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Los mitos del colesterol Los beneficios del colesterol elevado Las personas con colesterol elevado viven por más tiempo. Esta afirmación parece tan increíble que se requiere de mucho tiempo para deshacernos de lavado de cerebro que hemos padecido y poder comprender cabalmente la importancia de este concepto. Sin embargo, el hecho de que las personas con colesterol elevado tienen una vida más prolongada surge claramente de muchos artículos científicos. Consideren, por ejemplo, el hallazgo del Dr. Harlan Krumholz del Servicio de Medicina Cardiovascular de la Universidad de Yale, quien en 1994 informó que la mortalidad por infarto de las personas mayores con colesterol bajo duplicaba la mortalidad por la misma causa de las personas mayores con colesterol alto. 1 Quienes están a favor de la campaña del colesterol bajo suelen ignorar esta observación, o bien la consideran una rara excepción que atribuyen a la casualidad entre un gran número de estudios que avalan lo contrario. Pero no se trata de una excepción, existen en la actualidad un gran número de hallazgos que contradicen la hipótesis de los lípidos. Para ser más específico, la mayoría de los estudios con pacientes mayores han demostrado que el colesterol elevado no constituye un factor de riesgo para las coronariopatías. Este es el resultado de una búsqueda que he realizado en la base de datos Medline acerca de los estudios realizados sobre el tema. 2 Once estudios con pacientes mayores llevan a ese resultado, y otros siete estudios revelaron que el colesterol elevado tampoco es factor predictivo de la mortalidad por todo tipo de causa. Consideremos, ahora, que más del 90% de todas las enfermedades cardiovasculares ocurren en pacientes de más de 60 años y que la mayoría de los estudios han demostrado que el colesterol elevado no representa un factor de riesgo para las mujeres. 2 Esto significa que el colesterol elevado sólo constituye un factor de riesgo para menos del 5% de quienes mueren a consecuencia de un infarto. Y hay más consuelo para quienes padecen de colesterol elevado, seis de los estudios hallaron que la mortalidad total estaba inversamente relacionada con el colesterol total o el colesterol LDL, o ambos, lo que quiere decir que es mucho mejor tener colesterol elevado si se quiere vivir por muchos años. El colesterol elevado protege contra las infecciones Son muchos los estudios que han demostrado que el colesterol bajo es en ciertos aspectos más perjudicial que el colesterol elevado. Por ejemplo, una revisión de 19 grandes estudios con más de 68000 muertes, llevada a cabo por el Profesor David R. Jacobs y sus colaboradores de la División de Epidemiología de la Universidad de Minnesota, revela que el colesterol bajo predice un mayor riesgo de morir a causa de enfermedades gastrointestinales y respiratorias. 3 La mayoría de las enfermedades gastrointestinales y respiratorias son de origen infeccioso. Por lo tanto, es importante determinar si es la infección la que disminuye el colesterol, o si es el colesterol bajo el que predispone a la infección. Para responder este interrogante el Profesor Jacobs y su grupo, junto con el Dr. Carlos Iribarren realizaron un seguimiento de más de 100000 individuos sanos de la zona de San Francisco durante 15 años. Al finalizar el estudio, aquellos individuos que tenían colesterol bajo al inicio de la investigación habían sido internados con más frecuencia a causa de enfermedades infecciosas. 4,5 Este hallazgo no puede fundamentarse en el hecho de que la infección haya causado la disminución del colesterol porque ¿de qué manera podría el colesterol bajo, que se había analizado

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La verdad sobre el colesterol

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Los mitos del colesterol

Los beneficios del colesterol elevado

Las personas con colesterol elevado viven por más tiempo. Esta afirmación parecetan increíble que se requiere de mucho tiempo para deshacernos de lavado decerebro que hemos padecido y poder comprender cabalmente la importancia de esteconcepto. Sin embargo, el hecho de que las personas con colesterol elevado tienenuna vida más prolongada surge claramente de muchos artículos científicos.Consideren, por ejemplo, el hallazgo del Dr. Harlan Krumholz del Servicio deMedicina Cardiovascular de la Universidad de Yale, quien en 1994 informó que lamortalidad por infarto de las personas mayores con colesterol bajo duplicaba lamortalidad por la misma causa de las personas mayores con colesterol alto.1Quienes están a favor de la campaña del colesterol bajo suelen ignorar estaobservación, o bien la consideran una rara excepción que atribuyen a la casualidadentre un gran número de estudios que avalan lo contrario.

Pero no se trata de una excepción, existen en la actualidad un gran número dehallazgos que contradicen la hipótesis de los lípidos. Para ser más específico, lamayoría de los estudios con pacientes mayores han demostrado que el colesterolelevado no constituye un factor de riesgo para las coronariopatías. Este es elresultado de una búsqueda que he realizado en la base de datos Medline acerca delos estudios realizados sobre el tema. 2 Once estudios con pacientes mayoresllevan a ese resultado, y otros siete estudios revelaron que el colesterol elevadotampoco es factor predictivo de la mortalidad por todo tipo de causa.

