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TEMA I: MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA
UNIDAD II
PROCESOS DE CREACIÓN Y CONFORMACIÓN
DE MÉXICO COMO NACIÓN
Tema I: Movimientos de Independencia
EL MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA
Las reformas borbónicas
El enorme incremento de la población colonial durante el siglo XVII, creo nuevas
necesidades y problemas que los monarcas de Habsburgo no pudieron resolver.
La lentitud y la corrupción administrativa caracterizaban la administración
colonial. Las potencias rivales, Inglaterra y Portugal, se expandían impunemente e
inundaban Sudamérica con mercancías de contrabando. A todo esto hay que
añadir el excesivo poder que había adquirido la aristocracia criolla y el clero,
quienes desafiaban las disposiciones reales que llegaban al Virreinato del Perú.
Los reyes Borbones, principalmente Felipe V y Carlos III,
emprendieron la tarea de renovar la vieja estructura
colonial que habían dejado los monarcas de
Habsburgo, apoyados por ministros y asesores, llevaron
adelante las Reformas Borbónicas, denominando así el
conjunto de cambios económicos, políticos y
administrativos para la metrópoli y sus colonias.
Estas reformas se iniciaron por Felipe V (1700-1746),
siguieron su cauce con Fernando VI (1746-1759) y fueron
desarrolladas principalmente por Carlos III (1759-1788).
Los objetivos básicamente fueron, recuperar la
hegemonía comercial y militar de España, así como
explotar y defender mejor los recursos coloniales. Los
Borbones implementaron nuevas unidades
administrativas en América: crearon
virreinatos, capitanías (como Venezuela y
Chile) y comandancias.
En 1784 se suprimieron los corregimientos y
se implantó el sistema de intendencias,
buscando mayor eficiencia en los
gobiernos locales. De esta manera se
consiguió mejorar la explotación de las
riquezas coloniales y la recaudación
tributaria. Los Borbones realizaron varias acciones por contrarrestar la dominación
comercial y marítima de potencias rivales como Inglaterra y Holanda.
Tema I: Movimientos de Independencia
El proyecto Borbón contemplo la
renovación del sistema mercantil, para
que sus colonias fueran proveedoras
eficientes de materias primas y
consumidoras de las manufacturas
españolas.
La corona apoyó a la burguesía
peninsular favoreciendo la industria y
protegiendo sus mercados. En este
contexto se fue liberando el comercio
entre los puertos españoles y americanos,
lo que se consagró, cuando Carlos III dio el decreto de libre comercio en 1778.
Esta política debía complementarse combatiendo el contrabando y mejorando
la recaudación fiscal a favor de la metrópoli española.
Esto provocó fuertes tensiones y guerras principalmente contra los poderosos
ingleses y lusitanos. Las Reformas Borbónicas incrementaron la eficiencia para
recaudar impuestos, lo cual dificultó valorar el crecimiento real de la economía
Estas reformas beneficiaron a zonas que hasta entonces se habían mantenido
marginales en el desarrollo de la economía novohispana.
La creación del ejército profesional fue también una de las reformas Borbónicas,
su objetivo fue contar con una fuerza represiva disciplinada y leal al rey.
Las reformas lesionaron muchos intereses, así que el monarca debía tener el
control para reducir a los inconformes.
El ejército profesional fue la entidad de máximos privilegios concedidos por el rey,
era tanta su confianza en los altos mandos del ejército que casi todos sus
colaboradores fueron oficiales de alta graduación.
El Movimiento de Independencia
La guerra de Independencia surgió después de una época de auge económico
y cultural.
Existieron un sinnúmero de factores para que la población, principalmente la elite
formada por criollos, se fueran sintiendo cada vez mas descontentos. España
cometió una serie de errores en su política exterior que tuvieron desfavorables
consecuencias; su participación en la guerra de los siete años y su apoyo a los
colonos rebeldes en las colonias inglesas, obligaron a los habitantes de la Nueva
España a financiar a la metrópoli con prestamos forzosos, donativos y alzas de
precios. “La Real Cédula de Consolidación de Vales”, del 24 de diciembre de
Tema I: Movimientos de Independencia
1804, daño profundamente a la economía novohispana. Según esta, el estado
español se apropiaría de las deudas que la población de la colonia había
contraído.
En la ciudad de México se disfrutaba de
tranquilidad, sin embargo el 8 de junio de 1808
llegó la noticia de que Carlos IV había abdicado
a favor de su hijo Fernando.
