Instituto Nacional de Ecología
Libros INE
CLASIFICACION
AE 002067
LIBRO
Ciudad y medio ambiente calidad devida y percepción ambiental
TOMO
I II III I I I I I I I III I I I I I I I I I I I I III I II I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I
AE 002067
Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología
Subsecretaria de Ecología
Dirección General de Normatividad
y Regulación Ecológica
CIUDAD Y MEDIO AMBIENTE
CALIDAD DE VIDA
PERCEPCION AMBIENTAL
C E T A M E X
Centro de Estudios de
Tecnologías Apropiadas para México, A . C.
SUBSECRETARIA DE ECOLOGIA
ád4) CENTRO DE INFORMACION
SEDLIE
DOCUMENTAL
Secretarla de Desarrollo Urbano y Ecología
Subsecretaria de Ecología
Dirección General de Normatividad
y Regulación Ecológica.
Contratista :
Centro de Estudios de Tecnologías apropia-
das para México, A . C.
Estudio :
Ciudad y Medio Ambiente, Calidad de vida y
Percepción Ambiental.
Número : 412-020-85
Responsable
Técnico
CETAMEX :
Doctor S . Héctor Sejenovich
Responsable
Técnico
DGNRE:
Fecha de
Inicio :
Ing . Rodolfo Lacy Tamayo
15 de Septiembre de 1985.
Fecha de
término :
31 de diciembre de 1985 .
Ciudad y Medio Ambiente
Calidad de Vida
Y
Percepción Ambiental
El presente estudio fue desarrollado por el Centro
de Estudios de Tecnologías apropiadas para México, A . C.
(CETAMEX), para la Dirección General de Normatividad y
Regulación Ecológica de la Secretarla de Desarrollo Ur-
bano y Ecología (SEDUE), por un equipo técnico de CETA -
MEX dirigido por el economista Dr . S . Héctor Sejenovich,
e integrado por : Lic . Leticia Cufré, M . Ing . Silvio 01i
vieri, Lic . Ernesto Ortega, Lic . Rafael Ruiz, Mtra . Cin
tia Russo, Lic . Fernando Saavedra, Dra . Martha Schtein -
gart y Lic . Norah Torrents .
Ciudad de México, 1986 .
INDICE GENERAL
MOVIMIENTOS SOCIALES Y MEDIO AMBIENTE
INTRODUCCION
CAPITULO I .
Para quién y qué se produce.
1 .1
Los movimientos ecológicos globaJces : :hos análisis
de caso.
1 .1 .1
La Asociación Ecológica de Coyoacán ..
1 .1 .2 Las Comunidades Ecológicas : HuehuetoyotL
1 .2
Los movimientos urbanos por la . obtención -afile? los
bienes de consumo colectivo.
1 .2 .1
Terreno y vivienda
-
1 .2 .2
Los servicios
1 .2 .3
Las colonias y los movimientos : algunos ejemplos.
1 .2 .3 .1
El Puente
1 .2 .3 .2
San Miguel Teotongo
1 .2 .3 .3
Bosques del Pedregal
1 .3
El Terremoto : Consecuencias sociales.
1 .3 .1
Barrio de Tepito
1 .3 .2
Nonoalco-Tlatelolco
1 .3 .3
Colonia Doctores
Notas Capitulo i.
CAPITULO II .
Cómo se produce.
2 .1• Un ejemplo de respuesta ante la contaminaci6ndel
habitat.
2 .2
Luchas por la salud
2 .3
La basura : una alternativa social posible
2.4
San Juan Ixhuatepec : una catástrofe • evitt.all♦ le
Notas capitulo II.
CAPITULO I I I . C6mo, quiénes y con qué elementos naturales
se produce.
3 .1
Movimientos sociales por la defensa de los recursos
naturales.
3 .2
Los movimientos conservacionistas
Notas Capítulo III.
Consideraciones finales .
MET0D0LOGIA PARA EL ANALISIS' DE LA PROBLE1LATICA AMBIENTAL DE
LAS CIUDADES.
INTRODUCCION.
I. Consideraciones teórico-metodológica's
II. Propuesta Metodológica
- Tipología de ciudades
A .
Principales insumos para el funcionamiento y re-
producción de la ciudad.
1 .
Los insumos considerados
1 .1
La energía : Combustibles y energia eléctrica
- La Industria
- El transporte
- El consumo doméstico
1 .2
El agua
1 .3
Los alimentos
2 .
Los sistemas profeedores de insumos a la ciudad
B .
División socio-ambiental del espacio intra-urbano.
C .
Crecimiento urbano y su impacto en el espacio cir-
cundante.
Conclusiones
Bibliografía
Anexo 1 .
.,
CALIDAD DE VIDA
CAPITULO I.
I :
El concepto de calidad de vida :
una generalidad proble-
mática.
CAPITULO II.
II .
El sujeto : sus determinaciones técnico-ideológicas.
El sujeto de la necesidad.
CAPITULO III.
La satisfacción de la necesidad y el objeto satis
..
Propuesta Metodológica para investigar la calidad de
vida en un grupo determinado.
El proceso de investigación
1. Entrevistas focalizadas no dirigidas
2. Grupos operativos.
Bibliografía .
CONDICIONES DE SALUD Y MEDIO AMBIENTE :
EL tAS3 BE MEXICO
PRESENTACION.
PRIMERA PARTE :
PROCESO SALUD/ENFERMEDAD.
1 .1
Proceso salud-enfermedad como proceso sociial.
1 .2
Grupos sociales y enfermedad.
1 .3
Proceso salud-enfermedad en México.
1 .3 .1
Panorama de saneamiento básico y vivie°naa :: las con -
diciones ambientales.
1 .3 .2
El agua, el aire y el suelo.
1 .3 .3
Indicadores de salud : algunas consiiie .recâornes sobre
los sistemas de información.
1 .3 .4
Esperanza de vida.
1 . 3 .5
Mortalidad General
1 .3 .6
Mortalidad infantil y fetal
1 .3 .7
Mortalidad en las diferentes edades.
1 .3 .8
La salud, el medio ambiente y las condiciones de tra
bajo.
1 .3 .8 .1
Riesgos en el proceso de trabajo
1 .3 .8 .2
Luchas por la salud.
SEGUNDA PARTE . RESPUESTA SOCIAL AL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD
2 .1
Características históricas de la práctica médica.
2 .2
Atención a la salud en México : origen y evolución
histórica .
2 .3
Medicina estatal : asistencia pública y seguros so-
ciales.
2 .3 .1
La asistencia pública : cobertura
2 .3 .2
Institutos de Seguridad Social.
2 .3 .3
Cobertura nominal de las instituciones Je seguri7
dad social.
2 .3 .4 .
Los recursos físicos y humanos de las institucio -
nes.
2 .3 .4 .1
Recursos humanos.
2 .4
La medicina privada
2 .4 .1
Características de los establecimientos
2 .5
La medicina tradicional
2 .5 .1
Medicina tradicional en el medio urbano
2 .5 .2
La herbolaria de México
Bibliografía General .
10
INTRODUCCION.
El análisis de la cuestión ambiental Centra del amplio
concepto de los sistemas ambientales lo hemos desarrollado
en el estudio "Estilos de desarrollo y me>dl .o ambiente" don-
de presentamos nuestra concepción global de la problemáti -
ca ambiental relacionando los orígenes de dicha problemá -
tica con los movimientos sociales, los movimientos teóricos
y las políticas del estado . En este trabajo profundizaremos
algunos aspectos que nos parecen estratégicos como para de -
finir una política global sobre medio ambiente.
La primera parte de este estudio estará referida a tos
movimientos sociales desarrollados en relación con la probl'e
mática ambiental . Para estuadiar la forma en que se han de-
sarrollado los movimientos sociales haremos una rápida sin-
tesis de la problemática ambiental desarrollada en el primer
estudio para señalar en cada caso los motivos por los cuales
surgen los movimientos ambientales, y analizaremos los movi-
mientos más relevantes en México.
En la segunda parte profundizaremos - en los avances que
se han realizado en el ámbito de la ciudad y el medio ambien-
te . El análisis ambiental como forma de articulación entre
lo ecológico, lo económico y lo social y politico, brinda un
marco más integral para plantear las diferentes interaccio -
nes sociedad-naturaleza que operan dentro de la ciudad que
es parte integrante de un ecosistema donde se localizan deter
minadas relaciones sociales .
En la tercera parte analizaremos el con=:e.pt de calidad
de vida como forma de definir. mejor. el objetiva Tmndamental
que necesita todo plan ambiental . Superando la n~arión restrin
gida de necesidades básicas o esenciales hemos p e=al izado impor
tantes avances para llegar a ciertas metodroio .g1..as de evalú'a-
ción de la calidad de vida y de la percepcMra armbantal que
permitan orientar los planes ambientales . Flnadsm:erantte, por
su importancia, hemos realizado un análisis de una necesidad
estratégica, introduciendo en el mismo la ;p.erspe.ctiiva ambien
tal .
Los movimientos sociales y los orígenes de la cuestión
ambiental.
El planteamiento de la cuestión ambiental a nivel mun-
dial se manifestó a fines de la década de los sesenta y co-
mienzos del 70 . En un principio estuvo fuertemente signada
Bpor los problemas derivados de la contaminación de las gran
des urbes y la finitud de los recursos ante los incrementos.
de la población, pero luego en los sucesivos debates susci-
tados en las Conferencias Preparatorias a la de Estocolmo
(1972), fue ganando amplitud conceptual para considerarla
como una concepción más global del desarrollo . Un desarro-
llo que consideraba el crecimiento de los sectores produc -
tivos sólo como un medio para contribuir al objetivo : el
desarrollo más integral del hombre.
Consideramos , que este planteamiento global es el re-
sultado de la confluencia de los diferentes movimientos so-
12
ciales y teóricos que en esa época coincidiae An para deli-
near los diferentes temas que la conferencia ile Estocolmo in
tegró en su declaración.
Estos movimientos fueron los siguientes:
a) Movimientos . sociales creados con motivo -de :las reaccid-
nes sociales generadas por los altos niveles de contami -
nación de las grandes ciudades en los principales paises
centrales.
Estos altos niveles de contaminación cuest•i*naban no só-
lo la existencia de un adecuado ambiem :t>e natural para la
vida, sino también las condiciones aptas ;para la conti -
nuación del proceso de producción . Por ei .im se plantea-
ba un cambio tecnológico a nivel mundial_
b) Movimientos estudiantiles creados en las nocilizaciones
estudiantiles ocurridas en 1968 en Europa Occidental
Estos movimientos planteaban la necesidad q use generar
cambios fundamentales en el estilo de desarrollo que
permitiera una calidad de vida diferente, relaciones so-
ciales solidarias, una división del trabajo que permitie
ra un desarrollo creativo del hombre.
Movimientos teóricos surgidos en torno a la problemática
de la evolución de la relación población-recurso.
_ A principios de 1970 se realizaron varios estudios a
nivel mundial que estimaban que si las tendencias de in-
cremento de la población se mantenía y las existencias de
recursos eran las que resultaban de los estudios, se pro-
duciría una grave crisis de contaminación y finitud de
c)
13
)d
recursos en breves plazos . Contra esta visiion polemi -
zaban quienes consideraban que mas que unalifimitud de
recursos la crisis era planteada por la distribución
de los mismos . Esta distribución era la que provocaba
miseria en la actualidad y en un futuro probable.
Basada en la idea de la finitud de recursos se funda-
mentó la política de restricción al crecimiento de
la población que se difundió a nivel mundial con gran
intensidad.
Movimientos teóricos basados en la crítica dei desa -
rrollismo especialmente en América Latina.
A comienzos de la década de 1970 se empiezan a cuestio -
nar los supuestos en los que se había basado la concep -
ción del desarrollo vigente. La introducción de grandes
industrias y el sustantivo aliento a este sector asf co
mo algunós cambios en la estructura agraria hablan per -
mitido un importante incremento de las actividades pro-
ductivas pero no lograron la satisfacción de las necesi -
dades básicas de la población manteniéndose un nivel de
desocupación y subocupación preocupante . La dependencia
de un sector pasó a otro, especialmente tecnológico, pe
ro se había avanzado poco en un desarrollo autososteni-
do . Por ello se planteaba la necesidad de pensar en un
desarrollo diferente, basado esencialmente en la movi -
lización del potencial productivo de los recursos na-
turales que cada pars tenla, con tecnologías adecuadas
y participación de la población .
14-
Movimientos conservacionistas en los países aem desarro
llo.
Estos movimientos se hablan formado varias d4cadas an-
tes y estaban constituidos por profesionales sensibles
al deterioro de la naturaleza . Planteaban si fefensa,•,
y a través de su acción se formaron los parques nacio -
nales, se difundieron algunas tecnologias ade :cuuadas y
algunas prácticas conservativas de los recursos . . No in-
fluyeron sin embargo en mas dicisiones de pia&i icación
y en general sus planteos se mantenían a9 margerm de la
propuesta de alternativas reales a las formas generali-
zadas de manejo de los recursos . Sin embargo corm el plan
teamiento de la cuestión ambiental y la generación de
nuevos movimientos con una concepción mâs global, logran
incidir con una perspectiva diferente y su accidn se
vuelve más efectiva.
Estas corrientes de opinión plantearon la necesidad de
una visión más integral del desarrollo.
El desarrollo y el Medio Ambiente no sólo no se oponen
sino que constituyen dos aspectos diferentes del mismo con-
cepto . Lo que realmente está en juego es la gestión racional
de los recursos con el objeto de mejorar el habitat global
del hombre y asegurar una calidad de vida mejor de todos los
seres humanos . Una vez más, es el concepto de desarrollo el
que, de igual manera, se amplia y se hace más realista ; el
crecimiento es el fundamento necesario de la igualdad, el
principio que determina la distribución de la renta ; la ca-
lidad de vida, definida de una manera concreta para cada
15
uno de los grupos sociales urbanos y rurales, .um mbjetivo
de la sociedad ; el manejo .de1 medio ambiente, mm medio para ,
realizar una gestión racional de los recursos, ci ►trolando
al mismo tiempo el impacto del hombre sobre l .a natuiraleza.
CONCEPTUALIZACION DEL PLANTEAMIENTO DE LA sC E TION
AMBIENTAL.
Como hemos visto en el apartado anterior la cw stión
ambiental hace referencia a un planteamiento anás &robal
del desarrollo . Sabemos que posibilita la satisfaccilón de
las necesidades de la población mediante un manejo adecuá -
do de los recursos . El papel de las ciencias sociales en
este caso, junto con las naturales, consiste en estudiar
los diferentes problemas que obstaculizan el cumplimiento
de los objetivos de un desarrollo integral . Se trata en-
tonces de estudiar la forma en que la actual sociedad uti
liza los recursos y responde a las necesidades básicas
del pars.
La sociedad transforma el medio y los recursos n.
rates de acuerdo con la racionalidad que rige sus relacio -
nes de producción, distribución, cambio y consumo.
Es en la relación sistemática de estos tres ámbitos
tonde se han tratado de destacar algunos aspectos que inte -
resan en el estudio de la cuestión ambiental . El análisis
de la racionalidad del proceso global --producción, dis -
tribución, cambio y consumo-- y su desarrollo histórico
sustentan la explicación de los principales problemas am-
bientales .
16
La producción y sus momentos constituyen categorías crí-
ticas de la articulación sociedad-naturaleza "como parte in-
tegrante de un sistema global toda la naturaleza está media-
da socialmente y las relaciones sociales se dan en una es -
tructura natural con la que interactúa" (1)
La racionalidad productiva se analiza desde la perspec -
tiva de la racionalidad de los sujetos sociales fundamenta-
les de la sociedad, de la racionalidad económica donde estos
sujetos sociales actúan, y de la racionalidad manifiesta o
real .
La lógica que imprime esta racionalidad global a la di -
námica social genera profundos desequilibrios dentro mismo
de las relaciones sistemáticas entre producción, distribu -
ción, cambio y consumo que se manifiestan a nivel de la so -
ciedad y de la naturaleza . Los problemas ambientales deri -
vados de estas distorsiones provocan reacciones sociales que
se han ido canalizando históricamente en las reivindicacio -
nes de los partidos politicos, las organizaciones sindicales
y campesinas y en las últimas décadas se han conformado mo-
vimientos específicos . La composición de estos movimientos
sociales es frecuentemente policlasista y se relaciona con
la acción que las organizaciones políticas y sindicales tra-
dicionales han venido desarrollando respecto a temáticas ge
nerales del poder y de la lucha social.
Estos movmimientos se forman en función de un proble-
ma especifico pero el proceso de movilización y las accio-
(1) Sejenovich, Héctor . Revista de la Sociedad Interamericana de Pla-
nificación, SIAP, 1984 .
17
nes destinadas a aquel objetivo llevan a la toma de concien
cia de las contradicciones más globales existentes en la so
ciedad . Se, va estructurando así una táctica de autosubsis -
tencia en la cual los sectores sociales que no logran obte -
ner la satisfacción de una demanda, tratan de obtenerla por
sí mismos (vivienda, alcantarillado, agua, luz, hospitales,
etc .)
Las políticas estatales se encuentran en graves encru -
cijadas . Por un lado tratan de responder a aquellas deman -
das, al deterioro ambiental y a los graves problemas que
palntea el sistema productivo global, pero se hallan acota-
das por otro lado, por el tipo de problemática que se trata
en relación con los aspectos más esenciales del sistema eco -
nómico.
Las profundas distorsiones que mencionábamos dentro del
'istema productivo e manifiestan en el objetivo de la pro-
&acción : para quién y qué se produce.
Se producen bienes y servicios y se construye un ha-
bitát para la vida y el desarrollo de las actividades produc
tivas . Pero es en la distribución de aquellos elementos y
en la diferenciación del habitat donde se pueden ver clara-
mente los desequilibrios que genera la racionalidad produc-
tiva .
Por un lado se satisface la demanda solvente de la
sociedad, el aparato productivo del país se orienta primor
dialmente a responder a esta demanda y quedan parcialmente
cubiertas las necesidades esenciales del conjunto de la po
biación del pars .
18
Sólo una parte reducida de la poblact6h tiene acceso
directo a los bienes y servicios y la dist't•i-bución desi -
gual del ingreso deja a 19s grandes masas sin acceso direc
to .
Las caractertsticas de la producción tienden a la crea
ción de oligópolis y consecuentemente a un gran derroche
económico en la generación de nuevos productos, la reduc -
ción de la vida Gtil de los bienes, la distorsión del apa -
rato financiero, el incremento de la propaganda, etc.
Esta forma de producción absorbe los recursos de la so
ciedad y deja grandes socios en la satisfacción de las ne -
cesidades esenciales (salud, vivienda, alimentación, educa -
ción) además de provocar deterioro del habitat y del medio
ambiente natural.
Estas características y orientación de la producción
y su relación sistémica con la distritución-cambio y consu-
mo sellan una relación particular del hombre con la natura-
leza .La .lógica de maximización de las ganancias implica el
constante incremento en la productividad del trabajo con el
empleo de tecnología intensiva.
Esto va generando un modelo de desarrollo global muy
concentrado económica, social y políticamente . Se concen -
tran las inversiones en determinados espacios, con econo-
mías de aglomeración que llevan a un incontrolable creci-
miento urbano (ejemplo característico de la ciudad de Mé-
xico), a un desarrollo desigual de regiones, a un habitat
inadecuado y a altos niveles de contaminación del medio
19 .
ambiente no sólo urbano sino también rural.
Las políticas del Estado intentan (y lo logran en mu-
chas ocasiones) equilibrar las distorsiones de este estilo
de desarrollo . La tensión en el sistema para el logro de
tales objetivos es constante.
Los principales procesos de explotación y manejo de
los recursos naturales se hallan dentro de este estilo de
desarrollo se ven seriamente afectados.
Se verifica un gran despilfarro y sobreexplotación de
elementos naturales con los que se produce.
En la práctica coexisten procesos de explotación de
los recursos naturales que se enfrentan en su lógica de
producción (ejemplo de laeconomía campesina y el estilo
de desarrollo predominante) . La modernización del agro en
México llevó en muchos casos a lasubutilización por un
lado y a la sobreexplotación por el otro de muchos ecosis -
temas .
-
El estilo de desarrollo dominante refleja una explo -
tación de los recursos naturales basada en la lógica de
maximización de la ganancia de lo que se deriva una utili-
zación preferencial o exclusiva de los elementos naturales
que ganan una ventaja comparativa (nacional o internacio-
nal-), que permite la obtención de ganancia a corto plazo.
El uso de una tecnología que minimiza los costos de
producción pero simplifica por otra parte el ecosistema
original hacia sistemas monoproductores, constituye otro
pilar del estilo de desarrollo .
20
Estas distorsiones y desigualdades en la orientación de
la producción, en las características fundamentales que ad-
quiere y en la forma de explotación de los recursos natura-
les, generan reacciones sociales que se organizan por los
canales tradicionales (partidos politicos, sindicatos, ete- .)
y por movimientos sociales específicos (movimientos ambientis
tas) .
a
Analizaremos en el caso mexicano varios ejemplos de es-
tos movimientos que nos permitirán armar un cuadro más cla -
ro de las respuestas sociales organizadas al . estilo de desa -
rrollo dominante .
21
MOVIMIENTOS SOCIALES
Y
MEDIO AMBIENTE
22CAPITULO I.
OBJETIVO DE LA PRODUCCION . PARA QUIEN Y QUE SE PRODUCE.
Analizaremos en primer término los movimientos sociales
relacionados con el"para quién"y"qué se produce".
La producción :está destinada a satisfacer @a demanda
solvente, es decir la que
manifiesta realmente en el mer-
cado . Esto manifiesta claramente la deformación del aparato
productivo dentro del estilo de desarrollo-predominante, ya
que dentro de la lógica que rige su dinámica quedan insatis
fechas las necesidades básicas de la población (salud, vi -
vienda, educación, alimentación, etc .), desarrollándose tác
ticas de autosubsistencia y movimientos: sociales que preten
den responder a estas carencias ; se genera un habitat ina -
decuado ; y profundos desequilibrios en las posibilidades de
consumo de bienes y servicios del conjunto de la población.
Cuando los diferentes sectores sociales toman concien-
cia de estos problemas naturales y sociales (insatisfacción
de necesidades básicas, deterioro ambiental, despilfarro y
destru-ción de los recursos naturales, habitat inadecuado,
un nivel de consumo elevado en ciertos sectores de la po-
blación mediado por la propaganda, etc .) se organizan en
movimientos que ofrecen canales viables para demandar tan-
to al estado como al sistema económico una respuesta alter ..
nativa.
Los objetivos de estos movimientos coinciden en ocasio
nes con las demandas de partidos políticos pero es importan
te señalar su especificidad . Si bien pueden superponerse a
las actividades de partidos politicos y sindicatos, la pers
23
pectiva ambiental que impregna estos movimientos sociales
les confiere posibilidades de acción en espacios diferen-
ciados del qué hacer social y politico.
1 .1
Los movimientos ecológicos globales : Dos análisis del
caso.
Se trata de aquellos movimientos sociales cuyos integran-
tes pueden relacionar todos los aspectos en que se mani-
fiestan las contradicciones del sistema productivo y pro-
ponen alternativas de cambios profundos que abarcan no s6
lo el manejo de la naturaleza sino también las relaciones
entre los hombres . Estos movimientos tienen gran importan -
cia ya que plantean una visión global de las reivindicacio
nes parciales alternativas de desarrollo y de estilo de vi
da diferentes . Se han mantenido en México fuera de las
estructuras políticas tradicionales si bien muchos parti -
dos politicos y sindicatos tienen planteos que incluyen la
problemática ambiental.
La crisis económica y social que vive el país en la
actual coyuntura, hace posible preveer qué las considera-
ciones ambientales se van a plantear cada vez con mayor
fuerza y estos movimientos con concepciones globales ten-
drán cada vez mayor importancia.
1 .1 .1
La Asociación Ecológica de Coyoacán.
Surgieron en la década del 70, principios de los 80
asociaciones de vecinos como las "brigadas verdes", que
24
se reunieron en torno a la defensa de las áreas verdes con
motivo del "plan de desarrollo vial", que amenazó con el
deterioro : ecológico de muchas colonias . Esto comenzó en los
sesenta, constituyéndose la "Asociación Ecológica de Coyoa-
cán", en torno a la defensa de la supervivencia de los Vi-
veros . Esta asociación quedó definitivamente formada en
1983, debido a la toma de conciencia de grupos de personas
acerca de la "necesidad de buscar una nueva forma de vida
que se aparte de la enajenación mercantilista en la que vi
vimos"(l) .Esta,agrupación afirmaba en momentos de su cons -
titución "que las urgentes acciones requeridas para instau
rar el equilibrio ecológico son responsabilidades sociales
que sólo pueden cumplirse mediante la organización de gru -
pos autónomos, capaces de concentrar y articular los es-
fuerzos individuales . . . La conservación y el restableci-
miento del equilibrio ecológico sólo son viables a tra-
vés de la recuperación de la solidaridad comunitaria hasta
formar una sociedad civil autogestionada y vigilante ." (2)
Esta asociación, según sus afirmaciones se rige exclu
sivamente por los intereses de sus miembros, y no está afi
liada a ningún partido político, entidad religiosa, oficial
o empresarial . Sus objetivos generales son los de "integrar
una organización eficaz y racional de los ecosistemas natu
rales, así como para generar actitudes que favorezcan el
desarrollo de una sociedad en'armonfa con el medio ambien-
te" . Estos objetivos genéricos se traducen en objetivos
'particulares : 1) "promover la formación de una conciencia
ecologista en la sociedad ; 2) ser portavoz y medio de pre-
25
Sión de la sociedad civil ante entidades públicas y priva-
das ; 3) colaborar con grupos, comunidades y organismos, pú-
blicos y-privados, en la identificación y solución de pro -
blemas ecológicos ; 4) alentar el surgimiento y multiplica -
ción de grupos ecologistas a nivel de manzanas, barrios,
comunidades, etc ; ' 5) estimular la autonomía y la autoges -
tión de comunidades y grupos en armonía con el medio ambien
te, como alternativas a la sociedad industrial, centralis-
ta, burocrática y masificadora ." (3)
Nos hemos extendido en la exposición de los objetivos
de esta asociación porque se pueden apreciar característi -
cas más o menos comunes a otras asociaciones de su estilo.
Se advierte por una parte que es la expresión de la toma
de conciencia "ecológica y política" de una situación que
va más allá de la simple defensa de zonas verdes de una
colonia, si bien en el origen de la organización se encuen
tren acciones de este tipo.
Por otra parte se constata que la toma de conciencia
política no pasa por laqdhesión a un partido polftico de
oposición u oficial, a pesar de que entre sus objetivos se
planteen varios de evidente corte político, que podrían o
quedeberfan formar parte del programa de acción de los par-
tidos políticos . Las propuestas de autonomfa, autogestión
de las comunidades tendientes a fortalecer la constitución
'de la sociedad civil, reflejan, así como el planteo de al-
ternativas a la sociedad industrial y de consumo, la bús -
queda de propuestas viables que puedan responder al esti -
lo de desarrollo dominante . No debemos olvidar, sin embar
26
go, que este tipo de agrupación aglutina sectores de clases
medias urbanas que si bien han realizado todo un proceso de
toma de conciencia de la situación de destrucción ecológica
y de distorsión en la formación social y económica de la so -
ciedad mexicana, no tienen un accionar claro de moviliza -
ción ni organización que alcance a sectores tal vez mucho
mas afectados . Los caminos de la lucha por la búsqueda de
alternativas viables al estilo de crecimiento económico son
largos y sinuosos, organizaciones de este estilo se hallan
en los comienzos de una época distinta que puede tal vez
conducir a puntos de encuentro muy fructíferos con otras
formas de acción.
Se ha establecido entre varias asociaciones ecologis -
tas entre las que se encuentran la Asociación Ecológica de
Coyoacán, la Alianza Ecológica Nacional y muchas otras,
una serie de acciones y proyectos conjuntos ; con más de
130 grupos integran una red (Arcorredes es su órgano, apa-
rece desde el otoño de 1984), en vistas de la formación
de una Coordinadora Nacional de Organizaciones Ecologistas.
Entre las acciones conjuntas se encuentran : la recupe -
ración expropiación del Parque Nacional "Desierto de los
Leones" en el D . F ., la suspensión del Programa de Reorde-
namiento Urbano y Protección Ecológica del D . F . (PRUPE):
manifestaciones y acciones de protesta contra la destruc -
ción ecológica y la contaminación de PEMEX en todo el
pats ; y la suspensión de las obras de ampliación del Aero -
puerto Internacional de la Ciudad de México .
27
Constituyen esta red de organizaciones : la Asociación
Ecológica Coyoacán, A . C . ; Alianza Ecologista Nacional;
Asociación Ecológica de Tlalpan ; Amigos de la Tierra ; Ami-
gos de la Naturaleza ; Red Ecologista ; Xochicalli ; Sobrevi-
vencia, A . C . ; El Oyameyo ; Pequeños Propietarios del Ajus-
co ; Grupo Popo ; Grupo de Estudios Ambientales Colonia Popu-
lar Bosques del Pedregal, y muchas más .
28
1 .1 .2
Las Comunidades Ecológicas : Huehuecoyotl
Dentro de la modalidad de comunidades ecológicas con
planteos globalizadores, se pueden citar varios ejemplos:
Huehuecóyotl, en Tepoztlán, Morelos ; Crutsio, en Ensenada,
BCN ; Los Horcones, Hermosillo, Sonora ; Los Guayabos, en
Zapopan, Jalisco ; El Oyameyo, en Topilejo, D . F ., etc . Con
sideremos el ejemplo de Huehuecoyotl, este "es un espacio
verde, situado a 8 km de Tepoztlán, . . . en el año 1982 es-
cogimos nuestra primera base permanente, después de muchos
años de vida nómada . . . Después de dos años de vida, han na-
cido ya las primeras casas, y los primeros trabajos comuna-
les de captación de lluvias, de reciclaje de aguas grices,
de agricultura y de todo tipo de mejoras a este micromundo,
para que este se convierta cada vez más en un sitio más be -
llo, más cómodo y más funcional . La idea es crear un lugar
donde vivir sea una actividad relajada y donde sea posible
llevar a cabo una vida al aire libre . . . Una vez que pasen
los primeros tiempos y que encontremos una armonía entre
nosotros mismos y con el medio ambiente, empezaremos a
echar a andar nuestros talleres artísticos, fuente de so-
brevivencia y de trabajo . . .Huehuecoyotl es un ejemplo real
de personas de nacionalidades distintas que buscan ECOREVO
LUCIONAR armónicamente, con una actitud positiva frente a
la vida . . ." (4)
Este tipo de grupos y comunidades comenzaron a unirse
a partir de febrero de 1934, creando La Red, y en otoño del
84 aparece el primer número de "Arcorredes,
órgano de Eco
comunicaciones Alternativas de la Red" . En el número 2 de
esta publicación se señala que ya son 70 las organizacio-
29
nes que forman parte de la Red, se . está formando un banco de
datos con el objeto de dar servicio informativo . . . y se plan
tean coóperativas para distribuir los distintos productos
de los grupos . (5)
Los objetivos explícitos de la comunidad de Huehuecoyotl
son los de'Ecorevolucionar con el ejemplo', dentro de estos
marcos se inscriben muchas de las organizaciones que se inclu
yen en la Red . A "primera vista" parecen ser ejemplos de re-
ducidas posibilidades de difusión a nivel popular ya que ge
neralmente estas comunidades por un lado están integradas
por sectores medios urbanos en la búsqueda de alternativas
al estilo de vida urbano que impone un ritmo ciertamente neu
rótico a la cotidianeidad deteriorando la calidad de vida.
Y por otro lado se manifiesta una búsqueda de alejamiento
de la civilización, o forma de vida que impone el estilo
de desarrollo predominante, que a veces encierra una idea
de retorno a la vida natural un poco idealista . Es injusto
seguramente incluir en esta perspectiva a los diversos gru
pos que integran la Red, y estamos muy lejos de pretender
profundizar en la critica a estas organizaciones, pero nos
resulta importante señalarla aunque no sea más que a nivel
de esbozo . Además el camino seguido por estas comunidades
puede conducir en algunos casos a encontrar los canales
de comunicación con sectores más amplios de la población,.
en todo caso lo que resulta claro es que los canales no
son evidentes y que es necesario una larga tarea para lo
grar extender este tipo de experiencias .
30
1 .2
Los movimientos urbanos por la obtención de los bienes
de consumo colectivo.
La gran afluencia migratoria hacia las regiones urba-
nas del pats, fundamentalmente en la ciudad de México, Gua
dalajara y Monterrey, desde los inicios del proceso de in-
dustrialización (década de los 30 y 40), han propiciado la
ocupación del espacio periférico de estas ciudades . Estos
asentamientos irregulares constituyen el rasgo más carac -
terístico del proceso de urbanización de las últimas déca -
das . La lucha por la ocupación del espacio conlleva a pos -
teriores luchas. por la implantación de la infraestructura
de servicios urbanos . Analizaremos algunos movimientos popu
lares que se organizaron en la ciudad de México para la ob-
tención de los bienes colectivos, considerando las distin-
tas etapas de urbanización de la ciudad y tomando como basé
algunos ejemplos sobresalientes.
El modelo concentrado de desarrollo alcanza sus ltmi-
tes más extremos en el proceso de urbanización que ha vivi-
do el pats en los últimos 40 años . Veremos en este apartado
los movimientos urbano populares tomando como ejemplo la ciu
dad de México, donde las características sobresalientes del
crecimiento urbano incontrolable se manifiestan más clara-
mente .
En 40 años la ciudad de México pasó de 11,700 has a
100,000 has (6) . La metrópoli adquiere en este periodo una
estructuración determinada de su espacio urbano . El proce -
so de concentración del ingreso del periodo 40-55 corres-
pondió, especialmente, a la consolidación del modelo de ur-
banización segregada que comenzó con el porfiriato . Los
31
fraccionamientos privilegiados se concentraron en el ponien
te y sur, el norte y el oriente se reservó a las colonias
populares . El norte de la ciudad fue la localización prefe-
rente desde los 40 . Los trabajadores y sus familias se fue-
ron instalando, siguiendo la dinámica que impone el modelo,
en las Delegaciones del Norte . El centro histórico de la
ciudad sufrió un marcado proceso de tugurización, los mi-
grantes rurales se hacinaban en las viejas vecindades, y
grandes grupos de residentes migraron hacia la periferia,
hacia el poniente, y hacia el sur de la ciudad . El centro
fue testigo también, de la expansión de los servicios, el
comercio y el aparato administrativo del estado, se hicie-
ron entonces nuevas construcciones.
La ciudad desbordó los limites del D . F ., penetrando
hacia el norte en el Estado de México, este proceso fue ca
racterfstico del periodo de desarrollo estabilizador (50-70).
Las clases medias concentraron sus inversiones inmobiliarias
en nuevos fraccionamientos (Satélite 1957, Echegaray), mien-
tras los sectores populares ocuparon terreno del vaso del
lago de Texcoco.
La década de los 60 propició cambios mayores . Hubo re -
ducción de la producción y actividades agrícolas, agudizán-
dose la migración hacia las ciudades.
La introducción de financiamiento extranjero (BID y
generaron los primeros mecanismos financieros de cons-
trucción de vivienda de "interés social" . Las políticas
crediticias de financiamiento a la vivienda tomaron impul-
so en esta época . Se abandonaron los antiguos proyectos de
32
construcción estatal de viviendas de renta y se adoptó el
modelo de la casa propia.
Las, industrias proliferaron junto con los asentamien-
tos irregulares . El ejemplo de ciudad Nezahualcoyotl, es
característico, allí la población pasó en los 60 de 65,000
a 650,000 habitantes, en 1975 tenla 1 .3 millones . (7)
En este periodo el crecimiento urbano se dio hacia el
Se y So . Hacia 1977 los asentamientos irregulares represen -
taban el 65% de la urbe (8)
El área urbana creció casi 9 veces entre 1940 y 1980,
incluyendo la acelerada descentralización de las activida-
des productivas, comerciales y de servicios, así como la
suburbanización de los diferentes estratos de la pobiación(9).
La estructuración social del espacio presenta entonces las
siguientes características : más heterogéneo (con mayor mez -
cla social) en la zona central y más homogéneo (modelo de
urbanización segregada) en la periferia.
En respuesta a esta dinámica que adquirió la urbaniza -
ción de la ciudad de México, los distintos grupos sociales
fueron organizando su convivencia y su existencia y en mu-
chos casos su subsistencia . Nosotros nos ocuparemos de la
respuesta dada por los sectores populares a los desafíos
planteados por el incontrolable crecimiento urbano . El mo -
vimiento urbano popular engloba a colonos, inquilinos, po -
sesionarios, solicitantes de viviendas y trabajadores no
asalariados, en lucha por mejores condiciones de vida y
de consumo . Las acciones de estos movimientos se desarro-
33
Ilan alrededor de la lucha por el acceso al suelo, la vi-
vienda y los bienes de consumo colectivo en general . Tam-
bién abarca las acciones de los pobladores urbanos por de-
cidir sobre distintos aspectos de la vida comunitaria lu-
chando contra el deterioro del medio ambiente, partitipan-
do en la gestión de los medios de consumo colectivos y de-
sarrollando una cultura propia a partir de sus experiencias
cotidianas.
En este proceso el movimiento urbano pupular (MUP) ha
ido logrando algunos objetivos : a través de las organiza-
ciones vecinales se ha avanzado en el campo de la gestión
de los bienes de consumo colectivo, organizandose también
en ligas de consumidores para defenderse de la carestía de
la vida y logrando mantener o impulsar la defensa del medio
ambiente.
Es desde la esfera del consumo colectivo que se gestan
y maduran --a través de variadas redes organizativas y si-
tuaciones urbanas-- formas de actuación que se van transfor
mando en fuerzas sociales . Los conflictos que se producen .
a partir de un crecimiento urbano tan caótico como el de la
ciudad de México van encontrando respuestas,alternativas di
ferentes de vida asociativa e identidades colectivas, alre-
dedor de objetivos que aglutinan a amplios segmentos de la
población sobre necesidades y problemas comunes de vivien -
da, servicios y equipamientos . Estas son, como ya hemos se -
ñalado, las reivindicaciones permanentes de los movimientos
urbanos .
34
En forma general entendemos por movimientos urbanos to
das aquellas acciones llevadas a cabo por habitantes de la
ciudad cúyo fin va a estar relacionado con los problemas y
carencias ya mencionados (servicios, vivienda, acceso al sue
lo, protección del espacio en que habitan, etc . . . .) y su co
mún denominador va a ser que se oponen a algún proceso ori -
ginado, ya sea por los intereses privados (problemas de frac
cionamientos de terrenos, propietarios de inmuebles, etc .),
o institucionales (como seria el determinar cambios de uso del sue
lo en zonas habitacionales), proceso que ingluye en el am-
biente físico ocupado por la comunidad o grupo que se movi -
liza .
Se debe destinguir entre tipos de acciones y tipos de
organización, ya que dan distintos tipos de combinaciones
entre ambas . Existen fundamentalmente dos tipos de accio -
nes : movilización masiva, es decir grupos grandes a perso -
nas que se reunen para hacer públicas sus demandas ; y por
medio de representantes del trupo demandante que acude a
las oficinas de gobierno relacionadas con su demanda.
Con respecto al tió de organización, existen desde
la organización informal, coyuntural, que surge para aten-
der un problema específico, es dirigida por líderes espon -
táneos y desaparece rápidamente ; la organización formal en
que los representantes son elegidos por el grupo (como es
el caso de la CONAMUP (*) hasta la organización institucio
nal que es organizada desde el Estado (la CNOP).
* Coordinadora Nacional del Movimiento Urbano Popular
35
1 Presentaremos algunos ejemplos de los dos primeros ti
pos de organización y en el tercer caso señalaremos que es
ta última forma de organización está siendo implementada
por el Estado a nivel de colonias desde hace ya unos años;
hay elecciones de jefes de manzana y éstoa a su vez eligen
al presidente de la colonia.
Antes de entrar en el estudio del caso es importante
analizar aGn los principales problemas en torno a los cua-
les surgen este tipo de acciones y organización.
1 .2 .1
Terreno y vivienda
Para numerosos contingentes de migrantes rurales o
trabajadores urbanos que llegan a los centros urbanos,
las únicas alternativas para satisfacer sus necesidades
de asentamientos se ofrecen por las vías externas a los
mecanismos regulares del mercado . Es decir, invasiones
de terrenos o compra de lotes a fraccionadores ilegales
en la periferia, carentes de todo tipo de servicios e
infraestructura . Esta situación contrasta con el hecho que
dentro del tejido urbano existe gran cantidad de espacios
que permanece subutilizados por la retención especulativa
de los propietarios de terrenos baldíos . El proceso de
ocupación periférica se ha producido en la mayoría de los
casos sobre tierras de tenencia ejidal o comunal, lo que.
ha provocado una complicada y conflictiva situación jurí
dica y social en torno a la posesión, usufructo y legali -
zaciones de la tierra convertida a usos urbanos . Estas in-
36
vasiones de terrenos se fueron tolerando, mientras tanto
se creaban programas de construcción de viviendas destina-
das principalmente a empleados y trabajadores calificados,
sindicalizados con ingresos estables . Quedaron excluidos
los sectores populares quienes han producido el 65% de las
viviendas en el pats, entre 1950-1974, mediante la auto-
construcción y en la producción de condiciones mínimas de
urbanización de las zonas ocupadas . (10)
De los 609 Km 2 de área urbana del D .E ., la mitad se
fue produciendo por medio de invasiones y ventas fraudu-
lentas de terrenos ejidales o comunales, particulares o
federales . En L977, las autoridades públicas admitían la
existencia de 700 mil predios irregulares que albergaban
a más de cuatro millones de personas (11) . Entre 1940 y
1975, la expansión de la mancha urbana de la ciudad de Mé-
xico se hizo eh un 48 .2% sobre tierras ejidales y comuna-
les (12) ; sobre tierras agrícolas se calcula que han de -
saparecido el 56% de los núcleos ejidales_creados tras la
expropiación de ranchos y haciendas de latifundistas des-
pués de la Revolución ; sobre las laderas de los cerros,
entre matorrales y piedras volcánicas ; sobre terrenos don
de se explotaban minas de arena --en reducidos espacios
muchas veces en litigio-- dentro del tejido urbano, las
clases populares encontraron su lugar de vida en la ciu-
dad .
En el centro antiguo, las vecindades, construcciones
deterioradas en arriendo donde se comparte un patio y ser
37
vicios comunes, constituyen la vivienda característica . En
el anillo continuo al centro, son las "ciudades perdidas",
pequeños agrupamientos de familias que se ubicaron en lo-
tes particulares rodeados de altos muros y que improvisa-
ron "jacales" pagando "renta de piso" o alquilaron un cuar
to en vijas casas . En la periferia los llamados asentamien
tos irregulares, las colonias populares . Estos son los ha-
bitantes "extra-legales" de la ciudad, los pioneros de .las
tierras inhóspitas, los autoconstructores de sus precarias
viviendas, los productores de gran parte de la base mate-
rial de esta ciudad como valor de uso para la reproducción
de la fuerza de trabajo.
1 .2 .2
Los servicios
Otro aspecto relacionado con el de la vivienda es el
de los servicios . Los lotes en los que se asienta gran
parte de la población de la capital carecen de mínimas con
diciones de vida urbana : falta de agua, electricidad, trans
porte, drenaje, etc . Las necesidades crecientes de bienes
y servicios de consumo colectivo se enfrentan, a los inte-
reses privados que se apropian de la ciudad como valor de
cambio, objeto y objetivo de ganancia . Los conflictos urba
nos provienen del desarrollo progresivo y tortuoso de esos
dos polos de intereses, en torno a los cuales se conforman
definiciones y proyectos sociales opuestos respecto a la
ciudad.
Sin agua y sin transporte a los centros de trabajo,
de, abasto, de educación no podrían sobrevivir los poblado-
38
res de las colonias populares . De ahí que con la ocupación
legal o ilegal de los lotes se inicie el proceso de dota-
ción precaria de servicios.
Para el agua es bien conocido el proceso de tambos
colocados estratégicamente en la calle y el surtir con ca-
rros-cisternas . Ot
rros y caretas . La
colonias ha empuja
el abastecimiento
El transporte
dotación no planea
da en cuenta ofici
truidos por ellos
naje a cielo abier
la dotación de ser
pulares.
Dentro de las
consumo colectivo
sumidores . Las mis
ro proceso es el acarreo personal con bu-
angustiosa carencia del agua en muchas
do a luchas, cada día más virulentas, por
del liquido.
tolerado, las redes de agua informales,
da de luz eléctrica, y además, no toma-
almente (luz robada, y con postes cons-
mismos), fecalismo al aire libre y dre-
to, son las características básicas de
vicios a la vivienda de las colonias po
luchas por la obtención de bienes de
queremos mencionar a las ligas de con-
mas organizaciones de luchas incluyen
en sus programas acciones en contra la carestía de la vi-
da, o conforman cooperativas de compra que logran reducir
en cierta proporción los precios . Varias asociaciones se
han formado también ante estafas sobre compra de terre-
nos, de vivienda, construcciones de departamentos y otros
bienes, por parte de grandes empresas o fraccionadores
que no cumplieron con lo pactado . En estas luchas por la
defensa de los derechos del consumidor el gobierno ha su-
39
mado sus esfuerzos desde la Procuradurra del Consumidor apo
yando en ocasiones a estas ligas de consumidores.
El enorme aumento del costo de la vida es uno de los
problemas más duramente sentido por las clases populares
urbanas . Se han manifestado diferentes respuestas a esta
situación, la CONAMUP que reúne a varias organizaciones del
movimiento urbano popular, organizó una jornada nacional
.
contra la carestía de la vida que tuvo como objetivo impul-
sar .experiencias de lucha contra ese problema . En septiem-
bre de 1982 se organizó el Foro Nacional contra la Carestía
y a la Austeridad donde concurrieron 35 organizaciones ur-
bano populares además de representantes sindicales.
Veremos algunos ejemplos de movimientos urbanos que re
sultan representativos de las luchas y acciones que llevan
adelante estas organizaciones.
1 .2 .3
Las colonias y los movimientos :
Algunos ejemplos.
1 .2 .3 .1
El puente
El puente es una de muchas colonias populares que se
desarrollan en la periferia de la ciudad de México, y que
a través de un proceso que implica muchos años y muchos más
sacrificios y luchas de sus habitantes, se va convirtiendo
gradualmente en "ciudad".
La colonia se localiza en el surponiente de la ciudad
sobre una barranca con fuertes pendientes y terrenos poco
aptos para ser urbanizados por su escasa estabilidad.
Los terrenos que ocupa la colonia pertenecieron a dos
propietarios que lotificáron y vendieron ilegalmente . La
40
zona mejor comunicada y más plana fue vendida por su propie
tarjo entre 1940 y 1960 en lotes pequeños encontrándose hoy
casi completamente consolidada y regularizada . Los terrenos
restantes, correspondientes a la zona más abrupta de la que
brada, fueron comprados por un particular residente en la
colonia, el cual lotifica y vende ilegalmente (sin servicios
de ningún tipo y sin dejar áreas de donación) por 1960, en-
contrándose para 1977 prácticamente todos los terrenos ven -
didos.
Hasta 1965 la colonia no contaba con ningún tipo de ser
vicios y en ese año se pavimenta la calzada . En 1966 se orga
niza la junta de vecinos y ese mismo año se obtiene energía
eléctrica, aunque los medidores sólo se instalan en 1969 y
en 1977 todavía existían medidores provisionales . El alum-
brado público también está incompleto y siendo solicitado
por la junta de vecinos . Hasta 1969 la colonia no tenla agua
potable y los vecinos sólo conseguían el agua en el río que
corre por la parte baja de la barranca debiendo subirla has
ta las viviendas . Ese año se organizan para construir un
tanque de gas que era llenado por una pipa cada 8 días . Los
vecinos debían hacer cola para obtener agua de acuerdo a la
localización de su vivienda, estando restringido el consumo
a 2 botes por casa.
En 1977 la junta de vecinos logra que se instale el
servicio de agua potable por tuberfa, .pasando a pagar una
cuota mínima hasta 1976, año que empieza a pagarse el
consumo .
41
El alcantarillado empieza a instalarse en 1974, quedan-
do inconclusa la instalación desde 1975 ; en 1977 aún había
zonas de la colonia sin alcantarillado y otras que no tenían
conexión domiciliaria, porque la Dirección de Agua Potable
de la Delegación no contaba con el material necesario . Es-
te es aún hoy un serio problema sanitario en la colonia.
Se pavimentan sólo las calles de la parte superior más
plana, en su mayoría paralelas por el lotificador propieta -
rio no tienen probabilidad alguna de circulación de auto-
motores por su excesiva pendiente y hasta 1977 no estaban
pavimentadas . En tiempos de aguas estas calles se convier-
ten en corrientes de lodo y basura.
En 1966 al organizarse la junta de vecinos se elige una
mesa directiva la cual, debido a sus logros, se mantiene en
el cargo hasta 1977 ininterrumpidamente . Sus principales lo-
gros, en esos 11 años han sido : introducción de servicios
básicos (electricidad, agua potable y alcantarillado) en la
mayor parte de la colonia, construcción de una capilla y de
una escuela primaria en la colonia . (13)
1 .2 .3 .2
San Miguel Teotongo
La colonia se funda en 1972 mediante una invasión de
terreno . Las tierras donde se asienta son nacionales y co-
munales ; dichos terrenos habían sido entregados en usufruc
to a los comuneros en el siglo XIX . Los fraccionadores y
comuneros son de este municipio y contaron con el apoyo de
las autoridades administrativas para legitimar el fraccio -
namiento .
42
La colonia San Miguel Teotongo está ubicada al orlen-
te de la ciudad en las faldas del cerro Tetlamanche, perte
neciente a la Sierra de Santa Catarina, en la Delegación
de Iztapalapa, sobre la autopista a Puebla . La colonia es-
tá en el Iímite del D . F . y el Estado de México . Los pobla
dores tardaron dos años para descubrir que la colonia se
encontraba en el D . F ., conforme a los artículos 9, 10 y 11
de la Ley Orgánica . Durante este tiempo fue "tierra de na-
die" : ni las autoridades del Estado de México, ni del D .F.
se hacían responsables por los servicios públicos.
El primer censo levantado en 1975 demostró que el 75%
de los habitantes eran trabajadores ligados a la producción
y el 25% restante subempleados . En los años 76-77 la colo-
nia alcanza su máximo crecimiento debido a la crisis eco-
nómica con pobladores que una vez más se trasladan del cen-
tro de la ciudad a la periferia por no poder pagar las ren
tas, además de la carestía de la vida.
Los censos de 1975 y 1980 demuestran que el 72% es po-
blación económicamente activa, trabajadores industriales y
el 28% son trabajadores no productivos . Los trabajadores via
jan a sus trabajos a Naucalpan, Tlalnepantla, Ecatepec, Atz
capotzalco, Vallejo, Iztacalco, La Villa, Iztapalapa y Xo-
chimilco fundamentalmente, ya que estas son las zonas indus
triales de la ciudad . Son obreros calificados y no califi-
cados que trabajan en la industria de la construcción, de
impresiones, metal-mecánicos, textiles, cartoneras, plás-
ticos, costureras, etc .
43
Las familiar con dos o más trabajadores asalariados co
rresponden al 48% . La colonia cuenta con una población de
63,000 habitantes, 10,000 familias y una densidad de pobla-
ción de 7 habitantes por vivienda, distribuidas en 19 sec-
ciones que componen la colonia . La mayor parte de los pobla
dores son originarios de Oaxaca (5O°) de Puebla (10%) de
Guerrero (10%) y de otros estados.
Los pobladores llegan a la colonia en buscó de terre-
nos para edificar sus viviendas . Se enganchan con el frac-
cionador que les entrega el predio por 10,000 o 15,000 pe-
sos . Los fraccionadores controlan la venta de agua (por me
dio de pipas y camionetas particulares) además de las casas
que venden el material para construcción, el transporte defi
ciente, las pulquerías, las mueblerías y cartoneras ; son
ellos quienes tienen el control politico y comercial en la
colonia . No es el simple fraccionador sino aquel que diversi
fica la venta de productos y la construcción de viviendas.
