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    345672016, N

      ´ U M E R O

    ¿POR QU ´ E SUFRI  ´ OY MURI

      ´ O JES

      ´ US?

    CONMEMORACI  ´ ON DE SU MUERTE     MI

     ´ ERCOLES 23 DE MARZO DE 2016

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    The Watchtower  (ISSN 0043-1087) Issue 4

    March 2016 is published monthly with an additional

    issue published in January, March, May, July,

    September, and November by Watchtower Bible

    and Tract Society of New York, Inc.; L . Weaver, Jr.,

    President; G. F. Simonis, Secretary-Treasurer;

    1000 Red Mills Road, Wallkill, NY 12589-3299, and

    by Watch Tower Bible and Tract Society of Canada,

    PO Box 4100, Georgetown, ON L7G 4Y4.

    Periodicals Postage Paid at Brooklyn, NY, and at

    additional mailing offices. POSTMASTER: Send

    address changes to Watchtower, 1000 Red Mills

    Road, Wallkill, NY 12589-3299. 5 2016 Watch

    Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania.

    Printed in Canada.

    34567̇Vol. 137, No. 4 SPANISH

    Ejemplares en distintos formatos: 58.987.000Disponible en 254 IDIOMAS   N o. 2 2 01 

    LA ATALAYA es una revista que tie-ne como prop

     ´ osito honrar a Jehov

     ´ a,

    el Dios Soberano del universo. Con-suela a la gente anunciando que el

    Reino de Dios —un gobierno que sehalla en los cielos— pronto acabar

     ´ a

    con la maldad y transformar ´ a laTierra en un para

     ´ ıso. Adem

     ´ as, pro-

    mueve la fe en el Rey reinante dedicho gobierno, Jesucristo, quienmuri

     ´ o para que pudi

     ´ eramos alcan-

    zar la vida eterna. Esta publicaci ´ on,

    editada sin interrupci ´ on desde 1879,

    es pol ´ ıticamente neutral y reconoce

    la Biblia como m ´ axima autoridad.

    Esta publicaci ´ on se distribuye

    como parte de una obra mun-

    dial de educaci

     ´ 

    on b

     ´ 

    ıblica quese sostiene con donativos.Prohibida su venta.

    Si desea hacer un donativo,visite jw.org.

    A menos que se indique lo contrario, las citas

    b ´ ıblicas se han tomado de la versi

     ´ on en lenguaje

    moderno Traducci ´ on del Nuevo Mundo de las

    Santas Escrituras (con referencias).

    ¿Desea obtener m ´ as informaci

     ´ on

    o recibir en su hogar clases b ´ ıbli-

    cas gratuitas?Visite jw.org o escriba a una delas direcciones indicadas abajo.

    ¿QU ´ E OPINA?

    ¿Cree que tiene alg ´ un beneficio

    para usted la siguiente declaraci ´ on?

    “Tanto am ´ o Dios al mundo

    que dio a su Hijo unig ´ enito”

    (Juan 3:16).

    Este n ´ umero de La Atalaya explica

    en qu ´ e le pueden beneficiar a usted

    el sufrimiento y la muerte de Jesucristo.

    ¿Necesitan los cristianos santuarios para adorar

    a Dios?   8

    Hacer caso de las advertencias puede salvarle la vida   11¿Qui

     ´ en dividi

     ´ o la Biblia en cap

     ´ ıtulos y vers

     ´ ıculos?   14

    ¿Qu ´ e dice la Biblia?   16

     

    OTROS ART ´ ICULOS

    ¿Por qu ´ e sufri

      ´ o y muri

      ´ o Jes

     ´ us?

    ¿Ocurri ´ o de verdad?   3

    ¿Por qu ´ e sufri

     ´ o y muri

     ´ o Jes

     ´ us?   5

    sM ´ AS INFORMACI   ´ ON EN INTERNET

    OTRAS PREGUNTASSOBRE LA BIBLIA

    ¿Muri ´ o Jes

     ´ us en una cruz?

    (Vaya a ENSE ˜ NANZAS B

     ´ IBLICAS ˛

    PREGUNTAS SOBRE LA BIBLIA)

    r

    http://www.jw.org/eshttp://www.jw.org/eshttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/eshttp://www.jw.org/eshttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011202&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&srcid=pdfhttp://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=1011209&srcid=pdf

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    2016, N  ´ UMERO 2  

    Este impresionante relato nos ha llegado a trav ´ es d

    los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento, o Escrituras Griegas Cristianas. Pero ¿de verdad ocurritodo aquello? Esta es una pregunta muy important

    que requiere respuesta, porque si solo se trata de u

    cuento, la fe cristiana no tiene ning ´ un sentido y l

    esperanza de vivir para siempre en un para ´ ıso ser ı́solo un sue ˜ no (1 Corintios 15:14). Ahora bien, si su

    cedi ´ o de verdad, entonces tenemos ante nosotroun futuro maravilloso. Por eso, ¿son los hechos qu

    narran los Evangelios realidad o ficci ´ on?

    LO QUE DICE LA HISTORIA

    A diferencia de las leyendas, los Evangelios es

    t ´ an escritos con minuciosa precisi ´ on. Por ejemplomencionan por nombre muchos lugares que todav ı́

    hoy se pueden visitar y a personas que los historia

    dores confirman que existieron (Lucas 3:1, 2, 23).

    TEMA DE PORTADA

    ¿OCURRI  ´ O DE VERDAD?

    En el a  ˜ no 33, Jes

      ´ us de

    Nazaret fue ejecutado. Hab ´ ıa

     sido acusado falsamente de

     sedici  ´ on, golpeado sin piedad

     y clavado en un madero, donde

     sufri  ´ o una muerte horrible. Sin

    embargo, Dios le devolvi  ´ o la

    vida y, cuarenta d ´ ıas despu

     ´ es,

     Jes  ´ us ascendi  ´ o al cielo.

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    4   LA ATALAYA

    Puesto que Jes ´ us tuvo tanta influencia en la hu-

    manidad, ¿deber ´ ıa haber m

     ´ as pruebas de esa

     ´ epoca —aparte de la Biblia— que confirmen suexistencia y resurrecci

     ´ on? No necesariamente.

    Por un lado, se trata de sucesos de hace casi

    dos mil a ˜ nos y muy pocos escritos contempor

     ´ a-

    neos, como los Evangelios, han sobrevivido hasta

    nuestros d ´ ıas (1 Pedro 1:24, 25). Por otro, es poco

    probable que los enemigos de Jes ´ us escribieran

    algo que hiciera que m ´ as gente creyera lo que se

    dec ´ ıa de

      ´ el.

    Con respecto a la resurrecci ´ on de Jes

     ´ us, el ap

     ´ os-

    tol Pedro explic ´ o: “Dios levant

     ´ o a [este] al tercer

    d ´ ıa y le concedi

     ´ o manifestarse, no a todo el pue-

    blo, sino a testigos nombrados de antemano por 

    Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con  ´ el

    despu ´ es que se levant

     ´ o de entre los muertos”

    (Hechos 10:40, 41). ¿Por qu ´ e no lleg

     ´ o a saber

    todo el pueblo que Jes ´ us hab

     ´ ıa resucitado? Se-

    g ´ un el Evangelio de Mateo, cuando sus enemigos

    religiosos se enteraron de su resurrecci ´ on, no qui-

    sieron que la noticia se supiera (Mateo 28:11-15).