Apenas se preparaba la celebración del suceso,
cuando una nueva noticia altero los ánimos: la
corona había quedado en poder de Napoleón,
a la consternación sobrevino la preocupación
por las consecuencias que el hecho tendría para
la Nueva España, aunque los Novohispanos
habían jurado fidelidad a Fernando VII, el
ayuntamiento de México, al igual que las otras
partes del imperio, consideraron que por la
ausencia del rey la soberanía se había revertido, lo que hacía indispensable
convocar una junta de ayuntamientos para decidir su gobierno. El Virrey José de
Iturrigaray otorgó su anuencia, pero los oidores o magistrados del real acuerdo
(que era presidido por el Virrey) se opusieron ante el temor de que se pretendiera
la independencia.
Sin embargo algunos individuos simpatizaban con la idea, convencidos de que el
reino tenía recursos para proveer la felicidad de sus habitantes, la mayoría
aspiraba a una autonomía a la que creía tener derecho. Mientras el reino
convocaba a una junta similar a las de la península, algunos burócratas y
comerciantes peninsulares prepararon un golpe de Estado.
Desde principios del siglo XIX empezaron a realizarse reuniones para planear la
independencia del Virreinato de la Nueva España (México), en estas reuniones
literarias se destacó la de la ciudad de Valladolid (hoy Morelia), ya que había
sido descubierta por la autoridad española, siguió su marcha en Querétaro.
A este tipo de juntas siempre asistían Criollos (hijos de españoles nacidos en
América), ellos eran los que más deseaban la libertad y eran los que en un
momento dado podían asumir el gobierno. Estas juntas se denominaban como
"Academia Literaria" y eran realizadas en la casa del Corregidor Miguel
Domínguez y de su esposa Josefa Ortiz de Domínguez. En estas reuniones
también participaban Ignacio Allende, personaje importante en la sociedad y el
sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla, el cual era influyente entre los desprotegidos
e indígenas, También participó Mariano Abasolo.
Tema I: Movimientos de Independencia
Sin embargo Hidalgo fue quien
organizó el movimiento popular y
Allende junto con Aldama serían las
cabezas del ejército insurgente. Los
conspiradores planeaban iniciar una
insurrección en diciembre, pero al ser
denunciados Allende, Aldama e
Hidalgo no tuvieron otra alternativa que
lanzarse a la lucha. Como ese 16 de
Septiembre era domingo, el cura llamo
a misa, una vez reunidos los feligreses los
convocó a unirse y luchar contra el mal
gobierno. Peones, campesinos y artesanos, con todo, mujeres y niños, prepararon
hondas, palos, instrumentos de labranza, armas y siguieron al párroco.
Esa misma noche las tropas ocuparon San Miguel el Grande y unos días después,
en Celaya, esa multitud nombró a
Hidalgo generalísimo y a Allende teniente
general.
En el santuario de Atotonilco, Hidalgo dio
al ejército insurgente su primera bandera:
una imagen de la virgen de Guadalupe.
Dos semanas más tarde los insurgentes
estaban a las puertas de la ciudad de
Guanajuato.
Hidalgo emplazó al intendente Juan
Antonio Riaño a rendirse, pero este
decidió atrincherarse en la alhóndiga de
granaditas con los vecinos ricos y sus caudales.
Hidalgo dio la orden de ataque y, tras una larga resistencia, la multitud invadió la
alhóndiga, con violencia se lanzaron a una brutal matanza, se generó un enorme
saqueo que ni Hidalgo ni Allende no pudieron contener.
El infortunado suceso le restó simpatizantes al movimiento y ocasiono el retrasó del
éxito. A pesar del temor que despertó la violencia, las desigualdades e injusticias,
la insurrección se expandió por todo el territorio Novohispano.
José María Morelos, párroco de Carácuaro, se presentó ante Miguel Hidalgo y
este le encomendó tomar Acapulco.
Tema I: Movimientos de Independencia
José Antonio Torres penetró Guadalajara,
simultáneamente se repitió algo
equivalente en varias zonas.
Sin embargo Manuel Abad y Queipo,
obispo electo de Valladolid, impulsor de
una solución justa a los problemas
sociales novohispanos, rechazó la
violencia del movimiento y excomulgó a
Hidalgo.
Al advertir que los insurgentes se
desplazaban hacia Valladolid, huyó
mientras las autoridades entregaban la
ciudad para evitar el destino de Guanajuato de esta forma, el cabildo
catedralicio levantaba la excomunión de don Miguel Hidalgo, El 30 de Octubre
las tropas de Hidalgo estaban en el monte de las cruces, a las puertas de la
ciudad de México, esta multitud desigual se enfrentó y derrotó a mil criollos
realistas.
