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AÑO 2/ NUMERO 11/ OCTUBRE 2012 1

Revista Rufián

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Revista de opinión y literatura mapuche.Tema de este número: resistencia mapuche en la ciudad (warriache)

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    Visita, revisa, comenta.http://rufianrevista.org

    Escrbenos, [email protected]

    Direccin General:CODEMU Colectivo de Estudiantes Mapuche Universitarios

    Equipo Editorial:Daniela AcostaPaula ArrietaCamila BralicPaz Irarrzabal Guillermo JimnezAlejandra SalgadoCynthia Shuffer Constanza Villa

    Correccin:Camila Bralic

    Portada:Cynthia Shuffer

    Fotografas:Esencia Mapuche

    Diseo y diagramacin:Chilenitox/ Paula Arrieta

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    Warriache. Crnicas de la resistencia mapuche en la ciudad.

    ndice6

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    Editorial Acerca de este nmero La Reivindicacin de la serpiente como espritu de descolonizacinMatas Cayuqueo/Marisela Pealoza Cules son las razones estructurales de la migracin campo ciudad del Pueblo Mapuche de la segunda mitad del siglo XX?Felipe Curin Mapurbe David Aniir Por qu necesitamos educacin intercultural? Daniela Millaleo Montano Del mapuche campesino al mapuche urbanoAlex Huenteo Qu es ser mapuche en la selva de cemento?Germn Len Huichaqueo Rol de la mujer MapucheNorma Hueche Weichafe Matas Valentn Catrileo Quezada (1984-2008)Codemu Poemas Ramn Cayuqueo Reencuentro con la identidad, magia, esperanza y realidad Ramn Cayuqueo

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    Acerca de este nmero

    Se incendiaban las rucas, se mataban y capturaban mujeres y nios

    Se arreaban con los animales y se quemaban las sementeras.

    Estamos ante una de las pginas ms negras de la historia de Chile

    (Jos Bengoa, Historia del pueblo mapuche, siglo XIX XX)

    Editorial Rufin

    Son las pginas ms negras que se podran escribir

    sobre la historia de Chile, pero es una ms de las

    historias de masacre que enlutan las pginas de la

    historia mapuche. La cual se cuenta en la lengua de

    los pmulos pronunciados, de algn anciano moreno

    que relata epew(1) a la silenciosa luz de un fogn

    en una comunidad mapuche. Son las heridas de la

    historia que cuenta que nunca fuimos los ganadores

    de las batallas contra occidente, y es ms, son los

    retazos de las cicatrices de un pueblo asesinado por

    el progreso y la civilizacin.

    Ningn historiador podra ni podr describir tanto

    horror y dolor que los antiguos mapuche sufrieron

    durante el gran genocidio de la Araucana (o como

    lo menciona la historia chilena, la pacificacin

    de la Araucana). Tampoco ningn socilogo o

    antroplogo entender las fuerzas que nos llaman

    a seguir luchando, despus de ms de 500 aos.

    Luchas con los espaoles, con los criollos y ahora

    con el estado chileno. Antes mano de obra, despus

    un estorbo a los intereses econmicos de la poca y

    actualmente la persecucin contina, mediante leyes

    impuestas en contra de nuestra cultura y nuestra

    resistencia. Resistencia que contina a pesar del paso

    de los siglos a perdernos como cultura y a perder la

    tierra que nos da fuerza para seguir la lucha da a da.

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    Nosotros los mapuche del siglo XXI, somos los nietos

    de aquellos abuelos que en los 60 migraron hacia

    Santiago, para salir del empobrecimiento que dej

    aos de usurpacin a los territorios mapuche, y los

    hijos de estos mapuche que asentndose en las

    poblaciones de las periferias santiaguinas fueron

    vctimas en conjunto con el poblador chileno de

    los asesinatos y torturas de la dictadura militar a

    mediados de los aos 70 y durante todos los 80.

    Somos nosotros los cuales cargamos cicatrices que

    no pueden ser curadas con pastillas de integracin

    social.

    La mayora de nosotros, somos los primeros que

    tenemos estudios universitarios y nos atrevemos,

    aqu en la ciudad o en la dispora como muchos de

    nosotros la llamamos, por no ser nuestro lugar de

    procedencia original y cultural, donde nos hemos

    establecido dentro de comunidades locales, y que

    a diario nos formamos identitariamente como

    mapuche, lidiando con el occidentalismo, con el

    capitalismo y otros males de las sociedades de

    consumo. Warriache(2) nos llaman, y con orgullo nos

    atrevemos a escribir de nosotros y de nuestro pueblo,

    de nuestras luchas, de la pobreza que existe en el

    sur, y de nuestro pueblo tan querido, que se niega a

    desaparecer.

    La ciudad y el orgullo de pertenecer a un pueblo

    luchador, nos hacen crear poltica desde las cenizas

    y de volver a reinventarnos con conciencia de clase y

    conciencia de indio. Haciendo conciencia de la lucha,

    y un pueblo en el cual todos y todas, aunque se haya

    borrado la morenidad, somos parte.

    (1) Epew: Cuentos histricos sobre el pueblo mapuche.(2) Warriache : gente de ciudad

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    La Reivindicacin de la serpiente como espritu

    de descolonizacin

    La reivindicacin de la serpiente, tiene que ver con este proceso del dejar de desconocerse para volver a reencontrarse, es un trnsito y recorrido infinito que no tienen ni inicio ni fin, ni resultado, ni meta, la serpiente est en lo que nos dice el cuerpo o nuestros cuerpos, en lo que nos dicen nuestras emociones, las sensaciones, las percepciones, nuestra intuiciones, en las relaciones, en nuestros sueos, como la naturaleza que tiene sus procesos, sus momentos, sus crecimientos y decrecimientos son todas esas conciencias consideradas otredad: la conciencia colectiva, espiritual, emocional, territorial, corporal, etc.

    Matas Cayuqueo/ Marisela Pealoza

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    La crisis se vivencia todos los das de esta

    estable, concreta y rgida realidad del sistema

    financiero mundial, del sistema poltico racional

    de convivencia con todas sus normativas, redes

    institucionales desde los marcos de la ley, el

    derecho, la constitucin y todo su lenguaje

    complicado.

    Quien dicta las pautas de lo que es y no es,

    claramente son quienes tienen el poder poltico,

    econmico, militar, cuyas races estn sustentadas

    en la configuracin de una continua negacin

    de los pueblos antiguos que vivan en base a

    la convivencia con la naturaleza, la imposicin

    de la visin monotesta judeo-cristiana, las

    interpretaciones bblicas, del Olimpo, la Grecia

    antigua y la grandiosa Roma, para continuar

    en la edad moderna, junto con la Ilustracin,

    la conciencia de la Razn, complejizando las

    relaciones polticas, econmicas, militares,

    potencindose la ciencia analtica-matemtica, la

    prctica mercantil, el sistema formal de educacin,

    el derecho y la medicina moderna por decir algunos

    como sistemas, prcticas exclusivas, superiores,

    que fueron desterrando a nivel mundial las ideas,

    las prcticas distintas, al igual que los saberes de

    pueblos diferentes, como el saber de la serpiente.

    La serpiente universalmente est en todos los

    pueblos que convivan y conviven con la naturaleza,

    cuyo movimiento y forma de ser ha inspirado su

    respeto, su simbologa y analoga con la experiencia

    de vida en base a la percepcin, al cuerpo, a las

    sensaciones, la intuicin, las emociones, la magia y

    el misterio del vivir los cambios internos y a la vez

    externos.

    Las interpretaciones de El orden rgido, esttico,

    cuya verdad es nica tanto del Olimpo, como el

    orden divino de Dios y despus la Razn, conden

    La serpiente vuelve a emerger y el miedo se apodera de la sociedad que no quiere

    cambiar, que se contiene el terremoto recuerda con

    fuerza lo que est vivo, lo que est presente y no se quiere ver, pronto todo lo negado

    se manifiesta como una sombra oscura que recorre los corazones de la sociedad, de la

    ciudadana

    Cuentan nuestros abuelos que cada cierto tiempo la naturaleza se desordena para volverse a ordenar, se va reordenando fueron en esos soles, en esas lunas cobijadas en la memoria y en los corazones de todo un pueblo

    Dicen que los sueos haban avisado y tambin los Ngen (los dueos) el comportamiento de las aves, animales, plantas, peces haba cambiado, las aguas se movan extraas en el mar y en el silencio, lafken se escuch distinto grandes olas se alzaron, una gran serpiente se escuchaba en el mar, la gente huy el mar inund la tierra y solo en los cerros se poda estar aquellos que pudieron arrancar a zonas elevadas percibieron que las montaas estaban muy vivas, que se sintieron en el lomo de una gran culebra que se arrastraba...

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    eternamente a la serpiente como smbolo del mal,

    de lo oscuro, del caos o como objeto, imponindose

    el SER y ESTAR por sobre el ESTAR SIENDO, cuyo

    clmax ha sido lo que actualmente es la crisis de

    la bsqueda del Progreso, evolucin, felicidad,

    con el crecimiento econmico y el surgimiento

    de un Otro: extrao, amenazante, peligroso, que

    hay que bautizar, salvar, civilizar, eliminar, reprimir,

    dominar, negar, experimentar, etc.

    Occidente en su camino de autoconocerse,

    potenciarse, con la negacin originaria de la

    creacin, como la exclusividad de la razn, prctica

    mercantil, escritura, ciencia analtica, por nombrar

    algunos, se conden a s mismo en un camino de

    desconocimiento, desencuentro, permitiendo en

    consecuencia el surgimiento oscuro de lo negado:

    genocidio, ecocidio, descomposicin social,

    dictaduras, pobreza, desigualdad social, etc...

    Mantenindose en las relaciones de poder donde

    el sujeto se configur desde diversas miradas:

    la razn, la ciencia, dios, biblia, derecho, ley y el

    objeto o el otro amenazante en: la naturaleza, la

    mujer, el entorno, los pueblos, la biodiversidad

    Esta relacin ha generado un sinnmero de

    parodias, enfermedades, conflictos y graves crisis,

    en las cuales el desconocimiento de s mismo y de

    los dems ha mantenido una sociedad en la que

    a todo se le falta el respeto, en que se permite

    sin importar la violencia, que no se origina de los

    objetos sino de los sujetos que construyen la

    realidad segn su conveniencia e identidad. Para

    ejemplificar lo anterior es preciso nombrar lo

    siguiente: cuando se habla del conflicto mapuche,

    conflicto mapuche?, quin o quines lo dicen?, qu

    tal conflicto del Estado?

