525

Reflexiones de una estudiante budista (5) - crecejoven.comcrecejoven.com/pics/Reflexiones-de-una-estudiante-budista-5-MM.pdf · Volvió al sueño y la situación era la misma, pero

  • Upload
    lyhuong

  • View
    216

  • Download
    1

Embed Size (px)

Citation preview

Sueños.

Con unas tenazas, alguien sacabapedazos de su interior, trozos deórganos de su cuerpo. Aterrorizada,se despertó, apenas.Un instante, milésimas de segundode conciencia de vigilia.Volvió al sueño y la situación era lamisma, pero ahora no le dolía nitenía miedo. No sentía nada.Bueno, sí, sentía la alegría de nosentir los efectos del karma (de lapesadilla que aparecía).

Después de eso, cada noche sedormía deseando volver a entrar enun "sueño lúcido".Que madure todo el dolor y nosentirlo.Que aparezcan las guerras, lasenfermedades, la crueldad, losespíritus malignos, sin ningún efectoen la experiencia. Verlosdisolverse. Contemplar su vacío.Contemplar el espejismo, sunaturaleza alucinatoria.No creer en ello era la únicamanera de derrotarlo.

Como cuando Campanilla perdía lavida si dejabas de creer en lashadas.Así, el mal (y todos los demonios)pierden su fuerza si ya no te locrees.La mirada clara es la única victoria.

Cuando era niña, durante la semanasanta solía ver las películas de latele.Los romanos perseguían a losgrupos cristianos que se reuníanpara su culto en las catacumbas.

Aunque les dieran la opción denegar sus creencias, centenares demujeres y hombres y criaturaspreferían morir en el circo,devoradas por los leones.Siempre se preguntaba qué haríaella en una situación parecida.Y entonces ocurrió. Estaba enmedio del circo romano, a su cortaedad, con su madre y otraspersonas. De una de las puertassalió un león hambriento, se paró unmomento a mirar a su alrededor y seavalanzó hacia el pequeño grupo de

personas, la niña en primera línea.Cuando el león estaba a un palmo,la boca abierta y dispuesta paracerrarse sobre ella, la escenadesapareció, como un globo queestalla.Se despertó con el corazónalterado. Había sido tan real.Y sin embargo, ahí estaba ella, asalvo y descansando cómodamenteen una cama (de no ser por esesueño).Pensó: qué desperdicio, sufrir tantopor nada.

Desde entonces, duda de la muerte.Y si todo fuera una alucinación?Y cuando sientes el dolor de irte,despiertas y comprendes que sóloera un sueño?Qué desperdicio,sufrir tantopor nada.

Cuando dormir es algomás que dormir.

"Los gatos duermen en algunoscasos hasta 20 horas diarias,posiblemente porque el mundoonírico es más interesante que elmundo de la vigilia,ya que, igual que en los sereshumanos, existen universossuperpuestos en el cerebro y lossueños lúcidos abren las puertas aestos universos".(Jorge Blaschke. "Los gatos sueñan

con física cuántica y los perros conuniversos paralelos".)

Como un gato, cada vez le gustabamás dormir. Y meditar.Recuerda su primer retiro demahamudra, sobre la mente sutil ymuy sutil.Entonces no entendía demasiado loque se contaba allí pero en lassesiones se entregabacompletamente al viaje, plenamenteconsciente y despierta. Curiosa yentusiasta ante el nuevo terreno a

explorar. Pero en cuanto acababa lameditación se retiraba a su cuarto yse metía en la cama a dormir hastala siguiente sesión. Y ahí estaba denuevo, despierta, entregada al viaje,curiosa, entusiasta. Y su retiropersonal se repetía en casi todos losdescansos entre sesiones. Empezó asentirse culpable porque parecíaque evitara el trabajo voluntario enel que se ocupaba la mayoría del@s asistentes entre sesiones(preparar las mesas, hacer lacomida, fregar los lavabos...) Ella

no era una vaga. Y en las sesionesde meditación estaba plenamentedespierta y concentrada. Y sinembargo, al salir solo deseabaretirarse a dormir. Se sentíaculpable; entonces, aún preocupadapor la opinión que sobre ella teníanlos demás.Y así transcurrió su primer retiro demahamudra.Se lo contó a su maestro. Deberíapreocuparse? Y él le dijo que no.Como Shantideva, bromeó, a quiensus compañeros del monasterio

llamaban "el monje de las tresrealizaciones": comer, dormir ydefecar. Un auténtico vago, en apariencia.Cuando volvió a casa recuperó suanterior normalidad.

Últimamente, sin embargo, elcambio había ido teniendo lugarcasi sin darse cuenta, su agendacada vez más vacía. Le gustabadescansar. Como un gato, cada vez le gustabamás dormir y meditar.

En cualquier posición, sentada otumbada. Empezaba soltandoequipaje, soltando yo (lo mío, misopiniones, mis problemas yalegrías, mis asuntos). Yabriéndose, receptiva. Y a vecesera como si cayera en el sueño.Como un gato, cada vez tenía menosinterés en las actividades, en hacer,excepto esos inevitablescompromisos kármicos de servicio-con sus allegad@s, con el mundo ocon su cuerpo, que había quemantener en funcionamiento.

Curiosamente, no deseaba eseestado para sus hij@s o susamig@s, por el riesgo de depresión.Prefería que se mantuvieranactiv@s, con proyectos y muchailusión.Pero no era su caso.Sentía que ella no necesitaba todoeso.Natural y espontáneamente se sentíabien en el no-hacer.Y quizás en el no-ser.Así que ahí estaba otra vez laimpostora (Haz lo que yo diga pero

no lo que yo haga).Como una madre permisiva,buscando la fórmula fácil para quela gente que ama esté contenta.Y no cause problemas.Si tú estás bien yo estoy bien.Si tú estás bien, dejas de molestar.Y yo estoy bien.Mejor dejar de decirle al mundo loque tiene que hacer.Dejar de desear.Dejar de intervenir.Qué sabe ella, para intervenir.Sincera, honestamente, no sabe nada

de nada.Thich Nhat Hanh (que sí sabe, unpoquito más) dice:Yo no quisiera para mis hijos unmundo sin sufrimiento.No mud, no lotus. Hay que tener un gran corazónmahayana y una profundarealización de la bodichitapara no tenerle miedo al sufrimientode tus hij@sen este preciosaexperienciahumana.

Tushita.

Precioso día gris y apacible.El sol sale a ratos y dibuja en elsuelo de la plaza tímidas imágenesde árboles y toldos cerrados.La superficie del mar plana como elhorizonte.Una gama de grises, verdes ymarrones, y blancos.En su otra gompa, al atardecer, unagama de azules y violetas y grises yanaranjados, y rojo fuego.A dónde ir, por qué buscar otra

fiesta cuando una fiesta de luces sedespliega así,cuando el cosmos se entrega paracompartir confidenciasy este ágape abundante.Llámame perezosa, pero no necesitoir a Tushita si Tushita está aquí.

A veces abre los ojos, inhala lasfragancias del día o de la noche, delmar o la montaña urbana, de suhabitación sagrada; inhala losolores y los colores, las formas;

las bebe, las degusta, las ingiere.Y luego se disuelve en el océano deapariencias que la envuelve.El cosmos contemplando el cosmos,fundiéndose en el cosmos.Y a veces cierra los ojos yaparecen universos paralelos.Todos los viajes están aquí. Todoslos lugares.La experiencia vacía deexperienciastambién.

Open heart, Openmind.

Se cuenta que, en lo más crudo delinvierno,san Francisco le gritó a unalmendro: "Háblame de Dios!". Yel almendro de repente floreció."Empieza a florecer, cristianocongelado! -se gritó a sí mismo elmístico Angelus Silesius-. La primavera está al alcance de lamano. Cuándo florecerás, si no esaquí y ahora?"

Lo decía un sacerdote católico y lodicen los grandes maestros ymaestras zen ("no hay otro lugarfuera de aquí y ahora") y otr@sbudistas realizad@s ("la tierra puraestá aquí mismo", "un día tesorprenderás"...)

En su libro, "Cruzando el umbral dela esperanza",Juan Pablo II escribe:"Cristo es absolutamente original yabsolutamente único. Si sólo fueseun sabio como Sócrates, si fuese un

profeta como Mahoma, si estuvieseiluminado como Buda, sin ningunaduda, no sería lo que es: elmediador entre Dios y lahumanidad."Thich Nhat Hanh le respondió así:"Claro que Cristo es único. Quiénno lo es? Sócrates, Mahoma, Buda,usted y yo somos únicos. Sinembargo, la idea que hay tras estaafirmación es la noción de que elcristianismo proporciona el únicocamino de salvación y que todas lasdemás tradiciones religiosas no

sirven. Esta actitud excluye eldiálogo y fomenta la intoleranciareligiosa y la discriminación. No esde ninguna ayuda".

No es sólo en el cristianismo dondepodemos encontrar este profundodogmatismo que consideraequivocadas todas las demás ideasy creencias. También en el budismoes bastante habitual.Ante la proliferación de escuelas ytradiciones budistas (como en otrasreligiones), podemos encontrar dos

posiciones radicalmente diferentes:1. Mi linaje es el único correcto ytodos los demás están equivocados.2. La adaptación a las diferentescircunstancias (de la misma maneraque Buda impartió 84.000enseñanzas adaptadas a lasdiferentes circunstancias) produceuna diversidad enriquecedora.

He conocido algunos maestrosbudistas que, desde el trono dondeimparten sus clases, suelen serbastante duros con las

"perturbaciones mentales" que lespresuponen a los demás. Pueden sercríticos, irónicos, profundamentesarcásticos acerca de la ignoranciade la gente, las ideas "de moda" olas antiguas, las creencias decualquier tradición que no sea lapropia. Suelen provocarexplosiones de risas decomplicidad en la audiencia, quereconocen el ingenio sarcástico delmaestro.Monopolizan de tal manera elDharma (y al Buda y a la Sangha),

de forma que no se puede serirreverente con "las tres joyas" (lassuyas), "ni siquiera en broma", bajopena de eones de karma negativopurgando en los infiernos.No obstante, criticar, ironizar,utilizar el sarcasmo que ridiculiza yhumilla a los demás (incluidas otrastradiciones budistas), eso estáconsiderado correcto y está libre demancha alguna. De hecho, su críticavoraz forma parte de su función"evangelizadora", su compromisopersonal y espiritual de liberar a

todos los seres.

Por otra parte, otros maestros ymaestras budistas insisten en lanecesidad del diálogo sincero y elencuentro."Cuando se entra en contacto conalguien que representaauténticamente una tradición, nosólo se entra en contacto con sutradición sino también con lapropia" -dice Thich Nhat Hanh."En el budismo también se hanproducido muchos cismas -explica-.

Cien años después de la muerte deBuda, la comunidad de susdiscípulos se dividió en dos partes;cuatrocientos años después existíanveinte escuelas y desde entonceshan aparecido muchas más.Afortunadamente, estasseparaciones no fueron, en sumayoría, demasiado dolorosas, y enla actualidad el jardín del budismoestá lleno de muchas y hermosasflores, cada escuela representandoun intento de mantener vivas lasenseñanzas de Buda bajo nuevas

circunstancias. Los organismosvivos necesitan adaptarse a lasnuevas condiciones, cambiar ycrecer.Reconociendo las diferencias en elinterior de nuestra propia iglesia yviendo cómo dichas diferencias nosenriquecen, estamos más abiertospara poder apreciar la riqueza ydiversidad de otras tradiciones".

En cierta ocasión, en una visita aOccidente, alguien le preguntó alDalai Lama si debería dejar su

propia religión para hacerse budistay el DL le respondió queprofundizar en las raíces de supropia tradición y practicar decorazón es un camino tan buenocomo otro cualquiera.Esta ausencia de proselitismo fuealgo que a ella, personalmente, laacercó más al budismo.Luego escuchó hablar a Thich NhatHanh sobre la importancia dereconciliarnos con nuestrosancestros, familiares, culturales,espirituales. Sanar las heridas y

conflictos que hayamos podidoarrastrar con nuestros antepasadosfamiliares, culturales y espirituales.Hacer las paces. No puedes huir deuna familia a otra, de una cultura aotra, de una religión a otra, con unsaco lleno de resentimientos, odio oculpa en el corazón.

Como aquel cuentecito del viajeroque se acerca a un pueblo, buscandoun nuevo lugar donde instalarse, yle pregunta a una anciana que labrala tierra a la entrada del mismo:

Cómo es la gente en este pueblo? Yella le responde: Cómo es la genteallá de donde vienes? Es envidiosay mala, mala gente -responde elviajero. Pues aquí igual -dice laanciana.Y el viajero se va, buscando otrositio mejor.Más tarde aparece otra persona depaso y le hace la misma pregunta:Cómo es la gente en este pueblo?Cómo es la gente allá de dondevienes? Amable, hospitalaria,generosa... Buena gente -responde

el viajero. Pues aquí igual -dice laanciana.Y el viajero se queda.

"La gente mata y son matadosporque se aferran demasiado a suspropias creencias e ideologías -escribe TNH en su libro "Budaviviente, Cristo viviente"-. Cuandocreemos que la nuestra es la únicafe que contiene la verdad, entoncesla violencia y el sufrimiento son elresultado asegurado. El segundoprecepto de la Orden del Interser,

fundada en la tradición budista zendurante la guerra de Vietnam, trataacerca de abrir los puntos de vista:"No creas que el conocimiento queposees en el presente no está sujetoa cambios, no creas que es laverdad absoluta. Evita ser de mirasestrechas y aferrarte a los puntos devista presentes. Aprende y practicael no apego a las consideraciones afin de estar abierto para recibir lospuntos de vista de otras personas".Para mí -concluye Thay-, ésta es lamás esencial práctica de la paz".

"Nuestra capacidad de hacer laspaces con otra persona y con elmundo depende enormemente dehacer las paces con nosotrosmismos -continúa Thay-. Si estamosa la greña con nuestros padres,familia, sociedad o con nuestrapropia iglesia, con todaprobabilidad hay también unaguerra desencadenada en nuestrointerior, por lo que el caminobásico consiste en regresar anosotros mismos y crear armoníaentre los elementos interiores:

nuestras sensaciones, percepcionesy estados mentales. Por ello es tanimportante la práctica de lameditación, de la mirada profunda.Debemos reconocer y aceptar loselementos conflictivos que están ennuestro interior y las causassubyacentes. Todo ello requieretiempo, pero el esfuerzo siemprefructifica. Cuando alcanzamos lapaz interior, entonces se haceposible el diálogo con los demás".

La luna en la tierra.

La poesía es tan real como la prosa.Lo cotidiano es tan real como latranscendencia, la ebriedad de lossentidos, o del alma.Las experiencias místicas de Teresade Calcuta eran tan reales como sushospitales y centros de acogida.Aun así, a veces ella confesaba quehacía su trabajo como en un sueño(como en un infierno), cuando nosentía la presencia de Dios en suvida.

Sin la "presencia", su vida no erareal. No era vida.

A veces surge el miedo a que entraren un camino espiritual nos alejedel mundo "real",de las personas y los asuntos denuestro mundo.A veces surge el temor de que irsede viaje a otro universo (espiritual,transcendente) acabeconvirtiéndonos en una personamarginal, fracasada e inclusodepresiva. Sin ilusiones, sin

proyectos mundanos.Yo no lo veo así. No siento eseriesgo.Pongamos por ejemplo a Thich NhatHanh, el maestro zen de lacompasión y la vacuidad:Aquí y ahora.No necesitas ir a Vimala paraencontrar a Manjusri.La tierra pura está dentro de ti, yfuera de ti, en todo lo que semanifiesta.Tu cuerpo no eres tú. Tu cuerpo esla tierra pura manifestada en forma

de cuerpo.Tu cuerpo es el aire que respiras, latierra (la madre tierra) que pisas yte alimenta; los árboles, lasmontañas, los ríos, los océanos, lasestrellas que ves y las que no ves,el universo que ves y los que noves. Ése es tu cuerpo.La muerte es una ilusión.Pero el transcendente Thich NhatHanh también está aquí. Nunca hadejado de estar aquí.No se pasa la vida sentadomeditando o en sus paseos

contemplativos.El maestro budista que muchaspersonas consideran Buda (un serdespierto, iluminado)lleva más de treinta años trabajandopor la paz en este planeta.En su currículum personal, éstas sonalgunas de las empresas en las queha intervenido, y aún lo hace:Activista por la paz; oposición ymanifestación contra las guerras.Construcción de escuelas, alberguesy hospitales.Reconstrucción de poblaciones

destruidas por las bombas.Rescate en el mar de personas quehuían de la guerra de Vietnam enrudimentarias embarcaciones;evacuación de heridos en zonas decombate; organización de alberguespara poblaciones refugiadas deguerra;asilo, comida y cuidados para niñasy niños huérfanos, hambrientos oenfermos.Producción y difusión de artículos,cartas y libros sobre la paz;entrenamiento de voluntari@s por

la paz y trabajadores sociales,y un largo etcétera que hoy continúaél mismo y much@s de susseguidor@s, en las cárceles,hospitales, etc.En sus propias palabras: "Gracias ala práctica de la meditación -detención, calma y búsquedaprofunda- he sido capaz dealimentar y proteger las fuentes demi energía espiritual y continuarcon esta obra".En su libro "Un canto de amor a latierra", el maestro nos invita a que

cada persona sea el modelo de unmundo mejor. Respetar el planetano es una mera cuestión de respetoal "medio ambiente" para protegerel aire que respiramos, el agua quebebemos y la comida de la que nosalimentamos, esa visión segregada yutilitaria, antropocéntrica. Como siel ser humano fuera el dueño yseñor del Universo.Respetar y cuidar el planeta es unasimple cuestión de respetar y cuidarel propio cuerpo porque el planeta,el universo, es tu cuerpo. Y es Dios.

Y tú eres parte de Dios. Y eresDios. Ni más ni menos. Como cadacélula de tu cuerpo eres tú y a lavez es polvo de estrellas,del sol, de la luna, de los océanos,de la ensalada en tu platoEs esto poesía? O es prosa?El budismo me separa del mundo ome une a él?Es precioso que nos hagamos todasesas preguntas (que a vecesencontramos por aquí, en este blog)y también que encontremos lasrespuestas.

Cada cual la suya.Porque es la única que cuenta.Sin adoctrinamientos.Porque la respuesta de ningúnmaestro o maestra te va a servir a ti,ni a mí.Tal como dicen que dijo Buda:No creas lo que digosólo porque lo digo;investígaloy experiméntalo.

En tu propia experiencia, ahí esdonde está la luna.

Lo demás son sólo dedosque señalan la luna.

La iluminación esdivertida.

Para eso estoy yo, velando-le dijo a su hijo, en silencio. Nadiela oyó.Ella siempre tuvo vocación deBuda. O de madre.O de superheroína de los tebeos.Cuando era pequeña leía los tebeosque le gustaban a su padre, delJabato y el Capitán Trueno.Por algún motivo, eran personasfuera del sistema,

de la vida cotidiana normal,de la normalidad (en especial elprimero, al que seguía tanto). Y ya que estaban fuera, sededicaban a ayudar a los másdébiles, a los oprimidos.A impartir un poco de justicia,aunque fuerafuera de la ley.(O quizás estaban fueraprecisamente por eso, para cumplirmejor su función).

"Yo ya me he ido", le decía a su

amiga depresiva cuando amenazabacon el suicidio.Aburrida de sufrir, amenazaba conabandonar este mundo."Yo ya me he ido", decía ella.No siempre, no para siempre, peroa veces puede resultar un descansoirse, como de vacaciones. Por untiempo.Pongamos que este mundo no teimporta mucho, que no merece lapena tanto sufrimiento.Por qué ser la causa de mássufrimiento, haciendo daño a las

personas que nos aman, con unsuicidio?Si no te gusta este mundo, déjalo.Pero nadie tiene que saberlo.Que se quede aquí tu cuerpo (laprofesional, la amiga, la madre, lahija)haciendo sus funciones.Y quizás las harás mucho mejor,una vez que te has quitado de enmedio.Sin tus intereses egocéntricos depor medio. Una vez que ya te hasido.

Por qué suicidarte y añadir mássufrimiento a las personas queamas?Si de verdad no tienes interés enesto, quítate de en medio y tira p'alante.

Los superhéroes de su infanciapodían ayudar tanto a los demásporque estaban fuera, ya se habíanido.Como Robin Hood. Como el CheGuevara. Como el Jabato.A veces revolucionarios, a veces

proscritos, guerrilleros obandoleros.Y a veces parecía que se quedaban,como Teresa de Calcuta. Perotambién tenían que sufrir algunosexilios.Una vez escuchó decir a unaperiodista (una de las primerasmujeres de la radio en España, quehabía tenido que abandonar supueblo y a su familia para perseguirsu sueño) que "una mujer tiene queperder la reputación para empezar aser libre".

Tomó nota.

Ella siempre tuvo vocación desuperheroína, aunque para ellotuviera que moverse fuera de la ley(fuera de sistemas de vidaestablecidos). O mejor: en el límite;dentro y fuera.Como cuando estás a caballo entreeste mundo y el tuyo propio.(Una vez, en una entrevista, el LamaLobsang le dijo que"l@s budistas por fuera son gentenormal pero por dentro están loc@s

". Lo dijo riendo cómplice, comoorgulloso de su locura).Tenía vocación de madre coraje.De bodisatva. De Buda.

Cuando su hija empezó a ir a laguardería, imaginaba (como tantasotras madres) que, en vez de irse acasa o al trabajo, se quedaba fuerade la puerta y miraba por el ojo dela cerradura. Y podría protegerla,llegado el caso.Cuando su hijo se fue a vivir lejos,

pensó que quizás morirse no estabatan mal, si le daba la oportunidadde estar presente, invisible,transmitiéndole las decisionescorrectas, inspirándole el soplo dela comprensión y el amor que leprotegería como la mejor armadura.Y ya que no podría hacerlo ellapersonalmente, le regaló "El librotibetano de la vida y de la muerte",para que le acompañara, como unalter ego.

Ella era de ese ejército de personas

con vocación de Buda, esesuperhéroe capaz de multiplicarseen emanaciones invisibles para serlo que necesitas en esos instantescruciales de tu vida.Una vez oyó decir a un maestro enel púlpito:Quizás tú eres de esas personas quecreen que la iluminación esaburrida. Sin grandes alegrías, sinesa montaña rusa emocional. Peroimagina que tu madre está enferma ypuedes emanar como el mejorenfermero que la cuida, como la

mejor medicina que la cura, comoel agua que calma su sed y reducesu fiebre. Puedes emanar comoquieras, para ayudar.¿No te parece divertido?Desengáñate: la iluminación no esaburrida.

Budismo y nihilismo.

Querido amigo:Buena pregunta.No porque el budismo y elnihilismo tengan algo que ver (másbien todo lo contrario) sino porque,por alguna razón (y eso está dentrodel capítulo de las trampas delcamino espiritual, que tanto nosimportan en este blog), algunaspersonas, en algún momento delcamino, experimentan la prácticabudista (especialmente de la

renuncia y la vacuidad)como una especie de "pasar detodo", indiferencia hacia las cosasde este mundo, por una equivocadainterpretación de que, al fin y alcabo, "nada existe", o bien "sonpeligrosos objetos de apego", o"son distracciones", o cualquierotro argumento parecido.Es fácil caer en esa confusión, enalgún momento del camino.Y entonces toca resolverlo.Y para ello, nos ayuda recordar queel budismo (la experiencia del

dharma, el despertar) se equipara aun pájaro con dos alas: lacompasión y la sabiduría de lavacuidad. Sin una de estas dos alas,el pájaro no vuela, la práctica nofunciona.

En cuanto a la compasión, es pocosospechosa de nihilista.La compasión es ese sentimientoque hace que te importen los demásseres, todos; un tipo de empatía, deconexión, que te hace consciente de

su sufrimiento (la enfermedad, lavejez, la muerte, las pérdidas yduelos, la frustración, lainsatisfacción, la ansiedad... largalista) y desearía liberarles delmismo.En el proceso de esta práctica, deesta experiencia, apareceninevitablemente otras como laecuanimidad (compasión por todoslos seres: los cercanos y loslejanos, los que te caen bien y losque no, los amigos y enemigos), elamor que te iguala (todos los seres

desean los mismo, ser felices, yhacen lo que pueden paraconseguirlo, aunque a veces seequivoquen), tomar y dar (el deseode tomar su sufrimiento, como unamadre siente por su criaturaenferma, y proyectar toda lafelicidad posible), y un largoetcétera de prácticas de amoruniversal que incluye, a la cabeza,la bodichita, la mente de lailuminación (cambiarme a mímism@, todo lo que tenga quecambiar, despertar, para poder

ayudar mejor a todos los seres,hasta la meta final de liberarles delsufrimiento).La bodichita es el motor que haceque sueltes al viejo yo paraconectar con tu naturaleza de Buday renacer nuev@ y libre.La compasión es el antídoto máspotente del nihilismo.Donde hay una no puede estar elotro.

