of 12 /12
“Violencia en el Pulgarcito” 1

Violencia en el Pulgarcito

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Breve descripción de la realidad que se vive actualmente en El Salvador.

Text of Violencia en el Pulgarcito

  • Violencia en el Pulgarcito

    1

  • Violencia en el Pulgarcito

    0

    Z

  • Violencia en el Pulgarcito

    1

  • Violencia en el Pulgarcito

    2

  • Violencia en el Pulgarcito

    3

    NDICE

    Prologo...4

    Violencia en El Salvador..5-6

    Antecedentes de violencia...7

    Ideas sobre violencia en El Salvador..8

  • Violencia en el Pulgarcito

    4

    Prologo

    La violencia es uno de los principales problemas a los que muchas sociedades tienen que

    enfrentase de una u otra manera, el nmero de crmenes que da a da puede ser

    percibido por una poblacin que se muestra ya agotada de tantos hechos delictivos y que

    en muchas ocasiones tienen que vivirlos en carne propia.

    La tranquilidad y la seguridad que exista para traslada de un lugar a otro, ha quedado

    como una historia, ahora en puerta de nuestra misma casa nos encontramos con el

    peligro, esto lo demuestra los lamentables hechos de las personas que han sido vctimas

    de estos ataques.

    El siguiente informe muestra la realidad que se vive en un pequeo espacio de tierra, el

    denominado Pulgarcito de Amrica de ah parte la idea para adoptar el ttulo. Violencia

    en el Pulgarcito es contenido de la realidad que cotidianamente se vive en el pas, y de la

    cual la mayora de os habitante estn al pendiente, con la finalidad de evitar caer en

    manos de quienes son los responsables que casos como estos tengan que enfrentarse.

  • Violencia en el Pulgarcito

    5

    VIOLENCIA EN EL SALVADOR.

    Los salvadoreos constituyen una de las

    sociedades ms violentas del mundo. La

    violencia es una de las situaciones que

    diariamente hay que afrontarlas, tanto

    en los hechos como en las palabras y en

    las estructura de pensamiento. Las Maras

    y el crimen organizado la llevan

    diariamente a su mxima potencia. Es

    una espiral que no parece tener fin y

    cada cierto tiempo escala.

    La lgica reaccin de rabia lleva a muchos

    a plantear la limpieza social. Que solo

    matando los delincuentes podremos

    resolver el problema. En el fondo, la

    misma tesis de los que a principios de los

    ochenta consideraban que con unos

    200,000 muertos se resolva el conflicto

    armado. Era tambin una limpieza social

    por otras razones. Hitler intent limpiar

    el mundo de judos. La solucin final era

    otra especie de limpieza social.

    La mayora de los que claman, desde el

    anonimato de los comentarios en la

    WEB, que hay que tomar un arma y

    matar a los mareros de la colonia, Si

    tuvieran el coraje de actuar se quedaran

    callados y simplemente lo haran

    Solo imaginemosQuines en realidad

    van a salir a matar mareros? Los

    mareros se van a quedar de brazos

    cruzados esperando que lleguemos a

    matarlos? Cree usted que puede tomar

    un arma, matar a tres mareros a sangre

    fra, y luego llegar a su casa, besar a su

    familia, como si nada? Qu va a hacer si

    la polica descubre que usted mat a esos

    tres mareros? Cree que los mareros no

    van a tomar venganza con su familia

    cuando salga en los diarios, esposado con

    rumbo a Mariona? El aparecimiento de

    hroes vengadores es ficcin que vemos

    en las pelculas. En la realidad no existen.

    Por ello es necesario considerar que no

    se vale comentar desde el anonimato

    solo para calmar la rabia, sin darnos

    cuenta que la violencia verbal es tambin

    otra forma de violencia. Los mareros, que

    quemaron el bus con la gente adentro,

    no vinieron de Marte. Son engendros de

    nuestra sociedad podrida. Si matamos

    mil, aparecern otros dos mil y con ms

    justificacin para matar.

    Nos guste o no, las maras son

    consecuencia de la desintegracin

    familiar, de la falta de oportunidades, de

  • Violencia en el Pulgarcito

    6

    la sociedad excluyente que hemos tenido

    a lo largo de nuestra historia. Todo esto

    en un caldo de cultivo de 20,000

    kilmetros cuadrados en que seis

    millones de salvadoreos compartimos,

    casi 300 habitantes por Km. Cuadrado.

    Mientras muchos piden matar mareros,

    la derecha pide la cabeza de los

    funcionarios de seguridad. Los mismos

    que no hicieron nada durante dos

    dcadas, ahora son expertos que dicen

    que se debe hacer y que no. No se dan

    cuenta que con sus actitudes generan

    ms violencia. La polica fue rebasada por

    la delincuencia durante el gobierno

    anterior, pero los medios callaron por

    razones electorales.

    De los que piden la renuncia de los

    funcionarios, muchos prefieren pagar

    seguridad privada, comprar sofisticados

    aparatos electrnicos de control, adems

    terminan siempre pagando la renta que

    les imponen las maras. Pero se niegan a

    pagar impuestos, no se atreven a ver a

    los ojos al nio que en el semforo nos

    pide una moneda a cambio de limpiar el

    parabrisas, son insensibles ante la

    miseria.

