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VIIIª Hunta / Reunión / Meeting de escritores-as en andalú.VIII+Hunta+d-ehkritoreh+en+andalu.pdf · P R E S E N T A C I Ó N Con esta publicación de las pre-Actas nos situamos

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  • VIII Hunta / Reunin / Meeting de escritores-as en andal. ACTAS _______________________________________________________________________________________________________________________________

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  • VIIIVIII

    HUNTA D'EHKRITOREH EN ANDALHUNTA D'EHKRITOREH EN ANDALHUNTA D'EHCRITOR EN ANDALHUNTA D'EHCRITOR EN ANDAL

    VIII REUNIN DE ESCRITORES/AS EN ANDALUZ8th MEETING OF ANDALUSIAN WRITERS

    A C T A S

    Sociedad para el Estudio del Andal(Z.E.A.)

    Fuhirola / Fuengirola, del 21 al 22 de marzo de 2016

    Colaboran: Ayuntamiento de FuengirolaJos A. Sibajas Gaviln

    (Co-Fundador de Amanecer Fuengirola)

    Radio Costa del Sol

  • COMIT ORGANIZADOR

    - Huan Porrah Blanko - Francisco Garca Duarte ('Paco Arbadul')- Cristbal Gonzlez Palma ('Krihtoba Gonzaleh')- Sociedad para el Estudio del Andal (Z.E.A.)

    MAQUETACIN

    - Huan Porrah Blanko

    COLABORAN:

    - Jos Antonio Sibajas Gaviln (Co-Fundador de la web Amanecer Fuengirola) - Ayuntamiento de Fuengirola- Radio Costa del Sol

    AGRADECIMIENTOS:

    - Al pueblo de Fuhirola / Fuengirola y a tod@ aquel o aquella que haya ayudado al buen fin de este evento.

    Sociedad para el Estudio del Andal (Z.E.A.)(organizador/editor)

    Cada autor/a de su captulo

    Z.E.A.Apartao n 12 29650 MIHA / Mijas

    (Argarba malagea, Andaluza)[email protected]

    [email protected]

    Sitios Web:

    Hunta dehkritoreh en andal / Reunin / Meeting:http://www.zea-andalu.com/hunta-d-ehkritoreh-en-andal%C3%BA/

    Sociedad para el Estudio del Andal (Z.E.A.): http://www.zea-andalu.com

    Depzito Leg / D.L.: MA 306-2016

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  • P R E S E N T A C I N

    Con esta publicacin de las pre-Actas nos situamos en laoctava ocasin que celebramos la Hunta dehkritoreh en andal -Junta dehcritor en andal / Reunin de escritores-as en andaluz /Meeting of Andalusian Writers.

    Una vez ms, la Sociedad para el Estudio del Andal (Z.E.A.),como parte del movimiento sociocultural andalfilo, hemosconseguido organizar nuestra reunin de escritores/as en andal,manteniendo la periodicidad bianual. Para ello hemos contado estavez con la inestimable colaboracin del Ayuntamiento de Fuengirolaque nos ha cedido la Casa de la Cultura para desarrollar los actos,tambin de Radio Costa del Sol, que se ha implicado en la difusindel encuentro, y especialmente a su directora, Maribel Madrid, queno slo ha prestado su imagen para el cartel anunciador, junto amiembros del grupo Amanecer Fuengirola, sino que tambincolabora en la presentacin del homenaje al poeta y escritormalagueo en andal Jos Carlos de Luna. Tambin agradecer alexcelente colaborador que hemos encontrado en la persona de JosAntonio Sibajas Gaviln, co-fundador del grupo AmanecerFuengirola, y a sus otr@s compaer@s que han ayudado en lapreparacin del homenaje. Una colaboracin que no podra habersurtido el esperado efecto sin el concurso del Comit Organizador,ayudado por vari@s colaboradores/as de la localidad y la comarcaque han facilitado la multitud de tareas que conlleva un congresocomo ste de la VIII Hunta.

    La celebracin en la ciudad de Fuengirola de esta 8 edicinsupone el volver a tierras malagueas despus del periplo por los

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    territorios de Sevilla, Granada, Cdiz y Jan. En la III Hunta noshabamos alejado del pueblo matriz de los encuentros (Miha-Mijas,durante los aos 2002 y 2004) para aterrizar en Kampiyoh-Qampiy/Campillos (ao 2006), luego acudimos a la localidadsevillana de Marxena/Marchena (ao 2008), en 2010 se celebr en elgranano Valle de Lecrn (Er Pa/Padul), siendo la ciudad deXiklana-Xiclana/Chiclana el escenario en 2012 y Han/Jan el de laltima Hunta en 2014.

    Toda la infraestructura organizativa no tendra sentido sin laparticipacin cientfica y literaria de los distintos ponentes yasistentes de las dos jornadas de arduo e intenso trabajo, las cuales haconformado un nuevo encuentro personal y escaparate pblico de laproduccin cultural de escritores que utilizamos el andal comovehculo de expresin literaria. Seguimos sumando en cada edicinnuev@s ponentes y participantes, y se van estrechando los lazos de lacomunidad andalfila.

    En la V Hunta, celebrada en Er Pa, y tambin en la VIHunta celebrada en Xiklana hacamos referencia a la singularparticipacin del Dr. Juan Carlos Moreno Cabrera, Catedrtico deLingstica General en la Universidad Autnoma de Madrid y sociohonorario de la ZEA, como un paso importante de una mayorimplicacin de parte del mundo universitario, desde diferentespticas de la filologa y ciencias anejas, en los debates de las Huntahdehkritoreh en andal. Dicha participacin de profesoradouniversitario no fue la primera, ya que en la II Hunta de Miha nosofreci una conferencia el Dr. Manuel Hijano del Ro profesor deHistoria de la Educacin en la Universidad de Mlaga y enediciones posteriores tambin hemos contado con la participacin delDr. Huan Porrah Blanko profesor de Antropologa Social en laUniversidad Pablo Olavide de Sevilla y secretario de la ZEA. En laVII Hunta de Jan, no slo mantuvimos el reto de contar con

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  • Presentacin______________________________________________________________________________________________________________________________

    insignes miembros de la comunidad universitaria, como fue elprofesor de Lingstica General de la Universidad de Jan Dr.Ventura Salazar Garca tambin participante en los debates de la IHunta, sino que llevamos la celebracin del encuentro a la mismaUniversidad de Jan.

    Esta es la misma tnica que hemos querido seguir en estaedicin al contar para la conferencia inaugural con la participacindel profesor de Lengua Espaola de la Universidad de HuelvaMSc. gor Rodrguez Iglesias miembro del Grupo HUM438'Lingstica andaluza' de dicha universidad, con el ttulo: LaHybris del punto cero metalingstico. Andaluca como no-Ser.

    A continuacin, le recordamos al lector/a que este libro son laspre-actas de la VIII Hunta, un material que ha sido entregado en larecepcin como herramienta de trabajo para las jornadas. En lapublicacin estn incluidos los materiales y aportaciones expuestasen esta VIII Hunta dehkritoreh en andal - Hunta dehcritor enandal, celebrada en la localidad de Fuhirola/Fuengirola (comarcahistrica de la Algarba malaguea, Andaluza) durante los das 21 y22 de marzo del ao 2016. Los materiales recogidos en este libro deactas se componen de las comunicaciones de textos literarios enandal, as como los diferentes ensayos de anlisis sociolingsticose histricos de la situacin de nuestra lengua y su escritura. Se leaade, asimismo, un pequeo resumen de la conferencia inaugural yuna semblanza del poeta homenajeado Jos Carlos de Luna.

    Las aportaciones que componen este libro de actas estnescritas algunas en castellano y otras en andal. Entre quienesutilizan el cdigo lingstico andaluz en su escritura l@s hay que lohan hecho conforme a un sistema ortogrfico definido y otr@s quehan usado una escritura ms intuitiva en la bsqueda de una

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    trascripcin que atienda a la norma inconsciente que gua el hablar del@s andaluces/as.

    Para finalizar esta presentacin, advertimos al lector que losmateriales aqu compilados suponen una continuacin del trabajoacumulativo y revisionista que se ha ido iniciando desde las sieteanteriores Huntah; a las cuales remitimos como lecturas previasnecesarias para comprender el desarrollo de muchas de las ideasapuntadas y debatidas en esta VIII Hunta. Los libros de Actas de lassiete ediciones anteriores estn disponibles para su descarga en elapartado dedicado a la Hunta dehkritoreh en el sitio web de la ZEA(http://www.zea-andalu.com), o bien pueden solicitarse sus versionesimpresas por e-mail a la organizacin ([email protected])o a la misma ZEA ([email protected]).

    Estamos segur@s de que el contenido de esta publicacin te vaa ser de utilidad y que, asimismo, va a ayudarte a profundizar en elestudio y defensa de nuestra singularidad lingstica andaluza, comoexpresin original sine qua non del acervo cultural de nuesro puebloandal.

    Paco Arbadul, Huan Porrah y Cristbal GonzlezEn nombre del Comit Organizador de la VIII Hunta/reunin/meeting de escritores

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  • PROGRAMA DE ACTIVIDADESPROGRAMA DE ACTIVIDADES

    Lunes 21 de marzo

    M A A N A(CASA DE LA CULTURA)

    9:00-10:00 Recepcin de congresistas. 10:00-12:30 ACTOS INSTITUCIONALES DE INAUGURACIN.

    10:00-10:15 Bienvenida a Fuengirola y las jornadas por parte de un representante del Ayuntamiento.

