Socialismo o barbarie

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    UNIVERSITAT DE llElDABiblioteca

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    i J > : ~ ~ ~ ! ~ o ~ ~ t ~ ~ [ & dilema planteado por Rosa Luxni:burgo, constituyepara nosotros un hallazgo y un enCUE!lltro muansiado. En sus pginas los:lectores ylectoraspodrn eIlContrarreflexiones acerca diacrisis . 'mundial, ascomo las alternativas posibles - ..........a esta. La.crisis delsistelIla, explica el autor en . _. c .los dos primeros captulos de su ohra, es realmente .una crisis d e ' c i ~ i l i i c i n ; la misma, t ~ como existe . e n la actuaudad; r ~ s u l t a p r o f u J : J . d a n 1 e n t e a ~ t i c u l a d . aal Ciclo _de produccin y reproduccin del capital: -. .... "Toda conversacin con relacin a l 'mundo ' . . . . . . . : . '.- .

    ~ ~ ~ ~ ~ i ~ ~ ~ $ ~ ~ 1 } ~ t F nada significa sino la pluralidad de cap it al es que no _-. .-admite ninguna consideracin de igualdad. Por-el ' _. .. . ." .contrari',siempre se caracteriz po r el ms prfido . .. ordendejerarquasestructur.lesyrelaciones de fuerza correspoudientes,-que siempre f a v ~ r e c e n ale,. ' uer te en su inipulsode tragarse al ms

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    I S T ~ N MEszlzos, BUDAl'E5T,1930.En 1954se gradu con hoi1ores en Filosofa en laUniverslq.ad de Budapest, a pesar-del iTltento de expulsaTlo'po r su defensa deLukcs, de quien. fue posteriormente su asistente y sucesor en la Universidad.Luego de l levantamiento de Hungra, abandona su pas, h'abajando en Italia ydesde 1959 en. Inglaterra.Desde 1950 publiql.' obras conh"ovei"siales. Hoy d a es Profesor Emrito deFilosofa de la Universidad de Sussex, Inglaterra.

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    Istvn Mszros

    .Socialismo o barbarieLa alternativa al orden soc ia l del capital

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    Ciencias Sociales

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    Responsable de la edicin en espai101: Pasado y Presente XXI y Editorial deCiencias SocialesTradtcin del portugus: Rodalfo A. de AthaydeAsistente: Arua RodrguezTraduccin del ingls:Dara lvIachadoRevisin genexal: Isabel RauberDiagTamacin y Erunaquetamiento: Pasado y Prt;'senteXXIDiseo de cubierta: Carmen Padilla

    Istvn lvIszros Sobre la presente edicin:Editorial de Ciencias SocialesPasado y Presente XXI

    Tercera edicin, 2005

    ISBN 959-06-0803-5

    Estimado lector, le estaremos muy. agradecidos si nos hace llegar su opinin,por escri to, acerca de este l ibro y de nuestras ediciones.

    INSTITUTOCUl3ANODEL LIBROEditorial de Ciencias SocialesCalle 14 no. 4104, entre 41 y 43, Playa,Ciudad deLa llabana, C u b a . ~e-mail: [email protected]

    l:,!I1

    IEste libro est dedicado a Hany Magdoff yPaul Sweezy, que en los ltimos cincuenta aiosdieran, por medio de sus libros y como editores de

    Monthly Review, una inigualable contribucinpara nuestro conocimiento de la dinmica impe-rialista y del capital monopolista.

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    CONTENIDO

    Presentacin / IXPrefacio a la ed ici n latin o american a / XIIIInhoduccin /11. Capital: La conh'adiccin viva /32. La fase potencialmente fatal d el imp erialismo /1 53. Los desafos histricos

    ante el movimiento socialista /5 24. Conclusin /7 3Post scriptum. El militarismo y la s guerras venideras / 76

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    PRESENTACiN

    SocialislTlO o barbarie! texto de Istvn Mszros inspirado en elconocido dilema planteado por Rosa Lnxemburgo, constituye paranosotros un hallazgo y un encuentro rnuy ansiado. En sus pginaslos lectores y lectoras podrn encontrar reflexiones acerca de la crisismundial como as tambin de las alternativas posibles a esta.

    La crisis del sistema, explica el autor en los dos prirneras capitu-las ele S1.I obra} es realrrzente u_na crisis de civilizacin; en tanto resultaprofundamente articulada al ciclo de produccin y reproduccin delcapital. "Toda conversacin con relacin al f 1l ll.U1.do policnh"ico';bajo e l pncipio de algm t ipo de igualdad entre Estados, perte-nece al 111uno.o de la pura fantasa, o de- aquel cnico cmnuflajeideolgico. Es evidente qu'e no hay nada de sorprendente eneste hecho. Pues el 'p luralismo' en el mundo del capi tal nadasignifica sino la pluralidad de capitales que no adnute lungtU1.Rconsideracin de igualdad. Po r el contrario,sienlpre se caracte-riz por el ms prf ido orden de jerarquas esh'ucturales y rela-, ciones de fuerza correspondientes que sielupre favorecen allnsfuerte en su impulso de t ragarse a l ms dbil. AsI, dada la inexorabilidad de la lgica de l capital/ era apenas un a cuestin' detiell1pO hasta que el dinml1islll. del sisteula llegase/ tarnbin en

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    x Socialismo o barbarie. La alternativa al orden social del capital Istvn Mszros XIel n ivel de las relaciones entre Estados, al estadio en que Llllanica potencia hegenlnica sOlnetiese a todas las 111enos poderosa,s, independientenlente del tarnaoy afirnl.ase su derechoexclusivo - en ltinlo anlisis, ll1sustentable y exh-enladanlentepeligroso paTa el conjunto de la humanidad - de ser el Estadodel sistel11R del capital po r excelencia",lAvanzando en la lectura del texto, se llega a las reflexiones acerca de las alternativas posibles. Resultan fundamentales sus consideraciones aCerca de la relacin indestructible entre lo social y lo poltico, que el sisterna ,del capital se ernpeiia en fragrnentar, precisamentepara luego consagrar dicha fragrnentacin como un fenmeno, inherente a la iaturaleza de la sociedad. En sus reflexiones he encontrado-lo que para mi resultan ser -; componentes imprscindiblesde loscimientos econmico-sociales de los planeamientos filosfico-politicoscon los que sustento la unidad indestructible del sujeto social y politica y, obviamente, la conformacin del sujeto histrico.Desde el punto de vista estrictamente politico, ello viene a conjugarse COn las reflexiones crticas y las re-lecturas acerca de las relaciones en.tre los movimientos sociales y las fonnas de representacinpoltica en lo relativo a la construccin de poder, conciencia, organiczacin y proyecto popular alternativo desde abajo. En primer y ltimo lugar , esto supone la constitucin (auto-constitucin) de los actores sociales involucrados en el proceso socio-transfonnador en sujetossociopolticos del cambio. Corno ello solo puede ser logrado mediantela articulacin de los fragmentos aislados (re-articulacin, segnMszros), se trata en realidad de un proceso de constitucin de losactores aislados en un nico sujeto popular. Ello supone re-construirdesde la raz (desde abajo) las relaciones entre lo poltico y lo social,redimensionar la poltica, lo poltico, el poder, y sus relaciones con lasociedad toda, con la ciudadana -interpelndola desde los cimie11tos-o Implica superar las fracturas histricmnente consh1Idas y constituidas entre sociedad poltica y sociedad civil, entre Estado y sociedad, entre partidos y movimientos. "...N o h ay esp er an za dere-articulacin radical del 1110vilniento socialista sin que se con1bine completamente el 'brazo indush"ial' del trabajo con su 'brazopoltico'" ,2! Msz.l"os, Istvn, captulo 2, punto 2.3, del presen.te libro.2 ldem, captulo 3, pLmto 3.2. [Resaltados del ator].

    La afirmacin crtica de Istvn Mszros acerco de que: "Lospartidos obrerosno fueron capaces de elaborar un a alternativaviable por estar) dada su funCin de negacin, centrados' excluSiValTicnte en.la, din1ensin poltica del adversario" pern1aneciendo as absolutmnente dependientes de su objeto de negacin"/refuerza lo que considero una necesidad insoslayable en la hora actLlal: J1,".construir un a direccin poltica sobre otras bases, un adireccin poltica que lejos de fracturm an m s lo social de lopoltico, y su s actores, los integre, articule y cohesione desde laraz proyectando la construccin de una direccin poltica cole,ctiva .que - en tanto ta l - signifique .conjugacin conscientede protagonislnosf identidades f problenlticas y experiencias singulares, un a direccin poltica que se construya desdeabajo conlapaTtidpacin.,directa de todos los actores sociopolticOS".4Esto replantea el debate de la representacin poltico-social y elde la estructura organizacional que la contendr. Supone construirun nuevo modo de representacin (sobre nuevas bases), y un Huevotipo de organizacin poltira de i-zqIerda que, en vez de erigirse porencima y separada de lo social, lo articule e integre formando unainstancia orgnica sociopolitica buscando y construyendo c o l { ~ c t i v a n,ente caminos que pongan fin a milenios de enajenacin poltica,social y culiural de los seres humanos explotados y oprimidos, alcolocarse y asumirse stos con .capacidad para protagoniZar su historia. Cm/1o seiialael autor: flSin tina reai-ticulacin radical del 1110vilniento socialista la alteiTlativahegen1l1ca necesaria al siste1n21 existente es ll1concebibleu .Esta afirmacin condensa el sentido poltico del empeiio realizadopor Pasado y Presente XXI para traducir y difundir -por todos losInedias posibles - un texto como Socialismo O' ba.rbaries Mszros yyo no nos habamos conocido ni intelectual ni personalrnenle con ante-3 Idcln, punto 3.3..] Los dilcmns del s u j e t ~ , de mi autora, wmv,cubnsigloxxi,p. 38.5 Ya tenamos el texto traducido, revisado, editado y en imprenta. cuandotomam.os cortocimiento de qe exista otra h

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    XII Socialisnw o barbflrie, La altemahvn al orden social del capitalrioridad; la co"ndencia de nuestras reflexiones no pueden se'y enton-ces sometidas a la suspicacia de la amistad, sino a la inversa, es apartir de ellas que se ha forjado y fortalecdo velozlnente una proftl11'da mnistad, basada en el fervor militante con e! que albos realiza-rrlOS nuestra labor intelectual.Dejo a los lectores y las lectoras cualquier consideracin pnrti-cular acerca del texto que ahora tienen en sus lnanos; s que el mismo'concitar rns de una reflexin profunda que convocar sin dudas an:pensar la realidad en que vivimos. Ello es parte de los objetivos: nodar recetas sino prQvocar el pensarn:nto propio; avivar la rebelinde los cmos, hace tiempo ya en marcha en nuestro cont!ente, yrevivir una vez ms el sentimiento y el valor que el atrevemos tienepara la configuracin colectiva de un destino comn de la patria y lahumanidad. Somos conscientes - hoy ms que nunca antes - , queno puede haber antagonismos entre ambas porque, Como dijo JosMart, "Patria es humanidad".

