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Propuesta psicoeducativa para jovenes con trastornos de la conducta
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CENTRO DE INVESTIGACION PARA EL DESARROLLO HUMANO
CIDH UNIVERSIDAD
Propuesta Psico-educativa para la prevención de trastornos mentales
en jóvenes de México Basada en Terapia de Arte centrada en
Emociones
Representante: Lic. Hugh I. Wright Villela
Coolaboradora: Martha Gpe. Alvarez Romero
29/05/2012
Participa en:
Seguridad, Salud, Salud Visual y Educación
El presente trabajo tiene por objetivo una propuesta psicoeducativa integral para la prevención de trastornos mentales en jóvenes de secundaria y preparatoria de México, en la cual se aborde a todo el núcleo familiar y se involucre a las instancias educativas y gubernamentales pertinentes. La propuesta esta fundamentada en un programa basado en terapia de arte centrada en emociones el cual se integre al plan educativo regular como asignatura académica.
2
INDICE
Justificación ………………………………………………………………………………………………………. 3 – 4
Objetivos …………………………………………………………………………………………………………… 5
Situación Actual de la Salud Mental en México y el Mundo…………………………………………… 6 – 7
Multi-factorialidad de los Trastornos de Salud Mental………………………………………………….. 8 – 9
Factores relativos al avance tecnológico y estilo de vida……………………………………………….. 9 – 11
Teoría de las Representaciones Sociales de Serge Moscovici………………………………………… 12
Teoría del Apego de John Bowlby y Mary Ainsworth…………………………………………………….. 13 – 14
Relación de la Teoría de las Representaciones Sociales y la Teoría del Apego en el desarrollo de la
personalidad…………………………………………………………………………………………………………………. 15 – 16
Conclusiones…………………………………………………………………………………………………………………. 17 – 22
Bibliografía……………………………………………………………………………………………………………………. 23 – 24
3
JUSTIFICACION
El estilo de vida actual se encuentra inmerso en un ritmo acelerado, estresante e
inseguro , resultado de múltiples factores como son, por citar algunos: la economía
fluctuante, la escasa oportunidad de empleo, el crecimiento urbano descontrolado, las
deficiencias en los sistemas educativos, las consecuencias adversas del desarrollo
tecnológico, la desintegración social ,etc. Lo anterior ha dado como resultado efectos
devastadores a nivel social, familiar y personal, manifestándose de forma evidente en el
funcionamiento biopsicosocial del individuo y la familia.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 1 de cada 10 adultos a nivel mundial
sufre de depresión, estrés y agotamiento. De igual modo, diversos estudios de la salud
realizados por la OMS, reportan incrementos significativos en el padecimiento de
enfermedades coronarias, diabetes, cáncer y derrames cerebrales, así como diversos
trastornos de la salud mental (Organizacion Panamericana de la Salud, 2009). Se estima
que alrededor de 400 millones de personas sufren algún tipo de trastorno psiquiátrico o
neurológico.
Todo lo anterior ha dado como resultado un incremento significativo en la epidemiologia
de enfermedades relacionadas con la depresión, el estrés y el agotamiento según
informes recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Según datos arrojados por la Encuesta de la Salud Mental, realizada por la OMS en 2001-2
en México, a población urbana no institucionalizada entre 18 y 65 años de edad con hogar
fijo (más de 2500 personas), 1 de cada 4 mexicanos tiene una historia de trastornos
mentales según criterios del DSM-IV (Organizacion Panamericana de la Salud, 2009).
Según este mismo estudio, los trastornos más frecuentes a lo largo de la vida son los
trastornos de ansiedad, 11.6% de la población había padecido uno o más de estos
trastornos alguna vez en su vida, seguido por los trastornos de afectividad (11.1%) y los de
abuso de sustancias (8.9%).
La encuesta también arrojó que el 10% de la población en la Ciudad de México y área
metropolitana se encuentra entre las edades de 12 a 17 años, lo cual representa cerca de
dos millones de adolescentes. 16% de estos jóvenes ha desertado la escuela. Casi una
tercera parte de los mismos, ha estado expuesto a las drogas.
Por otra parte la Encuesta Nacional de Juventud 2005, realizada en la Ciudad de México,
indica que a partir de los 15 años, 18% de los estudiantes abandona la escuela. 69% de
ellos se ha enfrentado a un suceso traumático, de una lista de 23 posibles traumas.
4
1% de esta población, indico ser victima de violación, 5% de abuso sexual, 13% de
maltrato físico por parte de sus cuidadores, 19% atestiguo violencia intrafamiliar y 17% ha
sido amenazado o asaltado con arma.
Los datos de las encuestas anteriores hacen evidente el impacto de estas situaciones en la
salud mental a temprana edad, así como la urgente necesidad de crear sistemas de
tratamiento para esta creciente población. De igual modo, se manifiesta la importancia de
crear programas preventivos que aborden el manejo de las emociones desde una
perspectiva psico-educativa, a través de los cuales, los jóvenes quienes son la población
más vulnerable, puedan aprender a proteger su integridad psicológica mejor.
5
OBJETIVOS
La presente propuesta tiene como objetivo general plantear la necesidad de un programa
psico-educativo para el manejo de emociones en los niveles de primaria, secundaria y
preparatoria, tomando en consideración que es durante esta etapa del desarrollo donde
más cambios se generan en la integración biopsicosocial del individuo.