Consideremos, ahora, que más del 90% de todas las enfermedadescardiovasculares ocurren en pacientes de más de 60 años y que la mayoría de losestudios han demostrado que el colesterol elevado no representa un factor de riesgopara las mujeres. 2 Esto significa que el colesterol elevado sólo constituye un factorde riesgo para menos del 5% de quienes mueren a consecuencia de un infarto.

Y hay más consuelo para quienes padecen de colesterol elevado, seis de losestudios hallaron que la mortalidad total estaba inversamente relacionada con elcolesterol total o el colesterol LDL, o ambos, lo que quiere decir que es mucho mejortener colesterol elevado si se quiere vivir por muchos años.

El colesterol elevado protege contra las infecciones

Son muchos los estudios que han demostrado que el colesterol bajo es en ciertosaspectos más perjudicial que el colesterol elevado. Por ejemplo, una revisión de 19grandes estudios con más de 68000 muertes, llevada a cabo por el Profesor DavidR. Jacobs y sus colaboradores de la División de Epidemiología de la Universidad deMinnesota, revela que el colesterol bajo predice un mayor riesgo de morir a causa deenfermedades gastrointestinales y respiratorias.3

La mayoría de las enfermedades gastrointestinales y respiratorias son de origeninfeccioso. Por lo tanto, es importante determinar si es la infección la que disminuyeel colesterol, o si es el colesterol bajo el que predispone a la infección. Pararesponder este interrogante el Profesor Jacobs y su grupo, junto con el Dr. CarlosIribarren realizaron un seguimiento de más de 100000 individuos sanos de la zonade San Francisco durante 15 años. Al finalizar el estudio, aquellos individuos quetenían colesterol bajo al inicio de la investigación habían sido internados con másfrecuencia a causa de enfermedades infecciosas.4,5 Este hallazgo no puedefundamentarse en el hecho de que la infección haya causado la disminución delcolesterol porque ¿de qué manera podría el colesterol bajo, que se había analizado

en estos pacientes antes de que hubiera indicios de ninguna infección, haber sidoprovocado por una enfermedad que no había sido diagnosticada? ¿No es másprobable que el colesterol bajo los haya vuelto más vulnerables a las infecciones, oque el colesterol elevado haya protegido a aquellos pacientes que no se infectaron?Existen muchos datos que avalan esta interpretación

El colesterol bajo y el VIH/SIDA

Los hombres jóvenes, solteros y con antecedentes de enfermedades de transmisiónsexual o patologías hepáticas corren mayores riesgos de infectarse con el virus VIHque otros pacientes. Los investigadores de Minessota, ahora liderados por el Dr. Dr.Ami Claxton, hicieron un seguimiento de dichos individuos durante 7­8 años. Luegode excluir a los que positivizaron el virus en los primeros 4 años, llegaron a un grupode 2446 hombres. Al finalizar el estudio 140 de estos pacientes resultaron VIHpositivo, los que tenían colesterol bajo al iniciar el estudio duplicaron la probabilidadde resultar VIH positivo en comparación con quienes iniciaron el estudio con elcolesterol más elevado.6

Resultados similares surgen de los individuos testeados en un estudio de MRFIT,que incluyó a más de 300000 hombres jóvenes y de mediana edad, en el cual sedescribió que a los 16 años de haber realizado el primer control de colesterol elnúmero de hombres cuyo colesterol era inferior a 160 y que habían fallecido a causadel SIDA cuadruplicaba el número de pacientes fallecidos a causa del SIDA y cuyocolesterol estaba por encima de 240.7

El colesterol y la insuficiencia cardíaca crónica

Las enfermedades cardíacas pueden llevar al debilitamiento del músculo cardíaco.Un corazón débil bombea menor cantidad de sangre y por lo tanto entrega menorcantidad de oxígeno a las arterias. Para compensar esta menor potencia, aumentala frecuencia cardíaca, pero no es suficiente en los casos de insuficiencia grave.Los pacientes con insuficiencia cardíaca grave padecen de disnea porque los tejidosreciben poco oxígeno, aumenta la presión venosa porque el corazón no puedebombear la sangre con la potencia suficiente, y padecen de edema, es decir queacumulan líquido en los miembros inferiores, y en los casos más graves también enlos pulmones y otras partes del cuerpo. Esta patología se denomina insuficienciacardíaca congestiva o crónica.

Hay muchos indicios de que las bacterias y otros microorganismos cumplen unpapel importante en la insuficiencia cardíaca crónica. Por ejemplo, los pacientes coninsuficiencia cardíaca crónica grave tienen altos niveles de endotoxinas y variostipos de citoquinas en sangre. Las endotoxinas, también denominadaslipopolisacáridos, constituyen la sustancia más tóxica producida por las bacteriasgramnegativas como la Escherichia coli, la Klebsiella, la Salmonella, la Serratia ylas Pseudomonas. Las citoquinas son hormonas secretadas por los leucocitos en subatalla contra los microorganismos. Los altos niveles de citoquinas en sangreindican que se está desarrollando un proceso inflamatorio en alguna parte delorganismo.