    La serpiente vuelve a emerger y el miedo se

    apodera de la sociedad que no quiere cambiar, que

    un sinnmero de injusticias e incomprensin de sistemas y marcos culturales, polticos,

    econmicos y sociales que se han perdido en la obsesin, adiccin, enfermedad de la verdad, del resultado, de lo

    exclusivo, de lo mejor, con la negacin de lo diferente, con

    la negacin de s mismo

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    cerros, dicen que fue tan fuerte el encuentro que ambos sonidos de las dos culebras quedaron grabadas en el inconsciente colectivo: karrrkar de kay kay, la serpiente del mar y trenng trenng de la culebra de los cerros

    La reivindicacin de la serpiente, tiene que ver con

    este proceso del dejar de desconocerse para volver

    a reencontrarse, es un trnsito y recorrido infinito

    que no tienen ni inicio ni fin, ni resultado, ni meta,

    la serpiente est en lo que nos dice el cuerpo o

    nuestros cuerpos, en lo que nos dicen nuestras

    emociones, las sensaciones, las percepciones,

    nuestra intuiciones, en las relaciones, en

    nuestros sueos, como la naturaleza que tiene

    sus procesos, sus momentos, sus crecimientos

    y decrecimientos son todas esas conciencias

    consideradas otredad: la conciencia colectiva,

    espiritual, emocional, territorial, corporal, etc.

    Recuperar nuestros cuerpos y nuestras emociones

    es una lucha territorial bsica de empoderarnos

    de nosotros mismos, recuperar la colectividad

    de los diferentes para reconciliarnos de las

    relaciones de poder, es tambin sinnimo de

    se contiene el terremoto recuerda con fuerza lo

    que est vivo, lo que est presente y no se quiere

    ver, pronto todo lo negado se manifiesta como

    una sombra oscura que recorre los corazones de

    la sociedad, de la ciudadana la descomposicin

    social, la crisis ambiental es una realidad

    La naturaleza, la mujer, la biodiversidad, los

    pueblos, los pobladores (trabajadores, ciudadanos,

    productores, estudiantes, etc.) histricamente

    han sido (nuestros abuelxs) y estamos siendo

    continuamente experimento de violencia como

    tubos de ensayos para la entretencin y todo un

    sinnmero de injusticias e incomprensin de

    sistemas y marcos culturales, polticos, econmicos

    y sociales que se han perdido en la obsesin,

    adiccin, enfermedad de la verdad, del resultado,

    de lo exclusivo, de lo mejor, con la negacin de lo

    diferente, con la negacin de s mismo: por ejemplo,

    la negacin de la conciencia Emocional cuya sombra

    se manifiesta actualmente en la depresin, estress,

    crmenes, violencia, adiccin, tambin la negacin

    de la conciencia corporal cuya sombra se vivencia

    en la mala alimentacin, obesidad, pesticidas,

    sobreconsumo, sobresaturacin de desperdicios,

    crisis ambiental, contaminacin y en otra instancia

    la negacin de la conciencia colectiva cuya sombra

    est en el egocentrismo, egosmo, individualismo,

    la homogeneidad, exclusividad

    La Negacin ya es un desconocerse y es lo que se

    ha estado haciendo en todo momento frente a

    esto, los pueblos que an viven en conexin con

    la naturaleza o quienes estn vivenciando en el

    riesgo de nuevos saberes tienen la sabidura para

    volver a reencantar, volver a cohabitar

    no todos pudieron resistir y solo unos pocos sobrevivieron, hasta que las aguas comenzaron a bajar, junto con el temblar de la tierra, de los

    Los pueblos que an viven en conexin con la naturaleza o

    quienes estn vivenciando en el riesgo de nuevos saberes

    tienen la sabidura para volver a reencantar, volver a

    cohabitar

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    luchas reivindicativas que son alternativas

    frente al sistema primitivo que estamos viviendo

    actualmente.

    Recuperar nuestro cuerpo como lucha territorial propia individual/colectiva desde el vivenciar,

    desde el sentir y conocer junto a la naturaleza,

    para armonizarnos y revalorar la percepcin,

    sensaciones corporales, para volver a tener un buen

    pensamiento, un sentir fuerte de cuidarse y cuidar,

    de un observarse y observar para mantenerse en

    el tiempo.

    Recuperar las emociones para vivenciar el sentir de la vida, el expresar junto con los dems y la naturaleza en sintona con el autoconocer el

    cuerpo, dejar de sentirnos dueos, autoafirmarnos,

    desapegarnos con la libertad de ser, de participar y

    a la vez crecer colectivamente.

    Recuperar la colectividad con la fluidez de las emociones, con la confianza, empata, complicidad, creando lazos de colaboracin, solidaridad ms

    que la competencia e individualidad, sanando

    nuestro juicio y pensar en un caminar desde un

    nosotros en relacin al entorno y naturaleza.

    Partiendo de estas conciencias se genera la lucha

    poltica, econmica muy distinta a la poltica y

    economa que viene solo de la conciencia de la

    razn

    .Pocos sobrevivieron de aquel encuentro, entre las dos enormes culebras, pero fueron ellxs quienes repoblaron la Mapu ya todo ahora era distinto y el agradecimiento de un nuevo habitar es posible

    Este es un relato mapuche de Kay kay y Treng

    treng en donde se da a conocer el saber de la

    serpiente que tiene que ver con la vivencia misma

    del cambio, de la transformacin, asunto que para

    la sociedad actual es una amenaza, un desconocer,

    un retraso pero acaso no es eso justamente lo

    que hay que aprender a percibir, sentir?

    La serpiente justamente tiene que ver con ese

    encuentro, con esa vivencia del caos, como una

    transformacin natural y no como una amenaza.

    La sabidura de los pueblos es intensa y vuelve a

    recordar al orgulloso y soberbio sistema mercantil,

    ciencia, estado, biblia, ley, constitucin las cuales

    dejan ver sus carencias, su estrecho conocer

    poniendo en duda y a la vez proponiendo un

    nuevo habitar en el que se transforme este otro

    amenazante en un reencuentro de s mismo,

    dejando el continuar desconocindose para volver

    a encantarse de s mismo

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    Las causas generales de la migracin mapuche se encuentran en las condiciones de empobrecimiento que experimenta la sociedad reduccional en consecuencia de la ocupacin de la Araucana por el Estado chileno. La escasez de tierra expuls a miles de mapuche que no vieron posibilidades de sobrevivencia en sus comunidades.

    Felipe Curin

    Cules son las razones estructurales de la migracin campo ciudad del Pueblo Mapuche de la segunda mitad del siglo XX?

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    con trabajo espordico y aquellos que no fueron

    beneficiados con la nueva poltica, mantendrn su

    alta propensin a emigrar. Sin embargo, esta poltica

    solo afect de forma tangencial a la poblacin

    mapuche, respecto al nmero de migraciones

    campo-ciudad.

    Esta migracin se potenciar con el trmino del

    gobierno de Salvador Allende y el advenimiento

    de la dictadura militar, donde se expropia las tierras

    readquiridas durante la reforma agraria del 60 por

    medio de la reprivatizacin de estas, en conjunto

    con la liberacin de los mercados nacionales en pos

    de seguir una economa neoliberal.

    Adems, el gobierno militar realiza un decreto

    ley N 2568, conocida como la ley de divisin de

    tierras, que afect radicalmente la dinmica interna

    de las comunidades mapuche, provocando la

    ruptura de las solidaridades socioculturales, con el

    consiguiente aumento de conflictos familiares, lo

    cual en conjunto obviamente trajo consigo un alto

    impacto en la cohesin interna de las comunidades.

    En ese sentido, la investigacin contempornea

    sobre la problemtica mapuche apunta a considerar

    la aplicacin de dicha ley como el punto de inflexin

    en las tendencias migratorias mapuche, puesto

    que ello habra provocado un aumento acelerado

    de los flujos migratorios mapuche, respecto de los

    periodos anteriores(1).

    Rol del estado en este periodo

    El estado, junto con desproteger a los campesinos

    mapuche, as como a otros sectores, brind un

    importante apoyo al desarrollo empresarial privado,

    que era inaccesible para los mapuche y s alcanzable

    para sus competidores o empleadores en los

    En los ltimos 35 aos, la poblacin mapuche ha

    seguido con las dinmicas de migracin, pero en

    este caso, son traslados del tipo campo-ciudad.

    Razones? Una de ellas se debe a las consecuencias

    del crecimiento demogrfico en minifundios

    con una limitada capacidad para mantener una

    poblacin ms numerosa. Emigraban, tambin,

    para intentar sortear la pobreza asociada a una

    crisis estructural de sus economas campesinas, es

    decir, se trataba de economas campesinas que se

    encontraban incapaces de generar un excedente

    sistemtico susceptible de inversin y, por ende,

    de hogares que no podan financiar un eventual

    desarrollo.

    Esta pauperizacin del campesinado y la

    constriccin del mercado agrcola rural que obliga a

    los campesinos, entre estos, mapuche, proviene de

    la creacin e implementacin de la reforma agraria

    del 60.

    Esta reforma afect en dos dimensiones las

    tendencias migratorias del periodo descrito, por un

    lado los asentados y dueos de pequeas parcelas

    presentan una propensin ms baja a emigrar. Por

    el otro, aquellos obreros agrcolas no asentados,

    Esta migracin se potenciar con el trmino del gobierno

    de Salvador Allende y el advenimiento de la dictadura

    militar, donde se expropia las tierras readquiridas

    durante la reforma agraria del 60 por medio de la

    reprivatizacin de estas.

    (1) VALDS, Marcos R. Migracin Mapuche y No Mapuche, notas preliminares de investigacin. Biblioteca virtual universal [online] 2003.

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    mercados. Esto se traduce en: privatizaciones de

    empresas estatales, la desregulacin del mercado;

    los bajos salarios y las garantas del orden pblico se

    tradujeron en la formacin y desarrollo de grandes

    grupos econmicos y en la poderosa presencia del

    capital transnacional. Los mapuche, sin embargo,

    quedaron excluidos de todo beneficio que el Estado

    otorgaba al pequeo y poderoso grupo econmico

    nacional.