    10:15-10:30 Presentacin de las jornadas por parte de D. Francisco Garca Duarte, Presidente de la Sociedad para el Estudio del Andal (ZEA), D. Cristbal Gonzlez Palma (del Comit Organizador, porla ZEA) y D. Jos Antonio Sibajas Gaviln (del Comit Organizador, Co-Fundador de Amanecer Fuengirola).

    10:30-12:00 Conferencia del Prof. gor Rodrguez Iglesias(Profesor de Lengua Espaola en la Universidad de Huelva, miembrodel Grupo HUM438 'Lingstica andaluza'). Ttulo: La Hybris del punto cero metalingstico. Andaluca como no-Ser Presenta: Prof. Dr. Huan Porrah Blanko (Secretario de la ZEA)

    12:15-12:30 Reconocimiento a establecimientos fuengiroleos en andal. Entrega de diplomas a: 'Mesn La Pech', 'Restaurante El Abrevaero', 'Restaurante Casa Pedro', 'Churrera-cafetera Tumbato'y 'Bar To est geno'.

    12:30-14:00 Lectura, recital o canto de TEXTOS EN ANDAL

    - Juan Arjona Leyva ('Ectum'): "Berzoh barioh".- Manu Ochando (Muhmmad): "Dehde mi bentana"- Mara Alhama Muoz: "Barranco de la memoria".- Epi Ramrez Castillo: "Rekuerdoh de mi ni lehana".- Borha Romero Mont: "Poem".- Gorka Reondo Lanz: "Anotacion arre der tiempo".

    T A R D E

    16:00-17:30 Asamblea General de la Z.E.A.

    17:45-19:00 ENSAYOS EN TORNO AL ANDAL

    - Anne Cenname: "Rasgos lingsticos andaluces en las jarchas romances".

    - Manu Ochando (Muhmmad): "Q grazios sem l andaluc!"

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    - Huan Porrah Blanko: "Presentacin del Taller 'Lengua andaluza: Presente y futuro' del grupo Viva Andaluca Viva".

    19:00-20:00 DEBATE ORTOGRFICO (1 sesin)

    - Carlos Pitel Garca: "Puntualizaciones para llegar a una norma estndar del andaluz".

    - Juan Arjona Leyva ('Ectum'): "El 'Abla' de Mlaga".

    20:00-21:00 ACTO DE HOMENAJE al poeta malagueo D. Jos Carlos de Luna. Presenta el acto: Da. M Luisa Osorio Blanco.

    Montaje potico-musical que dirige y presenta Jos Antonio Sibajas Gaviln y en el que intervienen: al cante Juan Blanco, nieto del Nio las moras y al toque Juan Cobo, 'Juan de Crdoba'.

    21:30 Cena oficial para inscrit@s en la VIII Hunta.

    Martes 22 de marzo

    M A A N A

    10:00-12:00 DEBATE ORTOGRFICO (2 sesin)

    - Yaha Abd Allah Ibn Amn Ibn Jusen al Malh: "Aportazineh ala ortografia i gramtika ndaluza".

    - Huan Porrah Blanko: "NOTA-Porrah 2009: Hexura, rahoh i roaleh zeeroh ehkribiendo en andal".

    - Gorka Reondo Lanz: "Apuntacion arre duna propuehta ortogrfica pa l'andal. Critri y not".

    - Toms Gutier & Paco Arbadul: "Una propuehta bsica pa poer prinzipiar a ehcribir en andal".

    12:15-13:45 Sigue el Debate Ortogrfico

    13:45-14:00 Entrega de certificados y Clausura.

    T A R D E

    Tarde Visita guiada por Fuengirola / Fuhirola (opcional)

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  • C O N F E R E N C I A

    I N A U G U R A L

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  • LA HYBRIS DEL PUNTO CERO METALINGSTICO.ANDALUCA COMO NO-SER

    gor Rodrguez-IglesiasUniversidad de Huelva*

    Resumen

    Este trabajo corresponde a la conferencia inaugural del encuentrobianual de la Sociedad de Estudio del Andaluz: la VIII Junta de Escritores enAndaluz, celebrada en marzo de 2016 en la localidad malaguea de Fuengirola,Espaa. Abordo la discriminacin lingstica que sufren los andaluces y lohago desde el pensamiento decolonial, asumiendo que la violencia simblica esuna construccin racista. Los capitales lingsticos de un grupo sondesvalorizados, siendo sus miembros relegados a una fanoniana zona del no-Ser por parte de grupos con poder que, con la desmesura de quien peca dehybris, asumen que sus propios capitales y ellos mismos son ontolgicamenteun punto cero frente a los Otros. En mi exposicin defiendo la necesidad deeliminar todas las formas sociales de dominacin, trabajar con otros grupos queluchen contra las injusticias y opresiones y cuestionar las viejos supuestos deliberales y conservadores que atraviesan la filosofa poltica, las cienciassociales (incluida la lingstica), as como las humanidades. Mi objetivo finales luchar contra todas las formas de discriminacin lingstica y social,investigando su lgica de funcionamiento.

    * gor Rodrguez Iglesias es profesor de Lengua Espaola en la Universidad de Huelva, ascomo investigador en Sociolingstica Crtica. Doctorando, primero en la UniversidadAutnoma de Madrid y ahora en la Universidad de Huelva; Mster Universitario en Cienciadel Lenguaje y Lingstica Hispnica por la UNED, Licenciado en Lingstica por laUniversidad de Cdiz y Licenciado en Humanidades por la Universidad de Huelva.

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    Abstract

    This paper is the Inaugural Conference of the 8th Meeting ofAndalusian Writers (March 2016, Fuengirola, Mlaga, Spain). Fromdecolonial thinking, I present my explication about linguistic discriminationthat Andalusian People suffer. In this way, the symbolic violence is a racistconstruction and deslegitimated, discriminated or silenced linguistic forms areconstructed as inferior forms by people with power who categorize from ahubris (greek hybris) of zero point others persons, converted in Fanonian zoneof non-being. I defend the need to eliminate all social forms of domination, towork with others groups that struggle against injustices and oppressions, andto question the old assumptions of both liberals and conservatives in the politicphilosophy and social sciences (include the linguistics), as well as humanities.My last objetive is to struggle against the linguistic and social discriminationthat quite speakers suffer, researching its operating logic.

    Palabras clave: andaluz, violencia simblica, dominacin, decolonialidad, discriminacin lingstica.

    Keywords: Andalusian language, symbolic violence, domination, decoloniality, linguistic discrimination.

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  • Conferencia inaugural_____________________________________________________________________________________________________________________________

    1. IntroduccinLeamos: Una profesora de la Universidad del Pas Vasco me dijo que

    cmo poda ser yo profesora de ingls, siendo andaluza y teniendo esteacento. Este testimonio de una andaluza residente en Cantabria, en el norte deEspaa, guarda dentro de s la esencia de este artculo, que recoge laconferencia inaugural del encuentro anual de la Sociedad para el Estudio delAndaluz, impartida el 21 de marzo de 2016 en Fuengirola, Mlaga (Espaa).

    Por qu una andaluza debera ser menos apta para la enseanza delingls que una vasca o cntabra? Desengamonos, no pretendamos buscar enlas lenguas lo que las lenguas no tienen. No pretendamos buscar en lagramtica de eso que llamamos ingls o de esto que llamamos castellano oespaol lo que la gramtica no puede tener. Y si lo posee en algn grado, porcomportar dentro de s un orden social, por reflejarlo, no ser por voluntadpropia, porque las lenguas no tienen vida, no son seres vivos, no son entes queandan pululando por ah al margen de los seres humanos.

    En la discriminacin lingstica o la violencia simblica en general, y eneste caso lingstica, nada gramatical es inherente a la lgica que se impone. Niel ingls ni el espaol en lo que les es gramaticalmente intrnseco proveen aaquella profesora de la citada universidad de razn alguna para tal valoracin,para tal juicio. Y, por el contrario, ni a la profesora de ingls andaluza ni a m,andaluz igualmente, ningn aspecto relativo a la lengua podra ayudarnos alrespecto. Ambas partes entraramos en un dilogo de besugos, sin resolver lacuestin, si ir a la raz del problema, contribuyendo, paradjicamente, a suexpansin.

    Si no son los aspectos gramaticales, qu son entonces? Diremos demanera muy general por ahora que son los sociolgicos, cuestin quedesgranaremos a lo largo de estas pginas. Y son precisamente sobre estos losaspectos sociolgicos sobre los que menos instruccin tiene la sociedad. Noes una cuestin de casual ignorancia, sino de planificacin educativa: seplanifica para inculcar determinadas cuestiones y para dejar al margen o negartantas otras. No quiere decir esto que estemos dejando de lado la cuestinlingstica. No, para nada. Lo que estamos dejando de lado es la ideologasolipsista y antisocial de los estudios del lenguaje: cmo sostener con seriedadque no nos compete la discriminacin lingstica, aquello que afecta en su vidaa los hablantes respecto de la/s lengua/s, esto que acontece cuando alguiencomo ser humano es puesto en cuestin para realizar una actividad no enatencin a su formacin ni capacidades sino en relacin con su habla? Acaso

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    no lo vemos cuando el marcador de tal lgica valorativa es el sexo/gnero o elcolor de la piel? Y ni siquiera en estos ltimos casos, especialmente en lomicro del poder1.