La sabiduría de la vacuidad tienemás riesgo de ser mal interpretada.

Si la vacuidad nos dice que lascosas (personas, situaciones) noexisten, para qué preocuparse porellas? Para qué perder el tiempoamando y cuidando algo que noexiste?Porque lo que está equivocado esnuestro concepto de cómo son lascosas; lo que no existe son esascosas que creemos que están ahífuera, inherente eindependientemente de todo lodemás (en especial de mí mism@).Empezamos a entender la vacuidad

cuando comprendemos que laspersonas, situaciones y todo lodemás no son exactamente como amí me parecen (de acuerdo a misgustos y disgustos, a mi apreciacióne intereses personales), sino que loque yo veo y con lo que merelaciono son meras percepcionespersonales. Proyecciones de mimente.Y la prueba está en que laspercepciones e interpretaciones delos demás a menudo son diferentes.Las cosas no existen tal como yo las

veo, de acuerdo a mi interpretaciónegocéntrica.Las cosas con las que me relacionoson meras percepciones de mimente.Pero las apariencias (kármicas) queaparecen en mi vida y lasexperiencias que vivo, tienen unsignificado y una función.Y no podemos desentendernos deellas.De hecho, la experiencia de lavacuidad te hace comprender quetodo está conectado.

Desentenderse del mundo, de lo quete rodea, no es posible.

Como dice Thich Nhat Hanh,"no existe el ser(independientemente) sino elinterser"."Ser es interser ".Todo es conectado y dependiente de lodemás.

En realidad, la experiencia de lavacuidad es, también, el antídoto

más potente del nihilismo.Donde hay una no puede estar elotro.

Qué te falta poraprender?

Las moscas. Esta terraza. El cruasánde almendras. La botella de agua.Conversaciones en las mesas dealrededor, como una torre de Babel.El chico con la pala hace suescultura en la arena, cerca delpaseo, para que la gente de pasohaga su donación. Al fondo, entrelas boyas, dos personas pasannadando. Un chico con una guitarracolgada del hombro. A ratos se

levanta un poco de viento y vuelanpor el suelo algunas hojas deldiario. Presión en la cabeza. Unestornudo, dos. Se suena la nariz.Recoge sus cosas y se acerca a laorilla a darse un baño. Pasar por eldía, por las estaciones del día. Porla hipnosis de luces y colores ysombras. Estar en el día. En la vida.Bajo la hipnosis y a la vezconsciente. De la hipnosis. Pero nofuera. Para bien o para mal, nofuera. Dentro. Profundamentedentro. Si es lo que toca.

Nada especial. Totalmenteordinario pero, al mismo tiempo,absoluta y totalmenteextraordinario, porque todo ya estáaquí.

“Ya lo ves, la búsqueda mintió: afirmaba que la vida era unproblema y que era posible escapar.Pero no hay forma alguna deescapar porque la vida no es ningúnproblema”. (Más allá del despertar. El final de la búsqueda espiritual.

Jeff Foster)

Sólo te falta, en este instante,reírte a carcajadas.(Proverbio zen)

La ligereza.

Fin de semana. Sol y suave brisa.Pasar por las cosas sin abducción.Hacer lo que toca. Sin másimplicación personal. Sin dramaañadido. Detectar el miedo cuandoaparece, la preocupación, laseparación, el yo como un niñoempecinado y caprichoso.Detectarlo cuando aparece, cuandoempieza a emerger, cuandopresientes la sombra de suacercamiento.

Contemplar las viejas tendenciaskármicas, las viejas impresionesautoprotectoras, la huida al refugio,el espejismo de la amenaza.El espejismo de la separación.Las viejas tendencias a luchar porla victoria, por la ganancia, por noperder. Como si hubiera posibilidad devictoria, o de derrota. De gananciao përdida.La resistencia, el miedo aequivocarse,como si algo dependiera de ti, como

si algo estuviera bajo tu control.El miedo a perder, como sirealmente poseyeras algo.Vaya castillo de naipes que hemosconstruido!Y aquí estamos, protegiendo murosy riquezas soñadas, cuando un débilsoplido podría desmoronarlo todo.Es cuestión de tiempo.Qué alivio recordar que no haynada que proteger, qué ligereza!Qué libertad!

“Éste es el milagro que tanto nos

hemos esforzado en buscar a lolargo de toda nuestra vida... y quesiempre ha estado delante denuestras narices”. (Jeff Foster)

Y sus discípulos le preguntaron:Cuándo llegará el Reino? Y Jesúsreplicó: No vendrá como laspersonas esperan; Nadie dirá:"Mira, aquí está!", o "Mira, allíestá!". Porque el Reino de losCielos ya se extiende por la tierrapero las personas no lo ven.

La depresión y otrosdolores de la mente.

Ella no sabe nada sobre ladepresión. O muy poco, a veces letoca su sombra.Ha conocido a unas pocas personasbajo la influencia aplastante de esedolor, personas muy cercanas.Un día, una buena amiga se encontrócon una explosión psicótica de suhijo adolescente, que le condujo aser ingresado en el pabellónpsiquiátrico de un hospital de la

ciudad. Ella hizo una selección delibros en la estantería y le regalóvarios ejemplares sobrebipolaridad, depresión y otros,además de los contactos personalesde algunos especialistasinspiradores (Eduardo Grecco,investigador de "el don de labipolaridad", más que de susperjuicios y prejuicios). Miradasnuevas, alternativas, creativas,sobre ciertas situaciones especialesde la mente humana. Cuando suamiga pasó por casa, se sorprendió:

Cómo es que tienes tantos librossobre la depresión y labipolaridad? Ella ni se había dadocuenta. Quizás porque desdepequeña vivió esas experienciasmuy cercanas, en algunos seresqueridos.Sólo en los seres queridos?Bueno, quién no ha conocido algunavez la experiencia de la derrota másabsoluta, el desinterés, ladesmotivación, el dolor dedespertar a un nuevo día. A un nivelu otro, tod@s sabemos un poquito

de qué va eso. Sin ánimo defrivolizar.Cuando su madre murió, ella erauna niña. Todo lo que representabala alegría de vivir se esfumó. Supadre se hundió en una profundadepresión. Dejó de entrar dinero encasa, y como nadie se ocupaba deencalarla y pintarla una vez al año,según la tradición, los techos yparedes se empezaron a caer, y asíse convirtió en una familia casi "sintecho". Pero siempre había unavecina que traía un plato de su olla

del día y una cama de alguien de lafamilia donde dormir al llegar lanoche. Los años pasaron y lascircunstancias cambiaron, un poco.Ella recordaba largos años deinvierno, oscuros, fríos, de un fuerteviento. Ya que mamá no vuelve,como esperaba (papá se habíaaferrado a su fe en la resurrección,literalmente), qué te parece si nostomamos unas pastillas y nos vamoscon ella?Años más tarde, su mejor amiga dela universidad pasó de la euforia y

el éxito más espectacular en losmedios a la depresión profunda. Lellevó años, duros. Hasta que cerrópágina con el suicidio. Ella fue laúltima persona con la que habló,por teléfono, a las 4 de la noche.Luego le escribió una carta dedespedida y se fue a dormir. Laencontraron al día siguiente y larescataron en el último momento.Tras la muerte de su padre, suhermana no podía soportarlo yamenazaba con irse. Vivir no tienesentido, qué sentido le ves a

soportar este dolor, para qué?Ella a veces la acompañaba, laescuchaba, la abrazaba, o lazarandeaba. Un día le respondió, entono de broma, "yo ya me he ido".Si tan poco te gusta esto, vete, peronadie se tiene que enterar. Yo ya mehe ido.Te puede parecer una frivolidad. Ysu hermana aparentó descartarseguidamente ese rarodespropósito. Pero quizás la idea seinstaló como una semilla en sumente-corazón. Posteriormente

empezó a mostrarse más relajada.Ella personalmente no sabía muchode la depresión, pero algo habíacontemplado.En los peores momentos, a ella lahabía ayudado la práctica delloyong (transformar las dificultadesen el camino). Y sobre todo lacompasión: ahora ya sé lo quesienten tantas personas que sufreneste dolor (una dolorosaenfermedad o situación, cualquieraque sea). Tomar y dar : ya que metoca pasar por esta experiencia de

sufrimiento, lo absorbo todo, todoel dolor de millones de personasque padecen esto que yoexperimento. Tomar, tomar, hastaque acabe conmigo. Imaginaba queliberaba de todo el dolor a losdemás, a millones de personas queestán sumidas en el negro pozo dela depresión en estos mismosmomentos, en el mundo entero, en eldolor del cáncer, en la debilidaddel hambre, el ébola, la malaria...Abriendo pecho. Que duela más,que duela todo, hasta acabar con

todo el dolor del mundo, de todoslos mundos. Hasta acabar conmigo,si puede ser. Una forma como otracualquiera de suicidio. Para ella, enese preciso instante, no se tratabade frivolizar el suicidio; si loestaba cometiendo, en secreto, de laforma más dura. O al menos así leparecía.Que duela. Que duela más. Queduela todo. Que acabe con todo elsufrimiento del mundo -éste quesiento en mis propias vísceras yduele tanto.

A veces perdía el conocimiento, dedolor. A veces lloraba, mucho. Aveces se dormía. A veces explotabaalgo dentro y se reía, reía y llorabaa la vez. A veces era como volar,como un salto al vacío. Como unglobo que se deshincha y saledisparado por la presión. Como unsueño que estalla como una pompade jabón. A veces nada. Nada.Y a veces, aburrida de su propiodolor, de la pesada historia que secontaba a sí misma, decidía irse. Yamismo. Total, es cuestión de

tiempo. Antes o después, estahistoria de X se va a acabar. Y conella, sus problemas, conflictos,relaciones, objetos de apego yrechazo, sus dolores y alegrías, suslibros, su casa, sus asuntospendientes... "Yo ya me he ido",decía. Y lo soltaba todo. Era unritual personal, nadie más tenía quesaberlo. Pero ya he tenido suficientede esto.Pero esa era su historia, personal eintransferible. Dios la libre de darleinstrucciones a alguien. Porque

cada cual es único y cadaexperiencia es única. Y cada cualha de explorar su propio caminopara salir de la pesadilla. De lahipnosis.Ella sabe poco de la depresión yotros dolores de la mente, o delcuerpo, y si alguna vez lo ha sabidoya casi lo ha olvidado. Cómo iba aatreverse a darle consejos oinstrucciones a nadie?Pero otr@s sí tienen mejormemoria.Como Eckhard Tolle, Pema

Chodron, Jeff Foster y tant@sotr@s que aseguran que gracias acaer en una gran depresión pudierondar el salto al vacío.Jeff Foster explica que gracias a ladepresión y a la grave enfermedadfísica por la que pasó pudofinalmente "suicidar" o "asesinar"al viejo Jeff y a su depresión. A lahistoria que daba vida al viejo Jeffy a la historia que daba vida a sudepresión.Aunque ella sospecha que quizás noes necesario pasar por los infiernos

para dar "el salto al vacío", nisiquiera para aprender algo. Porquela compasión y la empatía nospermiten aprender también delsufrimiento de los demás, como sifuera propio, o casi.Pero tampoco le parece que lasdificultades físicas o mentalessupongan una minusvalía que nosimpida la posibilidad de despertara una vida apacible y en armonía.Digamos que, en sí mismo, no setrata necesariamente de una gransuerte u oportunidad ni tampoco una

gran desgracia que imposibilite laexperiencia apacible de laconexión, el amor y la unidad.Una vez más, depende de lo quehagamos con ello.

Con todo mi amor y respeto (y lahumildad de quien no sabe casinada), para C. y todas las personas quesufren los dolores de la mente. Ylos del cuerpo. Con mis mejores deseos.

Es el karma un placeboespiritual?

Querido amigo:Definitivamente,el karma funciona.Miro una película.El protagonista se desentendió desus hij@s, de su familia. Suprofesión, su proyección social eramás importante.Pasa el tiempo y vuelve aenamorarse de una mujer con unarelación conflictiva con sus hijas.

Antes o después toca implicarse yresolver los temas pendientes. Lavida no se va a cansar de ponertedelante la misma pauta, una y otravez. Hasta que resuelvas.Todos los guionistas de cine yteatro saben que el karma funciona -aunque no lo llamen así.Tú y yo, y todos los demás seres(incluidos los animales, las plantas,todo), todos los demás guionistas,cronistas de la vida, utilizamos, sinni siquiera saberlo, la ley de causay efecto en la creación y relato de la

propia historia, o de cualquierhistoria.Ya sabes que dicen que la vida esun libro de dharma. O quizás es el dharma un libro devida. :)

Personalmente, nunca heinterpretado el karma como unmecanismo de premio y castigo sinomás bien como una ley de causa yefecto.Si insultas a alguien, es muyprobable que te devuelva el insulto,

ya sea inmediatamente o más tarde.Da igual si proviene de esa personao de otra.Si te enfadas, intensificas tutendencia al enfado; tu enfado deahora es el efecto de enfadosanteriores y la causa de enfadosposteriores, esa inercia.Si haces daño, eres consciente deese dolor y, de alguna manera, sequeda dentro de ti la experiencia, lasemilla del dolor, que antes odespués va a brotar en forma dedolor en tu vida.

Y eso ocurre así porque todosconstituimos un mismo cuerpo y siatacas a alguien te estás atacando ati [email protected]ás te parecen palabrasextrañas, vacías, pero cuanto más locontemplas más claro lo ves: que elárbol de enfrente y la persona de lamesa de al lado y la mesa misma yesa persona que te cae tan mal, sonparte de tu mismo cuerpo.

Desde este punto de vista, el karma

funciona.Desde el punto de vista del yoseparado (el personaje con el queme identifico), la ley de causa yefecto suele funcionar, en estemundo, en este sueño. En el sueñoonírico y en el de la vigilia.Si por la noche sueñas una serie desituaciones, personajes yemociones, no es casual. Es elefecto de situaciones y experienciasanteriores. De la misma manera, lasexperiencias (externas e internas)que aparecen en la vigilia son

efecto de experiencias previas, ycausas de experiencias posteriores.Yo no lo veo como una forma dejusticia impuesta por ningún Dios oBuda, o sentencia cósmica.Más bien lo veo como uno de losmecanismos de funcionamiento deeste juego, en esta experienciahumana.Quizás para ayudarnos acomprender (a este yo que se creeseparado) que esto que parece tanmúltiple y diverso en realidad sonsimples manifestaciones de un

cuerpo único y, por eso, cuandoatacas a alguien de hecho te atacas ati mismo.

Querido amigo:Sospecho que cualquier cosa queconvirtamos en un concepto es unaficción, un relato. Un lastre. Unobstáculo. El karma también.Pero la mayoría vivimos la mayoríadel tiempo en un mundo deconceptos, y a veces funcionautilizar conceptos paraaproximarnos a la experiencia.

Aunque luego habría que soltarlos,como quien utiliza una barca para ira la otra orilla y luego la deja paracaminar por tierra firme, otra etapadel trayecto. No carga con ellaencima hasta el final del camino,hasta llegar a su objetivo.De la misma manera, usemos losconceptos para aproximarnos acomprender la ley del karma, peroluego hay que soltarlos. Y puedescreer (o no) en la ley del karma,para comprender mejor la vida (lahistoria) que se nos presenta, pero

antes o después habrá que soltartambién esa creencia.Porque antes o después, quizás,también dejará de funcionar.Y cuándo dejará de funcionar?Empezará a dejar de funcionarcuando empieces a contemplarlocon la mirada consciente, como enel sueño lúcido. Lo contemplas,todas las situaciones y personajesque aparecen, pero eres conscientede que es un sueño, un guiónproyectado por la mente a partir delas semillas kármicas.

Ves la película y la comprendes -sus causas, su significado, susentido.La comprendes y la dejas pasar, sindrama, con compasión. Porquecuando comprendes tu propiapelícula (tu propio karma)comprendes la de todos los demásseres.Y poco a poco se van disolviendolos efectos. Presentes.Y futuros (si futuro hubiera).Si dejas de crear más causas, dejasde crear más efectos.

Castillos de arena.

Le llegó un whatsappen el grupo de la sangha.Uno de ellos. :)- Érase una vez unos niños quejugaban junto al río construyendocastillos de arena. Cada uno deellos defendía el suyo diciendo:"Éste es el mío!". Mantenían suscastillos separados y no admitíanninguna duda sobre la propiedad decada una de las fortificaciones.Cuando todos los castillos

estuvieron terminados, uno de losniños comenzó a patear el castillode otro hasta destruirlo totalmente.El niño al que pertenecía el castillodestruido se enfadó tanto que agarrópor el pelo al agresor y, mientras ledaba puñetazos, gritaba: "Hadestrozado mi castillo!Ha destrozado mi castillo! Venidtodos! Ayudadme a darle sumerecido!".Y todos acudieron en su ayuda.Primero golpearon al niño con unpalo y después le derribaron y le

molieron a golpes.Una vez finalizado el episodio,todos ellos volvieron a jugar consus castillos. Cada uno decía: "Éstees mío y solamente mío! Apartaos!No toquéis mi castillo!..."Pero cayó la tarde y comenzó aoscurecer, y pensaron que era horade volver a casa. Entonces, no sólodejó de preocuparles lo que pudierasucederles a sus castillos sino que,incluso, disfrutaban destruyéndolos;mientras uno de los niños destruíael suyo a patadas el otro aplastaba

el suyo con las manos. Cuandoterminaron, se dieron media vueltay cada uno de ellos tomó el caminohacia su casa.(Del libro "Enseñanzas Escogidasde Buda", de Jack Kornfield.)

El motivo de su compartir es parainvitarnos a reflexionar sobrenuestra forma de vivir cotidiana,llena de apegos, envidia, irá ydemás aflicciones. Que sirva parael bien de todos. Que la paz, elperdón, el amor incondicional y la

armonía se instauren en cada uno denosotros.

Era un largo whatsapp, seguido deuna explicación personal.- Vivimos en este mundo,construyendo "nuestro propiocastillo de arena", defendiéndolocomo si fuera nuestro.Nos encrispamos, nos peleamos,nos agredimos...Nos olvidamos que habíamosvenido aquí a jugar, a ser felices y acrecer, conscientes de que todo es

temporal.Porque al llegar el atardecer, todoshemos de volver a nuestroVerdadero Hogar.

Ella le respondió:- Inspirador. Gracias.

Al otro lado apareció un emoticonofeliz.Entonces, ella añadió:- Cuando yo me siento secuestrada,abducida por la ilusión materialista(tener, perder, todo eso), suelo

recordar que estoy jugando almonopoly.Compramos objetos, casas, calles,hacemos transacciones, pagamosmultas y peajes, juntamos dinero...Pura imaginación.Trozos de papel y objetos virtuales.Las emociones se disparan pero alfinal guardamos todo en la caja y nohabía nada, un simple juego.Usado para sufrir en vez dedisfrutar."Crees que compras casas y calles ydemás; pero cuando se acaba el

juego, qué te queda? Sólo lasexperiencias que has generado: deambición, avaricia, generosidad,juego, divertimento... Y lo mismo con el dinero, el coche,la ropa, la cafetera, los libros...Aparecen en tu vida para quegeneres experiencias, emociones,karma, llámalo como quieras. Y eso es lo que te queda cuando laapariencia desaparece." La función de las cosas no es la queparece.

La tarde.

El perfume de la ropa ligeramentehúmeda en el tendedero interior.(El sol de la tarde en el terrado nola secó del todo).El aroma del nuevo detergente parala ropa blanca,para el karategui que amarillea conla acumulación de horas de entrenoy sudor.La iglesia del Tibidabo iluminadasobre una montaña invisible,como flotando en la negrura de la

noche recién llegada.Los sonidos del silencio doméstico.La tarde apacible, la agenda vacía.El karma le da un respiro.El guión hace un punto y aparte,como si cayera el telóndel intermedio.Silencio de noticias.El teléfono calla, el ebuzón no semueve,el whatsapp sin negritas.Como un mar sin olas.Apenas minúsculos rizos en lasuperficie del océano:

Pasos en el piso de abajo; el aromaa jabón de Marsella de la ropalimpia; la suavidad de la nuevafunda del edredón.La respiración bombeando estecuerpo como una planta; la sangrecomo la sabia, alimentando lostejidos; el vientre como un santuariode purificación.Este templo sagrado que habita.Este templo de carne y sangre yhuesos.Y este templo de aire lleno deofrendas: puertas de madera, suelo

de baldosas decoradas de historia,cestas de mimbre, cuadros yestatuas de budas, fotos familiares,libros y cuadernos sobre el tatami,aroma de incienso sin arderimpregnando el aire y las fundas detela de los libros sagrados.Fantasmas como réplicas cuánticas,posibilidades que nunca nacieron.Los perros ladran.Tarde eterna.Como esta vida, larga, eterna. Llenade tantas vidas.Tantas vidas, tantos hogares, tantas

ciudades y países.Amores. Y dolores. Y pérdidas.Y regalos inesperados.Observa a ese yo como un ancianolongevo.

Divina locura.

Como si la vida tuviera su propioguión, su propia inteligencia.Parece que alguien toma decisionespor ti pero ese alguien también esuna marioneta, como tú [email protected] una red entretejida, como lasmúltiples implicaciones universalesdel aleteo de una mariposa.Entonces, su maestro le dijo: mehan pedido un blog budista enespañol y he pensado en ti. Y ellaasintió.

Escuchó a su yo decir: qué sabes túpara hacer un blog, negada eninformática y en las redes sociales yen las nuevas tecnologías. Nodigamos sobre el budismo.Observó el conocido miedo alcompromiso y al fracaso del yopero pudo más el no-yo de laobediencia y oyó al otro comoquien oye llover.Cuando llegó a casa se sentó ante elordenador, siguió ciertasinstrucciones que aparecían en lapantalla y se puso a escribir. Y ahí

estaba.Lo vas a supervisar?, le preguntó almaestro.No, dijo él.Y qué sabía ella de esta tradición?,oyó otra vez al yo. Ella no era unaerudita, sólo una practicante. Ni eso(no era una "practicante pura", talcomo dictan los cánones, al menoslos cánones de esa tradición),pongamos que una simpleestudiante. Así no se arriesgaba aconfundir a nadie. Quizás no unapracticante pura (tan irreverente)

pero sí una practicante sincera,solían decirle.En cualquier caso, ella nunca tuvovocación de maestra (ni aún cuandole pedían impartir clases y cursos yconferencias y meditaciones, yobedecía). Ni mucho menos debloguera.Observaba la silenciosa resistenciaorgullosa de su yo, pero la ignorabay obedecía.Nadie la vio titubear, simplementeobedecía.Y para su sorpresa, "salía solo".

Y, para su sorpresa, las mismasactividades que realizaba porsimple obedienciacon el tiempo se convertirían en lascausas de su liberación (delmaestro, de la obediencia, de latradición), cuando ella sola quizásnunca habría tomado la decisión deliberarse.A menudo parece que alguien tomadecisiones por ti pero ese alguienes otra simple marioneta de la vida,como tú [email protected] que te premian, o que te

castigan; que te ascienden o que tedespiden; que ganas o pierdes, quetienes éxito o fracasas. Pero todoforma parte del mismo plan.El blog nunca llegó a ser elportavoz oficial de ningunatradición sino un simple compartirde la práctica cotidiana, como undiario sin días.Pasaron los años y ahí estaba,compartiendo desde detrás de lapantalla experiencias personalesdifícilmente confesables.Como le dijera una vez, en el

transcurso de una entrevista, elLama Lobsang, con su miradapilluela y su sonrisa cómplice:"Los budistas por fuera somos gentenormal pero por dentro estamoslocos".Bendita locura.Este blog no nació por vocación nipor iniciativa personalsino por dictado de la vida. Comocasi todo lo demás.Una vez vivo, empezó a mantenersepor amor,y ahí sigue,

hasta que le toque desvanecerse.Como todo lo demás.