    YJes

     ´ 

    us, ¿quer

     ´ 

    ıa que su resurrecci

     ´ 

    on fuera unsecreto? No. Pedro dijo: “Nos orden ´ o que predi-

    c ´ aramos al pueblo y que di

     ´ eramos testimonio

    cabal de que este es Aquel de quien Dios ha

    decretado que sea juez de vivos y de muertos”

    (Hechos 10:42). Y eso es precisamente lo que los

    verdaderos cristianos han estado haciendo hasta

    el d ´ ıa de hoy.

    ¿Por qu ´ e no hay m

     ´ as respaldo

    de fuentes hist ´ oricas?

    Del propio Jes ´ us hablan escritores seglaresde los siglos primero y segundo.1   El modo en

    1 T ´ acito, que naci ´ o alrededor del a ˜ no 55, escribi ´ o: “Aquel de quien[los cristianos] tomaban nombre, Cristo, hab ´ ıa sido ejecutado en el

    reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato”. Otros escrito-res que hicieron referencia a Jes ´ us fueron el historiador romanoSuetonio y el historiador jud ´ ıo Josefo (siglo primero), y Plinio el Jo-ven, gobernador de Bitinia (principios del siglo segundo).

    que fue ejecutado, tal y como se describe en loEvangelios, coincide con los m ´ etodos de ejecuci ´ on romanos de esa   ´ epoca. Adem ´ as, todos lo

    sucesos se relatan con objetividad y franque

    za, hasta revelan aspectos negativos de algunode sus disc ´ ıpulos (Mateo 26:56; Lucas 22:24-26Juan 18:10, 11). Todo esto muestra que los evangelistas dijeron la verdad y dieron datos exactosobre Jes ´ us.

    ¿RESUCIT  ´ O JES

      ´ US?

    Aunque en general se acepta que Jes ´ us fue unapersona real, hay quienes dudan que haya resucitado. Hasta sus propios ap ´ ostoles no lo creyeron

    al principio (Lucas 24:11). Pero sus dudas desaparecieron cuando ellos y otros disc ´ ıpulos vieroen diferentes ocasiones a Jes ´ us tras su resurrecci ´ on. De hecho, en una de ellas lo vieron m ´ as dequinientas personas a la vez (1 Corintios 15:6).

    Con mucho valor, y a riesgo de perder su libertad y su vida, los disc ´ ıpulos anunciaron a todoel mundo que Jes ´ us hab ´ ıa resucitado, hasta a

    sus propios asesinos (Hechos 4:1-3, 10, 19, 205:27-32). ¿Se habr ´ ıan arriesgado tanto si no hu

    bieran estado completamente seguros de quJes ´ us hab ´ ıa resucitado? No. Lo que es m ´ as, econvencimiento de que la resurrecci ´ on de Jes ´ uocurri ´ o de verdad es lo que ha hecho que el cris

    tianismo haya tenido y siga teniendo tanto impacto en la humanidad.

    Los relatos de la muerte y resurrecci ´ on de Je

    s ´ us que figuran en los Evangelios tienen todolos elementos de un registro hist ´ orico confiableSi estudia estos relatos, se convencer ´ a de que lo

    hechos que narran de veras ocurrieron. Pero loque m ´ as lo ayudar ´ a a convencerse es entende

    por qu ´ e  ocurrieron. El siguiente art

     ´ ıculo lo expli

    car ´ a.

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    2016, N  ´ UMERO 2  

    ¿Le gustar ´ ıa vivir para siempre? Ante esta pregunta, mucha

    personas responder ´ ıan que s

     ´ ı, pero que no creen que sea pos

    ble. Dir ´ ıan que la muerte es el punto final del ciclo de la vida

    Pero ¿y si le di ´ eramos la vuelta a la pregunta? Es decir, ¿esta

    r ´ ıa dispuesto a morir ahora mismo? En circunstancias normale

    nadie dir ´ ıa que s ´ ı. Y es que, aunque tengamos muchos proble

    mas, todos nos aferramos a la vida. La Biblia dice que Dios cre

    a los seres humanos con el deseo de vivir. “Ha puesto la eterni

    dad en sus corazones” (Eclesiast ´ es 3:11, La Biblia delas Am

     ´ ericas)

    La realidad, sin embargo, es que no vivimos para siempre

    Entonces, ¿qu ´ e fue lo que fall ´ o? ¿Ha hecho Dios algo para re

    mediar la situaci ´ on? Las respuestas que da la Biblia son mu

    reconfortantes y tienen mucho que ver con la raz ´ on por la qu

    Jes ´ us tuvo que sufrir y morir.

    ¿QU ´ E FUE LO QUE FALL

      ´ O?

    Los primeros tres cap ´ ıtulos del libro b ´ ıblico de G ´ enesis rela

    tan que Dios les ofreci ´ o a la primera pareja humana, Ad

     ´ an

    Eva, la posibilidad de vivir eternamente y les dijo lo que deb ´ ıa

    hacer para lograrlo. Tambi ´ en muestran que ellos le desobede

    cieron y perdieron esa oportunidad. Todo se explica de manera sencilla, tan sencilla que algunos piensan que se trata de u

    cuento. Pero al igual que los Evangelios, el libro de G ´ enesis tie

    ne todos los elementos de un registro hist ´ orico confiable.1

    ¿Qu ´ e consecuencias ha tenido la desobediencia de Ad

     ´ an

    La Biblia responde: “Por medio de un solo hombre [Ad ´ an] el pe

    cado entr ´ o en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y as

     ´ ı l

    muerte se extendi ´ o a todos los hombres porque todos hab ´ ıan pe

    cado” (Romanos 5:12). Ad ´ an pec

     ´ o al desobedecer. Entonces pe

    di ´ o la oportunidad de vivir para siempre, y con el tiempo, enve

    jeci ´ o y muri

     ´ o. Como somos sus descendientes, hemos heredad

    la tendencia a pecar. Por eso, nos enfermamos, envejecemos

    morimos. Esta explicaci ´ on concuerda con lo que hoy se sabe so

    bre la herencia gen ´ etica. Veamos ahora qu ´ e hizo Dios para reme

    diar nuestra situaci ´ on.

    1 Consulte el apartado “Car ´ acter hist ´ orico de G ´ enesis”, bajo la entrada “G ´ enesis, Lbro de”, en la obra Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1, p ´ agina 101publicado por los testigos de Jehov ´ a. Puede hallarla en jw.org (vaya a PUBLICACIONES BIBLIOTECA EN L

     ´ INEA).

    ¿POR QU ´ E  SUFRI

      ´ O Y MURI

      ´ O JES

      ´ US?

    “Por medio de un solo

    hombre [Ad ´ an] el

    pecado entr ´ o en

    el mundo, y la muerte

    mediante el pecado”

    (Romanos 5:12).

    http://www.jw.org/eshttp://www.jw.org/es

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    6   LA ATALAYA

    ¿QU ´ E HIZO DIOS?