    En 1852 Sojourner Truth (mujer, negra, esclava), en la Convencin delos Derechos de la Mujer en Akron, Ohio (EEUU), pregunta (retricamente):Acaso no soy una mujer? (2012: 28). La conferencia que nos convoca en lainauguracin del encuentro anual de la Sociedad para el Estudio del Andaluz,la Junta de Escritores en Andaluz, bien podra haberse titulado Acaso nosomos personas?. Si el lenguaje es inherente al ser humano, no somos losandaluces aptos para ensear ingls o, como veremos a continuacin, hablarpor la radio, trabajar en un banco de alimentos, escribir, etc., sin que seamosun chiste, unos ignorantes, unos vagos, o nuestros discursos tengan menosvalor para segn qu situaciones, segn qu campos simblicos? Ya sabemosque s somos aptos, que somos plenamente personas. Tambin lo saba Truth.Pero lo haban considerado sus interlocutores? Pero ni all, en Norteamrica,en esa cuestin de gnero y racismo, el asunto puede ser resuelto con respondera la pregunta sin ms, ni siquiera en el siglo XXI2. Si somos personas, si somosaptos a qu viene esa valoracin de aquella profesora universitaria vascasobre la aptitud de la profesora andaluza en relacin con su origen geogrfico ysu etnicidad?, insisto.

    Teun van Dijk, uno de los referentes de los estudios del discurso, dice: Estudiar los modos en que el discurso reproduce el abuso de poder. Sin

    embargo, en cuanto nos concentramos en nociones tales como la de abuso,nos vemos obligados a reflexionar sobre otros conceptos fundamentales comola legitimidad []. Si pretendemos criticar el discurso dominante de la litey a sus autores y organizaciones, tenemos que tener muy claro por qu y de qumanera ese discurso es ilegtimo, por qu y de qu manera viola las normas ylos valores fundamentales de la sociedad. (2009: 12).

    Es a lo que intentaremos dar respuestas en este documento, que resume partedel trabajo global al que me dedico.

    1 Vase Michel Foucault, sobre el poder, que aqu no podemos desarrollar ni discutir porfalta de espacio (2000: 36-42). Vase, adems, una interesante crtica, por Santiago Castro-Gmez (2007).2 Hoy son otras las que ponen sobre la mesa la pregunta y todo un aparato epistemolgico,el de los feminismos negros, que nos es muy conveniente para nuestros objetivos: KimberlCrenshaw, Patricia Hill Collins, bell hooks (as en minscula), entre otras.

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  • Conferencia inaugural_____________________________________________________________________________________________________________________________

    2. Acaso no somos personas? TestimoniosLos testimonios que aqu muestro han sido recogidos mediante

    encuesta3. Lo que nos interesa es fijarnos aqu en cmo estos andaluces sonpuestos en cuestin en relacin con su habla andaluza y su condicin deandaluz. Al igual que en otra parte (Rodrguez-Iglesias, 2015a: 94-95), lospresento con el nmero de informante, pues en algn que otro casocorresponden dos testimonios a la misma persona.[I.3] En Castilla, se me dijo que, a pesar de mi formacin, no saba hablarcorrectamente porque me coma las eses finales y que seguro escriba confaltas de ortografa. Ante mi respuesta de que no era posible se me dijo:seguro que alguna se te escapa.[I.4] Con siete aos viv en Cantabria. A mi hermano y a mi nos acorralabanen el patio del colegio y nos llamaban gitanos4.[I.9] La mayora de las veces en el trabajo [en Madrid]. Comentarios como:aprende a hablar, paleto y dems.[I.15] Un comentario en el que nos acusaban a los andaluces de hablar conbajeza o no saber hablar. Vena de un grupo de catalanes. [I.17] Creen que los andaluces no sabemos hablar y dicen que no nosentienden.[I.19] Como periodista tendra que esconder mi acento fuera de Andaluca.As lo imponen.

    3 Soy de la opinin del socilogo francs Pierre Bourdieu de que lo que registra la encuestacultural o lingstica no es una manifestacin directa de la competencia, sino un productocomplejo de la relacin entre una competencia y un mercado, un producto que no existefuera de esta relacin (2002: 151), por lo que no es posible pensar en una situacin deencuesta limpia de cualquier efecto de dominacin (ibid.). Sin embargo, usamos laencuesta dentro de un contexto de investigacin muy especfico: conocer a hablantes conancdotas relacionadas con las situaciones de desvalorizacin de sus capitales por parte demiembros de otros grupos (o del mismo grupo) para una posterior investigacin etnogrficacon los sujetos-agentes que dieran cuenta de tal situacin. La encuesta no malversa, ennuestra opinin, el objetivo, pues de lo que quiere dar cuenta no es de cmo ven susprcticas discursivas mediatizados por una serie de preguntas enclaustradas estos sujetos-agentes, sino de qu les ha sucedido con otros sujetos-agentes en relacin con su habla.4 Esta informante es la profesora de ingls a la que la profesora de la UPV puso en cuestinpor ser andaluza.

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    [I.23] En Alicante [...] sali la conversacin del tema de Andaluca, que lagente es vaga, que no trabaja, que no sabe hablar bien e, incluso, lleg apreguntarme si yo saba escribir bien en castellano.[I.26a] En vila se metan tanto con mi acento andaluz que decan que no senos entenda nada, que nos deban ensear a hablar castellano neutro en laescuela. [...] Tuve que aguantar muchos comentarios en plan: Claro, esnormal que seis la Comunidad con ms paro, quin va a querer a gente quehabla tan mal?. Entre otras muchas cosas.[I. 26b] Siendo periodista, en el resto de Espaa no est bien visto el acentoandaluz, sobre todo para las radios y las televisiones. O tienes un acento msneutro, an siendo andaluz o ellos mismos te indican que debes corregir tuacento, algo que no comprendo, cuando a los canarios, catalanes y gallegos sles dejan su acento en los medios.[I.27] Tanto en Espaa como en Italia, a la hora de la bsqueda de empleo, meha ocurrido que han desestimado mi currculum en academias donde se imparteELE, porque daban preferencia a personas que no fueran andaluzas.[I. 28] Me han llegado a decir trabajando en un banco de alimentos gallego yhablando andaluz que la gente podra pensar que era broma, que creasedesconfianza y no me tomasen en serio.[I.34] A amigos de otra Comunidad les parece gracioso el andaluz en sentidodespectivo.[I.36a] Sobre todo los cntabros, se rean mucho de nuestro acento y medecan que no sabamos hablar.[I.36b] Soy periodista y fuera de nuestra Comunidad el andaluz no gusta enlos medios. Hay prejuicios.

    3. La hybris del punto cero y el no-Ser

    3.1. La hybris del punto ceroLos testimonios que acabamos de ver dan cuenta de la hybris del punto

    cero y de una construccin de Andaluca como un no-Ser. La hybris del puntocero a que alude el ttulo de esta conferencia refiere a la soberbia o ladesmesura desde la que se construye lo normal, lo adecuado para Ser frente alo que se dice que no-es, que no llega a ser el Ser. Vayamos por partes.

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  • Conferencia inaugural_____________________________________________________________________________________________________________________________

    La hybris del punto cero es un concepto acuado por el filsofocolombiano Santiago Castro-Gmez (2005) para indicar la arrogancia en lainvencin de un lugar simblico neutro desde el que se construye elconocimiento y el mundo en general:

    Los griegos decan que la hybris es el peor de los pecados, pues supone lailusin de poder rebasar los lmites propios de la condicin mortal y llegar a sercomo los dioses. La hybris supone entonces el desconocimiento de laespacialidad y es por ello un sinnimo de arrogancia y desmesura. Al pretendercarecer de un lugar de enunciacin y traduccin, los pensadores criollos de laNueva Granada seran culpables del pecado de la hybris. Un pecado que luego,en el siglo XIX, quedara institucionalizado en el proyecto criollo del Estadonacional (Castro-Gmez, 2005: 18-19).

    Castro-Gmez est pensando en y desde Colombia, pero su aportacin aldebate decolonial y al anlisis del sistema de relaciones y conformacin de unorden basado en una matriz de dominacin que racializa los cuerpos y lasrelaciones, el Ser, en definitiva, me es til para explicar cmo ese sistema dedominacin castellanocntrico se manifiesta en relacin con Andaluca en todolo que tiene que ver con la lengua y la cultura andaluza en general. De estamanera, podemos empezar a desentraar qu hay detrs de, o mejor dicho, en(!) la praxis (esto es, en la relacin entre los individuos) que no slo condicionael mismo momento de la interaccin, sino que racializa a los sujetos respectode su lengua, cultura y origen geogrfico, como hemos visto, relegndolos aalgo que est por debajo del Ser, de lo normal, de lo neutro, lo que ha deser, frente a estas otras formas convertidas discursivamente en perifricas, conacento, marcadas, sucedneas, derivadas y que, al fin y al cabo, no llegan a serel Ser en s. Son, para tal lgica jerarquizante, el sub-Ser, por debajo del Ser, almargen del Ser, fuera del Ser; en definitiva, el no-Ser. Por debajo de la lneade lo humano, como veremos a continuacin con Ramn Grosfoguel (2012:93).

    Y es importante entender esta cuestin en relacin con la modernidad-colonialidad, porque al ocultar el lugar del sujeto de la enunciacin, laexpansin y la dominacin coloniales europeas/euroamericanas pudieronconstruir una jerarqua de conocimiento superior e inferior y, por lo mismo, degente superior e inferior en todo el mundo (Grosfoguel, 2006: 23). El mundoactual est caracterizado por tales estructuras de pensamiento.

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    3.2. Ser/no-Ser5

    La dicotoma fanoniana zonas del Ser / zonas del no-Ser, de evocacinparmenidiana, es totalmente operativa para describir el problema que aqutratamos. Si volvemos a los testimonios de nuestros informantes, sujetosvctimas de violencia simblica, vemos cmo estos estn situados, desde unahybris del punto cero castellanocntrica, como zonas del no-Ser, siendo estaszonas lugares no geogrficos sino simblicos, aunque estn situadosgeogrficamente.

