Upload
others
View
13
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
28 UNIVERS'IDAD DE MÉXIC€>
Por Fausto VEGA
E TIC "A'NIcOMA~UEA
wart Ollé-Laprune, Leonard,Margeritte y Mansion, aunqueesta lista tenga su contrapartida en Diderot, en Boutroux,en Cuvier, en Lamarck, enDarwin, o en Driesh, según laconformidad del juicio y ladisciplina elegida. "
Arduo problema de filósofos y filólogos ha sido establecer la unidad de los textos, yaque parece que la Etica Nicomaquea es rectificadora de laEudenaia, pues en ésta hallamos la "expresión incomparable de la más ardiente religiosidad, casi inconcebible en elmundo antiguo, no solo por launicidad de Dios -ahí abi.ertamente proclamada- sino poi:el carácter íntimo y filial de larelación afirmada ahí tambiénentre Dios V los hombres"mientras que'en la pubíicació~de Nicómaco, Jaeger encuentra e! despego de Dios y la recurrencia a lo inmanente ~'al
juicio del prudente, que e~ elúnico y último, según la sabiainterpretación del pensadoralemán. El Dr. Gómez Robledo, argiiirá contra esta discrepancia, que le parece aparente:y da como prueba el que loslibros Quinto, Sexto y Séptimo, con excepción de los capitulas once a catorce del últimocitado, hayan sido incluídos enla Eudemia y no como piensaJaeger, que deben ser considerados en la Nicomaquea. Laautoridad de los revisores queadjudicaron incorrectamentelos textos de una ética a otra,Je parece demostración plena(Id acuerdo que existe entreambos libros. Por otra parterecurre a los mismos textos,para mostrar que Jaeg-er, noestuvo muy feliz en la confrontación realizadq, aunqueél mismo conviene que existe"un orteguiano Dios a la vistien la Etica Nicomaqllea", preferido por Jaeg-er en su conferencia Humanismo y Teología,V nos recomienda que leamoslas Eticas "sin más preocupaciones, ... como la ética aristotélica pura y simplemente; ética que es una, aunque elaborada sucesivamente en crecientedemanda de perfección".
N o nos detendremos tanpuntualmente en 10 que siguede la Introducción, que, noobstante de su crecido interés,es la parte escolar y preparadora de la materia pues no espropio de una nota substituirlo que corresponde al esfue"rzodel estudiante. Sólo anotaremos la noción, que el Dr. Gómez Robledo considera, d·esdesu punto de vista, la clave delpensamiento de las Eticas: la(Iel Acto; "esta es para mí laintuición fundamental de Aristóteles, si es verdad, comoqui,ere Bergson, que cada pen~
sador tiene una intuición dela cual emerge toda la florade las proposiciones concreetas" y prosigue entusiasmado
"la filosofía de las cosas humanas", y, solo de ellas, eneste libro, se ha ocupado e! filósofo, sin que tengamos queaguardar ningún fulgimientoheterodoxo contra las ideasprofesadas por sus coterráneos. Platón también culmina""ba en su fi10sofar con la intelección de! Estado y la Justicia, y hasta puede ser, que"Aristóteles, resulte más· platónico de 10 que comúnmentepensamos si nuestro apego a ladicotomía filosófica tradicionalno perturbara el limpio fluirdel pensamiento helénico. Perodejemos esto de lado y continuemos con la Introducción.El Dr. Gómez Robledo desmiente enseguida mis atrevidas afirmaciones: "Porqueuna ética como la aristotélicaserá todo lo helénica que sequiera en muchos de sus as""pectos, y aun si se quiere enla mayor parte de su materialtemático; pero por' lo menosel: su más alta cima, en la perfección humana concebida como contemplación de Dios yafán de inmortalidad, se enfrenta de lleno al temor sobrecogedor del hombre antiguoante los "celos de los Dioses"y a la primada incontrastablede los intereses y la religiónde la ciudad". No pensó deotra manera Platón. aunquesin el mismo aparato lógico enel Fedón y en e! libro Décimode las Leyes, donde desenvuelve lo que ya estaba explícitoen la religión de los pitagQricoso
La deshelellización de Aristóteres por la que propugna elDr. Gómez Robledo, fundadaen "la tradición secular de lahermenéutica 10 obliga a tomar partido y decirnos que nobasta la simple lectura de lostextos, pl1es ellos requieren dela autoridad de los comentadores" . " Porque el texto solono tiene una virtudmág-ica quehaga luego patente todo Sil
sentido, y añade: "es no" másque una invención de últimahora, cartesiana y protestante,la de creer que uno solo,en sucuarto y con su estufa puedeacometerla con todo". Estaafirmación es cierta en parte,pues las autoridades lo son relativamente a la posición quepreviamente se haya aceptado,y hay quien prefiera a Porfirio y a Amonio que a J aegero a Burnet, y serán, uqos uotros, los que sostendrán a cada cual en los puntos de lairreconciliable disputa.
