Instituto de Enseñanza Superior Dr. Miguel Campero
PROPUESTA DE TRABAJO POR MATERIA PARA DOSSEMANAS DE CLASE
Nombre de la Institución: I.E.S Dr. Miguel Campero
Carrera: Profesorado de Educación Inicial
Curso: 2° año
Docente a cargo: Alicia Luque
Presentación de los ejes de la materia:
I-Por qué una Didáctica de Educación Inicial
II-El currículum del Nivel Inicial
III-El juego
IV-Organizadores de la situación didáctica
V-La evaluación en el Nivel inicial
Clase 4 y 5Introducción al tema:
Las ideas, principios y propuestas de acción de pedagogos cuyos nombres
son clásicos en la historia de la educación infantil: Froebel, Agazzi, Montessori y
Decroly. sentaron las bases de la pedagogía y la didáctica propia de la acción
educativa correspondiente a las instituciones destinadas al niño en sus primeros
años.
Link videos:-Día de los Jardines de Infantes (parte 2) https://youtu.be/ 9bRMKOFJX2M
Material de lecturaFicha 4: Aportes a la Educación Inicial: Hermanas Agazzi, Montessori y Decroly
Trabajo Práctico:Consigna:
1- Disfrutar del video Día de los Jardines de Infantes (parte 2) 2- Realizar la lectura de la Ficha 4Les sugiero preguntas orientadoras a tener en cuenta al realizar la lectura del
materia (Agazzi, Montesori y Decroly)l: ¿cómo define al niño?, ¿qué tipo de
actividades propone?, ¿cuál es el rol del docente?, ¿qué materiales propone para
trabajar con los niño?, aportes a la educación de la época...
3- Recuperar registros de observación de clases en jardines maternales, del
Espacio Práctica Profesional I.
Preparen sus argumentos a partir de los siguientes interrogantes: ¿Pueden
encontrar en la actualidad, algunas huellas de los precursores (Hermanas Agazzi,
Montessori y Decroly) en la educación de los niños más pequeños, en particular
en los jardines maternales?, ¿Qué valoran de este legado?. Registren dichos
aportes.
Ficha 4: Aportes a la Educación Inicial: Hermanas Agazzi, Montessori y Decroly
Hermanas Agazzi- Rosa (1866-1951) y Carolina (1870-1945)-ItaliaLas hermanas Agazzi, educadoras italianas formadas en la Escuela Normal
del Magisterio de Brescia, inician su labor educativa en la educación básica y
parvularia. Comenzaron a desarrollar el método que lleva su nombre cuando se les
encomendó la dirección del Asilo de Mompiano.
La concepción de las hermanas Agazzi respondía a las características y
necesidades de los niños y de la familia del medio rural italiano en el que durante a
primera mitad del siglo XX desarrollaron su acción como maestras jardineras.
Consideran que el “niño es un germen vital, espontáneo y capaz por sí mismo
del completo desenvolvimiento de sus capacidades. Para ello la educación infantil
debe orientarse en el sentido de darle al niño oportunidades para que se manifieste
libre y espontáneamente, lo cual no implica que el adulto deje de ejercer una
continua vigilancia sobre él. (Dejar vivir y hacer vivir)
La labor de las educadoras consiste en observar y estimular al niño para que
se desarrollen todas sus potencialidades. No se obliga a los niños a realizar
determinadas actividades, sino que se pretende que sean libre en la medida de lo
posible (que sean libres cuando tengan sed, de lavarse las manos si lo necesitan)
(principio de libertad). La maestra los estimula para que lleven adelante las que han
iniciado, es decir, su tarea es animar y ayudar a que cada uno realice su tarea
(trabajo independiente).
Consideran que en la Escuela los niños son los dueños de la casa, en la que
viven libremente, trabajan y juegan por iniciativa propia.
En el modelo agazziano se busca que el niño aprenda dándole oportunidad de
obrar, para lo cual es necesario presentarle lo que es de su ambiente y responde a
sus necesidades; es decir debe ser tomado en consideración inserto en su propio
medio social y físico.
De ahí la importancia que se le asignara a la lengua hablada en su comunidad
así como a los elementos materiales que forman parte del medio físico en que ésta
se halla ubicada.
Los objetos sin valor, los materiales de desecho recogidos por niños y
maestros, eran clasificados, ordenados y dispuestos en el “museo didáctico” para ser
luego utilizados en diversas actividades para el desarrollo sensorial, el lenguaje, la
creatividad, etc.
