efec-

to de la crisis económica mundial, pero la

crisis por más severa que fuera, no debería

haber cambiado en forma tan radical los

patrones de consumo (al menos no en el

sector calzado).

Hay otro tema adicional, que se debe

tener muy en cuenta. ¿Cuál es la vocación

productiva del Ecuador en la industria del

calzado? ¿Hacia dónde cree Usted que

debemos enfocarnos? Es una pregunta

muy difícil, lo reconozco, pero hay algu-

nas personas que creen tener la respues-

ta: lo que el Ecuador debe hacer es tener

una industria fuerte de calzado de cuero,

porque eso permite juntar la mano de

obra artesanal que tenemos con las ten-

dencias del mundo del diseño. Muy bien,

esa puede ser perfectamente la vocación

del Ecuador, suena bien, es una industria

atractiva, podríamos competir con Brasil,

y quién sabe, incluso podríamos llegar a

competir con los Italianos. Pero hagamos

otra pregunta ¿Quién decide cuál es la

Los efectos sobre las exportaciones Supuestamente, uno de los grandes be-

nefi cios de implementar restricciones a la

importación es que la industria se vuelve

más fuerte y eso permite comenzar a ex-

portar más. Recuerde antes que nada, que

la industria del calzado en Ecuador ya te-

nía aranceles altos (20%) antes del 2007,

pero después se amplían las proteccio-

nes. Para ser objetivos hay que decir que

del 2007 hasta la fecha, hay pocos datos

como para hacer un análisis profundo del

efecto de los aranceles sobre las expor-

taciones, pero incluso así, ya se pueden

apreciar algunas tendencias que describi-

mos a continuación.

Durante lo que va del año 2010, se ex-

portaron en promedio cada mes 609 to-

neladas de zapatos desde el Ecuador hacia

el mundo. Durante el 2009 el promedio

fue de 823 toneladas (2008 = 840 y 2007 =

931 toneladas). Se aprecia claramente una

reducción importante de las exportacio-

nes de calzado en volumen, pero además

también han caído las exportaciones en

valor, esto signifi ca en pocas palabras que

por cada zapato que estamos exportando,

recibimos hoy por hoy menos dólares que

hace unos pocos años.

Vamos al detalle. En diciembre del 2008,

justo antes de la imposición de las salva-

Fuen

te: T

rade

map

La explicación más clara está -otra vez-

relacionada con los aranceles. ¿Qué tienen

que ver los aranceles a la importación con

las exportaciones? Muchísimo, porque al

poner un arancel se cambian los incentivos

en forma casi inmediata; piense

un segundo ¿quién va a querer

ir a pelear en los mercados de

afuera, si aquí en el país, el mer-

cado está desabastecido y hay

muy poca competencia? -Eso es

justamente lo que hacen los pro-

ductores, dejan de exportar para

enfocarse en el mercado local. ¿Es

eso malo? No necesariamente,

pero a mediano plazo sí es pre-

ocupante que esta tendencia se mantenga,

pues implica que las empresas se enfocan

en el mercado interno, que tiene un tamaño

limitado, que paga precios bajos y en dónde

no hay una competencia fuerte que genere

una sana rivalidad competitiva. Ese cambio

de enfoque hacia lo interno en lugar de

lo externo, puede convertirse en un lastre

competitivo para el calzado ecuatoriano.

vocación productiva de una industria?

¿Usted, Yo, un Ministro, el Presidente? No,

ninguno. Eso lo decide el mercado. Y hasta

ahora la voz del mercado ha sido bastan-

te clara, lo único que ha logrado exportar

con relativo éxito el Ecuador,

son botas de plástico y zapatos

de lona. Claro que nos encan-

taría que podamos exportar

calzado de gama más alta, con

marca propia y cobrar cientos

de dólares por cada par, pero

hasta ahora, esa no ha sido la

vocación productiva del Ecua-

dor. Nadie dice que el mercado

ecuatoriano no pueda ir “evo-

lucionando” desde las botas de caucho

hacia los zapatos de diseñador, pero esa

decisión no debe estar en manos de unos

pocos. Esa decisión está al mismo tiempo

en mano de todos y de ninguno, está en

manos del mercado (El siguiente paso es

¿cómo hacer que el mercado de calzado

funcione mejor? Damos algunas pautas

más adelante).

Hay un cambio radical en la composición de las exportaciones

609toneladas de

zapatos se exportaron en

2009.931 toneladas se

exportaron en 2007

Valor unitario de la exportación de botas (dólares por TON)

Page 6: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 06

ANÁLISIS

Los efectos sobre las importaciones

Haciendo un breve análisis vemos que los

nuevos aranceles representan para la clase

alta un 16% del valor del zapato, para la cla-

se media representan un 70% y -agárrese

bien- para la clase más pobre los aranceles

representan un 300% del valor del zapato.

Qué va pasar entonces con la demanda?

Lo que hay que analizar es qué segmento

es el más sensible al alza de precios y los

aranceles, sabemos que el consumidor más

pobre es muy sensible al precio (“elástico”)

mientras que el consumidor más acomoda-

do es más insensible al precio (“inelástico”).

La demanda para zapatos importados ba-

ratos va a disminuir en forma considerable,

mientras que prácticamente no va a haber

efecto sobre la demanda de zapatos impor-

tados caros. Así que en defi nitiva quien va a

sentir el efecto de esta medida, es el consu-

midor de clase baja.

Ante esto ¿qué haría Usted si es im-

portador de calzado? ¿A qué segmento

se enfocaría? Si trae zapatos para el seg-

mento bajo, no se venden y obtiene poca

rentabilidad. Si trae zapatos caros para el

segmento alto, se siguen vendiendo (me-

nos que antes pero se venden) y obtiene

un buen margen de ganancia. Lógico, hay

que ir a los más caros. Si todos los importa-

dores comienzan a pensar de esa forma (y

es muy probable que así lo hagan), lo que

va a pasar es que las importaciones se van

a enfocar en zapatos más caros y eso va

a comenzar a presionar sobre los precios

internos de los zapatos nacionales. Des-

pués, a mediano plazo, es probable que

los importadores busquen productos de

más baja calidad y precio, para adaptarse

y recuperar el nicho de segmento bajo, lo

cual volvería a poner en situación precaria

a la producción nacional.

Los efectos sobre la productividadNos hubiese encantado presentar en

esta sección series históricas de producti-

vidad de los factores de producción (ca-

pital, trabajo y tierra), pero no existen en

el Ecuador. Así que hemos optado por la

mejor aproximación posible a la producti-

vidad de factores que es la productividad

empresarial. ¿Cómo lo hicimos? Anali-

zamos la contabilidad de las empresas

que reportan en la Superintendencia de

Compañías , y comparamos los índices fi -

nancieros de cada industria con las de su

sector. Por ejemplo, en el caso específi co

del Calzado que es el que presentaremos

ahora, comparamos “Fabricación de calza-

do” frente al rendimiento de todo el sector

de “Industrias manufactureras” (corres-

ponde al código CIIU: D192 y D).

Acabamos de ver que el precio al que se

exporta cada par de zapatos hecho en el

Ecuador, ha venido cayendo en forma sos-

tenida en los últimos años. ¿Está pasando lo

mismo con el precio de los zapatos impor-

tados? Como era de esperar, sucede exacta-

mente lo contrario, el valor de importación

unitario tiene una tendencia creciente en

todos los tipos de calzado. Lo que más se

ha encarecido es la importación de zapatos

de plástico, que son los que generalmente

conocemos como “deportivos”: a fi nales del

2008 cada tonelada costaba 5.000 dólares

y ahora cuesta 17.000 dólares (datos hasta

abril 2010). La importación de calzado de

cuero, también subió pero en menor pro-

porción: de 19.000 dólares por tonelada a

fi nales del 2008, a casi 24.000 durante los

primeros meses de este año.

¡Tremendo negocio para el Ecuador!

