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Desde una perspectiva praxiológica y crítica, se hace una mirada hacia la enseñanza de las ciencias naturales en la educación primaria
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GOBIERNO DEL ESTADO DE HIDALGOSECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA DE HIDALGO
SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR Y SUPERIORDIRECCIÓN GENERAL DE FORMACIÓN Y SUPERACIÓN DOCENTE
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL – HIDALGOSEDE TENANGO DE DORIA
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN CAMPOPRÁCTICA EDUCATIVA
PROMOCIÓN 2014-2016
COORDINACIÓN DE POGRADO
“PERSPECTIVAS PARA EL ANÁLISIS CURRICULAR”
LÍNEA: PRÁCTICA EDUCATIVA
ENSAYO
“CÓMO SE ENSEÑAN LAS CIENCIAS NATURALES EN EL NIVEL DE PRIMARIA, DESDE LA PERSPECTIVA PRAXIOLÓGICA Y CRÍTICA”
ASESOR: MTRA. GRISELDA ESPINOSA RAMÍREZ
PRESENTA: MARITZA DE JESÚS ESCOBAR
TENANGO DE DORIA HGO. A 14 DE JUNIO DEL 2014
1
INDICE
Apartado Página
Introducción 3
“Cómo se enseñan las ciencias naturales en el nivel de primaria, desde la perspectiva praxiológica y crítica” 4
Conclusiones 14
Bibliografía 15
2
INTRODUCCIÓN
Desde que hacemos referencia a la institución como un conjunto
social que entrama el complejo imperante, podemos inferir que los elementos de
las estructuras, desde lo más pequeñas que sean, hasta las más complejas que
se van conformando guardan sentido de confrontación, alteración, independencia,
distanciamiento, pero no siempre un estado de diálogo, acuerdo, reconocimiento,
disposición y mucho menos de entendimiento.
Desafortunadamente, la situación actual del país presenta una
severa crisis estructural y dentro de esta crisis, la educación termina siendo un
idealismo público, ya que ha manejado un currículum oficial, universal,
globalizante que omite las singularidades de los elementos de la sociedad, en los
aspectos culturales, sociales, políticos, ideológicos, económicos, etc., que
involucra a todo el complejo social.
La educación escolarizada es un sistema de control que va creando mentes
a través de su enseñanza, y ésta, está determinada en el escrito de un currículum,
que indica qué enseñar y cómo hacerlo; el cuál, a través de la historia ha sido
analizado desde diferentes perspectivas: racionalmente, socialmente,
praxiológicamente y críticamente. Sin embargo, la pregunta es, ¿en qué situación
se encuentra el currículum analizado en las escuelas, por los propios aplicadores?
Incluso, analizar si las prácticas corresponden en un sentido a lo que plantea el
programa, porque la situación desde mi punto de vista es tan crítica, que la
pasividad y el conformismo se ha implantado en las mentes de los docentes,
puesto que la misma institución gubernamental con sus acciones y discursos, con
sus represalias y estímulos, permiten al docente ir desarrollando pautas. Por
ejemplo, el sistema de evaluación a nivel nacional para alumnos y docentes, el
cual permite al profesor prepararse sólo para un examen que ayudará a elevar su
sueldo, sin la preocupación de que se reflexione en la práctica; evaluar a los
alumnos sin considerar factores del contexto. Los maestros reproducen las
mismas pautas, se enfocan a resultados y no a los procesos ignorando la situación
del alumno. A los bajos rendimientos, el gobierno culpa al docente, y el docente
3
culpa al alumno de su bajo aprendizaje; todo es un proceso cíclico
institucionalizado, objetivado, y el currículum pasa a ser objeto no reflexionado en
la práctica.
Ante la aplicación del currículum también infiere todo el referente histórico,
cultural y social del maestro como en sus hábitos de lectura, iniciativa para la
investigación, sentido de interpretación y formas de aplicación; las cuáles, muchas
veces se reflejan por prácticas recibidas que se quedan como un simbolismo,
mismo que se ha trasmitido a la sociedad y que permite incluso, exige se siga
reproduciendo.