Frente a esta situación los pobladores se fueron orga-
nizando, en un primer momento la organización la inició el
fraccionador . Posteriormente íos colonos deciden organizar-
se independientemente . La primer demanda central que permi-
te aglutinar a un número pequeño de colonos, lo constituye
el reconocimiento de la colonia como D . F ., de acuerdo a
los límites territoriales y a la introducción de servicios
públicos . Su única forma de acción la constituye la gestión
legal ante las autoridades, para después informar en asam -
blea .
En 1975 se funda la Unión de Colonos como asociación
44
civil y se abre así una etapa de gran movilización, se lu-
cha por una escuela primaria, por la electrificación de la
colonia, la dotación de agua, etc . se intercambian experien
cias con otras colonias como Ajusco, Santo Domingo de los
Reyes, se participa en el bloque urbano de colonias del Va
lle de México.
Las principales demandas que agluninaron a los pobla-
dores han sido : contra los fraccionadores, por servicios,
de agua, de luz, de tranporte, por la construcción de es-
cuelas, etc.
Desde el inicio de la colonia, se tomó un terreno don-
de hoy están asentados un kinder, una escuela primaria y el
local de la Unión de Colonos y fue lo primero que constru-
yeron los colonos con recursos propios . La Unión de Colonos
determina el uso de las áreas que serán destinadas a escue-
las técnicas, guarderías, Clínica del IMSS, Centros Cultura
les, etc . Se ha creado una comisión de áreas verdes que pla
nifica la utilidad más correcta y necesaria de los terrenos
vacíos, además de que cada sección está obligada a vigilar
sus áreas y a solidarizarse con la otra sección en caso ne-
cesario.
La lucha por defender las áreas verdes y su uso ha
avanzado y gracias a eso se logró la construcción de una
escuela primaria, un Centro de Salud, tanques de agua, cam-
pos deportivos, mercado, tiendas de barrio, secundarias,
etc ., todo esto tramitado por la Unión de Colonos y asen-
tado en terrenos que la Organización expropió a los frac -
cionadores .
45
La Unión de Colonos de San Miguel Teotongo pertenece a
una organización más amplia de movimientos urbano populares,
la CONAMUP . (Coordinadora Nacional del Movimiento Urbano Po
pular) surgida en 1981.
1 .2 .3 .3
Bosques del Pedregal
La Colonia Bosques del Pedregal está ubicada en las fal
das del Ajusco, allí se asientan 11 colonias formadas en los
últimos 9 años . La población económ4'camente activa está con
formada por 2500 trabajadores, de los cuales el 38 .8% se ocu
pa en sector secundario el 57 .4% en el terciario, y el 3 .8%
son desempleados o subempleados . "Esta colonia ha atravesa-
do por varias etapas organizativas, pasando por el manipu-
leo político de líderes partidistas, hasta constituirse el
Consejo General de Representantes, A . C . organización in-
dependiente de partidos políticos, con una democrática par-
ticipación de los colonos" . {14)
Entre los logros realizados por las luchas de los ha-
bitantes de la colonia, están regularizadas 17 manzanas y
existe el compromiso de regularizar las 38 restantes ; las
manzanas están trazadas y los lotes enumerados, casi todas
las calles abiertas y pavimentadas, se cuenta con escuela
primaria, jardín de niños, 2 centros de salud de la SSA,
una lechería tienda CONASUPO ; se organizó una sociedad coo
perativa de consumo, hay luz y agua en la colonia (el agua
la surte gratuitamente la Delegación Política de Tlalpan),
la mayoría de las viviendas cuentan con letrina seca rudi-
mentaria, muchas viviendas cuentan con zonas de cultivo ;
46
obreros de la colonia se están capacitando como especialis-
tas en la producción de artes y en el mantenimiento del SIR
DO (Sistema Integral de Reciclamiento de Desecho Orgánico).
En 1984 hubo peligro de desalojo en esta colonia por
las autoridades, que consideran a esta zona como uno de los
pulmones más importantes de la ciudad atentando contra la
supervivencia de la colonia . Ante las condiciones deficien -
tes de salud, vivienda y condiciones generales que afectan
la calidad de vida de esta población a la que se sumaba la
posibilidad de desalojo, los colonos consideraron "que la al
ternativa a esos males es convertir este asentamiento en
una colonia ecológica productiva, que se promueve con el
Grupo de Cooperación Ajusco, que lo conforman el Comité
Promotor de la Colonia Bosques del Pedregal y sus asesores
coordinados en diferentes áreas de trabajo" .
47
1 .3
El Terremoto :
consecuencias sociales.
Analizaremos en forma extensa, los hechos ocurridos el
19 de septiembre de 1985 en la ciudad de México'y sus conse
cuencias a nivel social y urbano, por varios motivos . Cree-
mos que el fenómeno natural del terremoto dejó al descubier
to el esqueleto frágil de una megalópolis que pareció de-
rrumbarse en casi tres minutos . Las fuerzas internas de la
sociedad mexicana y su gobierno desplegadas en esa ocasión,
demuestran la profunda complejidad del hecho urbano y los
movimientos sociales que se generan a partir de é1.
El 19 de septiembre permitió que afloraran los profun
dos conflictos urbanos que se viven cotidianamente en la
ciudad de México . No porque la ciudad sea otra desde enton
ces, ni porque los problemas que hoy la invaden hayan naci-
do en esa fecha . Sino porque el sismo hizo que se potencia-
ran en un instante de catástrofe, todas esas realidades de
la vida urbana que en épocas "normales" apenas alcanzan a
controlar . En esos momentos se pudieron comproban muchas
de las advertencias hechas por especialistas, urbanistas,
sociólogos, ecólogos, etc . El terremoto convenció a la po-
blación de esta ciudad, con la mayor violencia y crueldad,
que estamos asentados en "una bomba de tiempo" . Quedaron al
desnudo las profundas deficiencias, carencias, corrupciones,
intereses privados, miserias e ineptitudes de todo tipo,
que conviven cotidianamente en este espacio urbano ; y junto
con ellas las posibles vías de salida a estas situaciones .
48
Se vivieron momentos limites en la vida de esta ciudad.
Esta catástrofe natural impredecible cambió casi irre
versiblemente el perfil de la ciudad . Es importante tener
claro, sin embargo, que este fenómeno natural se convirtió
en una terrible catástrofe a causa de las características
de la urbe.
Su funcionamiento es altamente costoso . Como sistema
artificial, demanda del exterior alimento, energía, mate-
rias primas, agua, los cuales en su interior son consumi-
dos y transformados por la población y su trabajo en bie-
nes de consumo y servicios, generando en este proceso de-
sechos, basura, agua contaminada, gases, humos, polvos
tóxicos, etc . Por la dimensión que ha adquirido la metró -
poli, la exigencia de recursos naturales está rebasando
los limites de lo que la naturaleza puede aportar . (1)
Asimismo, la ciudad está desechando productos en can
tided y calidad que la naturaleza no puede eliminar . Esto
provoca un tererioro y desequilibrio ambiental de amplí-
simas repercusiones en distintas zonas
del pars, lo cue.
no puede en todos los casos resolverse con tecnología, si-
no que requiere de un replanteamiento del uso de los am-
bientes naturales de la República.
A riesgo de repetir algunos datos y conceptos, es ne-
cesario dibujar el perfil de esta ciudad en vísperas de la
catástrofe, ya que es la única forma de tener presente cuál
era el escenario de la misma . En la ciudad de México se
concentran la inversión pública y privada ; principalmente
49
destinada al desarrollo industrial, y los servicios y conju-
gada con la falta de incentivos hacia las zonas rurales, ha
ce que la ciudad inicie un crecimiento desmedido . En 1985
la ciudad de México llega a tener alrededor de los 18 millo
nes de habitantes y se generan allí el 44% del PIB, se ocu
pa el 25% de la PEA, y una tercera parte de los servicios
públicos ; la metrópoli absorbe más del 20% del presupuesto
y un 33% de la inversión pública . (2)
La escasez de agua y la posición geográfica de la ciu
dad de México son dos aspectos desfavorables para el funcio
namiento adecuado de su gran concentración urbana e indus-
trial .
El terremoto del 19 desnuda el estado de cosas ante-
rior : falta continua de agua, destrucción paulatina de las
viviendas, indiferencia de algunas autoridades.
El 19 de septiembre a las 7 .19 de la mañana se engen-
dra el instante de desastre . Escenas apocalípticas . La gen
te sale huyendo de los edificios, se lanza inútilmente a
los teléfonos, se aglomera en los hospitales, previene a
gritos contra el uso de los elevadores, peregrina en bus-
ca de sus familiares perdidos, busca refugio . . . en un pai-
saje de escombros.
Se desmoronan los servicios citadinos . Se suspende
el servicio eléctrico en casi toda la zona metropolitana
(hay cinco subestaciones de la Comisión Federal de Elec-
tricidad muy dañadas) . Al desplomarse los edificios de
las centrales telefónicas de Victoria y San Juan se cor-
ta la comunicación telefónica en la ciudad, y con el ex-
50
terior . Hay escenas de pánico en las estaciones del Metro,
se suspende el servicio . Las estaciones de radio y la te-
levisión oficial en buena medida, concentran avisos y re-
cados de familiares desesperados . No hay agua en numerosos
sectores de la ciudad . Se comienza a tomar conciencia de
que la catástrofe era mucho mayor de lo que se pensaba en
las zonas escasamente afectadas . La policía y bomberos tra-
bajan incansablemente . La Secretaría de Defensa Nacional
anuncia el Plan DEN-III, de ayuda a la población en casos
de desastre, utilizado ya en San Juan Ixhuatepec y el Chi-
chonal.
Se empiezan a escuchar los lugares del desastre : Ho-
tel Regis, edificio de la Conalep de Balderas, Centro Mé-
dico, Hospital General, Multifamiliar Juárez, edificio Nue
vo León de Tlatelolco, Secretaría del Trabajo en la calle
Río de la Loza, la Secretaría de Comercio, la Secretaría
de Marina . . . Se destruye en un instante el ritmo cotidia-
no de la ciudad, el desconcierto y el pánico son las pri-
meras reacciones . Los medios de difusión piden a la pobla-
ción que no salga de sus casas, y que no se acerquen a las
zonas de desastre.
En lugar de esto, el impulso de la población se con-
vierte en decisión civil y la gente se aboca a las "tareas
de hormiga", aprovisiona albergues, organiza la ayuda, re-
compone considerablemente la fluidez citadina . Esto salva
vidas, y compensa
psicológicamente a la población y hace
posible la comprensión colectiva de los alcances de toda
índole del terremoto .
51
En las semanas que siguieron al temblor se generó un
ambiente de participación y discusión muy alentador . Pare
cía que se abrían las posibilidades de una reconstrucción
profunda que enfrentarla no sólo los problemas propios de
la tragedia sino aquellos que se han venido engendrando
durante años, especialmente en las últimas cuatro décadas.
Muchos tenían algo que decir : organizaciones sociales y
políticas, sindicatos, colegios de profesionistas, cen-
tros de investigación, el Congreso de la Unión, etc . Se
crearon comisiones, nuegas agrupaciones, se organizaron
foros, debates ; se difundieron ideas en un arrastre de
participación.
Desde la mañana del 19 de septiembre, los voluntarios
hacen de la solidaridad una arma óptima de creación de nue
vos espacios civiles . Un esfuerzo sin precedentes (en un
determinado momento, hubo más de un millón de personas em-
peñadas en distintos niveles, en labores de rescate y or-
ganización ciudadana) y una sociedad surge de los escom-
bros, y gracias a esto se crean sobre la marcha instancias
organizativas que trascienden por el vigor de las circuns-
tancias, a instituciones oficiales, a partidos políticos,
a la Iglesia y a la gran mayoría de los grupos existentes.
El 19 de septiembre deja la impresión de que la ciu-
dad se halla en una trampa, se cuestiona la vida cotidia-
na y se toma conciencia al menos por un instante de la vul
nerabilidad de megalópolis : debilidad de la infraestructu-
ra urbana . Los sucesivos desastres de agua, drenaje, ener-
gía eléctrica, aprovisionamiento de víveres, obligan a com
52
prender las desventajas orgánicas de una ciudad construida
en función de intereses particulares, y potenciada por la
migración de los sectores rurales hacia la ciudad . De pron
to se manifiesta descarnadamente que el tejido urbano se
apoya en parte, en intereses comerciales, de especulación
inmobiliaria, ineficacias y falta de medidas ecológicas . A
la violencia de la `tierra se agregaron décadas de un estilo
de crecimiento urbano indiferente de las reglas mínimas de
previsión.
Durante los primeros días que sucedieron al temblor,
los voluntarios tienen el control visible de la ciudad . La
improvisación y la desorganización son inevitables, pero
el nivel de la eficacia es altísimo . Se consigue aprovi-
sionar a los albergues, localizar familiares, distribuir
la ayuda en los campamentos premiosamente instalados, or-
ganizar el rescate, acordonar los sitios riesgosos no ocu-
pados por el ejército.
Las imágenes del desastre se pueden reconstruir a par
tir de la situación en la que quedaron algunas colonias
muy afectadas como la Guerrero, Morelos, la de Tepito . El
ejemplo de la colonia Morelos nos arroja las siguientes
cifras : 15 .5% de las viviendas totalmente afectadas ; 72 .2%
parcialmente afectadas ; 11 .0% no afectadas . En el t3 .9%
de las viviendas totalmente destruidas se pagaba menos de
500 pesos de renta . No hubo en cambio una sola vivienda
totalmente destruida de las que tenían un alquiler de más
de 15 mil pesos de renta . Los recursos de los habitantes
de la Morelos son escasos y la ayuda exterior es cuantio-
53
sa, pero es muy difícil encausarla.
En general los sismos destruyeron un gran número de
edificaciones en las áreas centrales de la zona metropo-
litana y las expectativas de una reconstrucción rápida se
van disipando . Las ruinas son un componente más del pai-
saje urbano . Medio millón de personas viven aún en habi-
taciones de muros derruidos, bajo cartones y plásticos o
hacinados en
albergues y tiendas de campaña.
A medida que pasa el tiempo es más difícil delimitar
el grupo de damnificados por los sismos . Primero fueron
los moradores de los edificios desplomados y evacuados y
los habitantes de las vecindades derruidas . Pero junto
con ellos van apareciendo los ocupantes de departamentos
dañados que no pueden repararlos ni mudarse de casa, aun-
que les de miedo quedarse donde están . Y también los in-
quilinos víctimas de la especulación redoblada a partir
de una nueva escasez de viviendas, atrapados entre los
aumentos de rentas y los lanzamientos.
Los capitalinos pasaron de tener una actitud pasiva
ante ta abrumadora realidad urbana, a una capacidad de
organización e inventiva popular que se puso en juego
para hacer frente a la
catástrofe y con la rapidez y
beligerancia con la que los damnificados comenzaron a
exigir sus derechos ante los casatenientes y los funcio-
narios públicos . Diversos procesos más o menos latentes
fueron tomando cuerpo a partir de los sismos y tienden
a configurar un movimiento urbano popular más vasto y
54
complejo que aquel que emergió en la década de los setenta.
La ciudad, los espacios urbanos, los barrios y las ca-
sas no son meros recipientes o escenarios donde se desarro-
lla la vida de sus habitantes, sino que la organización del
espacio urbano es a la vez condición y resultado de ésta.
La destrucción de una parte de las edificaciones céntricas
de la ciudad abre, por una parte nuevas posibilidades para
la especulación : porque aparecen "áreas liberadas" de los
inmuebles que las ocupaban anteriormente y se plantea la
posibilidad de desalojar a sus pobladores ; además los es-
fuerzos por rehabilitarlas aumentan su valor y su poten -
cial añadiendo argumentos a la pretención de utilizarlas
de manera más rentable . En respuesta a estas presiones y
realidades posteriores al temblor han persistido algunas
organizaciones de damnificados . En varios casos los damni
ficados contaban con estructuras organizativas anteriores
al terremoto . Los ejemplos más conocidos son los de Tlate
lolco, colonias Guerrero,
Morelos y el Barrio de Tepito;
excepto este último, los tres anteriores formaban parte
de la CONAMUP . En lo que se refiere a los damnificados de
la colonia Doctores y del Multifamiliar Juárez, las orga-
nizaciones respectivas incluían pequeños grupos que lleva-
ban a cabo demandas puntuales, las cuales se reforzaron
a raiz del temblor . En cuanto a las organizaciones restantes
se constituyeron en su mayoría, para responder a los efec-
tos que el sismo provocó en sus colonias respectivas .
55
Las zonas más afectadas como ya hemos señalado se ubi-
can en las delegaciones centrales Cuauhtémoc y Venustiano
Carranza y en menor medida, en la Benito Juárez, la Gusta-
vo A . Madero y la M . Hidalgo . Existen tres tipos de situa-
ciones básicas en el tipo de vivienda de los damnificados :(3)
a) Vecindades centrales de carácter precario o permanente
y habitadas por inquilinos o subarrendatarios de bajos
ingresos (colonias Guerrero, Morelos y Barrio de Tepito).
b) Conjuntos habitacionales ocupados por capas medias de pro
pietarios o residentes
(Mult-ifamiliar Juárez, conjunto
Tlatelolco).
c) Zonas de clase media en proceso de deterioro en las que
viven inquilinos o propietarios (colonias Roma, Narvar-
te, etc .)
Veamos ejemplos de los tres casos de movimientos orga-
nizados en defensa de los intereses de los damnificados.
1 .3 .1
Barrio de Tepito.
El barrio está enclavado en la colonia Morelos y com-
parte sus características generales . Los tepiteños se auto-
definen como recicladores de todos los productos desechados
por quienes tienen mayores ingresos ; constituyen una socie-
dad de artesanos y comerciantes tanto de mercancías del
pars como de procedencia extranjera . En torno a estas acti-
vidades y a las viviendas-patio-taller han preservado la
cohesión grupal y una cultura propia . Se han desplegado en
la zona varios programas oficiales de vivienda y desarro-
llo urbano (Plan Tepito, entre ellos) que han tenido resul-
tados mediocres . Los inquilinos desarrollaron una contra-
56
propuesta urbana : Plan de Mejoramiento para el Barrio de Te
pito .
El sismo afectó el 40% de las viviendas de la zona.
En el Barrio existen las siguientes organizaciones:
- Asociación de inquilinos
- 28 organizaciones gremiales de comerciantes estableci-
dos.
- Consejo representativo del barrio
- Centro de Estudios Tepiteños
- Grupo Tepito-Arte Acá y
- las Cooperativas Habitacionales "Superación de la Vi-
vienda" y "Unión y Esfuerzo".
Sus demandas sobre el suelo, las vecindades, planes
de reconstrucción, servicios urbanos, participación en
las decisiones, decreto expropiatorio y preservación del
barrio coinciden con las colonias Guerrero y Morelos:
- Plan global de rehabilitación de la zona;
- Mejoramiento y mantenimientos de inmuebles reparables;
- Ampliación del decreto expropiatorio a todos los predios
afectados por el sismo;
- Apoyo financiero a su proyecto de vivienda progresiva;
- Regularización de los servicios urbanos (agua, luz, es-
cuelas, etc .) y ; participación directa de la Unión en
los planes que se apliquen para la reconstrucción de la
colonia.
1 .3 .2 Nonoalco-Tlatelolco.
La Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco fue ini-
ciada en 1960 e inaugurada en 1964, por Adolfo López Ma-
57
teos . Antes del terremoto, existían 102 edificios y 11,956
departamentos . La población aproximada era de 78,518 perso -
nas (4) . La organización de sus habitantes, se inicia en
1973 con motivo del aumento de las cuotas de mantenimiento
de los edificios . La respuesta es minoritaria inicialmen-
te . Se crean incluso organizaciones sin representatividad
apoyadas por la administración del conjunto, pero algunos
edificios, como el Artega Lerdo, logran establecer asocia-
ciones representativas . Posteriormente, el aumento del im-
puesto precial y por pago de atarjeas, asi como la propues -
ta del cambio de régimen de propiedad planteada por FONHAPO,
impulsan la organización independiente.
Las ruinas gigantescas y el hormigueo humano del edi-
ficio Nuevo León, fueron junto con las del Hotel Regis, de
las fábricas de San Antonio Abad, de la colonia Roma y del
Centro Médico, las imágenes más repetidas, más densamente
simbólicas . Nunca se precisará el número de muertos, pero
hay datos significativos : de los 102 edificios que compo-
nen la Unidad, 71 serán reparados sin que sus residentes
necesiten desocuparlos ; 18 edificios con daños en la es-
tructura y cimentación serán sometidos a reparaciones ma-
yores (que incluyen la disminución del número de niveles)
y, acompañando al Nuevo León, 10 edificios serán completa-
mente demolidos .(5)
Desde el primer día los habitantes de la Unidad y
los sobrevivientes del Nuevo León, responsabilizan a las
autoridades competentes : Banobras y Fonhapo . Desde 1981
58
los vecinos protestaron por las condiciones del Nuevo León,
de tal modo agravadas que en 1982 se procedió a un desalojo
general por unos meses . Los problemas eran : inclinación del
edificio más allá de las mínimas normas de seguridad, daños
permanentes en el drenaje, cuarteaduras . No se ha podido
sin embargo determinar ninguna culpabilidad.
Actualmente, existen seis organizaciones en esta unidad
urgana ; ellas son:
- El Frente de Residentes, creado hace tres años
- La Asociación de Residentes, constituida hace seis años
- El Consejo de Edificios en Autoadministración, con once
años de existencia.
- La Asociación de Locatarios
- La Coordinadora de Residentes de Edificios del ISSSTE,
integrada a raiz del sismo.
Estas seis organizaciones se unificaron en la Coordi-
nadora General de Residentes o Frente Unico de Damnifica-
dos de Tlatelolco, para enfrentar unitariamente los efec-
tos del sismo.
Las principales demandas levantadas por los habitan-
tes de Tlatelolco en relación al sismo son:
- Restitución de la vivienda sin costo y el otorgamiento
de casas en préstamo mientras son rehabilitados los edi-
ficios.
- Indemnizaciones justas
- Convenio único para toda la Unidad, no soluciones parti-
culares o por edificio
59
Construcción de viviendas nuevas en el predio "La Consoli -
dada, cercano al conjunto habitacional.
Los habitantes de Tlatelolco son un grupo muy activo den
tro del movmiento de los damnificados, constituyen uno de
sus ejes.
1 .3 .3
Colonia Doctores
Antes del sismo existían en esta colonia cuatro organi
zaciones que surgieron para hacer frente a los desalojos y
a los aumentos de las rentas . A partir de éstas se const .itu
yó la Unión de vecinos después del sismo . Sus primeras ac-
ciones fueron la obtención de peritajes y la reanudación de
los servicios urbanos . Esta organización ha formulado pla-
nes de autoconstrucción de viviendas y está solicitando fi-
nanciamiento tanto nacional como de organismos internacio-
nales para llevarlos a cabo.
La formación y consolidación de estas organizaciones se
ha logrado en un tiempo relativamente corto y el aprendiza-
je para la acción y la movilización ha sido rápido . Segura-
mente ha intervenido en ello la presencia e influencia de
cuadros de organizaciones solidarias y la transmisión de
experiencias organizativas y, asimismo, su participación
en la Coordinadora Unica de Damnificados (CUD) que reforzó
a sus integrantes . Es difícil predecir el futuro de estas
organizaciones, pero ciertamente su menor experiencia las
hace más vulnerables .
60
No podemos llegar a conclusiones definitivas acerca de
lo ocurrido durante los días posteriores al terremoto y las
organizaciones sociales surgidas o reforzadas desde entonces.
Lo que sí se puede afirmar desde una primera percepción has
ta un análisis más profundo, es que el terremoto del 19 de
septiembre puso en evidencia el límite de crecimiento histó
rico . Las medidas que podrán implementarse para ir modifi-
cando el proceso de urbanización-industrialización centra-
lizador que tiene ya más de 40 años, constituyen un inmi-
nente desafío tanto para las autoridades encargadas como
para las organizaciones comprometidas en la reconstrucción
y la sociedad en su conjunto . Estas medidas no se refieren
sólo a un proceso de descentralización del aparato adminis-
trativo del estado, sino que implican todo un replanteo del
estilo de desarrollo que caracteriza al crecimiento econó-
mico-social del país .
61
N 0 T A S .
CAPITULO I.
(1) (2) (3)
Hoja volante de la Asociación Coyoacán.
(4) "Huehueyocoyotl" Arcorredes, Año 1, No . 1, Otoño de 1984
(5) Arcorredes, No . 2, Invierno 1985 : 2.
(6) Schteingart, Martha . Expansión urbana, conflictos socia-
les y deterioro ambiental en la Ciudad de México . Colegio
de México, Mimeo . 1985.
(7) Idem.
(8) Idem.
(9) Idem.
(10) Massolo, Alejandra . "Las mujeres en los movimientos socia
les urbanos de la ciudad de México", en la Revista Izta-
palapa No . 9 . México junio-diciembre 1983 . p . 156
(11) Idem . P . 159
(12) Schteingart, M . La incorporación de la tierra rural de
propiedad social a la lógica capitalista del desarrollo
urbano : el caso de México XIV . Congreso Interamericano
de Planificación, México 1982.
(13) Ducci, Marta Elena . Análisis comparativo de movimientos
urbano-populares en distintas clases sociales . Mimeo.
(14) Bravo, Hipólito . "La lucha por una colonia ecológica pro
ductiva en el Ajusco, D . F ." . En Primera Reunión Nacio-
nal sobre Movimientos Sociales y Medio Ambiente . UNAM.
1985.
(15) Herrera, Ana . "La Contaminación en la Ciudad de México".
en E . Leff, Desarrollo y medio ambiente, UNAM-Siglo XXI
(en prensa) .
62
(16)
Luiselli, {1985) : "La capital invisible", Nexos, n . 96,
diciembre, México, D . F.
(17)
Ramirez Saiz, Juan Manuel . "Organizaciones populares
y lucha politica" en Cuadernos Politicos n . 45, Era,
México enero-marzo 1986.
(18)
Ibid.
(19) Monsivéis, Carlos . "El dia del derrumbe y la semana de
la comunidad (De noticieros y crónicas)" . En Cuadernos
Politicos, no . 45, Era, México, enero-marzo 1986 .
63CAPITULO II
COMO SE PRODUCE
La búsqueda del incremento de la potencialidad del tra-
bajo ha conducido a las sociedades a desarrollar una tecnolo
gia que le permitiera cada vez mayor rendimiento del trabajo
humano . Es importante destacar aquí los efectos naturales y
sociales de la utilización de la tecnología determinada por la
maximización de la ganancia, como principio fundamental de la
producción . El incremento de la tasa de ganancia se refiere
en general a la reducción de los costos . Esta última condición
tiene como consecuencia un serio deterioro en la salud del tra
bajador, no sólo por los ritmos de producción que se derivan
de este principio, sino también por la contaminación dentro
y fuera de la fábrica que produce cierto tipo de tecnología.
Como respuesta a esta tendencia del desarrollo es que se
generan movimientos protagonizados principalmente por los tra
bajadores y sus familias (en caso de contaminación fuera de
la fábrica que afecta los barrios obreros) en defensa de su
salud, por mejores condiciones de trabajo y contra la conta-
minación del habitat.
2 .1
Un ejemplo de respuesta social ante la contaminación am-
biental.
Las luchas por el mejoramiento de las condiciones de sa-
lud originadas dentro de las fábricas por contaminación de los
mismos y fuera de ellas por la contaminación de los materia-
les de desecho generados por las industrias, ocupan una parte
fundamental dentro de los movimientos sociales . Nos limita-
remos a la presentación de algunos casos que consideramos más
representativos .
64
El estilo de industrialización adoptado por México des-
de los 40 ha provocado una incontrolable concentración indus
trial y urbana que alcanza limites peligrosos . La contamina-
ción provocada por los procesos industriales es una de las
consecuencias fundamentales de ese estilo de industrializa -
ción . Este desarrollo industrial y la acrecentada incorpo -
ración de sustancias qutmicas a los procesos industriales obli
ga a considerar a la industria como una fuente de la que pro-
vienen una gran cantidad de agentes contaminantes y nocivos.
Por ejemplo tenemos la contaminación producida por un gran
número de procesos en los que utilizan sustancias qutmicas
orgánicas e inorgánicas que desprenden polvos (corte y fun-
dición de metales), vapores por uso de disolventes y otras
sustancias volátiles), humos (en los procesos de soldadura),
fibras (en la utilización de asbesto y fibras de vidrio),
rocíos y neblinas (en la utilización de pinturas en aerosol),
gases venenosos sólidos y 1iquido-s, que resultan de todos
estos procesos . (1)
Otro tipo de contaminación industrial es la biológica,
producidá por las industrias farmacéutica y alimantarias, en
las que se utilizan antibióticos, bacteria p, hongos, hormonas,
etc . y que producen gran cantidad de desechos orgánicos.
Otros agentes de contaminación son los físicos, como el rui-
do producido por las máquinas, las radiaciones ionizantes y
no ionizantes de la industria nuclear, la contaminación tér-
mica producida por los desechos vertidos a altas temperatu-
ras, etc . A estos elementos debemos agregar no sólo la va-
riedad increible de contaminantes, sino el problema de que
o7
en muchas ocasiones se desconocen la identidad de los compues
tos químicos, su concentración en el medió ambiente y su gra-
do toxicológico, es decir, su capacidad de daño para el orga-
nismo . Es por ello que la respuesta social organizada a veces
y a veces espontánea, resulta uno de los síntomas más claros
de la gravedad a la que llegan los niveles de contaminación
industrial.
Tomemos el ejemplo de la fábrica de Cromatos de México
en Lechería . " . . .la colonia en que actualmente vivimos es
una zona industrial porque estamos rodados de más de 20 fá-
bricas y ésta está sumamente contaminada en su medio ambien-
te, principalmente por la exfábrica de Cromatos de México,
Polifox y Resistol ." (2)
Antiguamente "al norte del pueblo se encontraba una la-
guna en la cual había patos, peces de agua dulce, y el agua
de esta laguna corría por zanjas, las que hacían las calles
del pueblo, que a su vez tenían árboles .
Hacia el sur había
una gran extensión de llano en el cual estaban los pastiza -
les para el ganado y otra parte servía para plantar frijol,
maíz, . . . En 1956-57 nació la fábrica de Cromatos de México,
la empresa que más daño hizo y está haciendo en nuestro me-
dio ambiente, ya que estamos contaminados por tierra, aire
y cuerpo ."
Esta empresa procesa el mineral cromita y obtiene bi-
cromato de sodio y potasio, productos químicos de amplia gama
de usos en la industria química.
Dicho procesamiento del mineral cromita generaba tam-
bién residuos sólidos y líquidos, ambos contenían "cromo he-
66
xavalente", metal pesado tóxico . El residuo líquido iba a un
pozo de absorción, y el sólido se acumulaba en los patios de
la empresa . Durante 16 años los residuos líquidos que eran
conducidos al pozo fueron la principal fuente de contamina-
ción de los mantos acuíferos de la zona ; y los sólidos, tam-
bién altamente contaminantes y de los cuales se generaron
en total 85 mil metros cúbicos distribuidos irregularmente
en 16 mil 574 metros cuadrados del área afectando la salud
de los habitantes al esparcirse el polvo con el viento . "Al
poco tiempo la gente que trabajaba allí comenzó a enfermarse
muy seguido de las vías respiratorias además el tabique nasal
se les perforaba, y las heridas que llegaban a hacerse se
les infectaban en forma de hongo grande ."
Como era gente que provenía de las provincias desconocía
sus derechos . . . "La empresa se encontraba junto a la escue-
la primaria, ocasionando el cromo daños irreparables a la sa-
lud . Se verificaron varias muertes por problemas en vías res-
piratorias, y enfermedades gastrointestinales y de pigmenta -
ción de la piel . Los niños fueron especialmente afectados.
"A raíz de estas muertes que se registraron, un grupo de se-
ñoras empezó a denunciar a la empresa, corriendo ellas grave
peligro pues constantemente recibran amenazas o eran sobor-
nadas para guardar silencio o las chantajeban de una u otra
forma . La lucha fue difícil . . . el gobierno poco caso hacía,
las instituciones encargadas del medioambiente las traían
vuelta y vuelta y no se resolvía nada, hasta que por conduc-
to de los medios de información se hizo una gran presión y
67
apoyados en algunos investigadores de la UNAM, esta empresa
se clausuró en el año de 1977 ."
La contaminación a pesar de la clausura de la fábrica
no se ha detenido . Los desechos no se han sacado de allí,
sólo que fueron encajonados y tapados por medio de asfalto,
pero el polvo no se puede comprimir y se producen huecos que
con el peso el asfalto se rompe y se hacen hoyos como cráte -
res por allí se filtra el polvo y cuando llueve el agua va
a dar ahí .
La contaminación también se esparce por el sub-
suelo y se ha verificado que ha llegado a abarcar un radio
de 5 Km.
De un estudio que obtuvieron los colonos de Lechería se
ha podido constatar que en las personas analizadas (de 50 a
14 años de edad) el pelo y la orina manifiestan presencia de
cromo, en una cantidad promedio por encima del permitido . Los
resultados del estudio son : la concentración promedio en el
pelo es de 22 .9% y en la orina es de 43 .1% . Se calcula que den
tro de 15 o 20 años se empezará a presentar una epidemia de
cáncer pulmonar y leucemia.
La Subsecretaría de Ecología de la SEDUE, en coordina -
ción con el gobierno del Estado de México, el Departamento
del Distrito Federal, y el gobierno municipal de Tultitlán,
construyó un "cementerio" para los residuos contaminantes.
Sin embargo la contaminación sigue aflorando en las
calles, en los patios de las casas, en los mantos acuífe-
ros, etc . El cementerio como lo manifiestan los colonos de
Lechería sólo cubrió los residuos por encima pero conti-
núan las filtraciones por el subsuelo . "El comité de De-
6d
Tensa de la Ecología y Contaminación de Lechería" continúa
su lucha enfrentando a las autoridades y las nuevas fábri-
cas contaminadoras.
Hoy el principal problema de contaminación se debe a
las industrias Resistoi que trabaja con alcoholes, aldhei-
dos, ácidos, para la producción de pinturas y recubrimien -
tos asfálticos, además de una gran cantidad de productos
químicos desconocidos por nosotros, pero todos estos son
arrojados sin ninguna consideración hacia el exterior . La
compañía Polifox que produce ácido fosfórico y carbón ac-
tivado, fosfato de sodio, fosfatizantes para metales, resi -
nas, etc . Esta empresa ha ocasionado mucho daño, porque se
halla dentro de la colonia y arroja los desechos químicos
en el agua . Ha habido casos en que se han incenciado zan-
jas a causa de los desechos que circulan en ellas . Las chi
meneas de las fábricas liberan una gran cantidad de humos que
contaminan el aire . En una oportunidad se incendió la zanja
que está al lado de la Escuela Primaria y en sus orillas se
han formado montículos de arena parecida a la ceniza . Se sa
be del caso de un niño que al pisar estas cenizas tuvo que
ser conducido al hospital con quemaduras en las plantas
de los pies (a pesar de estar calzado) de 2o . grado.
La SEDUE y la Secretaría de Salubridad de Cuautitlán
Izcalli se han ocupado del asunto tomando muestras de la
arena y levantando el acta correspondiente . Los vecinos de
Lechería supieron más tarde que estas arenas tienen una tem
peratura de 902 . (3)
69
2 .2
Luchas por la salud.
Los trabajadores que están expuestos a niveles de conta-
minantes o agentes físicos que rebasan lo permisible o tole -
rable para la salud, han comenzado ya a incorporar en sus lu-
chas reivindicativas la defensa de la salud.
Entre los trabajadores electricistas los accidentes re-
presentan el 17 .8% en los que están expuestos a la alta ten -
sión (grupo I) y 2 .8% entre los que trabajan sin ese riesgo
(grupo II) . En to que se refiere al stress, se comprobó que
los trabajadores que laboran con cables de alta tensión tie-
nen presión arterial, diastólica y sistólica, y aumento en
la excreción catecolaminas . En los análisis clínicos se vio
que los trabajadores del grupo I sufren una prevalencia más
alta de todas las enfermedades relacionadas con el stress
que el grupo II . Por otra parte 10 años después de la jubi -
lación se constata que sólo sigue vivo el 93 .6% del grupo
II y sólo el 71 .2% del grupo I . (4)
Entre los trabajadores mineros las condiciones de tra-
bajo y vida son en extremo deficientes . Trabajan. de 10 a
12 horas con un pico para sacar diario un mínimo de 5400
kilos de carbón por persona . El desgaste físico es extremo,
a lo que se suma la amenaza constante de explosiones debi-
das a la concentración de gas . Esta situación se presenta en
las viejas minas, en las minas nuevas se utilizan máquinas
que desprenden carbón en túneles que se derrumban cerca de
los trabajadores, que se protegen con una lámina de acero .
70
Los ingenieros que allí trabajan se ocupan en parte de la su-
pervisión de las máquinas, en estas condiciones existen más
posibilidades de accidentes en las minas viejas, pero los mi-
neros de las nuevas presentan una tasa mayor de accidentes.
La causa de esto parece ser, el menor control de los obreros
sobre el proceso de trabajo, ya que las señales de peligro,
que podían ser interpretadas y causar medidas de seguridad
habrían sido eliminadas . Las grandes minas de la compañía
Fundidora Monterrey presentan un índice de accidentes con
frecuencia de 1025 .01, 1487 .42 y 279 .0 en sus diferentes mi-
nas en comparación con el dato general de las minas de Esta-
dos Unidos que para 1970 era 33 .86 . La Industria Minera Mé -
xico, reportó índices de frecuencia de 203 .90 y 191 .11 (5).
Las organizaciones agrícolas han reportado altas tasas
de accidentes de intoxicaciones . Durante el ciclo agrícola
de 1974 en La Laguna, una de las zonas más desarrolladas
del pals, se registraron 847 casos de intoxicación con in-
secticidas, lo que corresponde a una tasa de 121 .1 por
100 000 habitantes de la región, o una tasa de 1 .4 por hom-
bres en edad productiva activos en la agricultura . Ninguno
de los trabajadores intoxicados tenía seguridad social . En
un estudio comparativo (6
sobre tasas de mortalidad de
dos localidades rurales de distinto grado de desarrollo ca -
pitalista, se halló que los asalariados se enfermaban un
50% más que los pequeños productores . En el grupo de asala-
riados se encontró que los jornaleros agrícolas presentaron '
aun mayores tasas de morbilidad que el promedio de los tra-
71-
bajadores asalariados . Entre los pequeños productores, casi
en su totalidad campesinos, se demostró que la integración
plena a la economía capitalista distinguía un subgrupo de
mayor morbilidad . Factores como la nutrición, vivienda, ser-
vicios (incluyendo a servicios médicos), ingreso, etc ., no
permitieron distinguir consistentemente grupos de mayores y
menores problemas de enfermedad.
Los trabajadores de las industrias cementeras están
especialmente expuestos por las condiciones de contamina-
ción dentro de la fábrica . En enero de 1980, por ejemplo,
más de 1 000 trabajadores de la empresa cementera Tolteca
emplazaron a huelga, para que cumpliera con sus demandas,
entre las que se contaba el mejoramiento del equipo anti-
contaminante . ( 7)
Es importante señalar que en este movimiento reivin-
dicativo los trabajadores estuvieron apoyados por los veci-
nos de Apasco, Estado de México, y de Vitos y Atotonilco,
del Estado de Hidalgo, donde se encuentran ubicadas las
plantas de esta empresa . Se formó un "Comité de Saneamien-
to ambiental" y se realizaron peticiones a la entonces Se-
cretaria de Mejoramiento del Medio Ambiente.
En estas zonas más del 30% de sus 100 mil habitantes
padecen enfermedades de las vías respiratorias o silico-
sis, debido a que las plantas de cemento despiden más de
300 toneladas de polvo de cemento por dia . Los trabajado-
res exigían la necesidad de "chequeos" médicos generales
y análisis toráxicos en forma continuada . Además pedían
que el personal de la fábrica Cemento Tolteca, en el caso
72
de enfermarse a causa de la contaminación, fuera indemnizado
de inmediato con el sueldo integro . Y en base a la Ley Fede-
ral del Trabajo la empresa estaba obligada a proporcionar a
los trabajadores el equipo necesario para que no se dañara
su salud.
La situación se ha agravado, y el Comité de Protesta
contra la Contaminación, elaboró un documento dirigido al
presidente de la Madrid solicitando, en base al artículo
octavo Constitucional y el LXXI de la Ley Federal de Protec-
ción Ambiental la reubicación de las fábricas de Cemento Apas
co, Tolteca, Portland Blanco de México ; las caleras Apax, Ber
trand, Panini . Este Comité exige también el sometimiento de
las empresas paraestatales : Refineria Miguel Hidalgo, laTer-
moeléctrica Francisco Pérez, en Tula y una planta petroquími-
ca, que no cumplen las normas elementales de seguridad para
el control ambiental ( 8).
En ese documento se solicita que los trailers de la ca-
dena Fernando León, que transporta silica, utilice lonas pa-
ra cubrir el cargamento, pues es una substancia bastante tó-
xica .
La lucha de los obreros de la empresa Altos Hornos de
México, S . A ., es otro ejemplo de defensa de las condiciones
de trabajo favorables a su salud . Esta empresa se encuentra
en la ciudad de Monclova, Coahuila . Los trabajadores de es-
ta empresa están organizados dentro del Sindicato Nacional
de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la Re-
pública Mexicana (SNTMMSRM) . Los trabajadores de AHMSA, en
sus plantas 1 y 2 de la ciudad de Monclova, están expuestos
73
a diversos contaminantes y agentes físicos entre los que des
tacan fundamentalmente : ruido, calor, monóxido de carbono,
bióxico de azufre, benceno, tolueno, xileno, naftaleno, volá-
tiles de brea y alquitrán
amoniaco, caliza, óxido de fierro,
cuarzo o sílice libre, polvo de carbón o coque, cal, mangane-
so, cromo, aluminio y vanadio . Todos ellos por encima de los
niveles tolerables en ambas plantas . ( .9)
Estos datos fueron analizados por los miembros del "Cen-
tro de Investigación, Capacitación y Asesoría en Salud en el
Trabajo, A . C ." (CICAST), por pedido de los trabajadores, y se
demostró que las condiciones son aun peores que los datos mos
trados por el estudio de la ST y PS.
La St y Ps, descartó la reducción laboral y sólo dictami-
nó para que la empresa hiciera correcciones con ciertos depar
tamentos considerados insalubres.
La larga lucha de los trabajadores metalúrgicos de AHMSA
es un ejemplo de lucha por mejorar las condiciones generales
de trabajo, que ha tenido efectos mortales para los trabajado
res de esa rama.
Esta serie de casos que se han analizado brevemente en el
presente apartado, demuestra el grado de conciencia ambiental
que va adquiriendo en sus luchas la población más expuesta a
las consecuencias globales del estilo de desarrollo, fundamen
talmente la población trabajadora .
74
2 .3
La basura :
una alternativa social posible.
La sociedad Cooperativa de Seleccionadores de Materia-
les (SOCOSEMA), de Ciudad Juárez, Chihuahua, constituye un
buen ejemplo de manejo de los desechos . (10)
Por un lado se da respuesta al "problema de la basura"
y por otro se constituye una cooperativa que da trabajo y
mejores condiciones de vida a un importante número de tra-
bajadores . SOCOSEMA es además, un buen ejemplo de la comple
jidad de los movimientos sociales que luchan por el mejora-
miento de la calidad de vida (concepto que excede la satis-
facción de las necesidades básicas, y de trabajo como se
plantea en el documento sobre el tema) y el medio ambiente.
En Ciudad Juárez, los procesos de recolección y aprove-
chamiento de la basura presentan una racionalidad que supera
las características de la disposición final de los desechos
que se realiza en el resto del pars particularmente en la
Ciudad de México'. Esto se ha logrado por la existencia de
una organización diferente de los "pepenadores", trabaja-
dores-seleccionadores de la basura, SOCOSEMA . Por otra par-
te es importante señalar también que las autoridades del
Departamento de Limpia prestan un servicio eficiente en la
recolección y aplicación de técnicas aproximadas al relle-
no sanitario, resolviendo el problema de la basura a cielo
abierto.
Las condiciones de trabajo que prevalecían. en el tira-
dero antes de la constitución de SOCOSEMA, eran muy desven-
tajosas para los trabajadores, las remuneraciones eran ba-
75
jisimas . En 1975, adquirió personalidad una organización pa-
ra la disposición final de los desechos que es única en el
pars . Esta organización obtuvo una concesión municipal, un
permiso gubernamental especial que politizó inmediatamente
esta actividad.
SOCOSEMA se constituyó así en cooperativa con el apoyo
municipal y estatal, pudiendo obtener posteriormente la con
cesión que le permitiría usufructuarla bajo sus propios in-
tereses . La propia capacidad organizativa de los trabajado-
res para constituirse en cooperativa de producción y contar
con la concesión que otorgó el municipio de Ciudad Juárez
fueron tal vez, las condiciones de base para lograr los ob-
jetivos de los trabajadores.
La sociedad cooperativa contó con la colaboración de
un grupo de asesores que apoyó las intenciones de los agre-
miados durante varios años, mientras adquirían capacidad pa-
ra resolver autónomamente los diversos aspectos legales y
politicos, sociales y económicos que requiere el funciona-
miento de una empresa social de este estilo que debe enfren-
tar poderosos intereses.
Durante varios años la cooperativa tuvo que enfrentar
importantes obstáculos . Las condiciones de vida de extrema
pobreza 'de estos trabajadores limitaron las posibilidades
de desarrollo de un proceso de autogestión colectivo, pues
durante muchos años existieron fuertes mecanismos de depen
dencia con los agentes externos que participaron en la ad-
ministración de la cooperativa . Los obstáculos políticos
tuvieron que ver con que los trabajadores del tiradero
76
--inicialmente pertenecían a la CROC y a la Liga Municipal de
Organizaciones Populares LMOP . Ambas organizaciones ligadas
al PRI, cuyos representantes exigían a los pepenadores el pa-
go de una cuota . La formación de una cooperativa autónoma de-
bió enfrentarse a los intereses políticos y económicos de los
dirigentes locales.
Estos obstáculos fueron resolviéndose paulatinamente y de
los 224 socios iniciales, en 1985 cuenta con 210 (según nómi -
na de salario mensual) y con un nGmero poco menor de trabaja-
dores eventuales conocidos como "extras" . Los trabajadores de
la cooperativa tienen estabilidad y seguridad en el empleo,
hecho que tiene fundamental importancia para este sector so-
cial, mano de obra no calificada, con un mercado de trabajo
que impone muchas barreras a la incorporación regular a una
actividad productiva . Tienen también acceso a servicios socia
les como educación primaria y atención médica para el traba-
jador y su familia.
En cuanto a los aspectos técnico-económicos la recolec -
ción de basura es una actividad que se encuentra a cargo del
Municipio . En la ciudad se generan alrededor de 600 tonela-
das diarias de basura y se cuenta con un número considerable
de vehículos recolectores . Para el Departamento de Limpia
trabajan alrededor de 120 personas y en el proceso global
de recolección y aprovechamiento pueden estimarse alrededor
de 3 000 personas . El tiradero tiene una extensión de 100 Has.
y se sitúa al sureste de la ciudad en una formación montaño-
sa, con hondonadas pronunciadas y barrancos que se aprove-
chan para el semirrelleno sanitario con que ha venido resol-
77
viéndose el problema de la basura a cielo abierto.
No se cuenta con planta industrializadora de desechos
aunque se ha estudiado la factibilidad de introducirla por
parte de la cooperativa en enero de 1985 se estimaba su
costo en 300 millones de pesos . Sin embargo al problema de
la acumulación de desechos en el tiradero se le ha dado una
salida técnica parcialmente adecuada : cada 24 horas se rea-
liza el tapado de la basura que resulta en semirrelleno sani
tario . En el volumen de los materiales rescatados el cartón
constituye el material más importante, le sigue el papel y
e l cartón maquila . La venta de productos introduce a la coo-
perativa en otra esfera de actividad y de posibilidades de
desarrollo ya que determinan precios, buscan mercados, tie-
nen clientes y programan la producción hasta la distribu-
ción, promoción de sus productos, distribución interna de
ganancias y otros aspectos administrativos . De acuerdo con
los datos se verifica que los trabajadores alcanzan un in-
gresó comparable al mínimo vigente y pueden incluso superar-
lo .
La experiencia de SOCOSEMA aunque limitada a un determi-
nado espacio urbano y a un sector social en condiciones so-
cio-económicas particulares,sugiere la posibilidad de exis-
tencia de formas alternativas de organización social y téc-
n ica .
Otro ejemplo de este estilo es el de la ampliación de
la Colonia Hidalgo, de Minatitlán, Veracruz . A finales de
1980 'un estudio sobre desechos vertidos en el basurero mu-
n icipal resultaba una larga lista de contaminantes (fenoles,
78
aldehídos, écidos, nitratos, butano, metano, hexano, osidos,
cloruros, etc .) (11)
Cuando las autoridades comprenden el
conflicto ecológico la participación social por parte de co-
lonos y estudiantes estaba avanzada . Las luchas de estos sec-
tores lograron que se trasladara el tiradero (que se encontra
ba en plena zona urbana) a otra parte donde se practica el
relleno sanitario . El Comité de Lucha de esta colonia tiene
el interés de aprovechar la experiencia de SOCOSEMA ya que
algunos colonos son pepenadores y quieren organizarse en coo-
perativa .
79
2 .4
San Juan Ixhuatepec . Una catástrofe inevitable.
El crecimiento anárquico de la ciudad y la concentración
espacial de las inversiones, inciden como ya indicáramos, en
una serie de problemas en las áreas donde residen las indus-
tiras y las que sirven de habitar a las familias de los tra-
bajadores . Se plantean grandes dificultades de transporte,
servicios urbanos, vivienda precaria, malas condiciones de
salud, esto se traduce en una deteriorada calidad de vida
que afecta la posibilidad de recuperación de la capacidad
de trabajo de amplios sectores de la población . Los proble-
mas de concentración espacial de las fábricas y la tenden-
cia a adoptar una tecnología que reduzca los costos por so-
bre otra consideración lleva a utilizar las condiciones na-
turales para la producción sin tener en cuenta los .límites
de la capacidad de dilución del agua y del aire de las ema-
naciones de la actividad industrial.
Este panorama ya descrito en numerosos estudios y aná-
lisis sobre el proceso e industrialización, lo debemos tener
presente al considerar situaciones de alto riesgo y de ca-
tástrofe natural . Las catástrofes naturales aunadas a las
condiciones de vida derivadas de los problemas arriba men-
cionados, adquieren dimensiones mucho más dramáticas, cree-
mos que este ha sido el caso de la catástrofe de San Juan
Ixhuatepec y del terremoto que sufrió particularmente la
ciudad de México el 19 y 20 de septiembre de 1985 .
80
El 19 de noviembre de 1984 marca un hito en los movimien
tos populares ecologistas . La catástrofe de San Juanico, la
explosión ocurrida en las instalaciones de Pemex, originó una
organización y movilización de los habitantes de la zona y de
todos aquellos que se sumaron a su lucha . Esta fue una catás-
trofe por "negligencia de la paraestatal", el terremoto del
19 de septiembre, que reeditó de alguna manera esta experien -
cia de organización y movilización solidaria del pueblo po -
tenciada por la magnitud de los hechos, fue una catástrofe
"natural" aunada a una serie de hechos ya mencionados en el
primer capítulo.
El poblado de San Juan Ixhuatepec o San Juanico ya exis-
tía en 1961 cuando Pemex inicia la construcción de la planta
almacenadora y distribuidora de gas . Su historia es típica de
la expansión del Estado de México, la depredación habitual : a
una ampliación urbano-ejidal de 1925 la sucede, en los sesen-
tas, el crecimiento desenfrenado, producto de la necesidad
de vivir lo más cerca que se pueda del "Gran Surtidor de Em-
pleo", la capital . Las 300 has . de la zona, propiedad de eji-
datarios y de latifundistas urbanos, reciben las oleadas de
"paracaidistas", el gobierno federal expropia los terrenos
ejidales y los latifundistas fraccionan y venden sus terre-
nos con óptimas ganancias . En 1977 se inicia la regulariza-
ción de los terrenos, y se intensifican los asentamientos;
en 1984, según el censo de Tlalnepantla, la zona cuenta con
una población de 45 mil habitantes en una población flotan-
te de otros 25 mil .
