SOBRE LA GARCETA (EGRETTA) DE COLOR NEGRUZCO APARECIDA EN

SOBRE LA GARCETA (EGRETTA) DE COLOR NEGRUZCO APARECIDA EN DOfiANA(1)

POR F. BERNIS

El ave Que es motivo de este estudio constituye la sorpresa del presente afio en Dofiana. Fue observada el dia 26 de junio de 1956, conjuntamente por todo el grupo de anilladores espa- fiores (señores Valverde, R. Shez-Royuela, Orbe, Muguerea, R. Ponce de Le6n. Azcona y Ameztoy), cuando se posaba en uno de los núcleos coloniales donde crían mezcladas las especies Egretta garzetta, Ard8ola ibis, A. rallaides y Nycticorax n~Ctic0- TU, todas con pollos pequeños en la indicada fecha. Para más detalies, véase el artlnilo precedente, flrmado por R. Shm- Ro- y José A. VALVERDE (2).

DATOS VARIOS SOBRE EL EJEMPLAR CAPTURADO

Edad, &u&; sexo, hembra; ovarios con óvulos de hasta 3 mm, como a x i m o ; racimo ovariw no muy desarrollado; no se ven foIiculos vaciados; oviducto no desarrollado.

Medidas: longitud de pico, 85,5; altura de pico, 10.4 (entre la base y el gonio, a 1 cm. de éste); anchura de pico, 12,5 (a nivel del borde anterior del plumaje frontal); tarso, 95; ala. 252 y 253; wla, 94, dedo medio con ufia, 72,5.

Estructura: medidas, proporciones y figura corno ~ g r e t t a garzetta, con la que tiene también en c o m h el plumaje de adulto en primavera en todos sus detalles topográficos y estruc- turales, y particularmente lo referente a plumas ornamentales

(1) Agradecemos a F. TRAM las transcripciones tomadas de va- ilas obras mur importantes que no figuraban a nuestra mano.

(2) <Sobre una captura de Egretta (Demtgretta) gularls en Es- $a5as, ARDEOU. vol. iii tniim. 1). PP. 91.

de Itf nuca, que eon qe 11 cm. de lonsitud, y plumas oinrmsn- talea ldors0,que ~ e l B p l e e d e l a c n i & y s k ~ - baataa t des8ecadaa.

Color@&l: color p e r a l , pizarra &nisco (jmW 0scUKOl). siendo ca4 de Igoal tgno el p1uma)e dorsal y las cubertorpt ala- red. Qargqta blanca Plumae omamentaled de 18 nuca, color ce- niea oscuro, y ornamentales del d o ~ un poco menos negniecat que la coloraci6n egenerai (m cenlzosaii, pero no venio&ur). pico (en ~ ~ 8 8 ~ 0 ) dh '~0ift)memehte amo~ahlo-ne&uzco con bve ivbo pstdo, y, m @@tu, ~senrllblemmte dtstinto del p l ~ p l negro opaco de Egretta ganetta. Carece de mancha clara en base de ambas mandíbulas, Actualmente, muchas Qarcetas comunes de la colonia (son, en parte, fbvenes e inmaturos) poseen mancha clara en la base de la mandíbula bferioí y es-ree- ~0e-expIica quar(L par qd4, vfao de lejos, el plco del elempfar l!fcecia m8a r&to que 0 1 4 6 la8 mt8nted g&rcetas. Patas ne- @SS, t4do Id m8e wn leve vfso ve*. Los dedw amr~1~jado-* rbrdosos, debído al doIoí' aamUlo-anawn)edo de IWI bmdea mBd g~%esos de 106 esoadcs, que codcissten, vista en Ihano, eom eL Wfio ve$dbso de BkITiw esendos. Erts: amarillo.

PYZRMAS -E8

Con objeto de hacer m& f&il la i ec tu i de nuestras ulte-' riores dtsputstdones, adelantamos una sinopsis provisional iae f0rmpe ds #deidps;gz8s sflnes que gai.in+x~,m. La nomen- clatura as aproximadamente la de Aaaaida. Todas Iss formas de l r ' s l i i b ~ presentada poseen. plumafe nupcfa~ con plUma;i &u- Wbnitea en la nlzca y'plumas iasgha ¿l4~Weadas en el dorsol:~il: gura, proporclbne8, 'hedidas y eatnictuis genera* muy.,pa; cid@' e n tad@ elida. RelG wui: . ?..

. . , , , -, i

. . .-'a) : -Q-,Qacdetta (ttpieamente:flavialacturtrea)$ - . . ,

Eg. ga?. garzetta: RegMn pale&&ica mer id ih 'Bh i t8 -CBina' y Jaiibn. 4 pyecer, tamblen (criahdb) en el NE y S de Ataca g Cabo VeMe. '

' . . . . . .

~ h . , . , gar:, . ntgtipes:, Maiaala. Eg. gar. ii@macul<lta: Australia, Oceania

b) mpo dimorpha ~duviolacustras, en parte post%rss. Po- sicibn ambigaa entee el grupo anterior y el dgulente.) '

'Eg. (gar.) dmorpha (con assumpttoncp): Madagascsr, Alda- bra, Asunción.

c) Grupo gularls (tlpicarnente costeras). 'Eg. gul. guiar&: Airica tropical occidental e islas del Wlfo

de Guinea. 'Eg. gul. schkrtacea (con mha): Desde &malla (y Lago Al-

berto?), por Arabia y Persia, hasta Ceilhn.

Menos atines, aunque todavia bastante, son Eg. eulophotes y E. intermedia, fluviolacustres de la región Indo-Oriental y Malaya; y E. sacra, tipicamente costera, que vive desde Asia anterior hasta Pollnesia. Estas otras tres garzas carecen de largas plumas ornamentales cintiformes en la nuca. Eg. sacra, que carece tambibn de largas ornamentales en el dorso, es, por su pico y costmbres, muy affn a gulwis, especialmente a gukzrts schtstaeea.

Ehtre l a garzas americanas, Eg. (Leucophoyx) tthula, de gran area, es la ni4s afín al gmpo que nos interess. Recuerda por muchos conceptos al grupo garzetta, pero carece de las ornamentales cintiformes y pasee otras caracteridicas algo singulares.

Existen en America varias especies de garcetas y garofflas que son dicromhticas, pero ya menos m e s que las mencionadas.