    Muchos pensamos en ir a matar a los

    mareros de nuestra colonia, pero no

    pensamos en que tenemos cerca de

    nuestra casa una colonia marginal, donde

    hay nios que se acuestan sin cenar.

    Pensamos matar al marero vecino, pero

    no pensamos en una accin solidaria con

    el vecino pobre. Si en lugar de matar al

    marero, impidiramos que los nios de

    hoy sean los mareros de maana, nos ira

    mejor.

  • Violencia en el Pulgarcito

    7

    ANTECEDENTES DE VIOLENCIA.

    Los grupos dirigentes en El Salvador han

    posedo en cierta medida, la capacidad

    de modificar muchas de las variables que

    definieron el perfil de la sociedad que les

    ha tocado gobernar; dado que la

    inclusin de muchas de las modalidades

    del ejercicio del poder a nivel regional

    fueron desarrollados a partir de similares

    imaginarios hegemnicos; igualmente

    asimilados del contexto mundial, y que

    produjeron mejores resultados.

    Las consecuencias derivadas de la

    asimetra al interior del orden social en El

    Salvador tardo-decimonnico, dieron

    paso a la asimilacin del concepto de

    clases peligrosas. Dentro de la que se

    incluyeron aquellos grupos humanos

    marcados por el estigma de la

    degeneracin.

    As, la prostitucin, la vagancia, la

    criminalidad, el alcoholismo, fueron

    entre otros fenmenos sociales, parte

    consustancial al modelo de desarrollo

    econmico y poltico; pero,

    principalmente, represent un reto a las

    sociedades en cuestin para replantearse

    las soluciones pertinentes de acuerdo a

    sus respectivas percepciones de lo que

    consideraron bueno o malo para el orden

    social.

    El balance de este proyecto con el cual se

    ejerci la hegemona, y se

    implementaron las medidas para

    ejercerla, estn inmersas en el proyecto

    reformista tardo-decimonnico el cual no

    solo busc transformar la realidad

    econmica sino construir un modelo de

    Estado Nacin dentro de un modelo

    liberal positivista. As la ciudadana pas

    a ser el estatuto jurdico con el cual se

    permiti o neg el acceso a los derechos

    y deberes correspondientes. Pero este

    modelo de ciudadana liberal bas su

    definicin en elementos rescatados del

    positivismo, darwinismo social y del

    cientificismo biologicista, de los que

    emanaron las concepciones de la

    antropologa criminal y de un saber

    medico-psiquitrico que se decant en la

    construccin del imaginario de la

    degeneracin como un estigma de la

    raza. Esto ltimo marc el derrotero con

    el cual la visin policiaca del Estado

    nacin liberal de la poca cre y ajust

    sus respectivas instituciones.

  • Violencia en el Pulgarcito

    8

    IDEAS SOBRE LA VIOLENCIA EN EL SALVADOR.

    El problema fundamental radica en que la

    violencia es, en el sistema social salvadoreo,

    un modo de vida, un modo de relacionarse

    con los dems miembros de la sociedad; no

    es en modo alguno una simple manifestacin

    de falta de valores, sino un repertorio de

    conductas y cogniciones que ha sido

    adquirido por individuos y grupos, a travs

    de su desarrollo como tales en el seno de un

    orden social que le da la espalda a la gran

    mayora, en pos de sus propios intereses. El

    salvadoreo y la salvadorea promedio estn

    expuestos en cada etapa de su vida a

    diferentes formas de violencia, desde el

    maltrato infantil hasta la violencia

    institucional. No es extrao entonces que su

    psiquis se vaya configurando a partir de la

    violencia, interiorizando a esta como forma

    de resolucin de conflictos, y sobre todo,

    como forma de relacin social entre

    personas.

    Un acto violento, en particular, y la cultura

    de violencia en general, no es slo un

    problema de gran magnitud en el pas; sin

    afn de minimizar este fenmeno, la cultura

    de violencia es, en cierto modo, un sntoma,

    y al ahondar en l, se pone al descubierto

    una macro estructura social que

    histricamente ha violado los derechos

    humanos ms bsicos de quienes se

    encuentran en ella, siendo incapaz de

    proveerles una vida digna. Los mecanismos

    de represin a estos sectores son justificados

    por quien los aplica, y avalados por el resto

    de la sociedad, que, irnicamente, considera

    que el uso de la violencia es lo que se

    necesita para terminar con la violencia.

    La violencia actual hunde sus races en un

    conflicto social que se remonta a la

    fundacin misma de la repblica, que luego

    evolucion hasta convertirse en un

    enfrentamiento armado. Lo paradjico es

    que al concluir ste, algunas formas de

    violencia no slo no hayan desaparecido,

    sino que incluso hayan aumentado. No poda

    ser de otra manera, porque la violencia es

    estructural, es decir, es algo que est ms

    all de su manifestacin blica. Para

    erradicarla es necesario transformar esas

    estructuras violentas, que no han sido

    tocadas por la transicin de posguerra

    (Editorial, 1997)

  • Violencia en el Pulgarcito

    9

  • Violencia en el Pulgarcito

    10