    Jehov ´ a Dios tom

     ´ o medidas para recuperar lo

    que Ad ´ an perdi

     ´ o y volver a darles a sus des-

    cendientes la posibilidad de vivir para siempre.

    ¿C ´ omo lo hizo?La Biblia dice: “El salario que el pecado paga es

    muerte” (Romanos 6:23). Es decir, la muerte es el

    resultado del pecado. As ´ ı que Ad

     ´ an muri

     ´ o por-

    que pec ´ o. A nosotros nos pasa lo mismo: peca-

    mos y por eso morimos. Sin embargo, dado que

    no somos culpables de haber nacido pecadores,

    Dios tuvo misericordia de nosotros y envi ´ o a su

    Hijo, Jesucristo, para que “pagara” nuestra deu-

    da. ¿C ´ omo pag

     ´ o

      ´ el esa deuda?

    Al desobedecer Ad ´ an —un hombre perfecto—,toda la humanidad hered

     ´ o el pecado y la muerte;

    por lo tanto, era necesario otro hombre —tambi ´ en

    perfecto— que fuera obediente hasta el punto de

    la muerte para librarnos de nuestra deuda. La Bi-

    blia lo explica de este modo: “As ´ ı como mediante

    la desobediencia del solo hombre muchos fueron

    constituidos pecadores, as ´ ı mismo, tambi

     ´ en, me-

    diante la obediencia de la sola persona muchos se

    r ´ an constituidos justos” (Romanos 5:19). Y es

    “sola persona” fue Jes ´ us, quien abandon ´ o los cie

    los, fue un hombre perfecto1  y muri ´ o por noso

    tros. Eso permite que Dios nos considere justos yrecuperemos la posibilidad de vivir para siempre

    POR QU ´ E SUFRI

      ´ O Y MURI

      ´ O JES

      ´ US

    Pero ¿por qu ´ e era necesario que Jes ´ us muriera

    para conseguir todo esto? ¿No podr ´ ıa Dios habe

    emitido un decreto que hubiera permitido a lo

    descendientes de Ad ´ an vivir para siempre? Aun

    que no hay duda de que  ´ el ten

     ´ ıa la autoridad para

    hacerlo, habr ´ ıa pasado por alto su propia ley de

    que el pecado se paga con la muerte.Y es que no s

    trata de una norma insignificante que se pueda

    descartar o cambiar cuando convenga. Se trata de

    una ley imprescindible para que se haga justicia

    (Salmo 37:28).

    Si Dios hubiera pasado por alto la justicia en

    1 Dios transfiri ´ o la vida de su Hijo desde el cielo a la matriz de Mar ´ ıa. Con su esp ´ ıritu santo, protegi ´ o al beb ´ e para que no heredara limperfecci ´ on de su madre (Lucas 1:31, 35).

    La muerte de Jes ´ us abri

     ´ o el camino

    a una vida feliz y eterna.

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    2016, N  ´ UMERO 2  

    Horas antes de morir, Jes ´ us se reuni

     ´ o con

    sus ap ´ ostoles fieles e instituy

     ´ o la Conme-

    moraci ´ on de su muerte. Les dijo: “Sigan

    haciendo esto en memoria de m ´ ı” (Lucas

    22:19). A fin de cumplir con este mandato

    de Jes ´ us, los testigos de Jehov

     ´ a de todo

    el mundo nos reunimos una vez al a ˜ no el

    d ´ ıa del aniversario de su muerte. El a

     ˜ no

    pasado, 19.862.783 personas asistieron aeste evento.

    Este a ˜ no, la Conmemoraci

     ´ on cae el mi

     ´ erco-

    les 23 de marzo, despu ´ es de la puesta del

    Sol. Lo invitamos cordialmente a que nos

    acompa ˜ ne con su familia y amigos a es-

    cuchar una conferencia b ´ ıblica que expli-

    car ´ a por qu

     ´ e la muerte de Jes

     ´ us fue tan

    trascendental y c ´ omo le beneficia a usted.

    La entrada es gratis y no se pedir ´ a dinero.

    Pregunte a los Testigos d ´ onde se celebrar ´ ay a qu

     ´ e hora. Tambi

     ´ en puede consultarlo en

    el sitio de Internet jw.org.

    “Sigan haciendo esto”

    aquella ocasi ´ on, quedar

     ´ ıa siempre la duda de si

    volver ´ ıa a hacerlo. Por ejemplo, ¿ser ´ ıa justo al de-terminar qui

     ´ enes de los descendientes de Ad

     ´ an

    podr ´ ıan vivir para siempre? ¿Cumplir

     ´ ıa todas sus

    promesas? Como Dios respet ´ o su propia ley para

    nuestra salvaci ´ on, ahora tenemos la garant ´ ıa deque siempre har

     ´ a lo que es justo.

    El que su Hijo sacrificara su vida permiti ´ o que

    Dios volviera a dar a los seres humanos la oportu-nidad de vivir para siempre en un para ´ ıso terres-tre. Jesucristo mismo dijo: “Tanto am

     ´ o Dios al

    mundo que dio a su Hijo unig ´ enito, para que todo

    el que ejerce fe en   ´ el no sea destruido, sino quetenga vida eterna” (Juan 3:16). La muerte de Je-

    s ´ us confirma, no solo la justicia de Dios, sino tam-

    bi ´ en el gran amor que nos tiene.Pero todav

     ´ ıa queda en pie la pregunta: ¿por qu

     ´ e

    tuvo que sufrir y morir de esa forma tan horrible?

    Al estar dispuesto a probar su obediencia hastaese extremo, desminti

     ´ o de una vez por todas la

    afirmaci ´ on del Diablo de que los seres humanosno ser

     ´ ıan leales a Dios ante las pruebas (Job 2:

    4, 5). Despu ´ es de que el Diablo consigui

     ´ o que el

    primer hombre perfecto desobedeciera, pareci

    que ten ´ ıa raz ´ on. En cambio, Jes ´ us, que tambi ´ e

    era perfecto, fue obediente aun en las peores cir

    cunstancias (1 Corintios 15:45). As ´ ı demostr ´ o qu

    si Ad

     ´ 

    an hubiera querido, tambi

     ´ 

    en habr

     ´ 

    ıa podidobedecer a Dios. Adem ´ as, nos puso el ejempl

    para que hagamos lo mismo (1 Pedro 2:21). Dio

    recompens ´ o la obediencia total de su Hijo d ´ ando

    le vida inmortal en el cielo.