El Dr. Mathias Rauchhaus y su equipo del Departamento Médico de la UniversidadMartin­Luther­University de Halle, Alemania (Universitätsklinik und Poliklinik fürInnere Medizin III, Martin­Luther­Universität, Halle) ha estudiado el papel quedesempeñan las infecciones en la insuficiencia cardíaca crónica. Han descubiertoque el predictor más fuerte de muerte para pacientes con insuficiencia cardíacacrónica era la concentración de citoquinas en sangre, especialmente en pacientescon insuficiencia cardíaca a causa de coronariopatías.8 Para explicar el hallazgosugirieron que las bacterias alojadas en los intestinos podrían penetrar másfácilmente en los tejidos cuando aumenta la presión de las venas abdominales acausa de la insuficiencia cardíaca. De acuerdo con esta teoría, hallaron másendotoxinas en la sangre de los pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva yedema que en pacientes con insuficiencia cardíaca no congestiva y sin edema, ylas concentraciones de endotoxinas disminuían significativamente cuando la funcióncardíaca mejoraba con el tratamiento médico.9

Un modo simple de evaluar el estado funcional del sistema inmune es inyectardebajo de la piel antígenos de microorganismos a los que la mayoría de laspersonas ha estado expuesta. Si el sistema inmune es normal, aparecerá una zonaindurada aproximadamente a las 48 h de la inyección. Una zona indurada es muypequeña, con un diámetro de unos pocos milímetros, es indicadora de “anergia”, esdecir una disminución o falta de respuesta a un antígeno. Del mismo modo, laanergia esta asociada a un mayor riesgo de infección y mortalidad en pacientesmayores sanos, en pacientes quirúrgicos y en pacientes con transplante cardíaco.10

La Dra. Donna Vredevoe y su grupo de la Escuela de Enfermería y de la Escuela deMedicina de la Universidad de California en Los Ángeles hicieron un seguimiento dedoce meses a más de 200 pacientes con insuficiencia cardíaca grave a quienesevaluaron con cinco antígenos diferentes. En el 50% de los casos la insuficienciacardíaca se debía a coronariopatía, mientras que en el 50% restante se debía aotros tipos de cardiopatía (como valvulopatías infecciosas o congénitas,miocardiopatías varias y endocarditis). Casi la mitad de los pacientes erananérgicos, y aquellos pacientes anérgicos con coronariopatía tuvieron unamortalidad muy superior a la del resto de los pacientes.10

Aquí el punto sobresaliente: los investigadores hallaron, para su sorpresa, que lamortalidad fue mayor no sólo en los pacientes anérgicos, sino también en lospacientes con los niveles lipídicos más bajos, incluyendo el colesterol total, elcolesterol LDL y HDL y los triglicéridos.

Este último hallazgo ha sido confirmado por el Dr. Rauchhaus, esta vez encooperación con investigadores de varios hospitales universitarios alemanes ybritánicos. Los investigadores descubrieron que el riesgo de muerte para pacientescon insuficiencia cardíaca crónica estaba fuerte e inversamente asociado alcolesterol total, al colesterol LDL y a los triglicéridos. Los pacientes con niveleselevados de lípidos tuvieron mayor supervivencia que aquellos pacientes conniveles bajos.11,12

Otros investigadores han obtenido resultados similares. El estudio más amplio hasido llevado a cabo por el Profesor Gregg C. Fonorow y su equipo del Servicio deMedicina y Centro de Cardiomiopatía de la UCLA de Los Ángeles.13 El estudio,liderado por la Dra. Tamara Horwich, incluyó a más de mil pacientes coninsuficiencia cardíaca crónica. Al cabo de cinco años, el 62% de los pacientes conun nivel de colesterol por debajo de 129 mg/l había fallecido, mientras que elporcentaje de muertes entre los pacientes con colesterol por encima de 223 mg/lascendía a la mitad.

Cuando aquellos que abogan por la hipótesis del colesterol bajo se enfrentan ahallazgos con desenlaces negativos asociados al colesterol bajo —y hay muchosresultados en ese sentido— generalmente alegan que los pacientes graves suelenestar mal alimentados, por lo tanto se atribuye el colesterol bajo a la malaalimentación. Sin embargo, la mortalidad de los pacientes de este estudio fueindependiente del grado de alimentación, y el colesterol bajo es un factor predictivode mortalidad precoz independientemente de que los pacientes estuvieran bien omal alimentados.