UN PROBLEMA TAXONOMICO

¿Es nuestro ejemplar un inmigrante accidental? ¿Eo un mutante? (Mutante en el sentido lato del vocablo.)

Las colonias de garzas de Andalucia vienen siendo vfsitads9 muy frecuentemente todos los últimos allos por numerosos or- nitólogos espafloies y extranjeros, y, sin embargo, nadie hasta ahora-ni nunca-vio por allí una garceta semejañte. Este es el cuarto aflo que un gmpo de espaAoles anilla miliares de garzas en los nidos de la colonia de Doflana A pesar del contacto persistente con las garzas, intensisimo durante dias y días, nln- gún anillador recuerda haber visto gsrcetas ni pollos de color oscuro. Todo esto, y el desarrollo moderado de la g6nada del ejemplar capturado, inclina a considerarlo un migrante accidental. Esta ha sido nuestra primera impresi6n.

Sin embargo, ahora, cuando hemos conocido abundante in-

(*) Polichromatics: formas donde el poiicromstlsmo no es raro.

sas al tratar de E. gul. achistacea, y avisa a quien pueda des- embrollarlo, estudie previamente lo que escribierh varios autores, que menciona. Lamentamos no haber tenido aiui. a mano toda la bibliografia ni disponer de abundante material de co- lección para ofrecer opiniones m& firmes. Por lo pronto, desea- mos llamar la atencidn sobre el estado de cosas que hemos no- tado al tener que estudiar nuestro ejemplar, pensando que con ello podremos contribuir a un mejor esclarecimiento, y rogando a otros orniMlogos m& expertos su ulterior opini6n y asesora- miento con relaci6n a diversos problemas que aqui dejamos abiertos, o S610 tentativamente planteados.

EL POLICROMATISMO

La aparici6n de individuos blancos en poblaciones que corrientemente son grises o negruzcas es un fen6meno muy frecuente en el grupo gularis y sobre ello hay abundante informa- ci6n en la bibliografía Pero, en cambio, es un hecho insólito el de la aparicidn de un individuo negruzco en poblaciones que siempre se consideraron absolutamente blancas, como son las del gmpo egretta en la regibn Palehrtica. De Europa, s610 conocemos el antiguo caso de una Garceta común grts, por cierto algo dudoso, observada y muerta en Bulgarla el año 1869, pera no conservada, que cita WIMERBY (1940). y el caso de otra Oar- ceta, gris oscuro, con la cara, occipucio, cuello y alas blancas, que fue capturada, tambibn en Bulgaria, hacia 1876, y se con- serva en el Museo bávaro de Coburgo (Rrvoni~, en VALWDE). En Africa Oriental, ~ c ~ v f o ~ n i - P ~ n ~ y GRANT citan, dentro de presuntas poblaciones de E. garzetta, casos no raros de fndi- viduos negruzcos, y BANNEWN menciona un individuo gris de Africa Occidental. MEIUERTZHAGEN, despues de a r m a r que no conoce ninguna captura de E. gar. garzetta que sea gris ni oscura, recoge la cita de otro posible ejemplar gris observado por Butler (Ibis, 1922, p. 220) en el interior del Sudán. Conviene, empero, advertir que la taxonomia de Egretta gazzetta en Afri- ca parece estar aún confusa, y que en la bibliografia consultada no hemos encontrado ninguna referencia precisa de un ejemplar exactamente igual al nuestro, el cual combina medidas cortas de ala, tarso y pico, con una coloración general negmca muy oscura y con un pico grácil que ni es negro, ni es amarillento, ni pardo.

El Profesor Berlioz, entre otros, ha estudiado las variacio- 7

nas de ptumaje en WCetas (L'Ois. Rev. Fr. Orn., 1W9, pp. 19- 21%. Bl wuteado de este amnilo nos es conodáo indlreotamm- te y lamentamos mucho no haberlo podldo COniNIfar, como se mereee.

Ya en 1874, Relchenow (Journ. f. Ornith., 22, p. 30, BegOn -10, ailnu6 que en Herodúza gt&M este una fSs-0 bhn- ta. S s a ~ ~ e (1898) acepta este heaho; pero, posteriormente, vartbs a-crtores lo han negado, entre ellos Bmmmm, quien, ulte- nonnente, ha t . d o que reconocerlo (3). C. H. B. ~ a ~ i r r y C. W. MACKWORTE-Pw se han ocupado especialmente del policromatismo en garcekw, del Africa Oriental, primero en Bull. Brit. Orn. Club., 53 (1933, pp. 180 y 245), y despues otra vez en la misma publicaciOn, vols. 59 (10%8, p. 24), 63 y 64 (1942-43). obras que no hemos podido consultar. Según Wrraww (1940, p. 142). dichas autores creyeron prlmero que las Qarcetas eoateras (*Reef-Heronss) del NE. y S. de Airica, pertenecen a una sola especie, con numerosas fases de color, y como la fase blanca He las mismas resataba indiferenciable de la Qarceta comh 'europea, unleron todas estas aves en E. garzetta gaetta, ad- hittiendo como subespecies aUnes E. gar. dimorphn, de Mada- gasear, y E. gar. assumptfonis, de las Islas Asuncidn y Aldabra. Pcsteriormente, Mmmo~m-PaneD y GRANT (1952) distinguen en Afrlca Oriental dos especies: Egretta garaetta y E. schistacea, reservando el nombre de <Reef-Heron* para la segunda. Dentro 'de ambas W t e n aqui un polimorflsmo notable en Airica Oriental. Asi, en E. gatzetta mencionan las siguientes fases:

*. totalmente blanca, grls lavanda claro, gris sombrio, gris pizarra W u m y negruzco pizarra, con toda clase de variantes parti- voloreado6 en que se combinan los colores indicados. Anhloga- %ente distinguen dentro de E. schfstacea dos fases: una blanco ,puro, y otra gris pizarra oscuro, con numerosas coloraciones parciales intermedias.