    Quien esto escribe es andaluz, de habla andaluza. El lugar deenunciacin de este trabajo es, pues, la misma Andaluca, punto simblico deconflicto que supone la relacin de fuerzas que implica la dominacin en unaideologa que jerarquiza y nos inferioriza a partir de los propios capitales desdeel lugar de enunciacin a que responde tal hybris del punto cero. Aquellos sonsujetos de la zona del Ser. Nosotros, objetos exticos e inferiores (en el sentidode inferiorizados, claro est).

    Si se leen detenidamente los testimonios aportados, puede verse cmoestos hablantes son objetivados como inferiores lingsticamente por otroshablantes, que parten de esa hybris del punto cero metalingstico para llevar acabo esta valorizacin, esta desvalorizacin de otros seres humanos en algo tanhumano como es el lenguaje por comportar y sustentar todo el conjunto de lasprcticas sociales. Tal hybris trasciende el hecho anecdtico y particularista delprejuicio solipsista: no es una cuestin de personas individuales que sonprejuiciosas. Hay toda una lgica que entronca con la interseccionalidad de laheterojerarquizacin que, a partir de Fanon y los feminismos negros6, explicaGrosfoguel como estructuras epistmicas del sistema-mundocapitalista/patriarcal occidentalocntrico/cristianocntrico moderno/colonial(2013: 39). La violencia simblica a la que aludimos es una parte constitutivade las estructuras epistmicas de tal sistema.

    5 Este subapartado 3.1 reproduce con ligeras modificaciones un fragmento de un artculo demi autora publicado en la revista de pensamiento decolonial Otros Logos, que publica laUniversidad Nacional del Comahue, Argentina. El ttulo del artculo es La hybris delpunto cero metalingstico sobre el valor indexical: la lengua como marcador de laheterojerarqua de dominacin, pp. 91-115. Disponible en: http://www.ceapedi.com.ar/otroslogos/Revistas/0006/07%20Rodriguez%20Iglesias%2022.pdf 6 Vase K. W. Crenshaw, 1989, 1995; M. Jabardo Velasco, 2012; R. Medina Martn, 2013.

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    http://www.ceapedi.com.ar/otroslogos/Revistas/0006/07%20Rodriguez%20Iglesias%2022.pdfhttp://www.ceapedi.com.ar/otroslogos/Revistas/0006/07%20Rodriguez%20Iglesias%2022.pdf
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    Esta inferiorizacin entronca con un concepto que pone sobre la mesa elsemilogo argentino Walter Mignolo, la colonialidad del ser (2003: 669), envirtud de la cual se produce, como vemos, lo que el antroplogo colombianoArturo Escobar llama un exceso ontolgico, que ocurre cuando seresparticulares se imponen sobre otros (2005: 35).

    El modo en que ciertos intelectuales han interpretado el hablar de losandaluces, como veremos a continuacin, es una forma de colonialidad delsaber que, como indica Mignolo (ibid.), junto con la colonialidad del poder7engendra la colonialidad del ser. El filsofo puertorriqueo NelsonMaldonado-Torres ha analizado esta cuestin a partir de Mignolo, Dussel,Heidegger y Fanon: El condenado (damn) es para el Dasein (ser-ah)europeo un ser que no est ah, en referencia al extremo ms explcito delSer y el no-Ser: el negro. Este ser que no est ah est claro en los desarrollosteorticos de la filologa hispnica, como muestro en mi artculo de OtrosLogos (Rodrguez-Iglesias, 2015a), y en la conciencia popular de los sujetosdiscriminadores respecto de los andaluces de los que hablan nuestrosinformantes testimoniales. No estamos lingsticamente ah, en el lugar queel ser-ah dice que hay que estar para ser el ser-ah. Es una de esas formas dedominacin e inferiorizacin que conforman la concepcin de racismo deFanon de la que da cuenta Grosfoguel: Para Fanon, el racismo es unajerarqua global de superioridad e inferioridad sobre la lnea de lo humano queha sido polticamente producida y reproducida como estructura de dominacindurante siglos por el citado sistema imperialista / occidentalocntrico /cristianocntrico / capitalista / patriarcal / moderno / colonial (2012: 93). Lalengua es un marcador, como la piel, la religin, etc. En algunos momentos,hablo de lgica de inferiorizacin o de inferiorizacin sin ms en este sentido.El trmino racismo ha de ser explicado una y otra vez, especialmente enEspaa, en los trminos de Grosfoguel y Fanon y para evitar el lastre de lasinterrupciones explicativas prefiero usar inferiorizacin como concepto paraindicar prcticamente lo mismo, como hago en mis declaraciones en el diarioEl Pas de este pasado 28 de febrero (Rodrguez-Iglesias, 2016)8.

    7 Vase. A. Quijano (2007: 93-126).8 El reportaje lo firma la periodista ngeles Caso. El fragmento correspondiente a misdeclaraciones es este, en respuesta a la cuestin que me plante . Caso de estigmatizacindel habla andaluza en los profesionales de los medios de comunicacin y el arte dramtico:Los actores de cine, teatro y doblaje. Los locutores de radio, los presentadores detelevisin... todos estos profesionales dejan a un lado su manera de hablar que le es propia eimitan la inherente a los madrileos o burgaleses. Eso da cuenta de cmo, en el campo

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    4. Nos construyen: aprended a hablar, a Ser9

    Es a partir de la lengua que el grupo de dominacin, con relacin al casoque presentamos, construye una identificacin exogrupal: los andalucessois, una alteridad. La identidad, que es socialmente construida (Berger yLuckmann, 2003: 2014), es normalmente tratada a partir del endogrupo(Klandermans 2002; Weber, Johnson y Arceneaux 2011). La lengua es unmarcador de identidad (Block, 2005: 36; cf. Le Page y Tabouret-Keller, 1985),pero no slo para los propios integrantes del grupo, ya que ciertos ndices sonidentificadores, seales de grupo, como Silverstein observa (1985: 242251;2003: 210-211), a partir de los que, incluso, se racionaliza en trminos de ladiferenciaciones y clasificaciones sociales (2012: 173).

    En el problema que se ha venido tratando en este artculo lo relevante noes a partir de qu elementos construyen su identidad los andaluces, sino cmo,desde la construccin de una alteridad, un grupo excluye a otro a partir de ladesvalorizacin de los elementos o que le son inherentes o que soninterpretados como inherentes, pues no puede presuponerse un conocimientoexhaustivo sobre el otro (normalmente, ese conocimiento es sesgado y no apartir de las experiencias de ese otro, sino de la imagen que de esos otros setiene). El otro es categorizado dentro de lo que no es, segn lo que tendra queser para el que totaliza desde la hybris del punto cero. Sus prcticaslingsticas, igualmente, se miden desde un punto cero: el de las prcticas delque ostenta la lengua legitimada (Bourdieu, 2008: 33).

    5. Relegados a no-SerA continuacin, presento algunos testimonios pertenecientes a

    personajes relevantes de la lingstica, la filosofa. Aunque son los discursosmicorracistas (o microinferiorizadores, en mi terminologa) los ms

    simblico meditico, se manifiesta explcitamente esa ideologa imperial de inferiorizacinde los otros a partir de un punto cero. Sus capitales lingsticos estn desvalorizados,apunta el investigador de Sociolingstica Crtica en la Universidad de Huelva, IgorRodrguez-Iglesias. [] Lo neutro no es ms que una falacia, una construccin ideolgicaque todos llevamos incorporada en los discursos cotidianos a travs de las diversasinstituciones sociales de inculcacin, apunta el investigador. No hay lengua ms relevanteque otra, no hay formas lingsticas ms relevantes que otras, aade Rodrguez-Iglesias.9 Esta subseccin, con variaciones, tambin est extrada de mi artculo de Otros Logos.Vase la nota 5 del presente trabajo, ms arriba. El resto todo es indito.

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    interesantes, los explcitamente discriminadores sirven de base, refuerzo oapoyo para aquellos. Los explcitos son los que se presentan a continuacin.

    5.1 Un caos en efervescencia o no me sean catetosEs conocido entre aquellos que se han acercado al conocimiento de la

    produccin lingstica hecha en Espaa cmo Manuel Alvar riza el rizo. Esposible el lenguaje en grupos sociales (de individuos sin patologas lingsticasorgnicas y/o funcionales) sin que se manifieste como lengua, sino comocuasilenguas, restos de lengua, etc.? Por lo que sabemos, no. Sin embargo, eslo que sostiene una y otra vez Alvar en lo que respecta al andaluz. Pero cmosostener, pues, que el andaluz es un caos en efervescencia, que no ha logradoestablecer la reordenacin del sistema roto (Alvar, 1976: 31)? No voy a culparal estructuralismo de esto, porque, con el estructuralismo en la mano, no puedesostenerse tal cosa y cuando se ha sostenido algo remotamente parecido escuando se ha visto con claridad por donde hace aguas una manera de pensar ellenguaje que es producto de su tiempo y de sus limitaciones.

    Si atendemos a nuestra interpretacin de cmo se produce ladiscriminacin lingstica, est claro que Alvar sita su lugar simblico deenunciacin en un punto cero castellano norteocntrico, su punto cero, paranegar la igualdad lingstica y, por tanto, ontolgica del andaluz y losandaluces. Tanto como para que stos no puedan ni siquiera contarse lasnoticias del modo en que estn en el mundo lingsticamente: Buscarpresentadores que hablen en andaluz para contar los partes de la guerra deKosovo es una idea que me parece una sandez supina; refleja un espritupueblerino (Alvar 1999)10.

