reportaje HUBO UN TIEMPO EN QUE NO TODAS LAS PISTAS … · 2014. 7. 7. · ero hubo un tiempo en que no todas las pistas medían 400 metros; una buena cantidad de ellas eran más

74 julio 2014 � atletismo español

Pero hubo un tiempo en que no todas las pistas medían400 metros; una buena cantidad de ellas eran más gran-des o más pequeñas. Había medidas de todo tipo: pistas

pequeñas (de menos de 400), medias (de 400) y grandes (de másde 400). En los países anglosajones abundaron hasta no hace mu-cho las pistas de 440 yardas, es decir, un cuarto de milla. En GranBretaña, Australia o Estados Unidos eran mayoría. 440 yardas esun poco más de 400 metros, exactamente 402,336 metros, porlo que estas pistas cumplían la hoy medida estándar y las con-sideramos como de 400 metros a efectos de este artículo. Mu-chas de estas pistas de 440 yardas fueron modificadas y acon-dicionadas a partir de los años 50 del pasado siglo, restándoleslos 2 metros de más para hacerlas de 400 metros.Empecemos nuestra descripción por las pistas grandes. En lospaíses de la Commonwealth y Estados Unidos abundaron a fi-nales del siglo XIX y principios del XX las de un tercio de milla(536,45 metros), como la de los Juegos Olímpicos de 1904 en SanLuis o la del estadio londinense de White City, sede de los de1908. Las hubo de hasta 600 metros de cuerda, nada más y na-

da menos, como la de Grünewald, en Berlín, inaugurada en 1913y que estaba en el lugar donde se erigió en 1935 el estadio Olím-pico que hoy conocemos. En Budapest hubo también otra pistagigante de 600 metros. Sin embargo, las más abundantes de laspistas muy grandes fueron las de 500 metros, medio kilómetro,una medida muy lógica en el mundo regido por el sistema mé-trico decimal. La más conocida, sin duda, fue la del estadio olím-pico de Colombes, en París, sede de los Juegos de 1924. La céle-bre Arena de Milán medía también 500 metros, así como nues-tra pista del viejo estadio de Montjuïc, en Barcelona, inaugura-da en 1929.Hubo muchas pistas grandes en Europa. En Alemania hubo variasde 500 metros, como la del Dimitroff Stadion de Erfurt o la delMüngersdorfer Stadion de Colonia. En Italia, además de la cita-da de Milán, el estadio Municipal de Florencia también tenía me-dio kilómetro. En París, además de Colombes, el estadio Pershingtenía también 500 metros. Nuestro país vecino, Portugal, tuvo lapista de Coimbra, de 500 metros, utilizada hasta los años 70, qui-zá la última pista de medio kilómetro utilizada en el mundo. Fue-

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HUBO UN TIEMPO EN QUE NO TODAS LAS PISTAS MEDÍAN 400 METROSPor Miguel Villaseñor

Todo aficionado a nuestro deporte sabe que una pista de atletismo al aire libre mide 400 metrosde cuerda. “Por la calle 1”, puntualizará alguno; “medido a 30 cm del bordillo”, apostillará otro.Hoy podemos afirmar que la práctica totalidad de pistas de atletismo del mundo tienen esa me-dida. Quedan algunas residuales, algunas de entrenamiento, pero absolutamente nada signifi-

cativo para el conjunto de las pistas de nuestro planeta

Estadio Olímpico de Colombes, París.

