Trotsky en México

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    Olivia Gall

    Trotsky en Mexicoy la vida politica en elperiodo de Cardenas, 1937-1940

    Colecci6nProblemas de Mexicoediciones Era

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    Colecci6n coordinadapor Ruben Jimenez Ricardez

    Agradecimientos, 10INTRODUCCI6N, 11

    .'" ! c -

    I.Un visado en eI planeta para Leon Trotsky, 19PRIMERA PARTE: lA BIENVENIDA, 17

    SEGUNDA PARTE: LOS PROTAGONISTAS, 43II. Los camaradas, 45III.Los amigos, 74

    TERCERA PARTE: BATALU\ POLiTICA ENMEXICO, 89IV. Trotsky yel contra-proceso, 91V. La guerra de Stalin, 108VI. La contraofensiva de Trotsky, 169VII.La derecha y Trotsky, 183VIII.La LCI YTrotsky, 191IX. La ruptura con Rivera, 205

    CUARTAPARTE: EL PENSADORASESINADO,221Primera edici6n: 1991ISBN: 968-4U.S35-8DRCI991, Ediciones Era, SA de C.V.Avena 102, 09810 Mexico, D. F.Impreso y hecho en M~xicoPrinted and tnade in Mexico

    X. Trotsky analiza a Mexico, 223XI. Francisco Zamora, intelectual mexicanosimpatizante de Trotsky, 250XII.Dos versiones estalinistas del cardenismo, 262Una situaci6n peligrosa, 288. El acoso, 303. Preguntas en torno a un asesinato, 321

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    Conclusiones, 344Notas, 351Abreviaturas, 399Entrevistas, 402Archivos consultados, 404Cronologia, 405 A Van,

    que nos dej6 sin su ancha sonrisa

    AIPepe, mi hombreAIAndres, mi hombrccito

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    Agradecimientos

    Este trabajo no hub!era sido. posible sin la participaci6n de un conjun-to de personas a quienes qurero extender un caluroso agradecimiento.George Novack, Charles Curtiss, Octavio Fernandez Felix Ibarra

    L~ciano ,Galicia, Adolfo Zamora, Vlady Kibalchich, Es~ban VOlkow'~lguel ~gel V~lasco, Boris Rosen, Jose Mufioz Cota, Arrninda Ya~nez, dona Carolina ~cudero, viuda de Mugica, Laurette Sejourne Ylos hoy ya desaparecldos Jean van Heijenoort, Nicolas Molina Ma-nuel Rodri~~z, Francisco Zendejas y don Francisco Zamora, ~r ha-berme permmdo penerrar en sus vidas, sus recuerdos y sus documen-tos.~ Javier Wimer, por su generosa y puntual colaboraci6n. A Luis

    Prieto y Juan Ortiz Escamilla por haberme guiado en ellaberinto queera en 1983 el Archivo Mugica. A Dolores Acosta, Gloria Galvez, Ma-rfa Teresa. Garda, Ana Margules, Dagoberto Vargas y M6nica Zaratepor ~u .vahosa ayuda en la investigaci6n documental y hemerogra fica.A Cristina ~aro por el trabajo mecanografico. A Josep Maria Olive-ras y a Te.ul Moyr~n por la reproducci6n fotografica de documentos.A J~rge Vdlegas IVIChpor la sistematizaci6n de la bibliografia, a Jac-quelll~e Andre ~r la colaboraci6n en la traducci6n del frances.Q';llero tambien agradecer muy particularmente a Cedric Belfrage,

    Damien !?urand, Octavio. Fernandez, Alejandro Galvez Cancino, RuthGall, D~~lJela Grollova, Ricard? Pere~ ~ontfort" ~nrique Semo y Jeanvan HelJ~nOort sus co~e~tanos, opnuones, cnucas y sugerencias. AAdol~o Gilly Y su Seminario sobre la Revoluci6n Mexicana su intro-du~cl6n a una nueva comprensi6n de la compleja vida politica de estepalS.Finalmente y ~ manera. muy especial, a Pierre Broue, quien ali-

    men~ es~ trab3.l0 con sus inagotables conocimientos y materiales, suexpenencia, su rigor metodol6giCo, sus crfticas y consejos, su tiempoy su amistad.

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    Introducci6n

    Abordar un terna como eI de Trotsky en Mexico implica participar enel esfuerzo que la historiografia polltica mexicana ha desarrollado,fundamental mente a 10 largo de los ultimos veinte afios, por hurgar afondo en la tematica de los diversos "socialismos mexicanos".Desde el punto de vista del analisis hi~t6rico:politico, este ~ema n?

    ba sido abordado hasta ahora con la debida senedad. Lo escnto se li-mita casi exclusivamente al asesinato 0 es el fruto de la visi6n de dosadversarios politicos mexicanos de Trotsky: el Parti~o Comunista Me-xicano y Vicente Lombardo Toledano 0 los Iornbardistas.Desde el punto de vista biografico, por otra parte, en el momenta

    de echar a andar esta investigaci6n no existfa sino un importante tra-bajo, El profeta desterrado de Isaac Deuts~her -el tercer ~omo de sulIluy difundida trilogia, que cubre esta ultima etapa d~ la Vida del bo~-chevique ruso- que no propone sino un relato, magistralmente es~n-to es cierto, pero que toea todo y nada y que por 10 tanto no anahzala relaci6n entre Trotsky y el Mexico cardenista. ..No tuve que partir sin embargo de cero: tanto la historiografiamexicana como la del movimiento comunista internacional ya habfanabierto algunas puertas importantes, En cuanto a la historiogra~a dela Oposici6n de Izquierda y del movimiento por la IV I~ternaClon~I,tuve, gracias al doctor Pierre Broue -autor de Trotsky, pnmer trabajobiografico realmente serio y muy recientemente publicado (Fayar~,Paris, 1989)-- el privilegio de tener acceso al conjunto de su trab~Joy del de su equipo del Institut Leon Trotsky. Sus O e u ; t " ! " e s , sus C a h ! e r : sUon Trotsky y su Assassinat de Trotsky -nada de .esto e_dltado .en M~Xl-co- pusieron a mi alcance los resultados de tremta anos de mvesnga-ci6n. En cuanto a la historiografla mexicana, creo que basta con men-cionar en desorden a algunos -y estar consciente de que en estebreve listado uno deja injustamente de lado a muchos- de los auto-res especializados en esta tematica (como Pablo Gonzalez Casanova,Gast6n Garda Cantu, Arnaldo Cordova, Adolfo Gilly, Arnoldo Ma~-nez Verdugo, Raquel Tibol, Samuel Leon, Ign~cio Marvan, OCtavI?Rodriguez Araujo, Manuel Marquez Fuentes, Alejandro Galvez Canc~-no, Barry Carr, Enrique Krauze, Josefina Baena, FranciSCO.J?Se P~ob,Enrique Montalvo, Romana Falcon, Heather Fowler Salamini, Daniela

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    Grolleva, Franc~s B. ~hassen de Lopez, Jorge Basurto, ..ytur? Anguia-no, Paco Ignacio Taibo II, Guadalupe Pacheco, Rogeho Vizcaino, 0incluso Jose Revueltas) para poder apreciar la riqueza de esfuerzo yde informaci6n con la que ha contado el trabajo que aqui se presenta.Fue asimismo un privilegio el tener acceso a algunas fuentes y co-

    lecciones de archives nunca antes estudiadas bajo el angulo del ternaaqul tratado. Inicie asl la investigaci6n en la Houghton Library de laUniversidad de Harvard, donde sc encuentran los T ro ts ky 's P a pe r s y,sobre todo, la Hamada "parte cerrada" que, expresando la voluntaddel propio Trotsky, no fue "abierta" sino hasta principios de 1980. Enesta rnisma instituci6n pude consultar tambien la Co le cc io n -s au li te d eOctavio Fernandez, el entonces secreta rio de la agrupaci6n trotskistamexicana. AI darme acceso al manuscrito de la correspondencia inter-cambiada entre Trotsky y su hijo Le6n Sedov entre 1931 y 1938, Pie-rre Broue me permiti6 explorar algunos de los aspectos mas intere-santes del tesoro documental e historico constituido por los Sedoo'sPapers , ubicados en la Hoover Foundation, en Stanford, California, yapenas descubiertos a principios de 1984. Tuve tambien la suerte deconocer personalmente y de entrevistar al senor Charles Curtiss,quien fuera, en tiempos de Trotsky en Mexico, el representante de laIV Internacional en este pais. Curtiss me brind6 generosamente unacopia de sus archivos -a los que en este trabajo llarnare ArchivesCurtiss y que hoy en dia ya se encuentran en la Hoover Foundation,en Stanford, California-, hasta ahora ineditos, a excepci6n de la co-r~espondencia de Trotsky en ellos contenida, publicada por la edito-rial Pathfinder Press de Nueva York en los Writ ings, las obras comple-tas de Trotsky. Finalmente, las colecciones de prensa del Musco Le6nTrotsky y la documentacion personal de Nicolas Molina y de FelixIbarra, militantes trotskistas mexicanos de los aiios treinta y cuarenta,me fueron igualmente de gran valor.Debo afiadir que tuve acceso tarnbien a los acervos de varias insti-