    C  ´ OMO LE BENEFICIA A USTED

    La muerte de Jes ´ us ocurri ´ o de verdad y abri

     ´ o e

    camino a la vida eterna. As ´ ı que le repetimos l

    pregunta: ¿Le gustar ´ ıa vivir para siempre? Jes ´ u

    dej ´ o dicho qu

     ´ e debemos hacer para lograrlo: “Est

    significa vida eterna, el que est ´ en adquiriendo conocimiento de ti, el   ´ unico Dios verdadero, y d

    aquel a quien t ´ u enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3

    Los editores de esta revista lo animamos a cono

    cer a Jehov ´ a, el Dios verdadero, y a su Hijo, Jesu

    cristo. Los testigos de Jehov ´ a de su localidad co

    gusto lo ayudar ´ an. Tambi

     ´ en hallar

     ´ a m

     ´ as informa

    ci ´ on en nuestro sitio de Internet, jw.org.  ˇ

    http://www.jw.org/eshttp://www.jw.org/eshttp://www.jw.org/eshttp://www.jw.org/es

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    8   LA ATALAYA

    TODOS los a ˜ nos m ´ as de seis millones de perso-

    nas visitan un apartado bosque de cedros de la

    pen ´ ınsula de Shima, en Jap ´ on. Su destino es elGran Santuario de Ise, donde se adora desde hace

    unos dos mil a ˜ nos a Amaterasu Omikami, la diosasinto ´ ısta del Sol. Al llegar, los peregrinos se puri-fican lav ´ andose las manos y la boca. Despu ´ es, de

    pie ante el haiden (oratorio), contin ´ uan con el ri-tual: hacen una reverencia, dan palmadas y rezan

    a la diosa.1 El sinto ´ ısmo permite a sus fieles prac-ticar otras religiones. A su vez, hay budistas, cris-tianos y gente de otras confesiones que no ven

    ning ´ un problema en practicar rituales sinto ´ ıstasen este santuario.

    Muchas de las grandes religiones tienen santua-rios, y millones de fieles los visitan.2  En los pa ´ ıses

    considerados cristianos, abundan las iglesias y ca-

    pillas dedicadas a Jes ´ us, a Mar ´ ıa y a los santos.Tambi ´ en hay santuarios en lugares donde se creeque ocurrieron sucesos de la Biblia o “milagros”m ´ as recientes, y en sitios donde se guardan reli-

    quias. Muchas personas acuden a estos lugaresconvencidas de que sus oraciones ser ´ an escucha-

    1 No todos lossantuarios sinto ´ ıstastienen los mismos rituales.2  Vea el recuadro “¿Qu ´ e es un santuario?”.

    das por ofrecerse en un lugar sagrado.Y hay quie

    nes realizan largas peregrinaciones hasta alguno

    de estos santuarios para demostrar la profundi

    dad de su fe.

    ¿Habr ´ a que orar en un santuario para que nues

    tras oraciones sean escuchadas y respondidas

    ¿Le agradar ´ an a Dios las peregrinaciones que se

    hacen a estos lugares? M ´ as importante a ´ un: ¿deber ´ ıan los cristianos adorar a Dios en santuarios

    La respuesta a estas preguntas nos indicar ´ a c  ´ omo

    debemos ver la adoraci ´ on en santuarios y c ´ omo

    quiere Dios que lo adoremos.

    “CON ESP ´ IRITU Y CON VERDAD”

    La conversaci ´ on que mantuvo Jes ´ us con una

    mujer samaritana revela lo que Dios piensa sobre

    la adoraci ´ on en lugares sagrados o santuarios. Via

    jando por Samaria, Jes ´ us se detuvo a descansajunto a un pozo cerca de la ciudad de Sicar. Empe

    z ´ o a conversar con una mujer que fue a sacar agua

    Durante la conversaci ´ on, la mujer le se ˜ nal ´ o una

    de las mayores diferencias entre jud ´ ıos y samari

    tanos: “Nuestros antepasados adoraron en est

    monta ˜ na; pero ustedes dicen que en Jerusal ´ en e

    el lugar donde se debe adorar” (Juan 4:5-9, 20).

    ¿Necesitan los cristianos

    santuarios para adorar a Dios?

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    2016, N  ´ UMERO 2  

    La mujer se refer ´ ıa al monte Guerizim, situado

    a 50 kil ´ ometros (30 millas) al norte de Jerusal ´ en.

    En aquel lugar, los samaritanos hab

     ´ 

    ıan tenido untemplo en el que hab ´ ıan celebrado fiestas como la

    Pascua. Sin embargo, en vez de centrarse en aque-

    lla diferencia, Jes ´ us le dijo: “Cr ´ eeme, mujer: La

    hora viene cuando ni en esta monta  ˜ na ni en Je-

    rusal ´ en adorar ´ an ustedes al Padre” (Juan 4:21).

    ¡Qu ´ e comentario tan sorprendente, sobre todo vi-

    niendo de un jud ´ ıo! ¿Por qu ´ e se dejar ´ ıa de adorar

    a Dios en su mism ´ ısimo templo?

    Adem ´ as, Jes ´ us le dijo: “La hora viene, y ahora

    es, en que los verdaderos adoradores adorar ´ an al

    Padre con esp ´ ıritu y con verdad, porque, en reali-

    dad, el Padre busca a los de esa clase para que

    lo adoren” (Juan 4:23). Durante muchos siglos,

    el impresionante templo de Jerusal ´ en hab ´ ıa sido

    el centro de adoraci ´ on de los jud ´ ıos. Viajaban

    all ´ ı tres veces al a ˜ no para hacer sacrificios a su

    Dios, Jehov ´ a ( ´ Exodo 23:14-17). Sin embargo, Je-

    s ´ us afirm ´ o que todo aquello iba a cambiar, que los

    verdaderos siervos de Dios lo adorar ´ ıan “con esp ´ ı-

    ritu y con verdad”.Aquel templo era un edificio situado en un lu-

    gar geogr ´ afico espec ´ ıfico. Pero el esp ´ ıritu y la ver-

    dad no son cosas materiales y no est ´ an limitados

    a un lugar f  ´ ısico. Por lo tanto, Jes ´ us explic ´ o que la

    adoraci ´ on verdadera no depender ´ ıa de ning ´ un lu-

    gar ni de ning ´ un edificio; ya se tratara del monte

    Guerizim, del templo de Jerusal ´ en o de cualquier

    otro lugar sagrado.

    En aquella conversaci ´ on con la mujer samarita-

    na, Jes ´ us tambi ´ en dijo que ven ´ ıa “la hora” deaquel cambio en la adoraci ´ on a Dios. Esa hora

    vino cuando, al sacrificar su vida, Jes ´ us dio por

    terminado el sistema de adoraci ´ on jud ´ ıo que se

    basaba en la ley de Mois ´ es (Romanos 10:4). Pero

    ¿por qu ´ e dijo “ahora es”? Porque   ´ el, al ser el Me-

    s ´ ıas, ya estaba escogiendo a los disc ´ ıpulos que

    obedecer ´ ıan lo que dijo despu ´ es: “Dios es un Es-

    p ´ ıritu, y los que lo adoran tienen que adorarlcon esp ´ ıritu y con verdad” (Juan 4:24). Entonce¿qu ´ e significa adorar con esp ´ ıritu y con verdad?