El presente trabajo propone los siguientes objetivos específicos:
1. Clarificar la situación actual de la Salud Mental en México
2. Evidenciar los aspectos multi-causales de los trastornos mentales
3. Concientizar el papel fundamental que desempeña la familia en el desarrollo de
una personalidad sana
4. Exponer la comorbilidad de los trastornos mentales
5. Concientizar de la necesidad y urgencia de una aproximación psicoeducativa como
método preventivo
6. Plantear la necesidad de un programa académico psicoeducativo fundamentado en
aspectos teórico - prácticos
a. Estudiantes
b. Familias
c. Entrenamiento
d. Evaluación
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1. Situación Actual de la Salud Mental en México y el Mundo
Diversos estudios realizados por organismos internacionales indican que los trastornos de
la salud mental van a la alza. Enfermedades como la depresión, los trastornos de
ansiedad, la anorexia, la bulimia y la bipolaridad, por mencionar algunos, son cada día mas
frecuentes entre la población mundial y se encuentran entre las 5 mayores causas de
deterioro laboral y deserción académica, sin considerar los riesgos a la salud publica que
representan.
Según estudios realizados en México en 1997, 4 millones de habitantes presentaban
depresión. Actualmente se considera que 1 de cada 10 habitantes que se presenta a
consulta la padece (Ruiz, 1997).
El Instituto en Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS) (Terra Mexico, 2011)
reporto que del 16% de la población mexicana que padece alguno de los trastornos antes
mencionados, solo el 3% de ellos acude a tratamiento, siendo hombres y
predominantemente mujeres de entre 25 y 40 años de edad, de nivel socioeconómico
medio.
Gran parte de la falta de tratamiento es resultado de la carencia de servicios de atención
psicológica adecuados. México destina el 0.85% de su presupuesto nacional al cuidado de
la salud mental, cuando el porcentaje mínimo recomendado por la Organización Mundial
de la Salud es de 10% (Terra Mexico, 2011).
Así mismo, la revista Interamericana de Psicología (Ardila, 2004), reporta que en nuestro
país hay 12 psicólogos clínicos por cada 100, 000 habitantes; una cantidad baja
considerando el aumento en este tipo de padecimientos.
Un factor agregado a la falta de atención son los tabús y/o los mitos familiares. Temas
tales como el abuso sexual o la violencia intrafamiliar continúan sin reportarse por
vergüenza o temor a las consecuencias legales. Mitos como la idea de que los trastornos
de salud mental son pasajeros, también son causa frecuente de que los afectados o sus
familiares no busquen tratamiento oportuno.
Actualmente, la depresión es considerada la cuarta enfermedad discapacitante en la
población mundial y menos del 5% recibe tratamiento. Se calcula que para el año 2020
será la segunda causa de tratamiento psiquiátrico.
El problema entre la población estudiantil de México es aun más grave; según datos del
programa de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, el síndrome depresivo
ocupó el 48% de los casos atendidos (Terra Mexico, 2011)
7
De igual modo, se calcula que entre el 45 y 70% de los casos que han presentado algún
tipo de trastorno depresivo han tenido intento suicida en algún momento. Por ejemplo,
de 536 expedientes revisados de pacientes con intento suicida que se atendieron en el
Hospital Fray Bernardino Álvarez de Sahagún en la Ciudad de México, 48% de ellos
mostraron tener algún tipo de trastorno afectivo (Terra Mexico, 2011).
Un mito importante que afecta el tratamiento y abordaje es la opinión común que se tiene
respecto a la edad de inicio de estos trastornos. Diversos estudios de la Organización
Mundial de la Salud apuntan que este tipo de padecimientos son más frecuentes entre la
población infantil que entre los ancianos (Organizacion Panamericana de la Salud, 2009).
Existen a su vez diversos trastornos mentales entre la niñez y la juventud mexicana que
van en aumento; según datos de la IIPCS, 5% de los niños que cursan primaria padecen
Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, 1.5% padece bulimia y anorexia (Terra
Mexico, 2011)
Los trastornos de salud mental, particularmente los trastornos afectivos y los trastornos
de ansiedad, están a su vez relacionados con otros problemas de salud que van desde el
abandono escolar y trastornos de la conducta, hasta la adicción, abuso de sustancias, y en
algunos casos la muerte (Organizacion Panamericana de la Salud, 2009). Son
padecimientos que afectan al individuo en todas las esferas de su vida familiar, psicológica
y social.
8
2. Multi-factorialidad de los Trastornos de Salud Mental
Las causas de los trastornos de salud mental son multifactoriales. Abarcan aspectos
biológicos, psicológicos y sociales. De igual modo, son resultado de factores asociados al
desarrollo del individuo.
La personalidad básica de un individuo es determinada por los grupos sociales primarios
que son; la familia en primer plano, seguida por las instituciones educativas. De igual
modo influyen sobre ella otros factores como la religión, los valores, los mitos, las
ideologías, etc. que conforman parte del entorno socio-cultural que le rodea.