    Estas acciones provocaron sin duda un xodo

    considerable de migraciones indgenas,

    particularmente mapuche, del campo a la ciudad,

    en busca de mejores oportunidades econmicas

    y laborales. Sin embargo, a raz de la falta de

    educacin formativa y profesional, la gran mayora

    El gobierno militar realiza un decreto ley N 2568, conocida como la ley de divisin de tierras, que afect radicalmente la dinmica interna de las comunidades mapuche, provocando

    la ruptura de las solidaridades socioculturales.

    de la poblacin se desempear en trabajos poco

    calificados y sin preparacin educativa de por

    medio. Ante el futuro de estos grupos, el 99,9%, una

    vez instalados en la capital, residirn en los barrios

    marginales que se encuentran en la periferia de las

    grandes urbes.

    Ante estos hechos, los pobladores rurales,

    principalmente jvenes, se ven obligados a

    emigrar hacia los lugares donde se encuentran las

    concentraciones de actividades econmicas, como

    lo son las principales ciudades del pas, Santiago,

    Concepcin y Temuco, entre otras. Entre el grupo

    predominante de la poblacin mapuche que emigra

    a la ciudad se encuentran los jvenes de 15 a 30 aos

    aproximadamente, compuesto principalmente por

    mujeres.

    Las razones que explican este fenmeno es que

    ellas tienen una fuente de trabajo directa en la

    cual desempaarse, como lo es el trabajo en casas

    particulares, ya que en su comunidad de origen estas

    ya han aprendido a desarrollar las labores propias

    del hogar y cuidado de nios. Por el contrario, los

    hombres se ven en la necesidad de adquirir nuevos

    conocimientos para desempearse en las diversas

    funciones operarias que ofrece el mercado, antes de

    trabajar en l. En el caso particular de las mujeres,

    se constata la materializacin de la discriminacin

    y el racismo contra los pueblos indgenas, que se

    manifiesta en el contrato de la servidumbre que

    presta la trabajadora particular ante sus patrones

    en el domicilio de estos.

    A partir de lo tratado en el encuentro nacional de

    mujeres indgenas, se expresa que el elemento

    derivado de su origen tnico ha provocado una

    mayor marginacin y segregacin, que dificulta

    la adecuada integracin al proceso de desarrollo

    al que toda persona tiene derecho, respetando

    su diversidad e idiosincrasia cultural; esto como

    producto de la polticas neoliberales que se han

    impuesto a nivel mundial, que empobrecen cada da

    ms a la gente con tradicin en la tierra, debilitando

    a quienes subsisten de la economa tradicional(2).

    (2) RODRIGUEZ, Francisca. Encuentro nacional de mujeres indgenas. Centro de estudios Miguel Enrquez (CEME). [online], 2004.

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    Testimonios de la migracin del campo a la ciudad:

    El problema es que no tenemos tierra para trabajar.

    Por mucho tiempo engaaron a los viejos, a los

    abuelos, los engaaron. Mediante engao le fueron

    quitando las tierras. Cuando nosotros nacimos, fuimos

    varios hermanos y no podamos, no tenamos lugar

    para trabajar todos en el campo. Mis padres tenan

    tierras. Cuando se mueren los viejos, heredan los hijos,

    pero para trabajar, si son 10 hermanos por ejemplo,

    en 4, 5, 6 hectreas no podemos trabajar todos,

    imposible. Porque en el campo se cran animalitos,

    se hace chacra, quiere sembrar trigo uno, y adnde?

    Con una poca porcin de tierra uno, diez hermanos,

    no puede tener ni pollos. Entonces ese fue el gran

    problema, porque como no pude encontrar trabajo

    en Temuco, mi hermano mayor me dice Por qu no

    prueba en Santiago?. Quera irme a Argentina, pero

    all haba nieve y no se poda pasar. Entonces vine a

    probar en Santiago y aqu me qued

    (Entrevista a Eugenio Paillalef. 31 Enero 2007.

    Presidente CONAPAN) (3)

    (3) WALTER, Alejandro I; ALVAREZ, Valentina. El pan mapuche. Un acercamiento a la migracin mapuche en la ciudad de Santiago. Revista Austral de Ciencias Sociales [online] 2008. Pp. 32 (4) Ibdem

    Distribucin de poblacin mapuche migrante reciente por grupos de edad.

    Fuente: Censo Nacional de Poblacin y Vivienda 1992. Tabulados Especiales. CELADE\IEI-UFRO\LULUL MAWHIDA.

    Distribucin mapuche en regiones

    Fuente: INE

    Los itinerarios que cada migrante mapuche sigui

    en su trayectoria desde la comunidad reduccional

    a Santiago son diversos. En estos itinerarios se

    adquieren habilidades para la integracin a la vida

    en la ciudad. Para muchos, la primera habilidad

    necesaria fue la destreza lingstica, es decir,

    aprender el idioma espaol. Para la mayora de

    quienes salieron de sus comunidades durante la

    segunda mitad del siglo XX el idioma espaol no

    corresponda a su lengua materna. Por ese tiempo

    la prctica del mapudungun en las comunidades

    era muy extendida, emplendose tanto al interior

    de la familia como en la mayora de las actividades

    cotidianas. La adquisicin del espaol y su manejo

    adecuado, por tanto, solo era posible fuera del

    espacio de la comunidad, a travs de la participacin

    en el sistema formal de educacin o del trabajo

    asalariado. Para quien no fue a la escuela, el espaol

    se aprende en la vida, como fue el caso de Ambrosio

    Raniman, quien no fue a la escuela y debi aprender

    el idioma a travs del trabajo en un fundo vecino a

    su comunidad(4).

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    El problema es que no tenemos tierra para

    trabajar. Por mucho tiempo engaaron a los viejos, a

    los abuelos, los engaaron. Mediante engao le fueron

    quitando las tierras.

    Las causas generales de la migracin mapuche se

    encuentran en las condiciones de empobrecimiento

    que experimenta la sociedad reduccional en

    consecuencia de la ocupacin de la Araucana por

    el Estado chileno. La escasez de tierra expuls a

    miles de mapuche que no vieron posibilidades de

    sobrevivencia en sus comunidades.

    No existen solo razones econmicas y polticas que

    expulsan directa e indirectamente al mapuche de

    sus tierras, sino tambin simblicas y fsicas. Hoy en

    da, las comunidades sufren allanamientos violentos

    por parte de carabineros, lo que obliga a muchos

    padres a enviar a sus hijos a otros destinos para que

    crezcan lejos de la violencia y la pobreza que sufre

    el pueblo mapuche.

    La ciudad de Santiago se transform en el principal

    centro receptor de migracin. La migracin

    mapuche no sigui un itinerario escalonado que

    fuera paulatinamente vinculando centros urbanos

    de complejidad ascendente. Los migrantes trazaron

    rpidamente un trayecto entre la comunidad rural y

    el centro urbano ms grande del pas.

    Fuentes

    - BENGOA, Jos. Historia del pueblo Mapuche.

    (Santiago: Sur) 1991.

    - MIDEPLAN. Informe de la comisin verdad histrica

    y nuevo trato. (Chile: Sergio Molina Monasterios)

    2008.

    - SAAVEDRA P., Alejandro. Los mapuches en la

    sociedad Chilena actual. (Santiago: LOM Ediciones;

    Universidad Austral) 2002.

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    mujeres indgenas. Centro de estudios Miguel

    Enrquez (CEME). [online], 2004. Disponible en

    [http://www.archivochile.com/Mov_sociales/mov_

    mujeres/MSmovmujeres0025.pdf]. Consultado el

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    Biblioteca virtual universal [online] 2003. Disponible

    en [http://www.biblioteca.org.ar/libros/8855.pdf ].

    Consultado el martes 22 de noviembre de 2011.

    - WALTER, Alejandro I; ALVAREZ, Valentina. El pan

    mapuche. Un acercamiento a la migracin mapuche

    en la ciudad de Santiago. Revista Austral de Ciencias

    Sociales [online] 2008. Pp. 32. Disponible en [http://

    mingaonline.uach.cl/pdf/racs/n14/art02.pdf ]

    Consultado el 23 de noviembre de 2011.

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    Mapurbe

    Somos Mapuche de hormign

    Debajo del asfalto duerme nuestra madre

    Explotada por un cabrn

    Nacimos en la mierdopolis por la culpa del buitre cantor

    Somos lo que quedamos en pocas partes

    El mercado de la mano de obra

    Obra nuestras vidas

    Y nos cobra

    Madre, vieja mapuche, exiliada de la historia

    Hija de mi pueblo amable

    Desde el sur llegaste a parirnos

    Un circuito elctrico raj tu vientre

    Y as nacimos, gritndoles a los miserables

    MARRI CHI WEW!!!!

    En lenguaje lactante

    Padre, escondiendo tu pena de tierras tras el licor

    Caminaste las maanas heladas enfrindote el sudor

    Somos hijos de los hijos de los hijos

    Somos los nietos de Lautaro tomando la micro

    Para servirle a los ricos

    Somos parientes del sol y del trueno

    Lloviendo sobre la tierra apualada

    La lgrima negra del Mapocho

    Nos acompa por siempre

    En este transantiagoniko wekufe maloliente.

    David Aniir

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    Por qu necesitamos educacin intercultural?An el mal gobierno emplea mecanismos homogeneizadores dentro de una sociedad en la cual nuestra cosmovisin no tiene cabida, donde nuestra lengua es una forma primitiva de hablar y se nos impone otra como la adecuada. Se nos obliga a olvidar nuestra educacin y se nos impone otra, con su propia historia, hroes y quehaceres. Mediante la forma ms poderosa de genocidio cultural, la educacin oficial chilena.

    Daniela Millaleo Montano

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    dejando a todos los individuos en igualdad de

    accin sin ser discriminados ni cuestionados

    por este accionar.