El material didáctico es de muy bajo costo, se aprovecha todo. El ambiente
proporciona todo el material necesario, empleándose en gran medida material de
desecho.
Las actividades más habituales son:
-Actividades de la vida práctica: cambio de ropa, preparación de la mesa,
lavar la vajilla, limpiar y arreglar el comedor.
-Ejercicios de lenguaje entre la profesora y el niño para enriquecer su
vocabulario y corregir defectos de dicción y pronunciación por medio de
conversaciones libres.
-Ejercicios de discriminación intelectual, que se realizan con material creado
por las mismas profesoras.
-Las actividades de jardinería: como medio para que el niño aprenda a
conocer y amar la naturaleza.
-Canto: se utiliza mientras se hace cualquier tipo de actividad. Es un medio de
desarrollar el sentido estético y una necesidad humana que hay que aprovechar.
-El juego como actividad principal. Los niños de esta escuela están siempre
trabajando con juguetes y por lo tanto, no se acuerdan de ponerse a jugar.
Le asignaron importancia al canto, al lenguaje, al trabajo manual (cadenas de
papel, pañuelos plegados, hacer libros plegando sus hojas y armándolos, cajas de
cartón para llevar objetos).
La introducción de las “contraseñas” -otro importante aporte agazziano- se
originó en la necesidad de que cada niño distinguiera y utilizara con autonomía sus
pertenencias, pero, al mismo tiempo, junto con esta finalidad, contribuyera a
desarrollar el lenguaje, sirviendo igualmente para distinguir formas y colores.
Las contraseñas (distintivos) consistían en dibujos que iban desde flores,
hojas o frutas, etc para los más pequeños (3 años); útiles de la vida diaria para el
grupo que le sigue en edad (4 años) terminando con figuras geométricas para los
más grandes (5 años), como recurso para el orden y ubicación de los objetos de los
niños. Rosa Agazzi afirmó que la “contraseña” a pesar
de ser insignificante es el comienzo de una vida
ordenada.
Las formas se distinguen por comparación: esféricas son las naranjas, las
pelotas; cúbicos: la caja; cilíndrico el tronco del árbol.
Para la distinción de los colores, el método se apoya en la vida diaria; un color
en sí, no significa nada, porque los niños no tienen capacidad de abstracción, pero si
ese color corresponde a un objeto familiar al niño, el asunto cambia de aspecto. Así
el amarillo es percibido por el niño porque amarillo es el limón, las perlas que
enhebra…
El jardín agazziano se preocupó por crear alrededor del niño un ambiente
acorde con su vida familiar y social, pues consideraba a éstas “una fuente de
inagotables medios educativos”, es decir que reivindica en especial los valores
propios del ambiente comunitario en que se hallan inmersas la familia y la escuela.
En cuanto a la organización de los grupos de niños, se tiende a la división en
secciones de un año: 3 a 4 años, 4 a 5 años y 5 a 6 años.
Con respecto al ambiente físico hay una especial preocupación para que el
ambiente reúna requisitos esenciales de higiene, y cumpla con una buena
iluminación, ventilación, calefacción, etc.
Montessori (1870-1952) ItaliaMaría Montessori estudió medicina en la Universidad de Roma, graduándose
en 1896; sien do la primera mujer en graduarse en medicina en Italia.
En 1907 se le encargó organizar en un barrio obrero de Roma una serie de
escuelas para niños, con el propósito inicial de “impedir que quedaran abandonados
por las calles, ensuciando las paredes y sembrando el desorden”. De esta manera,
se fundaron en forma sucesiva una serie de Casas del Bambini (Casa de los niños),
organizada según su método basado en la aplicación a niños normales de las
experiencias y resultados obtenidos en sus trabajos e investigaciones con niños
deficientes (discapacidad intelectual).
Para Montessori la infancia es una etapa con significado propio, es decir, el
niño no es un adulto en miniatura ni un sujeto pasivo sino que tiene necesidades e
intereses propios, es un ser que juega, experimenta y se adapta al medio físico y
social que le rodea.
La pedagoga italiana define al niño por sus características específicas,
considerando que el niño es un ser particular, diferente del adulto, que hay que
respetar su individualidad, está dotado de un inmenso potencial y, a su vez, está
necesitado de cariño.
El niño es esencialmente activo, y es a través de su actividad como la
inteligencia aprehende los objetos del mundo exterior.