Nuestras exportaciones de zapatos se están

vendiendo más baratas, pero importamos

zapatos más caros. Aquí hay un claro per-

judicado, el consumidor. Sin embargo, hay

mucho más en juego aquí que el bienestar

del consumidor. Las restricciones arancela-

rias, en especial los aranceles mixtos que

se acaban de poner en práctica desde ju-

nio 2010, van a generar un cambio en la

estructura de la oferta y la demanda del

sector calzado. La explicación que viene

a continuación es un tanto compleja pero

trataremos de hacerla lo más clara posible.

Los aranceles aprobados, son del 10%

ad valorem más 6 dólares por cada par de

zapatos. ¿Se ha puesto a pensar Usted por

qué han decidido este esquema las auto-

ridades? Lo que se ha comunicado públi-

camente es que se buscará disminuir las

importaciones para favorecer la produc-

ción nacional. Pero ¿qué tipo de importa-

ciones son las que van a disminuir y cómo

va a afectar al consumidor? Eso es lo que

queremos saber, pero hay poca o nula in-

formación. Bueno aquí está la respuesta.

Pongamos un ejemplo:

•Valor del zapato = $10. Sumamos los aranceles 10% +$6, el valor fi nal del zapato será $17. Este es un zapato que podemos asumir será consumi-do por la clase económica media.• Valor del zapato = $2. Sumando aranceles, el valor fi nal es $6,2. Este es un zapato que puede ser consumido por la clase baja. •Valor del zapato = $100. Sumando aranceles da $116. Este es un zapato que puede ser consumi-

do sólo por la clase alta.

Fuen

te: T

rade

map

Esto es especialmente grave para el zapato barato; el arancel es 300% del valor

El ROA (Rentabilidad sobre los activos), es un índice que se utiliza para medir la efi ciencia de las empresas en el uso de sus activos. Cuando este índice es consistentemente superior al promedio de la industria, se dice que una empresa es “competitiva” (en este caso el concepto de competitividad es un poco más restringido que el que hemos venido usando). Hasta el año 2004 el ROA de la industria de calzado fue muy similar al promedio de las industrias manufactureras. Entre los años 2005 y 2008, la efi ciencia de la industria de calzado fue menor y si bien parece que la brecha se ha ido cerrando en los últimos años, eso se debe a una caída generalizada de la efi ciencia en el uso de los activos en el sector de la industria manufacturera.

El ROE (Rentabilidad del capital), permite medir la efi ciencia en el uso de los recursos fi nancieros de la empresa, es decir el patrimonio. Lo que se puede apreciar es que la industria de calzado ecuatoriano ha estado muy por debajo del promedio manufacturero (salvo en dos años puntuales 2001 y 2007). Esto signifi ca que hay un problema de efi ciencia en el uso del dinero. Ojo que aquí no estamos cuantifi cando si hay mucho o poco dinero, sólo decimos qué tan bien se lo está utilizando.

Otros índices: Para este estudio hemos calculado varios índices, como variación anual de ventas, rentabilidad neta, rentabilidad bruta, entre otros (cuyos gráfi cos no se presentan aquí). Todo aquello que tiene que ver con rentabilidad neta la industria del calzado presenta serios problemas y se encuentra, al igual que para el ROE y ROA, siempre por debajo del promedio nacional.

Valor unitario de la importación de calzado (USD/tonelada)

Page 7: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

Fuente: Supercías , cálculos Julio José Prado

Resumiendo, ¿qué tenemos después de

todo esto? Desde el punto de vista de efi -

ciencia empresarial, la industria de calzado

se mantiene por debajo del promedio de

rendimiento de la manufactura. Esto no

se puede atribuir enteramente a ninguna

medida proteccionista específi ca, pero

los datos sí nos permiten ver que la línea

de base sobre la que parte el sector es de

productividad baja (incluso para los bajos

estándares de Ecuador). Por lo tanto, si se

implementan, en una industria como esta,

medidas proteccionistas que van a frenar la

competencia internacional, podemos anti-

cipar que no habrán mejoras signifi cativas

en productividad. La productividad no au-

menta mágicamente al tener menos com-

petencia, todo lo contrario disminuye.

En este entorno, si no se corrigen las tra-

bas competitivas y cuellos de botella, las

protecciones lo único que logran es ahon-

dar los problemas de productividad.

Los efectos sobre la competitividadEste es un buen momento para analizar

todo lo presentado desde el punto de vista

de la competitividad. Vimos que la infl ación

está directamente relacionada con los aran-

celes. Vimos que las exportaciones no han

logrado despegar ni en volumen, ni en va-

lor, ni por unidad, durante la aplicación de

las restricciones arancelarias. Y, vimos que

la reducción de las importaciones afectará

especialmente a un segmento del mercado:

los más pobres. Desde el punto de vista de la

microeconomía, está claro que la estructura

del mercado ecuatoriano de calzado cam-

biará radicalmente. Pero ¿va a cambiar para

bien o para mal? Hagamos un -muy breve-

análisis de la competitividad sectorial:

Disminuye la rivalidad: Está amplia-

mente documentado, que el aumento de

rivalidad entre empresas genera mayor

efi ciencia. Imponer barreras arancelarias

tan altas disminuye la presión por inno-

var y mejorar. Es muy diferente poner una

restricción arancelaria cuando la industria

tiene una fuerte rivalidad interna, como

en el caso de Japón en los 60 y 70´s en los

equipos electrónicos. En Ecuador la com-

petencia interna local es muy fragmenta-

da, pocas empresas pueden actuar como

líder, por lo que los aranceles no contri-

buyen en nada a tener una industria local

más fuerte.

Visión hacia adentro: Al enfocar toda

la producción hacia el mercado interno,

se pierde la visión sobre las tendencias

del mercado mundial. Esto empeora en

el caso del Ecuador, pues el consumidor

promedio es poco exigente y se enfoca

en precios bajos. El resultado: empresas

que pelean por nichos pequeños, inca-

paces de expandirse. Siempre hay alguien

que dirá “pero si es lo mismo que hacen

los gringos”. Olvídese de esas comparacio-

nes, nuestro mercado es de 13 millones, la

mayoría pobres; el de EEUU es de 300 mi-

llones, la mayoría ricos. Brasil o EEUU, por

su tamaño, pueden darse ciertos lujos que

nosotros no podemos.

Suben los precios: Parece que siempre

que se hacen políticas industriales, nos ol-

vidamos del efecto sobre el consumidor.

Es como si todo se justifi cara con tal de

producir más. Es inevitable que los pre-

cios suban al poner controles elevados a

las importaciones. Sí, por supuesto que al-

guien se va a benefi ciar: el productor. Pero

incluso ese benefi cio será durante muy

corto tiempo, hasta que los importadores

encuentren formas de competir con pre-

cios más bajos o se quiten los aranceles.

Inefi ciencia exportadora: Como re-

sultado de los tres anteriores (rivalidad,

mercado y precio), cuando se decide que

fi nalmente la industria está lista para el

mercado internacional, se buscan nichos

para colocar el producto. Pero ahí –recién-

nos damos cuenta que nuestro producto

es más caro; nuestros modelos no son

demandados en el mercado mundial; los

pocos canales de distribución internacio-

nal que se había creado ya no existen;…

Nada nuevo bajo el sol: Este tipo de

políticas no son nada nuevas. Se han in-

tentado en América Latina, Europa, Asia, e

incontables veces en industrias del Ecua-

dor. No siempre han sido nefastas. Con

una agenda adecuada y entendiendo en

forma clara las condiciones competitivas

de cada país, pueden funcionar en forma

parcial. Lo que sí está claro es que pode-

mos rebuscar, patalear, reformar y des-

pués volver a escribir la teoría económica

a la ecuatoriana cuantas veces queramos,

pero hay algo que no cambia: la compe-

tencia sigue siendo el sistema más efi -

ciente para las empresas y para los países.

Algo que Finlandia, Japón, Chile, Corea, e

incluso la China comunista entendieron

hace rato.

ANÁLISIS

El único índice en el que el calzado está ligeramente por encima es Rentabilidad Bruta, esto puede signifi car que el negocio por sí mismo puede ser efi ciente, pero que hay una serie de elementos que están evitando que eso se refl eje en la rentabilidad neta. Entre 2000 y 2008 el promedio de RBruta es 33% en calzado vs 30% en manufactura y la Rneta es 2% vs 6%. Puede existen varias explicaciones (el detalle va más allá del alcance de este documento) entre ellas: créditos caros o inaccesibles, mala uso del personal administrativo, impuestos altos que generan inefi ciencia, etc.