    tuciones oficiales y de varias colecciones privadas, 1 0 cual me permitioconsultar el Expediente Leon Trotsky de la Biblioteca de la Secretarla deRelaciones Exteriores; el Expediente Leon Trotsky del Fondo LazaroCardenas del Rio, situado en la Secci6n Presidentes del Archivo Gene-ral de la Naci6n; el E xp e di en ts L e on Trotsky de recortes de prensa en laBiblioteca Lerdo de Tejada de laoSecretaria de Hacienda y CreditoPublico; el Archivo del general Francisco J . Mugica, propiedad de do-iia. Carolina Escudero viuda de M(tjica y que hoy seencuentra en Ji-quilpan, Michoacan, en el Centro de Estudios de la Revoluci6n Mexi-cana Lazaro Cardenas, A C.; el material hemerografico, documentaly bibliografico de _l a Biblioteca Vicente Lombardo Toledano; el del12

    i"l.....-s-nde Estudios del Movimiento Obrero y Socialista, pertenedenteentonces llamado Partido Socialista Unificado de MeXICO(PSUM); ella Hemeroteca y Biblioteca Nacional; el de la Hemeroteca d.el Ar-

    cbivo General de la Nad6n y el de la Biblioteca Daniel

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    punto con~ribuy6 Trotsky ~e mane~ consciente a jugar este papel'revelador , tanto con sus mtervenciones puntuales destinadas a de-fend~rse de innumerables acusaciones y calumnias, como con la ex-presion "privada" y/ o "relativamente publica" de sus puntos de vistaacerca de los grandes problemas politicos nacionales.P~ro tam~ien habfa que cuestionarse acerca del grado en que susescntos manifiestan una comprensi6n de Mexico y, por consiguiente,ac~rca de s~ posible. importancia tanto dentro del cuerpo del pensa-miento politico mexicano que se reclama del marxismo como dentrodel cuerpo del pensamiento politico mexicano en general.Una vez estableci~ estas tres interrogaciones, la investigaci6n em-pew a tomar su proplo curso: ~C6mo se conform6 la historia de lavida politica. del cardenismo? ~Por que Ie acord6 el gobierno de Car-denas el asilo a Trotsky? ~Que relaciones mantuvo dicho gobiernocon el durante su estancia en Mexico? ~En que condiciones materialesse desarro1l6 dicha estancia?, es decir, ~que tanta libertad tuvoTrotsky para familiarizarse con el pais? ~Quienes fueron sus camara-~as, sus am~gos, sus.simpatizantes y sus conocidos? ~Quien 10 introdu-JOy Ie exphc6 la historia, la geografia, la politica, la cultura, las len-guas, los lenguajes, .los simbolos y los c6digos de este pais? ~Quienesfueron sus.adversan~s y por que? ~C6mo se desarro1l6 la oposici6n asu presencia en MeXICOpor parte de estos Ultimos?~C6mo respondi6Trotsky ante ella? ~En qu~ consiste su analisis de la vida politica delcardemsmo.y en que cons~te el de las otras corrientes politicas mexi-canas --amlgos 0adversanos- que se autonombraban marxistas enel Mexico de los treintas?.Dividido en cuatro ~rtes, este trabajo aborda el estudio del recibi-ml~~to de q~e fue objeto Trotsky por parte de los distintos sectorespoliticos mexicanos; el de los protagonistas centrales de su estancia; elde la guerra p?~itica en q~e dicha estancia se transform6 y, finalmen-te, el ~el analisis construido por las corrientes marxistas del periodocardenista acerca de algunos de los problemas politicos mas importan-tes del Mexico de la epoca.Hasta donde mi percepcion y mi involucramiento personal con este

    trabajo me permiten ver, su segunda parte, aquella que se ocupa delos "protagonistas", podria ser objeto de por 10 menos una critica a laque me quisiera adelantar: esta tiene que ver con el gran contrasteque aparece entre la atenci6n dedicada a la historia del PCM y deLo~bardo dura.nte .el periodo anterior a la llegada de Trotsky y ladedicada a la historia de las derechas mexicanas durante este mismoJ>C:riodo.Desde mi punto de vista, la historiografia mexicana esta aunlejos de agotar el estudio y el analisis critico tanto de las izquierdas14

    de las derechas mexicanas del periodo 1910-1940. Abordar a,';...... _...11" dicho estudio en este trabajo era sin embargo imposible. Habiaque abordarlo, pero unicamente en la medida de la importancia delpapel jugado por cada uno de sus elementos constitutivos con respec-to a Trotsky. Lo que esta segunda parte refleja es por 10 tanto 10 in-significante que resulta la oposici6n de las diversas agrupaciones de laderecha a la presencia de Trotsky en Mexico, frente a la verdaderaguerra a muerte que organizaron contra e l el PCM Y Lombardo Tole-dano.Confrontadas a los resultados de la investigaci6n, las interrogantesarriba planteadas permiten establecer, como primera hip6tesis centralde este tra~ajo, que la presencia de Trotsky en Mexico entre 1937 y1940 consntuye un revelador de la vida politica del cardenismo. Y co-mo su segunda hip6tesis central, que las ideas de Trotsky acerca deMexico conformaban, dentro de la extrema pobreza, miopia y dogma-tismo del pensamiento marxista mexicano del sexenio cardenista, unatercera interpretaci6n y una tercera opci6n marxista. Por la "clandes-tinidad" en la que se desarro1l6, esta interpretaci6n y esta opci6n per-manecieron casi totalmente desconocidas en la epoca y no cuajaronen ese entonces en una alternativa politico-organizativa que las con-frontara con la realidad.

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    PRIMERA PARTEIA BIENVENIDA

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    Un visado en el planeta para Le6n Trotsky

    Sumida en las premisas de la pesadil la que estaba a punto de vivir, laEuropa de 1936 que lela los peri6dicos y se interesaba por la polmca,esa Europa que. fuese cual fuese su color. a6n no olvidaba la revolu-d6n rosa y su radiacion, se enteraba sorprendida en el mes de di-ciembre de que el viejo dirigente revolucionario Le6n Trotsky.expulsado del reus en 1927. de la Uni6n Sovieticabacia Turquia en1929 y exiliado finalmente en Francia y Noruega. acababa de recibirJa autorizaci6n del presidente de Mexico -un total desconocido parael mundo- para refugiarse en su pais.La situaci6n de Trotsky se habia vuelto muy precaria a partir delde agosto de 1936. Agostodel 36 fue el mes del primero de losc6lebres y aterradores procesos de Moscu, cuyos principales acusados.......ejecutadosen el acto- fueron Zinoviev,' Kamenev2 y Smirnov,"Agostodel 36 fue el mes durante el cual el gobiemo socialdem6cratanoruego. interesado en establecer acuerdos comerciales con la URSS.acept6 proceder a ejecutar una de las condiciones que esta Ie pedia acambio: decretar el arresto domiciliario de Trotsky y de su esposaNatalia. prohibiendole por primera vez en su vida comunicarse con el:rato del mundo, ya fuese por via postal. periodfstica u otra. Agostodel 36 marc6 por consiguiente el nacimiento de Ia angustia de lostrotskistas -pocos pero activos en algunos pafses de Europa. hia yAmerica- frente a la respuesta negativa y unanime de los gobiernosante los que se babia acudido para solicitar el asilo para Trotsky. El"NO" fue internacional, absolute, definitivo. De ahi Ia famosa f6rmulaAndre Breton: "EI mundo es un planeta sin visa para Le6n"".~-~.ky".EI mundo, en efecto, fue un planeta sin visa para Trotsky y Nata-durante seis largos meses m a s . seis meses cargados de aconteci-

    ",K;UU.I:I mundiales importantes: consolidaci6n en el poder del fascis-aleman e Italiano, crisis del Frente Popular Frances, coysecuenciasaac:io.nalles internacionales de la sublevaci6n del 19 de julio de losespanoles, movimiento liberador y pacifista de Gandhi en lay finalmente, estallido de la crisis de Ia burocracia sovietica,mas dramatica cuanto que se presentaba bajo la forma de unsiniestro espectaculo inquisidor puesto en escena por Stalin. el simbo-19

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    10 heredero del bolchevismo sobre quien se concentraba gran partede la esperanza del mundo.Acerca de todos estos acontecimientos, Trotsky, un hombre cuyapersonalidad como escritor era tan importante como la del revolucio-nario, no podia dirigirle al mundo una sola palabra. Esto sin contarcon que la amenaza de extradici6n, que hubiese significado unamuerte segura, no era de ninguna manera una posibilidad tan lejana:el hecho de que Stalin no se hubiese decidido todavia a solicitarla sedebla iinicamente a su temor del juicio de un tribunal internacional.Fue entonces cuando, bajo la mirada incredula del "mundo civiliza-do", el "lejano",el "salvaje",el "ex6tico"Mexico,intervinodesmintiendola f6rmulade Breton.AIdedarar oficialmenteel 7 de diciembresu deci-si6n de acoger a Trotsky, Lazaro Cardenas imprimia un giro de 180grados a los planes que Stalinle tenia reservadosa su adversariocomu-nista: el 10de diciembre,fechaen que Trotsky abord6el buque cisternanoruego RuJ.h con destino al Golfode Mexico,Stalin tuvo que empezara delinear una nueva tactica para combatirlo.Si por esos dias Lev Davidovichno sabia nada de la tierra de Car-denas, menos sabian de ella los trotskistas europeos 0 americanos.Jean van Heijenoort, el estudiante de 'maternaticas frances que desde1932 se habia convertido en el principal secretario de Trotsky, conta-ba c6mo, encontrandose en esos dias en Paris, se dirigi6 inmediata-mente a la Biblioteca Sainte Genevieve para documentarse un pocosobre este pais latinoamericano al que deberia dirigirse muy pronto yen el que viviria hasta 1939.4A bordo del Ruth, atormentado por la idea de un atentado, porejemplo de un naufragio "accidental", Trotsky escribia el 28 de di-ciembre:Lugar de desembarco aun no precisado [...] Estoy leyendo avida-mente algunos textos sobre Mexico.Nuestro planeta es tan peque-no, y sin embargo sabemos tan pocode el. Me he pasado asi estosprimeros ocho dias, trabajando intensamente y especulando sobreeste misteriosoMexico."Cual no serfa entonces su sorpresa y la de su esposaNatalia, cuan-do, habiendo pisado apenas el suelo de este "misterioso Mexico", al-canzaron aver estacionado en el puerto de Tampico -en el que de-sembarcaron el 9 de enero de 1937- y listo para conducirlos a laciudadde Mexico,el mas elocuente embajador de la actitud que guar-darla desde ese momenta hacia ellos el gobierno de Cardenas: "ElHidalgo", el tren presidencial.