Discrepa el traductor de ques~ considere al filósofo, comolo quiere Jaeger, desclavado desu pensamiento teológico y ensemejanza con la ley de lostres estados. Desea, que e!Aristóteles científico no pierdasu suelo metafísico y con ellola "unidad radical" de su pensamiento. En la demostración,argumenta con Burnet, Ste-
----'--~"..-"~~~-
doctor a asestar un coscorróna los fenomenólogos. Encareceque esta falta ele nervio literario, 110 impide que Aristóteles- sea "El príncipe eterno delos 7.Jerdaderos pensadores", yrecomienela que "sepamos entender los textos en funcióndel magisterio viviente a quedebíal) servir", pues a menudoencontramos insistencia en lospormenores y descuido en lasa firmaciones más importantes,lo quc se explica si, otra vez,y en atención a lo recomendado, reparamos en que un profesor no tiene por qué extenderse"en sus guiones de clase,en aquellos de que está convencido o lo están sus alumnos, y sí, en cambio, "le esmenester trazar con todo pormenor el plan argumentativoen cuestiones secundarias dudosas' o elisputadas". Otra razón, quizá más importante, esla hipótesis de que Aristóteles,por tibieza como diremos nos-ootros, o por no ser "precisamente un temperamento heroico", como afirma el doctor, opor discreción como otros in_osisten, no quiso hacer patentesargumentos que disgust:l.ran asus contemporáneos, sabedorde la suerte de Sócrates y desu suegro Hermias; "el hechoes que ciertas proposic;onessuyas, directamente hostiles alos prejuicios y pasiones de laciudad antigua. son persisten-otemente encubiertos o veladosa lo largo de todo un tratado, yno es sino hasta su conclusióncuando aparecen por fin en toda su dramática y fugitiva claridad". De motu pl'oprio añadimps que esto ocUrre cuanelopreviamente hemos interpretado la obra, pues, por ejemplo,en la Etica Nicomaquea, seguiremos desde la definición delbien hasta la antesala de laPolítica, ya que en ella remata
* "ARlSTÓTELES, Etiea nico/lla.quea.. Bibliotheca Scriptorum GraecorUJl1 et Romanorum Mexicana.Imprenta Universitaria" México,1954. 658 pp,
ASI como la filología noes el fuerte del Dr. Gómez Robledo, el mío nolo es el griego y si co
meto la osadía de esta nota,váleme únicamente, el deseode testimoniar doble agradecimiento, a la Uni\'ersidadprincipalmente aunque por sutradición humanista convengamos en que ha cumplido con sudeber, y, después, al traductor,que, sin la compulsión de aquélla, ha conseguido, sin desconocer antecedentes, satisfacer las"exigencias del ]retor moderno" descontento con las traducciones de Petra Simón Abrit'yla de Patricio Azcárate, con laversión a español bien sOllante, de la Etica Nicomaquea queenriquece la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana. *
Dejemos, por descontado,que los entendidos den fe de lacor-respondencia entre el textogriego y el traducido, para que,más modestos, glosemos la jugosa Introducción que el DI'.Gómez Robledo nos depara.Comienza por advertirnos quelos originales del filósofo noestuvieron destinados a la publicación, sino que fueronapunÚllnientos escolares recogidos y publicados por el hijodel filósofo Nicómaco y porsu discípulo Eudemo y de ahíel noillbre de estas éticas, enlas que consecuentemente falta, "el flumen aureum", de losdiálogos aristotélicos, "queenardeció a Cicerón, y por snconducto a San Agustín",aliento, que en los fragmentosque se cons,ervan es advertibley que, de paso, empujan al
UNIVERsmAb DE-- MÉXICO29
terísticas gramaticales de losdiferentes redactores, a fin defacilitar su lectura. Y si en lossucesos no hay anacronismos,en cambio un mismo temple eleánimo embarga a las plumas deépocas remotas. Tienen similares puntos de vista, actitudesielénticas ante la vida, un criterio igual para juzgar las cosasde su época, así que caUSéln laimpresión ele ser un solo testigo puesto en un punto dd pasado, o más bien en un 'uretérito indefinido, y que los arcaísmos son el ~ugar común. hlfuente retúrica en que se mItren.
La virtud mús des:\ rrollaelade Valle Arizpe es la catalogación de las cosas de la NuevaEspaña, que ejerce con amory espíritu de oroen, Y divierte a los lectores en su rebuscade hechos y sucedidos curiososque en la perspectiva de' tiempo adquieren un carúcter verdaderamente cómico.