La ilusión de ir y venir.

La mañana.Gris apacible. Ni un soplo deviento. Inmóviles las copas de losárboles. El mar como un espejoplateado, del color del cielo, laarena, el aire. De repente,minúsculas gotas empiezan a caersobre el cuaderno. Ella busca eltecho de una sombrilla y cambia demesa.

La tarde.

Las luces del cielo se apagan.Aún quedan formas reconocibles,como sombras sin cuerpo. Comosombras de nadie.Los sonidos de la tarde también seacallan.Este ir y venir de luces y sombras,de sonidos y silencios, de aromas.Día y noche, en una sucesión deestaciones.En una ilusión de principio y fin, denacimiento y muerte.Pero cuando buscas el instante enque tiene lugar el principio, o el

final,nunca lo encuentras.Esta ilusión de ir y venir.Cuando enfermó, mucha gente teníamiedo de perder a su maestro.Entonces él dijo:“No necesitáis tener tanta ansiedad;si queréis hacer algo por mí,cuidaos a vosotr@s mism@s”.Como si deseara que le dejarantranquilo.Como si sintiera que el cuerpo delos demás era el suyo propio, y, sideseaban cuidarl,e lo mejor que

podían hacer era cuidarse a símismos.

Su propio cuerpo ya sabía lo quetenía que hacer, y su mente también.Irse o quedarse (esa ilusión) no eratan relevante.Él ya había dejado su presenciaaquí, si alguien quería usarla.Sus réplicas, sus semillas, suenergía, sus quarksestaban por todas partes.

Cuida tu cuerpo y cuida tu mente y

disfruta de la experiencia de la vidaque posees.No hay ninguna otra cosa quepuedas hacer.Y si pierdes la oportunidad de vivirla vida que posees, es como si no latuvieras.Lo había dicho tantas vecesel maestro.Y ahora, que parecía que se iba, porqué todo el mundo lo olvidaba?

Ella respiraba y sentía ese cuerpocomo una planta viva.

Ayer, en la maceta de su amiga,entre las hojas verdes brotó una flory se abrió como un estallido decolores y de perfume.Entonces, la amiga la cortó y lapuso en el altar, al pie de la foto delmaestro.Pero la foto del maestro nonecesitaba la flor.Y el maestro tampoco.Y cuando él dijo "cuidaos", tambiénse refería a la flor.

La mañana.El suelo se ha mojado ligeramente.El aire permanece húmedo y limpiodespués de la suave lluvia. Sus piesestán fríos. Una chica pasacorriendo en manga corta. El ríofluye. O no. El río siempre sigue sucurso, a veces a trompicones, siopones resistencia; a veces bajo elsol cálido, o abrasador, o bajo latormenta. Siempre pasa. El día trasla noche tras el día, una estacióntras otra, imparables.

Libros reliquias.

Se acercó a ella mientras meditaba,sentada en la orilla con la miradaperdida en la espuma a ratos, aratos en el horizonte y a ratos en laspequeñas olas, tan impermanentes.Él se acercó en silencio, se sentó asu lado y dijo:¿Quieres saber los tres libros másimportantes que he leído en mivida?Ella le miró, con escaso interés.Uno, porque se sentaba en la orilla

a fundirse con el silencio.Y dos, porque ya hacía casi 30 añosque se cruzaba con él por el mismopolideportivo; al principio, durantelargos años, le veía jugando con lasvelas de cualquier juguete de mar, osin velas, con cualquier juguete demar, o sin juguete, con el mar. Enlos últimos años, sin embargo, solíaencontrarlo más a menudo tumbadoen una hamaca del solarium de lapiscina, leyendo algún libro. Aveces ella se cruzaba con él, depaso al mar, y le decía: Ah, mi

lector favorito!...Solía ver en sus manos portadas denovela negra, ensayos políticos,históricos o económicos.Así que cuando él le dijo ¿Quieressaber los tres libros másimportantes que he leído en mivida?, ella le miró sin curiosidad ysin invitarle a continuar. Pero aúnasí, él continuó:El primero, "Los ojos del hermanoeterno", de Stephan Zweig; elsegundo, Narciso y Goldmundo, deHerman Hesse, y el tercero...

Cuál dijo que era el tercero? Ellahabía dejado enganchada suatención en el primer título.Como si le leyera el pensamiento,él empezó a contarle de qué iba elargumento de "Los ojos delhermano eterno", y ella pensó ¿Noera ese libro del que hablaba JMayer, en el compartir de la sangha?La lectura del libro en el tren, quele había hecho llegar tarde a lameditación. Su invitación a que nodejáramos de leerlo si se diera laocasión.

Si quieres, te lo traigo -dijo elamigo. Y ella dijo vale.Y al día siguiente lo trajo, y ella loleyó de un tirón; no, de dos tirones.Y al día siguiente se lo devolvió. Siquieres, puedes traerme el segundo.Estaba fascinada con eldescubrimiento de su viejo amigo,conocido de casi 30 años.Porque nunca habría podidoimaginar que un libro como éseestuviera en la lista de "las lecturasimportantes de su vida" (en elprimer lugar de la lista). Y al final

era él quien le estaba descubriendojoyas como ésa a ella, la experta, laque recibía en casa cada día lasúltimas novedades de laseditoriales.Pero también, y sobre todo, porqueaquellos libros eran otra cosa.El primero era un librito pequeño,de hojas amarillentas y tapas detela, viejo, gastado.Cuántos años había guardado eselibro en casa?El segundo estaba aún más viejo,las hojas sueltas, el papel en los

bordes como a punto dedescomponerse con sólo tocarlo.Ella, que leía los libros y luego losregalaba como si nadie los hubieraabierto antes. Y ahora se encontrabaleyendo unos libros como si fueranauténticas reliquias. Por elcontenido, sí, pero también por elobjeto en sí.Como si fueran objetos sagradosimpregnados de "bendiciones".Cuántas personas habían tenido ensus manos estos libros mientras susmentes viajaban junto a Goldmundo

o Siddharta? Cuántos viajesespirituales habían proyectado estosviejos libros, tan vividos?Puedes traerme otro, el que quieras-le dijo cuando le devolvió elsegundo.Y le trajo "Siddharta".Editorial Bruguera.60 pesetas."El que realmente quiere encontrar,y por ello busca, no puede aceptarninguna doctrina. Pero el que haencontrado ya puede aceptarcualquier doctrina, cualquier

camino u objetivo; a éste ya no lesepara nada de los miles restantesseres que viven en lo eterno, querespiran lo divino"."¿Quieres darme un consejo,venerable? -preguntó Govinda.Siddharta declaró: Qué podríadecirte, venerable? Quizás, que hasbuscado demasiado. Que, de tantobuscar, no tienes ocasión paraencontrar".(Tu insistencia en seguir ladoctrina, en venerarla...) "acaso sealo que te impide encontrar la paz;

quizás sean tantas palabras"."Purificación y virtud, samsara ynirvana, son sólo palabras"."La sabiduría no es comunicable.La sabiduría que un erudito intentacomunicar siempre suena asimpleza".Y así fue como su viejo amigo delpolideportivo, conocido,desconocido en realidad, habíapasado a convertirse en suproveedor de lecturas. Ella, quetenía las salas y los pasillos de casainundados de libros que ya ni leía,

meras "distracciones". Ella, quehacía tanto tiempo que apenas leíalibros, de nuevo volvía asumergirse en la lectura condevoción.

Noche de lluvia.

El sonido de la lluvia sobre elbalcón,el motor de la calefacción de algunacasa vecina.Las ruedas de un coche sobre elsuelo mojado.Diciembre.Esta tarde no cogerá la bicicletacamino del dojo, camino de laplaya.Anoche mismo miraba la espumablanca en la orilla,

como volantes del vestido de mar,cuando el océano se encuentra conla tierra y las olas van a morir en laorilla, como un orgasmo explosivo.De pie, desnuda, dejaba que lasolas la alcanzaran.Sólo veía la espuma blanca alromper junto a sus pies, como unave fénix, como festivos fuegosartificiales, como morir paraencontrar la vida, en un instante endisolución.Desnuda ante la espuma que rompíaen sus pies, sus piernas, su vientre,

sus senos.Más allá de la espuma blanca, laoscuridad como un pozo sin fondo.Eran las olas altas o bajas, fuertes osuaves?Sólo oscuridad.Y se quedó de pie ante la espumade luz, sin entregarse a sus brazosde agua, a su cuerpo de océano.Luego se dio la vuelta, cogió elanorak sobre la arena y cubrió sucuerpo camino de la piscina y allísí, se sumergió bajo los ojosabiertos de las estrellas, que un día

fueron.Hoy escucha el juego de la lluviarepiqueteando en el suelo de subalcón, sentada en el futón, entrecojines y el edredón, mientras lee lahistoria del monje de Plum Village.Dat Phan le regaló su historiaescrita, en señal de gratitud por elhospedaje.“Contemplations & Confessions. AsIs”.Y esta noche ella camina de lamano del ex-monje,recorriendo la trayectoria de un

buscador,hasta que dejó de buscar paraempezar a viviresta vida humana sagrada.Aquí y ahora.As it is.

El dojo está en todaspartes.

Querida amiga:Hoy tienes un reto precioso delantede ti. Y yo también. :)Un día de lluvia y frío, pero nospondremos nuestros abrigos yguantes y bufandas (el"impermeable") y al final del díanos felicitaremos por nuestrafortaleza.Ya sabes cómo soy yo, así que,también, encontraré el momento

para dejar caer los abrigos yguantes y bufandas y todo lo demás,para entregarme al aire frío y a losbrazos fríos del mar -"abriendopecho", ya sabes.En cada instante de afrontar vientosy tempestades, da igual cómo,viviremos la alegría porque sí,porque el viento nos hace fuertes.Cuentan de Guichin Funakoshi(considerado el fundador delkárate) que cuando era un niño enOkinawa, isla de fuertes vientos,cuando soplaban los fuertes

temporales solía subirse en lo altode su tejado y dicen que desafiabaal viento. Él no lo cuenta como undesafío ("Karate-do: My way oflife") sino como una alianza con elviento; cuando el viento aparecía, élentrenaba su equilibrio y su kimé .El viento y él, compañeros deentreno, aliados en la vida.

Cuando ella estaba embarazada de7 meses dejó su ciudad y sus clasesde kárate. En su nuevo hogar, elgimnasio cercano le ofrecía yoga y

natación pero no artes marciales ensu avanzado estado de gestación.Le escribió a su amiga:Echo de menos nuestro entreno peroahora anticipo el momento del partocomo una práctica intensiva, derecuperación de todas las clasesperdidas, donde tendré laoportunidad de descubrir elauténtico color de mi cinturón.El dojo está en todas partes.

El dojo (el lugar donde se aprende,donde un@ se entrena y

experimenta) está en todas partes.Como el Buda, el Dharma y laSangha están en todas partes.Su maestro de kárate solía decir: Elarte marcial se manifiesta en todo loque haces. El artista marcialmanifiesta su arte en todo lo quehace, dice y piensa, en cómo semueve, cómo mira...Tal como Funakoshi lo expresó enel título de su libro autobiográfico,Kárate: Mi forma de vida.Y su maestro del dharma le decíaque la práctica de la atención plena

estaba en la mesa, a la hora decomer, en el caminar, en elrespirar... en todas partes.En ese instante en el que consiguesestar plenamente presente (aquí yahora), ahí está la iluminación, eldespertar.No es necesario buscar en otrolugar, viajes espirituales,iniciaciones, rituales, ofrendas,postraciones, oraciones,sacrificios... Especialmente si todoeso no es más que una manera demantenerse ocupad@s (lo llaman

"pereza activa") para no estardonde estás y ser quien eres, dondeya está todo.Su maestro de kárate y su maestrodel dharma le decían lo mismo.Y es que quizás no hay maestrosseparados, ni dharmas separados.Porque cada cosa que encuentras enla vida te está diciendo cómo sonlas cosas,si lo quieres oír.

Cuál es tu linaje?

A veces le preguntan cuál es sutradición, el linaje que sigue ypractica, y quién es su [email protected] ella piensa,cuál es mi tradición?Y ve una línea que se pierde en elsin-principio de los tiempos, muchoantes del Big Bang, como una líneavertical en el tiempo.Cuál es su linaje?Piensa, y ve una conexión que leune a todos los seres, a todos los

objetos que aparecen en estepreciso instante, los que ve y losque no ve, los que se manifiestan ylos que están potencialmente, comouna línea horizontal en el espacio.Si tiempo y espacio existieran.Y no puede mencionar ningunatradición, ningún linaje separado,porque sería sólo una parte de sulinaje.Y quién es su maestro?Piensay aparece un nombre, pero tambiénotro, y otro, personas sabias y

compasivas que se han cruzado ensu camino.Pero luego recuerda a alguien queno parecía un maestro o unamaestra, presunt@s adversari@s delos que tanto aprendió, tan claves ensu vida.Y aparecen objetos y situaciones, aveces radiantes, inspiradoras, y aveces hostiles.Y reconoce que su maestr@ está entodas partes, en cada objeto ysituación, en cada apariencia.Porque no está separada. Tampoco.

Como cuando el discípulo devotoinvitó al maestro a una cenaabundante en su casa, y en la esperallamó a la puerta una mendiga conhambre, y un viajero cansado, y unperro con frío. Y al día siguiente lepreguntó al maestro por qué nohabía acudido a la cita. Y él lerespondió que se había presentadotres veces.Como cuando Asanga permaneció12 años encerrado en una cueva enmeditación solitaria, esperando vera Buda Maitreya. hasta que se

cansó, decepcionado, y abandonó lacueva y se encontró con una perramoribunda cubierta de gusanossobre las heridas, y la compasión lellevó a retirar los gusanos de sucuerpo, uno a uno, con la lengua,para no causar dolor en las heridasni dañar a los gusanos. Y la perrase convirtió en Maitreya. Dónde hasestado todo este tiempo?, lepreguntó Asanga, he pasado 12 añosesperándote. Y el Buda lerespondió: Siempre he estado a tulado, pero tú no me veías.

Y es que, quizás, a veces, son losseres, los objetos, las situaciones,las que nos ayudan a ver aMaitreya. Cuando en soledad notenemos la capacidad deencontrarle.Porque, quizás, Maitreya está entodas partes, en todos los seres, losobjetos, las situaciones, y en los no-seres, los no-objetos y las no-situaciones.Y cada cual lo ve donde puede.En soledad.O en compañía.

Un sólo instante depresencia bastaría.

Lluvia.Como un retiro.Como esa vida de clausura quesoñaba de pequeña;ella, que también soñaba bambas ytejanos y mochila ligera a laespalda y el mundo bajo los pies.Mañana parará de llover y tocará elsueño del mundo bajo los pies.Hoy toca recogimiento y retiro.La cortina de agua, la lluvia de

nubes, cuando las nubes sedisuelven en néctar y ambrosía.Entre sus montañas de librosapilados apareció Nagaryuna."Una gota de ambrosía para todos".Eso fue ayer. Y hoy llueve nubes degotas de ambrosía. Bendita lluvia.Se despierta lentamente, con elsonido de la lluvia.Hoy no hay que correr camino de labici, antes de que se acabe el últimocruasán de almendras de lacafetería de la playa.Se levanta lentamente.

Lava sus manos, sus ojos, su boca;se limpia por fuera y por dentro.Se vacía de los sueños de la nochey del día, de ayer, de antes. Para ofrecer una presencia limpia yligera al nuevo día que ya sedespliega.El vaso de agua con limón,despertando los órganos internos,desperezando el hígado,mientras prepara la mesa sin prisa.El café, las tostadas tiernas, elaceite de linaza y el azúcar oscuro.Pan, aceite y azúcar, café y agua.

No necesita más.Aun en los retiros, cuando ella erala encargada de preparar aquellosdesayunos copiosos (panes, frutas,cereales, leche de quinoa, de avena,de arroz, de alpiste, tahini, quesos,aceites y tomates, sal del Himalayay azúcar de caña, mermeladas,mieles variadas, café, té, infusionesde especias...), aun entonces,desplegado el primer ágape del díapara la sangha, ella se sentaba consu café y pan, aceite y azúcar. Comoen la infancia, como en su vida

universitaria, cuando no había más.Aún ahora le parece suficiente.Disfruta de lo suficiente,embriagada por el sabor amargo delcafé solo y las semillas disueltas ensu campo de trigo endulzado por lacaña de azúcar oscura.Con la banda sonora de la lluvia yel tictac del reloj.Esta abundancia.Hace tiempo, por Sant Jordi, lasangha había preparado en la calleuna mesa de libros a la venta, todosdel mismo autor y guía espiritual.

Ella miraba el inspiradormuestrario de portadas coloridas,como cofres llenos de tesoros.Pensó en voz alta: Cuántos viajesespirituales, en cada ejemplar.Entonces alguien a su lado dijo:Sí, pero uno solo bastaría, si loleyéramos de verdad.Uno solo bastaría, recuerda ella amenudo.Siente que un sólo instante bastaría.Lava los cacharros del desayunocon el agua justa, la temperaturajusta.

Extiende el edredón sobre el futón ydistribuye los cojines.Dobla la ropa de anoche, el jerseyde lana con olor a "amber muskjamid", que guarda entre la ropa, enel armario.Cada aroma en sí mismo (un sóloaroma) es como el libro másprofundo revelado por elmismísimo Buda.Un libro basta para despertar, si loleyera de verdad, con entrega yatención.No necesita leer todos los libros

del mundo.Mientras se mantiene entretenidacon todas las lecturas del mundopierde la presencia definitiva de unsólo verso.Un sólo aroma basta para abrir lapuerta, los ojos, el corazón.Un sólo sonido basta paradespertar.Con el clic de una gota sobre elcristal basta para despertar.Con un sólo sabor plenamentedegustado basta.Uno, en este instante.

Siempre es uno en este instante.Excepto si lo pierdes.Con la experiencia de la toallacaliente en las manos, o el agua fríaen el rostro.Con estar presente en un sóloinstante bastaría para comprender,para darse cuenta,para despertar.En este preciso instante.No se necesita más.

Los 14 entrenamientosdel maestro zen ThichNhat Hanh.

No existe el ser sino el interser.Todo existe en interdependenciade lo demás.Nada existe inherentemente,separado de lo demás,sino que son manifestaciones de uninterser colectivo.

Los 14 entrenamientos de laPlena Consciencia de la Orden delInterser.

Estas propuestas para la vida diariaestán planteadas para ser como laantorcha que guía nuestros pasos, labarca que nos transporta en esteviaje humano, el maestro que nosguía.Nos permiten entrar en contacto conla naturaleza de "interser" de todolo que se manifiesta y comprobarque la felicidad propia no está

separada de la de los demás seres.El interser no es un concepto, es unarealidad que puede serexperimentada de forma directa encualquier momento.Los 14 entrenamientos de la PlenaConsciencia nos ayudan a cultivarla concentración y la visiónprofunda que nos liberan del miedoy de la ilusión de separación delresto de los seres.Puedes tomártelo, si quieres, comouna propuesta (o 14 :) para lospropósitos de año nuevo.

Primer Entrenamiento: Aperturavs dogmatismo adoctrinador. Conscientes del sufrimiento creadopor el fanatismo y la intolerancia,tomamos la determinación de no seridólatras (no caer en la adoraciónde imágenes, del tipo que sean) niaferrarnos a ninguna doctrina, teoríao ideología, incluidas las budistas.Las enseñanzas budistas son mediosque nos guían para ayudarnos aobservar profundamente y adesarrollar nuestra comprensión y

compasión. No son doctrinas porlas que debamos luchar, matar omorir.Entendemos que el fanatismo, en susdiversas manifestaciones, es elresultado de una percepcióndiscriminatoria y dualista de larealidad.Nos entrenamos para mirar lo queaparece ante nosotr@s con aperturay la visión del interser, de formaque no caigamos en el dogmatismoy podamos transformar la violenciaen nosotr@s mism@s y en el

mundo.

Segundo Entrenamiento: No-apego a puntos de vista. Conscientes del sufrimiento creadopor el apego a nuestros puntos devista y percepciones erróneas,tomamos la determinación de evitarser intolerantes y aferrarnos anuestros puntos de vista actuales.Aprenderemos y practicaremos elno-apego a nuestros puntos de vistapara poder abrirnos a lasexperiencias (incluidas las

experiencias que viven los animalesutilizados como productos deconsumo) y a las comprensiones ypuntos de vista de otras personas.Somos conscientes de que elconocimiento que poseemosactualmente no es inmutable niverdad absoluta. La verdad seencuentra en la vida, yobservaremos la vida, dentro yalrededor de nosotros, en cadamomento, preparad@s paraaprender lo que nos tiene queenseñar.

Tercer Entrenamiento: Libertadde pensamiento. Conscientes del sufrimientoproducido al imponer nuestrospuntos de vista a otros seres,tomamos la determinación de noforzar a l@s demás, ni siquiera anuestr@s hij@s, por ningún medio,(ya sea por autoridad, amenaza,dinero, propaganda oadoctrinación) a adoptar nuestrospuntos de vista. Respetaremos elderecho de l@s demás a ser

diferentes y a elegir qué creer ycómo decidir. Sin embargo, nosprestaremos a ayudarles a renunciaral fanatismo y a la intolerancia através de un diálogo compasivo.

Cuarto Entrenamiento:Consciencia del sufrimiento. Conscientes de que la observaciónprofunda de la naturaleza delsufrimiento puede ayudarnos adesarrollar compasión y a encontrarsalidas al sufrimiento, tomamos ladeterminación de no cerrar nuestros

ojos ante el dolor. Noscomprometemos a encontrar formas,incluyendo el contacto personal,imágenes y sonidos, para estar encontacto con aquéllos que sufren,para así poder comprender susituación en profundidad yayudarles a transformar susufrimiento en compasión, paz yalegría.

Quinto Entrenamiento: Vidasimple y sana. Conscientes de que la auténtica

felicidad esta arraigada en la paz, lasolidez, la libertad y la compasión,y no en la riqueza o la fama,tomamos la determinación de nocentrar nuestra vida en la fama, elbeneficio, la riqueza o el placersensual, y en no caer en la tentaciónde acumular propiedades mientrasque millones de seres pasan hambrey mueren. Nos comprometemos avivir con sencillez, compartiendonuestro tiempo, energía y recursosmateriales con aquéllos que estánen necesidad. Practicaremos un

consumo consciente y responsable,no haciendo uso de intoxicantes,drogas o cualquier otro productoque aporte toxinas a nuestro cuerpoy consciencia, o al cuerpo y laconsciencia colectivos.

Sexto Entrenamiento: Manejandola cólera. Conscientes de que la ira bloquea lacomunicación y crea sufrimiento,tomamos la determinación de cuidarde la energía de la ira cuando surjaen nosotr@s y de reconocer y

transformar las semillas de ira queduermen en lo profundo de nuestraconsciencia. Cuando surja la ira ennosotr@s, optaremos por no hacer odecir nada. Practicaremos larespiración consciente y el caminarconsciente, reconociendo,transformando, abrazando yobservando profundamente nuestraira. Y aprenderemos a contemplarcon la mirada de la compasión aaquéllos que creemos que son lacausa de nuestra ira.

Séptimo Entrenamiento: Viviendoen el momento presente. Conscientes de que la vida estádisponible únicamente en elmomento presente y de que sólo esposible vivir felizmente en el aquí yel ahora, nos comprometemos aentrenarnos para vivir enprofundidad cada momento denuestra vida diaria. Intentaremos noperdernos en la dispersión odejarnos llevar por preocupacionessobre el pasado o el futuro, ni porel ansia, la cólera y los celos en el

presente. Practicaremos larespiración consciente para volvera lo que ocurre en el momentopresente. Tomamos ladeterminación de aprender el artede vivir con atención plena,contactando con los elementosmaravillosos, refrescantes ycurativos que están en nuestrointerior y a nuestro alrededor.Alimentando las semillas dealegría, paz, amor y comprensión ennosotr@s mism@s, facilitando asíel trabajo de transformación y la

sanación en nuestra consciencia.