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    Trotsky y Natalia ternan bastante experiencia politica y humana(!omopara comprender que este mensajero representaba un cambiorualitativo en el ambiente que los habia rodeado en todas partes des-de la muerte de Lenin. Sin embargo, esta misma experiencia los llev6a'imaginar tambien desde el primer momento que, sin ninguna duda,ademas de la posici6n oficial del Presidente de la Republica existianen Mexicootras tendencias politicasque les serian hostiles.No tendrian que esperar muchoen efectopara saber c6mo estabandivididos los campos con respecto a ellos... Pero en ese momento, ro-deados por los muy cordiales representantes del gobierno mexicano,par sus dos amigos trotskistas estadounidenses, Max Schachtman" yGeorge Novack,' atraldos por la extrafia belleza de Frida Kahlo -quehabia acudido en representaci6n de Diego Rivera," de quien Trotskydiria pronto "es a el mas que a nadie a quien le debemos nuestra li-beraci6n del cautiverio de Noruega"-, los Trotsky penetraron en elcalor tropical de la costa atlantica mexicana.A las diez de la noche, el cortejo abord6 "El Hidalgo" con destinoa 1",ciudadde Mexico.Los Trotsky no sabian que esta ciudad que lesdaria albergue durante tres afios y medio seria tambien el lugar delencuentro con la muerte. En efecto, Le6n Trotsky ya no volveria acruzar el Atlantico ni ninguna frontera: morirla asesinado por ordende Stalin el 21 de agosto de 1940, un poco mas de mil dias despuesde su llegada, el 11 de enero, a la CasaAzulde sus anfitriones Friday Diego, sobre la que Natalia escribiria: "Estabamos en otro planetaen casa de los Rivera"."Es bien sabidoque Trotsky muri6 en Mexicoa consecuenciade ungolpe de piolet en el craneo; pero seria ingenuo creer que Lev Davi-dovich haya vivido en este pais unicamente para dejarse asesinar. Deninguna manera; Trotsky vivi6, conoci6, reflexion6, convers6, inter-cambi6 puntos de vista y escribioacerca de este pais cuyavida politi-ca resultaba y resulta tan compleja, tanto para los nacionales comolos extranjeros. Un poco mas de un afio despues de su llegada,empezaria en efecto a producir una serie de escritos que in-

    . 'rPTU:>ri:> interpretar la realidad politicamexicana de la epoca. De es-por el contrario, se sabe muy poco.Una vez instalados en la CasaAzul, la pareja escuch6 de boca dey Octavio Fernandez'? el relato de c6mo se habia obtenido suel 21 de noviembre de 1936, ante el nuevo rechazo!' del go-de Roosevelt a la solicitud de asilo en EstadosUnidos para elruso hecha por el AmericanCommittee for the Defen-of Leon Trotsky (ACDLT), Anita Brenner.P ejecutando las instruc-del Secretariado Internacional de Ia Cuarta Internacional." le

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    habfa enviado un telegrama urgente a Diego Rivera en el que Ie pe-dfa, como "asunto de vida 0muerte", que contestara de inmediato siel gobierno mexicano aceptarla que "EI Viejo Barbitas" fuera a curar-se en su pais. 14Sin perder un segundo, Diego discuti6 el asunto con el Bur6 Politi-

    co de la Liga Comunista Internacionalista (LCI) -el grupo trotskistamexicano--, que decidi6 "enviar a una delegaci6n formada por DiegoRivera y Octavio Fernandez a entrevistarse con el presidente Carde-nas [. ..] Nadie, excepto los miembros del Bum Politico, debia conocerni la misi6n de esta delegaci6n ni su existencia [...] Se iba a jugaruna carta decisiva contra Stalin".15

    La LCI habfa decidido plantearle el problema al presidente de laRepublica por medio del general Francisco Mugica, secretario de Co-municaciones y Obras Ptiblicas; un hombre cuya trayectoria politicaera honesta, radical, "jacobina", que coincidfa poco tanto con el parti-do comunista como con Vicente Lombardo Toledano y que, de acuer-do al testimonio de Octavio Fernandez y de Manuel Rodriguez, 16siendo secretario de Economfa en 1935, Ie habla proporcionado algrupo trotskista los medios financieros para la edici6n de uno de susperi6dicos: Octubre.17Mugica recibi6 a los dos delegados trotskistas el mismo 21 de no-

    viembre en la tarde. Como respuesta redact6, sin dudarlo ni un se-gundo, una carta dirigida al general Cardenas:Senor Presidente,Tengo el honor de presentarle al gran pintor Diego Rivera quienes, ademas, un amigo y un correligionario.[...] Ie conciernen asuntos muy interesantes, con los cuales esta per-sonalmente ligado y que expondra ante usted con la esperanza,que tambien es la mia, de que encontrara en su generosidad un re-cibimiento sincero.PCon esta carta en la mano, los dos delegados emprendieron un po-

    co antes de la media noche el viaje de dos dias en coche hacia To-rre6n, donde se encontraba Cardenas, supervisando el reparto de tie-rras en la regi6n lagunera."No obtener una respuesta rapida a la petici6n que ibamos a for-

    mular --escribia m a s tarde Octavio Fernandez- hubiese significadoposiblemente la perdida irreparable de Trotsky." Rivera y su compa-nero habfan decidido -anaden los Cahiers lion Trotslty- que el pintorentrarfa primero a ver a Cardenas, cosa que hizo. Luego volvi6 Rive-ra diciendo que la petici6n ya Ie habla sido entregada al presidente,22

    pero que para darle respuesta este solicitaba la presencia del repre-sentante de la secci6n mexicana. Desde que fueron introducidos en eldespacho presidencial, sin preambulo y lac6nicamente el jefe del eje-cutivo les dijo mas 0 menos 10 siguiente:EI senor Trotsky puede venir a Mexico. El gobierno que repre-sento Ie acordara el asiIo en su caracter de refugiado politico [ ...]en razon de las circunstancias que, como ustedes me 10 aseguran,ponen su vida en peligro. Se Ie br!ndar~n todas l~ garantfas l!ece-sarias [... ] no estara preso [... ] MI gobierno actua con total inde-pendencia [.. .] No les exigimos a ustedes ningUn tipo de ~romesa,ya que el senor Trotsky sabra comportarse como un refugiado po-litico [... ] Lo unico que Ie exigimos es que, a su Ilegada, los trots-kistas mexicanos se abstengan de organizar manifestaciones quepudiesen provocar choques con elementos hostiles al senorTrotsky."De vuelta en la capital los dos delegados se dirigieron de inmedia-

    to aver al secretario de Relaciones Exteriores, el ingeniero EduardoHay,20 quien, de acuerdo a 10 que Cardenas les habia dicho, debia es-tar al tanto del asunto y haber recibido las instrucciones del ejecutivopara realizar los tramites necesarios para recibir al "senor Trotsky"Sin embargo, el ingeniero Hay les respondi6:No estoy de acuerdo con que el senor Trotsky venga a este pais[...] Mientras yo sea secretario de Relaciones Exteriores no Ie seraotorgado el visado."Como Cardenas seguia en Torreon, no les quedaba otra solu~i6n a

    los delegados de la LCI mas que la de dirigirse de nuevo a Muglca: larespuesta de este ultimo fue una vez mas rapida y firme:Yo me encargo de este asunto, pero ante todo nadie ~ebe sabernada de la decision del presidente; un detalle que logre infiltrarse,y asunto perdido.PA pesar de la absoluta discreci6n del Bur6 ~olitico de .I~ LeI, la in-

    formaci6n habia logrado filtrarse: desde el pnmero de diciembre, va-rios periodicos mexicanos lanzaban en primera plana la sensacionalnoticia: LE6N TROTSKY DESEAVENIR A NUESTRO PAiS.~Cual habia sido la fuente de informaci6n de la prensa? Los perio-dicos 10 revelaban abiertamente: la CTM de Lombardo Toledano.