    Isabel RauberPasqdo y Presente XXIEditprial de Ciencias Sociales

    PREFACIOA LA EDICiN LATINOAMERICANA

    En una entrevista, en Enero de 2003, para e! diario brasilel10 FoIhade Sao PauIo, me preguntaron: Cul es su opinin sobre las se-mejanzas que encuentra entre Luis Ignacio Lula da Silva y otroslideres la tinoamericanos como Fide! Castro y Hugo' Chvez? Estafu;c mi re$puesta:

    Las sen1ejanzas son de largo a l c a n c e ~ E. pesar de las obviasdiferencias entre lascircunstancias bajolas cualesestos lderesradicales vieneli. a ocupar su posicin actual C01110 cabezas desus respectivos gobiernos. Las selnejari.zas son doininantesporque subrayan enrgican1ente'que la Alurica LatiT1R toda'est necesitadade un caI'nbio ms profundo, verdaderan1enteradical. ...A la 'victoria arrolladora del Presidente Lllla/.le sigi - no si n conexii1- el escandaloso colapso de todas lasfonnas deaegl0. intentadas en Argentina/ un pas considerado por lnu.cho tiempo e l 1 ~ 1 0 d e l o insuperable para An1ricaLatina. Y cuando hablan10s sobre los tres lderes radicales:. Lula,PidelCastro y Chvez/no podeu10s olvidar al PresidenteAllende/ quien tan1bin intent inh'oducir un carilbio radicalensu pas y tuvo qtle 1110rir por ello.Nohay duda, aquellosquerechazan considerax la idea de uncan1bio!significativo, continuarnintentandobonm' el tien1po de 19S lderes radicales lat i n o a l n e r i c a r ~ o s que aparecen en esta etapa histrica. Pero

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    XIV Socialisnw _ barbarie. Ln alternativa nI ordel1social del capital Istvl1 Mszros XVigualm.ente, 111s all de la duda, tales lderes estn obligadosa surgir un a y otra vez, por tanto tiempo cuanto no sean posi-tivali.1ente atendidas las razones sociales profundas e histri-casIqn e co'ndicionan su aparicin. Quien sabe, si ellder ll1sradical surgir de pronto preciSlli11ente en la Argentina cap.italista en bancanota, donde en ta l caso estlaTganlente retra-sado.

    Como vern los lectores de este l ibro , yo estoy firmemente con-vencido de que solo un abordaje socialista radical puede enfrentar losgraves problemas que tenenws todos ante nosotros, y'encontrar unasalida desde la crisis sistinica estructural del capitalisrrlO, la cualahora amellaza la supervivencia }nisnw de la humanidad. Vivimosuna poca de crisis histrica sin precedentes, que afecta incluso lospuntos ms remotos del mundo. Nosotros hemos sido testigos re ecientes de dos guerras brutales, desatadas por el irnperialismo estadowdense a pesar de las protestas en contra de rnuchos millones depersonas a lo largo y ancho de todo el mundo. Le seguirn Ins guerrassimilares y su extensin est d e ~ l a r a d a ahora ilintada. La falsa justificacin esgrinda por la adrninistracin estadounidense para elcurso de las acciones. mililares nwsivas previstas, en conformidadcon la doctrina Powell de la "fuerza arrolladora", es que el 11 deSeptiembre de 2001 el pas se convirti en vctima del terrorisinomundial, situacin que debe ser contraJ'l'estada en todo el mundo con1m resuelLo col1tragolpe.

    La realidad es muy distinta. Como ha sido recientemente revela-do, algunos "halcones principa'les" del presente gobierno de Bush hanestado abogando - ya en 1992, Le. casi diez ill10S antes de septiembrede 2D01- por 'la iJnposicin del podero militar de los EE.UU. envastas reas del mundo, en busca de su. designio de donnacin global.Las causas de tales desarro'llos se encuentran muy profundamente en las determinaciones estructurales internas del sistema ca-pitalista en la presente etapa de su historia. Ellas no pueden serconfundidas con simples cambios polticos coyunturales de un arre-glo de polticos capitalistas a otros. Porque la erradicacin de estascausas, en inters de la supervivencia humana, requerir de un cam-bio estructural fundamental en nuestro modo de reproduccinmetablica social, llegando a las races de'l cada vez rns destructivo orden social capitalista, que ahora da lugar a las formas msagresivas de aventurerismo mi'litarista por parte del poder capi-

    talista dominante. He aqu el porqu solamente con un abordajesocialista radical del problerna del caJubio sistrnico-estructural sepuede ofrecer una solucin viable e irreversible al desafo histrico sinprecedentes que no podernos eludir ms en las presentes circu.nstancias. Ser radical es agarrar firmemente el problema en sus races,para introducir los cOlnbios globales que tanto se necesitan. Un lipade cambio qu e no pueda ser desecho por el siguiente viento politicocoyuntural. Asegura.r una genuina irreversibilidad socialista - enprevencin del grave peligro de otro retroceso aventurerista - es literalmente un requerimiento vital de nuestro tiempo.

    Socialisln o barbaTie: del ff siglo an1ericano" a la encrucijada, fue escrito dos ao s ant es del 11 de septiembre de 2001, sinconocimiento alguno de la agresiva doctrina estratgica norteamericana que sa'li a la luz recientemente. Este libro anticip la faseactual de los desarrollos militaristas sobre la base del anlisis de losantagonisnws irreconciliables y de las fallas histricas inherentes alcapital, incluyendo su incapacidad para crear el Estado del s is temacapitalista como tal, y para tener bajo control los intereses contradictorios y antagonismos fatdicos de los Estados nacionales. El ca-ptulo 2 de Socialismo o barbarie trata "La fase potencialmenteltima del imperialismo", bajo la cual el Estado nacional norteamericano intenta imponerse a s m.ismo; incluso por los medios, Jn.sdestructivos, por encima de los derns estados nacionales; como nico Estado indesafiable del sistema capitalista en general. Un intentoque debe finalmente fracasar, pero en el curso de cuyo desarrollopuede efectivamente precipitar la destruccin total de la humanidad. El libro tambin subray en 1999 que el futuro de la vieja"di plomacia de las caoneras'" ser el del chantaje nuclear: que esahora una parte integral de la doctrina estratgica del gobierno delos Estados Unidos, esgrimida en nombre de una absurda "justificacinmoml" para defender (en realidad imponer ofensivamente) 'losintereses nacionales norteamericanos contm e'l resto del mundo porcualesquiera medios que el pas desee eTnp'lear. Los peligros para elfutui'o son obvios para cualquiera.

    Es ah donde estarnos hoy; en medio de una crisis estructuralcada vez ms profimda del capdal, la ms aguda posible en comparacin con cualquier crisis cclica/ coyuntuTal del pasado. La ca-pacidad de destruccin y la incontrolabilidad del capital en la presente etapa de la historia han asumido formas y proporciones nunca

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    XVI Socialismo o barbarie. La nltemativr:J nl orden. socinl del capital lstvn Mszros XVIIvadores del orden capitalista establecido. As, se volverian totalmenteinsostenibles, y s nzant-endra el vado desconcertante entre los prol-1SitOS il1Inediatos y los objetivos ~ s t r a t g i c o s totales.Ls fuerzas de l.Cf accin, transfornrndom solo pueden realizar 'supotencial si continan orientrtdose ellas nzisnzas - de acuerdo conlas circunshmcias cmnbiantcs sobre las cuales ellas tambin activamente influyen por los objetivos estratgicos totales de su nandato'histrico. De acuerdo con esto, es un requisito vital para el futuro elre-examen critico del pasado del nwvniento obrero especi.almentelas razones que, est"rr detrs de la adopcin de la - ya insostenibleJ-1osf't,rra defensiva. ~ i una rearticulacin radical del movirn_ientosocialista la .alternativa hegelTl_nica necesaria al sistenw. existente esinconcebible. Es estala naturaleza del desafio de instituir las c o n d i ~ciones para el control real del orden dado. Es por lo que esto apareceen la agenda his/rico, y no simplernente como un propsito a alcanzar por alguna ficticia "alim,'za electoral amplia" que lnpide que lasfuerzas transformadoras realicC/! su verdadero potencial nediante laimposicin a stas de grilletes paralizantes del ms bajo denominador cornn.

    La tarea histrica frente a nosotros no puede ser conclida sinun desarrollo exi/oso de la nica fonna viable de intemacionalisrno,basado en la complela igualdad de las naciones. in intemacionalismoal -que todas las fonn.as de irnperialismo le son absolutamente desfavorables. Los pases latirlOmnericmlOS sufrieron durante siglos losestragos de los antignos imperialismos, y queda el objetivo de ladOlnin_acinmnericana no solo en la forma de incontables intervenciones nlifares ejercidas directamente o por delegacin sino tmnbinen el terreno qconmico incluyeildo el actu.al intento de imponer elALeA. y todava, cuando analizamos los peligros por doquier ennuestro horizonte, tiene que ser suficientel'nente obvio que no haysolucin posible sin la transfonllacin mdical de su sistema d e s ~tfu,divo por la propia clase obrera norteamericana. rJingn poderp O l U c o ~ 1 n i l a r en la tierra puede lograr desde afuel-a sin el riesgode un suicidio colectivo - lo que debe ser hechQ desde adentro delpas, por un nwvincnto que ofrezca una alternativa positiva al'orden existente en los Estados Unidos.Seria una ilusin esperar un cmnbio significativo en lo tocantea la necesruJia accin trrtl1sfonnadora del movirniento ob1'e'ro mnericano en el futuro ms cercano: Debido al constante impacto ,je latasa difercilcial de explol:acin d.e la cual la clase- obrera mnericana

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    XVIII Socialismo o barbare. Ln n l t e r l w h v l 1 . _ ~ ~ orden social elel capitalse beneficia tambin, las acciones abiertas de desarrollo histricopositivo tienen que surgir en los pases dominados por los EstadosUnidos, donde las agencias sociales necesitadas de un carnbio radi-cal estn 1'nucho -ms lstas pa!_ la tarea. Corno escrib un tnnpoatrs en Ms all del capital:

    Latinoamrica promete paTa el futuro 11ls de lo qLle' por el111011"lento pOdelTIOS hallaren los pases capitalistanlente avan-zados. Ello resulta conlprensible porque la necesidad de uncanlbio radical'est ejerciendo ll1ucha ll1ayor pres in en'Latin'oamrica que en Europa y losEstados Unidosy las solu-ciones de lI modernizacin fl y "desarrollp" una vez pronleti-das/ denlOstraron un a luz sienlpre en retroceso en un tnelque se hace cada vez ll1s largo. As, si bien sigue siendQ ver-dad que el socialis1110 debe,calificar C01110 un enfoqlle uni-versalmente viablel que abarque las reas capitalistas msdesarrolladasdelnllU1dol no podemos considerar este proble111a en trminos de ,una secuencia tenlporal en la cual unafutura revolucinsocial en los EstadosUnidos debe tener pre-ced.enciapo r sobre todo lo deIns. Na,da de eso. ,Porque dadala inercia masiva generada por los intereses creados del capital en los pases capitalistmnente avallzados, jlU1tO con la conlplicidad consensual en ellos dellaborisn10refornsta, resultamucho 111s probableque se de una revuelta social que enciendala ll1echa en Latinoan1rica que en los EstadosUnidos l conin1plicaciones de largo alcance para ell'esto del ll1undo. (Msall del Capital: Hacia lma:.Teor[a de la Transici6n VadellHerlll.a..,.nos Editores, Caracas, 2001, p. XXVIII).

    Esa es nuestra esperanza para un futuro no muy lejllno, basadaen el fermento social y la radicalizacin de que somos testigos eilJnU-chas partes de Amrica Latina, Las implicaciones de tales desarrollosson universales. Las causas ms profundamente arraigadas denueslropeligroso apremio estn tan ntimamente entrelazadas que ni el lnspoderoso pas puede detener indefinidamente a las fuerzas que presio-nan por una va alternativa de conducir nuestra vida, cuando la cadavez ms pJ'Ofunda crisis estructu.ral del sisterna capitalista sigue sucurso. Al respecto es necesario ganar conciencia no solo de los peligrosque encaTamos sino de nuestra capacidad para institLrir un orden socialradicalmente diferente. En plena solidaridad con el pueblo latinomneri-cano, Socialismo o barbarie est dedicado a esa finalidad.