No obstante, ningún factor tiene mayor influencia y relevancia en el desarrollo de la
personalidad que la familia y la relación que el individuo crea con ella a lo largo de su vida,
particularmente en sus fases tempranas. La estructura de la familia, la dinámica de sus
integrantes, sus procesos de comunicación, sus creencias, mitos e ideologías, son factores
que definen de manera significativa al individuo (Minuchin, 1999).
Aspectos de la personalidad y el carácter del individuo tales como; la autoestima, la
madures, la tolerancia, el manejo de las emociones, el autocontrol, la confianza, el
establecimiento de relaciones sociales adecuadas, etc. parten del como se desarrolla el
ambiente familiar del individuo. El clima familiar positivo, los estilos de crianza adecuados,
la calidad del vínculo afectivo entre sus miembros, la formación socio-afectiva, y el estilo
de disciplina utilizado para la crianza, son elementos determinantes en la consolidación de
una personalidad sana y equilibrada.
Por su parte, el grupo familiar también se puede ver afectado por factores ambientales
externos tales como la economía, el estrés, los problemas de la familia extensa (tíos,
abuelos, primos, etc.), la muerte de alguno de sus integrantes, la falta de oportunidad de
trabajo, el divorcio, entre otros. Todos ellos son factores que pueden alterar la estructura
y la dinámica familiar, y por tal motivo, influir en el desarrollo del individuo.
De acuerdo a las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
(INEGI), el 28.1% de los hogares mexicanos están compuestos por padres donde ambos
trabajan. En estos hogares, el cuidado de los niños esta a cargo del 65% de las mujeres,
quienes dedican 16 horas con 18 minutos semanales exclusivamente a esta labor,
mientras que los varones solo dedican 7 horas con 24 minutos respectivamente (Instituto
Nacional de Estadistica, Geografia e Informatica INEGI, 2007).
Lo anterior implica que el tiempo dedicado a la crianza de los hijos en hogares donde
ambos padres laboran es reducido, obligando a la familia a recurrir a otros apoyos tales
como los hermanos y abuelos; quienes no siempre están en condiciones optimas para
llevar a cabo de forma adecuada esta labor o las guarderías que a pesar de su efectividad
en el cuidado de un menor, difícilmente son sustituto del cuidado parental.
9
De igual modo, los factores internos tales como las creencias, los mitos, los tabús, los
prejuicios, los sistemas ideológicos familiares y las adicciones, también pueden afectar de
forma negativa la dinámica relacional, la cohesión y la capacidad de adaptación familiar.
Aunque no existen estadísticas precisas al respecto, la Secretaria de Programación para la
prevención de la Drogadicción y la lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) estima que
70% de nuestra juventud consume alcohol e inicia su consumo a partir de los 13 años de
edad.
Por su parte, los datos arrojadas por la Encuesta Nacional de Adicciones, 2008, indican
que casi 3 millones de personas entre los 12 y los 65 años, reportaron tener problemas
con su familia debido a su consumo de bebidas alcohólicas (Instituto Nacional de
Estadistica y Geografia, 2010)
2.1 Factores relativos al avance tecnológico y estilo de vida
Un último factor que debe tomarse en consideración es el creciente desarrollo tecnológico
de los medios de comunicación y la invasión de los mismos en los hogares mexicanos. Un
estudio realizado por el Hospital Militar “Dr. Carlos Arévalo” de la ciudad de México a 130
niños entre 6 y 8 años de edad, reporto que los niños ven en promedio 26 horas
semanales de televisión (Pérez León, C.; Rodríguez Lanza, MA.; Navas Vargas, S.; Polyecsko
Cabello, M., 1998)
Sin embargo, otros estudios indican que el promedio es de 54 horas semanales, lo cual
lleva a los menores a gastar mayor cantidad de tiempo frente al televisor que en la escuela
(Strasburger, 1989)
Mayor tiempo frente a la televisión, el internet, los video-juegos, etc. implica menor
tiempo de relación en la dinámica familiar. Esta falta de tiempo afecta de forma
significativa el vínculo afectivo, la dinámica y la comunicación familiar. Muchos padres de
familia recurren a la televisión o los video-juegos, como substituto del cuidado y atención
que requiere el menor; ya sea porque fomentan estas actividades en pro de mantener a
los niños distraídos, o bien, están consientes del tiempo que sus hijos gastan delante del
televisor y optan por no hacer algo al respecto por considerarlo normal. En todo caso, las
actividades frente al televisor o la computadora, conllevan altos riesgos a la salud mental
del menor.
La televisión, es una actividad enteramente visual-auditiva que limita las actividades
motrices del niño. Es una actividad donde el menor enfoca su atención en lo que sucede
dentro de la pantalla, excluyéndolo de lo que sucede a su alrededor; eliminando por lo
tanto, el contacto social con otras personas de su entorno. Esto, por supuesto, limitará su
contacto humano afectando la comunicación, la dinámica, el vínculo afectivo, y reducirá
10
su juego fantasioso, siendo este último un precursor necesario del proceso creativo. Solo
hace falta ver a cualquier niño sentado frente a un televisor para darse cuenta donde esta
su atención en realidad.