~W~@RT~IMGEN describe en E. gul. schfst~cea una tase oacura de eglor pizarra y otra blanca, admftiendo frecuentes colora- cion& mlatas. h el mar Rojo, la fase blanca predomina como 3:2 respeto a la oscura en el Norte; ambas se hallan equiii-

I

(3) Tamblbn niega la existencia be fase blanca Steinbacher, se- gún Aawon. Bteinbscher es autor de un articulo tltulado cUeber kgretta gu1uri.s und verwanbte Formen in Airlcar. Ornlth. M0118tSber. vol. 44, pp. 19-22 (1938). Lamentamos no haber tenido este articulo

5 a nuestros alcances. Tampoco hemos dispuesto del articulo publicado 'por White en Ostrich, 1960, p. 31.

bradas hacia el mar Rufo medio, y la oscura domina en el Sur. Cree que en el mar Rojo, como en Persia y la India, la fase oscura se hace m& abundante al aumentar la temperatura.

BANNERMAN (1953), con referencia a Africa Occidental, sólo señala para Egtetta garzetta el ejemplar gris que antes hemos mencionado. Pero dentro de Denzigretta gularis reconoce dos fases frecuentes: una clara, que posee partes superiores gris pizarra y las inferiores algo pardas y lavadas de gris; otra oscura, de coloración general negruzca, solamente gris en el dorso y ornamentales de la nuca. Adems, como rarísima, una tercera fase blanca. Según el mismo autor, las grises y negras poseen a menudo cobertoras alares blancas, variando mucho indivi- dualmente la extensión de esta mancha blanca del ala. En el mismo gmpo, BOUET describe una fase comm gris pizarra y otra poco frecuente negruzca. Ambos autores describen esta ultima con ornamentales del dorso verdosas.

menciona los siguientes ejemplares de E. gul. gula- lis: unos diez, fase blanca de Santo TomB; otra decena, fase gds de fdem; cinco. fase gris de Príncipe; dos, fase gris de Fernando Pbo, y cuatro, fase gris del Continente próximo. En algunos de fase blanca sefiala plumas grises esparcidas. Dice, además, que, según el Rev. A. 1. Good, la fase blanca no es rara en la costa del Camerún. Dentro de los de fase oscura acusa parte con cobertoras alares blancas y parte con ellas grises, siendo aqudllos mas frecuentes en las islas que en el Conti- nente. Ya Bannerman sefialó minoria con blancas en el Con- tinente y ninguno sin ellas en las islas.

¿Cómo separar individuos de fase blanca pertecientes a una forma ordinariamente gris o negruzca, de otra forma que ordinariamente es blanca? ¿Cómo separar los grises o negros que aparecen en formas ordinariamente blancas, de otras formas Que corrientemente son grises o negruzcas? Despues veremos tal enjuiciar detalladamente nuestro ejemplar usando criterios aje- nos), que la norma seguida para establecer estas separaciones dista de ser uniforme ni acorde. Suele recurrirse ai color del pico, pero- el color diferencial aceptado varia según los autores. Se da incluso la circunstancia de admitir colores diferen- ciales distintos Dara diferentes fases de la misma forma (confr. GHIGI y MEXNERTZHAGEN). Otros caracteres, como configuración y longitud del pico, y medidas de ala, tarso o cola, también se han tenido en cuenta, segiui criterios no un4nimes que, como

lo del color de pico, &lo en parte se explican por el acanton8- miento geogriWo de loa autores.

Mgunos autores dicen que a veces es dificil separar egrctta de gula#% o de schistcrceu. Chapfn, se- -N (P. 405), con- tlesa que fue incapaa de averiguar con aegurldad a cuái de ambas especies (gprzetta o guIcrria) pertenecían algunas gamtss blancas que vlo en Nigeria. -N señala que muchos autores clwificaron como garzetta ejemplares del Mrica Occidental que probablemente son fases blancas de gula&.

BABE BIBLICGRAP'ICA Y MATERIAL DE COMPARACION

Ponemos al final de ate articulo una a t a bibliogiáflca con todas las obras consultadas. Agradeceríamos mucho el envio o comunicacibn de otras obras en donde consten datos serios e importantes relacionados con los problemas taxonbmicoti que se nos han planteado.

El material de colecci6n disponible es exiguo: ocho pieles de E. gar. garzetta, de el- cuatro espafiolas y cuatro rna- rroquies; una de E. gar. nfgrfpes, de Fiiipinas; una plel exb- tica, sin localidad, que posee la Coleccibn General del Museo de Madrid, clasificada como Demfgretta gula*, y por iiltlmo, el ejemplar en cuestibn. Advertimos que en lo sucesivo:

Sgm. Dollcma=EJemplar de garceta negruzca que motiva este articulo (specfmen o? bhntsh eoloured Estet treated).

Spm. Exbtico= Ejemplar sub Demigretta gularia en el Museo de MaMd (a specimen labekd Oemigretta gularls~, mithout IocaZitfty. in the Nat. fitst. Mweum Madrid).

Damos a continuacibn una relaclbn mAs detailada de los ejemplares, seguida de un cuadro mfitrico sobre los mismos:

m. W n a (n- 1): Dofiana (Siuelva, EspaBa), %~vl-l~SE. h e m h adulta. (Veause m@ d a b arriba o en el Sumnzaru.)

. . # Spm. Exbtin, (ntim. 2): Sin locslldad ni fecha frica tropical

occidental? (sub eDemlgretta sularis~f.-Color~~i6n generai negnie- ca, en iodos sus detall- casi id6ntlw a Spm. Doffam. Bin orna- mentaba en la nuca. las del dorso moderadas y que distan 25 cm. dei B p i w de 1s cola. Mandíbula inferior totaimehte elgis (fbmariiio su- do), pem M páiida. Mandibula superior detesiorada;'cWem en gran

. parte de rarnloteca Patas negruaeas con tinte algo pardo-verdoso.

REVISTA &RICA DE ORNITOLOGfb 10%

Spm. núm. 3: Mogador (SW. de Marruecos), 12-XI-1905. <Machos, adulto. Egretta gar. garzetta!-Sin ornamentales en la nuca, las del dorso moderadas, sin alcanzar el extremo de la cola. Pico negro. la mandibula inferlor de color claro en la mitad o más de su base.

Spm. niim. 4: Alcázar (NW. de Marruecos), 6-iV-1913. Sin sexuar. adulto. Egretta gar. garretta!-Ornamentales de la nuca de 12 cm., las de1 dorso rebasan Ilgeramente la cola y están muy expsndidas Y maniI3estas. Plco totalmente negro.