Es por ello, que a través del presente ensayo pretendo hacer un análisis de
mi objeto de estudio sobre: cómo se enseñan las ciencias naturales en la
educación primaria desde la perspectiva praxiológica y crítica, porque son
perspectivas que conducen a la acción y a la búsqueda de resultados que
promueven la iniciativa del cambio a través del análisis de los mismos, la crítica y
autorreflexión que se genera en la misma práctica educativa.
4
“LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS NATURALES DESDE LA PERSPECTIVA PRAXIOLÓGICA Y CRÍTICA”
El interés por investigar cómo los profesores de educación primaria,
enseñan las ciencias naturales surgió en mi práctica docente, al darme cuenta que
las actividades eran tan inductivas tal como las indicaba el libro en los procesos
experimentales y aunque, estos procesos sugieren una metodología, los intereses
no surgían en los alumnos, quería despertar su interés con cuestionamientos, pero
no daba seguimiento a que ellos realizaran sus propias investigaciones cuando
surgían cuestionamientos de su parte, pareciera que las respuestas todas las
tenía yo; ante ello, observé que, este espacio que es tan idóneo para que el
alumno propicie sus propios espacios de indagación, limitaba a teorización.
El Programa de Estudios 2011 estipula que “Es indispensable acercar a los
alumnos a la investigación científica de un modo significativo y relevante, a partir
de actividades creativas y cognitivamente desafiantes para propiciar un desarrollo
autónomo y abrir oportunidades para la construcción y movilización” (SEP 2011,
p.90). Puedo interferir, que la importancia radica en que la investigación sea
significativa y relevante para el alumno, con actividades que sean desafiantes, que
los lleven a desarrollar actitudes autónomas, no solo para la construcción de su
conocimiento sino para la movilización de sus saberes; que si bien, en México
existe poca investigación ya sea científica o social, no nos cuestionemos porqué a
nivel licenciatura o maestría, la investigación es tan reducida, cuando desde el
nivel básico, no se está generando esa actitud en los alumnos. Y no con ello se
busca formar alumnos científicos, pero sí despertar ese interés, ese sentido crítico
hacia los fenómenos que posteriormente los lleven a una mejor comprensión de
los de lo que impera en su entorno. “El niño aprende el conocimiento y las
destrezas necesarias para la producción participando en ella” (Kemmis 1986,
p.36), el alumno aprenderá participando en el proceso de construcción de ese
conocimiento y destrezas, no puede haber aprendizaje ya dado porque eso se
reduce a reproducción.
5
De manera natural y espontánea, las niñas y los niños construyen
conocimientos acerca del mundo que les rodea y con ellos interactúan de manera
eficiente con el medio natural y social. Por ejemplo, desde pequeños las niñas y
los niños observan los fenómenos que se producen a su alrededor y elaboran
ideas con respecto a su funcionamiento. Tal vez algunos niños piensen que el
movimiento de algunos elementos de la naturaleza es la primera característica
para identificar que tiene vida, que las montañas fueron creadas por el hombre,
por grandes movimientos de la tierra, por las lluvias o por fuertes vientos; que un
coche puede desplazarse sólo porque tiene gasolina, porque los empujan las
llantas traseras o porque tiene motor. Glauert (2004) comenta “La tarea del adulto
es identificar el potencial científico en estas nociones y construir sobre ellas” (SEP,
p.51). Sin embargo, estas ideas pocas veces pueden integrarse en una
explicación que incluya los mecanismos que permitan a los niños comprender
estos procesos; para ello será necesario integrar un proceso que incluya todo tipo
de actividades desde lo teórico hasta lo experimental. “La ciencia proporciona
oportunidades para desarrollar habilidades asociadas a la investigación científica”
(SEP 2004, p.52); estas oportunidades deben ser identificadas en el proceso
educativo.
