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UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN
FACULTAD DE CIENCIAS DE LAS SALUD,
INGENIERÍA Y ARQUITECTURA
E.A.P.
INGENIERÍA DE SISTEMAS Y PSICOLOGÍA
MONOGRAFÍA
“HISTORIA DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA
EN SAN MARTÍN”
Monografía presentada en cumplimiento parcial de
La asignatura Formación Cristiana IX
AUTOR
Alumno:
AGUILAR MACHUCA, Roxana
MEJÍA SUÁREZ, Fernando
Profesor:
Pr. Antonio Manzanares
Tarapoto, Junio del 2011
2
AGRADECIMIENTO
A dios por darme la vida, a
mis padres por su apoyo
incondicional, al profesor Farfán
por la revisión de mis trabajos.
3
DEDICATORIA
Dedicamos a nuestros queridos
padres que sin duda son la razón de
nuestra existencia.
A nuestros hermanos para quienes
anhelamos, una vida de abnegación y
servicio.
4
Índice
Introducción..............................................................................................6
I. RESEÑA HISTÓRICA DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA..7
1. EN EL MUNDO...............................................................................7
1.1. SUDAMÉRICA..........................................................................7
1.2. EN EL PERÚ............................................................................8
2. En la región San Martin.................................................................21
2.2. Moyobamba...........................................................................24
2.2.1. Incidentes en Moyobamba................................................28
2.2.2. La obra en Yantaló...........................................................33
2.2.3. La obra misionera en rioja................................................50
2.2.4. Obra Misionera en Yuracyacu...........................................51
2.2.5. Obra misionera San Antonio de Cumbaza y san Pedro.....53
2.2.6. Indicios de la Obra Misionera en Tarapoto.......................58
2.2.7. Obra Misionera en Tarapoto.............................................68
2.2.8. Obra Misionera en Panan...............................................100
Conclusión...........................................................................................106
Referencias..........................................................................................109
5
Resumen
El presente trabajo está contenido de las más evidentes historias de
diferentes pioneros que arriesgaron sus vidas por traer el evangelio a
nuestra región. De esta manera se desarrolla una magnifica investigación
que involucra a diferentes provincias, distritos y caseríos de la región San
Martín.
Acuñando así que por largos años o quizás siglos los pueblos nativos
en el Perú había estado olvidado, privado de la verdadera palabra de Dios.
Nadie se interesaba en llegar el evangelio a estos hombres que tan
necesitados estaban de salvación. Quizás se debió a la fama que tenia estos
pueblos, se dice que estos eran traicioneros, malos, guerreros por
naturaleza, muchos reusaban ir al encuentro del bravío campa porque tenían
miedo de encontrarse con la lanza o la flecha traicionera del hombre
indígena. Pero sin embargo todas estas características que camuflaba a
nuestra selva peruana no atemorizo a nuestros mensajeros de la verdad, y
sui trabajo se ve hoy reflejado en el crecimiento de la obra misionera que
lleva un buen curso de desarrollo.
6
Introducción
No es un mero historicismo el que nos impulsa a rescatar con esta
investigación lo que parecía extraviado en la noche de los tiempos; es el
arraigo que todos los humanos tenemos en el pasado a pesar de nuestra
vertiginosa proyección hacia el futuro; es la duda de los hombres de hoy con
los que tejieron el ayer. Porque, sin duda, como pueblo adventista tenemos
una deuda de gratitud con aquellos abnegados misioneros, que, dejando las
comodidades de su patria salieron por todo el mudo a predicar el mensaje
del tercer ángel; aunque sabemos bien que ellos trabajaron para Dios y Dios
es quien finalmente les dará la recompensa eterna.
En medio de estas resaltantes figuras adventistas te presentamos una
de las más aventureras historias que de hecho te harán reflexionar con
respecto al papel que estas llevando momo misionero de Dios.
7
I. RESEÑA HISTÓRICA DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA
1. EN EL MUNDO
La iglesia adventista del séptimo día fue creada el 22 de octubre de 1844.
Teniendo como líderes a Elena G. White su esposo Jaime White,
Guillermo Miller.
Actualmente forma parte del 15% de la población mundial. Esta iglesia
empezó su misión a través de los mensajes impresos, su primera
imprenta fue Review and Aerad. El primer misionero: JHON ANDREWS,
escritor de ascendencia Europea (SUIZA) predico a través de la
imprenta, así se difundió en mensaje a diferentes países de Europa,
América, etc.
1.1.SUDAMÉRICA
En el año 1980, el mundo pasaba por muchos sucesos, el
gobierno sudamericano estaba divido por 3 regímenes
gubernamentales los cuales estaban representados por:
La corona Portuguesa, el virreinato del Perú y el virreinato de la
plata. De estos tres gobiernos el virreinato de plata era el más
flexible para la expansión del evangelio, es así que en 1894 llego el
primer pastor adventista llamado F.WEHPAHALL a Buenos Airea
Argentina. Formando la primera iglesia adventista del séptimo día en
la cuidad de crespo, ubicada en la provincia de Entre Ríos cerca a la
Universidad Adventista de Planta. El mensaje adventista llego a
través de Carlos Drefte, mediante un incidente ocasional, en el cual
éste, regala unas revistas cristianas impresas en alemán de la Casa
8
Editora la Verdad Presente. Y las regala aun cantinero brasileño.
Este a su vez continúo con el trabajo misionera de manera
inconsciente, envolviendo así a las botellas de cerveza para
posteriormente distribuirlo a diferentes lugares. Después de este
suceso la misión adventista del séptimo día, conformado también por
F. WEHPAHALL se entera de los hechos ocurridos en este lugar.
Emprende un viaje a Crespo para luego entrevistarse con el
reposadle del la distribución accidental de las revistas. Resultado de
esto, encuentra una comunidad adventista resultado de dichos
acontecimientos.
De esta manera la iglesia llega a establecerse en Chile Brasil y
Argentina, pero no se pudo ingresar a Perú porque existía mucha
predominación de la iglesia católica.
1.2.EN EL PERÚ
1.3. LA PRIMERA DÉCADA: 1898-1907
La historia de la Iglesia Adventista en el Perú es una aventura
misionera llena de historias de abnegación, entrega y oración. Según
los datos disponibles hasta el momento, esta historia comienza en
1898. Este año aparece en el devenir histórico como un año
marcado por eventos significativos para el futuro desarrollo de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día en el Perú. Ese mismo año, el 26
de junio, la Foreign Mission Board de la Asociación General de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día votó la adición de los territorios de
Bolivia, Perú y Ecuador a la Misión Chilena, lo cual fue determinante
para que la Misión Chilena extendiese sus actividades al territorio
9
peruano. Fue precisamente en 1898 que se inicia la obra de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día en el Perú, con la partida del puerto de
Valparaíso, Chile, de dos grupos rumbo a Perú. El primer grupo,
conformado por José y Liborio Osorio, ambos misioneros laicos
que llegaron con sus familias y se sustentaban mediante el comercio
ambulatorio. El segundo grupo, estaba integrado por José Luis
Escobar, de oficio carpintero, su esposa, Víctor Thomas, una
señorita voluntaria y los hermanos Luis y Víctor Osorio. Esto ocurría
en el mes de agosto de 1898. El viaje había sido financiado con 150
dólares aportados por la Misión Chilena, así como por una donación
de hermanos de Alemania, y ambos grupos llevaban la misión de
compartir la verdad adventista con el pueblo del Perú. A fines de
1898 o comienzos de 1899.El bautismo fue realizado por el hermano
Escobar. Desde un inicio de la obra adventista en Perú, existieron
valientes hermanos que testificaron aun a costa de su propio
bienestar, como el caso que informó el pastor Baber a la Review and
Herald de un joven de 16 años que fue considerado como muerto por
su familia al haberse bautizado en la nueva fe. El primer grupo llegó
a Mollendo, marchando de inmediato a la ciudad de Arequipa
“adonde llegaron al atardecer del mismo día. Al día siguiente, muy
temprano, se percataron de que estaban frente al mercado y vieron
que la gente se reunía por lo cual pensaron que debían iniciar sus
actividades misioneras repartiendo folletos.” Pronto fueron rodeados
por una turba, teniendo que ser encerrados por la policía, que evitó
su linchamiento, y luego fueron deportados a su país. El segundo
10
grupo fue algo más cauto, pues llegaron al puerto del Callao y se
establecieron en la capital peruana, trabajando en diversos oficios a
fin de auto sostenerse. En la Review and Herald del 6 de junio de
1899 se informaba a través de G. H. Baber que habían sido
bautizadas tres personas en Perú, lo cual debió de haber ocurrido En
el año 1900, el pequeño grupo adventista de Lima, recibió la visita
del Pr. G. H. Baber, en ese entonces Intendente de la Misión
Chilena, la cual, como ya fue mencionado, estaba encargada de abrir
la obra adventista en el Perú. Luego de realizar un bautismo en
Tarapacá, el pastor Baber se dirigió a Lima por mar, donde, junto con
los hermanos cuyo dirigente era el hermano Escobar, fue objeto de la
intolerancia religiosa de los limeños quienes los insultaron por
reunirse para el culto de oración. En una carta fechada el 3 de julio
del mismo año 1900, el pastor Baber propuso a la Junta de la
Asociación General trasladar las oficinas de la Misión de la Costa
Occidental de Valparaíso en Chile al Callao en el Perú, pero la
propuesta no tuvo eco. Para 1901 la obra adventista en el Perú
seguía siendo atendida por la Misión de la Costa Occidental, con
sede en Chile. El pastor Enrique Balada, llegó al Perú alrededor de
inicios de setiembre de 1901, y estuvo cerca de un año atendiendo la
naciente iglesia. A los cinco meses de haber iniciado su obra, bautizó
a un hombre que había sido misionero evangélico por 22 años y que
aceptó la fe adventista con tanto entusiasmo y compromiso que
estaba ayudando al pastor.
11
Para fines de 1902, el pastor Balada informaba de su trabajo
con la iglesia e hizo un pedido de mil ejemplares del periódico de la
iglesia Señales de los Tiempos para trabajar en Lima y Callao. En
tanto que hasta aquí hemos repasado brevemente el inicio de la obra
adventista en el Perú, particularmente en la zona central y
mayormente en Lima y Callao, retrocedamos en el tiempo para
revisar importantes antecedentes que prepararon el camino para el
desarrollo de la obra adventista en el sur del Perú.
En 1896, luego de doce largos años dedicados a sus estudios
en Alemania y en Suiza, Eduardo F. Forga, natural de Arequipa,
retornaba a su tierra natal dispuesto a promover las causas de la
temperancia, de la libertad religiosa y de la defensa de los derechos
de la población nativa. En 1898, en el mismo año en que llegaban de
Chile los primeros misioneros adventistas al Perú, Forga fue
contactado por los adventistas de Buenos Aires que habían
comenzado a publicar una revista misionera llamada “El Faro”. Para
obtener suscriptores ellos habían recurrido a una lista de nombres de
personas que habían comprado Biblias a los agentes de las
Sociedades Bíblicas, y de esta forma fue invitado Forga a suscribirse
a la revista “El Faro”, lo cual él hizo. Pero no sólo eso, sino que
reimprimió en sus propias publicaciones muchos artículos de la
revista “El Faro”. Forga se convirtió en un vigoroso promotor de la
reforma pro salud y también de la literatura adventista, llegando a
pagar por más suscripciones para sus allegados. Asimismo publicó
panfletos promoviendo la causa de la libertad religiosa y de la
12
separación entre Iglesia y Estado. Millones de páginas conteniendo
los escritos de Forga, así como reproducción de publicaciones
adventistas, fueron distribuidas a través del Perú y aun llegaron a
otros países.
La semilla de la verdad que Eduardo F. Forga había esparcido
tan lejos y tan ampliamente estaba destinada a preparar el camino
para las misiones adventistas.
Las publicaciones de Forga llegaron a manos de un jefe de una
comunidad aymara llamado Manuel Z. Camacho, según testimonio
posterior del pastor Westphal había bebido de Forga los principios de
la libertad religiosa. Las actividades de Forga fueron tan arduas que
despertaron la antipatía del clero y de algunas autoridades, hecho
que lo obligó a salir del país hacia Inglaterra en marzo de
1906,donde conoció a la familia del pastor adventista Herbert Lacey,
con cuya hermana Margarita se casó luego de haber aceptado el
mensaje adventista. Luego de haber dado un breve vistazo a los
antecedentes de la obra adventista en el sur del Perú, retomemos el
hilo de los acontecimientos que marcan el desarrollo inicial de la
Iglesia Adventista en el Perú.
En octubre de 1904, el pastor Ketring vino desde la Misión
Occidental en Valparaíso Chile a visitar a los creyentes adventistas
en Lima, y llevó a cabo reuniones diarias por alrededor de un mes
instruyéndolos en la palabra de Dios. Las reuniones se llevaban a
cabo por las noches y en secreto, pues estaba prohibido tener
reuniones públicas. Ketring relata que el 12 de noviembre de 1904 se
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llevó a cabo una ceremonia bautismal en la cual siete preciosas
almas sellaron su pacto con el Señor. Asimismo, menciona que uno
de los creyentes bautizados era un peruano, Julio Nerio Espinoza,
que había venido trabajando por cinco años como comportor de la
Sociedad Bíblica Americana, y que debido a que había comenzado a
guardar el sábado y a enseñar a otras personas a seguir su ejemplo,
fue obligado por la Sociedad Bíblica Americana a presentar su
renuncia como colportor de ellos. Pensó en volver a dedicarse a su
oficio de carpintero, pero el Pr. Ketring lo indujo a continuar en la
obra del colportaje, aunque esta vez vendiendo libros y revistas
adventistas. En referencia a esto, Ketring informaba: “Así tenemos un
obrero nativo entre tres millones de personas.” Y luego reflexionaba
sobre la necesidad de obreros evangélicos para ayudar “en este gran
campo”.