Spm. núm. 5: Rio Msrtin (N. de Marruecos). 7-XI-1921. uMacho3. Egretta gar. garzietta!-Carece de plumas ornamentales. PICO negro, con m& de medla mandibula inferior clara.

Spm. niím. 6: Ceuta (N. de Marruecos), 4-XII-1935. ~Hembrar, adulto. Egretta gar. gamtta!-Sln ornamentales en la nuca, las del dorso cortas y no desfiecadas. Plco negro, con la mandibula inferior en gran parte clara.

Spm. niim. 7: DoAana (Huelva, Espanaf. 30-V-1952. Hembra!, adulta Egretta gar. garretta!-Ornamentales de la nuca 14 cm., las del dorso alcanzan el Bpice de la cola. Plco totalmente negro.

Spm. núm. 8: Málaga (Espafía), 5-iíI-1918. <Macho>, adulto. Egret- tu gar. garretta!Sln ornamentales en la nuca, la$ del dorso muy desfiecadas y rebasando en m& de 1 cm. el extremo de la cola. Plco negro, con la mitad o poco más de la mandtbula inferior de color claro.

Spm. niim. 9: Daimlel (Ciudad Real, España), 23-Vm-1914. aMa- chos, Joven. Egretta gar. garretta!-9ln ornamentales. Pico negro. con la mandibula inferior en gran parte clara.

Spm. núm. 10: Dsimiel (Ciudad Real, Espafía), sin fecha. Adulto? Egretta gar. garzetta!-Carece de plumas ornamentaies. Pico negro, con mandibula inierlor de color claro en m& de su mitad basal. Debe estar cogido en invierno.

Spm. núm. 11: Filipinas. Sln fecha ni sexo. Adulto. Egretta gar. ni@pes!-Sin ornamentales en la nuca, las dorsales moderadas. no alcaman el extremo de la cola. Pico gr4cll y recto, muy tipico de garzetta, negro, con la raiz de la mandibula superlor y gran parte de la inferior de color claro.

1 p i c o ( b l l l l

. : , Spm, Do8ana (0.'' 1). ..

(3 )Spm. Exbfico m.'?). .. Spm. n.'3 ..........

(4)Spm. m04. ......... ... Spol.m."5. ......... .;:Spm.a.O6..: ........

Spm. nP7 ........... . S p m . ~ . ~ 8 ........... , ~ S p m . . n . 0 9 . . ;. :. . ..:. ........... : Spm. u.' 16 ........ . SRm. n,' 1 l.

, (1) Between gonus and base, ezactlu 1 cm. jrom gonys. (2) At same leWl as the anterior polnt of frontal feathers. ' (a, * Lonpitud Y aitura de PICO en Sgm. ~ d t i c o , deduclds

este ejemplsr falta la ramfoteca de la mandlbula superlor. 8ln ioteca la altura de nl@n es 106 . - - - - . - .

!ne el 91w roto y t a t a la Punta

En am-

~onsiderando critica y provisionalmente las medidas que dan todos loa autores wnsultados para las forma6 de egretss mas .aíbes a nuestro Spm. D d a n a , podemos adelantar el siguiente resumen metrico:

Loipcmi~ m mo.-E. gar. garzetta y Ea. gul. pularts colnclden ple- namente, mlentran que E. gar. sehistacea parece destacarse por su franca tendencla a pico m4s largo (advertimos que R ~ c m i o w y B W O O T Q ) ~ admiten en Afrlca garcetas Mancas de pico negro, que. en parte, dan esta Y otras medldas w n valores superiores a laq pa- leattbs).-Ei Spm. Doflanu cae de lleno en las medldas de gul. gularfs Y de gar. garzetta. Lo pzoplo puede decirse del Spm. Ez6tico.

A I m Y ~ C B O B ~ ~ DE PICO.-No hay datos en la blbiiograila consui- t a d s Dentro de nuestra serie de ejemplares. el Spm. Dofiana cae de lleno en el margen de oscllaclbn de altura de los ocho ejemplares de E. gar. garzetta, y tamblen cae dentro del margen de oscllacl6n de anchura, aunque en esto iiltlmo es m8s blen bajo.-Q Spm. Exbtfco e!i dlflcll de jwsar. por no conservar el plw en periecto estado, pero vemos que su aitura puede coincldlr aproximadamente eon la de

REVISTA IB$RXCA DE ORNITOLffiiA 103

tres de los ejemplares de E. gar. garzetta, mientras que la anchura e8e seguramente de lleno dentro de la variación de Bstos.

TARSO.-E. guiaris gularis tlene sensible tendencia a tarso menor que E. gar. garzetta. (h B o m la separacidn es nltida y BANNERMAN lncluso preceptúa la dlierente longitud de tarso como carhctrr dis- tintivo, cosa que creemos exagerada.) E. gil. schistacea posee tarsos Iguales, o quizh en parte ligeramente mayores que E. gar. garzetta (nos referimos a medidas absolutas).-El S p m . Doflana cae por su tarso de lleno en el margen de superposlci6n metrica entre garzetta y gtrlarfs, pera es m& corto que en cualquiera de los nueve ejemplares de E. garzetta que hemos medido.-E3 S p m . Exdttco tiene tarso corto para E. gar. ganetta y muy de lleno, en camblo, en la metrlca de gui. gularis.

ALA.-Las medidas de gar. garzetta y gul. gularis se superponen demasiado íconfr6ntense. especialmente. medidas de AaaMK>N con las de HARTERT y WITHERBY), aunque se perclbe alguna t e n d e n c i ~ o mayor frecuenciahacia ala menor en gul. gularts. Advertimos, sin embargo, que en SCHO[ITEDEN se superponen totaimente las medidas de una especie con las de la otra, y lo mismo ocurre en M~CBWORHT-PROED y OR~WT con referenda a alas de E. schistacea y E. garzetta. Eg. gul. schistacea tiene alas muy superpuestas a gar. garzetta. con clara tendencia a mayores (al menos esta tendencla en Asia?). Bom sefiala para E. gar. garzetta una amplisima oscilaei6n en Africa troplcaI. con mbxlmo enorme.-Ei S p m . Doirana cae dentro de las medidas de ala para guI. gularis en diversos autores y es baja dentro de las medldas que proporciona Amw~. Dentro de gar. garzetta resulta tamblbn baja.-El S p m . Exdtico cae dentro de gul. galaris en todos los autores y de Ueno en las de Aauwn. pero tambith entra bien dentro de medidas para gar. garzetta.