Los video-juegos en esencia tienen el mismo efecto que el televisor, sin embargo, a estos
se agrega el elemento de que facilitan el juguete, pero eliminan el “juego”. Anterior a los
video-juegos, los niños solían salir a jugar a las calles y parques de su colonia. Una bolsa de
canicas, una muñeca de trapo, o bien para el caso, una caja de cartón con un cordel
amarrado, se convertían en el juguete perfecto. Esto es, cualquier objeto podía ser el
juguete, pero es el niño quien creaba el juego. Los video-juegos privan al menor del uso de
la imaginación, sin por ello dejar de lado el contenido violento que muchos de ellos
tienen.
En lo que a la computadora y el Internet se refiere, no se puede negar el valor educativo
de los mismos, siempre y cuando estén destinados a ese uso. El grave problema incide
sobre el uso real e indiscriminado que los niños y adolescentes hacen del ordenador. En
esencia, han dejado de ser instrumentos de educación, para pasar a ser un elemento más
de distracción descontrolada, y en algunos casos, fuente de conductas adictivas. Esto sin
mencionar el efecto que han tenido sobre el tiempo de lectura y las tareas escolares;
donde la función “Copy-Paste” fomenta el plagio a través de la copia de cualquier pagina
WEB, limitando la lectura real, el desarrollo de la investigación y el proceso creativo del
joven.
Un estudio llevado a cabo por el Centro para Medios de Habla Hispana de la Universidad
del Norte de Texas a jóvenes entre 18 y 25 años de Colombia, Argentina, México, Chile y
Uruguay, e hispanos en Estados Unidos arrojo que cada individuo gasta en promedio 86
minutos al día en redes sociales (Centro para Medios de Habla Hispana de la Universidad
del Norte de Texas, 2010). Esto representa poco más de 10 horas semanales, lo cual lleva
a cuestionar la forma en que estos jóvenes socializan. Finalmente, la computadora es un
elemento deshumanizante si se contrasta con la posibilidad de una socialización persona a
persona.
Y es precisamente el factor deshumanizante de los medios tecnológicos lo que nos lleva a
preguntarnos que lleva a nuestra juventud a gastar tanto tiempo en estos medios.
Durante una entrevista, el Dr. José de Jesús González Núñez, presidente honorario de
Instituto en Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS), declaro: “Nuestros niños se
sienten solos, ya que los padres trabajan todo el día, sus niñeras ahora son los
videojuegos, el Internet y la misma televisión, lo cual creará niños solos o con incapacidad
de relacionarse con otros seres humanos en el futuro”1
1 (Núñez, 2011)
11
Un factor importante a considerar es el efecto que tienen los medios tecnológicos y de
comunicación sobre los menores, y el “cómo” inciden sobre el “Locus Interno” o dialogo
interno que desarrolla el individuo. Esto es, el tipo de conversación interna que desarrolla
un sujeto consigo mismo. Aspectos como la imagen propia y la autoestima, están
profundamente relacionados con la forma y modo en que cada individuo se piensa y se
habla. Esta comunicación que cada individuo establece consigo es resultado de nuestra
experiencia social.
12
3.- Teoría de las Representaciones Sociales de Sergei Moscovici
La Teoría de las Representaciones Sociales, de Sergei Moscovici, nos dice que las personas
conocen la realidad que les circunda mediante explicaciones que extraen de los procesos
de comunicación y pensamiento social. Dichas representaciones juegan un papel crucial
sobre el como piensa y organiza su vida cotidiana el individuo. Estas representaciones
incluyen contenidos cognitivos, afectivos y simbólicos que tienen como función orientar al
individuo sobre su pauta de conducta y su relación con otros. Como todo sistema
cognitivo, las representaciones sociales se ven afectadas por los estereotipos, las
opiniones, creencias, valores y normas, y puede alterar de forma positiva o negativa la
orientación actitudinal. Determinan la manera en que hombres y mujeres actuamos en el
mundo, y por lo tanto, la manera en que nos pensamos y entendemos a nosotros mismos
(Mora, 2002)
Tomando en consideración lo anterior, es importante cuestionarse primeramente sobre el
tipo de estereotipos, las creencias, valores y normas que desarrolla un menor que gasta
enormes cantidades de tiempo frente a una computadora o un televisor.
Segundo, considerando que las representaciones sociales incluyen contenidos afectivos y
tienen que ver con el tipo de relación que establecemos con otros, debemos cuestionar la
calidad de relación social y conducta que desarrollará un menor cuyo mayor contacto y
relación es con un televisor o a través de una computadora.
Por ultimo, si el vinculo afectivo familiar es indispensable en el desarrollo de una
autoestima adecuada, debemos preguntarnos que efecto tendrá sobre las emociones de
un individuo y el manejo que este tiene de las mismas, el sustituir este vinculo afectivo por
un vinculo simbólico (ergo: la tv o el ordenador) que se dirige indiscriminadamente a
cualquier población y no manifiesta control alguno sobre su moralidad.
