Wislawa Szymborska - Antología

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Antologa

Wislawa Szymborska

A MI CORAZN EL DOMINGO

Gracias te doy, corazn mo,por no quejarte, por ir y venirsin premios, sin halagos,por diligencia innata.

Tienes setenta merecimientos por minuto.Cada una de tus sstoleses como empujar una barcahacia alta maren un viaje alrededor del mundo.

Gracias te doy, corazn mo,porque una y otra vezme extraes del todo,y sigo separada hasta en el sueo.

Cuidas de que no me suee al vuelo,y hasta el extremo de un vuelopara el que no se necesitan alas.

Gracias te doy, corazn mo,por haberme despertado de nuevo,y aunque es domingo,da de descanso,bajo mis costillascontina el movimiento de un da laboral.

De "Mil alegras Un encanto", 1967 AGRADECIMIENTO

Debo muchoa quienes no amo.

El alivio con que aceptoque son ms queridos por otro.

La alegra de no ser yoel lobo de sus ovejas.

Estoy en paz con ellosy en libertad con ellos,yeso el amor ni puede darloni sabe tomarlo.

No los esperoen un ir y venir de la ventana a la puerta.Pacientecasi como un reloj de solentiendolo que el amor no entiende;perdonolo que el amor jams perdonara.

Desde el encuentro hasta la cartano pasa una eternidad,sino simplemente unos das o semanas.

Los viajes con ellos siempre son un xito,los conciertos son escuchados,las catedrales visitadas,los paisajes ntidos.

Y cuando nos separanlejanos pasesson pasesbien conocidos en los mapas.

Es gracias a ellosque yo vivo en tres dimensiones,en un espacio nolrico y noretrico,con un horizonte real por lo mvil.

Ni siquiera imaginancunto hay en sus manos vacas.

"No les debo nada",dira el amorsobre este tema abierto.

De "El gran nmero" 1976

AMOR A PRIMERA VISTA

Ambos estn convencidosde que los ha unido un sentimiento repentino.Es hermosa esa seguridad,pero la inseguridad es ms hermosa.

Imaginan que como antes no se conocanno haba sucedido nada entre ellos.Pero qu decir de las calles, las escaleras, los pasillosen los que hace tiempo podran haberse cruzado?

Me gustara preguntarlessi no recuerdanquiz un encuentro frente a frentealguna vez en una puerta giratoria,o algn "lo siento"o el sonido de "se ha equivocado" en el telfono,pero conozco su respuesta.No recuerdan.

Se sorprenderande saber que ya hace mucho tiempoque la casualidad juega con ellos,

una casualidad no del todo preparadapara convertirse en su destino,

que los acercaba y alejaba,que se interpona en su caminoy que conteniendo la risase apartaba a un lado.

Hubo signos, seales,pero qu hacer si no eran comprensibles.No habr revoloteadouna hoja de un hombro a otrohace tres aoso incluso el ltimo martes?

Hubo algo perdido y encontrado.Quin sabe si alguna pelotaen los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbresen los que un tactose sobrepuso a otro tacto.Maletas, una junto a otra, en una consigna.Quiz una cierta noche el mismo sueodesaparecido inmediatamente despus de despertar.Todo principiono es mas que una continuacin,y el libro de los acontecimientosse encuentra siempre abierto a la mitad.

De "Fin y principio". 1993

BAJO UNA PEQUEA ESTRELLA

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.Que no se enoje la felicidad por considerarla ma.Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado por alto a cada segundo.Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevoel primero.Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco de un minu.Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueo a las cinco de la maana.Perdname, esperanza acosada, por rerme a veces.Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.Y t, gaviln, hace aos el mismo, en esta misma jaula,inmvil mirando fijamente el mismo punto siempre,absulveme, aunque fueras un ave disecada.Que me disculpe el rbol talado por las cuatro patas de la mesa.Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeas respuestas.Verdad, no me prestes demasiada atencin.Solemnidad, s magnnima conmigo.Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos, cada una de ellas.S que mientras viva nada me justificaporque yo misma me lo impido.Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patticasy que me esfuerce despus para que parezcan ligeras.

CLCULO ELEGACO

Cuntos de los que he conocido(si de verdad los he conocido)hombres, mujeres(si esta divisin sigue vigente),han atravesado este umbral(si esto es un umbral),han cruzado este puente(si se puede llamar puente).Cuntos despus de una vida ms corta o ms larga(si para ellos en eso sigue habiendo alguna diferencia),buena porque ha empezado,mala porque ha acabado(si no prefirieran decirlo al revs),se han encontrado en la otra orilla(si se han encontradoy si la otra orilla existe).

No me es dado sabercul fue su destino(ni siquiera si se trata de un solo destino,y si es todava destino).Todo(si con esta palabra no lo delimito)ha terminado para ellos(si no lo tienen por delante).

Cuntos han saltado del tiempo en marchay se pierden a lo lejos con una nostalgia cada vezmayor.(si merece la pena creer en perspectivas).Cuntos(si la pregunta tiene algn sentido,si se puede llegar a la suma finalantes de que el que cuenta se cuente a s mismo)han cado en el ms profundo de los sueos(si no hay otro ms profundo).Hasta la vista.Hasta maana.Hasta la prxima.Ya no quieren(si es que no quieren) repetirlo.Condenados a un interminable(si no es otro) silencio.Ocupados slo con aquello(si es slo con aquello)a lo que los obliga la ausencia.

De "Fin y principio", 1993

DEL MONTN

Soy la que soy,casualidad inconcebible como todas las casualidades.Otros antepasadospodran haber sido los mosy yo habra abandonado otro nido,o me habra arrastrado cubierta de escamasde debajo de algn rbol.En el vestuario de la naturalezahay muchos trajes.Traje de araa, de gaviota, de ratn de monte.Cada uno, como hecho a medida,se lleva dcilmentehasta que se hace tiras.Yo tampoco he elegido,pero no me quejo.Pude haber sido alguienmucho menos personal.Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un enjambre,partcula del paisaje sacudido por el viento.Alguien mucho menos felizcriado para un abrigo de pieleso para una mesa navidea,algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.rbol clavado en la tierra,al que se aproxima un incendio.Hierba arrolladapor el correr de incomprensibles sucesos.Un tipo de mala estrellaque para algunos brilla.Y si despertara miedo en la gente,o solo asco,o slo compasin?Y si hubiera nacido no en la tribu debiday se cerraran ante m los caminos?El destino hasta ahora ,ha sido benvolo conmigo.Pudo no haberme sido dadorecordar buenos momentos.Se me pudo haber privado de la tendencia a comparar.Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,lo que habra significadoser alguien totalmente diferente.

DESCUBRIMIENTO

Creo en el gran descubrimiento.Creo en el hombre que har el descubrimiento.Creo en el terror del hombre que har el descubrimiento.Creo en la palidez de su rostro,la nusea, el sudor fro en su labio.

Creo en la quema de las notas,quema hasta las cenizas,quema hasta la ltima.

Creo en la dispersin de los nmeros,su dispersin sin remordimiento.

Creo en la rapidez del hombre,la precisin de sus movimientos,su libre albedro irreprimido.

Creo en la destruccin de las tablillas,el vertido de los lquidos,la extincin del rayo.

Afirmo que todo funcionary que no ser demasiado tarde,y que las cosas se develarn en ausencia de testigos.Nadie lo averiguar, no me cabe duda,ni esposa ni muralla,ni siquiera un pjaro, porque bien puede cantar.

Creo en la mano detenida,creo en la carrera arruinada,creo en la labor perdida de muchos aos.Creo en el secreto llevado a la tumba.

Para m estas palabras se remontan por encima de las reglas.No buscan apoyo en ejemplos de ninguna clase.Mi fe es fuerte, ciega y sin ningn fundamento.

De "Fin y principio", 1993

DESPEDIDA DE UN PAISAJE

No le reprocho a la primaveraque llegue de nuevo.No me quejo de que cumplacomo todos los aoscon sus obligaciones.

Comprendo que mi tristezano frenar la hierba.Si los tallos vacilanser slo por el viento.

No me causa dolorque los sotos de alisosrecuperen su murmullo.

Me doy por enteradade que, como si vivieras,la orilla de cierto lagoes tan bella como era.

No le guardo rencora la vista por la vistade una baha deslumbrante.

Puedo incluso imaginarmeque otros, no nosotros,estn sentados ahora mismosobre el abedul derribado.

Respeto su derechoa rer, a susurrary a quedarse felices en silencio.

Supongo inclusoque los une el amory que l la abraza a ellacon brazos llenos de vida.

Algo nuevo, como un trino,comienza a gorgotear entre los juncos.Sinceramente les deseoque lo escuchen.

No exijo ningn cambiode las olas a la orilla,ligeras o perezosas,pero nunca obedientes.Nada le pidoa las aguas junto al bosque,a veces esmeralda,a veces zafiro,a veces negras.

Una cosa no acepto.Volver a ese lugar.Renuncio al privilegiode la presencia.

Te he sobrevivido suficientecomo para recordar desde lejos.

De "Fin y principio" 1993 Versin de Gerardo Beltrn

DA 16 DE MAYO DE 1973

Una de esas muchas fechasque ya no me dicen nada.

A dnde fui ese da,qu hice, no lo s.Si en los alrededores se hubiera cometido un crimen,no tendra coartada.

El sol brill y se apagsin que yo me diera cuenta.La tierra giry no lo mencion en mi diario.

Preferira pensarque mor brevemente,y no que nada recuerdo,aunque viv sin pausa.

Pues si no fui ningn fantasma:respir y com,di pasosque se oany las huellas de mis dedostuvieron que haber quedado en las puertas.

Me reflej en el espejo.Llevaba puesto algo de algn color.Y seguro que hubo gente que me vio.