81
El testimonio de los habitantes insiste en que allí "se
vivía cotidianamente en peligro e inseguridad antes del si-
niestro ." Eran varias las "irregularidades" . (12) La concen-
tración de empresas gaseras en la zona contravenía medidas
expresas : Unigas, Velagas, Gas y Servicio, Bello-Gas, Gas Me-
tropolitano y Gasomático, que proporcionaban más del 40% del
suministro al Distrito Federal . La violación por parte de Pe
mex del Instructivo para la Proyección y Ejecución de Obras e
Instalaciones relativas a plantas de almacenamiento de gas
licuado de petróleo, de la Ley de Petróleo ; irresponsabili-
dad ante denuncias constantes sobre las condiciones de segu-
ridad en San Juanico : el 22 de agosto de 1984 un incendio
obligó a la gente a salir todo el día de sus casas ; hubo in-
diferencia ante la denuncia de los técnicos, falta de mante-
nimiento y fatiga de las tuberías de Pemex, y según los ve-
cinos en días anteriores a la tragedia el gas era más pene-
trante que el habitual, y "el gas al salir producía un zum -
bido similar al de los jets".
"Hasta fines de los 70 después de la construcción de la
Planta de Pemex se crearon las condiciones necesarias para
la instalación masiva de otras empresas como Distribuidores
de gas, Industrias Químicas, Alcoholeras, Industrias Almace-
nadoras y Distribuidoras de productos altamente peligrosos
(acetileno, hidrógeno, oxígeno, argón), como es el caso de
LINDE (filial nacional de Unión Carbide) . . ." (13)
El 22 de marzo de 1983 hubo un incendio en la planta de
Pemex y miles de personas debieron abandonar la zona . El 22
82
de agosto de 1984 ocurrió lo mismo . Por eso el término acci-
dente utilizado para definir este desastre sale sobrando.
Un accidente es "un suceso eventual que altera el orden de
las cosas", y el orden de las cosas en San Juanico no se al-
teró, sólo alcanzó su culminación dramática y allí encajó
perfectamente la catástrofe . Allí lo que hubo fue negligen -
cia institucional . La indiferencia a la vida humana es par-
te del estilo de desarrollo que "sufre" México.
"Las autoridades gubernamentales coludidas con las auto
ridades de Pemex, siempre quisieron eludir la responsabilidad
del siniestro argumentando que las causas que originaron el
mismo sucedieron en el exterior de la planta, o bien lo atri
bufan a actos terroristas o de sabotaje.
Sin embargo los habitantes de San Juanico tentamos bien
claro desde el momento del estallido quién era el responsable
y así se manifestó en las bardas de todo el pueblo "Pemex,
único culpable" . . ." (14)
Antes de la catástrofe, en San Juanico no había de he-
cho organización alguna de vecinos . A los tres días de la
explosión, empiezan las asambleas populares . Poco a poco los
vecinos se animan, quieren persuadir a los reporteros, forman
comisiones para ir con las autoridades, se enfrentan a mura-
llas burocráticas . El forcejeo con las autoridades se agudi-
za, un organizador de mítines es asesinado . El párroco de
San Juanico es trasladado a otro sitio por actitud rebelde.
Aislados los vecinos ven convertirse en rezongo simbólico su
exigencia de reubicación inmediata de la zona de las empresas
gaseras y de las industrias peligrosas .
83
El Comité de Lucha ya no volvió a hacer acto de presencia
después del 28 de febrero de 1985, cuando fue brutalmente re-
primida una marcha convocada por éste . Se crea el 17 de marzo
de 1985 la "Unión Popular Ixhuatepec, A ; C ." . En asamblea ge-
neral se eligió la Comisión Coordinadora.
Producir mucho ha sido una frase con traducción simultá -
nea : producir a como de lugar, como salga, engañando al fisco,
empleando materiales deleznables y al costo humano que sea pre
ciso .
84
NOTAS .
CAPITULO II.
(1) Cedillo B . Alicia . Estudio del caso sobre la contamina-
ción industrial en México . Centro de Investigación, Ca-
pacitación y Asesoría en SEDUE en el Trabajo, A . C . Mi-
meo en Movimientos Sociales y Medio Ambiente, Primera
Reunión . UNAM . 24-28 de junio, 1985.
(2) Rojas López, J .C . ; Rosas, R ; Comité de Defensa de ta
Ecología y Contaminación de Lechería, Estado de México.
Historia de la Contaminación . de Lechería : el caso de
Cromatos de México . Primera Reunión de Movimientos So-
ciales y Medio Ambiente . UNAM . 1985.
(3) Comité de Defnesa Ecológica . . . Op . Cit . pp . 179-180
(4) Rodríguez Ajenjo ; Pérez Caballero, Jáuregui Ramos:
Proceso de trabajo y Condiciones de salud de trabajado-
res expuestos a riesgo eléctrico ; en Revista Latinoameri
cana de salud, No . 1, Ed . Nueva Imagen, 1981.
(5) Córdova, A . El mundo humano del trabajo, en Condiciones
del Trabajo, No . 2, México, 1976, pp . 5-22
(6) Laurell, A . C . Enfermedad y ' desarrollo, análisis socio-
lógico de la mortalidad de dos pueblos mexicanos, en Sa-
lud Pública de México, 17-4, 1975, pp . 471-480.
(7) Uno más . Uno, 13-1-80 . Citado por Sandoval Palacios ; Semo.
op . cit . p . 46.
(8) Excélsior 7-VII-85 . Citado por Sandoval Palacios ; Semo.
op . cit . p . 46 . Se agregan a las demandas mencionadas
la solicitud de que la empresa minera mercantil El Pali-
zar sea desmantelada para que de esa manera paguen in-
85
demnizaciones a los deudos de los infortunados que
murieron de sil icotuberculosis, en enero de 1985.
También manifiestan su desacuerdo a que el drenaje
de la Refinería Hidalgo desemboque en el arroyo se-
co, ya que en este se encuentra el veneno del pozo
que abastece de agua potable a las poblaciones de
Bomintza, Atotonilco y Tlamaco.
(9) Estos datos aparecen en un estudio ambiental para
determinación de riesgos de la salud, elaborado por
la Secretaría de Trabajo y
Previsión Social (ST y
PS).
(10) Castillo, Héctor ; Camarena, Margarita ; Zicandi, Ali-
cia . Basura, Procesos de trabajo e impactos ambien-
tales.
(il)
Rojas, Rafael ; Perry, Ricardo y Ramírez, Neftalí.
1985 . El Comité de lucha de la ampliación de la co-
lonia Hidalgo de Minatitlán, Veracruz y el problema
del basurero municipal . En Primera Reunión . ..
(12) Monsivais, Carlos . Crónica de San Juanico . En cuader-
nos Políticos No . 42 . ERA, México . Enero-marzo 1985,
p . 91-92.
(13) Unión Popular Ixhuatepec, A . C . Antecedentes Histó-
ricos de San Juan Ixhuatepec : El pueblo se organiza.
Primera Reunión . ..
(14) Unión Popular Ixhuatepec . op . cit .
86CAPITULO III
Cómo, quiénes y con qué elementos naturales se produce.
3 .1
Movimientos sociales para la defensa de los recursos na-
turales.
Se reúnen en este apartado los movimientos sociales que
luchan por la recuperación de los diversos medios de produc-
ción y subsistencia (tierras, lagos, ríos
y otros recursos
naturales), por la apropiación de habitat, o contra la conta-
minación de dichos recursos.
La estrategia basada en la industrialización como motor
del desarrollo responde al supuesto de que un crecimiento
significativo de este sector induce un crecimiento de las de-
más actividades productivas . Esto implica un proceso de mo-
dernización que incluye ciertas reformas en la estructura
agraria y la introducción de nuevas tecnologías de explota-
ción de los recursos que aparentemente lograrían sacar al
sector de su virtual estancamiento e integrarlo al proceso
de desarrollo global del país.
La producción agrícola de México, después de un perio-
do de dinamismo sostenido (años 40 y mediados de los 60), en
tró en una etapa de gran crisis . El proceso de modernización
del agro se desarrolla de varias formas, por una parte nue -
vos sistemas de producción con gran insumo tecnológico y ener
gético, y por otro se ejerce una fuerte presión e influencia
del estilo de desarrollo dominante sobre otras formas de pro
ducción y subsistencia que caracteriza a la economía campe-
sina, basada en diferentes tradiciones culturales.
Es así como los campesinos ejidatarios y comuneros y
pescadores se organizan en torno a las reivindicaciones de
sus tradiciones, y contra la destrucción y contaminación de
87
sus medios de subsistencia.
Se suman a estos movimientos, desde otra perspectiva,
las acciones de los movimientos conservacionistas,'los mo-
vimientos de lucha por la JaFensa del medio m 1f : antiguas de
nuestro pats son las comunidades indígenas y campesinas que
han luchado por los bosques, lagos y otros recursos natura-
les desde épocas coloniales . Dentro de estos movimientos en
contramos luchas de tipo tradicional como las luchas de los
comuneros e indígenas por la defensa de los bosques, y entre
las más modernas la de los pescadores que luchan contra la
contaminación de sus zonas de trabajo y sus instrumentos de
pesca.
En la defensa de los recursos forestales, tenemos la
lucha de miles de comuneros de Milpa Alta, Tlalpan, Contre-
ras, Cuajimalpa y Alvaro Obregón, en el D . F ., y de los Es-
tados de México y de Morelos, se unieron en multitudinaria
concentración el 5/2/83, para definir las medidas que toma-
rían conjuntamente para evitar la destrucción de bosques .(1)
A fines de su mandato gubernamental el presidente José
López Portillo dictó un decreto por el cual se facilitaba la
explotación de bosques en favor de la empresa papelera "Lo-
reto y Peña Pobre, S . A ." . Las comunidades se ampararon en con
tra de este decreto y "han decidido conservar la propiedad
comunal cueste lo que cueste.
Los indígenas Zapotecas y Chinantecas de la Sierra de
Oaxaca, cuyas 26 comunidades firmaron un acta en 1980 crean-
do la "Organización en Defensa de los Recursos Naturales y
Desarrollo Social de la Sierra Juárez, A . C ." con el fin de
88
"defender conjuntamente nuestros recursos naturales, princi-
palmente nuestros bosques ; desarrollar nuestros pueblos y
defender nuestra organización por encima de las presiones de
los aparatos politicos y educativos del Estado" . Esta es una
organización independiente con un comité central coordinador
y una asamblea integrada por las autoridades tradicionales,
municipales, comunales y delegados nombrados por cada comuni -
dad para el caso.
Los representantes de 56 grupos étnicos, organizados en
el Consejo Supremo Indígena, acordaron a principios de 1983
demandar al presidente en uno de los programas de consulta
popular, su intervención enérgica para terminar con las con-
cesiones ilimitadas de bosques a empresarios sin escrúpulos
que explotan y contaminan la tierra .(2)
Los campesinos de Chihuahua organizados en el Comité de
Defensa Popular de Chihuahua también realizan luchas de este
estilo . Han denunciado insistentemente la tala inmoderada de
los bosques de la entidad . En el estado de Guerrero los cam-
pesinos han realizado acciones enérgicas para evitar que se
continuara destruyendo las reservas forestales, así en el mu
nicipio de Galeana de Catalán los campesinos se apoderaron
de la maquinaria en actitud de protesta . Los mixtecos de la
zona conocida como La Montaña, en Guerrero, se han empezado
a organizar también, formando algunas decenas de comunidades
la Unión Regional de Crédito Agrícola de Tlapa, Guerrero, pa-
ra obtener créditos y además de la producción agrícola, impul
sar la reforestación de sus bosques talados durante mucho tiem
po por empresas privadas 'oficiales y particulares .
89
Las luchas de los purépechas de Michoacán es muy repre-
sentativa . La comunidad de Santa Fe de la Laguna ha luchado
contra los ganaderos de la región por la recuperación de sus
recursos naturales.
El caso del Lago de Pátzcuaro es también crítico . "En su
caso el azolvamiento ha provocado que en los últimos 40 años
haya perdido casi la mitad de su volumen de agua ; se calcula
que en el fondo del Lago descansan aproximadamente más de 40
millones de metros cúbicos de azolve" . Esto es causado por
la erosión proveniente de toda la cuenca . Los suelos de la
región tienen vocación forestal y la frontera agrícola se ha
extendido desde los años 30 en un 75% . La desforestación ma-
siva ha provocado la pérdida de la capa verde y la erosión
se constituye en la consecuencia lógica de este proceso . El
Lago de Pátzcuaro presenta problemas serios de contaminación
por aguas negras de las cuatro cabeceras municipales de la
región, por tiraderos de basura a cielo abierto, que son
arrastrados al lago por las lluvias, y los agroquimicos
utilizados en la agricultura . El deterioro ecológico de la
región ha afectado también a los pescadores ya que ha dis-
minuido notablemente la captura de peces . "En resumen la
cuenca del Lago de Pátzcuaro está perdiendo hoy en día, con
velocidad inusitada, los que anteriormente parecían inagota
bles recursos naturales . . . el crecimiento demográfico, las
prácticas productivas y la sobreexplotación de los recursos
naturales," han contribuido en este fenómeno .(3)
El centro de Estudios Sociales y Ecológicos plantea des-
de hace 3 años la búsqueda de alternativas y "su estrategia
90
básica es la participación en la toma de decisiones, desde la
investigación de los problemas y alternativas de solución has
ta la evaluación y seguimiento de los trabajos que se empren-
den .
"El CESE dirige sus esfuerzos de investigación, capaci-
tación, comunicación y promoción hacia el reforzamiento de
la autogestión de la población tanto en su propia organiza -
ción como en el proceso de desarrollo regional ." (4) Así na-
ció la Organización Ribereña contra la Contaminación del La-
go de Pátzcuaro (ORCA) . Se estudiaron varias opciones y "se
concluyó en apoyar y promover una línea ecológica integrada
a los procesos económico-sociales de la región de Pátzcuaro,
la cual se ubica en la concepción del eco-desarrollo . Esta
opción se caracteriza, según Dutry y Lambert (Crisis econó-
mica y ecología) por plantear alternativas de desarrollo al
servicio del bienestar, no de la acumulación capitalista;
ello implica reforzar la capacidad de la sociedad civil, pro
moviendo organizaciones autogestionarias, las cuales han de
luchar por que el sistema económico sea controlado por los
propios campesinos con respecto de los equilibrios ecológi-
cos . Para alcanzar estos objetivos se deberán reforzar los
valores de cooperación, de asociación, de participación, de
comunicades de intereses compartidos, oposición a los valo-
res de individualismo y de dominación ."
Los instrumentos y métodos de producción que deben im-
plementarse para llevar adelante estos objetivos deben ser
utilizables y controlados a nivel de la comunidad : deben ser
generados con autonomía cada vez mayor de las comunidades lo
91
cales y regionales ; que no sean destructoras del medio ambien
te, etc.
La formación de esta organización tuvo como antecedente
la movilización popular para impedir la instalación de un Cen
tro de Investigación de Reactores en el año de 1981, suscitó
entre los ribereños la inquietud acerca de la seguridad y el
futuro de sus recursos ." La oposición fue encabezada por los
pescadores y maestros nativos de la región, quienes posterior
mente tendrían un papel protagónico en la formación de la OR-
CA . "A principios de 1982 las comunidades inician una lucha
que culmina con la clausura de una planta procesadora de hari
na de pescado que contaminaba el aire, los pozos de agua po-
table de las comunidades vecinas y el Lago mismo ."
El tiempo de lucha que lleva la ORCA ha dado como resul
tado una influencia favorable para la recuperación de los re
cursos naturales.
Otro aspecto de estas luchas es el que se da en contra
de la contaminación en las zonas petroleras . En Tabasco las
obras de Pemex han contaminado tierras, ríos, lagunas . La
construcción del puerto de embarque de Dos Bocas afectó 1080
has . de cocoteros . Los gases que emanan de las instalaciones
de Pemex en el Municipio de Comacalco, en La Chontalpa aca-
ba con las plantaciones de cacao, coco, plátano . Las fosas que
se construyen en los campos petroleros para almacenar desper-
dicios que generan las obras de perforación son incapaces de
detener la contaminación, ya que las lluvias derraman los de
sechos que, al llegar a los lagos y ríos destruyen parte de
su flora y fauna .
92
Los campesinos de la región de los Municipios de Paraiso,
Comacalco y Cárdenas y Huimanguillo, decidieron organizarse
hace ya varios años, para lograr la indemnización de sus tie-
rras contaminadas por PEMEX . Este fue el origen del Pacto Ri
bereño . La lucha lleva ya muchos años y ha tenido momentos
muy álgidos . Ha llegado a intervenir la policía judicial y
la Secretaria de Gobernación, muchos campesinos fueron apresa
dos .
En febrero del 84 gracias a la movilización de los cam -
pesinos fueron puestos en libertad . Este ejemplo nos demues-
tra que la lucha contra la contaminación del medio ambiente
puede llegar a límites de extrema violencia porque los inte-
reses que se ponen en juego son muy poderosos.
En Oaxaca y en Veracruz también se dan movimientos de
este tipo . En Oaxaca a principios de 1984 campesinos del eji-
do de Salina Cruz ocuparon el puerto petrolero de Salinas de
Márquez exigiendo el pago de 10 millones de pesos a PEMEX por
un adeudo sobre sus tierras . En el caso de Veracruz no sólo
los campesinos se han movilizado en contra de la contamina -
ción de sus recursos por Pemex sino también los ganaderos.
Asimismo en zonas pesqueras cómo en Coatzacoalcos, la
contaminación es muy alta por el drenaje del Complejo Petro-
químico "Pajaritos", así como pór los derrames de las bollas
marinas de Pemex, ubicadas a 3 millas mar adentro . Los pes-
cadores tuvieron que alargar sus redes y pescar cada vez
más adentro porque la contaminación avanza en forma acelera-
da .
93
Este también es el caso de los pescadores de la Isla de
Copoácán, de la Congregación de Allende, de la Laguna del Os
tión y otros más en el estado de Veracruz . "A partir de los
años 60 se empezaron a sentir los efectos de la contamina-
ción por motivo de los desechos de azufre que la Azufrera Pa
namericana lanzara, y que aún sigue lanzando al rfo Guazun-
tlan . . . Todos los desechos se acumulan en el bajo pantano en
tre Coatzacoalcos y Minatitlán en tiempo de lluvias ocasiona-
das por perturbaciones atmosféricas en el Golfo de Méx = ico,
mismas que ocasionan mareas muy altas al mismo tiempo que
fuertes lluvias . Aqui precisamente se produce el daño máxi-
mo, ya que al pasar el efecto del mal tiempo sale de golpe
toda . la contaminación acumulada hacia el Rio Guazuntlán o
Calzadas y al mismo tiempo parte de estas aguas entran a la
Laguna del Ostión por un corte natural en la parte de arri-
ba 20 km de la desembocadura al Rio Coatzacoalcos . . . Por lo
tanto los daños no tan solo ecológicos sino también de los
equipos de pesca están a la vista, con los desechos indus-
riales de todo tipo, derrames de petróleo crudo, y de ahí
hay que agregarle al rfo los desechos de las ciudades don-
de detergentes y materias fecales sin que se haga nada pa-
ra remediarlo ." (5)
La Unión de pescadores de la Barra de Tonalá, Munici-
pio de Coatzacoalcos, Veracruz es otro ejemplo de grave
contaminación que afecta una fuente de supervivencia y tra
bajo . "Tonalá tuvo 'su fortalecimiento respecto a la pesca
por los años de 1930 hasta 1950 . Inmensos cardúmenes de tie
94
rra, peto, robalo, mojarra blanca, chucucumite y otras espe -
cies, eran en gran escala.
A partir del año 1950, hasta el presente, las especies
que antes se mencionan (incluyendo, el pámpano, el pargo, sar
go, cherna) han desaparecido en un 75% . Las aguas del golfo
de México se han contaminado por 2 líneas de escurrimiento de
20" de diámetro, que tiene sus desagües a 8 Km al este de la
ciudad de Coatzacoalcos y que proceden directamente dei Com-
plejo industrial "Pajaritos" . (6)
Con hechos comprobados, de seguir existiendo el avance
de este contaminante (un producto empleado que se llama "dis
persante" que no se disuelve) en 4 años a partir de la fecha
no quedará ninguna especie que ayude a sobrellevar la exis-
tencia de estos pescadores .
\
95
3 .2
Los movimientos conservacionistas.
Veremos aquí las organizaciones que se ubican dentro de
esta perspectiva : Bioconservación, A . C ., la Asociación Me-
xicana Pro-conservación de la Naturaleza, conocida como Pro-
natura, La Alianza Ecológica Nacional, y el Movimiento ecolo-
gista Mexicano.
La primera organización pertenece a la "Unión Internatio
nale Pour la Conservation de la Nature et des ses Resources",
con sede en Morges, Suiza . Su órgano de difusión es la revis-
ta "Supervivencia".
Uno de los miembros de esta organización Ricargo Mier
Ayala, expresa asi los objetivos de la misma : "Bioconserva-
ción es un llamado vigoroso en favor de la vida que se con-
trapone al concepto, a las causas y a los efectos de la con-
taminación y de la deterioración ambientales . La bioconer-
vación pretende, como disciplina, coordinar, y racionalizar
las técnicas de manejo de los recursos naturales, sobre ba-
ses ecológicas, a fin de convertir dichos recursos en rique-
zas permanentes, para beneficio de la especie humana . Conta-
minación es el problema . . . bioconservación es la respuesta
(7) .
Esta asociación tiene como principales líneas de acción:
a) la divulgación ; b) enlace con organismos nacionales e in-
ternacionales, públicos y privados ; c) auspicio y promoción
de estudios e iniciativa ; d) establecimiento de reservas na-
turales y bancos genéticos .
96
Esta asociación está vinculada a varias universidades
*UNAM, Instituto de Biología, Universidad Autónoma de Nue-
vo León, Universidad Veracruzana, Universidad Autónoma de
Juárez, Universidad Autónoma de Noreste ; Universidad de las
Américas ; Arizona-Sonora Desert Museum, etc .).
Bioconservación ha tenido apoyo en determinados medios
televisivos, donde se difundieron una serie de programas de -
dicados a "Supervivencia" en los años 70's . Entre sus accio-
nes recientes se encuentra el apoyo a las organizaciones que
están desarrollando tecnología apropiada.
Pronatura, se encuentra también dentro de esta perspec-
tiva conservacionista, el lema de esta asociación es "to que
salvemos hoy, puede salvarnos mañana ." (8)
Para Brianda Domeq, una de sus líderes, si los poblado-
res de esta tierra continuamos devastando nuestros recursos
naturales no sólo veremos aumentar dia a día el hambre y la
miseria sino que nos enfrentaremos a la irreversible extin-
ción de la especie humana . Esta asociación trabaja para pro-
teger la diversidad biológica necesaria a la supervivencia
humana, se lucha contra la extinción de las especies con mi-
ras a evitar la extinción de la especie humana.
Sus acciones se concentran principalmente en series de
conferencias audiovisuales dadas por especialistas sobre la
conservación de la riqueza y diversidad natural, en colabo-
ración principalmente del Instituto de Ecología . Los temas
que han tratado en sus conferencias han sido entre otros:
las reservas de la Biósfera, la Mariposa Monarca, la flora
97
y la fauna del desierto mexicano, el proyecto de conservación
de aves marinas migratorias de la Isla Rosa en el Golfo de Ba
ja California, el bosque del Ajusco, y otros más . Una de sus
últimas campañas es la "Ya no hay", que significa ya no hay
tal o cual especie animal o vegetal, se invita a la gente a
hacerse miembro de la asociación.
La "Alianza Ecológica Nacional" es un movimiento ecolo-
gista conservacionista que tiene por objetivos principales
"defender a nuestra Ecología de las fuerzas humanas destruc -
tivas que tanto daño le han causado y pretende seguirle cau-
sando . . ." En esta asociación se unen esfuerzos individuales
y de grupos con el fin de mejorar y proteger y restaurar el
medio ambiente .
Sus miembros han "convenido en actuar en
forma pacífica, . . . mantenerse independiente de partidos po-
líticos, oficinas gubernamentales y grupos privados limi-
tando su actividad política exclusivamente a la libre par-
ticipación en las acciones para proteger y cuidar el medio
ambiente ; sin embargo estamos dispuestos, cuando sea el mo-
mento oportuno, a integrarnos a un partido Ecologista que
aglutine los esfuerzos que en este sentido se están reali-
zando en todo el pats . . . La Alianza Ecologista es una orga-
nización natural, abierta, libre y democrática, que preten-
de solidarizar esfuerzos en un programa práctico de acción
ciudadana gubernamental y privada, con el fin de resolver
el problema de contaminación ambiental de todo el pals, in-
cluyendo también a manera de prevención, el cuidado de las
zonas todavía no contaminadas que deben ser consideradas co-
mo intocables reservas ecológicas" . (9)
98
Esta agrupación ha realizado distintas acciones como con
centraciones públicas, sesiones de trabajo con autoridades,
jornadas ecologistas . Se destacan acciones tales como una
peregrinación a la Villa de Guadalupe para que "la Virgen
salve a la sociedad enferma y en peligro de muerte por la
destrucción y contaminación ambiental" . (10)
La Alianza Ecologista es un ejemplo de este tipo de
agrupaciones con objetivos conservacionistas de los recur -
sos naturales y de la naturaleza en sentido genérico, pero
que no consideran un planteo más radical que apunte las cau
sas y las alternativas de esa destrucción y contaminación
ambiental que tanto "enferma a la sociedad" . Sus objetivos de
alguna manera también expresan la preocupación de las clases
medias urbanas por el proceso tan avanzado de deterioro del
medio ambiente pero que no puede trascender la perspectiva
de una cierta concepción ecologista que se acerca más a las
reivindicaciones de muchas agrupaciones o partidos "verdes" de
los paises industrializados.
El Movimiento Ecologista Mexicano es una "organización
social plural que no busca el poder sino la participación
ciudadana en las decisiones que afectan al ecosistema para pre
servarlos y desarrolarlo como elemento fundamental de la vi-
da nacional ." (11) El MEM busca "hacer frente a la escasez
original o inducida de algunos recursos y simultáneamente,
determinar la distribución regional del daño ecológico y de
sus fuentes mediante la acción cotidiana que promueva modifi-
caciones en la esfera de lo económico, social y de la partici
pación ciudadana ." (12)
99
La defensa del patrimonio natural de la nación sustenta -
rla el desarrollo económico y social de México, procurando
una explotación racional de los recursos, modificando cier-
tas pautas de producción, distribución y consumo de la so-
ciedad . Esta organización tampoco forma parte de un parti-
do politico y promueven la participación democrática de la
ciudadanía entendiendo al "compromiso ecológico como un acto
voluntario y rechazando formas de organización que impliquen
control y sumisión, que llevan casi siempre a la anulación
del potencial creativo y a desactivar la participación so-
cial ." (13)
Esta asociación ecologista constituye tal vez un ejem-
plo de los más claros de un cierto apoliticismo ecologista,
que no puede salirse evidentemente del marco conservacionis-
ta, a pesar de señalar la necesidad de actuar en el terreno
de las decisiones sociales y políticas .
100
N O T A S
(1) Metrópoli, 6-2-83 citado por Semo, Ilan ; Sandoval Pala-
cios, J . M . Los movimientos sociales del ecologismo en
México . En Primera Reunión de Movimientos Sociales y Me
dio Ambiente . UNAM . 24-28 junio . 1985.
(2) Excélsior, 22-IX-83
(3) Organización Ribereña Contra la Contaminación del Lago
de Pátzcuaro (ORCA) Centro de Estudios Sociales y Eco-
lógicos (CESE).
(4) Ibid.
(5) Domínguez Vázquez, Bernardino . Laguna del Ostión, Con-
gregación de las Barrillas, Municipio de Coatzacoalcos,
Ver ., Primera Reunión de Movimientos . ..
(6) Ledesma Aguilera, Juvencio ; Romero, Guadalupe y Jiménez
Arias, Migue . Unión de Pescadores de Barra de Tonalá, Mu
nicipio de Coatzacoalcos, Veracruz . Primera Reunión . ..
(7) Mier Ayala, Ricardo, 1975 . "Un llamado universitario en
favor de la vida" Trabajo presentado en el II Simposio
Binacional sobre problemas del Medio Ambiente en la Fron
tera de México - Estados Unidos ; Supervivencia, año 1,
no . 2, julio-agosto ; 23-28
(8) Excélsior, 11-1-85
(9) Alianza Ecologista Nacional . Arcorredes No . 1, Otoño de
1984.
(10) Volante de la Alianza Ecologista Nacional
101
(il)
Cipres Villarreal, Alfonso . 1985 . "E1 Movimiento Ecolo-
gista Mexicano . Análisis retrospectivo y prospectivo".
Primera Reunión . ..
(12)
y
(13) .
Ibid .
102
Consideraciones Finales
En la última década han surgido esta gran diversidad
analizada de movimientos específicamente ambientalistas y
muchos otros movimientos sociales (como es el caso de las
luchas campesinas y los movimientos urbanos populares) u
organizaciones preexistentes han incorporado la problem6-
tica ambiental en sus programas de lucha.
Las distintas acciones, luchas y reivindicaciones de
estos movimientos ambientales y organizaciones sociales son
un síntoma claro de que la sociedad va tomando conciencia,
tal vez lentamente, de los costos sociales y ambientales ne
cesarios para sostener el ritmo de crecimiento que impone el
estilo de desarrollo dominante.
El resultado de estos movimientos tal vez llegue a in-
fluir en los programas y acciones de la gestión pública pu -
diéndose incorporar la perspectiva ambiental en la planifi-
cación económica no ya con una visión normativa sino efecti-
va .
La defensa del medio ambiente lleva implícita una lucha
mucho más profunda por el mejoramiento y la búsqueda de al-
ternativas a las actuales condiciones y calidad de la vida .
103
METODOLOGIA PARA EL ANALISIS DE LA
PROBLEMATICA AMBIENTAL DE LAS CIUDADES
104
INTRODUCCION.
El trabajo que presentamos a continuación tiene por objeti -
vo desarrollar algunos elementos del marco conceptual y me -
todológico que podría orientar el estudio de las ciudades
desde una perspectiva ambiental, para luego proponer una
serie de lineas de análisis que sean coherentes con ese mar
co conceptual y al mismo tiempo resultado de la considera -
ción de los aportes del mismo.
Las lineas de análisis propuestas se inscriben dentro
de los estudios necesarios para poder concebir e implemen -
tar políticas urbanas de mejoramiento ambiental, y por lo
tanto, el sentido de las mismas se articula al propósito de
actuar y transformar la realidad urbana dentro del contexto
del desarrollo social de un pars como México.
A pesar de esa vinculación con la acción, la selección
y desarrollo de cada una de las lineas consideradas, así co
mo las relaciones entre las mismas, no pueden concebirse al
margen de nociones teórico-metodológicas referidas alo ur-
bano, a lo ambiental y a la interrelación entre esas dos
áreas .
Por otra parte, si bien esas propuestas de análisis ser
virfan de base 'a la planificación ambiental de las ciudades,
no entraríamos en este trabajo a considerar los procesos y
problemas de la planificación misma . Es decir, que los desa-
rrollos conceptuales y propuestas metodológicas se utiliza-
rían básicamente para indicar cuáles son los problemas y as
105
pectos que deberla atender esa planificación, así como para
describir y explicar los elementos constitutivos de los mis
mos, lo cual ayudarla a orientar el contenido de las polí -
ticas en cuestión.
Aunque no entraríamos en el campo de la planificación,
que será atendido en otrós capítulos del trabajo global, del
cual éste forma parte, nos parece importante aclarar algunos
aspectos relacionados con el sentido y el ámbito de acción
de la planificación . Así, es pertinente dejar establecido
que el conjunto de problemas que serían objeto de la plani-
ficación están interrelacionados e implican, al mismo tiem-
po, políticas y planes interconectados, visualizados dentro
de una perspectiva integrada de la relación ciudad-medio am
biente.
Asimismo, es necesario hacer referencia al hecho de
que una política ambiental para las ciudades no sólo trae
aparejado el desarrollo de planes a nivel local, sino que
muchas medidas tomadas desde el nivel nacional pueden te -
ner una incidencia relevante en el funcionamiento de las
mismas . Esto está evidentemente vinculado a que los proble-
mas urbanos y urbano-ambientales no se circunscriben al es-
pacio de la mancha urbana sino que ellos son muchas veces
producto de problemas económico-sociales que afectan al con-
junto del país, y que se especifican a nivel local, a tra-
vés de las múltiples relaciones que las ciudades tienen con
el funcionamiento del sistema nacional, y con el medio-am-
biente externo a las mismas .
106
Asimismo, es necesario hacer referencia al hecho que una
politica ambiental para las ciudades no sólo trae aparejado
el desarrollo de planes a nivel local, sino que muchas medi -
das tomadas desde el nivel nacional pueden tener una inciden
cia relevante en el funcionamiento de las mismas . Esto está
evidentemente vinculado a que los problemas urbanos y urba -
no-ambientales no se circunscriben al espacio de la mancha
urbana sino que ellos son muchas veces producto de problemas
económico-sociales que afectan al conjunto del país, y que
_se especifican a nivel local, a través de las múltiples re -
laciones que las ciudades tienen con el funcionamiento del
sistema nacional, y con el medio-ambiente externo a las mis
mas .
A pesar de que desde el nivel nacional se requerirán ac
clones para iniciar políticas globales que enfrenten los pro
blemas ambientales, el trabajo técnico de identificar esos
problemas y sus posibles soluciones, debe realizarse en los
niveles urbano y regional . Los problemas y soluciones varia
rán en cada caso pero, sin embargo, es posible definir una
serie de objetivos y una metodología que puede ser usada en
diferentes casos, para analizar la relación entre el medio
natural y los centros urbanos.
El trabajo que presentamos constará básicamente de una
primera parte en la que se desarrollarán una serie de consi -
deraciones teórico-metodológicas que servirán de base para
la presentación, en la segunda parte, de una propuesta meto -
dológica que comprenderá varias líneas de análisis, base de
posibles politicas urbano-ambientales .
107
En la primera parte se presentan los antecedentes rela
tivos a los diferentes enfoques dentro de los cuales se ha
desarrollado la problemática ambiental, haciendo referencia,
por ejemplo, a las concepciones implícitas en la "ecología
de las poblaciones" . la "ecología de las comunidades" y la
"ecología de sistemas", a los aportes de algunas corrientes
dentro de la sociología y la economía, así como de algunos
intentos más recientes de integrar los aspectos sociales y
ambientales de la problemática ecológica de las ciudades.
Después de esta revisión se concluye la inexistencia
de un cuerpo teórico único que permita el conocimiento in-
tegral de la mencionada problemática, y la necesidad de
efectuar estudios interdisciplinarios que puedan dar cuen-
ta de la complejidad de los fenómenos abordados.
Aunque no se presentan como una alternativa acabada pa
ra la consideración y tratamiento de estos problemas, el
trabajo pretende,luego de la revisión crítica aludida, expo
ner una serie de definiciones conceptuales de lo urbano,
de lo ambiental y de la relación entre ambos que, sin per-
der algunos elementos positivos de ciertos enfoques consi -
derados en la parte anterior, los ubica de manera diferen-
te, sobre todo en lo relativo a la integración de las va-
riables sociales en el conjunto . Es importante enfatizar que
en la presentación de esas definiciones conceptuales la 16-
gica socio-económica de las ciudades, vinculada a un modo
de producción dominante, estaría sobre-determinando la ma-
nera como se presentan los diferentes aspectos de la pro-
blemática ambiental .
108
En la segunda parte del trabajo, y antes de presentar
las líneas de análisis que se proponen, se introducen algu
nos criterios para establecer una tipología de ciudades,
que serviría para que los aspectos que se recomiendan ana-
lizar puedan adaptarse a las diferentes situaciones que
surgirían a nivel local, de acuerdo, por ejemplo, con el
tamaño, ritmo de crecimiento, funciones y características
geográficas de esas ciudades . En un anexo se presenta un
intento todavía preliminar, (y que aún debe ser mucho más
trabajado) de aplicación de esos criterios para elaborar
una tipología de ciudades válida para México.
Sin embargo, la consideración de esa tipología nos
ha servido para que en la exposición de los distintos te-
mas de análisis propuestos, se puedan hacer algunas refe -
rencias a las variantes que podrían entrar en la realiza-
ción de los análisis según los casos considerados.
La primera linea de análisis propuesta tiene que ver
con los insumos que deben importarse para el desarrollo
de las actividades urbanas fundamentales (producción, in-
tercambio y consumo), insumos como la energía, el agua y
los alimentos, que provienen, en gran medida, de otros me -
dio-ambientes más o menos alejados de la ciudad . Asimismo,
ella se refiere a los residuos y desechos generados por
esas mismas actividades y que afectan Tanto el medio intra-
urbano como el externo . Aquí se ha insistido, justamente,
en la necesidad de entender la lógica de funcionamiento de
esas actividades, para poder explicar el tipo y magnitud
de los insumos necesarios y de los desechos generados, ló -
gica que no es tomada en cuenta por los estudios ecológi-
109
cos tradicionales.
En la segunda linea se pone énfasis en el conocimiento
del medio ambiente intra-urbano, y en la calidad de vida di -
ferencial de la ciudad, haciendo referencia a la necesidad
de conocer las condiciones de ciertas zonas críticas de la
ciudad.
Por último, en la tercera línea se propone al análisis
del impacto del crecimiento urbano sobre el área circundan-
te, haciendo algunas diferenciaciones entre las áreas ocu-
padas por el nuevo crecimiento y aquellas indirectamente
afectadas por el desarrollo urbano.
Como se deduce de estos elementos presentados, las dis
tintas líneas de análisis implican diferentes ámbitos espa-
ciales (el intraurbano, el circundante, los espacios más
alejados) pero también diferentes tipos de relaciones entre
los mismos.
Por otra parte en el desarrollo do esas líneas se hace
presente la necesidad de tomar en cuenta políticas alterna-
tivas, no tradicionales, para hacer frente a los problemas
detectados, políticas que también estarían orientando la
forma como se realizarían los estudios y en algunos casos
los proyectos piloto para alimentar, en una etapa posterior,
las soluciones mencionadas.
Para terminar, es necesario puntualizar que, a pesar
de que las lineas y temas propuestos en cada una, se podrían
ver como aspectos separados entre sf, en la realidad ellos
deberían desarrollarse en forma ínterrelacionada, para que
110
los resultados de algunos análisis parciales puedan alimen -
tar a los otros, en un intento de integrar lo más posible
una visión totalizadora de la problemática ciudad-medio am-
biente . Algunos de estos aspectos serán señalados en las
conclusiones generales del trabajo .
111
I .
Consideraciones Teórico-Metodológicas
La complejidad de la relación sociedad-naturaleza cons -
tituye uno de los temas de mayor atención a partir de la dé-
cada de los setenta . Diferentes disciplinas han abordado di-
cha problemática, pero en la actualidad no existe un instru -
mental teórico-metodológico único, lo cual estaría indicando
la necesidad del trabajo interdisciplinario (B . García, E.
Leff, V . Sánchez, 1983).
Si bien es cierto que la ecología se ha preocupado de
manera intensiva de dicha temática, el dominio del enfoque
biologista hasta la década de los sesentas, no le ha permi -
tido considerar las múltiples relaciones del hombre con la
naturaleza, así como las mediaciones sociales existentes.
En términos generales se pueden diferenciar tres co-
rrientes teóricas en la ecología, las cuales han realizado
avances importantes en la comprensión del medio ambiente.
La ecología de poblaciones, a través del estudio de los pro -
cesos ecológicos que determinan el crecimiento, regulación,
coexistencia y adaptación de una población . Ella ha elabora-
do conceptos importantes como el de "capacidad de carga" (re
sistencia ambiental), cuyas aplicaciones para el estudio de
las ciudades (Montenegro, R . A ., 1981), permite ver algunas
relaciones que establece la ciudad con su medio ambiente.
Por otra parte, la ecología de comunidades, que estu-
dia principalmente los conjuntos multiespecíficos de pobla -
ciones que habitan un área determinada (comunidades), y de
112
sus interrelaciones mutuas, desarrolló y formalizó el concep
to de "nicho ecológico" . En términos ambientales 61 estaría
representado por el "habitat de una especie", cuyo contenido
plantea que cada organismo presenta una serie de necesida -
des y requerimientos de su ambiente y además desempeña un
cierto rol en cuanto a su forma de relacionarse no sólo con
otras especies, sino con su espacio y ambiente físico ; de
alit derivan las condiciones necesarias para su sobreviven-
cia .
La formulación del concepto de ecosistema humano total,
versión holtstica, (Ehrlich, 1970 ; Watt, 1973 ; Odum, 1973),
permitió comprender los actos del hombre como procesos a ni -
vel de ecosistemas, tanto en la dimensión del hombre en sí
mismo, de la sociedad y de sus formas de relacionarse con la
naturaleza, como también del medio ambiente total y de sus
alteraciones.
El concepto de ecosistema en su formulación actual, ha
permitido una expansión del campo de estudio de la ecología,
llegando a veces a ser presentada como la ciencia capaz de
estudiar como un todo a la realidad . La ecología de sistemas
ha permitido reinterpretar conceptos de la ecología e inte-
grar las acciones humanas y su rol dentro de la naturaleza.
Los conceptos de flujo de energía, productividad ecológica,
eficiencia energética, etc ., han tenido gran difusión aun-
que a veces se ha exagerado su uso al pretender reducir to-
do a un problema de intercambios de energía (0' Neil, 1976) .
113
Las ciencias sociales, por su parte, también han consi -
derado al medio ambiente natural dentro de sus teorizaciones.
Por ejemplo, la ecología urbana, desarrollada por los soció -
logos de la Escuela de Chicago a partir de la segunda década
de este siglo, y sobre todo a través de teóricos como Park,
Burgess y McKenzie, ha tratado de buscar similitudes y esta
blecer paralelismos entre los procesos naturales y los pro-
cesos de asentamiento de los grupos sociales en las ciudades.
Asi, los procesos de concentración, centralización, segrega -
ción, invasión y sucesión que ocurren en el medio urbano,
son visualizados, con una perspectiva biologista u organi -
cista,como similares a aquellos procesos a través de los cua
les las especies animales y vegetales ocupan un lugar en la
superficie terrestre.
Por otra parte, algunos autores (Gutman, P ., 1983), han
mostrado como la economía neoclásica se ha comportado en el
análisis ambiental, sobre todo a través del tratamiento que
da a la extracción de los recursos, a la valoración de los
ambientes naturales, y a la contaminación.
El esquema de "flujos de materiales" 1/ se basa en la
conservación de la materia, en donde todo lo que entra a una
ciudad, de alguna manera se transforma, pero la masa total
perdura ; así el medio ambiente natural es origen de los in-
sumos requeridos por el proceso productivo y es lugar de
1/ Ayres, R . y Kneese, A . : "La polución y la calidad del medio ambien
te urbano", 1969, Edición Urbanismo OIKOS-TAU, Barcelona, 1973 .
114
disposición de los residuos del proceso de producción y con
sumo . Se plantea que para que los problemas de la contamina-
ción sean solucionados, en tanto considera el medio ambien-
te natural como, un mero objeto económico, es necesario que
éste se convierta (puesto que no tiene precio de mercado)
en objeto económico, para lo cual los costos de la disposi -
ción de residuos (contaminación) deben
ser considerados como
un problema de mercado.
Otra corriente de la economía postula que existen diná-
micas independientes entre la sociedad y la naturaleza, y
que uno de los momentos principales de contacto es en el
proceso productivo, caracterizado como el punto de confluen-
cia de la naturaleza y el hombre organizado en sociedad.
En la actualidad, existe un cierto grado de consenso
respecto al tratamiento de lo ambiental en términos de sis-
tema . Sin embargo, no existe un acuerdo respecto de si de-
be considerarse en términos de ecosistema, sistema humana,
sistema natural, etc ., y en consecuencia, de si se trata de
un ambiente social, natural o artificial, o si es el espa -
cio de ias interacciones entre los distintos sistemas.
Dentro del enfoque de la "ecología humana", ésta se
plantea como un enfoque ecológico integral que considera a
todos los ecosistemas de la biósfera y su relación con la
salud y el bienestar de la sociedad . Su preocupación son
tanto las propiedades del sistema como una entidad (ambien
te total) y las condiciones de vida y el bienestar de los
individuos (eperiencia humana) . Los componentes del medio
115
ambiente total serian los correspondientes al medio ambien -
te natural (ecosistema locales y ecosistema regionales), y
los que pertenecen a la sociedad (población humana, productos
del trabajo, como máquinas, cultivos, etc ., y la cultura).
(Boyden, S ., et . al .).
Dentro de la conceptualización sistémica del medio am-
biente, también se plantea al medio ambiente como una tota -
lidad (sistema estructurado), en la cual las partes están
articuladas de tal manera que sólo la comprensión del todo
permite dar sentido objetivo a cada uno de sus elementos.
"Si una totalidad impone a cada una de sus partes múltiples
relaciones y determinaciones, es porque es un sistema estruc
turado" (Garcia, R ., 1983) . Esta proposición, señala la ne-
cesidad epistemológica de construir el objeto de estudio por
una parte, y además implica un cambio "epistémico de traba-
jo" en términos del significado social de la biósfera y no
como un objeto de estudio en si.
Respecto al caso especifico que nos ocupa, la ciudad
y el medio ambiente, las diversas corrientes actuales permi -
ten ir especificando cada vez más cuales son los aspectos
fundamentales que deben considerarse para . su estudio . Den-
tro de las principales posiciones respecto al estudio de la
. ciudad, podemos destacar a las ecológicas : a) la que consi-
dera la ciudad como un ecosistema más o menos cerrado, con
componentes bióticos y no-bióticos cuyas relaciones son a
través de flujos (inflow-outflow) de energia ; b) aquella
que define al ecosistema como cualquier sistema donde sus
116
componentes interactúan y pueden ser aislados para propósi-
tos de un análisis ecológico (Tansley), y en consecuencia
se puede considerar a la ciudad como un ecosistema no natu -
ral (puesto que no es autosuf,iciente) y por lo tanto se tra-
ta de un "ecosistema humano" . Esta última corriente correspon
de a la ecología humana (Boyden, S ., 1977).
Algunos modelos para estudiar la ciudad, plantean que
la interacción entre el medio ambiente construido y natural
es permeable y en forma de inputs y outputs, de tal manera
que la energía que necesita la ciudad es provista desde
afuera, permitiendo evaluar la ciudad en términos de la re-
lación entre eficiencia energética y organización (Hutchinson,
1964).
El balance energético de la población humana, sólo per-
mite conclusiones limitadas, excepto que se postule una re-
lación constante y positiva entre productividad energética
y eficiencia social lo que no parece posible ni para las po-
blaciones animales (Smith, 1989), De ahí que considerar otros
objetivos sociales, además de la captación eficiente de ener
gía, permite un análisis más totalizante.
La breve exposición de los principales planteamientos
que se han realizado en relación con el medio ambiente, nos
permite hacer algunas consideraciones respecto al estado ac
tual de los planteamientos sobre el mismo.
A pesar de haberse logrado un avance importante en tér-
minos conceptuales sobre el significado del medio ambiente y
los elementos necesarios que deben ser considerados para su
117
estudio, no existe un cuerpo teórico único que permita su co
nocimiento integral y menos aún para el caso de las ciudades.
Por otra parte, la naturaleza interdisciplinaria del
medio ambiente, plantea quizás la necesidad de construir un
"paradigma trandisciplinario (Gallopin, G ., 1983) compartido
por los diferentes participantes, que aún no se logra.
Desde nuestra óptica, y para propósitos de formular
ciertas líneas metodológicas para el estudio del medio ambien
te, señalaremos algunas definiciones conceptuales que nos pa
recen importantes.
En primer lugar, lo ambiental no es sinónimo de lo eco-
lógico . Lo que define un sistema ecológico es su naturaleza,
y "el ambiente de un sistema dado está constituido por aque -
llos elementos que no pertenecen al sistema bajo considera-
ción y que están interrelacionados con el sistema" (Gallo-
pin, G ., 1983), se trata entonces del sistema humano y el
sistema ambiental en el cual se inscribe.
En la naturaleza existen distintos sistemas, entre tos
cuales el sistema humano presenta ciertas características
que lo especifican de acuerdo a las relaciones que estable -
cen entre los hombres y con la naturaleza . Se trata de dos
legalidades diferentes., la social y la natural, que se re-
lacionan necesariamente para la reproducción social.
La ciudad en cuanto a espacio de relaciones entre obje
tos, grupos sociales y actividades, constituye un sistema
humano que se relaciona con otros sitemas tanto naturales
como sociales . La ciudad tiene, en tanto unidad de estudio,
118
un medio ambiente que la circunda, un sistema ambiental di-
rectamente acoplado a la ciudad . Por otra parte como asien
to de las actividades de producción, intercambio y consumo
comprende un medio ambiente intraurbano, creado por el sis-
tema social.
Si bien consideramos importante los planteamientos de
los estudios ecológicos de los asentamientos humanos (Boy-
den, S . ; Millar, S . ; Newcombe, K . ; O'Neill, B ., 1981) en cuan
to a su preocupación por la manera en que las condiciones de
la sociedad afectan tanto al ambiente natural como a la ca-
lidad de la "experiencia humana", creemos que, la naturale -
za intrínseca y el, proceso histórico de la ciudad, no se
agotan en términos del ecosistema . Si bien estos estudios im
plican de ampliar la visión tradicional aportada por la eco
logia, siguen teniendo ut. carácter limitado, puesto que las
variables sociales que se introducen estarían supeditadas,
básicamente, a la legalidad de lo ecológico.
Existen diferentes definiciones de lo urbano, de acuer
do con la orientación teórica adoptada . Ellas relevarán di-
versos aspectos del fenómeno a estudiar y conducirán al plan
teamiento de diferentes tipos de relaciones.
Desde nuestro punto de vista, la ciudad es el medio,
socio-espacial en el que las actividades ahí asentadas, y
el modo especifico en que se aglomeran los elementos que las
constituyen, reproduce la vida material del hombre y las re -
laciones sociales inherentes al modo de producción dominante.
En este marco se inscriben las actividades de producción,
119
consumo e intercambio, base de la reproducción social . Los
procesos sociales no podrán entenderse sin un análisis del
sector productivo, de las respuestas de las grandes mayorías
urbanas, y de las acciones y políticas del Estado (Ibarra,
Puente, Schteingart, 1984) . Asimismo, los procesos de pro -
ducción, consumo e intercambio implican una apropiación de
la naturaleza, a través de la utilización de materias pri-
mas y productos intermedios que afectan espacios más o me-
nos alejados de la ciudad . En este sentido la ciudad es
importadora de insumos necesarios para su reproducción, los
cuales estarán regidos por la lógica del modo de producción
dominante . Por otra parte, esos procesos urbanos, generan
residuos y desechos (gaseosos, sólidos, húmedos) que afec-
tan la calidad del aire, el agua y el suelo de la ciudad y
su entorno.
La ciudad no comprende un medio homogéneo en su inte -
rior ; él variará de acuerdo con los diferentes grupos so -
ciales y con las actividades que se desarrollan y distribu
yen en el espacio intra-urbano . Entonces el acceso diferen-
ciado a los medios de consumo urbano ; y la segregación es -
pacial, constituyen elementos fundamentales de la problemá
tica urbana.
Definida la ciudad, se hace necesario delimitar el
concepto de medio ambiente en sus diferentes dimensiones.
Sin entrar a discutir el uso del término medio am-
biente, lo utilizaremos para referirnos a todo aquello que
rodea al ser humano (o biosistema), "formado por un conjun-
to de variables o factores, no pertenecientes al biosistema
120
que están acoplados a elementos o subsistemas del biosiste-
ma" (Gallopin, G ., 1980) . Los componentes de este medio am-
biente son tanto naturales (físicos y/o biológicos), artifi-
ciales (construidos por el hombre) como sociales.
Un elemento importante a destacar tiene que ver con el
componente normativo del medio ambiente en relación especí -
fica con la sociedad y las condiciones de vida . Su estudio,
no puede ser sólo en sí mismo, ya que se trata de las condi -
ciones actuales y potenciales necesarias para la reproduc-
ción social.
Si bien se comparte el tratamiento sistémico que debe
tener el medio ambiente, esto no significa que para propó-
sitos de su estudio no sea necesario fijar ciertos límites,
ya que "todo conocimiento supone abstraer algunos elementos
de la realidad . Pero abstraer es elegir, y elegir es elimi-
nar . El proceso de conocimiento supone pues, necesariamente,
fragmentar la realidad . El problema para estudiar lo ambien -
tal es como fragmentar de una manera diferente a las cien-
cias "particulares" para estudiar un problema complejo"
(Garcia, R ., 1983) . Al separar algunos elementos del medio
ambiente para su estudio, no se trata entonces de una dico-
tomia conceptual, sino de una separación metodológica.