En la actualidad, utilizamos diariamente una infinidad de productos de la
ciencia y la tecnología: alimentos, objetos de uso personal, medios de
comunicación y transporte, entre muchas otras cosas. El conocimiento científico,
como parte de la cultura, favorece una participación activa y con sentido crítico en
la sociedad actual “La ciencia ha llevado a la humanidad a comprender, explicar y
transformar el mundo” (SEP 2004, p.51). Al igual que todos los ciudadanos, las
niñas y los niños tienen derecho a participar de la cultura elaborada por la
sociedad para comprender, actuar y desarrollarse en el mundo que les rodea. Una
parte importante de esta cultura es la perspectiva científica como una forma de
conocer, que tiene alcances y limitaciones. El libro para el maestro de Ciencias
Naturales para alumnos de Cuarto grado, plantea que “Al estudiar ciencias
naturales en la escuela, se pretende que los alumnos comprendan que la ciencia
es capaz de explicar fenómenos naturales cotidianos, así como dotarlos de los
6
instrumentos necesarios para indagar en la realidad natural de manera objetiva,
sistemática y contrastada” (SEP 2010, p. 10). Comenzar bien depende de
promover actitudes positivas y de confianza hacia la ciencia, de acuerdo a Glauert
(2004) “La curiosidad es un elemento clave para aprender” (SEP p.53), para ello
es vital que las preguntas de los niños se tornen seriamente y que ellos se sientan
motivados para realizarlas. Cuando observan que de la misma manera el adulto
toma una actitud de investigación hacia lo que le rodea, el alumno mostrará
interés.
Y es aquí cuando, desde la perspectiva praxiológica de Stenhouse (1981)
“El ideal es que la especificación del C. aliente una investigación y un programa de
desarrollo personales por parte del profesor, mediante el cuál éste aumente
progresivamente la comprensión de su propia labor y perfeccione así su
enseñanza” (p.212) El programa que expone al profesor como investigador, da
apertura para que el docente compruebe la eficacia del currículum sobre su propia
práctica, es decir, llegar a un diálogo entre el que propone y entre el que
comprueba la propuesta; este proceso permitirá a los docentes analizar su propia
labor y comprender situaciones que ignoraba, sin embargo, esta situación
implicaría muchas acciones a las cuales el docente no está acostumbrado a
realizar porque su implicada forma tradicional está más que latente, o simplemente
no esta dispuesto por falta de interés y de “tiempo”.
Para ello, Stenhouse (1981) menciona que el docente debe contar con
características como “una capacidad para un autodesarrollo profesional autónomo
mediante un sistemático autoanálisis, el estudio de la labor de otros profesores y
la comprobación de ideas mediante procedimientos de investigaciones dentro del
aula” (p.213). Llevar a cabo el programa donde el profesor sea el investigador
dentro de su práctica implicaría diversas cuestiones, las características del
profesional amplio, destacan un sistemático autoanálisis para lograr un
autodesarrollo profesional, poder estudiar la labor de otros profesores y llevar a
cabo procedimientos de investigación dentro del aula. Además, el profesor debe
tener el compromiso de poner en cuestión la enseñanza impartida por uno mismo,
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el compromiso y la destreza para estudiar el propio modo de enseñar y el interés
por cuestionar y comprobar la teoría en la práctica.
Estas actividades son muy asertivas, pero si nos volcamos a la realidad,
podemos ver que no hay interés en los docentes, para la propia autorreflexión, por
otra parte, se presentan situaciones en las que los modos de interacción tienden a
tomar una postura diferente al saber que las situaciones son observadas.
Entonces aquí se encuentra la duda, ¿cómo lograr que los maestros se interesen
por la investigación? Pareciera paradójico ser tan incongruente entre los objetivos
que se estipulan los alumnos logren, en contradicción con el ejercicio del maestro.