13
4.- Teoría del Apego de John Bowlby y Mary Ainsworth
La teoría del apego surge de la integración que hace Bowlby de los aportes de la etología y
el psicoanálisis. Intenta explicar el efecto del vínculo temprano que establece un menor
con sus cuidadores en relación a su desarrollo neonatal e infantil. Señaló que el vínculo
que desarrolla un infante con sus protectores tiene un fundamento biológico, como
resultado de la evolución y el instinto de supervivencia. El apego ayuda al infante a
establecer lazos a lo largo de la vida que le permiten desarrollarse con seguridad en otros
ambientes. Es decir, un comportamiento de apego es aquel que promueve la proximidad
del cuidador principal con el infante. El objetivo del menor es mantener al cuidador
principal (padre o madre) a una cierta distancia dependiendo de las características de la
situación (Brenilla, Carreras, & Brizzio, 2001).
Cuando las circunstancias externas son de estrés (ej. Que la madre se aleje), o internas (ej.
tener hambre o sentirse enfermo), se activa el comportamiento de apego (gritos, llantos,
etc.) que hacen que el cuidador se acerque a dar protección.
El sistema comportamental de apego es por lo tanto, un sistema con base motivacional,
conductual, evolucionista y adaptativo. Incorpora componentes sociales, emocionales,
cognitivos y conductuales. Es un elemento de las relaciones psicosociales que hace que un
individuo más débil y menos capaz, se apoye en otro sujeto que pueda proveerle la
protección necesaria.
A partir de la relación de apego y el proceso que Bowlby definió como Modelo Interno
Operante (MIO), el bebé construirá sus primeras experiencias relacionales; esto es, la
imagen que tiene de si mismo, la imagen que tiene de otro, y la que tiene de la relación. A
través de estos modelos que el niño va construyendo, comienza a experimentar el alejarse
del protector principal para aventurarse a establecer contacto con otros. Los modelos o
“working models” como los llamaba Bowlby, le permiten al menor determinar el
comportamiento y la motivación de otros, así como interpretar y anticipar los
comportamientos de otras personas. Guían, por lo tanto, la evaluación de las experiencias,
los pensamientos, emociones y conductas del sujeto.
Diversas investigaciones sobre la estructura y la función de los working models indican
que se construyen a lo largo del desarrollo individual como resultado de la relación que se
establece con las figuras primarias. Poseen cuatro componentes básicos:
a) Memorias de las experiencias de apego
b) Creencias
c) Actitudes
d) Expectativas
Bowlby a su vez, distinguió entre cuatro tipos de apego:
14
a) Seguro
b) Inseguro-Evitativo
c) Inseguro-Ambivalente
d) Desorganizado-Desorientado
Dependiendo del tipo de apego que haya establecido el menor con sus figuras primarias
(padres) será la calidad de vínculos que el menor establezca en el futuro con otras figuras
significativas.
Un Apego Seguro permitirá que el sujeto se perciba a si mismo como digno de recibir
confianza y amor. Se sentirá competente, importante y valioso. De igual modo percibirá su
mundo como un lugar seguro.
Un Apego Inseguro Evitativo lleva al sujeto a percibir a otros como indisponibles y
rechazantes. Se percibe a si mismo como fuente de protección para no ser rechazado y
por lo tanto niega sus necesidades y hace lo que los demás esperan de el, en pro de no
perder su “fuente de protección”. Sus relaciones están marcadas por la creencia de que
para ser merecedor de amor, debe proteger a los demás.
Un Apego Inseguro Ambivalente lleva a la persona a percibir a otros como impredecibles
e inestables, en ocasión hostiles, y en otras amorosos. Lo anterior genera en el sujeto,
particularmente en el menor, sentimientos de ansiedad y rabia, y ello le dificulta
establecer relaciones seguras por temor a la perdida del afecto y la protección. Con el
objetivo de mantener a la figura de apego cerca, el individuo aprende a intensificar sus
emociones y comportamientos negativos.
Finalmente, el Apego Desorganizado-Desorientado es resultado de un entorno de abuso
físico, emocional, sexual o negligente. El sujeto tiene la creencia de que otros están
cansados o enfadados con él y siente que no puede satisfacer sus necesidades o
protegerse a si mismo.
Dicho así, el vínculo de apego, esta directamente relacionado con la creación y calidad del
vínculo afectivo primario y la disponibilidad y disposición de las figuras parentales para
proveer la atención necesaria. Es decir, el vínculo afectivo sano, es resultado de una
estructura familiar equilibrada que esta en condiciones de cubrir no solo las necesidades
físicas de un menor, sino también, las psico-afectivas y psico-sociales.
Si la estructura y la dinámica familiar es pobre, también lo será el vinculo afectivo
incidiendo directamente sobre el desarrollo individual de sus integrantes, particularmente
los menores, lo cual tendrá a su vez repercusiones sobre la autoestima, la tolerancia a la
frustración, el autocontrol y manejo adecuado de la emociones, la confianza, etc.
mermando la posibilidad de una personalidad sana.
15
5.- Relación de la Teoría de las Representaciones Sociales y la Teoría del Apego en el desarrollo
de la personalidad
Ambas teorías concuerdan en el hecho de que el tipo de representación mental que un
individuo desarrolla de si mismo (self), del otro y de la relación, depende enteramente de
cómo el sujeto ha estructurado simbólicamente la imagen de cada uno, en función de sus
experiencias sociales previas.
La diferencia estriba en que Bowlby (La teoría del apego) establece la creación de la
imagen simbólica propia, del otro y de la relación, como resultado de una simbiosis
biológica de carácter evolutivo, es decir, como un proceso necesario para la supervivencia,
y que da lugar a un vinculo con características de tipo emocional que se extenderá en el
individuo a lo largo de su vida en otras relaciones.