La ciudad en relación con el medio ambiente, puede des
componerse en dos unidades espaciales, que dicen relación
con el nivel de resolución e integración . Por una parte,
existirla el medio ambiente de la ciudad como unidad espa-
cial de estudio, y en tal caso el medio ambiente estaría
representado por el contorno inmediato o medio ambiente cir
121
cundante, y por aquellas variables que no pertenecen al sis
tema ciudad, pero que están acoplados y que corresponden al
medio ambiente externo, con distintos grados de lejanía.
Por otra parte, para referirnos al medio ambiente intra-
urbano, éste corresponde a las distintas áreas existentes en
la ciudad según la división funcional y social del espacio
urbano . No puede en sentido estricto hablarse de un medio am-
biente urbano interno sino que debido a la heterogeneidad del
mismo, existirían diferentes medios ambientes al interior de
una ciudad.
Estas acotaciones a nivel conceptual, permiten delinear
las lineas metodológicas más significativas para el estudio
de la problemática ambiental de las ciudades, determinando
los ámbitos de análisis, el tipo de relaciones y los elemen-
tos más importantes de la problemática en cuestión.
El medio ambiente circundante y externo de la ciudad
mantiene una doble relación, en términos de abastecedor de
los insumos necesarios a la mantención y reproducción de la
misma, y como receptor de los residuos producto de su meta-
bolismo interno . Esta doble relación, adquiere un significa-
do mayor para el medio ambiente circundante, que además re-
presenta el espacio potencial y en permanente transición de
la expansión de la ciudad, de ahí que se ha optado por dar-
le un tratamiento específico.
Respecto a los limites de los medios ambientes consi-
derados en relación a la ciudad, se trata en la realidad de
poder establecer el área de intervención del sistema . Estos
limites, como no son perceptibles directamente, hay que de-
finirlos .
122
Se plantea que la noción de limite no presupone necesa -
riamente el de frontera (linea continua), sino que comporta
la noción de franja, en la que "a través de unas transicio -
nes más o menos directamente perceptibles, se pasa de un
sistema a otro, con sectores de indeterminación o de super-
posición" (Dollfus, 0 ., 1978) .
De ahí que uno de los resul -
tados de la investigación será precisamente poder éstablecer
los 1fmites ambientales para cada ciudad ; esto no significa
que para propósitos operativos, fijemos en una primera ins -
tancia ciertos límites, como lo haremos para el medio am-
biente circundante y externo.
El sistema ciudad, estarla compuesto por los subsiste-
mas de suministro de energía, agua, alimentos, materias pri-
mas, et ., los cuales abastecen de los insumos necesarios al
funcionamiento de la misma, estos se interrelacionan con los
otros subsistemas componentes de la ciudad, y que son funda
mentalmente construidos por el hombre, tales como el subsis
tema productivo, de transporte, de consumo social, domésti -
co, etc.
Los subsistemas integrantes del sistema ciudad, tam-
bién se relacionan con sistemas más globalizadores ; así
puede pertenecer a un sistema de ciudades, si se trata de
los componentes socio-económicos, así como vincularse a sub-
sistemas físico-naturales, como parte de sistemas hidrológi-
cos, climáticos, geomorfológicos, etc.
De acuerdo con los planteamientos antes enunciados, la
primera línea de investigación que proponemos se relaciona
con los subsistemas de abasto de los insumos :más relevantes
123
para los procesos y actividades urbanas, cuyo tratamiento
se plantea a través de los "balances" según funciones y por
insumo . También se plantea a este nivel el problema de los
residuos, y se propone dentro de los límites del mismo un
análisis de "flujo de materiales", que, permite un mejor
conocimiento del problema de la contaminación.
En cuanto a los ecosistemas interactuantes con los
subsistemas de la ciudad, deberá considerarse el estudio
de los mismos para evaluar las "capacidades de carga" de
cada uno, así como su grado de deterioro en términos del equi
librio ecológico.
El sistema ambiental de cada ciudad, estará influencia-
do por las características de los procesos económico-sociales
que se efectúan al interior de la misma, y que también espe -
cificarán el ambiente intra-urbano.
Al interior de la ciudad, las "unidades ambientales"
serían el objeto de estudio a construir para efectos de su
delimitación . En tal sentido, si bien el individuo es la
unidad primaria, la familia y el grupo social al cual per-
tenecen debe ser la unidad de análisis . A este nivel apare-
cen, como parte fundamental de la problemática ambiental,
las condiciones y calidad de vida como expresión de la sa-
tisfacción de las necesidades esenciales
(alimentos, vivien
da, salud, educación, etc .) así como de las aspiraciones y
deseos.
Es en relación con el medio ambiente intra-urbano se-
gún zonas socio-ambientales, donde los componentes de los
subsistemas de la ciudad se concretizan, y donde adquiere
124
verdadera significación la problemática ambiental urbana.
"El sistema (ciudad) queda definido no sólo cuando se
han determinado los elementos que lo integran y la interre -
lación entre ellos, sino también las fronteras y los flujos
a través de ellos (condiciones de contorno)" (García, R.
1973) .
La metodología que se plantea a continuación, dice re -
lación principalmente con el medio ambiente de la ciudad, y
en cuanto al intra-urbano, se plantean los elementos princi -
pales a considerar en la división del espacio urbano para
delimitar las zonas ambientales . En tal sentido, se plantea
como necesario los estudios en cuanto a las condiciones de
vida, es decir, satisfacción de necesidades y aspiraciones,
pero no se profundiza en tal temática.
La dificultad de captar los componentes subjetivos en
relación a los deseos y aspiraciones, plantea la necesidad
de estudios específicos que permitan integrar dichos elemen
tos dentro de la problemática ambienta, y así lograr un me -
jor conocimiento, sobre todo cuando se pretende postular
una planificación más
integral.
El conocimiento de la problemática ambiental de las
ciudades no puede agotarse en el análisis del sistema am-
biental de cada ciudad, sino que hay que considerar sus re -
laciones con otros sistemas existentes a nivel nacional.
La distinción entre niveles espaciales nos remite al pro-
blema de los niveles de análisis, en el sentido de que no
es suficiente realizar solamente una descripción de una
cierta situación, sino estudiar los procesos que dan cuen-
125
ta de ello, es decir, ver cómo se ha producido tal situación,
lo que nos remite a un segundo nivel de análisis que implica
considerar los procesos económicos de industrialización, ur -
banización, producción agropecuaria, etc ., en términos nacio
nales .
Los factores explicativos de determinados procesos que
dan cuenta de una cierta situación ambiental, tercer nivel
de análisis, nos remiten a su vez a un nivel espacial que
puede trascender los límites nacionales, según las relaciones
existentes a nivel regional e internacional.
La estructuración del espacio a nivel nacional y las re
laciones que se establecen con el medio ambiente, correspon-
den a ciertos patrones según el modelo de desarrollo vigente,
el cual tiene expresiones diferenciales en las distintas re-
giones de un país ; ellas no sólo reflejan las diferencias
geográfico-físicas, sino las modalidades especificas del de
sarrollo histórico de cada región y sus expresiones econó-
micas y políticas.
Si bien los distintos procesos de concentración-disper-
sión de la población (migraciones, concentración industrial
en ciertas ciudades, etc .) tienen un significado para el me-
dio ambiente, en cuanto expresiones espaciales concretas del
estilo de desarrollo predominante, tales procesos adquieren
su especificidad en los sistemas ambientales, que para pro-
pósito del presente trabajo se refieren a la ciudad . Ello
no significa reducir la problemática a una cierta unidad es-
pacial, sino que resulta necesario construir los sistemas de
126
relaciones que permiten su funcionamiento, ya que se trata de
un sistema estructurado a distintos niveles de integración y
resolución : ciudad, zonas, región, pals, etc.
Otro factor que es necesario considerar respecto al me
dio ambiente, son las distintas temporalidades de los ciclos
naturales en relación a los sociales . La mantención, recompo-
sición de un cierto equilibrio de los ecosistemas, plantea la
necesidad de trabajar con medianos y largos plazos sobre to-
do .
El problema de la temporalidad no sólo se refiere a la
mantención de un cierto equilibrio del ecosistema, sino la
posibilidad de recuperación del equilibrio, lo cual está en
función de las características propias del ecosistema y de
las intervenciones que se han realizado sobre él . Así por
ejemplo, si la contaminación del aire puede elimir1arse en
periodos relativamente cortos mediante el cierre de las fuen
tes que producen la contaminación, la recomposición de la
fertilidad o del suelo requiere de períodos mucho más lar-
gos .
127
II .
Propuesta Metodológica.
El proceso de conocimiento de la problemática ambiental
de las ciudades, no puede inscribirse solamente dentro de
los limites espaciales de la misma, puesto que los procesos
de produccción, distribución, intercambio y consumo que se
realizan en la ciudad, implican una utilización de la natu-
raleza, la estructuración del espacio no urbano y relaciones
con otros asentamientos humanos.
La necesidad de integrar los distintos niveles espacia-
les del medio ambiente antural, así como del social, obli-
gan a realizar ciertos recortes espaciales, y en cónsecuen -
cia establecer ciertos limites, cuya finalidad no es seg-
mentar la realidad, sino por el contrario, permitir su co-
nocimiento mediante la elección y distinción de los elemen-
tos más relevantes.
De acuerdo con lo anterior, hemos realizado un primer
recorte espacial, delimitando a la "ciudad propiamente di-
cha", cuyo límite estaría dado por el área urbana y que
corresponde al medio ambiente intra-urbano . Por otra parte,
tenemos el medio ambiente "externo", que también por razo-
nes metodológicas lo hemos diferenciado en "medio ambiente
circundante" o inmediato, y el "medio ambiente externo pro
piamente dicho".
La primera linea metodológica propuesta se vincula
básicamente al "medio ambiente externo" y corresponde a los
Insumos Necesarios para el Funcionamiento y Reproducción de
128
de la Ciudad, que provienen del mismo . La segunda se remi-
te al espacio intra-urbano, en cuando a su División Socio-
Ambiental, y la tercera se refiere al Medio Ambiente Cir-
cundante.
Los distintos espacios diferenciados : el medio ambien -
te intra-urbano, el circundante y el externo, se organizan
en función de los dos grandes subsistemas que lo conforman:
el del medio natural y del sócial . De ahí que para cada una
de las instancias espaciales, los elementos naturales y so-
ciales tienen un significado diferente.
En la primera línea, referida a los Insumos, son con-
siderados los sistemas naturales y sociales que entran en
relación con cada ciudad en particular, así como las posi-
bles relaciones entre ellos, para proveer de los insumos
necesarios a la ciudad . Asimismo se tienen en cuenta los
efectos ambientales producidos por el consumo de dichos in-
sumos en la ciudad . En esta línea se tratarían de construir
los sistemas ambientales que a su vez forman parte de otros
más abarcativos en términos regionales y nacionales.
La segunda línea metodológica propuesta, aplicada al
medio ambiente intra-urbano, permite relevar el papel deter
minante de las relaciones sociales respecto a la problemá-
tica ambiental, en cuanto a los procesos de división socio-
ambiental, y a la necesidad de su conocimiento con fines de
poder delinear una planificación más consistente con el me-
dio ambiente y la calidad de vida de la población.
Finalmente, la tercera línea pretende destacar la im-
portancia que ha tenido y tendrá para el posible desarro-
129
llo de cada ciudad, el medio ambiente circundante, conside -
rado como el espacio en transición permanente . de acuerdo a
las características de la urbanización.
Una ciudad puede tener distintos alcances espaciales
en su relación con el medio ambiente externo, sin embargo,
la necesidad de establecer límites para marcar y definir
el área ' de extensión de los sistemas considerados, impli-
ca fijar para cadé instancia espacial considerada un lími -
te . En el caso del medio ambiente externo, los límites en
un primer nivel son los correspondientes a los del país en
estudio . Evidentemente, existen límites menos ab . arcativos
que es necesario establecer, pero ello será uno de los re -
sultados del estudio.
Para el caso del medio ambiente circundante de cada
ciudad, úna primera demarcación es considerar los límites
externos de las unidades políticas administrativas (muni-
cipios) que circundan el área urbana de cada ciudad . El
análisis de (as características ambientales de este medio
ambiente circundante, permitirá fijar posteriormente , lfmi -
tes más acordes con el ecosistema en donde se localiza.
Dentro de la propuesta metodológica, hemos considera-
do necesario plantear que cada ciudad tiene sus propias
condiciones ambientales, por lo cual, presentamos los cri -
terios principales que a nuestro juicio deben ser incorpo-
rados para establecer una cierta tipología de ciudades.
Criterios para una tipología de ciudades
Si bien es cierto que existen problemas comunes a las
130
distintas ciudades respecto al medio ambiente, a su vez exis
ten diferencias significativas entre ellas, dadas tanto por
las características geográficas de su localización, como por
el desarrollo urbano, que han experimentado . Los criterios
que presentamos pretenden rescatar estas peculiaridades, per
mitiendo manejar las líneas metodológicas propuestas de
acuerdo a las condiciones específicas de cada ciudad.
La primera variable a considerar es el tamaño en térmi-
nos de población de cada ciudad, y la tasa de crecimiento de
ta misma.
El segundo criterio incluido, corresponde a la función
predominante en cada ciudad . Los problemas ambientales urba
nos están estrechamente vinculados con la producción indus-
trial en algunas oportunidades, . y ello no es solamente por
el número de establecimientos industriales existentes, sino
también por el tipo de industrias instaladas.
Las variables tres y cuatro, se refieren a las carac-
terísticas geográficas del emplazamiento de la ciudad . La
tercera, contiene una indicación de si es puerto o interior
y en ese caso entre que cotas de altura se encuentra .
El
cuarto criterio, es un indicador compuesto que pretende des
cribir las características de la "unidad natural" en donde
se localiza la ciudad según tipo de clima, grado de pen-
diente, tipo de suelo, vegetación y uso del suelo.
Según el grado de contaminación del aire, agua y sue-
lo, las ciudades deben ser jerarquizadas, sobre todo en
cuanto a Tas prioridades de intervención en relación con las
condiciones de vida de la población .
131
Los criterios presentados no agotan todas las variables
relacionadas con lo ambiental, sin embargo, creemos que
ellos deberían normar la distinción entre ciudades y permi-
tir además incorporar otras variables relativas a calidad de
vida como podrían ser la satisfacción de las necesidades de
vivienda, alimentación, educación, salud, y cuya expresión
podría ser representada por un indicador de calidad ambien-
tal .
Si bien es cierto que no existe una relación única entre
tamaño de población y contaminación por ejemplo, una ciudad
mientras más grande sea, conlleva una serie de problemas am-
bientales ligados al transporte y desfogue de residuos que
requieren ser considerados, así como necesidades de insumos
en mayores proporciones . De ahí que tamaño y tasa de creci-
miento permiten un primer ordenamiento, en donde también de-
ben ser incorporados los criterios de zona metropolitana,
megalópolis y sistema de ciudades.
Si bien el concepto de zona metropolitana se refiere
principalmente a una incorporación de unidades administra -
tivas, cuyos límites no corresponden a diferencias ambien-
tales entre ambas unidades, la existencia de autoridades
locales diferentes puede manifestarse en políticas urbanas
y municipales por ejemplo, que tengan distinto significado
ambiental, de ahí que considerar los criterios utilizados
para la conformación de zonas metropolitanas, permite ana-
lizar en forma agregada la situación ambiental de las loca-
lidades que integran las diferentes zonas metropolitanas .
132
En relación con el segundo criterio de función predo-
minante, éste debe incluir necesariamente el número de in-
dustrias según tipo y rama de actividad, así como la infor
mación respectiva sobre la contaminación que producen.
El grado de contaminación de cada ciudad debe ser pa-
ra el aire y agua, fundamentalmente y en especial según los
elementos contaminantes más vinculados con la salud humana.
Referente a las características geográfico-físicas en
donde se localiza la ciudad, un primer corte debe ser rea-
lizado en función del clima predominante, ya que este fac-
tor constituye un elemento importante de las característi -
cas del ecosistema y en consecuencia de las posibilidades pa
ra el desarrollo y crecimiento urbano.
La pendiente y tipo de suelo en términos de posibilida
des de ocupación urbana o agrícola, tienen relación con
las características económicas del emplazamiento, ya que es
posible la urbanización en pendientes pronunciadas, aunque
signifique mayores costos y problemas de dotación de servi-
cios, así como la ocupación de suelos con alto potencial
agrícola va en desmedro de la producción y abastecimiento de
productos agrícolas . Dadas las condiciones actuales de
crisis económica y los problemas financieros que se derivan,
la pendiente constituye un encarecimiento de los costos,
así como la ocupación de suelo agrícola perjudica la pro-
ducción, y en consecuencia, pendiente y tipo de suelo deben
ser criterios que permitan normar la expansión de las ciu-
dades .
133
La vinculación entre una ciudad y su sistema ambien -
tal ya sea terrestre solamente, ciudades interiores, o tam.
b i én ligado a sistemas acuáticos . o marinos, ciudades coste-
ras, también deben ser considerados para diferenciar las
ciudades, puesto que existen condiciones especificas que li
mitan o facilitan el desarrollo urbano.
Poder incorporar otros criterios ligados directamente
a las características del sistema ambiental de cada ciudad,
estará en función del avance de los estudios encaminados
en tal sentido, de los cuales presentamos las principales lí
neas a investigar . Así, la capacidad de carga de los ecosis -
temas de los cuales depende cada ciudad puede ser una de las
principales variables a integrar a la tipología de ciudades
desde la óptica ambiental.
Otro de los criterios necesarios a considerar se re -
fiere a las posibilidades o exposición al "desastre", es
decir, un indicador de "riesgo" frente a condiciones natu-
rales del lugar de emplazamiento de la ciudad . Nos referi-
mos a riesgos sísmicos, inundaciones, tormentas de viento,
hundimientos, maremotos, etc.
El factor "riesgo" interviene dentro de las caracte -
rísticas de la calidad de vida y en tal sentido estos pue-
den ser considerados no sólo a nivel de toda una ciudad, si-
no de las diferencias internas existentes, para lograr una
mejor caracterización socio-ambiental intra-urbana ?/
2/ Whyte, A .V ., Burton, 1 . : "Environmental Risk Assessment", SCOPE-15,
N .Y ., 1980 .
134
En el anexo 1 presentamos los resultados de aplicar al
gunos criterios que hemos enunciado para construir una ti-
pología de ciudades partiendo de el tamaño de población,
aplicados al caso mexicano . Los problemas de información
no nos permiten realizar un análisis más detallado, pero
sirve como ejemplo de la utilidad el trabajar con tales cri
terios .
135
A .
Principales Insumos Necesarios para el Funcionamiento
yReproducciónde la Ciudad
La primera línea metodológica propuesta trata de estu -
diar las entradas en lo que se refiere a los principales "ma
teriales" : combustibles, electricidad, gaseosos y líquidos
como consecuencia del metabolismo urbano, analizado según
las principales funciones existentes en la ciudad.
Cada ciudad es un sistema abierto que establece necesa -
riamente para su abastecimiento, relaciones de intercambio
con su entorno inmediato, así como con el medio ambiente a
diferentes niveles espaciales . El o los ecosistemas donde
se localiza cada ciudad, integran una especie de mosaico
interconectado, de ahí que los cambios producidos en uno
de ellos, repercuten en el resto . (Montenegro, R ., 1980).
Para cada ecosistema existen ciertas condiciones de
equilibrio que se denomina "techo", que se traduce en una
cierta capacidad de absorber o no las modificaciones im-
puestas ya sea por la extracción que se efectúa de ciertos
elementos, como por la recepción de residuos . En contadas
ocasiones el "techo" puede ser sobrepasado sin producir
un cambio radical en el ecosistema (como sería por ejemplo
el trasvasijamiento de agua de una cuenca a otra gracias a
la construcción de cierta infraestructura) . Esta capacidad
de carga, sostén o porte puede definirse como aquella que
en un sistema finito y en cierto tiempo puede mantener un
cierto número de habitantes dado cierto consumo promedio
per-cápita .
136
El interés de esta primera linea de análisis reside
en la necesidad de conocer para las principales ciudades cua
les son sus demandas actuales en relación a los insumos seña
lados, y cuál es la capacidad de carga del ecosistema direc -
tamente involucrado . Las principales tareas involucradas se-
rían :
i.
Realización de un balance para cada material por fun-
ciones económicas.
ii.
Localización de las fuentes proveedores y demarcación
de los ecosistemas involucrados, para estudiar las
características de los mismos y su potencial.
iii.
Establecimiento de las redes
de los diferentes insu-
mos, para identificar el sistema de abasto para cada
ciudad y su relación con el sistema.
Se hace una diferencia entre red y circuito . Red es para la infraes-
trusctura construida por el hombre para la circulación de energía,
materia, personas, etc ., en tanto circuito es para las transferen-
cias y los intercambios en el ámbito natural (circu ;itos atmosféri-
cos, corrientes marinas, ciclo del agua, etc .) .
137
1 .
Los Insumos Considerados.
La ciudad para su funcionamiento y reproducción requie
re importar ciertos insumos, dentro de los cuales se pueden
destacar : la energía en sentido restringido (combustibles
y energía eléctrica), el agua y los alimentos . Evidentemen -
te, existe otra serie de insumos que la ciudad requiere, so
bre todo considerando que en la misma se concehtran las ac -
tividades de producción, intercambio y consumo . Sin embar-
go, consideramos que los insumos seleccionados guardan una
relación estrecha con el medio ambiente en un doble sentido,
que nos interesa destacar . Por una parte, la extracción de
energía y agua produce consecuencias importantes en los eco
sistemas que sirven d« fuente, así comó la producción de
alimentos significa la transformación de los ecosistemas
que se cultivan o destinan al pastoreo, por otra, los efec -
tos que resultan de los procesos de produccción y consumo
de dichos insumos en la ciudad, repercuten directamente so-
bre el medio ambiente urbano.
Como se ha dicho en páginas anteriores, el medio ambien
te urbano no puede sólo ser estudiado dentro de los limites
espaciales de la ciudad, puesto que se trata de un sistema
que integra básicamente al subsistema natural y social;
ellos guardan estrechas relaciones con el exterior y el in-
tercambio de energía y materia es condición necesaria para
su funcionamiento.
No se trata entonces de conocer sólo las entradas (imp
tus) y salidas (outputs) de la ciudad, sino el significado
138
que tiene para los ecosistemas abastecedores en su doble di -
mensión, natural y social, así como evaluar el consumo di-
ferencial de los mismos según las diferentes funciones ur-
banas y las consecuencias para el medio ambiente urbano co-
mo primer espacio receptor de los residuos producidos.
1 .1
La energía : Combustibles y energía eléctrica
Para los propósitos del estudio, consideramos que los
combustibles, productos derivados de tos hidrocarburos, cons
tituyen uno de los principales energéticos utilizados en la
reconversión de la energía, y que a su vez constituyen una
de las principales fuentes tradicionales en cuanto recurso
no renovable.
Los Balances de Energía son definidos como "un marco
contable que integra información estadística relativa a la
producción, tranformación y consumo de energía . Permiten te-
ner una visión ordenada y de conjunto de los principales flu
jos de esta en un sistema determinado, en lo que son de par-
ticular utilidad para estimar necesidades totales, elaborar
proyecciones y estudiar las posibilidades de sustitución y
conservación de energía 3/
Para poder realizar un buen balance de energía se re-
quiere una gran cantidad de datos precisos, sin embargo es
necesario realizarlo para las principales ciudades de cada
3 / SEPAFIN : "México : Balances y flujos de energía, 1980", Boletín
de la División General de Energía, 1981 .
139
región, para así evaluar su potencial de crecimiento.
El balance energético debe realizarse considerando no
sólo los volúmenes de entrata totales, sino la utilización
y consumo de éstos por las distintas funciones urbanas : in-
dustria, comercio, servicio, transporte y uso doméstico.
De sumo interés sería el realizar un desglose de las
distintas funciones urbanas con el fin de detectar dentro
de cada una de ellas, cuáles son los procesos o rubros más
consumidores de la energía considerada.
industria
En lo que respecta a la producción industrial, se plan
tean los siguientes procedimientos.
a) Efectuar una primera selección de industrias según el
criterio de "eficiencia" en el consumo de energía, lo
cual es posible de obtener mediante la jerarquización
de grupos industriales según el nivel de consumo Esta
primera diferenciación de las industrias permitirá a
su vez incorporar el criterio de producción de resi-
duos en forma directa ya que es sabido que independien
temente de la tecnología usada, a mayor consumo de ener
gía hay una mayor producción de residuos.
b) Realizar una clasificación de las industrias de acuer
do al tipo y cantidad de residuos que producen.
Estas dos etapas de un mismo proceso, permiten recono-
cer ambas instancias del proceso de producción en re-
lación con el medio ambiente . Por un lado, la deman-
da energética y su significación para los ecosistemas
140
abastecedores, por medio ambiente externo, y por otra,
las consecuencias de la producción de residuos sobre el
medio ambiente urbano y circundante.
c)
Otra forma de discriminar las industrias en términos
sociales seria estableciendo el peso que tienen en cuan-
to a su participación sectorial en el Producto Interno
Bruto, en el valor total de la producción y en la capa-
cidad de dar empleo.
Si bien, resulta más complejo aplicar estos criterios
de clasificación, consideramos que se aportarían elementos
importantes respecto a los problemas de relocalizaci6n Indus
trial, sobre todo cuando se trata de ciudades pequeñas, en
donde puede haber pocas industrias pero muy contaminantes,
y se hace necesario incluir otros criterios para discrimi -
nar . Se sabe que la industria del cemento, la industria
química, las plantas termoeléctricas y las refinerías de
petróleo, son las principales fuentes fijas de contamina-
ción atmosférica . La evaluación de ellas puede realizarse
de mejor manera según los otros criterios señalados, te-
niendo en cuenta que las alternativas de selección pueden
pasar más por cambios en los procesos y en la tecnología
empleada, que por la relocalización.
Así dentro de la tipología de ciudades que hemos pro-
puesto, y en lo que respecta al criterio de "función pre-
dominante", cuando se trate de la función industrial, es-
ta debe ser desagregada de acuerdo a la presencia de in-
dustrias altamente consumidoras de energía ylo altamente
contaminantes de au-erdo a los residuos que produce .
141
El Transporte
Hasta ahora se ha considerado solamente las entradas y
salidas, según distintos criterios, para la función de pro -
ducción industrial ; sin embargo, otro sector que tiene reta
ción con el intercambio reviste especial interés : se trata
del transporte . -
Las diversas actividades económicas que se localizan
en el espacio urbano se articulan, materialmente por el
transporte . Los diferentes modos de transporte se estable-
cen de acuerdo al grupo móvil, la infraestructura vial, los
insumos, según la energía que utilizan.
Por otra parte, él no sólo tiene un significado en cuan
to al consumo energético, sino también en la estructuración
del espacio urbano y en las condiciones de vida de la pobla
ción .
En general existen los mismos modos de transporte en
casi todas las ciudades (salvo el metro que es privativo
de las más grandes) que se articulan en lo que se denomina
sistema de transporte . Según las dimensiones de la ciudad,
de la distribución espacial de las actividades económicas,
culturales y sociales, del volumen y tipo de intercambios
materiales, habrá un determinado sistema de transporte ur-
bano, el cual puede ser evaluado en términos de efiencia
respecto a la rapidez, comodidad, seguridad y costo.
El sistema de transporte terrestre basado en un pre-
dominio del automóvil privado, no sólo debe ser considera-
do en cuanto al consumo eficiente de energía y produccción
de residuos, sino también, desde la óptica de la segrega-
142
ción intraurbana, como producto de una valorización diferen
cial del suelo de acuerdo a la estructura espacial del sis-
tema de transporte . La construcción del anillo periférico
y de los ejes viales, por ejemplo, estimula el uso del
automóvil y produce un cambio en el valor del suelo, que
incide en la localización de la población según los nive-
les de ingreso.
De acuerdo con lo anterior, habría que realizar los si
guientes pasos:
a) Medir la participación creciente en el consumo de ener -
gía del sector transporte a nivel de cada ciudad;
b) Establecer la relación entre la distribución modal del
transporte y las características de la infraestructura
vial, con el tipo y volumen de contaminantes emitidos.
Según el modo de transporte urbano se pueden utilizar
diferentes indicadores de su eficiencia energética : unidad
de energía gastada por kilómetro recorrido o por cantidad
de carga (pasajeros) transportada, etc.
El consumo doméstico
Otra de las funciones en donde es conveniente reali-
zar un desglose mayor para estudiar el consumo de combus-
tibles y energía eléctrica, es en el sector doméstico.
Se parte del supuesto que existe un consumo diferencia
do de energía según los distintos grupos sociales . Esto se
basa principalmente en los estudios que se han realizado
respecto a la relación entre los ingresos y el gasto . Se
143
ha podido observar que existe una estructura del gasto di-
ferente según los niveles de ingreso, lo que de alguna ma-
nera significa un menor cons-mo energético para los estra -
tos de ingresos más bajos.
Esta relación cobra su real dimensión en lo que res -
pecta al consumo de agua y sobre todo de alimentos, que
analizaremos a continuación ; sin embargo, para el caso de
los combustibles y energía eléctrica es importante el poder
medir efectivamente esta relación.
La combustión de energía que realizan los hogares, no
representa en general un problema de contaminación por la
producción de gases ; sin embargo, para aquellas localidades
en donde existe un uso elevado de carbón y leña para coci -
nar, las consecuencias se refieren tanto al problema de la
destrucción de los bosques cercanos, como a la emisión de
partículas de hollín y gases.
Para el caso de las ciudades mexicanas, el problema es
tá más relacionado con el tipo de combustible usado ,por los
hogares, el gas licuado, y se refiere principalmente al sis
tema de reparto y la seguridad de su almacenamiento.
El consumo doméstico de energía eléctrica, no ha estado
hasta ahora muy diferenciado de acuerdo a niveles de ingre -
so ; ello se debe a la política de subsidio que ha existido
respecto a algunos bienes de servicio público y la permisi-
bilidad en el uso sin control del mismo . Esta situación, po-
dría cambiar con la política de incremento en el pago de
los servicios públicos, generando una clara diferenciación
respecto al consumo de energía eléctrica según estratos
ingreso, que repercutirá sobre las condiciones de vida de
144
la población.
1 .2
El Agua
En términos generales, en el estudio del agua debe pro
cederse de manera similar que para el caso de los combusti -
bles y energía eléctrica ; es decir, se hace necesario rea-
tizar un balance del agua en relación con el lugar de asen
tamiento de cada ciudad en particular.
El ciclo del agua es uno de los.principales ciclos de
reconversión y recomposición de la naturaleza ; los trastor-
nos locales que pueden inducirse a tales ciclos suelen tra-
ducirse en problemas graves para el equilibrio del sistema,
de ahí que tener balances actualizados del agua para cada
ciudad significa necesariamente evaluar su consumo, desper
dicio y contaminación.
Si consideramos el consumo de agua que efectúa la indus-
tria, también serla necesario diferenciar las industrias se -
gún volúmenes de agua consumidos, independientemente de si
son contaminantes de la misma o no . La utilidad de esta pri-
mera jerarquizaci6n de industrias, se refiere principalmente
a una relocalización de aquellos que son grandes consumido-
res y que además se ubican en ciudades que tienen problemas
con respecto al suministro de este líquido.
Por otra parte, aquellas industrias que contaminan el
agua, porque directamente vierten residuos líquidos o sóli-
dos en ella, deben ser consideradas desde una óptica más
global, puesto que las consecuencias de ello no necesaria-
mente se remiten a problemas locales, sino que tienen un
145
alcance mucho mayor . La contaminación de los ríos se tradu-
ce en contaminación de cuencas, que a su vez vierten sus
aguas en otros lugares y finalmente al mar, produciendo
contaminación de distinto tipo.
Respecto al consumo de agua que realiza el sector domés-
tico, también es necesario realizar una doble evaluación:
a) con respecto a los niveles de consumo que realizan los ho-
gares según los distintos grupos sociales y b) con relación
a la salida de aguas negras y su vinculación a los sistemas
de desagüe ; esto también tiene que ver con la segregación del
espacio urbano y en consecuencia tiene efectos distintos pa-
ra cada micro-ambiente urbano.
Existen estimaciones del promedio aceptable de agua por
persona al día ; sin embargo, se ha comprobado que los secto-
res de altos ingresos tienen un consumo casi tres veces ma-
yor que el de los sectores de bajos ingresos, que no llegan
a veces ni siquiera al mínimo requerido . Esto plantea el
problema de distribución y costo del agua en relación con
quienes deben pagar por el agua, el uso de medidores, las
pérdidas, etc ., y las finanzas públicas.
Uno de los componentes principales de los residuos do-
mésticos son las aguas negras, las cuales se hallan compues-
tas en forma importante por excrementos humanos . La capaci-
dad de las redes de drenaje y alcantarillado, así como el
tratamiento de dichas aguas, adquiere importancia en cuanto
al . significado de la contaminación no sólo de agua, sino del
suelo y los alimentos .
146
1 .3
Los Alimentos
Para el caso de los alimentos se hace más difícil esta -
blecer un balance en términos energéticos ya que para ello
serla necesario reconvertir la energía contenida en cada ali
mento, así como la de los insumos para su produccción, para
finalmente establecer la energía que llega a la ciudad en
forma de alimento . Es por esto que planteamos, tanto en tér
minos de factibilidad operativa, como de utilidad para el es
tudio, la selección de algunos alimentos considerados como
básicos para el consumo humano, y realizar el balance sólo
para ellos.
De acuerdo a los alimentos de la canasta básica, o se-
gún criterios regionales de pautas de consumo, se selecciona
rían entre otros : las carnes, huevos, leche, cereales (maíz
y trigo), verduras (tomate, chile, calabacitas) y frutas (na
ranja, papaya) . El balance a efectuar será expresado en tér
minos de peso.
Una vez diferenciados los principales alimentos compo -
nentes de la canasta básica y según hábitos de consumo, se-
ría neecesario diferenciar aquellos que sirven como materia
prima de algún procedo industrial, no con destino al consu-
mo humano, de los que son procesados para constituirse en
lo que se llama "alimentos chatarra", y aquellos que son
intercambiados y consumidos sin haber sufrido un proceso
de transformación.
También la diferenciación del consumo de alimentos en
relación a su destino y a la forma en que serán consumidos
147
nos remita al problema de los residuos generados.
Dentro del problema de los residuos, quizás uno de los
más importantes es el de la pérdida, por descomposición, de
grandes cantidades de alimentos, sobre todo de verduras y
frutas, por deficiencias en los sistemas de acopio y abas -
to . Otro elemento a considerar en los residuos de los ali-
mentos, se refiere al material y volumen de los envases, que
significa contaminación en diferentes grados, según se trate
de plásticos, latas, vidrios, papeles, etc.
La basura, como consecuencia del consumo de alimentos,
entra dentro del ciclo de materiales que estamos consideran-
do, y tiene significado también con respecto al problema
de su recolección y depósito en el medio ambiente urbano ..
Dentro del método de "balances" que se ha propuesto pa-
ra esta primera línea metodológica de trabajo, el denominado
como "balance de materiales" focaliza su atención desde la
producción de residuos y la contaminación 4/ .
Aquí se plan-
tea que la destrucción de los residuos constituye un problema
fundamental respecto al medio ambiente.
Este método podría ser utilizado para el estudio en par
ticular de industrias como serian la química, la forestal,
la azucarera, etc . Problemas relativos a la información ne-
cesaria para realizar este tipo de balances, lo hacen difí-
cil de implementar para el estudio de toda la industria en
general, como tabmién para las otras funciones urbanas.
4/ Robert U . Ayres y Allen V . Kneese : "La polución y la calidad de me-
dio ambiente urbano", Colección de Urbanismo OIKOS-TAV,España, 1973 .
148
Hasta aquí, hemos presentado los pasos más importantes
en relación con la llegada y "entrada" de los principales
insumos para el funcionamiento de la ciudad, los principa-
les procesos que habría que considerar y sus especificida-
des en relación a los niveles de consumo, asf como el sig -
nificado para el medio ambiente de la producción de resi-
duos . La ciudad ha sido el punto focal principal a conside -
rar, pero no desde la óptica de "caja negra", como se deno -
mina a algunos estudios ecológicos de la ciudad, sino en
cuanto asiento de las actividades de producción, intercam-
bio y consumo.
Ello significa necesariamente múltiples relaciones en-
tre lo externo y lo interno, pero también toma en cuenta
como base de su funcionamiento a las relaciones sociales.
2 .
Los sistemas Proveedoresde Insumos a laCiudad
Dentro del esquema metodológico propuesto, existen dis
tintos momentos o fases que tienen relación tanto con los
recortes espaciales realizados, como con los niveles de aná
lisis a ser considerados.
En tal sentido, queda por señalar otra fase que corres
ponde a esta misma linea de los insumos, y que se refiere a
la identificación y localización de las fuentes en términos
de ecosistema y estructuración social del espacio . Se tra-
ta de definir el sistema ambiental "de cada ciudad y las po
tencialidades del mismo" para reproducción y desarrollo .
149
Nos interesa recalcar, que el medio ambiente intra-ur-
bano y el circundante serán objeto de estudio de las otras
dos lineas metodológicas propuestas, las cuales serán tra -
tadas posteriormente ; en cambio la instancia que ahora que-
remos rescatar tiene relación, fundamentalmente con el me-
dio ambiente externo y las posibilidades de integrarlo no
sólo como proveedor de la ciudad, sino también según la es-
tructuración espacial que tiene en cuanto se trata de un
sistema complejo : interrelacionado con otros sistemas regio-
nales, que permitirá el estudio a nivel nacional.
Dos serian los pasos a seguir:
1.
Identificar y localizar las fuentes de extracción-
producción de los insumos considerados, y
2.
Establecer las redes de circulación de los diferen-
tes insumos.
No se trata solamente de lograr una descripción de las
redes de abasto, sino de establecer las relaciones entre el
sistema social y el , natural también a este nivel espacial.
Una vez identificadas y localizadas las fuentes de
abasto, se tratará de definir el o_ los ecosistemas involu-
crados en el funcionamiento de cada ciudad y los distintos
niveles de transformación-y deterioro que tienen . Esto per
mite plantear la necesidad de conocer las características
de dicho ecosistema, así como la capacidad del mismo fren-
te no sólo a las demandas por extracción de que puede ser
objeto, sino de los cambios inducidos en sus características,
como consecuencia, por ejemplo, de los sistemas de cultivo
150
que se practican en dicho ecosistema y/o de los cambios en
relación al sistema social de dichas zonas.
Las transformaciones de la estructura de dicho siste-
ma, ecosistema y sistema social, pueden tener distintos
alcances en términos de equilibrio y en consecuencia alterar
otros sistemas vecinos además de la ciudad a la que abaste-
cen .
Delinear las redes para cada insumo, permite a su vez
hacer inferencias en cuanto a problemas de costo involucra-
dos en las redes de transporte, como también establecer cuá
les son los principales sistemas de abasto por insumo para
cada ciudad.
El sistema de alimentación a la ciudad debe ser consi-
derado tanto en su aspecto económico-social, como en térmi-
nos ecosistémicos . Ass, si por un lado existe un "sistema
de ciudades" cuya estructuración obedece principalmente a
criterios económicos y urbanos de flujos de transporte,
llamadas telefónicas, comunicaciones, etc ., los sistemas
de abasto permitirfan relacionar la instancia natural, se -
gún las características del ecosistema y el sistema de ciu -
dades al cual pertenece . El sistema ambiental de cada ciudad
serla la expresión espacial de las relaciones que establece
con su medio ambiente natural y social, a un determinado ni-
vel de integración.
En tal sentido, nos parece importante poder establecer
cuál es la zonificación en cuanto a los sistemas de abasto
de cada ciudad, y a su significado en cuanto a la zonifica-
151
ción por ecosistemas . De esta manera se puede obtener un me -
jor conocimiento de las limitaciones y posibilidades para el
mejoramiento de las condiciones del medio ambiente en gene -
ral, y del significado del proceso urbano en términos am-
bientales.
Otro aspecto que conviene señalar en relación con los in
sumos y las fuentes se refiere a las fuentes alternativas fac
tibies de aprovechar para uso urbano.
Según estimaciones realizadas respecto a las reservas
de hidrocarburos existentes en México, de continuar el de -
sarrollo con la tendencia actual de consumo, para el año
000 o 2005 se estarán produciendo 6 millones de barriles dia
ríos de hidrocarburos, pero se requerirá un aumento del 20%
en el aprovechamiento de fuentes alternas y se deberá dejar
de exportar, para así poder mantener el auto-abastecimien -
to .
Dentro de las fuentes alternativas posibles de imple -
mentar estarla la energía solar ;-así tomó el aprovechamien
to del agua de lluvia según un sistema de recolección por
los .techos de las casas lo cual -también pued- e-ser intégra -
do a un programa de "huertos", sobre todo en colonias po -
pulares periféricas, que no sólo ayudarla alautoconsumo,
sino como un mecanismo -de educacióa__ambienta- l necesario.
Evaluar la factibilidad de estas-alternativas para
las distintas ciudades, constituye un anexo importante de
las lineas de investigación planteadas . Realizar estudios
encaminados a promover una mejor utilización de estos re-
cursos se inscribe como se dijo, en la necesidad no sólo
152
de mantener las fuentes proveedores en cierto equilibrio,
sino como parte necesaria del cambio de actitud, a través
de la educación participativa de la población, en los pro-
blemas ambientales . El reciclaje de desechos sólidos y 1f -
quidos, como el sistema del tipo "sirdo", ha sido una al-
ternativa implementada que requiere de una organización so-
cial que además puede ser canalizada hacia otras formas de
trabajo colectivo.
Dentro de esta linea, la agricultura peri-urbana y la ur
bana, representan un elemento importante a considerar, no
sólo desde la perspectiva de autosuficiencia de las ciuda-
des, sino en cuanto constituye un factor importante para el
mantenimiento y regulación de la expansión urbana . Además
puede representar un ahorro del gasto para las familias
productivas, que en el caso de los "huertos" urbanos, puede
ser de hasta un 20% según algunos estudios.
El medio ambiente urbano : la división socio-ambiental
del espacio intra-urbano y análisis particularizado
de las áreas más crfticas de la ciudad.
El espacio urbano se organiza de manera desigual, debi
do a la forma como se distribuyen en él las diferentes acti
vidades urbanas, de producción, intercambio y consumo, me-
diadas por la producción del marco construido.
Este marco construido, es el resultado contradictorio
de la producción y distribución de cada uno de los valores
de uso individuales, generados de acuerdo al principio de
153
la ganancia, mediante la apropiación privada del suelo y en
el contexto de una estructura social, en la que se da un
desigual acceso de los diferentes estratos de la población
al consumo urbano . Una de las principales manifestaciones
de esa desigual conformación es la división funcional y so -
cial del espacio (separación de zonas industriales, comercia
les y habiracionales para diversos sectores sociales) y las
densidades de ocupación del mismo (relación entre espacios
ocupados por edificios de diferentes alturas o infraestruc-
turas y los espacios libres o verdes) y la disposición de los
elementos del marco construido.
Esta división funcional y social del espacio, se corres
ponde, asimismo, con una desigual distribución en la ciudad
de los insumos necesarios para el desarrollo urbano, y que
hemos considerado en la primera linea de análisis propuesta.
Nos referimos a la energía, agua y alimentos . En efecto, las
zonas habitacionales pertenecientes a los sectores de altos
ingresos, tendrán seguramente un mayor consumo de esos recur
sos que aquellas correspondientes a los estratos pobres de la
población . Por ejemplo en muchos asentamientos precarios, no
llega agua entubada o bien esta resulta muy insuficiente,
mientras el tipo y cantidad de alimentos consumidos es muy
diferente a aquellos que se distribuyen en las zonas más
afluentes . También a esta distribución desigual de los in-
sumos correspohde una desigual generación de desechos y re-
siduos, que afectan la calidad del medio ambiente de distin-
ta manera .
154
El nivel y tipo de la contaminación ambiental suele asr
ser muy diferente, según se trate del centro de la ciudad
(donde se concentra gran cantidad de automóviles), de zonas
industriales, o bien de colonias populares, sin servicios.
Estos tres tipos de áreas constituyen en genera? áreas crf-
ticasde la ciudad por el grado de contaminación y deben ser
objeto de estudios específicos . Aunque en todas las ciudades
se da esta división social del espacio, con características
ambientales diversas, es en las ciudades de parses en vías
de desarrollo donde se dan de forma más contrastada por la
mayór polarización en la distribución de los beneficios y
de los medios de consumo urbano.
Contrastan así, aquellas en-las que se asientan estra-
tos de la población con muy reducido poder adquisitivo, ba -
jos niveles educativos y de salud, viviendas precarias y
sin servicios, escaso consumo energético y altos niveles de
contaminación con otras donde los sectores más afluentes
disfrutan de lujosas viviendas, espacios verdes y buena ca-
lidad del aire y el agua.
Esto no significa que no existan ciertos espacios urba -
nos (las áreas centrales urbanas, sobre todo) donde los pro -
blemas ambientales afectan por igual a todos los estratos so
ciales.
Dentro de este contexto, se propone:
1 2Realizar una primera zonificación socio-ambiental de
la ciudad que utilizando datos censales y otros prove-
nientes de fuentes complementaras, permita establecer,
a grandes rasgos, diferentes áreas sociales que compo-
155
nen el espacio interno urbano . A ellas que corresponde-
rán a su vez, diferencias en cuanto provisión de insu-
mos y contaminación ambiental.
2 2Profundizar el análisis de las zonas más criticas en
cuanto a los aspectos ambientales, a través de la in-•
corporación de información proveniente en lo posible,
de trabajos de campo, contacto directo con la población,
o fuentes de información especiales accesibles.
Para, el primer caso, se recomienda dividir el espacio
intraurbano de acuerdo a unidades de análisis ya existentes
(delegaciones, municipios, etc .) o para los que exista in-
formación adecuada, considerando básicamente variables rela-
tivas al nivel socio-económico de la población, caracterís-
ticas de la vivienda y los servicios, nivel educativo, y en
lo posible datos que den cuenta de los niveles de contamina-
ción y consumo per-cápita de agua, alimentos básicos y ener-
gia .v
A partir de esta primera elaboración de la situación
socio-ambiental diferenciada del espacio intra-urbano se po
drán detectar aquellas zonas habitacionales más desfavoreci -
das por los bajos ingresos, malas condiciones de la vivien-
da, falta de servicios, alta contaminación del agua y el
aire y escaso consumo de los citados insumos básicos.
El estudio en profundidad permitirla conocer con ma-
yor detalle las condiciones de estas áreas pobres y explo-
rar la posibilidad de introducir medidas poco costosas y no
tradicionales para resolver los problemas habitacionales y
156
de servicios, que en parte inciden en los aspectos ambienta-
les, de los que ya se habló en la propuesta anterior.
Nos referimos a los sistemas de reciblaje de residuos
para no contaminar la tierra y el agua, el aprovechamiento
del agua de'lluvia para mejorar la provisión de ese liquido,
el desarrollo de huertos familiares para el apoyo a la ali -
mentación familiar, etc . Ellas constituyen formas relevan-
tes de coadyuvar al mejoramiento del medio-ambiente en colo -
nias populares, con recursos no muy costosos y resultados po
sitivos.
Los análisis en detalle que proponemos deben vincularse
asf, a la estrategia de desarrollar proyectos piloto en esas
colonias, que apoyados por la planeación del _Estado, utili -
cen al mismo tiempo las potencial ida,des de _1_a - población y sus
organizaciones, respetando sus puntos de vista-y estimulando
-sus iniciativas.
--También en las otras zonas criticas--de-las-ciudades
(áreas centrales, zonas industriales) deberían llevarse a ca
bo estos estudios en profundidad,—principalmente con elfin
de detectar el uso irracional de lo-s--recursos o- -insumos y
las fuentes más contaminantes del aire y e1--agua . _Esto con
la finalidad de poder sentar_Las bases para el mejoramiento,
por ejemplo, de las áreas industriales (eliminando-l-a-s--indus -
trias más peligrosas o consumidoras de agua y energ_iá-)--que
muchas veces son vecinas de otras habitacionales, afectando
asf las condiciones de vida de amplios grupos obreros-.
Este tipo de estudios socio-ambientales intraurbanos,
no tendrán, evidentemente, las mismas características y
157
complejidad en las grandes metrópolis que en las ciudades
medias o pequeñas . Seria conveniente que ellos se llevaran
a cabo en las más grandes, donde en general los problemas
ambientales y sociales son mayores y tienden a multiplicar
se rápidamente.
En las ciudades medias y más pequeñas, dependerá de
su ritmo de crecimiento, de las condiciones del sitio y
de la existencia o no de algunas actividades urbanas muy
nocivas para el medio ambiente.
En general, las ciudades medianas o pequeñas que están
creciendo muy,rápidamente pueden presentar, a pesar de su
tamaño, amplias zonas populares, mal servidas y contamina-
das, donde la reproducción acelerada de los problemas, para
los habitantes, haría necesario la realización de los estu -
dios que estamos considerando, así como la puesta en prácti-
ca de nuevas bases para la implementación de políticas ade-
cuadas.
En la medida de lo posible, seria recomendable medir
el impacto sobre la salud de los habitantes de las condicio-
nes socio-ambientales de esas colonias populares, impacto
que se expresa en los niveles de mortalidad y morbilidad de
la población . En este sentido, seria necesario recurrir a
los aportes de diferentes disciplinas y especialistas para
poder realizar un estudio integrado de los diferentes aspec
tos de la realidad social .
159
de la generación de residuos y desechos, que provienen de su
funcionamiento . Nos referimos, en este caso, a las obras para
proveer de agua a la ciudad, que pueden dejar sin ese líqui-
do a zonas agrícolas (afectando su productividad) o a otras
ciudades cercanas, y también a las aguas contaminadas que
salen del medio urbano, y también producen impactos en otros
centros, o en áreas de cultivo . Esto ocurre en el Valle de
México, por ejemplo, en , relación con la provisión de agua
para la Zona Metropolitana y la extracción de líquidos de
la misma.
Es decir que el crecimiento de la ciudad, a través de
su expansión física, y de sus necesidades crecientes de in-
sumos para su reproducción, afecta indudablemente el medio
circundante, los ecosistemas de las que depende, así como
otras ciudades ubicadas dentro de la región, que pueden for
mar parte de un sistema local de centros de población.
Teniendo en cuenta la descripción que acabamos de pre-
sentar, proponemos los siguientes puntos a investigar:
1 = Analizar en qué medida el crecimiento de la mancha ur-
bana ha terminado con zonas boscosas, de cultivo, etc .,
comprobar si esas zonas se han reproducido en otros si-
tios y qué han significado esos cambios para los ecosis
temas que sostienen la ciudad .-
2 2 Relacionar el tipo de crecimiento (para qué usos y qué
nivel socio-económico) con su impacto sobre el medio am
biente circundante . Es decir, tratar de ver si por ejem
plo, el crecimiento urbano para sectores de altos ingre
sos (a través de barrios bien construidos y equipados)
160
ha significado un impacto sobre los espacios vecinos, di
ferente a aquel generado por las colonias populares.
Esto resulta importante, para verificar si es verdad o no
que ese impacto depende más del tipo de expansión urbana
de producción del medio ambiente urbano) que del cre -
cimiento en sí mismo . Para esta linea se propondrían algu
nos estudios de casos, representativos de diferentes ti-
pos de crecimiento urbano.
3 2 Analizar el impacto de alguna obra especifica para la ge -
neración de insumos necesarios para la reproducción de la
ciudad en el área cercana a la misma (obras hidroeléctri -
cas-explotación de algún recurso minero, etc .) . Aqui se
tratarla de analizar qué ha ocurrido con las zonas rura -
les cercanas a la obra y también con los centros de po-
blación vecinos . Esto mismo seria aplicable a los dese-
chos generados en la ciudad y que salen de la misma para
contaminar espacios exteriores . Algunos estudios de im-
pacto realizados para el caso del Valle de México, debe-
rían multiplicarse, y ser aplicados también en el caso
de otras ciudades del pats.