Estas situaciones son barreras a las que se enfrenta el docente, sin
embargo, más allá de que no muestre interés, tampoco ha sido inducido para ello,
tal vez no ha encontrado la orientación necesaria para para iniciar su propia
investigación, limitándose a cursos que sólo fomentan el conocimiento de qué y
cómo se debe enseñar, sin un sentido analítico. “Un problema esencial en el
perfeccionamiento de la educación es la brecha existente entre la línea de acción
aceptada y la práctica” (Stenhouse 1981, p.231), el principal problema, es que la
formación de los docentes para la de acción en la educación están muy alejadas
de la realidad, se fundamenta teóricamente, la capacidad de aprendizaje es
meramente instrumental basado en técnicas, no en el desarrollo de un sentido
crítico para la aplicación práctica en las aulas escolares, lo deseable sería mejorar
la capacidad de someter a la crítica la propia práctica.
Stenhouse (1981) considera que sería adecuado ayudar a las escuelas a
promover la investigación y desarrollo en las áreas problemáticas y después
informar de los resultados a otras escuelas para fomentar un trabajo similar: de
esta manera se estaría creando la experiencia sobre el procedimiento de la
investigación y el desarrollo de mejores estilos de enseñanza; fomentar escuelas
disciplinadas en la creatividad y la autocrítica. Para ello, los cambios deben surgir,
desde los responsables de promover la orientación en los docentes, los
encargados de coordinar los cursos, talleres o diplomados, para que después se
promueva el cambio en las escuelas.
8
“En la investigación-acción, la generalización es un procedimiento
inestructurado que va de caso en caso” (Elliott 1990, p.253). Los casos no pueden
ser sistematizados, ni las formas para llevar la investigación, porque las
situaciones se presentan diferentes, y se estaría cerrando la apertura de la
autorreflexión si todo se digiera de manera unidireccional como dirigida.
Como lo comenta Elliott (1990) el aprendizaje es autodirigido, basado en el
descubrimiento y en la investigación, que considera a la enseñanza como una
forma de acción comunicativa y no instrumental. Es por ello, que las actividades
de los alumnos, están bajo su propia responsabilidad y el objetivo del profesor es
permitir el desarrollo de la comprensión, generando las condiciones para la misma
como: no obstaculizar la iniciación de problemas de los alumnos, permitir la
expresión y desarrollo de sus propias ideas, no restringir el acceso de los alumnos
a la pruebas pertinentes y suficientes, y ampliar sus posibilidades de debate.
Haciendo una comparación de lo dicho por Elliott con la reforma Educativa, dentro
del Curso Básico de Formación Continua para Maestros en Servicio 2012, estipula
el desarrollo de 11 competencias en los docentes, una de ellas plantea “Crea
ambientes de aprendizaje en las aulas que incentivan la curiosidad, la
imaginación, el gusto por el conocimiento, la creatividad, la autonomía y el
pensamiento crítico en los estudiantes” (SEP 2012, P.64). Considero no existe
tanta diferencia entre estos objetivos, entonces, si estas condiciones son las que
el programa plantea, lo que esta fallando precisamente es, la aplicación en las
aulas, la investigación de cómo crear esos ambientes, los cursos no van más allá
del deber ser, pero no se autoreflexiona si en la aulas se hace o hasta que grado,
o cómo se podría llevar a cabo.
En el programa de estudios 2011 en la asignatura de Ciencias Naturales,
dentro del apartado “papel del docente” se plantea como un indicador “estimular la
participación activa de los alumnos en la construcción de sus conocimientos
científicos, aprovechando sus saberes y replanteándolos cuando sea necesario”
(SEP 2000, p.89), y se describen más indicadores, relacionados al hacer docente;
pero nuevamente aquí se genera la brecha entre lo que se plantea y lo que se
realiza.