    5.2. Dificultades para escribir correctamente: AbsOtro fillogo, J. A. Frago Gracia, en una importante obra, rigurosa desde

    el punto de vista filolgico, en la que se dedica al estudio diacrnico delandaluz a travs de textos escritos, deja ver su punto cero, su excesoontolgico, una clara (i)lgica de inferiorizacin, adems de contravenircualquier precepto cientfico-epistemolgico y tico sobre el modo adecuado yhonrado de proceder para afirmar, categorizar, a partir de la praxis.Contraviniendo todo buen proceder, llega a asegurar ya en las primeras pginasdel libro lo siguiente: Nada de particular tiene que para un andaluz, un canario

    10 Para una crtica extensa de M. Alvar en este sentido, vase Moreno Cabrera 2000 y 2008.21

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    o un cubano, pongo por caso, sea ms difcil que para un burgals o unzaragozano de similar formacin escolar atenerse a la prctica oficial que enla escritura rige el uso de la s y de c-z, de -r y -l o de la -s (1993: 32). Paraasegurar esto se basa en lo que sigue: Como muestra de que ello es as,aducir los datos recogidos en la lectura de unos pocos nmeros de Abc deSevilla, trece errores recogidos en 1983 de dos ejemplares de enero, de uno defebrero y de otro de marzo, y 1984, de tres ejemplares de enero, tres de febreroy uno de abril. El propio autor desglosa el contenido de tales errores:Relativos a /-s/, siete; relacionados con /-r,-l/, dos; y de z por s, uno; y detextos no periodsticos, de una foto en la que unos manifestantes, gitanoscanarios, portaban una pancarta con una falta de ortografa (atropeyo)11; eseen lugar de ce en una palabra de un anuncio de un partido poltico y zeta enlugar de ese en uno del Ayuntamiento de Sevilla. Si sorprendente es esto (elque estos pocos datos sean la prueba inequvoca de nuestra torpeza), an lo esms lo siguiente:

    Slo en tres notas de mi antiguo proveedor sevillano de frutas y verduras,aunque su origen es gaditano, encuentro dos casos de chirimolla chirimoya yuno de papalla papaya. Y aqu translitero el presupuesto hecho por un albailde Gines (Sevilla): areglo de dos cuartos de bao / arancando los asuleges ycolocacin / colocando un materi de primera / ha escoger el cliente, que nopase de 1500 pecetas guadrados / el guarto de bao llevar estalacin defontanera y de luz para los termos / los termos ser de 50 litros / hacer unguarto trastero cemilar [corregido sobre semilar] al chal [] (Frago Gracia,ibid.).

    A eso se reducen sus pruebas, aunque en el texto asegura que lo haprobado con infinidad de datos no precisamente, o no slo, atribuibles ahablantes-escribientes incultos (la cursiva es ma) y remite a un estudio de suautora, publicado en 1987, pero de redaccin anterior a los nmeros citados deABC de 1983 y 1984, segn explica (ibid; vase Frago Gracia, 1987). Lo msque puede decirse, a la luz de sus datos, es que haba falta de diligencia en talperidico. Durante siete aos de mi vida me he dedicado al periodismo, seis deellos en un peridico del Grupo PRISA, vinculado posteriormente al GrupoZETA, en el que llegu a ser coordinador de redaccin (puesto inmediatamenteinferior al de redactor-jefe en el organigrama de aquella redaccin). Puedo darcuenta de cmo, adems de no producirse faltas de ortografa entre los

    11 Es la nica referencia emprica a Canarias tras haber afirmado que los canarios tienendificultades, como andaluces y cubanos, en su opinin, para atenerse a las normasortogrficas.

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    periodistas, rara vez se publicaban erratas, reducindose stas al desdoble de laconjuncin que o la ausencia de alguna preposicin. Todo ello en ausencia dela inexistente figura del corrector; esto es, los textos no eran revisados ms quepor el propio periodista y, en algunos casos y siempre que fuera viable, por elpersonal de cierre, compuesto por el subdirector y el editor grfico, querevisaban no la ortografa, sino la publicacin en general. En el caso de erratas,se trataba de hechos aislados en los que, por experiencia y por mi criterio comolingista, el fonetismo andaluz y menos el dialectismo que aduce FragoGracia no tenan relacin alguna con tales erratas aisladas. La carga de trabajoy de horas de esos periodistas bien hubieran podido explicar las erratas yerrores que podran haberse producido, pero que, por el esmero y lapreparacin (todos licenciados universitarios), no se llegaron a producir. Ydigo preparacin porque ah est el quid de la cuestin, ya sea hombre o mujer,de Burgos o de Sanlcar de Barrameda. Eso debera saberlo el profesor FragoGracia.

    Permtase incidir en esta cuestin: Podra sostenerse que los siguientesprofesores universitarios, todos de lingstica y ninguno andaluz, son personascon dificultades respecto de la ortografa? Es una pregunta retrica; est claroque no. Son personas muy preparadas, como se deducir de sus nombres. Setrata, como es obvio, de erratas. Sin embargo, se producen en libros, que tienenun tiempo de preparacin y de revisin muy superior al breve margen queexiste entre la redaccin, la impresin y la distribucin en los quioscos de unperidico. Por qu no se aplica aqu el exceso ontolgico y esa hybris delpunto cero y slo hablamos de erratas? Al fin y al cabo, Frago Gracia lo hacecon los andaluces.

    cutura Alonso Corts, . (2006: 692).

    ditincin Marcos Marn, F. (1975: 296)

    vuya versin Bernrdez, E. (2004: 271, nota 6).

    una reflejo Moreno Cabrera, J. C. (2000).

    programas alaborados

    Marcos Marn, F. y Snchez Lobato, J. (1991: 82).

    hasta nuestro das Moreno Cabrera, J. C. (2008) 23

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    "nombres masculino y"con lo cual no[s] topamos"

    Fras Conde, X. (2013: 25).

    "o bien ham alcanzado"

    Muoz Carrobles, D. (2013: 101).

    "las comunidadas" Salas, M. (1965: 543-550).

    5.3. Flojos, pero flojos! El ideal vegetativoToda esa desmesura e ideologa de inferiorizacin, ese racismo, est

    presente incluso entre los escritos (pseudos) filosfico-antropolgicos deOrtega y Gasset respecto de Andaluca, cuyos habitantes tenemos, en suopinin, la pereza como ideal y estilo de vida (2008: 110). Su Teora deAndaluca es todo un ejemplo de cmo un intelectual puede llegar a negar poromisin su lugar de enunciacin. Recordemos lo que nos dice Castro-Gmezsobre la hybris en este contexto: La hybris supone entonces eldesconocimiento de la espacialidad y es por ello un sinnimo de arrogancia ydesmesura, se produce al pretender carecer de un lugar de enunciacin ytraduccin (Castro-Gmez, 2005: 18).

    Ortega y Gasset cree situarse en un lugar simblico neutro, en un puntocero. Todo lo que es inherente a estos humanos es lo normal, sin embargo, laotredad Andaluca, para ms seas es vida vegetal. Para el filsofomadrileo, Andaluca y China estn a la par: La cultura andaluza vive de unaheroica amputacin: precisamente de amputar todo lo heroico de la vida otrorasgo esencial en que coincide con la China (Ortega y Gasset, 2008: 107), yaque son culturas campesinas (ibid., p. 108). A diferencia de Castilla, en suopinin, como veremos a continuacin; aunque en esta ltima noencontraremos otra cosa que labriegos laborando sus vegas, oblicuos sobre elsurco, precedidos de la yunta, que sobre la lnea del horizonte adquiereproporciones monstruosas. Pero no es lo mismo: No es la castellana actualuna cultura campesina: es simplemente agricultura. Y sigue: La cultura deCastilla fue blica. El guerrero vive en el campo, pero no vive en el campo nimaterial ni espiritualmente. El campo es, para l, campo de batalla: incendiala cosecha del agricultor pacfico, o bien la requisa para beneficio de sus

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    soldados y bestias beligerantes. Este agricultor pacfico es el andaluz: Alrevs que en Castilla, en Andaluca se ha despreciado siempre al guerrero y seha estimado sobre todo al villano, al manant, al seor del cortijo. Cortijo(andaluz) que dice Ortega no le llega ni a la suela de los zapatos al castillo(castellano): El castillo agarrado al otero no es, como la alquera o cortijo,lugar para permanecer, sino, como el nido del guila, punto de partida para lacacera y punto de abrigo para la fatiga. La vida del guerrero no es permanente,sino mvil, andariega, inquieta por esencia. Y obsrvese qu racismo, si loanterior no lo fuera ya: Desprecia al labriego, lo considera como un serinferior, precisamente porque no se mueve, porque es manente de dondemanant, porque vive adscrito al cortijo o villa de donde villano (ibid.), diceel nacido en la villa de Madrid.

    Castilla es el Ser, Andaluca el no-Ser. Por mrito propio: El andaluzlleva unos cuatro mil aos de holgazn, pues la famosa holgazaneraandaluza es precisamente la frmula de su cultura (ibid., p. 109). Pero flojos,flojos:

    Aspiremos slo a una vita minima: entonces, con un mnimo esfuerzo,obtendremos una ecuacin tan perfecta como la del pueblo ms hazaoso. Estees el caso del andaluz. Su solucin es profunda e ingeniosa. En vez de aumentarel haber, disminuye el debe; en vez de esforzarse para vivir, vive para noesforzarse, hace de la evitacin del esfuerzo principio de su existencia (ibid.,pp. 109-110).