Octavo Entrenamiento:Comunidad y comunicación. Conscientes de que la falta decomunicación siempre conllevaseparación y sufrimiento, noscomprometemos a entrenarnos en lapráctica de la escucha compasiva ydel habla amable. Aprenderemos aescuchar profundamente, sin juzgarni reaccionar, y nos abstendremosde pronunciar palabras que puedancrear discordia o causar una ruptura

en la comunidad. Haremos todo loposible por mantener lacomunicación abierta y reconciliarcualquier conflicto por pequeño quesea.

Noveno Entrenamiento: Hablaveraz y amable. Conscientes de que las palabraspueden causar felicidad osufrimiento, nos comprometemos aaprender a hablar constructiva ysinceramente, utilizando sólopalabras que inspiren esperanza y

confianza.Tomamos la determinación de nomentir por interés personal o paraimpresionar a la gente, y tampocopronunciaremos palabras quepuedan causar división u odio. Nodifundiremos noticias de las que nosepamos su certeza, ni criticaremoso condenaremos cosas de las que notenemos seguridad.Haremos todo lo posible paradenunciar cualquier situación deinjusticia, incluso cuando al hacerlopongamos en peligro nuestra propia

seguridad.

Décimo Entrenamiento:Protegiendo a la Sangha. Conscientes de que la esencia y elpropósito de una Sangha es lapráctica de la comprensión y lacompasión, tomamos ladeterminación de no usar lacomunidad budista para nuestropropio beneficio ni transformarla enun instrumento político.Una comunidad espiritual deberá,sin embargo, tomar una posición

clara en contra de la opresión y lainjusticia y se esforzará porcambiar la situación sininvolucrarse en conflictospartidistas.

Decimoprimer Entrenamiento:Modo de vida correcto. Conscientes de que nuestro planetay nuestras sociedades han sidoobjeto de gran violencia einjusticia, nos comprometemos a novivir con una vocación queperjudique a los humanos, a los

demás seres o a la Tierra. Haremostodo lo que este en nuestras manospara elegir una forma de trabajoremunerado que nos ayude a hacerrealidad nuestro ideal decomprensión y compasión.Conscientes de las realidadessociales, económicas y políticasglobales, actuaremosresponsablemente comoconsumidores y ciudadan@s, noinvirtiendo o consumiendoproductos de compañías que privena otros seres de la posibilidad de

vivir dignamente.

Decimosegundo Entrenamiento:Reverencia a la Vida. Conscientes del sufrimientocausado por la guerra y losconflictos, tomamos ladeterminación de cultivar la no-violencia, la comprensión y lacompasión en nuestra vida diaria.Promoviendo una educación por lapaz, la mediación y lareconciliación en familias,comunidades, naciones, y en el

mundo. Tomamos la determinaciónde no matar y no permitir que otrosmaten. Practicaremosdiligentemente la observaciónprofunda de la realidad con nuestraSangha para descubrir la mejormanera de proteger la vida yprevenir la guerra.

Decimotercer Entrenamiento:Generosidad. Conscientes del sufrimientocausado por la explotación, lainjusticia social, el robo y la

opresión, nos comprometemos acultivar la bondad y a aprenderformas de trabajar para el bienestarde personas, animales, plantas yminerales. Practicaremos lagenerosidad compartiendo nuestrotiempo, energía y recursosmateriales con aquéllos que esténen situación de necesidad.Tomamos la determinación de norobar ni poseer nada que pertenezcaa otros. Respetaremos la propiedadde los demás, pero intentaremos, sinembargo, prevenir que los demás se

aprovechen del sufrimiento humanoo del sufrimiento de otros seres.

Decimocuarto Entrenamiento:Conducta correcta. Conscientes de que las relacionessexuales motivadas por un deseocompulsivo no pueden disipar elsentimiento de soledad, sino por elcontrario crear más sufrimiento,frustración y aislamiento, tomamosla determinación de noinvolucrarnos en relacionessexuales sin mutua comprensión,

amor y un compromiso a largoplazo. En las relaciones sexuales,debemos ser conscientes delsufrimiento futuro que pueda sercausado, en un@ mis@ o en otraspersonas. Sabemos que parapreservar nuestra felicidad y la delas demás debemos respetar losderechos y los compromisos tantopropios como ajenos. Haremosabsolutamente todo lo posible paraproteger a la infancia de abusossexuales y prevenir que parejas yfamilias se rompan por una

conducta sexual inapropiada odesconsiderada. Trataremos nuestrocuerpo con respeto y preservaremosnuestras energías (sexual, aliento yespirítu) para la realización denuestro ideal Bodhisatva.Tomaremos consciencia de laresponsabilidad de traer nuevasvidas al mundo, y meditaremossobre el mundo al cual estamostrayendo nuevos seres.

(Extraídos de la página de

la sangha de Thay en Valencia).

Navidad del 2015.

La embriaguez del aroma del caférecién molido.Embriaguez de navidad.(La embriaguez se manifiesta ennuestra percepción de todas lassituaciones y de todas los objetos ytodos los seres, inundándolos;como el amor lo inunda todo,porque ya se sabe que "el amor amaamar;no es nada personal" :)

Embriaguez de navidad, deaproximación a la familia (el mayorreto), a todos los seres.Embriaguez de generosidad. Debuenos propósitos de vida nueva.Cada instante nace una nuevaoportunidad. Una nueva vida.Ella ha aprendido a amar los ritos(navidad, año nuevo, aniversarios,el día de la madre o del padre, de lamujer...), porque mantienen viva lamemoria, sí, pero también porque aveces llegan como una explosión desemillas que se estaban gestando,

como brotes tímidos que ibanapareciendo últimamente, casi sinidentificar. Y de repente está ahí elritual, en el calendario, y todoaparece con claridad. Vida nueva.Toca materializar los buenospropósitos.La embriaguez que te hace fuertey capaz,y lo sabes.Lo recuerdas. Que eres capaz.De sacar tu mejor yo("Ése que tú no ves y yo veo,nadador por tu fondo,

preciosísimo").

Era navidad, 16 años, en un pueblodel sur, como una cárcel, como unacondena, pero no perpetua. Habíauna salida. Indefinida, pero allíestaba. Lo sabía por los versos dePablo Neruda y las confidencias deHenry Miller. Y aquel libro,"Suecia, infierno y paraíso". Hayotros mundos en este mundo. Y tútambién los descubrirás.Lo sabía por el viento, queescuchaba desde su cuarto, con la

ventana cerrada, la voz del vientocargada de promesas, anunciando lallegada de algo, como un prínciperescatador.(Más tarde descubriría que elpríncipe que soñaba era ellamisma).Entonces llegó él, materializadoahora su propio proyecto de futuro,en la forma de un él , y le dijo:"Perdona el dolor; es que quierosacar de ti tu mejor tú, ése que tú noves y yo veo, nadador por tu fondo,preciosísimo" (Pedro Salinas).

Era navidad y tenía 16 años.

El aroma del café aún ocupa lacasa.Sólo toma un café al día pero laocasión está siempre cargada de unprofundo ritual.El poeta de su barrio invitaba a nodosificar los placeres, "si puedes,derróchalos", pero ella era más dederrochar el placer de laausteridad. Disfrutar lo pequeño, loque a menudo no se ve, lo queaparece, y lo que no aparece. A

veces disfrutaba el ayuno. El placerde irse a la cama con el estómagovacío. Esa experiencia de fortaleza.

Cuando Sidharta quiso volver almundo y le preguntaban qué sabíahacer, él decía: meditar, esperar yayunar.A los oídos de los empresarios nosonaba muy productivo pero élsabía que no había nada que dieramás frutos.

Una vez apareció una familia

espiritual, una sangha.Como el primer amor. Fue comoentrar en una nave de viaje alnirvana.Allí nadó por su fondo, su propiofondo, preciosísimo, y conoció a sumejor yo mientras el otro se ibadiluyendo.En cada risa, el antiguo yo se hacíamás y más pequeño; cada carcajadareducía más y más aquel viejo ego,tan conocido.De repente, sentía los estirones decrecimiento a través de la risa, y no

del dolor, como le habían contado.Ni un sólo golpe de la vida dolía;cuando aparecía alguna dificultad,un ataque personal o a sus supuestosintereses. Incluso cuando perdía aalguien muy querido (una navidad),ella lloraba el dolor del duelo perotambién se partía el pecho conShariputra, "Samsara me hace reír".Algun@s compañer@s de camino aveces pensaban que no se tomaba elviaje en serio.No sufría tanto como se suponía quedebía sufrir (1ª NV: La vida es

sufrimiento).¿Acaso no era consciente delprofundo sufrimiento de losinfiernos de las innumerables vidasfuturas?Pero ella, en lo más profundo de sucorazón sabía que el amor destruyetodos los maras y disuelve todos losinfiernos.Lo sabía porque cada vez queaparecía un espíritu maligno o uninfierno en su vida, ella lo veíadisolverse a golpes de risa, comoun cubo de agua bendita, apagando

el fuego.No son los Budas ahí fuera quienesproyectan las bendiciones que nosprotegen de los peligros delsamsara, es el amor aquí dentro.Y no te equivoques y pierdas eltiempo buscando el amor fuera (queme amen) porque lo único que teprotege es tu propia experienciainterna. Es el amor que generas.Las experiencias de los demás soncosa suya.

Así que su primera familia

espiritual se hizo un hueco en sucorazón para siempre, como elprimer amor (y el segundo, y eltercero; en realidad son el mismo,una manifestación de diferentesaspectos del mismo amor).Pero tuvo que seguir adelante.Se quedaba atrás, con la navidad, yempezaba un año nuevo, una vidanueva.No lo decidió ella (tan feliz en suzona de confort, en su refugio tan"cozy", como le decía su amigoespiritual, nadador por su fondo,

preciosísimo).No lo decidió ella, cómodamenteinstalada; lo decidió la vida, unavez más.La vida, la gran aliada.Mientras vivimos la hipnosis de laseparación y la soledad, la vida (elkarma, el Tao, Buda, Dios, llámalocomo quieras), como una madrepaciente, sigue ahí, cuidándonos ytomando las mejores decisiones.Aun cuando duela.

Pero después de un primer amor

que tienes que dejar para seguiradelante, llega otro.Y antes de que te des cuenta es tanprofundo como el primero; quizásun poco más sabio y más libre.En realidad son el mismo, unamanifestación de diferentesaspectos del mismo amor.Y es que el amor ama amar, comodice Mooji.No es nada personal.

La luz de la tarde.

La luz de la tarde.Le gusta despedir el día, tan largosiempre.Le gusta la luzde la tarde.Desvaneciéndose lenta,imperceptiblemente.Que iluminecuando se va el día.Sueña irse ella, también, en mediode una gran luz.No me refiero a una luz literal.

De hecho, ella prefiere las gamasgrises y suaves pasteles,que no la cieguen,que le permitan la serenidad.El descanso cómodo en el caminomedio,sin frío ni calor,sin el sol deslumbrante ni laoscuridad claustrofóbica.Le gusta sentir esa experiencia en sucorazón aun cuando lascircunstancias externas se disparan.Así que sueña irse como la tarde,con la luz apacible, suavizándose

fotograma a fotograma,el silencio del recogimiento.Quizás las voces de paso de lasniñas a la salida del colegio.La vida continúa en algún lugarpero ella sueltay se dispone a descansar.Y no desea estar en ningún otrositio o que las cosas sean de otramanera.Sueña con irse como la tarde, comola luz de la tarde,con la luz del amor y la confianza,sin miedo.

Sin deseos de estar aquí o allá.Satisfechade haber dejado en orden sus cosas.Como si estuviera en sus manosponer orden en los corazones dequienes se quedan.Poner paz.Seguirán juzgándola cuando se hayaido?Aún entonces, será tan difícilperdonar?Por el bien de las personas que amatanto, espera que no.Por su paz interior.

Para que puedan poner fin a estekarma de amargura en el linaje.Es cuestión de vida o muerte.Aprender a perdonar,definitivamente, el perdón radical,es cuestión de vidao muerte.

La contemplación.

La tarde.Y suena el motor de la calefacciónde algún piso vecino.Silencio. Los sonidos del silencio.Un coche que pasa, alguna puerta alcerrarse, el crujir de la madera, elpulso en sus venas.El olor de la ropa recién lavada.El detergente (más activo en la ropablanca, un sutil aroma de Marsellaen la de color), el agua, el sol y elaire.

Mindfulness o mindemptyness?Ella le llama contemplación.Disolución.Entregarse a lo que aparece (comohacer el amor, como fundirse,perderse).A veces (a menudo) se entrega a lacontemplación.Y eso está muy bien, pero alguien lerecuerda que no se debe olvidar demeditar, la meditación formal.A ella le parece que lacontemplación es como meditar enla vida.

Y a veces, a menudo, se sienta ameditar en la muerte, en meditaciónformal.Y a ella le parece que es comocontemplarla.Contemplarla, perderse, fundirse,como hacer el amor con ella.Hace tiempo, de repente descubrióque ya no hacía el sexo. Ella lollamaba "meditar". Quizás la mejoroportunidad de meditar en lamuerte, la vacuidad y el amor, dijoun día.Y dejó de asistir a las comidas

sociales (y a las reuniones socialestambién).Pero seguían gustándole los ágapes,esos encuentros en torno a la mesapara compartir confidenciasprofundas (eso que llaman "lapráctica",experiencias espirituales,y están en todas partes, todo eltiempo).Y sobre todo le gustaba lacelebración a solas, beberse losárboles frutales, los viñedos, en unacopa, comerse el campo, loshuertos, la montaña, el mar;

disolverse en el planeta.Lo llamaba meditar. También.Contemplar.Meditar.No había ni un sólo instante del díao de la noche que no estuvieraentregado a la contemplación o a lameditación.A la celebración.A la disolución.A la fusión.Al amor.

El mejor lugar delmundo es aquí mismo.

Llevó sus manos juntas a la alturadel pecho para señalar que teníaalgo que compartir. Se aseguró deque l@s demás le respondían con elmismo gesto. Guardó un momentode silencio, como poniendo enorden sus palabras, y dijo:- Hace un momento, durante lameditación en silencio, los ojoscerrados, la respiración apacible,disfrutaba de ese recogimiento.

Entonces abrí los ojos y encontréesto... (Hizo un movimiento con lamano señalando el círculo depersonas sentadas en el suelo, cadauna sobre su cojín) La luz tenue, laquietud, el silencio, la sangha... Eraperfecto. Cómo volver a cerrar losojos? No pude volver a cerrar losojos porque era el mejor lugardonde estar en estos momentos. Yno quería perdérmelo. Era unmomento profundo, intenso.Perfecto.Mantuvo silencio durante unos

segundos, luego prosiguió:Pero me ha pasado lo mismocuando hacíamos la meditacióncaminando. En silencio, elmovimiento lento, tan apacible. Mesiento tan bien que a veces mi mentese va a sus recuerdos, sus planes, aotros paraísos. Pero entonces escomo si recuperara la vista derepente y miro lo que tengo delantey caigo en la cuenta de que estoyaquí. Miro a mi alrededor, esteespacio perfecto, y las personascaminando lentamente, en silencio.

Esta energía de la sangha, esta paz.Estoy aquí, caminando en silencio,y luego se habrá acabado. Peroahora estoy aquí; ningún otro lugarmejor en el mundo donde estar,ahora. Y es tan intenso. Es perfecto.Y ahora, quería compartir:Si un sólo instante, una milésima desegundo de presencia aquí y ahora,puede ser una experiencia tanprofunda, tan completa y perfecta,imagina cómo sería mantenerla,sostenerla, estar presente aquí yahora todo el tiempo, donde quiera

que estés.Desaprovechar la presencia, aquí yahora, es el mayor desperdicio.No se me ocurre otra pérdidamayor.

Acabó la sesión de meditación ysalió a la calle. El aire de la nocheera fresco, como una ducha de airefresco.Cogió una bicicleta de la estacióndel bicing y recorrió la ampliaacera de Plaza Catalunya entre l@sviandantes, Ramblas abajo. Las

piernas en movimiento, losmúsculos tonificándose, loscuádriceps y gemelos, lasarticulaciones de las rodillas y lostobillos fortaleciéndose. El airefresco en el rostro. Inspirando,exhalando. Como una planta. Eloxígeno viajando por su interiorhasta la última célula.El mejor lugar del mundo es aquímismo.Introdujo la llave en la cerradura yapareció el interior de su gompa, sumandala, su santuario de

meditación. Sus compañeras depiso invisibles (Vajrayoguini, Tara,Prajnaparamita, Avalokiteshvara),los acogedores dibujos del sueloque han pisado tantas generacionesanteriores, desconocidas, laspuertas de madera, al fondo su futónsobre el tatami, los cojines, eledredón.El mejor lugar del mundo es aquímismo.Bebió un poco de agua en su tazapersonal que siempre le recuerdaque

el mejor lugar del mundoes aquí mismo.

Apreciar la vida, encualquier situación.

A veces, durante las clases, cuandopreparaban la meditación de lacompasión, cambiarse por losdemás, la bondad de todos losseres, en la respiración, lapresencia en el aquí/ahora o lavacuidad, a veces, aparecía alguienque le planteaba:Y todo eso de qué les sirve a laspersonas que están siendotorturadas o viven guerras o pasan

hambre o están siendo desahuciadasde sus casas, a las mujeres violadasy lapidadas o maltratadas en sushogares?De qué les sirve?Ella a veces preguntaba: Es ésa tusituación? Alguna de ellas?Si es ésa tu situación, loinvestigamos y vemos cómo tesirve.Si no, vemos cómo te sirve estameditación (cualquiera que sea) ati, personalmente, en tu situaciónactual, en el momento presente.

Las instrucciones de Buda son unconsejo personal y no sirve de nadapensar en cómo les serviría, o no, aotras personas en otras situaciones.Esa posición, a veces, es una meraestrategia de la mente para evitar elmomento presente (esa oportunidadque resulta aparentemente tan dura),un escapismo más.

En cierta ocasión, mientrastrabajaba en un reportaje sobre lasmujeres en los campos de

concentración nazis, conocí amuchas personas que habíansobrevivido, en gran parte, graciasa superar el miedo que sólo sepreocupa por la propia seguridad.En los diversos trabajos querealizaban en los campos, muchasde ellas construían piezas paramáquinas, presuntamenteelectrodomésticos. Hasta quesupieron que en realidad erandestinadas a la fabricación dearmas que más tarde utilizaríancontra sus propi@s compañer@s.

Obligadas a trabajar, siguieronhaciéndolo, pero poniendo enmarcha mecanismos que hacían quelas piezas salieran defectuosas.Llevaron a cabo un auténticoproceso de sabotaje, una y otra vez.Aun a riesgo de sus vidas.Paradójicamente, el amor, lacompasión (pensar en los demás),la solidaridad, era lo que les dabafuerzas para sobrevivir en laspeores circunstancias.Y muchas de ellas sobrevivieronpara contarlo.

En uno de los encuentros deespecialistas occidentales enpsicología, filosofía, medicina yotras áreas científicas con el DalaiLama, un psicoterapeuta explicabasu experiencia con víctimas detorturas, cárceles y guerras en lasdictaduras americanas. Elplanteamiento occidental era ayudara todas estas víctimas a convivircon sus traumas del pasado.Por otra parte, ahora habíaconocido en Dharamsala a un gran

número de monjas y monjestibetanos que habían sufridotambién las torturas,encarcelamiento y muy durassituaciones baja la invasión china.Y, para su sorpresa, estas personasvivían una vida aparentementetranquila y sin traumas. Físicamentesanas, mentalmente apacibles y conun funcionamiento normalizado enla sociedad.Nunca habría pensado que estofuera posible en personas que hanvivido estos graves traumas en su

vida.Y sin embargo, así era.

Sin embargo, el hecho es que ennuestro entorno hay también miles,millones de personas quedisponemos de mucho más de loque necesitamos para vivir, sinafrontar intensos traumas deguerras, torturas, violaciones yterror cotidiano. Y no siemprecontemplamos la abundancia y lapresencia. Y quizás pasamos mástiempo sumidas en la tristeza, la

frustración, la crítica o el enfado,con el foco puesto en lo quecreemos que nos falta más que entodo aquello que se despliega anuestros pies.Al mismo tiempo, he visto a algunaspersonas viviendo situacionesduras, de profundo sufrimiento, quehan utilizado ese dolor paraconectar con la experiencia demillones de seres en el mundo queafrontan su misma situación -deenfermedad, duelo, etc. Personasque padecen enfermedades

dolorosas y devastadoras quereciben cada día como un regalo yaprecian simplemente la caricia delaire en el rostro cuando tienen laoportunidad de salir a la calle o deacercarse a una ventana.

Do the right thing.

Presencia cuando toca sufrir?Presencia?Ella se lo había preguntado muchasveces.Hasta que un día se dio cuenta deque "presencia" no significainstalarse en mirar la herida,obsesionarse con la herida, meter eldedo en la herida.Presencia no significa entregarse alas garras de la hipnosis, dejarseengullir por ella.

La presencia (a fuerza de presencia)transciende el dolor de la herida yreconoce el sueño.La presencia te libera del secuestroemocional producido por lahipnosis (kármica).La presencia, cuando toca sufrir, noes regodearse en el dolor como unasituación sin salida(como la aceptación no esresignación, porque la resignaciónno acepta sino que se resiente, sefrustra, se reafirma en su opinión deque "esto no debería ser así" y en su

sentimiento de injusticia).La presencia primero se entregay luego se da cuenta de que no haynada a lo que entregarse.Y entonces sí, sorprendentemente,puedes meter el dedo en la herida ydejarte engullir por el monstruo (lasituación),y, como en un sueño lúcido,la experiencia de dolor se hatransformado y por eso precisa otronombre.Y la experiencia de sufrimiento sedisolvió

y dejó paso a otra que tambiénrequiere otro nombre.Lo cual no significa que no hay nadaque hacer.Si aún estás en este mundo, en estaexperiencia humana, va a ser difícilparar el curso del río kármico, almenos el de las apariencias.Si aún estás en esta experienciahumana, con toda probabilidad, vasa seguir en movimiento.Y "haz lo que debas" (el acertadotítulo de aquella película de SpikeLee) es un buen lema.

La vida es un verbo.

Ha salido el sol.Contempla el sol mientras degustael café amargo y el pan de semillas,dulce al transformarse en la boca.Contempla el viento en las plantas yen la ropa tendida en los terradosde enfrente.Una máquina taladradora apareceen el silencio de la voz del viento yel tictac del reloj.Hace tiempo, en el sonido de lasobras en las calles buscaba un

ritmo, y el ruido acababaconvirtiéndose en una entretenidamelodía musical.Más tarde, en cualquier sonidoaparentemente molesto escuchaba elmantra de Vajrayoguini, la voz desu yídam.Ahora escucha la voz del taladro, eltictac del reloj y el viaje del viento.(Tan sagrados como cualquier otracosa).Se calla el taladro y hablan losobreros, sobre la mejor manera derealizar su faena.

El cartero se va acercando callearriba anunciándose en losinterfonos.Hola, M, te dejo un paquete conlibros en el ascensor.Gracias Miguel, que tengas un buendía.Camina el pasillo a la cocina, conla bandeja del desayuno en la mano,e inspira el olor a tierra mojada(que dejó en los techos, muebles yparedes el escape de agua del pisode arriba).Lo inspira y es tierra mojada.

Cómo lo vivirá cuando llegue elmomento de rascar paredes,reconstruir el techo del viejolaboratorio fotográfico y pintar,cuando haya que trasladarestanterías de libros y muebles, elpolvo flotando en el aire de la casa,cómo lo vivirá, eso ya se verácuando llegue el momento.Vuelve a la mesa y revisa loswhatsapps de la noche como unaventana abierta al mundo. O unapuerta abierta a uno de tantoscuartos, mundos, salas de

proyección.Un compañero de kárate rompe latendencia de bromas ingeniosas yplantea un tema para debate:Por qué la gente se interesa más porMessi que por Madame Curie?Puestos a ponerse serios, dice R, enuna conversación con una amiga medi cuenta ayer de la vida tansuperficial que llevo; tanto comome ha dado el kárate (másdisciplina, más seguridad yautoconfianza, me ha hecho máshumilde y sincero, honesto y

calmado, más, más y más), ya vasiendo hora de que yo devuelvaalgo a los demás, y he conectadocon una amiga que colabora en unaONG para gente sin hogar, y en elloestoy.Todo eso está muy bien, respondeE, pero no dice nada del tema dedebate. :)C les responde a los dos (dosbuenos temas de debate, dice) y seregocija de que surjan referentesfemeninos (Mme. Curie, la amiga deR) en un entorno tan androcéntrico

que cuando una mujer está de partose le aplaude al padre cuandoaparece por clase, y a la madre quevuelve se la recibe como si nada,algo natural.Y, por cierto, que la Curie tenía unnombre y se llamaba Marie.Risas y debate.Ella echa a un lado el móvil yacerca su cuaderno.Y se felicita por la nueva pluma quese desliza sobre el papel.Y se convierte en tinta mágica(trazos llenos de significado) sobre

el papel.Se convierte en el verbo deslizarse.En deslizarse.Alguien dijo que la vida es unverbo,no un sustantivo.