Síndrome de Smith­Lemli­Opitz

Como se discutió en Los mitos del colesterol (ver el vínculo en la página web),existe una gran cantidad de datos que avalan la teoría de que las personas quenacen con muy alto colesterol, es decir aquellos que padecen de hipercolesterolemiafamiliar, están protegidos contra las infecciones. Pero si el colesterol alto desde elnacimiento tiene un efecto protector contra las infecciones, el colesterol bajo deberíade producir el efecto contrario. Sin duda, esta afirmación parecería ser cierta.

Los niños que padecen del síndrome Smith­Lemli­Opitz tienen muy bajo colesterolya que la enzima necesaria para el último paso en la síntesis del colesterol nofunciona adecuadamente. La mayoría de los niños con este síndrome nacenmuertos o mueren poco después de nacer como consecuencia de malformacionesgraves del sistema nervioso central. Los que sobreviven padecen retraso mental,

tienen colesterol extremadamente bajo y padecen infecciones graves confrecuencia. Sin embargo, si se suplementa la dieta con colesterol puro o unacantidad extra de huevos, el colesterol sube y los ataques infecciosos son menosgraves y menos frecuentes.14

Datos de laboratorio

Los estudios de laboratorio son fundamentales para aprender más acerca de losmecanismos por los cuales los lípidos ejercen su función protectora. Uno de losprimeros en estudiar este fenómeno fue el Dr. Sucharit Bhakdi del Instituto deMicorbiología Médica de la Universidad de Giessen (Institut für MedizinscheMikrobiologie, Justus­Liebig­Universität Gießen), Alemania, junto con su equipo decolaboradores de varias instituciones de Alemania y Dinamarca.15

La toxina a del Staphylococcus aureus es la sustancia más tóxica producida por lascepas de las bacterias denominadas staphylococci que son promotoras deenfermedad. Esta toxina es capaz de destruir una gran variedad de célulashumanas, incluyendo los glóbulos rojos. Por ejemplo, si se agregan pequeñascantidades de la toxina a un tubo de ensayo con glóbulos rojos disueltos en soluciónfisiológica al 0,9% la sangre se hemoliza, es decir que las membranas de losglóbulos se rompen y se libera la hemoglobina del interior de las células en elsolvente. El Dr. Bhakdi y su equipo mezclaron a­toxina purificada con suero humano(el fluido en el cual residen los glóbulos rojos) y observó que el 90% del efectohemolificante desapareció. A través de varios métodos complejos pudieronidentificar la sustancia protectora como LDL, el portador del llamado colesterol malo.Del mismo modo, no se produjo hemólisis cuando se mezcló a­toxina con LDLhumano purificado, mientras que el HDL y otros componentes plasmáticos noresultaron efectivos en este sentido.

El Dr. Willy Flegel y sus colaboradores del Departamento de Medicina de laTransfusión de la Universidad de Ulm, y del Instituto de Inmunología y Genética delCentro de Investigación del Cáncer en Heidelberg, Alemania (DRK­Blutspendezentrale und Abteilung für Transfusionsmedizin, Universität Ulm, undDeutsches Krebsforschungszentrum, Heidelberg) estudiaron la endotoxina de otromodo. 16 Como ya se mencionó, uno de los efectos de la endotoxina es que losglóbulos blancos se ven estimulados a producir citoquinas. Los investigadoresalemanes descubrieron que el efecto estimulador de la producción de citoquinasdesaparecía casi por completo si la endotoxina era mezclada con suero humanodurante 24 horas antes de agregar los glóbulos blancos a los tubos de ensayo. Enun estudio posterior, 17 descubrieron que el LDL purificado de pacientes conhipercolesterolemia familiar tenía los mismos efectos inhibitorios que el suero.

Es posible que el LDL no sólo se una e inactive las toxinas peligrosas de lasbacterias, sino también que parece tener una influencia benéfica directa sobre elsistema inmune, lo que posiblemente explique la relación observada entre elcolesterol bajo y varias patologías crónicas. Este ha sido el punto de partida para unestudio llevado a cabo por el Profesor Matthew Muldoon y su equipo de laUniversidad de Pittsburg, Pensilvania. Los investigadores estudiaron hombresjóvenes y de mediana edad sanos y descubrieron que el total de glóbulos blancos yel número de los distintos tipos de glóbulos blancos era significativamente inferior enlos hombres cuyo colesterol LDL estaba por debajo de 160 mg/dl (media 88,3 mg/l)que en los hombres cuyo colesterol LDL estaba por encima de 160 mg/dl (media185,5 mg/l). 18 Los investigadores cautelosamente concluyeron que existíandiferencias entre los sistemas inmunes de los hombres con colesterol bajo y alto,pero aún era prematuro afirmar si estas diferencias tenían alguna importancia para lasalud humana. Ahora, siete años después, y habiendo discutido muchos de losresultados, nos permitimos decir que las propiedades potenciadotas del sistemainmune del colesterol LDL desempeña un papel importante para la salud humana.