Quiz ese daencontr algo que haba perdido antes.Quiz perd algo que encontr despus.

Me embargaron sensaciones, sentimientos.Ahora todo eso escomo puntos entre parntesis.

En dnde me met,en dnde me enterr,en verdad no es un mal trucoperderse a una misma de vista.

Agito mi memoria,tal vez algo en sus ramas,adormecido por aos, salga de pronto volando. No.Evidentemente exijo demasiado:tanto como un segundo.

De "Fin y principio", 1993DISCURSO EN EL DEPSITO DE OBJETOS PERDIDOS

Perd algunas diosas en el camino de sur a norte,y tambin muchos dioses en el camino de este a oeste.Se me apagaron para siempre un par de estrellas, brete cielo.Se me hundi en el mar una isla, otra.Ni siquiera s exactamente dnde dej las garras,quin trae mi piel, quin vive en mi concha.Mis hermanos murieron cuando me arrastr a la orillay slo algn huesito celebra en m ese aniversario.Salt de mi pellejo, perd vrtebras y piernas,me alej de mis sentidos muchsimas veces.Desde hace mucho cerr mi tercer ojo ante todo esto,me desped de todo con la aleta, me encog de ramas.

Se esfum, se perdi, se dispers a los cuatro vientos.Yo misma me sorprendo de m misma, de lo poco que qued de m:un individuo aislado, del gnero humano por ahora,que slo perdi su paraguas ayer en el tranva.

De "Si acaso", 1978

ENTIERRO II

"Tan de repente, quin lo hubiera dicho""los nervios y el tabaco, yo se lo advert""ms o menos, gracias""desenvuelve estas flores""su hermano tambin muri del corazn, seguramente es de familia""con esa barba jams lo hubiera reconocido a usted""l tiene la culpa, siempre andaba metido en los""he de hablarle pero no lo veo""Casimiro est en Varsovia, Tadeo en el extranjero""t s que eres lista, yo no pens para nada en el paraguas""qu importa que fuera el mejor de ellos""es un cuarto de paso, Brbara no estar de acuerdo""es cierto, tena razn, pero eso no es motivo""barnizar la puerta, adivina por cunto""dos yemas, una cucharada de azcar""no era asunto suyo, por qu se meti""todos azules y slo nmeros pequeos""cinco veces, y nunca contest nadie""vale, quiz yo haya podido, pero t tambin podas""menos mal que ella tena ese empleo""no lo s, tal vez sean parientes""el cura, un verdadero Belmondo""no haba estado nunca en esta parte del cementerio""so con l hace una semana, fue como un presentimiento""mira qu guapa la nia""no somos nadie""denle a la viuda de mi parte... tengo que llegar a""y sin embargo en latn sonaba ms solemne""se acab ""hasta la vista, seora""qu tal una cerveza?""llmame y hablamos""con el tranva cuatro o con el doce""yo voy por aqu""nosotros por all"

De "Gente en el puente", 1986

ESTOY DEMASIADO CERCA

Estoy demasiado cerca para que l suee conmigo. No vuelo sobre l, de l no huyo Entre las races arbreas. Estoy demasiado cerca. No es mi voz el canto del pez en la red. Ni de mi dedo rueda el anillo. Estoy demasiado cerca. La gran casa arde Sin m gritando socorro. Demasiado cerca para que taa la campana en mi cabello. Estoy demasiado cerca para que pueda entrar como un husped que abriera las paredes a su paso. Ya jams volver a morir tan levemente, tan fuera del cuerpo, tan inconsciente, como antao en su sueo. Estoy demasiado cerca, demasiado cerca. Oigo el silbido y veo la escama reluciente de esta palabra, petrificada en abrazo. l duerme, en este momento, ms al alcance de la cajera de un circo ambulante con un solo len, vista una vez en la vida, que de m que estoy a su lado. Ahora, para ella crece en l el valle de hojas rojas cerrado por una montaa nevada en el aire azul. Estoy demasiado cerca, para caer del cielo. Mi grito slo podra despertarle. Pobre, limitada a mi propia figura, mas he sido abedul, he sido lagarto, y sala de tiempos y damascos mudando los colores de mi piel. Y tena el don de desaparecer de sus ojos asombrados, lo cual es la riqueza de las riquezas. Estoy demasiado cerca, demasiado cerca para que l suee conmigo. Saco mi brazo que est debajo de su cabeza dormida, Mi brazo dormido, lleno de agujas imaginarias. En la punta de cada una de ellas, para su recuento, Se han sentado ngeles cados.

FIN Y PRINCIPIO

Despus de cada guerraalguien tiene que limpiar.No se van a ordenar solas las cosas,digo yo.

Alguien debe echar los escombrosa la cunetapara que puedan pasarlos carros llenos de cadveres.

Alguien debe meterseentre el barro, las cenizas,los muelles de los sofs,las astillas de cristaly los trapos sangrientos.

Alguien tiene que arrastrar una vigapara apuntalar un muro,alguien poner un vidrio en la ventanay la puerta en sus goznes.

Eso de fotognico tiene pocoy requiere aos.Todas las cmaras se han ido yaa otra guerra.

A reconstruir puentesy estaciones de nuevo.Las mangas quedarn hechas jironesde tanto arremangarse.

Alguien con la escoba en las manosrecordar todava cmo fue.Alguien escucharasintiendo con la cabeza en su sitio.Pero a su alrededorempezar a haber algunosa quienes les aburra.

Todava habr quien a vecesencuentre entre hierbajosargumentos mordidos por la herrumbre,y los lleve al montn de la basura.

Aquellos que sabande qu iba aqu la cosatendrn que dejar su lugara los que saben poco.Y menos que poco.E incluso prcticamente nada.

En la hierba que cubracausas y consecuenciasseguro que habr alguien tumbado,con una espiga entre los dientes,mirando las nubes.

De "Fin y principio", 1993

FOTOGRAFA DE LA MUCHEDUMBRE

En la fotografa de la muchedumbremi cabeza es la sptima de la orilla,o tal vez la cuarta a la izquierda,o la veinte desde abajo;

mi cabeza no s cul,ya no una, no nica,ya parecida a las parecidas,ni femenina, ni masculina,

las seales que me haceson ningunos rasgos personales;

quizs la ve el Espritu del Tiempo,pero no la mira;

mi cabeza estadsticaque consume acero y cablestranquilsima, globalsimamente;

sin la vergenza de ser una cualquiera,sin la desesperacin de ser cambiable;

como si no la tuviera en absolutoa mi manera y por separado;como si se hubiera desenterrado un cementeriolleno de annimos crneosen un aceptable estado de conservacina pesar de su mortalidad;

como si ya hubiera estado allmi cabeza, una cualquiera, ajena

donde, si recuerda algo,sea tal vez el profundo futuro.

De "Si acaso", 1978

LAS CARTAS DE LOS DIFUNTOS

Leemos las cartas de los difuntos como impotentes dioses,pero dioses a fin de cuentas porque conocemos las fechas posteriores.Sabemos qu dinero no ha sido devuelto.Con quin se casaron rpidamente las viudas.Pobres difuntos, inocentes difuntos,engaados, falibles, ineptamente precavidos.Vemos los gestos y las seas que hacen a sus espaldas.Cazamos con el odo el rumor de los testamentos rotos.Estn sentados frente a nosotros, ridculos, como en panecillos con mantequilla,o se echan a correr tras los sombreros que vuelan de sus cabezas.Su mal gusto, Napolen, el vapor y la electricidad,sus mortales curas para enfermedades curables,el insensato Apocalipsis segn San Juan,el falso paraso en la tierra segn Juan Jacobo...Observamos en silencio sus peones en el tablero,slo que tres casillas ms all.Todo lo previsto por ellos sali de una manera totalmente diferente,o un poco diferente, es decir, tambin totalmente diferente.Los ms diligentes nos miran ingenuamente a los ojos,porque hacan cuenta de que encontraran en ellos la perfeccin.

De "Si acaso", 1972

LAS CUATRO DE LA MADRUGADA

Hora de la noche al da.Hora de un costado al otro.Hora para treintaeros.

Hora acicalada para el canto del gallo.Hora en que la tierra niega nuestros nombres.Hora en que el viento sopla desde los astros extintos.Hora ysitrasdenosotrosnoquedaranada.

Hora vaca.Sorda, estril.Fondo de todas las horas.

Nadie se siente bien a las cuatro de la madrugada.Si las hormigas se sienten bien a las cuatro de la madrugada,habr que felicitarlas. Y que lleguen las cinco,si es que tenemos que seguir viviendo.

De "Llamando al Yeti," 1957

LAS TRES PALABRAS MS EXTRAAS

Cuando pronuncio la palabra Futuro,la primera slaba pertenece ya al pasado.Cuando pronuncio la palabra Silencio,lo destruyo.Cuando pronuncio la palabra Nada,creo algo que no cabe en ninguna noexistencia.

MONLOGO PARA CASANDRA

Soy yo, Casandra.Y sta es mi ciudad bajo las cenizas.Y ste es mi bastn y stas mis cintas de profeta.Y sta es mi cabeza llena de dudas.

Es verdad, triunfo.Mi cordura lleg a golpear el cielo con un rojo resplandor.Slo los profetas que no son credostienen esas vistas.Slo aquellos que empezaron a hacer mal las cosas,y todo podra haberse cumplido tan prontocomo si nunca hubieran existido.

Ahora recuerdo con claridadcmo la gente, al verme, callaba en mitad de la frase. La risa se cortaba.Se separaban las manos.Los nios corran hacia sus madres.Ni siquiera conoca sus efmeros nombres.Y esa cancin sobre la hoja verde...nadie la termin en mi presencia.

