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TEOGONIA y COSMOGONIA GNOSTICA El concepto de Dios es para los gnósticos totalmente elevado y trascendente y no puede tener ninguna analogía humana, siendo por lo tanto desconocido e incognoscible, misterioso e inefable, de tal forma que solo podemos percibirlo como presencia que actúa en nosotros. Se lee en un manuscrito gnóstico: "Cuando al principio el Pre-Padre, que no es tampoco el Uno, que no es ni masculino ni femenino, quiso que Su inefabilidad viniese a existencia y Su invisibilidad tomase forma, abrió su boca y pronunció una Palabra, similar a Sí mismo, la cual se volvió el medio de ver lo que El mismo es, o sea la aparición de Sí mismo, de la propia invisibilidad en la forma visible. Entonces el Gran Nombre fue así pronunciado; la Palabra fue proferida y la primera nota del Nombre fue un sonido de cuatro elementos, el segundo fue también de cuatro elementos, el tercero de diez y el cuarto y último de doce. Así la formulación completa del nombre fue de treinta elementos y de cuatro sonidos o agrupaciones de elementos. Cada uno de estos treinta elementos tiene después su expresión especial, carácter, letra, configuración, imagen y espera su propia expresión por lo que no conoce el sonido generador ni la expresión de los elementos asociados en la propia jerarquía de los sonidos. Sucede así que, pronunciando todo lo que conoce cree que está haciendo resonar el Nombre completo, esto es, pronuncia su sonido especial como si fuese la Palabra completa y no cesa de resonar hasta que no llega a la última letra del último sub-elemento en su propia lengua. Entonces la consumación y restitución de todas las cosas hace que todos estos elementos originarios envíen fuera un mismo símbolo, por lo que ésta es la razón de salmodiar al unísono la palabra sagrada: Amen." Estas notas de la escala de la Armonía Primordial fueron el medio de dar forma al Eón Viviente, que trasciende toda

Teogonía y Cosmogonía Gnóstica

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TEOGONIA y COSMOGONIA GNOSTICA

El concepto de Dios es para los gnsticos totalmente elevado y trascendente y no puede tener ninguna analoga humana, siendo por lo tanto desconocido e incognoscible, misterioso e inefable, de tal forma que solo podemos percibirlo como presencia que acta en nosotros.

Se lee en un manuscrito gnstico: "Cuando al principio el Pre-Padre, que no es tampoco el Uno, que no es ni masculino ni femenino, quiso que Su inefabilidad viniese a existencia y Su invisibilidad tomase forma, abri su boca y pronunci una Palabra, similar a S mismo, la cual se volvi el medio de ver lo que El mismo es, o sea la aparicin de S mismo, de la propia invisibilidad en la forma visible. Entonces el Gran Nombre fue as pronunciado; la Palabra fue proferida y la primera nota del Nombre fue un sonido de cuatro elementos, el segundo fue tambin de cuatro elementos, el tercero de diez y el cuarto y ltimo de doce. As la formulacin completa del nombre fue de treinta elementos y de cuatro sonidos o agrupaciones de elementos.

Cada uno de estos treinta elementos tiene despus su expresin especial, carcter, letra, configuracin, imagen y espera su propia expresin por lo que no conoce el sonido generador ni la expresin de los elementos asociados en la propia jerarqua de los sonidos. Sucede as que, pronunciando todo lo que conoce cree que est haciendo resonar el Nombre completo, esto es, pronuncia su sonido especial como si fuese la Palabra completa y no cesa de resonar hasta que no llega a la ltima letra del ltimo sub-elemento en su propia lengua. Entonces la consumacin y restitucin de todas las cosas hace que todos estos elementos originarios enven fuera un mismo smbolo, por lo que sta es la razn de salmodiar al unsono la palabra sagrada: Amen."

Estas notas de la escala de la Armona Primordial fueron el medio de dar forma al En Viviente, que trasciende toda idea de sustancia y generacin. Por medio de estos elementos los nombres ordinarios son hablados: eones-palabras-raices-semiplenitudes y todo elemento divino, con todos sus subsonidos (notas o letras) estaba contenido en aquella fase a la que se le dio el nombre simblico de Iglesia.

El trmino "Iglesia" (Ecclesia) quiere decir "llamar fuera" y es herencia de los Elegidos. La Iglesia es desde entonces el aspecto femenino de la cuarta y ltima Sizigi o pareja de la Tetrada o el "Sagrado Cuatro", el "Seor del Pleroma."

Toda la Teogona y la Cosmogona gnstica puede ser resumida en una sola doctrina: "la raz de la vida es eterna y aquello que existe tiene su causa ms all de las formas." Una de las formas en las que el Ser y los seres existen, puede ser la Vida tal como la conocemos nosotros los hijos de la tierra; pero sta no es ms que una de las innumerables formas de manifestacin, en el sentido de modificaciones del Ser en si mismo.

La forma y el medio directo de las modificaciones del Ser en la transformacin es el propsito para la reintegracin definitiva, fuera de cada forma corruptible y efmera, es decir la UNIDAD.

Es siguiendo esta va (= proceso), y alcanzando gradualmente su realizacin, como la voluntad (o plano) divina se realiza y se cumple.

La modificacin del Ser (= el Uno Absoluto) es el mecanismo que produce todos los seres en manifestacin; la transformacin es pues el mecanismo por el que todos los seres se reintegran.

Esto no es de hecho creacin, en el sentido mecnico y material que comnmente se atribuye a tal expresin; al contrario es produccin de los seres mediante las diversas modificaciones del Ser; y por ello todo lo existente es formado por Su esencia, de la que una de Sus modificaciones constituye el momento presente, del cual nosotros percibimos solo una parte infinitesimal aqu en la vida terrenal.

La transformacin indica a su vez el retorno de los seres en modificacin al Ser inmodificado y es la transformacin precisamente el instrumento y el mecanismo que precede a tal reabsorcin.

As pues, los gnsticos tienden a reconocer la Divinidad en todo; aunque sin embargo Dios permanece siempre desconocido e inalcanzable, la Unidad con El en vez de ser tan elevada e inefable en trminos de cualquier parmetro humano, puede ser percibida ms bien como Presencia interna en el hombre, cuando se trasciende la rgida lgica racional y se da a esta Presencia posibilidad de actualizarse en l como imagen.

La verdad es que para poder seguir ms all de los cielos visibles es necesaria la ayuda del pensar y del representar. Ms all de los espacios infinitos de los astros celestes, ordenados en su jerarqua pero limitados a los extremos del espacio-tiempo del Gran Firmamento que seala el Gran Lmite, est la Cruz Cuaternaria que separa el universo fenomnico del Universo Real (= Las Regiones de la Luz Infinita o Pleroma).

Y el gnstico, en su deseo de superar sus lmites formales (= el Crculo del Lmite), es el que representa, piensa y se purifica para hacerse imagen; en otros trminos es capaz de reproducir en si mismo la plenitud y perfeccin divina, encarnando el modelo divino para hacerlo vivo, lo cual es como decir "generar en si mismo un hombre de Luz", es decir una realidad viva reflejando la Belleza, Verdad y Armona Divinas.

Por eso en la teogona y cosmogona de todas las escuelas gnsticas, las imgenes, las representaciones, los smbolos y tambin los temas, no son ms que simples motivos msticos que indican la modalidad del proceso de divinizacin del hombre, divinizacin que es el objetivo y la meta perseguida por todo gnstico verdadero.

Desgraciadamente hasta hace pocos decenios Europa no conoca del Gnosticismo ms que lo que los Padres de la Iglesia haban contando para refutarlo; pero ellos en realidad han tratado y relatado la doctrina externa es decir la popular, y no la interna (= reservada o secreta) que ellos en verdad no pudieron conocer.