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Doyle (1977) comenta que el docente no es un actor pasivo ante el
currículum, que no resulta ser neutro ya que despierta significados los cuales
determinan los modos de adoptarlo “más que percibir al profesor como un mero
aplicador o un obstructor en potencia de las directrices curriculares hay que
concebirlo como agente activo cuyo papel consiste más en adaptar que en adoptar
dicha propuesta” (p.262). Finalmente se alude al docente como el último sujeto
que dirige y dictamina lo que se hace en el aula y cómo se hace, sin embargo,
esto está directamente relacionado con su nivel de preparación. Gimeno en 1998
citando a Diorio (1982) “La relación entre conocimiento y práctica condiciona los
márgenes de autonomía de quien la gobierna y diseña” (p.261). Habla de una
libertad de la que el docente puede aprenderse, donde el grado de conocimiento
del profesional es proporcional al grado de control de las actividades que lleva a
cabo, al tener el conocimiento de cómo aplicar se crean prácticas más creativas,
diversas, habla de una tipología de actividades con un gran grado de autonomía.
Con el conocimiento se tiene una mayor apertura a la aplicación de nuevas
estrategias por parte del docente, se obtiene un mayor dominio sobre el control de
las acciones; pero aquí se cuestionaría si se llevan a cabo con sentido crítico,
considero el conocimiento si es importante pero saber aplicarlo es más
imprescindible.
Sin embargo, ante la mirada de la perspectiva crítica, De Alba (2007)
comenta que se vive una situación de globalización dentro del neoliberalismo,
como un proyecto económico y político dominante, que ha orillado a generar una
crisis estructural generalizada, debido a la imposición de proyectos políticos no
exitosos, porque afecta de muy diversas maneras a la mayoría de los sistemas
sociales, políticos, culturales, educativos, económicos que se interrelacionan de
diversas formas, y atravesadas y organizadas por distintos códigos semióticos
(cosmovisión cultural), lo que provoca una pérdida de los significantes e ideales
más importantes y la dislocación de las vidas de los individuos. Ante ello, “La
tensión constituye y reviste, con fuertes niveles de complejidad, al bloqueo
histórico y social de los académicos y educadores para actuar como sujetos
sociales, como sujetos de la educación” (De Alba, p.311), La complicación que
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engloba todo lo social, logra que los académicos se encuentren en un estado de
pérdida de su identidad, ya que estos proyectos o se centran en la herencia
cultural o en elementos nuevos e inéditos, la situación es que no se da una
flexibilidad curricular o interrelación de ambos. De Alba comenta que la educación
se ubica en un espacio social de lo público, en el que el hacedor del currículum y
el estudioso del mismo, se ha perdido como sujeto, como sujeto social, como
sujeto educativo, como sujeto del currículum. Para ello, surge la necesidad de que
el sujeto rescate su empoderamiento, creando una propia identidad sin
enajenación, con sentido crítico de acción.
Sin embargo, desde la creación de la educación, cuando posteriormente
surge la estratificación del trabajo y la educación se institucionaliza y se hace
obligatoria, con la implementación de un currículum, el ¿qué enseñar a la
sociedad? se trascribe a través del mismo, y el docente desde este momento,
comienza a ser reproductor, situación que se ha objetivado, sin embargo, ante el
mundo actual del neoliberalismo, con todo este complejo, el currículum no ha
podido encontrar una articulación que considere las singularidades de los
elementos de la estructura del complejo social. “La complejidad se muestra como
un obstáculo desafiante y amenazante, en relación con el conocimiento, los
valores, las creencias…” (De Alba 2007, p.322) La complejidad es desafiante y
vuelve a presentarse ante lo ya asimilado y simbolizado, sin embargo, al tener
mayores elementos locales, particulares y universales todo se enriquece, en la
medida en que propician una cadena más fuerte y resistente.