Yo los amaba.Pero los amaba desde lo alto.Desde encima de la vida.Desde el futuro. Un lugar siempre hay vacode donde qu ms fcil que divisar la muerte.Lamento que mi voz fuera spera.Mrense desde las estrellas gritaba,mrense desde las estrellas.Me oan y bajaban la mirada.

Vivan en la vida.Llenos de miedo.Condenados.Desde que nacan en cuerpos de despedida.Pero haba en ellos una hmeda esperanza,una llama que se alimentaba con su propio parpadeo.Ellos saban qu era un instante,fuera el que fueraantes de que...Yo tena razn.Slo que eso no significa nada.Y stas son mis ropas chamuscadas.Y stos, mis trastos de profeta.Y sta, la mueca de mi rostro.Un rostro que no saba que pudiera ser hermoso.

De "Mil alegras Un encanto" 1967

MOVIMIENTO

T aqu lloras, y all bailan.Y all lloran en tu lgrima.All fiesta, all alegra.Sin saber nada de nada.Casi luz en los espejos.Casi llamas de unas velas.Casi patios y escaleras.Casi puos, casi gestos.El hidrgeno informal y el oxgeno a la par.Los granujas cloro y sodio.Ese golfo del nitrgeno en cortejo.Que se alza, se evapora.Gira y gira bajo el cielo.T aqu lloras, a eso juegas.Eine kleine Nachtmusik.T quin eres, bella mscara?

De "Mil alegras Un encanto" 1967

NADA DOS VECES

Nada sucede dos vecesni va a suceder, por esosin experiencia nacemos,sin rutina moriremos.

En esta escuela del mundoni siendo malos alumnosrepetiremos un ao,un invierno, un verano.

No es el mismo ningn da,no hay dos noches parecidas,igual mirada en los ojos,dos besos que se repitan.

Ayer mientras que tu nombreen voz alta pronunciabansent como si una rosacayera por la ventana.

Ahora que estamos juntos,vuelvo la cara hacia el muro.Rosa? Cmo es la rosa?Como una flor o una piedra?

Dime por qu, mala hora,con miedo intil te mezclas.Eres y por eso pasas.Pasas, por eso eres bella.

Medio abrazados, sonrientes,buscaremos la cordura,aun siendo tan diferentescual dos gotas de agua pura.

De "Llamando al Yeti", 1957

OPININ SOBRE LA PORNOGRAFA

No hay mayor lujuria que el pensar.Se propaga este escarceo como la mala hierbaen el surco preparado para las margaritas.

No hay nada sagrado para aquellos que piensan.Es insolente llamar a las cosas por su nombre,los viciosos anlisis, las sntesis lascivas,la persecucin salvaje y perversa de un hecho desnudo,el manoseo obsceno de delicados temas,los roces al expresar opiniones; msica celestial en sus odos.

A plena luz del da o al amparo de la nocheunen en parejas, tringulos y crculos.Aqu cualquiera puede ser el sexo y la edad de los que juegan.Les brillan los ojos, les arden las mejillas.El amigo corrompe al amigo.Degeneradas hijas pervierten a su padre.Un hermano chulea a su hermana menor.

Otros son los frutos que deseandel prohibido rbol del conocimiento,y no las rosadas nalgas de las revistas ilustradas,pornografa esa tan ingenua en el fondo.Les divierten libros que no estn ilustrados.Slo son ms amenos por frases especialesmarcadas con la ua o con un lpiz.

De "Gente en el puente", 1986

PARBOLA

Ciertos pescadores sacaron del fondo una botella. Haba en la botella un papel, y en el papel estas palabras: "Socorro!, estoy aqu. El ocano me arroj a una isla desierta. Estoy en la orilla y espero ayuda. Dense prisa. Estoy aqu!"No tiene fecha. Seguramente es ya demasiado tarde. La botella pudo haber flotado mucho tiempo, dijo el pescador primero. Y el lugar no est indicado. Ni siquiera se sabe en qu ocano, dijo el pescador segundo.Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla "Aqu" est en todos lados, dijo el pescador tercero.El ambiente se volvi incmodo, cay el silencio. Las verdades generales tienen ese problema.

De "Sal", 1962

POSIBILIDADES

Prefiero el cine.Prefiero los gatos.Prefiero los robles a orillas del Warta.Prefiero Dickens a Dostoievski.Prefiero que me guste la gentea amar a la humanidad.Prefiero tener a la mano hilo y aguja.Prefiero no afirmarque la razn es la culpable de todo.Prefiero las excepciones.Prefiero salir antes.Prefiero hablar de otra cosa con los mdicos.Prefiero las viejas ilustraciones a rayas.Prefiero lo ridculo de escribir poemasa lo ridculo de no escribirlos.Prefiero en el amor los aniversarios no exactosque se celebran todos los das.Prefiero a los moralistasque no me prometen nada.Prefiero la bondad astuta que la demasiado crdula.Prefiero la tierra vestida de civil.Prefiero los pases conquistados a los conquistadores.Prefiero tener reservas.Prefiero el infierno del caos al infierno del orden.Prefiero los cuentos de Grimm a las primeras planas del peridico.Prefiero las hojas sin flores a la flor sin hojas.Prefiero los perros con la cola sin cortar.Prefiero los ojos claros porque los tengo oscuros.Prefiero los cajones.Prefiero muchas cosas que aqu no he mencionadoa muchas otras tampoco mencionadas.Prefiero el cero soloal que hace cola en una cifra.Prefiero el tiempo insectil al estelar.Prefiero tocar madera.Prefiero no preguntar cunto me queda y cundo.Prefiero tomar en cuenta incluso la posibilidadde que el ser tiene su razn.

De "Gente en el puente, " 1986

PROSPECTO

Soy un tranquilizante.Funciono en casa,Soy eficaz en la oficina,me siento en los exmenes,Comparezco ante los tribunales,pego cuidadosamente las tazas rotas:slo tienes que tomarme, disolverme bajo la lengua,tragarme,slo tienes que beber un poco de agua.

S qu hacer con la desgracia,cmo sobrellevar una mala noticia,disminuir la injusticia,iluminar la ausencia de Dios,escoger un sombrero de luto que quede bien con una cara.A qu esperas,confa en la piedad qumica.

Eres todava un hombre (una mujer) joven,deberas sentar la cabeza de algn modo.Quin ha dichoque la vida hay que vivirla arriesgadamente?

Entrgame tu abismo,lo cubrir de sueo,me estars agradecido (agradecida)por haber cado de pies.

Vndeme tu alma.No habr ms comprador.

Ya no hay otro demonio.

De "Si acaso", 1978

PRUEBA

Ay, cancin de m te burlas,pues aunque fuera hacia arriba no me abrira como rosa.Como rosa florece la rosa y nadie ms. Lo sabes.

Intent tener hojas. Quise poblarme de arbustos.Conteniendo el aliento para que fuera ms rpidoesper el momento de convertirme en rosa.

Cancin, t que de m no te apiadas:tengo un cuerpo individual que en nada se transforma,y soy desechable hasta la mdula de los huesos.

De "Llamando al Yeti", 1957

PUEDE SER SIN TTULO

Ocurre que estoy sentada bajo un rbol,a la orilla del ro,en una maana soleada.Es un suceso banalque no pasar a la historia.No son batallas ni pactoscuyas causas se investigan,ni ningn tiranicidio digno de ser recordado.

Y sin embargo estoy sentada junto al ro, es un hecho.Y puesto que estoy aqu,tengo que haber venido de algn ladoy anteshaber estado en muchos otros sitios,exactamente igual que los descubridoresantes de subir a cubierta.

El instante ms fugaz tambin tiene su pasado,su viernes antes del sbado,su mayo antes de junio.Y son tan reales sus horizontescomo los de los prismticos de los estrategas.

El rbol es un lamo que hace mucho ech races.El ro es el Raba, que fluye desde hace siglos.No fue ayer cuando el senderose form entre los arbustos.El viento, para disipar las nubesantes tuvo que traerlas.

Y aunque no sucede nada en los alrededores,el mundo no es ms pobre en sus detalles,ni est peor justificado ni menos definidoque en la poca de las grandes migraciones.

No slo a las conjuras acompaa el silencio.Ni slo a los monarcas un squito de causas.Y pueden ser redondos no slo los aniversarios,sino tambin las piedras solemnes de la orilla.

Complejo y denso es el bordado de las circunstancias.Tejido de hormigas en la hierba.Hierba cosida a la tierra.Diseo de olas en el que se enhebra un tallo.

Por alguna causa yo estoy aqu y miro.Sobre mi cabeza una mariposa blanca aletea en el airecon unas alas que son solamente suyas,y una sombra sobrevuela mis manos,no otra, no la de cualquiera, sino su propia sombra.

Ante una visin as, siempre me abandona la certezade que lo importantees ms importante que lo insignificante.

De "Fin y principio", 1993

SI ACASO

Poda ocurrir.Tena que ocurrir.Ocurri antes. Despus.Ms cerca. Ms lejos.Ocurri; no a ti.

Te salvaste porque fuiste el primero.Te salvaste porque fuiste el ltimo.Porque estabas solo. Porque la gente.Porque a la izquierda. Porque a la derecha.Porque llova. Porque haba sombra.Porque haca sol.

Por fortuna haba all un bosque.Por fortuna no haba rboles.Por fortuna una va, un gancho, una viga, un freno,un marco, una curva, un milmetro, un segundo.Por fortuna una cuchilla nadaba en el agua.

Debido a, ya que, y en cambio, a pesar de.Qu hubiera ocurrido si la mano, el pie,a un paso, por un pelo,por casualidad,Ah, ests? Directamente de un momento todava entreabierto?La red tena un solo punto, y t a travs de ese punto?No dejo de asombrarme, de quedarme sin habla.Escuchacun rpido me late tu corazn.