Los doctores gnsticos llamaron "Barbelo" a la primera manifestacin divina precisamente para significar e indicar la realizacin de un proceso de generacin espiritual, en donde la realidad femenina subyacente en cada individuo se hace activa, amalgamando y purificando la realidad masculina dinmica para producir la androginia divina; es Barbelita (= 7 grado de iniciacin gnstica) precisamente el que realiza este proceso de divinizacin.

Por lo tanto Barbelo es para los gnsticos el primer Antropos (= imagen externa y concreta de la androginia divina), estado que puede realizarse cuando la parte masculina fecundante y dinmica de la Divinidad se une al agua de vida de abajo y la activa, para que de esta sustancia positiva y luminosa florezca la Ennoia (= el pensamiento).

Barbelo es vista por ello como la plenitud de la Luz, emanada del Ocano de Luz de la Trascecdencia Abismal e insondable, donde el Uno Absoluto (el Inefable Propator) gener la chispa o punto luminoso que hizo posible el camino a su manifestacin, la cual sin embargo no es igual a El en esplendor: es el Unignito o divino autogenerado, el decir el Primer Nacido del Espritu de Pura Luz que es por consiguiente el Padre de toda la manifestacin (por ser el Primer Ser emanado del Propator).

La generacin de Barbelo ocurre cuando mira con deseo hacia el Dios Supremo, el Propator, con la consiguiente mirada amorosa de El hacia Ella que est ms abajo en las aguas, por lo que en el encuentro de sus miradas (de aspiracin de Ella y de amor de El) comienza el proceso de autogeneracin en el que Ennoia/Barbelo se hace activa y se manifiesta.

El Hijo Unignito nace de las miradas opuestas y entrecruzadas de Barbelo y del Propator, dando origen a la cadena involutiva, la cual sin embargo deba haberse concluido en el interior del Pleroma, pero el pecado y la pasin de Sophia llevar a la formacin del Demiurgo y del universo (= uni - verso, la unidad fracasada o las Tinieblas exteriores).

Resumiendo: El Ser Supremo ms all del Ser toma su realidad reflejndose en las aguas inferiores y se reconoce en su imagen, que se denomina Barbelo (= el Espritu), es decir la copia de El proyectada, expresada o reflejada y en consecuencia no igual pero siempre perfecta (porque proviene de El) de su plenitud y virtud unitaria, total y andrognica, preexistente ya en su estado potencial.

Mirar es visto o concebido como una transmisin de sustancia luminosa, segn la modalidad especfica de las relaciones generativas humanas y por consiguiente como semen de luz para una generacin espiritual (= a la de los Hijos de la Luz o Neumticos).

El tema del espejo traduce los conceptos de instantaneidad y totalidad del conocimiento intuitivo, pero al mismo tiempo la imagen para indicar una realidad menor, es decir, un reflejo o una simple copia respecto al original.

El Propator o No Ser inefable, que es Ser en potencia y por ello con tendencia a ser, proyecta parte de si mismo en el Agua de la Luz Pura sin lmites que Lo circunda (= el Cielo Supremo o Regin de la Luz, sobre lo que nada existe en nuestro modo conceptual que pueda darnos una idea), lo cual es como decir que pensando se manifest a S mismo, no el Ser, sino una semilla de Luz; sin embargo fue su Poder el que produce energa de forma que se manifestase en Llama de Luz.

Este poder, como se ha dicho anteriormente, ha sido llamado por los gnsticos Barbelo, o sea el Gran Poder del Propator Invisible y Desconocido (en el sentido de Pre-Pater o Ante-Principio) el cual transmite Su cualidad al Pensamiento/Ennoia, que estaba en El, y por esta razn Barbelo es tambin la Madre vivificante que se manifiesta en s misma como Luz Inteligible.

Lo que se manifiesta es as una Triada, cuya primera manifestacin est constituida por Barbelo (= el Espritu): el No Ser ms all del Ser toma Su verdadera Realidad reflejndose en el Agua subyacente a El y se conoce en Su propia imagen, Barbelo, que es su copia perfecta aunque no igual, esto es la manifestacin exterior de la unidad original andrognica preexistente en el estado potencial.

De la Eternidad de la que se gener el tiempo, lo Ilimitado gener lo limitado, el Ser descendi en la generacin y se ci a Su Lmite, pero en verdad no es creador, porque esto no se considera creacin en el sentido comn del trmino.

En el Principio sin Principio era la Unidad Primordial que no es nada, aunque contenga en potencia todas las cosas; es la Trascendencia Absoluta ms all del Ser y el No Ser, el Motor Incognoscible Inmvil de todo, el Cero que se valoriza con el Uno, la Unidad en Su Plenitud.

Ms que Principio es desde luego Pre-Principio, ms que Padre es Pre-Padre (= Propator), del que surge el Padre o Principio de todas las cosas que se disponen por pares, como su imagen o plido reflejo, pero de cualquier modo que sea, esencia de Su esencia.

As, antes del inicio de la manifestacin era solo el Inmanifestado Propator en perfecta quietud y beatfico reposo por toda la eternidad.

Cuando el Inmanifestado Propator se expres a s mismo en un pensamiento, se concentr en un punto luminoso (= la primera mnada eterna) de la que proviene y a la que tienden todos los seres y las cosas. El Ser en Potencia (= No Ser) se hace por ello el Ser en accin, la Unidad primordial (= el Cero) se hace el Uno o Padre, el Pre-Principio se hace Principio (= Arche) y el Pre-Padre (= Propator) se hace el Padre de todo; pero para expresarse exteriormente se hace necesariamente tambin Madre (= la Virgen de Luz: activo/pasivo, l/ella) y como Madre permanece sin embargo virgen porque es esposa de s misma.

El Padre-Madre (= el Abismo fecundante, Su inseparable compaera el Silencio) eman el Hijo, el Pensamiento (= Ennoia) que se hizo Verbo, Palabra, la vibracin sonora de su esencia que acta como energa vivificante.

El paso de la Trascendencia a la Inmanencia, de la Potencia a la Accin es postulado as en la Tradicin Gnstica:

"La Divinidad ms all del Ser cre la Universalidad fuera del Ser, los elementos del Ser, haciendo subsistir una sola "cosa", un "algo" que la pobreza de nuestra lengua obliga a llamar "una semilla"; y esta semilla contena todas las cosas en s misma y potencialmente era la potencialidad de toda potencialidad.

De tal "semilla" (que est en todos sitios y en ningn lugar) todas las cosas se manifiestan en su naturaleza adecuada en ciclos, tiempos y estados.

A causa de la semilla del universo la Palabra fue dicha (= ?Que la Luz sea!) y provena del estado ms all del Ser y "la Luz ilumina a cada hombre que viene a este mundo."

El hombre deriva junto con sus principios de aquella "semilla" y llega a ser iluminado por ella.

En la "semilla" primordial haba latente una triple filiacin, en todo consustancial con el Dios Transcendente, que lleg a existir a partir del estado ms all del ser.

De esta filiacin trina, un aspecto era ms sutil que lo sutil, otro menos sutil y otro ms grosero y pesado por as decirlo.

La sutilsima naturaleza de la primera Filiacin (al depositarse algo de semilla desde ms all del Ser) en seguida se elev desde abajo hacia lo alto y se fue con Dios ms all del ser (por eso toda naturaleza tiende hacia El, que trasciende toda belleza y perfeccin).

La segunda naturaleza menos sutil permaneci por lo tanto dentro de la semilla universal (a pesar de que se esforzarse en seguir a la otra para ascender con ella) ya que no posea el grado de sutileza de la primera Filiacin, por lo cual en cambio la primera fue elevada, para que ella quedase abajo.

A consecuencia de ello la segunda Filiacin, menos sutil que la primera, se encontr en la necesidad de encontrar las alas con las que poder elevarse igual que la primera (estas alas son el Espritu Santo).