De las pistas muy grandes ... La más conocida, sin duda,fue la del estadio olímpico de Colombes, en París, sede delos Juegos de 1924

75julio 2014 � atletismo español

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Dimitroff Stadium de Erfurt

Estadio Pershing. París

En Alemania hubo varias de 500 metros, como la delDimitroff Stadion de Erfurt

En París, además de Colombes, el estadio Pershing teníatambién 500 metros

ra de Europa, Ciudad de México contabatambién en la primera mitad del pasado si-glo con una pista de 500 metros. Ni que de-cir tiene que las pistas grandes necesitabande estadios, recintos o instalaciones gran-des. Y algunas instalaciones eran gigantes,pues tenían en el exterior de la pista de atle-tismo un velódromo, como Colombes oGrünewald.Abundaron en nuestro continente pistasinferiores al perímetro de 500 metros ysuperiores a 400. La medida de 450 tam-bién era común: curiosamente la del es-tadio Jean-Bouin de París tenía 449,87 me-tros de cuerda. Tenían 450 el Népstadionde Budapest y la pista soviética de Kiev.Era más grande la de Leipzig, el DHfK Sta-dion, que tenía 480 metros. El estadio Co-munale de Turín medía 446 metros (y asíse celebraron los primeros campeonatosde Europa); el famoso estadio Heysel deBruselas tenía 443 metros de cuerda, lapista de Bolonia medía 441 metros y la deClermont-Ferrand, en Francia, 440 me-tros. Medidas también caprichosas la deBochum, en Alemania, con 426 metros, lasueca de Eskilstuna con 427, o la france-sa de Burdeos con 433. Tenían tambiénmás de 400 metros, y hasta entrados los

años sesenta se utilizaron, las francesasde Dijon y Orléans. Todas eran herederasde recintos antiguos, algunos de princi-pios de siglo XX, construidas en momen-tos en los que no existía ninguna norma-tiva o directriz, y que fueron modificán-dose progresivamente. La llegada del ma-terial sintético, a finales de los sesenta yprincipios de los setenta, con la remode-lación que lleva aparejada, supuso el findefinitivo para las pistas grandes que, re-sidualmente, seguían utilizándose paraentrenamiento.Hubo también más pequeñas que las actua-les, algunas muy cercanas a los 400 metros.Nuestro conocido estadio de José Alvala-de, en Lisboa, tenía la caprichosa medidade 398 metros; curiosamente su vecino, elestadio Nacional de la capital portuguesa,medía un poco más de 400 metros: 402,77,un poquito más de 440 yardas. El famosoestadio Olímpico de Estocolmo, sede delos Juegos de 1912 y escenario de numero-sos récords mundiales, tenía 385 metros. Elestadio de Beerschot de Amberes, sede delos Juegos de 1920 tenía 389,8 metros. El Pa-natinaikós de Atenas, sede de los JuegosOlímpicos de 1896 y 1906 tenía un tercio dekilómetro, es decir, 333,33 metros (y con cur-

vas cerradísimas). La de Östersund, en Sue-cia, tenía 367,29 metros; la de Kuopio, enFinlandia, 350; el recinto más importantede Copenhague, en Osterbro, tenía 390 me-tros de cuerda. Citar asimismo las parisinasde Porte Saint-Cloud (333 metros, un terciode kilómetro) y Suffren (350 metros). Fue-ra de Europa, la más importante de BuenosAires, la del club Gimnasia y Esgrima tenían381,85 metros de cuerda. En el mundo an-glosajón (el Caribe incluido) hubo pistas pe-queñas de un quinto de milla (352 yardas,321,87 metros) como la famosa pista neo-yorquina de Travers Island, en la que MaxieLong hizo 47.8 en los 400 metros en el año1900, ¡ahí es nada!Las ventajas cronométricas de las pistasgrandes eran evidentes. En igualdad de con-diciones la velocidad en recta es siempresuperior a la velocidad en curva. En la prue-ba de 400 metros, en una pista de 500, serecorrían dos rectas, una curva completa y,quizá, un pequeño trozo de la curva inicial.Y decimos quizá porque no en todas las pis-tas era así, pues ello depende de la longi-tud de las rectas y el radio de las curvas. Enel parisino Colombes, por ejemplo, en un400 se recorrían 277 metros de recta y 123de curva. El estadístico vitoriano José Ma-


reportajeEstadio de Jean-Bouin, París

La medida de 450 también era común: curiosamente ladel estadio Jean-Bouin de París tenía 449,87 metros decuerda

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Estadio Comunale de Turín

El estadio Comunale de Turín medía 446 metros (y así secelebraron los primeros campeonatos de Europa)



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El Panatinaikós, Atenas.