    Raehester, Mayo 16 de 2003

    INTRODUCCiN

    Lleg a su fin el s iglo xx, descrito por sus apologetasms enhlsiastas conlO el 11 siglo aInericano fl . Estas opiniones se lnanifiestancomo si no hubieran ocurrido la Revolucinde Octubre de 1917,.ni las revoluciones china y cubana l ni las luchas'p6r la liberacin colonial de .las dcadas siguientes, sin lllencionar la hunu-llante derrota de los Estados Unidos en Vietnam. De hecho, losdefensores acrticos de l orden establecido anticipan cOliden-cialnlcnte que n.o apenas elsiglo XX!I sino todo el prxno ll1ileniolest destinadoaconforIl1arSe con las reglas incontestables 'dcla"Pax: Anl.ericanalf Aun as e lo cierto es que las causas profun-das subyacentes de los grandes terremotos sociales del siglo xxantes mencionac lo s - a los cuales se les podrian fcilmente su-ll1ar otros l tanto positivos C0111.0 negativosl COIno las dos guerrasITlundiales - f ,no .fueron solucionadas po r los acontecinlientossubsiguientes, a pesar del enOrIne realineanuento' de "las fuerzasfavOl'ables al capitalismo durante la i lt ima dcada, Por e l contrario l a cada nuev,a fase de la postergacin forzada, las cont radi cc iones del s is te ll la del cap it al solo se pueden agravar,trayendo. consigo un pelig'ro todav.a Inayor para la propiasobrevivencia de la' h U ~ 1 1 a n i d a d .

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    2 Socialismo o barbarie. La alternativa nI ordensodnl del capitalLa falta de solucin crnica de nuest ros a n t a g o n i S l n ~ ) S f

    compuesta po r la incontrolabilidad dE'1 capital, puede , por alg n tiempo todava, continuar generando un a atlnsfera detriunfalis1l10; as C01110 ilusiones engaosas de pern1anencia,COIl1? sucedi en tU1 pasado reciente. Pero, a su debtdo tiempo,los problelnas crecientes y destructivan1ente intensos te'ndrnque ser enfrentados. Pues, si en el siglo XXI ocurriera realn1enteel triunfalis1110 del "siglo mnericano" ,del captal, no habr enel futuro otros siglos para la hU111anidad, lnucho lTlerios un111ilenio. Esto no tiene n ad a q ue ver con el antiarnericanisll1o.Ya en 1992 expres mi conviccin de que:

    el futuro del socialiSlTIO sera decidido en los Estados Unidos} pornls pesinusta que esto pueda pareer. Intento 1110strar esto en laltinla parte de The Power ofldeology6, en el cual discuto el proble-lna de la universalidad. O el socialislllo se afirnla universalnlcntede fonna tal que incorpore todas las reas, inclusive las reas capitalistas l11.s desarrolladas del11lundo, o estar condenado alfra-caso? .Dada la actual situacindel desarrollo, consus grandes pro-blen1as 'intrnsecos que reclau1an un a soluCin duradera, sola

    lnente un a respuesta universallnente vlida puede funcionar.Pero, no obstante su globalizRCl')l1 in1puesta, el sistenla irreversiblen1ente perverso del capital e estructuraln1ente incOlnpatiblecon la universalidad, en cada. sentido del tnnino.

    6 The Power ofldeology,Lo:ndres/Nueva York, Harvester\Vheatsheai/New YorkUniversity Press, 1989, pp. 462-70.7 "Marxism Today", entrevistapublicada en R.ndicnl PhilosophYI no. 62, otoo de1992.

    1CAPITAL:

    LA CONTRADICCiN VIVA

    1.1Independientemente de los alegatos de la actual "globalizacin",es impo,sible que exista universalidad en el1l1lmdo social sin gual-dad sustantiva. Evidentemente, po r tanto, el sistema del capital, entodas sus forn1as concebibles o histricalnente conocidas, es total111ente incon:lpable con su s propias proy'cciqnes - aun siendoestas distorsionadas o estropeadas - de universalidad globalizante. Y es enonnen1ente 111s inconl.patible'con la nica realizacin sigli.i,ficativa de universalidad viable, capaz de annonizarel desarrollo universal de las. fuerzas productivas co n el de.,.sanoHo abarcador de las capacidades y potencialidades de losindividuos s.ociales libremente asociados, basados en sus aspi-raciones conscientemente perseguidas. La potencialidad dE' la tendencia universalizante del capital, a su vez , se transfonna en larealidad de la alienacin deshumanizan te y en la reificacin. Segndice Marx:

    Cuando se elin1ina la [onna burguesa limitada, qu cosa es lariqueza sino la universalidad de] entre otras , las necesidades,

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    4 Socialismo o barbarie. La altenwtivn al orden social del Istvn Mszros 5capacidades, placeres, fe,rzas prod1.lctivas individuales creadaspo r ll1edio de l intercalnbio universal? El e0111pleto desarrollo delcontrol h L m l ~ 1 . 0 ' sobre las fuerzas de la naturaleza} considerando.as t an to la s d e l a llalTlada naturaleza con10 las de la naturalezahUlllana? El desanollo absoluto de sus potencialidades creativas,sin otros presupuestos que no sea el desarrollo histrico a.ntericirque cOlupone esa totalidad del desarrollo, o sea, el desarrollo detodas la s capacidades hU111anaS canl un fin en s, no C01110 m,edi da po r un patrn arbitTario?'Cuando el hOlllbre no se reproduce el;: una espedficidad sino que produce su propia totalidad,lucha para no permanecer siendo algo en lo que se transform,sinopa::ra coptinuar un n10vinliento absoluto de transfornlacin?En-la econom.a burguesa - y en.la er a de produccin que lecorresponde- , ese desarrollo com.pleto delcontenidohLln1ano aparece con10 un a sustraccin c0111pleta, esa objetivacip universalcomo alienacin total, y el desnloronanliento de todos los objetivos liulitados y parciales COU10 un sacrificio- del fin-En-s hU111anOl un fin entermnente externo. 8

    El desalTollo de l a divisin funcional - en principio, universalmente aplicable - del trabajo constituye la dimensin hori-zontal potencialmente liberadora-del proceso de trabajo del capitaL A pesar de esto, esa dimei'sin es inseparable de la divisinvertical/jerrquica del trabajo en el cLladro de la estructura de comando del capital. La funcin de la dimensin vertical es protegerlos intereses vi tales del sis telna asegurando la expansin continu a de la extraccin del plustrabajo basada en la explotacinmxima practicable de la totalidad del trabajo. Consecuentemente, la fuerza estructurante horizontal solo puede desarrollarsehasta el pun to en que permanece bajo e l control finne de la dimensin vertical en el horizonte reproductivo del capital.

    Esto quiere decir que ella solo puede seguir su propia dinmica hasta el punto en que los desarrollos productivos siguientespermanezcan contenidos en los parmetros de los imperativos delcapital (y limitaciones correspondientes). Las exigencias de control del orden vel'tical del capital constituyen el momento supre1110 en la relacin entre las dos din1ensiones. Pero, al tien1po queen)a fase ascendente del desarrollo del sistema las dimensioneshorizontal y vertical se complenlentaban po r med io de cambioss Kar l Marx, Grundrsse, Nueva York, Vintage, 1973, p. 488.

    reciprocas relativamente flexibles, una vez terminada la fase ascendente, lo que antes era rnomento supremo [iibergreifendesMoment]de un complejo dialct ico se transforma en u na determinacindisruptiva [de interrupcin] unilateral, que trae en s graves limitaciones al desarrollo productivo y lil la importante crisis de acumulacin ya completamente evidente en nuestro tiempo. Es po reso 'que, en el inters' de salvaguarda y. de la parcialidad"autoorientada y de la insuperable jerarqua estructural de l capital, seaborta la prornetida universalidad potencial en el d ~ s a r r o l l o delas fuerzasproduetivas.El sisten1a del capi tal se art icula en unared de conh'adiccion es q ue solo se consigue administrar 111edianmnente, y an asdUTante tu i corto intervalo, pero qu e no se consigue s ~ l p e r a r definitivillllente: .En la raz de todqs ellas enconh-alllOS el antagoniS1110irreconciliable entre capital y trabajo, asunendo sielnpre y nece,.sariament" la forma de subordinacin estructural y jerrquica deltrabajo al capital, sin importar el g rado de elaboracin y mistificacin de las tentativas de cmnufla.Tla. Para linutari10s apenas aalgunas de las prll1cipales conh-adicciones a ser enfrentadas, tene1nos:

    produccin y conh'o1; produccin y COnS1U11.0;.- produccin y circulacin; con1petencia y 11lonopolio; desarrollo y subdesarrollo (o sea, la divisin entre norte y

    Sl1r, tanto globalmente como en el interior de cada pas); expansin cargada de las semillas de un a contraccin destinada a producir crisis;

    produccin y destruccin (esta ltima generalmente glorificada como "productiva" o "desh'uccin creativa"); dominacin estru.ctural del capital sobre e l t raba jo y su dependencia insuperable del h'abajo vivo; produccin de hempo libre (trabajo adicional) y su paralizante negacin con el imperativo de reproducir y explotar eltrabajo necesario; fon11a absolutmnente autoritaTia de la tonla de decisiones enel proceso productivo y la necesidad de su implementacin11consensual'! ;

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    6 Socialisrno o barbarie. La iIlternntiva al orden. social del capital IstvnMszros 7 expansin del empleo y generacin del desempleo; i lnpulso del ahorro de reClUSOS ll1ateri a.les y l ~ u n l a n o s C0111binado con el absurdo desperdicio de estos;

    crecirniento de, la produccin a todo,costo y la conconutantedestruccin anlbiental;

    tendencia globalizadora de las empresas transnacionales yrestricciones necesarias ejercidas po r los Estados nacionale s contra su s rivales;

    control sobre unidades productivas especficas y falta de conh'ol sobre su ambiente (de aqu el caTcter exh'emadamenteproblemtico de todas las tentativas de planijicacinen todaslas formas concebibles del s is tema del capital); y

    contradiccin enh'e la regulacin econnuca y-poltica de extraccin del plustrabajo,Es absolutamente inconcebible superar cualquiera de ,estas

    i contradicciones, mucho' 111enOS esta re d :Jndescifrablenlente COlTlbinada, sin instituir una alternativa radical al 111odo de control. d e l l n e t a b o l i s n ~ o social delcapital. Una alt:ernativa basada en laigualdad sustantiva, cuya ause11cia total es el denominador comny el ncleo vicioso de todas las relaciones sociales bajo el sistemaexistente.

    Ante l a crisis esh'uctural del capital como tal, en contrastecon las crisis coyunturales peridicas del capitalismo observadas enel pasado, es importante todava subraYaT que los problemas sonfatalmente agravados en el estada actual de desarrollo, injertandoen la agenda histrica la necesidad de lU1 control global viable dela produccin material y de los intercambios culturales de la humanidad como cuest in de mayor urgencia, Marx en su tiempopoda hablar del desaTrollo del sistellla del capital como aquel que,a pesar de sus propias baTreras y limitaciones, "ampla el crculode consumo" y "derrumba todas las barreras que restringen ellibre desarrollo de las fuerzas product ivas, la expansin de lasnecesidades, el desarrollo general de la produccin, y la explo,tacin y el intercambio de las fuerzas mentales y naturales".'En este espritu, pudo caracterizar el completo desflrrollo dels is telna del capi tal conlO lila preSl,tposicin de un nuevo 1110do- ' - - - - - - , - -, Ibdem, pp, 408 Y410,

    de produccin" ,10 Hoy no tiene sentido hablar de ,un"desarrollogeneral de la produccin" asoCiado a "la expansin de .las necesida-des lnunanas. As, dada la fonna en que se real iz la defonnadatendencia globalizante de l capital - y que contina imponindose -, sera un suicidio enfrentar-la realidad destructiva delcapital como el presupuesto de 1m nuevo y absolutamente nece"sario 111.do de reproducir lascondiciones sustentables de la existencia hU1nana. En la situacin de hoy! el capital ya no est encondiciones de preocupaTse con el If aUlnento del crculo de- consumo", para beneficio del "individuo social pleno" del que hablaba MqfX, .sino apenas co n su r ~ p r o d u c c i n aIll-pliada a cualquier costo, que puede se r asegrada/ po r lo 111en08 por a lgntiempo, por varias modalidades de destruccin, Pues, desde elperverso punto d e v is ta d el " pr oc es o d e realizacin" del capitaL consumo y ,destruccin son equivalentes ftmcionales. I-Iubo un apoca en la que el a1unento del. crculo de l conSUIno se.hacaaco111paar delilnperativo destructivo de la auto-realizacinampliada del capitaL Con el fin d e la ascensin histrica delcapital, las condiciones de.l:eproduccin expandida del sistemafuej'on radical e irremediablemente alteradas, trayendo al pri111er plano sus. tendericias destructivas y su C01l1paero natuTaLel desperdicio catastrfico, Nada i lush'a mejor este hecho que el"complejo militm/industrial" y su continua expansin, a pesar de la fbula de un "nuevo orden mundial" y del as llamado"dividendo de la paz", despus 'del "final de l a Guerr a Fria" (volvecremos a este complejo de problemas en la se(ccin 2,7),

    1.2Paralelamente a estos desarrollos, la cuestin del desempleo tambin fue significativa1l1ente alterada para peor.Ya no es inutadoa un "ejrcito de reserva" a la esperade ser activado y h"ado parael cuadro de l a expan sin productiva del capital, como aconteci durante la fase de ascensin delsistelna, a veces en un a extensin prodigiosa. Ahora la grave realidad del deshulllanizanted ~ s e I n p l e o ,:sl11ne un carcter crnico, reconocido hasta po r losl'{)l,bdenl, p. 540.