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    Noticias extraoficiales que la CTM ha recibido, hacen saber que seestan haciendo gestiones ante el gobierno [...J para que se permitaradicar en el al Iider ruso Leon Trotsky.PY la CTM no habia perdido un instante en dar a conocer su puntode vista:La CTM, en espera de confirmar plenamente esta noticia, se ha di-~gido al sefior presidente [...J expresandole [...J que la permanen-cia de Trotsky [... J serfa motivo de dificultades para el movimientoobrero [...J agrega [...J que es del todo justificable que los sectoresrevolucionarios hayan hecho el cargo a Trotsky de estar de acuer-do con el fascismo aleman.w~De donde habfa sacado la CTM esta informacion? Los CahierslionTrotsky suponen que "no pudo haber sido sino del propio secretariode Relaciones Exteriores't.w

    . Comprendiendo la gravedad de la situacion creada por las revela-Clones de la prensa, a las que se sumaba la reaccion instantanea de laCTM, el primero de diciembre el general Mugica volvio a llamar a Ri-vera y a Fernandez y les sugirio que volviesen a Torreon a ver aCardenas.Si pueden contar con el apoyo de algunas organizaciones obreras,mejor; pero es indispensable que se vayan [... J ya.26En estas circunstancias, ese mismo dia "el BP [ ... J habia decidido en-

    viar ~ !orreon una se~nda delegacion comandada por Fernandez yconstituida por ~I secretan0zPeneral del Sindicato Unico de Trabajadoresde la Construccion (SUTC), Juan R. de la Cruz, por David Urztia delcomite ejecutivo del mismo sindicato, por dos miembros de laCasa del Pueblo,28 Manuel Garda y Genaro GOmez Jr., y por el enton-ces abogado del SUTC, Bernabe Jurado, como consejero tecnico [...]". Ri-vera se habfa quedado en el DF como enlace con el general Mugica.. ~ su llegada a Torr~on, el 3 de diciembre, el presidente no los re-cibio personalmente. Sin embargo, su representante, el sefior AgustinArroyo Ch., les aseguro que la decision tomada por el presidente du-rante su anterior visita no se habfa alterado.Apenas informado de la presencia de la nueva delegacion, Carde-

    nas redacto el siguiente telegrama, dirigido al ingeniero Hay:Una cornision de ciudadanos se acerco al suscrito para solicitar que

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    sea concedido por el Gobierno Nacional, permiso de residencia enel territorio de la Republica al ciudadano ruso Leon Trotsky.La peticion fue presentada con caracter de urgencia en razondel grave peligro en que, a juicio de los comisionados, se halla lavida del senor Trotsky, porque tendrfa que retornar a su pais acausa de la negativa que ha recibido de la generalidad de los go-bier nos europeos para vivir en naciones de ese continente, asi co-mo por la inminente conclusion del perrniso que Ie fue concedidoen Noruega.Como en derredor del caso, diversos grupos y personas han ex-

    puesto publicamente opiniones que alegan en contra del asilo pedi-do, juzgo pertinente expresar a usted las razones en que se apoyael Ejecutivo Federal para acceder a 10 solicitado.

    La politica de Mexico, 10 mismo en 10 que se refiere ~ sus rela-ciones internacionales como en 10 que atafie al tratarmento queotorga a los ciudadanos 0 subditos de los demas paises, no solo secine a las norrnas establecidas universal mente, sino que representa,a 10 largo de nuestra historia, un esfuerzo permanente por lograrla evolucion del Derecho en un recto sentido de justicia para lasnaciones y de liberalidad para los hombres, cualquiera que ~ea laprocedencia 0 el origen de estos. Leal a esa conducta, MeXICOsesiente ahora en el deber de reivindicar con su actitud una de lasconquistas de mayor contenido humane que habia logrado ya elDerecho de Gentes, la prerrogativa de asilo para los exiliados porcausas pollticas.

    EI asilo naturalmente no supone en ningun caso afinidad depensamiento, de propositos 0 de tendencias entre el pais que 10concede y el sujeto que se. beneficia de el. ,_Este concepto es tan evidente, que solo se expresa ~qUl para ev~-

    tar interpretaciones desviadas a las que por error pudiese darse pa-bulo.Con referenda a quienes temen que la hospitalidad que se con-

    ceda al senor Trotsky de origen a perturbaciones interiores 0.acomplicaciones con el exterior, creo pertinente declarar qu~ cc~nsl-dero infundadas esas aprensiones. Y, en todo caso, nada justificaque un pais fuerte y perfecta mente definido p~r institudon~s pro-pias, por objetivos sociales ~ eC?,nomicos autentlc~~en~e naclO?alesy en franco proceso de realizaciou, y por una polirica internacionalcongruente con sus limpias tradiciones abrigue temores por la pre-sencia de un hombre, cualquiera que sea su valimiento personal 0su doctrina polltica.A mayor abundamiento, manifiesto a usted que no se descubren

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    concretamente los riesgos que pueda correr la tranquilidad publicapor la estancia en Mexico del senor Trotsky, pues si este acatanuestras leyes y no toma injerencia alguna en el juego de la vidasocial y politica del pueblo mexicano -.f.illgrama; de la pnmera:

    Silvestre GuerreroMinistro de Gobernaci6n

    Mexico, D.F. diciembre 7

    Pre~ anu~cia !legada Le6n Trotsky mas grande contrarrevolucio-nano mundial l~gado al fasc~smo aleman considerado peligro uni-dad clase trabajadora. Suplicamos a usted interponga influenciaante gobierno para negar asilo.

    Por Cornite Central Alianza Tranviarios.Secretario general Juan Hernandez.F

    De la segunda:His Excellency Lazaro CardenasPresident of Republic of MexicoMexico City

    Boston Mass., diciembre 30

    ~inister stalinist al_ld fa~cist forces still endanger Trotsky's life andliberty of asylum m spite of your brave stand which has won therespect of all lovers of freedom. Trotsky's life and professional li-

    .berty ~ust be assured if he is to answer his accusers. Urge you tomantam your ground.Boston Central Branch Socialist Par~

    USAdecisi6n tomada en 1936 por el presidente mexicano acerca de. se conver~a asf en Ia primera de aquellas que transformarian

    regimen cardenisra en un suceso de resonancia mundial.otra parte, la inminente llegada a Mexico del antiguo comisa-

    de y jefe del Ejercito Rojo, enviado al exilio por Stalin,nT'n.,,,,,~" una. tempestad que puede ser reconstruida por medio deeco en los diferentes 6rganos de informacion de la capital.

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    LAS RFACCIONES EN EL GOBIERNOEn ,el gabinete las reacciones habfan sido diversas. El caso Trotsky pa-recia provocar desacuerdos de los que desgraciadamente tenemos muypocas pruebas, pero que la prensa logr6 registrar superficialmente:Ext.raoficialment~, su~imos ayer en fuentes dignas de credito, quev~nos alto~ funciouarios encabezados por un secretario de Estado,vle~en. haciendo activas gestiones cerca del sefior presidente de larepublica para que sea revocado el perrniso dado por el ejecutivopara que Le6n Trotsky venga a residir a Mexico.. Seg.lm las v~rs.i?nes circulantes dentro del mismo gabinete pre-sidencial ~a.opllllOn. se ~lalla sumamente dividida acerca del pro-yectado vlaJe del discutido revolucionario ruso, pues la mayorfacree qu.e no .deb.e concederse el permiso porque se causarian in-necesanas aguacrones en nuestro pais y se dividirfa mas a la clasetrabajadora.wYa vimos .qu~ habia una fuel:te diferencia de opinion entre Mugica

    y Hay. La slgmente carta de SIlvestre Guerrero a Cardenas colocabaal secretario de Gobernaci6n en la misma posicion de su colega deRelaciones Exteriores.Mi general:Quede enterado de atcnta fecha 4 del corriente, asf como de lascopias anexas a la misma, relacionadas con la adrnision del senorTrotsky.[.. .]Hoy. estuve carnbiando impresiones con eI ingeniero Hay y el li-c~nclado Barba G~nzalez. y te participo que estando ya resuelta porn la en~rada al pais de dicho sefior Trotsky se giraran instruccionesnece~anas para el caso y se tornaran todas las precauciones que sereqmeran.

    Te saludo afectuosamente:Silvestre Guerrero.f"

    El tono de esta carta no de nota ni un respeto por "dicho sefiorTrotsky" ni una aceptacion de la decision presidencial.En cuanto a las carnaras, despues de entrevistar a los diputados LaPrensa concluia: 'Se niegan a dar [. ..] [las declaraciones] individual mente, dicen que

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    las daran colectivamente si es necesario, pero que en todo caso elasunto es s610 de la incumbencia del ejecutivo.wExcelsior, por su parte, registraba algunas opiniones de los senado-

    ~s. Uno de ellos aseguraba que Trotsky era suficientemente inteli-gente como para no inmiscuirse en la poHtica nacional; otro decia

    {fPie 10 admiraba porque era un revolucionario integro que de ningu-tJ a manera podia estar ligado al fascismo y que habia sido:1perseguido atrozmente, pero juzga que no debi6 permitfrsele queviniera a nuestro pais.Nuestra naci6n -agregaba el mismo senador- "no debe sovieti-zarse [...] Trotsky [...] creara una division entre elementos socialesque parecfan estar ya unidos" .37

    LAS RFACCIONES DE LOS ADVERSARIOSLa DerechaEl peri6dico Omega 38 y la revista Todo'" fueron los principales en-

    cargados de dibujar la reacci6n de la derecha mexicana ante la llega-da del general bolchevique a nuestro territorio.Omega , rabiosamente anticomunista y sin esconder su descontento,insisti6 sobre cinco puntosr'?Que la derecha mexicana, harta de la agitaci6n provocada por los

    "rojos" mexicanos, se verfa ahora obligada a soportar a la "meraflor y nata" de los integrantes internacionales y fundador del comu-nismo.Que el gobierno mexicano mostraba una ingenuidad sin limites al

    creer Trotsky se abstendria de desarroUar actividades politicas.forma parte de un "engranaje" que, "aun a despecho de su

    If\.JlUllli:1U, 10 arrastrara",Que la posibilidad de que su estancia en Mexico fuese larga erareducida ya que tres fuerzas tratarian de lograr su expulsion.