Moscovici (teoría de las representaciones sociales) pone de manifiesto la creación de la
imagen simbólica propia, del otro y de la relación, como resultado de las interacciones
sociales, la cultura en la que están sumergidas, las opiniones, ideas y mitos existentes en
la misma.
Los puntos comunes de ambas teorías recae en:
a) La creación de una imagen propia, del otro y de la relación, en función de la
experiencia relacional previa.
b) La percepción del mundo y de la realidad en base a la calidad simbólica de la
representación mental.
c) La respuesta conductual en función de la calidad simbólica de la representación
mental.
d) La estructura social externa como punto de partida de la experiencia relacional, y
por ende, de la representación mental de todos sus elementos.
e) El impacto emocional, cognitivo y conductual que tiene sobre el individuo su
entorno social y la experiencia relacional previa
Dicho así, podemos partir de que la primera estructura social con la que se enfrenta todo
ser humano es con su familia y que el primer vinculo relacional que tiene, es el que se
establece con sus protectores, quienes por lo general son las figuras primarias (madre y
padre).
Podemos también concluir que la estabilidad y capacidad nutricia de la estructura familiar,
tendrá un impacto en la personalidad de sus integrantes, con la imagen mental que ellos
desarrollen de si mismos y del mundo que les rodea.
Finalmente podemos plantear el impacto simbólico (cognitivo, afectivo y psicosocial), que
se crea en el individuo, cuando la estructura familiar que lo recibe no esta equilibrada en
forma o relación adecuadamente, no esta en condición o capacidad de cubrir sus
16
requisitos físicos, psicológicos y/o sociales, es deficiente en su comunicación explicita o
implícita, o la representación familiar de la realidad es incongruente con la representación
social de la misma.
Los avances en las investigaciones de los procesos sistémicos familiares ponen de
manifiesto los efectos devastadores que tiene la disfuncionalidad familiar sobre el
desarrollo de la personalidad del individuo, y por lo tanto, de su estabilidad psicológica.
17
CONCLUSIONES
Todo lo anterior, la desestructuración familiar, la deshumanización, el estrés, las
condiciones económicas a nivel mundial, la falta de información y atención sobre la salud
mental, etc. contribuyen a la proliferación de las enfermedades mentales. Inciden
primordialmente en el desarrollo del individuo, llevándolo al desconocimiento de si
mismo, de sus emociones, pensamientos y conductas; condenándolo de forma
involuntaria a la creación de conductas de riesgo que lo arrojarán a relaciones sociales
empobrecidas, adicciones, relaciones familiares deficientes, conductas delictivas, etc. e
inevitablemente a la patología mental.
La investigación previa pone de manifiesto la gravedad de la circunstancia actual de la
salud mental en México y el mundo. Reflexiona sobre las causas multifactoriales de los
trastornos mentales, proporciona evidencias del aumento en dichas patologías, así como
de la incidencia que estas tienen sobre la juventud mexicana. Crea conciencia sobre los
efectos de la enfermedad mental en el individuo, la familia y la sociedad, en aspectos tan
diversos como su economía, su estructura y la relación social, así como la comorbilidad de
estos trastornos hacia otras patologías sociales como lo son las conductas de riesgo y las
adicciones.
El abordaje y tratamiento de los problemas de la salud mental es prioritario. Es
indispensable promover la conciencia social sobre la gravedad del problema que atañe
directamente a nuestra juventud. Sin embargo, no se debe dejar de lado el aspecto
preventivo de la salud mental. Sin una psico-educación adecuada que aborde al individuo
en sus fases tempranas y medias, a la familia e instituciones educativas como estructuras
primarias del desarrollo, y fomente una re-educación que fortalezca la estructura y la
dinámica familiar, todo intento de tratamiento esta condenado a tener que crecer
exponencialmente para ser capaz de enfrentar el aumento en el numero de casos clínicos
con deficiencias en la salud mental.
La verdadera solución del problema, no se encuentra únicamente en la creación de
servicios y tratamientos efectivos, sino en la prevención inicial del trastorno mental. Para
ello, no queda otra aproximación que la de atender en primer plano y de forma psico-
educativa al individuo y la familia, en un ámbito que permita el abordaje de modo
colectivo, multifamiliar, y que facilite la estructura e infraestructura educativa necesaria,
es decir, las instituciones educativas.
Es imprescindible involucrar a las instituciones educativas del país en la prevención de los
trastornos mentales, ya que, como estructura formadora de la persona, es el único vinculo
común que puede abarcar a todas las instancias involucradas en los problemas de la salud
mental. Esto es, las instituciones educativas son quienes están en la mejor posición de la
18
escala social para acercar y reunir a las estructuras gubernamentales y de salud, a la
familia, al individuo y a la sociedad. Son de igual modo, quienes pueden abordar al sujeto
en todas las fases de su desarrollo y por lo tanto, están en la mejor posición de psico-
educar, prevenir y orientar al individuo, la familia y la sociedad.