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El Panatinaikós de Atenas, sede de los Juegos Olímpicosde 1896 y 1906 tenía un tercio de kilómetro, es decir, 333,33metros (y con curvas cerradísimas)


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ría García ha calculado queen la prueba de 400 me-tros, en una pista de 500,la ventaja era de 3 décimasde segundo. En la pruebade 800 metros, en una pis-ta de 500 metros, se hacentres virajes en lugar de cua-tro, la ventaja se calcula en2 décimas, porque la velo-cidad es menor. Las pistas pequeñas pre-sentaban obvios inconve-nientes. Hay que dar másvueltas para completar ladistancia y por lo tanto hayun mayor número de cur-vas, con lo cual la marca,en las pruebas de largoaliento, se resiente. Esto losaben bien los atletas deahora, puesto que lo ex-puesto sigue ocurriendo hoy día en la pis-ta cubierta. Además puede entrar en juegoel problema de que un mayor número degiros puede proporcionar una fatiga psico-lógica al atleta, bien lo saben los fondistascuando compiten en una prueba de 3.000metros en pista cubierta.A partir de los años 30 del siglo XX la ten-dencia es la de homogeneizar las pistas a400 metros (o 440 yardas en el mundo an-glosajón). Desde entonces casi todo lo que

Estadio Olímpico de Estocolmo

Estadio de Riazor. La Coruña

se construye de nueva planta se hace conla medida estándar. Los Juegos de París de1924 son los últimos en disputarse en unapista de un tamaño distinto a 400 metros;el olímpico de Amsterdam, en 1928, tendráya la medida estándar. Las viejas pistas a me-nudo se ven remodeladas: Colombes pasade 500 a 400 metros para albergar el Cam-peonato de Europa de 1938 o la del estadioOlímpico de Estocolmo, que pasa de sus

385 metros a 400 metros para ser la sededel europeo 20 años más tarde, en 1958. Elestadio de White City, santuario del atle-tismo británico durante décadas, pasó tam-bién de los 536 metros ya citados a 440 yar-das en 1931 (de un tercio a un cuarto de mi-lla). Muchas de las pistas nombradas fueronadaptando su perímetro a los 400 metros,y a partir de los años 50 prácticamente to-dos los campeonatos se disputaron ya so-

El famoso estadio Olímpico de Estocolmo, sede de los Juegosde 1912 y escenario de numerosos récords mundiales, tenía385 metros

No obstante, casi todo lo que se construye de nueva planta apartir de los años 40 se hace con la medida estándar de 400metros


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Estadio de Montjuic

Estadio de Montjuic

bre las pistas estándar. Quizá fueron los Jue-gos del Mediterráneo de 1955, celebradosen los 500 metros de Montjuïc, uno de losúltimos campeonatos disputados en pistagrande.A la hora de hacer historia del atletismoy glosar esta o aquella marca o logro atlé-tico pocas veces se tienen en cuenta eltamaño de la pista en la que fue lograda,favorecedora unas veces, perjudicial otras.Pensemos por ejemplo en el fantástico

récord mundial de 800 metros de RudolfHarbig de 1:46.6 en 1939, logrado en la pis-ta de la Arena de Milán, o en los famosos47.6 en 400 metros del escocés Eric Lid-dell, en los Juegos Olímpicos de 1924. Qui-zá, en una pista de cuerda inferior, estosatletas no hubiesen bajado de 1:47 o 48segundos, respectivamente… ¡quién sa-be! Como contrapartida pensemos quecuando el mítico Emil Zátopek bate ré-cords mundiales en la ciudad checa de