Aun en sus días de colportor vendiendo Biblias, ya había dado
Julio Nerio Espinoza evidencias de su fe y valor inquebrantables en
su servicio al Señor. Ketring relata cómo en cierta ocasión Espinoza
llegó a un pueblo del interior donde inmediatamente fue rodeado por
centenares de hombres y mujeres que amenazaban con matarlo si
no abandonaba de inmediato el lugar. Valientemente bajó de su mula
parda y de pie ante ellos les dijo que su mensaje era un mensaje de
paz y que venía a librarlos de su condición perdida haciéndoles
conocer la Palabra de Dios. Durante dos horas mantuvo la atención
de ellos, hasta que un hombre se le acercó con sus manos llenas de
tierra y se la arrojó en el rostro. Las mujeres entonces gritaron que lo
14
sacasen fuera del pueblo para matarlo, pero él cayendo sobre sus
rodillas exclamó: “Si es necesario que mi sangre sea derramada para
liberar a mis compatriotas, aquí estoy; tómenme y mátenme. Pero si
me echan fuera del pueblo, volveré a ingresar cinco veces”. Lo
llevaron fuera del pueblo para matarlo, pero aparecieron unos jinetes
a caballo que luego de interrogarlo lo liberaron. Julio Nerio Espinoza
cumplió su promesa de volver cinco veces al mismo pueblo donde
llegó a hacer muchos amigos y vendió un buen número de Biblias.
Gracias al trabajo tesonero en el colportaje de la literatura
adventista realizado por Julio Nerio Espinoza, aprovechando que era
conocido en el interior del país, varias personas fueron alcanzadas
para gloria de Dios. Incluso, se conoce el caso de una dama que
luego de haber alcanzado el conocimiento de la verdad adventista,
partió por la costa norte del país para testificar de su nueva fe. La
presencia femenina en la obra de la evangelización ya estaba
presente en los albores de la Iglesia Adventista en el Perú En el 15 de
agosto de 1905, J. W. Westphal hace un pedido por dos obreros
permanentes para Ecuador y Perú. Sin embargo ya en los primeros
días de agosto de 1905, la Asociación General de los Adventistas del
Séptimo Día había tomado el voto para que el pastor Franklin Leland
Perry viajara al Perú como pastor, y el 7deoctubre de 1905 Zarpo de
Dakota del norte EE.UU.
En su llegada al Perú, el 14 de noviembre de 1905, el pastor
Perry arribó al puerto del Callao. Cuatro oficiales del barco que los
transportaba fueron evacuados por ser portadores de la peste
15
bubónica. Las autoridades determinaron que el barco permaneciese
en cuarentena por cuatro días sin poder atracar. Pero gracias a la
presencia y gestiones de pasajeros que eran altos oficiales de los
gobiernos, pudieron desembarcar luego de dos días.
Entre los conversos de la aún incipiente iglesia de Lima se
contaba Ramón Beltrán, quien era su líder. Y fue precisamente
Beltrán quien acudió a recibir al pastor Perry, habiendo sido alertado
acerca de su llegada por carta de J. W. Westphal, presidente de la
Misión Occidental con sede en Chile. Ramón Beltrán, de
nacionalidad ecuatoriana, pero residente en el Perú, fue un converso
de los primeros tiempos, y ya llevaba dos años liderando la obra de
la pequeña congregación adventista en Lima. Era en un pequeño
salón, detrás de su tienda de venta de comestibles, donde los
hermanos e interesados se reunían. La habitación estaba
pobremente iluminada y las paredes estaban cubiertas de lemas y
carteles entre los cuales se incluían carteles. Proféticas. Además
contaba con un pequeño púlpito, algunas bancas y sillas, y un
melodeón. Julio Nerio Espinoza fue el primer peruano en recibir
Licencia Misionera de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, según
está registrado en el Yearbook de 1905. En tanto que Ramón
Beltrán, a quien F. L. Perry tomó como su asistente, aparece como
portador de Licencia Misionera en el Yearbook de 1908.En 1906, el
Perú es considerado como Misión (Misión Peruana). Además,
gracias a un pedido del pastor Perry, el pastor A. G. Daniels,
presidente de la Asociación General, solicitó al Fernando College de
16
California que enviara maestros y alumnos al Perú para enseñar
inglés y de este modo se impartiera el mensaje de salvación a
muchas personas interesadas en aprender este idioma en Lima. La
respuesta de la institución no se hizo esperar. El profesor H. G.
Lucas, Director del Fernando College, sugirió el envío al Perú, como
misioneros de sostén propio de Thomas De Witt Robinson y
Robinson Robert W. Smith y esposa. Las conversaciones debían
continuar para concretar la llegada de estos misioneros al Perú. En
1906 ya se informaba que en el sur había un grupo de guardadores
del sábado y se hacían preparativos para pagar a un hermano
calificado para que dedique parte de su tiempo a la evangelización.
La evangelización por parte de los nacionales ya se hizo presente
desde el mismo inicio de la obra adventista en el Perú. Para el año
1906, grupos guardadores del sábado se habían establecido en las
ciudades de Lima, Callao, Trujillo, Pisco, Cañete y Chincha Alta.
La verdad adventista siguió difundiéndose en la Lima de inicios
del siglo XX. Se conoce el caso de un hombre metodista que luego
de conocer la verdad del sábado, decidió guardarlo. Y, no sólo eso,
sino que predicó audazmente en la reunión de su iglesia. El resultado
fue una fuerte oposición de los metodistas hacia la Iglesia Adventista,
al punto de no querer vender sus himnarios a los hermanos
guardadores del sábado.
La iglesia en Lima siguió creciendo. Se hicieron nuevas bancas
y se buscó un lugar más grande para las reuniones. El testimonio de
los hermanos era contundente. Personas buscaban la naciente
17
iglesia para unirse a ella. Hubo hermanos a los que se les negó el
sábado libre, a pesar de su propuesta de trabajar el domingo en
compensación. Se vieron obligados a renunciar a sus puestos para
buscar un lugar donde les dieran la libertad de adorar en el sábado.66
Retomando el hilo de la saga de Eduardo Francisco Forga, para fines
de 1906 lo encontramos en Washington DC, sede por entonces de la
Asociación General, donde había llegado con su flamante esposa
Marguerite Lacey. Para el 17 de enero de 1907, la Review and Herald
informaba que Eduardo Francisco Forga se había presentado a la
sede de la Iglesia Adventista en Washington D. C. solicitando el
envío de ayudantes medico misioneros para trabajar juntamente con
él en la obra de reforma de salud en Arequipa, Perú. El artículo
mencionaba que por entonces Forga había ya publicado más de 40
panfletos y libritos sobre el asunto de la Reforma de Salud
totalizando más de dos millones de páginas impresas publicadas y
distribuidas, lo cual, el articulista consideraba ser una “abundante
siembra de semillas” y preguntaba: “¿Quién está listo para ir y
recoger la cosecha”. El 14 de febrero de 1907 apareció en la Review
and Herald el primer artículo de un peruano acerca de la libertad
religiosa por mano de Eduardo Francisco Forga, quien escribía desde
Norteamérica a favor de la libertad de conciencia y la temperancia en
el Perú. La lucha por la libertad religiosa que Forga había iniciado,
era conocida por los adventistas de otras latitudes. Ese mismo año
de 1907, Forga viajó a California para pasar unos días en casa de su
cuñada, esposa de W. C. White antes de volver a Sudamérica. Sin
18
embargo sus planes de viaje cambiaron debido a que fue invitado a
trabajar traduciendo al español los escritos de Elena de White.
Además siguió luchando por la libertad religiosa en el Perú.73 Antes
de morir, Forga donó parte de su fortuna a la obra educativa
adventista en el Perú.
El pastor Perry, describía que el Perú era un país muy católico,
capaz de expresar su idolatría con mucho celo. Incluso fueron muy
duros en la aplicación de una ley dominical que alcanzó al hermano
Ramón Beltrán, quien tuvo que pagar una multa, por haber abierto su
tienda un domingo del mes de noviembre de 1906. Pero a pesar de
ello, el pastor permanecía optimista en la predicación de la luz
adventista. La intolerancia contra los protestantes en el Perú era tal
que una hija de cierta familia metodista fue quemada viva, y varios
adventistas predicaban con peligro de sus vidas.
El 13 de junio de 1907, se informaba en la Review and Herald,
la organización formal de la primera iglesia adventista en el Perú,
casi 10 años después de la llegada del evangelio a costas incas.
Luego de un bautismo de 5 hermanos, el pastor Perry organizó esta
iglesia con 17 hermanos en total.
La obra se siguió extendiendo en Huacho, Callao; y desde
Puno, un suscriptor de la revista Señales de los Tiempos refería que
estaba interesado junto con otras personas y pedía ayuda y
visitación. El pastor Perry deseaba ir, pero lo desanimaba el dejar
sola la iglesia en Lima, es por ello que el pastor consideró necesaria
19
la formación de una escuela para educar misioneros peruanos que
pudieran ayudar en la dirección y expansión de la obra.
Pr. Osorio llego a establecerse en Perú y empieza a
evangelizar, que por consiguiente logro tener un grupo de discípulos
listos para ser bautizados, para lo cual F. WEHPAHALL II viaje a
cumplir tal misión desde los EE.UU. Después de esta historia
espiritual, Osorio llega es atacado por la misma comunidad donde se
establecía, debido a las circunstancias difíciles que se vivía en ese
entonces se vio obligado a regresar a su tierra natal.
Después de cierto tiempo los misioneros adventistas,
nuevamente intentan ingresar el mensaje a este país, y en esta
oportunidad F. Stahl decide establecerse en el altiplano peruano,
uno de los campos más difíciles para un misionero, específicamente
en Utahilaya donde resultado de su trabajo aún existe un
monumento de su propia imagen, hecha por el mismo alcalde en
honor a él. Donde Stahl se entrevista con z. Camacho para
formar un acuerdo que consistía en dar educación a los indígenas.
Entonces Stahl empieza a alfabetizar con la Biblia para luego
bautizar a los primeros cristianos indígenas. Gracias a esto la
novedad entre tribus era grande, ya que el proyecto de Stahl trajo
consigo disputas, por el hecho de cumplir con la ley de Dios. Esto
termino con la prohibición de hacer culto los sábados, debido a que
los descansos en sábado no trían ganancia para los hacendados de
esta época. Terminando esta misión Stahl, se dirige a la selva
central donde su reto fue con los Ashánincas con su esposa Ana que
20
se desenvolvía como enfermera, estableciéndose en Iquitos en la
tribu hyaguas y curoba. Gracias a la práctica de sus servicios, se
logra instaurar una posta adventista que brindaba sus servicios a
indígenas y mestizos, actualmente conocida como clínica “ANA
STAHL” de Iquitos.
2. En la región San Martin.
2.1.Atención dental en San Martín
Según el pastor Neuendorff menciona que su trabajo como
pastor misionero empezó al brindar ayuda deontológica a la
comunidad de Ucayali. Luego recibió una invitación a la cuidad de
Tabalosos para brindar la misma ayuda. Después de un largo
trabajo regresaron a Tarapoto. Al día siguiente Radio Tropical
anunciaba el agradecimiento a su obra. La obra continuaba y el
pastor realizo su primera visita a Tingo de Ponaza, una pequeña
aldea perteneciente asu distrito. Distaba a una hora y media de viaje
en Jeep. Cruzaba el río Huallaga en canoa, y luego seguía un
camino de tres horas a pie, donde también brindo ayuda
deontológica, en tingo había una familia Adventista.
2.2.Moyobamba
21
La obra misionera en Moyobamba empezó con el Pr. Ramos y
su Esposa Catalina, ellos menciona que cuando llegaron a dicha
cuidad la gente los observaba con extrañeza Y algunos con
desprecio. Moyobamba de estoces, era una cuidad aislada de otras
ciudades, no había vías de comunicación, servicio aéreo, la única
conexión con la costa era un camino de herradura, había que viajar 8
días en mulo para llegar a una carretera, por esta vía venían las
mercaderías de la costa.
Casi en su totalidad, eran católicos, acostumbraban tener. En
sus casas las imágenes de santos arreglados en un altar; las
imágenes eran adornadas con flores y velas; la gente hacía:
oraciones junto al altar. Una vez al año, las imágenes eran llevadas
en procesión de las casas a la iglesia; todo el pueblo asistía a la
procesión que avanzaba acompañada de una banda de músicos,
cuando la misa en la iglesia concluía las imágenes regresaban a las
casas con veneración.
En la Selva Peruana Solamente había en Moyobamba una
iglesia presbiteriana con buen número de miembros; tenían varios
pastores, también un hospital con un médico extranjero y varias
enfermeras. Los presbiterianos realizaban muy buena obra social y
religiosa. El pastor Ramos y su esposa Iniciamos la obra misionera
visitando hogares y ofreciendo nuestras publicaciones; varias
familias recibían las publicaciones ofrecidas; otras, Ias rechazaban,
no permitían tener estudios bíblicos en sus hogares. Después de
algún tiempo, lograron convencer a una familia para dar estudios
22
bíblicos en su casa una vez por semana. Luego compro madera,
construyo bancos para cincuenta personas, los enemigos de la
verdad iniciaron una campaña en contra de la obra misionera,
decían a la gente que no los recibieran en sus casas y que evitaran
hablar con nosotros; pasaron tres meses desde el día que viajaron a
Moyobamba y todavía no había un interesado Decidieron alquilar
una casa localizada en el centro de la ciudad, esta casa tenía una
sala grande con capacidad suficiente para acomodar cien personas,
arreglaron la sala y planearon ofrecer un ciclo de conferencias; no
tenían los recursos económicos para que afronten los gastos. Vivía
con ellos un joven inteligente y activo, traído de Contamana para que
lo ayudara, este joven ayudó bastante en la obra misionera; tenían
una vieja proyectora de vistas fijas que funcionaba con gas de
carburo de calcio. Luego mando imprimir mil volantes, para invitar a
Ia gente al ciclo de conferencias; un día de madrugada con su
ayudante pegaron los volantes en las esquinas de la ciudad y en los
postes; distribuyeron volantes también en las casas, bajo las
puertas; necesitaban recursos económicos para el ciclo de
conferencias, para distribuir publicaciones y tratados.