De "Si acaso", 1978

UN ENCANTO

Con que quiere felicidad,con que quiere la verdad,con que quiere eternidad,vaya, vaya!

Apenas si acaba de distinguir el sueo de la vigilia,apenas si acaba de darse cuenta de que l es l,apenas si acaba de labrar su mano, descendiente de una aleta,el pedernal y el cohete,es fcil ahogarlo en la cuchara del ocano,demasiado poco ridculo incluso como para hacer rer al vaco,con los ojos slo ve,con los odos slo oye,el rcord de su habla es el modo potencial,con la razn vitupera a la razn,en una palabra: casi nadie,pero con la cabeza llena de libertad, de omnisciencia y de existenciams all de la estpida carne,vaya, vaya!

Porque quiz s exista,haya sucedido de verdadbajo una de las pueblerinas estrellas.A su modo, dinmico y movido.Para ser una miserable degeneracin del cristal,bastante sorprendido.Para haber tenido una difcil infancia en la obligatoriedad de la manada,no est mal como individuo.Vaya, vaya!

A seguir as, as aunque sea un instante,a travs del abrir y cerrar de ojos de una pequea galaxia!A ver si tenemos por fin una idea, aproximada al menos,de qu va a ser, ya que ya es,Y es obstinado.Obstinado, hay que admitirlo, mucho.Con ese aro en la nariz, con esa toga, con ese suter.Queramos o no, un encanto.Pobrecito.Un verdadero hombre.

De "Mil alegras Un encanto", 1967

UNA DEL MONTN

Soy la que soy.Casualidad inconcebiblecomo todas las casualidades.

Otros antepasadospodran haber sido los mosy yo habra abandonadootro nido,o me habra arrastrado cubierta de escamasde debajo de algn rbol.

En el vestuario de la naturalezahay muchos trajes.Traje de araa, de gaviota, de ratn de monte.Cada uno, como hecho a la medida,se lleva dcilmentehasta que se hace tiras.

Yo tampoco he elegido,pero no me quejo.Pude haber sido alguienmucho menos individuo.Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un enjambre,partcula del paisaje sacudida por el viento.

Alguien mucho menos feliz,criado para un abrigo de pieleso para una mesa navidea,algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.

rbol clavado en la tierra,al que se aproxima un incendio.

Hierba arrolladapor el correr de incomprensibles sucesos.

Un tipo de mala estrellaque para algunos brilla.

Y si despertara miedo en la gente,o slo asco,o slo compasin?

Y si hubiera nacidono en la tribu debiday se cerraran ante m los caminos?

El destino, hasta ahora,ha sido benvolo conmigo.

Pudo no haberme sido dadorecordar buenos momentos.

Se me pudo haber privadode la tendencia a comparar.

Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,lo que habra significadoser alguien completamente diferente.

UNAS PALABRAS SOBRE PORNOGRAFA

No hay peor lujuria que pensar.Es pura lascivia que se propaga cual hierbajo anemfilopor los parterres reservados a las margaritas.

Nada hay sagrado para quienes piensan.Con descaro llaman a las cosas por su nombre,elaboran anlisis disipados y sntesis concupiscentes,se entregan a la salvaje y libertina persecucin de la verdad desnuda,al toqueteo libidinoso de temas delicados,al roce de opiniones. Y se quedan tan anchos.

A la luz del da o al abrigo de la noche,se juntan en parejas , tringulos y crculos.No importan sexo ni edad de los integrantes.Les brillan los ojos, les arden las mejillas.El amigo pervierte al amigo.Hijas depravadas corrompen a sus padres.El hermano celestinea con su hermana menor.

Les apetecen otros frutos,los del rbol prohibido de la ciencia,y no las nalgas rosadas de las revistas en color,ni la pornografa al uso, ingenua en el fondo.Les divierten los libros sin estampas,con nico inters : ciertas frases subrayadas a ua o a lpiz rojo.

Qu espanto!En qu posturas,y con qu escabrosa simplicidadse deja una mente fecundar por otra!No constan ni en el mismsimo Kamasutra.

En estas citas slo el t est caliente.La gente se sienta, mueve los labios.Cruza las piernas, pero cada cual las propias.As, un pie descansa en el suelo,y el otro, el libre, se columpia en el aire.Slo de vez en cuando alguien se levanta,se acerca a la ventanay por una rendija de la persianafisga la calle.

De "Paisaje con grano de arena"

VIETNAM

Mujer, cmo te llamas? No s.Cundo naciste, de dnde eres? No s.Por qu cavaste esta madriguera? No s.Desde cundo te escondes? No s.Por qu me mordiste el dedo cordial? No s.Sabes que no te vamos a hacer nada? No s.A favor de quin ests? No s.Estamos en guerra, tienes que elegir. No s.Existe todava tu aldea? No s.stos son tus hijos? S.

De "Mil alegras Un encanto" 1967

LA MUJER DE LOT

Dicen que mir hacia atrs por curiosidad.

Pero yo podra haber tenido otras razones aparte de la curiosidad.

Mir hacia atrs por pena de una fuente de plata.

Por distraccin mientras me ataba el cordn de mi sandalia.

Para evitar seguir mirando el justo cuello

de Lot, mi esposo.

Por una repentina certidumbre de que si yo hubiera muerto

l ni siquiera habra atenuado su marcha.

Por la desobediencia de los humildes.

Alerta a la persecucin.

Repentinamente serena, esperanzada de que Dios hubiera cambiado de parecer.

Nuestras dos hijas ya estaban casi en la cima de la colina.

Sent la ancianidad dentro de m. Lejana.

La futilidad de nuestro vagar. Somnolencia.

Mir hacia atrs mientras dejaba mi atado en el suelo.

Mir hacia atrs por miedo de dnde poner a continuacin mi pie.

En mi camino aparecieron serpientes,

araas, ratas de campo y buitres jvenes.

Entonces no haba justos ni malvados simplemente todas las criaturas vivientes

reptaban y saltaban en medio de un pnico comn.

Mir hacia atrs por soledad.

Por vergenza de que estaba huyendo.

Por un deseo de gritar, de volver.

Justo cuando una sbita rfaga de viento

me deshizo el peinado y me levant mis vestidos.

Tuve la impresin de que lo estaban viendo todo desde las murallas de Sodoma

y estallaban en risas sonoras de vez en cuando.

Mir hacia atrs por rabia

para gozar de su gran ruina

mir hacia atrs por todas las razones que he mencionado.

Mir hacia atrs a pesar de m misma.

Fue slo una roca que se desprendi, resonando bajo los pies.

Una repentina grieta que cort mi camino.

Al borde un hmster correte parado en sus patas traseras.

Fue entonces que miramos los dos hacia atrs.

No, no. Yo segu corriendo,

rept y gate hacia arriba,

hasta que la oscuridad me aplast desde el cielo,

y con ella, grava ardiente y pjaros muertos.

Por falta de aliento me balanceaba repetidamente.

Si alguien me hubiera visto podra haber pensado que estaba bailando.

No se descarta que mis ojos hayan estado abiertos.

Podra ser que siento mi cara vuelta hacia la ciudad.

GENTE EN EL PUENTE

Extrao este planeta y extraa en l la gente.

Acatan el tiempo, pero no lo reconocen.

Tienen maneras de expresar su desacuerdo.

Producen, por ejemplo, escenas como sta:

Nada especial en un primer momento.

Se ve agua.

Se ve una orilla del agua.

Se ve contra corriente avanzar una barca.

Se ve un puente sobre el agua y se ve en l a la gente.

Se ve muy bien cmo la gente apura el paso,

pues, en ese instante, desde una nube negra

comienza a azotar la lluvia.

La cosa es que despus no pasa nada.

La nube no cambia ni de color ni de forma.

La lluvia ni es ms intensa ni cede.

La barca navega sin moverse.

La gente en el puente corre

exactamente ah donde corra.

Difcil no hacer un comentario:

Esta no es para nada una imagen inocente.

Aqu fue detenido el tiempo.

Dejaron de considerarse sus leyes.

Se le priv de influencia en la evolucin de los hechos.

Fui desdeado y ofendido.

Por culpa de un rebelde,

un tal Hiroshige Utagawa

(ser que, por lo dems,

hace mucho y como corresponde ha transcurrido),

el tiempo tropez y cay de bruces.

Tal vez se trate de una broma sin mayor significado,

una travesura a escala de apenas un par de galaxias,

por si acaso, sin embargo,

agreguemos lo que sigue:

Es aqu de buen tono

apreciar mucho esta escena,

maravillarse con ella y conmoverse por generaciones

Hay algunos a quienes ni siquiera esto les basta.

Oyen incluso el rumor de la lluvia,

sienten el fro de las gotas en la nuca y en la espalda,

miran el puente y a la gente

como si se vieran a s mismos

en esa misma carrera interminable,

en ese camino sin fin por recorrer eternamente,

y creen, en su osadia,

que as es en realidad. De Gente en el puente, 1986

ALABANZA A LOS SUEOS

En mis sueos

pinto como Vermeer van Delft.

Hablo fluidamente griego

y no slo con los vivos.

Conduzco un auto

que me obedece.

Tengo talento,

escribo poemas largos, grandiosos.

Escucho voces

no menos que los grandes santos.

Se sorprenderan

de mi virtuosismo en el piano.

Floto en el aire como se debe,

es decir, por m misma.

Si caigo del techo

puedo aterrizar suavemente en el verde csped.

No me es difcil

respirar bajo el agua.

No me puedo quejar :

he logrado descubrir la Atlntida.

Me complace que justo antes de morir

siempre me las arreglo para despertar.