Stará Boleslav, en distancias que van de10.000 a 30.000 metros, aquella pista ta-lismán del estadio Houstka mide 363,8metros, o antes, el gran Paavo Nurmi ba-te en 1924 el récord mundial de 10.000metros en Kuopio (Finlandia), cuya pistamide 350 metros. Y hemos citado ya el47.8 en 400 metros de Long en 1900 enuna pista de sólo 321 metros. Por supues-to, no entremos ahora siquiera en valo-rar el tipo de superficie y el estado (du-

Quizá fueron los Juegos del Mediterráneo de 1955, celebradosen los 500 metros de Montjuïc, uno de los últimos campeona-tos disputados en pista grande

En España, durante muchos años la pista de Montjuïc, enBarcelona, fue la más importante de nuestro país


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ro, blando, muy blando, encharcado, are-noso) de la pista, pues eso ya sería obje-to de otro amplio artículo. En España, durante muchos años la pista deMontjuïc, en Barcelona, fue la más impor-tante de nuestro país. Inaugurada en 1929,y espejo de París o Milán, tenía 500 metrosde cuerda, como hemos dicho. Luego vere-mos su incidencia en la prueba de obstácu-los. El modélico estadio de Berazubi, en To-losa, inaugurado en 1923, tenía 400 metrosy cumplía escrupulosamente con la tenden-cia que posteriormente se impondría. Peroen España la mayoría de las pistas teníanmenos de 400 metros; eran generalmenterecintos pequeños en estado bastante pre-cario. Citemos como ejemplo la pista de Je-an-Arnaud, en Barcelona, con sólo 257 me-tros de cuerda. No pocas veces se trazabanlas líneas de cuatro o seis calles dentro delperímetro de un campo de fútbol, e inclu-so existían modelos o directrices de cómohacerlo; de ello resultaba una pista de alre-dedor de unos 225 metros de cuerda. Noobstante, casi todo lo que se construye denueva planta a partir de los años 40 se ha-ce con la medida estándar de 400 metros.Así, por ejemplo, el estadio de la Exposi-ción de Avilés, inaugurado en 1945, la De-

hesa de Gerona, en 1944, la pista de Riazor,en La Coruña, en 1945, o la pista de la Ciu-dad Universitaria en Valencia, de 1949; to-das ellas tenían 400 metros. Sin embargo fue emblemática la instala-ción más importante durante décadas dela capital, Madrid, pues la pequeña pistade la Ciudad Universitaria (todavía exis-tente), tenía 301 metros de perímetro. Un800 en aquella pista suponía 5 curvas; enun 10.000 había que dar 33 vueltas en lu-gar de las 25 a las que estamos acostum-brados; en un 400 se recorrían tres cur-vas completas. En la prueba de 200 me-tros había dos rectas: la de llegada y untrozo de la recta contraria. En esta pista,y en otras pequeñas, la línea de llegadano se situaba al comienzo de la curva, co-mo ahora, sino retrasada varios metros.Es curioso que los atletas del 10.000 dela época, como Antonio Amorós, JosepMolins o Luis García, alternaban para suprueba las 33 vueltas en la universitariade Madrid a las sólo 20 de Montjuïc. Lainauguración en 1961 del moderno esta-dio de Vallehermoso, por supuesto de400 metros de cuerda, supuso el final dela pista universitaria.Dentro del programa atlético hay una prue-

ba que necesitaba de una pista estándar. Es-ta era los 3.000 metros obstáculos. Y deci-mos necesitaba dado que la ría está fija, porlo que el tamaño de la pista determinabael número total de obstáculos y rías a su-perar. En las pistas de cuerda superior a 400metros dicho número era inferior. Por ello,en 1954 la IAAF dicta normas concretas yhomogeiniza y reglamenta la prueba y dis-pone que los atletas deberán superar 28obstáculos y pasar 7 veces por la ría. Pero,claro, esto solo es posible si la pista mide400 metros. Hasta 1953 no se hacía distin-ción entre marcas conseguidas en pista de400 metros y en pista de más de esta dis-tancia, mezclándose en los ránkings las mar-cas conseguidas con distinto número deobstáculos superados. Por ello, a partir de1954 las marcas conseguidas en pistas gran-des no se homologan. Así, por ejemplo, Ma-nuel Augusto Alonso no ve homologado sumarca de 9:03.2 de julio de 1958, puesto quela pista del estadio Heysel de Bruselas en laque fue lograda medía 443 metros y al finalde la prueba se habían pasado dos obstá-culos menos de los que la nueva normati-va marcaba. Antes sí fueron tenidos en cuen-ta las marcas logradas en Montjuïc, en don-de se superaban 26 obstáculos y 7 rías. Por