    Fijmonos en que Ortega y Gasset no se cansa (y el subrayado es suyo):Podr en el andaluz ser la pereza tambin un defecto y un vicio; pero, antesque vicio y defecto, es nada menos que su ideal de existencia. [] la perezacomo ideal y como estilo de cultura.

    Cmo se construye el no-Ser se articula incluso de una manera machista,pues no hay que olvidar que el Ser es ante todo hombre, macho. En el siguientepasaje es claro esto (el subrayado esta vez es mo): El hombre que llega delNorte [] imagina que este pueblo posee una gran vitalidad, y cuando ve pasara las sevillanas de ojos nocturnos, presume en sus almas magnficas pasiones yextremados incendios. Grande error! No cae en la cuenta de que el andaluzaprovecha en sentido inverso las ventajas de su medio (ibid., p. 110). Porvago? Incluso y aadamos homofobia en Ortega por una forma de serculturalmente que produce a menudo el penoso efecto de hacer amanerado alandaluz (ibid., p. 106). Y, en este sentido, advierte: Cuando veis el gestofrvolo, casi femenil, del andaluz, tened en cuenta que repercute casi idntico

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    en muchos miles de aos; por tanto que esa tenue gracilidad ha sidoinvulnerable al embate terrible de las centurias y a la convulsin de lascatstrofes. Y, ojo!, mirado as, el gestecito del sevillano se convierte en unsigno misterioso y tremendo, que pone escalofros en la mdula (ibid., p.107). Ahora se ver con claridad cmo el referido sentido inverso (ibid., p.110), que antes subray, tiene en realidad un doble valor, siendo el primero elliteral y el homfobo el segundo. Sin embargo, todo es a cuenta de lo que a sujuicio es nuestra holgazanera: El pueblo andaluz posee una vitalidad mnima,la que buenamente le llega del aire soleado y de la tierra fecunda. Reduce almnimo la reaccin sobre el medio porque no ambiciona ms y vive sumergidoen la atmsfera como un vegetal (ibid., pp. 110-111). Vegetales que ni llegana ser animales:

    La existencia de la planta se diferencia de la animal en que aquella noreacciona sobre el contorno. Es pasiva al medio. [] No hace nada. Vivir, paraella, es a un tiempo recibir de fuera el sustento y gozarse al recibirlo. El sol es ala par alimento y caricia en la manecita verde de la hoja. En cambio, en elanimal se separan ms la sustentacin y la delectacin. Tiene que esforzarsepara lograr el alimento, y luego, con funciones diversas de sta, buscarse susplaceres. Cuando ms al Norte vayamos ms disociados encontraremos esosdos haces de la vida. Y por si quedan dudas, Ortega deja bien claro acontinuacin que habla del andaluz y todo lo que est de Despeaperros paraarriba, respectivamente: Pues bien: a un andaluz le parecen igualmenteabsurdas en el ingls o el alemn la manera de trabajar y la manera dedivertirse, ambas sin mesura, desintegrada la una de la otra. Por su parte,prefiere trabajar poco, y tambin divertirse sobriamente, pero haciendo a la vezlo uno y lo otro (ibid., p. 111). Si an no es claro el exceso ontolgico del quehabla Escobar al referirse a la colonialidad del Ser que veamos con Mignolo yMaldonado-Torres, ya est Ortega para poner ejemplos al respecto, si el smildel vegetal no es suficiente:

    Dirase que en la vida andaluza, la fiesta, el domingo, rezuma sobre el restode la semana e impregna de festividad y dorado reposo los das laborables. Perotambin, viceversa, la fiesta es menos orgistica y exclusiva, el domingo mslunes y ms mircoles que en las razas del Norte. Sevilla slo es orgisticaspara los turistas del Septentrin; para los nativos es siempre un poco fiesta y nolo es del todo nunca (ibid., p. 111).

    Esta contraposicin del hombre del Norte frente al vegetalparadisaco (ibid., p. 111) es explcita. Lo hemos visto antes cuando esehombre que llega del Norte [] ve pasar a las sevillanas, mujeres nombradas

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    por Ortega y Gasset como ventajas del medio del andaluz que este, comohemos visto, por su sentido inverso no aprovecha (ibid., p. 110). Es claraesta dicotoma orteguiana Hombre del Norte/Andaluz, cuyo paralelismo con ladescripcin dicotmica fanoniana Zona del Ser/Zona del no-Ser. Y reiterativa:Aunque parezca mentira al hombre del Norte, hay todava en este rincn delplaneta [Andaluca] millones de seres humanos para quienes la delicia bsicade la vida es, en efecto, gozar de la temperie deleitable. Al fin y al cabocontina Gasset, mi idea es que su cultura por tanto, su actividadespiritual exalta y pule el plano vegetativo de la existencia. De aqu, entreotros muchos detalles, la tierna amistad del andaluz con el vegetal, con elproductivo y con el superfluo, con la vid y con la flor. Cultiva el olivar, perotambin el tiesto (p. 111).

    La inferiorizacin se aplica hasta para la comida: En cuanto a la alimentacin, la sensiblera socialista nos ha hecho notar

    innumerables veces que el gan del campo andaluz no come apenas y estatenido a una simple dieta de gazpacho. El hecho es cierto y, sin embargo, laobservacin es falsa porque es incompleta. La cocina andaluza, primitiva yescasa de toda la Pennsula. Un jornalero de Azpeitia come ms y mejor que unricacho de Crdoba o Jan. Hasta en esto imita el andaluz al vegetal: sealimenta sin comer, vive de la pura inmersin en tierra y cielo. Lo mismo elchino12 (p. 111).

    Decimos que es reiterativa la dicotoma y lo es. Obviamente no se tratade una teora de Andaluca, sino ms bien de una teorizacin racista sobre lasbondades del punto cero castellano frente a esto tan raro, primitivo y bajocomo Andaluca. Reiterativo hasta el final: Este ideal la tierra andaluzacomo ideal nos parece a nosotros, gentes ms del Norte, demasiado sencillo,primitivo, vegetativo y pobre. Est bien. Pero es tan bsico y elemental, tanprevio a toda otra cosa que el resto de la vida, al producirse sobre l, nace yaungido y saturado de idealidad. Y remata: Este pueblo, donde la basevegetativa de la existencia es ms ideal que en ningn otro, apenas si tiene otraidealidad. Fuera de lo cotidiano, el andaluz es el hombre menos idealista queconozco (p. 112).

    En otro lugar, ms adelante, tratar ms asuntos relacionados con estosdos ensayos que public en prensa Ortega y Gasset como (supuesta) Teora de

    12 Son continuas las referencias a China y los chinos, inferiorizndolos igualmente. Es unaconstante en el texto.

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    Andaluca. Y permtanme una licencia, la que me otorga impartir unaconferencia inaugural: Ortega y Gasset es un cretino integral.

    5.4. Vulgares ante CambridgeEsta inferiorizacin ontolgica tiene consecuencias. Las ms cotidianas

    y, en mi opinin, graves son aquellas que subyacen a las situaciones queplantean los testimonios vistos ms arriba por los andaluces discriminados, porafectar a su da a da, a su praxis, a su relacin con los dems. Sin embargo,hay otras como estamos viendo y no slo al interior de Espaa. El diccionariobilinge Espaol-Ingls Klett Cambridge, editado por Cambridge UniversityPress (2002), ofrece en sus pginas iniciales una breve descripcin de lo que, asu juicio, es el panorama del espaol y sus hablantes. Nada extrao hasta quenos topamos no ya con imprecisiones tcnicas o histricas, sino con unavaloracin sobre las caractersticas lingsticas inherentes al habla de millonesde personas, hasta el punto de que se tacha de vulgar lo que es caractersticode Andaluca, el Caribe, Centroamrica o el Cono Sur, entre otros lugares. Eldiccionario Klett Cambridge advierte a sus lectores no hispanohablantes sobrelas que, a su modo de ver, son pronunciaciones que deben evitarse portratarse de fenmenos [que] se consideran vulgares (2000: IX). Ya megustara a m que el editor de este dislate me explicase en qu se basa. Fjense,se trata del seseo y la aspiracin, dos caractersticas extendidas desde el sur dela pennsula Ibrica a buena parte del continente americano.

    6. Conclusin y surgimientoFrantz Fanon, en su libro Piel negra, mscaras blancas, dice: Hay una

    zona de no-ser, una regin extraordinariamente estril y rida, una rampadespojada, desde la que puede nacer un autntico surgimiento (2010: 42).Hemos empezando este artculo, que corresponde con la conferencia inauguraldel encuentro que da origen a este libro de actas, con un testimonio de unaandaluza inferiorizada por su condicin de andaluza. Si desde el principio heacudido a investigaciones que dan cuenta de otras opresiones, es porqueconsidero que toda forma de opresin debe ser enfrentada en un frente comn yque debemos atender, adems, a cmo se han enfrentado esas formas deopresin social y cientficamente. Debemos insistir en que para luchar contra ladiscriminacin lingstica tenemos que trabajar a la par y muy atentos de lasestrategias, problematizaciones y soluciones que se ponen sobre la mesa desde

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    los diferentes grupos que enfrentan las opresiones. Es importante afrontarnuestra labor no en atencin al eurocentrismo o su ms reciente versin: elglobocentrismo (Coronil, 2000), que son dos versiones de una misma forma deopresin tan perversas que impregnan nuestros saberes y discursos sinpercatarnos si quiera (Said, 1989; Dussel 2007; Busso, 2012; Mignolo, 2014).