La Misión no tenía presupuesto para ello. No tenían dinero ni
para pagar el alquiler del local; afronto los gastos personalmente con
una ayuda que recibió de sus padres; la correspondencia con la
oficina de la Misión demoraba veinte días. Llegó el día esperado
para que se realizara la primera conferencia; Ia sala de reuniones
estaba completamente llena de visitas; su esposa inició el programa
23
tocando un hermoso himno en el armonio; continuaron el programa
con una oración. Su esposa y el cantaron en dúo; Luego presento la
conferencia, fue muy bien recibida, después de dos meses de
conferencias veinte personas aceptaran el mensaje, Dios bendijo su
obra, se estableció la primera Escuela Sabática en Moyobamba; con
el pasar del tiempo, el número de miembros creció a pesar de la
fuerte oposición de los enemigos; visitaron semanalmente a los
presos en la cáncer, tuvieron estudios bíblicos con ellos; en aquel
tiempo se estableció la primera línea de aviación en Moyobamba.
Después de un tiempo, el pastor Stahl los visitó y bautizo más de
veinte personas; fue así como se organizó la primera iglesia
adventista en Moyobamba; la sala de cultos era ya muy pequeña
para acomodar a todos los miembros; con la ayuda de Dios
consiguieron una casa grande de dos pisos para la iglesia,
derrumbaron dos paredes de adobe en el primer piso y arreglaron un
salón para los cultos de la iglesia; construyon habitaciones para la
escuela primaria, sembraron pasto para alimentar los muchos que
usában para visitar los pueblos vecinos. La Escuela sabática de
entonces tenía más de setenta miembros; una vez que la iglesia
estuvo bien organizada, llevaron el mensaje de Dios a pueblos
cercanos. Comienzo de la obra en Yantaló. El pueblo Yantaló está
ubicado a dos horas de camino de la ciudad de Moyobamba; para
que lleguen a Yántalo tenían que cruzar un río torrentoso y profundo;
era necesario desensillar el mulo y poner" la carga en la canoa, el
mulo era sujetado con una soga amarrada a su cuello; el animal
24
cruzaba el río nadando junto a la canoa hasta llegar a la orilla
opuesta, después de cruzar el río era necesario ensillar nuevamente
al mulo para continuar el viaje.
2.2.1. Incidentes en Moyobamba.
Durante un ciclo de conferencias en Moyobamba, visito
a un caballero que asistía a las reuniones, en la sala de su
casa había una imagen de Jesús con las manos atadas, sobre
una mesa muy bien adornada; el dueño de casa lo recibió
amablemente, mirando la imagen le dijo que lo alegraba visitar
un hogar religioso donde podrían conversar sobre temas
cristianos; hablo sobre la Biblia. Le dijo que en ella encontraría
descripción de los sufrimientos de Jesús, la historia de cuando
se presentó el temor. Sobre el bautismo, él y su esposa se
unieron a la clase bautismal. Después de un tiempo visito
nuevamente a este caballero y su familia; cuando entro a su
casa noto que la imagen ya no estaba decorada como antes;
no había flores ni velas, estaba empolvada y parecía
abandonada. Era costumbre en esa ciudad llevar una vez al
año a la imagen en procesión de la casa a Ia iglesia; una banda
de músicos acompañaba la procesión; se celebraba una misa
en la iglesia y luego la imagen retornaba a la casa. El dueño
de casa tenía que gastar considerable cantidad de dinero en
esa celebración; tenian que aconsejar a los acompañantes de
Ia procesión y remunerar la banda de músicos; cada aíro, el
dueño quedaba endeudado por préstamos que obtenía para
25
pagar gastos durante la celebración llegó a conocer la verdad y
decidió la celebración de la imagen; esto llamó la atención a la
gente la vecindad, era una costumbre establecida por muchos
años. La fecha designada para el bautismo de ese caballero se
acercaba, lo visito nuevamente en su casa; durante la
conversación le pregunto si él era el dueño de la imagen, le
contesto que sí y que lo conservaba porque era una herencia
de su padre; luego le pregunto: ahora que usted ya conoce la
verdad y ha estudiado la Biblia con relación al culto de
imágenes, qué va a hacer con las imágenes? Él le contestó
que no quería tenerla más en casa, que a través de los años la
imagen le había traído perjuicios, que cada ¿año tenía deudas
que pagar por las celebraciones y que no había aspectado
ningún beneficio; el me dijo: "si usted quiere tiene que hacerlo
cuidadosamente, debía tomar precauciones para que la
vecindad no se informara, se pusieron de acuerdo en que el
pastor iría a su casa a la media noche; así fue como una noche
a las tres de la mañana fueron con su esposa a casa de ese
hermano; cubrieron Ia imagen con una tela oscura y la llevaron
a su casa, Ia guardaron en un depósito de madera; un año
después, la gente de Ia vecindad llegó a saber que la imagen
ya no estaba en casa del caballero; sabían también que él se
había convertido al adventismo; era tiempo de otro aniversario
de celebración de la imagen, señoras fanáticas de la vecindad
se dirigieron al sacerdote con informes sobre la situación.
26
Acusaron falsamente ¿el hermano de haber quemado la
imagen.
El sacerdote comprobó personalmente que la imagen no
estaba en la casa y también que el dueño de casa era
adventista. El sacerdote fue a las autoridades de la ciudad,
presentó un reclamo y solicitó se efectúe una investigación; las
autoridades amenazaron al hermano llevarlo a la cárcel si la
imagen no aparecía, cuando el hermano fue notificado para
declarar dijo que la imagen era de su propiedad y, por lo tanto,
podría hacer de ella lo que pareciera; indicó que no había
quemado la imagen sino que la había obsequiado;
inmediatamente fue notificado para declarar. Cuando fue a ver
la imagen en el depósito, estaba apolillada y casi desfigurada;
las polillas habían destruido parte de la cara y Ia cabeza, pues
la imagen era de madera; las autoridades me pidieron probar
que yo tenía la imagen; me pidieron que presentase para
inspección por lo menos la cabeza de la imagen; cumplí el
pedido, así se comprobó la veracidad de nuestras
declaraciones y el problema terminó. El hermano Miguel
Panduro es el caballero de esta experiencia. Pasó muchas
pruebas; sin embargo, siempre fue leal a la verdad; después un
tiempo de su bautismo fue elegido primer anciano de la iglesia
de Moyobamba; tuvo esta responsabilidad durante muchos
años; sus familiares también aceptaron la verdad del amor de
Dios. Fue en Moyobamba donde su esposa, sus niños y el
27
fueron amenazados de muerte en varias ocasiones; recibieron
amenazas anónimas; el objetivo de la gente que los
amenazaban era atemorizarlos para que decidieran abandonar
la ciudad; sin embargo, el Señor siempre les protegió. Entre los
muchos hermanos que aceptaron la verdad de Dios, hubo un
joven quien fue un empleado particular; les ayudaba en la casa
y en el cuidado de dos mulas que usaba en sus viajes; después
de un tiempo, el joven fue llamado al servicio militar, sirvió en el
grupo de la cruz roja; cuando terminó el servicio militar se inició
en el colportaje; con sus ahorros ingresó al Colegio Unión de
Ñaña donde se graduó, hoy él es un ministro ordenado de la
Iglesia Adventista. Durante la estadía en Moyobamba tuvieron
visitas de los pastores Landquist, Reploge y Merardo León; con
motivo de esta visita se efectuaron bautismos. La iglesia de
Moyobamba tenía, en ese entonces, más de cien miembros
bautizados gracias al poder de Dios. Un día estaba en el aire y
capto a dos operadores discutiendo acerca de antenas. El
simplemente no pudo resistir el interceptarlos indicándoles que
tenía una antena muy especial. ¡la antena es una bi-cocotera!".
Ellos dijeron "Amigo, nunca hemos oído de semejante antena".
Entonces se divirtió con su explicación. "Tú plantas dos
cocoteros. ¡Conectada la antena entre los dos cocoteros y cada
año aumenta el cable coaxiar!" Los operadores se reían muy a
gusto de esto, pero la antena aún estaba conectada a los
árboles de sus vecinos.
28
Estaba en la banda de los 20 metros y cierto día se
conecto sorpresivamente con la Antártica. Era increíble que la
señal llegase tan lejos. El operador dijo que ellos estaban ¡a
diez metros debajo del hielo! 'Amigo,, -le contesto- ,,aquí estoy
sentado tomando 'té' y en mangas de camisa. Tenemos arroz,
papaya y mangos para la cena y escuchen a los insectos
zumbando su ritmo’, Antártica respondió, "por favor deja de
hablar dónde vives ahora o empacaré en el acto y me iré a
casa". Una tarde intento reparar la antena. Rosa, una
muchacha muy ágil fue para el cocotero sin usar una escalera.
Simplemente se encaramó y avanzó unos cuatro metros arriba
del hondo del cocotero, pero de pronto, sintiendo que sus
fuerzas decaían, gritó, "pastor, tengo que bajar, ¡no puedo subir
más! "¡Regresa despacio, Rosa! ¡Aquí estamos para ayudarte!
-le aseguro. Ella comenzó a descender lentamente, pero
repentinamente su fuerza de agarre se acabó y se deslizó
lastimándose la manos, pecho y piernas. Finalmente desde
luego cayó a tierra. Ella comenzó a gritar en agonía. Creímos
que tal vez se hirió la columna. Mi amigo, Arturo Béjar, de la
torre de radio del aeropuerto estaba presente, sosteniendo el
brazo de Rosa muy firmemente. Sabía que él había estudiado
brahmanismo, yoga, mesmerismo y toda clase de filosofías
orientales y no deseaba que ejerciera nada de esas técnicas
con Rosa. "Anda nomás Arturo" -le pedí. Entonces elevamos
nuestros corazones en ferviente oración pidiendo su
29
recuperación. A la siguiente mañana ella estaba levantada
corriendo como si nada hubiese ocurrido.
2.2.2. La obra en Yantaló
La actividad diaria en la Yántalo es muy diferente a la de
las ciudades, así que cuando el pastor viajo no encontró mucha
gente porque se encontraban en la chacra. En las casas se
encontraban algunas señoras e hijos; no conocía a nadie,
pregunto por el teniente alcalde; cuando llego a su casa no se
encontraba allí, su familia le recibió atentamente, pedí si podría
dejar el mulo junto a su casa, mientras visitaba a la gente y
distribuía tratados. En otra ocasión visitando Yantaló llego a
conocer al juez; noto que tenía en su casa una amplia sala con
sillas, solicito si podía usar su sala durante las noches para
tener reuniones de estudios bíblicos con los vecinos; aceptó mi
pedido. Después de unos meses se estableció un grupo de
veinte creyentes, el teniente alcalde y otras personas
importantes asistieron a las reuniones de estudios bíblicos.
En Yantaló de entonces no había ni un solo hotel, pedio
hospedaje a una familia; llevo una cama de campaña para
dormir; esta familia era muy católica, me informo que cuando el
Obispo de Moyobamba visitaba Yantaló se hospedaba en esa
casa, cuyo dueño de la misma tenía un sillón grande, muy
especial y confortable, forrado de fino terciopelo y con suaves
cojines; ese sillón era muy especial, parecía el trono de un rey,
30
había sido dedicado para el uso exclusivo del Obispo. Con la
ayuda de Dios después de cierto tiempo, esa familia aceptó la
verdad adventista; la mayoría de los miembros de esta familia
fueron bautizados; un día les visito, le mostraron el sillón y le
pidieron que me sentase en él; en realidad era bastante
confortable. El dueño de casa le dijo que en el futuro solamente
los misioneros adventistas se sentarían en aquel sillón. El clima
de Yantaló es caluroso durante todo el año; las casas eran
construidas de un armazón fuerte de madera; las paredes eran
construidas de caña brava, los techos (hojas de Palmeras bien
trenzadas para proteger de la lluvia). El cuarto estaba ubicado
al lado exterior de la casa lado de la calle. Durante una
temporada, los habitantes de Yantalo se encontraban muy
alarmados. Un tigre venía al pueblo después de la media
noche, se llevó inicialmente gallinas, pavos y cerdos; después
de algún tiempo, el temible animal se llevó becerros asnos. La
gente trató de varios hombres cazar al tigre, pero no tuvieron
éxito; el animal era muy astuto. La gente estaba muy
preocupada por los niños. Una noche el tigre se acercó al
cuarto, la pared que separaba el cuarto de la calle era
construida de caña brava; el estaba durmiendo, y despertó el
fuerte aullido de un cerdo al ser llevado por el tigre; al día
siguiente vieron en la calle las huellas del animal. Gestioné
ante las autoridades una licencia para portar arma de fuego,
para defensa personal; después de algunos meses, un cazador
31
dio muerte al temible tigre. El pueblo quedó en un clima de
calma y tranquilidad. Persecución en Yantalo El teniente
alcalde de Yantaló aceptó la verdad adventista; presentó su
renuncia para poder guardar el sábado de conformidad con el
mandamiento de Dios. Recomendó a un amigo suyo para
asumir el cargo; luego de que este amigo fue nombrado
oficialmente empezó a perseguir a los hermanos adventistas;
ordenó a los hermanos para trabajar en obras públicas durante
los días sábados, de acuerdo con Ia costumbre del lugar. Los
hermanos adventistas no obedecieron esa orden, no fueron a
trabajar los sábados, un camino de herradura estaba en
construcción. Se impuso una multa a los hermanos por
usencia. El hermano Marín, ex teniente alcalde, fue blanco de
persecución. En cierta ocasión, el hermano Marín fue de viaje
por un período de un mes; durante aquel tiempo los trabajos
públicos se suspendieron; cuando el hermano Marín regresó de
viaje, los hermanos adventistas recibieron nuevamente la orden
para trabajar los sábados. Era un problema muy serio. Cuando
se informo de esta situación oro a Dios por ayuda y dirección;
solicito una entrevista con el prefecto del departamento de
Moyobamba, le informo sobre la situación de los miembros
adventistas en Yantaló; le explico que ellos estaban listos a
trabajar en obras públicas durante cualquier día de la semana,
excepto el sábado. El prefecto reconoció el abuso y me entregó
un oficio dirigido a las autoridades de Yantaló con órdenes para
32
corregir la situación. Agradecio a Dios por su intervención y
regresé a Yantaló; me entrevisto con el teniente alcalde, le pedí
de varias maneras que cambie su actitud hacia los hermanos
adventistas; le hablo sobre la importancia de guardar el día
sábado, le dije que era el mandamiento de Dios; él se negó
rotundamente. Luego le entreguo el oficio del prefecto, lo leyó;
para no obedecer las órdenes del prefecto, renunció a su
cargo. Además de los hermanos adventistas y los interesados,
tenían amigos que miraban con simpatía la obra de Dios; uno
de estos amigos que vivía a la orilla del río cercano a Yantaló,
informó que un empleado de la alcaldía tenía una consigna
secreta contra su persona; le aconsejó que en el futuro no
cruzara el río por el lugar acostumbrado; le sugirió otro lugar
ubicado en un Iugar más distante; aquel amigo se informó que
el ex alcalde había planeado que un empleado de la alcaldía
guiase la canoa al cruzar el río, haciendo alguna maniobra
haría que la canoa se hundiera con el; este amigo pidió que
se cuidara mucho. Dios salvó mi vida, en el futuro no crucé el
río por el lugar acostumbrado. Frene a una víbora Parecía
como si el Diablo quería impedir que, continuara visitando el
pueblo de Yantaló, impartiendo las buenas nuevas de Jesús.