Inmediatamente tras el estallido de la guerra

me vuelvo a mi lado favorito.

Soy, mas no necesito ser,

hija de mi tiempo.

Hace unos pocos aos

vi dos soles.

Y antes de ayer un pingino,

con toda claridad.

De Gente eEn el Puente", 1972

DESCUBRIMIENTO

Creo en el gran descubrimiento.

Creo en el hombre que har el descubrimiento.

Creo en el terror del hombre que har el descubrimiento.

Creo en la palidez de su rostro,

la nusea, el sudor fro en su labio.

Creo en la quema de las notas,

quema hasta las cenizas,

quema hasta la ltima.

Creo en la dispersin de los nmeros,

su dispersin sin remordimiento.

Creo en la rapidez del hombre,

la precisin de sus movimientos,

su libre albedro irreprimido.

Creo en la destruccin de las tablillas,

el vertido de los lquidos,

la extincin del rayo.

Afirmo que todo funcionar

y que no ser demasiado tarde,

y que las cosas se develarn en ausencia de testigos.

Nadie lo averiguar, no me cabe duda,

ni esposa ni muralla,

ni siquiera un pjaro, porque bien puede cantar.

Creo en la mano detenida,

creo en la carrera arruinada,

creo en la labor perdida de muchos aos.

Creo en el secreto llevado a la tumba.

Para m estas palabras se remontan por encima de las reglas.

No buscan apoyo en ejemplos de ninguna clase.

Mi fe es fuerte, ciega y sin ningn fundamento.

Resea de un poema no escrito

En las primeras palabras del poema la autora establece que la Tierra es pequea, el cielo, al contrario, es demasiado grande para las palabras, y sobre las estrellas, cito, "hay muchas ms de las que se necesitan".

En la descripcin del cielo se advierte cierta impotencia,

la autora se pierde en una pavorosa infinitud,

se sobrecoge con los muchos planetas muertos

y pronto en su mente (podramos agregar: inexacta)

se comienza a formar una pregunta,

acaso a pesar de todo no estamos solos

bajo el sol, bajo todos los soles del universo?

Contrario a la teora de las probabilidades!

Y a las convicciones universalmente sostenidas actualmente!

Frente a la irrefutable evidencia de que ahora cualquier da

puede caer en manos humanas! Oh, poesa.

Mientras tanto, nuestra visionaria retorna a la Tierra,

el planeta que tal vez "gira sin testigos",

la nica "ciencia ficcin que se puede permitir el universo".

La desesperacin de Pascal (16231662, la nota al pie de pgina es nuestra)

parece que para nuestra autora no tiene rival

sobre cualquier Andrmeda o Caciopea.

La exclusividad magnifica y obliga,

as emerge el problema de cmo vivir etctera,

en tanto "el vaco no nos lo resuelva".

"Oh, Seor", el hombe clama A l Mismo,

"ten piedad de m, ilumname..."

La autora est oprimida por la idea de que la vida se derrocha tan fcilmente,

como si hubiera reservas inagotables de ella.

La idea de las guerras ella pide discrepar

siempre se pierden en ambos lados.

De la inhumanidad "brutalitaria" (sic!) del hombre con el hombre.

A travs del poema se vislumbra un intento moral.

Bajo una pluma menos ingenua podra brillar ms.

Pero qu pena ! Esta tesis bsicamente tambaleante

(acaso a pesar de todo no estamos solos

bajo el sol, bajo todos los soles del universo)

y su desarrollo en un estilo imperturbable

(mezclando lo elevado con lo vernacular)

lleva a la conclusin de quin lo creer de todas maneras?

Sin duda nadie. No se los dije?

LAS CUATRO DE LA MADRUGADA

Hora de la noche al da.

Hora de un costado al otro.

Hora para treintaeros.

Hora acicalada para el canto del gallo.

Hora en que la tierra niega nuestros nombres.

Hora en que el viento sopla desde los astros extintos.

Hora de ysitrasdenosotrosnoquedaranada.

Hora vaca.

Sorda, estril.

Fondo de todas las horas.

Nadie se siente bien a las cuatro del madrugada.

Si las hormigas se sienten bien a las cuatro de la madrugada,

habr que felicitarlas. Y que lleguen las cinco,

si es que tenemos que seguir viviendo.

LA ATLNTIDA

Existieron o no existieron

En una isla o no en una isla.

El ocano o no el ocano

los engull o no.

Pudo quin amar a quin?

Pudo quin luchar con quin?

Todo sucedi o nada

all o no all.

Haba siete ciudades.

Seguro?

Queran existir eternamente

Dnde las pruebas?

No inventaron la plvora, no.

Inventaron la plvora, s.

Supuestos, dudosos.

No recordados.

No extrados del aire,

del fuego, del agua, de la tierra.

No contenidos en una piedra

ni en una gota de lluvia.

No pudiendo en serio

posar como advertencia.

Cay un meteoro.

No fue un meteoro.

Un volcn entr en erupcin.

No fue un volcn.

Alguien grit algo.

Nadie nada.

En esta ms menos Atlntida.

De "Una llamada al Yeti", 1957

EL ACRBATA

De trapecio en

en trapecio, en silencio tras

tras el redoble de pronto enmudecido, a travs

a travs del aire sorprendido, ms veloz que

que el peso de su cuerpo, que otra vez

otra vez no lleg a tiempo de caer.

Solo. O an menos que solo,

menos, pues mtilo, pues fltanle

fltanle las alas, fltanle mucho,

una falta que le obliga

a avergonzados revoloteos con una atencin

implume, ya slo desnuda.

Denodadamente ligero,

con paciente agilidad,

con calculada inspiracin Ves

cmo se agazapa para el vuelo, sabes

cmo conspira de pies a cabeza

contra quien l es: sabes, ves

cun arteramente se enhebra en su antigua figura y,

para asir en su puo el mundo mecido,

extiende los brazos recin nacidos de s?

ms hermoso sobre todo en este preciso,

preciso, por lo dems ya pasado, instante.

LA LECCIN

Quin que (*) el rey Alejandro con quin, con qu con una espada

corta de un tajo a quin, qu el nudo gordiano.

Esto no se le haba ocurrido antes a quin, a qu nadie.

Haba cien filsofos

ninguno lo haba desenredado.

No es extrao que ahora se escondan por los rincones.

La soldadesca los agarra por esas barbas

de chivo, histricas, canosas

y estalla un estruendoso quin, qu risa.

Basta

Lanz el rey una mirada desde debajo de su penacho,

monta en su caballo, se pone en camino.

Y tras l, en la trompa de las trompetas, en el tambor de los

tamboriles,

quin, qu un ejrcito compuesto de quin,

de qu de pequeos nudos,

para quin, para qu para el combate

De "La sal", 1967

EL MONO

Expulsado del paraso antes que el hombre

por tener ojos tan contagiosos

que mirando por el jardn

hasta a los ngeles entristeca

de manera imprevista. Esta es la razn por la que

debi, aunque sin humilde acuerdo,

instalar aqu en la tierra

sus magnficos predios.

Saltarn, prnsil y atento,

mantiene su gracia hasta hoy

proveniente del terciario.

Adorado en el antiguo Egipto, bajo una corona

de pulgas en su magnfica melena sacra,

escuchaba triste y archicallado

lo que de l queran. Ay, inmortalidad.

Y se iba meneando su sonrosado culo

en seal de lo que no se recomienda ni se prohbe.

En Europa le quitaron el alma,

pero por descuido le dejaron las manos;

y cierto monje pintando un santo

le dio manos angostas, animales.

Tuvo que tomar el santo, pues,

la gracia como una nuez.

Clido como recin nacido,

tembloroso como anciano,

lo traan en barcos a las cortes reales.

Gema arrastrando su cadenita de oro

en su frac de marqus de colores de loro.

Casandra!, no hay de qu rerse.

Comestible en China, sabemos que ya en la fuente

hace muecas hervidas o asadas.

Irnico como un diamante de engarce falso.

Dicen que tiene un sabor fino

su cerebro, al que algo falta,

pues no invent la plvora.

En los cuentos, solitario e inseguro,

llena los espejos de muecas infelices.

Se burla de s mismo, dndonos buen ejemplo,

al conocernos bien, como un pariente pobre

aunque no nos saludamos.

ESTOY DEMASIADO CERCA

Estoy demasiado cerca para que l suee conmigo.

No vuelo sobre l, de l no huyo

Entre las races arbreas. Estoy demasiado cerca.

No es mi voz el canto del pez en la red.

Ni de mi dedo rueda el anillo.

Estoy demasiado cerca. La gran casa arde

Sin m gritando socorro. Demasiado cerca

para que taa la campana en mi cabello.

Estoy demasiado cerca para que pueda entrar como un husped

que abriera las paredes a su paso.

Ya jams volver a morir tan levemente,

tan fuera del cuerpo, tan inconsciente,

como antao en su sueo. Estoy demasiado cerca,

demasiado cerca. Oigo el silbido

y veo la escama reluciente de esta palabra,

petrificada en abrazo. l duerme,

en este momento, ms al alcance de la cajera de un circo

ambulante con un solo len, vista una vez en la vida,

que de m que estoy a su lado.

Ahora, para ella crece en l el valle

de hojas rojas cerrado por una montaa nevada

en el aire azul. Estoy demasiado cerca,

para caer del cielo. Mi grito

slo podra despertarle. Pobre,

limitada a mi propia figura,

mas he sido abedul, he sido lagarto,

y sala de tiempos y damascos

mudando los colores de mi piel. Y tena

el don de desaparecer de sus ojos asombrados,

lo cual es la riqueza de las riquezas. Estoy demasiado cerca,

demasiado cerca para que l suee conmigo.