7P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0

Page 8: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 08

Zapatero a tus zapatos: un par de propuestas

ANÁLISIS

1. Plan de desgravación: Sería muy peligroso para

la industria quitar los aranceles en forma radical e inme-

diata, pues se generaría cierre de empresas y desem-

pleo. Pero sí se debe tener un plan claro de reducción

de los aranceles. Para comenzar, hay que saber con cla-

ridad cuánto va a durar el sistema arancelario actual? En

base a qué indicadores va a decidir el Gobierno ampliar

o disminuir plazos y aranceles? La respuesta a esta dos

preguntas no existe en este momento, porque las me-

didas se han tomado sin un buen cálculo de línea base

u hoja de ruta.

2. Largo plazo: Ninguna industria en el Mundo se ha

vuelto competitiva con una visión cortoplacista. Quere-

mos tener una industria fuerte del calzado en 20 años?

Perfecto, vamos a dar los pasos adecuados para que eso

se cumpla. Lo que no se puede hacer es tratar de adecuar

los tiempos políticos a los tiempos empresariales, simple-

mente no son los mismos.

3. Creación de cluster: Primer paso indispensable

para poder tener una industria dinámica y fuerte den-

tro de 20 años: Juntar a todos los actores, entender sus

necesidades, su interdependencia y hacer un análisis

objetivo de la situación actual de cada uno. Crear una

nueva entidad que debe estar por encima de los gre-

mios actuales, que debe coordinar con el Gobierno, con

las empresas, con las universidades con las agencias de

promoción, en fi n, con todos. No puede ser una enti-

dad dependiente del sector público, debe ser privada

y autofi nanciada, pero tampoco debe ser controlada

por una sola empresa. Todo el resto viene después, fi -

jación de objetivos, cooperación, colaboración público-

privado, análisis de benchmark internacional, creación

de factores de producción especializados, fi jación de

normativas, etc… Cuando se haga este ejercicio enten-

deremos que no podemos hablar de calzado, sin hablar

de: plásticos, textiles, cuero, diseño, caucho, educación

especializada,…

4. Sistema de inteligencia: Un paso que se debe dar

de inmediato, que puede ser apoyado por el Gobierno

en una etapa inicial y después delegado al Cluster, es la

generación de información adecuada sobre el mercado

internacional, tendencias, competidores locales, tipos de

calzado que se están fabricando, costos, etc. Esto es lo

mínimo con lo que todo empresario debe trabajar. Ade-

más, no solo hay que tener cifras sino saber usarlas, por

eso no hablamos de estadística sino de inteligencia de

mercados. La información debe ser libre, pública y deta-

llada, hay que desterrar de una vez por todas esa visión

de que el poder está en quién tiene la información, por

una visión en la que el poder está en quién usa e inter-

preta la información.

5. Sinergias internacionales: Seguimos viendo a los

colombianos y los brasileros como competidores de los

empresarios nacionales, pero ¿se ha hecho algún estudio

serio de la complementariedad existente entre industrias

de calzado de estos países? Quizás podamos volvernos

socios en ciertos tipos de calzado y mantener una com-

petencia intensa en el resto de productos. En todo caso, el

esquema actual en el que las empresas trabajan como islas,

solo permite mantener la baja competitividad.

6. Mantener y profundizar esquemas de empresa an-cla: Hay empresas que han conseguido ser líderes sin nece-

sidad de esquemas radicales de proteccionismo. Esas pocas

empresas han logrado pasar la prueba del mercado y pue-

den convertirse en promotoras de empresas de mediana y

pequeña talla. Este concepto de cooperación debe ser moti-

vado por los propios empresarios y por el Gobierno. Nada se

consigue apoyando solo a los pequeños y artesanales. Eso

generalmente termina en un conjunto de empresas que no

logran economías de escala, ni sinergias. Coo-petencia, la

mezcla entre colaboración y competencia es la clave.

7. Abandonar la visión proteccionista: Mientras pen-

semos que la mejor manera de desarrollarse y crecer es a

través de más aranceles, estaremos condenando a la in-

dustria a una perpetua repetición de malas prácticas y baja

productividad. Es increíble ver cómo personas que antes

pensaban que el proteccionismo era una mala idea, aho-

ra cuando lo hacen para su sector lo ven como la mejor

solución. Parecería que algunas empresas han caído en el

“todo bien, hagan lo que quieran, mientras me benefi cien

a mí”. El concepto de colaboración público-privado debe

dejar atrás el asistencialismo, hay muchas cosas que las

empresas pueden hacer sin esperar que el Gobierno las

proteja. Mientras sean las mismas empresas las que aplau-

dan y exijan protecciones muy poco podremos avanzar.

8. El mercado no es perfecto, pero cómo ayuda! Muchos

funcionarios siguen rompiéndose la cabeza tratando de en-

tender cómo eliminar los monopolios y las distorsiones del

mercado. Es posible que el problema esté en el cristal con el

que miran. Hay una ola de “pensamiento” que atribuye todos

los males del país, la sociedad, y la empresa, al mercado. In-

contables veces escuchamos: “la teoría económica está bien

para países desarrollados, pero aquí no aplica”. Ante eso cabe

preguntarse ¿Lo que funciona y explica el comportamiento

de la economía no se aplica aquí? ¿Somos lo ecuatorianos

de otro planeta? Quizás la respuesta más sencilla es la más

correcta: lo que falla no es la teoría sino la práctica. Nuestro

mercado está tan distorsionado por prácticas como las men-

cionadas, que al fi nal confundimos todo. Identifi car bien la

causa y la consecuencia sería un buen punto de partida. El

mercado no es ni bueno ni malo, sino lo que la sociedad,

las empresas y los gobiernos hagan con él.

Como Ud habrá podido comprobar, la situación del calzado no es tan sencilla como se lo ha presentado en allgunos medios y foros. Creemos que las cifras que hemos presentado son bastante explícitas y permiten sacar conclusiones objetivas. Hay quee tener mucho cuidado con las apreciaciones ligeras y evitar replicar protecciones en forma generalizada en otras industrias, pero esa justamentte parece ser la intención. Nece-sitamos ver más allá de lo evidente.

Hay que tener objetivos e indicadores medibles

Crear una institución independiente para facilitar la cooperación y competencia

Hay que apoyarse en las

que han logrado superar la

“prueba del mercado”

Nuestro mercado esta

totalmente distorsionado por

prácticas como esta

Page 9: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 9

POR: Mónica Vergara Bonilla Dpto. de Investigación IDE

[email protected]

MERCADO POTENCIAL

INDIA

descifrando las cifras

PARA AMÉRICA LATINA

El intercambio comercial entre

India y Latinoamérica se ha in-

tensifi cado en los últimos años

de forma incipiente. Este mer-

cado representa para la región

una puerta abierta hacia la diversifi cación.

A primera vista, India y América Latina

no tienen mucho en común: situadas en

puntos diametralmente opuestos y con

muy pocos lazos históricos y culturales.

Sin embargo, y a pesar de que India aún

no está en la mira de políticos y empresa-

rios latinoamericanos, o al menos no tanto

como China, la región ya empieza a reco-

nocer el surgimiento del país asiático.

La India se mantuvo económicamente

atrasada por décadas, con una enorme

fuerza laboral subutilizada; una econo-

mía prácticamente cerrada al comercio y

la inversión extranjera. A mediados de los

ochenta, comenzó a cambiar de curso, apli-

cando algunas reformas “empresariales” de

alcance limitado. Pero, en los años noventa

decidió abrir y desregular su economía.

Ahora, India se ha convertido en una po-

tencia económica regional y mundial, con

un crecimiento del PIB entre 6,5% y 8% en

la última década según los Indicadores del

Desarrollo Mundial del Banco Mundial. El

segundo país más poblado y la décima

segunda mayor economía mundial cuen-

ta con una economía especializada en el

área de servicios, que representa el 54%

de su PIB, seguido por la rama industrial

(de carácter tecnológico) con un 30%; y el

sector agrícola con el 16% restante.