Experimentos con animales

Los sistemas inmunes de diversos mamíferos, incluyendo a los seres humanostienen muchas similitudes. Por lo tanto, es interesante ver qué pueden aportar los

experimentos con ratas y ratones. El profesor Kenneth Feingold del Departamentode Medicina de la Univesidad de California, San Francisco, y su equipo, hanpublicado los resultados de esas investigaciones. En una de ellas redujeron elcolesterol LDL de las ratas con la administración de fármacos que impiden al hígadosecretar lipoproteínas o bien que favorecen su desaparición. En ambos modelos, lainyección de endotoxina estuvo seguida de de una mayor mortalidad en las ratascon colesterol bajo en comparación con las ratas normales. La alta mortalidad no sedebió a la administración de drogas, ya que si se inyectaban lipoproteínas a losanimales tratados con fármacos antes de inyectar la endotoxina, la mortalidad sereducía a los índices normales. 19

El Dr. Mihai Netea y su equipo de los Departamentos de Medicina Interna y Nucleardel Hospital Universitario de Nijmegen, Holanda, inyectaron endotoxina purificada enratones con hipercolesterolemia familiar con colesterol LDL cuatro veces máselevado que los índices normales. Todos los ratones normales fallecieron, mientrasque se debió inyectar 8 veces los niveles de endotoxina para matar a los ratonescon hipercolesterolemia familiar. En otro experimento, inyectaron bacterias vivas ydescubrieron que sobrevivió el doble de los ratones con hipercolesterolemia familiaren comparación con los ratones normales.20

Otros lípidos protectores

Como hemos visto hasta ahora, muchos de los papeles del colesterol LDL soncompartidos por el colesterol HDL, lo cual no debería ser sorprendente considerandoque el colesterol HDL elevado está asociado con salud cardiovascular y longevidad.Pero aún hay más.

Los triglicéridos, moléculas formadas por tres ácidos grasos unidas un glicerol, sonindisolubles en agua y por lo tanto son transportadas en sangre dentro de laslipoproteínas, igual que el colesterol. todas las lipoproteínas transportan triglicéridos,pero la mayoría de ellos son transportados por una lipoproteína denominada VLDL(lipoproteína de muy baja densidad) y por quilomicrones, una mezcla de triglicéridosemulsionados que aparecen en grandes cantidades luego de comidas ricas engrasas, y particularmente en la sangre transportada desde los intestinos al hígado.

Por muchos años se ha sabido que la sepsis, una condición mortal causada por laproliferación bacteriana en sangre, está asociada con un alto nivel de triglicéridos.Los graves síntomas de la sepsis se deben a la endotoxina, frecuentementeproducida por las bacterias intestinales. En varios estudios, el Profesor Hobart W.Harris del Laboratorio de Investigación Quirúrgica del Hospital General de SanFrancisco y su equipo descubrieron que las soluciones ricas en triglicéridos peroprácticamente sin colesterol eran capaces de proteger a los animales deexperimentación de los efectos tóxicos de la endotoxina, y concluyeron que el nivelelevado de triglicéridos observado en la sepsis es una respuesta inmune normal a lainfección. 21 Generalmente las bacterias responsables de la sepsis provienen de losintestinos, por lo tanto es una suerte que la sangre que fluye desde los intestinossea rica en triglicéridos.

Excepciones

Hasta ahora, los experimentos con animales han confirmado la hipótesis de que elcolesterol elevado protege contra las infecciones, al menos contra infeccionescausadas por bacterias. En un experimento similar en el que se utilizaroninyecciones de Candida albicans, un hongo común, el Dr. Netea y sus colaboradoresdescubrieron que los ratones con hipercolesterolemia familiar murieron con másfacilidad que los ratones normales.22 Las infecciones graves causadas por elCandida albicans son infrecuentes en los seres humanos; sin embargo, se observanprincipalmente en pacientes tratados con drogas inmunosupresoras, pero estoshallazgos indican que necesitamos continuar investigando en esta área. Sinembargo, los principales hallazgos mencionados precedentemente indican que losefectos protectores de los lípidos en sangre contra las infecciones en los sereshumanos parecen ser mayores que los posibles efectos adversos.

El colesterol como factor de riesgo

La mayoría de los estudios con hombres jóvenes y de mediana edad descubrieronque el colesterol elevado constituye un factor de riesgo para las coronariopatías, loque parece una contradicción con la idea de que el colesterol elevado desempeña unpapel protector. ¿Por qué el colesterol elevado representa un factor de riesgo enhombres jóvenes y de mediana edad? Una probable explicación es que los hombresde esa edad generalmente se encuentran en medio de sus carreras profesionales. Elcolesterol elevado puede, por lo tanto, reflejar un estado de estrés, una causaconocida de colesterol elevado y también un factor de riesgo para las enfermedadescardíacas. Una vez más, el colesterol elevado no es necesariamente una causadirecta sino que puede ser sólo un indicador. El colesterol elevado en hombresjóvenes y de mediana edad podría, por ejemplo, reflejar la necesidad del cuerpo demás colesterol debido a que el colesterol es la materia prima para muchas hormonasde estrés. Los posibles efectos protectores del colesterol elevado podrían sercontrarrestados por la influencia negativa sobre el sistema vascular de una vida conestrés.