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    8 Socinlismo b barbnre. La nlternativa o/ orden social del capdal Istvn lvlszros 9defensores 11ls:, acrticos del capital C01no JI des'elhpleo estructural" f b aj o l a f ornl a de autojustificacin, con10 si nada tuvieseque ver con la naturaleza 'perversa de su adorado sistenla. Encontraste! en las dcadas de expansin continua de la ..pos-guerra, el problerna. del deselnpleo fue' considerado pel'111anenteTnente resuelto. AS, uno de los peores apologetas del capital- VValt Rostow, figura de proa en el "tanque de ce"'ebros" delpresidente Kennedy - dedar arrogantemente en un libro vaco! pero profusanlente divulgado, que:

    Hay 11111chas ra?=ones pmu creer, E'xaminando la r E ~ a c c i ( m del proceso poltico incluso en las pequeas bolsas de desenlpleo e lassociedades delTlOCrticas rnodenl,as,que las polticas'lentas ytnd as d e las dcadas de 1920y 1930 ya no pueden sel" toleradas enlas sociedades occidentales. Y ahora ya se conocen anlplianlentelos trucos tcnicos de esas polticas ,..... debidos, a la revolucinkeynesiana. No se elebe olvidar qu e Keynes se l1PUSO la tarea dederrotar el pronstico de N[arx sobre el desarrollo del deselllpleobajo el capitalislllo; y de modo general tuvo xitoYEn el mismo espiritu, Rostow y todo el ejrcito de la econo111.a burguesa' prevean confiadan1ente ..qu e n o solmnente la s"bolsas de desempleo" de las democracias occidentales se transfl"111aran rpida y pern1anentelnente en oasis de "r iqueza" yprosperidadl sino que gracias asus recetas y trucos de n1aestrosde la "Jnodernizacin"l que sonuniversaln1ente aRlicablesl el TeT-cer Mundo tambin llegarla al mismo nivel de "desarrollo" y dela feliz re2ilizacin de JinuestTas den10cracias occidentales ll Puesse crea que era parte de l naturaleza p r e d e t e l ~ n 1 i n a d a del uni.verso atemporal que el "subdesarrollo" estara seguido por el

    "despegue'l capitalistal que l l su vez, traa inexorableniente consigo un "implIlso hacia la Illadulez':, siempre que las fuerzas polticas de las II delTIOCHlCias occidentales"1 ,evitasen las 111alas acciones de revolucionarios creadores de problel11as que tienen latendecia, a oponerse 'a aquel orclen.La euforia produjo,una industria generosanlente financiadade "estuclios de desarrollolJ I que se expande en crculos cEl(la vez111ay6res y que finalmente ca e en las aTenas del cOl11pleto olvidol11 \tValt Rostow, ~ t l 1 g e s ofEcononic Growth, Cambridge, C a m b . ~ i d g e University.Press; 1960, p. 15."

    Como la s got as de l luvi a en la playa, en la medida que, con elsurgin1iento de la crisis estructural del capitat el 1110netarislnoneoliberal asunla la posicin de orientador ideolgico hasta entonces ocupaqa por los SlllllOS sacerdotes de la salvacin keynesiana. Esto excluyla prel11isa bsica que justificaba la expan-'sin de la disciplina. Y cuando f inalmente se hizo c la ro que lostrucos keynesianos no seran capaces de recrear los /llnilagros!lanteriores (o sea l las condiciones descritas con10 u nlilagros/l po rquellos que en la poca ilgicamente creian en ellos, no po r susadversarios crticos)1 los antiguos propagandistas de la solucinfinal keynesiana de las imperfecciones de l capital simplementecaq1biaron detraje YI sin l a lnenor seal de autocrtica, invitaron a todos los que todava no haban alcanzado su propio grado d e esc1arecniento trascendental a despertaT de Sil sueo parada r al. viejo hroe un entielTo decenteYAs, la ide010giade la Modernizacin del TercerMundo hvo.que ser abandonada - de forma hasta cierto punto humillante.La cuestin todava fue 111s cOllTplicada po r la Elll1enaZa crecien':""te de un desastre ecolgico y po r el hecho evidente d e q ue si el"impulso para la modernidad del Tercer Mundo" llevase a que,prevalecieran los niveles de desperdicio y contaminacin producidos po r el pais modelo de la "modernizacin" - los EstadosUnidos - apenas enChina y l a Ind ia l las consecuencias serandevastadoras tan1bin para las 11delnocracias occidentales /' idealizadas. Aden1sr la solucin egosta propuesta recientenlente po rlos Estados Unidos - l a compra de los"derechos de contaminacidi de los pases de l Tercer Mundo- sera un concepto aptodestructivo si no admitiese al mismo t iempo la continuidad del"subdesarrollo del Tercer Mundo" .As! a' partir .de ahora

    lla ideologa de la I/n1odernizacin"tendra que ser usada portodas paTtes! inclusive po r las 1/ delnocracias occide.t1tales"! COlno un nuevo tipo dearn1a para castigEll'y descalificar al "Viejo Laborismo" que se resiste a modernizarse

    COlTIO un 'Nuevo Laboris1110 11 ; o sea, po r no ser capaz de 1110der-nlzarse po r el abEllldono cOlnpleto inclusive de los principios ycOlnpronlisos leven1ente socialden1cratas l C01110 l l izo el IINuevo12Ver editorial en The Economist de Londres, titulado "Til1l.e to bury Keynes",de julio de 1993, pp. 21-22; la pregunta fue respondida por los editores del TheEconomisl con un enftico '" s".

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    10 SocinlisTnD o barbarie. La I1ltenwtivCI al orden social del enpil-111 Istvn NJszrosLaborisIl"lO". Los nuevos objetivos de propaganda universalnlente recolnendables e il11puestos son 11dem.ocracia y desa6-o110": democracia modelada por el consenso poltico entre demcratas y republicanos, de los Estados Unidos, cuyo resultado es laprdida cOlnpleta de libertad de la clase trabajadora inclusive en elsentido estrictmnente parlanlcntario; y desaiTol1o con10 nada 111sque lo que se puede introducir en l a concha vac a -de la d e f i n i ~~ i n ll1s tendenciosa de 11denl0cracia fonnal" I a ser inlpuesta atodo ellllundo, a partT de las "recin elnergentes denlocradas"de Europa Oriental y de la antigua Unin Sovitica hasta elSudeste As'itico y frica as C0111.0 en l a Anlrica Latil1R. Can10afinn -un hnportante rgano de propaganda del G7 d0111inado por los Estados Unidos, el The Econ0111ist de Londres, con sucinis1110 inntable:

    No hay alternativa al libre l1'lercado conlO forn13 de organ izar lavida econnlica. La expansin de la eCOn0111a de libre lnereaciadeber llevar gradualnlentea la democracia lTmltipartidista, pueslas personas que t ienen libertad de eleccin econnlica tienden linsistir en la posesin,tambinde lalibertad de eleccin polticaYPara el trabajo, como antagonista del capital, la "libre elec

    cin econnucall en el en1p1eo solo puede significar sU111isin alas rdenes elnanadas de los- 11perativos expansionistas del sistelna; y, para el nnlero sie1npre creciente de otros n o ta n 11felices" I significa la exposicin..a las hU111illaciones y al ~ x t r e n l 0 sufrinliento causado por 121 11 deselnpleo estructurar!. Enrelacin conla libre eleccin politica a ser ejercida en el cuadro de una" democracia 111ultipartidista", eIJa s reSlllnc, en realidad, a la acepta-'cin alnarganlente resignada de las consecuencias de un consensopoltico qu e se estrecha cada vez 111s llevando a no 111enos del77% de los electores ingleses - y casi la 111i8111a proporcin enotros pases de 10- COll1uludad Europea - l resistirse l participaTen 1m ritual tan sin sentido como las (lltimas elecciones nacionalesconvocadas para elegir los nenlbros del Parlanlento eul'opco.As , tal COll10 aconteci en e can lpo del enlpleo productivo/ C01110 resultado de la reduccin de Jos ll1rgenes del capitat13The Economist, 31 de diciembre de 199].

    constatamos ,dramticos retrocesos tambin en el campo de larepresentacin y de la administracin polticas. En el dominio dela produccin, el desmrol lo de la fase ascendente del capital h

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    12 Socialisrl1o o barbm':ie: Ln alternativa ni orden social delcnpil-nl ls'tvn Mszros 13El fin de la "modernizacin del TercerMundo" 'acenta un

    problema fundamental del desar ro ll o del s is tema del capital.Enfatiza el relevante significado histrico del b echo de que elcapital se ha mostrado incapaz de completar su propio sistemaen la forma de capitalismo global, o sea, como la Tegulacinaplastantemente econmica de la extraccin de l trabajo adicio-nal [surplus labor] como plusvala [surplus-valuer A pesar de todas las fantasas pasadas del 11 despegue" y de l ff ill1.pulso haciala filadurez" I ho y casi l a nut ad d e la poblacin del Inundo estforzada a reproducir sus condiciones de exstencia bajo formasque contrastan fuer tenlente con el I/nlecanisnl de 111ercaclo"

    Vi idealizado Co.lTIO' el regulador absolutantente d01l1inante del 11l', tabolismo social. En vez de completarse como sistema capitalista global propiamente, e l capital , a no ser en los pases dondepredomin su modo de control econmico de la apropiacin deltrabajo adicional, tall1bin logr crear enclaves capitalistas conun relativamente vasto traspatio [hnterland] /10 capitalsta, Bajoeste aspecto la India es:un ejeulplo obvio, y China, por el contrario, un ejenlplo 111ucho lns COll1.plicado, pues all,cl Estadono puede ser calificado como capital ista (mientras que el pastiene importantes enclaves capitalistas, den tro de un territorio[hinterland] 110 capitalista con ms de un billn de personas), Dec i e r t a f o r n l a ~ esto es anlogo a algunos antiguos ill1perios coloniales, por ejelnplo, el Jnlperio Britnico. Inglaterra ejerci absoluto control poltico y militar e n l a India, explotando completanlente sus enclaves capitalistas, dejando al 111i81110 tienlpO lal11ayora abnul1adora de la poblacin abandonada a su s propios recursos de subsistenciaprecolonial , ulteriol'l1l.ente agravados durante el colonialismo.