El intercambio comercial de bienes y

servicios, que representaba una fracción

de la economía india, actualmente repre-

senta cerca del 50% del PIB y la inversión

extranjera ha experimentado un sorpren-

dente crecimiento, pasando los US$100

millones en 1990–1991 a US$32.500 millo-

nes en 2007–2008. ¿Qué signifi can estos

cambios para Latinoamérica?

¿Socios comerciales?Así como el surgimiento de China trans-

formó a las economías de América Latina

y generó la apertura de un gran mercado

para las exportaciones, especialmente de

productos básicos, el avance del nuevo

gigante asiático puede tener un impacto

profundo, tanto en el comercio y las inver-

siones como en los bienes y servicios.

Hay un potencial considerable para el

comercio entre Latinoamérica e India,

principalmente por las mismas razones

por las cuales ha prosperado su comer-

cio con China: India es un país relativa-

mente escaso de recursos naturales y de

abundante mano de obra, mientras que

Latinoamérica es en general lo contrario.

India no tiene manera de satisfacer su de-

manda con producción interna, mientras

que América Latina tiene recursos natu-

rales que la India necesita para crecer y

prosperar.

Por ello, la India tiene el potencial de

ser un gran comprador de productos

agrícolas y minerales, dos de las principa-

Page 10: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 01010

les exportaciones de América Latina. En

consecuencia, al igual que pasó en China,

esta abundancia de la oferta en América

Latina, en combinación con la creciente

demanda en India, serían más que sufi -

cientes para impulsar una gran expansión

en el comercio bilateral.

Pero, las diferencias en la dotación de re-

cursos no son la única razón para comer-

ciar. Según el estudio del BID, el tamaño de

los países y la similitud de las preferencias

de sus consumidores son otros incentivos

importantes.

Ambas son economías de tamaño me-

diano, con una gama de ingresos per cápi-

ta que hace pensar que los consumidores

de ambos mercados posiblemente prefi e-

ran productos menos sofi sticados y más

accesibles que los que se comercian en

los países industrializados.

Si existen los incentivos, entonces la pre-

gunta es: ¿por qué no se ha establecido el

comercio todavía? ¿Por qué India todavía

comercia tan poco con América Latina?

Hasta 1999, los volúmenes del comercio

entre la región, China e India eran simila-

res, se mantuvieron básicamente sin varia-

ción y sin dar señales claras de dinamismo.

Pero este escenario cambió radicalmente

a partir de 2000, cuando el comercio con

China entró en auge y se creó una brecha

entre éste y el comercio con India. Según

datos del COMTRADE para 2007, la parti-

cipación de China en el comercio total de

Latinoamérica era de 5,4%, mientras que

India era de apenas 0,9%.

Pese a la importancia y potencial de la

India como socio comercial, todavía no

existe una estrategia regional coordinada.

Las visitas que en los últimos cinco años

han realizado a la India algunos mandata-

rios latinoamericanos se han encaminado

a reforzar relaciones bilaterales pero no

conllevan un esfuerzo integral para com-

petir y abastecer el mercado indio.

Según el informe del BID, un crecimien-

to de 1% en el PIB de China genera un

aumento de 2,4% en las exportaciones la-

tinoamericanas. En cuanto a la India, cada

1% de incremento de su PIB se traduce en

un incremento de 1,3% en las exportacio-

nes de América Latina.

Si consideramos en qué sectores com-

piten América Latina e India y en cuáles

son complementarios, se debe considerar

que la presencia de una economía de ser-

vicios, intensiva en tecnología y con alta

densidad poblacional, marca la pauta en

el tema comercial. Por ejemplo, en el caso

de bienes primarios, o con bajo grado de

manufactura (acero, cobre, maíz, petróleo),

hay un interés creciente por parte de India.

Sin embargo, si nos referimos a otros sec-

tores como producción de trigo o aquellos

como el ensamblaje automotriz y software,

México y Brasil serían competidores. Por

otro lado, la oferta de India para la región

se concentra principalmente en textiles,

automóviles y medicamentos genéricos.

Para India, América Latina es un merca-

do pequeño pero incipiente. La creciente

demanda de materias primas y la capaci-

dad de aprovisionamiento de las econo-

mías latinoamericanas sería el motor de

esta relación. No obstante, esto debe ser

acompañado de estrategias que orien-

ten la inversión en áreas fuertes de la In-

dia (TIC, I+D), en las cuales Latinoamérica

pueda potenciar la externalización de los

procesos de aprendizaje y aumentar las

posibilidades de inversión.

Un aumento en el comercio bilateral,

llevaría a la consolidación de un “círculo

virtuoso”, con más incentivos para la co-

operación. En este sentido, las dos eco-

nomías han fi rmado numerosos acuerdos

que abarcan 21 sectores económicos en

los últimos 10 años con el objetivo de

aumentar las oportunidades para facilitar

el intercambio de desarrollo económico

y de las valiosas lecciones aprendidas. La

India ofrece importantes lecciones deriva-

das de su éxito en la creación de servicios

dinámicos vinculados con la tecnología

de la información, sus pujantes indus-

trias de microfi nanzas, aeroespacial y far-

macéutica, además de sus universidades

para formar futuros líderes. Por su parte,

América Latina tiene historias de éxito en

agricultura, minería, aeronáutica, biocom-

bustibles, sistemas de pensiones privadas

y programas de reducción de la pobreza,

Fuen

te: T

RAIN

S –

UN

CTA

D

Barreras Arancelarias

7%crecimiento promedio de la economía

India

0,9%participación en el 2007 de India en el mercado

latinoamericano

SECTOR

Agricultura

Manufactura

Minería

65,1

20,5

8,8

8,2

9,8

3,2

Porcentaje promedio

INDIA

Porcentaje promedio

AMÉRICA

LATINA

Page 11: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 1111

todo esto podría ayudar a ambas econo-

mías a enfrentar sus restricciones al creci-

miento económico.

Barreras que frenan el comercio y la inversión

El comercio entre la India y Latinoaméri-

ca refl eja graves distorsiones y restricciones

por los costos de comercio, ya sea de aran-

celes de importación, barreras no arancela-

rias o costos de transporte, particularmen-

te en el caso de los productos agrícolas.

Según la OMC, el arancel promedio de

la India para productos agrícolas de Amé-

rica Latina es de 65%, más de cinco veces

la tarifa promedio de China.

A pesar de que los aranceles de Améri-

ca Latina para productos indios no son tan

altos —9,8% en promedio en el caso de

productos manufacturados— están por

encima del rango de la OCDE, de 4% a 6%,

por lo que son considerados obstáculos

para el comercio.

Según cálculos de la OMC, una reducción

de 10% en los aranceles medios aplicados

a exportaciones indias, por ejemplo, pro-

bablemente generarían un aumento en las

importaciones de productos indios en 36%.

En cuanto a los productos manufactura-

dos, las ventajas comparativas de Latino-

américa no son tan evidentes, pero según

la OMC podría haber buenas opciones para

un intercambio comercial más diversifi cado

basado en la similitud de las preferencias

de los consumidores de ambas economías;

aunque incluso en este caso, la región en-

cara un arancel promedio de 20%.

Aunque las barreras arancelarias y no

arancelarias son importantes, son sólo

un aspecto de los costos de comercio.

De hecho, para la mayoría de los pro-

ductos y mercados, los impedimentos

que plantean los costos de transporte

en la región son considerablemente ma-

yores que los planteados por la estructu-

ra arancelaria.

Fuente: COMTRADEFuente: COMTRADE

Participación en las Exportaciones de América Latina

región representó apenas un 0,11% de

los ingresos totales, alcanzando en pro-

medio US$ 11 millones y el destino de

la IED se ha concentrado en sectores

como minería, hidrocarburos, servicios,

software y la producción de medicamen-

tos genéricos, especialmente en Brasil,

México y Argentina.Se observa entonces

que, los altos costos del comercio impi-

den que América Latina coseche todos

los benefi cios comerciales con la India y

están minando, al mismo tiempo, el fl u-

jo de inversiones entre ambas regiones.

En consecuencia, con el fi n de impulsar

el comercio, tanto la India como América

Latina deben reducir sus aranceles, barre-

ras comerciales y costos de transporte.