De acuerdo a De Alba (2007) el pensamiento complejo, asume cuestión de
tiempo y su doble sentido, hacia la desestructuración y la articulación; el abordaje
metodológico de los procesos curriculares se enriquecen en la medida que los
hacedores de políticas, asesores, investigadores, equipos de trabajo, docentes;
asumen en un contexto de tensión globalizante y considerar la situación que atañe
a la sociedad tanto política, social y económica. Es decir, si la situación actual en
la sociedad es compleja también requiere un pensamiento complejo para
desintegrar y construir, ya que el tiempo se genera en este doble sentido, pero
considerando aspectos sociales, económicos y políticos que atañe a la sociedad.
11
Por ejemplo, al hablar de la incursión de la tecnología, se presentan nuevas
formas de la adquisición de nuevas destrezas y conocimientos, así como de
lenguajes de nuevas alfabetizaciones; sin embargo, el uso de las mismas genera
una multiplicidad, ya que, el uso y adquisición de las mismas no se presenta de
igual manera entre los diferentes elementos sociales. En este sentido y de
acuerdo a De Alba (2007), los educadores, especialistas, investigadores, docentes
y asesores deben preocuparse más por idear estrategias para la inclusión de
todos los sectores de la sociedad en los espacios sociales, de los cuales el cambio
tecnológico es constitutivo, en lugar de resistir a los cambios tecnológicos y a su
incorporación en las distintas esferas de la vida; pero se olvida que, dentro de los
contextos sociales más bajos de la copa de champange las tecnologías no llegan,
o el uso cultural que se les ha dado, se limita a un mero medio de distracción,
entretenimiento y dominación, no como un medio de comunicación o intercambio
de investigación. Dentro de la perspectiva crítica “Es abismal la distancia entre lo
declarativo en cuanto a las bondades de las TIC y el impacto de estas en los
grandes sectores de la población mundial” (De Alba 2007, p.347), si
consideramos, que dentro del ámbito educativo, desde el pasado 2011 en México
se presentó ante todos los docentes la implementación de las TIC´s, sin
considerar si todas las escuelas cuentan con estos recursos, se implementaron
cursos para la enseñanza de las Matemáticas con uso de las TIC´s, cuando el
proceso no era más que sistemático y reproductor para los alumnos, y para los
docentes sólo como un proceso administrativo para entregaron resultados
evaluativos, aunque las escuelas no contaran con el equipo.
Ahora, si nos enfocamos al uso de la TIC´s dentro de la asignatura de las
Ciencias Naturales, en actividades que impliquen investigación, todo se reduce en
la captura de información, donde los alumnos que viven en entornos más urbanos
se remiten a imprimir trabajos ya elaborados. El uso de las herramientas
tecnológicas impide el propio aprendizaje, la creatividad y la investigación, porque
no se ha implementado otra forma de utilización.
Para todo este complejo de situaciones, se presentan las comunidades de
entendimiento, las cuales se sustentan en un enfoque denominado “currículum
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crítico comunicativo” el cuál de acuerdo a Ferrada (2001) “asume el desafío de
movilizar acciones para incorporar una racionalidad comunicativa como eje de las
acciones curriculares” (p.348), en este sentido, se habla de un currículum
dialogado con la comunidad, donde la sociedad decide su movilidad, de manera
que la educación puede involucrarse y responder ante la cuestión ¿Qué enseñar?,
identificando la propia realidad y el replanteamiento de su situación.
Desde esta perspectiva de participación e inclusión, “la escuela y el
currículum contribuyen con los recursos esenciales para asumir el protagonismo
sociopolítico necesarios para avanzar hacía una educación de calidad en
contextos de equidad” (Ferrada 2001, p.350) es decir, la responsabilidad de la
formación de los alumnos, incluye a todos los actores del contexto donde va
creando su aprendizaje.
Ferrada (2001) menciona que “las comunidades de entendimiento se
orientan tanto al logro de aprendizajes de los estudiantes, como a la generación
de espacios de convivencia, basados en relaciones participativas, solidarias y
ecológicas” (p.361). Ante este tipo de relaciones, se establece un entorno de
entendimiento, donde el diálogo es la herramienta fundamental para emitir juicios,
para abrir espacios de discusión, donde se valoran todas las opiniones de los
participantes, con actitudes de respeto, para comprender la propia historia
personal y con sentido de tolerancia para comprender que puedo aprender de los
demás y los demás de uno.