Sin embargo fue emblemática la instalación más importante durante décadas de la capital,Madrid, pues la pequeña pista de la Ciudad Universitaria (todavía existente), tenía 301metros de perímetro

Pista universitaria. Madrid


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ejemplo, en Colombes, cuando tenía 500metros, se pasaban en total sólo 31 obstá-culos (incluida la ría); desde 1938, ya con 400metros, y antes de la reglamentación se pa-saban 36 (en lugar de 35). Las marcas y losrécords, sin embargo, no hacían ninguna dis-tinción en este sentido.En el congreso de Roma de 1960 la IAAFdicta otra norma que será el fin de las pis-tas grandes. Determina que la prueba de200 metros se dispute recorriendo unacurva completa. Hasta entonces esto eraasí en las pistas de 400 metros o de cuer-da inferior. En pistas grandes el 200 sedisputaba sólo con media curva o un cuar-to de curva, con ventaja evidente para lasmarcas conseguidas. Hasta entonces, co-mo ocurría con los obstáculos, no se te-nía en cuenta si la marca o récord se ha-bía realizado con curva completa (comoahora), con media curva o con un cuartode curva; en nomenclatura inglesa, turn,half turn y slight turn. Sí que se distin-guían entre carreras en recta y carreras

con algún tipo de curva. En la práctica noera posible determinar con exactitud quécarreras se había disputado con qué tipode curva. Y es que, a partir de ese mo-mento y para aumentar la confusión, tam-bién se disputaron pruebas de 200 me-tros en pista grande pero con viraje com-pleto, adelantando en la recta la línea demeta, como en el encuentro Italia-Fran-cia de Milán en 1960. En pista grande, como ocurrió tradicio-nalmente en Montjuïc, los 200 metrosse disputaron a veces en recta, aunqueno todas las pistas grandes lo permití-an, pues en dicha prueba en recta tantola salida como la meta deben sobrepa-sar el perímetro de la calle exterior. Enla barcelonesa Montjuïc fue tradición,como hemos dicho, pero no era comúnen Europa; incluso los 200 metros delcampeonato nacional español de 1963,el último celebrado allí y una vez en vi-gor la norma IAAF, se disputaron en rec-ta. En Estados Unidos sí fue muy tradi-

cional durante décadas la disputa de las220 yardas en recta (201 metros), tantolisas como con vallas. La ventaja entreuna prueba de 200 metros en línea rec-ta a una con curva completa se estima-ba en 3 décimas de segundo. Añadir co-mo anécdota que a los atletas poco onada acostumbrados al 200 en recta, laprueba se les hacía eterna.Y esta es la historia de un aspecto pococonocido y valorado en la historia delatletismo, un aspecto que hoy, en com-peticiones al aire libre, nos parece total-mente olvidado. Para terminar y comoejercicio, emplazo al amable lector queha llegado hasta aquí a que piense cómose disputaban los 400 metros vallas, porejemplo, en aquella pista de 301 metrosde la Ciudad Universitaria madrileña, yqué había que hacer una vez dado el pis-toletazo de salida. Se excluyen de estepequeño reto los muy veteranos aficio-nados, que quizá lo hayan visto con suspropios ojos. �

Estadio Valehermoso. Madrid

La inauguración en 1961 del moderno estadio de Vallehermoso, por supuesto de 400 metrosde cuerda, supuso el final de la pista universitaria

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