    Por lUla serie de razones, incluyendo la articulacin estructural de l 11capitaliS1110 avanzdo" con la catastrficanlente perdulaTia tasa de utilizacin decreciente C01no inlportante concli-Constan.uno; Neo-Colonial Identity tmd Courder-Consciousness: Essnys in CulturalDecolorzntion. Londres, Merlin PTess, 1978, p. 234.) Los relativos privilegiosdisfrutados en el pasado por las clases trabajacloras en los pases capitalistasavanzados comenzaron a erosormrse en las tres lt imas dcadas , como resultado del eSh'echamiento de los l1i.rgenes elel capital y de la globalizacintransnacional en curso. Esa niveladn hacia abajo de la- tasa diferencial deexplotacines un a tendencia HiU)' siS'l.iifcativa de desarrollo en nuestro tienlpo, y debenl afil"marse con severidad creciente en las dcadas venideras.

    cin de expansin continua, no es concebible que ese fracaso delcapitalismo sea remediado en el futuro, As, el fracaso de l a modernizacin capitalista de l "Tercer Mundo" , a pesar de todoslos esfuerzos en ella invertidos dUTante las dcadas de expansin de la posguerra, l lanla nuestra atencin., sobre un defectoestructural fundamental de todo el sistema.

    En este contexto, es necesario l11encionar un problen1aadicional: la "hibridacin'! evidente hasta en los pases capitalistan1f2nte avanzados. S principal dirnensin es el sien1pre crecienteinvolucramiento - directo e indirecto - del Estado, en salvaguardar l a con ti nu idad del modo de reproduccin del metabolismosocial de l capitaL A pesar de todas las protestas en contra, c o m b i ~nadas con fantasas neoliberales relativas al "retroceso de las fronteras, del Estado", el sistema del capital no sobrevivira una nicasemana si n el fuerte apoyo que recibe del Estado. Ya discut eseproblema e1 otra parte y, por tanto, una breve mencin aqu debeser suficiente. La cuestin l;ell1ite a la reaparicin contundenteen el siglo xx de aquello que 1:fal'X denonlin ti ayuda externa",trmino ya empleado po r Emique VIl! y oh 'o s para referirse alos primeros desarrollos capitalistas, desde las "polticas agrcolas c01l1unesll y garantas_ de expor tacin has ta los 11nensosfondos de investigacin financ.iados po r el Estado y el apetitoinsaciable del complejomilitar-industrial15 Lo que t orna mucho'lns grave ese problen1R es la ll1suficienciade la ayuda independientemente de l a cant idad ofrecida. El capital, en la faseactual de desarrollo histrico, se hizo completamente dependiente de la oferta siempre creciente de "ayuda externa", A p e sa r de esto, en relac;in con ese aspecto , nos estarnos aproxi-15Rosa Luxemburgo ya'enfatizaba profeticamente, en 1913, la import;;incia cre,ciente de la produccinmilitarista,mostrando que /lel Capital en s es el conh 'o lador lt imo de ese movimiento automtico y r tmico de la produccininilitarista po r lll.edio del legislativo y de Llna prensacuya funcin es 1TlOlC1.earla as llamada'opinin pblica'. Es por eso que estaprovinciaparticular de 1

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    , '1n1ando l LU1 l111ite sistnLlco, pues estan10S obligados l enfrentar la insuficiencia crnica de aYLuil1 externa refexida a aquello queel Estado est en condiciones de ofrecer. En realidad, la crisisestructural del -capital es inseparable de la insuficiencia crnicade esa ayuda externa bajo c,ondiciones en que los defectos y las'

    , fallas ele ese sisten18. antagnico de reproduccin sdcial exigenurhl oferta ilin1itada 'de ella.

    externa fue)a ofrecida al capital por todas las variedades ele keynesianismoen las ( k . ' ~ l d a s de la posguerm. BeljO este aspecto, 10 que n,o es t an obv io es lad l - ~ d ' , " , , , ~ 1 " , n s:onckzuda de F. D. 'Roosevelt al mismo objetivo an ,llites ele, suelecu0n la ~ \ r e s i d e n c i a , l lleg inclusive l lllllcipar la condena ele lo queD,,'S !:;r.;]", serie, conocido como "rieo1.iberalismo" al insistu' -e n un discursoe12 . ~ ; , ' Julio di.:: 1932- que "debemos rechazar inmediatamente las provisio.m ~ legales q u imponen al Gobierno Federal 18 obligacin de ir al lll.ercctdopara compr8r, vender y especular con pl 'oductos agricolas en 'una tentativafallida de reducir los excedentes Jgricolas.,Y son estas personas las que hablan :(' iill7l1terter el Gobierno lejos de los negocios" (F. D. Eoosevelt The NewDeal Spuch Befare the Democratic Convention, Chic8g0, Illinois, 2 de juliode 1932; lodas las citas de los d i s ~ L 1 T S O S de Roosevc lt fuerOl\tomac!Ds de NQthing'o [--"mI': The Seleeteci Adrl'sscs of Fmnklill Dclmw ROOSCTxit1 1932-19"15, de B. D.Zevir' lt:'cl.), Londres, l-Ioddel:& Stoughton, "1947). '

    2LA FASE POTENCIALMENTE FATALDEL IMPERIALISMO

    2.1Una ele las contradicciones y lllitaciones 11ls illlportantes delsistelna se refiere a la relacin entre la tendencia globalizantedel capital trulsnacional en el d0111irO econnuco y la dOlninaCi11 continua de los Estados nacionales como estructura total ,deconlando del orden establecido. En otras palabras , a pesar detodos los esfuerzos de las potencias dOlninante's para hacer quesus propios Estados nacionales triunfaran sobre otros, y de estafornla prevalecerC01no Estado de l sistenla del capital en s, precipitando la humanidad, en el cmso de esas tentativas, hacia lasvicisitudes sangrientas de las dos horribles g)..lerras_ 11lundialesdel siglo XX, el Estado nacioal continu siendo'el rbitro ltiJl10 delatonla de decisin socioeconntica y poltica tota t as conlO el'garante real de los riesgos aStunidos po r todos los e111.prendi111ientos econnlicostransnacionales. Es obvio que est a contradiccin tiene un a 11lagIutud tal que no se puede adnlitir que dureinelefinidanlente, cualquiera sea la, retricanlentirosa incansablenlente repetida .que finja resolver esa contradiccin po r l11ecliodel c1iscur,so sobre u democracia y desarrollou y su corolario

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    16 Socialisnwo bnrbm;ie. La alternativa nI orden ,social del capital Istv.H Mszros 17tentador: "Piense globalmente, acte localmente", Por eso eshmdamental que la cuestin del imperial ismo sea llevada al pri-ll1er plano de l a a tenc in s:rtica.HacelTluchs aos, Panl Baran CRTRcteriz correetanlente elcambio radical de la s relaciones internacionales de poder en elll1undo capitalista y la /1 incapacidad creciente de las viejas naciones ilnperialistas de resistir llilte la bsqueda anlericana de l11Ryor influencia y poder", insistiendo que la

    afinnacin de la suprem.aca americana eri. elnlundo "libre" ill1plicala reduccin deGr'an Bretaay Francia (para no hablarde Blgica, :Holanda yPortugal) al status de socios lninoritarios delnperia-liSlIlO 2lnlericanoYl cit tambin las palabras amargamente precavidas del

    The Economist de Londres que af irmaba con servilismo caracte-rstico ql..le

    precisanlOS aprenderque ya no 5011105 iguales a los arl"lericanos nitenenl0S condiciones de serlo. TenenLOS el derecho de d e c l a r ~ 1 rnuestros intereses nacionales mnin10s y esperar que los america-no.s lo s respeten. Pero, una vez hecho esto, deb,en1os seguir elliderazgo de ellosYSell1ejante afiT111acin de 'aceptacin dellidcrazgo a111erica-no - aunque ta l ve z fodava no prepaxada para transferir a losEstados Unidos, de lma forma o de otra, e l Imperio Britnico-fue expresada un cuarto de siglo antes po r el The Observe!' de Lon

    dres, que anunci con entusias111o, acerca del Presidente Roosevelt, que u Amrica enconh' un hombre, En l, e l mundo debeencontrar un lder" ,18y a n as, el f in del Imperio Bri t ni co - a s como de todoslos otros - ya haba sido profetzado en el primer discurso de16Paul Baran, "The Politkal EconQmy o Crowth", NuevaYork, ]VIonthly Review

    P r e s ~ , 1957, p.vii.17The Econmnist, 17 de noviembre de 1957.lBComentario de '17113' Observa sobre el Primer Discurso de Toma de Posesinde Rooseve1t, pronunciado en Washington, D.C., .el 4 de marzo de 1933,citado en la p. 13 de Notlng ta Fen)': T}le Selected Adresses of Fmnklin DelartoRoosevelt, 1932-1945, op. cit. .

    toma de posesin de Roosevelt, que dej absolutamente claro que,como Presidente de los Estados Unidos, "no he de economizaresfuerzos para restaurar el cornercio mundial por medio de reajustesconrnicos inl"enzacionales u .19 Y, en el mislno espritu, algunos aosn1s larde defendi el derecho de "comerciar en un a atmsferadi> libertad de competencia desigual yde dominio por monopolios en elpas y en el exterior" ,20 As , e l Imperio Britnico ya estaba avisadodesde el inicio de la Presidencia de Roosevelt, y la cuestin de lcolonialismo hizo la relacin con Churchil l mucho ms infelizpara este, lo que fue revelado por Roosevelt al volver de la CanJeerencia de Yalta, con Churchill y Stalin, Con relacin El la cuestinde la Indochina francesa, Roosevelt propuso como solucin unprotectorado de h'ansicin antes de la independencia, para

    educarlos para el autogobierno. Fueron necesarios cincuenta aospara realizarlo. en las Filipinas. A Stalin le gust la idea. A China(Chiang Kai-Shek) le gust la idea, A los ingleses no les gust, Ellapodra destruir su nperio, porque, s i los indochinos se uniesen yconsiguieran su propia independencia, los birnlaneses podranhacer lo nusnlo con Inglaterra.Pregui1ta: Es est a l a ideacle Churchil1 con.relan a todos losterritorios de all, los quiere de vuel ta tal C01110 era'n?Presidente: Es cierto l es medio victoriano cua.ndo se trata de sell1ejantes c u e s t i o n ~ s .Pregunta: Esta idea de,Churchill parece ii1.coherente con la ideade la autodeternlinacin7Presidente: Es cierto.Pregunta: Usted recuerda el discurso prol1tU1ciado po r el PrnerMinistro en el cual dijo no ser Prlner ..Ministro para ver la cadadel hllperio?Presidente: Mi viejo an1igo Winston nunca va a, entei1der esa cues-tin.Se e'specializ en ella. Evidenten1ente, esto no debe ser publi-cado.21Naturalmente, en el "reajuste econmico internacional" pro-puesto - un a exigencia resultante de l a gr an crisis mundial de

    19F.D.Rooselvelt, "PrimerDiscrso de Toma de Posesin", 4 de ma;zo de 1933.2Idem, ~ ' M e n s a j e Anual a l Congreso",Washingtol1, D.C., 11 de enero de 1944.21P. C. N.992, 23 de Febrero de 1945, citado en TI10mas H. Creer,Whnt RaoseveltThought: The Soalnnd PoliticnlIdens ofFmnklin D. Roosevelt, Londres, -Angus &.Robertson 1958, p. 169.