    Hay que romper con el racismo epistemolgico, con toda forma depatriarcado, de racismo, de colonialismo y de colonialidad, y establecer lo queel socilogo portugus Boaventura de Sousa Santos llama ecologa de saberes,que se fundamenta en la idea de que el conocimiento es interconocimiento(2010: 49): escuchar y/o leer a los otros pueblos del mundo, no como objetosde estudio, sino como sujetos, tan sujetos como el europeo occidental y eleuroamericano13.

    Hemos visto en este trabajo unos testimonios de andaluces que se vendesvalorizados por otros seres humanos en relacin con uno de los aspectosque les son inherentes como seres humanos: en este caso, la lengua, el origengeogrfico y su etnicidad, pero bien podra ser el color de la piel, la fisonoma,el sexo, el gnero (la llamada opcin sexual), etc. Y posiblemente, todas estnfuncionando al mismo tiempo en muchas personas; en otras, en cambio, sloalgunos de estos aspectos. En otro lugar (Rodrguez-Iglesias, 2015a) y enatencin a otros autores previos (entre ellos, Grosfoguel), hemos hablado deheterojerarqua de dominacin. Los feminismos negros de Crenshaw (1989,1995) y Patricia Hill Collins (2012) hablan de interseccionalidad: lasrelaciones humanas del sistema-mundo moderno-colonial estn atravesadas pordiversas formas de poder de manera simultnea. En esos estudios se habla deprivilegio racial (en concreto, women who are racially privileged, enCrenshaw, 1995: 1250). Nuestros informantes testimoniales dan cuenta de loque creo afortunado llamar privilegio lingstico, una de las formas en lasque se manifiesta ese privilegio racial, que, como hemos explicado en estetrabajo, trascienden al color de la piel, como demuestran all las citadas

    13 Parece una obviedad, pero tan slo las informaciones de los peridicos espaoles dejanver esta hybris del punto cero de la que hablamos, el desconocimiento u ocultamiento de laespacialidad, la forma en la que se superiorizan las formas europeas occidentales yangloamericanas (la poltica, la filosofa, las ciencias, la religin, las lenguas, lasexpresiones culturales en general, etc.). Esto no implica que al interior de Europa no hayadiscriminaciones sobre pueblos sometidos a un Estado (Andaluca es un caso) o pueblosrepartidos entre diferentes estados cuyas soluciones polticas, jurdicas, sociales, culturales,en definitiva, son sometidas, inferiorizadas, perseguidas, penadas, como sucede con elpueblo gitano, entre otros.

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    investigadoras o en el mbito del pensamiento decolonial autores como Dussel,Grosfoguel, Mignolo, Maldonado-Torres, Lander, Catherine Walsh, Castro-Gmez, Quijano, Escobar, entre otros.

    Este concepto de privilegio lingstico es ms fiel a la realidad que elmanido, impreciso y equvoco concepto de prestigio, muy comn en losestudios bsicos de Sociolingstica, por su dependencia de otro conceptoclase social (vase Milroy y Milroy, 1997: 55). Al fin y al cabo, cuando elsociolingista estadounidense William Labov lo adopta (1966), est explicandodescriptiva y sincrnicamente en este sentido, le sobrevive F. de Saussure,como indica el sociolingista belga Jan Bloomaert (2010: 4) qu ocurre en ungrupo de hablantes en relacin con un determinado fenmeno lingstico yatendiendo a patrones sociales como el sexo, la edad o la clase social, sinproblematizar producto an de su poca tales variables desde el punto devista sociolgico, poltico, histrico, econmico, cultural, etc., cuestiones estasque los estudios ms recientes y novedosos del lenguaje s toman enconsideracin, como los del propio Jan Blommaert (2010, 2014), ste con BenRampton (2011), Teun van Dijk (2009), Ruth Wodak (1989), NormanFairclough (1989), Alastair Pennycook (2010) o ste con Sinfree Makoni(2007), entre otros.

    Labov no inventa el trmino prestige, slo lo adopta. Reproduce desdeel falaz punto cero del investigador una ideologa asociada a una sociedadcapitalista, patriarcal, moderno-colonial, occidentalocntrica, como la llamaGrosfoguel, segn vimos ms arriba. Precede a Labov y su sociolingsticaestratificacional todo un aparataje terico (ideolgico, construido) en lasciencias sociales, especialmente en la sociologa. Esto es visible si se retrotraeel asunto hasta Max Weber. Este pone sobre la mesa su teora estratificacional,compuesta por la clase social (a diferencia de Karl Marx, en trminoscapitalistas), el estatus (basado en el prestigio) y el poder (en referencia a lahabilidad de una persona para tener eso que la cultura occidentalocntrica daen llamar xito) (Ash 2013; Healey 2014; Breen y Rottman 2014). Es deadvertir la ideologa solipsista, cartesiana. La influencia que va a tener en lasciencias sociales en general, especialmente en el pensamiento lingstico, va aser determinante. Y me refiero a Descartes, Kant y Hegel, y al propio Weber,quien vendra a suponer la consolidacin epistemolgica del ego cogitocartesiano y el eurocentrismo. Tan slo los primeros prrafos de su libro Latica protestante y el espritu del capitalismo (2012) pueden ser muyreveladores para visualizar la ideologa indolente que rezuma la ciencia y lapoltica de los siglos XIX y XX. Y, aunque nos pese reconocerlo, las de la

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  • Conferencia inaugural_____________________________________________________________________________________________________________________________

    actualidad, a pesar de estas resistencias y deconstrucciones. El Ser frente al no-Ser y celebramos la ignorancia institucionalizada a travs de la soberbia, dela desmesura, de la hybris de creernos en el punto cero del Universo: ombligos.

    No nos dejemos, pues, engaar por aquello del prestigio. No hay formasms prestigiosas que otras, slo formas racistamente construidas comocorrectas o adecuadas frente a otras, que son inferiorizadas por ser las de losotros, las de grupos histricamente sometidos e invisibilizados, inferiorizados.Construidas desde la hegemona y s, estamos citando a Gramsci14 de unosgrupos que han construido unas artificiales formas supuestamente generales apartir de sus formas particulares (lingsticas, sociales, tnicas, econmicas,polticas, etc.): sus formas son las cultas, las educadas, las civilizadas, lasdemocrticas, las neutras. Lo dems es cosa de grupos aislados, perifricos,marcados, con acento. La concepcin de lengua frente a dialecto, quetrasciende a la conceptuacin lingstica:

    La polarizacin dominante/dominados forma parte de un sistema derepresentacin y organizacin que caracteriza a los Estados occidentales: laarmoniosa organizacin dicotmica sobre la cual se cimentara el confort delOccidente colonialista: civilizado/salvaje, lengua/dialecto, pueblo (onacin)/tribu, etc. (Calvet 2005: 68) responde a una ideologa de inferiorizacindel Otro (Dussel, 1996: 26), las zonas del ser y no-ser de F. Fanon (2009: 42)(Rodrguez-Iglesias, 2015b: 147).

    Advirtase cmo hay todo un aparataje acadmico filolgico ylingstico atravesado de un determinado pensamiento filosfico poltico yunas prcticas sociales, producto y productoras a su vez de tal pensamiento.Por eso, sostengo que la crtica a la filosofa poltica es la crtica a la lingsticay sus categoras epistmicos. Es aqu donde, ante el panorama descrito, se abreuna puerta a la construccin a partir de la deconstruccin: puede nacer unautntico surgimiento, como dice Fanon (supra).

    Visto esto, no se extraen, miembros de la Zozied pal Ehtudio'elAndal, de que al reclamar una escritura conforme a cmo hablan losandaluces, para poder expresar, dentro de las limitaciones que toda escriturasupone frente al hablar, los nieguen, los tachen de no saber, los inferioricen, semofen incluso, como pueden escuchar en este enlace de Youtube:https://www.youtube.com/watch?v=M0N-M6nzPVU, como hacen el locutorde radio Carlos Herrera y sus colaboradores respecto de la escritura en andaluzque la Sociedad de Estudio del Andaluz reclama o de otro asunto espinoso para

    14 Vase una seleccin en espaol de su obra en Gramsci, 2013.31

    https://www.youtube.com/watch?v=M0N-M6nzPVU
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    el nacionalismo espaolista: la crtica al llamado Descubrimiento deAmrica, genocidio que el filsofo e historiador argentino-mexicano EnriqueDussel llama 1492, el encubrimiento del otro, origen del mito de lamodernidad (Dussel, 1994). Todo un ejemplo de hybris, de creerse en unpunto cero para la enunciacin y la categorizacin del mundo en lo que Es y loque no-Es, esa zona del no-Ser que construyen, adems, para cualquierdisidencia y rebelda. Lo propio en un sistema que superioriza al conformistaincompetente e inferioriza al rebelde competente (Santos, 2014).

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  • E N S A Y O S E N T O R N O

    A L A N D A L

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  • RASGOS LINGSTICOS ANDALUCES EN LASJARCHAS ROMANCES

    Anne Cenname

    []

    Des kand mieo idiello vned,

    tan buona albiara!

    kom(o) ryo de sol yed

    en Wd al-ira.