Respuesta a la lesión

En 1976 una de las teorías más prometedoras acerca de la causa de laaterosclerosis era la hipótesis de la respuesta a la lesión, presentada por RussellRoss, profesor de patología, y John Glomset, profesor de bioquímica y de medicinaen la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, Seattle.23,24 Ambossugirieron que la aterosclerosis es la consecuencia de un proceso inflamatorio, en elcual el primer paso es una lesión localizada en la fina capa de células que recubrenel interior de las arterías, la íntima. La lesión provoca inflamación y el aumento delas plaquetas es simplemente una lesión de cicatrización.

Esta idea no es original. Ya en 1911, dos patólogos estadounidenses de losLaboratorios de Patología de la Universidad de Pittsburg, Pensilvania, Oskar Klotz yM.F. Manning, habían publicado un resumen de sus estudios sobre las arterias deseres humanos y concluyeron que “existen indicios de que la producción de tejido enla íntima es el resultado de la irritación directa de dicho tejido ante la presencia deinfección o de toxinas o de la estimulación por los productos de una degeneraciónprimaria de esa capa”. 25 Otras investigaciones han presentado teorías similares.26

Los investigadores han propuesto muchas causas potenciales de la lesión vascular,incluyendo la tensión mecánica, la exposición al humo del tabaco, el colesterol HDLelevado, el colesterol oxidado, la homocisteína, las consecuencias metabólicas dela diabetes, la sobrecarga de hierro, la deficiencia de cobre, la deficiencia devitamina A y D, el consumo de ácidos grasos trans, los microorganismos y muchasmás. Con una excepción, existen indicios para avalar el papel de todos estosfactores, aunque aún se desconoce el grado de participación de los mismos. Laexcepción, por supuesto, es el colesterol LDL. Muchas investigaciones nos permitenexcluirlo del listado. Ya sea a través de la observación directa del interior de lasarterias en una autopsia, o de la observación indirecta con rayos x, ecografías ohaces de electrones, no se ha encontrado una asociación que valga la penamencionar entre la cantidad de lípidos en sangre y el grado de aterosclerosis de lasarterias. Además, la suba o la disminución del colesterol, por sí mismo o porintervención médica, no ha sido nunca acompañada por cambios paralelos en lasplacas ateroscleróticas, no existe una respuesta a la dosis. Quienes abogan por unacampaña contra el colesterol con frecuencia sostienen que los ensayos hanencontrado una respuesta a la dosis, pero se refieren a los cálculos entre loscambios promedio de los diferentes estudios con el desenlace de todo el grupo detratamiento. Sin embargo, la verdadera respuesta a la dosis requiere que loscambios individuales de los hipotéticos factores causales estén seguidos porcambios individuales paralelos del desenlace de la enfermedad, y esto nunca haocurrido en los estudios de investigación donde los investigadores han calculado laverdadera respuesta a la dosis.

La discusión detallada de los muchos factores acusados de producir daño alendotelio arterial está más allá del alcance de este trabajo. Sin embargo, el papelprotector de los lípidos en sangre contra las infecciones obviamente requiere unamirada más de cerca al supuesto papel de una de las supuestas causas, los

microorganismos.

¿La aterosclerosis es una enfermedad infecciosa?

Por muchos años los científicos han sospechado que los virus y las bacterias, enparticular el citomegalovirus y la Chlamydia pneumonia (también denominadabacteria TWAR) están involucrados en el desarrollo de la aterosclerosis. Lainvestigación en esta área se ha profundizado en la última década y para enero de2004 se habían publicado al menos 200 revisiones sobre el tema en diversasrevistas médicas. Dada la amplia preocupación sobre el colesterol y otros lípidos,sin embargo no ha generado un gran interés en el público en general, y sólo unospocos médicos saben suficiente acerca del tema. A continuación presentaré algunosde los hallazgos más interesantes.26

La microscopía electrónica, la microscopía por inmunofluorescencia y otras técnicasde avanzada nos han permitido detectar microorganismos y su ADN en las lesionesateroscleróticas en una gran cantidad de pacientes. Las toxinas bacterianas y lascitoquinas, las hormonas secretadas por los glóbulos blancos durante lasinfecciones, se observan con más frecuencia en la sangre de los pacientes conaccidente cerebrovascular y enfermedad coronaria recientes, en particular durante yluego de un evento cardiovascular agudo, y algunos de ellos son fuertes predictoresde enfermedades cardiovasculares. Lo mismo es válido para los anticuerposbacterianos y virales, y una proteína secretada por el hígado durante lasinfecciones, la proteína C reactiva (PCR), es un factor de riesgo mucho mayor parala coronariopatía que el colesterol.