Había organizado una Escuela Sabática; era importante estar
presente con los hermanos en los servicios de la iglesia, al
menos hasta que ellos estuviesen listos para asumir la
responsabilidad. La Escuela sabática en Yantaló se realizaba a
33
las tres de la tarde; el sábado en la mañana estaba ocupado en
la iglesia de Moyobamba; el Culto Divino terminaba a las 17:00
m. A la una de la tarde emprendía el viaje a Yantaló en mulo, el
viaje demoraba dos horas, de acuerdo con el plan debería
llegar a Yantaló a las tres de Ia tarde para realizar la Escuela
sabática; regresaría a Moyobamba antes de que el día
oscureciera; de otro modo tendría que pasar la noche en
Yantaló; durante la noche sería muy peligroso viajar en la
oscuridad, el angosto camino llamado trocha en ciertas partes
era de tamaño justo para que pase el mulo, cruzar el río de
noche significaba exponerse a mucho peligro. En cierta
oportunidad, después de haber viajado una hora, vi a poca
distancia una víbora de color oscuro atravesar el camino; el
animal era de regular tamaño, atravesó lentamente y se perdió
entre la espesa selva de tallos retorcidos y hojas lustrosas;
detuvo el mulo que estaba asustado, observo detenidamente el
lugar por el cual Ia víbora cruzó el camino; vio la cola del
animal todavía el camino, junto a la cola vi escondida la
cabeza; el animal había dado la vuelta, parecía que estaba
esperando que el mulo y el se acercara; arrojé ramas de árbol
y un palo sobre el animal esperando que éste se retirase del
camino; la víbora se movió a otro lugar más abierto, se enrolló
en el mismo centro del camino, levantó la cabeza, mostró
continuamente la lengua con actitud de ataque, con cierto
temor retrocedí y decidí esperar por algún viajero quien tendría
34
un arma de fuego o un machete para cortar un palo para atacar
al animal, espero más de media hora, nadie apareció, la víbora
no se movió de su lugar, miraba continuamente; la cabeza
parecía Ia de un perro grande; por momentos reposaba su
cabeza sobre su tremendo cuerpo enroscado; en un intento
pensó que debería regresar a Moyobamba, me resultaba la
más fácil opción; también pensó en los hermanos en Yantaló,
quienes me esperaban ansiosamente para la reunión de la
Escuela Sabática. Pensé también que si no iba a Yantaló,
cómo me podría disculpar? acaso diría que tuvo miedo por Ia
víbora que le atacó en el camino? Pensé que regresar a
Moyobamba demostraría falta de fe y confianza en el Señor.
Luego de un momento decidió enfrentar al animal y continuar el
viaje a Yantaló, recordó que viajaba a Yantaló no por propia
voluntad sino cumpliendo la orden del señor, confio que él le
daría la victoria y le libraría del peligro. Condujo al espantado
mulo a buena distancia de la víbora; usando un cortaplumas
corto una larga rama para usar como garrote y tratar de matar
la víbora. Camino en dirección del animal, al ver que se
acercaba levantó la cabeza; retrocedio con cierto temor; la
víbora mostraba una actitud amenazadora; parecía que chispas
salían de sus ojos malignos; miraba con concentración
siguiendo movimientos; su larga lengua se movía
constantemente ; la víbora estaba lista para atacar, con sus
colmillos e inyectarle su mortífero veneno; cuando el animal vio
35
que yo retrocedí, bajo Ia cabeza al suelo con la intención de
situarse mejor; en ese instante el salto contra el animal, lo
ataquo con un certero garrotazo en la cabeza; el animal emitió
un chillido agudo, se retorció sacudiendo la cola; repetio el
ataque con un segundo golpe, la sangre del animal corrió por el
sendero; esta víbora era conocida con el nombre de
"shushupe"; la rama de árbol que uso para matar al animal no
era suficientemente fuerte para que mueva al animal fuera del
camino; busco una rama más fuerte y Ia uso a manera de
palanca; así pudo mover al animal ' fuera del camino; el suelo
quedaba cubierto de sangre, el mulo vio Ia sangre y se negó a
pasar por allí; en esa situación busco ramas y hojas secas para
cubrir aquella porción del camino, subió sobre el mulo, aún
espantado llegó a pasar, continuo el viaje y Ilego a la orilla del
río cercano Yantaló; paro junto al río por un momento, mojo mi
cabeza, Iavo su cara cubierta con sudor, se sintió grandemente
agradecido a Dios por su protección, viajo un poco más y llego
a Yantaló; los hermanos habían esperado una hora para iniciar
la Escuela sabática. Nunca antes había llegado tarde para la
reunión, no hubo tiempo para relatar lo ocurrido en el camino,
dejo el asunto para otra oportunidad, prosiguieron con el
programa del culto. En el viaje de regreso a Moyobamba, volvio
para mirarla en el lugar donde la dejo la vivora; al día siguiente
lo informo que una pareja de agricultores pasaron por aquel
lugar; Ia esposa quien viajaba adelante vio el animal cerca del
36
camino, pensando que estaba vivo se desmayó de susto,
gracias a que el esposo estuvo a su lado, cuando la señora se
recuperó comprobaron que la víbora estaba muerta. Con
atención de la directora de Ia escuela pública en Yantaló Cierta
mañana estaba en casa en Moyobamba cuando alguien tocó
la puerta, fue a ver quién sería y, para sorpresa, era la
directora de la escuela fiscal del estado; recuerdo haberla visto
anteriormente, en ocasión de haber visitado su casa para darle
publicaciones con el mensaje de Dios; en otras ocasiones lo
mando publicaciones por medio de los hermanos adventistas,
después de que se saludaron le dijo: "Señor Ramos, estoy
trayendo este dinero, son mis diezmos y ofrendas, lo traigo
para la iglesia del Señor”. entonces el pastor se sorprendió y le
dijo: "cómo ha sabido usted que nosotros damos diezmos y
ofrendas?,, Dejo que aunque ella nunca había asistido a las
reuniones que celebrábamos los sábados, desde una casa
cercana a la iglesia, ella había oído los estudios bíblicos,
además había leído las publicaciones que lo había enviado y
una Biblia; fue así como llegó a saber sobre los diezmos y
ofrendas que los adventistas dan para el sostén y adelanto de
la obra de Dios; tuvieron una larga y agradable conversación, le
agradecio por la ayuda y su visita, oramos a Dios y nos
despedimos. Después de unos meses, esta señora visitó
nuevamente. Informó que había hecho cambios en el
programa de enseñanza, los sábados enseñaba a Ios niños el
37
Evangelio y Ia Biblia; pero su conciencia no estaba tranquila.
Dijo que había decidido renunciar a su cargo para poder
guardar el sábado de acuerdo con el mandamiento de Dios.
Conversaron sobre sus planes futuros y qué haría para su
subsistencia; dijo que pensaba criar aves de corral y vacas,
que vendería leche de las vacas y trabajaría haciendo panes.
Tenía confianza en que Dios le bendeciría en sus actividades,
le mostró la carta de renuncia qué presentaría a las
autoridades de la escuela. La dedicación y fidelidad de esta
señora hizo posible que tres de sus hermanos aceptaran la
verdad. Llegó el momento apropiado para que llevara el
mensaje de Dios a otros pueblos vecinos. Eligio la provincia de
Rioja para realízar un ciclo de conferencias; la iglesia de
Moyobamba y el grupo de Yantaló estaban ya bien
organizados. Los hermanos de Ia iglesia asumieron las
responsabilidades, después de un mes de la última visita a
Yantaló fue informado que un misionero de una iglesia
protestante visitó el pueblo y empezó a dar conferencias.
Algunos hermanos adventistas asistieron a sus disertaciones;
cuando aquel pastor invitó a los asistentes para que se unieran
a su iglesia, un hermano adventista se levantó de su asiento y
dijo: "Yo soy miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día
y guardo el sábado, tengo conmigo un papel en el cual he
escrito versículos de la Biblia que prueban que el sábado es el
verdadero día de reposo; si usted pudiese mostrar los
38
versículos que prueban que el domingo es el día de reposo,
podría estudiar y decidir cuál es el verdadero día de reposo".
Fue la última conferencia que aquel pastor presentó en
Yantaló; los hermanos adventistas se mantuvieron firmes en la
verdad; nuevos miembros fueron bautizados, incluyendo los
principales de la administración del pueblo: el ex alcalde, su
esposa e hijo, la familia que el brindaba hospedaje, la directora
de la escuela pública y sus tres hermanos, y muchos más. EI
grupo de miembros adventistas quedaba constituido
aproximadamente por cincuenta personas. La obra en la
provincia de Rioja Antes de iniciar la predicación de la palabra
de Dios en Rioja, visito los pueblos vecinos de Jepelacios,
calzada y soritor. En estos pueblos no había local apropiado
para conferencias, las realizamos en la plaza pública; durante
ras conferencias presento vistas luminosas para ilustrar el
tema; la gente mostró interés en escuchar la palabra de Dios.
Rioja era la capital de Ia provincia, también el pueblo más
grande de la zona: Decidió trasladar su familia de Moyobamba
a Rioja por algunos meses. La gente en la provincia de Rioja se
dedicaba en su mayoría ara agricultura y a la fabricación de
sombreros finos de paja; las transacciones y venta de
sombreros se realizaba en la plaza principal del pueblo
después de la puesta del sol; la plaza tenía buena iluminación;
las mujeres son muy hábiles en la fabricación de sombreros;
los hombres por lo general se dedican al cultivo y
39
procesamiento de paja para la industria. En aquel tiempo, el
viaje de Moyobamba a Rioja demoraba un día por un camino
de herradura; en ciertos lugares del viaje habían ciénegos
peligrosas, era necesario o cruzar dos ríos utilizando canoas;
los mulos cruzaban los ríos nadando junto a la canoa,
sujetados por una soga atada al cuello. Este viaje lo realizaron
en época de invierno, largas parres tuvieron que viajar a pie,
bajo el fuerte calor tropical; en un momento llegaron a una zona
cubierta totalmente de fango, cuando más caminaban, los pies
se hundían más; en ciertos trechos, el agua barrosa llegaba
hasta la cintura; a veces, los pies se quedaban aprisionados en
el fango; parecía que el fango quería absorberlos; llevaron
largos palos que los usaban como bastones para dar firmeza al
cuerpo; en cierto lugar, Ios zapatos de su esposa .quedaron
aprisionados en el fondo del fango; ella tuvo que continuar, el
viaje sin zapatos; el día se oscurecía, las nubes se tornaron
oscuras; de pronto empezó a llover, no teníamos paraguas;
conseguimos hojas grandes que las usamos copa paraguas,
continuamos viajando; por fin llegamos a Rioja justo cuando
estaba anocheciendo. Conferencias en Rioja Después de una
semana haciendo visitas consiguieron un Local, inicio un ciclo
de confencias, dos por semana, los otros días de la semana los
dedico a dar estudios bíblicos en los hogares, tenía que
atender las actividades de la iglesia de Moyobamba al mismo
40
tiempo. En cierta ocasión paso el sábado con los hermanos en
Moyobamba.
Al siguiente día viajé a Rioja, pues tenía que presentar
una conferencia en la noche. Decidió viajar por un camino
diferente al acostumbrado; ese otro camino era más ancho y el
viaje tomaba más tiempo; había que cruzar dos ríos crecidos
debido a fuertes lluvias. Cruzo el primero en una canoa
sujetando el mulo, el río no era demasiado ancho, tenía poca
corriente pero era profundo; el segundo río llamado Tónchima
era más grande y torrentoso, lo cruzo en canoa en la misma
forma que cruzo el primer río; había un solo lugar para que se
embarcarse y otro para desembarcarse; alrededor de estos dos
puntos había un bosque denso; el mulo entró en el agua, tenía
sujetado el mulo con una mano; el hombre que guiaba Ia canoa
se dio un impulso con el remo para comenzar a cruzar el río.