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    1929:-1933 qu e se hace a n 111s necesaria para los Estados Unidos a pa:ttiT de la instalacin-de otra recesin en este pas pocoantes de la eclosin de la Segunda Guerra Mundial'c-! todo elI1nperio Britnico estaba en juego. Pites Roosevelt crea qu'e

    18 . Soci{llisnw o barbare. La Iliternntivn ni orden social del c n p . ~ t l 1 l Istvn lvlsziros 19_-----"efecto domin" (prodllcido por los rojos). Este hecho solo podra sorprender a losque continuaron.alnentando ilusiones Conielacin al ufin del 1lperialislno ft

    la India debera tener el stntus de C,onlnlOT.lwealth durante la guerray ~ derecho a elegir la independencia cOlnpleta en los dnco o diezaos siguientes. La sugerencia 111s amarg para los britnicos dela vieja guardia fue su propuesta:,presentada en Yalta de transforrnm }-Iong Kong (as CDlT10 Dairen) en puerto intei'nacioI1allibre.Desde.el punto de vista britnico, S L ~ ' posicin pareca ingenua yerrada. Advertan qUE;' l no entenda los objetivos y resultados de limperia1.islllo reaL 1II1s ill1portante alJ, advirtieron que la cadadel Imperio debilitara a Occidente en el l1lundo de la "pol tica depoder". Seran abiertas peligrosas reas de confusin y conflicto un "vaco de poder/! en el que agresores potenciales (los rojos)podran penetrar::?2,Con el surginuento de Ui1 cOlnpetidor iIllperialista inC01l1-parablemente ms poderoso, los Estados Unidos, se sel l el destino

    dellnlperio Britnico. Este hechose hizo todava l11.s l ~ T g e n t e , yengaosmnente atractivo para las colonias; porque Roosevelt presentaba sus polticas de conquista de la suprenlaca internacionalamericana con la retrica dela libertad para todos, e incluso conel alegato de un "destino" universalmente aceptable. No duden declarm' que

    lUla civilizacinlllejor que la que hasta 'ahora hen10s conocido estreservada para Al1l.rica YI a travs de nuestro ejenlplo, tal'vez parael mundo. El desti.o aqu parece haberse detenido largmnente. 23Poco despus de r idicul izar los argulTl.entos ideolgic9s

    transparentenlente in1.pericllistas de losbritnicosde la y i e j ~ guardia, los slogans de propaganda de estos .:fueron adoptados C01110suyos po r los an1ericanos 'para justificar las intervenciones 111ilitates en Indochina y en otros lugares con el 'fin de ,evitar la creac in de un "vaco de poder" y de bloquem la posibil idad de un

    2.2Para entender la seriedad de la situacin ac:tua1, e s ' - p r ~ c i s ocolocarla en perspect iva histrica. La penetracin ll1.perialis;ta inicial en varias partes de l planeta fUeC0111pal"ativanlentel11.uy diferente de la inconlnensurablenlente lns extensiva eintensiva - penetracin de alguna,s de las principales potencias capitalistas en el res to del lJlundo a lo largo de las ltinlasdcadas del siglo XIX. El con,traste fue enfat izado por H.'arryMagdoff:

    El mismotipo depensp.miento que borda elconcepto denperialis1110 econmico,en el sentido estrict9 deuna denlostracin de balance, tEllnbin confina el tr111l0 al control (directoo indirecto) de unapotencia industrial sobre un pas subdesarrollado. Tal lnitaci.nignorala caractersticaesencial del nuevo llperialsnloqlle surgealfinal del siglo XL'\: la lucha cOlllpetitivaentre las naciones indnstriales para conquistar posiciolles clOlninantes con relacir\ allnercado.111undial y a lasfuentes'de materias prim.as. La diferencia estructuralque distingue el nuevo in1prialislllo delantiguo es la sustitucindelUla economa en la qlle 111uchas empresas compiten, po r 'otra en laque tul. pufiado de enlpresas gigmltescas cOlllpiten en cada sectorindustrial. Adernsl dlU'ante este perodo, el avance de.Ii:ls tecnolo gas de ti'ansporte y conlurucacin y el desafo que las naciones industriales llls jvenes (c01no Alelnctnia) lailzanaInglaterra trajerondos cm'actersticas ad.icionales a la escena imperialista: la intensificacinde la l1..'lcha cQlllpetitiva en la arena ll1undial y la mad1..'.lracinde un sistenla capita.lista verdaderanlente internacional. Bajo talesciTCLU1stancias la,cOlnpetencia cnlTe grupos d elnpresas gigantescas y sus gob,iernos Ocurre en todo el planeta: en los mercados de lasnaciones .avanzadas tanto C01110 en ' los de naciones sen1i o noindustrializadas. 2-J.

    22 lbtden!.23F. D. Roosevelt, "Discvrso Conmemorativo de l o s C i n c u ~ n t a Aiios de laEstatua de la: Liberta,el", Nueva York, 28 ele octubre de, 1936.---._-._-21Hany Magdoff, "The Age aL Imperialism: The EconOlnics oL USPoliey", Nueva York, lVlonthly Review Press, 1966

    1p,15. FOl'eign

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    20 Socialismo o barbarie. La alternativa al orden social del. capital lstvn Mszros 21Con el xi to de la imposicin de la hegemonia americana

    en el mundo de la posguerra - que tuvo sus races en el primermandato de Roosevelt,' C01110 Villl0S 8Tlteriotl11ente- fuinl0s sometidos a un a tercera fase de desarrollo del imperialismo, conlas ms graves implicaciones paTa el futuro. Pues hoy los pel igros catastrficos que acompaaran un a conflagracin global,como las que oC1.urieron en el pasado, son evidentes inc1nso paralos defensores lnenos crticos del sistell1a. Al- nusll1 tiel11pof_'ladie en s ana conciencia puede excluir la posibil idad de l a e rup; cin de un conflicto lTIOrtal, y cbn l la destTuccin de la hU111a-nidad. An as, nada se h ac e para resolver la s grandescontradccionesocultas que apuntan hacia esa telluda direccin"Por el contrario, el crecimiento co.ntinuo de la hegemonia eco - .nnlica y militar de la {mica superpotencia sobreviviente - losEstados Unid6s de Anlrica - lanza un a sOll'lbra cada vez l1Jsoscura sobre el futuro.Llegamos a un nuevo es tada histl"ico en el desarrollotransnacional del capital: aque1en que ya no es posible evitar elenfrentm'niento de lacontTadiccin hmdamental Y la limitacinestructmal del sistema. O sea, e l f racaso de constituir el Estadodel sistema del capi tal en s como complemento de SLlS aspiraciones y articulaCin transnacionales, de modo que se supeTen losantagorusnlos explosivos enh".e Estados nacionales que caracterizaron el sistema de forma constantemente agravada a lo largo delos dos l timos sigls.Bajo este aspecto, la retrica capitalista, atm lamejoT de ellas,con l0 la que Roosevelt practic en lULa. situacin de e l n e r g ~ n c i a ,no eS un a soluci para la necesidad de enfrentar la falta esll'UCtural. La retrica de Roosevelt _nostlgicamente recordada todava hoy por muchos intelectuales de izquierda de los EstadosUIudos- tuvo xito justamente po r responder a tma situacinde ell1ergencia.25 A" pe'sar 'de exagerar e l l D n l 1 e r n e n ~ e la validez Iuniversal de las acciones propuestas y de atenuar o sil11plenlenteh-ansfigurar los elementos de construccin del in"perio america-25Roosevelt no oCltaba que pretenda justificaT sus actos en nombre de unaemergencia de guerra. l dijo: "Solicitar al Congreso al11.plios poderes ejecutivos p ~ r 0 una emergencia contra la guerra, tan amplios cantO los que me

    seran concediqos si f llramos de hecho invadidos por un enemigo extranjero'l F.D. Roosevelt, nPrimer Discurso de Toma de P o s e s i n ~ f , op. cit.

    no, haba a lg tma mudad de intereses tanto en el h-atamiento delos s n tomas de la depresin econlluca mtmdial (am1que no desus causas, generahnente reducidas a la l11ala 111oral, identificadacon la 111.ala econona y con las acciones de hOlnbres ciegmnenteegostas")/6 como en la participacin de los Estados Undos en lader ro ta de l a Alemmua de Hitler. Hoy, por el contrario, en lugmdl mejor discurso de los m10S del "New Deal", somos bombaTdeados con un discmso de l a peor especie: m1 cmnuflaje ctiTico dela realida(i que presenta los ms insultantes intereses imperialistas de l os Est ados UIudos como l a pm1acea de la "democraciamultipartidista", la defensa selectivmnente tendenCiosa de los "der ~ c h o s humanos" (que acolnoda, entre 111uchos oh'os, el genocidiotmco conh-a los curdos, o el extermuuo de medio milln de du nas en Indonesia en la poca de l a ascensin al poder de Suhmto,y ms t arde de centenas de l1ullares de personas en Timar delEste po r el nusmo rgimen cliente de los Estados Unidos), y ladenunciada If dOll1inacin po r lnonopolios en el pa s' y en e l exterior" C01no el "mercado lbre".

    Hoy, "la competencia enh-e grupos de empresas gigantescasy sus gobiernos" tiene mT importm1te elemento lUlutm1te: el enorme poder de los Estados UIudos, que tiende peligl'OSml1cnte a asu11m el papel del Estado del sis tema del c"pital en s, sO}lTetiendo,por todos los medios a su alcance, a todas las potencias rivales. Elhecho de ser imposible realizm- ese oh-o objetivo sobre base duradera no inlube las fuerzas que buscan implacablemente su reali~ a c i n . Y el problema no se l imita a un equvoco subjetivo c u a l ~quiera. Corno ocurre con toda contradiccin iInportante de unsistenla dado, las condiciones objetivas hacen necesario 'quese persiga hoy la es trategia de la dominacin hegemnica po rUlla superpotencia econmica y militar, no importa a qu costo,2 F. D. Roosevelt, "Sgundo Discurso de Toma de Posesin" I \lVashingtonD.C.,20 de Enero de 1937. Roosevelt tambin afirm( en el mismo esptu , quepequei\a parte dellucr9 generado era u dedicado a lareduccin de los pTecios.. El consumidor em olvidado. Una parte muy pequea se destinaba al aumentodesalatiosi el trabajador cm olvidado, )' una p:oporcin absolutamente insuficienteera pagada a t tulb de divideridos -el accionista em olvidado" ("Discurso del

    New Deal de Roosevelt"). Naclie pregunt" por qu eran 0lvidad9s. Lo queimportaba es que ahora fueron recordados y, por tanto, todo podr ser y ser cOrregido. Lo que falta en ese discurso es elreconocimiento de incompatibilidades objetivas insuperables. Es 10 que, en .diversas ocasiones, torna irrealistamente retrico el discurso rooseveltiano.

    .

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    2.3

    La Guerra de Vietnarr1.. es apenas la ltinla, 111s prolongada y lnsbrutal, de una.seriede intervenciones de los Estados Unidos en. losnegodos de otros pueblos , La invasin de Cuba, patrocinadapo rlas autoridades de losEstados Unidos , fracas en Baha de Cochinos. Ya' en otros casos, como en la RepblicaDon:nicana, en ,Gl.laten1ala, en la Guyana Inglesa, en Irn y en el Congal la inJervenc in fue ll1s eficaz. Y la lista todava,no est c01l1pleta: otros

    . F v i d e n t e n l e n ~ e , la dOHlinacin 11perialista no es novedad en lahistoria nortemneTicana, aunque haya sido justificada C01110 los/1 cincuenta aos de , ed\lcacin, de l pueblo filipino 'para autogoberl1m-se", conforme a las palabras de l presidente Roosevelt (parano habla r de Tllucho 111s de cincuenta aos de 11educacin adicional" pm med io d e l a accin de representantes de los EstadosUnidos tales como el dictaelm Marcos y sus sucesores). Comoenfatiz Daniel B. Schirmer e n s u penetrante y mcticulosamentedocumentado libro sobre el breve movimiento antiimperialistFlen los Estados Unidos-elel cambio de siglo: .