Pues a medida que el comercio acerque a

estas dos economías, crecerán los incen-

tivos para la inversión.

Creando el desafíoSi bien, la aparición de India representa

una gran oportunidad para el comercio y

la inversión también supone desafíos para

América Latina, especialmente con respecto

a la exportación de bienes manufacturados.

Según el informe del BID, los gobiernos

de América Latina deben prever un esce-

nario en el que India se convertirá, como

China, en un importante exportador de

productos manufacturados, aumentando

las difi cultades de los países de la región

para competir en este sector.

El sector manufacturero de América La-

tina deberá prepararse para afrontar otro

shock competitivo importante, el momen-

to en que la India elimine las barreras que

actualmente frenan sus exportaciones in-

tensivas en mano de obra. Este escenario

aumenta la urgencia para que los gobier-

nos de la región avancen en las reformas

para impulsar la productividad.

Se hace necesario entonces, fomentar

una agenda para mejorar la infraestructu-

ra, ampliar el acceso al crédito y promover

mayores y más efi cientes inversiones en

educación, ciencia y tecnología. Estos pro-

gresos permitirán a las empresas latinoa-

mericanas aprovechar un mercado interno

relativamente grande y generar oportuni-

dades para procesar e industrializar los

recursos naturales con el fi n de aumentar

sus exportaciones con mayor valor agre-

gado y, a su vez, diversifi car mercados.

9,8%promedio de los aranceles

impuestos por América Latina a productos

manufacturados indios

Los costos de transporte resultan espe-

cialmente importantes en el caso del co-

mercio de la región con países distantes

como India y China, no sólo por las distan-

cias, sino también por la composición de

las exportaciones de la región a esos países:

recursos naturales “pesados” y con un alto

cociente entre peso y valor, cuyos costos

de fl ete constituyen una parte considerable

del precio CIF fi nal, debido principalmente

a las defi ciencias de la infraestructura de

transporte tanto en la región como en la

India. Actualmente, la India no tiene servi-

cios de transporte marítimo directo hacia

Latinoamérica, los bienes y mercaderías

deben llegar primero a Singapur o Europa,

lo cual aumenta tanto los costos de fl ete

como los tiempos de envío.

Por otro lado, la tendencia de inversión

extranjera directa de la India en la región,

aún es mínima; según el BID, durante el

periodo entre 1990 y 2009, la IED en la

Page 12: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

1212 P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0

POR: Álvaro Xavier AndradeDpto. de Investigación IDE

[email protected]

Años de evolución y avances han

construido nuestras preferencias a la

hora de alimentarnos. Queremos una

conveniente variedad, barata, sana,

que podamos comer en las canti-

dades que nos apetezcan. Sin embargo, al que-

rer satisfacer estas exigencias muchas empresas

de alimentos han sido criticadas por contribuir a

problemas alimenticios, especialmente el de la

obesidad. Las fi rmas se ven expuestas ante dos

posiciones: la de los consumidores hambrien-

tos y por otro lado, una conciencia social de una

mejor alimentación. Esta conciencia en algunos

países se ha concretado en legislaciones, impues-

tos, restricciones. Por ejemplo en China, se ha

impuesto la asistencia obligatoria a 12 millones

de niños obesos a campamentos para adelgazar.

Las empresas han respondido a esta realidad en

tres fases: negándola; apelando a la libertad de los

consumidores y desarrollando soluciones que per-

mitan un ganar-ganar. La primera reacción fue ape-

lar a que las causas de la obesidad no solo provienen

de una mala alimentación sino que esta enfermedad

también puede ser asociada a elevados niveles de

inactividad. Con lo cual, la defensa de las empresas

de alimentos fue, que también deberían ser culpa-

das industrias de automóviles, TV por cable, video

juegos, ascensores e incluso Internet. Argumento

algo “sacado de la manga” y con pocos resultados ya

que no ayudó a solucionar el problema.

Una segunda defensa se basó en la soberanía de

los consumidores para decidir lo que quisieran co-

mer. Este discurso generalmente llamaba a la mo-

deración pero a la vez a la libertad de elección. En

esta fase muchas compañías de alimentos, especial-

mente de comida rápida han diversifi cado su oferta

para que el consumidor pueda escoger opciones

“saludables” (hamburguesas vegetarianas, ensala-

das, etc.) e incluso algunas franquicias (Ej. Taco Bell),

empezaron a regalar membresías a gimnasios. Un

ejemplo claro que evidencia esta estrategia fue la

Declaración de principios del consumidor que hizo

Burguer King en el 2005. (Vea recuadro)

MARKETING

ESTRATEGIAS DE LAS MARCAS PARA AYUDAR A COMBATIR LA OBESIDAD.

VS. GORDURA.

Declaración de Derechos*•Ud tiene derecho a tener las cosas a su gusto•Ud tiene el derecho de tener pickles y también lechugas en su hamburguesa•Ud tiene el derecho de mezclar Sprite y Coca Cola•Ud tiene e derecho a una Whopper con extra tomate, extra cebolla y triple queso.•Ud tiene el derecho a tener ese senti-miento de sueño una vez que termine su comida.•Ud tiene el derecho a poner una corona de papel y sentirse rey de este reino.•Ud tiene derecho a servirse su pollo a la parrilla o frito.•Ud tiene derecho a untar sus papas fritas con en Ketchup, mayonesa, salsa BBQ, mostaza. O no untarlo con nada.•Ud tiene el derecho de reirse hasta que su bebida explote por su nariz•Ud tiene el derecho de levantarse y pelear por lo que Ud cree.•Ud tiene derecho a sentarse y no hacer nada.•Ud tiene derecho a comer una jugosa hamburguesa a la parrilla tal como la quiere.•Ud tiene derecho a hacer una bola de pa-pel con esta declaración y probar al aro.

Hazlo a tu manera!

Page 13: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

La tercera fase y la más interesante a nuestro pare-

cer, fue responder a los alegatos ideando soluciones

que permitan un ganar-ganar, ayudando a las perso-

nas a tener un mayor control sobre su alimentación.

Por supuesto que ninguna compañía querría modi-

fi car su producto, presentándolo de tal manera que

no sea atractivo para el consumo o la compra. Sería

en cierto sentido surrealista imaginar envolturas de

comida chatarra con carteles similares al de los ta-

bacos que dijeran “Comer Hamburguesa Mata”.

Lo que a las empresas sí les interesa, es que los

clientes tengan cierto control en “cuánto” consumen.

Por el simple hecho, que no quieren que sus clientes

se hastíen en poco tiempo de su comida.

Para explicarlo mejor consideremos productos

que en sí mismos son “benignos”: caramelos, galle-

tas, papas, botanas, etc. No descubrimos una gran

novedad al decir que el consumo excesivo de estos

hará que una persona gane peso, lo que no es tan

claro es que el consumo desmedido puede produ-

cir un hastío excesivo del producto, lo cual debilita

la posibilidad de recompra de la misma, más aún si

a la vez empieza a afectar su salud.

Bajo este supuesto si se logran dar soluciones

creativas que reduzcan la cantidad del consumo

del bien, por cada ocasión, sería una solución que

permitiría a la marca no perder su atractivo, y a la

vez daría al consumidor un mayor control sobre su

alimentación. Incluso si este esfuerzo es bien comu-

nicado, podría ayudar a lograr una percepción posi-

tiva hacia la marca y la empresa.

Esta tercera fase permitió una serie de soluciones

que atacan de forma más personalizada a cada seg-

mento de acuerdo a sus específi cas necesidades e

incluso de acuerdo a sus peculiares “insights”, lo que

genera un mayor valor.

Debemos tener claro que el enfoque de las em-

presas en la industria de alimentos no tiene como

misión lograr que sus clientes tengan hábitos ali-

menticios no saludables y colaborar con aumentar

índices de obesidad; sino que su enfoque está diri-

gido hacia la rentabilidad, es decir a ganar dinero. Si

lo dicho es aceptado, concordará conmigo que las

medidas a tomar, más que por el lado de aumentar

regulaciones, van por el lado de desarrollar solucio-

nes que estimulen un apetito para que el mercado

consuma productos sanos.