Los datos clínicos también avalan esta teoría. En las semanas precedentes alataque cardiovascular agudo muchos pacientes habían padecido una infecciónbacteriana o viral. Por ejemplo, el Dr. Armin J. del Departmento de Neurología de laUniversidad de Heidelberg y su equipo interrogaron a 166 pacientes con accidentecerebrovascular agudo, 166 pacientes internados por otras causas neurológicas y166 pacientes sanos del mismo sexo y edad acerca de enfermedades infecciosasrecientes. En la primera semana antes del ACV, 37 pacientes del grupo ACV y sólo14 pacientes del grupo control habían padecido una enfermedad infecciosa. En el50% de los pacientes la infección había sido de origen bacteriana y en el restante50% de origen viral. 27

Otros investigadores han realizado observaciones similares en pacientes con infartoagudo de miocardio (ataque cardíaco). Por ejemplo, el Dr. Kimmo J. Mattila delDepartamento de Medicina del Hospital Universitario de Helsinki, Finlandia,descubrió que 11 de 40 pacientes varones con infarto agudo antes de los 50 añoshabían tenido una infección tipo influenza con fiebre dentro de las 36 horas previasal ingreso al hospital, pero sólo 4 de los 41 pacientes con coronariopatía crónica(como angina de pecho recidivante o infarto de miocardio previo) y 4 de los 40pacientes control sin coronariopatía crónica seleccionados al azar entre la poblacióngeneral.28

Se han realizado intentos para prevenir las enfermedades cardiovasculares contratamiento con antibióticos. En cinco estudios se trataron pacientes conenfermedad coronaria con azitromicina o roxitromicina, antibióticos efectivos contrala Chlamydia pneumonia, con resultados exitosos. Se produjeron un total de 104eventos coronarios entre los 412 pacientes no tratados y sólo 61 eventos coronariosentre los 410 pacientes de los grupos de tratamiento.28a­e En un estudio posterior eltratamiento con antibióticos produjo una disminución significativa de la progresión dela aterosclerosis en las arterias carótidas.28f Sin embargo, en otros cuatro estudios,30a­d uno de los cuales incluyó más de 7000 pacientes, 28d el tratamiento conantibióticos no produjo efectos significativos.

El motivo de la inconsistencia en los resultados puede deberse a que el tratamientofue demasiado breve (en uno de los estudios el tratamiento fue de sólo cinco días),además, la Chlamydia pneumonia, TWAR, sólo puede propagarse en célulashumanas y cuando están alojadas en los glóbulos blancos son resistentes a losantibióticos.31 El tratamiento también puede haber sido ineficaz debido a que los

antibióticos utilizados no tienen efectos sobre los virus. En este sentido, esinteresante mencionar un ensayo controlado llevado a cabo por el Dr. EnriqueGurfinkel y su equipo de la Fundación Favaloro en Buenos Aires, Argentina.32 Losinvestigadores vacunaron contra la gripe, una enfermedad viral, al 50% de 301pacientes con enfermedad coronaria. Luego de seis meses, el 8% de los controleshabía fallecido, mientras que la mortalidad de los pacientes vacunados ascendió asólo el 2%. Es importante mencionar que este efecto fue mucho mejor que ellogrado por cualquier ensayo con estatinas, y en un plazo mucho menor.

¿El colesterol elevado protege contra las enfermedades cardiovasculares?

Aparentemente, los microorganismos desempeñan un papel en las enfermedadescardiovasculares. Pueden ser uno de los factores que inician el proceso al lesionarel endotelio arterial. Podría inferirse un papel secundario a partir de la asociaciónentre la enfermedad cardiovascular aguda y la infección. El agente infeccioso podríaalojarse preferentemente en partes de las paredes arteriales previamente dañadaspor otros agentes, e iniciar la coagulación local y la generación de trombos(coágulos) y causar de esta manera la obstrucción del flujo sanguíneo. De ser así, elcolesterol elevado podría ser un factor de protección contra las enfermedadescardiovasculares y no la causa.

En cualquier caso, la idea de la cardio­dieta, con su efecto demonizador delcolesterol, está en conflicto con la idea de que el colesterol elevado protege contralas infecciones. Es imposible que ambas ideas sean correctas. Permítanme resumiralgunos hechos que contradicen la idea de que el colesterol elevado es malo.

Si el colesterol elevado fuera la causa más importante de aterosclerosis, laspersonas con colesterol elevado deberían ser más ateroscleróticas que aquellas concolesterol bajo. Pero como saben a estas alturas, esta afirmación está lejos de serverdadera.

Si el colesterol elevado fuera la causa más importante de aterosclerosis, lareducción del colesterol debería afectar el proceso atersoclerótico en formaproporcional a su disminución.

Pero como saben a estas alturas, esto no ocurre.

Si el colesterol elevado fuera la causa más importante de la enfermedadcardiovascular, debería ser un factor de riesgo en todas las poblaciones, en ambossexos, en todas las edades en todas las categorías de enfermedad y tanto para lasenfermedades cardíacas como para el accidente cerebrovascular. Pero como sabena estas alturas, este no es el caso.