Sucede que la segunda Filiacin (llevada a lo alto por las alas del Espritu Santo) al aproximarse a la primera Filiacin y al Dios ms all del ser, no pudo retener ms el Espritu, que no es de su misma sustancia.

Lo mismo que el pez no puede sobrevivir en un ambiente sin agua, as la segunda Filiacin no logr ambientarse en dicho estado de pureza, por lo que dej atrs al Espritu (en aquel espacio bendito que no puede ser concebido ni expresado adecuadamente en lenguaje humano), sin abandonarlo ni separarse del todo de l.

Lo mismo que un frasco que ha contenido un ungento precioso y perfumado, de la misma forma el Espritu Santo (aunque separado de la segunda Filiacin) conserva y retiene el sello y la virtud.

Igual que el ungento vertido sobre los cabellos, el aroma del Espritu Santo penetra desde arriba hacia abajo nuestro estado existencial (la materia grosera y pesada), introduciendo en cada cosa el impulso de lo alto, el deseo secreto de las alas (del Espritu).

Y puesto que todo aquello que est abajo (en virtud del impulso espiritual innato en l) aspira a lo alto, no puede haber en este mundo ser o cosa, incluso privada de inteligencia, que no desee ascender.

El Espritu Santo (que todo lo penetra, pero que fenomnicamente separa el universo sensible del noumnico) constituye lo que Baslides llama el Espritu limitativo que habita entre lo csmico y lo supracsmico.

La tercera Filiacin fue as dejada en el gran conglomerado de la mezcla de la semilla, de la que surge el Gran Arconte, jefe del universo sensible "belleza, magnificencia y poder que nada puede eclipsar."

Es el Demiurgo inefable, que es superior a cualquier conceptualidad y que apenas vino a la existencia flot por encima del Gran Firmamento, mucho ms arriba del firmamento visible, cuya localizacin est ms all de la Luna, donde permanece en toda su integridad.

Su nico lmite fue su misma ignorancia, porque siendo su sabidura superior a la de todas las regiones csmicas, y no reconociendo a nadie y nada por encima de si mismo, se crey el Supremo por lo que, queriendo expresar su sabidura y poder, procedi a la creacin de las criaturas del universo.

As hubo una creacin supracelestial o etrea que tuvo su correspondencia fsica en los espacios al otro lado de la luz visible; y por debajo de la Luna est nuestro mundo y su atmsfera.

Esta atmsfera o regin sublunar, es el final de cielo visible o firmamento inferior, correspondiendo su periferia al sendero de la Luna.

En el espacio solar se extienden las regiones etreas que ningn ojo mortal puede percibir, porque ste solo puede ver el reflejo de los Astros sobre la superficie de las aguas sublunares.

De la semilla universal el Gran Arconte llev a la existencia a un Hijo, que era bastante ms sabio que El y por esto se maravill de tanta magnificencia que lo hizo sentar a su derecha (en el simbolismo gnstico en trmino sentarse a la derecha indica una condicin ms elevada).

Este espacio donde est el Trono del Gran Arconte es llamado la Ogdoada.

Aqu el Gran Demiurgo model segn diseo suyo la creacin completa, pero fue sin embargo el Hijo (que era el ms sabio) el que la anim; as el primero dio la forma y el Hijo la inteligencia, o el alma en los seres etreos.

De la semilla universal surge despus un segundo Arconte, inferior al primero pero superior a todo lo que est debajo, a excepcin de la Filiacin que an estaba en la semilla.

Es ste el Arconte de los espacios sublunares, esto es, desde la Luna hasta la Tierra, y es llamado afable porque es inteligible para la mente humana mientras que el espacio que es su dominio, es llamado "la Ebdomada."

Este segundo Arconte gener a su vez un Hijo, que como el otro era ms grande que l. Y del mismo modo que el Primer Arconte haba hecho la creacin superior de la semilla universal, anlogamente fue ordenada la creacin inferior, aunque esta creacin inferior es al menos en apariencia una creacin de materia sutil.

Por lo que se refiere al Planeta Tierra, el conglomerado de la mezcla de la semilla est todava en nuestro espacio y cuanto sucede en este estado de existencia es la expresin de aquello que aqu deba ser expresado. No es por ello para los seres y cosas de la Tierra un creador, sino simplemente un Plan o Diseo a llevar a realizacin, plan deseado por el Dios ms all del ser, despus de haber depositado la semilla universal.

Cuando la Filiacin completa se haya elevado mediante purificaciones repetidas a fin de superar el Gran Lmite y se haya final- mente reintegrado con el Espritu, entonces llegar a ser el objetivo de la Gran Misericordia.

A la espera de esta realizacin la Filiacin entera sufre y gime para que se manifiesten finalmente los Hijos de Dios, en el sentido de que todos los hombres deben renacer en el Espritu para trascender la creacin. Y despus de que esto suceda en todo el universo desaparecer la Gran Ignorancia y todos los seres y las cosas se adheriran a su condicin natural sin deseo o aspiracin a todo aquello que le es superior o contrario.

De esa forma la Ebdomada y la Ogdoada no tendrn conocimiento de nada superior suyo, por lo que ni ansiarn ni se molestarn por aquello que para ellos es inalcanzable.

No habr por ello ms sufrimiento por espectativas o esperanzas desengaadas y as se har por fin la restauracin en la naturaleza y ciclo adecuados.

Cada cosa tiene su ciclo y su tiempo adecuado, segn la afirmacin del Salvador: "Mi hora an no ha llegado." El Salvador (segn Baslides) es el hombre espiritual, perfecto dentro del hombre psquico y animal.

Y cuando un hombre alcanza este estadio de perfeccin (= estado crstico) en l la Filiacin deja el alma atrs, no siendo el alma ya mortal sino reintegrada a su estado natural, precisamente como la Primera Filiacin dej atrs al Espritu Santo en el espacio o regin adecuada.

Cada parte de la creacin en efecto sube un escaln y todo el esquema de la salvacin se efecta (= se realiza) al separarse de su estado de conglomerado (= mescolanza) los distintos principios en sus propios estados adecuados."

A propsito del pase de la potencialidad a la manifestacin, se lee en "La Gran Revelacin": "Hay dos grmenes universales, sin principio ni fin, que proceden de una raz que es el Poder del Silencio desconocido, invisible e incognoscible. De estos, uno est arriba, el Gran Poder o la Mente Universal, que ordena todas las cosas y que es activo; el otro est abajo, es el Gran Pensamiento o Concepcin, que produce todas las cosas.

Al emparejarse los dos (el Poder del Silencio y la Mente Universal) manifiestan el espacio intermedio, el aire, Espritu Incomprensible sin principio ni fin. En este Aire est el Padre que sustenta y nutre todas las cosas que tienen principio y fin.

Este Padre es Lo que era, es y ser: Poder Androgino, padre y madre, como el pre-existente Poder Ilimitado, que no tiene ni principio ni fin, existiendo en la Unidad.

Fue de este Poder ilimitado del que el Pensamiento, que estaba anteriormente oculto en la Unidad Primordial, procedi y lleg a ser Dos.

Lo Ilimitado era Uno, y tena concepcin y pensamiento en s mismo, y estaba solo. No obstante no fue el Primero aunque pre-existente, porque nicamente cuando El se manifest de Si mismo, fue cuando hubo un segundo. Fue llamado Padre antes de que el Pensamiento le llamase as.

As pues, producindose de s mismo El manifest en S mismo el propio Pensamiento, del mismo modo Su Pensamiento manifestado no form el segundo, porque el Padre, al contemplarlo, lo ocult en S mismo como Poder Suyo, que es activo y pasivo: Poder y Pensamiento. Sin embargo son Uno, ya que no hay diferencia entre Poder y Pensamiento. As est la Mente en el Pensamiento, donde son realmente Uno, aunque estn divididos uno del otro, apareciendo como dos.