Considerando estas comunidades de entendimiento, pueden crearse dentro
de las aulas, con el grupo de alumnos, en este caso, dentro de la asignatura de
ciencias naturales se me ocurre un proyecto ecológico para la comunidad, que
parta de la inquietud de los alumnos; donde primero se habrá ese espacio de
diálogo sobre la situación que observan afecta más en su comunidad, plantear
algunas hipótesis y posteriormente, detectando los aspectos más relevantes, llevar
un proceso de investigación, donde los alumnos sean analíticos de sus
observaciones y realicen sus propias interpretaciones, la presentación de sus
resultados e intercambio de los mismos.
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CONCLUSIONES
La escuela, siendo una institución se rige bajo un currículum, pero este no
puede ser aplicado como mero recurso de reproducción.
Nos encontramos en la época neoliberal, los docentes deben analizar la
situación que se presenta, tomar el control, el empoderamiento; crear su propia
identidad, sin enajenación, con sentido crítico de acción, no como dependientes,
siendo objetos de dominio, porque los objetos de dominio se crean nuevamente en
las escuelas con los alumnos y desde la perspectiva crítica, los alumnos también
deben lograr su identidad.
Se puede caer en una utopía, si continuamos con la desilusión que desde la
perspectiva crítica, no se pueden cambiar las cosas, que sería imposible crear
comunidades de entendimiento con la sociedad, porque los proyectos políticos,
que hasta hoy imperan tienen un completo domino tanto moral e intelectual sobre
la sociedad, un sometimiento; Sin embargo, el hacer se inicia en las escuelas, y se
puede lograr desde las perspectivas praxiológica y crítica; donde el análisis del
currículum promueva la investigación desde la acción pero con sentido crítico y
reflexivo; propiciando entornos de aprendizaje, con diálogo, cooperación,
entendimiento.
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REFERENTES BIBLIOGRAFICOS
De Alba, A. (2007). Currículum, cambio tecnológico, TIC y constitución de nuevos
sujetos sociales del siglo XXI. En: Universidad Pedagógica Nacional-
Hidalgo (Comp.) (2014). Perspectivas para el análisis curricular. Antología.
Pachuca Hidalgo, México: UPN-H.
Elliott, J. (1993). Los profesores como investigadores: contextos histórico y
biográfico. En: Universidad Pedagógica Nacional-Hidalgo (Comp.) (2014).
Perspectivas para el análisis curricular. Antología. Pachuca Hidalgo,
México: UPN-H.
Ferrada T.D. (2001). Comunidades de entendimiento: Una propuesta educativa
desde la perspectiva crítica, comunicativa del currículum. En: Universidad
Pedagógica Nacional-Hidalgo (Comp.) (2014). Perspectivas para el análisis
curricular. Antología. Pachuca Hidalgo, México: UPN-H.
Gimeno, S. (1998). El currículum moldeado por los profesores. En: Universidad
Pedagógica Nacional-Hidalgo (Comp.) (2014). Perspectivas para el análisis
curricular. Antología. Pachuca Hidalgo, México: UPN-H.
Stenhouse, L. (1981). Definición del problema, el profesor como investigador. En:
Universidad Pedagógica Nacional-Hidalgo (Comp.) (2014). Perspectivas
para el análisis curricular. Antología. Pachuca Hidalgo, México: UPN-H.
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Stenhouse, L. (1981). Problemas en la utilización de la investigación y desarrollo
del currículum. En: Universidad Pedagógica Nacional-Hidalgo (Comp.)
(2014). Perspectivas para el análisis curricular. Antología. Pachuca Hidalgo,
México: UPN-H.
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