@u.-Eg. gul. guiarfs Y E. gar. garzetta se superponen mucho en medidas. QuizB hay tendencia a cola menor en gul. gularis, pero sln vrtlidez diferencial. Las medidas que da Bom no se superponen, pero nos extraña la oscilacf6n excesivamente exlgua que seflala en ambas formas. Los pocos datos que conocemos al respecto de gui. schistacea (RPcRFNOW, para Asia1 indican que coinclde enteramente con Bar. garzetta.

ESTUDIO GENERAL

He aquí la consideración que cabe hacer de nuestro ejemplar, y del ejemplar ex6tico parecido, conforme a las dlferen- tes obras consultadas:

EaMPE:

Ei Spm. Doffana es un caso imprevisto. Por el desarrollo de las ornamentales del dorso seria ka»zetta g z s t t a r . Ei S m . E&- tko, por Igual r W n , seria .Leptorodlw gtüarisw. con la salvedad üe que ignoramos >el color de la mandibula superior. Advertimos que hf~mvo~m-Psdn> y C3snic~ describen E. schMacea parir Afrlea (Men- tAi con ornamentales del dorso alcaneando el extremo de la cola. Lo propio ocurre en la flgura de eDemipretta gtüazfa, presentada por

(p8g. 168). Fijar la separWn de especies en el mayor o menor desarrolio de las plumas ornamentales, es aventurado Y poco prbctico. Dichas plumas varían mucho de aspecto y longitud. seeiin individuos Y &pocas del año.

m m o w : Sgm. Doflana: <fierodias guiuris~. por el color del plco, y de

lleno por sus medidas de tarso, plco. ala y cola. Tambien por d color de las patas. EL Spnr. En5tico es aquí de dudosa deter- minsclbn. 81 tuviera la mandibula superlor de color claro, seria d e - roüi<u schistaemr. peio las medidas de pico, tarso y ala resuitan bastante inferiores a las indicadas. Es muy probable que Riacawow hubiese clWcado este segundo ejemplar como Herod+us gularis.

Spm. Doflana: Caso no previsto. La obra consultada trata 8610 111- cldentalmente de ganas airicanas. Sln embargo. por el desarro110 de las oniamentales del dorso y la forma de1 pico, rmdria ser E. garzetta, y subespecie garzetta por el colorido de los pies (por Cierto no muy tipico) y las medidas. La experiencia de Esrtert en cuanto a iorms del plco se refiere en la obra consultada a Semimetta mera,, frente al genero ~Egrettar. y guizh en sacra se manifiesta m h la rObU8teZ y encorvamlento de la mandfbula superior que en otras &mlmettaw. Sobre ornamentales como carbcter diferencial. véase Que decimos en el precedente m a i o sub S h w . Eí Spm. Eaitfco es de dudosa clasificaclbn. i@s ornamentales. Y quizh el pico (77) pu- dieran llevar a Hartert a 8D.9mtgretta gula*.

Spm. Domna: Egretta ganetta, por no tener pico amariüo y por su baja medida de ala. Son estos los dnlcos autores que admiten formas negruzcas en E. garzetta. La flwa en color que pubilcan ( l a . 2. cuadro inferior izquierdo) representa sendos indlvlduos de fase blanca y fase grh negruzco, slendo este muy parecido a nuestro ejemplar. Advertimos. sin embargo. que no esta previsto aqvi el color amoratado (no negro) del pico. AdemBs-cosa notable-, aunque estus autores dicen que <E. schistacea, es <mayor, aue E. garzetta. no dejsn ver

su apreclaclón en las medidas de las alas, iiIIiCas medidas que pu- bllcan.4pm. ExMco: Determinación insegura. Seria aE. schistacean, si el pico fuera todo 81 amarillento.

BANNERMAN:

Spm. Donana; aDemigretta gularisa, por su plco oscuro y no negro ni amarillento; además, por tarsos relativamente cortos (caen de lleno en I s s medidas Barmerman); tambi8n wr sus alas Cortas, mucho m& cortas que el minlmo Bennerman para SE. garzeetax- Spm. Exótico: Determinación dudosa. dlemigretta schlstacear, si fuera el plco enteramente amarillento, pero con la contra de tener todas las medidas menores, o mucho menores. de lo que preceptfian diversos autores para schistacea.

AMADON:

Spm. Doñ4nu: E. gar. garzetta, por la forma del pico Y escasa robustez del mismo. si bien WON no prevd el caso de un PICO que ni es amarillento. ni es negro, según ocurre con nuestro e j e m p l ~ . B sorprendente que otros autores (REICRENOW. BANNERW. SmoOTe- DEN) atribuyan a las gula* de Africa Ecuatorial y Occldental preci- samente pico m amarillo y st oscuro (sln llegar a negro). A tal respecto advertimos que, contra lo preceptuado por MlimWoRTe-PRnxo Y Qm, AXADON, CAVE y MACDONALD, el orniMlogo italiano Gmar describe dos ejemplares adultos de ~Demigretta schistaceaa. cogidos en Dancalia, con picos en buena parte negruzcos, con la particularidad de que esas schistaeea de amor arrwjan medldas de pico. tarso y sla excesivamente altas para gul. gularts de cuaiquler Otro autor. pero muy encajadas en las medidas que atribuyen a schistacea REICHENOW. AZUDON y otros.

AMADON no eniista siquiera E. garzetta entre las aves del Golfo de Guinea. Ya hemos dicho que, en opinión suya, algunas de las presuntas garzetta que muchos autores han citado en Africa Occidental tropical deben ser sólo meras fases blancas de E. gul. gularts. Todo esto nos parece confuso. AdemBS, ¿a que llama A a m ~ mayor robustez Y encorvamiento del pico con referencia a las garcetas de ese sec- tor geogrmco? Abrigamos la sospecha de que esa pretendida robustez. etc.. de pico con que se diagnostica el grupo gularis este m& ate- nuada en Africa Occidental que en Africa Oriental, ,y m& aan que en Asia. ¿Se dan diversos promedios de robustez y encorvamiento s e a distintas pablaciones? ¿Hay en Africa Occidental transiciones entre los picos del grupo gularis Y los del grupo garzetta? Recorda- mos que en la bibliografla consultada, las medidas de longitud de Pico de gil. gularis coinciden completamente con las de gar. garzetta. Por ello insistimos en nuestra recomendación de proporcionar

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tsmbien merMa8 de &ara y mhwa de pico. En iüadagascar Y otras Islas pf6xlmss (como miuima) viven -des esreetsP t m w dimor- phd, con medidas de pico maxlmas. m& largo incim aue en schtsta- cea, y. sln embargo, según el propio WN, dlchas gmetss marcan la translci6n entre el gnipo gtüarls y el grupo gar'arretta.