Saco mi brazo que est debajo de su cabeza dormida,

Mi brazo dormido, lleno de agujas imaginarias.

En la punta de cada una de ellas, para su recuento,

Se han sentado ngeles cados.

"Amor a primera vista"

Los dos pensaron que

un repentino sentimiento los una.

Esa seguridad era hermosa

an ms hermosa que la inseguridad.

Ellos pensaban que no se conocan

el uno al otro.

Nunca haba pasado anda entre ellos.

Estas calles, estos corredores

Dnde pudieron haberse conocido antes?

Me gustara preguntarles si pueden recordarlo.

Quizs un da en una puerta de vaivn, cara a cara?

Un "perdn" en la multitud? Un nmero equivocado

en el telfono?

Pero yo s la respuesta: no ellos no lo recuerdan.

Que tan sorprendidos estaran

de que ya, y por un largo tiempo,

el destino haya estado jugando con ellos_

An no listos para cambiar dentro del destino

que los acerca, y al mismo tiempo los aleja

cortando su camino y reprimiendo una visin,

escapndose an ms_

Haba seales, indicaciones indescifrables,

qu importa?

Hace tres aos, tal vez,

o quizs el pasado martes

esta hoja volando de un hombro a otro.

Algo perdido y recolectado_

Quin sabe quizs an una pelota en

los arbustos de la niez?

Hubo manijas, timbres,

donde en la huella de una mano

otra mano era puesta.

Maletas de viaje

una al lado de la otra

en el equipaje abandonado

y tal vez una noche en un mismo sueo

olvidado al caminar.

Pero cada principio es solo una continuacin

y el libro del destino est siempre abierto a la mitad.

LA PRIMERA FOTOGRAFIA DE HITLER

Y quin es esta personita en su chiquititito ropn?

Es el diminuto beb Adolfo, el niito de los Hitler!

Cundo crezca llegar a ser un LL. D.?

O un tenor en la Casa de Opera de Viena?

De quin es esta pequesima manita, de quin la orejita y ojos

[ y nariz?

De quin la barriguita rebosante de leche, no lo sabemos,

la de un impresor, doctor, comerciante, sacerdote?

Hacia dnde llegarn finalmente esos dedititos del pie?

Al jardn, a la escuela, a una oficina, a una novia,

quiz a la hija del alcalde del pueblo?

Precioso angelito, resplandor de mamita, bomboncito,

mientras naca har cosa de un ao,

no haba signos de muerte en la tierra y en el cielo:

sol primaveral, geranios en las ventanas,

la msica del organillero en el patio,

una afortunada fortuna envuelta en papel rosita,

y justo antes del parto el siempre fiel sueo de su madre:

una paloma vista en sueos significa noticias gozosas,

si se aprehende, arribar un ansiado visitante.

Knock, knock.., quin est all, es el amoroso toquido de Adolfo.

Un chuponcito, paal, sonaja, babero,

nuestro nio saltarn, gracias a Dios y toco madera, est bien,

se parece a sus padres, como un gatito en una canasta,

como los nenes de cualquier lbum de familia.

Shus..., no empecemos a llorar, azuquitar,

la cmara disparar desde abajo de la capucha negra.

El Klinger Atelier, Grabenstrasse, Braunau,

y Braunau es pequeo pero digno pueblo,

honestos negocios, vecinos amables,

olor a masa de levadura, a jabn gris.

Nadie escucha perros aullantes o las pisadas del destino.

Un maestro de historia afloja el cuello de su camisa

y bosteza sobre las tareas.

ALABANZA A MI HERMANA

Mi hermana no escribe poemas

y es improbable que de pronto comience a escribir poemas.

Le viene de su madre, que no escriba poemas,

y de su padre, que tampoco escriba poemas.

Bajo el techo de mi hermana me siento a salvo:

nada impulsara al marido de mi hermana a escribir poemas.

Y aunque suene como un poema de Adam Macedonski,

ninguno de mis parientes se ocupa de escribir poemas.

En el escritorio de mi hermana no hay poemas viejos

ni nuevos en su bolso.

Y cuando mi hermana me invita a cenar,

s que no tiene intenciones de leerme poemas.

Hace magnficas sopas sin esfuerzo,

y su caf no se derrama sobre manuscritos.

En muchas familias nadie escribe poemas,

pero cuando lo hacen, rara vez es slo una persona.

Algunas veces la poesa fluye en cascadas de generaciones

que ocasionan temibles corrientes en las relaciones familiares.

Mi hermana cultiva una prosa hablada decente,

toda su produccin literaria est en tarjetas postales veraniegas

que prometen la misma cosa cada ao:

que cuando vuelva

nos contar todo,

todo,

todo.

EL ESQUELETO DE UN DINOSAURIO

Amados Hermanos,

miramos aqu una instancia de malas proporciones:

ante nosotros asoma el impresionante esqueleto de un dinosaurioQueridos amigos,

a la izquierda, la cola que se prolonga eternamente,

a la derecha, eternamente lo opuestoRespetados Camaradas,

a la mitad, cuatro piernas que se hunden en el lodo

bajo su cuerpo montaosoBondadosos Ciudadanos,

La naturaleza no comete errores, pero tiene sentido de humor:

por favor, tomen nota de esta graciosa cabecitaDamas y Caballeros,

esta cabecita podra no haber previsto nada

y es el por qu esta es la cabecita de un reptil extinguido

Venerables Visitantes,

diminuto el cerebro, enorme el apetito,

ms de tonto sueo que sabia angustiaDignos Invitados,

por otra parte nosotros estamos en mejor forma,

la vida es hermosa y la Tierra nos perteneceEstimados Delegados,

el estrellado cielo sobre el junco pensante,

la ley moral interna que lo habitaHonorables Autoridades,

este suceso se realiz una vez solamente

y quiz bajo este mismo solMiembros de la Directiva,

qu diestras las manos

qu elocuentes los labios

qu buena cabeza sobre los hombrosAltsimos Jueces,

qu responsabilidad en lugar de una colaUn Poema de la pelicula, "Red"

Los dos pensaron que

un repentino sentimiento los una.

Esta seguridad era hermosa,

aun mas hermosa que la inseguridad.

Ellos pensaban que no se conocan

el uno al otro.

Nunca haba pasado nada entre ellos,

Estas calles, estas escaleras, estos corredores,

Donde pudieron haberse conocido antes?

Me gustara preguntarles si pueden recordarlo

Quizs un da una puerta revolvente

cara a cara?

Un "perdn" en la multitud,

"numero equivocado" en el telfono?

Pero yo se la respuesta,

no ellos no lo recuerdan.

Que tan sorprendidos estaran

que ya por un largo tiempo

el destino ha estado jugando con ellos.

Aun no listos para cambiar dentro del destino,

que los acerca y al mismo tiempo lo aleja

cortando su camino y reprimiendo una lista

escapndose aun mas.

Haba seales, indicaciones indescifrables,

que importa.

Hace 3 aos, tal vez,

o quizs el pasado martes,

esta hoja volando de un hombro a otro?

Algo perdido y recolectado.

Quien sabe, quizs aun una pelota en los

arbustos, en la niez?

Haba manijas, timbres,

donde, en la marca de una mano,

otra mano era puesta.

Maletas de viaje,

una al lado de la otra

en el equipaje abandonado.

Y tal vez un noche un mismo sueo

olvidado al caminar.

Pero cada principio es solo una continuacin

y el libro del destino esta siempre abierto a la

mitad

UN TERRORISTA: L OBSERVA

La bomba explotar en el bar a las trece veinte.

Ahora apenas son las trece y diecisis.

Algunos todava tendrn tiempo de salir.

Otros de entrar.

El terrorista ya se ha situado al otro lado de la calle.

Esa distancia lo protege de cualquier mal

y se ve como en el cine:

Una mujer con una cazadora amarilla: ella entra.

Un hombre con unas gafas oscuras: l sale.

Unos chicos con vaqueros: ellos estn hablando.

Trece diecisiete y cuatro segundos.

Ese ms abajo tiene suerte y sube a una moto,

y ese ms alto entra.

Trece diecisiete y cuarenta segundos.

Una nia: ella va andando con una cinta verde en el pelo.

Slo que de repente ese autobs la tapa.

Trece dieciocho.

Ya no est la nia.

Habr sido tan tonta como para entrar, o no,

eso ya se ver cuando vayan sacando.

Trece diecinueve.

Y ahora como que no entra nadie.

En vez de entrar an hay un gordo calvo que sale.

Pero parece que busca algo en sus bolsillos y

a las trece veinte menos diez segundos

vuelve a buscar sus miserables guantes.

Son las trece veinte.

Qu lento pasa el tiempo.

Parece que ya.

Todava no.

S, ahora.

Una bomba: la bomba explota.

SALMO

Las fronteras de las naciones humanas qu permeables son!

Cuntas nubes pasan impunemente flotando sobre ellas,

cunta arena del desierto se desliza de uno a otro pas,

cuntas piedras ruedan

desde las montaas hasta los dominios ajenos

con botes desafiantes!

He de mencionar aqu los pjaros que vuelan

uno tras otro

y se posan en las barreras bajadas?

Incluso si fuera slo un gorrin,

ya tiene all la cola,

mas su pico permanece aqu.

Adems nunca se queda quieto!

Entre los innmeros insectos me limitar a la hormiga,

que entre las botas derecha e izquierda del guardia

a la pregunta: de dnde, a dnde

no se siente obligado a contestar.

Ah, mirad con atencin

todo este desorden a la vez

por todos los continentes!

Acaso no es la alhea la que desde la orilla opuesta

pasa de contrabando su cienmilsima hoja?

Y quin si no el calamar

de osados y largos tentculos

viola la sagrada zona de la aguas territoriales?