4 2 Analizar en qué medida la ciudad puede ser sostenida por
su medio circundante, para la reproducción de su pobla-
ción, y cuáles serian sus perspectivas futuras, en el
contexto de un rápido crecimiento . Esto se aplicaría,
sobre todo a las ciudades en proceso de muy rápida expan
sión y cuyo entorno frsico no es muy favorable para la
producción de los insumos básicos necesarios, sobre to-
do los alimentos y el agua .
161
Cuando hablamos de la ciudad y su entorno, creemos nece -
sario enfatizar el hecho de que en muchos casos la ciudad no
juega un papel aislado dentro de su "hinterland", sino que
se relaciona intensamente con otras ciudades vecinas . Por
ello, las lineas de estudio que acabamos de presentar, debe -
rfan incluir, en algunos casos, no sólo la relación de'una
ciudad con distintos elementos del área que la rodea, sino
además con las otras ciudades con las que está necesariamen -
te vinculada.
Por ejemplo, para el punto 4, podría ser necesario ex-
plorar cómo un área o región determinada puede ser sostén de
un conjunto de ciudades, resultando impensable el estudio
deparado de un centro y su entorno más o menos inmediato.
También creemos importante puntualizar, que si bien he -
mos puesto énfasis en los impactos físicos, y en el proble-
ma de los recursos y desechos, no deben dejarse fuera de con
sieración de estas propuestas de análisis, los estudios re -
feridos a la población tanto urbana como rural implicada en
los procesos aludidos.
Por último, es importante insistir que las lineas de in
vestigación aquí propuestas sirvan de base para apoyar el
desarrollo de políticas que tiendan a cambiar el modelo de
urbanización de las ciudades, modelo que resulta depredador
de la naturaleza y no adaptado a las necesidades de la mayo-
ría de la - población.
No es la expansión 'urbana en sf lo que afecta negativa-
mente el medio circundante, sino el tipo de expansión que se
ha dado como ,parte de un modelo de urbanización predominante .
162
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biente en el caso Venezolano" (Paper 1982) . Omar Valles.
"Ecodesarrollo"
I . Sachs .
165
Anexo 1 .
166
Tipología de Ciudades.
Para el caso de México, hemos realizado un primer ejer-
cicio de aplicación de los criterios enunciados, que nos per
mite un primer ordenamiento en función del tamaño, del cual
presentamos algunas consideraciones.
Primeramente diferenciamos lo que son Zonas Metropoli-
1/tanas —
y lo que son ciudades, es decir localidades de 50
mil y más habitantes, pero que no conforman Zonas Metropoli-
tanas (ZM).
Existen cuatro ZM con más de un millón de habitantes,
ocho entre 450 y 700 mil habitantes y cuatro de 250 a 370
mil habitantes . Para estas dieciseis ZM la tasa de crecimien
to entre 1960 y 1980 ha sido de 4 .4
anual en promedio y s6-
dos de ellas (Torreón y Orizaba) presentaron una tasa de
alrededor de 2 .8 anual (Cuadro 1).
Las funciones predominantes en las dieciseis ZM de más
de 200 mil habitantes son : industria, servicio y transpor-
te . Se trata de ciudades con función diversificada, lo que
está asociado al tamaño de la población, y que 11 de ellas
son capitales.
En general, todas las ZM consideradas se encuentran en
terrenos relativamente planos, lo que ha sido un elemento
favorable para su expansión física . Además, sólo tres de
1/ L . Unikel, "El desarrollo urbano de México", El Colegio de México,
1976, (ver para la definición de Zonas Metrop-litanas) .
167
ellas (Tampico, Coatzacoalcos y Veracruz) son costeras, el
resto son interiores y localizadas a más de 1,500 metros de
altura sobre el nivel del mar, a excepción de Monterrey,
Torreón, Chihuahua, Mérida, Jalapa y Orizaba.
En relación a las características de clima, suelo, ve-
getación y uso del suelo, habría que realizar un análisis pa
ra cada ZM en particular, puesto que la información que se
ha utilizado, no permite hacer generalizaciones . Existen ZM en
clima templado, seco y árido así como con distinta cubierta
vegetal para cada una de ellas . Lo que si llama la atención
es que según la información relativa a la contaminación, to-
das presentan contaminación del aire, agua y suelo . ?/
No puede establecerse que una ciudad cuando alcanza cier
tas dimensiones necesariamente contamina los tres elementos
considerados, de ahí que habría que trabajar con indicadores
sobre el grado de contaminación de cada elemento y para ca-
da ciudad . También llama la atención, que en el caso de los
puertos se presente contaminación del aire, ya que por la
circulación de los vientos en las costas, uno esperaría
que no ocurriese.
Por otra parte, las ZM de menores dimensiones, entre 100
y 200 mil habitantes, también presentan en su gran mayoría
contaminación de los tres elementos, salvo Zamora y Colima
2/ La información relativa a las características de la "unidad natu-
ral" y a la "contaminación" corresponde a SAHOP : Desarrollo ur-
bano ; Unidades Ambientales, 1981 .
168
que no tienen contaminación en el suelo.
La utilidad en diferenciar ZM de ciudades (las cuales
pueden ser distinguidas también según tamaño), permitirá es
tablecer las relaciones en cuanto a los sistemas de ciuda -
des al cual pertenecen ambas formas del proceso urbano y
sus relaciones respectivas con el sistema ambiental.
Para propósitos ambientales, además de incluir los cri
terios del intercambio de información, mercancías, personas,
etc ., para la delimitación de los sistemas de ciudades, seria
útil considerar las redes de intercambio de capital, o flujos
monetarios.
Al sistema de ciudades que tiene como centro a la ciu-
dad de México, pertenece también la ZM de Puebla y de Toluca,
además de las ciudades de Cuernavaca, Querétaro y Pachuca.
Incluso en la actualidad, ciudad de México y Toluca consti-
tuirían una de las primeras megalópolis de México, por lo
cual, el tratamiento de la problemática ambiental debe to-
mar en consideración tales procesos.
En relación con las ciudades (localidades entre 100 a
550 mil habitantes), que no conforman ZM, es común señalar
que son las Zonas Metropolitanas los asentamientos con mayo-
res tasas de crecimiento, sin embargo, al menos en el lapso
considerado, estas tasas recaen en localidades que oscilan
entre los 100-550 mil habitantes y que no reúnen los reque -
rimientos urbanos para considerarlas como tales . Como pode-
mos observar, el crecimiento es uniforme en términos gene -
rales . Dicho crecimiento promedio es de 5 .21 sobre el que
169
giran la mayoría de las ciudades consideradas . Dentro de es
te rango poblacional se encuentran las ciudades fronterizas
de gran importancia económica para el pats.
Las funciones predominantes de estas localidades son
los servicios . La predominancia de actividades industriales,
es una característica de las zonas metropolitanas y princi -
palmente de las zonas metropolitanas mayores de 1 millón de
habitantes.
De un total de 25 localidades, 6 no tienen una contami-
nación total de sus elementos, sino únicamente 2 de ellas.
Esto apoyarla lo señalado en lineas anteriores, en el senti-
do de que entre mayor es el tamaño de la ciudad mayor es el
grado de contaminación . Sin embargo, de las localidades en-
tre 50 y 100 mil habitantes, que son diecisiete, sólo 10 no
están contaminadas en los tres elementos considerados, lo
cual indica que la contaminación, no es sólo un problema de
tamaño, sino de la especificidad de los procesos que se de-
sarrollan en su interior.
Respecto a las condiciones ambientales ligadas a las
características geográfico-físicas la información existente
organizada por la ex-SAHOP (Programa Nacional de Desarrollo
de los Asentamientos Humanos), para conformor "unidades am-
bientales", no permite avanzar mucho más, ya que no se re -
lacionan por ejemplo, los problemas de contaminación con
las características físicas del lugar, ni cuales serian
los límites y posibilidades del crecimiento urbano con cier
tas características de clima, vegetación, uso del suelo, ca
pacidad de carga, etc .
170
Para una tipología de ciudades, desde la óptica ambien
tal, se tratarla más bien de partir de las características
del medio ambiente natural en relación con el asentamiento
humano en consideración . Asf, el clima tropical costero y
sus variaciones por efectos topográficos se conjugan con
una cierta vegetación, la cual constituye, las condiciones
favorables o no para el asentamiento humano y su desarrollo.
La posibilidad de construir mapas de restricciones o contra-
indicaciones por tipo de problema, puede ayudar a construir
un mapa de contenido ambiental que indique las áreas favora
bles o no para la expansión urbana por ejemplo.
Una tipología que permita una adecuada planificación am
biental, debe partir de una caracterización y evolución del
medio ambiente natural y sus grados de deterioro, que se ins
cribe dentro de una gestión o manejo de los recursos natura-
les en términos de sistema acoplado a la ciudad o un conjun -
to de ellos .
171
CONCLUSIONES.
El enfoque que hemos propuesto en este trabajo, sin mi -
nimizar los aspectos ecológicos de los fenómenos considera-
dos, ha intentado ubicar adecuadamente los distintos facto-
res que inciden en la relación ciudad-medio-ambiente, ponien
do énfasis en la necesidad de entenderla a partir de la ló -
gica social.
Así, las necesidades de insumos para el desarrollo urba
no, sus formas de distribución, la cantidad y tipo de dese-
chos generados, el impacto del crecimiento de la mancha urba -
na sobre los espacios circundantes, no son el resultado de
procesos ciegos, sino del funcionamiento de las actividades
urbanas básicas, regidas por la lógica del modo de producción
dominante, y dentro de la cual opera un sistema de agentes so
ciales, cuyo comportamiento depende de su inserción en la es
tructura social.
Por otra parte, es necesario puntualizar, que el desa -
rrollo de las lineas de análisis presentadas, implica el apor
te de diferentes disciplinas, tanto dentro de las ciencias so
ciales como de las físicas y naturales . Esto no significa que
cada línea se limite a un área disciplinaria sino, por el con
trario, que las diversas disciplinas deben converjer al aná-
lisis de un campo problemático, como el que constituye cada
línea expuesta en el trabajo . Las técnicas de análisis comple
jo, como el uso de modelos conceptuales o matemáticos, pueden
ser introducidos en los análisis siempre que no impliquen una
super-simplificación de los procesos y fenómenos apuntados .
172
También consideramos importante dejar aclarado que las
líneas y temas propuestos dentro de cada una, no pueden cons
tituir aspectos separados, cada uno de ellos desarrollado en
forma independiente del otro, sino que deben recomponerse y
relacionarse para que se integren en un conjunto articulado.
Esto significa, como ya dijimos al principio, que los
resultados de unos análisis deberían complementarse con aque
líos provenientes de otras líneas o temas, alimentando así
unos a los otros . Concretamente, los estudios relativos al
espacio intraurbano, aquellos aplicados a los espacios cir-
cundantes o externos (más o menos alejados), como los que ha
cen referencia a las relaciones entre lo interno y lo exter
no, deben necesariamente integrarse para llegar a entender el
conjunto como un 'sistema espacial cuyos recortes fueron rea-
lizados sólo por motivos analíticos, pero que en la realidad
se comportan de manera relacionada, conformando un todo in-
separable.
Por otra parte, también es necesario volver a puntuali
zar que en muchos casos los límites entre un espacio y otro,
no constituyen Irneas netas y fácilmente detectables sino
que lo más probable es que conformen franjas a veces no muy
claramente observables.
En cuanto a los espacios externos de las ciudades y a la
relación entre los mismos, en repetidas ocasiones esos espa-
cios externos pueden ser comunes a varios centros urbanos,
es decir que un mismo espacio regional puede sostener distin
tas ciudades y al mismo tiempo ser afectado por el funciona-
miento interno de varias situaciones urbanas . De esta manera,
173
las relaciones que apuntamos en la primera o tercera lineas
de análisis se complejizarían, mostrando con esto que los
elementos presentados pueden ser en muchos casos sólo pun-
tos de partida para la consideración de ciertos estudios a
realizar pero que en la realidad se presentarían dentro de
una trama más complicada de relaciones.
Por esa razón resulta a nuestro criterio muy importan
te, la utilización de una tipología de ciudades que pueda
servir para aplicar los criterios generales a los diferen -
tes tipos de casos que se pueden dar en la realidad . Sin
embargo, también debemos señalar las ¡imitaciones con que nos
encontramos para elaborar la tipología presentada para el ca
so de México ; ella constituye todavía una expresión poco aca
bada de cómo a partir de esos criterios se puede llegar a
una clasificación de ciudades que incluya aspectos poblacio-
nales, económicos, geográficos y medio-ambientales . Unos de
los problemas importantes con que tropezamos para esa elabo-
ración fue la falta de información adecuada, sobre todo des
de el punto de vista económico y ambiental, para poder es-
tablecer una tipología precisa . En este sentido, el ejerci -
cio realizado fue importante para mostrar la limitación que
existe para aplicar ciertos elementos metodológicos, si no
se cuenta con un banco de datos, por lo menos de las ciu-
dades más importantes del pals y si se quiere conocer con
seriedad lo que está ocurriendo en el país, para luego ac-
tuar en consecuencia.
Por ejemplo, es necesario conocer, de manera mucho más
detallada, los datos del ambiente natural que rodea a las
174
ciudades, si se quieren establecer criterios para un adecua-
do crecimiento urbano y para guiar las inversiones en infra-
estructura que el desarrollo urbano y regional puede reque-
rir .
En algunos casos, puede no existir compatibilidad entre
un esquema y ritmo de crecimiento urbano y su medio físico
circundante . Cómo detectarlo si no se cuenta con la informa -
ción adecuada, que servirá luego para que a través de la pla
nificación se pueda dirigir en forma apropiada el crecimien-
--to de las ciudades importantes del pals (por lo menos de las
que crecen más rápidamente) o bien orientar el desarrollo in
dustrial y los procesos de crecimiento más dinámico hacia
puntos del territorio que cuenten con un buen soporte del me
dio natural, adecuado para sostener un desarrollo de gran en
vergadura.
En este sentido, los estudios que proponemos como base
para la planificación ambiental no sólo se consideran como me
dios para mejorar las malas condiciones ambientales de las
ciudades sino también como elementos que coadyuvarán a diri-
gir el futuro crecimiento de las mismas teniendo en cuenta la
relación entre desarrollo económico y las condiciones del me-
dio ambiente natural.
Para terminar, quisiéramos entonces insistir en la nece-
sidad de realizar los estudios que tengan en cuenta la lógi-
ca social que sobre-determina los procesos ambientales, apli-
cados a diferentes ámbitos espaciales que no pueden reducirse
a los de la ciudad propiamente dicha . Dentro de estos estu-
175
dios las variables de carácter nacional deben necesariamente
hacerse presentes en la explicación de los fenómenos locales,
aun cuando ese nivel de análisis no constituya una instancia
separada de los estudios propuestos . Estas últimas reflexio-
nes no pueden dejar de incluir la preocupación relativa a la
necesidad de ir constituyendo un banco de datos que utilice
diversas fuentes y permita llevar a la práctica los estudios
que hemos propuesto en esta presentación . En este sentido,
consideramos que todavía la información disponible es muy
insuficiente y debería priorizarse su recolección y archivo
para los fines de una adecuada planificación ambiental de
las ciudades .
1 . ZONAS METROPOLITANAS ~/
Población
Tasa
Funciones
Ubicación
Unidad
(1980) 1/
(60-80) 2/ Predomi-nantes 3/
Geográfi-ca 4/
Natural 5/
A .M . + 1 Millón
705
México
13 878 912
4 .82
Subsd
CIA4C/I/H/R
682C/I/H/T
Guadalajara
2 264 602
4 .86
Isds
CIA 3 543 A/I/R/T
530A/I/H/B 2
Monterrey
2 001 502
5 .25
Idsbb
Puebla
1 136 875
4 .68
Isbsd
Z .M .(500 mil - I millón)
Torreón
689 195
2 .85
TdCdTsSd
CIA2 317B/I/K/R
Toluca
597 350
4 .46
Sssdd
CIA4 709
C/I/H/T
León
722 384
4 .48
Ibuuu
IA 3 536A/I/H/T
Contaminación 6/
CIA 1
CIA4
385B/I/G/Mx
C/V/H/T/
0
0
0
0
0
0
0
rn
(Continúa)
ZONAS METROPOLITANAS 1/
Población Tasa
(60-80)2/
Funciones
Predomi-
Ubicación
Geográfi-
Unidad
Natural
5/ Contaminación 6/(1980)
1/
nantes 3/ ca 4/
Z .M .
(400-500 mil)
San Luis Potosi 471
047 4 .22 T.ssd CIA 3 494 0
Tampico 469 286 4 .03 MsMsIsPd PA 1
B/I/x/P
644 o
Chihuahua 411
922 3 .87 TdTbKdSd CIA2
A/1/V/Va
243 0
Coatzacoa1cos 403 154 5 .25 PA 1
B/II/X/P
810 o
Mérida 454 712 4 .00 CdCsCsSd CIA1
A/IV/STP
889 0
Z .M .
(300-400 mil)
A/I/E/T
Veracruz 367 339 4 .25 TdTdTdSd PA1 729 0
Z .M .
(200-300 mil)
A/I/II/T
Cuernavaca 277 502 5 .54 Sssss CIA3 713 0
Jalapa 263 400 4 .52 Sdssd CIA2
A/II/T/B 1
695 o
Orizaba 250 900 2 .77 Isbsd IA2
C/V/T/B2
724 oB/V/E/B 1
(Continúa)
ZONAS METROPOLITANAS 1/
Población Tasa
(60-80)2/
FuncionesPredomi-
UbicaciónGeográfi-
UnidadNatural
5/ Contaminación 6/(1980)
1/nantes 3/ ca
4/
Z .M .
(100-200 mil)
Poza Rica 198 853 4 .35 IA 1 679 0A/I/V/T
678
Oaxaca 167 607 3 .70 IbSuSuSd CIA 3
A/I/V/STP
777 0
Córdoba 156 076 3 .62 IA 1
B/I/ I I/R
727 0
Zacatecas 140 166 4 .17 CIA4
A/U/H/T
482 0
Guaymas 139 025 3 .05 PA 1
B/I/R/Mx
112 0
Zamora 148 721 3 .87 IA 3
B/I/Z/R
564 1, 2
Cuautla 138 127 4 .27
A/IV/V/R
792 0
Colima 119 969 3 .52 C IA1
A/V/H/R
568 1, 2
Tlaxcala 76 878 3 .13 CIA4
A/V/R/T
'
698 O
Monclova 185 671 4 .26 IA 1
C/I/B/T
378 0B/I/X/Mx
No= ta= : Para ver el significado de las distintas notas que aparecen en el texto, remítasea las del cuadro siguiente.
2 . LOCALIDADES DE MAS DE 50 000 HABITANTES
Población(1980)
1/Tasa
(60-80)2/FuncionesPredomi-
UbicaciónGeográfi-
UnidadNatural
5/ Contaminación 6/nantes 3/ ca 4/
(300-550 mil)
Ciudad Juárez 545 584 3 .72 CdddSsSs FA2 189 0
Tijuana 430 795 5 .31 Ssdds FA 1
B/I/R/Mx
1 1, 3
Mexicali 342 369 3 .41 SuSsSdCd FA 1
B/I/R/Mx
9 0
Hermosillo 341
938 5 .44 Ssddd CIA 1
B/I/V/R
105 0
Culiacán 306 .079 6 .59 SbCdCdSd CIA 1
B/I/I/Mx
182 0
Acapulco 303 044 9 .48 P
B/l/V/R
773 0
(200-300 mil)
A/I/B/T
Morelia 298 813 5 .57 Ssssd CIA3 565 1, 2
Aguascalientes 294 122 4 .29 TbTsTsTb CIA 3
C/IV/V/T
487 1, 2
Saltillo 286 057 5 .44 TsTsKdId CIA3
B/I/X/R
409 o
Durango 258 872 5 .00 CdSdSsSd CA3
C/Il /H/B 1
350 0B/III/R/B2
LOCALIDADES DE MAS DE 50 000 HABITANTES
ContinGa
Población Tasa(60-80(
Funciones2/ Predomi-
UbicaciónGeográfi-
UnidadNatural
5/ Contaminación 6/(1980)
1/nantes 3/ ca
4/
(200-300 mil)
Nuevo Laredo 222 237 4 .46 TdTdSdSd FA 1 378 0
Querétaro 216 942 5 .98 IdldCsld CIA3
B/I/X/Mx
661 0
Mazatlán 200 538 4 .97 TsTbTdSd P
B/II/V/Mx
457 1, 2
(100-200 mil)
A/I/R/Sbc
Reynosa 195 165 4 .94 SdCdCdPs FA1 378 0
Matamoros 189 156 3 .64 CbCsCsSd
B/I/X/Mx
406FA 1 0
Tuxtla 167 455 6 .78 CIA 1
A/I/V/R
842 0
Cd . Obregón 165 994 4 .55 KsKsCdCd IA 1
A/II/R/P
163 0
Villahermosa 158 721 5 .69 TdSdCdSd CIA 1
B/I/X/R
821 0
Tepic 146 253 5 .08 SsSbKsSd CIA 1
A/I/B/P
497A 2
Ciudad Victoria 140 657 5 .21 Sddds CIA 1
A/V/L/T
614 0A/I/V/T
LOCALIDADES DE MRS DE 50 000 HABITANTES
Población
Tasa
Funciones
Ubicación
Unidad
(1980) 1/
(60-80)2/ Predomi-
Geográfi-
Natural 5/
Contaminación 6/nantes 3/
ca 4/
128 978
5 .52 .
CP
883A/I/I/T
123 163
5 .06
IA3 558A/V/T/B2
123 029
5 .99 .
IA 1 181B%I /X/R
120 847
5 .34
P 2B/I/R/Ch
110 560
2 .72
CIA4 683B/I/H/T
(50-100 mil)
La Paz
91 886
10 .65
P 156 1, 3B/I/R/Mx
Tapachula
85 971
3 .69
IA 1 857 0
B/l /X/R
~
Tehuacán
.
79 830
4 .68 737 2,3B/V/I /Sbc
S .L . Rio Colorado
76 910
5 .06
F 10 1, 3B/I/R/R
(100-200 mil)
Campeche
Uruapan
Los Mochis
Ensenada
Pachuca
0
1, 2
o
0
0
A/II/T/T
Delicias
82 342
2 .36
IA 1 255 0
LOCALIDADES DE MAS DE 50 000 HABITANTES
(Continúa)
Población
(1980)
1/
Tasa
Funciones
(60-80)2/
Predomi-UbicaciónGeogr6fi-
UnidadNatural
5/ Contaminación 6/—
nantes 3/ ca
4/
(50-100 mil)
Hidalgo del
Parral 79 128 2 .84 tA 3 272 0
Ciudad del Carmen 72 858 6 .36 P
B/I/H/P
814 0
Ciudad Mante 70 803 5 .78 IA 1
A/ I /G/Va
636 1, 2
Chilpancingo 67 788 6 .82 CIA2
A/I/V/T
765 2, 3
Iguala 66 176 4 .60 1
A/V/R/Bz
730 2
Piedras Negras 67 686 2 .07 F
A/V/E/Sbc
366 0
Ciudad Valles 65 754 5 .31
B!I /E/Mx
659 0
Nogales 65 707 2 .81 FA2
A/t/V/T
60 o
No vo j oa 63 078 3 .73 I
B/I/R/P
163 1, 3
Ciudad Guzmán 62 453 3 .36 IA3
B/I/X/R
570 1, 3
Chetumal 57 051 7 .71 CP
A/V/H/T
918 3A/t /I /STP
LOCALIDADES DE MAS DE 50 000 HABITANTES
(Continúa)
Población
(1980)
1/
Tasa
Funciones -Predomi-(60-80)2/
nantes 3/
UbicaciónGeográfi-ca
4/
Unidad
Natural
5/Contaminación 6/
(50-100 mil)
Tuxpan 56 231 4 .50 I 630 1
Apatzingan 55 603 5 .33
A/I/V/P
Tulancingo 53 548 3 .50 676 2
Atlixco 53 294 2 .79
B/II/H/T
1/ Negrete S ., Ma . Eugenia y Salazar S ., Héctor : "Zonas Metrop-litanas en México, 1980", en Estudios Demográficos y
Urbanos, No . 1, Editorial El Colegio de México, México, 1986.
2/ Censo General de Población 1960, 1970 y 1980, Dirección General de Estadística, S .P .P.
3/ Las letras mayúsculas señalan el tipo de función predominante en 1940-,1950,1960 y 1970 respectivamente y las le
tras minúsculas el número de funciones predominantes en esos años . Las ciudades que tengan una sola letra mayús-
cula significa que tuvieron la misma expecialización en los cuatro años considerados:
Función Predominante
Número de Funciones Predominantes
S = Servicios
V = UnifuncionalI = Industria y Transformación
b = bifuncionalC = Comercio
s = SemidiversificadoT = Comunicaciones y Transportes
d = diversificadoK = ConstrucciónE = Electricidad y Gas
' M = Industria ExtractivaP = PetróleoG = Gobierno
Fuente : El Desarrollo Urbano de México, Unikel, Luis, et . al ., Editorial El Colegio de México, 1978.
jAnUL1Hua/ -
LOCALIDADES DE MAS DE 50 000 HABITANTES
4/ (C) Ciudades Capitales(F) Fronterizas(I) Del Interior(P) Portuarias
Nota : Algunas capitales son puertos por lo que aparece la simbología para ambas características (CP).
Altitud :
A
= 0 - 1 000 Mts . Sobre el Nivel del MarA = 1 000 - 1 500 Mts . Sobre el Nivel del MarA2 = 1 500 - 2 000 Mts . Sobre el Nivel del MarA4 = + de 2 000 Mts . Sobre el Nivel del Mar
Pendientes
I
0 - 3% Plano11 3 - 10% SemiplanoIII 10 - 15% SemimontañosoIV 15 - 20% MontañosoV
20% Abrupto
Tipo de Suelo
A = Acrisol
G = Gleysol
E = Rendzina
T = Andosol
I = Litoral
S = SalonetzB = Cambisol
L = Luvisol
V = VertisolK = Castañozem
N = Nitosol
X = XerosolH = Feozem
W = Planosol
Y = YermasolS = Fluvisol
R = Regasol
Z = Solonchak
Vegetación
R = Agricultura de Riego
T = Agricultura de TemporalP = Pastizal
B 1 = Bosque de ConíferosB 2 = Bosque de Encino
Ch = ChaparralStP = Selva Tropical Pere
Sts = Selva Tropical Subcaducifolia
Sbc = Selva Baja Caducifolia
Mh = Vegetación HelófilaMt = Matorral Xerófilo
Va = Vegetación Acuática y SubacuáticaVap = Areas sin Vegetación Aparente
Fuente :
Desarrollo Urbano, Unidades Ambientales, SAHOP ; 1981
5/ Simbologta
Clima
A CálidoB SecoC Templado
(Continúa)
LOCALIDADES DE MAS DE 50 000 HABITANTES
Forma de Lectura de las Unidades
150 di-- Número de Unidad Ambiental
Clima
A / I / W / Sbc
Vegetación y Uso del Suelo
. Pendiente T
T Tipo de Suelo
6/ 0 = Contaminación1
= Contaminación2 = Contaminación3 = Contaminación
de Agua, Aire y Suelode Aguade Airede Suelo
Fuente : Desarrollo Urbano, Problemas Ambientales, SAHOP, 1981.
187
CAPITULO I
1 .
EL CONCEPTO DE CALIDAD DE VIDA :
UNA GENERALIDAD PROBLE -
MATICA.
Todo proyecto de planificación que pretende aportar un
servicio a la población (sea planificación en salud, econo -
mía, de vivienda, etc .) tiene como objetivo último el mejo-
ramiento de la calidad de vida de la población . Evidentemen -
te éste será visto desde la perspectiva-del progreso y desa -
rrollo que tenga una sociedad determinada . Sin embargo, el
concepto mismo de la calidad de vida se presenta como vago
y es un desafto permanente para las ciencias sociales, ya que
se maneja como una noción a ser utilizada de acuerdo con el
marco teórico, ideológico y con las prácticas de cada inves -
tigador.
Veamos como diferentes autores definen la calidad de vi-
da :
La Organización para la educación, la ciencia y la cul -
tura de las Naciones Unidas (UNESCO), tuvo una reunión de . ex
pertos en Parrs en 1976 en relación con indicadores de 1'a ca
lidad de vida y calidad ambiental . (1)
(1) Véase UNESCO . "First Meeting of Experts on Indicators of the Quali -
ty of Life and Enviromental Qualyty Final", Parrs 1976 .
188
De esta reunión se derivaron las siguientes definiciones:
1.
Calidad de vida es la sensación de sentirse satisfecho
continuamente con lo que uno es como persona, ast como
con aquellos elementos que le son más importantes en
la vida propia.
2. Calidad de vida se define como la salud completa de la
persona que vive en una relación sinergística entre s1
misma, su habitat y otros individuos que comparten su
habitat.
3. Cuando todos los miembros de una sociedad se pueden de -
sarrollar de acuerdo con sus potenciales y por otro tan
to satisfacer equitativamente, y de acuerdo con sus jui -
cios o valores, todas sus necesidades vitales básicas de
coexistencia, crecimiento y "perfección", sin que hubie-
ra tenido carencias durante su juventud o vejez, se po -
drá decir que su calidad de vida es buena.
Gilberto Gallopin dice : "La Calidad de Vida puede ser
definida como la resultante de la salud y de la satisfac -
ción de las personas . Considerada como un sistema, una per -
sona actúa sobre su medio ambiente a través de sus activida -
des orientadas a objetivos con el fin de obtener satisfacto -
res externos para sus necesidades, deseos y aspiraciones.
La persona también recibe otros satisfactores a través de
sus actividades difusas (respiración, trabajo no formal,
etc . Mailman y Nudier, 1979) . Por otra parte, algunos ele-
mentos de la salud y satisfacción se originan de los pro-
189
cesos y estruc turas internos a la persona y no de su medio
ambiente (Milbrath 1976)" (2).
Las definiciones anteriores nos dejan insatisfechos en
nuestra búsqueda de un concepto de calidad de vida . Algunas
de las limitaciones que consideramos más serias de estas de-
finiciones, especialmente de las tres primeras, son las si -
guientes:
a] Son definiciones de carácter idealista que ocultan los
efectos de la estructura social y de las determinacio-
nes de clase.
b] Son definiciones subjetivistas ; aluden a sentimientos o
sensaciones a las que sólo podemos acceder a partir de
una inferencia respecto a la interioridad del sujeto in-
dividual . El concepto de calidad de vida queda relativi -
zado en función de las vivencias de los sujetos indivi-
dualmente considerados.
c] Es significativa la ausencia de los conceptos de conflic
to y contradicción en tanto motores de la vida y de la
. historia . Implícita o explícitamente aparecen reemplaza-
dos por el criterio de adaptación.
dl
Se plantea la utopia de un individuo que pueda llegar a
la completud o a la "perfección" tanto en salud como en
satisfacción a condición de "no haber sufrido carencias".
Se desconoce asf que las carencias, así como el conflicto,
(2) Véase Gilberto Gallopin . "Calidad de Vida y Necesidades Humanas"
Sistemas Ambientales Venezolanos, Caracas, 1982 . Pág . 9
130
son fundantes del sujeto humano.
En cuanto a la definición que finalmente retoma Gallo-
pin aparecen nuevas dificultades:
a] Aunque oincidimos en que los conceptos de salud y satis-
facción están íntimamente relacionados con calidad de vi-
da, la definición no puede limitarse a estos conceptos ya
que son tan amplios y abiertos que no permiten precisar
adecuadamente sus limites . Cuando Gallopin intenta defi -
nir satisfacción, olvida que ésta es inalcanzable en su
plenitud y que el nivel de satisfacción alcanzado no só-
lo reconoce determinaciones subjetivas, o sea, que no de
pende de la percepción iñdividual de satisfacción sino
que principal y fundamentalmente se halla determinado por
la sociedad.
b] Este autor hace una distinción entre la búsqueda de sa -
tisfacción orientada "a objetivos con el fin de obtener
satisfactores externos" y aquellas satisfacciones que se
originan en procesos y estructuras internas de la perso -
na . Opone así subjetividad y objetividad eludiendo no a
la problemática del sujeto ideológico y del observador
como ideologizado.
c] Finalmente la idea de la bús queda de satisfactores a
través de actividades orientadas o de "actividades difu -
sas" resulta confusa ya que no es posible determinar si
está oponiendo actividades voluntarias con automáticas o
hablando de la diferencia entre actividades productivas
o improductivas .
191
En términos generlaes en las definiciones de calidad de
vida existen dos conceptos que, quizá por su inclusividad o
extensión, son considerados por la mayoría de los investiga-
dores como aproximaciones al concepto de calidad de vida.
Nos referimos a los conceptos de salud y satisfacción.
En el preámbulo del acta constitutiva de la Organización
Mundial de la Salud (MS) se afirma que la salud no es única-
mente ausencia de enfermedad sino también "el estado de bie-
nestar completo, físico, mental y social" . Si concordamos
con el criterio de la OMS, podemos profundizar el razonamien
to y plantearnos junto con Giovanni Gervis : "Si salud es el
peino goce de las propias capacidades físicas y psíquicas,
no goza en absoluto de salud quien por motivos de miseria
y de ignorancia come de manera insuficiente o poco apropia-
da ; no goza de salud quien vive en ambientes malsanos, quien
trabaja en condiciones ambientales que destruyen progresiva-
mente su físico ; y tampoco goza de salud la persona de media
na edad que, siempre mal curada de las diversas enfermeda-
des, camina hacia una aceleración de la propia decadencia,
tiene una vejez enferma y muere antes de hora" . (3)
En definitiva consideramos que el criterio de salud es-
tá determinado, en última instancia y directamente, por la
ubicación del sujeto en una sociedad determinada . Esta ubica
ción resulta un factor de mayor peso que la presencia o au-
sencia de enfermedad.
(3) Véase G . Jervis . Diccionario Critico de Psiquiatría . Edit . Ana-
grama . Barcelona 1979 . p . 28
192
Podemos ejemplificar esta situación tomando la defini -
ción de una enfermedad considerada generalmente de poca gra -
vedad e importancia : el sarampión .. La evaluación del saram-
pión como enfermedad implica los tres momentos de un proce -
so : diagnóstico-pronóstico-curación . Cualquiera sea el lu-
gar que el sujeto ocupe en la sociedad, si tiene acceso a
servicios médicos, el diagnóstico será único . No' podemos
decir lo mismo respecto al pronóstico que dependerá del ni -
vel nutricional alcanzado, la higiene ambiental, el sistema
de aguas y alcantarillado, etc ., o sea que dependerá del ni -
vel socio-económico que tenga ese sujeto . Por otra parte la
atención que el sujeto reciba durante el momento de la cura
estará directamente ligada al sistema sanitario al que ten-
ga acceso y en todo caso será totalmente diferente para un
sujeto de clase marginada . Todos conocemos al sarampión co-
mo "enfermedad típica de la infancia" sin mayores problemas
o como epidemia mortal para la población . Evidentemente no
es la enfermedad misma la que provoca una y otra situación.
Decir que la determinación última está en lo social
abre . la lectura hacia diferentes posibilidades : relación
con la estructura del poder, clase social, posición de cla
se, acceso a diversas instituciones, etc . Lo que nos inte -
resa en este caso es tener en cuenta hasta qué punto el
sujeto encuentra en una sociedad dada la posibilidad de
resolver sus carencias en lo que hace a necesidades que
son básicas para su vida.
Los tipos de necesidades se configuran según los ob-
jetos alas que están dirigidas y los objetos implican
193
actividades humanas . Cada objeto cristaliza en sí tanto el
trabajo incorporado como las relaciones de producción bajo
las cuales se produce.
En este sentido, lo más general es la división orienta-
da hacia bienes materiales y espirituales o necesidades eco -
nómicas y extraeconómicas . Pero las necesidades materiales
o básicas en el hombre no son idénticas a las de los anima-
les, por lo tanto, las necesidades básicas para el manteni -
miento del hombre como ser natural son también sociales : los
modos de satisfacción hacen social a la necesidad misma . De
ahí lo contradictorio a escala humana de los conceptos de
"necesidades biológicas o naturales" y "necesidades sociales"
El desarrollo de la sociedad capitalista hace que el hombre
satisfaga o debiera satisfacer, de una u otra manera, sus
"necesidades naturales" . Las necesidades "naturales o bási-
cas" pasan a ser un concepto limite, diferenciable según
las sociedades . Son el límite de la simple existencia . Sin
embargo, las necesidades indispensables son aquéllas sur-
gidas históricamente y no dirigidas a la mera superviven-
cia, en las cuales el elemento cultural, el moral y la
costumbre son decisivos y cuya satisfacción es parte cons-
titutiva (o debería serlo) de la vida normal de los hombres
pertenecientes a una determinada clase de una determinada
sociedad . (4)
(4) Véase Agnes Heller en Nexos 73 . Enero 1984 . "La sociedad descon-
tenta" p . 35 . .
194
El criterio de evaluar las necesidades biológicas o natura-
les apunta en realidad a la consideración de los límites de
posibilidad de la vida . El concepto de calidad de vida debe-
ría dar por sentado el cumplimiento de estos requerimientos
mínimos e implicarla de alguna manera un nivel superior de
elaboración de las condiciones humanas de vida . Sin embargó,
en paises en donde la demanda solvente tiene grandes dife -
rencias, ya que el lugar ocupado en el seno de la división
del trabjao determina la estructura de la necesidad, o al
menos sus límites, se hace absolutamente necesario tener en
cuenta para el estudio de calidad de vida los Indices tradi-
cionalmente considerados como necesidades materiales básicas,
tales como nutrición, salud, vivienda, vestido, educación
y trabajo productivo, cuya cuantificación puede darnos un
espectro o una visión del estado de resolución de las nece-
sidades, aunque por sí solos sean insuficientes para evaluar
la calidad de vida.
El otro concepto utilizado por la mayoría de las definí
clones de calidad de vida es el conepto de satisfacción.
La UNESCO propone una definición operativa de calidad de vi-
da : "la satisfacción de un conjunto inclusivo de necesidades
humanas . Las necesidades humanas son requerimientos que de-
ben ser satisfechos para que una persona sea saludable y
vigorosa" (5) . 0 sea, que se pretende una evaluación de las
(5) Véase Gilberto Gallopin "Sistemas Ambientales Venezolanos", cali-
dad de vida y necesidades humanas, Caracas 1982 .
195
"condiciones objetivas" que satisfacen las necesidades
humanas y que la relación entre necesidad y satisfacción
puede ser señalada una a una por cada tipo de necesidad y
que a partir de estos resultados se puede determinar la ca
lidad de vida.
Este tipo de definiciones tiene como supuesto o sobre-
entendido una relación unívoca entre sujeto y objeto ; im-
plica un sujeto homogéneo frente a un objeto dado e impli -
ca también la neutralidad del investigador que puede "desde
fuera" determinar la "objetividad" de las necesidades y de
su satisfacción . Esta forma de aproximación tiene, en defi-
nitiva, un carácter netamente ideológico que oculta la com
plejidad del fenómeno.
Otro modelo de . aproximación de mayor nivel de compleji-
dad es el que propone G . Roustang, que hablando de la cali-
dad de vida en el trabajo dice que "es la resultante del ba -
lance de conjunto entre lo que el sujeto espera y obtiene
y se expresa en su adaptación al media" . En esta definición
se insinúa un corte entre lo que el sujeto logra, como ob-
jeto posible de satisfacción y aquel objeto que el sujeto
esperaba o deseaba obtener . Se insinúa aquí una no concor-
dancia entre el supuesto objeto de satisfacción y la satis-
facción misma . Se plantea también que esta relación satis-
facción-insatisfacción debe provocar efectos, traducirse en
acciones o formas de comportamiento (6)
(6) Véase G . Rustang, Rev . Internacional del trabajo, vol .95, 1 977,
pág . 299-314
1 96
Para nosotros, investigar calidad de vida implica colo-
carnos en el lugar de la relación entre el individuo y el me
dio ambiente (tomado en el sentido más amplio que abarca tan
to el medio natural como el social) . Implica trabajar sobre
un vinculo o relación . Desde esta concepción resultan cuestio
nables criterios psicologistas o subjetivistas que pretenden
poner el acento en la individualidad e intimidad de un suje -
to cerrado en sus vivencias . Por ejemplo, cuando se conside-
ra a la vivencia o percepción de satisfacción de la necesidad
como determinada por criterios puramente subjetivos . También
resultan cuestionables los criterios economicistas o sociolo -
gistas que a partir de una pretendida objetividad o neutrali-
dad científica plantean la problemática en términos de funcio
nes en la estructura social o de la satisfacción de necesida -
des materiales objetivables y cuantificables.
Reflexionar sobre la calidad de vida desde el vinculo
del sujeto con su ambiente implica una serie de supuestos:
1.
Reconocer que no existe correspondencia unívoca entre un
sujeto y su objeto de necesidad . Los conceptos de sujeto,
necesidad y satisfacción deben ser precisados.
2.
La relación del individuo con su ambiente es compleja.
Se establece y se concretiza a través de redes sociales
que actúan como mediatizadores entre la estructura social
y la estructura del sujeto . Estas mediatizaciones pueden
ser estudiadas, visualizadas o leidas desde diferentes
disciplinas o desde diferentes concepciones epistemolb-
gicas .
197
3 .
Un estudio que pretende conceptualizar y precisar calidad
de vida deberá necesariamente partir de un enfoque multi-
disciplinario, o al menos deberán tenerse en cuenta las
limitaciones de un enfoque parcial desde una sola disci -
plina.
Este trabajo pretende aportar, desde una perspectiva par
ticular, la de la psicología social, elementos para la cons-
trucción del concepto de calidad de vida que permitan enten-
der teóricamente la relación entre el sujeto y el objeto de
necesidad así como la relación entre la necesidad y la satis
facción . Estas serán las herramientas teóricas que permitirán
implementar una metodología de investigación de la calidad
de vida en una determinada población sujeto de planificación
ambiental.
Desde nuestra aproximación conceptual definimos calidad
de vida a partir del vínculo dinámico entre el individuo y
su ambiente, en donde la satisfacción de necesidades implica
la participación continua y creativa del sujeto en la trans-
formación de su realidad . Esto significa un proceso dialéc-
tico en el que conflicto dinamiza e impulsa las contradiccio
nes tanto individuales como sociales . Significa también si-
tuaciones siempre cambiantes en las que exista un proyecto
de futuro . El sujeto (individual o colectivo) percibe sus
necesidades y satisfactores y evalúa la calidad de vida des
de su ideología, que está determinada por el lugar ocupado
por ese sujeto en la estructura social en un momento his -
tórico en una sociedad determinada.
Teniendo en cuenta que parámetros abstractos y genera-
198
les de calidad de vida no resultan suficientes ni operati -
vos para convertirlos en el objetivo final de una planifi-
cación ambiental, se propone una investigación focalizada
en la población. en la que deseamos introducir modificacio-
nes .
Proponemos que se apliquen proyectos de planificación
ambiental a partir de la visualización que la población
tenga de su calidad de vida .
0
199
CAPITULO II
II .
EL SUJETO : SUS DETERMINACIONES TEORICO-IDEOLOGICAS.
EL SUJETO DE LA NECESIDAD.
El concepto de sujeto se nos aparece problematizado por
los diversos contextos en donde se produce . Podríamos hablar
así del sujeto ideológico, del sujeto de clase, la calse como
sujeto, del sujeto del discurso, del sujeto de la necesidad,
etc . S610 en apariencia se nos presenta como real la imagen
ilusoria de la unidad del sujeto . La unidad del sujeto está
en su concreción que lo ubica siempre en un lugar en el es-
pacio, en un momento y en un contexto determinado . En reali-
dad, cuando nos aproximamos al conocimiento de un sujeto, sea
a una persona o a un grupo, siempre lo hacemos a partir de
una perspectiva particular, de un recorte, que da cuenta de
una parte de ese sujeto que está definido desde múltiples
determinaciones . La vivencia de unidad individual que cada
sujeto puede tener de sí mismo y del desarrollo de su vida,
entra también dentro del terreno de lo imaginario, ya que
el sujeto humano se constituye a partir de múltiples cor-
tes que van marcando definitivamente su identidad . La viven
cia de unidad individual será siempre en referencia a un
sujeto concreto, pero en cuanto al sujeto de conocimiento y
aún de autoconocimiento siempre tendrá referencia a la cons
trucción de una autoimagen que dependerá de su lectura ideo
lógica de las características propias así como de las rela-
ciones que el sujeto tiene con su grupo de pertenencia y de
referencia, que operan como mediatizadores de s. 0 inserción
200
en la clase social.
Uno de los aportes fundamentales de la teoría psicoana-
lítica a las ciencias sociales es el concepto de incoscien-
te, (7) y la construcción a partir del mismo de una nueva
teoría del sujeto . Para el psicoanálisis, el sujeto se en-
cuentra descentrado de la conciencia que es la que le aporta
su vivencia inmediata (y su ilusión de unicidad) . Con esto
queremos decir que en última instancia, sus determinaciones
fundamentales no son conocidas por el propio sujeto, son efec
tos de una estructura subyacente que no puede captarse en un
a priori, y que sólo puede leerse y comprenderse por sus efec
tos o productos . Por ejemplo : los sujetos no son plenamente
conscientes de su estilo de vidá, difícilmente reconocen en
forma consciente la incidencia de la propaganda y/o de la pre
sión grupal en la elección de sus artículos de consumo y me-
nos aún reconocen esta incidencia en la estructuración de un
marco valorativo normativo que rige sus vidas, con una lega -
lidad que es propia del momento histórico del grupo social
al que el sujeto pertenece.
El concepto de inconsciente es central para entender la
problemática de calidad de vida, porque, aunque el sujeto
pueda plantear elementos que dan cuenta de sus necesidades
y de los satisfactores que marcarían su calidad de vida, se-
guirán existiendo niveles de determinación que no son acce -
sibles a la conciencia y que sin embargo marcarán sus intere
ses y los limites de satisfacción . Con este concepto de in-
(7) Véase Sigmund Freud "Obras Completas" Edit . Nueva Biblioteca .Madrid.
1948 . Tomo I . P . 1063
201
consciente nos referimos al elemento que determina, en últi-
ma instancia, a la estructura psíquica dinámica del sujeto.
El sujeto humano se constituye como tal a partir de que
se inscriben en un orden cultural preexistente, en el momento
en que es reconcido por la palabra de otro como una identidá'd
propia (es nombrado, tiene un nombre ; a su vez esta palabra-
nombre, que le da un lugar diferendiado, lo integra a la cul-
tura . A partir de ese momento el sujeto diferencia y a la vez
comparte con sus semejantes la condición de sujeto humano . El
sujeto habrá internalizado un código común (el de la lengua)
pero también habrá internalizado normas, valores, pautas que
marcarán definitamente su lugar en la sociedad . Nos referimos
a un sujeto en que no podemos delimitar claramente un adentro
y un afuera sino en el que todo se da permanentemente en un
proceso intersubjetivo que se lleva a cabo en un orden social
que excede la conciencia individual.
En este sentido lo individual, versus lo social, apare-
ce como una falsa antimonia . Lo social es determinante, y con
ésto queremos decir que "el otro" está presente en todo momen
to en la configuración de la subjetividad que se lleva a ca-
bo como una intersubjetividad cuyo eslabón más importante lo
constituye la identificación-diferenciación con el otro.
Desde un enfoque genético, el animal humano nace en es-
tado de indefensión y simbiotizado con su madre . El proceso
de socialización en realidad implica un proceso de diferencia-
ción-individuación, es decir, el sujeto humano nace social y
es marcado por la cultura desde antes de su nacimiento .
202
El sujeto nace social en tanto entra a formar parte de
una estructura a la que pertenecen sus padres . Desde el periodo
dp su gestación está determinado por factores socio-económicos
y culturales . Además los padres siempre tendrán expectativas
respecto a lo que será el futuro ser, que condicionarán sus
formas de conducta con el niño imprimiéndole modelos normati -
vos . Es a partir de una matriz socio-cultural aportada por los
padres que el niño deberá establecer o construir una identidad
propia diferenciada.
Dijimos que siempre hay otro (sujeto humano-madre o sus -
tituto) portador de un orden social que tiene un nombre o una
palabra para designar al nuevo ser, la que es previa a la cons
titución del sujeto mismo y que cumple con una función mediati
zadora con respecto a la cultura, clase o sector de clase a la
que pertenecerá . : El sujeto, por su parte, se convertirá en por-
tador y en sujeto-sujetado a la estructura social que lo deter
minó . Posteriormente podrá modificar o nd su posición relati -
va dentro de la misma, pero cualquiera que sea el grado de mo-
vilidad existente en el sistema económico social de que se tra
te, o el nivel de consciencia social que el sujeto pueda adqui
rir, lo esencial de su definición estará en su característica
de sujeto-sujetado al orden social, fraccionado por la exis -
tencia de un otro (inconsciente) . Ambos niveles tendrán efi-
cacia cuando evaluemos la autopercepción o percepción subjeti -
va, ilusoriamente t ransparente, de la calidad de vida¡ .
203
Podemos considerar al sujeto como atravesado por múlti -
ples determinaciones y por lo tanto como objeto de estudio po
demos entenderlo:
a] Desde las diferentes determinaciones y niveles que pueden
ser leídos desde diversos campos del conocimiento y/o teo
rías.
b] Desde los nudos donde se entrecruzan las diferentes deter -
minaciones.
Cuando hablamos de sujeto de necesidad, para conceptuali -
zar calidad de vida, nos estamos ubicando en el nudo o inter-
sección de algunas de estas determinaciones y a partir de nues
tro marco teórico pretendemos definirlo. desde la psicología
social.
El sujeto de la necesidad está en el entrecruzamiento en -
tre lo individual y lo social, ya que, desde la conceptualiza -
ción propuesta aparece como falsa la antinomia de necesidades
individuates vs . necesidades sociales . Las necesidades son por
tadas por un sujeto, que aunque se diferencia por su_, particu-
laridades, es siempre un sujeto social.
Uno de los elementos a considerar cuando hablamos de su-
jeto social es que la percepción o representación que el. suje -
to tenga de st mismo, de los otros, de la satisfacción de sus
necesidades y finalmente de su calidad de vida, dependerá de
factores que si bien pueden aparecer como individuales, están
determinados desde el grupo social de pertenencia y desde el
grupo social de referencia . Con esto hacemos alusión a la
ideología . No es pertinente en este trabajo desarrollar la teo
ría de las ideologías, pero de manera operativa, vamos a defi
204
nir la ideología como el conjunto de representaciones que el
hombre construye acerca de st mismo y de las relaciones que
establece con otros hombres y con la naturaleza . A partir de
la famosa frase de Marx : "no es la conciencia la que determi
na la vida sino la vida la que determina la conciencia" (8)
podemos entender que no es la conciencia personal la que de-
termina el lugar que se ocupa en la estructura social sino que
es este lugar el que determina las conciencias, las conductas
y las ideologías (9).
Sin embargo, abordar el problema de las determinaciones
ideológicas desde la conciencia, sea ésta individual o social,
es dar cuenta solamente de una pequeña parte de su compleja es
tructura . Anteriormente planteábamos que los sujetos no son
plenamente concientes de que su estilo de vida depende del
marco valoratio-normativo (10) de su grupo de pertenencia y de
referencia, de la propaganda y de un cúmulo de factores que
operan más allá de las conciencias.
Discriminamos así en la estructuración de las ideologías
dos niveles : uno determinado desde el lugar ocupado por el su-
jeto en la estructura social . Esta es la determinación funda-
mental . El otro nivel estaría marcado por los limites de po-
sibilidad que hacen a la inscripción y estructuración de la
ideología en el Aparato Psíquico del individuo.
(8) Véase Marx K ."Tesis de Fuerbach La Ideología Alemana" Ediciones Cul-
tura Popular, p .543.
(9) N . Braustein etal "Psicología, ideales y ciencia", Edit . Siglo XXI,
México, 1986 . p . 74
(10) Véase Louis Althusser "La Filosofía como arma de la Revolución" Edit.
Pasado y Presente, México 1984, p . 103 .
205
Podemos considerar, desde el punto de vista de un observa
dor externo, que factores, provenientes del exterior, han sido
internalizados por el sujeto, inscritos en su aparato psíquico,
y vivenciados por é1, a través de sus productos o efectos . En
este sentido el concepto de incosciente se nos aparece como
una herramienta teórica indispensable para comprender la for-
ma particular de estructuración de la ideología en el aparato
psíquico y sus mecanismos . El proceso de inscripción también
tiene un nivel que nunca es consciente y que se forma como es-
tructura de valores, metas y metarreglas.