    Cuando Jes ´ us dijo que hab ´ ıa que adorar con e

    p ´ ıritu no se refer ´ ıa a una adoraci ´ on caracterizadpor el exceso de entusiasmo. M ´ as bien, se refer ´ ıa a la gu ´ ıa que da el esp ´ ıritu santo de Dios,

    que, entre otras cosas, nos ayuda a entender la

    ¿Qu ´ e significan las palabras d

    Jes ´ us de que debemos adora

    “con esp ´ ıritu y con verdad”

    5  JTB Photo/UIG/age fotostock5 Jos

     ´ e Fuste Raga/age fotostock

    & Visitantes en el Gran Santuariode Ise (Jap

     ´ on) y en la Gruta de

    la Virgen de Lourdes (Francia)

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    Antiguamente, la palabra “santuario” ten ´ ıa

    que ver con un cofre que conten ´ ıa reliquias

    sagradas. Con el tiempo, ha llegado a refe-

    rirse a un lugar que se considera sagrado

    en sentido religioso o por cualquier otra ra-

    z ´ on. Los santuarios religiosos est

     ´ an dedi-

    cados a la adoraci ´ on de un dios o a la vene-

    raci ´ on de un santo. Por lo general, albergan

    im ´ agenes y reliquias relacionadas con mila-

    gros, visiones o apariciones. En la actuali-

    dad, un santuario puede ser un templo, una

    iglesia o una capilla donde la gente va a

    adorar. Hay quienes hacen peque ˜ nos san-

    tuarios en su casa. Tanto en Oriente comoen Occidente, la gente utiliza estos peque- ˜ nos altares dom

     ´ esticos para rezar, meditar

    y hacer ofrendas.

    No todos los santuarios son religiosos. Por

    todo el mundo, los familiares y amigos de

    personas que han muerto en un accidente

    automovil ´ ıstico ponen un peque

     ˜ no altar en

    la carretera para recordarlos. Hay santua-

    rios que conmemoran batallas famosas o

    recuerdan a los que murieron en la guerrao en alguna tragedia. Aunque esos san-

    tuarios sirven para que la gente medite y

    muestre su dolor, muchas veces reflejan las

    creencias y pr ´ acticas religiosas de quienes

    los hacen.

    ¿Qu ´ e es un santuario?

    Escrituras (1 Corintios 2:9-12). Y la verdad a la

    que se refiri ´ o es el conocimiento exacto de las en

    se ˜ nanzas b ´ ıblicas. Por lo tanto, el lugar dondeadoremos a Dios no es lo importante. Nuestra

    adoraci ´ on solo le complacer ´ a si concuerda con lo

    que dice la Biblia y obedece la gu ´ ıa del esp ´ ıritusanto.

    LOS SANTUARIOS Y LOS CRISTIANOS

    ¿C ´ omo deber ´ ıan verlos cristianos las peregrina

    ciones a los santuarios y la veneraci ´ on en estos lu

    gares? En vista de las palabras de Jes ´ us de que loverdaderos siervos de Dios lo adoran con esp ´ ıritu

    y verdad, adorarlo en un santuario o en un luga

    sagrado no tiene valor para   ´ el. Adem ´ as, la Biblia

    nos explica lo que Dios piensa de la adoraci ´ on

    de im ´ agenes, pues dice: “Huyan de la idolatr ´ ıay “gu ´ ardense de los   ´ ıdolos” (1 Corintios 10:14

    1 Juan 5:21). De modo que los cristianos verdade

    ros no deber ´ ıan adorar a Dios en ning ´ un lugar que

    se considere santo ni que promueva la idolatr ´ ıa

    Como ese es precisamente el prop ´ osito de lo

    santuarios, los verdaderos cristianos no adoran aDios en ellos.

    Esto no quiere decir que la Biblia proh ´ ıba tene

    un lugar favorito en el que orar, estudiar o medi

    tar. Un lugar tranquilo y digno donde reunirsecontribuye a aprender y a hablar de temas espiri

    tuales. Tampoco hay nada de malo en poner l ´ apidas en memoria de nuestros seres queridos. Ta

    vez solo sean manifestaciones de cari ˜ no y recuer

    do por los que murieron. Pero considerar ese sitio

    como un lugar sagrado, o adorar im ´ agenes o reli

    quias en   ´ el, es lo opuesto a lo que ense ˜ n ´ o Jes ´ us.

    As ´ ı que usted no necesita ir a un santuario parque sus oraciones tengan m ´ as probabilidades de

    que Dios las escuche. Tampoco lo va a bendecir dmanera especial por peregrinar a alguno de ellosLa Biblia ense ˜ na que Jehov ´ a, el “Se ˜ nor del cielo y

    de la tierra, no mora en templos hechos de ma

    nos”. Pero no crea que Dios es alguien distantePodemos orarle, y   ´ el nos oye estemos donde este

    mos, pues “no est ´ a muy lejos de cada uno de no

    sotros” (Hechos 17:24-27). ˇ

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    EL 26 de diciembre de 2004,  un terremoto demagnitud 9,1 sacudi ´ o la isla de Simeulue, si-tuada al noroeste de Sumatra (Indonesia). Quie-nes estaban en la costa vieron que el mar se retira-ba m ´ as de lo normal. Inmediatamente, todo el

    mundo ech ´ o a correr hacia las colinas, gritando:“Smong! Smong!”, que en el idioma local significa“tsunami”. En menos de treinta minutos, apare-

    cieron olas gigantescas que golpearon la costa,destruyendo casi todas las casas y aldeas.

    La isla de Simeulue fue la primera poblaci ´ on

    que recibi ´ o el impacto de aquel terrible tsunami.Sin embargo, de los 78.000 habitantes de la isla,solo murieron siete. ¿Por qu ´ e tan pocos?1 Un re-

    fr ´ an conocido entre los isle ˜ nos dice: “Si hay untemblor y ves que el mar se aleja, corre a las coli-nas, que pronto con fuerza regresa”. Los habitan-

    tes de Simeulue hab ´ ıan aprendido de sus antepa-sados a reconocer que se acercaba un tsunami al

    observar los cambios en el mar. Hacer caso a lasse ˜ nales de advertencia les salv ´ o la vida.

    La Biblia advierte que se acerca una cat ´ astrofeglobal, una “gran tribulaci ´ on como la cual no ha

    sucedido una desde el principio del mundo hastaahora, no, ni volver ´ a a suceder” (Mateo 24:21).

    No se trata del fin del planeta por culpa de la p  ´ e-

    1 El tsunami del 2004 se cobr ´ o la vida de m ´ as de 220.000 perso-nas, siendo uno de los tsunamis m ´ as destructivos de los que se tieneregistro.

    sima gesti

     ´ 

    on del hombre o por una cat

     ´ 

    astrofe natural; pues el prop ´ osito de Dios es que la Tierrsiempre exista (Eclesiast ´ es 1:4). M ´ as bien, Dio

    causar ´ a “la ruina de los que est ´ an arruinando ltierra”. Ser ´ a el fin de la maldad y del sufrimient

    (Revelaci ´ on [Apocalipsis] 11:18; Proverbios 2:22¡Qu ´ e bendici ´ on!