Pronto nos encontramos a mitad de río, el mulo nadaba
solamente con la cabeza fuera del agua, resoplaba con temor.
Mantenía la soga atada al cuello del mulo bien templada, para
que éste nadar a junto a Ia canoa; el río estaba bastante
torrentoso, la corriente les arrastró y pasaron el lugar donde
debían desembarcar. A pesar del máximo esfuerzo del reme. el
mulo en su desesperación repentinamente jaló la soga que )
sujetaba; en ese instante, cayo fuera de la canoa, el mulo y él
fueron arrastrados por la corriente; tuvo la sensación de que
me iba ahogar; sabía que se aproximábamos a un barranco; no
41
solto la soga atada al mulo; el remero reaccionó prontamente y
acercó la canoa junto a el; se agarro de la canoa y suio del
agua; estában cerca de la orilla, pero debido a los árboles no
había lugar para el desembarque; con gran esfuerzo surcaron
entre los árboles jalando el mulo; después de un tiempo
logramos salir a tierra; el mulo estaba temblando, salieron del
río completamente mojados y agotados; el sol se había
ocultado; la luna envió rayos de luz entre las nubes, como si
entendiera la situación. Después de un momento de descanso
ensillo el mulo y continuo el viaje. Faltaba poco para las ocho
de la noche, hora de iniciar la conferencia; al llegar al local oro
que estaba casi lleno de gente, tuvo suficiente tiempo solo para
cambiarme de ropa; la esposa estaba muy preocupada por la
demora; daba la bienvenida y acomodaba a las visitas. Oro
agradeciendo que una vez más me hubiera salvado la vida; a
pesar de la peligrosa experiencia, llego a tiempo para presentar
el mensaje. Cuenta su experiencia este pastor con estas
palabras: estaba cansado por el viaje e impresionado por la
peligrosa experiencia, con hambre, pues no hubo tiempo para
comer. El Señor me calmó y fortaleció para predicar su palabra,
fue una noche bendecida; al finalizar la conferencia hizo un
llamado, todos los asistentes alzaron la mano en señal de
dedicación, se pusieron de pie demostrando su convicción que
la Biblia era la palabra de Dios, prometieron leer Ia Biblia y
practicar sus enseñanzas. Terminada la conferencia se dirigió a
42
la puerta del local para despedir a los visitantes; vio a una
señora de apariencia distinguida quien permaneció junto a. la
puerta; se acerco para saludarla, le dijo que lo sentía mucho
no haber podido acomodarla en un rato; el salón estuvo
completamente lleno de visitantes; le ofrecio reservar un
asiento para la próxima conferencia. Ella me dijo: "Tengo en mi
casa una sala mucho más grande, hable usted a mi esposo,
estoy segura de que podemos alquilar". Al día siguiente visito a
esta familia, me recibieron amablemente, permitieron usar su
sala para conferencias. El pastor cuenta con sus propias
palabras sobre como emprendió el evangelio en ese lugar y
pues lo hizo de esta manera y cuenta así , compré tablas de
madera y fabriqué más bancas; así continuamos las reuniones;
en compañía de mi esposa visitamos a la gente en sus hogares
y dimos estudios bíblicos. Junto a la puerta del salón de
conferencias instalamos un buzón de preguntas; cualquier
persona visitante podía depositar preguntas; el dueño de la
casa en la cual vivíamos y del local de conferencias se
dedicaba a Ia crianza de ganado porcino, entre otras
ocupaciones; cerca de su casa tenía un extenso corral de
chanchos; este negocio le producía muy buena ganancia. Una
noche de conferencia leímos y contestamos las preguntas
depositadas en el buzón. Una pregunta fue: "Por qué los
adventistas no comen carne de cerdo?" Al comunicar las
razones, noté de el dueño de asa quien estaba sentado en Ia
43
primera fila escuchaba con apariencia de desagrado; parecía
estar de mal humor; cuando terminé la explicación noté que el
dueño se levantó de su asiento y salió de la sala; no regresó;
estuve preocupado, pensé que el dueño estaría molesto, mi
explicación con relación a la carne de cerdo podía afectar
negocio. Al día siguiente lo visité, le dije que lo sentía porque la
noche anterior no pudo estar en Ia conferencia hasta la
conclusión. Me dijo que la explicación sobre ia carne de cerdo
era verdad; dijo también que el día anterior había él comido
carne de cerdo; cuando escuchó las razones por las que no era
bueno comer carne de cerdo tuvo fuertes dolores de estomago;
por eso salió del salón, fue a su casa a tomar medicinas.
Después de un tiempo, el dueño conoció más la verdad.
Abandonó la crianza de cerdos; cambió de ocupación. Aceptó
la verdad del sábado; asistió los sábados a la iglesia; se unió a
la clase bautismal; después de seis meses de estudio y
preparación se bautizó. Este hermano llegó a ser el primer
maestro de la Escuela Sabática, cuando se organizó la iglesia
fue elegido primer Anciano. Los cultos y conferencias se
realizaban en su casa, decidió ayudar a la iglesia y no cobró
alquiler, esto fue una bendición de Dios porque no teníamos
presupuesto. En una conferencia hablé sobre los daños del
tabaco; cuando la conferencia concluyó, noté que un caballero
fuerte y alto se dirigió al buzón de preguntas y depositó dinero;
me llamó la atención porque hasta ese momento no habíamos
44
solicitado ofrendas a la concurrencia; el día siguiente visité a
este caballero en su casa, le agradecí por Ia donación y le
aseguré que sería utilizado para cubrir los gastos relacionados
con las conferencias; me contestó que él fumaba mucho, pero
la noche cuando la conferencia trató de los daños del tabaco
decidió dejar de fumar; dijo que el dinero depositado en el
buzón lo tenía destinado para comprar cigarrillos, que con esa
donación quería poner fin a aquel hábito tan perjudicial para su
salud. Este caballero después de un tiempo aceptó la verdad,
fue bautizado juntamente con su esposa y ayudó bastante a la
iglesia como secretario de Ia Escuela Sabática. Cuando el ciclo
de conferencias concluyó, organizamos
Las actividades del grupo. Los hermanos tomaron la
responsabilidad de continuar la obra de Dios. Mi esposa, mis
niños y yo regresamos a Moyobamba. El camino de regreso
estaba en muy malas condiciones; viajamos en canoa, bajamos
por el río llamado Tónchima, luego continuamos en el río Mayo.
Llegó la noche, teníamos planes de quedarnos a dormir en una
choza junto a la orilla del río; de improviso, un toro se acercó a
la orilla del río donde mis niños jugaban; el toro embistió a mi
hijo menor, con sus astas lo arrojó a cierta distancia; gracias a
Dios, nada grave sucedió al día siguiente continuarnos
navegando hasta que llegamos a Moyobamba. Transcurrieron
dos semanas, decidí visitar nuevamente la ciudad de Rioja.
Esta vez fui cabalgando en un mulo; en cierto punto del viaje, el
45
camino era muy angosto, había que caminar encima de palos
tendidos en el suelo; en ambos lados del sendero había un
ciénegos de agua y fango algo profundo; en un momento, el
mulo dio un mal paso y cayó en terreno cenagoso; el mulo
empezó a hundirse, no tenía movilidad; en un momento tuvo el
cuerpo casi cubierto por agua; yo no podía hacer nada para
salvar el animal; de pronto, se aparecieron seis hombres;
vieron la situación de emergencia, buscaron largos palos y lo
pusieron bajo el estómago del animal; con mucho esfuerzo lo
movieron y lograron sacarlo a tierra firme. En otro viaje similar
viajaba en un mulo, pasaba un fangal; el fango llegaba al
estomago del animal; la punta de una caña brava
Dentro del fango hirió al animal en el estómago,
desafortunadamente el mulo murió.
2.2.3. La obra misionera en rioja
Pero la obra no queda así es por ello que continua en
cierta oportunidad, el pastor Reploge, Presidente de la Misión
Amazonas, visitó Moyobamba; decidimos visitar Rioja. Los
caminos estaban en las malas condiciones, por eso decidimos
viajar a pie en lugar de usar mulos. Salimos de Moyobamba a
las siete de la mañana, era tiempo de lluvias;
Parte del viaje caminamos con el agua hasta la cintura; el río
se había desbordado. Los zapatos del pastor Reploge se
deshicieron completamente; tuvo que continuar el viaje
descalzo; a las cinco de la tarde llegamos a Rioja, cansados
46
por el viaje, completamente mojados y con hambre; pues no
habíamos comido todo el día; felizmente llevamos cambio de
ropas en bolsas impermeables: El pastor Reploge llevó un par
de zapatos extra; esto resultó muy bueno porque no hubiese
encontrado zapatos en el pueblo: él era alto y sus zapatos eran
grandes. Aquella noche en la iglesia de Rioja tuvimos una
reunión muy bendecida, al día siguiente tuvimos una ceremonia
de bautismo; un buen número de libros se bautizaron en el
mismo río en que tuve la experiencia de haber sido arrastrado
por la corriente. Dios siempre bendice y
Protege a sus hijos.
2.2.4. Obra Misionera en Yuracyacu
Luego visita a Yuracyacu A ocho horas de camino de Rioja,
hacia el interior, se encontraba. el caserío llamado Yuracyacu;
personas de este caserío habían asistido a las conferencias en
Rioja; nos pidieron visitar su pueblo; la verdad de Dios también
debería llegar a ese lugar. El viaje lo realizaríamos a pie.
Conseguí un guía y comencé el viaje; cerca de Rioja, el camino
era bueno y ancho; pero a medida que nos internamos en la
selva, el camino era angosto y la floresta densa; parecía estar
en otro rumbo. Caminamos una hora; Ios pies se hundían en
fango; la noche anterior había llovido fuertemente; el riachuelo
había crecido, el pequeño puente de madera estaba cubierto
de agua. Las aguas habían inundado el camino; no podíamos
ver el camino por donde continuar; a pesar de todos los
47
problemas continuamos; a medida de que avanzábamos el
agua aumentaba su caudal; cada vez el más profunda; nos
quitamos casi toda la ropa, el agua llegaba hasta la cintura,
después hasta el pecho; felizmente teníamos una bolsa de jebe
en la que guardamos Ia ropa; amarramos fuertemente la boca
de Ia bolsa y seguimos adelante; la bolsa llena de ropa flotaba
sobre el agua; la luz del sol penetraba Ia bóveda de árboles
que parecían milenarios; culebras nadaban velozmente cerca
de nosotros, lo que nos preocupaba más; sin embargo, eran los
lagartos que podrían estar en el agua; oíamos el ruido creado
por el viento al pasar bramando por las copas de los árboles
que eran sacudidos; descendió una lluvia lenta, las hojas de los
árboles caían sobre nosotros, en ese momento vimos un tronco
flotando sobre las aguas; rápidamente subimos al tronco, la
corriente nos llevó al pequeño puerto madera que estaba
parcialmente cubierto por agua; nos dirigimos en esa dirección,
doscientos metros más adelante; gracias a Dios encontramos
tierra firme. Seguimos caminando, cansados pero contentos
por haber pasado la parte más difícil. Continuamos el viaje;
llegamos a Yuracyacu a las cinco de la tarde; busqué una casa
para tener una reunión y descansar en la noche; Ia gente del
pueblo rápidamente se informó de nuestra llegada; después de
unos momentos experimenté una alegría muy grande al ver
que la sala estaba completamente llena; la mayoría escuchó el
mensaje de Dios de pie. En la sala había una mesa, puse allí la
48
Biblia y prediqué del amor de Dios, la gente respondió
favorablemente al mensaje; había mucho interés en escuchar
más de Jesús. El viaje de regreso a Rioja fue más fácil. El río
había bajado a su altura normal; el agua que corría por el
camino había disminuido; viajar en el interior de Ia selva era
una experiencia muy impresionante; había trechos de
elegantes palmeras, plantas engalanada" de ciprés; algunas
veces me detenía a contemplar la hermosura de delicadas
orquídeas, parecía como si la tierra ofreciera un beso al viajero
por medio de esta bella flor. Así fue colmo se estableció la
iglesia en Rioja con miembros leales a la verdad y espíritu
misionero. Así fue como también se establecía el grupo en
Yuracyacu.
2.2.5. Obra misionera San Antonio de Cumbaza y san Pedro
Distrito grande y deberes igualmente grandes y variados.
San Antonio de Cumbaza y san Pedro estaban en constante
contacto. Los miembros de la feligresía eran cristianos
dedicados, compartiendo la historia del evangelio con los
vecinos que pedían ayuda. "Pastor, ¿Cuándo volverá?” Fue de
nuevo y fue una experiencia inolvidable. Pero, el enemigo
estaba despierto y enérgico causando problemas. Íbamos a
tener nuestra reunión en la plaza de armas frente al edificio de
la Municipalidad. Un amigo, el inspector del hospital del pueblo,
acompañó y ofreció utilizar la pequeña planta de energía
eléctrica de la institución. El gobernador tenía un generador
49
pequeño -pero estaba fuera de la ciudad- y había llevado su
generador con él. De manera que desechamos esa solución.
Necesitábamos conseguir algo de petróleo para que el motor
de la planta funcionara. El operador de la planta tenía sólo un
galón en su casa y después de alguna persuasión consintió en
usarlo para el motor solamente por quince minutos. Eso sería
el tiempo suficiente para un rollo de película de 12 minutos. De
manera que fueron de casa en casa invitando a la gente para
la reunión en la plaza del pueblo. A eso de las siete y treinta,
doscientas cincuenta personas estaban reunidas en la plaza.
Estaban esforzándonos de crear buena voluntad, y su plan era
introducirse a el mismo, a nuestra iglesia con el mensaje de
salud. Les dijo que era un misionero adventista del séptimo día
que estaba interesado en su bienestar. Deseaba que
conocieran a su Padre celestial quien quería que disfrutaran de
la
Vida, que prosperaran y que tuvieran buena salud tal como
estaba escrito en sus Biblias. Hablo contra el uso del alcohol y
los cigarrillos y les animo a buscar una vida saludable. Invito al
inspector sanitario que pasara al frente. "Señor Grandes"
"¿cuántas enfermedades puede contraer una persona por
comer carne de cerdo?" ¡Su respuesta fue inmediata!