    El problema del otro:

    El problema de la otredad(1) lo menciona

    claramente Claudia Zapata cuando se refiere a

    la concepcin de Said sobre este trmino: El

    llamado de Said es a entender la otredad no en

    relacin con las culturas no occidentales sino

    como un producto de Occidente mismo: ver a

    los Otros no como algo dado ontolgicamente,

    sino como histricamente constituidos (Said,

    1996c:58). El otro sigue siendo para este

    pas un gran problema y su expresin ms

    negativa deriva en las enfermedades propias

    de la actualidad tal como la homofobia y la

    xenofobia.

    En el caso mapuche la otredad, an imperante

    en las sociedades con presencia indgena,

    sigue involucrando la disminucin cultural de

    aquellos pueblos preexistentes a las colonias

    espaolas. Y es esta problemtica la que de

    cierto modo trata de abordar la nueva ley

    anti discriminacin. Sin embargo, y como ha

    pasado durante ms de 500 aos, seguimos

    siendo los indios de Amrica invisibilizados

    en todas las discusiones sobre las mejoras

    de las condiciones culturales, econmicas y

    sociales.

    An el mal gobierno emplea mecanismos

    homogeneizadores dentro de una sociedad

    en la cual nuestra cosmovisin no tiene

    Durante mucho tiempo en el congreso se habl

    sobre una ley la cual consiste bsicamente

    en respetar las diferencias propias de cada

    ser humano y en penalizar a aquellos que no

    toleran estas diversidades. La primera vez que

    pens en la posibilidad de la aprobacin de

    esta ley que favorece los derechos humanos,

    surgi la siguiente pregunta: Por qu las

    autoridades de este pas se cuestionan el

    penalizar hechos de violencia en contra de

    las diversidades existentes? La respuesta de

    inmediato surgi en mi mente. Todos somos

    diferentes, algunos por diversas orientaciones

    sexuales, otros con diferentes apariencias,

    religin, poltica, etc. Y as una infinidad de

    manifestaciones culturales diferentes unas

    a otras. El aceptar que existen diversidades

    debiese ser visto como algo positivo para

    las relaciones sociales de cada pueblo al

    enriquecer los acercamientos culturales entre

    s. Sin embargo a esta sociedad claramente

    le molestan las diferencias, al borde de llegar

    a matar gente que piensa diferente o es

    diferente.

    Hace unos pocos meses repudiamos el

    accionar de un grupo de neo-nazis, que

    torturaron salvajemente y asesinaron a un

    joven homosexual. El llamado caso Daniel

    Zamudio fue la culminacin de la ley anti

    discriminacin que sac a la mesa los dilogos

    ticos sobre la tolerancia y respeto hacia las

    diversidades. Dilogo que otros pases ya

    tuvieron hace muchos aos, dando un paso

    a la tolerancia de las diferencias individuales,

    (1) A esto habra que agregar que todas las culturas son etnocntricas y construyen sus otros, por lo tanto, no es una innovacin de Occidente. El factor determinante es, entonces, el prestigio y la fuerza poltica de Occidente luego de los procesos coloniales. (Zapata. 2008:10. Pie de pgina). La otredad o el otro se manifiestan bajo los cnones occidentales en la actual sociedad.

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    cabida, donde nuestra lengua es una forma

    primitiva de hablar y se nos impone otra como

    la adecuada. Se nos obliga a olvidar nuestra

    educacin y se nos impone otra, con su propia

    historia, hroes y quehaceres. Mediante la

    forma ms poderosa de genocidio cultural, la

    educacin oficial chilena.

    Historia y contextualizacin:

    Esta es la historia acerca de la intolerancia,

    acerca de una sociedad que no soporta la

    existencia de gente diferente. De un pas espaol,

    criollo, europeo, cristiano occidental, que se dice

    civilizado y trata de acabar con los brbaros,

    los salvajes, los hombres que deambulaban

    libremente por las pampas y cordilleras del

    sur del continente. Ellos se defendieron del

    salvajismo civilizado; hicieron lo que pudieron,

    vivieron como mejor supieron, pelearon hasta el

    cansancio, y terminaron por morir y ser vencidos

    por el progreso (Bengoa, 1985: 5).

    A todos nos ensean en las escuelas las

    intenciones que tenan los espaoles al

    desembarcar en las tierras Americanas. Nos

    hablan del progreso de occidente, de barbarie

    y civilizacin, de intereses econmicos y los

    ms radicales nos hablan de la espada y la

    cruz. Cmo los espaoles sometieron a las

    civilizaciones de Amrica, imponiendo una

    cultura diferente y homogeneizando a los

    pensares elevados de aquellas culturas. Que

    ramos primitivos y salvajes y necesitbamos

    educacin para ser ms que solo indios.

    Esta historia, la cual se est enseando por

    estos das, se presenta desde la emancipacin

    de estos estados criollos y su formacin como

    estados nacionales y nos preguntamos: Qu es

    lo que ocurri con los indgenas que resistieron

    a los ataques del colonizador y posteriormente

    a los que pretendan conformar estados

    nacionales? Lo mismo que ocurri con los

    espaoles invasores, pas con criollos chilenos

    que siguieron el exterminio con el eufemismo

    de la pacificacin de la Araucana(2), la cual

    fue una excusa perfecta para llevar los ideales

    Por qu no podemos exigir, nosotros, los pueblos indgenas, que dentro de la educacin tradicional se ensee nuestra lengua

    materna en vez de que se nos siga exigiendo hablar lenguas extranjeras en el marco de un mundo globalizado que educa

    sujetos en pos de aprender para el funcionamiento de procesos econmicos capitalistas?

    (2) En Argentina paralelamente se desarrollaba el peor exterminio de su historia, la campaa del desierto a mando del genocida general Roca es quizs una de las mayores matanzas en contra del pueblo mapuche en el lado del Puelmapu (lado argentino del territorio mapuche).

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    progresistas de los intelectuales europeos de

    la poca de la ilustracin y de las ideologas

    liberales de occidente a la barbarie local de

    este fro sur del mundo, a costo del genocidio

    de una infinidad de vidas de culturas en

    resistencia(3), no tan solo en el caso mapuche,

    sino con una infinidad de pueblos en toda la

    Latinoamrica colonizada.

    Si antes eran los espaoles ahora son los

    chilenos, que trataran de terminar con la

    barbarie mediante diversas formas; una fue

    la muerte de aquellos que iban en contra de

    la expansin de territorio y, por otro lado,

    fue la educacin mediada por la iglesia, que

    asuma su tarea civilizadora imponiendo

    otra religin para mitigar las otras creencias

    primitivas de estos pueblos. Es decir, nos

    homogeneizaron para absorber nuestras

    creencias, transformndonos en todos iguales

    y transformarnos en chilenos.

    Con el advenimiento de la Repblica los

    mapuche dejaron de ser vistos como un pueblo

    o nacin y comienzan a ser tratados como

    chilenos (o si se quiere ciudadanos, aunque con

    una ciudadana limitada) (Foerster; 2)

    En la actualidad ser la educacin una nueva forma de pacificacin de la Araucana?

    Siguiendo con la historia. Estos criollos se

    formaron en Europa y tomaron ideologas

    occidentales, las cuales implementaron en

    las escuelas para as lograr y continuar con la

    idea de progreso que tanto motiv al invasor

    europeo y en donde la identidad propia de

    los pueblos indgenas no tena cabida en

    estas nuevas naciones, que se establecan

    como un nuevo espejo de occidente. En

    consecuencia los pueblos precolombinos en

    resistencia son masacrados y homogeneizados

    dentro de estas aulas del saber europeo y

    con esto son opacadas las propias culturas

    maternas indgenas. As como lo hicieron

    los espaoles construyendo iglesias sobre

    los sitios ceremoniales en Amrica. Esta

    poca se caracteriz por la dominacin, el

    sometimiento y la opresin, propios de la

    situacin de la colonialidad con la consiguiente

    patriarcalizacin de las instituciones sociales,

    culturales y otras que derivaron en las prcticas

    denigrantes de racismo y discriminacin entre

    otras (Quenta.2010.1).

    Siguiendo estos parmetros, en la actualidad

    es la educacin la que sigue repitiendo estas

    formas y sigue moldeando al nio dentro de un

    determinado tipo de paradigma, el cual es muy

    diferente al paradigma indgena. En el caso

    local, la educacin chilena es representada

    de la siguiente forma por Sergio Curihuentro,

    citando a Ricardo Hevia:

    En el desarrollo de los temas ticos no se

    considera explcitamente el ejercicio del

    pluralismo en relacin a los pueblos originarios,

    como tampoco se alude a los derechos colectivos

    de estos pueblos al plantear el tema de los

    derechos humanos. Al abordar el desarrollo de la

    autoestima, los OFT se refieren a ella en trminos

    (3) En este caso prefiero llamar culturas en resistencia a lo que el formalismo estatal e intelectual occidental llama indgenas, indios, culturas originarias, etc. A nosotros, que tenemos el derecho de autodefinirnos. Aunque es preferible llamarnos como siempre nos hemos denominado como pueblos, ya sea mapuche, aymara, selknan, etc. Sin embargo, tomo esta denominacin para hegemonizar de cierto modo a estos pueblos en su totalidad.

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    individuales y no en cuanto a pertenecer o no

    a una etnia en particular (Hevia en CNCA,

    2005:104).

    Queda demostrado, entonces, que a pesar

    de que en la actualidad la educacin chilena

    se plantea como diversa y multicultural en

    la teora, en la prctica no es as, puesto que

    se resume en traducir el himno nacional al

    mapudungun que necesariamente no es

    respetar la multiculturalidad, la cual nos habla

    de la coexistencia o la convivencia entre culturas

    diferentes, o entre sujetos que pertenecen a

    diversas culturas. (Schmelkes, 2011, pp.26) y

    es ms, reproduce la accin homogeneizadora

    de las escuelas nacionalistas.

    Entre otras, la problemtica de la escuela en el

    caso de la interculturalidad, la cual estudia las

    relaciones entre los miembros de las diferentes

    culturas (ibd.), es una problemtica de estado

    que deriva en el comportamiento social, ya

    que el omitir las creencias de cada pueblo,

    el imponer una idea entre otras, es un acto

    de discriminacin, de violencia en derechos

    humanos. Es un tema (aunque silencioso), una

    forma de genocidio cultural a estos pueblos

    an preexistentes y en resistencia.

    El choque interno de un nio al encontrarse con otra cultura sobrepasa toda investigacin cientfica sobre educacin o

    aprendizaje.