Cmo se puede hablar en general de orden alguno,

si ni siquiera es posible repartirse las estrellas

para saber cul brilla para quin?

Y que an el reprobable expandirse de las nieblas!

Y del polen, por toda la superficie de la estepa,

como si no estuviera bien partida en dos!

Y el resonar de las voces por las serviciales ondas del aire:

gritos que llaman y gorgojos llenos de significado!

Slo lo humano logra ser verdaderamente ajeno.

Lo dems son bosques entremezclados, obras de topo y viento.

De "Un gran nmero", 1976

BAJO UNA MISMA ESTRELLITA

Perdn pido al azar por llamarlo necesidad.

Perdn pido a la necesidad por si empero me equivoco.

No se me enoje la dicha si la tomo como propia.

Que me disculpen los muertos por apenas anidar en mi recuerdo.

Perdn pido al tiempo por la multiplicidad de un mundo omitido en un

segundo.

Perdn pido al antiguo amor por vivir el nuevo como primero.

Perdonadme, lejanas guerras, por llevar flores a casa.

Perdonadme, heridas abiertas, por haberme pinchado en un dedo.

Perdn pido a los que claman desde las simas por el minueto del disco.

Perdn pido a la gente en los andenes por seguir durmiendo a las cinco

de la maana.

Disculpadme, esperanza acosada, por rer de vez en cuando.

Disculpadme, desiertos, por no acudir con una cucharada de agua.

Y t, gaviln, el mismo desde hace aos, en esa misma jaula,

con la mirada inmvil siempre en el mismo punto,

ten piedad de m aunque slo seas un ave disecada.

Perdn pido al rbol talado por las cuatro patas de mi mesa.

Perdn pido a las grandes preguntas por mis respuestas pequeas.

Verdad, no me prestes demasiada atencin.

Gravedad, mustrame magnnima.

Soporta, misterio del ser, si deshilacho la cola de tu atavo.

No me acuses, alma, por raramente poseerte.

A todo pido perdn por no poder estar en todas partes.

A todos pido perdn por no saber ser cada uno y cada una.

S que, mientras viva, nada me justificar,

pues yo misma me soy bice.

ASOMBRO

Por qu en una demasiado nica persona?

En esta y no en otra? Y qu hago aqu?

En un da que es martes? En una casa y no en un nido?

Dentro de una piel, no de unas escamas? Con un rostro, no una hoja?

Por qu slo una vez personalmente?

Precisamente en la tierra?

Bajo una pequea estrella?

Despus de tantas eras de ausencia?

Por todos los tiempos y todas las algas?

Por crustceos y firmamentos?

Precisamente ahora? Hasta mis carnes y huesos?

Sola en m conmigo misma?

Por qu?

no al lado ni a cien millas de aqu,

no ayer ni hace cien aos

me siento y miro haca el oscuro rincn

tal como, levantando sbitamente suu morro,

mira ese gruir llamado perro?

DEL MONTON

Soy la que soy.

Casualidad inconcebible

como todas las casualidades.

Otros antepasados

podran haber sido los mos

y yo habra abandonado

otro nido,

o me habra arrastrado cubierta de escamas

de debajo de algn rbol.

En el vestuario de la naturaleza

hay muchos trajes.

Traje de araa, de gaviota, de ratn de monte.

Cada uno, como hecho a medida,

se lleva dcilmente

hasta que se hace tiras.

Yo tampoco he elegido,

pero no me quejo.

Pude haber sido alguien

mucho menos personal.

Parte de un banco de peces, de un hormiguero,de un enjambre,

partcula del paisaje sacudida por el viento.

Alguien mucho menos feliz,

criado para un abrigo de pieles

o para una mesa navidea,

algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.

Arbol clavado en la tierra,

al que se aproxima un incendio.

Hierba arrollada

por el correr de incomprensibles sucesos.

Un tipo de mala estrella

que para algunos brilla.

Y si despertara miedo en la gente,

o slo asco,

o slo compasin?

Y si hubiera nacido

no en la tribu debida

y se cerraran ante m los caminos?

El destino, hasta ahora,

ha sido benvolo conmigo.

Pudo no haberme sido dado

recordar buenos momentos.

Se me pudo haber privado

de la tendencia a comparar.

Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,

lo que habra significado

ser alguien totalmente diferente.

CLCULO ELEGACO

Cuntos de los que he conocido

(si de verdad los he conocido)

hombres, mujeres

(si esta divisin sigue vigente)

han atravesado este umbral

(si esto es un umbral)

han cruzado este puente

(si se puede llamar puente)

Cuntos despus de una vida ms corta o ms larga

(si para ellos en eso sigue habiendo alguna diferencia)

buena porque ha acabado

mala porque ha acabado

(si no prefirieran decirlo al revs)

se han encontrado en la otra orilla

(si se han encontrado)

y si la otra orilla existe.

No me es dado saber

cul fu su destino

(ni siquiera si se trata de un solo destino,

y si hay todava destino).

Todo

(si con esta palabra no lo delimito)

ha terminado para ellos

(si no lo tienen por delante).

Cuntos han saltado del tiempo en marcha

y se pierden a lo lejos con una nostalgia cada vez

mayor

(si merece la pena creer en perspectivas).

Cuntos

(si la pregunta tiene algn sentido,

si se puede llegar a la suma final

antes de que el que cuenta se cuente a s mismo)

han caido en el ms profundo de los sueos

(si no hay otro ms profundo).

Hasta la vista.

Hasta maana.

Hasta la prxima.

Ya no quieren

(si es que no quieren) repetirlo.

Condenados a un interminable

(si no es otro) silencio.

Ocupados slo con aquello

(si es slo con aquello)

a lo que los obliga la ausencia.

NOTICIAS DEL HOSPITAL

Echamos suertes quin deba ir a verlo.

Me toc a m. Me levant de la mesa.

Se acercaban ya las horas de visita al hospital.

No respondi nada a mi saludo.

Quera cogerle de la mano, la apret

como un perro ambriento que no suelta su hueso.

Pareca como si le diera verguenza morir.

No s de qu se habla con alguien como l.

Nuestras miradas se evitaban como en un fotometraje.

No dijo ni qudate, ni vete.

No pregunt por nadie de los de nuestra mesa.

Ni por t, Juancho, ni por t, moncho, ni por t Pancho.

Empez a dolerme la cabeza. Quin se le muere a quin?

Exalt la medicina y las tres lilas del vaso.

Habl del sol y fu apagndome.

Qu bien que haya peldaos para salir corriendo.

Qu bien que haya una puerta para poder abrirla.

Qu bien que me esperis en esa mesa.

El olor a hospital me provoca nuseas.

Los discursos se suceden en todos los medios de comunicacin y se confunden en un ruido de palabras. Ruido porque no somos capaces de encontrar sentido alguno al mal.

RESEA DE UN POEMA NO ESCRITO

En las primeras palabras del poema

la autora establece que la Tierra es pequea,

el cielo, al contrario, es demasiado grande para las palabras,

y sobre las estrellas, cito, "hay muchas ms de las que se necesitan".

En la descripcin del cielo se advierte cierta impotencia,

la autora se pierde en una pavorosa infinitud,

se sobrecoge con los muchos planetas muertos

y pronto en su mente (podramos agregar: inexacta)

se comienza a formar una pregunta,

acaso a pesar de todo no estamos solos

bajo el sol, bajo todos los soles del universo?

Contrario a la teora de las probabilidades!

Y a las convicciones universalmente sostenidas actualmente!

Frente a la irrefutable evidencia de que ahora cualquier da

puede caer en manos humanas! Oh, poesa.

Mientras tanto, nuestra visionaria retorna a la Tierra,

el planeta que tal vez "gira sin testigos",

la nica "ciencia ficcin que se puede permitir el universo".

La desesperacin de Pascal (16231662, la nota al pie de pgina es nuestra)

parece que para nuestra autora no tiene rival

sobre cualquier Andrmeda o Caciopea.

La exclusividad magnifica y obliga,

as emerge el problema de cmo vivir etctera,

en tanto "el vaco no nos lo resuelva".

"Oh, Seor", el homble clama A l Mismo,

"ten piedad de m, ilumname..."

La autora est oprimida por la idea de que la vida se derrocha tan fcilmente,

como si hubiera reservas inagotables de ella.

La idea de las guerras ella pide discrepar

siempre se pierden en ambos lados.

De la inhumanidad "brutalitaria" (sic!) del hombre con el hombre.

A travs del poema se vislumbra un intento moral.

Bajo una pluma menos ingenua podra brillar ms.

Pero qu pena ! Esta tesis bsicamente tambaleante

(acaso a pesar de todo no estamos solos

bajo el sol, bajo todos los soles del universo)

y su desarrollo en un estilo imperturbable

(mezclando lo elevado con lo vernacular)

lleva a la conclusin de quin lo creer de todas maneras?

Sin duda nadie. No se los dije?

De Gran nmero, 1976

DE UNA EXPEDICIN NO REALIZADA A LOS HIMALAYAS

Estos son los Himalayas

Montaas de un correr hacia la luna

momento del arranque eternizado

Sobre el cielo abierto

la llanura de las nubes rota,

de un golpe a la nada.

El eco: un sordomudo blanco

el silencio.

Yeti, abajo hay un mircoles,

un abecedario, un pan

y dos ms dos son cuatro

y se derrite la nieve

Hay una manzana roja

partida en cuatro.

No slo crmenes

podra haber entre nosotros,

Yeti, no todas las palabras

condenan a la muerte

Heredamos la esperanza

y el perdn

Mira cmo damos a luz

nios entre las ruinas.

Yeti, tenemos a Shakespeare

Yeti, tocamos el violn

Yeti, cuando anochece

encendemos la luz.