"¡Cuarenta y cinco!" "¿Cuántas?" Volvio a hacer la pregunta
para hacer una impresión más profunda en nuestros oyentes.
"¡Cuarenta y cinco!" -volvió a repetir. "¡Y cómo le gusta a la
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gente el puerco tan rico! ¡Cómo lo disfrutan!" Todos rieron.
Entonces el Señor Grandes hablaron de higiene pública,
excusados, y el cuidado de la basura. Mientras el diálogo de
salud pública se desarrollaba pudieron comprar más
combustible que hizo posible mostrar otra película. Todos
fueron bien recibidos en la segunda visita y mostraron algunas
películas que trataban acerca del uso de cigarrillos y el
Proyecto Espacial Mercurio. Los aldeanos estaban
conmovidos, pues nunca habían visto semejantes cosas antes.
Las reuniones crearon una actitud positiva hacia la iglesia -y
hacia ellos. Ellos se fueron muy impactados.. Un hermano fiel
de la iglesia de Morales murió ese mismo día y a la mañana
siguiente preparo un mensaje de consuelo para la
congregación doliente. el pastor cuenta Me sentía demasiado
cansado después de la reunión nocturna y nuestra llegada
tarde a casa, de manera que el servicio funeral fue difícil. Usé
mi Jeep como carrosa fúnebre, yendo en primera al manejar
hacia el cementerio, llevando el ataúd delante del cortejo
enlutado que nos seguía. El día fue alegrado de inmediato
cuando recibimos un telegrama del líder de nuestro grupo de
Zapatero invitándonos a reunirnos el viernes. El Espíritu Santo
había tocado sus corazones. ¡Ellos estaban disolviendo su
rebelión y retornando a la iglesia podía ir parte del camino en
mi Jeep, y después de cruzar el río Mayo tenía un tramo de
camino de una media hora. Los hermanos estaban esperando
51
mi llegada. El tema de mi sermón fue la necesidad del Espíritu
Santo en nuestro medio. Varios hermanos, se pararon
sugiriendo la reconciliación e inmediatamente todo el grupo
estaba abrazándose uno al otro. Yo estaba rebosando de
alegría y creo que hasta los ángeles se regocijaron. Nuestras
oraciones fueron contestadas y fueron recompensadas
grandemente por nuestras visitas previas y nuestra
preocupación cristiana urgiéndoles a permanecer con el barco.
Muchos residentes de San Pedro fueron receptivos a
nuestro trabajo y al mensaje de la Biblia. Pero para la profesora
de la escuela local, éramos una. Espina urticante que suscitaba
su oposición. Quise entrevistarla de manera que me aventuré a
visitarla en su casa. "Usted ha ignorado entrar muy bien aquí
en el pueblo" -me comentó. "Sí" "mi deseo es el mejoramiento
de la comunidad. Señora, me gustaría invitarla a que asistiera
usted también a nuestras reuniones". Ella había castigado
recientemente a sus alumnos por asistir a nuestras reuniones,
y estaba asignando a los alumnos que asistían a nuestra
iglesia trabajos en casa simplemente imposibles de realizar.
Con mucho tacto le sugerí que esas asignaciones deberían
más bien complementar las actividades empezadas en el aula.
Ella asintió a mi razonamiento y sospeché que la tolerancia se
había iniciado. Ordenación ministerial Al pastor Israel Alomía,
quien me había precedido en la estación misionera de Unini, se
le pidió que escribiera una recomendación para mi ordenación
52
ministerial. Yo no tuve ninguna información previa de esta
hermosa posibilidad hasta que él escribió rememorando mis
actividades en Unini, Bolognesi, el Gran Pajonal y a lo largo de
los ríos -además del programa de edificaciones que habíamos
pensado que era tan necesario. Fue en noviembre de 1977 que
el Pastor Itamar Paiva, presidente de la Misión del Oriente
Peruano llegó a nuestro hogar y extendiéndome su mano me
felicitó por la aprobación para mi ordenación por la Junta de la
Misión. Él, vino después de la aprobación en la comisión de
ordenación de la Unión, diciéndome que la ceremonia podría
ser en enero durante las reuniones del Congreso cuadrienal de
la Unión Incaica en nuestro colegio cerca de Lima. Yo había
esperado que mis padres estuvieran presentes para mi ocasión
especial, pero no iba a ser así. Sin embargo, Evelyn y nuestros
hijos estuvieron presentes.
El 8 de enero, de 1972, el pastor Jorge Riffel de la
División Sudamericana en Buenos Aires, me condujo hacia la
plataforma para 1a experiencia más sagrada y solemne.
Después de la ceremonia y la oración de dedicación, Evelyn se
unió a mí en la plataforma y fuimos presentados como el pastor
Siegfried y Evelyn Neuendorff.
Ningún pastor puede ser de éxito a menos que su pareja
sea un apoyo pleno. Evelyn es una esposa muy especial. Ella
afrontó las dificultades y la soledad de la misión de 1a vida -la
presencia de insectos, ratas y culebras, realizando
53
responsabilidades personales en la misión comunitaria y
siempre dando la bienvenida a la cadena de visitantes, sea
improvisada o esperadamente. Cuando retornamos a Tárapoto
fuimos recibidos alegremente y felicitados por nuestra
ordenación. Por nuestra parte estuvimos determinados para
sostener los principios encatrados en la Escritura y mantenidos
por nuestra iglesia.
2.2.6. Indicios de la Obra Misionera en Tarapoto
De la misma manera el Pr. Empezó la obra mediante la
ayuda social, Pero, ahora como un pastor ordenado no podía
imaginarse haciendo otra cosa fuera de cuidar las necesidades
espirituales de la gente. El concordaba con Pablo quien dijo,
"Ay de mí si no anunciara el evangelio" (1 Cor 9:16). La base
aérea de la iglesia adventista en la selva peruana estaba en
Yarina Cocha, cerca de la ciudad de Pucallpa. clyde Peters era
nuestro primer piloto y el que tenía el período más largo de
estadía. Luego venía Bob Seamount un veterano que había
estado dieciocho años con el cuarteto del programa radial de la
Voz de la Profecía. Después venía Stanley Sornberger del
programa de aviación de la Universidad Andrew. El comenta
que Cierto día cuando Stahl estuvo visitándoles le preguntaron
acerca de Unini donde habían pasado cinco años interesantes
de nuestra vida y labor. Quedarón deleitados al saber que
Antonio Abanto, el sacerdote de Bolognesi en la ribera del río
Ucayali había decidido ser un adventista del séptimo día. Estas
54
noticias llego a sus corazones con un gran gozo y les dio
animo. Recuraron que le habían dado El Centinela y varios
otros libros, incluyendo EI conflicto de los siglos. Habían
sembrado la semilla y Dios que cuida del resto hizo que ella
germinara y floreciera. Les pareció que fuera Navidad cuando
en Julio llegó su carga enviada por barco desde California.
Libros, utensilios de cocina, ropas, zapatos, alimentos
deshidratados, casetes de música. Y un pequeño piano
completamente tratado para la humedad de la selva, esto era
algo que ellos esperaban como muchas ansias. Era una
hermosa pieza de mueblería -pero aún no podían tocarlo- no
había la llave. Por fin el piano estaba a total disposición y el
gozo familiar era complejo. Los problemas vienen y se van. A
veces ellos vienen con furia inusitada y tardan en irse. En
Tárapoto hay cucarachas y moscas, pero no otros insectos –no
hay zancudos, tábanos, o manta blanca. El problema era una
plaga que recordaba de algún modo a Egipto. En Tárapoto la
llamaban "mundialito" ésta producía una comezón muy extrema
en las manchas parecidas a granos rojos que urgían de
rascado. Las manchas rojas estaban en los brazos, debajo de
la línea del cinturón, en la ingle -en todo el cuerpo. Para
algunos estas picazones se tornaban en ampollas y llagas
abiertas. ¡Y los farmacéuticos no tenían remedio alguno para
ellas! A algún doliente por allí -después de muchas pruebas y
error ese le ocurrió hacer una poción de fácil preparación
55
mezclando alcohol, insecticida, alcanfor, mentol y kerosén,
buscando aliviar su miseria. Los mensajes llegaban de boca en
boca, como en todas partes, y así les llegó también a ellos de
manera que su plaga se acabó para siempre. Una mañana muy
temprano uno de los diáconos vino pidiendo ayuda. "¡Venga
rápido por favor! Suegro se está muriendo. ¿Podría venir a
ungirlo?" -fue su súplica. Julio Chota era miembro de iglesia, el
Pr. Hizo una oración y todo termino. En su regreso a casa
regreso a casa hicimos una parada en la oficina de correos, y
al llegar a casa estaba esperándonos Marden, el yerno de
Julio. "Después que usted salió, él se levantó y fue a la cocina
buscando comida. ¡Tenía hambre!" ¡Estábamos emocionados
un milagro de sana miento y otra victoria para el Señor. ¿Acaso
el Señor no ha indicado, ',¿Está alguno enfermo entre
vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por é1,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor' (Sant 5:14),
Pero también está escrito, "y cuando estaba en la cárcel,
vinisteis a mí, (Mat 25:36). Estas palabras punzaban mi
conciencia. El Pr. También visito caracales donde gano almas
apara Dios. Llevaba visitas al templo, donde después de un
sermón terminaba con un bautismo. Las victorias espirituales
fueron muchas y el "pastor Siegfried, seguía fielmente con su
misión.
56
2.2.7. Obra Misionera en Tarapoto
El 7 de noviembre de 1974 cuando el presidente de la
Misión, Abel Puchar, vino a visitar al pastor Siegfried, para
darle la noticia que tenía que ir Iquitos. La semana de oración
estaba ya programada en Tárapoto. La junta de
nombramientos de Tárapoto. El nuevo edificio de la Iglesia en
Morales y el tenía que estar dirigiendo construcción.- y asentar
los ladrillos con Alfredo del Águila. Éste era sin duda un nuevo
desafío -y ciertamente un hago agridulce para ellos, ¡Iuitos!
Poco habían oído de esta ciudad y ahora iban a vivir en ella,
pero aceptaron el desafío. Antes de su viaja, la familia pastoral
sufre una grave pérdida, se trataba de un aborto de un bebe
de 2 meses de gestación. Fue una experiencia devastadora
para los dos. Terminaron su época selvática donde por ultimo
visitaron el Sauce, Águano, Muyuna y Chazuta, afirmando,
bautizando, celebrando la Comunión, eligiendo a los oficiales
para el siguiente año, y haciendo alguna obra dental final. Sus
días en Tárapoto se estaban terminando y era momento de
partir. Ellos dejaron 27 grupos y cuatro iglesias.
2.2.7.1. Buenas y malas noticias
El pastor nos cuenta: que fue mi buena suerte
tener en enero de 7974 a Volney Arévalo como ayudante
ministerial asignado a mi distrito. Él era un joven
agradable, entusiasta y capaz. Él se había graduado
recientemente de sus exordios ministeriales y estaba
57
listo y dispuesto a aceptar la responsabilidad de trabajar
en el distrito misionero que comprendía tanto Tárapoto
como Lamas. ¡Gracias padre por este joven Justo por
ese tiempo la junta de la Unión Incaica votó becar a sus
obreros para un curso de "Predicación persuasiva" con
la Universidad Andrés. Ésa hubiera sido una carga
adicional para mí. Además ya había estudiado un curso
semejante de homilética con el Dr. Narval Pease -
además de otros. La participación implicaba la
presentación de diez sermones el 31 de enero y la
lectura de dos libros -uno en portugués y otro en
español. De manera que usé persuasividad con mi
presidente para que permitiera a algún otro la
oportunidad que yo gustosamente le cedería. Él
simpatizó con mis deseos y yo partí feliz y dichoso. un
viernes de tarde me enteré que Abel, un miembro
recientemente bautizado había estado enfermo por una
semana y nadie sabía de ello aunque era amado y
apreciado por todos. Él estaba tan enfermo que no había
comido por una semana e incluso no podía retener ni el
agua que tomaba. La madre tenía unos cuarenta años
de edad y era totalmente ciega. Había dos muchachas
menores en la casa, pero no había ni marido ni padre.
La cumbre del techo de su casa de palma había volado,
y una chompa del joven recientemente comprado le
58
había sido robada. El sol estaba descendiendo
rápidamente ese día no podíamos hacer nada por el
techo. A la mañana siguiente en la iglesia informé a
nuestros hermanos de la situación lamentable de la
familia. Inmediatamente después del culto cinco de
nuestros hermanos fueron a sus propiedades, cortaron
hojas de palmera (de palma Shapaja), las tejieron y
resanaron la cumbrera del techo. Yo fui a nuestro
pequeño auxilio de Dorcas y encontré una chompa, una
casaca, algo de miel y medicina para su garganta
inflamada. Mientras nosotros íbamos ellos habían venido
con manos dispuestas -y una bebida para refresco.
Cerramos nuestras actividades cantando y orando.