Las semillas del miedo.

El viento azotaba con fuerza lasramas de los árboles y los toldoscerrados en la terraza de lacafetería.El techo del cielo era gris yamenazador pero al fondo, en elhorizonte, se extendía una anchafranja de luz.(Como siempre, lo que seencontraba ante sí era como unametáfora de su propio interior.)Se preguntó por qué le llaman

"amenazador", al cielo que presagiaun estallido de lluvia, purificadora.Por qué no ver un estallido debendiciones?Recogió sus cosas y dejó su mesaen el interior de la cafetería, caminodel club deportivo.De camino, vería cómo está el mar,si invita al baño o no, según lamagnitud de las olas.Sin miedo, pensó.Sin miedo. Que éste sea el título deesta libreta, la bandera de estefragmento del camino.

Sin miedo al frío, a la muerte de losmíos, a las pérdidas, a dónde iránmis cosas cuando yo muera.A dónde iré yo misma, cuandoparezca que muero,A dónde iré, mientras parezca quevivo.Cada una de sus libretas recogíauna etapa de su vida. Pequeñeces dela vida diaria, lo que no se cuentacuando te preguntan cómo te va lavida, lo que no se recuerda pasadoel tiempo. Y esta libreta empezabaa hablar demasiado de sus miedos.

Los miraba a la cara y losdesmontaba uno a uno, es verdad,pero volvían a reaparecer, con unaforma u otra.Cuando se lo contaba a una amigade la sangha, lo entendió a laprimera."Las semillas del miedo", dijo laamiga.Eso es.Ella ya no se preocupaba por lascausas aparentes de sus miedos, nose dejaba engañar por eso.Sólo ponía su atención en el miedo

mismo. Las semillas del miedo, aúnen su interior.Y ahí estaba ella (como le habíadicho un amigo: al enemigo, defrente), plantando cara.Entregada.Contemplandosu propio guión.Su propio karma.Dejó la mesa en el refugio de lacafetería y salió a la Plaza del Mar,al viento, al mar.Sin miedo.Pensó que ése sería el título de esta

libreta.

El guión kármico.

Para ella, lo que se presentaba antesus ojos siempre era una ilustraciónde lo que se presentaba dentro. Aveces el viento, a veces las olas, oel mar calmado. Salió a la calle yencontró un cielo cubierto, oscuro,y al fondo, en el horizonte de mar,una franja luminosa y abierta.Le gustaba contemplar el guión quese desplegaba en su vida,desentrañar los signos. La vidacomo un libro que hay que saber

leer. (Ese lenguaje kármico que hayque aprender a comprender).La vida propia y la de los demás.Miraba a su amigo de la infancia,de visita en su ciudad. Le miraba aél, colega de su hijo mayor, y a sunueva pareja con el niño pequeño,de ella.Miraba a su amigo jugar con elpequeño, cuidarle, y al niñobuscarle. Con la confianza desentirse amado y cuidado. Miraba ala nueva pareja de su amigo,cuidarle a él, compartir su plato.

Pensó que cuando la pareja de unamadre le da unos gramos de amor ycuidados a su hijo (de ella), lamadre devuelve kilos de amor,atención y cuidados a su pareja.Pero esa ley también funciona alrevés: cuando su pareja es tacañade amor y atenciones con el hijo deella, la madre también podría sertacaña de atenciones y cuidados consu pareja. Quizás contra su propiavoluntad, sin ni siquiera saber porqué.Pero sólo es un personaje del

karma.Fue al cine. Pantalla grande. En lapelícula, el padre que había sidodistante y parco con el hijo pequeño(de dinero, atenciones, cuidados,amor) se enfrentaba ahora a unasituación de derroche inevitable conel hijo crecido, adicto al juego.Derroche. Inevitable. Y a ella se lerompía el corazón al ver elpersonaje kármico que le habíatocado interpretar al personaje delhijo en su vida adulta.Dudaba que en los estudios de

guión cinematográfico hubieraalguna asignatura sobre karmapersonal y colectivo, constelacionesfamiliares, lazos de amor o perdón radical.

No somos tan libres como creemos.Pero alivia el dolor y aligera eldrama (y la culpa) cuandocomprendemos el personaje que nostoca interpretar y la situaciónkármica de la que formamos parte.Por eso a ella le costaba tantojuzgar, sentir preferencias o

rechazos personales.Si al final cada cual interpreta elpersonaje que toca interpretar parala sanación propia y de los demás.Una oportunidad tras otra.Porque, como dijo el poeta, "aquíno se ilumina nadie hasta que no sehaya liberado hasta el últimomono".

Quizás la iluminaciónsea saber estar aquímismo.

A veces, cuando dolía, pensaba:Aún estoy aquí.¿O debería decir: Aún no estoyaquí?Quizás la iluminación, latranscendencia, consiste enentregarse a lo que hay, mientrasestá.No tanto surfear como hacer

inmersión.Siempre había disfrutado mucho losretiros, como una visita a un planetanuevo.Allá, en los retiros, lo llamaban"Tierra pura",y exploraban la renuncia, seentregaban a la renuncia.Qué dulce embriaguez, liberadora.Como un perro que sale del mar yse desprende del agua en su pelo,nos desprendíamos de todas lasapariencias del samsara, externas einternas.

No circulaban intoxicantes deningún tipo pero el efectoembriagador resultaba taninspirador.(Lo llamaban bendiciones).Pero a veces ella pensaba:¿Y si la auténtica liberaciónconsistía en entregarse a lo queaparece, las situaciones, laspersonas...?Contemplar, comprender, amarlo que aparece.En ningún caso renunciar, ignorarloo negarlo.

Su amigo solía decirle:Cuándo vas a decidirte a salir deese refugio tan cozy?Y ella respondía: Por qué?Por qué había de hacerlo?Ese "refugio tan cozy" para muchaspersonas resultaba un auténticoencuentro consigo mismas, con lasoledad, con las heridas sin sanar,con lo humano y con lo divino, ycon lo demoníaco también.No siempre era fácil.Para muchas personas no resultabaprecisamente cómodo y fácil.

Pero es cierto que para ella siemprehabía sido un paraíso, como unavisita al nirvana.Y por qué abandonarlo?Regresar a las apariencias noresultaba tan inspirador. No tanfácil. (No tan cozy)Pero quizás ahí estaba el auténticocampo de cultivo, donde practicarla paciencia y todos los demásobjetos de meditación.Así que pasar por "samsara", por lavida mundana, era como pasar porlas cosas sin tocarlas, para no

implicarse demasiado, para evitarel riesgo de contaminación.Y si se sorprendía sufriendo, enalgún momento, solía reconocer:Aún estoy aquí.Como una situación imperfecta,inacabada. Un camino sincompletar.Pero entonces sonaba otra voz:Y si, en realidad, lo que ocurre esqueaún no estoyaquí?

Y si no se tratara de salir de aquísino de estar aquí y ahora, dondeestás,plenamente, conscientemente,infinitamente.Eternamente.Y era como aquello que le dijo suamigo una vez:Cuando miras la montaña,al principio ves una montañay luego no ves la montaña.Y más tarde ves la montaña,pero ya no es la misma montaña.

Ya no eres la mismapersona.

A veces se reunían para meditar y aveces para compartir (hablar desdeel corazón), en el ágape, en torno ala mesa; a veces en retirosinformales de fines de semana, en lanaturaleza (meditación en grupo,paseo consciente); a veces paraprofundizar en la práctica personal,intercambio de dudas y aciertos,investigación.En el compartir sobre la práctica,

alguien explicó que lo que más lecostaba era ponerse a meditar asolas, en casa. En su vida cotidiana,sentía que la comunicación era másfluida y su estado emocional másligero, como si por fin estuvieraaprendiendo a vivir, pero lameditación formal era lo que más lecostaba. Y ni siquiera sabía si loestaba haciendo bien. Vosotrascómo lo hacéis?Entonces ella explicó una de susprácticas de meditación, en 8 pasos(aprendida, o inspirada, en su etapa

de estudio en la NTK); una fórmulaque la había ayudado a desarrollarconcentración, a profundizar en lasexperiencias de meditación yllevarlas a la vida cotidiana.

Los tres primeros pasos pueden serconsiderados una especie depreparación para entrar en lameditación. Deconexión de lasactividades previas paraconcentrarnos en el momentopresente. Un ejercicio de atenciónplena.

Los dos pasos centrales, como elcorazón de la meditación.(El corazón es importante, perotambién lo es el hígado, los huesos,la piel... Todos los demás pasos sonigualmente importantes).Y los tres últimos pasos puedenverse también como unapreparación para salir de lameditación y entrar en la vida de lavigilia, la vida diaria.

1. Sentarse. (En cualquier posicióncómoda y con la espalda recta, o

incluso tumbada, si fueranecesario). Parar el cuerpo. Ytomar conciencia de la quietud.Este cuerpo que está en movimientotodo el día y quizás también durantela noche, inquieto, ahora descansa.Le doy permiso para parar. Nadaque hacer, ningún lugar a donde ir.Moro en la quietud. Disfruto de laquietud física.

2. Parar la mente. Tomarconciencia de la quietud mental.Esta mente que está en movimiento

todo el día, recordando el pasado,proyectando el futuro, y durante lanoche, creando mundos, situaciones,experiencias, ahora se detiene parahabitar el presente, para descansaraquí, ahora.Disfruto del silencio, la quietudmental.

3. Motivación. Por qué voy ahacer esta práctica demeditación?En esta etapa observo cómo mesiento (atención), si últimamente

han brotado en mí experiencias decansancio, estrés, enfado,frustración, miedo... Y decido quevoy a hacer este ejercicio demeditación para desarrollar unaexperiencia interior de no-miedo, ode amor, fortaleza, vacuidad, paradesarrollar paz interior... lo que seaque deseo cultivar en este momento.Ahora estoy preparada para entrar(o seguir) en la meditación de unamanera consciente, atenta,despierta.

4. Investigación. (Tambiéndenominada contemplación omeditación analítica). Busco las causas de ese miedo,estrés, enfado o lo que sea que hayen mí en este momento y deseosanar. Lo investigo conpensamientos creativos y positivos(consciente de que esasexperiencias de sufrimiento estánahí por causas kármicas, sí, perotambién apoyadas y reafirmadas porpensamientos y experienciasequivocadas, que producen

sufrimiento).Esta fuente de investigación ocontemplación inspiradora puedenser reflexiones conceptuales, textosreveladores seleccionados de loslibros espirituales o en cualquierotro lugar. Un texto (el soliloquiode Segismundo en La vida es sueño), un haiku, una canción, un mantra,la respiración. Vale cualquier cosaque te resulte inspiradora a ti eneste preciso momento y te conduzcaa la experiencia que deseas,liberadora, de no-miedo, de amor,

compasión, etc.

5. Meditación de emplazamiento. Sueltas las herramientas utilizadas(pensamientos conceptuales o noconceptuales, la instrucción dedharma, el poema, el mantra, larespiración...) para llegar a laexperiencia obtenida (de paz, amor,la que sea) y te instalas en laexperiencia.Eres la experiencia.De esta manera, estabilizas estaexperiencia (de amor, fortaleza, no-

miedo, paciencia, comprensión,vacuidad...). Se hace más profunday estable en ti. Se desarrolla, comose desarrolla un músculo al usarlo.Eres lo que practicas.

Unos ejemplos como ilustración:

Pongamos que has percibido unasensación de miedo, últimamente.Miedo a perder, a tomar lasdecisiones equivocadas. Quizáspienses: “Esta tacañeríaemocional surge de una ilusión de

separación que me hace pensarque puedo perder algo si está enotra parte”. Quizás sóloidentificar la ilusión te hagareducir o disolver esa hipnosis deseparación, y automáticamentesurja una experiencia de alivio, deliberación. Y te instalas en esaexperiencia de conexión gozosa.

O tal vez me de cuenta de quecualquier adversidad o pérdidaque ocurre en mi vida es de granimportancia, rayando el drama,

mientras que si lo mismo le ocurrea mi vecina me parece que no espara tanto, así es la vida.Comprendo que quizás lo que meduele tanto no es la situaciónmisma como la importanciapersonal que me atribuyo.Y en esa comprensión surge unahumildad reconfortante, unaexperiencia de compasión que meiguala y me conecta a los demás.Y suelto mi pequeño yo paracompartir el yo que lo englobatodo.

O bien recuerdes: “Llegué sinnada a este mundo y me iré sinnada. Todo lo que creo que tengoes prestado y, de hecho, ya se estáyendo. Es cuestión de tiempo. Porqué dejar que los objetos que creoposeer me posean, y que missupuestos intereses me esclavicen?Por qué no vivir la vida como si yalo hubiera dejado todo (es cuestiónde tiempo), y paso simplemente agestionarlo con apertura ygenerosidad, sin ansiedad, sin

estrés, sin miedo?” Quizás empieces a sentir unaexperiencia de ligereza, confianza,libertad, conexión, amor. Teinstalas en esa experiencia gozosade conexión y amor. Resides enella. Eres este amor que lo englobatodo. Sin miedo.

Puede ocurrir que no sea tan fácilmantenerse en esta experiencia yte des cuenta de que la hasperdido, te has distraído y estáspensando en la cena de esta noche.

Recuerdas de nuevo el objeto demeditación, la experienciamagnífica en la que te hallabas, yretomas la contemplación(reflexión, instrucción del dharma,mantra, canción o poema) que tecondujo a la experiencia.Como volver a echar más leña alfuego para avivar la llama.La leña es la contemplación (lainvestigación, la meditaciónanalítica), la llama es laexperiencia, la meditación deemplazamiento.

La contemplación es como el dedoque señala la luna (la experienciadel emplazamiento).Puedes mantener la meditación deemplazamiento durante 15minutos, o 20, o 10, o 5, el tiempoque consideres oportuno, sinforzar demasiado.

Los tres últimos pasos nos ayudan asalir de la meditación de una formacreativa y útil.

6. Determinación.

Aún en esta experiencia meditativa(de amor, libertad, no-miedo,confianza en la vida...) y a punto devolver a la vida cotidiana, tomo ladeterminación de llevar este estadointerior a la vida diaria, y enespecial a las situaciones másconflictivas.Es importante concretar, recordarlas situaciones específicas quefácilmente nos producen malestar, ynos visualizamos ahí protegid@spor la actitud en la que nosencontramos en este momento.

Este paso nos ayuda a establecer unpuente entre la experiencia demeditación formal y su aplicaciónen la vida cotidiana.

7. Dedicación. Dedicas la energía positivagenerada por este ejercicio demeditación para algún objetivo,externo o interno. La curación deuna persona enferma, la paz, lafortaleza o bien que se estabilicepermanentemente esta experienciaque vives en este momento.

Quizás sientes que no tienes nadaque dedicar porque no has hechonada, te has pasado el tiempodistraíd@ o intentando echar leña alfuego, sin éxito.Aún así, no te has levantado, hasestado ahí, y puedes dedicar lapaciencia, la intención, etc.

8. Salir de la meditación.Por qué es un paso salir de lameditación? Porque no consistesimplemente en abrir los ojos oestirar las piernas o ponerse de pie

y volver a las tareas diarias.Sales de la meditación conscientede que quien sale es alguiendiferente de quien entró. Alguiencon una experiencia interior másestabilizada, más profunda. Con elpuente con la vida cotidiana másmarcado y seguro, más corto cadavez. Porque cada vez la meditaciónformal y la informal están más cercay están a punto de ser lo mismo.Quien sale de la meditación esalguien que ha dejado que emerjaalguna faceta del Buda que lleva

dentro, o el Buda mismo; se haquitado de en medio (su yo).En última instancia, se ha disueltosu yo.Thich Nhat Hanh dice que "elobjetivo de toda meditaciónconsiste en desembarazarse del yo,porque de él nace el sufrimiento".(Estás aquí. La magia del momentopresente),Es como haber estado todo eltiempo de la meditaciónconfeccionando un vestido de fiestay ahora salimos de la meditación

con el traje nuevo puesto.Un vestido de fiesta interior.

Elige tu sueño.

Soñó que su cuerpo había dejado defuncionar.Venía de una celebración religiosa.Meditación, cánticos, mantras,rituales que ella no comprendíapero que resultaban bellos decontemplar, en especial por laconcentración y la devoción dequienes los llevaban a cabo.De vuelta a casa, el paisaje era elmismo que ya conocía pero lapercepción diferente.

Ella era consciente de que supercepción era diferente a aquéllacon la que estaba familiarizada.Como siempre, sentía que aquelloque percibía era sólo unaproyección de su mente, pero ahoralas dimensiones y proporcioneseran cambiantes, y diferentes deaquéllas a las que estabaacostumbrada, así que elconvencimiento, la constatación (lascosas no son como las percibo) eraaún más profunda.Cuando se durmió, soñó que su

cuerpo había dejado de funcionar.Abrió los ojos y todo era oscuroexcepto una tenue luz.Silencio y quietud.No podía mover el cuerpo.Prestó atención, pero tampocoescuchaba nada a su alrededor.Pensó: Estoy en coma.Cómo he llegado hasta aquí?Pensó: Probablemente un accidente,atropellada mientras venía enbicicleta, dada mi percepción tanpoco precisa.Han cambiado las condiciones,

pensó. Sólo te queda familiarizartecon esta nueva situación.Pasadas las horas reconoció queaún estaba aquí, en estascondiciones conocidas.Sin alivio ni tristeza.Al final, la vida es un continuoproceso de adaptación.

Cuando se lo contó a su amigo, ésteparecía sufrir conforme escuchabala narración.Qué experiencia tan negativa, dijo.Negativa por qué?, preguntó ella.

Bueno, no soñabas que volabas o teexpandías de gozo, respondió él;soñabas que te morías.Que cambiaban las condiciones, sí -reconoció ella.Y tomó nota.

Ciertamente, su amigo tenía surazón.Recordó el libro que acababa deleer de un tirón. El monje, de ThichNhat Hanh.Inspirador.La historia de una mujer vietnamita

que se hizo pasar por hombre paraentrar en un monasterio.Una vez convertida en un monje, fueacusado de ser el padre de unacriatura, que abandonaron en elmonasterio dejándola a su cuidado.Y se hizo cargo de ella a pesar deque eso daba pie a más habladurías,al ser interpretado como unreconocimiento de su culpa.Murió a los 28 años.Dada su vida, su práctica, susrealizaciones, su ejemplo, despuésde ella (al descubrirse su identidad

femenina al morir), se creó elprimer monasterio para mujeres enel país de Giao Chau (antiguaregión china en el norte deVietnam).Qué le resultó tan inspirador?Que siempre la protegió el amor.Pasara lo que pasara, comprendíalas flaquezas y el sufrimiento de lasotras personas.Vivió feliz, aun cuando su marido laacusó de intento de asesinarle;cuando se vio obligada a abandonarel hogar; cuando fue señalada por

Mau como el padre de su hijo;cuando la castigaron a latigazos porhaber mantenido relacionessexuales siendo monje y podía serexpulsada del monasterio.En todo momento la protegía suconciencia libre de culpa (que noculpaba a nadie, ni a l@s demás nia sí misma) y murió feliz,meditando en el amor universal,ecuánime.

Que a mí también me proteja esetipo de amor, pensó cuando cerraba

el libro, acabada la lectura.Que me proteja ese tipo de amor, enla vida y en la muerte.

"Tras acabar de escribir las cartas,Kinh Tam se sintió completamenteagotada.Soltó el pincel de tinta, apagó lalámpara de queroseno y,enderezando su postura, empezó aalimentar su cuerpo con losejercicios de meditación centradosen la respiración.Una vez que cuerpo y mente se

hubieron calmado, Kinh Tam entróinmediatamente en la Concentraciónde la Bondad Inconmensurable.Tras alcanzar un gran nivel deconcentración en este estadio, elnovicio avanzó hacia laConcentración de la CompasiónInconmensurable.Una vez lograda la plenarealización de esta concentración,ingresó en la Concentración de laAlegría Inconmensurable.Una sonrisa dichosa se abría en elsereno rostro del novicio.

Con toda la fuerza de laConcentración de la AlegríaInconmensurable inundando su ser,Kinh Tam entró en la Concentraciónde la EcuanimidadInconmensurable.En esta concentración, la bondad, lacompasión y la alegría abrazaron alnovicio y a todos los seres delmundo; no había discriminaciónentre seres amados y enemigos.El novicio abrió plenamente sucorazón a todos los seres.Concentró toda su atención plena en

su madre, su padre, su hermano, sumaestro, su marido, Mau, en su hijo,en sus hermanos en el Dharma y entodos los seres con los que se habíacruzado en sus 28 años de vida, yen todos los demás.Entonces, con una sonrisa, dejómarchar el cuerpo y la vida.Firmemente sentada en posición deloto, Kinh Tam murió".

Ella pensó en las palabras de suamigo; realmente, en su sueño no"volaba", simplemente contemplaba

el cambio de condiciones.Por qué, cuando creía que moría, noaprovechó ese momento paratranscender las apariencias, paraamar, para "volar", como decía elamigo?Por qué aún se mantenía presa delas apariencias?Cierto es que se sentía desprendidadel cuerpo y sin dolor, pero aúncreía las apariencias. Se adaptaba aellas. Pensaba “éstas son las nuevascondiciones, familiarízate”.Por qué no las transcendía, ya que

las condiciones que aparecían en símismas no eran las"transcendentes"?Por qué tengo que esperar a queaparezcan (la bondad, la alegría, laecuanimidad inconmensurables deKinh Tam), por qué no las creo ya,ya mismo?Por qué no elijo ya mismo mi formade moriry mi formade vivir?

Es ahora o nunca.

Querido amigo:Aquí estamos, en el caminokármico, con momentos deembriagadora libertad y momentosde separación y miedo.Te diría que ahí estamos,aprendiendo; pero, en realidad, yocreo que más bien desaprendiendo,todas las viejas creencias, soltandolas inercias, las costumbres.Yo creo que "saber estar aquímismo" (eso que digo tanto

últimamente) no consiste meramenteen contemplar, aceptar y adaptarseuna vez más a las nuevascondiciones (siempre cambiantes).Quizás se trata más de no esperarotro momento (el momento de lamuerte, esa oportunidad, segúntantas escrituras espirituales) parahacer aflorar "la bondad, la alegría,la compasión y la ecuanimidadinconmensurables" (por ponerleunos nombres; el "despertar" es otronombre), que dicen que experimentóKinh Tam al dejar su cuerpo.

Si no lo practicamos ahora (almenos, lo ensayamos), no va a saliren otro momento.Es ahora o nunca.Saber estar aquí es vivir el presentecomo si cada instante estuviéramosen el esplendor de la "iluminación".Evitar caer en la trampa de que seconvierta en un mero sueño defuturo.Es ahora o nunca.Lo descubrimos con "Alicia en elpaís de las maravillas", "El magode Oz", el soliloquio de

Segismundo de "La vida es sueño" ytantas revelaciones compartidas,humanas y divinas: que el camino esotra alucinación. Que ya estamosdonde hay que llegar.Que el final del camino está aquímismo.Que es ahorao nunca.

Hacer limpieza.

Jueves y sol, primavera.La lavadora tendida, el terradoinvadido por un sol primaveral.Lo último que retiraba de la mesadel desayuno era la tostadora depan, el calentador de agua y lacafetera.Todo lo demás recogido en lacocina, la mesa despejada, podíaescribir cómodamente, indagar en elmundo que aparecía ante ella, aquíy ahora, al calor que aún

desprendían la tostadora, elcalentador de agua y la cafetera,con el aroma del café y el pancaliente aún flotando en el aire.Volvía del terrado, del aroma desol y primavera, y entraba en elcuarto de aroma a café y pancaliente.Tenía una cocina, un cuarto dondecomer, un terrado donde tender laropa, aireada al sol y la brisa delmar y los árboles del Montjuic, quémás podía pedir?Una paloma camina pausadamente

por el techo de la galería.Ve claramente sus patas y su cuerpoatravesar el techo de cristal.Qué más podía pedir?Tenía un piano heredado dondeentretenerse a ratos.Una casa limpia.No era el lugar zen donde legustaría vivir,blanco, luminoso y vacío deobjetos,pero intentaba que no le molestaratanta acumulación de lo que ellallamaba "basura".