Existe un estrecho vinculo entre las ideologías que el
sujeto internaliza y porta y la estructuración de su sistema
de ideales . Estos últimos operan permanentemente regulando el
autoaprecio y la valoración que el sujeto tenga de si mismo, y
que está en relación directa a la cercanía o distancia que el
individuo perciba entre la representación de si (yo) y el
ideal .
Por otra parte, esta cercanía o distancia no se evaluará
con "parámetros individuales", sino que caba sociedad propone
modelos identificatorios que se constituyen en ideales . Jun-
to con ellos, la cultura marca las distancias permitidas res -
pecto del modelo en función del cual el sujeto se evaluará.
Es también a partir del concepto de inconsciente que po -
demos comprender las formas de transmisión de las ideologías,
ya que, en su mayor parte, no se internalizan ni transmiten,
mediante procesos de conocimiento-aprendizaje consciente, si-
206
no son transmitidas e internalizadas en forma inconsciente.
Se vehiculizan a través de estilos o metamensajes mucho más
que por contenidos explícitos . Ejemplo : en la escuela el ni -
ño no solamente aprende a sumar (contenido explícito de la en
señanza) sino que aprende un sistema de jerarquías que hacen
a la relación maestro-alumno, alumno-alumno, etc . Aprende a
experimentar una red de relaciones sociales . Este aprendiza-
je que hemos tomado como ejemplo, entre otros muchos, no son
explicitados ni verbalizados durante el proceso de enseñanza-
aprendizaje consciente, sino que son transmitidos mediante ac
titudes, valoraciones y gestos de los que tampoco el emisor
es plenamente consciente.
En su proceso de socialización, el sujeto humano apren -
de que hay una forma correcta de pensar a través del aprendi-
zaje de la lengua . No sólo a partir del significado de las pa
labras, sino, y principalmente a través de la estructura del
lenguaje se marcan las pautas de la estructura del pensamiento.
En gran parte, la tremenda eficacia de la ideología para pro-
ducir efectos en nuestra conducta proviene del hecho de que,
ya que es incosciente, es incuestionable.
Otro aspecto de la estructura del sujeto que nos interesa
es el sujeto de consumo . Este se crea a partir de las necesi -
dades de reproducción del propio sistema económico social . El
vehículo más eficaz son los medios masivos de comunicación a
través de la publicidad y propaganda.
Los medios masivos de comunicación operan como aparatos
ideológicos, generando necesidades que se convierten en re-
207
querimientos que el sujeto debe llenar para mantener en un ni -
vel razonable su autoestima.
De lo anteriormente expuesto se desprende que la concien -
cia y la conducta individuales son transacciones del sistema
con el sistema mismo . Los sujetos singulares son soportes de
esas transacciones y los grupos sociales (departamentos, es-
cuelas, etc .), son mediatizaciones entre sistema e individuo.
La estructura de estas mediatizaciones nos puede dar un mate-
rial de gran riqueza para evaluar calidad de vida.
Uno de los efectos o productos privilegiados para el es
tudio del incosciente, y por lo tanto de los aspectos incons-
cientes de la ideología, es el análisis del discurso dentro
de los grupos . De la estructura del discurso, de su contenido,
podemos extraer los elementos implícitos que subyacen a los
juicios o a las imágenes que el sujeto tiene de si mismo, de
los demás, de sus relaciones y de su calidad de vida . En el
capitulo final de este trabajo proponemos una metodología para
la investigación de calidad de vida en poblaciones determina-
das, basada en esta conceptualización .
208
III
LA SATISFACCION DE LA NECESIDAD Y EL OBJETO SATISFACTOR
En
el Capitulo I hicimos referencia a distintas defini-
ciones de Calidad de Vida centradas en la satisfacción de ne -
cesidades . Planteamos también nuestra visión crítica de las
mismas y una alternativa en función del corte existente en-
tre lo que se espera y lo que se obtiene . Afirmamos también
que las expectavidas que el sujeto tiene aparecen como indi-
viduales pero son sociales en su origen . La sociedad no se
refleja a través del individuo sino que se inscribe en su
aparato psíquico a través de un complejo proceso que impli-
ca la existencia de estructuras mediatzadoras entre indivi-
duo y sociedad.
Al considerar la problemática de la satisfacción de las
necesidades en nuestra primera aproximación debemos tener en
cuenta que:
a) Las primeras experiencias de satisfacción o insatisfac -
ción de la necesidad marcan huellas indelebles en el
aparato psíquico del sujeto.
b) Estas experiencias se convierten en matrices de sentido
para futuras experiencias y determinan las caracterrsti -
cas propias del sujeto y su capacidad para soportar la
postergación de la resolución de sus necesidades y/o to-
lerancia a la frustración.
c) El sujeto humano está marcado y determinado por las ca-
rencias . Estas, al igual que la resistencia que le ofre -
ce el mundo, son elementos indispensables para su cons -
titución y desarrollo .
209
Por otra parte, es impensable un sujeto humano que no ha-
ya sufrido algún tipo de carencia . El problema reside en si la
estructura y tipo de las mismas provoca daños (por ejemplo,
desnutrición) o son dinamizadores . Nos estamos refiriendo a
carencias en el nivel psíquico o a la significación que adquie -
ren los elementos básicos de la existencia (alimento, amor, etc .)
Esto no debe confundirse con la necesidad y el derecho que tie
ne todo sujeto de ver satisfechas sus necesidades fundamentales
en cualquier sistema social de que se trate . La huella de la
carencia y la huella de la experiencia de satisfacción e insa -
tisfacción permiten y modelan posteriores conductas del sujeto
en la búsqueda de satisfacción de sus necesidades o en la bús -
queda de placer.
Si describimos este proceso desde el punto de vista gené -
tico podemos visualizar cómo la tensión de necesidad o insa-
tisfacción provoca en el bebé una serie de conductas : gritos,
llantos, agitación, que motivan en la madre respuestas dife -
renciadas a partir de lo que ella interpreta que está necesi-
tando el niño . Asf la madre significa, da sentido a la deman-
da indiferenciada del bebé : hambre, frío, dolor, etc ., desde
el tipo de respuesta, el objeto y la forma que emplee para sa
tisfacerla . Para el bebé, por el nivel de maduración neuroló-
gica, no puede existir un objeto del mundo exterior que 61 re-
clame ; lo que existe es la tensión de necesidad, la molestia
y la insatisfacción, sin que él pueda referirla a un objeto
exterior ni siquiera al propio cuerpo . A partir de la res-
'210
puesta de la madre la tensión de la necesidad se une con la re
presentación de objeto que habrá de satisfacerla . La inmadu -
rez propia del bebé hace que no puedan distinguirse el nivel
de la insatisfacción del nivel de la representación de objeto,
pero analizando la situación se puede afirmar que a partir de
ese momento se constituyen campos heterogéneos que tendrán un
destino diferente . Mientras la respuesta que aplacará la in-
satisfacción hará desaparecer momentáneamente la necesidad.
Los signos (representaciones) que se inscriben en ese acto
se convertirán en dotación de sentido de una multiplicidad de
significaciones . La insatisfacción abre un campo en el sujeto
humano que es del orden del significante-significado, abre la
posibilidad de que se inscriban en el aparato psíquico repre-
sentaciones, fantasías y se inicie a partir de éstas el pro-
ceso de pensamiento . La función de la fantasia seguirá ope -
rando en el adulto como base del pensamiento y la creativi -
dad .
Por otra parte, lo que sucede cuando se ha dado respues-
ta adecuada para suprimir la insatisfacción de la necesidad no
se limita a la abolición de la tensión, a un estado de sacie-
dad . Aparece algo de otro orden : el placer . Por ejemplo, en
el niño el chupeteo se apoya en el acto de comer pero su fun-
ción es la de calmar, apaciguar, proporcionar placer . Se chu -
petea en ausencia del objeto alimentario . Posteriormente, en
el adulto, el comer puede convertirse también en acompañante
apaciguador de tensiones . Se come no sólo para nutrirse sino
211
que el acto de comer adquiere la significación de placer en
si mismo . El fumar puede ocupar un lugar similar siguiendo
esta linea a cadena asociativa . El orden de la satisfacción,
incluyendo el objeto satisfactor y el orden del placer están
tan estrechamente soldados que no se les distingue . Al apare-
cer el placer aparece el deseo de búsqueda de satisfacción,
de la situación placentera . El deseo reúne lo que ha sido
vivido como satisfacción, crea el orden por el cual el suje-
to se dispondrá a buscar, esperar, a desear, a aspirar a re-
novar la esperiencia de satisfacción.
La satisfacción de la necesidad crea nuevas necesidades.
Mientras esto sea posible el sujeto se historiza y tiende a
transformar activamente su ambiente . La actitud positiva,
enajenada, de satisfacción de necesidades busca sólo repetir
la experiencia de satisfacción sin que se creen instrumentos
ni medios para llegar a la misma, o bien el medio para lograr
la satisfacción se convierte en un fin en si . Por ejemplo, cuan
do el dinero no es un medio para obtener determinados objetos
sa .tisfactores sino la satisfacción está en acumular dinero.
El conflicto, resultante de la experiencia de satisfac -
ci6n e insatisfacción, moviliza a la búsqueda de satisfacción
y dinamiza el aparato para intentar modificarse y modificar
las condiciones del medio en este fin . Las experiencias po -
sitivas (su monto y significación) dotarán al sujeto de la
capacidad de espera y de un cierto nivel de tolerancia a la
frustración ; también motivan y alimentan las expectativas
(esperanzas) de la posibilidad de satisfacción, dado que exis
te en el aparato psíquico la huella o recuerdo de que esta satis
212
facción es posible.
Al mismo tiempo, la experiencia de instatisfacción y por
lo tanto el conflicto mismo, movilizan la búsqueda activa de
la satisfacción de la necesidad . El conflicto y la insatisfac-
ción permanente de satisfacción, que por ser siempre cambian-
te, nunca se logrará plenamente, sino que implicará una ten-
dencia hacia la vida y el desarrolló de las potencialidades
humanas.
El aporte de Freud en este campo es la profundización del
concepto de conflicto que no será definido simplemente como
oposición, contradicción, entre elementos o sistemas, sino
que será esencial a la estructuración y funcionamiento mismo
del aparato psíquico . Su característica fundamental es la am-
bivalencia : el conflicto se da en la unidad, no entre elemen-
tos considerados positivos y negativos, sino que un mismo ob-
jeto aparece al sujeto con ambas características . Finalmente
la eficacia del conflicto como motor del aparato psíquico re-
side en el hecho de ser esencialmente inconsciente . Al hablar
de eficacia nos referimos a la capacidad de provodar hechos
y situaciones que son observables en las conductas individua-
les grupales . Al decir que es inconsciente, hacemos referen-
cia a que su lectura y comprensión exigirá que se respeten
reglas precisas que permitan el acceso a este nivel que no
es evidente sino que se manifiesta sólo a través de sus efec-
tos .
Esto es cierto, tanto para el observador externo (inves -
tigador) como para el sujeto de la vivencia, que frente al re-
` conocimiento-desconocimiento de su conducta suele elaborar
falsas teorías, racionalizaciones (ideologías) que la justifi-
can .
La calidad de vida no podrá pensarse ni como la negación
ni como la resolución total del conflicto, sea individual o so-
cial, ya que éste es motor permanente e inherente a la vida.
Cuando el sujeto no ha recibido un suministro importante de
experiencias positivas o cuando el medio es demasiado agresivo
o no aporta suministros mínimos necesarios al sujeto (sean és-
tos psicológicos, materiales, sociales, etc .) el conflicto pue
de convertirse en dilemático, cerrado, no permitir la apertu-
ra de nuevas síntesis y llevar a niveles de desestructuración
y regresión . Este tipo de conflicto es el que genera patología
social.
Calidad de vida no implica la disolución del conflicto o
la resolución total de las contradicciones sociales sino la
capacidad de movilidad y dinamismo permanente desde el conflic
to para afrontar las demandas internas y externas.
La idea de que existen sociedades superdesarrolladas que
han superado conflictos y que tienen por eso mejor calidad de
3ida que aquellas sociedades en proceso de cambio, donde el
conflicto se hace evidente, cae estrepitosamente ante los In-
dices de patología social (drogadicción, suicidio, violencia,
etc .) generados -por ese tipo de desarrollo.
Como corolario de esto nos planteamos que el problema de
la satisfacción está más cercano a la participación social
del sujeto en la creación de sus propias condiciones de vida,
que a la obtención de objetos satisfactores que por la estruc
tura misma de la necesidad, de la satisfacción y del objeto,
resultan siempre satisfactores parciales, cuando no alienan-
tes .
214
Al concepto de objeto podemos asignarle, mínimamente,
dos posibles significaciones : por una parte el objeto como
lo que está ahí enfrente, en el mundo, objeto .
Por otra
parte podemos comprender el objeto como algo construido en
su relación con el sujeto, como síntesis de representacio -
nes en una sensación que referimos a una cosa del mundo exte
rior .
Hablar de objeto construido nos refiere a aquel que
tiene "palabra" que lo señala y significa ; que ubica al ob-
jeto, en tanto es nombrado, como parte de una cadena de sig-
nificante-significado . La palabra es considerada por Freud
como la unidad de función del lenguaje . La define como una
representación compleja que se presenta compuesta por ele -
mentos acústicos, visuales y knistésicos . "La palabra co-
bra su significado por su enlace con la representación-obje
to" . (11)
La representación-objeto parece una cosa del mundo, re -
fiere a percepciones-sensaciones . En realidad no hay tal
presentación del objeto al sujeto sino que toda presentación
es una representación en tanto no es el objeto en sí el que
penetra o se marca en el aparato perceptualdel sujeto sino
que la percepción de ese objeto es la que impresiona al su-
jeto . Es mediatizada por la palabra que establece la rela-
ción de sentido que ese objeto tiene para un sujeto inser-
to en una determinada cultura y en un determinado grupo o
(11) Véase Sigmund Freud Obras Completas . Vol . 2 . Edit . Biblioteca
Nueva . Madrid . P . 1063
21. 5
clase social, en una formación social y un momento históri-
co determinado.
Plantear que el objeto es un objeto reconstruido en su
relación con el sujeto no implica desconocer la preexisten-
cia del objeto . En este punto tenemos que considerar varios
aspectos:
a) El objeto puede existir independiente de la presencia de
un sujeto (que lo perciba) pero debe de alguna manera es
tar inscripto culturalmente mediante una palabra-nombre
para que pueda tener sentido para cualquier sujeto de
esa cultura.
b) Por otra parte el aparato perceptual del sujeto marca
posibilidades y limites de percepción del objeto (ejemplo
ultrasonido) . Aunque para el sujeto sólo existan en for-
ma sensible aquellos objetos que puedan ser registrados
por su aparato perceptual, reconocerá también la existen-
cia de objetos que no tienen materialidad sensible y de
objetos que sólo son detectados a través de sus efectos.
c) La relación sujeto-objeto tiene un nivel que manifiesta
como relación entre objetos reales concretos . Este es
el nivel de la práctica . Este nivel no puede entenderse
independientemente del sujeto que lo percibe . Cuando ha-
blamos de proceso perceptual, el objeto de la percepción
es un objeto reconstruido independientemente de que para
el sujeto de la percepción exista la ilusión de aprehen-
der el objeto mismo tal y como existe .
216
Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho retornaremos
a nuestra relación con el objeto mediatizado por la palabra.
La palabra, también objeto, es por lo tanto también repre-
sentación (representación-palabra) . Hay una compleja acción
recíproca : la representación-objeto, la representación-pa -
labra se refieren a una instancia en la que se entrecruzan
lo individual (aspectos psicológicos) y lo cultural (del or-
den de la lengua) . Es decir, nos estamos refiriendo a un su-
jeto social en el que no puede separarse lo individual de lo
social, el adentro del afuera . En este marco de la intersub -
jetividad es donde el objeto aparece como reconstruido.
Agnes Heller plantea : "La necesidad del hombre y el ob-
jeto de la necesidad están en correlación : la necesidad se
refiere en todo momento a algún objeto material o a una ac-
tividad concreta . Los objetos "hacen existir" las necesida-
des y a la inversa, las necesidades a los objetos . La nece-
sidad y su objeto son "momentos", "lados" de un mismo con-
junto" . (12)
Más allá de que aceptemos esta proposición hemos de
tener en cuenta que los objetos satisfactores de necesida-
des no son sólo ob-jetos,sino que son producto de entre-
cruzamientos lógicos o de sentido, en un orden social, en un
modo de producción determinado .
Tienen un valor de uso y un
valor de cambio insertos en redes de intercambio simbólico.
(12) Agnes Heller . Teoría de las necesidades en Marx . Ediciones Pe -
ninsula, Barcelona, 1986 . P . 43
217
"Lo simbólico designa un orden en la cultura y la ley que
funda dicho orden".
Los contextos en los que circulan estos objetos se sue-
len mezclar en forma paradógica"y/o contradictoria . El obje-
to en sí carece de sentido fuera de su contexto . Por ejemplo,
un objeto aparentemente homogéneo como la vivienda está atra
vesado por diferentes significaciones . Puede aparecer como
símbolo de "status", en ese caso, paradógicamente cuanto más
antigua, más valiosa en aquellas culturas con alta valora-
ción de las tradiciones . En cambio en otras culturas, como
seria el caso de los Estados Unidos, en donde el status apa-
rece ligado al consumo ostentoso, la valoración máxima esta-
ría dada para las viviendas más ajustadas a los patrones de
la moda.
Desde otro punto de vista, el objeto, en este caso vi-
vienda, puede funcionar como algo autonomizable, a nivel de
cambio que tiene que ver con las equivalencias o leyes del
mercado, transformándose así en objeto de consumo, desliga-
do de sus determinaciones psíquicas . Este ejemplo apuntala'
la conceptualización de objeto reconstruido.
El problema que se nos plantea no es la verificación
de la realidad o pre-existencia del objeto, sino el de fo-
calizar aquellos aspectos que lo constituyen o lo constru -
yen en satisfator de necesidades.
Nos preguntamos cuales son estos objetos que "hacen
existir" a las necesidades . Para nosotros se trata de un
objeto reconstruido a partir de determinaciones sociales
donde la ideología juega un papel esencial en la valora-
218
ción del mismo.
Por ello, para nosotros calidad de vida no implica la
posibilidad de adquirir una multiplicidad de objetos que
llenen necesidades siempre cambiantes sino que, luego de so
lucionar las necesidades básicas, se trata de que el sujeto
tenga participación real en la determinación de sus necesi-
dades . Además, el objeto satisfactor siempre va a aparecer
como satisfactor parcial de la necesidad, en tanto el hecho
de que sujeto y objeto sean momento de un conjunto no impli
ca que éstos momentos se cierren o se agoten en el proceso
de satisfacción en si .
219
PROPUESTA METODOLOGICA PARA INVESTIGAR LA CALIDAD DE VIDA
EN UN GRUPO DETERMINADO
Para la investigación de calidad de vida proponemos la
utilización de un método cualitativo . Pensamos que éste es
el más adecuado por las siguientes razones:
a] Existen algunos indicadores asociados a calidad de vida
de la población que pueden ser cuantificables . Nos refe
rimos a aquellos que responden a la atención del conjun
to de necesidades vitales y sociales, por ejemplo : ali-
mentación, salud, vivienda, etc . Pero si nos referimos
a la satisfacción del sujeto o del grupo, ésta no puede
ser un fenómeno cuantificable, ni siquiera puede ser
evaluable exclusivamente por la percepción consciente de
la satisfacción . Es decir, que si un sujeto es interroga
do, encuestado, sobre si se encuentra o no satisfecho
por el nivel educativo recibido, por ejemplo, su respues
ta es parcialmente confiable ya que las acciones en las
que traduce su estado de satisfacción-insatisfacción
pueden corresponderse o no con su respuesta verbal.
b] En una técnica cualitativa de investigación de calidad
de vida, este concepto no será incluido como externo al
grupo o como proveniente del marco conceptual ideológi-
co del investigador, sino que con esta técnica posibili
tamos que la calidad de vida de cada grupo sea aquella
que corresponde a la de la población que nos interesa y
que en definitiva es la que resultarfa .beneficiada en
220
un proyecto de planificación de sistemas ambientales.
c] Esta concepción implicarla incluir la participación de la
población desde el comienzo mismo de la investigación.
d] Las técnicas cualitativas requieren de la utilización de
una muestra de población mucho más pequeña que las técni
cas cuantitativas y garantizan una mayor cobertura con
menores recursos humanos y materiales.
Técnicas cualitativas han sido usadas eficaz y eficiente
mente tanto en "marketing" como en investigación de la
opinión pública así como también en investigación para
planificación en salud (OMS-OPS)
El método cualitativo que proponemos es la investiga -
ción micro-social, o sea, la indagación de los mecanismos
microsociales que conectan la acción individual y colecti -
va con los sistemas de relaciones sociales.
Se conciben o las relaciones sociales como estructu -
ras de opciones que se le presentan a los individuos que
ocupan lugares particulares del espacio social.
Las condiciones materiales de vida en todas sus dimen -
siones establecen el rango de cursos de acción abiertos a
los individuos y a los grupos . La visualización que el su-
jeto (individual o colectivo) tenga de su calidad de vida
tendrá que ver con su percepción de las opciones posibles
y con el sentido que las mismas adquieren para él . Por lo
tanto en la investigación se requiere incorporar una dimen
sión analítica particular : la interpretación o sentido que
no debe identificarse ni con la noción de racionalidad ni
con la conciencia del sujeto . Esto se basa en que todo com
221
portamiento socialmente relacionado contiene mensajes que
deben ser interpretados en diversas claves . En un compor-
tamiento social se intercambian al mismo tiempo objetos
materiales, afectos, símbolos culturales, identidades y po
der .
En el capitulo I definimos calidad de vida a partir del
vínculo dinámico entre el individuo y su ambiente en donde
la satisfacción de necesidades implica la participación con
tinua y creativa del sujeto en la transformación de su rea -
lidad . Esto significa un proceso dialéctico en el que el con
flicto dinamiza e impulsa las contradicciones tanto indivi-
duales como sociales . Significa también situaciones siempre
cambiantes en las que esiste un proyecto de futuro . El su-
jeto (individual o colectivo) percibe sus necesidades y sa-
tisfactores y evalúa la calidad de vida desde su ideología,
que está determinada por el lugar ocupado por el sujeto en
la estructura social en un momento histórico en una socie-
dad determinada.
Para elaborar un modelo de investigación sobre la ca-
lidad de vida debemos operativizar la conceptualización de
la misma . En ese sentido habría que tener en cuenta los si -
guientes contenidos:
-
Participación continua y creativa o pasividad dé la po-
blación frente a sus propios problemas . Esto estaría
relacionado con los niveles de información, su análisis
y crítica así como con la forma de circulación de mensa-
jes en una comunidad dada . También se relacionaría con
222
- la participación de la población con las estructuras de
sostén comunitario : escuela, asociaciones vecinales, re
creación, etc.
- Posibilidad de elaborar proyectos a mediano o largo pla -
zo o restricciones en torno a la resolución de las nece -
sidades inmediatas.
Ideologías relacionadas con la evaluación de la calidad
de vida . Se observarían a partir de la clarificación de
los modelos que orientan las apriraciones y que se ex-
presan, como implícitos en el discurso.
Capacidad de tolerar la espera en la satisfacción de las
necesidades y aspiraciones . Estaría relacionada con la
posibilidad de elaborar proyectos y con la participación
activa.
Capacidad de tolerar la frustración sin que ésta genere
alguna forma de patología social, fundamentalmente vio-
lencia y agresión.
Recursos psicosociales de la población para enfrentar el
conflicto, sobre todo frenta a situaciones o sentimien-
tos que implican un alto nivel de ambiguedad y ambiva -
lencia.
Partiendo de este marco conceptual operativo podemos pa
sar al punto siguiente:
El Proceso de Investigación
A] El proceso de registro no es acumulativo ni unidireccio-
nal en la medida en que reconoce como dato de la investi
gación lo que se muestra como ausencia (los supuestos o
lo latente) y, por otro lado también se requiere de una
revisión permanente de la situación en la que la infor-
223
mación sea dada.
Las técnicas de recolección de información propuestas
son :
1] Registro de entrevistas focalizadas no dirigidas.
2] Registro de la información obtenida a través de la discu
sión en grupos operativos formados a tal efecto.
1 .
Entrevistas Focalizadas no dirigidas.
Se parte del supuesto de que todas las personas integran
tes de la comunidad pueden aportar datos a propósito de su
calidad de vida o de la de la comunidad . Se realizarán en-
trevistas con personas consoderadas informantes clave que
nos pueden dar dos tipos de información:
a) Sobre su calidad de vida (autoimagen)
b) Sobre la calidad de vida de la comunidad (heteroimagen).
Si gien el entrevistador que será entrenado en esta téc
nica llevará el marco conceptual operativo que orientará o
focalizará el desarrollo de la entrevista, se tratará de que
la misma sea lo más abierta posible para que el entrevista-
do pueda expresar libremente sus opiniones . El registro de-
berá incluir, además del discurso,del informante, una cuida -
dosa observación de sus gestos, actitudes, tono emocional,
etcétera.
2 .
Grupos Operativos.
La denominación de "grupo operativo" corresponde a la
224
formulación de una técnica desarrollada por el Doctor Enri-
que Pichon Riviere (14) . Esta técnica inicialmente aplicada
a grupos dentro de un hospital, posteriormente se extendió
a grupos de aprendizaje, de trabajo, de investigación . La
u t i l i z a c i ó n de la misma en la investigación de calidad de vi
da requiere revisar los conceptos básicos de la teoría de
grupos operativos y adecuar y ajustar los instrumentos téc -
nicos.
Hablar de grupo operativo es definir al grupo en fun-
ción de la tarea . Para Pichon-Riviere no existe grupo sin
tarea, cualquiera que sean las características y el nivel
de desarrollo de la misma . Los objetivos-de la técnica gru-
pal son el levantamiento de obstáculos que se oponen al de-
sarrollo de la tarea . Se parte de la existencia de algunos
universales que bloquean la productividad dentro de los gru
pos . Estos universales son:
a]
Los miedos y ansiedades básicas:
1] Miedo a la pérdida
2] Miedo al ataque.
b]
La situación negativa frente al cambio
1] Miedo al cambio
2] Résistenciá al cambio
c]
La perturbación en los procesos de aprendizaje y comuni-
cación.
d]
Un sentimiento básico de inseguridad.
(14) Véase Enrique Pichon Riviere "El Proceso Grupal" . Edit . Nueva
Visión, Buenos Aires, 1980 . p . 65
225
e]
Las fantasías básicas que operan en todo momento de cons
titución de grupo.
Estos universales forman parte del Esquema Conceptual
Referencial y Operativo (ECRO) que debe mantener claro el
coordinador . Existen otros conceptos a tener en cuenta,
entre ellos mencionaremos:
a]
El que hay diferentes momentos del desarrollo de la ta-
rea en el grupo:
1] Pretarea : corresponde al momento inicial en el cual
el grupo no consigue estructurar la tarea porque ne-
cesita de un primer reconocimiento de la situación.
En general en este momento se vive fuertemente la
oposición y los temores o la contradicción indivi-
duo-grupo y el temor o resistencia al cambio . La
participación del coordinador se orienta hacia cal-
mar estas ansiedades y favorecer la identificación
entre los miembros del grupo para que puedan cen-
trarse en la tarea.
2] Momento de la tarea propiamente dicha : se caracte-
riza como un momento elaborativo en el cual el pen-
sar juntos da resultados considerablemente mayores
que cualquier producción individual.
31 Momento del proyecto : en el cual la tarea adquiere
perspectiva de futuro.
b] En cuanto a la dinámica del grupo : desde la concepción
de grupos operativos se presta particular interés a la
configuración de roles dentro del grupo con el objeti-
226
vo de evitar estereotipias o rigidez en la asunción de
roles que polaricen las intervenciones de los miembros
del grupo . Se trabaja con el concepto de emergente o
portavoz que seria el sujeto que en un determinado mo-
mento aporta elementos que sintetizan el estado del
grupo en relación con la tarea y el coordinador.
c]
En cuanto a la coordinación del grupo : el coordinador
del grupo operativo es un observador participante con un
rol diferenciado . Sus intervenciones están orientadas
exclusivamente a esclarecer los obstáculos y resisten -
cias frente a la tarea.
La técnica de grupos operativos es apropiada para in-
vestigar calidad de vida con una población particular porque
si seleccionamos convenientemente los grupos y la tarea en
la cual se centran éstos es la discusión de las condiciones
de vida, las dificultades y perspectivas de mejoramiento,
podemos obtener como materia a analizar (dato) undiscurso,
susceptible de ser analizado, en su contenido manifiesto y
en su contenido latente que nos aportará los elementos implí
citos (ideológicos) sobre los que ha de asentarse la valora-
ción de la propia calidad de vida de íos sujetos de esa co-
munidad.
Para realizar un análisis ideológico del discurso, o
sea, que nos permita acceder a lo implícito subyacente en
el discurso y que nos lleve a la posibilidad de hacer un
perfil poblacional que refleje los niveles de satifacción-
insatisfacción, motivacionales, etc ., necesitamos garanti-
227
zar la extracción de un material centrado en la temática que
nos interesa pero con un nivel de espontaneidad que lo haga
adecuado para el análisis que vamos a realizar . La técnica
de grupo operativo permite que se cumpla este requerimiento.
Cualquier otra técnica grupal o de recolección de datos
de tipo directivo obscurecería o encubriría la manifestación
espontánea y por lo tanto haría muy difícil la extracción
de los contenidos implícitos o latentes.
B] La Construcción del Dato.
El proceso de construcción permanente y revisado del da
to consiste en pasar de una descripción superficial de la si
tuación a una descripción más ordenada y compleja . La comple
jización o densificación es producto de la incorporación de
lo que ' hemos podido captar como sentido mediante la aplica-
ción de la técnica de análisis del discurso . Para ello se
utilizan categorías analíticas que anteceden a la recolec -
ción de la información como :
definición operativa de cali-
dad de vida propuesta, pero las categorías deberán reelabo-
rarse constantemente a lo largo del proceso de investiga -
ción . Las dimensiones analíticas no sólo sirven para compo
ner ordenadamente un cuadro de la situación sino que tam-
bién sirven para ir rastreando el material, ahora en forma
más focalizada.
C] Construcción de Modelos Analíticos
Una tercera etapa consiste en la construcción de pa-
trones o tipos perceptuales de calidad de vida que expre -
san el sentido que ésta tiene para el sujeto . Para ello
se ordena el material empírico según matrices, discontinui-
228
dades y diferenciaciones que manifiesta en relación a las di
mensiones que se quieren explorar . Se nos presenta entonces
la posibilidad de construir tipos que condensen y hagan in-
teligibles las relaciones puntuales de asociación, causali-
dad y sentido de los comportamientos referentes a calidad
de vida . La composición de estos modelos o tipos se apoya
en nuestro instrumento teórico, así como en el diagnóstico
de la situación que hemos obtenido del registro de informa-
ción y de su tratamiento analítico.
La construcción de comportamiento típico es el produc-
to de la abstracción, acentuación y estilización de ciertas
particularidades que amalgamadas en un cuadro coherente se
hacen posibles de ser interpretadas.
Esta propuesta metodológica fue elaborada como modelo;
por lo tanto su aplicación a una situación concreta reque-
rirá de ajustes que la hagan pertinente según el caso de que
se trate .
229
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230
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231
CONDICIONES DE SALUD Y
MEDIO AMBIENTE:
EL CASO DE MEXICO .
232
CONDICIONES DE SALUD Y MEDIO AMBIENTE : EL CASO DE MEXICO
Las modificaciones en la tecnología y en
los métodos productivos después de la Se -
gunda Guerra Mundial, con un uso incauto
de la Química y Petroquímica, han llevado
a un excepcional incremento de los facto-
res nocivos en el ambiente y en los ali-
mentos . Hoy comemos veneno, bebemos vene-
no y respiramos veneno . Encontrar amianto
en los pulmones es ya cosa común . . . El agua
de ciertos acueductos tiene tal cantidad
de nitratos que constituye un peligro de
metanemoglobinemia para los recién naci-
dos y de la formación de nitrosaminas can
cerigenas en el estómago del niño . El in-
cremento rápido de los tumores, bronqui-
tis crónica, asma y las enfermedades alér
gicas, es sólo el resultado de la conta-
minación ambiental . . . La alimentación no
natural y largamente mediatizada y contro
lada por la industria también nos está
causando gravísimos problemas . . . Estos son
los verdaderos problemas de la Salud Públi
ca, problemas de tal envergadura que, con-
juntamente con los ecológicos, por primera
vez en la historia asumen el papel distin -
tivo de una época.
Giovanni Berlinguer, La Riforma Sanitaria
Presentación
En el presente trabajo se consideran algunos aspectos,
en nuestra opinión relevantes, sobre la problemática de la
salud en México . Se trata de describir analiticamenté esta
2 33
situación, sus determinantes materiales, sociales y ambien-
tales, y la forma en que la sociedad mexicana organiza la
respuesta social a esta necesidad básica de la población,
y en qué medida puede hacerle frente.
El objeto de estudio se plantea entonces en dos niveles
diferenciados : a) la identificación y definición de los con-
dicionantes del proceso salud-enfermedad y, b) la respuesta
a dicho proceso.
En el primer nivel de determinación del proceso salud-
enfermedad se señala, en términos globales, el carácter so-
cial del mismo . La alimentación, la vivienda, la contamina-
ción ambiental, las condiciones de trabajo, se identifican
generalmente con las causas de la situación sanitaria ; sin
embargo, esas condiciones, sólo son derivadas de la estruc-
tura material y social de la sociedad . La respuesta que la
sociedad en su conjunto da al proceso salud-enfermedad tie-
ne como base dichas condiciones . materiales y sociales, pero
las particularidades fundamentales de la misma responden
claramente a un determinado estilo de desarrollo adoptado
por el pals, caracterizado por una racionalidad de repro-
ducción del sistema en su conjunto, y de la fuerza de tra -
bajo en especial.
La estructura del presente trabajo tuvo como gula el
interés por demostrar las siguientes características:
- La respuesta al proceso salud-enfermedad parte de
un modelo médico hegemónico (en adelante mm) espe-
.
clfico que determina una visión particular del indi
viduo enfermo y su relación con el medio natural y
social .
234
- Este mm responde a una racionalidad complementaria del es
tilo de desarrollo general del pars.
- La respuesta social al proceso salud-enfermedad manifiesta
desajustes y desequilibrios entre ambos fenómenos.
- Se verifica, por último, que la medicina tradicional cons-
tituye una respuesta popular y generalizada al proceso sa-
lud-enfermedad, difrcil de ser desplazada por la medicina
cientrfica institucionalizada en los marcos en los que se
estructura actualmente.
Consecuentemente en una primera parte se hace un recuen-
to del proceso salud-enfermedad resaltando aquellos elementos
que permitan comprender dicho proceso como un fenómeno eminen
teniente social (los grupos sociales y la enfermedad ; la salud,
el trabajo y el medio ambiente, etc .) . Se considerarán el sig
nificado de algunas cifras y cuadros que revelan la situación
de la salud de la población.
En una segunda parte se describirá, entonces, la forma
en que la sociedad mexicana se organiza frente a
las condiciones de salud . Los servicios de salud se
caracterizan por diversos sistemas de atención (pública, de
seguridad social, privada, medicina tradicional) . La cober-
tura de la población que alcanzan dichos niveles de aten-
ción médica se analizará junto con los recursos materiales
y humanos con que cuenta el sector salud de México ; y por
último la respuesta popular a las necesidades de salud, es
decir la medicina tradicional .
235CAPITULO I
PROCESO SALUD/ENFERMEDAD
1 .1
PROCESO SALUD/ENFERMEDAD : SU CARACTER SOCIAL
El proceso salud/enfermedad/enfermedad constituye una
unidad dialéctica, son dos momentos de un mismo fenómeno.
Este presenta dos facetas, la biológica y la social . La
relación entre salud y enfermedad tiene una explícita di-
mensión biológica y otra implícitamente social.
A fines de los sesenta se agudiza la polémica en tor-
no al carácter social de la enfermedad . Lo que se cuestio-
na es el carácter eminentemente biológico e individual de
aquella . En efecto, el eje principal del cuestionamiento
del paradigma médico-biologista (-;) se encuentra en la di-
ficultad de generar un nuevo conocimiento que permita la
comprensión de los problemas de salud más importantes de
los países desarrollados (enfermedades cardiovasculares y
tumores malignos) . En el caso de los países subdesarrolla -
dos la crisis de la práctica médica ha conducido también
al cuestionamiento del modelo de atención médica y más pro
fundamente de la concepción que lo sustenta . Las enferme-
dades y problemas de salud que aquejan a estos países di-
fieren de los parses desarrollados y la capacidad de res-
puesta del modelo médico vigente es sumamente deficiente.
En nuestra sociedad en la definición de enfermedad
subyace la valoración de la capacidad productiva y com-
petitiva del individuo . El pensamiento médico que comien-
(^) que considera la enfermedad casi exclusivamente como el resul-
tado de agentes patógenos .
236
za a desarrollarse aceleradamente desde el siglo padado, se
basa en la concepción de la enfermedad como un problema bio
lógico-individual, desarrollándose una práctica correspon-
diente ; este pensamiento "desocializa la enfermedad de tal
modo que aparece como surgida de los azares de una constitu
ción biológica al margen de la determinación social" (1).
En otras sociedades o épocas movidas por otra lógica de re-
producción social se concebía a la enfermedad y su curación
como un asunto de la colectividad, en las sociedades capita-
listas el fenómeno de la enfermedad se presenta como un he-
cho del que nadie se responsabiliza ya que las causas funda-
mentales de la enfermedad las constituyen los agentes pató-
genos externos y específicos.
Este último es el modelo causal clásico y la explica-
ción fundamental es la biológica . Se tiende a una causali-
dad Gnica de la enfermedad, pero se puede comprobar empí-
ricamente que el virus de la poliomelitis no explica por-
qué de cada 100 infectados sólo 20 se enferman de grave-
dad . El infarto cardiaco tan difundido en los países desa -
rrollados no puede tener una explicación monocausal, pero
por otra parte la explicación multicausal es una versión
ampliada de la anterior.
En el siglo pasado se enfrentaron dos corrientes de
pensamiento médico : la sociomédica y la biomédica . La pri-
(1) Laurel!, A . C . "Medicina y capitalismo en México", Cuadernos Polí-
ticos, No .. 5, 1975, P . 81 .
237
mera sostenía que la salud y la enfermedad eran manifestacio-
nes del proceso histórico y social y la segunda conceptuali-
zaba a la enfermedad como un problema biológico individual.
Es desde la dimensión social y ambiental del proceso
s/e que pretendemos analizar la situación de la salud en Mé-
xico .
El proceso salud/enfermedad como proceso social se inte-
rrelaciona con los demás procesos sociales . La salud y la en-
fermedad, son fenómenos colectivos, no es la enfermedad un
proceso individual aislado de un organismo, sino la respues
ta biológica a factores exteriores que actúan sobre éste . El
hombre se enferma en un medio natural y socialmente determi -
nado . Globalmente el proceso salud/enfermedad es producto de
la relación del hombre con la naturaleza, es decir del grado
de dominio y transformación que aquél tenga en relación a és-
. Esta apropiación de la naturaleza se establece a través
de relaciones sociales, y es allí donde debe comprenderse,
en las relaciones de producción existentes en una sociedad,
la relación salud/enfermedad desde el punto de vista colecte
vo .
Debe buscarse en una proposición causal distinta una
explicación de cómo se da la determinación social del pro-
ceso de enfermedad . Se debe indagar sobre la relación salud/
enfermedad como proceso social con respecto a otros procesos
sociales . Esto nos permite tener una comprensión global del,
proceso colectivo de salud/enfermedad, superando la dimen-
sión puramente biologicista de la cuestión.
La naturaleza social de la enfermedad se verifica des-
238
de lo colectivo y no desde el caso clínico, en el modo carac
terfstico de enfermar y morir de los grupos humanos . El pro-
ceso de salud/enfermedad puede ser dilucidado a partir de
los perfiles patológicos (*) que presentan los grupos so-
ciales . Las sociedades, según el grado de desarrollo de las
fueras productivas, presentan diferentes patologías colecti
vas, lo mismo ocurre dentro de una misma sociedad con las
diferentes clases sociales, tema que analizaremos más de
cerca en otro inciso.
La base material y el carácter histórico del proceso
salud/enfermedad reflejan, con gran fidelidad, el grado de
desarrollo ybienestar de una sociedad determinada, su com-
posición interna y su estructura en diferentes grupos socia-
les . El panorama de salud de un país depende básicamente de
las condiciones generales de vida de la población, de su es
tructura socioeconómica, y en medida reducida operan las
condiciones médico-sanitarias como determinantes . La com-
prensión de las condiciones de salud de una sociedad debe
partir de la comprensión de su organización social y cómo
esta se traduce en la respuesta médico-sanitaria.
En su ensayo, Clases sociales y enfermedad, Mario Ti-
mid plantea como argumento central que la ampliación de
la cobertura de la medicina institucional y su mejoramien-
to técnico no resuelven los problemas de salud de la socie
dad . La práctica médica como es concebida en el presente,
Se constituyen tomando en cuenta el tipo de patología y la frecuen
cia que determinado grupo exhibe en un momento histórico dado.
(*)
239
tiene serias limitaciones, por su concepción y por la rela -
ción médico/paciente . Por otra parte las diferencias que pre
sentan los .distintos sectores sociales en sus perfiles pato-
lógicos, la forma de enfermar y morir, tiene poco que ver
con los servicios médicos y mucho con la estructura socio-
económica de la sociedad . (2)
El proceso salud/enfermedad, como se señaló, es un con-
tinuo proceso biológico-social, históricamente condicionado
y tiene dos determinantes fundamentales : el dominio que la
sociedad haya alcanzado de la naturaleza y el tipo de re-
laciones sociales que se establezca entre los hombres . Afir-
mando las tesis de Timio sobre la relación salud/enfermedad
y la ampliación de la cobertura médica, un estudio de Thomas
McKeown en Inglaterra (3), probó que las tasas de mortalidad
de algunas enfermedades infecciosas (tuberculosis, cólera,
tifoidea, escarlatina, entre otras) tuvieron - un decremento
'significativo antes de la incorporación de medicamentos
específicos e incluso de la identificación de los agentes pa
tógenos causantes de estas enfermedades . Por ello afirma que
la disminución de la mortalidad era atribuible casi totalmen
te al mejoramiento del nivel de vida, teniendo las conquis-
tas médicas un papel menor.
(2) Laurel], A .C . Prólogo a Timio, Mario : "Clases y enfermedad", Ed.
Nueva Imagen, 1981, p . 11
(3) McKeown, T ., Erown, R .G . y Record, R . G ., "An interpretation of the
modern rise of population in Europe", en Popul, Stud ., 26, 345, 1972 .
240
En México El Dr . Kumate ha demostrado que la disminu-
ción de la mortalidad por tuberculosis, tosferina
y difte-
ria, se inició antes de aplicarse las medidas sanitarias
eficaces incluyendo las campañas masivas de vacunación.
Se confirma entonces, que las medidas médicas espe -
cificas y la difusión de los servicios médicos tienen poco
efecto en la salud global de las poblaciones . El análisis
más específico del caso mexicano permitirá avanzar en la
comprensión de estas categorías .
241
1 .2 GRUPOS SOCIALES Y ENFERMEDAD
La problemática de la salud enfocada desde la perspecti-
va de la estructura social de las sociedades modernas, cons-
tituye un elemento básico para comprender su perfil patoló-
gico .
El profundo carácter social del proceso salud/enferme -
dad queda demostrado analizando la frecuencia y la distri -
bución de la enfermedad entre los distintos grupos sociales
que componen una sociedad . Al existir una articulación entre
el proceso social y el proceso salud/enfermedad,•éste debe
asumir características distintas según el modo diferencial
de inserción que dada grupo tenga en la producción y en su
relación con el resto de los otros grupos sociales . La dis -
tribución de la muerte y la enfermedad es desigual, pudién-
dose detectar perfiles patológicos específicos.
Un interesante estudio sobre Costa Rica revela (5) que
la probabilidad diferencial de morir en la temprana infan-
cia depende del sector social . El riesgo de morir durante
los dos primeros años está directamente relacionado con la
ocupación del padre o sea con el modo como éste se inserta
en la producción . Así, la probabilidad de que un niño de un
(5) H . Behm, "Socio Economic Determinantes of Mortality en Latin Ameri-
ca", Mimeografiado . Ponencia presentada en la Reunión de la ONU-OMS
sobre "Economic and social Determinantes of Mortality and its Conse-
cuencias, ciudad de México, 1979 . En Laurel] . "La salud enfermedad
como proceso social", en Revista Latinoamericana de salud, No . 2.
Ed . Nueva Imagen . 1982 . P . 14 .
242
trabajador urbano muera antes de 2 años de edad es 4 veces
mayor que un hijo de los sectores de mayores ingresos ; el
riesgo del niño campesino es 5 veces mayor.
El estudio comparativo de Celis y Nava (6) En México,
entre las causas de muerte de los pacientes del Hospital Ge
neral de la ciudad de México-obreros de mediana y pequeña
industria y grupos del subproletariado urbano- y de los
asegurados de las compañías aseguradoras privadas --capas
medias y altas-- revela que el tipo de patología que sufren
los distintos grupos sociales es cualitativamente distinta.
Los resultados del estudio demuestran que los pacientes del
Hospital General, mueren 30 veces más de amibiasis y entre 3 .5
y 4 veces más de enfermedades reumáticas crónicas del corazón.
Los grupos de capas medias y altas, asegurados, mueren 3 ve-
ces más de enfermedades cardiovasculares y 2 .5 veces más de
enfermedades del sistema nervioso central.
Estos estudios considerados nos permiten verificar em-
píricamente el carácter social del proceso salud/enfermedad
en cuanto fenómeno material.
Finalmente es posible comprobar que el proceso patoló-
gico de los grupos sociales de una misma sociedad difiere en
cuanto al tipo de enfermedades y su frecuencia . Así, nos de-
(6) A . Ce)is y Y . Nava, "La Patologíade laPobreza", en Revista Mé-
dica del Hospital General, México, No . 33, pp . 120 y 124 . 1970 .
243
muestra Conti (7) en un estudio, como las necesidades de los
grupos más acomodados que se expresan como si fueran las ne -
cesidades dé1 conjunto de la sociedad, condicionan uno
otro concepto de salud y enfermedad . En las sociedades capi-
talistas el concepto de enfermedad explícito está centrado en
la biología individual, hecho que la desocializa, como plan-
teamos en el apartado anterior.
El proceso salud/enfermedad se manifiesta más claro a ni
vel de grupo, entendiendo por ello, el modo especifico como
se da en cada grupo social el proceso biológico de desgaste
y reproducción ; destacando como momento particular la presen-
cia de un funcionamiento biológico diferenciable con consecuen
cias para el desarrollo regular de las actividades cotidianas,
la enfermedad . El proceso salud/enfermedad expresa indicado-
res como expectativa de vida, condiciones nutricionales, pe-
ro también maneras específicas de morir, es decir, el perfil
patológico de una sociedad.
"El estudio del patrón de desgaste y del tipo de patolo-
gía, asf como su distribución en los grupos definidos por sus
características sociales, también plantea la posibilidad de
generar conocimientos con respecto a las determinaciones de
estos procesos y explicarlos ." (8)
(7) L . Conti . "Estructurasocial ymedicina en Medicina y sociedad, Ed.
Fontanella, Barcelona, pp . 287-310, 1972 . en Larell, La salud/en-
fermedad como proceso social, op . cit . p . 18.
(8) Laurel], A .C . "La salud/enfermedad como proceso social" . op . cit.
p . 21 .
Y
244
1 .3
Proceso salud/enfermedad en México
El proceso de desarrollo económico social que ha atrave-
sado México en estos últimos 40 años fue configurando una de
terminada dinámica en el proceso de salud enfermedad . En es-
te apartado, teniendo en cuenta el desarrollo de la econo-
mía mexicana• en las últimas décadas,describiremos la situa-
ción de la salud en México.
1 .3 .1
Panorama de saneamiento básico y vivienda :
las con -
diciones ambientales.
La situación de salud del país presenta la caracterfs
tica de una alta tasa de enfermedades infecciosas, este fe
nómeno se origina fundamentalmente en los determinantes so
ciales, económicos y ambientales . Estos se caracterizan por
el hacinamiento en las precarias viviendas, falta de servi-
cios de agua potable y disposición de las excretas así como
la contaminación biológica de los alimentos y el agua, se
supone, puede ser empleada para el consumo humano . En 1970
murieron 458 mil personas, 200 mil de ellas menores de 5
años . (10) Analicemos simplemente los datos que arroja el
IX Censo General de Población de la Dirección General de Es
tadfsticas de la Secretaría de Programación y Presupuesto
(SPP):
(10) López Acuña, Daniel . La salud desigual en México . Siglo XXI . Mé-
xico, 1980 .
245
Los sistemas de alcantarillado en localidades mayores de
2 500 habitantes, beneficiaban a 11 millones de personas y
10 .5 millones de habitantes se hallaban desprovistos del mis
mo . En las localo idades menores de 2 500 habitantes, sólo
50 mil personas contaban con ese tipo de servicio y 19 .5 mi
llones carecían de él.
Del total de viviendas censadas, el 41% alojaban casi
a 20 millones de personas, tenían instalaciones de drena-
je intradomiciliario para el manejo de las excretas, mien-
tras que el 59% donde se alojaban 28 millones de personas,
estaban desprovistos de estos servicios.
Sólo 5 millones de las 8 .826,000 viviendas censadas
en ese año, tenían agua entubada . De esos 5 millones,
3 200 000 tenían agua en su interior, 881 mil por fuera y
964 mil a partir de hidratantes públicos . 3 230 000 casas
que alojaban a 18 .5 millones de habitantes, no contaban
con agua potable . El 39% de la población no tenía agua po-
table para su consumo.
Las viviendas también presentaban características su -
mamente deficientes para mantener condiciones de vida y sa
lud más o menos aceptables : el 41% de la población vivía
en casas de pisos de tierra ; el 31% de las viviendas te-
nía baño ; el 58% de las casas contaba con electricidad y
el 73% tenía cocina.
S610 el 46% tenía uno o más aparatos de radio y el
1 .8% contaba con televisión . El 40% de las viviendas te-
nía un solo cuarto, el 29% dos cuartos, el 13% tres cuar-
tos y el resto más de cuatro habitaciones . Esto está in-
CUADRO I
DISPONIBILIDAD DE SERVICIOS DEAGUA POTABLEINTRADOMICILIARIA Y DRENAJE EN LA POBLACION TOTAL, URBANA
Y RURAL . MEXICO, 197Ó y 1980
Años pobla-ción .
Con agua potableIntradomiciliaria
Sin agua potableIntradomiciliaria
Con Drenaje Sin drenaje
Población Porcentajerespecto
Población Porcentajerespecto
Población Porcentajerespecto
Población Porcentajerespecto
al
total al
total al
total al
total
1970 Total 19 717 38 .9 30 977 61 .1 20 876 41 .2 29 819 58 .8
Urbana 16 067 54 .0 13 690 46 .0 17 959 -60 .4 11 798 39 .7
Rural '3 650 17 .4 17 287 82 .6 2 916 14 .0 18 020 86 .1
1980 Total 30 638 43 .8 39 264 56 .2 31 582 45 .2 32 320 - 54 .8
Urbana 25 367 53 .5 22 058 46 .5 27 603 58 .2 19 823 41 .8
Rural 5 270 23 .5 17 206 76 .6 3 979 17.7 18 497 82 .3
FUENTE : Coplamar, Necesidades esenciales en México, Vivienda, 1982.
247
dicando el grado extremo al que puede llegar el hacinamiento,
sabiendo que la mayoría de las familias presenta un promedio
de 5 personas por vivienda.
En los dos primeros grupos vivían casi el 70% de la po
blación con un promedio de 6 personas por casa.