    ."",...,,,,que nada las fuerzas internacionales, ya que Stalin 10 reclama-y los Estados Unidos tampoco sehan de hallar conformes con tenerlo tan cerca, sin temer sus activi-dades [...]y en 10 interior,

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    las fuertes ,mesnadas comunistas de la CTM han de procurar hacerlela vida imposible para ahuyentarlo.Esta d~cisi?n .de Cardenas ~uscitaba en la derecha preocupacionpor la radicalizacion de este hacia la izquierda:Una cosa se pone en claro, y esta es que el presidente Cardenasno se halla. tan comprometido con Stalin que Ie impida dar asilo alpeor enemlgo del zar rojo en nuestro territorio. lO se cambiara elgeneral Carden~ ~e la Tercera a la Cuarta Internacional, por pa-recerle que esta ultima es mas radical y mas pr6xima a la ideologfaque sustentazv. "Ya no entende~os nada", se quejaba C>nuga, "nuestro actual go-bierno es .una sucesion de rompecabezas indescifrables y todos anda-mos desonentados con la brujula perdida."Una protes~ categ6~ca -"les abrimos las puertas de nuestra casa

    a los m~ pehgrosos agitadores extranjeros, y en cambio, negamos alos meXl~anos hasta el derecho de residir en la patria" _42 conforma-ba eI qumto punto sobre eI que insistfa en las paginas de C>nuga laderecha vasconcelista, quien afiadfa:A tod? e~ 9ue no es rojo se !e cierran las puertas y se Ie niega has-ta la jusncia. En suma la umlateralidad [... ] es mas absoluta que enRusia.wMucho menos amargo a pesar de su anticomunismo Nemesio

    Garda Naranjow demostraba al escribir sobre Trotsky en Ia revistaTodo que una parte de la derecha mexicana seguia conservando al-gunas rakes profundas en el pensamiento liberal mexicano del sigloXIX:

    Desde el mom~nto en que algunas organizaciones obreras [...] handeclarado fascista a Le6n Trotsky, no va a faltar [... ] quien digaque este a~culo es un saludo entusiasta que Ie dirige un colegaq.ue ~ta ansl?so por verlo llegar. La cosa es para desternillarse derisa: Ila reaccion mexicana abrazada al lugarteniente de Lenin!~iNada de eso!, exclama el viejo secretario de Estado. Para ml Le6n

    Trotsky no es mas que un exiliad~ politic? "Negarse a acoger a unho.m~r~ que ~ encuentra en semejantes circunstancias es faltar a lospnncipios rudimentarios de caballerosidad."46 Mexico debe ofrecer re-30

    a todas las vfctimas del ostracismo, "cualquiera que sea su credoy eI color de su bandera't.vLa Confederaci6n de Ia Clase Media (CCM),48 perfectamente decon Garcia Naranjo, declaraba: "el derecho [de asilo] debe

    pli,calrse universalmente". La CCM "mira como torpe y criminal todainterpretacion del derecho de asilo y aplaude Ia imparcialidad del

    ,presideillte de Ia republica en el caso Trotsky".49 .Finalmente, eI intelectual Ruben Salazar Mallen,!iO al que la IZ-

    , .. " . .. . ,11" , estalinista de la epoca y Ia del Partido Nacional Revoluciona-(PNR) de Cardenas calificaban sistematica mente de "reaccionario",

    sabre todo a partir de su colaboraci6n con el grupo Los Contempora-neos," fue el unico "derechista" en escribir, en diciembre de 1936, un, que calificaba a Trotsky como "el ultimo leninista y el ultimomarxista". La fidelidad de Trotsky al marxismo -escribfa- "es por

    partes iguales romanticismo y misticismo", Por otra parte, al anah~rla reacci6n de "horror" que suscit6 la llegada de Trotsky a MeXICOfundamentalmente entre los discipulos de Ia "Stalintern", Salazar Ma-llen analizaba la lucha sin cuartel que, a Ia muerte de Lenin, entabla-ron Stalin y Trotsky. La caIificaba de lucha por el poder .-y no enfavor de la justicia social- entre dos jefes que, tan comumsta el unocomo el otro, "defienden por igual Ia misma fortaleza", EI autor esta-bieda, sin embargo, una distinci6n entre "los procedimientos" em-pleados por cada uno de estos dos jefes para Ia defensa de esta forta-leza:Trotsky la defiende con lealtad, Stalin con actitud tai.mad~. Losprocedimientos son diferentes: Trotsky quiere la revolucion violen-ta en todo eI mundo desde ahora mismo, y 10 proclama abierta-mente. Stalin alimenta el mismo deseo, pero no 10 dice, proclamala necesidad de consolidar el regimen sovietista y 110 le p re ocu pa n la sderrotas en otras regiones del orbe.!i2sa es la razon, concluia Salazar Mallen, de Ia enorme resonancia

    de esta lucha, y esa es la razon de que los comunistas mexicanos - : - alos que califica~a de adversa~os "no 5610 ~ ~ c~tura y de ~ SOCJe-dad sino tambien del marxismo y del leninismo - teman que sujuego [...] sea desnudado con Ia presencia de Trotsky en nuestropais".Contrariamente a Ia mayorla de las naciones del pla~ta, en las queexistia una sola secci6n de la Comintern, en el MeXICOde Cardenasesta ultima no estaba representada, a partir de su VII Congreso en

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    193~, u.nicame~te por ~I Par~do Comunista Mexicano (PCM) y sus or-gam~C1ones fihales 0srmpanzantes, sino tambien por un no comunis-ta, Vicente Lombardo Toledano, secretario general de la CTM desdesu fundaci6n en febrero de 1936.Si~ prot:undizar por 10 pronto en la complejidad de las razones de

    la existencra de este "cuerpo estalinista de dos cabezas", limitemonospor 10 pronto a reconstruir la reacci6n de cada una de estas "dos ca-bezas" ante la Ilegada de Le6n Trotsky a quien consideraban entoncescomo el peor de sus enemigos.

    LA CTM Y LOMBARDO

    Autora del p.rimer comunicado de prensa que anunciaba la posibilidadde que ~eXJco Ie otorgara eI asilo a Trotsky, la CTM tarnbien fue lap~?tagom.sta de la primera manifes~ci6n de oposicion ante esta posi-bilidad, Sin embargo, para pronunciarse de manera oficial frente a 10que desde el 7 de diciembre se convirti6 en una decisi6nirrevocabledel gobierno, la Ilegada de Trotsky, la CTM esper6 a su jefe Lombar-do, que se encontr~b~ en ese momenta fuera de la capital.Antes del 7 de diciembre, la confederaci6n sindical se habfa dedica-

    do a confundir a la opinion pub.li~a: prime~o habfa asegurado queCardenas habfa rechazado la peticion de asilo que Rivera Ie habiapres~ntado;53 una afirmaci6n que Ilevaba a suponer que Cardenasconsld~raba a Trotsky como a un enemigo. Luego habfa afirmadoque, siendo Trotsky . e f ! realidad un agente del fascismo y no el masfiel her~der~ del leninismo que aparentaba ser, dividirla a las fuerzasrevolucionarias y progresistas mexicanas.w~tes del 19 de diciembre -fecha en que la CTM tom6 posicion

    ofiCJalmen~e ante el visado otorgado a Trotsky- los voceros de laconfedera~16~ lombardista decidieron ser mas prudentes. A los insis-tentes periodistas les respondieron en mas de una ocasi6n: "No hare-mos ninguna declaracion antes del regreso del senor Lombardo't.wParalelaI_D~nte, la CTM esbozaba sin embargo un nuevo argumentocontra el dmgente bolchevique:Esta confederaci6n lamenta verdaderamente que venga al patsLe6n Trotsk~, ~I desterr~do ruso que ha sido eI culpable indirecta,men~e de multiples asesmatos en Ucrania y ademas, autor del co-mumsmo de guerra.wCon el regreso de Lombardo, apareci6 en los diarios capitalinos la

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    oficial del Comite Nacional de la CTM sobre el asilo de~,,',u"lI

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    m a s agresivo que reproducfa una a una las acusaciones del Kremlin=y que atacaba a Rivera porque ---5egUn el semanario comunista ElMachlu-f>1 este levantaba contra Ia CTM "los mismos argumentos queIa extrema derecha mexicana cuando esta acusaba a Ia confederaci6nobrera de tener relaciones con Moscu".EI 5 de diciembre, el PCM expuso su posici6n acerca del derecho

    de asilo; u~ posici6n que no diferfa en ~da de la que Lombardo ysus simpanzantes esbozarfan el 19 de diciembre, A pesar de 10 ante-rior, esta decIaraci6n triunfalista del PCM, que conclufa con la pre-gunt;a "'acaso serla capaz Mexico de otorgarles el asilo a Franco,Queipo de Uano 0 Mola?", carecfa de Ia prudencia que caracteriza-ba a 105 dirigentes cetemistas. Por consiguiente, cuando el presiden-te decIar6 "sf al visado mexicano para Trotsky", la posici6n del PCMse transform6 automaticamente en una acusaci6n directa contra elgobierno. De acuerdo con Ia 16gica del PCM, la posici6n del gobler-no acerca de Trotsky 10 hacla aparecer en efecto como un gobiernoperfectamente capaz de simpatizar con los fascistas. El Mackeu del19 de diciembre confirmaba esta acusaci6n: bajo el encabezado "Elderecho de asilo es utilizado por los fascistas", conclufa: "vemos asfla clar.:' orientaci6n de~ ministro Hay".f>ZEs mas, aiiadfa el 6rganocomumsta al reproducir los argumentos de la derecha mexicanaarriba citados, "los reaccionarios [... ] se dan cuenta de que Trotskyllevara agua a su molino [... ]"65 y Ie dan la bienvenida. Y comoprueba de que Trotsky serfa el aliado de los fascistas mexicanos, ElMackeu aludfa a los reportes de sus informantes en Espana: en elEjercito Republicano, los trotskistas "tratan de levantar a los solda-dos contra sus jefes, y en las fabricas de destruir el Frente Popu-lar" ....