P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 1313

Años atrás se presentó un reportaje sobre los devastadores efectos de comer “junk-food”. Con seguridad más de uno quedamos sobrecogidos ante los descubrimientos. Fruto de este impacto, muchas discusiones se plantearon al respecto y la solución a corto plazo fue: regulación. ¿Cuál fue la reacción de las marcas? ¿Se solucionó el problema con fuertes regulaciones? ¿Cómo aportó el marketing?

pulso de mercado

5 a 1

+30%

relación entre la demanda de comida rápida vs. ensaladas

índice de gordura

y obesidad en Estados Unidos y

México

Page 14: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

P E R S P E C T I V A /1414 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0

Dos “principios” sobre la compra y consumo de comida.

Antes de la era industrial el proveerse de

alimentos eran palabras muy serias para la

mayoría de la humanidad. La efi ciencia y

prosperidad de la industrialización hicie-

ron que las cosas fueran más sencillas y

efi cientes al hacer nuestro propio “cazar

y pescar”. La comida se tornó mucho más

asequible, sabrosa y relativamente barata.

Sin embargo, en ambas etapas la conse-

cución del alimento se ha guiado por dos

principios: “La ley del mínimo esfuerzo” y

“El trade off entre sabor y nutrición”

La ley del mínimo esfuerzoGeneralmente los avances en la tecno-

logía han disminuido el esfuerzo para mo-

vernos (Ej. autos); para comunicarnos (Ej.

telefonía); para aprender (Ej. e-learning). El

afán de conservar nuestros esfuerzos expli-

ca también por qué muchas de las casas

tienen puertas automáticas, por qué prefe-

rimos ir en vehículo a ir en bicicleta hacia el

trabajo o simplemente por qué hay tanto

malestar cuando se han acabado las pilas

del control remoto de la televisión.

Este principio también se aplica en el sis-

tema en cómo se distribuyen los alimentos

hacia los consumidores, y que en algunas

ocasiones puede contribuir a que perso-

nas con poca fuerza de voluntad consu-

man sin más medida y control que el de su

apetito y su bolsillo. Atendiendo a la “Ley

del mínimo esfuerzo” se han pensado em-

paques fáciles de abrir y consumir, máqui-

nas de vending, servicios al auto e incluso

pizza con entrega a domicilio gratis. Tene-

mos una gran facilidad de adquirir comida

lista y preparada en vez de prepararla.

El trade-off entre sabor y nutriciónHay tres sabores que han pasado de ge-

neración en generación y que han acom-

pañado a la humanidad desde siempre: la

sal, el azúcar y la grasa. Bien recordará que

la sal fue usada para la conservación de

los alimentos, especialmente de carnes

no cocidas. El azúcar era el determinante

que diferenciaba entre frutos venenosos

de frutos comestibles. Y en climas más

hostiles que el nuestro, los alimentos gra-

sosos se consumían especialmente para

conservar calor. Sin querer caer en un de-

terminismo genético, pero el ser humano

desde siempre ha asociado la grasa, la sal

y el azúcar a alimentos con “buen sabor”.

En épocas donde la alimentación esca-

seaba “buen sabor” era sinónimo de “bue-

na alimentación”. A mayor cantidad de

grasa, sal y azúcar mayor era la seguridad

de estar sano.

En nuestros días con la superabundan-

cia de variedad en la oferta de alimentos,

hemos ido desarrollado la concepción de

que el sabor y la salud están inversamente

relacionados. Sino dígame Ud. cuál es el

sentimiento que le invade luego de co-

mer una grasienta hamburguesa. Apues-

to a que en muchos casos es un molesto

sentimiento de culpabilidad. Pese a ello

todavía seguimos estando muy dispues-

tos a consumir el “buen sabor” que estos

Fuen

te: D

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Wan

sink

ingredientes nos brindan. Una investiga-

ción realizada en Estados Unidos sobre

la comida que se sirve en restaurantes

revela que hamburguesas, papas fritas,

pizzas y comida mexicana comprende el

50% de toda la comida ordenada. Esto es

cinco veces lo que se ordenan vegetales o

ensaladas. Por cada ensalada vendida en

Burguer King 10 whoppers son consumi-

das. Por cada 100 whoppers vendidas hay

una hamburguesa vegetariana vendida

en el mismo lugar. Compramos sal, azúcar

y grasas no por un excelente campaña co-

municacional de estos ingredientes, sino

porque los buscamos sin importar que

nos hagan daño.

Entender y tener en cuenta estos princi-

pios, ha ayudado a las marcas a compren-

der lo que podía funcionar para apoyar la

lucha contra este lamentable y muy co-

mún problema de salud.

Cambiando los drivers de la obesidad

Los principios del consumo de alimen-

tos no varían sin embargo la manera

cómo han infl uido en nuestra economía

sí va evolucionado. La “Ley del mínimo es-

fuerzo” ahora se defi ne en el balance que

buscamos entre costo y oportunidad. Y el

“Trade off entre sabor y salud” se resuleve

en el balance entre lo que queremos co-

mer y lo que creemos que debemos co-

mer. De aquí nacen las aplicaciones prácti-

cas que planteamos a continuación.

Asequibilidad. Modifi car la asequibilidad modifi cando el tamaño de los paquetes

Cuánto más asequible es un alimento

más tendemos a consumir de él. Regla que

también funciona en la otra vía; cuanto ma-

yor es el esfuerzo que debemos hacer para

conseguir un alimento menor es el consu-

mo del mismo. Un sencillo experimento

realizado por James E Painter, profesor de

Cornell University confi rmó esta teoría al

demostrar que secretarias a las que se les

ponían 30 bombones de chocolates en sus

escritorios de trabajo consumían más del

doble de caramelos de los que se les colo-

có tan sólo dos metros más lejos.

Una clara señal de asequibilidad va

atada a las envolturas y a los empaques

Según el estudio, por cada 100 whoppers vendidas hay una hamburguesa vegetariana consumida en el mismo lugar.

Page 15: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

Fuente: De-Marketing Obesity. Brian Wansink

P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 1515

(packaging). Está probado que su tama-

ño, forma, incluso facilidad para abrirlo da

una medida clara de la porción adecuada

a consumir en cada ocasión. Dentro del

mismo estudio afi rma que esta señal es un

problema en los paquetes grandes, ya que

el sistema gastrointestinal sigue comien-

do y la respuesta del cerebro para indicar

que uno ya esta lleno suele tardar, con lo

cual la única señal que se tiene para saber

que se ha terminado de comer es que el

paquete se ha acabado. Aseveración que

no suena tan descabellada, ¿no le ha pasa-

do que al abrir un paquete de cuatro ga-

lletas Oreo se lo termina de la misma ma-

nera que se termina un paquete de seis

galletas? Paquete abierto, paquete que se

termina, ¿verdad que sí?

Para evitar este problema, los fabricantes

que han querido colaborar a la solución de

estos problemas han visto la necesidad de

provocar pausas “artifi ciales” en medio de

la ingesta mediante sub-paquetes, para

que el consumidor tenga cierto momento

para tomarla decisión de parar.

Costo: Además del precio tome en cuenta el costo percibido

En el estudio mencionado anterior-

mente se verifi có en 36 tipos de produc-

tos que empaques más grandes determi-

nan que las personas consuman más por

ocasión. Por ejemplo, un experimento

consistía en entregar a algunas personas

empaques grandes de spaghetti y a otros

empaques pequeños. A ambos grupos

se les pedía preparar una cena para dos

personas. Las primeras usaron entre un

15% a un 48% adicional para preparar la

misma cena, en relación con el segundo

grupo.

Por otro lado, un experimento hecho por

Brian Wasink, profesor de Cornell Univer-

sity en 800 norteamericanos a los cuales

se les preguntó si estarían dispuestos a

pagar más por alimentos cuyo packaging

les permitiera controlar lo que comen,

sorprendentemente demostró que el

57% de los encuestados estaría dispuesto

a pagar un 15% adicional.

Siguiendo la lógica, la medida sería in-

crementar el precio de todos aquellos pa-

quetes que dieran esta ventaja adicional.