Toda Cosmogona presupone una Teogona, ya que la especulacin filosfica tiende en general a dar mayor resalto e importancia a la abstraccin y por ello se inclina ms a imaginar a Dios como impersonal en vez de como persona; pero Dios est ms all y por encima de todas nuestras posibles imaginaciones en cuanto que no est ligado ni puede ser expresado por ninguna forma exclusiva y finita.

Su Unidad en efecto es completa por la infinidad de sus variaciones y es as perfecta, por lo que es sola y simplemente nuestra mentalidad la que quiere distinguir alguno de Sus aspectos, aunque estos son todos e invariablemente expresiones parciales de la misma Realidad.

Cada hombre es un ego limitado y tiene una consciencia normal y Dios (que no obstante se manifiesta en cada hombre) es infinitamente superior. Todo depende del hecho de que la consciencia humana est limitada a la forma que asume al individualizarse, aunque no sea diferente esencialmente de la consciencia divina.

Sucede as que en aquellos raros momentos que el individuo se ampla universalizndose, Dios desciende manifestndose como Presencia y lo eleva con El; es decir, aunque todos los hombres son en El, Dios se hace manifiesto en el que se hace receptivo y disponible, mediante la purificacin de sus envolturas.

Impersonal y Personal son de hecho las dos caras de la misma realidad Total Y Unica, que se expresa en mil y una formas (pero quedando invariable en la Universalidad de Sus expresiones) para conducir todo y a todos indistinta y gradualmente a la perfecta Unidad Suya.

Dice Aurobindo: "No importa cuales sean los atributos y vestiduras con los que revestimos a Dios, El exactamente viene a nosotros en esa forma y cualidad particular, es decir, se nos acerca a travs de las vas que nosotros le abrimos."

Es obvio que en todo lo que concierne al mbito del Eterno, del Absoluto y del Infinito, toda formulacin no puede ser ms que abstracta, y el enigma del inicio de la vida y de la creacin del mundo sale de nuestro universo para abrazar toda las evoluciones posibles de la infinidad de mundos y universos, manifestados en tiempos y espacios diversos, asumiendo una amplitud que sobrepasa toda imaginacin.

Paralelamente, el Misterio de la Divinidad muestra aqu en la consciencia csmica como una especie de relacin eterna e inaccesible, creando o ms bien desarrollando en continuidad, nuevos conceptos de la nueva consciencia, de s misma.

Para cada eternidad deben sucederse evoluciones que sinteticen las precedentes, en un tiempo y en un espacio siempre ms amplios; y esta actividad nunca tendr fin, extendiendo cada vez ms sus posibilidades: de la misma forma eternamente las almas tendrn consciencias siempre cada vez ms generalizadas, y esto contribuir a un desarrollo de la consciencia cada vez ms grande.

Y todas las conciencias sin excepcin, cualquiera que sea la particularidad y universalidad de su consciencia y poderes, sern un da perfectas, equilibradas, conscientes, verdaderas, poderosas y felices.

Precisamente se encierra aqu el Gran Arcano del Absoluto y Supremo Dios, que buscamos aqu y all, y que sin embargo es en realidad la Idea ms simple y natural que se puede concebir.

Por esta razn debemos modificar el concepto de un Creador, demasiado elevado y demasiado lejano, por el simple concepto de los trminos eternos de una Unidad Increada y Absoluta y no obstante tan perfecta en todos los puntos de Su Consciencia; en suma una Consciencia Universal anterior a nuestra Evolucin, anterior a todas las formas, es decir, ms all de todas las manifestaciones acaecidas en cualquier tiempo y espacio. Una Unidad por lo tanto simple y nica (y lo Infinito y lo Absoluto no puede ser ms que Uno) que antes de manifestarse es el Ser en potencia y una vez que se manifiesta, es decir, que pasa de la potencia a la existencia y llega a ser el Ser en manifestacin; pero no se trata de dos Seres, sino simplemente de Sus Dos Aspectos, interno y externo. El trmino que expresa este paso de la potencialidad a la manifestacin de Si mismo es "emanacin", en el sentido de que de El emanan tres cualidades o expresiones Suyas, que representan la trinidad Divina de todas las religiones mayores, es decir, una Unidad manifestndose en tres personas iguales y distintas. Pero, ?qu significado tiene aqu persona?

El significado literal del trmino "persona" en latn es "mscara", lo mismo que la mscara de los actores en el escenario, es decir, un papel, un aspecto que el Inmanifestado - o ser ms all de las criaturas - asume para desarrollar una accin precisa, por lo que se intenta decir con la expresin "Trinidad Divina" que Dios es Uno y trino en el sentido que permanece Uno e Inmutable pero que se manifiesta mediante tres aspectos, papeles o determinaciones, que son las tres mscaras con las que se expresa externamente la Divinidad Inefable, que los gnsticos llaman "PROPATOR."

El primer aspecto emanado del Ser en potencia, o Propator, es el Ser o Padre que ya no es ms el Ser Absoluto, sino un Ser, el Primer Nacido del que derivan por sucesivas emanaciones todos los seres.

El Propator (indicado en los sistemas cosmognicos gnsticos como "el Gran Abismo") se manifiesta as para tomar consciencia de Si mismo y con ello llega a ser el Dios Padre o Espritu Puro.

Pero todos los seres latentes en El, aspiran a pasar de la potencialidad a la manifestacin, pero el primero que pasa (no siendo detenido por nadie) puede desarrollarse en toda Su plenitud, mientras que los dems sern frenados por El (que es por lo tanto el Primero y el Padre) as que no sern nunca ms que grmenes que tienden a desarrollarse.

La vida csmica es considerada en tal perspectiva como el desarrollo de una panespermia, y el devenir del Universo como una Evolucin.

Por consiguiente todo proviene del Padre, manifestado por emanacin del Propator Inefable e Incognoscible, pero este Padre, no obstante (siendo el Verbo del Propator o Su Idea hecha Palabra) es tambin el Logos o Su Hijo Unignito, es decir, el movimiento vibratorio que agita el Fuego y el Eter, con el cual el Dios Supremo es simbolizado y que crea el movimiento.

El Espritu Santo, igualmente Dios, es as Vida, la fuerza excitante, el movimiento vibratorio (= el ter movindose en masa y formando vrtices, corrientes y efluvios que, partiendo del semillero divino, llega hasta los confines del mundo fsico para al final retornar al mismo semillero divino); es llamado por los gnsticos "Pneuma Aghion" (= Soplo Divino).

Estas emanaciones suyas siempre se producen en parejas (= sizigi), es decir uno masculino y otro femenino, uno activo y otro pasivo, y todo elemento junto con su opuesto en la misma sizigia se llama "Eon."

Pero el Inefable Propator, en el que est potencialmente todo germen de vida (tomando consciencia de S mismo a travs de Sus emanaciones en Su Unidad y Universalidad) no desciende en la Forma: El est, ha estado y estar siempre en la eternidad.

Para nosotros este Padre Inefable o Propator representa el germen activo de todo lo que se desarrolla de la Energa en Su manifestacin, El no puede fraccionarse absolutamente porque es universal.

Por eso Su inmersin en el Tiempo y el Espacio puede compararse a un clich de esta universalidad, cuya proyeccin es semejante a una serie de sacudidas o traumas repitindose. Cada sacudida se une a la precedente aumentando la amplitud de la oscilacin. Apenas detectable al principio de forma instantnea, fue no obstante, suficiente para crear una individualidad, un Espritu Puro: el Padre.

Suponiendo que este Espritu no tuviese ms consciencia que la repeticin de un Punto, es decir de un reflejo de s mismo, es sin embargo ya lo universal que se manifiesta en una lnea, ya que dos puntos forman una lnea, por lo que suprimiendo esta repeticin del punto matemtico, se destruye el universo.