    Adem ´ as, a diferencia de los tsunamis, terremotos y erupciones volc ´ anicas, la destrucci ´ on que s

    avecina no acabar ´ a con la vida de personas inocentes. “Dios es amor”, dice la Biblia, y   ´ el prome

    te que “los justos mismos poseer ´ an la tierra, residir ´ an para siempre sobre ella” (1 Juan 4:8Salmo 37:29). ¿Qu ´ e puede hacer usted para sobre

    vivir a la gran tribulaci ´ on y disfrutar de las promesas de Jehov ´ a Dios? Haga caso a las se ˜ nales de advertencia.

    EST ´ E PENDIENTE DEL CAMBIO DE LA MAREA

    No podemos especificar la fecha en la que l

    maldad y el sufrimiento desaparecer ´ an, pues Je

    s ´ us dijo: “Respecto a aquel d ´ ıa y hora nadie sabeni los   ´ angeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo ePadre”. A pesar de ello, Jes ´ us nos anim ´ o a mantenernos alerta (Mateo 24:36; 25:13). ¿Alerta a qu ´ e

    La Biblia ofrece una descripci ´ on de c ´ omo ser ı́el mundo   antes   de que Dios trajera el fin. Ascomo un cambio repentino en el mar alert ´ o a lo

    habitantes de Simeulue de la proximidad de u

    Hacer caso de las advertenciaspuede salvarle la vida

    5  Dermot Tatlow/Panos Pictur

    2016, N  ´ UMERO 2   1

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    12   LA ATALAYA

    tsunami, tambi ´ en habr ´ ıa cambios importantes enla situaci ´ on mundial que nos alertar ´ ıan de que elfin se acerca. En el recuadro de estas p ´ aginas se

    ven algunos cambios de los que habla la Biblia.

    Es verdad que algunas de estas cosas han

    ocurrido en el pasado, aunque por separado y conun alcance limitado. Sin embargo, Jes ´ us dijo que

    cuando vi ´ eramos suceder “todas estas cosas” sa-br ´ ıamos que el fin estar ´ ıa cerca (Mateo 24:33).

    Preg ´ untese cu ´ ando a lo largo de la historia lascosas mencionadas por Jes ´ us 1) han sucedidoa escala global, 2) han ocurrido todas al mis-mo tiempo y 3) han llegado a un extremo sinprecedentes. Sin duda, estamos viviendo en ese

    tiempo.

    UNA MUESTRA DEL AMOR DE DIOS

    “Los sistemas de alerta temprana [...] pueden

    salvar vidas”, coment ´ o un expresidente de Esta-

    dos Unidos. Despu ´ es del tsunami del 2004, se instal ´ o en toda la regi ´ on un sistema de alarma en unintento de evitar que se repita la p ´ erdida de tantavidas. De forma parecida, Dios ha establecido unsistema de alarma que advierta sobre la llegadadel fin. La Biblia promete: “Y estas buenas nuevadel reino se predicar ´ an en toda la tierra habitadapara testimonio a todas las naciones;   y entoncevendr ´ a el fin” (Mateo 24:14).

    Tan solo el a ˜ no pasado, los testigos de Jehov adedicaron m ´ as de 1.900 millones de horas a predi

    car las buenas nuevas en 240 pa ´ ıses y territoriosy en m ´ as de 700 idiomas. Esta labor es una prueba clara de que el fin est ´ a cerca. Debido al amoque sienten por el pr ´ ojimo, los Testigos se esfuerzan al m ´ aximo por advertir a los dem ´ as de que ed ´ ıa del juicio divino se acerca r ´ apidamente (Mateo22:39). Y el hecho de que usted tenga a su alcancesta informaci ´ on confirma el amor que Jehov ´ a l

    IMPORTANTES SUCESOS MUNDIALESQUE INDICAN QUE EL FIN EST

     ´ A CERCA

    GUERRAS MUNDIALES

    Y AUMENTO DEL CAOS

    “Ustedes van a o ´ ır de guerras e

    informes de guerras; vean que

    no se aterroricen. Porque estas

    cosas tienen que suceder, mas

    todav ´ ıa no es el fin. Porque selevantar

     ´ a naci

     ´ on contra naci

     ´ on y

    reino contra reino [...]. Todas estas

    cosas son principio de dolores de

    angustia” (Mateo 24:6-8).

    ENFERMEDADES Y HAMBRE

    “En un lugar tras otro pestes

    y escaseces de alimento”

    (Lucas 21:11).

    ANARQU ´ IA SOCIAL

    Y CONFUSI  ´ ON RELIGIOSA

    “Muchos falsos profetas se levanta

    r ´ an y extraviar

     ´ an a muchos; y por e

    aumento del desafuero se enfriar ´ a

    el amor de la mayor parte” (Mateo

    24:11, 12).

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    2016, N  ´ UMERO 2   1

    tiene. Recuerde que Dios “no desea que ninguno

    sea destruido; m ´ as bien, desea que todos alcancenel arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Y usted, ¿har ´ acaso de la amorosa advertencia de Dios?

    ¡CORRA A UN LUGAR SEGURO!

    Recuerde que los habitantes de los pueblos cos-

    teros de Simeulue huyeron a lugares altos para po-nerse a salvo en cuanto vieron que el mar retro-ced ´ ıa; no esperaron a que volviera. Su reacci ´ on

    inmediata fue su salvaci ´ on. En cierto sentido, an-

    tes de que sea tarde, usted tambi ´ en tendr ´ a quehuir a un “lugar alto” para salvar su vida. El profe-ta Isa ´ ıas escribi ´ o por inspiraci ´ on divina una con-movedora invitaci ´ on que llega hasta el presente,

    “la parte final de los d ´ ıas”. La invitaci ´ on es: “Ven-gan, y subamos a la monta ˜ na de Jehov ´ a, [...]   ´ el

    nos instruir ´ a acerca de sus caminos, y ciertamen-

    te andaremos en sus sendas” (Isa ´ ıas 2:2, 3).

    Subir a una monta ˜ na permite tener una visi ´ om ´ as amplia y seguridad. Del mismo modo, conocer los caminos de Dios, que est ´ an en la Bblia, est ´ a ayudando a millones de personas dtodo el mundo a mejorar sus vidas (2 Timoteo 316, 17). Esto les permite andar “en sus sendas”, elas sendas de Dios, y disfrutar de su favor y cudado.

    ¿Aceptar ´ a usted la invitaci ´ on y la protecci ´ oque Dios le ofrece para estos tiempos cr ´ ıticosPor favor, analice en el recuadro que acompa ˜ na

    este art ´ ıculo las se ˜ nales b ´ ıblicas sobre “los  ´ ultimod ´ ıas” (2 Timoteo 3:1). Los testigos de Jehov ´ a qupredican donde usted vive estar ´ an encantados dayudarle a entender y a poner en pr ´ actica lo quense ˜ na la Biblia. Tal vez le gustar ´ ıa ver c ´ omo la Bblia responde a sus preguntas visitando nuestro stio jw.org. Vaya a   ENSE

      ˜ NANZAS B

     ´ IBLICAS  ˛  PREGUN

    TAS SOBRE LA BIBLIA. ˇ

    DECADENCIA MORALY SOCIAL

    COMO NUNCA ANTES

    “En los  ´ ultimos d

     ´ ıas se presentar

     ´ an

    tiempos cr ´ ıticos, dif

     ´ ıciles de mane-

     jar. Porque los hombres ser ´ an ama-

    dores de s ´ ı mismos, amadores del

    dinero, [...] desleales, sin tener cari- ˜ no natural, no dispuestos a ning

     ´ un

    acuerdo, calumniadores, sin auto-

    dominio, feroces, sin amor del bien,

    traicioneros, testarudos, hinchados

    de orgullo” (2 Timoteo 3:1-4).