La idea de “escolarizar” las emociones, no es nueva. Goleman propone la importancia de
desarrollar y academizar programas de educación emocional en todas las instancias
educativas con el objetivo de conseguir un mayor y mejor desarrollo de las habilidades
que componen la inteligencia emocional (Goleman, 2007). Señala a la Inteligencia
Emocional como “. . . una forma de interactuar con el mundo, que tiene en cuenta las
emociones y engloba habilidades tales como el control de impulsos, la autoconciencia, la
motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía”2; de tal manera que la
inteligencia emocional se puede concebir como el uso inteligente de las emociones. Es
decir, que el individuo esta en la disposición de guiar su comportamiento.
Dicha propuesta fue acogida con interés en varios países desarrollados, particularmente
los Estados Unidos de Norte América, donde se han desarrollado e implementado diversos
programas experimentales para el manejo de las emociones con gran éxito.
La realidad de los países en vías de desarrollo como lo son los países latinoamericanos,
entre ellos México, dista de ser igual. En México, investigadores de muy diversos ámbitos
profesionales, han desarrollado y propuesto programas académicos llamados de “Higiene
Mental” (Tocaven, 1983). No obstante, el uso de estos programas no ha tenido el impacto
necesario debido a su abordaje comunitario local, a su estructuración programática
meramente teórica y reducida del tema, así como a su focalización exclusiva sobre el
estudiantado. De igual modo, el manejo de estos programas a nivel escolar es considerado
meramente de relleno (a no ser el caso de aquellas instituciones especializadas en áreas
de la salud). Rara vez son facilitados por expertos en áreas de la salud mental o con
entrenamiento y capacitación previa del tema.
Diseñar un programa de estilo académico que realmente provea los elementos necesarios
para un abordaje comprensible y efectivo conlleva diversos aspectos. Algunos de estos
son:
1. Diseñar un programa con una metodología de enseñanza fundamentado en una
base teórica solida y con aplicación práctica. Dicho así, no es posible aprender a
reconocer y manejar las emociones desde una perspectiva meramente teórica. Es
indispensable aprender el uso de los conceptos de manera vivencial, razón por la
cual deberá ser creado con actividades practicas de interés para el estudiante y su
familia.
2 (SAZ, 2006)
19
2. Elaborar un programa que aborde a todas las instancias relacionadas con el
problema. Esto es:
a. Al individuo
b. A la pareja como grupo conyugal
c. A la pareja como grupo parental
d. Al grupo filial
e. Al grupo fraternal
f. Al grupo familiar
3. Un programa con una estructura tal, que permita el abordaje psico-educativo y
psicoterapéutico emergente del individuo, la familia y multifamiliar
4. Desarrollar un programa que involucre a las autoridades gubernamentales,
sanitarias y educativas.
5. Implementar el programa como materia obligatoria para estudiantes y familias
6. Crear un programa previo alterno para la capacitación y entrenamiento de
profesionales de la salud que cumplan el perfil (psicólogos, trabajadores sociales,
orientadores, médicos, etc.) para impartir la cátedra
Es necesario diseñar e implantar el programa no solo con una perspectiva psico-educativa
sino también psicoterapéutica, ya que la aplicación del mismo puede a momentos llevar al
desarrollo de problemas y circunstancias reales que los estudiantes y sus familias estén
atravesando. Aun cuando el objetivo del programa no contempla el tratamiento de la
patología mental en el ámbito escolar, los facilitadores deberán estar lo suficientemente
capacitados para proveer los primeros auxilios psicológicos y después orientar al sujeto y
su familia a las instancias sanitarias que le faciliten la atención psicoterapéutica necesaria.
De este modo, la materia cumplirá no solo la función psico-educativa sino también de
método de detección temprana de parámetros de disfunción corregibles o de detección y
señalamiento de patologías en curso.
Ambos programas, el de capacitación y el de manejo de emociones, deberán estar
sólidamente fundamentados es una estructura teórica solida y deberán contar con
elementos didácticos aptos para el tema. Por tal motivo se considera el uso del texto
“Manual de Emociones” de la Mtra. Martha Alvarez R. (Alvarez, 2011) como bibliografía
básica del curso.
El programa académico deberá, en su inicio, cubrir por lo menos un ciclo académico (un
año escolar) en cada una de las instancias educativas, primaria, secundaria y preparatoria,
y deberá ser obligatorio tanto para los estudiantes como para su familia nuclear (quien
viva con el estudiante). Por tal motivo, deberán buscarse los medios apropiados para
involucrar a la familia, sin por ello afectar sus actividades laborales o cotidianas; esto en si
mismo, una labor compleja.
20
Previo al inicio del curso, se sugiere una entrevista de tipo clínico con cada familia,
realizada por el orientador escolar, el facilitador del curso, o en su defecto cualquier
profesional de la salud mental.
El método de aplicación deberá contar en todo momento con sistemas de evaluación con
el objetivo de verificar el avance real de su aplicación, así como contar con las estadísticas
apropiadas y necesarias para su medición y control. Para ello, se sugiere el uso de las
siguientes pruebas psicométricas:
1. Escala de Evaluación de la Adaptabilidad y Cohesion Familiar (Family Adaptability
and Cohesion Evaluation Scales) FACES IV de Olson (Olson, Gorall, & Tiesel, 2006)
a. Evaluación basada en el Modelo Circunflejo (Olson, Gorall, & Tiesel, FACES
IV and the Circumplex Model: Validation Study, 2007) con una historia
solida de confiabilidad y validez internacional.
b. Mide: Cohesion,Flexibilidad,FamiliaDesligada,Enmarañada,Rigida,Caotica,
Comunicación y Satisfacción
c. Idónea para la evaluación familiar.