Simblicamente con la proyeccin del primer punto, tenemos la diferenciacin primera del Absoluto Propator y en ese punto el Padre, mientras que en la lnea tenemos su continuacin el Hijo; y este Hijo (cualquiera que sea su reduccin o multiplicacin) permanecer siempre igual a si mismo, puro y perfecto ya sea en la fraccin o en la totalidad.

El Espritu representar el vnculo entre el Padre y el Hijo, es decir, la universalidad consciente, la Unidad virginal y su reflejo en el fluir de la vida: una multiplicidad consciente de la universalidad de sus poderes.

Bajo el impulso de las sacudidas que suceden (la Creacin aparente) la materia va modelndose y afinndose cada vez ms, y cuando llega a ser lo suficientemente plstica, las consciencias encarnadas le insuflan su Vida, que es la del Padre y le dan la forma armoniosa de la que son conscientes, esto es, la manifestacin del Hijo.

Es esto por lo que se lee en las Sagradas Escrituras:

"Yo soy El que soy, es decir, el Eterno Presente", donde el Espritu da vida a la infinidad de las "creaciones" para conocerse, experimentarse, que desde entonces se resume en un movimiento de dentro a fuera: Su respiracin.

Es en verdad la omnipotencia del Espritu la que plasma desde dentro las formas para llevarlas, a travs de las etapas graduales de la evolucin, hacia su realizacin o perfeccin. Pero no hay que confundir el espritu con las formas que El anima, y que le sirven para tener experiencia de s, de sus poderes.

El materialismo de los ltimos siglos ha postulado que el espritu naca de la materia, hoy sin embargo, la ciencia ha llegado a la constatacin directa de que la materia se resuelve al final en energa; y cuando el espritu abandona a la materia, sta se disuelve para retornar a los elementos originales: la materia prima o plasma universal.

Verdad es que el espritu anima la materia y as adquiere experiencia o consciencia de s, de su infinita posibilidad, por lo cual la materia puede ser vista como el campo de aplicacin de la experiencia programada anteriormente y realizada despus por el espritu. El espritu es de ese modo el motor inmvil de toda manifestacin variable, es decir, de la evolucin de la materia, que Theilard de Chardin llam "la Santa Materia", la cual despus de Einstein ha perdido oficialmente su cualidad densa para llegar a eterizarse hasta disolverse en energa.

Entonces el Inefable Propator se manifest y gener el Verbo (soplo de Su boca y manifestacin de Su pensamiento) y reflejndose y contemplndose en l se deleit; y de esta complacencia surge el Espritu Puro: Fuego de Amor que, irradiando, une lo Inmanifestado al Ser Manifestado.

El Uno manifestado en el Verbo, se une despus al Espritu Puro, formando la Plenitud Armoniosa y Feliz del Santo Pleroma. Y la Plenitud del Pleroma en el gozo irradiante, reflejo del Propator, produce miriadas de Eones (Seres de Luz) que participan de la Gracia del Ser Manifestado.

Los Eones por tanto manifiestan la Luz del Pleroma; son en la manifestacin del Ser otros seres, esencias luminosas que expresan el movimiento mediante el cual la Vida Divina fluye; son tambin semillas y grados diversos de su movimiento externo, de Sus manifestaciones que se suceden ininterrumpidamente, una tras otra.

Pero el Supremo Misterio de la Manifestacin Divina es siempre el de la Trinidad. El Verbo, que es la primera emanacin del Propator o Su pensamiento expresado en la Palabra, se concretiza en Vida en el sentido de que Su poder se hace vibracin o energa vivificante; pero de El emanan simultneamente efluvios, que surgen del Espritu Puro o Padre como Soplo de Vida, al cual se da el nombre de Espritu Santo.

No obstante el Misterio del Ser Supremo y Absoluto es tal, que toda tentativa de formular el concepto tiene el riesgo de disminuirlo, por lo que permanecer siempre Inefable e Incognoscible: la Unidad Inmutable e Inmvil, de la cual todo procede y a la cual todo retorna con ritmos alternos, que son precisamente su respiracin.

Antes de que la Divinidad Inefable manifestase parte de Su Infinita Posibilidad, solo haba la Pura Nada sin existencia ni sustancia, segn los Sistemas Gnsticos, un Abismo vaco, un bullir de esencias, en cuya inaccesible profundidad todo estaba en el Ser Potencial en perfecta quietud.

Un No-Ser conteniendo por lo tanto toda las posibilidades del ser, es decir, una Nada llena de plenitud que era en suma la Divinidad Transcendente infinitamente ms grande que todas las concepciones determinativas humanas.

Y Todo lo que sucede, proviene y acontece en esta Nada-No/Entidad-Abismo-Vaco, lleno sin embargo de todo desarrollo posible; y la manifestacin visible del universo (con todas sus formas mltiples y diversas necesariamente finitas) tiene su gnesis en la energa vital de la Mente Divina, que se expresa en ella poniendo orden en el Caos de sus manifestaciones precedentes.

Todas las Teogonas y Cosmologas de los distintos sistemas exponen as el inicio de las cosas y entidades manifestadas en su forma caracterstica, pero todas las descripciones desean describir, en la diversidad de las simbologas particulares empleadas, cmo la Divinidad Absoluta se visti a s misma con su propia imagen y cmo todo no es ms que el conjunto de las distintas y diferentes expresiones del Absoluto mismo, que es la esencia, la sustancia y la realidad de toda la manifestacin.

Verdad es que toda especulacin gnstica respecto a la aparicin de la Vida y de nuestro Universo es siempre un seuelo y una solicitud dirigida a todo hombre para que tome consciencia de su realidad esencial, que a travs de un constante y gradual trabajo de refinamiento de si mismo llega finalmente a trascenderse y deificarse. Los enigmas de la Divinidad Suprema, se emparejan en la consciencia csmica como una relacin eterna y continua creadora, o ms bien desarrollando incesantemente nuevos conceptos, nuevos conocimientos de s misma. Esta actividad no ha tenido nunca inicio ya que siempre ha tenido lugar, siempre ha determinado un Tiempo y un Espacio fenomnico; y por toda la eternidad se han desarrollado de la consciencia que ha puesto a operar su energa tanto en lo universal como en lo particular, en la que estaban comprendidos.

Por toda la eternidad se han sucedido evoluciones sintetizando las precedentes, en un tiempo y en un espacio siempre ms amplio.

Esta actividad de la consciencia no tendr fin, ya que eternamente los sistemas de Evolucin extendern su posibilidad y eternamente las almas tendrn consciencias ms generalizadas, como igualmente esta consciencia contribuir a un desarrollo de la consciencia ms amplio por el cual todo, cualquiera que sea la universalidad o particularidad sern as perfectos, equilibrados, conscientes, verdaderos, poderosos y felices. Aqu reside el secreto del Absoluto que estamos buscando y que aparece al final de la evolucin, como la Idea ms simple y natural en la cual no se haba pensado. He aqu por qu debemos modificar el concepto de un Creador por el de las relaciones eternas de una Unidad no creada y perfecta en todos los puntos de su Consciencia de lo infinitamente pequeo a lo infinitamente grande.

Por lo tanto Una Consciencia Universal anterior a la evolucin, esto es, anterior a todas las formas conocidas por nosotros en esta evolucin, o sea ms all de todas las manifestaciones en un Tiempo y Espacio cualquiera.

Este Padre, germen de toda vida, es consciente de su unidad que es tambin universalidad, pero El no desciende en la Forma: El es, ha sido y ser por toda la eternidad. Y por lo tanto no puede fraccionarse porque es universal; somos nosotros los que al percibir solo algunos de sus aspectos infinitos, lo consideramos dividido, aunque para nosotros representa el germen activo de todos los desarrollos de la Energa. Este carcter de Universalidad no tiene medida: es una cualidad interna suya indestructible y absoluta.