Spm. Ex6tfco: Al aplicar el crlterlo de AMADON, su claslfiesción es dudosa El pico no parece sensiblemente distinto del de otras Qaree- tas comunes. Anchura y altura no deben superar lag de varlas E. gar. garzetta que hemos medido. Repetimos que la falta de ramioteea nos impide juzgar resueltamente. La mandibuia lnferior. toda elia el-, qW68 IncIlnarla a daranoi~ a clasüicar el ejemplar como E. grJ. guiu- rls, La8 medidas nada resuelven.

ScEovwrer: Spm. Dofiam. eEpretta (Leptorodas) gulatfsr. por su pico color

sombrio Y por la medida del tarso. que queda dentro de gularts, pero marea el límite inferior prescrito para *B. garzetta~.-Spm. BzMlco: DetekUkin~1611 dudosa. Si el pico fuera todo amarillento, seria &E. (L.) schistaeea~; en otro caso, oE. (L.) gulartsw. El tarso cae de lleno en aula*.

CAVS Y M*oOnm: Spm. Doffam: Caso no previsto. Además. falta en esta obra

E. pul. gula*, por perteneCer a otro distrito geográíico. Lss ñgum que se ofrecen de E. schistacea y E. garzetta son apreciablemente distintas en cuanto a pico, coniorme a lo supuesto o admitido por Haamr y -N. R plw de nueotros do8 ejemplares negruzco8 e6 como el de la flgura que representa E. garzetta.

Bom:

Spm. Doffana: d. gar. gula% de fase n e w c u , por la wlor8~16n general y sus medidas bajas de tarso, ala y wla, pero w n el repam de no tener pico color *carne-oscuroh-Spm. Exótiw: .E. gar. gula- r b de fase n e m m a por sus medldas de tamo y guisa por el color del pico.

8610 pmdsionalmente wnstderamos este ejemplar como fase oacura excepcional de una poblaci6n de E. uarzetta garzetta.

Ninguna de las obras consultadas describe un ejemplar que reúna el con)unto de caraeteristicas del nnestm, aunque sospe- chamos que ejemplares iguales al nuestro ae dan en Africa. El pico amoratado no es mencionado por nadie.

Al apllcar los criterios de las obras de Rnc+mow, EU~HERWW

y SCHOU~~DEN, nuestro ejemplar debe de ser Egretta gularis gula*, y puede serlo tambibn, segiui Bom.

Al aplicar los criterios de SHARPE, X~TERT, MAC~ORTH-PRAED y GRANT, y AMAD~N, nuestro ejemplar pudiera ser Egretta garzelta garzetta, pero siempre con algún reparo o contradicci6n. El punto de vista de MACKWORTH-PRAED y GRANT es el que m b inclina la balanza a favor de esta segunda determinación.

El estudio métrico, por si solo, no decide si nuestras garzas negmcas (Spm. DoRana y Spm. Ex6ttco) son E. gul. gularts o E. gar. garzetta. QulzB la altura y anchura de pico permita distinguir estos dos grupos. QuizA no sea asi. En todo caso, la bibliografia consultada no permite una comparaci6n, al faltar en ella esas dos medidas. De las restantes medidas, el tarso se destaca por su cortedad relativa en ambos ejemplares, especialmente en el ex6tic0, lo cual apunts, en el sentido E. gul. gularfs. Lo que si parece concluirse del estudio métrico es que ninguno de los dos ejemplares debe ser E. gul. schistacea, y menos E. garzetta dimorpha.

Resaltamos el extraordinario parecido que existe entre el Spm. Dofiana y el Spm. Ex6ttco. Cualquier persona que los vea saca inmediatamente la impresibn de que son la misma cosa. En el ejemplar ex6tico no hay ornamentales en la nuca y las del dorso se ven menos desarrolladas. pero esta diferencia puede ser meramente temporal. La mayor dtccrepancia entre ambos ejemplares parece el color del pico, que no es amoratado en el exbtico (en su mandíbula inferior al menos), sino amarillento sucio. Fonna y robustez de picos, no pareeen esencial- mente distintas. Al comparar los picos en varios perñles, se saca tarnbibn inmediatamente la impresi6n de que son casi idénti- cos o, ai menos, que pueden pertenecer a una y la misma especie. Las restantes medidas de ambos ejemplares son muy con- eordantes. Ambos destacan dentro de la serie de pieles estu- diadas, por sus tarsos mínimos. El ejemplar de DoAana da el ala mínima de la serie, mientras que el ex6tico tiene tambi6n una de las alas m& cortas.

DISCUSSION

On attempting to classify an extraordinary specirnen of Egret, blackish in color, which appeared in southem Spain, we ñnd that the taxonomy of the group garzetta-gubris-schbta- cea-dimorpha is treated in conflieting mamen and is still con-

f,us4g. The authors wneiiited separate aubweeies, speciea, and even genera, some basingrtheir aeparation on diiierent charac- ,teristics than the otiwni. Then, too. there is no doubt that the , e ~ ~ t e r l s t i c 8 chosep are not mutualy wrrebted, as mnld seem deshable. Furthennore, it seems that the variablllty o! eertain characterlstlcs Ig even greater tbm 1s generaliy mognl- zed. M m m m a a z ~ (1954, p. 399) points out tbis aunreaveb in his treatment of E. gul. schfstacea, and there he cites varfous authors wo have contributed critically or polemicaUy to the study of these herow. Unfortunately, some articles on thls sub- ject are still unlrnown to us, and we kmw several othem only indirectly. Neverthelees. we cmlder lt opportune to expose now, with aU our aii~¶~ultia, the taronomic psnomma which we have observed, venturing some more or l e s proñsional opinions.