El motivo principal de muchas de estas cartas es la des- .cripción de algunos festejospúblicos que tuvieron lugarpara asomhro de propios y extraños. Las cartas comienzanpor una dig-resión en la que seinforma sobre la salud de lafamilia, estado· de fortuna ootl-as nimiedades por el estilo,para luego entrar en materiahistórica. Por ejemplo. el Paseo del Pendón con el que secelebraba la victoria de los conquistadores .españoles en la toma c!e la ('iudad de México, obien alguna fiesta re'igiosa. como el Corpus. Desde luego,que el lujo de detalles es la c;¡racterí stica principaL
En otras, se reviven antiguaspasiones políticas. Así Aele?d~to Leb¡-i ja abunda en ad¡etlvr.s peyor;¡tivos en con tra ,eleFernando vn, lo llama h1"1bon,menguado. ma rrajo y cobarde.y otras muchas cosas fjue constituían el color Joca1 de mlestro ielioma en el siglo XIX, Elcriollo Dil"'-o de Pastrana. srC'ueJ'a ~lel n~1 gobierno de losI • .Virreyes, se burla de la Inqt1l-sición V predice e' triunfo de lacausa c·kl cura Hidalgo Lis;¡nciro Ba1aro:o simnlemente sedivnte con las pragmáticas delvirrey Berenguer de Marquina. puritano que aplica todo elriaor de la lev ;¡ fjuienes bailan
" ." b'lel "jarabe gatuno, al e 1)()-
pujar fjue comparado con nuestros bailes modernos resultainaenuo; pero que al Virrev lepa~-ecic') muv inmoral y c,di ficc'lsus 1llovimientos de: "impúdicos, agitaciones provocativas,al son de una musifjuilla Qulliciosa, a cuyo ritmo acelerado seacomodaban aquellos meneoslúbricos v mi! sacudimientosde homb~os v caderas. :1sí como los grotescos ademanes,acompañados de mil ~csticu
laciones chistosas ..." A lostr;:¡nsrrresores S" l('s conn('!l;;¡ha
c. V, G.
t,\1-, aunque sólo sea en su fuero interno, la fatalidad queabate la vida apasionada deloficial Redín, ni de aplatidir laentereza del mayor Máximo,personaje que merece ser elprotagonista, ya no de un ·cuento, sino de una ¡lOvela.
Por 10 general, en estoscuentos campea la miseri:l, quecon mucha frecuencia se complica con la embriaguez v quecasi siempre se resuelve enuna o más muertes, como sucede con más regularidad quela debida en este tipo dlé producción de la literatura hispanoamericana. ¿ Será que estamos todavía tan dentro deuna etapa de violencias (lUe elcuento y la novela no puedenlibrarse de ella? ¿ Acaso nuestras miserias se agotan ~ólo el1la muerte? ¿ O es que todasnuestras demás tragedias nosson perfectamente naturales?¿ Qué es lo que nos hace desembocar en la muerte corno solución única y final?
El lector purista, no obstélnte los méritos ele la obra ponará reparos a algunas expresiones que el autor, en su él fÚI1de acercarse 10 más posible auna realidad vívida y trascendente, pone en boca de sus personajes. Aparecen, por ejemplo, en "El ardiente ,'erano",términos y aun construccionesque habráíl de condenarse. Pero es que el autor los creenecesarios a fin de ofrecer entodos sus matices ese ambientehíbrido en que viven los compatriotas arraigados de aquellado de la frontera y que, siendo mexicanos por la sangre,aspiran a disfrutar de un status norteamericano y han creéldo una categoria étnica especial de la que se enorgullecen,y que sólo abandonarían antela inminencia ele una catástrofe. Tal vez no conocen el apotegma de Martí: "Hagél1ll0Snuestro vino, y si sale agrio,es nuestro vino ..."
ARTEMIO DE VALLE ARlZPE, Papeles amarillentos. Tradiciones,leyendas y sucedidos del México virreynal. Editorial Patria,S. A. México, 1954, 248 pp.
Se trata de una serie de car'·tas apócrifas que creó la fantasía de Valle Arizpe apoyadaen su afecto por las tradicio;nes, leyendas y docu!llen\:o~
históricos elel México ':i rreinaJ.Los corresponsales surgen dediversas épocas. La primeraepístola es la de un fraile franciscano que escribe a su familia en tiempos de la fundaciónele la ciudad de México. la últirna la redacta un tal Adeodato Lebríja, quien se queja eleFernando VII. Pero el autornrl volull1cn i~ual;¡ las c;¡r;¡c-
t?~-ias de igllominia y explotaClOl? En ellos se destaca, porencnna de todo, el carácter firme, austero, de enterezamasculina, pero también feudalista y cme!, de dos hacendados poderosos. En verdadsu tamaño se acerca mucho alas dimensiones de los personajes centrales, por el trazofil-me y sostenido con que están dibujados y que les hacepredominar en cierto sentidosobre todos los demás. "Cuarto año", "Las carretelas", "Elcaimán", "El héroe de Peñuelas". "T~ponaxtle" y "Leñaverde" tienen por eséenario aAguascalientes y a otras poblaciones pequeñas del centro clelpaís; todos tienen algo que vercon algún episodio ele la lucha,
. ron la Cónvcnción revolucionaria o con la rebelión llamadade los cristeros,' es decir, todos ellos están dentro de la órbifa de la Revolución. En cambio, se sitúan en época posterior y podrían denominarse urbanos "Estrellas de noviembre", "Pasos a mi espalda" y"Viernes Santo en IxtapaJélpa" ; "El ar"diente verano" tiene su inspiración en la aventura de los· mexicanos desarraigados ele su país que se instalan en Estados Unidos deN orteamérica y es, Junto conalgún otro, el único que presenta un deserilace feliz.