Tenía fe en las potencialidades que traía el pequeño al nacer y en que, a
través de una educación dentro de un ambiente propicio, se podría lograr su
desarrollo pleno y armónico.
Consideraba que el niño es una totalidad en la que lo mental y lo físico están
estrechamente relacionados. La actividad motora es de fundamental importancia en
el desarrollo intelectual, dado que todo lo que llega del exterior a través de dicha
actividad -la de la mano en particular- es lo que alimenta la inteligencia infantil.
Es la primera pedagoga que reconoce la necesidad de educar la inteligencia
del niño desde su más tierna edad. Propone crear un ambiente en el que pueda
encontrar elementos cognoscitivos, a fin de permitirle, desde muy temprano,
aprendizajes que le servirán de apoyo para los que pudiera alcanzar posteriormente.
El interés del niño por lograr conocimientos estaba presente en él desde muy
temprana edad, constituyéndose en la principal motivación para sus aprendizajes.
Sobre esta base se introduce en sus Jardines de Infantes vinculadas con la
enseñanza de la lectura, la escritura y la matemática.
El método Montessori hace hincapié en la necesidad de un ambiente
estructurado, en el que el niño pueda ejercer libremente sus iniciativas.
Propone un nuevo papel para el docente en el que pasa a ser guía y
facilitador del proceso de aprendizaje donde el protagonista es el niño. El papel del
adulto es el de preparar, dirigir y guiar con una actitud tranquila y serena, sin
intervenir de manera directa con autoritarismos o imposiciones, sino presentándole el
material y explicándole el uso para el que ha sido construido.
El papel de la maestra es esencialmente el de una observadora, que debe
acudir en ayuda del niño en los casos en que éste no pueda valerse por sus propios
medios.
Postula una adecuación de ese ambiente a las necesidades del niño, que van
desde el mobiliario de la sala en lo físico hasta la libertad para elegir sus actividades.
En tal sentido, creó un ambiente y un mobiliario de tamaño adecuado a la talla de los
pequeños, es decir mesas y sillas pequeñas fácilmente movibles, así como armarios
bajos con cajones para cada niño.
Para la educación sensorial utilizó una amplia variedad de materiales
destinados a la ejercitación de cada uno de los sentidos. Entre ellos se encuentran
series de campanillas, objetos de peso y consistencia, olor y sabor distintos y la serie
de encajes sólidos y planos para desarrollar la agudeza visual y ejercitar los
músculos, plantados. Este material tiene condiciones que facilitan el autocontrol por
parte del niño, son autocorrectores. Por ejemplo, en el caso de los encajes (piezas o
cuerpos a ajustar en determinado espacio hueco), si el niño no coloca la pieza donde
corresponde se encontrará con que le falta o le sobra espacio al introducirla.
Ejemplo de materiales de desarrollo autocorrectores: Torre rosa (compuesta
por 10 cubos que van disminuyendo gradualmente de tamaño. El mayor tiene 10 cm.
Y el menor uno. Juego de cilindros: son bloques sólidos en los que encajan diez
cilindros que varían en diámetro, altura, o en ambos. Barras rojas: la más larga tiene
un metro y van disminuyendo cada 10 cm lo que permite representar contenidos del
1 a 10.
Materiales para la lectura y escritura:
-Letras en papel de lija: vocales de color azul y consonantes en rojo. Son
letras individuales con las que los niños aprenden a unir letras que le son familiares
(Alfabeto móvil).
-Tarjetas de órdenes: Cada una indica una acción. Cuando sale la tarjeta, los
niños leen la palabra y hacen lo que dice (saltar, cantar…). Aprenderán a reconocer
las letras que contienen las palabras que escuchan.
En la sala Montessori los niños realizan actividades vinculadas con el cuidado
y el desenvolvimiento personal, que los ayudan a manejarse en forma independiente,
al igual que otras como barrer, poner la mesa, ordenar y cuidar el material que se les
ha suministrado a fin de que desarrollen habilidades relacionadas con el quehacer
diario, con el cuidado del entorno.
Montessori no separa los niños por grupos de edad, por lo que los de 3, 4 y 5
años conviven en el mismo ámbito; de esta manera un niño puede trabajar tanto con
los de su misma edad como con otros menores o mayores que él “con lo cual el
aprendizaje de los niños mayores se refuerza cuando ayudan a alguno menor y los
menores son estimulados al estar en contacto con el trabajo de los más grandes”.