2. Cuestionario de Evaluación del Funcionamiento Familiar (CEFF) de Atri y Zetune
(Campos & Luna, 2006)
a. Evaluación basada en el modelo de McMaster (MMFF), validado y
estandarizado
b. Mide: Involucramiento Afectivo Funcional, Involucramiento Afectivo
Disfuncional, Patrones de Comunicación Funcionales, Patrones de
Comunicación Disfuncionales, Resolución de Problemas y Patrones de
Control de Conducta
El método de aplicación deberá ser en dos fases para la prueba de FACES IV. Dos
evaluaciones transversales, para lograr un comparativo longitudinal. De igual modo,
deberá ser en dos fases para la prueba de CEFF. Dos evaluaciones transversales, para
lograr un comparativo longitudinal.
Así mismo, la aplicación de ambas pruebas para el nivel primaria, será a los padres de
familia únicamente. En los niveles de Secundaria y Preparatoria, la aplicación será a los
estudiantes y padres de familia. En estos dos últimos niveles, existe la opción de aplicarlo
a los hermanos del estudiante siempre y cuando sean mayores de 16 años de edad.
Finalmente, la propuesta de la estructura básica de los programas es la siguiente:
1. Desarrollo de Programa Escolar para el Manejo de Emociones:
a. Un programa escolar estructurado como materia obligatoria dentro del
programa académico escolar regular, utilizando el libro “Manual de
Emociones” como bibliografía básica para el curso
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b. Desarrollo del programa de manejo de emociones en dos fases:
i. Informativa
ii. Practica
c. Desarrollo de la fase practica basada en los siguientes procesos:
i. Terapia de Arte
ii. Terapia de Juego
iii. Psicodrama
iv. Psicodinámicas de Grupo
v. Terapia enfocada en soluciones
vi. Terapia Grupal Mixta centrada en Contraste
2. Desarrollo de Programa de Manejo de Emociones para la Familia
a. Creación de un programa de manejo de emociones enfocado en la familia
que sea paralelo, congruente y relacional al programa de manejo de
emociones de los estudiantes.
b. Desarrollo del programa de manejo de emociones familiar en dos fases:
i. Informativa
ii. Practica
c. Desarrollo de la fase practica basada en los siguientes procesos:
i. Terapia Estructural
ii. Terapia Estratégica
iii. Terapia Sistémica
3. Desarrollo de los Programas de Manejo de Emociones Estudiantil y Familiar
estructurado por niveles
a. Dos niveles para padres de familia
b. Dos niveles para estudiantes
c. Cuatro niveles para el grupo familiar
4. Desarrollo de un Programa de Entrenamiento para el Manejo de Emociones para
Maestros y Psicólogos Educativos
a. Programa de entrenamiento para maestros y psicólogos educativos para el
programa de manejo de emociones en dos fases
i. Informativo
ii. Practico
5. Desarrollo de un programa de evaluación de resultados comparativo
a. Desarrollo de un programa de evaluación de resultados comparativo en dos fases.
Dos muestras transversales, para hacer un contraste longitudinal
i. Inicial
ii. Final
b. Desarrollo del programa de evaluación comparativa con método
i. Cualitativo (Entrevista)
ii. Cuantitativo (FACES IV y CEFF)
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c. Desarrollo del programa de evaluación comparativa basado en el uso de:
i. Escala de Evaluación de la Cohesión y Adaptabilidad Familiar (FACES IV)
como método cuantitativo
ii. Cuestionario de Evaluación del Funcionamiento Familiar como método
cuantitativo
iii. Entrevistas a estudiantes y familias pre inicio como método cualitativo
6. Aplicación de los Programas en sus diversas áreas:
a. Estudiantes
b. Familias
c. Entrenamiento
d. Evaluación
La estructura y contenido de las materias deberá ser definido por un equipo de psicólogos
con experiencia en terapia familiar y terapia grupal, y con conocimiento de métodos
sistémicos y alternativos.
En conclusión, si el individuo no cuenta con los medios necesarios para reconocer y
manejar adecuadamente sus emociones, siempre será propenso a la enfermedad mental.
En un mundo donde las relaciones humanas día con día se complican más; donde la
deshumanización se hace cada vez más presente, y donde el estrés y la ansiedad como
resultado del consumismo en el que vivimos, gobiernan y alteran el estilo cotidiano de
vida, el conocimiento profundo de nuestra persona es indispensable. No podemos ni
debemos condenar a las generaciones más jóvenes a la perpetración de problemas
trascendentales que finalmente afectarán su felicidad y la de sus semejantes. Condenar a
estas generaciones futuras a vivir en un mundo donde las emociones están fuera de
control . . . no es vivir, es subsistir. Como dijera Jorge Bucay, escritor y terapeuta
Argentino: “No somos responsables de las emociones, pero si de lo que hacemos con ellas”
www.resilienciamx.com
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