El mérito mayor del libroreside en la estructuración dela's narraciones. El autO!- domina la técnica del reJato y tiene Un sentido.muy justo ele lasproporciones. Nunca queda laacción en el aire, ni oeja depesar esa conexión interna quepresta unidao a cada obra yque tan difícil es de a1canzal-,porque implicél e! donlinio cabal ele los personajes y su ubicación exacta en la trama asícomo la intensidad y duraciónele los episodios. En este sentido el control de la pluma escompleto, y ]0 niismo sucedeen la conc1usión que en. cadacaso se siente en su lugar y queresuelve, cuando el desarrollodel cuento 10 exige así, las complicaciones que han ido surgiendo al correr de la trama.. Entre los personajes hay ele
todo: ha<;endados de porte ycomportamiento señoriales,campesinos subyugados a unamo, o levantados en armas ouesufren el rigor del bautismo"defuego; maestros de escuela;alumnos a punto de salvar labarrera definitiva que separaa la niñez de la adolescencia,Soldados de fortuna, bandoleros, hombres de empresa, fonderas y quincalleros, etc., 10que en cada caso presta variedad a las escenas aunque coincidan a veces los escenarios v,también, la dimensión espi~itual propia de cada personajeque· siempre· es determinante.Nadie puec1e oe,iar <le bm""-
MAURICro MAGDALENO, El ardiente Verano.. Letras Mexicanas, 17. Fondo de CulturaEconómica. México, 1954.238 pp.
Integran este volumen trececuentos, el primero 'de los cuales cla su nombre al libro. Elnombre del autor está ya consagrado como novelista y cuentista, pues desde hace cosa deveinte años viene cultivando elrelato, con éxito parejo en susdistintas manifestaciones.
Los temas que el autor prefiere son los que están conectados con la Revolució.n mexicana, que tan copiosa bibliografía ha acumulado. Y comopara mostrar que el venero tiene aún mucho de utilizable, enocho de los cuentos agrupadosen este libro, Magdalena utiliza asuntos que giran alrededordel fenómeno revolucionario."Las víboras" y "Palo ensebado" se desarrollan en los tiempos inmediatamente anterioresa la lucha armada, en ese campo tranquilO pero explotado, enque se escribieron tan!as his-
que ésta intuición es "a la parontológica y axiológica" y que" ... Contrastado con la potencia pasiva, el acto es 10 mejor,y tanto más cuanto menos tenga de aquella, de ~uerte que enel Acto Puro ser y valor seidentifican, arribos en su másalto momento". Quizá si nosotros tuviéramos que hacer laelección a que se ha obligadoel Dr. GÓmez· Robledo, esco¡{el'íamos la intuición dialécticade la que es corolario el Acto.PtL1~0.
No podía faltar en una traducción Aristotélica efectuadapor pem:ador católico. la consiguient:' ' acometida contraKant, que ha hecho " ... tragara los filósofos cosas enormesque jamás ha.brían engullidode habérnoslas dado' otro queun filósofo alelilán". Y estasenormidades son la confusión,s-egún nuestro comentado "entre el eudemonismo de Aristóteles y el hedonismo de Aristipo", y la de ser una "sombría y grandiosa ética del Deber", propia: de)a sociedadburguesa corrompida que no"ha conocido· otras vivenciasque la del placer sensual llevad;Q ,hasta la e.xasperación o ]adél "eber sin límites al servicio4~ \li\a comunidad que le rec1aJ1,)~,tºdo sin molestarse en per,w3dir a la inteligencia". Es}#M1:esaria la apelación que~11t hizo de la libertacl y de'la necesidacl de Dios. que seguramente, el Dr. Gómez Roh1edo ha CIuerido olvidar.
Volvemos a nuestro principio para reiterar nuestro agradecimiento por esta traducciónlimpia y legible, sin que olvidemos que si los h01nbres son·amiqos, está de 1nás la justiClG-.