La ciudad de México presenta también problemas semejan-
tes . Existen más de 450 colonias con falta total o parcial
de agua potable y alrededor de 1 040 no disponen de drena-
je, afectando a casi 5 millones de personas . La Subsecre -
taría de Mejoramiento del Ambiente de la Secretaria de Salu -
bridad y Asistencia (SSA), indica que el 46% de la población
del pals no tiene servicios de agua potable y que el 59% ha-
bita en cuencas pluviales sumamente contaminadas . Se produ-
cen diariamente en todo el territorio nacional cerca de
39 000 toneladas de basura que no recibe tratamiento adecua-
do . Se calcula que mueren cuando menos 700 000 personas a
consecuencia de la contaminación biológica del agua y los
alimentos . El subproletariado urbano, y los campesinos tie -
nen una situación sanitaria más deficiente en relación al
resto de la población por las condiciones de explotación y
miseria que se manifiestan en el saneamiento y vivienda de-
ficiente, mal nutrición
y baja tasa de escolaridad.
Estas condiciones generales de vida se enmarcan en un
deterioro ecológico a través de la contaminación del ambien
te que empeora aún más las condiciones de salud colectiva .
248
En México, el alto indice de mortalidad por las enferme -
dades infecciosas está demostrando una importantísima contami
nación biológica que actúa sobre el agua potable y los alimen
tos, agregano a esto las déficiencias masivas en materia de
higiene y al inadecuado manejo de los desperdicios ; no nos
pueden extrañar las tasas de enfermedad y mortalidad por in-
fecciones y parásitos . En 1970 el 61 .1% de los habitantes del
pals carecía de agua potable intradomiciliaria y el 58 .8% no
tenia. drenaje.
El acelerado proceso de industrialización que vivió Mé -
xico desde los 40's originó una gran contaminación asociada
al proceso de producción de bienes y servicios . La cantidad
de automóviles, la tecnología de la producción capitalista
aunado a las débiles medidas de control legislativo del da -
ño al medio ambiente y los intereses creados hacen que el de-
terioro del medio ambiente sea extremadamente alta, siendo el
D . F . una de las ciudades más contaminadas del mundo.
Para 1970 en el Valle de México, la circulación de vehi
culos produjo 3 745 020 kg . diarios de contaminantes, monó -
xido de carbono, anhidrido sulfuroso y el peróxido de plomo.
En los últimos 10 años en esta misma región han aumentado no-
tablemente la emisión de los compuestos mencionados, el pol-
vo en suspensión polvos sedimentales y otras sustancias sul-
fatadas . Sólo el D . F . contamina la atmósfera con 58 tonela-
das de partTculas diversas . En el todo el territorio nacio-
nal la emisión de partículas es de 4 millones de toneladas
anuales, 3 800 000 de las cuales son producidas por la in-
dustria y 200 000 por motores de vehículos . De las 2 023 654
249
empresas existentes en México para 1975, la tercera parte es
responsable de toda la contaminación por fuentes fijas y cer-
ca de 3 000 producen la mitad de la contaminación por humos
y polvos . Se calcula que existen 2 927 empresas de alta,
507 773 de mediana y 276 741 de baja contaminación.
La contaminación del suelo es tan grave como la del aire
y el agua . Además de la destrucción de la selva, sobre todo
el sureste de México, se suma el proceso de desertificación,
por el cual las superficies de tierras desérticas aumentan
año con año . El mal uso del riego ha provocado que superfi-
cies antes fértiles, se vuelvan improductivas.
Dos ejemplos de contaminación y falta de control nos
ayudarán a completar este breve panorama.
La empresa Cromatos de México, ubicada en Lechería, en
las inmediaciones de la ciudad de México, estuvo despidien-
do gases tóxicos y, a pesar de que fue clausurada transitoria-
mente, dos años después aún continuaron los efectos contaminan
tes sobre las poblaciones de Lechería y Tultilán.
El segundo ejemplo es el de los daños causados por la in
dustria de extracción y refinación del petróleo . En 1979 se
incendió el pozo Ixtoc, en costas del Golfo de México en el
estado de Campeche . La contaminación por hidrocarburos, plo-
mo y mercurio ha venido invadiendo ríos, lagunas, esteros y
aguas marinas de las zonas petroletas . Las pocas iñvestiga -
ciones científicas al respecto demostraron que se afectaron
más de 20 especies de pesca, muchas de consumo humano y que
no serán recuperables en menos de una década .
250
1 .3 .3
Indicadores de salud : Algunas consideraciones sobre
los sistemas de información.
En primer término debemos señalar que éstos son muy de-
ficientes y en especial el registro en el área de salud . En
el caso de la morbilidad los registros son prácticamente
inexistentes ; no existen encuestas nacionales de salud y
se cuenta con incompletos boletines epidemiológicos . Los re-
gistros de mortalidad, como los de natalidad, están incomple -
tos y existe un subregistro y una extemporaneidad importantes,
difíciles de precisar . Por otra parte un gran número de defun-
ciones no están certificadas médicamente.
Para 1970 sólo el 74% de las defunciones estuvieron cer-
tificadas médicamente . Por otra parte los datos reflejan una si
tuación promedio que esconde las profundas diferencias de cla-
se, ya consideradas en el inciso 1 .2 ; existe uena relación in-
versa entre la clase social y la mortalidad infantil, neonatal,
posnatal, perinatal y general, así como se diferencia la espe-
ranza de vida.
El estudio, ya comentado de Celis y Nava, evidencia una
"patología de la pobreza" . y "una patología de la :lbundancia",
que muchas veces no se puede advertir en las estadísticas.
Consideremos los principales indicadores demográficos y
de salud que nos ayuden en la comprensión y descripción de
la misma.
1 .3 .4
Esperanza de Vida
Este indicador es una especie de resultante del proceso
251
salud/enfermedad, y particularmente la esperanza de vida al
nacer (EV, EVN).
Si comparamos las diferentes EV en diversos parses o re -
giones obtendremos de alguna manera una comparación cualita-
tiva de nivel de vida y desarrollo de los diversos países,
revelando también parte del atraso sanitario.
La EV de los mexicanos ha aumentado a lo largo del si-
glo . México se ubica en un lugar muy modesto en relación a
los otros paises con un promedio de 65 años de EVN.
Si bien la EV ascendió con rapidez y la mortalidad ge-
neral ha descendido a un ritmo considerable, los valores ac -
tuales de estos indicadores señalan, que la salud en México
se encuentra por debajo del nivel que el grado de desarro-
llo económico del país permitiría.
1 .3 .5
Mortalidad General
Consideremos aquí simplemente los cuadros que nos des-
criben elocuentemente la situación de la mortalidad general.
En 1974 hubo 435 888 muertes registradas y un 40% fue-
ron menores de 15 años . 118 968 fueron menores de 1 año;
36 922 en niños de 1 a 4 años y de 16 298 en escolares de
5 a 16 años . Estas altas tasas de mortalidad infantil se com -
prenden en el marco de las condiciones generales de vida des -
critas en incisos anteriores .
252
1 .3 .6
Mortalidad Infantil y Fetal
Esta resulta uno de los indicadores más reveladores de
la situación de la salud global, ya que son los niños los
que más resienten las condiciones deficientes de vida, con
una baja capacidad de defensa si ésta es muy mala.
Se registró una disminución constante de mortalidad in-
fantil, interrumpida en el periodo 1966-70 . En cambio desde
1970-74 el descenso es abrupto . De todas formas las tasas
son demasiado elevadas para el nivel de desarrollo econó-
mico del país.
Desde 1950 se registra un porcentaje del total de defun-
ciones de menores de 1 año que va en franco descenso, en 1950
el 27%, en 1960 29%, en 1974 28%, proceso que no se constata
en la mortalidad general . La disminución de la tasa de morta
lidad infantil no implica un cambio en la composición de la
mortalidad . Ya que se observa un incremento del porcentaje
de muertes neonatales, fenómeno que no ocurre en la propor -
ción esperada a lo largo de las últimas 5 décadas . La disminu
ción evidenciada por las cifras esconde varias situaciones.
En primer lugar una disminución de este tipo deberían tradu-
cirse en una esperanza de vida mayor de la registrada en Mé-
xico ; y por otra parte existe una evidente subestimación de
muertes en menores de un año debido a la extemporaneidad en
los registros de los nacimientos . Para 1975, de los 2 429 768
nacimientos registrados, sólo el 66% fueron nacimientos ocu -
rridos en ese año, mientras el 33% restante hasta 20 años an
tes . (Ver cuadro) .
253
En el cuadro se puede percibir que la mayor tasa se da
en la mortalidad posneonatal . Dos riesgos importantes de mor
talidad están distribuidos ampliamente en la población mexi-
cana : la prematurez, definida como bajo peso al nacer, y las
edades tempranas de las gestantes . En un estudio realizado
sobre la prematurez, en 1978 por Koifman, en un grupo de mu-
jeres de trabajadores atendias en una institución pública y
un grupo de embarazadas de clase media con atención privada,
se demostró que mientras el bajo peso al nacer estuvo presen
te en promedio, en un 7 a 10% de los casos, las cifras de
frecuencia mostraron grandes diferencias por clase . Entre
las madres obreras se registraron las mayores dificultades:
el 74% de las madres tuvo una estatura de menos de 1 .54
mientras que en el segundo grupo sólo 29% estuvo en esta si-
tuación, 45% del primer grupo eran menores de 21 años contra
12% entre el segundo grupo, 22 .5% de las obreras eran gran-
des multfparas y sólo el 3 .8% de las no obreras tenían his -
toria obstétrica.
Por último señalaremos que la tasa de mortalidad infan -
til a nivel nacional está escondiendo las diferencias por en-
tidad federativa . Por ejemplo en 1975, mientras la tasa ofi-
cial era para todo el pars de 49, las de Tlaxcala, Guanajua-
to y México, eran de 76 .3, 78 .8 y 87 .5 respectivamente . En
zonas marginales urbanas como ciudad Netzahualcoyotl . , las ta
sas son de 227 por mil nacidos vivos.
Por último es importante resaltar el hecho de que el
50.% de las muertes infantiles se deben a enfermedades infec
254
ciosas, casi el 20% a complicaciones de parto y otras causas
de mortalidad neonatal temprana, y la octava causa de muer-
te es la desnutrición per se.
1 .3 .7
Mortalidad en las diferentes edades
En la mortalidad preescolar y escolar vuelven a manifes
tarse elementos ya presentados en la mortalidad general . Las
enfermedades infecciosas, están en primer lugar como causa
de muerte, se agrega en quinto lugar la desnutrición con
un alto porcentaje del total ; además la tosferina y el sa-
rampión, prevenibles por vacunación cobran 7 .7 y 2 vidas
anuales, por cada 100 000 niños.
En la mortalidad de los escolares alarma la cuarta cau -
sa de muerte, como refleja la violencia que se ejerce con-
tra esta población cobrándose 6 .5 por cada 100 000 niños.
En el grupo de 15 a 24 años, lo que se evidencia es que
las primeras causas tienen que ver con las condiciones socio
económicas de vida ; los accidentes ; la violencia . (lesiones
y homicidio) cobran 87 .1 por 100 000 jóvenes . Seria intere -
sante poder reconocer los datos para la población joven ur-
bana, de todas maneras estas cifras nos están dejando a las
claras la situación de miseria en que vive gran parte de la
población, orillada al alcoholismo, la drogadicción y la
violencia juvenil.
Los cuadros de la mortalidad para los grupos de 25 a
44 y de 45 a 64 se diferencian básicamente porque la pri-
mer causa en el primer grupo se relaciona con las condicio-
255
nes de trabajo en general y en el segundo las enfermedades
del corazón y el cáncer cobran el mayor porcentaje dentro
del grupo de edad.
El caso especifico de la mortalidad materna presenta
un alto Indice de mortalidad, para 1975, 2 mujeres por
100 000 nacidos vivos ; una de cada mil mujeres que dan a
luz muere durante el trance, esto resulta un indicador elo-
cuente de los bajos niveles de vida . Si comparamos con otros
parses de América Latina se constata que los niveles que pre
senta México son muy preocupantes .
CUADRO II
ESTANDARIZACION1 DE LAMORTALIDAD GENERAL POR GRUPOS DE EDAD .
MEXICO,1950 -76
MUERTES RE-
MUERTES ESTAN -GISTRADAS
DARIZADASGRUPOS DE
EDAD
MUERTES ESTANDARIZADAS
1950
1960
1970
1974
1976
Número
%
Número
Número
°b
Número
Número
Menores de
1
año 2 251 075 26 .9 193 577 29 .8 178 516 30 .9 121 604 28 .1 135 301 30 .5
1
- 4 232 093 24 .9 120 949 18 .7 90 488 15 .7 37 983 8 .8 42 172 . 9 .5
5 - 14 57 832 6 .2 34 585 5 .3 26 996 4 .7 17 733 4 .1 16 579 3 .7
15 - 24 48 932 5 .2 30 900 4 .8 24 435 4 .2 22 640 5 .2 20 421 4 .6
25 - 44 98 410 10 .5 68 441 10 .6 58 388 10 .1 51 279 11 .9 46 675 10 .5
45 - 64 97 156 10 .4 77 009 11 .9 71 519 12 .4 65 817 15 .2 61 019 13 .8
65 y más 148 295 15 .9 122 823 18 .9 127 035 22 .0 115 210 26 .7 120 958 27 .4
TOTALES 933 793 648 283 577 376 432 266 443 125
Tasa de mor-talidad estandarizada por
16 .1 11 .2 ~ 9 .9 7 .5 9,. 01000 habitan-tes .
1. Se utiliza como población estándar la población de México de 1974.
2. Muertes tomadas de la población nacida viva registrada.
FUENTES : SSA, Estadísticas vitales de los Estados Unidos Mexicanos, 1950, 1960, 1970, 1975 y SPP, Cuaderno de in-
formación oportuna del sector salud . 2, p . 65.
CUADRO I I I
DIEZ PRINCIPALES CAUSAS DE MORTALIDAD INFANTIL ENMEXICODURANTE 1985.
CAUSA TASA ;;
1 . Influenza y neumonías
(A 90-92) 1 174 .8
2 . Enteritis y otras enfermedades diarreicas
(A 5) 1 . 167 .8
3 . Ciertas causas de
la morbilidad y de mortalidad perinatales
(A 131-A 135) 863 .7
4 . Anomalías congénitas
(A 126-A 130) 155 .5
5 . Infecciones
respiratorias agudas
(A 89) 136 .8
6 . Bronquitis, efisema y asma
(A 89) 117 .3
7 . Enfermedades del corazón (A 80-A 84) 115 .7
8 . Avitaminosis y otras deficiencias nutricionales
(A 65) 107 .6
9 . Accidentes
(A E
138-A E
146) 65 .7
10 . Meningitis
(A
72) 40 .4
Tasa por 100 000 nacidos vivos registrados.
FUENTE : OPS, Las condiciones de salud de las Américas, 1973-1976 . Washington, 1978.
258
CUADRO
IV
TASAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN LA REPUBLICA MEXICANA DE1960A1975.
AÑO
TASA
1960
72 .2
1961
70 .2
1962
70 .0
1963
68 .5
1964
64 .5
1965
60 .7
1966
62 .9
1967
63 .1
1968
64 .2
1969
66 .7
1970
68 .5
1971
63 .3
1972
60 .9
1973
51 .4
1974
46 .6
1975
48 .9
FUENTE : Dirección General de Estadística.
Secretaría de Programación y Presupuesto .
259
CUADRO V
TASAS DE MORTALIDAD NEONATAL, POSNEONATAL E INFANTIL EN CUBA, MEXICO Y
ESTADOS UNIDOS EN1975.
INDICADOR
P
.A
1
S
EE .UU .
CUBA
MEXICO
MORTALIDAD NEONATAL
11 .6
17 .4
19 .5
MORTALIDAD POSNEONATAL
4 .5
10 .0
29 .5
MORTALIDAD INFANTIL
16 .5
27 .4
49 .0
FUENTE : Elaboración propia de : Organización Panamericana de la Salud,
Las condiciones de salud de las Américas, 1973-1976 . OPS . Washington,
1978 .
CUADRO
V I
DIEZ PRINCIPALES CAUSAS DE MORTALIDAD PREESCOLAR EN MEXICO DURANTE 1975 . ,
Número Causa TASA *
1 Enteritis y otras enfermedades diarreicas
(A 5) 122 .1
2 Influenza y neumonías
(A 90-92) 71 .3
3 Accidentes
(E 138-E
146) 27 .8
4 Bronquitis, efisema y asma
(A 93) 14 .1
5 Avitaminosis y otras deficiencias nutricionales
(A 65) 13 .6
6 Enfermedades del corazón (A 80-84) 11 .4
7 Lesiones en las que se
ignora si
fueron accidental
o
intencional-
mente
inflingidad
(E
149) 7 .9
8 Tosferina
(A 67) 7 .7
9 Anemias
(A 67) 6 .2
10 Fiebre tifoidea,
paratifoidea y otras
salmonelosis
(A 3) 5 .4
•• Por 100 000 habitantes del grupo de edad.
FUENTE : Compendio de estadísticas vitales de México, 1975, SSA, 1978.
CUADRO V I I
DIEZ PRINCIPALES CAUSASDEMORTALIDAD ESCOLAREN MEXICODURANTE 1975.
Número Causa Tasa
1 Accidentes
(E 138-146) 19 .7
2 Enteritis y otras enfermedades diarreicas
(A 5) 12 .3
3 Influenza y neumonía
(A 90-92) 7 .6
4 Lesiones en las que se
ignora si
fueron accidental
o
intencional-
mente
infligidas
(E
149) 6 .5
5 Enfermedades del corazón
(A 80-84) 4 .4
6 Tumores malignos
(A 45-60) 3 .6
7 Anemias
(A 67) 2 .7
8 Tuberculosis todas
las formas
(A 6-10) 1 .9
9 Avitaminosis
y otras deficiencias nutricionales
(A 65) 1 .9
10 Fiebre tifoidea,
paratifoidea y otras salmonelosis
(A 3) 1 .8
* Por 100 000 habitantes del grupo de edad.
FUENTE : Compendio.
CUADRO V I ] I
DIEZ PRINCIPALES CAUSAS DE MORTALIDAD EN EL GRUPO DE 15 A 24 AÑOS DE EDAD EN MEXICODURANTE 1975.
Número Causa Tasa
1 Accidentes
(E 138-146) 45 .52 Lesiones en las que se
ignora si
fueron accidental
o
intencional-
mente
infligidas
(#
149) 21 .5
3 Homicidios y lesiones provocadas
intencionalmente por otras per-
sonas ;
intervención
legal
(E
148) 20 .1
4 Enfermedades del corazón
(A 80-84) 11 .2
5 Influenza y neumonías
(A 90-92) 7 .7
6 Tuberculosis todas
las formas
(A 6-10) 6 .9
7 Causas maternas
(A 112-118) 6 .7
8 Enteritis y otras enfermedades diarreicas
(A 5) 6 .2
9 Tumores malignos
(A 45-60) 5 .4
10 Anemias
(A 67) 3 .0
Por 100 000 habitantes del grupo de edad.
FUENTE : Compendio de estadísticas vitales de México, 1975, SSA, 1978.
DIEZ PRINCIPALES CAUSAS DE MORTALIDAD EN EL GRUPO DE 25 A 44 AÑOS DE EDAD EN MEXICO DURANTE 1975.
CUADRO I X
Número Causa Tasa *
1 Accidentes
(E 138-E 146) 55 .0 -
2 Homicidio y lesiones provocadas
intencionalmente por otras personas;
intervención
legal
(E
148) 38 .7
3 Enfermedades del corazón
(A 80-74) 31 .6
4 Lesiones en las que se
ignora si
fueron accidental o
intencionalmen-
te
infligidas
(E
149) - 27 .4
5 Cirrosis hepática
(A
102) 25 .2
6 Tumores malignos
(A 45-60) 19 .6
7 Tuberculosis todas
las formas
(A 6-10) 18 .1
8 Influenza y neumonías
(A 90-92) 17 .0
9 Causas maternas
(A
112-118) 12 .9
10 Enteritis y otras enfermedades diarreicas
(A 5) 12 .4
* Por 100 000 habitantes del grupo de edad.
FUENTE : Compendio de estadísticas vitales de México, 1975, SSA, 1978.
DIEZ PRINCIPALES CAUSAS DE MORTALIDAD EN EL GRUPODE 45-64 AÑOS DE EDAD EN MEXICO DURANTE 1975.
CUADRO
Número Causa Tasa
1 Enfermedades del corazón (A 80-84) 174 .5
2 Tumores malignos
(A 45-60) 131 .8
3 Cirrosis hepática
(A 102) 95 .5
4 Accidentes
(E 138-146) 69 .9
5 Diabetes mellitus
(A 64) 69 .0
6 Influenza y neumonías
(A 90-92) 62 .8
7 Enfermedades cerebrovasculares
(A 85) 57 .0
8 Tuberculosis todas
las formas
(A 6-lo) 39 .4
9 Enteritis y otras enfermedades diarreicas
(A 5) 39 .3
10 Homicidios y lesiones provocadas
intencionalmente por otras per-
sonas ; intervención legal (E 148)
34 .9
Por 100 000 habitantes del grupo de edad.
FUENTE : Compendio de estadísticas vitales de México, 1975, SSA . 1978.
265
CUADRO X I
MORTALIDAD MATERNA EN ALGUNOS PAISES DE AMERICA ALREDEDOR DE 1973.
Pats Tasa
Eduador 19 .3
Colombia 17 .1
Honduras 14 .7
Trinidad y Tobago 14 .5
Chile 13 .2
México 11 .7
Bahamas 11 .7
Bermudas 10 .9
Panamá 10 .4
Barbados 9 .9
Nicaragua 9 .4
Venezuela 9 .3
El
Salvador 9 .1
Costa Rica 8 .7
Antigua 8 .0
República Dominicana 7 .6
Uruguay 5 .3
Cuba 5 .5
Estados Unidos 1 .5
Canadá 1 .1
Número de muertes maternas por cada 10 000 nacidos vivos.
FUENTE:
266
1 .3 .8
La salud, el medio ambiente y las condiciones de tra-
bajo.
El trabajo, los procesos productivos directos e indirec
tos constituyen no sólo el eje de la productividad, sino el
eje de la determinación de las relaciones sociales que carac
terizan las sociedades . El proceso colectivo de salud-enfer
medad está básicamente condicionado por estas relaciones so
cíales y por la lógica de producción y acumulación del sis-
tema capitalista ;
en ese marco la relación entre salud y
trabajo resulta evidente y reveladora de los mecanismos que
rigen la dinámica de esas relaciones . Según Marx, el traba-
jo es un proceso conciente por media del cual el hombre se
apropia de la naturaleza para transformar sus materiales en
elementos útiles para su vida . En el capitalismo la lógica
básica que determine al proceso de trabajo y su relación
con el medio ambiente es la de generar el máximo de plus-
valla, garantizando, la reproducción material y social de
la sociedad (11).
Este proceso de trabajo organiza en las sociedades ca-
pitalistas toda la vida social . El grado de concentración
industrial y de la fuerza de trabajo, que caracteriza al
estilo de desarrollo capitalista se traduce en un determi-
nado uso del espacio, tanto del campo como de la ciudad,
del uso del agua, de los bosques, parados, hasta del sol y
del aire . (12)
Al propietario capitalista no le interesan los daños
que se provoquen al medio ambiente, ni en las condiciones
de vida de los obreros amontonados en espacios reducidos y
,sin servicios .
267
En México, hay ejemplos de barrios obreros construidos
especialmente alrededor de las fábricas que se fundaron a
principios de siglo a fines del siglo pasado, como son los
que están alrededor de Loreto y Peña Pobre . Esto demuestra
que el espacio social está organizado según necesidades del
centro de trabajo ; en la escuela, cuyo nombre es el de pa-
trón, los niños son educados para ser obreros, el campo de -
portivo indica qué diversión es buena, y la alarma gigantes
ca, que marca el inicio y el final de los turnos de traba-
jo, impone el ritmo de la fábrica a los alrededores (13).
Los hombres trabajadores se desgastan y se enferman se -
gún el papel que les corresponde jugar en el proceso produc-
tivo . Para poder comprender y analizar la salud de los tra -
bajadores es necesario visualizar las diferentes modalida-
des de consumo de la fuerza de trabajo en el proceso mismo
de trabajo que implican formas distintas de desgaste del
trabajador . Estas formas son la extracción de plusvalía ab-
soluta y relativa . La plusvalra absoluta es la forma más
primitiva de explotación del obrero, ya que se trata del
incremento de la jornada laboral o la producción sin nin-
gún cambio en los instrumentos y la organización del proceso
de trabajo (14).
La plusvOta relativa puede operar por medio de un
cambio tecnológico o intensificando el trabajo, esta es la
forma predominante bajo el capitalismo.
En las últimas décadas México se transformó de una
sociedad eminentemente rural en un pars con una estructu-
ra urbana e industrial de importancia, regido por una po-
268
lftica centralizadora que determinó un crecimiento explosi-
vo de la capital generando una zona conurbana en el Valle
de México que concentró, según datos del censo del 80 al 20%
de la población nacional en la milésima parte del territorio,
as' como el 46% de la producción industrial ; el 25% de la po
blación económicamente activa del pals, el 44% del PIB, así
como el 33% de la inversión pública general y el 20% del pre
supuesto federal total.
El estilo de desarrollo adoptado por México determina la
relación que el hombre ejerce sobre el medio ambiente, vien-
do a éste último, casi exclusivamente como una fuente de re-
cursos de la actividad humana . Esta forma de asumir el en-
torno biofisico natural y sus sucesivas transformaciones ar
tificiales se ha caracterizado, entre otros elementos, por
la explotación de una parte considerable de recursos natura
les en función de las necesidades de alimentos y materias
primas tanto de la macrourbe como para su exportación en es
pecial a los países industrializados . Las demandas, inversio
nes y tecnologías se han determinado en gran medida por la
naturaleza de intensidad de la explotación y/o producción
asf como en una actitud de "laxitud y tolerancia" en la
aplicación de medidad eficientes para preservar el medio am-
biente.
Este estilo de desarrollo adoptado casi no contempla la
necesidad de preservar la calidad de vida cuyo principal
componente es sin lugar a dudas la salud individual y colec
tiva . De la industria extractiva y de explotación de recur
269
sos naturales tradicionalmente presente en el país se agre -
gó en la década de los 30 y principalmente en el D .F . una
industria liviana y de ensamble, orientada a satisfacer los
mercados de las clases medias y popular urbana . Hacia fines
de los 40 y principios de la siguiente, el énfasis gira ha-
cia las industrias pesadas para producir insumos industria-
les básicos como el hierro y acero, electricidad, petróleo,
cemento, intensificando así la explotación de recursos . natu
rales y aumentando de manera drástica el consumo de energía.
A partir de la década de los 60 empieza un proceso de mayor
diversificación industrial, agregándose componentes i'mprtan
tes de la industria química, entre otras . También este pe-
riodo se ha caracterizado por un crecimiento de plantas in
dustriales íntimamente ligadas a corporaciones transnacio-
nales de la industria automotriz, productos electromecáni-
cos y electrónicos, papel y celulosa, industria petroquími -
ca y de energía, que utilizan tecnologías altamente intensi -
vas y que con frecuencia se asocian con grandes descargas
de contaminantes hacia el ambiente.
En casi toda América Latina los derivados del petró-
leo, el gas y la hidroelectricidad desplazaron al carbón
y a los combustibles vegetales . En el sector agrícola se
estimuló la utilización masiva de fertilizantes y plaguici -
das .
En la industria de la construcción se modificaron
los diseños, métodos, materiales en substitución de los
tradicionales y se indujeron nuevas costumbres y patrones
sociales que compiten 1 con los autóctonos, creando mosai-
270
cos de combinaciones diversas . En este contexto de cambio,
relativamente acelerado todos los sectores de la sociedad
empiezan a experimentar modificaciones sutantivas, que a
su vez multiplican las presiones sobre el ambiente . Este
proceso de cambio abarcó todos los ámbitos de la sociedad,
donde quedan determinadas
las condiciones de vida, de tra
bajo y salud del conjunto de la población.
El paso del trabajo excesivo con consumo deficiente
al stress que acompaña al "trabajo de alta productividad
con intensidad" (15) caracteriza un tipo de "patología ur-
bano-industrial" resultante de procesos en los cuales los
factores exógenos como hábitos (tabaquismo, por ejemplo),
costumbres (dietas ricas en grasas) y factores ambientales
(contaminación química) juegan un papel esencial.
Si seguimos de cerca algunas estadísticas y censos,
para el caso mexicano podremos obtener algunas conclusio-
nes interesantes sobre la relación salud, condiciones de
trabajo, y medio ambiente . En los cuadros que se presen-
tan en este apartado, un hecho que primero aparece como
evidente es el que no se observa un cambio cualitativo en
las causas de. muerte durante el periodo 50/70 ; en cambio
si se perciben modificaciones cuantitativas importantes
y tendencias claras de aumento de algunos tipos de enfer-
medad y de disminución de otras.
Las enfermedades infecciosas y nutricionales como pa-
ludismo, diarreas, pulmonías, demuestran todas que dismi -
nuyen o han desaparecido entre las principales causas de
muerte .
CUADRO
EVOLUCION DE LAS PRINCIPALES CAUSAS 'DE MORTALIDAD GENERAL, MEXICO, 1940 Y 1970
1940
1970
Tasapor 100 000
Orden deImportancia
Tasapor 100 000
Orden de
Cambio respectoImportancia
1940
Neumonías 365 .3 2 170 .8 1 185 .5
Gastroenteritis y colitis 490 .2 1 141 .7 2 348 .5
Enfermedades del corazón 54 .3 9 68 .3 3
+ 14 .0
Mortalidad
perinatal 100 .7 4 51 .5 4
- 49 .2
Tumores
malignos 23 .2 37 .6 5
+ 14 .4
Accidentes 51 .6 10 71 .0 6
+ 19 .4
Lesiones
vasculares
del
SNC 18 .9 24 .7 7
+ 5 .8
Bronquitis 66 .8 8 16 .7 50 .1
Diabetes
Mellitus 4 .2 15 .3 + 11 .1
Tuberculosis aparato respiratorio 47 .9 19 .9 28 .0
Tifoidea 31 .9 3 5 .8 - 26 .1
Paludismo 121 .7 5 0 .6 121 .1
Viruela 6 .8 - 6 .8
Tosferina 42 .4 7 .1 - 35 .3
Sarampión 91 .2 6 24 .3 8 66 .9
Sífilis 19 .2 0 .8 - 18 .4
Homicidio 67 .0 7 18 .0 10
- 49 .0
FUENTE :
Depto .
de
Medicina
Social,
Medicina
preventiva
y
Salud
Pública .
Facultad
de
Medicina,
UNAM .
272
Este perfil patológico puede ser asociado a la situa-
ción de "trabajo excesivo-consumó deficiente" que caracteri
za la extracción de plusvalía absoluta y formas de trabajo
campesinas . La persistencia de este perfil patológico nos
está señalando de alguna manera, que se ha dado en la so-
ciedad y economía mexicana un proceso acelerado de industria
lización y desarrollo que ha integrado a amplias capas de la
población a la industria de alta productividad e intensidad,
quedando otra gran parte de la población en condiciones de
trabajo articuladas con el sector menos dinámico de la eco-
nomía . Tienden a aumentar causas de muerte que se derivan
directa o indirectamente de este proceso de industrializa-
ción y desarrollo dependiente, como son los accidentes y
ciertos tipos de enfermedades del corazón, cirrosis hepá -
tica y .tumores malignos . Los accidentes aumentan en una pro
porción que traduce la situación de intensidad de trabajo y
las condiciones de vida urbana . (16)
Las enfermedades características de las sociedades in-
dustrializadas como las izquémicas y arterioescleróticas,
del corazón, también han aumentado en todos los grupos de
edad aunque con mayor intensidad en el de 45 a 64 . Existe
una relación bastante explícita entre estas enfermedades y
el stress, dejando en evidencia cómo la transformación del
proceso de trabajo bajo la lógica capitalista influye en el
perfil patológico de la sociedad . Los tumores malignos pre
sentan un aumento en todos los grupos de edad, con mayor In
cidencia cn el 45 a 64 . Ya que esta enfermedad es de desa-
rrollo prolongado, puede ser asociada al creciente número
273
de trabajos cancerogénicos en el proceso de trabajo social.
Las cifras de cirrosis hepática que se observa a lo lar
go de todo .el periodo y los diferentes grupos pueden ser aso
ciados al alto grado de alcoholismo y malnutrición del con-
junto de la población mexicana.
Este breve panorama de la evolución de algunas causas
de muerte nos explicita que las condiciones colectivas de sa
lud, reflejadas en estos cuadros, se relacionan con el pro-
ceso de trabajo y sus distintas formas de consumo de la fuer
za de trabajo y desgaste del obrero . Seria interesante en-
tonces poder comparar los grupos de trabajadores insertos
en procesos de trabajo con formas distintas de extracción
de plusvalía y de grados diferentes de desarrollo de las fuer
zas productivas.
Para tales efectos, son útiles las estadísticas de mor-
talidad elaboradas por el Instituto Mexicano del Seguro So-
cial (IMSS) comparándolo con la población general . Los cua-
dros muestran las principales causas de muerte e importancia
relativa en la mortalidad total del IMSS y en los grupos
correspondientes a la población en general . Habría varios
hechos a considerar, por un lado se observa que las diarreas,
pulmonías y anemias han desaparecido entre las 10 primeras
causas de muerte de los asegurados, a diferencia de la pobla
ción en general ; por otro lado, las tasas de mortalidad son
mucho más bajas entre los asegurados, sus muertes represen-
tan sólo el 25 .58% del total de muertes, constituyendo el
27% de la población total . (17)
Las variaciones cualitativas en el perfil patológico
CUADRO
10 PRINCIPALES CAUSAS DE MUERTE DE LA POBLACION GENERAL Y DE LOS DERECHOHABIENTES DEL IMSS ENTRE 45 Y 65 AÑOS . MEXICO, 1976 Y 1974 .
1974Población
del IMSS
1976 Población
general
Causa-Casos % Casos
%
Tumores malignos 935 24 .3 7 211 11 .0
Diabetes
M . 532 13 .9 3 128 4 .8,
Cirrosis
hepática 472 12 .3 6 748 10 .3
Enfermedades
cardiovasculares 443 11 .5 9 765 14 .8
Enfermedades
cerebrovasculares 249 6 .5 3 517 5 .3
Tuberculosis 181 4 .7 2 185 3 .3
Bronquitis,
enfisema,asma 102 2 .7 773 1 .1
Accidentes y
violencias 65 1 .7 5 781 8 .8
Nefritis,
nefrosis 50 1 .3
Colelitiais,
colecistitis 24 0 .6
Influenza,
neumonía 3 623 5 .5.
Enteritis,
otras
diarreas 2 252 3 .4
Todas
las
causas 3 842 100 .0 65 817 100 .0
FUENTE : 1 Subdirección General Médica, Instituto Mexicano del Seguro Social
2 Dirección General de Estadística, Secretaria de Industria y Comercio.
CUADRO
ACCIDENTES Y DAÑOS DE TRABAJO REGISTRADOS EN EL IMSS POR GRUPOS DE EDAD.
1970 y 1976.
1970 1976
Grupos de edad Casos Tasa l Casos .Tasa l
TOTAL 260 028 100 .0 83 .3 439 927 100 .0 101 .4
Hasta
17
años 7 371 2 .8 73 .8 92 989 21 .1 nd
De
18 a
37 192 894 74 .2 87 .6 254 966 58 .0 nd
De
38 a 57 52 838 20 .3 74 .3 63 286 14 .4 nd
De 58 y más 6 925 .
2 .7. .
. 64 .5 . 2.8 676
. . .
.
6 .5
. . nd
I Tasa por 1 000 asegurados.
n .d . = no disponible.
FUENTE : IMSS, Jefatura de Medicina del Trabajo, Departamento de Prevención de Riesgos de Trabajo, en SPP, Manual de estadísti-
cas básicas sociodemográficas, 1978d, p . 298 . Para total de asegurados IMSS .
• .
Memoria estadística, 1979b . {1970 = 3 120 .8 y 1976 = 4 337 .9) .
.
CUADRO
ACCIDENTES Y DAÑOS DE TRABAJO . REGISTRADOS POR EL IMSS'POR TIPO DE ACTIVIDAD,- 1970 Y 1976
1970 1976
Tipo de Actividad Casos % }Tasa Casos % Tasa }
TOTAL
Obreros
no agrícolas y conduc-tores
de máquinas y vehículos
260 028 100 .0 83 .3 439 927 100 .0 101 .4
de transporte 215
823 83 .0
- nd 364 103 82 .8 213 .4
Trabajadores de
los
servicios
Trabajadores agrícolas y fores
13
001 5 .0
- nd 23 041 5 .2 23 .5
tales,
pescadores y cazadores 12
741 4 .9 36 .8 10 829 2 .5 34 .4
Comerciantes y vendedores 10
401 4 .0 nd 20 109 4 .6 34 .9
Personal
administrativo 5
201 -
2 .0 nd 15 758 3 .6
Profesionales y
técnicos
Directores y
funcionarios
2 600 1 .0 nd 5 323 1 .2 nd
públicos
superiores 261
. . 0 .1 nd 764 0 .2 nd
1
Tasa
por
1
000
as- g ura:!^s.
n .d .
=
no
disponible .-.-
FUENTE : IMSS, Jefatura de Medicina del Trabajo, Departamento de Prevención y riesgos de Trabajo en
SPP, Manual de estadísticas sociodemográficas . III . Sector salud y seguridad social, p . 297 . Para los
tipos de actividad se tomó la información incluida en IMSS, Memoria estadística, 1943-1978, p . 50
CUADRO
TENDENCIA DE LAS TASAS DE LOS RIESGOS LABORALES REGISTRADOS EN EL IMSS.
POR TIPO, 1958 A 1976
(Tasas por 1 000 asegurados)
AÑOSTotal
de
riesgoslaborales
Accidentes
labo-ralos
Enfermedades
la-borales
1958 82 .6 82 .4 0 .18
1960 86 .5 86 .3 0 .20
1965 87 .0 86 .7 0 .28
1970 83 .3 83 .1 0 .20
1975 90 .8 90 .6 0 .23
1976 101 .4 101 .0
.
. .
.. . ..0 .41
FUENTE : SPP, Manual de estadísticas básicas sociodemográficas . III Sector salud y seguridad social.
1978, pp . 302-303 . IMSS, Memoria estadística, 1975.
278
la población en general y de los trabajadores en parti -
cular tiene que ver con las transformaciones al interior
del proceso de trabajo, o sea una disminución en el tra-
bajo excesivo-consumo deficiente y un incremento del tra-
bajo de alta productividad (plusvalía relativa) propio de
un desarrollo más intensivo del capitalismo.
Se consideran como enfermedades de trabajo solamente
accidentes y enfermedades ocupacionales . Esto presupone
una conceptualización de la enfermedad como un fenómeno
biológico que ocurre en el individuo, los causantes serían
entonces agentes externo . De esta manera las únicas enfer-
medades del trabajo son las relacionadas directamente con
agentes patógenos, físicos o químicos involucrados en el
proceso de trabajo técnico . Los perfiles patológicos dise-
ñados por los cuadros del inciso anterior nos demuestran
discretamente que estas afirmaciones adolecen de graves
deficiencias.
En México es difícil conocer la cantidad de accidentes
de trabajo y de enfermedades ocupacionales, porque una par-
te de los trabajadores no tienen a su alcance los canales
organizativos y reivindicativos, que permitan la denuncia
de tales hechos . El registro del ¿MSS agrupa los trabajado-
res de la gran y mediana empresa, y permite tener una idea
aproximada de la situación de la salud de estos sectores.
Las cifras que revelan estos cuadros expresan por si mis-
mas el tributo que los trabajadores le están pagando al pro
ceso de industrialización y crecimiento económico de Méxi -
co .
279
1 .3 .8 .1
Riesgos en el Proceso de Trabajo.
Se consideran como enfermedades de trabajo solamente
accidentes y enfermedades ocupacionales . Esto presupone
una conceptualización de la enfermedad como un fenómeno
biológico que ocurre en el individuo, los causantes serian
entonces agentes externos . De esta manera las únicas enfer -
medades del trabajo son las relacionadas directamente con
agentes patógenos, físicos o químicos involucrados en el
proceso de trabajo técnico . Los perfiles patológicos dise -
ñados por los cuadros y comentarios del inciso anterior nos
demuestran discretamente que estas afirmaciones adolecen de
graves deficiencias.
En México es difícil conocer la cantidad de acciden-
tes de trabajo y de enfermedades ocupacionales, porque
una parte de los trabajadores no tienen a su alcance los
canales organizativos y reivindicativos, que permitan la
denuncia de tales hechos . El registro del IMSS agrupa co-
mo hemos dicho los trabajadores de la gran y mediana empre
sa, pero nos permitirá tener una idea aproximada de la si -
tuación de la salud en estos sectores . En los cuadros 24 y
25 se presenta el desarrollo de accidentes de trabajo y susü
consecuencias de invalidez y muerte de 1960 a 1976 . Lo pri-
mero que se observa es el incremento absoluto de casos, 4
veces el número de accidentes e invalidez y 7 veces las
muertes . La tasa de accidentes aumentó de 79 .0 a 107 .8 por
1000 trabajadores, la de invalidez de 168 .4 a 241 .1 por
100 000 trabajadores y la de mortalidad de 10 .8 a 28 .9 por
100 000 trabajadores .
280
Estas cifras revelan por sí mismas el tributo que los
trabajadores le están pagando al proceso de industrializa-
ción y desarrollo.
Por último en el cuadro 26 permite apreciar que el
riesgo laboral es 20 veces mayor entre los trabajadores que
tienen ingresos por debajo del mínimo legal que entre el
grupo salarial más alto.
1 .3 .8 .2
Luchas por la salud trabajadores de electricidad,
ingeniería y agricultura.
En este inciso nos basaremos en tres estudios realiza-
dos por los trabajadores electricistas para la negociación
de su contrato colectivo, otro realizado por los mineros y
finalmente un estudio sobre intoxicaciones de trabajadores
agrícolas . Este tema se ha desarrollado más ampliamente en
el documento de Movimientos sociales y medio ambiente, aquí
retomaremos sólo algunos aspectos.
El estudio de los electricistas, se planteó para los
que trabajan con alta tensión . Se comparan dos grupos de
trabajadores, unos que están expuestos a la alta tensión y
otros que trabajan sin este riesgo . Los accidentes represen-
tan el 17 .8% en el grupo I y 2 .8 en el segundo . En lo que
se refiere al stress, se comprobó que los trabajadores que
laboran con cables de alta tensión tiene presión arterial,
diastólica y sistólica y aumento en la excreción catecola-
minas . En un examen clínico se vio que el grupo I sufre una
prevalencia mucho más alta de todas las enfermedades relacio
nadas con el stress que el grupo II : 4 veces hipertensión,
281
6 veces enfermedad química del corazón, 11 veces úlcera pép
tica, 4 veces diabetes, 5 veces alteración del sueño, etc.
Finalmente se observó que 10 años después de la jubilación
seguía vivo el 93 .6$ del grupo II y sólo el 71 .2% del gru-
po I . (18)
En su estudio sobre las condiciones de trabajo de los
mineros, Córdova (19) señala que éstos tienen que trabajar
10 a 12 horas con un pico para sacar diario un mínimo de
5400 kilos de carbón por persona . El desgaste físico es ex
tremo, a lo que se suma la amenaza constante de explosiones
debidas a la concentración de gas . Esta situación se presen
ta en las viejas minas ; en las minas nuevas se utilizan
máquinas que desprenden carbón en túneles que se derrumban
cerca de los trabajadores, que se protegen con una lámina
de acero . Los ingenieros que allí trabajan se ocupan en par
te de la supervisión de las máquinas . Existen en estas con-
diciones más posibilidades de accidentes en las minas vie-
jas, pero los mineros de las nuevas, presentan una tasa ma
yor de accidentes . La causa de esto parece ser el menor
control de los obreros sobre el proceso de trabajo, ya que
las señales de peligro, que podían ser interpretadas y cau-
sar medidas de seguridad habían sido eliminadas . Las gran-
des minas de la Compañía Fundidora Monterrey presdntan Un
(18) Rodriguez Ajenjo ; Pérez Caballero, Jauregul Rarnost Procdsode ,t e~
bajo y condiciones de salud de trabajadores expuestosariesgo eléc-
trico ; en Revista Latinoamericana de salud, No . 1 . Ed . Nueva Imagen,
1981.
(19) Córdova, A . El mundo humano del trabajo, Condiciones de Trabajo,
No . 2, México, 1976, pp . 5-22, en Larell, ebid, p . 76 .
282
Indice de frecuencia de 1025 .01, 1487 .42 y 279 .0 en sus di-
ferentes minas en comparación con el dato general de las mi
nas de Estados Unidos que para 1970 era 33 .86 . La Industria
Minera México, reportó indices de frecuencia de 203 .90 y
191 .11 (20)
Las organizaciones agrícolas han reportado altas tasas
de accidentes de intoxicaciones . Durante el ciclo agrícola
de 1974 en La Laguna, una de las zonas más desarrolladas
del pats, se registraron 847 casos de intoxicación con in-
secticidas, lo que corresponde a una tasa de 121 .1 por
100 000 habitantes de la región, o a una tasa de 1 .4 por
hombres en edad productiva, activos en la agricultura . Nin-
guno de los trabajadores intoxicados tenia seguridad social.
En un estudio comparativo que realizó A .C . Laurell (21)
sobre las tasas de mortalidad en dos localidades rurales de
distinto grado de desarrollo capitalista, se halló que los
asalariados se enfermaban un 50% más que los pequeños pro-
ductores . En el grupo de . asalariados se encontró que los
jornaleros agrícolas presentaron aun mayores tasas de mor-
bilidad que el promedio de los trabajadores asalariados.
Entre los pequeños productores, casi en su-totalidad campe-
sinos, se demostró que la integración plena a la economía
(20) Punto Critico, No . 50, México, 1976 . p . 28 en Laurell, op .cit .p .76.
(21) Laurell, A . C . Enfermedad y desarrollo, análisis sociológico de la
mortalidad de dos pueblos mexicanos, en Salud Pública de México,
17, 1, 1975, p .p . 471-480 .
283
capitalista distinguía un subgrupo de mayor morbilidad . Fac
tores como la nutrición, vivienda, servicios (incluyendo a
servicios médicos), ingreso, etc ., no permitieron distinguir
consistentemente grupos de mayores y menores problemas en en
fermedad .
284
CAPITULO II
RESPUESTA SOCIAL AL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD
2 .1
Características históricas de la práctica médica
Estas se podrían clasificar en cuatro grupos:
Mágico-religiosa-empírica.
- Biologicista-positivista.
- Sanitarista
- Biológico-social-histórica.
La primer concepción fue la característica de largos si
glos de historia de la práctica curativa/médica . Considera-
mos que esta concepción está en la base de la práctica médi
ca tradicional de gran parte de la población mexicana . En
el capitulo sobre medicina tradicional se analizará esta prác
tica médica alternativa.
La segunda constituye la concepción básica que rige los
criterios de práctica médica del conjunto de la civilización
occidental, por lo tanto, esta concepción requiere una dedi
cación especial . Este modelo médico (mm) (22) se instituye
casi a partir de la revolución industrial, surge paralela-
mente (o determinado) por el desarrollo del capitalismo en
su etapa de libre-cambio, durante el periodo clásico de
constitución de la clase obrera, en el periodo del nacimién
(22) Menéndez, Eduardo . El modelo médico y la salud dé los trabajado-
res, Próloga
Franco, Basaglia . La salud de los trabajadores,
Ed . Nueva Imagen, México, 1981 .
á
285
to de la nueva ciudad industrial ; coincidiendo, más avanza-
do el siglo XIX, con la nueva expansión colonial.
El modelo médico se afirma con estos procesos y encar-
na la respuesta al proceso de salud/enfermedad de la socie-
dad capitalista en constitución.
Las características básicas del mm son : "su biologismo,
individualismo, ahistoricidad, a-social¡dad, mercantilismo
y la eficacia pragmática" (23) . Estos serán los elementos
fundamentales, no sólo de la práctica médica sino también
de la concepción médica en su conjunto.
El biologismo del mm se caracteriza por el exclusivis-
mo creciente de las explicaciones sobre las causas de las
enfermedades y sobre las formas terapéuticas utilizadas.
Esta exclusividad explicativa supone una negación de los
elementos sociohistóricos que intervienen en las causas de
enfermedad . Esta concepción deriva en la construcción de
una "historia natural de la enfermedad" donde lo social
queda excluido.
Para el mm la salud de los trabajadores no tiene que
ver necesariamente con los ritmos de producción, y las
condiciones del proceso de trabajo sino con la naturaleza
biológica e individual de cada trabajador.
El mm asumió las concepciones biológicas y evoluti-
vas-positivistas/darwinianas, fundamentos de la ciencia
del siglo XIX, negando de hecho los procesos históricos y
(23)
!bid, Pag . 15 .
286
sociales, impregnando su visión del darwinismo social, ins-
trumento ideológico muy apto para el desarrollo del capita-
lismo.
El mm comparte con el desarrollo de la sociedad indus-
trial, la determinación de toda actividad de salud a través
de las formas de valor de cambio ; esta lógica determinará y
dislocará en algunos casos los modelos médicos alternativos
(medicina tradicional y la automedicación) . El mm queda ins
titucionalizado a partir del siglo XIX, sobre todo entre
1830 y 1900, cuando en los países europeos de mayor desa-
rrollo capitalista se generan determinados fenómenos de re-
sistencia y respuesta de las masas trabajadoras al capitalis
mo, relacionados con las condiciones socioeconómicas y de
salud . Esto llevará al Estado y a los grupos hegemónicos a
generar ciertas modificaciones en los niveles asistenciales.
En la década de 1860 se reestructura en Inglaterra la aten-
ción hospitalaria para responder a las necesidades de los
"pobres" o sea los trabajadores ; por otro lado también se
atiende a algunas condiciones socioeconómicas demasiado ex
tremas que afectaban directamente la situación de la salud
de las clases bajas . Se desarrollan una cierta infraestruc
tura sanitaria y este tipo de actividades comienzan a seña-
lar la intervención del Estado en las actividades directas
de salud.
La segunda mitad del siglo XIX corresponde a la cons -
titución e institucionalización de un tipo de acción médi-
ca que supuestamente definirá su práctica a través de fac-
287
tores no sólo biológicos, sino sociales, y cuya unidad de
trabajo es casi básicamente algún tipo de conjunto social:
se trata de la Salud Pública . Comienza una visión o concep
ción sanitarista del proceso salud/enfermedad, nace y se
desarrolla la Epidemiología . En esta concepción se tiene
una aproximación "ecológica" de la salud, según la cual,
ésta es la interacción de dos factores : huésped y agente
en el ambiente en el cual ambos se desarrollan.
Plantea soluciones colectivas a problemas ecol'ógicos.
Así tiene la misma importancia la provisión de agua pota -
ble y el patrón económico dominante, el drenaje y las re-
laciones sociales de producción .(24)
Curiosamente el desarrollo de la Epidemiología corres
ponde a la etapa no sólo del desarrollo de nuevas teorías
sobre el trabajo y productividad sino de la impelentación
de nuevas condiciones de trabajo y productividad (tayloris
mo) que afectarán profundamente la salud de los trabajado-
res "El mm en consecuencia se relaciona con el Modelo hege-
mónico de sociedad no conflictiva, competitiva, que asume
su desarrollo a través de establecer capacidades desigua-
les, que inclusive son planteadas como diferenciaciones
biológicas . El proceso social y los fundamentos sociales
son reemplazados por un proceso evolutivo orgánico . . . Den
tro de este proceso la productividad aparecerá como el ob
jetivo manifiesto que funda al mismo tiempo las diferen -
cias sociales, y las diferencias de acceso a la salud.
(24) Coplamar, Salud, No . 4, en necesidades esenciales de México,
Siglo XXI, p . 39 .
288
La enfermedad es apropiada eficazmente por el mm que nece-
sariamente tenderá a enmascarar los procesos sociales pro-
fundos que, conducirán a la situación diferenciada de sa-
lud" (25
. La concepción biológico-social-histórica es la pre-
sentada al principio de este trabajo al tratar el tema so-
bre el proceso salud enfermedad como proceso social . Esta
visión propone una integración entre las ciencias natura-
les y sociales que permiten concebir el proceso salud en-
fermedad como un proceso histórico social.