    23pueblos colorllale.s: (tanto conlO algunos europeos) han seIltiOQ los.12fect-os de la agresiva introm.isin n o r t e a n l e r i ~ a n a en sus polticasinternas l a veces ta n lbin bajo la forma de violencia directa. (...]Laspolticas actuales de contr2psl}rgencia e intervencin se originaro n en acontecilllientos ocurr.tdo::; d Inicios de l siglo xx. Los Esta\-losUnidos denotaro:n a Espai1a en la guerra y [-0111a1'o11 sus (\--,10nia5del Caribe y. del Pacfico, anebatando Puerto Rico sin rodeos, dando a Cubauna independencia n0111inal y anexando Filipinas despq s d e silenciar, po r la fuerza / 'una revolucin nacionalista. Loque distingue particulanllente la poltica externa actual de la guer ra de JYfxico y de la maY0l"fa de las guerras contra los indios 08 elhecho ele ser producto de o tra e ra en la historia anlericana )' deresponder a presiones sociales absolutamente diferentes. Lapolticaexterna de 110y es t asociada a la ascensin de la gran empresa, l c l u ~ ' ~ : i ( [ o financiera,COl110 la fuerza econmica domirlante d ~ L'jt'rdenclo poderosa influenciasobre el gobie.1"no de los Estadns Unidos. La guerrahispano-anlericana y la guerra para derrotara Aguinaldo y los rebeldes filipinos fueron las fninleras guerrasconducidas como consecuencia de esa inIluentia, las pr.i.nleras guen'd:,; de la Amrica corporativa 1l1oderna.17Cuando proc1an1. .la estrategia del l/reajuste econn1ico ],11-en :,u I'Prin1('l" Discurso de T0111a de Posesin", el

    presidente Rou.,evelt indicaL\l la determinaCin de h"abr.ljar po r ladisolucin de tochs 10'5 nr'::rios colOl:jales, y no s o + a l ~ n e n t e elbri'tnico. COl110 OlTOS .nportantes acoIltecirnientos histricosI este.E1-bord,aje talnbin tuvo un precedente varias dcadas Cl.-r'c'.S. Dehecho l se ligaba ntlnan1.ente co n la .'/L'oltica de PU.el'ta ,'\bicrte/' I? 7 D a n ; ~ ~ ~ 1 1 i r m ~ ; ; R L ' V I l b ! i c [jr Elnpire: AnlcricnlI Resstniicc,fo. fhe Phlippine 1,'Vin.Rochester SchenJ..:::manBooks, s.d., pp. 1-3. Fiel ~ l C i . , , ~ t e x t o histrico, e! autorlmbin deja clara la nzn del fracaso di:'.: l"-,wilniento antimperjalista delcambio del siglo: "E n EiJ2, Ceorge S., b ~ } L l t w e H , presidente dlo la ligaa1\tiimperialista y ffil.tLgllO socio de LilJcolll, condr!y que el lideIdzgo de U11aexitoBa contra el imperialisnl.o d ( ~ b e r a quedm en manos delmoyimicnto laborista. Ante una platea dc s ~ r l d i c a l i s t a 5 en B O ~ ' 3 t o n l afinn: 'El esfuerzoJi.na! para lasalvacin de la repblica debeser hecho por las clases productorasy trabajadoras'. Si fuera j:ealmente el caso, estaba claro que el movimientoubrera norteamericano no estaba preparado para asu.mir esta responsabilidad, domjnado como estaba por hOl"nbres como Gompers, que desarrollab':llluna poltica de conciliacin con los trusts y de apoyo l SttS poLticas externas,Independientemente de lo que el fuh.uo reservase pelTa la crcencia'deBout'weltya en aquella poca los antiiinperialistas estaban perdiendo influencia; representaban una ideologasin base social estable y creciente" (IbdelTl, p. 258).

    Is-vn NlszrosS o c i ( . 1 l i s ~ n o o barbarie. La alternativo al orden social del cnpitnl22

    para ill,tentar superar la separacin estructural entre el ' capitaltransnacional y los Est4dos nacionales. A pesar de esto, la propianahualeza de la contradiccin subyacerite hace prever el necesario racaso de esa esh'ategta l largo plazo. 11ubo lTtUchas tentativas de abordarla cuestin de las conflagTaciones potenciales y dela forma de darles solucin, desde el suello kantiano de la Liga delas Naciones, que .aseguraTl.la pa z perpetua, hasta su institucionaliz!lciri. despus de la PriLTlera Guerra Mundial; desde losprincipios solenmemente declarados del Tratado del Athnticohasta la operacionalizacin de las Naciones Unidas. Todas se lTlOStraTan penOSillTlente. inadecuadas a la tarea propnesta. Lo que no

    ,. causa eSpaIlto, pues el h-acaso en la instalERcin de unlIGobietno M1.mdial" sobre la base delmodo establecido de reproduccinde l metabolismo social del capital resulta del hecho de que estamos ante los lnutes absoltos e insuperables del sistema de l capital en s. No. es nece.saTio deciT, bajo este aspecto que el fracasodel' capitall o sea! del antagonista estructural del lTabajo, est le'jos de s ~ lTlOtiVO de tranquilidad.

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    24 Socialismo o barbarie. La alternativa ni orden. socnl riel enpiLal Istvn AJszrll"OSproclamad" al inicio del siglo. La "Puerta Abierta" que se exigade otros paises tena COlTlO objetivo la penelTacin econnlica (encontraste con la ocupacin colonial), 111anteniendo un' si lendocaTacterstico sob re l a c!.o111nacin poltica abruDladora qu e laaCOlnpaf'laba. Por-tanto, no asolnbra que l1iuchas personas.considerasen esa poltica absolutamente hipcrita. Cuando, ~ 1899,en funcin de ella, los Estad"s Unidos desistieron de establecerun enclave colonial en China, acoDlpm'1ando oh

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    29Ver el conocidolibro delSenador'demcrata Dan,ielMoynihan, PrmdneIHOniuII:EthnicihJ in Internntionnl Relations, Nueva York, O)Jord University Press, 1993.30Noam Chomsky, "The Current B0mbings", Spectrc, # 7, verano de 1999, p. 18.31Jeffrey Saclls1 !'Helping the 'VVorld's Poorest", The Econonrist, 14 de agosto de1999, pp. 16 Y22.

    ,El rechazo de los Estados Unidos a pagar las contribuciones debidas a las Naciones Unidas es ciertaJl1ente el caso 111s significativode falta d e p ag o d e obligaciones internacionales. [... j Los EstadosUnidos redujeron sistenlticalIlente el presupuesto de agencias delas Naciones Unidas, inclusive)as 111s vitales, C01110 la Organizacin Mundial de la Salud.31

    Las 111s al,tasautoridades explicaron con brutal claridad que elTribunal Mundial, las Naciones Unidas y otras agencias se habantornado irrelevantes, pues ya no seguan las rdenes de los EstadosUnidos, como-suceda enlos prinleros aos de la posguea. [...lE nel gobie111o Clinton, el desprecio por el orden ll1Unc.aLse hizo extremo al punto de generar preocupaciones hasta entre los halconesdel anlisis poltico.31)

    ?7stvn i\1szros

    :J.2De forma caracterstica Tile Economist en su editorial sobre la -pobrez;;-l en el-~ ( m u n d o subdesarrollado", enfatizalas cuestiones m l l l 1 ~ c i p a l e s ("abastecimiento: ,confiable ele agu"- -a. ser obtenido.de "vendedores' de agua", Y110 pormedio de la instalaciones de costosas redes de distribucin hasta las casas""d'renaje seguro", y la "recogida regular de basura"), concluyendo que "lasprincipales respuestas estn en el aumento de la eficiencia y responsabilidad~ l losgobienlOs locnles". ("Helping thePoorest", Th EC'OI1OInr, 14 de agosto de1999, p.11.) Lo cierto es cll..1e los gobiernos locales de los pases en cuestin-?OJlirrernediablemente limitados po r los parcos recursos ofrecidos por los'gobiernos nacionales, que a su vez estn inevitablemente presos a las estmcturas jerrquicas autoperpetuadoras del sistema global del capital.

    Es necesario l)-lcncionar aqu tmnbin los esfuerzos tantoicieolgicos C01110 organizacionales - inveidos paTa contornearla estructura nacional de tO l l la de decisiones. El slogan sllperfic;:ia111lentc tentador 11piense globahnentel acte locahnente" es unejE:lllplo interesante. Pues es obvio qu e las personas en general,QW2 estcln privadas de todo poder significativo de decisin en lUlaescala 11ls mnplia (que no es el ritual electoral, qu e es lilla especied.e abdicacin), tal vez consideren viable intervenir de alglu1a for-

    o n:-t-1 e,nun nivel estrictanlente local. De ll1s a.111sl no es posiblenegar l a ilnportmlcia potencial de la accin local adecuaqa. Sinem,bargol lo "global" a -que se espera- qu e prestenlos atencinlcrtka - sus,cribiendo obedienten:-tente las tesis relativas a la Il lrnpqtencia de lo s gobiernosnacionales" y a la11inevitabilidad de l aglol;Jalizacin ll1ultinacionar'l'que describe elTada y t e n d e n c i o s a ~l11ente las en1presas nacionales-transnaciOIwles (do:minadas en granparte po r los Estados Unidos) como "multinacionales" y por tanto universahnente aceptables se vuelve totahnente vaco si n lasc0111plejas relaciones co n las C01l1uludades nacionales. Adelns,WV1Y,ez qu e se divorcia lo 1/ globar' de su insercin en los 111lti.pIes.an1bientes nacionales, desviillldo la atencin. de , las relacio1.}eS contradictorias qu e entrelazan los Estadosl tanlbin lo 1/10_91' ' '1 dentro de lo. cual se espera achlm'l se vuelve absolutul1entenuopey en un ltinlO anlisis sin significado.s2 Si la "denlocra.da" quedara cOl-lfinada de esta fonna a esas IJ acciones locales"r ~ s u I T d a s l sera entonces e l caso de que ']at0111lCle decisiones 'y1 ~ accin globales", qu e inevitablenlente afectan la vida de. todoslos individuos, sean autori tarianlente ejercidas po r la:s ferzaseconnlicas y polticas d0111inantes- naturalnlente de lo s EstadosUludos- de acuerdo' 'con la posicin ocupada por ellas en

    Socialisnwo barbarie. La aiterrurtiva nI orden socal del capital6

    Para ser aul lns o f e n s i v ~ o s , los Estados Unidos se niegan apagar su enornl,e deuda de contribuciones a-L-rasadas COITlO nrie1l1-bro de las Naciones Unidas, imponiendo al mismo t iempo suspolticas a la organizacinl inclusive los cortes de recursos para lacrnicmnente cm"ente'Organizacin NItmdial de la Salud.'Ese e s candaloso obslTuccionismo fue sealado hasta po r figuras del es-tablishment, como Jeffrey Sachs, cuya devocin a l a c au sa de laJI econon1a de 111ercadolf dcinlinada po r los Estados Unidos estfuera de du da. E n artculo reciente, escribi:

    rns exh-elnas de violencia lTUlitaT o la anlenaza de ta l violencia,. para i l l 1 p C ) l ~ e r al resto de l 111undo sus decisiones RxbiiTillias. Porotra, n 1 i e n t r . a ~ tanto, los intereses n0-cionales legtinlOS de oh'os pases'son ffiTog}intenlente ignorados COlTlO II nac ionalisnlofl intolerabl e o con10 "parl.denlOnio trcoff .29 Al nnS111 tienlpo las NacionesUnidas y oh-as organizaciones internacionales son-tratadas COll10jl;guetes de los Estados Unidos, y desafiadas con el mayor cinismocuando sus resoluciones no son del agrado de los guardianes de losllltereses nacionales norteanlericanos 111s o 111enOS abiertaulentedeclarados. Los ejemplos son incontables. Sobre algunos de los m srecientes, Cholnsky teji cidos COlllentarios: .