    (Galms de Fuentes 1994:38)El manuscrito OR 5557D.8 [v], de la

    Geniza (actualmente en British Library,Londres) con la jarcha H3

    Jarchas romances o parcialmente romancesLa jarcha en lengua romance es una breve estrofa compuesta o transcrita

    por un poeta de habla rabe o hebrea, como parte final de un poema en rabe ohebreo llamado moaxaja. La estructura de la moaxaja fue descrita ya en elsiglo XII o XIII por el autor egipcio Ibn San` al-Mulik (Caas et al. 1998:7).Se atribuye la invencin del gnero a un poeta del siglo IX y X de Cabra(Crdoba) en al-ndalus (Caas et al. 1998:8). La jarcha ms antigua que sepuede fechar se inserta en una moaxaja que debe haber sido compuesta antesde 1042, situndola entre los textos lricos conservados ms antiguos deEuropa (Carmona et al. 1986:268). La moaxaja andalus es bilinge, ya que la

  • VIII Hunta / Reunin / Meeting de escritores-as en andal. ACTAS _____________________________________________________________________________________________________________________________

    parte principal del poema normalmente est escrita en rabe clsico o hebreo,mientras que la estrofa final, la jarcha o verso de salida, segn la etimologadel trmino rabe, est escrita, ya sea en dialecto rabe andalus o en romanceandalus. Entre cientos de jarchas andaluses conservadas, solo se hanencontrado unas 69 jarchas romances, de las cuales 43 en moaxajas en rabe y26 en moaxajas en hebreo. Sin embargo, muy pocas de estas jarchas estntotalmente en romance. La gran mayora est compuesta en una mezcla derabe andalus y romance andalus. Son, por tanto, jarchas parcialmenteromances.

    La jarcha como gnero autnomoUno de los temas debatidos por los estudiosos ha sido si la jarcha puede

    o no puede ser vista como elemento potico independiente del resto de lamoaxaja. Hay varios argumentos que apoyan el carcter autnomo de la jarcha.

    En primer lugar, Ibn Bassam, un autor del siglo XII, afirma que el poetade Cabra basaba la composicin de su moaxaja en palabras coloquiales yromances, la jarcha, denominada markaz o centro (Caas et al. 1998:10,Galms de Fuentes 1994:99).

    En segundo lugar, una decena de las moaxajas conservadas con jarchasromances contienen jarchas que se han utilizado ms de una vez (Caas et al.1998:10, Martn Baos 2006:16, Galms de Fuentes 1994:103). Para lasmoaxajas con jarchas en rabe andalus, el uso repetido es an ms frecuente, yun estudio de estas moaxajas ha demostrado que muchas de las jarchas enrabe andalus son en realidad versos tomados de canciones populares de tipozjel (Martn Baos 2006:16).

    En tercer lugar, en la moaxaja, la transicin a la jarcha se introducetpicamente por la insercin, en el verso inmediatamente anterior a la misma,de un verbo como "dijo" o "canta", que introduce el estilo directo, la vozpersonal de la jarcha (Caas et al. 1998:12, Galms de Fuentes 1994:101). Porlo tanto, la propia moaxaja parece revelar que la jarcha fue compuesta por unautor distinto del poeta de la moaxaja. Esto parece coincidir con el testimoniode Ibn Bassam de la jarcha como estrofa preexistente al resto de la moaxaja.Tambin proporciona una explicacin de los contrastes en lenguaje, estilo yperspectiva de la jarcha frente al resto de la moaxaja.

    40

  • Ensayos en torno al andal_____________________________________________________________________________________________________________________________

    Adems, Zwartjes sugiere que la jarcha puede haber sido un interludioen un ciclo de composiciones musicales de diferentes estilos, y queposiblemente ha funcionado como el final de una cancin y como el comienzode la siguiente (Zwartjes 1989:247). Zwartjes considera pues las jarchas comocanciones preexistentes, independientes, insertadas en los poemas por losautores de las moaxajas (Zwartjes 1997a:1609, 1997b:187).

    La preexistencia de las jarchas implica que desconocemos los nombresde los autores de las jarchas, aunque conocemos los nombres de los autores delas moaxajas. Por tanto desconocemos el lugar y la fecha de composicin decada jarcha. Es probable que han formado parte de una tradicin oral, antes deser adoptadas por los autores de las moaxajas. Sin embargo, dado la grancantidad de arabismos que contienen, nos parece improbable que datan de unapoca preislmica, como ha sido propuesto por algunos autores. Suponemos,por tanto, que su ubicacin geogrfica y temporal se aproxima a suincorporacin en las moaxajas por los poetas andaluses.

    Ubicacin geogrfica y temporal de la transcripcin de las jarchasromances

    Aunque el primer poema con jarcha fue compuesto por un poetacordobs que viva en Cabra entre el siglo IX y X, no se ha conservadoninguna de sus moaxajas. Algunas de las moaxajas con jarchas romancesconservadas son annimas. Sin embargo, podemos ubicar la composicin otranscripcin de las jarchas romances para la mayora de ellas. En lo siguientereseamos los autores de las moaxajas con jarchas romances, siguiendo elsistema de enumeracin de Corriente (2009), que distingue entre las jarchas demoaxajas en hebreo, marcadas con una H y las de moaxajas en rabe,marcadas con una A. Seguimos a Garca Gmez (1990) sobre los datos delos autores.

    Los autores de moaxajas con jarchas romances o parcialmente romancesH1 Yehuda Halevi, - 1170 (- 1140) (Stern 1964:XIX) H2 Yehuda HaleviH3 Yehuda HaleviH4 Yehuda Halevi

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  • VIII Hunta / Reunin / Meeting de escritores-as en andal. ACTAS _____________________________________________________________________________________________________________________________

    H5 Yehuda HaleviH6 Yehuda HaleviH7 Yehuda HaleviH8 Yehuda HaleviH9 a) Yehuda Halevi b) Todros Ab-l-fiya, siglo XIIIH10 Yehuda HaleviH11 Yehuda HaleviH12 Moe ibn Ezra, -1139 (Stern 1964:XIX) H13 Moe ibn EzraH14 Yosef ibn addiq, -1149 (Stern 1964:XIX)H15 Abraham ibn Ezra, -1167 (Stern 1964:XIX)H16 Todros Ab-l-fiyaH17 Todros Ab-l-fiyaH18 Yosef al-Ktib (Garca Gmez 1990:426)H19 annimaH20 annimaH21 Moe ibn EzraH22 annima H23 annima (Sol-Sol 1969)H24 annima (Sol-Sol 1969)H25 annima (Sol-Sol 1969)H26 annima (?) (Coriente 2009:127)

    A1 Muammad ibn Ubda al-Mlaq, de Mlaga, viva en Almera, sigloXIA2 annima (Jones 35)A3 annima A4 annimaA5 Ab-l-Abbs al-Am at-Tul, de Tudela, viva en Sevilla, -1126A6 Ibn Abbd (rey de Sevilla, 1040-1095?)A7 a) Ibn al-Muallim, de Sevilla, siglo XI b) annimaA8 al-Am at-TulA9 annimaA10 annima

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  • Ensayos en torno al andal_____________________________________________________________________________________________________________________________

    A11 annimaA12 Ab Bakr Yay ibn Baq, de Crdoba, -1145A13 al-Kumait al-Garb, de Algarve o de Badajoz, viva en Zaragoza, sigloXI A14 annimaA15 annimaA16 annimaA17 Ab Muammad Abd Allh ibn Hrn al-Abi al-Lrid, de LridaA18 annimaA19 al-Am at-TulA20 Muammad ibn Ubda al-MlaqA21 a) Ab-l-Wald Ynus ibn Is al-Jabbz Murs, de Murcia (GarcaGmez 1990:225, 439) b) Ab Umn ibn Luyn, de Almera, 1282-1349A22 al-Am at-Tul (Garca Gmez 1990:275)A23 a) Ibn Baq b) Ab Bakr Muammad ibn Amad ibn Ruaim, de Bocairente(Levante), viva en Sevilla, siglo XIIA24 al-Mutamid ibn Abbd, rey de Sevilla, 1040-1095 (Garca Gmez1990:283)A25 annimaA26 annimaA27 Ibn BaqA28 a) Ab Bakr Yay as-Saraqus al-azzr, de Zaragoza, siglo XI b) Ibn BaqA29 Ibn al-Labbna, (Ab Bakr Muammad ibn Is) de Denia, -1113A30 a) Ab Bakr Muammad ibn Arfa Raso, de Toledo, siglo XI b) Ab Bakr Amad ibn Mlik as-Saraqus, de Zaragoza, siglo XIA31 annima (?)A32 Ab Bakr Muammad ibn Arfa RasoA33 al-Kumait al-Garb (Garca Gmez 1990:351)A34 al-Kumait al-GarbA35 Ab-l-Qsim al-Man, de Man, Sevilla, siglo XIIA36 Ab Bakr Yay ibn a-airaf, historiador de Granada, siglo XII A37 Ab-l-Wald Ynus ibn Is al-Jabbz Murs, de MurciaA38 annima (?)

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  • VIII Hunta / Reunin / Meeting de escritores-as en andal. ACTAS _____________________________________________________________________________________________________________________________

    A39 Ab Is ibn Labbn, de Murviedro (Valencia) siglo XIA40 Ab Bakr Muammad ibn Amad ibn Ruaim (Garca Gmez1990:397)A41 al-Am at-Tul (Monroe 1974:243)A42 Ibn Quzmn, de Crdoba, -1160 (Garca Gmez 1990:405)A43 annima (?) (Corriente 2009:124)

    Contamos con cinco autores conocidos de moaxajas en hebreo conjarchas romances, ya que no tenemos datos sobre la identidad de Yosef al-Ktib. De estos cinco, cuatro son del siglo XII y uno del siglo XIII. SonMoseh Ibn Ezra (Granada, 1055/1135) que formaba parte de una familiaaristocrtica granadina que vivi durant