Todos concordamos que no había mejor manera de
honrar a Dios y su sábado que adorándole y amando a
sus hijos. Dios no ordenó que cayera maná de 1os cielos
en Tárapoto cuando 30 000 de nosotros no teníamos
pan. Para esa necesidad él nos permitió "hacerlo". Los
vuelos habían sido cancelados por falta de combustible y
estábamos temporalmente aislados. Había otras cosas
que escaseaban también -tales como fósforos y papel
higiénico- y gasolina. Los que poseíamos vehículos
podíamos manejar solamente en días asignados. Dios
había tomado cuidado de eso cuando nuestro piloto de
la Misión había almacenado sesenta galones de
59
gasolina cerca de nuestra casa y cuando yo necesitaba
gasolina los martes o los jueves, Dios sabía dónde
estaba el tanque almacenado. Ocurrió una emergencia
para lo cual fui llamado a Lima. Dos viajeros suecos
habían escrito una historia difamatoria sobre nuestros
hermanos campas los que vivían en el área del Gran
Pajonal. Estos escritores habían descrito un cuadro
inaceptable de nuestra obra en la selva, alegando que
nada bueno se había logrado y que los misioneros
estaban robando a los nativos el único gozo que tenían
para disfrutar sus borracheras con masato! Yo había
visitado, enseñado y ayudado a estos mismos campas
del Pauta y sabía que estos escritores habían descrito
conclusiones desastrosas y farsantes. Se me llamó a
Lima para reclamar semejante evaluación mentirosa y
negativa de la obra misionera adventista. Después de
reunirnos con el presidente de la Unión y un asesor
legal, fuimos al Consulado sueco para hablar con el
embajador. Cuando nos introducimos, él me preguntó
atrevidamente, "¿es usted alemán?" Impávido, le
respondí con presteza, "no solamente alemán, ¡soy un
Berlinés Al explicar nuestra obra en la selva le sugerí al
dignatario que tal vez esos escritores extranjeros
esperaron ver nativos salvajes mugrientos, posiblemente
desnudos y celebrando sus fiestas en borracheras
60
perdidas. Historias inusuales y excitantes ayudan a esos
escritores a vender sus publicaciones baratas. Incluso,
uno de estos visitantes se atrevió a escribir que
Chovingo, el jefe de la aldea, le había ofrecido a su hija
para una noche de placer. Cuando nuestro maestro,
Rufino y otros nativos oyeron esta mentira vil, ellos
declararon que jamás volverían a hospedar extranjeros
en sus aldeas. Pregunté al embajador explícitamente,
"¿cómo pueden sus escritores llegar a semejantes
conclusiones siendo incapaces de comunicarse con los
aldeanos, y
siendo ignorantes de su existencia anterior al
evangelio?" El embajador, sin embargo, defendió a sus
paisanos puesto que esos individuos en Suecia eran
"personas notables" y eran además sus conocidos
personales. Podríamos haber escrito un artículo en
defensa de nuestra obra, pero sentimos que nuestro
tiempo y dinero debía ser usado de una manera más
positiva en vez de una simple defensa. El presidente de
la Unión estaba satisfecho con mi conversación con el
embajador y me invitó a dirigir el servicio de culto en la
oficina para el personal. Buenos y malos desafíos De
nuevo estaba en casa y con una nueva oportunidad. Fui
invitado a participar en una discusión de mesa redonda
durante un congreso educacional. Yo iba a ser uno de
61
los tres panelistas junto con el Dr. Yashimura, un
sicólogo, y el alcalde de la ciudad. Yo reconocí que ésta
sería una oportunidad especial para compartir nuestra
filosofía con maestros preocupados con la reforma
educativa. Conocedor de nuestros principios en los
escritos inspirados y podía hablar con autoridad a los
doscientos cincuenta maestros atentos. El coro local de
la iglesia cantó de su repertorio, y al final del programa
dimos a cada maestro una copia del Camino a Cristo. De
algún modo estaba inspirado para invitar a estos
maestros a nuestra iglesia para un programa musical
especial. Alrededor de ciento cincuenta de estos
educadores atendieron, además de otras visitas con sus
esposas. Nuestra pequeña iglesia estaba repleta. Y el
coro sobrepasó su presentación. Durante el intermedio
distribuimos de nuevo E! camino a Cristo a todo el que
no había recibido previamente. Luego invité a los
directores de colegio a identificarse para regalarle
EI conflicto de los siglos. Después de eso -más
manos se levantaron dos monjas estaban tan
entusiasmadas con los libros y por mi mente pasó de
inmediato solicitar a los que recibieron que nos dijeran
su reacción después de la lectura. A1 concluir el
programa, el director de educación nos alegró con sus
62
palabras de aprecio, "yo no sabía que había semejante
coro en toda la provincia de San Martín".
Nuestra iglesia se estaba volviendo famosa.
Teníamos miembros dedicados y activos, gente joven
representativa llena de valor y espíritu misionero. Un
sábado por la tarde iba a hablar en Shapaja y estaba
llevando dos jóvenes conmigo para animar el programa.
La mayor parte de nuestro coro decidió acompañarnos y
cantar para e1 programa de tarde. En la tarde los
miembros del coro visitaron la mayoría de los hogares
invitando a los residentes para ei servicio de la tarde. ¡Y
ellos vinieron Tuvimos un servicio hermoso y cuando
tratamos de despedirlos invitándoles para que volvieran
la siguiente noche, ¡ellos no querían irse ¡querían oír
más música! "¡Queremos oír al coro!" -era su pedido. El
cuarteto y el coro cantaron un número, y cuando eran las
9:30 de la noche la audiencia regresó a su casa y
nosotros pudimos retornar a nuestros hogares.
Estábamos estimulados con su entusiasmo. Ellos habían
escuchado el evangelio por la música y por la palabra de
Dios. "A ti, pues hijo de hombre, te he puesto por atalaya
. . . y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de
mi parte" (Eze33:7).
Las tragedias llegan a menudo sin aviso alguno.
El señor Linares pasó por su casa después de ser
63
liberado de la cárcel. "Cuando estaba en la cárcel" -dijo-
"no manifesté mucho interés en las cosas de Dios, pero
ahora yo estoy dispuesto a creer" _.me aseguró. É1 vivía
como a ochenta kilómetros de Tárapoto. Ahora estaba
preparado y dispuesto a seguir a su Señor pero la
muerte le vino repentinamente. Ahora, era demasiado
tarde para estudiar más. Mi constante preocupación está
con aquellos que postergan su decisión de seguir ai
Señor. Fue también una de mis más difíciles
experiencias el tener que arreglar el servicio fúnebre de
una muchacha adolescente que, con su familia, se
habían ahogado en el río. El trágico accidente ocurrió
seis días antes de que pudieran hallar su cuerpo.
Ocurrió en un día que no podía manejar mi Jeep por la
restricción política cuando se me dio aviso, de manera
que fui de inmediato a solicitar permiso para poder
transitar. Con la autorización fui a la morgue del hospital
para trasladar el cuerpo al cementerio. Yo conocía al
personal del hospital de manera que el pedido del
cuerpo fue fácil. Pero el recuerdo del acomodo de ese
ataúd en mi Jeep, es inolvidable ya que el viaje al
cementerio fue insoportable -¡indescriptible! El olor fétido
del cadáver, las molestosas moscas que se negaban
volar incluso a la velocidad de mi carro abierto, el rastro
y polvo de esas calles sin pavimento hicieron que ese
64
viaje no fuera un verdadero funeral sino una pesadilla
pestilente. El que cuidaba del cementerio era mi vecino.
Él actuó rápidamente con respecto al permiso para el
entierro de la víctima joven del río e incluso canceló el
pago para la sepultura. Yo nunca tuve el talento de un
vendedor -o de un solicitante. Simplemente no me siento
a gusto pidiendo a alguien dinero. ¡Pero esas revistas
amontonadas en mi oficina! ¿Qué podía hacer con ellas?
La oficina de la Misión había estado enviando las
revistas Juventud y Vida Feliz -y yo estaba obligado a
distribuirlas o venderlas- pero no, ¡allí se habían estado
amontonando! Un día tomé coraje con la situación -y las
revistas salieron conmigo a la calle. Las revistas eran tan
atractivas que casi se vendían ellas mismas. El primer
día vendí cuarenta y dos de ellas y al día siguiente
sesenta y cinco. El director de un colegio de secundaria
en la ciudad era un sacerdote dominicano. Con su larga
sotana blanca y su barba volante era muy fácil de
reconocerlo aun a distancia. Yo estaba vendiendo una
revista a uno de sus maestros. "¿Qué tal?" -lo saludé-
"necesito hablar con usted". "No tengo tiempo ahora" -
me respondió. "Señor" -le respondí- "yo no necesito de
su tiempo, sólo de su dinero".
Él simplemente se rió, paró por un momento y
compró cuatro revistas. Él
65
Siempre acepte todo el material impreso que le ofrecía.
Yo sabía que él estaba
esperándome el mes siguiente y si no iba, él protestaba
pues se había convertido en un cliente obligado. Un
maestro de historia de un colegio de secundaria -y ateo
confeso- me vio como un amigo con quien él podía
discutir historia. Él también compraba todo el material de
lectura que yo le ofrecía. "No demore demasiado" me
dijo un día al dejar su oficina.
Otro primer día en mi vida vino durante la semana
santa peruana. Yo no tenía experiencia o instrucción en
tareas de radiodifusión. Pero no carecía de ideas al
acercarme a la estación local de "Radio Tropical". Había
tiempo disponible en la tarde entre las 9:00 y las 11:00.
Estaba entusiasmado a medida que mencionaba a otros
acerca de esta oportunidad para nuestra iglesia. Era el
primer programa radial de mi vida. Pero hubo algo que
me incomodó al echar en el estudio. Imaginen mi dilema
cuando vi allí a mi amigo el Sr. Salinas, con quien había
estudiado muchas horas en nuestra casa, quien a su vez
había estudiado junto con sus amigos, y ahora lo
encontraba presentando un mensaje favoreciendo a la
iglesia oficial. No estaba seguro más de sentirme
tranquilo, o si él o yo. Comenzamos nuestro programa y
el Sr. Salinas se quedó escuchando hasta el final.
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Muchas visitas vinieron al estudio para escuchar en el
auditorio de la estación. Otros me aseguraron que
quedaban en casa escuchando la transmisión. Nuestro
programa de música y guión parece que tuvo éxito y
oramos para que el Señor bendijera a los que
escucharon.
El 28 de julio El Perú es un país de múltiples
rostros, y mucha gente. Pero una cosa es cierta, los
peruanos aman su país y el 28 de julio, el día de su
independencia nacional, tiene un significado de inmensa
alegría. Hay más de cuarenta y cinco diferentes etnias y
cada una de las cuales tiene su propio idioma. Hay
también los "norteños" que vienen de Cajamarca,
Chiclayo, Piura, Trujillo y Tumbes. Está la región costeña
-las ciudades de Huacho, Chancay, Lima Callao, Ica,
Nazca, Mollendo y Tacna. En el Altiplano y su serranía
están las ciudades de Puno, Juliaca, Cuzco y sicuani
con la cultura quechua y aimara predominantes. En la
selva, las ciudades son Iquitos, Yurimaguas, Pucallpa,
Tingo María, Moyobamba, Tárapoto y Puerto
Maldonado. No importa dónde viva una persona, cada
una y donde sea hace sus preparativos para la
celebración anual del 28 de julio. Hay desfiles, bandas
folclóricas, banderas decorando las casas y las calles.
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Las comidas, típicas de cada región son preparadas con
entusiasmo. Con voz solemne y mano al pecho, el
Himno nacional es cantado con fervor "somos libres,
seamos, seamos, seámoslo siempre" . . . Y terminan con
un grito entusiasta de ¡Viva el Perú Sin embargo cada
semana de nuestro peregrinaje por este país veíamos
que el don precioso de la libertad se veía amenazado
por la sombra de una amenaza marxista. La industria del
tabaco en Tárapoto fue convertida en un asunto
administrado por el gobierno central. Las ricas minas de
la serranía fueron también confiscadas para convertirse
en propiedad del estado. Algunos periódicos pasaron por
la misma suerte.
Mientras estaba parado delante del estrado oficial
para las autoridades de la provincia de San Martín,
experimenté dos sentimientos contrarios. ¡Uno de
frustración y otro de preocupación Aquí estaba esa
gente en forma masiva a la cual yo quería llegar con el
mensaje adventista, ¿cómo hacerlo? Luego me
preguntaba cómo y dónde esa gente joven encontraría
trabajo y un lugar dónde vivir en los años venideros. La
mayoría de ellos deseaban conseguir una mayor
educación y huir de ese estilo de vida simple de sus
padres. Yo sabía que ellos tenían la capacidad mental
para lograr tales aspiraciones. Pero, ¿cómo poder
68
lograrlo? Tuve un sentimiento de gozo mientras
permanecía allí de pie al ver a numerosas
personalidades a quienes yo entregué de manera
personal El conflicto de los siglos. Conté por lo menos
diez personas a quienes las había expuesto a los
futuros eventos mediante esta publicación inspirada.
Entre ellos, el Subprefecto, el Alcalde, tres capitanes de
la policía, y varios comerciantes. Por la tarde nos unimos
a las celebraciones en el estadio para mirar los ejercicios
de los rangers del ejército, los gimnastas y la carrera de
los 100 metros. Al día siguiente evitamos el estadio, sin
embargo, los organizadores de los festejos habían
programado una corrida de toros.
2.2.8. Obra Misionera en Panan
Según el pastor Siegfried: Con frecuencia la oficina de la
Misión me pedía que oficiara bautismos en otros distritos.
Panan era una estación misionera distante que estaba entre los
Chayaywitas, una de las cuarenta y cinco diferentes etnias del
país. El piloto Stan Sornberger me llevó allá un sábado por la
mañana en el Cessna 185 de la Misión del Oriente Peruano.
Para mí fue un detalle visitar las aldeas de nuestros hermanos
adventistas. Cuando llega el cristianismo, también llega el
orden y la limpieza, y allí no hay puercos con suciedad
deambulando por los alrededores. Uno de los primeros
misioneros de Panan, Augusto Dóñez, había construido un
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hermoso templo con materiales de la selva, citándolo en un
lugar elevado. Yo recuerdo de manera vívida la escena
hermosa a medida que los hermanos descendían de su aldea
al río para la ceremonia bautismal. Ellos se paraban en línea a
la orilla del agua cantando los himnos maravillosos Siempre
llevaba conmigo un palo para asegurarme de que no hubiera
rayas descansando en las piedras. Una picadura de esa
criatura es ciertamente dolorosísima.