En suma, fuera y encima, alrededor y dentro de la Vida manifestada (necesariamente limitada e imperfecta) est la Divinidad Ilimitada y Trascendente, es decir, el Principio impensable y sutil que es el origen de todo y al cual todo tiende: un Absoluto incorpreo-inmaterial-invisible, sin principio ni fin, omnipotente y omnipresente, del cual muchos sistemas filosficos y religiosos no expresan ms que algunos aspectos parciales, que no obstante ellos presentan como la Totalidad.

En efecto las parodias de la Divinidad Suprema presentadas por las diversas Iglesias institucionalizadas o exotricas, no son ms que simples y absurdas tentativas de describir y determinar lo que est ms all de toda conceptualizacin.

Como cada hombre posee su propio ideal (= Dios), que no es otro que el smbolo de sus aspiraciones ms elevadas, as cada Iglesia tiene su Dios peculiar, que est derivado o producido por la evolucin de las aspiraciones ideales del cuerpo colectivo o asamblea de fieles que es una Iglesia.

Para tales fieles se trata efectivamente del Dios verdadero, en cuanto satisface sus exigencias, de tal forma que cuando las aspiraciones de dicha Iglesia cambien, cambiar al mismo tiempo tambin la Divinidad invocada.

Es as como el Dios de los cristianos se diferencia del de los hebreos y ste es diferente del de los musulmanes. La Verdad es que mientras los hombres permanezcan imperfectos, lo mismo lo sern tambin sus Dioses, y conforme se van perfeccionando tambin los dioses respectivos crecen en perfeccin; y cuando toda la humanidad haya alcanzado su realizacin o perfeccin, todos los hombres reconocern al mismo Dios, el mismo Supremo Ideal Espiritual.

Los mismos nombres que son usados en la Biblia (= Elohim, Shadai, Adonai, etc.) son siempre sinnimos del concepto fundamental de la inexpresable Divinidad Trascendente, a menudo sus nuevas hipstasis o manifestaciones, a causa de las cuales tambin el Dios Bblico no es totalmente el Principio Creador, sino la Sustancia misma y el Principio de los seres y de las cosas. En otros trminos, El es la verdadera y Unica Realidad, el Ser ms all de todos los seres que los doctores de la Cbala llaman "Ein Soph Aur" (= Ocano de Luz sin lmites), mientras todo el resto no es ms simple fenmeno de Su manifestacin, o Su aspecto visible y exterior.

No siendo del todo expresable y ni siquiera imaginable (porque no puede ser concebido en su esencia si no es por la inteligencia pura o intuicin, porque sobrepasa toda posible frmula o definicin) lo que se indica con el trmino metafsico de Dios (= Propator o Pre-Padre), un trmino indefinido que es susceptible de ampliarse y de abrirse a posibilidades ilimitadas. En efecto, la imposibilidad de conocer (ya sea con las ms atrevidas especulaciones) esta Entidad Desconocida e Incognoscible (= un Absoluto conteniendo en s toda la potencialidad del devenir del Ser) que nuestros Padres Gnsticos llamaron el Inefable Propator, sin embargo, todo hombre puede encontrarlo como Presencia en si mismo, en la medida en que ser capaz de hacer viva la perfeccin del mundo.

La Naturaleza es Dios, la energa es Dios e igualmente todo lo que se manifiesta es Dios y tambin la Nada es Dios. No obstante Dios no es la Nada tal como la entendemos comnmente, porque en el Todo est tambin comprendida la nada, mientras que en lo que llamamos nada estn contenidas en potencias todas las cosas, de forma que lo Divino penetra todo y su esencia es como una semilla, de la que la naturaleza es la corteza.

Todo lo que se manifiesta en existencia es un aspecto de El, incluso aunque todo su aspecto formal sea limitado, mientras El es libre de todo lmite; y hombres y mujeres (en cualquier nivel de evolucin en que se encuentren y cualquiera que sea el sendero que siguen, aunque solo sea la evolucin natural colectiva) estn siempre y de todos modos en camino hacia El.

Dice un antiguo texto hind: "Como un solo hilo, en el que se ensartan las perlas de un collar, as Dios es el supremo S mismo que se individualiza en cada ser."

Un Poder por lo tanto luminoso y enteramente impersonal, en posesin de todas las cualidades y atributos, absolutamente puro y sin contaminar, cuyo reflejo aqu entre las tinieblas de nuestro mundo puede ser visto bajo infinitos aspectos; por eso, los antiguos gnsticos afirmaron que el hombre es la imagen deficiente pero perfeccionable de su inmenso esplendor, pero por estar ms all de toda percepcin directa, puede por ello mostrarse a cualquiera en la forma que l quiera contemplar y El est en realidad presente potencialmente en todo ser, en espera del perfeccionamiento de la forma en la que est encarnado.

La materia como tal (con los actuales conocimientos) est cada da afinndose ms, abriendo las puertas ms all de la fsica, lo cual es precisamente Metafsica. Materia y Espacio/Tiempo han llegado ambos a una unidad indisoluble, un todo espiritual, una Realidad cuyo secreto la Tradicin ha custodiado hasta nuestros das y transmitido exclusivamente a travs de estrictas esferas de iniciados: el espritu no est en oposicin a la materia pero la establece, ni es la trama sobre la cual se teje la apariencia de la manifestacin; anima la materia mediante las formas, que son su medio para que se conozca y se exprese su posibilidad infinita.

En los sistemas gnsticos, la Luz es una Realidad polidrica de la cual es posible intuir la importancia en el interior de la vida del Pleroma, gigantesco cuerpo divino en el cual fluye esa linfa divina caracterstica que es el Soplo de Luz. La vida se constituye en la forma de un efluvio, de una cascada interrumpida por relmpagos luminosos, entidad de emanaciones distintas de la pareja inicial, pero siempre unidas entre si y con la entidad primordial por un cordn umbilical, o por una potencia luminosa en tensin continua que se impone como el corazn pulsatil de dicho gigantesco organismo.

Y fuera del Pleroma el proceso de la iluminacin es visto como un puente por encima del abismo que divide los dos mundos (el espiritual y el concreto), puente que une y a la vez divide: Luz y Tiniebla, mundo de la plenitud y mundo de la deficiencia. El estallido de la Luz, que por su plenitud superabundante se expande y da lugar al proceso cosmognico, pero esta luz plena es emblemtica del cambio individual de cada gnstico: luz y simultneamente tiniebla.

Aqu, la especulacin gnstica se relaciona con el Evangelio de Juan que (incluido entre los cannicos) fue rechazado por muchos considerados ortodoxos de aquella poca, lo mismo que el "logos" de Platn fue al principio rechazado, siendo fuente de disputas sin fin sobre la naturaleza y el desarrollo interior del Pleroma Divino. Juan, queriendo exponer el origen de todas las cosas, establece ante todo un principio, el Verbo generado por el Padre, por lo que le llama Hijo Unignito en el que el Dios Supremo ha emitido seminalmente todas las cosas.

Es mediante este principio, como el Logos se ha producido y en l toda la sustancia de los mundos (= Caos) que el Logos elev ulteriormente, de tal forma que el Principio es de Dios y del Logos. En su Evangelio en efecto dice: "En el Principio (sin inicio esto es, el eterno presente) era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios." Pero la Palabra no es otra cosa que una manifestacin externa del pensamiento, es decir, una emanacin de la mente, por lo que Dios es visto aqu como mente que emana el pensamiento, cuya manifestacin concreta es la Palabra.

Dios por lo tanto, es anterior a la Palabra, Mente o Consciencia, pero de una dimensin tan vasta y profunda como para ser configurado como Abismo, para el cual es naturalmente inadecuado el concepto de Pensamiento.