    LAS REACCIONES DE AMlGOS Y SIMPATIZANTESLa prensa no public6 casi nada acerca de las reacciones de los sindi-calistas "semi-independientes", quienes en diciembre de 1936 se en-contraban al margen de Ia poderosa corriente oficial de la CTM.Gracias sin duda a sus glorias pasadas, s610 la Confederaci6n Generalde Trabajadores (CCT) y la Casa del Pueblo segufan mereciendo laatenci6n de los grandes diarios.El comne directivo de la Casa del Pueblo "aplaude sin reservas la

    decisi6n presidencial sobre el asilo a Trotsky", declaraba El Univer-sal.- Excllsior, por su parte, transcribia las decIaraciones hechas sobreel mismo asunto por Ia CCT:34

    solamente aquellos individuos que han hecho un modw vivendi ~e lasteorias socialistas, hasta el extremo de que cada 24 horas rectificansu posicion ideol6gica, son los que pueden sentir algun temor con laUegada del lider ruso; ya que este es un revo.lucio~rio de finne cO.n-vicci6n, honrado, y que seguramente dara orientaciones al proletaria-do mexicano, basadas en la enorrne experiencia social que tiene.66EI reciente descubrimiento de los Sedou's Papers ,67 nos ha permiti-

    do conocer la inquietud y en algunos casos la angustia que provoca-ra el anuncio oficial de la emigraci6n de Trotsky a Mexico entre al-gunos de los militantes cercanos al "Viejo";68 en especial el propioSedov.EI 23 de noviernbre de 1936, en el preciso momenta en el queCardenas respondia afirmativamente a la petici6n que acababan deforrnularle Rivera y Fernandez, Max Shachtman Ie escribla a Liovar"En cuanto al visado, Ie he escrito tambien a Van70acerca de ~sto.De Mexico, ni hablemos, porque la vida de LD71 no valdrla III uncentavo alla. Alla se puede contratar a un asesino por medio d6lar.En Estados Unidos, sigue existiendo una pequefia posibilidad y es-tamos realizando todos los pasos posibles para 11egar hasta las auto-ridades gubernamentales. Si la suerte y Dios estan con nosotros,LD podria conseguir el visado. No quiero alimentar falsas esperan-zas, pero puedes estar seguro que estamos haciendo todo 10que es-ta a nuestro alcance.FEsta carta demuestra, al igual que las subsiguientes, que la deci-

    si6n del ACDL T de solicitar al gobierno de Cardenas un visado paraLD no era sino un intento desesperado: para ellos, la (micaverdadera soluci6n era en realidad Estados Unidos. Son incluso es-tas mismas palabras las que integran la respuesta de Liova (27 denoviembre) al telegrama en el que Isaacs'" sugerla que los resulta-dos de la entrevista de Rivera y Fernandez con Cardenas parecianser positives.Usted telegrafia: SOLUTION TROUVEE. Esta formula no es clara. Metemo que no se trata de su pats, ya que en tal caso se hubiese .us-ted expresado con mas claridad, supongo que se trata de MeXICO.Si es asl, 5610 estoy haciendo una suposici6n natural mente, esa so-lucien no me parece en 10 mas minimo satisfactoria."Y Sedov explica por que:

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    EI pais no ofrece ninguna estabilidad, cualquier cosa puede suce-derle a uno ahl.En s';!ma, esa solucion me parece casi imposible; no es en abso-

    luto meJor 9ue Barcelona, en donde cualquiera puede estar seguroque 10 dejaran entrar, pero en donde tambien puede estarseguro que no permanecera mucho tiempo con vida.75A pesar de que reconocia que sus insuficientes conocimientos acer-

    ca de la situacion mexicana en general 10 podlan llevar a equivocarseen c~anto a su situacion politica, en sus cartas a los camaradas esta-doumdenses Sedov no cambiaba de parecer:Hemos examinado aqui el asunto del asilo con mucha seriedad ydesde ~odos los a?~~los. La conclusion es la siguiente: su pais.C,ualqUler, otra poslblhda~ ?o vale nada. La situacion, que empeoradfa con dia, s~ esta convlrtle.ndo en algo inexplicable. Si ustedes nologran conquistar esta solucion, estaremos ante una tragedia en elverdadero sentido de la palabra.wUna carta anter!0r de Sed~v fechada, el 7 de diciembre, dirigida a

    H. R. Isaacs y escnta por 10 visto despues de haber leido el comunica-do d.e la prensa francesa que revelaba la posici6n oficial del gobierno~exl.cano ante. Trotsky, demuestra como la confusion sembrada porlos inforrnes dignos de credito" de la CTM habia trascendido amplia-mente las fronteras mexicanas:Ya no se entiende nada --escribia Liova-. Primero una promesa,I~ego un re~~azo y mas adelan~e. una nueva promesa publica. ~Se-na una noucia falsa 0 una noucia atrasada? ~Quizas, por que no,una celada>??Clara mente angus.tiado por la situaci6n de sus padres, ya que -se

    puede leer en esa misma carta- "tengo la sensacion de que los viejosestan empezando a acercarse al limite", Sedov insistia con vehemenciauna y otra vez en la inminente necesidad de conseguir un visado enEstados Unidos.Esta posibilidad -nos explico George Novack-7s era sin embargo

    ~uy. remota para no decir nula; 10 sabiarnos, pero en ese momentodiflcil no queriamos admitirlo:En 1934 -:-nos dijo Novack- Trotsky estaba en Francia de incognitoy perseguido tanto por los fascistas como por los estalinistas. A los

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    trotskistas estadounidenses se nos pidio entonces que Ie encontrara.mos asilo en alguna parte.Se me designo para formar un comite ad-hoc de intelectuales que

    se encargaria de tratar que alg6n pals, empezando con Estados Uni-dos, Ie abriera sus puertas a Trotsky. Asumt el cargo de secretario dedicho comite, Como tal, Ie pedi al asesor estadounidense de la CivilLiberties Union, Morris Ernst, que se dirigiera a Washington y exa-minara el asunto con el presidente Roosevelt. Ernst era un amigo dela familia Trotsky. Una noche fue invitado a cenar a la Casa Blanca.Despues de la cena Ie dijo a Roosevelt: "Senor presidente, Ie quieropedir que me haga un gran favor". EI presidente pregunto: "Puesbien, Morris, (de que se trata?" "Tengo un amigo en apuros; quisie-ra traerlo a Estados Unidos y darle albergue en mi casa." "lY quienes ese amigo suyo?", pregunt6 Roosevelt. "Leon Trotsky", respondioel invitado, afiadiendo sin detenerse una explicacion de la situacionen la que se encontraba Trotsky.lmagfnese nada mas --exclama Novack-; en ese momento, Roo-

    sevelt debe haber estado a punto de tragarse la boquilla ... "Hmm",dijo, "tendre que discutir el asunto con mi secretario de Estado, Cor-dell Hull." Esto queria decir, simple y sencillamente, que dicha peti-cion seria vetada. Claro, Estados Unidos acababa apenas dereconocer a la Union Sovietica. Asilar al peor enemigo de Stalin hu-biese sido visto por este ultimo y por el Partido Comunista Sovietico,como una afrenta directa de Roosevelt al gobierno de Moscu.??Durante los afios que transcurrieron entre esta conversacion y di-

    ciembre de 1936, las contradicciones politicas se habian acentuado enEuropa con el afianzamiento en el poder de los fascismos aleman eitaliano, con el ascenso del Frente Popular Frances y el principio dela Guerra Civil espanola. EI peligro de una nueva guerra interimpe.rialista -a la que los estadounidenses temian pero de la que tambienesperaban sacar provecho- se aceleraba. Arriesgar en estas condicio-nes sus recientes relaciones con la URSS para darle asilo a Trotskyera sin duda algo mucho mas remoto para el gobierno de Roosevelten noviembre de 1936 que en noviembre de 1934.Terco en la necesidad de obtener el visado estadounidense, Liova

    empezaba sin embargo a dejar que la idea que se habia hecho de Me-xico se transformara poco a poco. El 16 de diciembre le escribia porejemplo al ACDLT:Ahora todo parece indicar que Rivera fue muy pesimista cuando sedesato la campafia de los estalinistas y de los reaccionarios. Carde.