    Del multiculturalismo estatal al interculturalismo indgena

    El problema del estado es el siguiente:

    El reconocimiento de la multiculturalidad como

    caracterstica definitoria de una nacin conlleva

    importantes consecuencias para el gobierno

    y la sociedad en general, y para la educacin

    en particular. Es el sistema educativo el que

    est llamando a asegurar la permanencia de

    esta caracterstica multicultural de nuestros

    pases, trabajando para fortalecer las lenguas

    y las culturas que definen dicha diversidad

    (Schmelkes.2008:24).

    Pero esta diversidad est lejos de la diversidad

    de los pueblos indgenas. En estos das la

    multiculturalidad se resume en hablar de

    los pueblos originarios como folkloreo;

    simplemente ensear en los ramos de historia

    los mapuche o aymara como pueblos extintos

    de una historia primitiva de Chile.

    Pero es otra cosa a lo que apelamos como

    pueblos indgenas. Es hacer una educacin

    intercultural como un dilogo recproco entre

    diferentes paradigmas.

    La misma autora anteriormente citada hace

    la siguiente salvedad sobre la concepcin de

    interculturalismo:

    El interculturalismo (Soriano, 2004) rechaza el

    racismo y la discriminacin. Plantea la diversidad

    como una riqueza. Establece el respeto al otro

    como necesario para la identidad personal y

    grupal. Reconoce el valor de cada persona por

    el hecho de ser persona y de cada cultura por

    el hecho de ser cultura. Parte del derecho de cada persona y de cada cultura de ser lo que

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    es y de crecer desde ah (Schmelkes.2008:27).

    Interculturalidad como derecho humano

    Por qu no podemos exigir, nosotros, los

    pueblos indgenas, que dentro de la educacin

    tradicional se ensee nuestra lengua materna

    en vez de que se nos siga exigiendo hablar

    lenguas extranjeras en el marco de un mundo

    globalizado que educa sujetos en pos de

    aprender para el funcionamiento de procesos

    econmicos capitalistas?, debemos seguir

    permitiendo que se nos imponga una historia,

    una lengua o una religin que no es la propia

    a la cultura?, debemos seguir permitiendo al

    estado que nos imponga una educacin que

    va en contra de nuestros derechos humanos,

    teniendo en cuenta que todo ser humano tiene

    derecho a tener su propia cultura?

    Son estos los cuestionamientos que surgen

    desde lo ms profundo de los corazones de

    quienes nos sentimos parte de un pueblo

    originario americano. Donde muchos nios, en

    lo particular mapuche, an nacen hablando la

    lengua materna (mapudungun) y creciendo a

    la orilla de un fogn, de donde posteriormente

    son arrancados a la educacin tradicional

    obligados por el mal gobierno y llevados a los

    centros educacionales normalistas, donde se

    les impone otro paradigma. El choque interno

    de un nio al encontrarse con otra cultura

    sobrepasa toda investigacin cientfica sobre

    educacin o aprendizaje. Por una parte se les

    obliga a aprender bajo cnones occidentales,

    donde el sujeto indgena est invisibilizado

    totalmente.

    Porque se entendera nuestro lenguaje, nuestras creencias, nuestras historias, nuestras

    enseanzas y la forma de entender el mundo. Porque la educacin intercultural es un

    derecho humano que exigimos como pueblo.

    Esta educacin estatal te impone otro lenguaje,

    otra historia, un desconocimiento de los

    apellidos propios, una forma de ver al mundo

    y es imperante la concepcin del mtodo

    cientfico para la explicacin de los procesos de

    la naturaleza, donde la experiencia del sujeto

    indgena no es vlida. Por ejemplo, se explican

    procesos mediante teoras sobre las dinmicas

    y trasformaciones del clima, mientras al indio

    solo le basta sentarse en el campo o a la orilla

    de un ro a escuchar el lenguaje del viento,

    para poder entender el ciclo de las cosecha,

    si llover maana o si viene un temblor de

    la tierra. Claramente nuestros procesos de

    entendimiento no se manifiestan dentro de un

    libro de ciencias naturales.

    Pero as vivimos, entre dos ros dicen los que

    hablan kechua, lamentablemente en un yawar

    mayu; en un ro donde corre sangre(4). Se nos

    ensea que lo viejo se debe eliminar cuando

    nuestro culto es hacia los ancestros, se respeta

    (4) Traduccin al quechua.

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    a los muertos que se vuelven estrellas y a los

    ancianos. Se nos ensea a ser individualistas y

    qu pasa con nuestras comunidades a ayllus

    o lof? Nos ensean a ver a la tierra como medio

    econmico donde podemos explotar recursos

    naturales a diestra y siniestra. Cuando nosotros

    vemos a la tierra como nuestra madre.

    Bastaran ms ejemplos para poder explicar

    que la educacin actual forma parte de la

    principal forma de genocidio cultural? La

    educacin actual sobrepasa y va en contra

    de todo derecho humano de los pueblos

    indgenas actuales.

    Necesitamos educacin intercultural, en la

    actualidad es importante escuchar la voz de

    aquellos que han callado durante dcadas,

    adems porque necesitamos reconocernos

    como tales y no podemos seguir permitiendo

    que en la escuela los nios se burlen de un

    nio con apellido indgena.

    La educacin intercultural para las

    diversidades culturales traera todo un cambio

    en el paradigma de la sociedad en su forma

    de pensar. Creemos, como indgenas, que

    disminuiran considerablemente los rasgos

    racistas y xenofbicos de esta sociedad.

    Porque la educacin intercultural enseara lo

    negativo del racismo hacia nuestras culturas

    mediante el conocimiento de la cosmovisin

    y el porqu el mapuche se resiste a perder su

    tierra ancestral.

    Porque se entendera nuestro lenguaje,

    nuestras creencias, nuestras historias, nuestras

    enseanzas y la forma de entender el mundo.

    Porque la educacin intercultural es un derecho

    humano que exigimos como pueblo, porque

    con una educacin intercultural seguiramos

    vivos como pueblo en resistencia, y sin ella

    seguimos reproduciendo el genocidio de los

    pueblos originarios y con eso, nuestra va

    hacia la extincin.

    Fuentes

    Antileo, Enrique. 2011. Dispora mapuche

    y multiculturalismo en Santiago. En: Revista

    Kutral, n2. Escuela de Sociologa, Universidad

    de Via del Mar.

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    Cochabamba, 18 y 19 de noviembre 2010.

    Mnica Navarro (Editora)

    Schmelkes, Sylvia. Multiculturalismo, educacin

    intercultural y universidades. Universidad

    iberoamericana. 2008, Mxico.

    Zapata Silva, Claudia. Edward Said y la otredad

    cultural. 14.01.2008. Aprobado: 29.07.2008.

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    Es ilgico pensar que viviendo tanto tiempo en el sur, en el campo, ms aun, evidenciando tradiciones ancestrales, nunca despert ni mucho menos sent mi newen mapuche. Y aqu en Santiago, donde est toda la moda, la influencia europea y norteamericana, donde predomina la cultura occidental, en esta gran ciudad vine a despertar, vine a saber cul es mi identidad.

    Alex Huenteo

    Del mapuche campesino al mapuche urbano

    Nac en Traigun, IX regin, viv ah hasta los cinco

    aos, porque al morir mi madre me fui de esa

    ciudad, puesto que mi padre se cas con otra seora.

    Entonces llegu a Galvarino, pero no al pueblo sino

    que al campo. Fue un cambio radical porque hasta

    ese momento no saba que mis apellidos eran de

    origen mapuche y en ese campo el 99,9% de los

    nios del colegio tenan apellidos mapuche, as que

    encontr algo en comn. Pero de mapuche tena

    slo la cara y los apellidos porque an desconoca

    cosas de la cultura mapuche, cosas que la religin se

    encarg de extinguir, tanto as que nunca presenci

    un guillatn, machitn o algn juego de paln,

    estando en la misma regin de la Araucana y, ms

    aun, viviendo en una comunidad donde se supone

    est todo el kimvn(1) mapuche. A lo ms aprend

    palabras bsicas en mapudungun porque la abuela

    (madre de mi madrastra), cuando me peda algn

    mandado me lo deca en mapudungun y si yo no le

    entenda me daba con un colige en la cabeza, as

    que obligado a aprender. Pasaron los aos y yo creca

    en esa comunidad cristiana al interior de Galvarino,

    iba a la iglesia llevado por mis padres, participaba en

    el colegio bailando cueca, me gustaban los juegos

    (1) Kimvn: Sabidura.

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    mapuche, pero sent slo alegra y fuerte emocin

    momentnea. Pasaron los aos y termin mi cuarto

    medio, fue ah cuando emigr al gran Santiago, la

    capital de Chile; volver al mismo proceso que realic

    en Temuco, conocer gente nueva, buenos amigos,

    compaeros de trabajo, de instituto, etc

    Hasta ese momento segua pensando que era

    chileno y an vea todos los partidos de la seleccin

    con bandera chilena en mano y harto patriotismo

    y orgullo en mi corazn. Pero un da todo eso se

    derrumb.

    Un da, cuando pagaba mis cuentas en Paseo

    Ahumada, en pleno invierno del 2010, escuch un

    sonido a lo lejos, un sonido que me pareca familiar

    y que me traslad inmediatamente a la novena

    regin, cmo olvidar el sonido del kultrun(4),

    de la trutruka(5), del cacho. Eran sentimientos

    encontrados, me qued pasmado, no saba qu

    hacer mientras pasaba un grupo de manifestantes

    mapuche, la mayora con sus vestimentas y con

    lienzos que decan derogacin a la ley antiterrorista,

    libertad a los presos polticos mapuche en huelga

    de hambre. Yo tena nocin respecto al conflicto del

    estado chileno para con los mapuche, pero era algo

    que vea en las noticias de la tele, lo encontraba como

    un tema tan lejano para m que no me conmova ni

    me instaba a apoyar. Pero en ese momento, in situ con

    la marcha, me desconect del tiempo y me conect

    inconscientemente con la causa, repentinamente

    cuando me toqu la cara tena lgrimas en los ojos

    que rodaban por mis mejillas, era algo mgico, ms

    que una emocin, fue una conexin innata que tuve

    con esa marcha, me senta tan igual, no encontraba

    diferencia alguna, mi corazn pareca un tambor al

    De mapuche tena slo la cara y los apellidos porque an desconoca cosas de la

    cultura mapuche, cosas que la religin se encarg de

    extinguir.