Aqu ni la tierra, ni la luna

y las lgrimas se congelan

o Yeti, puede ser el conejo de la luna

Seor de la Luna

pinsalo y regresa.

Entre las cuatro paredes de avalanchas

Estoy llamando al Yeti,

Zapateando para calentarme

sobre la nieve

eterna.ALEGRA DE ESCRIBIR

A dnde va la corza escrita por el bosque escrito?

A tomar agua escrita

que refleje su hocico puntualmente?

Por qu alza la cabeza? ;escucha algo?

Se apoya en cuatro patas que la verdad le presta.

Mueve bajo mis dedos una oreja.

Silencio, esa palabra, susurra en el papel

como las otras y remueve ramas

por las palabras del bosque cansadas.

En la hoja blanca de papel acechan

letras que pueden componerse mal,

frases que pueden ser un cerco

y no habr salvacin.

En la gota de tinta un regimiento

de cazadores enfocan la mira

listos para correr pluma empinada abajo,

cercar la corza y preparar el tiro.

Olvidan que esto no existe

Otras leyes gobiernan el blanco sobre negro

parpadear el ojo el tiempo que yo quiera

y podr dividirlo en pequeas eternidades

llenas de balas quietas en el aire.

Por siempre, si lo ordeno; nada pasar aqu.

Ni una hoja caer si no lo quiero

ni las pezuas hollarn la hierba

Existe pues un mundo sobre el cual

soy un destino independiente?

Ese tiempo al que une la cadena de signos,

existe bajo mis rdenes constantes?

La alegra de escribir.

La posibilidad de eternizar.

La venganza de una mano mortal.CIERTA GENTE

Cierta gente huyendo de otra gente.En cierto pas bajo el soly bajo ciertas nubes.

Dejando atrs sus todos respectivos,campos sembrados, ciertas gallinas, perros,espejos en los que ahora slo el fuego se contempla.

Llevan a la espalda hatillos y cntarosda tras da ms pesados, cuanto ms vacos.

El agotamiento de alguien tiene lugar en silencio,el arrancamiento a alguien de su pan en el tumultoy el acunamiento del nio muerto de alguien.

Ante ellos un incesanto "por aqu no",no es se el puente que necesitansobre un ro extraamente rosado.Alrededor unos disparos, a veces ms cerca, a veces ms lejos,en lo alto un avin que parece dar vueltas.

Vendra bien alguna invisibilidad,alguna oscura pedregosidad,y an mejor un no-haber-sidopor un tiempo breve o incluso largo.

Alto todava ocurrir, pero dnde y qu.Alguien saldr a su encuentro, pero cundo, quin,desempeando qu papel y con qu intenciones.Si tiene eleccin,quizs no quiera ser un enemigoy los deje con cierta vida por delante.

Traduccin de David Carrin SnchezExtrado del libro "El gran nmero Fin y principio y otros poemas" de Wislawa Szymborska - Poesa Hiperin.

El que has apuntado t est contenido tambin en este libro, a continuacin te pongo otro pero creo que la traduccin no es muy correcta, no obstante te lo pongo:

A ALGUNOS LES GUSTA LA POESA

A algunos,es decir, no a todos.Ni siquiera a los ms, sino a los menos.Sin contar las escuelas, donde es obligatoria,y a los mismos poetas,sern dos de cada mil personas.

Les gusta,como tambin les gusta la sopa de fideos,como les gustan los cumplidos y el color azul,como les gusta la vieja bufanda,como les gusta salirse con la suya,como les gusta acariciar al perro.

La poesa,pero qu es la poesa.Ms de una insegura respuestase ha dado a esta pregunta.Y yo no s, y sigo sin saber, y a esto me aferrocomo a un oportuno pasamanos.

EL NMERO PI.

El admirable nmero Pitres coma uno cuatro uno.Las cifras que siguen son tambin preliminarescinco nueve dos porque jams acaba.No puede abarcarlo seis cinco tres cinco la mirada,ocho nueve ni el clculosiete nueve ni la imaginacin,ni siquiera tres dos tres ocho un chiste, es decir, una comparacincuatro seis con cualquier otra cosados seis cuatro tres de este mundo.La serpiente ms larga de la tierra suma equis metros y se acaba.Y lo mismo las serpientes mticas aunque tardan ms.El squito de digitos del nmero Pillega al final de la pgina y no se detiene,sigue, recorre la mesa, el aire,una pared, una hoja, un nido de pjaros, las nubes, hasta llegardirecto al cielo,perderse en la insondable hinchazn del cielo.Qu breve la cola de un cometa, cual la de un ratn!Qu endeble el rayo de un astro si se curva en la insignificanciadel espacio!Mientras aqui dos tres quince trescientos diecinuevemi nmero de telfono la talla de tu camisael ao mil novecientos sesenta y tres sexto pisoel nmero de habitantes sesenta y cinco cntimosdos pulgadas de cintura una charada y un mensaje cifradoque dice vuela mi ruiseor y cantay tambin se ruega guardar silencio,y se extinguirn cielo y tierra,pero el nmero Pi no, jams,seguir su camino con su nada despreciable cincocon su en absoluto vulgar ochocon su ni por asomo postrero siete,empujando, ay!, empujando a durara la perezosa eternidad.CLOCHARD

En Pars, en un da matinal hasta el ocaso,en Pars comoen Pars que(oh, santa ingenuidad de lo descrito,aydame!)en un jardn junto a una catedral de piedra(no construida, no,tocada en un lad)en pose de sarcfago se ha quedadodormidoun clochard, un monje secular, unrenegado.

Si es que tena algo, lo perdi,y no quiere recuperar lo perdido.Le deben todava el salario por laconquista de las Galias,ya no le importa, se ha resignado.Y en el siglo quince tampoco le pagaronpor posar como ladrn de la izquierda,lo ha olvidado, ha dejado de esperar.

Gana para vino tintopelando a los perros del rumbo.

Duerme con cara de inventor de sueoscon el enjambre imaginario de su barbaal sol.

Las grises quimeras se despetrifican(voltidos, bajogueros, mongalos ypalomferos,hongorranas, derrepentes, cabezapiernasy multiespecmenes, allegro vivacegtico)y lo ven con una curiosidadque no sienten por ninguno de nosotros,sensato Pedro,activo Miguel,ingeniosa Eva,Brbara, Clara.

LAS MUJERES DE RUBENS

Titnides, fauna femenina,desnudas como estruendo de toneles.Hacen su nido en lechos aplastadosy duermen con la boca abierta en formade chillido.

Sus pupilas han huido hacia el fondoy penetran al interior de sus glndulasdesde las que gotea levadura como sangre.

Hijas del barroco. Se infla la masa en laartesa,se llenan de vapor los baos, seruborizan los vinos,por el cielo galopan puerquitos denubes,relinchan las trompetas ante el peligrofsico.

Oh acalabazadas, oh excesivas,duplicadas al rechazar los vestidos,triplicadas por la impetuosidad de la pose,grasosos platillos de amor!

Sus flacas hermanas se levantaron antes,antes de que alboreara en el cuadro.

Y nadie las vio avanzar en filapor la parte trasera del lienzo.

Desterradas del estilo. Con las costillascontadasy pies y manos que parecen de ave.

Con sus omplatos salidos intentanlevantar el vuelo.

El siglo trece les dara un fondo dorado.

El veinte, una pantalla a color.

El diecisiete, en cambio, no tiene qudarle a las planas.

Pues hasta el cielo es protuberante,protuberantes los ngeles y protuberantedios:un bigotudo Febo que en un corcelsudoroso irrumpe en una alcoba hirviente.

EPITAFIO

Aqu yace, como la coma anticuada,la autora de algunos versos. Descansoeternotuvo a bien darle la tierra, a pesar deque la muertacon los grupos literarios no se hablaba.Aunque tampoco en su tumba encontrnadamejor que una lechuza, jacintos y estetreno.

Transente, quita a tu electrnicocerebro la cubiertay piensa un poco en el destino deWislawa.

LA ALEGRA DE ESCRIBIR

A dnde corre, a travs del bosqueescrito, estacierva escrita?A beber del agua escritaque copiar su hocico como papel carbn?Por qu levanta la cabeza, habr odoalgo?Apoyada en cuatro patas prestadas porla verdadpor debajo de mis dedos aguza losodos.Silencio, esta palabra tambin susurrasobre el papely retiralas ramas causadas por la palabrabosque.

Sobre la hoja blanca acechan parasaltarletras que pueden combinarse mal,frases que acosany ante las cuales no habr salvacin.Hay en una gota de tinta una reservaconsiderablede cazadores que apuntan, con un ojoentrecerrado,preparados para bajar por la empinadapluma,para cercar a la cierva, dispuestos adisparar.

Olvidan que esto no es la vida.Aqu rigen otras leyes, negro sobreblanco.

Un abrir y cerrar de ojos durar tantocomo yo desee,permitir ser dividido en pequeaseternidades,llenas de balas detenidas al vuelo.Si lo ordeno, nunca suceder nada aqu.

En contra de mi voluntad no caer niuna hoja,ni se doblar una brizna de hierba bajoel peso de una pezua.

Existe, pues, un mundosobre el que tengo un dominioabsoluto?Un tiempo que ato con cadenas designos?Una existencia infinita a mis rdenes?

La alegra de escribir.

La posibilidad de hacer perdurar.

La venganza de una mano mortal.

SI

Si las cosas hablaran pero si hablaran, tambin podran mentir.Sobre todo las ms corrientes y poco apreciadas,para llamar finalmente la atencin.......Da pnico pensarqu me dira tu botn descosido,y a ti, la llave de mi puerta,esa vieja mitmana.

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