Libros y discos que podía regalar alas visitas, juegos de mesa paracuando llegaban l@s niñ@s,altavoces sin uso, "pero quefuncionan". Tantas cosas sin uso,pero que funcionan. Innecesarias.Miraba su entorno y veía su mundo,su mente.El mundo que proyectaba comoreflejo de su propia mente.Dónde estaba la "desalineación" dela que hablaba Josep Soler en sulibro, "El lenguaje del alma"?En que se había acostumbrado a

vivir en un mundo de acumulación,demasiado lleno (su mentedemasiado llena), sin que lemolestara (demasiado)?Decidió que tenía que revisar sumente, toda la "basura" acumuladaen su mente, todos los objetos de lamente no necesarios (funcionen ono, si no son necesarios ni deutilidad personal, de qué lesirven?), el ruido, todos esosobstáculos en el espacio.Qué solía decir de la comida,cuando no tenía hambre?:

Lo que no necesita el organismo,acumulado, se convierte en toxinas.Pues lo mismo con los objetos de lamente no necesarios, ocupandoespacio, que te distraen, y seconvierten en toxinas.Decidió empezar a desprenderse(otra vez) de los objetos nonecesarios de su mundo exteriory de su mundo interior.

El amor te dasuperpoderes.

Habían quedado para la prácticasobre la práctica. Para compartir elestado de la práctica personal, losavances y las dificultades en lameditación formal y en la vidacotidiana. Siempre empezaban conuna meditación en silencio. Luego,alguien propuso explorar el miedo.El título de uno de los últimoslibros que habían estudiado, deThich Nhat Hanh.

A qué le tienes miedo? Cómo loafrontas? Cómo te ayuda el dharma?O cualquier otra herramienta, cómote ayuda?Apareció el miedo a la soledad, ala enfermedad, al dolor físico. A nodejar tus asuntos resueltos cuando tevayas, como nuevas situaciones deconflicto y confrontación entre losseres queridos. Alguien dijo: Mimiedo profundo es a no poder amar.

El amor (el buen amor) me protegede todos los miedos, los disuelve.

Como en la novela "El monje", deTNH, el amor por los demás lleva ala protagonista, instintívamente ysin esfuerzo, a comprender aquienes aparentemente la atacan, dela misma manera, siempre, el amordespliega automáticamente lacomprensión, la empatía que noshace conscientes de las debilidadesde los demás, de sus heridas, deldolor que les hace atacar dandopalos de ciego a diestro y siniestro,y si pasabas por ahí y te toca ser"Diestro" o "Siniestro", no es nada

personal.El amor te protege del egocentrismoque convierte al otro en "el otro",en una amenaza, el enemigo, el malode la película; el egocentrismo quedistorsiona las cosas haciéndotecreer que eres el centro de todo,presa fácil para los "palos deciego" de los demás. Elegocentrismo que te convierte envíctima fácil.

Mi miedo profundo es a perder elamor (el buen amor) que me

protege.Porque cuando lo pierdo aparecentodos los miedos, las viejasheridas, los dolores.Lo noto en la boca del estómago oen la presión en la cabeza o endiferentes pequeñas molestias quese mueven y alternan por diferentespartes del cuerpo.Lo sé porque cuando siento el amor(el buen amor que lo comprendetodo), no hay nada que me hagadaño, nada que me dé miedo.Ni la soledad, porque entonces veo

con claridad que la soledad es unailusión que surge de la hipnosis dela separación, pero esabsolutamente ficticia porque nohay nada que "es" inherentementesino que todo "inter-es".La soledad es una alucinación deseparación, cuando en realidad todoestá conectado.

El amor te hace fuerte. Te inmunizaante todos los males y todos losmiedos.Destruye a todos los maras, los

debilita hasta verlos desaparecer.El amor te protege ante todo tipo depeligro y de toda clase desufrimiento.El amor te da superpoderes.La kriptonita de Superman era laignorancia del egoísmo que separay debilita y produce ese miedoprofundo. Como una enfermedadmortal.Porque la muerte sólo existe desdeel punto de vista del egoísmosegregador.Pero el amor que te conecta te hace

inmortal.Te da superpoderes.

Ella lo sabe, que cuando laabandona el amor la vida es uninfierno.Que la diferencia entre samsara ynirvana está en el amor.Que el amor lo purifica todo (lamente que te separa y teme ycondena).Que el amor te hace fuerte y libre.Y destruye todos los miedos.Como si te diera superpoderes.

El miedo más profundo que tengo,dijo,el miedo que alienta a todos losmiedos, es a perder el amor que meprotege.Que nos protege.El amor que me protege y protege atodos mis seres queridosy a todos los seres.

Y no me dejes nuncamás.

Algo ha cambiado.Lo sabe cuando respira aliviada ypiensa "Ya estoy de vuelta en casa.Espero que dure".Porque hubo un tiempo en que lanormalidad era otra cosa.Recuerda aquella vez que regresóde su primer retiro de Alto YogaTantra, y su mundo había cambiado.Como si se manifestara el yoga dela purificación de los seres

migratorios sin ningún esfuerzo.Todo era perfecto.Todo estaba bañado por una miradade ternura divertida, conmovedora.La Tierra Pura está aquí, sentía,como un sorprendentedescubrimiento.Los auténticos héroes y heroínastántricos son los seres humanos, ylos no humanos, animados einanimados.Así era. Cómo no lo había vistoantes.Luego, su voz escéptica (su yo

escéptico) le decía:"Esto se va a acabar en cualquiermomento. Estoy preparada".Ese yo que sabía que todo acaba, enespecial las experiencias detranscendencia, o místicas, orománticas, o de amor.Vienes de un retiro de meditación yoración y aún estás bajo lainfluencia de la hipnosis espiritual.Como un enamoramiento.Pero, como una estela, ya se estádisolviendo. Aunque no te descuenta.

Pasó una semana y pensaba: Esto seva a acabar. Estoy preparada.Pasó un mes y se recordaba a símisma, aún asombrada por su largaestancia:Antes o después se va a acabar,estoy preparada.Pasaban los meses y no dejaba derecordárselo: Estoy preparada.Pasaron los años y algo hacambiado. Lo sabe porque, ahora,cuando regresa la alegría apaciblees cuando se siente en casa.Y es cuando reaparecen viejas

experiencias de miedo,preocupación, ansiedad o estrés,cuando piensa:Vaya, ahora toca que madure esteviejo amigo (el miedo, o el estrés, olo que sea).Y se sienta a contemplarlo, laexperiencia mental y la física(también materializada en sucuerpo): el dolor de cabeza, laacidez en los tejidos, la pesadez deestómago.Y ya no se cree las supuestas causasexternas, tan diminutas (lo sabe

porque cuando está bien, centrada,situaciones mucho más potentes noproducen estas experiencias desufrimiento).Así que cuando vuelven viejasexperiencias de miedo opreocupación, las contempla comonubes en el cielo, aparentementeinmóviles y estables, sin viento,aparentemente.Hasta que llega el momento de ladisolución. Por sí mismas,independientemente de sipermanecen o no las condiciones,

las supuestas causas externas.Hasta que un día, quizás un día deviento, todavía, un día gris, denubes oscuras en el cielo, quizásestalla la lluvia y ella se descubrecontemplándola como si fuera el solmás radiante.Sospecha que es una lluviapurificadora porque todo está bien.Ha vuelto la calma a su interior, laalegría, el amor sin esfuerzo. Lapurificación de los seresmigratorios.Da igual si el día es gris o claro, si

sopla el viento o brilla el sol o hayestallidos de tormenta.Y ahora siente: Por fin de vuelta acasa.Y ya no lo ve como una nubepasajera.Sino como el cielo claro y estable.Ahora, la fascinación, la hipnosis,es el sufrimiento, cuando madura.La nube pasajera es la ilusión dedesconexión, separación y amenaza.Algo ha cambiado.Lo sabe porque, cuando todo está enorden en su interior, ya no piensa:

Esta fascinación se tiene que acabaren cualquier momento; estoypreparada.Ahora siente que vuelve a casa.Espero que dure.(Como cuando Franco Battiatocanta "Y no me dejes nunca más" )Es lo mismo.Pero no es igual.

El retiro en la vidadiaria.

En la antesala de finalizar la sesiónde meditación, en el momento decompartir, a veces se compartenexperiencias personales y a vecesel silencio. Tras unos minutos desilencio, ella llevó las manos juntasa la altura del corazón y las demáspersonas sentadas en el suelo, encírculo, le respondieron de lamisma manera, como señal deescucha atenta.

Hace tiempo, en el transcurso de unretiro -explicó-, a la hora de lacomida, el maestro se sentó a milado y en un momento dado lepregunté: Cómo te gustaría morir?Ella miró con complicidad y unamago de risa a algunas personas dela sangha, que respondieron con unarisa cómplice, conscientes de su"monotema", como ella lo llama, eltema de la muerte, su referente tanpresente. No sé por qué le pregunté eso -bromeó ella-. Quizás tenía que ver

con el contenido del retiro. O no. Elcaso es que el maestro pensó unmomento y luego me respondió:Me gustaría morir en un retiro.Y yo le entendí -dijo ella-. A mítambién me gustaría morir en unretiro, quizás.Porque cuando estás fuera es fácilque el guión te atrape y te secuestre.Te lo crees y te dejas arrastrar porlo que parece que ocurre, laconsecución de escenas. El sueñoparece tan real cuando estás bajolos efectos de la hipnosis.

Y el retiro te permite ver la películacomo la película que es.Y sueltas apegos y aversiones ycreencias, y te instalas junto alproyector, acomodada en laapacible ligereza.Y sientes que, si ahora me fuera,soltaría sin esfuerzo. Fluiría sinesfuerzo.Si ahora me fuera, todo saldríabien.Pues bien -concluyó-, una vez a lasemana, cuando nos encontramosaquí, la sangha, para meditar, es un

auténtico retiro para mí.Una hora de retiro a la semana,como una isla de paz, el retiro queme alimenta.Gracias por hacerlo posible.

Como siempre, había hablado desdeel corazón, y sin embargo, mientrashablaba al final de su compartir,sentía que no decía toda la verdad.Indiscutiblemente, ésa era unainestimable ocasión de retiro engrupo, cuando se encontraba para lameditación con la sangha.

Pero también evocó sus desayunos,como un auténtico retiro en soledad.En la soledad del tictac del reloj ylos sonidos del silencio doméstico.El aroma a café recién molido,recién hecho; el cardamomo. El pantostado. El aceite de oliva en elpaladar, las aceitunas negras. Eseritual. Esa isla sagrada. Ese retiro.Y evocó el momento de irse adormir. Entregarse al descanso,"nada que hacer, ningún lugar adonde ir". La conciencia atenta enel instante, antes de perder la

conciencia. Alargando laconciencia atenta. Esa isla sagrada.Ese retiro.Y evocó el despertar cada mañana,sin prisa. Cuando contempla enmundo que se despliega ante ella,cambiante, el imparable argumento,en marcha.Y evocó su cita diaria con el mar,sentada en la orilla, frente a lainfinitud. Las olas cambiantes.Haciéndose y deshaciéndose.Levantarse y caminar, y fundir sucuerpo de aire en el cuerpo de agua.

El día colmado de islas sagradas, yla noche.Repletos de retiros.Porque ya no sabía vivir de otramanera.

Aquí, ahora.

A veces tocaba retiro.A veces, ella decidía no sumarse,aparentemente.Quizás porque no le salía a cuentala excesiva energía de lospreparativos (madrugar, las prisas,el viaje en coche, quizás el avión,la muchedumbre, la excesivaactividad para llegar a la quietud).Y entonces optaba por quedarse encasa y tomar parte en el retirocolectivo desde su retiro en

soledad.Y así, abría los ojos en un despertarconsciente, relajado y sin prisas;el larguísimo ritual del desayuno ensoledad, moviéndose pausadamenteentre los sonidos del silencio;caminata de atención plena por lamontaña, tres horas de respiraciónverde y aire limpio y fresco;lectura y meditación formal al caerla tarde.Incluso poner la lavadora ycontemplar la ropa secándose al soly al viento, formaba parte de la

práctica (purificación), y ponerse laropa limpia era como vestirse conuna piel nueva de recién nacida.Llamó a su amiga, de vuelta delretiro.Estaba cansada, del viaje, perocontenta. Y tú?Bien, yo bien.

Los colores del cielo claro pordetrás de las nubes iluminadassobre la iglesia encendida en lacima del Tibidabo, parecíancelebrar la despedida del día y dar

la bienvenida a la noche.Voces de niñas de paso por la calle,camino de casa. Mañana vuelve aser día escolar y hay que recogersetemprano.Un coche pasa con la músicaescapándose por las ventanas.Un Paco de Lucía joven toca unostangos a la guitarra:“Yo sólo quiero caminar como corre la lluvia en el cristal, como camina el río hacia la mar”.

En silencio, para oír lavoz de Dios.

A veces siente como que algo está apunto de pasar.Quizás mientras está limpiando lacocina, cuando descubre ciertasuciedad donde no se veía, y cuentacon las herramientas adecuadaspara disolverla y retirarla, y lasuperficie vuelve a ser limpia ysuave.Limpia pausada y silenciosamente,como si algo estuviera a punto de

pasar; atenta, para no perdérselo.A veces se despierta y el día es grisy las nubes anuncian tormenta.Como si algo estuviera a punto depasar.Y ella se entrega: Aquí estoy.A veces escucha una canción que haescuchado mil veces, o quizás unanueva canción, y siente un crujidoen su corazón y piensa:Un día habrá que hacer un retiro desilencio y música y lágrimas.

Algo está a punto de ocurrir y no

puede hacer más que esperar.No quiere moverse, ir a ningúnlugar, hacer nada.Quieta, en silencio, a la escucha.Estoy preparada.

Hace años, con su grupo demeditación, a veces alquilaban unaparte del monasterio de unas monjasdominicas y la transformaban porunos días en una gompa budista. Delas celdas a la sala de meditación,los pasillos estaban llenos deimágenes sagradas que invitaban a

la devoción, el recogimiento y elsilencio, con frases inspiradoras deltipo: "Sólo hablaba con Dios o deDios".En su primera visita al convento deSigena, la monja había accedido aque se quedara allí unos días, acondición del silencio, decía, "parapoder escuchar a Dios".

Un día, hace tiempo, le dijo a sumaestro budista que no entendíamuy bien eso de rogar y rogar ypedir a los Budas sus bendiciones,

y mucho menos entendía lanecesidad de viajar a sitios lejanosen busca de las bendiciones de losBudas."Yo creo que los Budas ya estánhaciendo su trabajo; lo que importaes que yo esté abierta a percibirlo,allá donde esté".El maestro le rió la irreverencia.Siempre había sido una irreverentey un día él le dijo que lo peor noera eso, lo peor de todo es que ellano tenía un guía espiritual.Ella le miró con sorpresa y le creyó

a pies juntillas, porque se lo decíasu guía espiritual.Pero lo que nunca habíacuestionado su maestro era su fe, suentusiasmo. El entusiasmo quetransmitía, su convicción, sualegría. Su amor.Eso nadie se lo había cuestionadoen su vieja familia espiritual.

A veces se despertaba con laagenda llena de posibilidades peroveía cómo se le estiraba el presenteen la quietud. Presente.

Claramente clara de que todo estáaquí, en este instante.Las bendiciones de los Budas, lavoz de Dios, están aquí, en estepreciso instante.Y hacía silencio, para escucharla.Y se movía callada y pausadamenteen su pequeño espacio mientraspreparaba el desayuno o recogía,lavaba los cacharros en la cocina uordenaba la habitación.Con movimientos sutiles, para nohacer ruido.Por si se despierta ese sentido que

le permite oír la voz de Dios.Por si se descorre ese velo.Por si percibe la presencia sagrada(las bendiciones de los Budas) en eltictac del reloj, el motor delascensor, la voz de la vecina alllegar a casa, el saludo del perro,las gotas de lluvia al caer.En silencio, para oír la voz de Dios.Presente, para que la encuentrepresente.No quería distraerse, por siaparecía la voz de Dios o lasbendiciones de los Budas.

Ofrecida, entregada, rendida a suvoluntad, para no luchar más con lavida, para fundirse con ella.Para reconocer su identidad en laVida misma.Qué otra cosa podría ser?Y no quería distraerse de lo queera.En el silencio o en los sonidos; enla soledad o en la compañía.No quería distraerse y dejar depercibir a Dios (ella misma, eseinterser) en cada aparición kármica.

No perder la oportunidad en cadaoportunidad que le ofrecía la Vida.Hasta que sucediera sin esfuerzo.

Mientras dure.

Le encanta el sonido del viento.Literalmente. Detiene todo movimiento, acalla lospensamientos y sucumbe alencantamiento del sonido delviento.Su voz, que la despierta.La luz en su cuarto (en su gompa, susantuario privado), al caer la tarde.Como un encantamiento.Los sonidos del silencio de la tarde.El aroma que desprende al calor del

sol la pastilla de amber musk jamid,impregnando el aire de lahabitación.Su corte de pelo (se lo devuelvenlos espejos de la pared de armariosempotrados, multiplicandoilusoriamente el espacio y la luzque entra por el balcón).S. insistió tanto; no hay nada comotener un amigo peluquero al que leimporta la salud de tu cabello.Pero lo que más aprecia es sucapacidad recobrada paradisfrutarlo, otra vez, este gozo

profundo que a veces se le escapa.Los viajes a los que la lleva de lamano el último libro recibido (Unaguía a los estados más profundos dela meditación, de Bhante H.Gunaratana).Los cuentos de Ajahn Brahm.El libro verde sobre el tatami (Uncanto a la vida, de TNH).Las meditaciones analíticas ycontemplativas con la lectura deComprensión de la mente, de GKG.El forro de tela bordado con hilosde plata, que protege El sol de la

sabiduría (Comentarios sobre lasabiduría fundamental del caminomedio de Nagarjuna).Las confidencias poéticas de Teresade Ávila.Tantas buenas compañías,inspiradoras.El retiro de silencio y soledad en elconvento de Sigena, a partir demañana.El silencio, la soledad y el calordel sol en su propio espaciopersonal, hoy mismo. Aquí, ahora.Pero sobre todo, lo que más

celebra,es el regreso del goce profundo ensí mismo.La apertura, la fe, la disolución. Laentrega.Esa muerte gozosa que ha vuelto.Seguramente no para quedarse.Pero aquí está de nuevosu amante infiel.Mientras dure.

Dile que le quiero.

Se siente feliz.Desconoce el nombre de esos tresárboles altos, juntos, de troncoblanco y hojas ligeras, flexibles yresistentes. Vapuleadas por elviento, crean una sinfonía en sudanza. Pero ninguna hoja esarrancada de su lugar.Se sienta bajo un pino (lo sabe porlas piñas redondas en sus ramas),frente a los tres álamos, apresenciar su coreografía, su canto.

La voz de Dios.Allá donde va, en medio de lasoledad del convento de clausura,se encuentra un hábito con lahermana Estrella dentro. Lahermana Estrella fue la personadesignada para recibirlas,acompañarlas a sus habitaciones,explicarles el funcionamiento yponerse a su servicio.Allá donde va se la encuentra(como una aparición entre losmuros, los patios y claustrosdesiertos), con el rostro iluminado

por una sonrisa que transciende suslabios y sus ojos achinados.Ella le pregunta a la monja por sualegría; por cómo siente lapresencia de Dios; si habla conDios y qué le dice.Finalmente se despide de lahermana para adentrarse en el patiolleno de árboles y cantos de pájarosy nidos de cigüeñas.Le dice: Voy a ver si escucho la vozde Dios.La monja se ríe. En realidad nopara de sonreír.

Dile que le quiero, dice la monja.Se lo diré, responde ella.

Desayuno en casa.

Desayuno en casa.Y se siente, también, en ese patiodel convento de Sigena,bajo el pino, junto a los álamos.Tres, como la santísima trinidad.Madre, hijo y el amor universal.Aquí todo es perfecto también.El olor de la cafetera y el pancaliente. Y el limón reciénexprimido.El plato de la cerámica artesana quesurge de las manos de las monjas de

clausura.El tictac del reloj.Los avisos de los whatsapps debienvenida de vuelta a casa.La alegría de MJ ("Feliz día. Yo mesiento feliz, con nubes o con sol olluvia"), cada día más enamorada.RM compartiendo sus lecturas deNisagardata mientras espera suturno en la oficina de Hacienda.El recuerdo de las monjasinvocando la voz, la presencia deDios,invocando la gracia para percibirlo.

La imagen de Pablo Domínguezcelebrando la eucaristía a solas,para sí mismo, en lo alto de la cimade las montañas que escalaba.Antes de morir como deseabamorir.Celebrando a Dios, engulléndolohasta que alimente no sólo su almasino el aire en sus pulmones, lasangre en sus venas y las células desus tejidos.Donde las monjas dicen Dios elladice Vida, cuestión de semántica.Se relacionaba y conversaba sin

prejuicios.Cuando ella hablaba de práctica yde integrar, la hermana E. hablabade presencia ("Cómo puedoenamorarme de una práctica? Deintegrar ? Yo sólo puedo amar a unser, a una persona. La alegría deamar a una persona presente").La monja hablaba de Dios, deenamorarse, de vivir enamorada.Y ella apreciaba el matiz.Porque ella también hablaba de lapráctica del amor, de integrar elamor, de la presencia de Dios

(llámale Vida) en cada apariencia.De la confianza en la Vida (llámalekarma).De la fe absoluta y la entrega a laVida (llámale Dios).Al final, pensaba, todas ellas semovían por creencias y por fe.La hermana E. decía: Yo no creo,yo sé.Y te mostraba los resultados, laconfirmación,en la alegría del amor en sus ojos.Ella hacía tanto tiempo quesospechaba que no sabía nada.

Por eso se dejaba llevar por elcorazón.Observaba las inclinacionesespontáneas de su corazón, el motorque la movía.Y así fue como descubrió suprofunda confianza en la vida(llámale Dios, o karma).Su diminuta pequeñez.Su enorme grandeza.Su entrega.Como le llamaran a eso era meradesignación.Por eso había dejado de debatir

hace tiempo con cualquiertradición.Sólo le interesaba el amor que lasinspiraba.Regocijarse, contagiarse.Hacerse grande, cada vez másgrande,en el amor que las vinculaba.Que las unificaba.Grande, grande, unificadas.Hasta desaparecer.

Te trataré bien.

A veces, cuando abre los ojos porla mañana, encuentra la tristeza. Oel cansancio.La preocupación. O el miedo.Entonces recita su viejo mantra:Tengo por delante 24 horas para serfeliz y hacer felices a los demás.Generalmente es suficiente.Pero, a veces, hay algo que nofunciona, que no resultaconvincente.Tan triste, o tan cansada.

Así que prueba otra vez:Tengo por delante 24 horas parahacer felices a los demás.No cree que lo vaya a conseguir,pero síque puede realizar su parte, elintento.El cuidado. Te trataré bien. Eso sí puede hacerlo.Y esa convicción le da fuerzas parasacar los pies de la cama.El ritual del desayuno es como unregalo, como abrir la ventana al

aire fresco de la vida.Te trataré bien. Eso sí está en mi mano.Eso sí puedo hacerlo.Baja las escaleras y se cruza con lavecina que vuelve de pasear a susperros.Cómo estás? Bien. Y tus hijas?Bien...Ella sabe que no sabe nada de sushijas desde que alcanzaron lamayoría de edad y abandonaron lacasa y la tiranía del padre, pero aunasí le pregunta siempre y ella dice

bien, todo bien...Ella sabe que el mejor tratamientoantidepresivo para la vecina essentirse visible, sentir la atenciónde alguien."Trátame bien. Te trataré bien. Quizás nos salvará la delicadeza." ,canta Marina Rossell.

Sigue bajando las escaleras y seencuentra con el viudo que aún vivesolo, por poco tiempo.Sus problemas de alzheimer se van

complicando con el tiempo.Pero ella aprovecha que aún lareconoce y se intercambian unasbromas.