Unos días después los insurgentes se enfrentaron con el ejército realista en Aculco
y fueron derrotados. Allende inconforme con la dirección de Hidalgo, marcho
rumbo a Guanajuato, mientras el cura siguió su camino a Guadalajara.
La ciudad recibió a Hidalgo. Este, sin medir la situación, organizó su gobierno,
promovió la expansión del movimiento, ordenó la publicación del periódico El
Despertador Americano, decretó la abolición de la esclavitud, del tributo
indígena y de los estancos, declaró que las tierras comunales eran de uso
exclusivo de los indígenas.
Por desgracia también autorizó la ejecución de españoles prisioneros. Allende no
tardó en ser derrotado, al tiempo que las tropas de Calleja y de José de la Cruz,
recién llegado de España, avanzaba hacia Guadalajara.
Estaban convencidos de la imposibilidad de la defensa, Allende tuvo que
organizarla. El desastre se consumó el 17 de enero de 1811 en Puente de
Calderón, donde 5,000 realistas disciplinados derrotaron a 90, 000 insurgentes.
Los jefes insurgentes lograron escapar y decidieron marchar al norte en busca de
la ayuda norteamericana. En la hacienda de Pabellón, Allende y Aldama le
arrebataron el mando a Hidalgo, en Saltillo, decidieron dejar a Ignacio López
Rayón al frente de la lucha. Una traición facilitó que Allende, Aldama, Hidalgo y
José Mariano Jiménez fueran aprehendidos y conducidos a Chihuahua, donde
fueron procesados y condenados.
Tema I: Movimientos de Independencia
En sus dos procesos, Hidalgo enfrentó con honestidad la culpa de haber
desatado la violencia y ordenado, sin juicio,
la muerte de muchos españoles. Las
cabezas de los cuatro jefes fueron enviadas
a Guanajuato y se colocaron en la
esquinas de la alhóndiga de Granaditas, el
movimiento había herido de muerte al
virreinato al romper el orden colonial y
afectar hondamente la economía y la
administración fiscal.
A la muerte de Hidalgo continuaron las
guerrillas en varios puntos del país. En
agosto de 1811, Ignacio López Rayón y sus
seguidores, inspirados en la ideas de
Hidalgo de reunir una junta representativa, formaron en Zitácuaro la “Suprema
Junta Gubernativa De América”, con ella consiguieron recuperar la adhesión de
algunos sectores de las clases media y alta.
En el sur del país, José María Morelos logró dar un nuevo giro a la lucha. Párroco
de pueblo e hijo de un carpintero, Morelos se constituyó en un verdadero
dirigente popular. Había sido alumno de Hidalgo en el colegio de San Nicolás de
Valladolid. Ambos se entrevistaron en 1810 y ahí fue donde Morelos recibió
instrucciones de levantar a las tropas en las costas del sur y tomar Acapulco.
En mayo de 1811 ocupó Chilpancingo y Tixtla, se dirigió a Taxco y a Tehuacán. El 9
de febrero de 1812 llegó a Cuautla. En esta pequeña población, él y sus hombres
resistieron un peligroso cerco de los realistas al mando de Calleja, que se prolongó
por más de setenta días en los que padecieron
hambre, sed y enfermedades. Después de romper el
cerco ocupó Orizaba y Oaxaca, donde ordenó
fabricar armas y acuñar monedas. Por otro lado,
López Rayón y Morelos comenzaron a tener
problemas entre sí. Morelos convocó, sin contar con
la anuencia del primero, a un congreso en
Chilpancingo, Gro. Este fue inaugurado el 14 de
septiembre de 1813. Durante la apertura Morelos dio
a conocer el documento “Los sentimientos de la
nación”, en el se solicitaba que fuera abolida la
esclavitud y que desaparecieran las diferencias entre
las castas.
Tema I: Movimientos de Independencia
El 6 de noviembre de 1813, el congreso presentó una declaración de
Independencia, redactada por el diputado Carlos María de Bustamante. Este
documento llevaba el germen de una nueva nación. Morelos sufrió una gran
derrota en Valladolid y más tarde en Puruarán, donde Mariano Matamoros fue
aprehendido y fusilado poco después.
Los realistas se apoderaron de Chilpancingo, Acapulco y Oaxaca. A pesar de
este avance aun operaban las guerrillas, aunque actuaban sin coordinación
entre sí.
El congreso, asentado en Apatzingán, Michoacán, promulgó una constitución el
22 de octubre de 1814. Esta se inspiraba en la asamblea de la revolución
Francesa y en las cortes de Cádiz.