Sin embargo esto iría en contra de la lógi-

ca económica que dicta que al aumentar

el precio, la demanda de mi producto cae-

rá, con lo cual si adoptamos esta medida

estaríamos creando inconscientemente

incentivos para que el consumidor se de-

cida por comprar paquetes más grandes y

baratos, que son los que deberíamos evi-

tar para no engordar.

En conclusión, el precio sí es un factor

relevante el momento de tomar la deci-

sión de comprar productos que fasciliten

el auto-control. En la medida de lo posi-

ble deberían reducirse, sin emabrgo esto

es fácil decirlo pero operativamente casi

imposible de llevar acabo. La recomenda-

ción entonces sería, que aparte del pre-

cio de venta también hay que enfatizar en

los costos percibidos de una alimentación

poco saludable.

Sabor: Cambie la receta, pero manténgalo excelente

Es ampliamente sabido que el “buen

sabor” no es negociable al momento de

fabricar comida baja en calorías. Pero tam-

bién es cierto que nuestra valoración so-

bre los productos es algo muy sugestivo y

subjetivo, basta un cambio en la etiqueta

para generar una nueva percepción del

producto.

En un estudio hecho con barras ener-

géticas con los mismos ingredientes,

un cambio de etiquetas hizo que sean

percibidas de manera muy distinta. En

el primer grupo la etiqueta destacaba

“10 gr de proteína de soya” lo cual llevó

a que el resultado del test de sabor fuera

que deja un sabor desagradable mien-

tras que el otro grupo solamente decía

“10 gr de proteína” y el juicio fue que el

sabor era incluso agradable. Es claro que

el sabor es un factor que determina “qué

comemos”, sin embargo no afecta en la

misma forma a la decisión “cuánto come-

mos”. La gente suele comer una cierta

cantidad de comida independiente del

número de calorías que lleva consigo, es

decir que si una persona está habituada

a comer tres platos de comida al día, esta

persona no lo hace en función de las

calorías consumidas, su parámetro es el

número de comidas.

Por esto una manera de infl uir en la

cantidad de calorías consumidas por las

personas es cambiar su fórmula. Reem-

plazar calorías por grasas, agua incluso

aire de tal manera que se conserve su

volumen pero descienda su contenido

en calorías. Algunas pruebas de merca-

do señalan que pequeños cambios en

este sentido no son percibidos por los

consumidores.

Tablas nutricionales: Etiquetas Legibles, y trate de ser lo más realista

En la antigüedad se conocía lo que uno

debía comer por simple inspección de co-

lor, sabor. En nuestros tiempos la seguridad

y garantía de un producto viene dada en las

etiquetas y en algunos países por el respal-

do de organizaciones. (Ej. Food and Drugs

Administration, FDA). Sin embargo cabe

decir que este tipo de información con fre-

cuencia es ignorado por el consumidor, o

tomado en cuenta tan solo para respaldar lo

que previamente ya creía o quería conocer.

LA LEY DEL MENOR ESFUERZO

Asequibilidad

Costo

Conocimiento Nutricional

EL TRADE OFF SABOR

VS.NUTRICIÓN

Sabor

CONSUMO

Page 16: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

Y es que en general el consumidor tiene

interés en muchos otros pensamientos en

su cabeza distintos a los contenidos en las

etiquetas en el momento de la compra:

el retirar a sus hijos de la escuela, lo que

debe preparar para comer, el problema

irresoluto de la ofi cina, el resultado del úl-

timo partido de su equipo, etc

¿Cómo debería presentarse la informa-

ción en las tablas nutricionales? El estu-

dio mencionado considera que tal infor-

mación, como las calorías por ejemplo

debería ser presentado no como datos

aislados sino de manera que exprese las

consecuencias de comer dicho produc-

to. Por ejemplo: “Ud. ganará 1/8 de libra”

o “Ud. deberá caminar por media hora”.

Y algo que no debemos jamás olvidar es

que sea lo que sea que publiquemos en

las etiquetas de los productos, deber ser

verdadero y realista.

P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 01616

Imagine a dos personas comprando, el mismo electrodoméstico, a la misma

hora, en el mismo almacén, pero a precios diferentes; el uno pagó $700 mien-

tras el otro pagó $1000. Si el que pagó más se llega a enterar que pagó 30%

más por un producto idéntico, seguramente va a estar muy molesto y va a decir

que ese es un precio “injusto” y es posible que exija que le devuelvan su dinero.

Andrew Boyd, autor del libro, expone en varias etapas este tipo de dilemas, con

una clara intención en mente. ¿Si la gente normalmente no está dispuesta a pa-

gar precios diferentes por productos idénticos, cómo rayos logran las aerolíneas

cobrar un rango de precios tan diferente a cada cliente, sin que nadie se moleste?

La respuesta a esta pregunta es el hilo conductor de toda la obra. Gran parte

del análisis está centrado en la industria de la aviación, partiendo de

los problemas con el manejo de las reservas, las cancelaciones, las

conexiones y todo lo demás, en un momento en el que no había

computadoras. Cualquier lector encontrará fascinantes las historias

de Boyd, sobre las batallas iniciales entre las empresas por crear el

primer sistema computarizado de reservas y porqué SABRE

fi nalmente ganó la guerra. Para los amantes de

las matemáticas, hay un capítulo entero

dedicado a cómo se hicieron los algorit-

mos que permiten a los sistemas informá-

ticos funcionar, y cómo la colaboración “indi-

recta” de los científi cos de la URSS fue clave en la

revolución de la aviación.

Boyd hace el esfuerzo por pasar rápidamente hacia estrategias que pueden

ser replicadas y aplicadas en restaurantes, tiendas de ropa, hoteles, y en realidad

casi en cualquier industria. Eso es lo más interesante de “The future of princing”,

en base a un fuerte estudio de un sector particular, entender cómo podemos

aprender de este caso, para aplicarlo en nuestra empresa.

En el fondo, el libro es en gran parte un análisis microeconómico de cómo

funcionan los precios y especialmente la “discriminación de precios”. Si bien al-

gunos conceptos teóricos de la micro no aparecen en forma explícita, quién lea

el libro encontrará reiteradas menciones al costo de oportunidad, las economías

de escala, las economías de alcance, al ingreso marginal y al costo marginal. Más

importante aún son las aplicaciones prácticas de la discriminación de precios y

cómo esta estrategia ha hecho de las aerolíneas lo que son hoy.

Pero, este no es un libro para cualquier tipo de lector. Para pasar tan siquiera

del segundo capítulo, se requiere un esfuerzo para asimilar hacia dónde nos está

llevando el autor y qué es lo que está tratando de trasmitir. Sin embargo, la expe-

riencia práctica de Boyd en la industria y su trabajo actual como consultor de ta-

lla mundial, se refl ejan en el libro. Así que la clave, está en saltar los capítulos que

no son relevantes (son pocos) y quedarse con los que sí ofrecen un análisis más

práctico y digerible sobre las estrategias y tácticasde precio. De lectura obliga-

da para quienes tienen alguna relación con el “cluster” del turismo: agencias de

turismo, aerolíneas, agentes, hoteles, etc. De interés también para profesionales

que quieran entender dónde nace toda esta locura de cobrar precios diferentes

a cada persona por productos idénticos. Entendido el concepto, deberá com-

prar otros libros de estrategia de precio para seguir profundizando.

Recomendado por: Julio José PradoVersión leída: Palgrave 2007 (english)Precio: 35 USD (amazon)

d

THE FUTURE OF PRICING: HOW AIRLINE TICKET PRICING HAS INSPIRED A REVOLUTION

biblioteca

Resumiendo, las empresas de comida

rápida no están enfi ladas en lograr más

personas con sobrepeso en el mundo,

sino en hacer dinero. A fi n de cuentas si

las fi rmas no son rentables, sus accionistas

dejarán de invertir en ellas, algunos empre-

sarios deberán ser despedidos junto con

muchos empleados, colapsando el mode-

lo. Tal parece que la solución no va por el

lado de las regulaciones, sino que el reme-

dio envuelve ideas mucho más creativas

que parten de un correcto conocimiento

del consumidor. Y, queda demostrado

que uno de los que mejor le conoce son

las empresas que le han venido sirviendo

por mucho tiempo. Cabe el ejemplo, para

analizar otras industrias, otros productos y

otros países cuando se pretende solucio-

nar errores reales mediante regulaciones.