Flrst of N, the divfsion o! the forma of the above-mentioned g rou~ into diíferent genera or subgenera seems exaggerated ir not absurd. Synthetlc criteria like Rxcnmow's old one and A ~ ~ ~ D o N ' s more recent one seem more conslstent with the facts

The existeme of paralle1 polychromatisms In dftferent ape- cies, subspeciss, or populatlons o! the cited group of Egrets creates a constant danger of tsxonomic emr. The polychroma- tfsm is judged by criteria whloñ vary with the authors. Appa- rently thls phenomenon stUl produces a remnant of confusion which has resisted resolution.

I f our spectmen k a da& phaae mutant of the Iberian gar. ganet ta population, thls seems to indicate that polyeñromatism erlsts potentially even in the mulations of Egrets which .seemed tlle most constant in their monochromatism.

Withfn the g r o u g ganetta-gularts-schfstacea-dímorphu, there often arfses the problem of declding between two forma of different species in the case of specimens that because o! their coloratfon, measurements, and general appearance are extraor- dlnarlly slmilar. This problem k usualiy resolved (acwrding to bibliography) by recurrhg to different conventtonal diagnw, glvlng preferente to the coloring of the blli. We do not see why the coloring of the bill, unlike the plumage, should not be included in the polychromatism.

Some of the contradictions found in the blbiiography seem to prove us right. One of the most apparent i8 that wfifch wlth referente to the color of billa in E. gul. g u W opposaes Aaanrw,~ on the one hand ami R m b W , B m n m x . ~ , and 8oa0~1g1)m

on the other (4). It does not seem that this contrafflction can be explsined simply by the variation which the Color of the bffl undergoes with age and the seasons of the year (the lower mandible in the adults).

I n dlfferent forms and aecording to various authors the fol- lowing bili colors have been mentioned: yellow, greenlsh yeiiow, dark flesh, hom-brown, greyish brown, blackish brown, or blaCk. We have found no reference to a purplish bill (fresh).

Other characteristics proposed to differenciate between two synchromatic specimens are the length of the biil and the measurements of the tarsus, wing, and tail. According to the bibliography it seems certain that gul. gulaíls tends to have a smaüer tarsus than gar. gaszetta, but the lengths of the bilis coincide and the measuremenh of the wlng overlap too rnuch. E. gulctrts schfstacea shows measurements some of which are the same and others larger than those of E. gar. garzetta. The tail measurements do not seem to have any differentlal value.

The strength and shape of the biii can be an interesting rneans of diagnosis, but we should like to be convlnced of the extension and infallibiiity of its validity. Aaanno~ uses the strength and shape of the bill to separate the group garzetta from the group gula?&, that is, two groups which even today some authors continue to classify in different genera (vid. text and Agures of bills in HARTERT, 1915, p. 1240 and p. 1242). The bill of the group gularis, aecording to this, would be rather heavier than that of the group gawetta, and with a culmen somewhat more curved, so that its edges do not fit the lower mandible well. The flgures of HARTERT cited above clearly express these differences, but tha t author illustrates the bit1 of aDemi greta sacras, a species where this difference is perhaps more marked than in the African forms that interest us here (5). It

- (4) Ammon elves a yeiiow bu; the other authors glve colors

from a horn-brown color to blaek. greylsh brown. dusky. and brownish. Boun: expreses hlmself in a rather non-committal way when he glves the biil color as udark flesha. It h clear that the color can vary (at least in the lower mandlble) from wlnter to summer and from fresh to dry, but ordinarlly the matter is not preclsely detemined by the authors.

(51 From a consultation granted to my colleague Valverde by Professor Berlioz, we know that the type D. sacra of the genus Oemtgretta Ls actually somewhat different from other species whlch were lncluded in the genus, among them aD. gularb. whlch 1s for the forenamed Professor a coastai-tropical aspect of the polymorphlc Egretfa garzetta. This authorltatlve polnt of vlew glves welght to some of the Ideas which we set forth here.

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46 panera& ~ccepte&, gnd this ja what intereat.3 u8 here, tkat wlthig t he group of m e & that we are consldePtn&* mb* wd ill.fiWng biii belongs to #e coastsl forma, whtls the slen- der, weq-fitting one ts characteristic of fresh-water forms.

It 1s however, that nane of the authom consulted for Africa smphasiees or mentl0n.q thia diiference in billa aacept ~WAWN (CAVE and MACDONALU let it be seen ia taro UY figures but do not qomment on it). In the M w u m of Natural Scienaes oí Madrid we have a speclinen of E. gukvb, but uniortunately it does not have a loeality, and the aamphotheca of the upper mandible ts mtssing. Neverthelw, judglng irom what we can see in thls specimen, we do not ftnd any difiereme between itd b u and those of dliterent B. gar. garzetta in the same Musaum We r e e a that M.-- and Qmm did not hesitate to riubor- dinatg groupa of Egretd of the genua aDemigretta* to and even make them synonymoua with the species Egretta garaetta, and recently Boosr admita #e subspecies Egretta garzstta gukwfa.

Wlth the hope of helping to clarlfy this question we @ve in a table the heights and widths of aii the specimens we have examined. We recommend that in the iuture these me-- ments and characteristlcs of the bUi be glven conslderation in the publications. What does Asuoo~ caii greater robustnegs and curvature wtth reference to the Reef Herons of Westem TropLcsl Africa? Are there different averages of robustneaoi and curvature in different population8? What Is We individual var- tation? Are there in Westarn Africa or ln any regions o! Eehio- pia0ansittons between the bilb, o! the type eEgretta~ and those of the type ~Demigrettaw?

We note that the group dtmorpha, natlve to Madagasear and nelghboring archlpelagos, was and 1s included tn ~Dernígretta~ or in the group guZarfa (1. s.) by some authors whtle others afflrm its relationship with Egretta and subordinate it to the species E. gwcetta simply as a race. The msxlmum measure- meuta, even greater than for gul. sch4stacea, are attributed to the group dimcwpfm. In relatlon to thfs we wlsh to say that we hsve noted that the measurements for E. ganetta ln continen- tal Africa presented by severa1 authors are relatively rather high. We would point out that in the modem bibiiography there continues to be regletered an occaslonai mention of E. gul. schistacea (or its sgnonyms) in the interior of the African Continent, for example in the Northeast, the Niie and La& * Albert, presupposing a yellow-colored bili (and perhapa also bill

REVISTA IB~RICA DS ORNIMLOG~A 111

conflguration). According to BOUET, his countryman Berlioz has recently shown specimens of *E. gar. guLarh (=E. gul. g u L ) obtained on the Niger River far from the coast It is interestlng, too, to recall that d t m m h a seems to contain a small number of coastal populations, while the majority of them are fresh-water ones (AMAWN).