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    28 Socialismo o bnrbm:ie. La alternativa al orden social del copilal Istvn Mszros 29la jerarqua global del capital. Los recursos invertidos po r el Banco Mundial y por otras organizaciones dominadas por los Estados Unidos en la teritativa de mejorar lo "local" a costa de lonacional, de reglall1entaT el apoyo de las lites acaci.micas y otraslites intelectuales por med io de conferencias y proyectos de investigacin bien pah'ocnados (especiahnente; lnas- no exclusivalnente en el Tercer Mm_ldo)1 indican el propsito de ~ r e a l ' l.U1 l/Go_bierno Mundial" que contornee de modo efectivo los procesos dedecisIn potencialmente problemticos del nivel intermedimio nacionaL con su inevitable reca1cih'ancia/ y el de legitin1m' la escandalosan1ente autoritaTia donunacin de l a vida social por tUl. ffGobierno Mundial" implacable,mente impuesto desde aaiba enIlOInbre de lU18 .JI den10craciall ficticia, s:il1l-Un}O de la pretendida"accin 10ca1'I de los l/recogedores regulares de. basura",

    2.5Las manifestaciones del.imperialismo econmico de los EstadosUnidos son delnasiado nUll1erasas par a que s ean lTlencionadasaqu, y muchas de ellas son suflcientementebien conocidas, ha- 'ciendo llulecesaTios otros con1entaTios. Ya he discutido 'algunasde la s ~ u e s t i o n e s ll1s destacadas, inclusive aquellas contra lascuales hasta los polticos conservadores fueron obligados a prote5ta1', tales C01110

    las regulaciones sobre transferencia de tecnologa, las leyes proteccionistas n o r t e ~ U 1 1 e r i c a n a s , los controles extraterritoriales coordinados por el Pentgono y protegidos po r el Congreso 33 [ ... ]canalizados para la s lnayores y 111s ricas en1presas del mundo[...] s'onirresistibles y, si no fueran contenidosr abrirnGunino enun sector tras otro de las tecnologas avanzadas Inundiales..YDiscut t ~ n l b i n en e1"111i511.10 sTtculo "l a ventaja industrialdel secreto nlitar" "presiones ccnto las d i T ~ c t a n 1 e n t e im,puesta s po r el Legislativo y Ejecutivo de los Estados Unidos" y "e l

    33Declaracin de renuncia nnisterial de Michael Heseltine, del 9 de ene ro de1986, citada en Istvn lvlszros, "La crisis actual", vuelto a publicar e n l aPaIte IV de Pnm nlrn do capital: Sao Paulo, Boitel1l_po, 2002, p. 1 079.H Ibdem p. 1 079.

    verdadero problema de la deuda"35 en el mundo. O sea , la deuda ast ronmica de los Estados Unidos, impuesta al inundo poraquella potencia nperialista donlinanter nuentras el Inundo fuer a ca paz d e continuar pagndola.,En lo que se ref iere al "imperialismo del dlm", las protestasson odas, pero de nad'a valen. El illlperialisI110 econlnico de lpas cpntinuaT- seguro nlientras los Esta'dos Unidos lnantengansu donunante posicin opresora;no sola111ente po r Inedia del dlar,corno la 1110ne.0Et 111LUldial privilegiada, sino tmnbin por el domide todos los rganos de intercambio econmico, desde el FMIel -BancoMundial" desde el CATT hasta su Sucesora; laOrganizacin -Mundial de COIncrdo. }Ioy, en Francia, ulillone'spersonas protestan conh"a el 11 llnperialisIno econDlico ncrteericanolf po r c;ausa de las tarifaspl...uutivas reciente111ente l1'"por los Estados Unidos bajo el juicio pretendidamente'independiente de la OMe. El mismo tipo de medida fue impuesdiversas veces, en el pasado, a Japn con, la lnayor falta de~ l n o n i a , ternunando por la sunusin renegada o voluntaTia deautoridades japonesas a los dictados nortean1ericanos. Si e:pltlna ronda de tarifas punitivas npuesJasa Europa; GranBTetai1.a fue lTatada con tUL poco 111s de inc:tulgencia; fue apenasrecompensa po r el servilismo absoluto con q l le el actual go,PIerno del "Nuevo Laborismo" atiende todas las .rdenes que llede Washington. Pero, an as, las eSCm'ill1:1uzas d e u na guecOlnercial internacional que VUll0S ya en el pasa.do, y que anobservalnos r e v e ~ E l n LUla Seria tendencia con potenciales con-

    : : " , ~ e ; : u e n c i a s de lffi'go alcance pill"a el futuro., De la nUS111El fornla, no se puede adnutir que la intervencin:prepotente de agencias gubenlanl.entales de los Estados Unidosc ampo d e l a alta tecnologia, tanto militar C01110 civil, contindefulidmnente. En lUl Tea crucial -tecnologa de compu.tadores tanto hardware C0111.o sofr--ware - ; la situacines e x b ~ e l l l a -dEu11ente grave . PaTa 111encionar solo un caso, la I\.JlicrosoH disfrutacie-pna posicin de casi absolt.lto 1110nopolio 1l1.undiaL por Inediodel cual su s progr211nas generan consecuencias pe;;adas tan1binpara la adquisicin del equipamiento ms adecuado. Ms all deesa cuestin, se descubri hace poco.un cdigo secreto insertado

    35 Ibdem; pp. 954-958.

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    30 Socialis'/Jw o barbarie. La ,alternativa al arder!" s o c i ~ . 1 del capifn{ lstvn 1vlszros 31en los programas de la IvIicrosoft, que permite a los servicios militaTes y de inteligencia de los EstadosUnidos espiar cualquierperSO)1a en el mundo que sea usuaria de "Windows" y de Internet.Tmnbi,n en otra rea de'vital inters; la produccin de ali111entos genticmnente 111odificados po r gigantes transnacionalesill11cricanos, can10 la Monsanto el gobierno de los Estados Unidos est haciendo lo posible para imponer al res to del mundoproductos cuya adopcin 'gaTantizRra, - a l forzar eternmnente alos agricultores de todo el mundo a comprar semillas no renovables de la M o n s a n t o ~ el dominio absoluto de los Estados Unidosen el campo de la agricultma. Las tentativas de empresas norteamericanas de patentaT genes apuntan a un objetivo similar.Po r otro lado, los conflictos en torno a "los derechos de propiedad intelectual"," que los Estados Unidos intentan imponeral resto qel l1iundo a travs de la OMe -procurando, entre otrascosas (inclusive vastos intereses econ111icos) garantizar la d o111inacin pernlqnente del cine y d e l a televisin 111undiales P9Iproductos de terce ra y hasta dcinlR ca tegora con lo s qu,e36Las buenas intenciones diF Jeffrey Sachs quedan elaTas cuando escribe que"el' rginl.en global sobre los derechos de propiedad intelectual exige un nuevoabordaje. Los Estc'ldos Unidos prevalecieron sobre el mundo pata endurecercdigos de patente y reducir la pi-Taterfa intelectual. Pero ahora las empresas'transnacionales y las instituciones de los pases Ticos estn patentando todo,desde el genoma humano hasta la biodiversidadde la selva ecuatorial. Lospob res se rn despojados, a menoS que se inttodzca en, ese ptocesodesgobernadoun poco de sentido comn y equidad" (J. Sachs, op. ciL, p. 22). Sinembai"go asume LU1 irrealismo sin remedio cuando descbe li s determinaciones por-detrS de las polticas criticadas'com JJincrefblenlcnfeinnl orientndns"

    (Ibdel'n, p.16). No hay nada de mal orientado en esaspolticas, muchomenos de11 increblemente mal orientadas", lo que sugiere que puedan ser corregidascon una buena dosis de elaTidad racional (conloRoosevelt, al 11 acordarse" de loque haba sido"olvidado"). Por el contrario, son representaciones de decisioneS deliberadas, calculadas e implacablel1l_ente impuestas, que emana de lasjerarquas esh'uchalmente protegidas y de los im_perativos objetivos del capital. Una vez ms, el nudo de la cuestinno es la fal ta de una idea racional que ahora es alegrementl' ofrecida- sino la realidad de -incornpntibilidadesaplastantes:'en el casOde Sachs, la que existe enh'e "sentidoconl{my equidad".Pues lo que recomienda el sentid.o com-(m, la exclusin radical de todas lasconsideraciones sobre equidad lo niega en trminos absolutos. Es por estoqueel artctuo de JeffreySachs -dada la actitud reverente del autor ante la "sociedad de mercado" (que ni puede ser llamada por su propio nornbre)- tennnaen una "solucin de lnercado" totalmente ficticia.

    .Hollywood nos invade-, muesh'an oh'a cuestin de g1:an importancia generando 'gri tos conh-a el Hi111perialis111o cultural norteaInericano". Al nUSlno tielnpo ellliInperialislno de l negocio cullUTarl alneTicaJ.l0 1 fenolnenahnente bien fin_anciado, bajo la fornlade la penetracin de un ejrcito mnericano-de ti consultores deadministracin" por todo el mundo, es parte del nusmo Clladro.Pero tal vez la ms seria de las actuales tendencias de donnacin econlnica y cultural sea la forni.a voraz y terriblemente perdularia con que los Estados Unidos toman para s losrecursos de energa y de 111aterias prin1as del Inundo: 25% deestos para no Ins del 4% de la poblacin del mundo, con dafo inmenso y creciente para las condiciones ambientales de supervi-.vencia hlunana. Pues. en ese 1nis1no espritu 1 los Estados Unidos continan el proceso de sabotaje activo de todos los esfLlerzosinter11acionales que pretenden introducir alguna fonna de con, trol paTa linuta1: y tal vez en el afio 2 0 1 2 ~ reducir en cierto grado la actual tendencia catastrfica de dao mnbiental, que yano puede se r negada ni siquiera po r los ms empedernidosapologetas de l sstenla.

    2.6La dn1ensin nulita.r de todo esto es grave. Por tanto l no es exagerado annar - teniendo en cuenta tall1bin el antes iru111agi-:nable poder destructivo de los al"lllall1entos aculllll1ados a lo 1ar- "go de la segunda nutad del siglo xx- que enh"anl0S en 121 fase rnspeligrosa del imperinlislno en todn In historia; pues lo que est .enjuego hoy no es el control de un a regin particular del planeta,no nportaI1do su ta1l1al.o l ni la c o n d i c ~ n 111s o 111,enos favorable, por cont111ar tolerando las acciones independientes de algunos adversarios, sino el conh'ol de su totalidad po r una superpotencia econn1ica y Inilitar hege1nnica, con todos, los medios- incluyendo los ms extremadamente autoritarios y violentosInedias nli li ta res - a su -disposicin. Es esa la racionalidad ltinlaexigidapo,T el capital globalrnente desarrollado en la tent.ativavan a d e aSU111r el control de sus antagonsn10s irreconciliables.La cuestin es que ta l racionalidad - q u Se puede escrbir sil;comillas, pues corresponde genuinamente a la lgica del capitalen el actual estadio histrico de desffiTollo global..,- es al nlsnl

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    '35t1)n11 lvlsznros._----------------=Socinlismo o barbarie. La alternativa al orden socinl:lel capital2tielnpo la fanna ll1s extrenla de irracionalidad en la historialincluyendo la concepcin nazis ta de d01l1inacin del Inundo/en lo que se Tefiere a las cQndiciones necesarias para la supervivencia de la hUlTtanidad. '

    Cuando Jonas Salk se rehus a patentar su descubrinlientode la vacuna contra la polionuelitis, diciendo que sera lo 1nis11l0que pretender"patentar el sol", no imaginaba que llegaria elrl1Olnento en que el capi tal se vera forzado a illteIltar justmnenteeso, patentar no solanlente el sol , sino tanl,bi n eI"aiTe, aunque esoimplicase el abandono de toda preocupacin po r los peligrosmortales que esas mnbiciones lTaen para la supervivencia hu.n1ana. Pues l a lgica lt ima del capital en su proceso de toma dedecisin solo puede pertenecer a una variedad c a t e g r i c f 1 ~ 1 1 e n t eautoritaria,.de arriba hacia abajo, desde el ll1icrocosnlos de laspequeas empresas econmicas hasta los niveles m s altos detoma de decisin poltica o militar. Pero cmo se pueden impone r patentes sobre el sol y el air e?

    Al respecto, hay dos aspectos prohibitivos, aunqLLeel capital- en su afn de demoler sus propios lmites insuperables - seaobligado a negarles reconocimiento. El primero, es el hecho deque la pluralidad de capitqles no pueda ser eliminada, porms inexorable y bruta l que sea la tendencia monopol is ta de desarrollomanifestada por el sistema. Y, segudo, el hecho de que la correspondiente pluralidad del trabajo social no pueda ser eliminada, demodo que se h"ansforme la fuerza total de trabajo de la humal1.idad, con todas sus variedades y divisiones nacionales y seccionales, en un "siervo obediente" y sin inteligencia del sectorhegemnicamente dominante del ca