La mente humana es mucho más creativa

que un: “Prohibido”

Page 17: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

www.ideinvestiga.comLa primera página de investigación en su estilo entre las escuelas de negocio de América Latina. Informes, estudios, cifras, series históricas, casos de éxito, colaboraciones de las mejores escuelas del mundo...

Page 18: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 01818

POR: Alicia Arias SalgadoProfesora – Escuela de Gobierno, IDE,

GobernanzaSerie

as organizaciones de la socie-

dad civil (OSC) gozan de legiti-

midad debido a su base ética, a

los importantes objetivos que

perciben, y a su propia razón

de ser. Sin embargo, en los últimos dos

años esta legitimidad se ha visto afectada

por una serie de circunstancias que han

contribuido a mal interpretar el accionar

de estas organizaciones.

Entre estos factores se encuentran las re-

gulaciones altamente restrictivas emitidas

por el gobierno durante los dos últimos

años, las que han contribuido a crear una

percepción de que las acciones de las OSC

se producen de manera discrecional, y sin

sometimiento al marco jurídico respectivo.

LA IMPORTANCIA DE LA TRANSPARENCIA Y LA RENDICIÓN DE CUENTAS EN LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL

Estos hechos nos llevan a la necesidad

de analizar la real situación de las OSC

ecuatorianas respecto al tema de trans-

parencia y rendición de cuentas para re-

calcar la importancia de estos aspectos

dentro de las mismas y en el contexto

político actual.

En los últimos años, las OSC han rea-

lizado una labor muy efectiva en la exi-

gencia de transparencia y rendición de

cuentas en la gestión del sector público

y empresarial. Para realizar esta labor

se han visto en la necesidad de trabajar

conjuntamente a nivel local, nacional y

regional. Este nuevo rol ha creado un

gran reto para las OSC, que consiste en

demostrar su capacidad para estar a

la altura de sus propios estándares de

transparencia. Actualmente, las OSC no

sólo deben desarrollar su labor sino que

deben demostrar que “lo que hacen, y lo

hacen bien”.

Según el investigador David Brown,

para lograr este reto existen factores fun-

damentales como la credibilidad y la

confi anza social que otorgan legitimidad

a las OSC, a la vez que elevan su respon-

sabilidad para rendir cuentas y construir

una ciudadanía más activa y comprome-

tida. Por lo tanto, la actual crisis de con-

fi anza con respecto a las OSC en el Ecua-

dor brinda la oportunidad de continuar

el trabajo por la evolución de la “cultura

de transparencia “ en todos los sectores,

incluyendo alas organizaciones de la so-

ciedad civil.

Sin embargo, la transparencia y la

rendición de cuentas van más allá de

cumplir con la normas legales, implica

incorporar a cada una de nuestras orga-

nizaciones, y al sector de OSC, procesos

de rendición de cuentas en el trabajo dia-

rio y enl comportamiento de la entidad y

el sector. Es decir, se debe incorporar la

transparencia por convicción, como un

elemento estratégico del “quehacer” de

la institución, respetando la madurez de

cada organización conforme a su propia

realidad y tiempo de conformación.

Page 19: PISANDO EN FALSO - REVISTA PERSPECTIVA SEPT 2010

gobernanza

El Observatorio del Tercer Sector de-

fi ne a la rendición de cuentas como: “ la

responsabilidad de responder por un des-

empeño particular ante las expectativas

de distintas partes interesadas e involucra-

das.“ Rendir cuentas no es sólo una cues-

tión de números, no es sufi ciente tener las

cuentas claras, es brindar una visión glo-

bal de la organización: explicar aspectos

organizativos, tales como la razón de ser

y los valores de la entidad, las actividades

que realiza, su impacto, el fi nanciamiento,

el equipo, las políticas de gestión y desa-

rrollo entre otros.

para avanzar en la misión de la organiza-

ción, fomentar la autonomía, fortalecer a

la institución y/o mantener la confi anza de

los benefi ciarios y usuarios de los servicios.

Una vez defi nido a quienes se rendirán

cuentas se debe considerar el tipo de in-

formación que se brindará y el mecanis-

mo más adecuado para cumplir con este

objetivo. Esto dependerá de diferentes

variables como el ámbito de actuación

de la entidad, el grupo destinatario, la

cultura participativa de la organización

entre otros.

P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 1919

Estas variables determinan el uso de

una u otra herramienta, entre las cuáles

tenemos: memorias anuales, boletines,

publicaciones, página Web, tecnologías

de información y comunicación, inscrip-

ciones en registros, cumplimiento de obli-

gaciones legales, grupos de análisis, pre-

sentaciones, asambleas, entre otras.

Estas herramientas y sistemas de ren-

dición de cuentas han ido evolucionan-

do y, actualmente, existen múltiples y

modernos procesos a disposición de las

OSC. Dentro de éstas, una importante

herramienta consiste en la autorregula-

ción que implica un esfuerzo de gestión

y coherencia de toda la organización para

buscar el equilibrio entre las herramientas

de rendición de cuentas.

Además, el éxito de la autorregulación

consiste en que sea aplicada no única-

mente dentro de una OSC, sino en todo

el sector, pues esta herramienta facilita

la colaboración y cooperación entre las

OSC, visibiliza valores y objetivos com-

partidos, y tiene la ventaja de que se tra-

ta de un mecanismo voluntario que ga-

rantiza el cumplimiento de lo acordado.

Conforme con lo explicado anterior-

mente, la transparencia se entiende como

el grado de información, y la actitud con

que se afronta la rendición de cuentas, por

lo que la transparencia debe ser coheren-

te con la entidad y su misión. El reto es

incorporar la transparencia a la cultura de

la organización y del sector.

El sector de las OSC ecuatorianas no ha

sido indiferente a la aplicación de meca-

nismos de transparencia y rendición de

cuentas. La mayoría de organizaciones

han implementado estos mecanismos

interna y externamente. Sin embargo,

es necesario analizar los resultados obte-

nidos para comprender si el mensaje de

transparencia y rendición de cuentas que

se quiso transmitir fue entendido y obtu-

vo los resultados esperados. Este es un

ejercicio que el sector de OSC debe reali-

zar tanto individual como colectivamente,

para realizar los ajustes requeridos e incre-

mentar la credibilidad, la confi anza social

y la legitimidad.

En el contexto actual, el sector de OSC

debe visibilizar sus acciones de transpa-

rencia y rendición de cuentas para elevar

la confi anza social en el trabajo que viene

realizando.

Para lograr este objetivo se requiere

que el sector demuestre madurez ins-

titucional sufi ciente para trabajar con-

juntamente – venciendo la cultura de la

competencia – porque refl exionar colec-

tivamente, intercambiar experiencias y

ser auto-críticos es una forma de colabo-

rar por la mejora del sector.

Dentro de múltiples estudios sobre

el tema de rendición de cuentas, resulta

interesante el identifi car algunos facto-

res claves: (1) hacia quién está dirigida la

rendición de cuentas, (2) qué tipo de in-

formación requiere cada uno de los acto-

res a quienes se les rinde cuentas, (3) qué

mecanismos y herramientas existen para

rendir cuentas.

En cuánto ante quienes se rinde cuen-

tas, se han identifi cado diferentes actores

como donantes, cooperantes, gobierno,

benefi ciarios y usuarios de servicios, or-

ganizaciones aliadas y los demás sectores

de la sociedad. En defi nitiva a todas las

personas, entidades y colectivos vincula-

dos a la organización en relación al fun-

cionamiento, resultados e impacto de las

actividades.

En la práctica la rendición de cuentas ha

priorizado al actor que tiene capacidad de

sancionar a la organización (donantes, Es-

tado). Sin embargo, esto no es sufi ciente

“La transparencia ha de ser un reto no sólo individual de cada entidad, sino de carácter sectorial, donde el sector trabaja para generar vínculos sólidos con la sociedad, fortaleciendo la confi anza social.”

Observatorio del Tercer Sector.

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