    (2) Wetripantv: ao nuevo mapuche.(3) Pifilka: instrumento de viento de origen mapuche.(4) Kultrun: instrumento de percusin mapuche, usado con mucho respeto para ceremonias.(5) Trutruka: instrumento de viento mapuche.

    de la yincana pal 18 de septiembre, en definitiva,

    haca lo que cualquier nio chileno hace en diario

    vivir, era un patriota de tomo y lomo.

    Al iniciar mi enseanza media me mud a la ciudad

    de Temuco para realizarla. No me cost adaptarme

    en esa ciudad puesto que nac en una ciudad y fui

    muy urbano, a pesar de que me fui a vivir al campo.

    En Temuco form amistades de diferentes lados

    de la regin de la Araucana, chicos que quedaban

    internos porque llegaban de muy lejos de la ciudad.

    Cada vez me iba encantando ms de la ciudad, la

    moda me absorba subliminalmente y yo ni cuenta

    me daba, inconscientemente prefera lo occidental

    y desechaba lo ancestral, lo poco ancestral que

    haba adquirido hasta ese entonces.

    Un da en el liceo se me invit a participar en una

    actividad pal wetripantu(2) que estaba prximo

    a venir y por curiosidad acept participar. Estaba

    nervioso porque era primera vez que iba a participar

    en algo tan simblico para el pueblo mapuche,

    incluso hasta me senta ajeno a la actividad, pero

    fue el inicio de una bsqueda.

    Llegado el da del wetripantu toqu pifilka(3), era

    lo nico que saba tocar en cuanto a instrumentos

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    palpitar y mi espritu pareca abandonar mi cuerpo

    para manifestarse en ese instante, era todo tan real,

    pero a la vez tan mgico. Fue ah cuando sent que

    yo era parte de esa causa y no de las cuecas, partidos

    de seleccin ni bandera chilena, tuve sentimientos

    encontrados y fue recin ah cuando me pregunt,

    quin soy, de dnde vengo y para dnde voy. Me di

    cuenta que an no tena identidad propia porque

    estuve toda una vida pensando que era chileno y

    sin embargo en ese momento no me senta nada

    de eso, era religioso pero en ese momento no

    sent religin alguna, lo que sent fue amor, rabia,

    furia, alegra, hermandad, igualdad, sent tantas

    cosas al mismo tiempo, me senta tan winka(6) en

    mi aspecto externo, pero a la vez me senta tan

    mapuche en el mbito interno, del corazn, de la

    La abuela (madre de mi madrastra), cuando me peda algn mandado me lo deca en mapudungun y si yo no le entenda

    me daba con un colige en la cabeza, as que obligado a aprender.

    causa por la cual se estaban manifestando en esa

    marcha. Al trmino de la marcha me acerqu a

    quienes llevaban la marcha, as que pregunt por

    las actividades prximas a realizarse y me sum a

    la causa sin conocer casi a nadie, pero era como si

    igual los conociese, estaba confundido pero igual

    apoy. Por el sistema que nos impone este estado,

    me desaparec de las marchas por estudiar en el

    instituto, mi tiempo ya era otro. Sin embargo mi SER

    MAPUCHE ya haba despertado, por eso en cuanto

    poda asistir a marchas o ceremonias lo haca con

    gusto, pero aun as me perd ms de un ao y medio,

    hasta mi segundo despertar que fue pal wetripantu

    del 2012. Fue ah donde despert mi Feyentun(7),

    kimvn y Rakiduam(8). Ya no era lo poltico lo que me

    llevaba a manifestarme en la marcha, sino que ahora

    me mova la cosmovisin mapuche, el pvllv(9), el

    newen(10) escondido en m. Pero cuando record el

    video que haba visto el 2010 de Matas Catrileo, ya

    no tuve ms dudas de que s, yo no era chileno, sino

    que siempre fui mapuche, lo soy y lo seguir siendo,

    hasta cuando la tierra me haga volver a ella porque

    de ella sal.

    Es ilgico pensar que viviendo tanto tiempo en el

    sur, en el campo, ms aun, evidenciando tradiciones

    ancestrales, nunca despert ni mucho menos sent

    mi newen mapuche. Y aqu en Santiago, donde est

    toda la moda, la influencia europea y norteamericana,

    donde predomina la cultura occidental, en esta

    gran ciudad vine a despertar, vine a saber cul es

    mi identidad, vine a darme cuenta que no soy

    slo un indgena, un originario de este pas, sino

    que soy ms que eso, mucho ms que eso, porque

    soy parte de un pueblo que tiene costumbres,

    tradicin, sabidura, un pensamiento, una lengua,

    una creencia, un territorio. Vine a reafirmar que no

    soy chileno, sino que soy MAPUCHE.

    (6)Terminologa ocupada para denominar al otro que no es mapuche. Generalmente se utiliza para describir no en buena forma a este otro. En el caso mapuche utilizamos la palabra wingka para el usurpador occidental. Antiguos relatos nos sugieren que esta palabra proviene del ilka que significara, en el mapudungun, el que codicia, o el we inca trmino que se refiere al nuevo (we) inca. Claramente todo esto sacado de la historiografa oral del pueblo mapuche.(7) Feyentun: el acto de tener fe.(8) Rakiduam: buenos pensamientos.(9) Pvllv : espiritu(10) Newen: fuerza

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    Qu es ser mapuche en la selva de cemento?

    La intencin de este texto es dejar sealado aspectos que nos caracterizan como mapuche de la gran ciudad, dando cuenta que no es fcil serlo, ya que lo que hacemos es construir una nueva forma de ser mapuche, y que surge por algn acontecimiento o producto de una acumulacin de estos: al igual que nuestros ancestros, quienes tenan diferencias, a nivel cultural, surgidas del lugar de origen de ellos, nosotros somos otro tipo de mapuche, con el mismo valor de un nagche, de un wenteche, de un puelche, de un williche o un pewenche, ya que somos una nueva identidad territorial.

    Germn Len Huichaqueo

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    Luego del proceso de anexin que sufri el

    Wallmapu(1) a finales del siglo XIX, el pueblo

    mapuche vivi y sigue viviendo una compleja

    etapa de desarme cultural, donde los patrones

    constituyentes de lo que es mapuche se ven

    desplazados por las formas impuestas del

    vencedor: ya, prcticamente, no viven personas

    que tengan como lengua nica el mapudungun;

    las ruka ya no son habituales en el territorio

    ancestral, el uso de las vestimentas tradicionales se

    restringen a los guillatun(2) y otras actividades de

    supervivencia cultural, siendo la mujer el pilar en la

    mantencin de la tradicin (no est de ms decir

    que en casi todas las sociedades son ellas las que

    transmiten los conocimientos a su prole), etctera.

    Y esto se vio agravado por la inmersin forzosa

    de los mapuche a elementos homogeneizadores

    de la cultura occidental, que son la religin, por

    medio de las misiones evangelizadoras, como las

    que se mencionan en el texto Lonco Pascual Coa

    i tuculpazugun, de Pascual Coa (y redactado por

    Wilhelm de Mesbach), o Lecturas Araucanas de

    Fray Flix de Augusta, ubicadas en Bajo Imperial

    (hoy Puerto Saavedra), Boroa o Panguipulli, y

    que dieron paso despus a la propagacin de

    la creencia pentecostal en las reducciones; y la

    educacin, centrada en incorporar a los pequeos

    a las reglas de la sociedad chilena, hacindoles

    entrar con sangre, por ejemplo, el castellano a

    travs de castigos como arrodillarse encima de

    piedras pequeas o semillas.

    Ahora bien, muchas personas incluyndome

    somos descendientes de mapuche que,

    principalmente por razones econmicas, tuvieron

    que abandonar su lugar de origen para instalarse

    en las grandes ciudades para aspirar a una mejor

    calidad de vida y ayudar a la familia que qued

    atrs, despidindose en la estacin de trenes...,

    desempendose como panificadores, nanas,

    operarios de fbricas textiles u obreros de la

    construccin, y viviendo en ranchos, ya sea en los

    conventillos de antao o en los campamentos de

    la periferia, entablando relaciones familiares con

    otros mapuche en exilio. Y aqu surge algo que

    es paradjico: dentro de los que vienen del sur,

    los patrones culturales de la sociedad mapuche

    se conservaban, de forma precaria, pero se

    conservaban. En cambio, a la hora de transmitir los

    saberes y, en especfico, el mapudungun, hubo un

    quiebre, ya que a los hijos de estos se les inculc

    que deban hablar en castellano, y que cualquier

    intento de aprender el idioma ancestral iba a ser

    suprimido mediante las negativas. Junto con esto

    la escuela, la educacin, los form para que fueran

    individuos de un pas que se llama Chile, en que

    se habla castellano y en donde cualquier elemento

    diferenciador de la poblacin tena que ser abolido,

    a lo mejor no con los castigos que recibieron

    Somos descendientes de mapuche que, principalmente

    por razones econmicas, tuvieron que abandonar su

    lugar de origen para instalarse en las grandes ciudades para

    aspirar a una mejor calidad de vida y ayudar a la familia que

    qued atrs, despidindose en la estacin de trenes...

    (1) Denominacin propia del territorio ancestral mapuche.(2) Ceremonia tradicional de peticin y de agradecimiento a los seres superiores.

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    por ejemplo), alentar con el corazn al equipo de

    nuestros amores, ir a la discoteque de la farndula,

    trabajar en la contru, en un supermercado y/o

    estudiar para ser alguien en la vida... Cierto que,

    en alguna medida, se repite la historia de los hijos

    de los que vinieron, sin estacin intermedia de

    parada, del corazn de La Frontera?

    Segundo que todo, qu es el kultrunazo?: si

    reflexionamos en cmo llegamos al mundo

    mapuche, aparecer en las mentes algn suceso,

    propio o ajeno, que hizo el cambio de switch y

    quiebra con todos los paradigmas que poseamos.