Proponía un sistema representativo con separación de poderes. Perseguido por
los realistas, el congreso llegó a Puruarán en el verano de 1815. Poco después se
decidió su traslado a Tehuacán.
En el camino, el jefe realista Manuel de la Concha atacó a Morelos, haciéndolo
prisionero el 5 de noviembre de 1815.
Fue condenado a muerte y ejecutado el 22 de diciembre siguiente en San
Cristóbal Ecatepec.
El congreso fue disuelto en 1816, solo quedaron extendidos por el territorio algunos
jefes revolucionarios que operaban con tácticas improvisadas y sin orden.
En Veracruz quedaron ciertos grupos bajo el
mando de Guadalupe Victoria y en las
montañas del sur, Vicente Guerrero continuaba
la lucha.
En abril de 1817, el liberal español Francisco
Javier Mina llegó a la Nueva España para luchar
del lado de los insurgentes.
Cuando Napoleón invadió España, Francisco
Javier Mina dejó sus estudios para combatir en
contra de los franceses pero fue capturado y
estuvo prisionero en Francia hasta que Fernando
VII recuperó su trono.
Francisco Javier Mina regresó a España, al saber
que el monarca traicionaba la Constitución se
levantó en armas. Derrotado, huyó a Inglaterra,
Tema I: Movimientos de Independencia
donde conoció a fray Servando, quien lo convenció de que peleando por la
Independencia de México combatiría mejor contra el rey español.
Francisco Javier Mina llegó a Soto la Marina, en el Golfo de México, con tres
barcos y poco más de trescientos hombres, con el apoyo económico de
Inglaterra y de Estados Unidos de Norteamérica, ya que a estos países les
interesaba debilitar a España. Este liberal identificaba la lucha de los
independentistas con el combate al absolutismo.
En México, sin embargo, los insurgentes ya no luchaban por la constitución de
Cádiz y Francisco Javier Mina despertó la desconfianza de algunos. La
expedición no duro mucho; Francisco Javier Mina fue derrotado y hecho
prisionero cerca de Guanajuato. Fue fusilado el 11 de noviembre de 1817.
Propuestas para organizar el México Independiente
La Consumación de la Independencia
Muchos de los insurgentes habían sido derrotados, sin embargo algunos se
mantenían en pie de lucha.
Los dirigían, entre otros Juan Álvarez, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero. Los
españoles y los criollos ricos habían estado en contra de Hidalgo y de Morelos, en
contra de la Corte de Cádiz.
Sin embargo, en 1820 también ellos creyeron había llegado el momento de que
la Nueva España se independizara. No estaban de acuerdo con las ideas de
igualdad y de soberanía popular, tampoco les interesaba mucho mejorar las
condiciones en que vivía la gente. Pero no querían obedecer la Constitución de
Cádiz, debido a que en España acababa de ser puesta nuevamente en vigor, así
que decidieron apoyar la independencia.
Si la Nueva España se hacía
independiente, ellos podrían controlar
la situación y mantener sus privilegios.
Ahora fueron los criollos ricos y los
españoles quienes empezaron a
conspirar, en la iglesia de La Profesa, en
la ciudad de México.
Tema I: Movimientos de Independencia
En estas reuniones se concluyeron por la independencia; pero antes necesitaban
pacificar al Virreinato. Para conseguirlo, lograron que el virrey enviara al coronel
criollo Agustín de Iturbide a combatir contra Vicente Guerrero. Iturbide intentó
derrotar a Guerrero, pero el insurgente conocía tan bien las serranías del sur que
no hubo manera de vencerlo.
El virrey convenció al padre de Guerrero de que le ofreciera el perdón a su hijo y
le pidiera que dejase la lucha; el caudillo contestó: "La patria es primero", en
enero de 1821 Iturbide le escribió a Guerrero pidiéndole que se reunieran para
hablar sobre la independencia. Lo hicieron primero en Acatempan y después en
Iguala, donde Guerrero aceptó apoyar a Iturbide, pues con ello, ya no habría
obstáculos para alcanzar la libertad de la nación. A los dos les interesaba
completar la independencia. Guerrero era el
continuador del movimiento iniciado por
Hidalgo y por Morelos; Iturbide representaba los
intereses de los criollos ricos y de los propios
españoles que vivían en América y no querían
ya depender de España. El 24 de febrero de
1821, con el respaldo de Guerrero, Iturbide firmó
un documento en que invitaba a todos los
habitantes de la Nueva España a olvidar sus
divisiones y a unirse para alcanzar la
independencia.