1s the supposed ecological difference between the groups gularfn and garzetta llttle convincing? (6).

We know of colonies of E. gar. garzetta established in marine cliffs in the South of the Iberian Penlnsula, and we have often seen Common Egrets eating in brackish water and even beside the sea in different Spanish localities (7).

We admit that mangroves and reefs are still biotopw very different from those that are found on our masts, but we believe that in other latitudes there may be biotopes of a transitional type.

We have not consulted ecological detsils about herons in Asia except those conceming Arabia aupplied by ='rzaao~N. But ALLOUSE (1953), referrink to Iraq, mentions both E. gas. garzetta and E. guL schistacea (sub Demlgretta asha) as breeding in the marwhes of the mouth of the Tigris. although in the case of the former he does no more than give an old citation.

The largest specimen of E. gar. garaetta examined by us (it has the maximum in all measurements) is also the southern- most and comes from Mogador (Southwest Morocco). It t stiíi a palearctic locality. But do the populations of gar. garzetta tend to be larger and to have a more robust bíIi toward the tropics? For various reasow we think i t would be interesting to carry out methbdical metric studies of indigenous populations in various latitudes of Africa and Western Asia, taking care to note the ecoIogy and not tu confuse the migsnts or the wintering birds with the indigenous ones.

Summing up, our irnpression fs that we are moving in a racial

(6) M E ~ E R ~ G E N points out ecologtcai dlfferences wlthin one and the same subspecies: E. gul schlstacea. According to thls author, the birds of the dark phase are less shy before man, l e s sociable among themselves, and prefer to eat in shaliower waters than those of the whlte phase.

(7) We do not aagree enttrely with Mnris~mmosiu In regard to his ecologicai qualiflcation of E. gar. garzetta. Re says that while E. giiParis schistacea is eminently lchthyophagous and solitary. E. gar. oarzetta feeds soclably and rarely eats flsh. In the western Medi- terranean we can affirm that this last ls far from being tme. as the investlgations of J. A. VALVERDE among others clearly demonstrate.

circle intagrated by pographical and ecolegical ionns. a Circie that perhaps could be wiaened even more in othw diractiom and that withln varlous geographical mnes aeems to be exposlad to intergradations or to allopatrLe hybridiaaUoa5.

We beseech ornithological experta to @ve thelr Brial opiaion and judgment in relation to the problems that we l ea~e o p a w merely tentatlvely mt forth here. We cannot otfer definite opinions because our Ubrary fa not yet complete and above al1 because we lack abundant material from colleetiona.

SuWMARlY

On June 26,1966, a blackiah-colored Egret (adult lemale) was watehed for some time and was later obtained in the heronry oi Dofiana (Huelva, Bouth of Spain). Thls b M can only be either an accidental immigrant of Egretta guZarf8 gulUri.9 (Boac.) or an excepcional mutant o! Egretta garzetta garzetta (L.) On the 38th day of the same m-, at leaat one other btrd of the &ame characteristics was seen inrthe forenamed heronry. The whole team of Spanish rlngers (nine pemons) were wltnesses oi one or the otber oi tawe eematlonal finds.

We pmvlsionally consider the speoimen a dark phase of a populatfon of E. gar. garzetta. None of the works consulted describes any specimen which combines all the charaeteristics o! ours. The purpllsh biil is not mentloned by anyone. Our specimen is the only blackish mutant luiown in the western palemtic area to date.

We beiíeve that other authors faced with the same case wU1 accept Me other altemative and will present thts dtscovery as the flrst record o! Egretta g u W in Eumpe. W, and not some other, fa the species that our specimen must be ii we apply the taxonomical criteria of R~ICHWOW, B ~ M . u v , ücnoDTkDq~, and in some wsga, of B~WET.

Deswiptfon of tke apecimen: Qeneral coloring an almost uniform blackish color with a alaty tint, without any light mota except the white spot at the thmat. The ornamental feathers of the nape are dark asñ-colored and those o! the back a little l e s black and somewhat more grey than the rest. Bül (freah) blackish purple, with a sUghtly brownfah tinge and therefore quite dttierent from the opaque black color oi E. garzetta. Black ieet with a very sllght g r e e W cast. Greenish toes * with pllow-orangish edges. In the accompanyiag table we give

STA I&W DE ommm~ocfn 113

measurements of the specimen (n.O 1) compared with those Of

another exotic specimen (nP 2) of E. gularts gularls (?) without data, plus eight ibero-moroccan specimens of E. gar. ganetta (npB 3-10) and one specimen of E . garzetta nfgrfges from the Philippines (nP 11).

The appearance of white birds in populations that &re ordinarily grey or blaelrish tg a frequent occurence in severa1 species and subspecies of Egrets in Africa and Asia. The reverse, 1.hat is, the appearance of dark birds in ordinarily white populations of Egrets is much rarer, and aimost none of the authors consulted considers this posrlbility except MAcKwORm- PRAED and QRANT who admit it as a phenomenon not rare for aEgretta garzetta~ in Eastem Africa. (We wish to observe here that the taxonomical status of E . gar~etta In Africa does not seem very satisfactory.) Other precedents, but decldedly at- tenuated in color, are two old referentes, each to a grey garzetta. in Bulgaria; the O b ~ e ~ a t i o n of a grey E. gar. garzetta pointed out b y BUTLER in the Sudan; wd the iecent mention by BANNER- MAN of another grey E. garzetta in Western Africa.

Applying the criterion of SHARPE, HARTERT, WCK~ORTH-PWD, and GRANT and of AMADON to OUT specimen, it may or should be E. gw. garzetta, but always with some objection or contradlc- tion. On makiig this taxonomical study of the specimen, we have noticed that the group of Egrets garzetta-gular£s-schistacea-dimorpha presents confusion and discordant taxonomies In the authors consulted. TWs unfortunate fact has carried us without realizing it to a Discussion (see above) which goes ia r beyond our original purpose.

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SOBRE LA GARCETA (EGRETTA) DE COLOR NEGRUZCO APARECIDA EN