    Esto es el kultrunazo, que hace referencia al

    instrumento tocado por el/la machi(4) y los

    kultruntufe(5) en las ceremonias y actividades

    de diversin, y que se caracteriza por el fuerte

    sonido que retumba, incluso, por varios das: los

    que participamos en los guillatun sabemos que

    ocurre eso. Dentro de los hitos fundacionales ms

    comunes estn el haber sido tratado de indio en la escuela, debido al apellido que cuesta pronunciar

    y/o a los rasgos catalogados de indgenas; el

    escuchar, alguna vez, de la muerte de un pariente

    en el lejano sur, y tus abuelos conversan en

    mapuche con el que entreg tal mensaje; el

    haberlos acompaado a un guillatun, quedando

    impactado por lo presenciado. Pero, especialmente

    para la nueva camada de mapuche urbanos,

    los asesinatos de Alex Lemun Saavedra, Matas

    Catrileo Quezada (nacido y criado en Santiago de

    Chile, capital de la dulce patria) y Jaime Mendoza

    Collio, son los momentos en que se despert el

    lado mapuche de la generacin de recambio... y

    se sigue fortaleciendo con las no-noticias que nos

    nuestros mayores en el sur, pero introducindoles

    en la mente la bandera, el escudo, el himno y el

    sentimiento nacionalista. Por esto nuestros padres

    dejaron de ser mapuche y se convirtieron en

    wingka/ciurra(3). Y nosotros? Qu pas con

    nosotros para que tengamos como bandera de

    lucha la causa mapuche? Cmo construimos

    nuestra conciencia? Bueno, ahora vamos a esto.

    Primero que todo, quines somos?: si nos

    concentramos y definimos al actual mapuche

    que naci, creci, se form y lucha en la ciudad,

    podramos decir que la mayora somos mestizos.

    Me acuerdo de una vez que, cuando le dije a un no-

    mapuche que era mestizo, me dijo que todos (los

    chilenos) somos mestizos, respondindole que yo

    soy mestizo directo. Qu quiere decir esto? Puedo

    caer en la categorizacin clsica de lo mestizo,

    pero es simplemente la cruza entre un mapuche

    y un no-mapuche. Ahora bien, este mestizaje se

    puede ver en lo cultural, as como un bicultural?

    La realidad es que la mayora de nosotros, los

    neo-mapuche, somos hablantes maternos del

    castellano chilensis, que tuvimos como cuna la

    pobla perifrica, sea en Recoleta, Huechuraba,

    Pealoln, La Pintana, Cerro Navia, Puente Alto...;

    deformados por el sistema educativo nacional,

    viles cantantes del puro Chile es tu cielo azulado,

    bailamos, con un disfraz de huaso/china, una que

    otra cueca interpretada por los Quincheros para

    alguno de los actos conmemorativos de los lunes,

    as como para enaltecer el valor que tiene la patria;

    adems de haber escuchado y, quizs, bailado la

    msica de moda, habernos aferrado a una forma de

    pensamiento juvenil (adherirnos a una tribu urbana,

    (3) Denominaciones del que no es mapuche: wingka hace referencia al hombre, ciurra, a la mujer.(4) Autoridad tradicional, encargada de la medicina y de ceremonias religiosas.(5) Gente que toca el kultrun.

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    entrega el ciberespacio, y que no aparecen en la

    pantalla del canal de todos los chilenos.

    Tercero que todo: cul es la idea de lo mapuche?

    Puede ser porque estamos en la ciudad y, al

    igual que los judos o los gitanos, tiramos races

    en tierras que no son las nuestras, necesitamos

    tener algn sentido de unidad con las personas

    que se quedaron en el Wallmapu, y para tal afn

    se echa mano al bolsillo que entrega nuestra

    historia... nuestra historia que es contada por

    los no-chilenos... por los no chilenos que quieren

    integrar al mapuche a la historiografa nacional.

    En otras palabras, crear a partir de una visin

    intencionadamente distorsionada de nuestro

    andar por la Tierra: un ejemplo es la idea que

    poseemos sobre Lautaro, quien es elevado a

    nivel de guerrero pico en La Araucana de Alonso

    de Ercilla y Ziga, y que tambin enaltecemos

    como imagen a calcar por los jvenes mapuche

    de la selva de cemento: es el ideal de mapuche.

    Especialmente para la nueva camada de mapuche urbanos, los asesinatos de Alex Lemun Saavedra, Matas Catrileo Quezada

    (nacido y criado en Santiago de Chile, capital de la dulce patria) y Jaime Mendoza Collio, son los momentos en que se despert el

    lado mapuche de la generacin de recambio...

    (6) Oracin, ceremonia consistente en oraciones.(7) Juego tradicional mapuche.

    Tambin lo anterior da pie a caer en los discursos

    esencialistas frente a lo mapuche, desconociendo

    as la nueva realidad donde nos desenvolvemos

    y, por consiguiente, parte de nuestra identidad:

    actos como discriminar al mapuche urbano por no

    poseer los rasgos caractersticos, por no tener un

    apellido que suene mapuche, o por no saludar en

    mapudungun, adems del uso obligatorio de las

    vestimentas tradicionales en cualquier actividad

    mapuche, sea ceremonial donde es lgico o

    de difusin donde no es precisamente necesario

    usarlas, ya que caeramos en la folclorizacin,

    y el denostar la homosexualidad de algunos

    individuos mapuche, por ejemplo, porque no es

    una actitud de hombre, son propios del carcter

    nostlgico que tienen algunos de los que se

    encuentran caminando con nosotros en la lucha.

    Lo anterior es casi una competencia para medir

    cun mapuche eres t, smil del mapuchmetro que

    plante Pedro Cayuqueo: sera algo como mientras

    a ms guillatun, a ms marchas, a ms llelipun(6),

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    a ms palin(7), etc., ms mapuche eres. Ah, y no

    est de ms recordar nuestro carcter mestizo

    (negaramos parte de nuestro origen), adems de

    que nuestro ambiente es el contexto occidental,

    wingka, donde, lo ms probable, nuestros mejores

    amigos son no-mapuche, y nuestra pareja tambin

    es no-mapuche.

    En fin, la intencin de este texto es dejar sealado

    aspectos que nos caracterizan como mapuche

    de la gran ciudad, dando cuenta que no es fcil

    serlo, ya que lo que hacemos es construir una

    nueva forma de ser mapuche, y que surge por algn

    acontecimiento o producto de una acumulacin

    de estos: al igual que nuestros ancestros, quienes

    tenan diferencias, a nivel cultural, surgidas del

    lugar de origen de ellos, nosotros somos otro tipo

    de mapuche, con el mismo valor de un nagche,

    de un wenteche, de un puelche, de un williche o

    un pewenche, ya que somos una nueva identidad

    territorial. Tenemos particularidades, la mayora

    de ellas generadas por las intensas relaciones

    con la sociedad chilena vivimos inmersos en

    ella, pero nos configuran. Sin embargo est la

    lucha con el pasado glorioso del pueblo mapuche,

    que se asimila a la visin que tenemos de los

    hroes mitolgicos/legendarios de la tradicin

    grecorromana. Acaso buscamos un Hrcules de

    la Araucana? Para concluir, si aspiramos a luchar

    por nuestro pueblo, es necesario trascender estos

    problemas de lo mapuche para erigir una identidad

    slida y pertinente al origen nuestro; no dejar

    de lado nuestras races pretritas, pero tampoco

    nuestras races en la ciudad, donde socializamos

    con los no-mapuche. Al final es porque vivimos en

    la selva de cemento.

    Nuestro ambiente es el contexto occidental, wingka,

    donde, lo ms probable, nuestros mejores amigos son no-mapuche, y nuestra pareja

    tambin es no-mapuche.

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    Rol de la mujer Mapuche

    A lo largo de la historia del movimiento mapuche, las mujeres han participado en las organizaciones e instituciones urbanas, en sus propios organismos y en la nueva etapa de recuperacin de territorios, en marchas, manifestaciones, en las propuestas por autonoma.

    Norma Hueche

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    organizaciones de mujeres mapuche se produjo

    en 1937, coincidiendo con el auge del movimiento

    emancipador y poltico de las mujeres chilenas.

    El 12 de octubre se fund en Temuco la Sociedad

    Femenina Araucana Yafuluuyi, cuyos objetivos

    eran establecer las bases para la formacin de una

    entidad cultural de mujeres de raza aborigen, unir

    a todas las mapuche ya existentes en esta ciudad

    con fines puramente culturales.

    En la dcada de los aos 50 surge la figura de Zoila

    Quintremil, quien se transform en la primera

    mujer mapuche como candidata a diputada.

    Zoila Quintremil se empe en la educacin y en

    los problemas sociales de los mapuche y por su

    iniciativa fue creada la Escuela Vocacional de Nueva

    Imperial, donde las nias mapuche aprendieron

    tejidos, bordados y confeccin.

    A fines de la dcada de los 70 nacen organizaciones

    mapuche en oposicin a la ley promulgada por

    la Dictadura Militar la cual divida las tierras

    comunitarias. En vsperas de las elecciones de 1989

    y al restaurarse la democracia, despus de 16 aos

    de dictadura, muchas organizaciones mapuche

    firmaron un pacto, con el entonces candidato a la

    Presidencia de la Repblica, Patricio Aylwin Azocar,

    para trabajar en la elaboracin de una Ley Indgena,

    la cual fue promulgada finalmente en 1993.

    El inters de las mujeres mapuche por organizarse,

    surge de la necesidad de abordar temas especficos

    de mujeres, adems de las reivindicaciones propias

    de su pueblo.

    Entre las demandas de las mujeres mapuche se

    encuentra la reivindicacin de su rol ancestral como

    productoras de la cultura y sus tradiciones, tanto

    en su propia cultura como en la sociedad chilena.

    Las mujeres creen que mantienen y trasmiten la

    El inters de las mujeres mapuche por organizarse, surge de la necesidad de

    abordar temas especficos de mujeres, adems de las

    reivindicaciones propias de su pueblo.

    Hoy en da la mujer ha tenido un importante

    protagonismo dentro de los procesos sociales

    de estos ltimos tiempos, y su participacin

    ha evolucionado y ha tomado un grado de

    importancia y consideracin en los cambios en los

    cuales se ha tenido una gran labor, como ente de

    sabidura y como participante activa en hechos

    y decisiones polticas, lo que ha llevado a que la

    mujer se desenvuelva en mbitos que antes se

    crean pensados solo para hombres.