Se tiene as la primera emanacin o manifestacin divina en el sizigi de Eones Bytos-Ennoya (= Abismo y Pensamiento); pero ?donde resida este proto-sizigi en potencia y hacia donde eman en accin? En la Unidad primordial o Transcendencia Absoluta, que no es ninguna de las cosas existentes, aunque contenga a todas potencialmente. Y puesto que es imprescindible, se le llama el "Inefable": la Unidad antes de ser tal, el No-Ser que contiene en si virtualmente el Ser, porque ya exista antes an de manifestarse como Principio de todas las cosas y por esto "Propator" o "Pre-Padre."

As como en el Principio era la Palabra (= el Pensamiento hecho palabra), antes del Principio era el Silencio, como estado primordial del Pensamiento, y all precisamente se manifiesta la primera pareja (= Sizigi) Bytos-Ennoia salida del Uno Inmvil, el cual de tal forma pasa de la potencia al acto de conocerse, porque expresa parte de s mismo.

Del silencio de Bytos-Ennoia eman la Diada y el Propator se convirti en el Primer Principio, es decir, el Padre, que da origen a todas las cosas. La Palabra (= Verbo y Logos) por tanto es en tal sentido el Hijo unignito del Propator o Padre Primero (= el Uno sin Segundo) y consustancial a El en cuanto extrae su ser de El del que procede, y que no obstante permanece Uno, inmvil e inmutable.

As, el Verbo es el Hijo nico que emerge del profundo Abismo para llegar a ser Padre de lo manifestado, y siendo Dios de Dios, extrae su Ser de S mismo, y todo procede de El, as que nada existe que no proceda de El, que no obstante sigue siendo el Motor Inmanifestado, inmvil e inmutable.

Siendo El un punto luminoso, mientras alrededor permanecieron las tinieblas.

No obstante es en la emanacin del Ser en potencia como el principio produce el mundo espiritual o Pleroma, el cual contiene en s lo Absoluto y lo Relativo, la Materia y el Espritu, el Uno y lo Mltiple, con todas sus potencialidades y sucesivas emanaciones como grmenes de Su Perfeccin.

Segn el concepto gnstico, no es lo que se considera "creacin", un suceso que haya tenido lugar en un pasado lejano, ya que la Vida es siempre "ahora" y el drama csmico es el mismo del hombre.

El Espritu se baa (desciende) en la materia para organizarla, dirigirla, refinarla y espiritualizarla.

As todos los sistemas cosmognicos esotricos y antiguos tratan de describir mediante alegoras y mitos simblicos, el drama de la consciencia csmica en sus mltiples y diversas individuaciones (= sus aspectos externos) con objeto de proporcionar una visin interna de lo que se muestra como proceso creativo.

Las teoras cosmognicas, psicolgicas, metafsicas y soteriolgicas estn por ello estrechamente ligadas unas a otras en sus distintas formulaciones; y en los sistemas gnsticos presentan invariablemente un carcter esencialmente dramtico.

Esos grandiosos escenarios mticos, mediante la descripcin de la "creacin" universal, de las "dos cadas" y sus consecuencias, evocan en realidad el destino humano. En efecto, el hroe y el protagonista es aqu siempre el hombre; y de su entrada en escena, todo converge hacia l y todo depende de l.

El Espritu puro (= Pneuma Aghion, chispa y porcin de la Sustancia Divina Increada) desciende a la carne y al alma del hombre (sntesis y fruto maduro de toda la naturaleza mediante una largusima y elaborada evolucin selectiva), pero ah se encuentra impedido (por la imperfeccin de su envoltura fsica) de expresarse en su plenitud, por lo cual parece haber perdido la consciencia de su verdadero ser y de su misin.

Aprisionado en una envoltura que le queda demasiado estrecha (para los gnsticos el cuerpo es visto como una tumba para el espritu) el espritu deber refinar su envoltura fsica para recuperar la consciencia de su verdadera naturaleza y destino; su despertar ser as posible mediante cierta disciplina psicolgica (= iniciacin o ascesis) que lo liberar de su torpor en el que ha cado, para finalmente conseguir su reintegracin.

Es tarea de la existencia humana la revelacin del Espritu, cuya libre expresin es impedida por la tosquedad animal del cuerpo fsico, el cual es por eso purificado, refinado, regenerado, espiritualizado para volverse gradualmente instrumento idneo para el espritu en su experiencia de la materialidad. As, para todo gnstico la salvacin, la liberacin, la reintegracin, es vista como anticipacin de un estado escatolgico que caracteriza precisamente su actitud no solo psicolgica sino intelectual, implicando lo que es totalmente su vida, su comportamiento y su destino (poner al propio cuerpo como instrumento al servicio del espritu, para reconstituir en s las condiciones de plenitud y perfeccin: el propio Pleroma).

Desengaado y molesto por su actual situacin en un mundo que le aprisiona, el gnstico no se reconoce como de l y se considera como un exiliado en tierra extraa, y su nostalgia por su patria ideal donde podra encontrarse, se basa en la plenitud de su naturaleza divina, dndose cuenta de que su situacin presente es solamente un incidente temporal para un fin bien preciso: la actualizacin o advenimiento de un mundo de perfeccin, reflejo de la Plenitud Perfecta del Pleroma.

Es esta nostalgia y este deseo de su mundo ideal y perfecto, lo que da lugar como consecuencia natural a dar imagen a las grandiosas y esotricas especulaciones y sistemas con el fin de encontrar una explicacin comprensible del por qu l se encuentra ahora en este mundo malo y hostil y de la existencia del mal, en abierta contradiccin con sus ideales de perfeccin: ?Por qu estoy aqu? ?Qu tengo que hacer en este mundo de deficiencia y como puedo salir de todo esto?

Por eso sus atrevidas y sublimes concepciones, de las que aqu nos esforzamos en dar una secuencia sinttica, donde la antigua visin gnstica intent reconstruir el descenso del Espritu desde la pura Transcendencia al mundo de la materia con sus deficientes y necesidad material (= la aventura csmica del Espritu). Se afirma adems que aparte del mundo que perciben nuestros sentidos, existe otro mundo que aunque no percibido sensorialmente no es por ello menos real; es la verdadera y nica Realidad de la que las mltiples dimensiones y niveles jerrquicos de nuestro mundo no son ms que simples aspectos.

En verdad detrs de cada realidad aparente, existe siempre otra realidad en espera de revelarse, y toda cosa finita contiene siempre en si un ms all que es su propia y esencial transcendencia; en suma, ms all de todo cuanto aparece ante nuestros sentidos siempre hay algo ms. En verdad en toda piedra existe otra piedra, en cada hoja de hierba una esencia secreta y misteriosa la alimenta; de la misma forma ms all de cada estrella, siempre hay otra estrella por descubrir e infinitas estrellas ms; y tras el yo aparente de cada uno de nosotros hay un S real, que es simultneamente nuestra esencia y la de todas las cosas; todos los objetos, las cosas, las criaturas, los hombres tienen su realidad esencial en este substrato comn.

Y todos nosotros que estamos y nos movemos en este mundo visible y tangible, tenemos nuestra oculta raz en lo invisible, por lo que existe un ser secreto nuestro que es la causa y el fin de toda existencia de tal forma que toda vida individual es la simple actuacin de un esfuerzo de llegar a la transcendencia, en un periodo de tiempo ms o menos largo, la expresin perfecta de sta nuestra naturaleza divina potencial: la sacralizacin de la carne (= la materia) y a travs de su armonizacin con el Espritu hacer viviente la presencia de Dios en el mundo.