2 .2
Atención a la salud en México : origen y evolución
histórica
La práctica médica en México ha tenido cambios a lo
largo de la historia del pals pero fundamentalmente desde
el siglo pasado ha manifestado una marcada dependencia de
la medicina científica de Europa y los Estados Unidos . El
conocimiento médico prehispánico, la práctica médica tra-
dicional, síntesis de aquel conocimiento con el que apor -
taron los españoles, nunca se integró a la práctica médi-
ca oficial dominante, salvo en algunos casos, cierto co-
nocimiento derivado de la herbolaria, (como es el caso de
la quinina para combatir el paludismo).
A fines del siglo XVIII y principios del XIX las
instituciones hospitalarias que predominaban eran las
(25) Menéndez, E . Op . cit . p . 22
289
de beneficiencia sostenidas generalmente por la iglesia u
órdenes religiosas . A fines del siglo XVIII el Estado creó
algunas instituciones hospialarias para combatir las epi-
demias, ejemplo de ello es el hispital para las viruelas
que funcionó en Monterrey.
La formación de los médicos se realizaba al lado de al-
gún médico siendo mínimos los estudios . El tipo de práctica
era sólo curativa y aislada (individual) muchas veces a do-
micilio y los medicamentos utilizados eran los preparados ba
jo los dictados de la farmacia galenica por ellos mismos.
Para combatir las epidemias algunos medicamentes se prepara
ban masivamente.
Con la independencia la concepción cristiana de aten -
ción a la salud fue levemente modificada por la idea libe -
ral de beneficiencia pública : El Estado ejercería una obra
filantrópica en materia hospitalaria . Continuaron funcio-
nando las formas privadas de beneficiencia . Se creó en
1841 el Consejo Superior de Salubridad del Departamento de
México, que resultó casi inoperante, sólo durante el por-
firiato se obtiene cierta autonomía e impulsa actividades
más efectivas en la atención de la salud . Es entonces con
el porfiriato que surgen y se consolidan las concepciones
de beneficiencia y salubridad.
En esta época en Europa y EEUU se da un rápido desa-
rrollo científico técnico dado por la revolución industrial
y
se desarrollan también una serie de instrumentos para
el diagnóstico y tratamiendo médicos, que revolucionan
toda la práctica anterior . Se van formando los primeros
290
hospitales privados o clínicas con el objeto de poder cos-
tear y utilizar mancomunadamente una serie de instrumentos
que no se podían tener y operar en el recinto aislado de
un consultorio particular . El florecimiento y auge de las
grandes escuelas de clínicas se da paralelamente al desa-
rrollo de la práctica médica hospitalaria . En México fue la
escuela francesa la que más influencia tuvo.
Durante el porfiriato se dió un desarrollo relativo de
la clínica . Se funda en esa época el Hospital General de
la Ciudad de México . Al iniciarse el porfiriato el Consejo
Superior de Salubridad Pública pasa a depender de la Secre-
taría de Gobernación . Se plantea toda una albor higienista
acelerada . De acuerdo a las necesidades de la gran expan-
sión del capitalismo a fines del siglo XIX y comienzos del
XX, y debido a ello, se dan las primeras medidas masivas pa
ra tratar de controlar enfermedades epidémicas que se ha-
bran extendido por el aumento del comercio y poderío eco-
nómico de los parses centrales . De esta forma se inician
medidas preventivas en diferentes países como la cuarentena
para la viruela, aplicadas en todos los puertos, medidas de
sanemaiento ambiental tales como alcantarillado, agua pota-
ble a ciertos sectores de la población, limpieza de las ca-
lles, etc . El desarrollo y expansión del comercio exterior
de fines del siglo pasado obligó a los gobiernos de los pat
ses exportadores como los latinoamericanos a tomar serias
medidas sanitarias como las mencionadas sobre todo la cua-
rentena . La sanidad marítima y las fronteras se vuelven
el motivo de acción de una cierta gestión pública sanita-
291
ria .
Este periodo es el de la consolidación del Estado Na-
cional coincidiendo con la creación de unidades burocráti-
cas especificas para la salud . El Estado asume la tarea de
la salud bajo la forma de beneficiencia pública y sanidad.
La beneficiencia pública consistía en el cuidado y socorro
de los indigentes pobres o desvalidos, a través de varias
instituciones, casas de huérfanos desamparados, asilos de
niños y ancianos, casas cunas, institutos de ciegos y sordo
mudos, manicomios y hospitales . Si bien el Estado no inten-
ta alterar en su esencia la concepción de la beneficiencia,
la burguesía urbana entabla una larga lucha para quitarle
al poder religioso el control de las instituciones de bene -
ficiencia.
La sanidad se constituye para el Estado como un sector
de gran preocupación y el cual realiza acciones directas
con un nuevo carácter . Se entendía por sanidad en la épo-
ca, al conjunto de servicios gubernativos ordenados para
preservar la salud del común de la población . La idea de
enfermedad común, epidemias, estaba presente en la clasifi-
cación de las enfermedades siendo su causa asignada al- me-
dio externo . La consolidación del Consejo Superior de Salu-
bridad y la creación de direcciones y departamentos de sa-
nidad responde a los intereses económicos de la burguesía ex
portadora y del capital monopólico.
Durante este .periodo la acentuación de los patrones
de la medicina francesa se manifiestan también en la impor
tancia de la farmacopea que se incorpora a los recursos mé-
292
dicos mexicanos . El tipo de preparaciones siguen siendo ma-
gistrales ya que todavía no se inicia el desarrollo cientí -
fico de la farmacodinamia.
En el periodo que abarcó la Revolución las organizacio
nes y las instituciones de beneficiencia pública y privada
continuaron inalteradas, se crearon el Consejo de Salubri-
dad General y el Departamento de Salubridad . Pero recién
en los 30 se producirían las transformaciones más significa
tivas en la atención a la salud . La beneficiencia es reem-
plazada por la idea de asistencia social como una función
obligatoria del Estado . Se comienza a formular el derecho
a la salud como un derecho de los individuos . En 1937 se
crea la Secretarla de Asistencia Pública para atender teó -
ricamente a toda la población . En 1943 se fusionaron la Se-
cretarla de Asistencia Pública y el Departamento de Salubri
dad, nació la Secretarla de Salubridad y Asistencia (SSA).
En el periodo cardenista se inició una política de aten-
ción a la salud al medio rural, mediante el Servicio So-
cial de los pasantes de medicina y los servicios m'.dicos sa
nitarios-ejidales, que en 1941 pasaron a ser los Servicios
Rurales Cooperativos.
Ya en la década de los 20 se consolidan una serie de
avances en el terreno de la microbiología, que permiten to-
mar grandes acciones en contra de una serie de enfermedades
transmisibles que hasta entonces había sido imposible . Es-
to se reflejó en las grandes campañas sanitarias, como en
avances sustantivos en el tratamiento de las mismas . La
industria químico-farmacéutica había comenzado a tomar im-
293
pulso, en EEUU y algunos parses europeos (Alemania, Suiza,
Inglaterra, etc .) se inicia el descubrimiento y fabricación
posterior'a nivel comercial de medicamentos de patente, ini
ciando asf, la sustitución de la preparación de los medica-
mentos magistrales elaborados en las boticas . A finales de
la década de los 20 y en los 30 --1935-- se descubren la
penicilina (1929) y las sulfas (1935) y ya durante la Se -
gunda Guerra Mundial se inicia su producción masiva lo que
trajo aparejado una revolución en el desarrollo y produc-
ción comercial de medicamentos.
En la década de los 40 se acelera el proceso de indus-
trialización . Esto dio origen a la creación en 1943 del Ins
tituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ; con la racionali-
zación de los servicios públicos de salud se garantiza la
atención a gran parte de la población . El !MSS comenzó
dando servicios médicos al sector más productivo del pars:
los asalariados urbanos y el proletariado industrial.
A partir de 1940 las tendencias generales de los ser-
vicios de salud fueron:
- El crecimiento acelerado de los servicios médicos de ias
instituciones de seguridad social.
- La extensión de una red hospitalaria de la SSA que fi-
nalmente
- Las campañas de inmunizaciones fueron privilegiadas sobre
el resto de las medidas de la medicina preventiva
-
La persistencia de introducir servicios médicos en el
campo, mediante programas diversos . De esta forma la
atención a la salud se volvió casi exclusivamente cura-
294
tiva por medio de servicios médicos prestados en hospi-
tales.
Desde , la posguerra la práctica médica se ve impulsada
por el desarrollo acelerado del conocimiento científico y
farmacéutico hacia la superespecialización se pueden inten-
tar una serie de operaciones y llegar a diagnósticos mucho
más sofisticados gracias al desarrollo de toda la tecnolo -
gía médica
paso obligado de la superespecialización . Se
crean en el periodo que va de 1940 a 1960 los grandes hos-
pitales de tercer nivel con las diferentes especialidades
médicas : Hospital de Enfermedades de la Nutrición, Infantil,
Cardiología, GEA González, Huipulco, etc . . . contra enferme -
dades especificas para la atención de sectores específicos
de la población . Los medicamentos de patente invaden el mer
cado desplazando casi definitivamente la utilización de los
remedios elaborados, suplantando incluso en una terapia que
ataca básicamente los síntomas de las enfermedades el desa-
rrollo de la diagnosis más elaborada . En esta época se ins
talan en el pats la mayoría de los laboratorios transnacio-
nales.
En 1960 se creó el Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), dado el
crecimiento de la burocracia estatal y para responder a
las demandas asistenciales de este sector en que habían
producido movilizaciones importantes en los años preceden-
tes .
•295
2 .3
Medicina estatal, asistencia pública y seguros sociales
México ha adoptado en forma dependiente el modelo medi
calizado de atención de la salud, basado en la tradición
autoritaria de acumulación del conocimiento médico y del
secreto profesional (26), que menosprecia las influen-
cias ambientales y psicológicas en la salud-enfermedad,
convirtiendo al hospital en el centro estratégico de aten -
ción de la salud, e impulsando una industria químico farma
céutica de origen transnacional, (con una elevada tasa de
ganancias) y la importación de equipos de alta tecnología
médica.
Como hemos considerado en el apartado de la situación
de la salud en México las principales enfermedades que su-
fre la población son de tipo transmisible (gastroenteritis,
infecciosas en general) y causadas por violencias diversas
y en los últimos años ha crecido la influencia de las cró_
nico-degenerativas (cáncer, cardiovasculares) . En los pal
ses desarrollados se han controlado los efectos de las dos
primeras causas de enfermedad en un proceso que se ha lla-
mado la "primera revolución epidemiológica" (27)
(26) Foucault, Michel "La crisis de la medicina . La crisis de la
antimedicina" Educación médica y salud, Vol . 10 núm . 2, 1976.
(27) Terris, Milton, La revolución epidemiólógica y la medicina so -
cial, México, Siglo XXI,
1980 .
296
A partir de la Segunda Guerra Mundial la medicina cura -
tiva tuvo un gran auge, éste se ha visto frenado en los úl-
timos años, por la falta de respuesta del modelo medicaliza-
do ante el avance de las enfermedades crónico-degenerativas(28)
En México se estarla en vías de la "primer revolución epide
miológica", pero como se ha visto los servicios públicos
que se encuentran en la base de esta "revolución" se pre-
sentan con profundas deficiencias caracterizadas por dife -
rencias regionales y sociales.
Así el abastecimiento del agua potable, necesidad bási
ca para la salud de la población, presenta graves déficits;
la vivienda no responde a las necesidades crecientes de la
población y la falta de abastecimiento de agua, deficiente
distribución del alcantarillado y ausencia total deterioran
las posibilidades de higiene en un hatitat muy propenso a
la propagación de enfermedades infecciosas . No nos deten-
dremos en estas cuestiones ya que han sido tratadas en
apartados anteriores, sólo se recuerdan ya que, esta si-
tuación genera un determinado perfil de salud de la pobla-
ción que no es considerado por las autoridades sanitarias
y no se percibe que la respuesta a esta situación en mate-
ria de salud sea adecuada desde el modelo médico adoptado
en la mayoría de las instituciones estatales y paraestata-
les .
Los sitemas de salud y la seguridad social en parti-
cular responden en su estructura básica y en su capacidad
de cobertura a las necesidades de salud de la población.
(28) Foucault, Michel . "Medicina e Historia", Washington, OPS . 1978 .
297
H abiendo considerado la evolución histórica de la interven
ción estatal en salud vemos como la caracterización básica
del Estado Mexicano a partir de la revolución ha sido la
de responder alas necesidades básicas de la población.
Es evidente que la atención a la salud como necesidad bá-
sica primordial conlleva una creciente intervención del es -
tado . El proceso de industrialización dinamizado en la dé-
cada de los cuarenta marcó también el sistema de salud, por
la presión de la presencia de sectores mayoritarios de tra -
bajadores que obligó a la industria y al Estado a responder
a las necesidades de salud de estos sectores al hacerse car
go del gasto en salud . Los beneficiarios del sistema de sa -
lud son los trabajadores vinculados al aparato productivo
que por otra parte han luchado por extender y mejorar los
derechos a la seguridad social.
Resumiendo algunos rasgos generales de la atención mé-
dica en México características de los sitemas de salud pa -
blica y seguridad social tenemos ( ):
- Atención eminentemente curativas.
- Concentración de los recursos fundamentalmente en áreas
urbanas que refuerza y concuerda con el modelo de desa-
rrollo seguido en el pats.
- Modelos de atención médica con alta especialización
- Modelos de atención individual, desligando la responsa-
bilidad de grupo, o social de los "casos" de enfermedad,
por lo tanto considerando a la enfermedad como un hecho
individual biológico y aislado de la sociedad .
.298
- Cobertura parcial de la población y por varias institucio
nes según a la capa social a la que pertenezca y repre -
sentando diferente "calidad" de atención médica desde con
sulta externa hasta el acceso a la hospitalización espe -
cializada.
- Orientación del gasto a la compra.
- A nivel rural la instalación de servicios que tratan de
ser una simplificación de modelos de alta especializa-
ción urbana, con el mismo enfoque básico (curativo)
2 .3 .1 .
La asistencia pública : cobertura
En 1978, la SSA contaba, en el capítulo de servicios
no personales, con 10 centros antirrábicos, dos laborato -
rios de salud pública y el Instituto Nacional de Higiene
donde laboraban 926 personas (29)
Además existen 415 jurisdicciones sanitarias que
realizan labores de inspección sanitaria.
La SSA contó en 1979 con un presupuesto total de
14 985 millones de pesos (Tercer Informe de Gobierno, 1979)
de los que se destinaron 11 454 millones a los servicios de
salud, correspondiendo 0 .5% a la educación para la salud,
el 9 .5% para los laboratorios de salud ; además
el 4 .0%
se destinó a financiar parte de los gastos de la Campaña Na
cional para la erradicación del Paludismo ; el 0 .5% a la
inspección y licencias sanitarias ; el 1% a control de ali-
. mentos, bebidas y medicamentos ; el 6% al mejoramiento del
(29) Tomado de SSA "Recursos Nacionales de Unidades de Atención a
la Salud" 1980 .
299
ambiente, y el 4% para capacitar a la población . En resumen
se destinó a servicios no personales el 16 .5% de su presu -
puesto, 1 882 millones de pesos.
En 1979 el presupuesto federal para el sector salud y
seguridad social fue de 121 millones . De este total el pre-
supuesto para las instituciones mas improtantes en los pro-
gramas de servicios no personales representa sólo el 2 .3% y
significa 41 pesos de gasto anual por servicios no persona-
les per capita, si se calcula 5 personas por familia, sig -
nifica 205 pesos anuales por familia.
Las causas de estas deficiencias seguramente son va-
riadas y merecen un análisis más profundo ; pero nos resul -
ta evidente que parte de ellas están en el modelo médico
dependiente, que no se adapta a la realidad mexicana . La
SSA es la única institución del pals que se dirige a la
totalidad de la población . Pero la cobertura real de este
servicio es muy inferior a las necesidades como queda de-
mostrado por el presupuesto destinado a estas.
2 .3 .2 .
Institutos de Seguridad Social
IMSS, ISSSTE, PEMEX, etc ., constituyen la parte más
importante de la medicina institucional de México . Ya he -
mos considerado la evolución histórica de estos servicios
y la coyuntura política y social en que aparecieron . Es-
tos institutos se basan en el derecho gremial de presta-
ción de servicios, los de salud entre ellos a través de
diferentes fórmulas de financiamiento, generalmente tri-
300
partita o bipartita, es decir, con aportaciones provenientes
de los empleados asegurados, los patrones y/o el gobierno.
Atienden a una tercera parte de la población y dispo -
ne
para esto de un 40% de los médicos, así como presu -
puestos diez o veinte veces más altos que el de la SSA.
Los derechohabientes de estas instituciones son trabajado-
res sindicalizados del, sector privado y estatal . Son grupos
sociales con peso politico y económico dentro del juego de
poder de la sociedad.
La seguridad social (en general, ya que la atención
médica es una parte de ella) es una reivindicación obrera
producto de duros años de luchas.
Así es como los sectores obreros más combativos, como
los ferrocarrileros, petroleros, electricistas, obtuvieron
esta prestación antes que el resto de la clase trabajadora.
Los grupos carentes de organización sindical sigue sin go-
zar de esta protección.
La seguridad social es también una protección y garan -
tía para los capitalistas, ya que les asegura la reproduc -
ción y mantenimiento de la ft.
El tercer pilar de la seguridad social es el Estado.
Estos institutos tienen una estructura tripartita, por
ejemplo el órgano supremo del IMSS, es la Asamblea gene -
ral constituida por 10 representantes por el Ejecutivo
Federal, 10 por las organizaciones patronales y 10 por
las organizaciones obreras .
301
El Ejecutivo, decide cuál de todas las organizaciones
existentes deben intervenir en la asignación de represen-
tantes . Este poder, les otorga a estos institutos un peso
politico y económico que se suma al hecho de que son feu-
dos de la alta burocracia política (30)
El financiamiento de estas instituciones se realiza
a través de las contribuciones de las tres partes . Es im-
portante recordar aquí que a menudo los empresarios deben
grandes cantidades al IMSS . En 1972, por ejemplo se mencio
naba una deuda patronal de 2 mil millones de pesos.
2 .3 .3
Cobertura nominal de instituciones de seguridad
social
Según las propias declaraciones para 1982 se cubría
85% de la población, considerando la población derecho
habiente de cada institución de seguridad social y aña-
diendo la población que las instituciones de asistencia y
solidaridad social declaran atender . Es evidente que estos
porcentajes no se ajustan a la realidad.
De 1965 a 1980 la cobertura nominal de las institu -
ciones de seguridad social creció muy aceleradamente, 8 .4%
anualmente en promedio . Para 1970-1975, años de recesión
económica, se alcanzó una tasa anual de 10 .5%, y 1975-77
fue el punto más bajo . De las instituciones de seguridad
(30) . Laurel] A . Medicina y capitalismo en México . Cuadernos Politi -
cos, No . 5, Junio/11/Septiembre, 1975, pág . 90
302
social la más dinámica fue el ISSSTE, creció rápidamente a
un total de 10 .8% anual en todo el periodo . El crecimiento
acelerado de la población derechohabiente se debe no sólo
al crecimiento demográfico, sino al resultado del creci -
miento económico de las empresas.
La población derechohabiente muestra una tendencia al
aumento m6s rápido que la del empleo, por la ampliación de
cobertura a grupos antes desprotegidos.
2 . 3 .4 , Los recursos físicos y humanos de las instituciones
Analicemos algunos datos:
El número de médicos del IMSS se mantiene durante el pe-
riodo 68/77 por arriba del requerimiento . En el ISSSTE
ha venido disminuyendo el número de médicos por cada
1117 habitantes desde casi 3 en 1967 a 1 .6 en 1979.
El número de enfermeras por cada 559 derechohabientes
en el IMSS ha oscilado entre 1 .1 y 0 .9 cifras que se
aproximan al requerimiento . En el ISSSTE la tendencia
sigue características similares a la de los médicos, a
partir de 1975 el déficit se agrava.
Las camas, laboratorios, gabinetes radiológicos y qui -
rófanos muestran niveles deficitarios en ambas insti-
tuciones
Estas deficiencias provocan la disminución en la ca-
lidad del servicio y por otro lado, paradógicamente, al au
mentar el , número de personas que cotizan y disminuir la
disponibilidad de recursos por persona, se favorece la si-
303
tuación financiera de las instituciones . En 1980 el IMSS in-
formó un excedente de 16 214 millones de pesos, , cercano al
presupuesto de la SSA en el mismo año (18 743 millones de
pesos) (31)
Ei análisis de la capacidad efectiva de cobertura por
recursos físicos y humanos de las instituciones de seguri -
dad social muestra que estas tienen capacidad real de co-
bertura por recurso para el 24% de la población y no el
37 .8% como es la cobertura nominal .
Esto nos
dice que el 36 .2% de su población derechohabiente no pue-
de ser cubierta efectivamente.
El IMSS cuenta con capacidad suficiente para cubrir al
65 .76% de sus derechohabientes ; el ISSSTE al 51 .25% y el
resto de las instituciones de seguridad social.
Pemex, SDN, SMN, Ferrocarriles
al 80 .66% es decir,
estas últimas parecen satisfacer más los requerimientos.
La disponibilidad de recursos para los servicios
personales (incluye medicina privada) con relación a la
población total del país ha permanecido más o menos cons -
tante entre 1970/1978.
Estos promedios nacionales ocultan las diferencias en
tre las distintas entidades federativas y regiones . Mien-
tras que el nivel nacional alcanzó en 1978, 0 .87, en Chia-
pas era de 0 .33 y en el D . F . y Estado de México era del
1 .43 .
En el nivel nacional, la capacidad de cobertura real.
de todas las instituciones que prestan servicios persona-
(31)
IMSS, Informe de Labores, 1980, P . 4
304
les era en 1978 de 54 .7% de la población nacional . Un 45 .3%
quedaba excluidos de estos servicios, veremos en próximos
apartados la situación de la medicina popular o tradicio-
nal que cubre las necesidades de este 45 .3%.
De este 54 .7% de capacidad de cobertura real el 24%
los cubre la seguridad social, el 18 .4% la asistencia social
y el 12 .3% la medicina particular . Se puede apreciar en la
gráfica 14 que los tres grupos institucionales de importan -
cia son el IMSS, asistencia del sector público federal y la
medicina privada) ; el ISSSTE, otras instituciones de asis -
tencia social, y organismos de seguridad social son de me-
nor peso . El IMSS es el que tiene la mayor capacidad insta-
lada para prestar servicios médicos (18 .1% de la población
nacional).
La capacidad potencial absoluta para el promedio de
los recursos hubiera permitido atender a casi 39 millones
de personas en 1978 (58 .9% de la población total) pero de -
bido a la concentración geográfica e institucional de re-
cursos, el total atendible se reduce a 2 .8 millones (4 .2%
de la población total), quedando como estimación final de
la cobertura real por recursos 36 millones de personas
(54 .7%) de la población nacional.
Existe por otra parte una gran disparidad en la co-
bertura real de los diferentes recursos, por ejemplo
la capacidad potencial absoluta de los médicos va de 57
millones de personas a 12 .3 millones en el caso de los la
boratorios clínicos, esto se suma a la disparidad de re-
cursos por concentración geográfica, ya anotada .
305
Así 10 .6 millones de personas, no pueden recibir ser-
vicios de salud por la concentración geográfica e institu -
cional de jos .médicos.
Tenemos una déficit total de recursos que afecta a
29 .9 millones de personas en promedio, pero en el caso de
los laboratorios clínicos es de 53 .5 millones.
Entre 1978 y 1982 el gobierno federal emprendió una
serie de acciones tendientes a ampliar los servicios per-
sonales de salud, particularmente en el medio rural . La más
importante de ellas es el convenio !MSS - COPLAMAR.
2 .3 .4 .1
Recursos humanos
Lo primero que se observa en este terreno es la desi-
gual distribución de estos recursos . De los 166 444 trabaja
dores que, en 1971, intervenían en la prestación de servi -
cios de salud, el 22% eran médicos, el 11 .5% enfermeras ge -
nerales, el 1 .6% enfermeras especializadas, el 19 .5% auxi-
liares de enfermedía, el 6 .8% otro tipo de personal para-
médico, el 4 .3% personal auxiliar de los servicios de diag-
nóstico y tratamiento y el , 34% personal administrativo y de
intendencia . Estas cifras nos revelan un elevado número de
médicos y personal administrativo . Según criterios amplia-
mente aceptados, una distribución ideal de los recursos hu
manos requería de una cantidad 3 veces mayor de enfermeras
que de médicos, así como de un número mucho mayor de auxi-
306
liares de enfermería, técnicos en salud y otros tipos de
personal paramédico . El ejemplo de Cuba, donde la salud
es uno de los terrenos de primordial preocupación y plani
ficación social, apoya la anterior afirmación ; allí existe
una composición y una distribución muy diferente de los re
cursos humanos para la salud
Sólo el 8% de los trabajadores del sistema nacional de sa-
lud son médicos ; el 23% del personal cuenta con un nivel
técnico, ya sea de enfermería, laboratorios, rayos X, o en
otras áreas ; hay 1 .5 veces más auxiliares de enfermería que
médicos, existe un odontólogo por cada 5 médicos.
La desigual distribución de los recursos es uno de
los principales problemas en el sistema de salud . Las ins
tituciones de seguridad social concentran, a más del 50%
de los médicos, enfermeras generales, personal administra -
tivo y personal auxiliar de diagnóstico y tratamiento que
existe en el país , .a más del 43% de las enfermeras especia -
lizadas y de auxiliares de enfermería, y al 81% de otros
tipos de trabajadores de la salud . Las instituciones de
asistencia para cubrir el 65% de la población, cuenta só-
lo con el 20% de los recursos médicos, de enfermería profe
sional y de otro tipo de personal y el 26% de los auxilia-
res de enfermería . Las instituciones privadas agrupan en-
tre el 15% y el 25% de los recursos . Mientras en el ISSSTE,
la SMN, el ISSFAM y PEMEX hay casi 2 médicos por cada mil
derechohabientes cubiertos y en el IMSS y los Ferrocarri -
les Nacionales entre 1 .3 a 1 .5 ; los servicios de salud y
307
rlas instituciones de asistencia pública apenas alcanzan una
tasa de 0 .5 médicos por cada mil personas.
Por otra parte hay un problema de concentración geográ
fica de los recursos, así la ciudad de México, Guadalajara,
Monterrey y otras ciudades de provincia concentran la gran
mayoría de los médicos ; el 80% se encuentra en ciudades y
poblaciones de más de 50 mil habitantes, lo que constituye
el 0 .5% de las localidades del país.
Para 1982 existía un médico por cada 1063 habitantes,
pero más del 50% de los mexicanos tienen un médico por ca-
da 6 500 habitantes.
Lo mismo ocurre con los odontólogos, cerca del 95%, se
encuentra en zonas urbanas, y un 50.% en el Valle de México
y sus alrededores.
Otro problema es el de la especialización de los pro-
fesores de la medicina . Esto es producto de la dependencia
del modelo medicalizado que ha adoptado México, práctica
médica que durante 40 años ha favorecido la división del
trabajo hasta llegara extremos deformantes tanto .cualita-
tiva como cuantitativamente . El modelo general de atención
médica hospitalario y curativo ha desplazado las acciones
generales de atención para la salud, y los niveles de
atención médica primaria y de atención secundaria, esto
implica un. alto castopara la organización racional de
los servicios de salud.
El problema tiene que ver con la formacióh y la prá .c-
.
tica de los recursos médicos . Kumate, Cañedo y Pedrotta
'308
nos dicen (32) que casi el 30% de los médicos que laboran
en instituciones de salud tienen un grado de especialistas
o están contratados como tales, y que la relación médicos
generales/especialistas muestran grandes diferencias según
el tipo de instituciones : 0 .7 en los servicios privados,
2 .32 en las instituciones de seguridad social y 1 .28 en
las instituciones de asistencia pública.
El censo de 1970 nos muestra que de 34 107 médicos,
14 778 eran especialistas
(32) . Kumate, Cañedo y Pedrotta . Lasaluddelosmexicanos y lame-
dicina en México, Colegio Nacional, México, 1977 .
309
2 .4
La medicina privada
La medicina privada es un sistema de producción de ser
vicios que se venden en el mercado, está constituida bási -
camente por profesionales que trabajan individualmente, o
por grupos reunidos en unidades de atención externa y/o hos
pitalaria, que prestan servicios como un negocio, regidos
por las leyes del mercado y la libre empresa . En México es-
ta medicina tiene un desarrollo relativo modesto debido al
alto costo y el bajo nivel salarial de la mayoría de los
mexicanos . Es por ello que no se da invasión de terreno, es
decir en términos mercantiles no hay competencia, entre la
medicina privada e institucional como ocurre en otros paí-
ses . El Estado no interviene en esta rama de la medicina.
Las modestas iniciativas para canalizar recursos de la me-
dicina privada a la población más necesitada no han tenido
éxito.
2 .4 .1 Características de los establecimientos
De acuerdo con la información disponible más reciente,
existirían en el país 1 408 unidades, hospitalarias, de las
cuales más de la ( mitad, 709, pertenecían al sector público.
Las unidades hospitalarias privadas son en promedió, muy
pequeñas, en término de su capacidad instalada, medida en
camas, sólo representaban el 18% del total.
El sector privado tiene, en promedio, 21 .3 camas por
hospital, y el sector público tiene una media de 4 .5 veces
310
mayor : 94 .1 camas por hospital que van desde 46 .7 y 49 .2 ca
mas e,n la Secretaria de Marina Nacional (SMN) y en la SSA
hasta 833 .5 en el 1MSS.
Según el último censo hospitalario, realizado en 1957,
del total de hospitales de la iniciativa privada, el 81 .2%
tenían entre una y 25 camas (76% de los hospitales de ese
rango de tamaño del pars) . Unicamente el 5 .9 de sus unida-
des eran mayores de 50 camas . Al contrario, el 30 .9% de los
hospitales del sector público, contaba con más de 50 camas.
El sector privado destinaba más de 1 .9 veces más camas
a la obstetricia que el sector público y 1 .5 veces más ca-
mas a la psiquiatría . En cambio el sector público destinaba
3 .7 veces más camas que el privado a pacientes infecciosos,
1 .9 veces camas neumologfa y 1 .8 veces más camas a la medi-
cina interna . Se observa una tendencia en la iniciativa pri
vada a destinar más camas a la obstetricia, cirugía y psi -
quiatría, mientras que el sector público tiene un servicio
más equilibrado.
Los datos que hemos manejado más arriba si bien no han
podido ser alimantados recientemente, no parecen haber sido
modificados sustancialmente en la práctica . El poder adqui-
sitivo de la población es menor en relación con los altos
costos de la medicina privada.
En 1965 un estudio nos revela que el 37% de los mé -
dicos ejercía en alguna institución pública de salud,
que el 50% practicaban en forma privada y que el 13% te-
nia un ejercicio mixto . En un estudio de 1972 que reali -
zó R . Collado, se hizo otro listado nacional de médicos
311
que mostró resultados similares : 39% de ejercicio institu-
cional, 44% privado y 17% mismo.
En 1973 Collado coordinó una encuesta sobre el ejerci-
cio de la Medicina en México que arrojó los siguientes da-
tos : 19% de los médicos se dedican a la práctica institucio
nal exclusivamente, 25% únicamente práctica privada y 56%
ejerce en forma mixta . Casi el 81% de los médicos practica
su profesión de manera privada (33)
Para otras profesiones de la salud no contamos con da-
tos que nos permitan aproximarnos a la realidad.
En cuanto a los recursos materiales ya hemos presenta-
do las cifras referentes a las unidades hospitalarias y el
número de camas, debe señalarse que se estipuló en el Có-
digo Sanitario vigente que "1os establecimientos particu -
lares para el internamiento de enfermos, prestarán sus ser-
vicios en forma gratuita a personas de escasos recursos, en
la proporción y términos que indiquen los reglamentos" . La
SSA, tres años y medio después de la promulgación del có-
digo sanitario, dispuso que esa obligación se cumplirla si
se destinara el '5% del total de días-cama disponible de ca-
da establecimiento particular . Los sanatorios particulares
se ampararon contra esta reglamentación y la SSA litigó el
asunto, pero al parecer se ha dado por vencida ya que en
febrero dé 1980 el jefe de la sección de amparos dé la Di -
rección Jurídica de la SSA señaló que como no ha sido po -
sible obligar a los establecimientos privados a cumplir la
(33) R . Collado Ardón . Médicos y estructura social, México, Fondo de
Cultura Económica, 1976 . M . Maldonado, Manual de geomédica me-
xicana, IMSS, 1967 .
312
la disposición legal, ésta deberá ser postergada por impro-
cedente . Esto ilustra la dificultad de definir en la prác -
tica una mtnima solidaridad social de la medicina priva-
da y de regularla operativamente.
No debemos olvidar que a pesar de que no existe com -
petencia entre la medicina privada e institucional, los
recursos humanos que emplea la medicina privada se forman
con fondos públicos que bajo otras circunstancias se uti -
lizarta .n en el sector institucional, la medicina privada
agrupa a casi la mitad de los médicos (o más como hemos
visto, ya que muchos tienen práctica mixta) para atender
al 18% de la población .
313
2 .5
La medicina tradicional
En 1975 se calculaba que unos 15 a 20 millones de mexi
canos se encontraban al margen de los sistemas médicos pro-
fesionales . En 1976 sólo el 35% de los 62 millones de habi -
tantes estaba cubierto por los servicios de salud de algún
régimen de seguridad social, es decir 22 millones de perso-
nas, entre las que se encontraban un 20% de la población
económicamente activa, el resto de la población casi las dos
terceras partes de los habitantes, mas de 40 millones, de-
bran ser atendidos, en teoría por la SSA, cuya capacidad de
hospitales, centros asistenciales y servicios, sólo alcanza -
ba a cubrir entre 15 y 18 millones de personas . Vale decir:
entre 20 y 25 millones de mexicanos carecían en forma perma -
nente de servicios de salud.
Como hemos visto en apartados anteriores para 1978 el
45 .3% de la población total de México se hallaba sin cober -
tura de salud.
Ese porcentaje de la población no cubierto por los ser
vicios institucionales o privados de salud recurre a las
prácticas de la medicina tradicional o popular . Pero aquí
debemos preguntarnos, si, esa medicina que persiste desde
épocas prehispánicas sólo sobrevive como práctica residual
dentro de una sociedad donde predominan las relaciones ca -
pitalistas de producción . Los pacientes de la medicina tra -
dicional o precapitalista como la califican algunos autores
deben recurrir a esta práctica sólo por que no tienen re-
314
cursos materiales para acceder a la atención médica privada
o institucional? Creemos que es una práctica que tiene no
sólo profundas raíces culturales en la población mexicana
sino que también mantiene un extendido y profundo arraigo
en la actualidad entre vastas comunidades indígenas, cam -
pesinas y sectores urbanos . Podria pensarse que tal vez es-
ta práctica responda más integralmente a la cosmovisión del
mundo que poseen amplios sectores de la población mexicana,
en contraposición con el modelo racionalista medicalizado im
perante en la medicina institucional y privada . Consideremos
primero algunas cuestiones generales sobre la práctica mé -
dica tradicional.
En esta práctica de medicina tradicional, la produc -
ción de bienes para la salud tiene la característica de
estar fundamentalmente dirigida a la satisfacción de las
necesidades de los individuos de una comunidad, sin pasar
por la intermediación del valor, y en tal sentido, es una
producción directamente social ; el aporte de los producto-
res al mercado, su producción con fines mercantiles es sólo
marginal, y en general, el trabajo efectuado es reducido:
yerbas, productos animales, minerales y humanos, sin casi
mayor gasto de trabajo que su recolección y transporte.
Las prácticas médicas en el sector tradicional se di-
ferencian conforme avanza la división del trabajo al inte -
rior de la comunidad ; así los curanderos, parteros, huese-
ros, matronas, partereras, por ejemplo, son los encargados
de cierto tipo de práctica de la salud . El sentido colec-
315
tivo que impregna estas prácticas, asf como las formas má
gicas y ofrendas, son características de la medicina tra-
dicional.
La forma de producción y servicios institucionales
van penetrando las comunidades más apartadas y van susti-
tuyendo determinadas prácticas y elementos que se utiliza-
ban en la medicina tradicional con sus productos y servi-
cios . Estas prácticas de la "medicina moderna", penetran
en las zonas rurales más apartadas, no sólo a través de la
acción del Estado instalando centros y dispensarios de sa-
lud, sino también a través de los migrantes rurales en las
ciudades, que aprenden en los centros urbanos a consumir
los "productos" de la "medicina moderna" y transportan es-
tos "progresos" y productos a su comunidad rural . El dine-
ro que se obtiene en el trabajo asalariado, tanto como jor
nalero en el campo, y uobrero descalficado en la ciudad,
permite la adquisición de los medicamentos y mercancías y
servicios de salud . El grado de dependencia que se obser-
va, en estas comunidades rurales, en relación con el consu-
mo de bienes y servicios de salud "modernos", es cada vez
mayor ; la penetración de estas formas de consumo capitalis -
ta, que por supuesto, se inserta en un proceso más amplio
de consumo en general que va destruyendo irreversiblemente
las formas tradicionales de la salud, así como un conjunto
de prácticas sociale,s .precar¡as.
En la base de esta situación se encuentran factores
básicos de la producción de bienes y servicios de salud:
la industria farmacéutica y la acción del Estado . La pene-
316
tración de los sofisticados medicamentos de la industria quT
mica farmacéutica, en los mercados de las comunidades desin
tegran las prácticas colectivas de salud de estas formacio-
nes sociales ; y además se va generando una marcada integra-
ción y dependencia al conjunto de la "sociedad" y de las
formas de consumo y producción de ésta . Aqui juegan un pa-
pel predominante las campañas publicitarias de algunas em-
presas químico-farmacéuticas, creando necesidades de consu -
mo anteriormente inexistentes, o satisfechas bajo otras for
mas de producción que respondían básicamente a las caracte -
rísticas culturales de esa comunidad . Así tenemos los ejem -
plos de la demanda de antipirético de marca X producidas por
la empresa transnacional y, con insumos y tecnología impor -
tada .
Estas prácticas médicas, sufren una cierta desintegra
ción porque se destruye la economía natural de subsistencia
de estas comunidades.
La introducción de medicamentos producidos por la in-
dustria farmacéutica y de prácticas médicas "modernas", ace
leran rápidamente la disolución de la medicina tradicional.
Los nuevos patrones de consumo de salud obligan a una adap
tación muy forzada de individuos acostumbrados a tener una
relación muy particular y fundamentalmente diferente a la
occidental con su cuerpo y con la enfermedad . La entrada
del médico occidental o la enfermera, poseedores del cono-
cimiento (que jamás transmiten ni explican, simplemente
obligan a cumplir con un determinado tratamiento) coloca a
los individuos pertenecientes a estas comunidades en una
relación de sumisión (inferioridad) frente a los valores
317
y patrones de consumo de sociedad occidental, "moderna".
Por otra parte este consumo de bienes y servicios de salud
capitalista no sustituyen en todos los casos los medicamen
tos ni las formas curativas de la medicina precapitalista.
La medicina tradicional que constituye la respuesta
social más importante a la enfermedad en gran parte de las
comunidades rurales, y algunos sectores urbanos marginales,
no encuentra su lugar en la estadística institucional ..
En lod diversos estudios consultados para el presente
trabajo las referencias a las prácticas de medicina tradi-
cional son muy breves o peyorativas y se las reconoce co-
mo un lamentable indicio de un sistema que aún no consigue
satisfacer las necesidades básicas de salud de un país, en
crecimiento.
Consideremos junto con C . Zolla (34) a la medicina
tradicional como un recurso para la salud, esto conlleva
dos dificultades : por un lado se reduce a la mediana tra-
dición a lo que se entiende por recurso, dejando de lado
las prácticas, concepto y creencias de la medicina tra-
dicional que representan más que un recurso para la sa-
lud ; pero por otro lado ésta conceptualización de la medi
tina tradicional como recurso para la salud permite tener
un ' cuadro más realista de la
xico .
situación sanitaria en Mé-
(34) Zolla, C . La medicina tradicional mexicana y la noción de recur
so para la salud .
318
En la confrontación con la medicina tradicional, el mo-
delo hegemónico actúa como excluyente de las otras culturas
médicas o .bien con un sospechoso silencio . La estadística
no extiende sus cuadros, sus tablas, sus curvas, su mues -
tra o sus inferencias hacia aquellas regiones que no cubre,
o que cubren otros . Infiere, sin embargo, que la exhausti -
3idad es su carta de cientificidad (35)
La etnografía, principal herramienta de estudio de la
medicina tradicional ha señalado como característica de és-
ta los mecanismos de transmisión oral de los conocimientos,
la ahistoricidad, la carencia de dinamismo, las jerarquías
de los curanderos, la permanencia de los principios bási-
cos de las cosmovisiones y la continuidad interpretativa
con formas de pensamiento presentes en las grandes culturas
agrícolas, especialmente nahuatl y maya . Al no poseer la
medicina tradicional un corpus doctrinado escrito al cual
referir las manifestaciones regionales, los métodos emplea-
dos para describirla son siempre vagos . Las fuentes histó-
3icas de los siglos XVI, XVII ,y XVIII confunden la medici-
na tradicional con la herbolaria.
En la actualidad no existen estudios dedicados a la me
dicina tradicional desde el punto de vista de la problemá -
tica del proceso salud/enfermedad . En los estudios realiza-
dos no se analiza a la medicina tradicional en relación con
los procesos productivos, los cambios profundos que debió
(35)
Zolla, c . op . cit . p . 18
319
crear la caída demográfica de la Nueva España o su signifi-
cación dentro de la cobertura médica durante la colonia.
En la noción de recurso para la salud se clasifican
en humanos, materiales y financieros, y representan --al me
nos en teoría-- el potencial disponible de una nación para
implementar acciones preventivas y curativas.
En México los recursos se estiman cualitativa y cuan-
titativamente a través de la información estadística que
proveen las instituciones de salud y que procesa la Coordi-
nación General de los Servicios Nacionales de Estadística,
Geografía e Informática de la SPP . La captación y evaluación
de los recursos de salud responden a una lógica interna del
sistema médico, del cual quedan exlufdos los médicos tradi-
cionales y con ellos riás de 30 millones de mexicanos.
Así tenemos un ejemplo estadístico en que se destacan
el número de partos atendidos y nacimientos registrados . En
este cuadro se puede comprobar que por ejemplo, para los es
tados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Guerrero
los partos no atendidos superan el 90% de los nacimientos re
!gistrados . ¿Qué se entiende por parto atendido? suponemos
que los que son atendidos en los servicios proporcionados
por las unidades médicas, descentralizadas, civiles, esta-
tales, municipales, Cruz Roja, universitarias, sindicales
o patronales y otras pertenecientes a instituciones o de-
pendencias oficiales y privadas . Como dicen Kumate, Cañe-
do y Pedrotta, la población utiliza sobre todo en las áreas
rurales "recursos no institucionales y no académicos", en
320
estas áreas rurales viven alrededor de 35 millones de habi-
tantes.
La situación de los recursos para la salud en México
quedan desde esta perspectiva totalmente desvirtuados en
su evaluación . Resulta necesario entonces tener en cuenta
como recursos manifestaciones médicas que no se encuentran
dentro de la esfera institucional ni académica . No debemos
pensar solamente en las áreas rurales, sino se debe consi-
derar también a las más diversas expresiones de la activi-
dad terapéutica que han proliferado en las ciudades, espe-
cialmente en los últimos 20 años, la homeopatía, la acupun
tura, la quiropraxia o la naturopatia.
"El modelo médico ha visto como recurso para la salud
sólo aquellas manifestaciones u objetos que ha logrado ge-
nerar en su campo de investigación y desarrollo u otros que,
surgidos en áreas de la práctica médica ajenas a su dominio
se han incorporado dentro de los límites de la racionalidad
que su modelo reconoce" . (36) Asf es como en los últimos
años se han incorporado "al campo de la medicina" vegetales
extraidos de aquellas especies que la herbolerfa medicinal
de los pueblos "primitivos" o de las grandes culturas agrí
colas tenían incorporadas a su terapéutica o a sus rituales.
Pero en general se califica de tratamiento no médico de la
enfermedad a los tratamientos de la medicina tradicional.
(36)
Zolla, c . op . cit . pág . 27
321
Pero entonces ¿cómo podremos contabilizar los recursos humanos
y materiales de la Salud en México? Se han realizado aisla
dos intentos de integrar ambas medicinas y en algunos ca-
sos los resultados han sido positivos.
Asf el programa de interrelación de la medicina tra-
dicional con las actividades del IMSS-COPLAMAR, se habla
diseñado para promover "la participación del médico, del
curandero y de la partera empírica en forma conjunta" a fin
de apoyar las medidad "tendientes a lograr el combate efec-
tivo de las enfermedades, la adopción de acciones profilác-
ticas y preventivas con la consecuente elevación del nivel
de salud del campo.
Este programa presentó varias dificultades . Por un la-
do cierta resistencia de parte de los médicos tradicionales
ya que hablan sido sólo objeto durante años de persecución
y menosprecio, por otra los médicos modernos no contaban
con demasiados elementos como para acercar que a aquellos y
sobre todo tenían una gran ignorancia sobre la dinámica y
contenidos que la medicina tradicional . Se fue logrando len
tamente el inicio de un diálogo entre ambas medicinas en
los comités de salud de las UMR .
A pesar que el programa
comenzó en febrero de 1982, los datos obtenidos sobre los
recursos
de la salud en el campo de la medicina tradicio-
nal resultan significativos.
2 .5 .1
Medicina tradicional en el medio urbano.
importante volver a remarcar la existencia de me-
dicina tradicional en los medios urbanos . En muchos merca-
322
dos capitalinos existen los tradicionales puestos de yerbe-
ros, y está el importante mercado de Sonora, en donde pue-
de uno encontrar desde un té de boldo para el hígado y ob-
jetos de magia erótica tradicionales.
También en la ciudad de México esiste un gran número
de individuos que curan por medio de esta medicina tradi-
cional : en algunos casos es el mismo expendedor de estos
medicamentos, en otros se trata de personas especializadas
en curar distintas enfermedades como el "mal aire", "mal
de ojo", el "susto", la "pérdida del alma", etc . No existe
ningún censo de estos médicos tradicionales, obviamente
no existe porque, entre otras cosas, muchos ejercen clan-
destinamente su oficio, ya que no está jurídicamente recono
cido .
Estos médicos son consultados en diferentes colonias
de la capital, sea que estos vivan allí o que vayan a la
casa de un particular a dar consultas . Es interesante re-
calcar el hecho de que las personas que acuden a estos ser-
vicios de salud pertenecen a diferentes estratos sociales,
esto es un indicio de la extensión urbana de la medicina
tradicional . En la ciudad de México las curaciones tradicio
nales no son únicamente a base de herbolaria sino que tam-
bién se emplean oraciones, conjuros, limpias, etc . Por las
tiendas del Correo Mayor se encuentran tiendas con gran va_
riedad de oraciones para pedir curaciones de alguna enfer-
medad, el alejamiento del hechizo, etc .
1
323
En una investigación realizada en el Hospital Gene -
ral de la SSA, de octubre de 1970 a diciembre de 1971,
se pudieron apreciar fenómenos de gran interés, ya que se
pudieron constatar una extendida práctica donde se combi-
nan elementos de la medicina tradicional con los de la me-
dicina que ofrecen los servicios institucionales.
En el curso de la investigación se pudo constatar que
un 80% de los pacientes internados en el hospital, a quie-
nes se entrevistó previamente al ingreso, hablan utilizado
ya terapéuticas tradicionales para sus respectivos males.
Debido a lo avanzado de los síntomas de su enfermedad fue-
ron hospitalizados, y desde el primer contacto con esa ins
titución resintieron un choque cultural y terapéutico, que
en muchos casos bloqueó ante el nuevo tratamiento . En ge-
neral los pacientes son de origen rural-urbano.
Los pacientes viven la enfermedad desde un universo
tan ignorado por los médicos, (los datos que el paciente
aporta en este sentido jamás entran en su historia clíni -
ca) que el choque cultural es tan profundo que puede lle -
gar a neutralizar en un principio el tratamiento aplica-
do por el médico . "La ignorancia de la medicina tradicio-
nal provoca una serie de conflictos institucionales, pro-
fesionales, religiosos,
terapéuticos y humanos . . ." (37)
(37) Anzures y Bolaños, M . del Carmen . "La medicina tradicional en
la ciudad", en La medicina invisible, Folios Ed .
324
'
2 .5 .2
La herbolaria en México
Las plantas medicinales de México, son uno de los re-
cursos más importantes de la medicina tradicional ; también
la medicina moderna (occidental y científica) reconoce en
ellas recursos fundamentales para el desarrollo de la te-
rapéutica ; además son o han sido, el origen de varios me-
dicamentos, de productos químico farmacéuticos de los que
se enorgullece la tecnología médica contemporánea . Pero la
herbolaria de México no puede verse solamente como materia
prima para la industria químico-farmacéutica.
Al igual que en otros lugares del mundo, las plantas
proporcionaron a los habitantes de América la respuesta
alimenticia y medicinal que, desde épocas muy remotas, re-
querían en su interacción con la naturaleza . El proceso de
aprendizaje sobre la eficacia de tales recursos vegetales,
la diferenciación y consecuentemente cultivo, forman parte
del desarrollo de los grupos humanos que fueron poblando
el territorio de Mesoamérica.
La conquista destruyó parte de la cultura provocando
un profundo desequilibrio demográfico . Pero terminadas las
acciones bélicas, la colonia ofreció un clima propicio pa-
ra una larga y compleja modificación de la hebolaria indí-
gena . La medicina española (igualmente rica en plañtas cu-
rativas transmitió sus recursos a las terapias indígenas,
y poco a poco se fue formando una "nueva" herbolaria me-
xicana, combinación de recursos europeos y locales . Mu-
chas enfermedades de estricto origen indígena empezaron a
ser tratadas con yerbas europeas y viceversa .
325
Las autoridades médicas de la colonia cuestionaban la
correcta aplicación de las yerbas en sí y el ataque estaba
dirigido hacia el "Marco cultural" en que se utilizaban po-
pularmente la herbolaria medicinal.
Durante el siglo XIX y principios del XX, la medicina
oficial se transformó como resultado del desarrollo que en
el orden de las ideas produjo la ilustración de fines del
XVIII . Al ceder el paso al racionalismo y posteriormente al
desarrollo experimental de la biología y de la medicina,
esta cultura médica, se apoyó en premisas con una nueva pla
taforma conceptual desde donde califica hoy a las otras me-
dicinas.
Recientes estudios han hecho estimaciones aproxima-
das sobre el número de plantas medicinales en México, se
calculan más de 3000 plantas.
Existe un comercio organizado de plantas medicinales
(cuyo centro es el mercado de la ciudad de México) con ru-
tas bien establecidas y un sistema de distribución, que
nos permite identificar un conjunto de plantas básicas
que se utilizan en lo que fuera la zona de influencia me-
xica y culturalmente náhuatl . Del centro-sur del país ha-
cia el limite con los USA el flujo de plantas medicinales
es constante.
Como hemos señalado ya, la herbolaria forma parte de
la cultura de todos los estratos sociales que integran es
te pals . Ya sea que se llame "medicina doméstica" en las
clases económicamente altas o medicina tradicional en
326
las clases populares.
El consumo de plantas medicinales en México de hoy es
'muy elevado, desde el pequeño huerto familiar en que se cul
tivan algunas de ellas, en el medio campesino hasta la so-
fisticada presentación en las tiendas de autoservicio.
Durante los últimos 20 años del siglo XIX, la medici -
na oficial desarrolló interesantes estudios sobre la compo
sición de muchos remedios vegetales, Fue el periodo en que
se asentaban las bases de la industria farmacéutica nacio-
nal y competitiva con la del extranjero, recurriendo al es -
tudio de la flora útil de la que hacia uso la población ; se
pretendía industrializar y aplicar terapéuticamente estas
plantas . El proyecto fracasó, pero las publicaciones de ta-
les estudios fueron tan abundantes que proporcionaron mate -
rial bibliográfico suficiente para ser utilizado durante los
siguientes 50 años.
El interés por la flora medicinal ha renacido en los
últimos diez años . La ciencia occidental, y con ella su me-
dicina, retoman el estudio de las propiedades medicinales
de las yerbas.
"Seguiremos menospreciando la cultura medicinal popu-
lar, avergonzados de nuestros recursos por creerlos articu-
lados, mientras los extranjeros los captan y promueven" .(38)
(38)
Loyola, Xavier, "La herbolaria medicinal de México",
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