    PREDICACI  ´ ON DEL REINO

    DE DIOS

    “Estas buenas nuevas del reino

    se predicar ´ an en toda la tierra

    habitada para testimonio a todas

    las naciones; y entonces vendr ´ a

    el fin” (Mateo 24:14).

    MUCHOS NIEGAN

    QUE EL FIN EST ´ E CERCA

    “En los  ´ ultimos d

     ´ ıas vendr

     ´ an bur-

    lones con su burla, [...] diciendo:

    ‘¿D ´ onde est

     ´ a esa prometida pre-

    sencia de  ´ el? Pues, desde el d

     ´ ıa

    en que nuestros antepasados sedurmieron en la muerte, todas las

    cosas contin ´ uan exactamente com

    desde el principio de la creaci ´ on’”

    (2 Pedro 3:3, 4).

    http://www.jw.org/eshttp://www.jw.org/es

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    14   LA ATALAYA

    IMAG ´ INESE que es un cristiano del primer siglo ysu congregaci ´ on acaba de recibir una carta delap

     ´ ostol Pablo. Mientras escucha la lectura, nota

    que el ap ´ ostol hace referencia varias veces a pasa-

    jes de “los santos escritos”, es decir, las Escrituras

    Hebreas (2 Timoteo 3:15). “Me gustar ´ ıa poder

    leer directamente esa cita”, piensa usted. Pero en

    aquellos tiempos, encontrar una cita no era nada

    f  ´ acil. ¿Por qu ´ e no?

    NI CAP

     ´ 

    ITULOS NI VERS

     ´ 

    ICULOS¿C

     ´ omo eran los manuscritos de “los santos es-

    critos” en la  ´ epoca de Pablo? En esta p

     ´ agina se

    muestra uno: se trata de un fragmento del libro de

    Isa ´ ıas procedente de los Rollos del mar Muerto.

    Como puede ver, son bloques de texto sin puntua-

    ci ´ on. Y sin los cap ´ ıtulos y vers ´ ıculos que usamos

    hoy.

    Los escritores de la Biblia no dividieron el men-

    saje que Dios les transmit ´ ıa en cap

     ´ ıtulos y vers

     ´ ıcu-

    los. Simplemente lo escribieron de corrido paraque los lectores pudieran tener el mensaje comple-

    to y no fragmentos sueltos. ¿Acaso no deseamos

    lo mismo cuando recibimos una carta importan-

    te de alguien amado? Queremos leerla completa,

    no solo peque ˜ nas porciones de ella.

    La falta de cap ´ ıtulos y vers

     ´ ıculos era un verda-

    dero problema. La   ´ unica forma que ten ´ ıa Pablo de

    hacer referencia a sus citas era decir “as ´ ı como

    est ´ a escrito” o “as

     ´ ı como Isa

     ´ ıas hab

     ´ ıa dicho” (Ro-

    manos 3:10; 9:29). Y estas citas resultar ´ ıan dif  ´ ıci-les de encontrar, a menos que uno conociera muy

    bien “los santos escritos”.

    Adem ´ as, aquellos “santos escritos” no estaban

    formados por un   ´ unico mensaje de Dios. A finales

    del primer siglo, consist ´ ıan en una colecci

     ´ on de

    66 libros. Por eso, hoy d ´ ıa, los lectores de la Biblia

    agradecen contar con cap ´ ıtulos y vers

     ´ ıculos que

    les ayuden a encontrar la informaci ´ on que buscancomo las muchas citas en las cartas de Pablo.

    Puede que se pregunte: “¿Qui ´ en le a ˜ nadi ´ o lo

    cap ´ ıtulos y vers

     ´ ıculos a la Biblia?”.

    ¿QUI ´ EN A

      ˜ NADI

      ´ O LOS CAP

     ´ ITULOS?

    Se dice que la divisi ´ on de la Biblia en cap

     ´ ıtulo

    se debe al cl ´ erigo ingl ´ es Stephen Langton, quien

    tiempo despu ´ es lleg

     ´ o a ser el arzobispo de Canter

    bury. La llev ´ o a cabo a principios del siglo trece

    cuando era maestro en la Universidad de Par ´ ıs.

    Anteriormente, los estudiosos de la Biblia ya ha

    b ´ ıan probado diferentes formas de dividirla en

    porciones o cap ´ ıtulos con la intenci

     ´ on, al parecer

    de facilitar las b ´ usquedas. Imag ´ ınese la comodi

    dad de poder buscar un pasaje en solo un cap ´ ıtu

    lo, en vez de tener que buscarlo en todo un libro

    como el de Isa ´ ıas, que tiene 66 cap

     ´ ıtulos.

    Lamentablemente, eso cre ´ o un problema: lo

    eruditos elaboraron varios sistemas incompatible

    entre s ´ ı. Por ejemplo, en uno se dividi

     ´ o el Evange

    lio de Marcos en casi 50 cap ´ ıtulos, no en los 16 que

    tiene ahora. En el Par ´ ıs de la   ´ epoca de Langton, vi

    ¿QUI  ´ EN DIVIDI

      ´ O LA BIBLIA

    EN CAP ´ ITULOS Y VERS

     ´ ICULOS?

    Por gentileza del Santuario del Libro, Museo de Israel (Jer

  • 8/19/2019 wp_S_201603

    15/16

    v ´ ıan estudiantes de muchos pa

     ´ ıses que hab

     ´ ıan tra

     ´ ı-

    do sus Biblias consigo. Pero alumnos y profesores

    ten ´ ıan problemas para referirse a los mismos pasa-

    jes. ¿Por qu ´ e? Porque la divisi

     ´ on de sus manuscri-

    tos no coincid ´ ıa.

    De ah ´ ı que Langton creara una nueva divisi ´ on

    de cap ´ ıtulos. Seg ´ un la obra The Book—A History of 

    the Bible  (El Libro. Historia de la Biblia), su siste-

    ma “capt ´ o el inter

     ´ es de lectores y escribas [y] se

    extendi ´ o r

     ´ apidamente por toda Europa”. La divi-

    si ´ on de cap

     ´ ıtulos de Langton es la que usan la ma-

    yor ´ ıa de las Biblias hoy.

    ¿QUI ´ EN A

      ˜ NADI

      ´ O LOS VERS

     ´ ICULOS?

    Unos tres siglos despu ´ es, a mediados del siglo

    diecis ´ eis, el conocido impresor y humanista fran-

    c ´ es Robert Estienne facilit

     ´ o a

     ´ un m

     ´ as las cosas.