Sólo tengo dos argumentos a favor de la idea de que el colesterol elevado es buenopara los vasos sanguíneos, pero a diferencia de los argumentos en contra, sonsumamente sólidos. El primer argumento se desprende del los ensayos conestatinas. Si el colesterol elevado fuera la causa más importante de lasenfermedades cardiovasculares, el mayor efecto del tratamiento con estatinasdebería de haberse observado en pacientes con el colesterol más alto, y en lospacientes a quienes más les descendió el colesterol. La ausencia de respuesta a ladosis no puede atribuirse al conocimiento de que las estatinas tienen otros efectossobre las estabilización de la placa, ya que esto no hubiera enmascarado el efectoreductor del colesterol teniendo en cuenta la reducción pronunciada que se logró.Por el contrario, si una droga logra reducir eficazmente la concentración de unamolécula que se supone dañina para el sistema cardiovascular, debería deobservarse una respuesta a la dosis pronunciada.

Por otra parte, si el colesterol elevado tiene una función protectora, como sesugiere, la reducción del colesterol contrarrestaría los efectos benéficos de lasestatinas y por lo tanto actuaría contra la respuesta a la dosis, lo que estaría másde acuerdo con los resultados observados en los distintos ensayos.

Ya he mencionado mi segundo argumento, pero no debemos cansarnos de repetirlo:el colesterol elevado está asociado con la longevidad en las personas mayores. Se

trata de un hecho difícil de explicar. Durante el período de la vida en el cual seproducen la mayoría de las enfermedades cardiovasculares y por las cuales fallecenla mayoría de las personas (y la mayoría de nosotros morimos a causa deenfermedades cardiovasculares), el colesterol elevado se observa con mayorfrecuencia en personas con la mortalidad más baja. ¿Cómo es posible que elcolesterol elevado sea dañino para las paredes arteriales y cause enfermedadescoronarias fatales, la causa más común de muerte, si las personas con el colesterolmás elevado viven más tiempo que aquellas con colesterol bajo?

Al público en general y a la comunidad científica les digo: “¡Despertad!”.

Referencias

1. Krumholz HM and others. Lack of association between cholesterol and coronaryheart disease mortality and morbidity and all­cause mortality in persons older than 70years. Journal of the American Medical Association 272, 1335­1340, 1990.

2. Ravnskov U. High cholesterol may protect against infections and atherosclerosis.Quarterly Journal of Medicine 96, 927­934, 2003.

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26. At least 200 reviews about the role of infections in atherosclerosis andcardiovascular disease have been published; here are a few of them: a) GraystonJT, Kuo CC, Campbell LA, Benditt EP. Chlamydia pneumoniae strain TWAR andatherosclerosis. European Heart Journal Suppl K, 66­71, 1993. b) Melnick JL, AdamE, Debakey ME. Cytomegalovirus and atherosclerosis. European Heart JournalSuppl K, 30­38, 1993. c) Nicholson AC, Hajjar DP. Herpesviruses in atherosclerosisand thrombosis. Etiologic agents or ubiquitous bystanders? ArteriosclerosisThrombosis and Vascular Biology 18, 339­348, 1998. d) Ismail A, Khosravi H, OlsonH. The role of infection in atherosclerosis and coronary artery disease. A newtherapeutic target. Heart Disease 1, 233­240, 1999. e) Kuvin JT, Kimmelstiel MD.Infectious causes of atherosclerosis. f.) Kalayoglu MV, Libby P, Byrne GI.Chlamydia pneumonia as an emerging risk factor in cardiovascular disease. Journalof the American Medical Association 288, 2724­2731, 2002.

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28. Mattila KJ. Viral and bacterial infections in patients with acute myocardialinfarction. Journal of Internal Medicine 225, 293­296, 1989.

29. The successful trials: a) Gurfinkel E. Lancet 350, 404­407, 1997. b) Gupta S andothers. Circulation 96, 404­407, 1997. c) Muhlestein JB and others. Circulation 102,1755­1760, 2000. d) Stone AFM and others. Circulation 106, 1219­1223, 2002. e)Wiesli P and others. Circulation 105, 2646­2652, 2002. f) Sander D and others.Circulation 106, 2428­2433, 2002.

30. The unsuccessful trials: a) Anderson JL and others. Circulation 99, 1540­1547,1999. b) Leowattana W and others. Journal of the Medical Association of Thailand 84(Suppl 3), S669­S675, 2001. c) Cercek B and others. Lancet 361, 809­813, 2003. d)

O’Connor CM and others. Journal of the American Medical Association. 290, 1459­1466, 2003.

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Acerca del autor

El Dr. Ravnskov es autor de “Los mitos del colesterol” y presidente de “La redinternacional de los esépticos del colesterol” (The International Network ofCholesterol Skeptics) (thincs.org).

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