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    nas adopt6 una posicion s61ida y la ha mantenido contra todo tipode oposicion.wIgnorante qui~ .para sie~pre de la existencia y del contenido dela co,!espondencl3 ~ntercamb~ada entre su hijo, Van Heijenoort y lostrotsklS~ e~tadoum~enses mientras preparaba su viaje hacia su nue-vo y nusterioso d~tIDO, Trotsky, por su parte, serfa informado muypronto ~e la reaccion de sus.camaradas mexican?s ante la aprobaci6nde su visado y ante la reaccion de las otras comentes poUticas nacio-nales.AI estalla~ e~"caso Tro~k(, la prensa ni siquiera conocia el nom-br~ ~e.la mlD~ula organizacion trotskista mexicana a la que en unpnnclplo bautizara como el Frente Internacionalista Proletario.s! Ha-brfa que esperar. basta el 19 de di~iembre para que t Prensa atribu-yera las declaraciones de los trotskistas mexicanos a la Liga Comunis-ta Internacionalista.Die$o Rivera era ~r el contrario una celebridad, cosa que aprove-ch6 ~IDperder un mstante para. contrarrestar las calumnias y lasmentiras que ~~bian empezado a circular desde el primero de diciem-bre. El 9 de diciembre declar6, por ejemplo, ante los reporteros:Tro~ky esta segura mente sorprendido de que haya un gobiernosufiCientemente fuerte y justo, que prefiera sostener el Derecho deGentes .que someterse a la presion tanto de los gobiernos de carac-ter fascista, como [...J de las dictaduras rojas burocraticas.wYaiiadi6:El presidente Cardenas ha demostrado una prueba de su valor per-son?l [...], ~a demo~trado una gran daridad de su vision politica,nacional e internacional [...], y a los trabajadores conscientes del~undo entero ha demostrado que sabe distinguir perfectamentebien y dar? cual es la ~inearevolucionaria, justa y recta [...J ..Estaactlt~d [...], al igual qu~ la ayuda franca y abierta al prole-tana.do espanol, y la ayuda abierta, franca y eficaz al proletariadomexlca_noen el caso ~e La Laguna, hara pasar a Mexico a la pri-mera linea de las naciones progresistas del mundo.PEI famoso muralista conduia sus declaraciones sobre Cardenas ase-gurando

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    comunis~ y que no haria sino agravar las desgracias de un Mexicocuyo goblerno, de por sf muy dado a inclinarse hacia la izquierda, ha-bria decidido quizas su adhesi6n a la Cuarta Internacional 10 cualmas que una desgracia, habria sido una verdadera tragedia. ' ,

    Lombardo, L a CTM Y los comunistas pensaban que Trotsky, quien sedecia "revolucionario" e incluso "bolchevique-leninista", no era masque un fascista, un aliado de Hitler y un peligroso enemigo de laUni6n Sovie!ica y de la politica antifascista del Frente Popular. Queen este sentido no merecia disfrutar del derecho mexicano de asilodel que no deberian beneficiarse mas que los revolucionarios y lo~combatientes antifascistas, sobre todo teniendo en cuenta que su pa-pel en Mexico consistiria en dividir a las fuerzas democraticas, antifas-cistas y revolucionarias a las que tanto trabajo les habia costado rea-gruparse para luchar contra el fascismo nacional e internacional.. Finalme!l~e, los funcionarios del Estado y del gobierno suscribfan masb_len la opinion expresada por algunos diputados y senadores; es de-C ! ~ ,que Trotsky no debla ser recibido en Mexico como refugiado po-litico porque su sola presencia en el pais provocaria inevitablementeuna division en el seno del movimiento antifascista que apenas se es-taba construyendo y que constitufa la prioridad nacional mimero uno.

    Las fuerzas [aoorables a La conces ion del visado estaban representadaspor el presidente de la republica, general Lazaro Cardenas; el secre-tario de Comunicaciones y Obras Publicas, general Francisco Mugica:una parte de la extrema derecha, es decir, algunos vasconcelistas y laConfederaci6n de la Clase Media; algunos intelectuales -como Ru-ben Salazar Mallen- calificados automaticamente como "derechistas"o "~cis~" en raz6n de su oposici6n al Estado cardenista; los amigosy srmpanzantes de Trotsky, la LCI y, finalmente, algunos sindicatosobreros no miembros de la CTM.En terminos generales, Cardenas y Mugica, la revista vasconcelista

    T_odo, la CCM y Salazar Mallen se expresaron en el mismo sentido, di-ciendo que, al igual que cualquier otro perseguido politico, Trotskyd.ebia poder. disfrutar del derecho mexicano de asilo y que su presen-Cia en Mexico no podia implicar peligro alguno si el revolucionarioruso se comprometia a respetar las condiciones que Mexico Ie pediaque re~petara: no intervenir ni participar en asuntos internos.Cunosamente, todos estos representantes de sectores politicos hete-rogeneos que iban desde la extrema derecha mas anticomunista hastael ala izquierda del gobierno cardenista, emitian opiniones analogascon respecto a Ia eventual presencia de Trotsky en Mexico. c!C6moexplicar que, a pesar de su heterogeneidad, estos senores hayan esta-do de acuerdo sobre un punto tan importante de la politica exterior40

    mexicana como el derecho de asilo, sobre todo tratandose en este ca-so del exiliado mas controvertido de la epoca?Lo que resulta claro es que, por 10 menos en un aspecto de esteasunto, estos sectores no podian estar en desacuerdo: que Trotsky noera el fascista que los estalinistas denunciaban que era, sino que se-guia siendo un fiel marxista.En cuanto al derecho de asilo y a 10 que provocaria la presencia de

    Trotsky en Mexico, hay que distinguir los matices entre cada una de es-tas posiciones.Cardenas -por el contenido de su telegrama a Hay- y Mugica

    -por su actitud ante la comisi6n de la LCI- tuvieron un comporta-miento perfectamente coherente con su linea politica general y con l~actitud que adoptarian en el futuro hacia Trotsky. Cardenas no era rncomunista ni socialista. No les habia dado armas a los republicanosespafioles porque se identificara con las ideas, el programa 0 los me-todos de lucha de los dirigentes del Frente Popular Espafiol. No leconcedia tampoco el asilo a Trotsky por comulgar con sus posicion~spoliticas. La explicaci6n de su conducta en estos dos casos es la nus-rna: 10 que guiaba a Cardenas era el principio politico contenido enla frase: "La politica de Mexico representa un esfuerzo permanentepara promover la evoluci6n del Derecho en el sentido de la justicia yde la liberalidad". AI escribir la palabra derecho con mayiiscula, Car-denas Ie imprimia un caracter absoluto, inamovible. Y Lazaro Carde-nas no acostumbraba jugar con sus principios. El "caso Trotsky" cons-tituyo uno de los ejemplos mas notables de la posicion de avanzadaconquistada por la politica cardenista. Una posici6n que llevaria alpropio Trotsky a decir mas de una vez: "El gobierno de Cardenas essin duda el gobierno mas honesto y valiente de la epoca".No menos coherente fue el comportamiento de Salazar Mallen. Sa-

    lazar Mallen pertenecia colateralmente a los Contemporaneos, aquelimportante grupo intelectual de los afios veinte y principios de lostreintas que fuera uno de los mas severos criticos de todas las co-rrientes mexicanas del marxismo, de la tendencia centralista, corpora-tivista y "nacional-chovinista" del Estado cardenista y de sus adheren-tes de izquierda, pero cuya posici6n en politica exterior, ni hostil a lade Cardenas ni menos liberal que esta, 10 llevaria a defender el dere-cho de asilo y la estancia de Trotsky en Mexico.

    Las declaraciones de Garcia Naranjo y de la CCM merecen en cam-bio una lectura entre lineas, dada la incompatibilidad de la politicageneral de estos dos representantes de la derecha mexicana con suactitud hacia Trotsky una vez que este lleg6 a Mexico. ..Estas dos tendencias eran en efecto profundamente reaccionartas,

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    antisemitas -sobre todo la CCM-, anticomunistas y anticardenistas, ymilitaban desde hacia algun tiempo en favor del regreso a Mexico deun cierto mimero de personalidades derechistas en el exilio. En estesentido, podria pensarse que sus declaraciones acerca de Trotsky noeran sino la otra cara de la misma moneda con la que apostaban losestalinistas.En otras palabras, no es descabellado suponer que la decision pre-

    sidencial favorable al asilo de Trotsky podia servir a la derecha parajalar agua hacia su molino. cC6mo? Por una parte como argumentoen favor del regreso de sus exiliados politicos -aquienes de ningunamanera podia considerarseles como mas peligrosos que a Trotsky- y,por otra parte, como arma clasica de la tactica "divide y venceras"contra la izquierda mexicana y el regimen cardenista,Los amigos, simpatizantes y correligionarios de Trotsky, asi como la