Este documento recibió el nombre de “Plan de
Iguala o de las Tres Garantías”. Las tres garantías
eran los motivos que los unían: religión única (la
católica), unión de todos los grupos sociales, y la
independencia de México, sería una monarquía constitucional.
A mediados de 1821 llegó a la Nueva España Juan O´Donojú, el último virrey
enviado para gobernarla. O´Donojú se dio cuenta de que los mexicanos, querían
la independencia.
Convencido de que no podría gobernar y de que era imposible cambiar, que se
había avanzado para la liberación del país, O´ Donojú firmó con Iturbide los
Tratados de Córdoba, mediante los cuales reconoció la Independencia de
México.
Tema I: Movimientos de Independencia
El 27 de septiembre de 1821, al frente del Ejército Trigarante, o de las Tres
Garantías, Iturbide entró triunfante a la ciudad de México. Todo el país celebró la
consumación de la Independencia.
La rebelión que había comenzado en 1810 terminaba. La nueva nación
comenzaba su vida propia. Todos insistían en las riquezas de México y le
profetizaban una vida esplendorosa, no se daban cuenta de que la guerra lo
había empobrecido; faltaban caminos y había grandes territorios deshabitados.
La sociedad había quedado desorganizada, el desorden político era abrumador,
se tenía que constituir un gobierno propio. A los mexicanos les faltaban armas y
dinero. Se encontraban divididos, no estaban de acuerdo en la forma de
gobierno que debían adoptar: unos querían una república y otros una
monarquía. De estos últimos, algunos querían que reinara algún príncipe español,
y otros que fuera coronado Iturbide.
El 28 de septiembre de 1821 se instaló una Junta Provisional de Gobierno,
encargada de redactar el Acta de Independencia y de organizar un congreso
que decidiera la forma de gobierno para el país.
Habían muerto seiscientos mil hombres: casi la décima parte de la población y la
mitad de los que trabajaban en las Minas, campos y fábricas que se encontraban
abandonadas; casi nadie pagaba impuestos y los gastos del gobierno
Tema I: Movimientos de Independencia
aumentaban día con día, principalmente para mantener al ejército. Hasta
entonces las tierras de los indígenas pertenecían a los pueblos y no a ellos.
Las tierras se trabajaban entre todos los habitantes del pueblo y nadie podía
venderlas. Como los indígenas no estaban acostumbrados a que la tierra fuera
propiedad privada, la igualdad de todos los mexicanos ante la ley los dejó en
desventaja frente a los criollos.
España no reconoció los Tratados de Córdoba que O'
Donojú había firmado. No aceptó que México era
independiente, y hasta 1825 siguió ocupando el fuerte de
San Juan de Ulúa, en Veracruz. España y otros países
europeos querían apoderarse de México, para explotar
sus riquezas. España no aceptó enviar un príncipe al trono
de México y esto reforzó las ambiciones de Iturbide, que
quería ser emperador.
Sus seguidores ejercieron mucha presión para que él fuera
coronado. Así, el Congreso lo declaró Emperador, con el
nombre de Agustín I. La coronación fue muy elegante, el imperio duró once
meses, hasta marzo de 1823. Muchos mexicanos se oponían a Iturbide, algunos
diputados conspiraron en su contra.
El emperador disolvió el Congreso y realizó otros cambios políticos. Antonio López
de Santa Anna, que era comandante general de la provincia de Veracruz, fue
destituido, se rebeló contra Iturbide y realizo una alianza con Guadalupe Victoria,
en febrero de 1823 Santa Anna proclamó el Plan de Casa Mata, que proponía
establecer el sistema republicano.
En marzo de 1823 Iturbide renunció al trono y se fue a Europa. Las provincias de
Centroamérica (lo que actualmente es Guatemala, Honduras, El Salvador,
Nicaragua y Costa Rica), que se habían unido al Imperio, se separaron de
México. Al año siguiente Iturbide regresó; en su ausencia el Congreso había
decretado que no podía volver a México, bajo pena de muerte, fue fusilado.
Cuando Iturbide dejó el trono, el gobierno quedó en manos de un Supremo Poder
Ejecutivo formado por Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero,
ente otros, que convocó a un segundo Congreso. Los diputados del nuevo
Congreso decidieron que México sería una república. Algunos querían que la
república fuera federal, formada por la unión de varios estados, libres y soberanos
para resolver sus problemas internos. Otros querían que fuera centralista, con
provincias o departamentos en lugar de estados, con un poder central que
resolviera todos los asuntos.