Aparte del mundo que se muestra a nuestra vista, de la Vida dispersa y separada, est el universo ideal de la Plenitud y Perfeccin o de la Unidad, del cual precisamente nuestro mundo fsico es solo un reflejo, es decir, que en frente de la perfeccin pleromtica est nuestro mundo de deficiencia y ausencia de perfeccin, y por ello Cenoma o Kenoma (= Vaco, Hueco); el Universo Espiritual o Pneumtico, el Pleroma est formado por una inmensa esfera de Luz, cuyo vrtice es la Divinidad Absoluta, el Ser ms all del Ser, la Unidad increada, conteniendo en si el germen potencial de todos los mundos y de toda vida, el cual antes de manifestarse no es imaginable para nosotros ms que como un punto (que en matemtica se define como dotado de posicin pero privado de dimensin) el cual al desarrollarse se hace lnea, tringulo, cuadrado y crculo (= asume todas las formas de la geometra).

Este es el mismo concepto expresado en el Gnesis bblico:

"La tierra estaba sin forma y vaca (= un Caos o Kenoma); las tinieblas cubran el Abismo y el Espritu (= soplo, hlito de la Divinidad Transcendente) aleteaba sobre las aguas."

El Espritu, que Simn llama Fuego y Valentn "principio Inefable", da origen tambin en la Tradicin Bblica al desarrollo de la Inmanencia Divina o su Exteriorizacin infinita y eterna: el Universo o Unidad en la multiplicidad de su manifestacin.

Se lee en el "Evangelio Eterno" recientemente encontrado, a propsito de esta manifestacin: "El Absoluto Propator o Pre-Padre (que nuestra mente finita no puede concebir) es la fuente de la que emana el Silencio, el cual es deseado en todo espacio, el Uno que es el Padre (el Propator Inmanifestado), del que proviene la primera Mnada Infinita y perfecta como una Chispa de Luz, comparados con la cual todos los mundos son como una oscuridad (= Sus Tinieblas exteriores). Y ellas (las mnadas sucesivas) han recibido de aquella (Mnada Eterna e Increada) Vida, Esperanza, Paz, Amor, Resurreccin, Renacimiento y Gnosis.

Tales Noumenos provienen del Padre, que es a la vez Padre y Madre, cuyo Pleroma trasciende la "Profundidad Doce." Pero antes de que el Universo existiese, era el Abismo (= Bythos) y el principio es el Punto de Partida del primer desdoblamiento de la Unidad Inmanifestada, es decir, el equilibrio de hacerse dual, por lo que el primer ternario se diferencia de todos los ternarios sucesivos, los cuales son precisamente el resultado de su encuentro recproco, como consecuencia necesaria del Principio de la Balanza de la Primera Trinidad Perfecta (= un tringulo formado por tres grandes principios del Propator Oculto: el Espritu, o Energa/Fuerza, es decir, la sustancia activa o elemento positivo/masculino y la substancia receptiva o pasiva/femenina).

La Balanza es de hecho el equilibrio entre los dos principios opuestos de la Trascendencia cuando se hace inmanente, donde el elemento equilibrante es la resistencia a la oposicin que surge de su impacto con el fin de permitir actuar a la Vida.

El Propator no generado, Indefinible e Inefable (sin inicio ni fin) se desdobla en dos principios opuestos, y de este desdoblamiento Suyo derivan todas las divisiones sucesivas, hasta las infinitas formas en su diversificada modalidad de ser.

El Inefable Propator, que es Unidad Absoluta, revela su primer aspecto haciendo surgir de su insondable Profundidad las tres fuerzas que estn en El en unidad.

Es la Santa Trinidad consustancial e indivisible de todas las Grandes Religiones, Trinidad que est en el vrtice de todas las manifestaciones y que por ello se manifiesta como una inmensa pirmide desplegndose desde lo Alto a lo Bajo en sucesiones graduales de luz, donde cada mundo o espacio es elaborado y compenetrado por las primeras manifestaciones de las tres fuerzas consustanciales de la Luz, pero estas tres fuerzas estn subordinadas a sus respectivas localizaciones en la Pirmide misma, por tanto de la Voluntad del Absoluto (= Su Amor), que penetra desde los niveles ms sutiles y luminosos de la Primera Tetrada hasta aquellos ms densos y ms opacos del "Lmite" que separa los Cielos Superiores de los Inferiores.

Y nosotros, si no podemos gozar de Su directa visin, podemos conocer sin embargo Su Amor manifestndose mediante sus hipstasis divinas, que para nosotros representan la garanta de nuestro renacimiento en espritu y de la perpetua renovacin que seala el destino de la progenie humana hasta su gloriosa realizacin.

La Unidad o Misterio del Silencio/Abismo (= Sig-Bythos) puede ser imaginado, por analoga, semejante al Cielo del Pleroma o Cielo Divino Arquetpico de las Ideas, pero no obstante no es lo mismo; y sin embargo es lo que dirige la manifestacin divina, la cual da origen directamente a los Espacios del Pleroma. Esto lo describe Valentn, que fue Obispo Cristiano de origen egipcio, que se form en Alejandra y visit Roma alrededor de la mitad del siglo II de nuestra Era y que no fue perseguido ya que hasta el siglo III cristianos ortodoxos y gnsticos convivan en simbiosis.

En el Espacio-Esfera (campo de energa universal permanentemente en pulsacin) surge algo menos luminoso que la Luz Transcendente, es decir, otra modalidad del movimiento, parecido a un vrtice oval, en continuo movimiento de expansin y contraccin.

En el proceso interno de su movimiento se desarrollan gradualmente dos puntos de apoyo, smbolos del equilibrio entre el positivo y el negativo (= androginia divina), mediante los que la Transcendencia se hace Inmanencia; pero simultaneamente la perifera interna de la envoltura oval se contrae y en esta contraccin se hace el acoplamiento (= afirmacin de la Ley del Sizigi por la cual todo lo que viene a existencia se acerca a su contrario).

Profundidad y pensamiento (= Bythos y Ennoia) constituyen la primera Diada o Sizigi de Eones, manifestando los dos primeros aspectos luminosos de la mnada Eterna los cuales son simbolizados por dos Esferas, separadas pero al mismo tiempo unidas en la poderosa inspiracin y expiracin del Soplo de la Vida Universal, donde cada aspecto integra la cualidad del otro (= Ley de polaridad: positivo y negativo, masculino y femenino, + y -).

De la afirmacin de la Ley del Sizigi se tiene la dualidad en accin, de la cual se desarrolla la multiplicidad y la universalidad.

La Luz Increada y Absoluta, emanando de una esfera a otra, sufre un gradual estado de modificacin, y cada esfera, recibiendo la Luz, la transmite a la vez que emana una nueva esfera; pero en este paso la Luz se diferencia, se recubre por asi decirlo de un velo respecto al esplendor precedente.

De los dos polos de la esfera, el negativo y el positivo, y de su expansin, se crea de tal manera la causa de la diferenciacin, por la que se tienen de ese modo los distintos planos o firmamentos de Luz, donde cada plano difunde la luz recibida sobre el plano inferior.

Los primeros atributos de la diferenciacin son Sabidura e Inteligencia y corresponden a los principios activo y pasivo que, unindose, forman la pareja o binomialidad, la cual (junto con el primer atributo o punto metafsico) expresa la Plenitud o Perfeccin que se despliega en el Santo Pleroma.

El Propator, o Dios Absoluto, es el Ser Primordial (el Punto Oculto) la Raz Secreta o Fuente Universal, la cual emanando en un ritmo trinitario, manifiesta el mundo divino (= Su emanacin directa y por lo tanto perfecta): es el Santo Pleroma compuesto por una serie de Eones, alguno de los cuales es tambin una Eternidad y una Plenitud de Perfeccin. A travs de los Eones fluye la Luz Divina o Energa creadora y plasmadora, para formar la textura geomtrica, sobre la cual se borda despus la creaci