    Pensando en el mbito de la cultura mapuche,

    histricamente el rol de la mujer ha significado

    uno de los ejes fundamentales de la resistencia

    cultural del pueblo mapuche. Si bien es cierto

    que la presencia de ella no fue siempre pblica,

    en el mbito de lo cotidiano, en la socializacin

    y educacin de los hijos, en la transmisin del

    sistema de enseanza y aprendizaje, en la prctica

    de los usos, costumbres y rituales, la mujer ha

    tenido un lugar de primera importancia.

    La primera mujer mapuche en actuar en el escenario

    pblico y poltico fue Herminia Aburto Pailahueque,

    quien ocup el cargo de Secretaria de la Federacin

    Araucana en 1933, y en 1935 se presentaba como

    candidata a las elecciones municipales. Este fue

    un hecho de notable trascendencia, tomando en

    consideracin que recin en el ao 1931 se haba

    logrado obtener para las mujeres chilenas el

    derecho a voto. Sin embargo, la emergencia de las

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    cultura y es as como visualizan su rol dentro del

    consejo, un espacio desde el cual pueden ayudar a

    fortalecer la espiritualidad y la lengua.

    A lo largo de la historia del movimiento mapuche,

    las mujeres han participado en las organizaciones

    e instituciones urbanas, en sus propios organismos

    y en la nueva etapa de recuperacin de territorios,

    en marchas, manifestaciones, en las propuestas

    por autonoma. La lucha por evitar la construccin

    de la represa Ralco en el rio Bio Bio fue un ejemplo.

    La resistencia cultural mapuche, sus reivindicaciones

    polticas, sociales, econmicas, la recuperacin del

    territorio, es una fuerza evidente hoy da en Chile y

    se manifiesta tanto en el mbito urbano como rural

    a travs de las diversas instancias organizacionales.

    En la actualidad, un gran nmero de mujeres

    mapuche habita en las zonas urbanas, como

    producto del proceso de migracin campo-ciudad

    que se viene produciendo desde la dcada de los 40

    en nuestro pas. Estas migraciones se originan por

    la escasez de tierras en las comunidades mapuche,

    provocada por el sistema de reduccin, impuesto

    por el Estado chileno, desde los inicios del siglo

    XX. En general, las mujeres que han emigrado son

    adultas jvenes, entre los 20 y 30 aos, periodo de

    mayor fertilidad, lo cual ha incidido en los bajos

    ndices de natalidad de la poblacin mapuche

    rural. Por lo regular, las fuentes de trabajo a las

    que acceden las mujeres mapuche se encuentran

    en el sector de los servicios domsticos o el rea

    de comercio, pues no cuentan con un oficio o

    especializacin requerida para los centros urbanos.

    A los problemas propios que presenta la migracin,

    como falta de vivienda y desadaptacin, las

    mujeres mapuche deben sobreponerse a la

    discriminacin no solo por ser mujeres y ser

    En general, las mujeres que han emigrado son adultas

    jvenes, entre los 20 y 30 aos, periodo de mayor fertilidad,

    lo cual ha incidido en los bajos ndices de natalidad de la poblacin mapuche rural.

    Por lo regular, las fuentes de trabajo a las que acceden

    las mujeres mapuche se encuentran en el sector de los servicios domsticos o el rea de comercio, pues no cuentan con un oficio o especializacin

    requerida para los centros urbanos.

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    pobres sino tambin por su condicin mapuche.

    Deben sobreponerse a dejar atrs su cultura y la

    prdida de su lengua ancestral, el mapudungun.

    La situacin de discriminacin las lleva muchas

    veces a ocultar su identidad, pero en otros casos

    a reafirmarla. Esta reafirmacin se demuestra en

    su participacin tanto en organizaciones mixtas

    como en organizaciones propiamente femeninas

    que, desde su perspectiva de gnero, pretenden

    aportar al desarrollo de la cultura mapuche,

    mejorar la posicin de las mujeres dentro de la

    sociedad mapuche y combatir la discriminacin.

    En lo cultural:

    La participacin de la mujer dentro del mbito

    cultural no deja de ser menor, ya que en conjunto

    con el hombre hacen el complemento, la dualidad,

    fundante de la cosmovisin del mundo mapuche.

    Son las mujeres que a lo largo de la historia han

    desarrollado la crianza, las mujeres eran las

    encargadas de llevar los alimentos recolectados

    como el maz, papas, porotos, piones, frutos que

    recolectaban entre otros como la carne de los

    animales que cazaban los hombres. Ellas han sido

    las portadoras de todos los saberes, las maestras

    en lo que respecta a los quehaceres prcticos

    de la vida. Aunque poco valoradas en algunas

    ocasiones, ya que esta labor se torna restringida al

    hogar, similares a los embates de la colonizacin.

    Durante todos estos aos ha sido la mujer quien

    ha mantenido silenciosamente la fortaleza de la

    resistencia indgena, recordemos por ejemplo a

    la mujer guerrera como Janekeo (quien lider a

    tropas militares mapuche en tiempos de la guerra

    contra Espaa), a Wakolda y Fresia en el siglo XVI.

    Luego en la Invasin del Estado Chileno a nuestro

    pas en la llamada pacificacin de la Araucana.

    Dentro del mundo espiritual mapuche, la mujer

    tiene directa relacin con ciertos ciclos naturales,

    que tienen que ver tanto con la fertilidad de ella

    como de la Mapu (tierra), en especial con la kuyen,

    la luna, y as diversas conexiones, que dejan en

    claro la gran sabidura y respeto por la vida de la

    naturaleza y la mujer con su conocimiento de la

    tierra, sus saberes ancestrales y que son ellas las

    principales trasmisoras de ste.

    Durante todos estos aos ha sido la mujer quien ha mantenido silenciosamente la fortaleza de la resistencia indgena,

    recordemos por ejemplo a la mujer guerrera como Janekeo (quien lider a tropas militares mapuche en tiempos de la guerra contra

    Espaa), a Wakolda y Fresia en el siglo XVI.

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    Mujer Indgena

    Pertenezco a una raza con una cultura milenaria que hoy conservo como un tesoro

    Convivo con lo que me rodea, con la lluvia, el viento, la montaa, el cielo

    Soy feliz en este paisaje

    Tengo tiempo para contar las estrellas

    Tiempo para poner mis sueos al da,

    Para danzar con los pjaros sintiendo el aire fresco del amanecer y hablar en silencio con los animales, con

    las plantas, con los Espritus

    S sembrar con la Luna los frutos del alimento,

    Teir la lana para hacer el tejido,

    Hacer medicina como me ense mi abuela,

    Cantar al nuevo da

    S amansar sencillamente, con fidelidad y con ternura

    Soy mujer Mapuche

    Mujer, como la Madre Tierra, frtil, callada, protectora y fuerte

    S cuando mi mundo est en peligro

    Y s cundo las cosas son buenas o no

    No entiendo de muchas cosas:

    A la gente del gobierno que vienen con muchas promesas, palabras de aire, cuando hay elecciones, y

    despus nada. A los que vienen a querer cambiar mi mundo, mis vestidos, mi espiritualidad. A los que nos

    roban. A los que experimentan con nuestros hijos o les sacan sus rganos para los winkas ricos. A los que

    mienten. A los que nos sacan de las tierras. A los que nos explotan. A los que intercambian arte y tejidos

    por comida o alcohol y me pagan una miseria por el trabajo de meses.

    Quiero gritar: - Djenme en paz! Quiero seguir viviendo as simplemente, con la tierra y mi gente, la que

    re, la que crea, la que vibra la vida as como es, sin alterar las cosas, la que comparte, la que acaricia, la que

    no tiene prisa y ama sin esperar nada; la que no se aburre.

    Quiero que nos respeten.

    Soy mujer de la tierra, fuerte como el rbol que resiste al viento; como el junco en la corriente;

    Firme como la montaa ms alta;

    Frgil como el colibr;

    Dulce como los atardeceres.

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    Esta breve biografa tallada en letras muertas no alcanza a dimensionar la vida de una persona que renunci a los caprichos de la sociedad y supo enamorar sus instintos con su sentimiento a una causa de varios siglos. Matas Catrileo refleja una necesidad de varios jvenes por alcanzar un mundo mucho ms fraterno; son aquellos imprescindibles que inspiran mantener la llama de la esperanza en un mundo que parece cada vez ms fro.

    Codemu

    Weichafe Matas Valentn Catrileo Quezada (1984-2008)

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    Minutos despus lleg el GOPE, quienes cargaron

    sus armas y dispararon en contra de los lamngenes

    (hermanos) con subametralladoras y escopetas.

    Mientras corran y se defendan, una bala le lleg

    a Matas. Al momento de saltar un canal, cay al

    agua. Bajaron a verlo, pero la bala haba cruzado

    su cuerpo quedando ya sin aliento. Los dems

    comuneros comenzaron a amarrarlo con alambre

    y unas varas para subirlo y poder sacarlo del agua

    lo ms rpido, pero ya Matas estaba muerto los

    comuneros comenzaron a correr con el cuerpo de

    Matas Catrileo mientras los carabineros seguan

    disparando. Cruzaron cercos, potreros, las balas

    rozaban la cabeza de los jvenes, hasta que llegaron

    a una iglesia donde se cubrieron para que los del

    GOPE no les quitaran el cuerpo. Mientras ocurra

    la represin, llamaron a la Radio Bio-Bio dando

    la noticia de un joven asesinado por carabineros.

    Pidieron que el obispo de Temuco intercediera para

    frenar la persecucin policial y se respetara las vidas

    de los jvenes y as poder entregar el cuerpo para

    evitar montajes policiales.

    Palabras para su vida:

    Esta breve biografa tallada en letras muertas no

    alcanza a dimensionar la vida de una persona que

    renunci a los caprichos de la sociedad y supo

    enamorar sus instintos con su sentimiento a una

    causa de varios siglos. Matas Catrileo refleja una

    necesidad de varios jvenes por alcanzar un mundo

    mucho ms fraterno; son aquellos imprescindibles

    que inspiran mantener la llama de la esperanza en

    Minutos despus lleg el GOPE, quienes cargaron sus armas y dispararon en contra de los lamngenes (hermanos)

    con subametrallad