Prefiere bajar las escaleras queusar el ascensor.Está más llena de historias, defuegos que avivar.Tengo por delante 24 horas parahacer felices a los demás y el barrioestá lleno de oportunidades.Cada sonrisa, cada abrazo virtual escomo un lazo de amor, como una

tabla de salvación en este naufragio,en este océano lleno de naufragios.Cuánta soledad.Cuánto dolor físicoy emocional,en los cuerpos y en las almas.Te trataré bien. Quizás nos salvará la delicadeza.

Evidentemente, en el guión de suvida, ella no es Buda,no vive la liberación delsufrimiento,no en este preciso momento del

guión,en este sueño que aparece,y a veces abre los ojos por lamañana y encuentra como un nudoen el pechoy cierta tristeza y cansancio.Hoy no va a ser tan fácil ser feliz.Pero aún tengo por delante24 horaspara hacer felices a los demás.Y en cada palabra de atención, deinterés profundo por los demás,en cada sonrisa, en cada abrazoinvisible,

el nudo se deshacehasta que parece que nunca haexistido.

Te trataré bien.Quizás nos salvarála delicadeza.Canta Marina Rosell.

Primavera, verano,otoño, invierno...

El viento está calmado.Y el sol brilla.Dentro.Fuera, el sol brilla y las plantas dela terraza permanecen quietaspero a veces bailan, al paso de unaráfaga de viento.En realidad, dentro es igual.El cielo no está completamentevacío y claro.Hay nubes de todos los tamaños,

grandes y pequeñas,blancas como copos de algodón.Aparentemente quietas.Aparentemente.Sabe que están en movimientoporque deja de mirarlas y cuandovuelve al marco de la ventanaencuentra que algunas se handesplazado y otras handesaparecido, disueltas en elespacio claro y vacío del cielo.Como aire disuelto en aire.Como cielo disuelto en cielo.Como pensamientos, sensaciones y

experiencias disueltas en laclaridad de la mente.Así es el cielo que ella contempla,hoy, aquí, ahora.Dentro es igual.

Quietud. primavera del 2015.Silencio. Los sonidos del silencio.Algún pájaro escondido. Lo sabepor su canto.La nube grande, tan gigante comoera hace unos instantes, ya no está.Y donde antes no había nada haaparecido un suave copo de

algodón blanco.En proceso de disolución.Donde parece que no hay nada, algoestá naciendo.Donde parece que hay, se estáyendo.Siempre va a ser así?, piensa ella.A ella le parece que no necesitatantos entretenimientos en su vida.No es que los rechace, es que no losprecisa.Pero ya que está aquí, ya que lascosas son como son,inhala el aire, limpio,

los aromas;degusta las uvas;escucha el violín y el saxoy el canto de los pájarosy el sonido sutil del vientoy los cacharros en la cocina delvecino.Qué otra cosa puede hacer?Ella no se tapará los ojos y losoídos y la nariz y la boca y la piel.No le pondrá puertas al monte, a laisla ni al océano.No se inmolará a lo bonzo ni deninguna otra manera.

No quiere intervenir.La vida ya tiene su plan y ella (laVida) sabe.Hace tiempo que se hizo esposa dela Vida(como otras se hacen monjas deDios o de Buda),devota.Dejó caer todas las armas de su egoy presentó su rendición sincondiciones.A la Vida.Qué otra cosa podía hacer?Así que se entregó sin condiciones,

con fe absoluta.con amor infinito.

El karma, esa hipnosisque funciona.

"Querida amiga, ya estás aquí denuevo. Bienvenida a casa".Así es como Thich Nhat Hanh nosinvita a recibir a las viejasexperiencias, tan familiares, detristeza, miedo, preocupación,enfado, celos, envidia... Lo que sea.La reconoces. Ya has estado aquíantes, piensas, le dices. Ya eresparte de mí.En realidad, no hay nada que no sea

parte de mí."Soy una rana que nada feliz en el agua clara de un estanque, y soy la culebra que se acerca sigilosa para alimentarse de la rana.Soy el niño de Uganda, todo piel yhuesos, con piernas delgadas como cañasde bambú, y soy el comerciante de armas que vende armas mortales aUganda. Soy la niña de 12 años refugiada en un pequeño bote,

que se arroja al mar tras haber sido violada por unpirata, y soy el pirata cuyo corazón es incapaz de amar." (Del poema "Llamadme por misverdaderos nombres" .De Thich Nhat Hanh).

Todo está en ti y no merece la penaperder el tiempo en enorgullecerseo culpabilizarse.Así que, querido amigo D, siaparece una vieja experiencia, por

dolorosa que sea, le das labienvenida y la acoges en tu casa.No veo que tenga sentido hacer otracosa.

Pongamos el miedo.Un día abres los ojos por la mañanay ves que te despiertas con un nudoen el estómago y en la garganta. Elmiedo, la fragilidad.Miras alrededor y quizás no hayninguna circunstancia especial quejustifique ese miedo.Y sin embargo, si la buscas (y eso

lo hacemos siempre,automáticamente,inconscientemente, porque creemosque si tenemos miedo siempre espor algo), puedes encontrar unmillón de razones para tener miedo.Que pierdas el trabajo; o que loencuentres, si no lo deseas; que seestrelle el avión donde vuela tuhijo; que se pare el metro en mitaddel túnel; que los resultados de lamamografía te cambien la vida...Pero ya no te dejas engañar. Ya nobuscas un culpable.

Sabes que hay muchos motivos parasufrir, si los buscas, pero tambiénhay muchos motivos para recrearte,admirarte y ser feliz.Y si ha aparecido el miedo esporque estaba dentro de ti (como latristeza, el enfado, la alegría, lagenerosidad...)Simplemente, esa semilla ha"madurado".A veces, cuando se dan lascondiciones externas, y a veces sinellas. Simplemente, brota de nuevo.Así que lo ves brotar, crecer,

debilitarse y morir.Sin apego ni aversión.Sin oponer resistencia.Sin enfado ni culpa.Ya no crees que ese miedo aparezca"justificadamente" porque alguien teesté agrediendo.No reaccionas contra nadie.(Como la rata en la jaula dellaboratorio, que recibe unadescarga eléctrica bajo sus patas yse defiende atacando a sucompañera de celda, porque alguientiene que tener la culpa de su dolor

y debe ser la otra).Sin oponer resistencia y conhumildad.Aún soy un ser humano lleno deemociones humanas(llámale "perturbaciones mentales",si quieres).Aún soy frágil y vulnerable.Como un anfitrión, que recibe alvisitante que llega a su casa (laalegría, la rabia, el dolor, elplacer...), le acoge, conecuanimidad, le acomoda y ledespide,

sin apego ni alivio,cuando se tenga que ir.

PD:Sin embargo, no siempre actuamosasí.Y a menudo tendemos a reaccionarante lo que sentimos y no nos gusta.Y, en gran parte, reaccionamosporque creemos que las cosas estánpasando "de verdad"; le damosfuerza a lo que parece que hay ahífuera y a lo que sentimos dentro; alas apariencias externas e internas.

Y reaccionar, de una manera u otra,significa que no hemos aprendido lalección.(Significa seguir sembrando causaspara consolidar ese karma).Y así, volverá a aparecer, una yotra vez, repitiendo pauta hastaaprender la asignatura.La alternativa?En mi experiencia, y ya que mepreguntas, querido amigo D,responder con amor;a lo que aparece fuera y a lo queaparece dentro.

(Lo contrario de reaccionar conrechazo y oponiendo resistencia).

San Agustín nos dio la clave:Ama y haz lo que quieras.Yo puntualizaría:Contempla el sueño con amor,como el sueño que es,y, desde la humildad y el amor,haz lo que quieras.No conozco otra manera de sanarviejas heridas y frenar las inerciaskármicas.

Vacía tu taza.

La monja preguntó:Qué es el silencio? Qué sentidotiene el silencio?Por qué buscar el silencio?En silencio, las visitantes esperaronsu respuesta.Para escuchar la voz de Dios, dijola monja, finalmente.No es para sumirse en la nada.Es para escuchar más atentamente,para comprender másprofundamente.

Es como la soledad -continuó.La soledad no es para aislarse delmundo, no es para estar a solas.Es para estar más íntimamentecon Dios.El silencio no es mera ausencia desonido.Es como escuchar.Una no debería escucharpreparando la respuesta.Ni mucho menos, esperando tu turnopara soltar una respuestapreviamente elaborada.Escuchar con ruido mental no es

escuchar.Para escuchar hay que hacersilencio.De la misma manera, no haysilencio con ruido mental.Para que haya silencio no puedehaber pensamientos,sólo escuchaatenta.Porque para comprender hay quepermanecer en escucha atenta.No se puede comprender algonuevo cuando lo sabes casi todo.Como no cabe más té en una taza

llena.Hay que vaciar la taza, comoenseña el cuento zen.

Hola, casa!

Cuando abre la puerta y entra,saluda "Hola, casa!".Cuando su hija era pequeña yregresaban a casa después de laescuela, las actividadesextraescolares, el juego en elparque, la interacción, cuando metíala llave en la cerradura y abría lapuerta, solía saludar en voz alta alentrar: "Hola, casa!". Y su hijatambién.Si le preguntabas por qué, no sabía

responder. Le salía del corazón,espontáneamente.Entraba en su refugio personal y losaludaba, como si estuviera llenode vida.Una vida diferente en un mundodiferente, más personal."Hola, casa".Pasado el tiempo, la niña tenía supropia casa.Y cuando ella regresa al mismoescenario, su gompa, su santuarioparticular, aún suele saludar.Hola, casa.

El saludo respetuoso y alegre, comouna postración, como un gesto engasho.Hola. Te reconozco. Soy conscientede entrar en el templo, en la tierrapura.En mi mandala.Lleno de vida.

Cuando asistía a las clases de suviejo maestro, a veces él solíaplantear:Imagina que entras en tu casa y teabre la puerta el mismísimo Buda;

cómo te sentirías?Ella le miraba asombrada, como sihubiera descubierto su secreto.Porque ella convivía a diario conVajrayoguini y Prajnaparamita, yTara, de todos los colores.Por no hablar de los libros.Cada uno de ellos como un mandalalleno de Budas y bodisatvas y seressagrados,instrucciones reveladoras,aventuras y experiencias místicas.Cómo sentirse sola?A veces, en el descanso entre

sesiones de algún curso urbano defin de semana, ella salía y seinstalaba en una mesa en el patio deuna cafetería cercana, repasaba susapuntes y meditaba (analítica) enlas instrucciones recién recibidas, yse sumergía en ellas(emplazamiento), observando cómolas raíces profundizaban y seintegraban en su mente/corazón.Un día, mientras estaba en profundacontemplación, apareció un grupode las asistentes al curso: Nossentamos contigo para que no estés

sola.El maestro la miró atentamente ydijo:Ella no está sola. Verdad?Ella le devolvió la mirada,cómplice, sonriente, feliz, y lerespondió con un mero gesto, ensilencio.Ella nunca estaba sola. Pero no lodijo.Especialmente cuando parecía queestaba sola.No lo estaba.

Recibió una llamada de su amiga,de vuelta de un retiro lejano, enplena naturaleza, en otro continente.Había sido precioso, se lo habíapasado muy bien y había conocido amucha gente interesante.El problema era volver a casa.Qué te has traído de tu viaje, qué teha aportado, con qué cuentas ahora,que antes no contabas?, solíapreguntarse ella a sí misma despuésde cada retiro, curso, año, estación,al final del día, para observar quécambios se habían dado, si había un

antes y un después.Me lo he pasado muy bien y heconocido a mucha gente interesante,dijo la amiga.Pero cuando vuelvo a casa todo estáigual.Me siento sola.He quedado con unas amigas paracomer y sé que me lo pasaré muybien, pero cuando regrese a casavolveré a estar sola.

Por qué el problema reaparececuando vuelves a casa, después de

ver a gente o hacer cosas?, le habíapreguntado la monja, en una de susestancias en el monasterio.Porque no has resuelto el problemade la soledad.Porque sigues sola cuando estássola.El "problema" de la soledad sólo sepuede resolver en soledad, porqueen realidad no es un problema sinouna oportunidad.No hay ningún problema en lasoledad cuando te encuentras enbuena compañía cuando estás sola.

En compañía de Dios, de tu yídam,en tu mandala sagrado.¿Tienes algún problema cuandoestás en la Tierra Pura o en elparaíso, en la mejor compañía deseres sagrados y felices?El problema de la soledad escuando no vemos a Dios, ni leoímos.Pero Dios (Vajrayoguini,Prajnaparamita, Tara), nunca dejade estar aquí mismo.

Mira cómo aparece elsueño...

Por la mañana, al amanecer, aúndormía y soñaba.A veces, se daba cuenta.Podía ver cómo su mente iniciaba eldespegue de un sueño;cómo se activaban las emociones ydaban a luz un guión de situacionesque se desarrollaban en unadirección.Se activaba una emoción y daba aluz el comienzo de una historia.

Y al observar lo que estabacreando, se disolvía.Y no se llegaba a completar.Pero algo, dentro, lo intentaba otravez, y otra.Observaba nacer los sueños de unaemoción,cómo empezaban a surgir (lossueños) producto de su mente.Y al darse cuenta se deshacían.Tras haber sido comprendidos (suorigen, su proceso), no tenían fuerzapara seguir creciendo.Al no creérselos (objetivos,

externos, independientes)sino como una mera manifestaciónde su mente.Se preguntó si podría hacer lomismo con las situaciones de lavigilia.Observarlas al nacer, darse cuenta.Y a ver qué pasa.

Apariencias cargadasde significado.

(De "La mente más allá de lamuerte". Dzogchen Ponlop. Ed. Kairós).

Se dice que las apariencias son dedos tipos: puras e impuras."Apariencia pura" se refiere a lapercepción de los seres realizadosque han reconocido plenamente lanaturaleza de la mente como

vacuidad clara y luminosa.Cuando tales seres miran el mundo,no ven fenómenos sólidamenteexistentes, separados de lanaturaleza de su mente.Ven y aprecian la danza de lasapariencias como el despliegueluminoso del darse cuenta puro.Por lo tanto, no se obsesionan conlas apariencias ni se aferran a ellascomo si fueran reales, y susinteracciones con ellas están libresde cualquier asomo de apego."Apariencia impura" se refiere a la

percepción de los seres ordinariosque erróneamente ven lasapariencias relativas como siexistieran de una manera que está,sin lugar a dudas, separada de lamente.Por lo tanto, debido a sustendencias habituales, suexperiencia de las apariencias esconfusa y sus interacciones con losfenómenos dualistas están ligadas ala fijación y el aferramiento.Así, hay dos tipos de experienciasdel bardo (o transición) de esta

vida:Una para aquellas personas queperciben de manera directa laverdadera naturaleza de la mente yde la realidady otra para aquéllas que perciben deforma errónea un mundo "externo"sólidamente existente.

Cuando nos equivocamos sobre lanaturaleza de la realidad, resultadifícil descubrir cómo ver más alláde nuestra perspectiva dualistanormal.

Nuestras experiencias cotidianasrefuerzan nuestra percepciónconvencional.En esencia, tenemos la sensación deque existimos como un yo singular,continuo y permanente, ydesarrollamos de modo natural ungran apego a esta idea.Esto se denomina el desarrollo delego y el aferramiento al ego.Además, creamos un nivelsecundario de aferramiento cuandoempezamos a atribuir cualidadesadicionales a este yo.

No sólo somos el "yo", sino el "yo"que es inteligente, guapo ydivertido.O podríamos usar otras etiquetas,como rico o pobre, artístico oatlético.Luego necesitamos recordarnos quesomos un budista, un republicano oun científico de la NASA.La historia sólo se hace másinteresante y más sólida.Nos identificamos usando etiquetassociales, filosóficas, espirituales,científicas y políticas, y cada una de

ellas conlleva elaboracionesadicionales.Hay un proceso interminable deimputación.Nos etiquetamos a nosotros mismosy luego etiquetamos al mundo enteroque nos rodea.Sobre esa base, nuestro apego al yose profundiza y nuestra relación conlos demás se hace muy interesante.Hacemos amigos y enemigos.Creamos sistemas de valores ycreencias, y nos constituimos enfacciones separadas.

Podríamos sentir la necesidad demejorar este yo, con base en toda lacompetencia. (Lo otro, separado).Necesitamos encontrar un mejortrabajo y tener más éxito.Cuando hemos logrado eso,queremos tener más poder, másfama y, desde luego, más dinero.Si tenemos un millón de eurospronto necesitaremos un billón.Es interminable.

Subyacente a toda nuestraexperiencia en el bardo de esta

vida, hay un nivel fundamental deignorancia que simplemente no velas cosas como son.El aspecto ignorante de la mentebásica percibe de manera errónea elyo y los fenómenos externos comosi fueran reales, como si existieraninherentemente, cuando no es así.A esto también se le llama"imaginación falsa".Debido a ello, surgen lasapariencias de samsara y actuamossegún la dualidad entre sujeto yobjeto.

Algunas cosas se adoptan o aceptany experimentamos apego haciaellas; otras cosas se abandonan o serechazan y experimentamosaversión hacia ellas.Ésta es la naturaleza de laexistencia samsárica, que essimplemente una manera de decirque el mundo sensorial alrededorde nosotros, así como nuestromundo emocional y nuestro mundointelectual, todos ellos se ven, seexperimentan y se piensan demanera superficial.

No vemos su realidad más honda,su naturaleza profunda, que es elvacío.

No reconocemos que la verdaderanaturaleza de todas las apariencias -todos los fenómenos- está vacía deuna existencia inherente en el nivelúltimo, mientras sigue apareciendoen el nivel relativo.No reconocemos la unión, oinseparabilidad, de la apariencia yel vacío.

Como resultado de estasinterpretaciones erróneas de lasapariencias, damos pie y estamossujetos a estados intensos desufrimiento llamados Kleshas.Klesha se traduce como "menteafligida" o "mente perturbadora" o"perturbación mental" y, en general,este término se refiere a nuestraexperiencia ordinaria y confusa delas emociones.No obstante, Klesha no sólo incluyelas emociones, sino también lacausa fundamental del sufrimiento,

que es la ignorancia.En la literatura budista, hay tresKleshas raíz: la pasión, la agresióny la ignorancia(también conocidas como el apego,odio o aversión y la ignorancia).Se las considera "los tres venenosmentales" o las tres raíces de lamente afligida.Las Kleshas también incluyen lasemociones de los celos y el orgullo,así como cualquier otra emoción ocombinación de ellas quepudiéramos experimentar.

Desde la perspectiva del caminoespiritual, estos estados mentales seconsideran destructivos.Oscurecen la claridad natural de lamente y son la causa de muchasacciones poco hábiles.Así, cuando las emociones estándesatendidas por la atención plena yla capacidad de darnos cuenta,producen sufrimiento y seconsideran Kleshas, estadosmentales impuros o contaminadosque aumentan nuestro sufrimiento y

traen más dolor y desolación anuestras vidas.

Sin embargo, esencialmente no haydiferencia entre las aparienciaspuras y las impuras, ya que lanaturaleza de todas las aparienciases la misma: vacuidad clara yluminosa.Las etiquetas no afectan a lanaturaleza absoluta de la mente.No obstante, desde una perspectivarelativa, la percepción de ladiferencia (entre puro e impuro) es

desastrosa.Es el comienzo de nuestra pérdidade la cordura.

Puesto que creemos que lasapariencias que surgen antenosotros están separadas, nosrelacionamos con ellas desde laperspectiva de la ganancia y lapérdida, o de la esperanza o elmiedo.Nuestra experiencia del mundoempieza a estar caracterizada por lalucha y la duda.

Al final, este estado de sufrimientopersistente se convierte en nuestracondición normal.Éste es el estado de las cosas paralos seres ordinarios en el bardonatural de esta vida.

Sin embargo, tenemos laoportunidad de transformar nuestraconfusión en torno a lasapariencias, trayendo a laexperimentadora (la mente) alcamino de la iluminación.

Cuando vemos directamente nuestraconfusión con atención plena yconciencia, empezamos a ver lanaturaleza despierta yprimordialmente pura de la mente através de esa misma confusión.

Caminar de noche en lamontaña.

Disfruta del aire caliente, africano,que corre por la casa. Como unabanico que apacigua eso quellaman la ola de calor.Hoy lo disfruta y siente que algo ensu energía mental, y física, se havivificado.

Anoche regresó a casa pasadas las3, de vuelta de la caminata nocturnapor la montaña. Llena de retos.

A oscuras, con la única luz delcielo, a medias cubierto, y una lunatardía,a oscuras pasaban por caminos, aveces atajos poco marcados;a un lado la ladera que sube y alotro la ladera que baja; elprecipicio lo adivinaba por lascopas de los árboles en descenso.A oscuras recorrieron trayectosque, viendo los detalles a la luz deldía, quizás ella no se habríaatrevido a pasar.Pero, a oscuras, simplemente

miraba donde ponía los pies yseguía avanzando.Bañada por la gama de aromas dela montaña y el aire relativamentefresco en la piel.Hubo un tramo que había que hacersolay por un momento, o varios,pensaba que se había perdido,porque no había camino y lamontaña resbalaba.Lo único que la mantenía tranquila yla animaba a seguir avanzando erala confianza en la guía.

Ella conocía bien el camino y nuncase habría atrevido a pedirles cosasque no pudieran hacer.

Este mundo es laverdad misma.

(De Shobogenzo. Tesoro del Verdadero Ojo delDharma. Volumen 1. Autor: Eihei Dogen).

Keisei-sanshiki significa "las vocesdel valle del río y la forma de lasmontañas".(Kei: valle del río;

sei: sonido o voz;san: montaña;shiki: forma).

Para el budismo, este mundo es laverdad misma.La naturaleza, que es el ladomaterial de la realidad,siempre manifiesta la ley deluniverso.Así, desde los tiempos antiguos, sedice que los sonidos de los ríos y laforma de las montañas son laenseñanza y el cuerpo del Budha

Gautama respectivamente.Las voces del valle del río son laancha y larga lengua del Budha; la forma de las montañas no es otraque la de su cuerpo puro.

A través de la noche, ochenta ycuatro mil versos. Otro día, cómo podría contárselo aotros?

A menudo nos engañamos buscandola Tierra Pura (la alegría, lafelicidad) en otro sitio.

Lo hacemos en nuestra vidacotidiana, mundana,y en nuestra vida espiritual.Como si la felicidad, el objetivo oel sentido de nuestra vida estuvierasiempre en otro lugar.Pero el maestro Linji enseñó:"Hay peregrinos que suben al monteWutai para hallar a Manjusri. Esoes un error.Cómo puede estar Manjusri sólo enWutai san?Eso significa que no está en otrasmontañas, como Putuo, porque allí

sólo se encuentra Avalokiteshvara.Ni en el monte Emei, porque es lacasa de Samantabadra.Pero no es así.Queréis conocer a Manjusri?Manjusri es la maravillosa funciónque tenéis ante vuestros ojos.Siempre ha estado ahí. Ése es elManjusri vivo."

A veces nos cuentan que esto queaparece ante nuestros ojos esSamsara, y que no es Manjusri, elBuda de la sabiduría.

Que son apariencias engañosas conla única función de hacernos sufrir.Pero esa afirmación sólo es válidapara un tipo de mirada, un tipo demente abducida.Hay otra mente que sabe que lo queaparece ante nuestros ojos es elcuerpo de Buda, es una realidadsagrada, una oportunidad paradespertar.Lo que ves es siempre el cuerpo deBuda.Y lo que oyes es la voz de Buda.Y si no lo ves no es porque no esté

ahí; es simplemente que no lo ves.

No te dejes convencer de que dondeestás es Samsaray la Tierra Pura está en otra partey los Budas habitan en otro lugar,porque esa creencia te impediráverlos allí donde estás.Allí donde están.

Se cuenta que Asanga se retiró auna cueva en soledad para meditar,decidido a no abandonar hasta ver aBuda Maitreya.

A veces se desmotivaba y salía dela cueva para no volver, perosiempre se encontraba con algunasituación que le hacíareplanteárselo y, finalmente, volvera la cueva, a seguir meditando.Pasados doce años de retiro ensoledad, optó por darse por vencidoy abandonó.Al salir de su cueva, encontró unaperra enferma tendida en el suelo,el cuerpo lleno de llagas cubiertaspor gusanos que ya habíanempezado a devorarla.