    Su intenci ´ on era fomentar el estudio de la Biblia, y

    se dio cuenta de lo pr ´ actico que ser

     ´ ıa tener un   ´ uni-

    co sistema de numeraci ´ on tanto para cap ´ ıtulos

    como para vers ´ ıculos.

    Estienne no fue el primero a quien se le ocurri ´ o di-

    vidir el texto b ´ ıblico en vers ´ ıculos. Siglos antes, por

    ejemplo, copistas jud ´ ıos hab

     ´ ıan dividido la Biblia he-

    brea (o Antiguo Testamento) en vers ´ ıculos, pero

    no en cap ´ ıtulos. Al igual que ocurri

     ´ o con los cap

     ´ ıtu-

    los, no hab

     ´ 

    ıa un  ´ unico sistema de numeraci

     ´ 

    on.Estienne dividi

     ´ o el Nuevo Testamento (o Escri-

    turas Griegas Cristianas) con una nueva numera-

    ci ´ on de vers

     ´ ıculos y los combin

     ´ o con los de l

    Biblia hebrea. En 1553 public ´ o la primera Bibli

    completa en franc ´ es con pr ´ acticamente la mi

    ma divisi ´ on de cap

     ´ ıtulos y vers

     ´ ıculos que tenemo

    hoy. Algunos cr ´ ıticos alegaron que la divisi ´ on e

    vers ´ ıculos fragmentaba el texto b

     ´ ıblico como s

    se tratara de frases sueltas y sin conexi ´ on entr

    ellas. Con todo, otros impresores adoptaron r ´ ap

    damente este nuevo sistema.

    UNA GRAN AYUDA PARA ESTUDIAR LA BIBLIA

    Aunque dividir en cap ´ ıtulos y vers

     ´ ıculos la B

    blia parece una idea sencilla, este sistema le da

    cada vers ´ ıculo una “direcci

     ´ on”   ´ unica, como si fue

    ra una direcci ´ on postal. Es cierto que la divisi

     ´ o

    en cap ´ ıtulos y vers ´ ıculos no fue inspirada por Dio

    y que en ocasiones divide el texto por lugares extra ˜ nos. Pero la verdad es que nos facilita hallar lo

    vers ´ ıculos que son importantes para nosotros, d

    la misma manera en la que marcamos en un docu

    mento o libro una frase o expresi ´ on que queremo

    recordar.

    Aunque se trata de un sistema muy pr ´ actico, l

    m ´ as importante es entender el mensaje que Dio

    quiere comunicarnos mediante su Palabra. Procur

    leer el contexto de un relato y no un vers ´ ıculo aisla

    do. Si as ´ ı lo hace, estar

     ´ a cada vez m

     ´ as familiarizad

    con “los santos escritos, que pueden hacer[le] sabi

    para la salvaci ´ on” (2 Timoteo 3:15). ˇ

    Los cap ´ ıtulos y vers

     ´ ıculos nos permiten hallar

    cualquier pasaje b ´ ıblico. En esta revista, por

    ejemplo, la referencia “Isa ´ ıas 40:13” indica:

    a)   el libro de Isa ´ ıas

    b)  el cap ´ ıtulo 40

    c)  el vers ´ ıculo 13

    All ´ ı podemos leer las palabras de Isa

     ´ ıas:

    “¿Qui ´ en ha tomado las proporciones del

    esp ´ ıritu de Jehov

     ´ a, y qui

     ´ en como su hombre

    de consejo puede hacerle saber algo?”. Lascitas que hizo el ap

     ´ ostol Pablo de estas

    palabras ahora se pueden hallar f ´ acilmente

    en Romanos 11:34 y 1 Corintios 2:16.

    40“Consuelen, consuelen a mipueblo —dice el Dios de ustedes—

    2  Hablen al coraz ´ on de Jerusal

     ´ en y

    procl ´ amenle que su servicio militar ha sidcumplido, que su error ha sido pagado pocompleto.

    13   ¿Qui ´ en ha tomado las proporciones

    del esp ´ ıritu de Jehov ´ a, y qui ´ en como suhombre de consejo puede hacerle saberalgo?

    14  ¿Con qui ´ en consult ´ o para que se lehiciera entender...

    ¿C ´ omo se indican los cap

     ´ ıtulos y vers

     ´ ıculos?

    I S A ´ I A S

    a/

    b

    /

    c/

  • 8/19/2019 wp_S_201603

    16/16

    ¿QU ´ E ENSE

     ˜ NA 

    realmente

    LA BIBLIA?

    IDIOMA  

    NOMBRE  

    DIRECCI ´ ON  

     

     

    Para hallar la direcci ´ on, vaya a la p

     ´ agina 2

    ¿Qui ´ en es o qu

     ´ e es el Diablo?

    ¿DIR ´ IA QUE el Diablo es...

    ˙ ... un ser espiritual?

    ˙ ... un s ´ ımbolo del mal que llevamos dentro?

    ˙ ... un producto de la imaginaci ´ on?

    LO QUE DICE LA BIBLIA

    El Diablo habl ´ o con Jes

     ´ us y lo tent

     ´ o a desobe-

    decer (Mateo 4:1-4). De modo que no se tratade un ser imaginario ni de un s

     ´ ımbolo del mal.

    Es alguien real y malvado.

    ¿QU ´ E M

      ´ AS DICE LA BIBLIA?

    ˙ Dice que el Diablo era un  ´ angel bueno, pero que

    “no permaneci ´ o firme en la verdad” (Juan 8:44).

    Se hizo un mentiroso y se rebel ´ o contra Dios.

    ˙ Otros   ´ angeles se unieron a la rebeli ´ on de Satan ´ as(Revelaci

     ´ on [Apocalipsis] 12:9).

    ˙ El Diablo le hace creer a la gente que  ´ el no existe

    (2 Corintios 4:4).

    ¿Tiene el Diablo controlsobre la gente?

    ALGUNAS PERSONAS CREEN que eso es un cuen-to, mientras que otras tienen p

     ´ anico de ser po

    se ´ ıdas por los demonios. Y usted, ¿qu

     ´ e piensa?

    LO QUE DICE LA BIBLIA

    “El mundo entero yace en el poder del inicuo”

    (1 Juan 5:19). El Diablo influye mucho en loque la humanidad hace, pero no puede con-trolar a todos los seres humanos.

    ¿QU ´ E M

     ´ AS DICE LA BIBLIA?

    ˙ Dice que el Diablo se vale del enga ˜ no para

    aumentar su influencia (2 Corintios 11:14).

    ˙ En algunas ocasiones, los demonios pueden

    controlar a una persona (Mateo 12: 22).

    ˙ Con la ayuda de Dios, usted puede oponerse

    al Diablo y librarse de  ´ el (Santiago 4:7).

    ¿QU  ´ E D ICE LA BIBLIA?

    Quiero que me env ´ ıen el libro

    ¿Qu ´ e ense

      ˜ na realmente la Biblia?

    Si desea m ´ as informaci

     ´ on,

    consulte el cap ´ ıtulo 10 de

    este libro, publicado porlos testigos de Jehov

     ´ a.

    Tambi ´ en disponible en jw.org.

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