    CGT Y la Casa del Pueblo, pensaban que, de todos los revolucionariosperseguidos, Trotsky era el que mas se mereda gozar del derecho mexi-cano de asilo, ya que entre sus perseguidores se podia contar no sola-mente a los fuscistas e imperialistas del planeta, sino tambicn al gobier-no de Stalin y a la s secciones de la Comintern. En cuanto al papel queTrotsky jugaria en Mexico, la s opiniones de este ultimo sector estabandivididas: por una parte, los trotskistas querian garantizar por todos los-medios el asilo para su jefe. De ahi que mintieran al asegurar queTrotsky no se opondria al programa de la CUf ni se aliatia con la LCI.Por otra parte, coherente con sus virajes izquierdistas 0derechistas, laCGT no parecia percatarse del peligro que podia COTTerel asilo deTrotsky si se Ie defendia como ella creia defendcrlo; es decir, diciendoque el proletariado mexicano deberia alegrarse de que Trotsky viniera aorientarlo en un sentido revolucionario.Es perfecta mente posible afirmar por 10 tanto que sin haber llegado

    siquicra a Mexico, Trotsky fungia ya como revelador de la vida politicanacional. Tras la violenta discusi6n suscitada por el asunto de su visadose asomaban en efecto las diferencias tacticas entre la s fuerzas de dere-cha en su lucha contra el regimen y contra la izquierda; algunas fisurasen el gobierno en torno a los principios sobre los cuales deberia fundar-se la politica exterior de Mexico: las diferencias entre la s practicas de laCTM Ydel PCM en cuanto a la actitud a guardar ante el gobierno en elcaso de una divergencia importante con sus. posiciones, sus decisiones 0sus iniciativas; finalmente, la s profundas divergencias entre la CTM Y elPCM por un lado, y entre las fuerzas de la extrema izquierda entre sipor el otro, por 10 mcnos sobre un problema que ponia en evidencia suvisi6n del mundo de los afios trcinta: la defensa 0 la oposici6n, no a laUni6n Sovietica, sino al regimen que gobernaba el pais desde 1924.42

    SEGUNDA PARTELOS PROTAGONISTAS

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    Los camaradas

    A pesar de la apertura, en enero de 1980, de la "parte cerrada" delos archivos Le6n Trotsky, del muy reciente hallazgo en Stanford(enero de 1984), de los Sedoo's Papers y del constante descubrimientode nuevas fuentes documentales, hasta ahora la historia del trotskismolarinoamericano s610 ha sido globalmente abordada por el investiga-dor estadounidense, especialista en el comunismo en America Latina,Robert J. Alexander. 1En 1982, en el marco de los Cahiers Lion Trotsky, Pierre Broue, es-

    pecialista en la historia del comunismo en general y, mas especlfica-mente, en la de la Oposici6n de Izquierda y del movimiento trotskistamundial, escribi6 un articulo, "Le mouvement trotskyste en AmeriqueLarine jusqu'en 1940",2 en el que, de manera muy concisa, marca al-gunas pautas a seguir por los investigadores que deseen abordar di-cho tema 0 alguno de sus aspectos, sin incurrir en los errores y lagu-nas que inevitablemente caracterizan el sin embargo muy util y muyvalioso trabajo de Alexander.Actualmente algunos investigadores se estan dedicando, en efecto, aestudiar la historia del trotskismo en los pafses latinoamericanos. Co-mo parte de esta historia, la de los inicios de la sccci6n mexicana dela IV Internacional, una de las secciones mas pequefias entre los afiostreinta a setenta en America Latina," tiene todavla algunos tesorospor descubrir.No es la intenci6n de este capitulo proceder a escribir una historia

    de las posiciones politicas defendidas por Trotsky y sus camaradas en-tre la salida de este ultimo de la URSS en 1929 y su llegada a Mexi-co en 1937.En un primer momento, entre 1929 y 1933, los partidarios mexi-

    canos de Trotsky lucharon como el por la "regeneraci6n" de la lineapolitica de la III Internacional (incluida su seccion mexicana), contra10 que llamaban "su polltica sectaria y aventurera" que en esa epoca-pensaban- imperaba sobre todo en su actuaci6n en Alemania fren-te a Hitler. En 1933, convencido por la catastrofe alemana de que laInternacional Comunista ya no era un instrumento al serviciode la clase obrera para la revoluci6n mundial, y de que los partidos

    'if comunistas habian degenerado con ella a medida que se reforzaba enJ 45

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    la URSS una capa de bur6cratas privilegiados, Trotsky llam6 a sus ca-maradas a que constituyesen en sus rcspectivos pafses gru~s inde-pendientes cuyo objctivo seria la construcci6n de nuevos partidos co-munistzas y de una nueva Internacional, la Cuarta.Los primeros trotskistas mexicanos no tenian diferencias importan-

    tes con Trotsky acerca de los problemas politicos fundarnentales crea-dos a partir de la politica de Moscu y de la de los diversos partidoscomunistas del planeta: su prensa era en muchos sentido.s m~y cerc~-na a la de sus hornologos en varios otros paises. Su historia es sinembargo la de una muy descarnada lucha interna en Ia que no siern-pre es facil distinguir las divergencias de tipo politico. .Intentare reconstruir en este capitulo las grandes lineas de la ~lSto-ria de este grupo politico, tal cual aparece filtrada en sus reciente-mente descubiertos documentos. Esta historia sera sin duda mas com-pleta que las que la han antecedido. Muchos de sus pun~os aunoscuros 0 inciertos no dejaran de suscitar sin embargo nuevas mterro-gantes.EI germen del trotskisrno mexicano constituye precisamente el pri-

    mero de estos puntos. ~Es a "Rosalio Negrete" 0a Julio Antonio Me-lla a quien corresponde el titulo de pionero inicial de la Oposici6n deIzquierda en Mexico?

    LOS PIONEROS DE LA OPOSICI6N DE IZQUlERDA EN MEXICOA Russell Blackwell se le conocia en Mexico bajo el seud6nimo de"Rosalio Negrete". De nacionalidad estadounidense, militante del par-tido comunista estadounidense, el CPUSA, organiz6 en su seno a los"Pioneros", Fue enviado a Mexico a fines de los veintes para cumpliren el PCM la misma funci6n. Segun Alexander, ya desde su militanciaen Estados Unidos, Blackwell simpatizaba con la posici6n que se re-clamaba de la Oposici6n de Izquierda Rusa: la Communist League ofAmerica (CLA). Esta liga naci6 cuando Blackwell estaba ya en Mexico,pero establecio contacto con ella y empez6 a recibir The Miliuuu, su6rgano informativo, junto con algo de literatura "trotskista", Todoslos testigos presenciales entrevistados en-Mexico afirman que, ~I mis-mo tiempo que organizaba a los Pioneros y jugaba un papel activo enla Juventud Comunista (JC), Negrete participo en la fundaci6n de laOposici6n de Izquierda Mexicana.Julio Antonio Mella naci6 en Cuba en 1903. Debido a su actividad

    tanto en el sector universitario como en el de los obreros tabacaleros,se convirti6 en uno de los principales organizadores comunistas. Per-46

    seguido por el dictador Machado, se vio obligado a refugiarse en Me -xico en 1926.Gracias al articulo de Alejandro Galvez Cancino, "L'auto-absol~tion

    de Vidali et la mort de Mella", publicado reden~emente en.el n~lJne-ro que los Cahiers lion Trotsky dedican a MexicO, podernos l~clUlr eneste trabajo una version mas coherente de las basta hoy escntas acer,ca de la vida de Mella entre su llegada a Me,oco en febrero de 1926y su asesinato en enero de 1929. . . . . .A su llegada a la capital mexicana, Mella se adhl.n6 Casl.mme~l~ta_

    mente al PCM. Empez6 ademas a trabajar en la Liga An~lmper!ahstalas Americas (LAA) , de la que se convirti6, junto ~0!l Diego Rivera,el dirigente principal. En febrero de 1927 aslsu6. como ~epre-

    .. de la LA A al congreso contra la opresi~n coloma~ y el rmpe...rialismo con sede en Bruselas. De ahl se dirig16 ~ Mosc~ ~onde, ~n.marzo, particip6 en el IV Congreso de la Internaclonal ~mdlcal. ROJa..Mella -escribe Galvez Cancino- conoci6 a Andreu NlO,!; quien Ieexplic6 las tesis de la Oposici6n de Izquierda y I~ lucha 9u~ tenia lu-... en el seno del Partido Comunista de la {]m6n Sovietica (PCUS),la~y~la~ .A su regreso a Mexico, Mella sigui6 siendo activo en I.a LAA, en el'comite "Manos fuera de Nicaragua", en el SRI y. en la Liga .en favor

    de los combatientes perseguidos. La version oficlal -comumsta:- dela vida de Mella no registra que durante los anos 1927-1928 el Jo~enrevolucionario cubano haya adoptado algunos de I?~ puntos de Vistade la Oposici6n de Izquierda. Sin embargo, sUSposlclon~s con respec~to a la importancia de la lucha de Sandi no co~o .el pramer bro~e deuna posible revoluci6n anticapitalista y antimpenahsta e.n el contmente america no coincidlan con las de la Oposici6n d.e ~zqUlerda en el se-no de la IC, contra la direcci6n de Stalin y de BUJaran. Mella, en ~fec-,to, si bien no exc1uia posibles alianzas con la s bur~~sias progreslstaslen el proceso de lucha por la liberaci6n nacional, insistla ~bre la ab-\soluta necesidad de Ia autonomia organizativa de los tr~baJadores en \esta lucha. Sin esa autonomla -escribia- se corria el nesgo de per-!der, cuando esas burguesias -"los ladrones nacionales"-, al sentir el!lpe,~igro proletario, se aliaran al imperialismo _"c:1 ladr6n extra?j~_1ro -, abandonado a sus supuestos aliados proletanos, a los que um,camente habrtan utilizado como carne de caii6n.6Esta versi6n de la vida de Mella tampoco registra que, c:n. 1928, es.

    te haya dado pasos concretos hacia la creaci6n de I~ Oposicion de Iz.quierda en Mexico. Sin embargo, algunos testi_mODlOSsi 1 0 afirman.Concretamente los de tres militantes comunlstas de la epoca, quefueron parte del nacimiento de la Oposici6n de Izquierda en el seno

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