La compasión fue instantánea y lellevó a quitarle los gusanos uno auno, con suavidad; según se cuenta,con la lengua, para no dañar a losgusanos.Fue entonces cuando se dio cuentade que la perra era el mismísimoBuda Maitreya.Dónde has estado?, le preguntó elmonje. He pasado doce añosesperándote.Siempre estuve a tu lado, dijo elBuda, lo que ocurre es que no meveías.

Manjusri, el Buda de la sabiduría,es la maravillosa función que tenéisante vuestros ojos, dice el maestroLinji.Siempre ha estado ahí.Lo mismo que Buda Maitreya.No los busques en otro sitio.El hecho de que no los veas nosignifica que no estén aquí,es sólo que no los ves.

Abre los ojos.Porque todo está aquí.

Lo que llevas innumerables vidasbuscando, ya está aquí.Siempre ha estado aquí.Y si sigues buscando en otro lugar,difícilmente podrás comprenderlo.

Durante treinta años, un viajerobuscando una espada. Cuántas veces han caído las hojasy germinado los brotes? Tras una mirada a losmelocotoneros en flor, he llegado directamente alpresente y no tengo más dudas.

El orgullo.

Su amiga de la sangha le dijo:Mi gran problema es el orgullo.El orgullo? Qué clase de orgullo?,preguntó ella.El orgullo de saber, de ser especial,de tener realizaciones espirituales,respondió la amiga en voz baja.Ah, ese orgullo! Eso no es unproblema.La amiga la miró como si noentendiera.Es un orgullo fácil de desmontar,

dijo ella.Cómo?, preguntó la amiga con lamirada.La vida tiene sus recursos. Encualquier momento te toca empezara sufrir, la prueba de que no sabestanto. Orgullo desmontado.

Si sufres (te preocupas, tienesmiedo, te deprimes, te frustras osimplemente te aburres),tus realizaciones no valen nada -sonrió ella.No hay nada de qué presumir.

Orgullo desmontado.Recuerda la vieja canción:Si tú no tienes felicidad, de sabiano tienes ná. :)

Aun cuando te crees iluminada, lavida se encarga de darle la vuelta ala tortilla cuando menos te loesperas, para que seas conscientede tus zonas de oscuridad.

Muchas veces la "iluminación" queinterpretamos es sólo un pequeñocuarto iluminado.

Pero aún quedan muchas estanciasen la oscuridad, o en la penumbra.

A veces.Y a veces no.Pero si tienes una cierta sabiduría,te garantizo que no aparecerá elorgullo, al menos no esa clase deorgullo.

Así que el orgullo mismo es laprueba de que no hay motivo paraorgullo alguno.

La danza.

Hace calor, sí -dijo ella.Mi organismo se adapta al calorporque hace calor.No me quejo. No deseo que sea deotra manera.No anhelo la llegada del otoño;por qué voy a querer empujar larueda del tiempo, acelerar el ritmodel proyector?Si acaso, en la sensación de calorevoco anteriores experiencias decalor en otros lugares

(el desierto de Almería camino dela Isleta del Moro, los mediodíasnorteafricanos en una plaza frente alté de menta o el zumo de mangorecién exprimido en La Habana).El calor de hoy trae a miexperiencia el calor de antaño ensituaciones de libertad y plenitud.Aparecen solas. No hago nada poratraerlas.

Así, el calor de hoy genera laexperiencia de viaje, libertad yplenitud.

Da igual si está en el supermercado,fregando los platos, esperando turnoen la sala para la ecomamografía decontrol o haciendo gestionessupuestamente molestas.El calor como hilo conductor a laplenitud.Podría ser el recogimiento del frío.O la embriaguez del café de lamañana.O la inspiración de la copa de vinocomo una lluvia de bendicionessobre el ágape, la ofrenda deluniverso en su mesa.

O el mudra.O la ausencia de mudra, como unadanza de dakinis en este mandalacorporal.Que dancen.Que no paren de bailar.Que sigan danzando hasta morirde amor,entregay vacuidad.

Interespiritualidad.

Sidharta no había querido quedarsecon el maestro Buda Gautama, apesar de ver en él la compasión y lasabiduría.No se quedó entre sus seguidoresporque sentía que no se podíadespertar a través de una doctrina,de una tradición, como el mismoBuda no había despertado a travésde ninguna doctrina.Así que le escuchó, le amó, ydespués se alejó para seguir su

propio camino.Con el paso del tiempo, Budavolvió a pasar por su camino y élquiso verlo.Su amigo Govinda le preguntó sihabía cambiado de opinión respectoa Buda y Sidharta le dijo que no."El que realmente quiere encontrar,y por ello busca, no puede aceptarninguna doctrina.Pero el que ha encontrado, ya puedeaceptar cualquier doctrina,cualquier camino u objetivo;a éste ya no le separa nada de los

miles de seres que ya viven en loeterno, que respiran lo divino".

Quien ha encontrado, puederelacionarse con todos los seres,con todas las doctrinas,Da igual el camino seguido.Ya no juzga ni discrimina.Ya nada le separa de ningún ser.

Qué historia te estáscontando?

En el tren, preciosos paisajes demar tras la ventanilla.Al otro lado, pueblos costerosllenos de vida.L. y A. intercambiaban impresionessobre el último taller depsicodrama donde habíancoincidido, un híbrido entreconstelaciones familiares y lasanación del niño interior.Ahondaban en las profundidades de

los conflictos aparecidos,interpretaciones, técnicas, juegos yanécdotas sobre las diferentesactitudes y reacciones queaparecieron en el escenario deltaller de fin de semana.De qué te ríes?, le preguntó L. a M.,que escuchaba en silencio.¿Me río?, dijo M. Bueno, creo queestaba recordando a mi maestro dekárate, ayer, tras la última claseantes de las vacaciones,aleccionándonos sobre lasimplicidad.

Si vais a pasar las vacaciones enHaway, está bien. Y si os quedáisen casa, está bien también. Ospreparáis un bocadillo y os pasáisel día en la playa, como cualquierturista que ha volado medio mundopara llegar hasta aquí. O en lamontaña. O en el parque de laesquina. Simplificad y disfrutad delo que tengáis. A veces tenemos lacabeza llena de tantas cosas, tantaspreocupaciones, miedos,frustraciones, tantos líos, que nosnublan la vista y no nos dejan

respirar. Simplificad.

Ella dijo: Ése es un camino, no?Las técnicas de exploracióninterior, todo eso es otro camino Yestá bien. No es incompatible.Muchas veces funciona. Pero encualquier momento hay que soltar,no?Cuidado con pasarse la vidadeshaciendo nudos.Se puede acabar convirtiendo enotra forma de vida.

Después de la última clase dekárate, en la cena de despedida, uncompañero de mesa, reciénseparado de su pareja, le contabaque había conocido a una mujer quele gustaba mucho. Pero tendrías quever su casa, decía, desorden portodas partes, en su habitación, en sucoche. Como su cabeza. Está hechaun lío. Yo la ayudo en muchas cosasprácticas, porque le va bien recibirayuda, pero no me implicosentimentalmente, o sexualmente.Ella dice que nunca ha conocido a

un hombre como yo, tan caballero.Pero lo que ocurre es que no mequiero involucrar en una relacióncon alguien que tiene la cabezallena de líos.

Pero a veces hay que afrontar losnudos emocionales y resolverlos,dijo A.Claro, dijo M. No es contradictorio.Sólo digo que cuidado con pasarsela vida deshaciendo nudos. Yasabes eso de que las tareasmundanas no se acaban nunca. Y los

nudos tampoco. Si nos dedicamos abuscar nudos.O a liarlos.

A veces toca identificar nudosemocionales, deshacerlos ysanarlos, dijo ella.Y a veces me resulta agotador ysuelto y tomo el atajo, el caminomás corto.Y simplemente me pregunto:Qué historias te estás contando?Sobre mí, sobre mi vida, sobre loque me ocurre y sobre lo que siento

y por qué.Qué historias te estás contando?Qué guión estás construyendo? Quépelícula?Sobre mí.O sobre los demás.Y cuando veo todo lo que estoycreando a fuerza de contármelo, aveces se debilita, pierde fuerza ycredibilidad.Y es un respiro.

Hasta que vuelvo a contarme algunaotra historia.

Y me veo otra vez. Dando luz anuevas, o viejas, películas.Creando karma.Manteniendo el proyector enmovimiento.Contándome historias.

Sobre el amor.

Desde que estudió por primera vez"Ocho pasos hacia la felicidad" (elmodo budista de amar), de GuesheKelsang Gyatso, solía decir que éseera "el libro más revolucionarioque había leído nunca".Pasó por la lectura, contemplación,meditación y la práctica de cadauna de las ocho estrofas de LangriTangpa hasta que se había sentidointegrarlas, a un nivel u otro.Desde el primer momento, había

visto cómo se transformaba su vidaexternamente, sus relaciones, lassituaciones, su mundo. Y era porquehabía cambiado algo internamente.De hecho, sentía que era otrapersona, como acabada de nacer.Otra. La prueba de laimpermanencia, de la resurreccióncontinua, permanente, y de que lamuerte existe en la misma medidaen que no existe.Pasado el tiempo, cada vez quesentía desfallecer la intensidad y lacalidad de su amor (lo sabía cuando

aparecían las señales de lapreocupación y el miedo, y laalegría se debilitaba) volvía a lalectura de "el modo budista deamar", como la fuente mágica dondesaciar su sed y recuperar la energía.No se cansaba de repetirlo, auncuando ya no formaba parte de esatradición, de esa estructura física.(En realidad, nunca podríaabandonarla, por más que se lopidieran, porque ya estabamezclada con su propio ser, físico,mental y espiritual, junto con otras

tradiciones, con otras experiencias,unificadas, formando parte de suadn más profundo).Pasados los años, seguía pensandoque las ocho estrofas de LangriTangpa era la creación másrevolucionaria que había conocidonunca. Y lo hacía saber cada vezque tenía la ocasión de compartirlo.

Entonces apareció en sus manos eselibro de entrevistas a religiosascristianas ("Monjas", de Laia deAhumada). Esbozos de biografías,

vidas de auténticas heroínasanónimas, la ilustración viva de "Laguía de las obras del bodisatva", deSantideva, y de las ocho estrofas deLangri Tangpa.Dónde habían aprendido estasmujeres a igualarse, cambiarse, lagran compasión, aceptar la derrotay ofrecer la victoria, tomar y dar, yhasta a liberarse de las aparienciasy concepciones erróneas? Cómohabían conseguido, no sóloentregarse a los demás, y a la vidamisma, sino incluso mantener su

"enamoramiento" vivo con el pasode los años, y dejar que se fundieracon su vida y con su muerte, con surendición, como si todo fuera unamisma cosa? Cómo era posible que supiera tanpoco de su propia tradicióny nada de la realidad de las monjascristianas,sus vidas y sus obras, externas einternas?

"Quien ha hecho el esfuerzo de irhasta el fondo de la propia tradición

religiosa, no tiene miedo de entraren otra", decía Berta Meneses,monja filipense, licenciada enquímicas y teología, profesora dematemáticas e informática,conferenciante y maestra zen.Tal como Thich Nhat Hanhinvocaba la interespiritualidad y elinterser,y Siddharta (de Hesse) reconocíaque "quien ha encontrado, ya puedeaceptar cualquier doctrina,cualquier camino u objetivo; a estapersona ya no le separa nada de los

miles de seres que ya viven en loeterno, que respiran lo divino".

"Antes que cristianas, sedhumanas", había dicho Magdeleine,fundadora de las Hermanas de Jesúsde Carlos de Foucauld.Y así lo recordaba la monja PilarSauquet i Muntal, temporera delcampo y antigua activista social enel desierto argelino, el pueblopalestino de Gaza, la Guerra delGolfo y la Intifada, entre otrasbatallas.

"En medio de un crimen de lahumanidad se pueden vivir cosaseternas", decía la monja,actualmente trabajadora del campoen campañas agrícolas detemporada, nómada en su propiopaís, junto a las mujeresmusulmanas y otras inmigrantes.Así era la vida de la monja queaspiraba a "vivir a fondo hasta elfinal".

Como la carmelita MariàngelsSegalés, enfermera de profesión,

que había optado por vivir y dormiren la calle, junto a las personas sinhogar, porque en el denominadocuarto mundo también haynecesidad de acompañamiento yamor.

"No quiero nada, mi camino es elabandono", decía la ermitaña MariaLluïsa Cortés, música de formacióny profesión."Con total abandono, sí, sin quererimponer nada; así siempre tienespaz".

Cuánta energía volcada en el tener,cuando la vida provee de todo loque necesitas, y enormemente más.No te disperses en distracciones.“Y del vestido, por qué ospreocupáis? Fijaos cómo crecen loslirios en el campo, no se afanan nihilan” (Mt 6, 28) “Así que no osinquietéis diciendo: Quécomeremos? Con qué nosvestiremos?”

La ermitaña Montserrat Domingobuceaba por las entrañas divinas

"donde el grito del búho real queresuena por la sierra tiene tantovalor como la oración, porque todoestá lleno de Dios". Décadas de retiro en soledad. "Notengo miedo de Dios, que sabecomo soy; ni de las personas, quematan el cuerpo pero no puedenquitar la vida (Mat. 10,28), ni delos animales, porque si no les hacesdaño, ellos tampoco te lo hacen"."No he venido aquí para encontrarmejor a Dios, no he venido porqueesté más cerca de él; lo puedo

encontrar en cualquier lugar, entrelas personas... La ermita eres tú y,allí donde estás tú, está la ermita".

Todas estas monjas, heroínasanónimas, bodisatvas en acción,tenían tanto que enseñarle, tanto queinspirarle.Cada una de estas mujeres, cadahistoria, cada vida,un profundo ejemplo de entrega,cambiarse, gran compasión, tomar ydar, ofrecer la victoria en cualquiersituación y aceptar la derrota

siempre.Confianza en la vida, entrega,rendición.Rendición a la vida amada.Rendición al Amado.Enamoramiento infinito.

"El resultado es la paz y el gozointerior, y una conciencia de unidadcon toda la humanidad que nopermite excluir a nadie de la menteni del corazón; es como un océanoprofundo donde puedes sumergirte ysentir que todos estamos en todos.

Es una maravilla!".Lo decía la monja cistercienseCarme Sardà i Tort, iniciada en lameditación con el psicólogocatalán Antoni Blay, consideradoel precursor de la PsicologíaTranspersonal.

Qué poco sabía de las monjas de supropia tradición!Comprendió que "el modo budistade amar" no era exclusivo deninguna tradición.El modo budista de amar era el

modo de amar de todas lastradiciones, de todas lasexperiencias, humanas y nohumanas.Porque el amor es lo que es.

Miró su libro de cabecera a lo largode las últimas décadas, "Ochopasos hacia la felicidad".Pero también había otros."Monjas", "Espirituals sensereligió", de Laia de Ahumada.Los haikus japoneses, los poemassufis de Rumi.

Los cómics zen, las sadhanastántricas.

Tenía tanta suerte de que su vidaestuviera llena de tantas lecturasinspiradorasy vidas inspiradoras!En las religiones y fuera de ellas.Porque la vida es un libro dedharma. (el budista Milarepa)Porque la oración es todo el día ytoda la noche, y todo lo que apareceante tus ojos (la cristianaMontserrat Domingo). "Todo es

oración".

En el corazón delmundo.

A veces, un testimonio cristianopodría ser perfectamente budista, ode cualquier otra tradición.Te invito a que, cuando leas estetexto, juegues a cambiar la etiquetade su tradición por la tuya, y a verqué opinas. :)

Rosa María Piquer es psicóloga ymusicoterapeuta. Coordinadora del Centro de

Psicoterapia Integradora HumanistaSýnthesis. Organiza grupos de meditación y deacompañamiento en el duelo. Monja de la Comunidad Monásticade Santa María del Mar Blanc(Centelles).

"Un día me di cuenta de que lo quedeseaba, necesitaba y quería, todoaquello que buscaba, en realidad yalo tenía, y lo tenía en mi interior,que no necesitaba ir a buscarlofuera.

Y que esto es una realidad paracada persona. Sin excepción.Había buscado mucho en lafilosofía, había hecho una búsquedaintelectual en muchas fuentes, yesto, sin embargo, fue un encuentroexistencial, de experiencia.Aunque es algo muy difícil deexpresar con palabras, puedo decirque tiene que ver con sentir esteinmenso amor de Dios en mí mismay en todo lo que me rodea, comoalgo indivisible.

Se trata de una experienciatotalmente transformadora.Luego te planteas cómo vivirlo.Y sobre todo, qué puedo hacer parafacilitar que otras personasdescubran que ellas también tienentodo eso en su interior, no como unapromesa sino como una realidad.

Era tan totalizante, tan radical esavivencia, que sentía que tenía quedarlo todo.Tenía que darme del todo a esarealidad.

Porque nada era tan real como esto.Este profundo gozo, esta libertad.

Con el paso de los años, el procesoha sido ir profundizando en estavivencia de amor y, al mismotiempo, irme sintiendo cada vez máslibre y más yo misma.Vas aprendiendo a confiar.Sabes que, si te abandonas, Dios esquien te lleva y lo hace por caminosmaravillosos.

Como musicoterapeuta y psicóloga,

me he centrado en elacompañamiento a personasenfermas y en el proceso de lamuerte.He descubierto que no es maloenvejecer ni es malo morirse.Si crees que tu vida tiene unsentido, también tiene un sentido tumuerte.Podemos vivir ese proceso connaturalidad, como vivimos connaturalidad el proceso de nacer.De hecho, es como otro nacimiento;cuando nacemos, no sabemos a

dónde llegaremos, y eso es lo quesuele ocurrir durante la muerte.He visto que si somos capaces devivir sin aferrarnos, sabiendo queestamos de paso, disfrutando de lascosas y siendo muy felices, sivamos haciendo este camino dedesprendimiento, no cuesta tantomorirse.

El camino es largo y no pasa nadasi vives dentro de las normas de unatradición y luego pasas a otra.A mí, durante muchos años, me

sirvió vivir en la estructura de unacomunidad monástica muy rígida, yen el momento en que dejó deservirme, la dejé. No fui yo, es laVida la que me sacó de ahí.Siempre es Dios quien realmentesabe lo que conviene.Entiendo que pueda haber personasque necesiten esa estructura paravivir esta experiencia profunda,pero creo que esto se tendría quepoder encontrar sin una estructuraque limite tanto la iniciativa, lacreatividad y la libertad.

El aspecto en el que soy más críticaes en ese sentido de autoridad yobediencia tan medievales. Quizás,como ahora lo veo desde fuera (conmucho amor), pienso que es unaforma de vida que ha caducado yque no ayuda realmente a vivir elamor de Dios ni conduce a laliberación. Aunque eso, cuandoestás dentro, no lo comprendes,porque siempre hay un entorno degente buena, de muy buena fe, y a laque amas mucho, que lo alimenta.

Ahora estoy en una comunidadmonástica de reciente creación,donde las cosas se viven de otramanera. Se puede decir que vivo lavida de Dios en el corazón delmundo.Y he aprendido a realizar mifunción en el mundo sin necesidadde decir a la gente que soy unamonja o lo que en realidad memueve.Al fin y al cabo, me mueve el amor,y eso es lo que importa.Es como vivir una "vida

escondida".Habéis muerto, y vuestra vida estáescondida con Cristo en Dios, Col3,3.

Cuando estoy en una sesiónterapéutica puede ser unaexperiencia sagrada profundísima,de estar con Cristo viviente que estáviviendo aquel problema, aquellarealidad.El contacto con aquella persona enuna sesión psicoterapéutica, con esaenferma que se está muriendo en el

hospital, puede ser una experienciamística incluso, porque sonexperiencias transformadoras, detocar lo transcendente, laexperiencia de Dios.

Si Dios está en todo, entonces,cómo podemos excluir ciertasactividades, situaciones o personas,como si fueran algo molesto, nodeseado?Si Dios es el Todo y está presenteen todo, hay que saber verlo porqueestá ahí, en cualquier situación. Y si

no lo encuentras, quizás es porqueno estás lo suficientemente abierta aencontrarlo.Cuando más profundizas encualquier experiencia humana, másencuentras la experiencia divina.

Algo que me llama la atención enlas comunidades religiosas es quehacemos una opción de vida decelibato, de no proyectarnos enunos hijos e hijas, que son unaproyección de futuro, y está bienpero, entonces, por qué este énfasis

en hacer que continuemos lasestructuras y las instituciones quehemos creado?Se puede llegar incluso a sacrificara personas para que continúendeterminadas estructuras, y yoconsidero que esto es uncontrasentido y un gran error,porque la opción que has tomado esde pura gratuidad, no lo haces paraque continúe nada; Dios sabrá quéquiere hacer, es Él quien lleva lavida de una comunidad, no los quese consideran los representantes de

la iglesia.

Aquí, lo importante, son laspersonas, y si hay que organizar unmínimo de estructura tiene que estaren función de las personas, no alrevés. Y creo que esto la iglesia nolo tiene muy claro.Hablo de la iglesia católica, peroquizás ocurre igualmente en otrastradiciones religiosas.

Lo que realicemos las personas dehoy, por muy auténtico que sea, no

tiene por qué perdurar en el tiempo.La continuidad sólo depende deDios. Así que no me preocupa enabsoluto.Me preocupa, eso sí, que lo quevivo cada día tenga sentido.Vivir una vida con significado, esoes lo que me importa.Así que vivo al día. Con confianza,porque Él ya sabe.Y Él es quien me lleva a míy todos los demás asuntos.

Los primeros cistercienses no

querían construir edificios depiedra, sino de madera, y mira todolo que ha surgido despuésprecisamente por aferrarse y novivir este sentido de peregrinaje.

En este mundo, somos peregrinos,todos los seres, estamos de paso.Vamos hacia una meta de libertad,de plenitud, y el camino hasta llegara ella puede ser a vecesmaravilloso y a veces muy duro,pero todo forma parte del mismoproceso.

En los últimos años me ha tocadodespedirme de muchas personasqueridas y veo que si una personaha pasado haciendo el bien yamando, cuando llega la últimaetapa desprende una paz y unaserenidad profundas.Me gustaría llegar a mi meta ligerade equipaje y poder decir:Estoy aquí, estoy a punto; graciaspor todo lo que he vivido ."

(Del libro "Monjas",

de Laia de Ahumada. Fragmenta Editorial).

Aún el verano.

El otoño le resultaba un tiempoinspirador.Como la antesala de la muerte, unaetapa más de la vida.Y de vuelta la gestación (laprimavera) y la vida (el verano).Para ella, no era la vida (de vigilia,mundana, humana, a veces tanplomiza), necesariamente, la etapamás plena de las estaciones de lavida.

Llega el otoño y algunos animalesse retiran a sus guaridas para lahibernación.Y los seres humanos vuelven a sustrabajos . A sus actividades, comouna cueva donde dormir/morir hastala próxima primavera, el nuevoverano.A ella le gustaba desperezarse enotoño, deshacerse de las telarañasde la vida mundana, abrir los ojosal invierno, abrir los brazos,entregarse.Entregarse desnuda al frío mar,

pedalear la bicicleta bajo a lluvia.Degustar los sabores infinitos de lavejez y la muerte, esas etapas de lavida tan poco celebradas.

Pensó que ésa sería una de susmisiones, en este presente continuoque se despliega ante sus pies.Celebrar la vejez y la muerte.Contemplarlas, degustarlas,investigarlas, comprenderlas,amarlas.Y era consciente de que tendría queprotegerse de las voces agoreras

del miedo("Porque tú no sabes lo que es eldolor y la enfermedad y la soledady la agonía; tú no sabes lo que son,de verdad , la vejez y la muerte"),de las creencias tan profundamentearraigadas en la mente individual ycolectiva que le había tocadoexperimentar, de la que formabaparte.Tendría que protegerse de las vocesagoreras del miedo.Y abrir el corazón a las vocesdesprendidas y entregadas del

amor.Y la confianza.

Le gustaba el otoño, de eso no habíaduda.Y esta vez iba a conseguir notenerle miedo al invierno.Se iba a entregar por completo alinvierno, no iba a huir de él.Iba a explorarlo minuciosamente,para comprenderlo mejor, paraamarlo mejor.Y mientras tanto, aún paladearíacada segundo de este verano

explosivo,tan lleno de luz,tan cegador a veces.