Mi corazón fue tocado cuando después de la ceremonia
algunas hermanas de edad me entregaron varios huevos como
demostración de aprecio. Durante el vuelo de regreso, los puse
dentro de mis zapatillas que siempre usaba en un bautismo.
No nos faltaba nada y disfrutábamos de una salud
inmejorable. Nos preguntábamos cómo la gente del lugar podía
pagar precios tan elevados para las cosas de la vida diaria. La
avena costaba catorce soles el kilo, y un huevo entre cinco a
seis soles. Mi sueldo mensual era unos dos mil soles
(alrededor de unos $100.00). Evelyn daba clases de piano e
inglés que ayudaba no sólo al presupuesto familiar sino que
nos ponía en contacto con la gente más influyente de la ciudad.
Entre ellos estaba el jefe de la policía de investigaciones, la
policía regular, ingenieros, secretarias y empleados del banco.
A menudo durante estos contactos podíamos conversar de
asuntos religiosos. Era otra manera de llegar a la gente. Fue
una ocasión memorable cuando las cuarenta y seis voces del
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coro del Colegio unión de Ñaña (ahora universidad Peruana
Unión) de Lima visitaron Tárapoto. Deseamos hacer de esta
visita un evento especial para Tárapoto y para la juventud de
los colegios. Ellos eran jóvenes cristianos vívidos lisios para la
acción y estaban dispuestos a disfrutarla a plenitud.
Organizamos una maratón de presentaciones. Ellos cantaron
en diferentes lugares de la ciudad y a lo largo de las ciudades
del río Huallaga. Las iglesias de Lamas y Morales recibieron un
programa completo. Radio Tropical fue contactada para los
anuncios. Ellos presentaron ocho programas en cuatro
ciudades para lo cual tuvieron que viajar unos 260 kilómetros.
Ellos presentaron sus programas con tal entusiasmo y
perfección que fueron bien recibidos. Nosotros disfrutamos de
esa juventud entusiasta y se desarrolló un vínculo de amistad
entre nosotros. Todos éramos parte de la familia de Dios en su
Servicio. Anhelamos el día cuando podamos cantar juntos en el
coro celestial. El "Movimiento Adventista" está activo incluso en
las selvas del Perú. Volney Arévalo que me había ayudado en
la marcha de mis cuatro iglesias y veinticinco grupos durante
ocho meses fue asignado a otro distrito. Ahora tenía que estar
solo en este vasto territorio para pastorearlo, sino también se
nos pidió construir una iglesia en Morales. Viajar no siempre
era fácil y en realidad llevaba tiempo, esfuerzo y cierta
determinación visitar algunos de esos lugares. Un sábado por
la tarde junto con un amigo mío visitamos Zapatero. Cuando
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retornábamos a la luz de la luna a eso de las nueve de la
noche al cruzar el río Mayo repentinamente resbalé en las
piedras y quedé hecho una sopa. Mi maletín se abrió al chocar
con las piedras pero afortunadamente mis materiales
escaparon del desagradable bautismo. Con mis codos heridos,
mis rodillas muy magulladas, calado hasta los huesos, hice lo
posible para manejar mi motoneta los veintitrés kilómetros
hasta la casa y la cama. Pasé una noche dolorosa, pero al día
siguiente era un domingo atareado, juntando materiales con los
hermanos de Morales para edificar su nuevo templo. Yo me
propuse visitar todos mis grupos e iglesias por lo menos una
vez cada tres meses. Al llegar el tiempo de visitar los grupos
del área de Lamas, comencé mi camino de veintitrés kilómetros
hacia Lamas -la ciudad de los tres pisos. Luego, colina abajo
yendo hacia el otro lado de la ciudad se iba hacia Pamashto.
Aquí dejé mi motocicleta con una familia que no conocía, y me
apresuré hacia Alto Canaán y deje los implementos de la
Escuela Sabática para los miembros en ese lugar. Luego de
una hora tenía que ir hacia Shamboyacu. Había llovido el día
anterior y yo estaba resbalándome a través de esos senderos
de la selva hasta las seis de esa tarde cuando llegué a
cansarme tanto que comencé a buscar algún rincón para
dormir esa noche. Era ya casi oscuro cuando divisé las
primeras casas. Crucé el' último riachuelo frío y luché unos
cuantos metros más hasta nuestros hermanos. Antes de la
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reunión de la noche participé del menú selvático. Arroz y
porotos serían bienvenidos si no había otra cosa. Siendo que
iba a dormir en el piso me puse dos camisas más. Y pasé el
resto de la noche. A la mañana siguiente había servicio de
culto y exacción de dientes antes de continuar hasta Yesozapa.
Las raciones de la selva que tuve allí con los hermanos fueron
bienvenidas -antes de comerlas y también después- porque
esa era mi última comida del día. Y la noche a pasarla de
nuevo en el suelo. Antes del desayuno, los sufrientes estaban
alineados para soportar la extracción de sus dientes. Luego de
nuevo a caminar subiendo y bajando las colinas cruzando los
arroyos a través del monte hasta Huapo. Pero ahora ya era
viernes de tarde estaba retornando hasta el lugar donde había
dejado mi movilidad. Insistí que uno de los líderes me
acompañara a Lamas. Qué bendición! Una pequeña lluvia
tornó el camino en un charco lodoso. Las ruedas de la moto
quedaron tan atascadas con lodo que casi rehusaban rodar.
Pasamos la tarde, la noche del viernes y todo el sábado con
nuestros hermanos de la iglesia de Lamas. Cuando pasó el
sábado consideré todas mis opciones. Dormir en el piso con el
ruido de la planta eléctrica a unos treinta metros de allí
entorpeciendo mi descanso, o subirme a la moto e irme rumbo
a casa, a unos 25 kilómetros de bajada. Comencé a pensar en
los chicos cantando con su banda misionera, "iré donde quieras
que yo vaya, mi Señor, por las montañas, o los llanos o el mar.
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Yo proclamaré lo que tú quieres que proclame, mi Señor, ¡yo
seré 1o que tú quieres que yo sea!" Sí, escalando montañas,
noches en el piso -dificultades para mi esquelética figura, pero
también, ¡la experiencia del gran gozo en el servicio En
Tabalosos las gentes del lugar estuvieron tan ansiosos de oír el
mensaje bíblico. Cuando concluí mi sermón, ellos pidieron otro.
Cuando terminé por segunda vez, ellos pidieron un servicio de
culto a las seis de la mañana. A la mañana siguiente una
hermana muy entusiasmada la reacción de su esposo cuando
oyó el informe de los sermones anteriores. El estaba tan
impresionado que continuaron conversando hasta la una de la
mañana.
2.2.9. Historia de la Iglesia de Morales
Según el hermano Guido Pinedo Dávila penúltimo hijo
de Humberto Pinedo Peso patriarca de la iglesia de Morales
Y Su Esposa Josefa Saldaña.
Dice que el 9 de agosto de 1630 en la cuidad de
Tarapoto llovió 3 horas y el rio Cumbaza salió de su cauce, lo
cual arrasó propiedades de los pobladores de san Roque, san
Antonio y san Pedro y los condujo hacia este lugar. (Tarapoto)
Al ver lo ocurrido los pobladores de morales se reunieron
para recoger las cosas. En eso, el hermano Humberto Pinedo
fue invitado para participar de esta actividad. Acompañado de
su primer hijo se dirigieron hacia las orillas del rio Cumbaza
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de todo lo que pudieron sacar, lo más importante fue una
caja la cual contenía el mensaje divino. Se trataba de un
libro que llevaba por título “hacia la edad de oro”. Desde ese
momento Guido Pinedo que en ese entonces era devoto
católico se intereso por estudiar este manual. Al tercer día
del hallazgo llego un colportor de nombre Manuel Panduro
propietario de este libro, preguntando si alguien había
encontrado libros en el rio, inmediatamente es contactado con
Humberto pinedo.
El colportor se entrevistó con el Humberto y entablaron
una buena relación producto de ello este colportor queda
hospedado en su casa para dar las enseñanzas adecuadas
de dicho manuscrito, esté colportor se contacta con el pastor
Bernabé para dejar a Humberto Pinedo como un interesado.
Según menciona Guido Pinedo, el Pr. Bernabé se reunía con
Humberto todos los viernes por la tarde como recibir sábado
durante un año, luego fue bautizado por el mismo en el rio
Cumbaza donde encontró el libro.
Desde ese momento Humberto Pinedo empezó a
predicar el evangelio y logro reunir a un grupo de hermanos
en su misma casa, esto fue prolongado por tres años, luego
pasaron sus reuniones a la casa de Ezequiel Melendres, uno
de los primeros miembros de la Iglesia esto duro dos años
luego. El grupo crecía y la necesidad de tener un lugar más
apropiado se hacía cada vez más necesaria. Es así que en el
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año 1936 el hermano Tomas Pezo Vela y esposa donan el
terreno donde actualmente encontramos a la iglesia central de
Morales.
Durante los primero años la iglesia era construida de
quincha caña y barro. La iglesia estaba integrada por 8
personas. Como era de esperarse la visita de muchos
pastores se hizo evidente, el primero fue: Pr. Sifiris Niudo
Jeiden quien llevo se llevo el libro “HACIA LA EDAD DE
ORO”. Desde ese entonces se celebra el aniversario
declarado el día 7 de agosto de cada año. Las iglesias que
surgen de este pequeño grupo son:
3. Central Morales ( con más de 200 miembros)
4. Villa Unión
5. Andes
6. Leticia
7. Paraíso (a 100m de donde se encuentra el libro)
8. Fonavi
9. Planicie.
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Conclusión
Después de haber culminado este investigación podemos darse
cuenta que,, que la historia de de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en
nuestra región tuvo diversas vías de evangelización y de todo esto podemos
concluir con lo siguiente:
El hombre puede ser conocido por la meta o blanco supremo que
persigue a su vida. La grandeza de un hombre se mide por lo noble o lo
mezquino de su ideal. ¿Cuál es blanco? ¿Cuáles son los móviles? esto es
lo que revela el verdadero carácter
Podemos pasar por la vida buscando riquezas, fama, o simplemente
adquiriendo conocimientos, pero tarde o temprano veremos que todo no era
sino hoja seca que lleva el viento vivir en cambio para servir a otros aun a
costa de nuestros intereses; vivir, regando amor, simpatía, esperanza, para
ver una sonrisa en el rostro ajeno, elevara nuestra alma por encima de los
menudos artificios de este mundo y la llevara a beber la miel de la felicidad
en la colmena celestial.
En la vida y obra de estos grandes pioneros encontramos un anhelo
profundo de amor y de servicio. Amor y servicio que se revisten de heroísmo
y nos hacen viajar por un mundo de aventura y de suspenso.
Hoy, a más de medio siglo de todo aquello, podemos admirar el
espíritu misionero de aquellos hombres, y como ellos y muchos otros que en
diferentes partes del mundo consumiendo la cera de su existencia en el altar
del servicio a dios y al prójimo.
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Hoy al terminar la lectura de esta monografía podemos pensar tal vez
que aquellos tiempos han pasado y que ya no es necesario arriesgar de ese
modo la vida para levar la luz del evangelio a todo el mundo.
Podemos creer con el empleo divino de la imprenta y la radio el
evangelio es accesible hasta el rincón más apartado.
Pero no es así. Pareciera mentira que en el pleno siglo XX, el siglo de
las luces, el siglo de los vuelos espaciales, todavía hubiera criaturas casi
salvajes muy cerca de lo que nosotros llamamos civilización. Si9n embargo
es así.
Aquí mismo en la selva por muchos lugares habitados por seres
integrados a nuestra sociedad, aun hay nativos que no conocen una sola
palabra del castellano, que no saben lo que es trabajar ni progresar y que se
limitan a vegetar como seres irracionales. Niños de tres años de tres años
que tienen los dientes dañados por efectos de la coca y que se emborrachan
con masato juntamente con sus padres. Seres tristes, olvidados y
abandonados, que nunca han visto un aparato de radio ni una frase escrita,
pero por quienes también Jesús derramo su sangre en la cruz delo calvario.
Hoy es necesario que se levante los nuevos pioneros. “la obra más
grande a que puedan aspirar los seres humanos, es la de4 llevar a los
hombres del pecado a la santidad.
Este es un desafío. Un llamado que el señor presenta a la juventud.
En este mundo en que se juzga el éxito y progreso de un individuo por
factores visibles y palpables, como el aprecio de los demás, el salario que se
recibe, la fama de que se goza, es urgente que se levante jóvenes cuya
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pregunta no sea ¿Cuánto valgo? Si no, ¿Cuánto estoy dispuesto a servir?
Es urgente que se levante nuevos Isaías y respondan al llamado divino con
un ¡heme aquí, envíame a mí!, nuestro anhelo es que la lectura de este libro
bajo la influencia del espíritu santo, haya servido de inspiración, si es así el
tiempo y el esfuerzo hecho para que esta monografía sea una luz y pueda
iluminar con el poder de nuestro Dios.
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Referencias
BULLÓN PÁUCAR, A. (1966) El Nos Amaba .Lima, Perú: Editorial
Imprente Unión.
GARMOND WHITE, E. (2005) EL Conflicto de los siglos.
Buenos Aires Argentina: Asociación Casa Editorial
Sudamericana.
Prospero, R. (2005). Historia de la iglesia adventista en la
selva. Lima, Peru: Imprenta Unión.
http://centrowhite.upeu.edu.pe/default/conte_pag/memoria/
pdf/primera-decada.pdf
recuperdoel25 de junio del 2011
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Anexos
81
Humberto pinedo Pezo familia Pezo Pinedo.
Registros de las fechas y acontecimientos
importantes.
82
Registros de las fechas y acontecimientos importantes.
83
Esposos Pezo Dávila Guido Pezo y esposa.
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Casa donde se iniciaron las primeras reuniones