Las clases colectivas tienen importancia secundaria dado que, de acuerdo con
la concepción de la pedagoga italiana de que cada niño es una individualidad
singular, el acento está puesto en la adecuación de la enseñanza al ritmo propio de
cada uno.
Ovidio Decroly (1871-1932)
Decroly médico y pedagogo belga, se orientó hacia la actividad educativa a
partir de su experiencia en el trabajo con niños retrasados mentales. Su concepción
educativa está relacionada con su formación médica.
Consideró que muchos de los procedimientos aplicables a la educación de
estos podrían ser valederos y eficaces en el Jardín de infantes.
Para Decroly el fin último de la educación es, el desarrollo y la conservación
de la vida. La escuela debe tener como centro al niño y tomar en cuenta sus
intereses-vinculados con sus necesidades-palanca de todas las actividades
educativas.
El alumno es un ser biológico que se adapta a los cambios del entorno…”es
un ser viviente, y por lo tanto resulta necesario que la escuela responda a
condiciones biológicas”. Sugiere se le respete su originalidad como organismo.
Demostró preocupación por lo sociológico; considera la división, frecuente en
su época, entre niños de la ciudad y niños del campo y reivindica el valor de las
experiencias de estos últimos, subestimada frente a los de las ciudades. Pensaba
que la vida estaba directamente vinculada con la naturaleza y le preocupaba el
problema de los niños de la ciudad que ignoraban la vida natural. Como no podía
proponer llevar directamente las escuelas al campo sugiere poner a los niños en
contacto con ella a través del cultivo, la cría de animales, las excursiones, etc.
(huerta, jardín, rincón de los animales)
Sobre la base del fundamento psicológico de que la actividad psíquica no está
constituida por elementos aislados, sino que es una totalidad dentro de la cual se
perciben unidades o estructuras organizadas, introduce el concepto de globalización
de la enseñanza. De acuerdo con este principio, el pensamiento del niño no es nunca
analítico sino sincrético. Es decir que el niño percibe antes el todo que las partes.
Así, al enseñar a un niño un animal, por ejemplo, éste no verá sus partes y
cualidades, sino que captará al animal completo para pasar después al análisis de
las distintas partes.
Decroly propone organizar la enseñanza por medio de los Centros de Interés,
como forma de organizar las actividades, organizados alrededor de un tema eje y
sobre el cual se apoyarán ideas asociadas al mismo, durante, al menos, un mes.
El desarrollo de los centros de interés tiene lugar en tres momentos: la
observación de fenómenos (se desarrollará en el medio natural), la asociación o relación de los hechos observados y la expresión de las ideas oral o gráficamente
(comprende todos los ejercicios de lenguaje, trabajos manuales, dibujo, como medios
de comunicación y de producción infantil).
El contenido de estos centros de interés debe estar relacionado, por una parte,
con las necesidades básicas del niño (alimentación, defensa contra peligros y
accidentes, etc) y, por otra, con su ambiente, centrado en él mismo y su relación con
la familia, la escuela, la sociedad, los animales, las plantas, etc.
El papel del maestro es guiar este proceso en el que la observación tiene
fundamental importancia ya que en las actividades de observación interviene el
trabajo de los sentidos, trabajo que según Decroly, estimula la actividad mental.
Desecha los materiales abstractos, de formas geométricas y adopta para sus
clases con los pequeños formas que sugieren elementos de la vida diaria; concreta
esta idea en los materiales de juego de su creación: loterías de forma, tamaños,
colores, posición, asociación.
Pese a que Decroly pensó y diseñó su método para la escuela primaria, vio la
necesidad de crear Jardines de Infantes en los que sus propuestas tuvieran
aplicación, para los niños de 3 a 6 años: “porque ocurre que el medio familiar no es
siempre favorable al buen desenvolvimiento del niño”.
Se plantea la homogeneización de los grupos en base a ciertas características
comunes de desarrollo (edad mental). Estaban juntos niños de 3 a 15 años, los que
tenían una permanente oportunidad para el encuentro y el trabajo conjunto.
Se plantean promedios deseables de cantidad de niños en cada grupo:” no
más de 20 a 25”
Las salas deben estar dispuestas tipo talleres o laboratorios, con estantes
para colecciones, cajas de clasificación, terrarios, etc, debiendo participar los niños
en la organización de ellos. Las paredes se señalan “llenas de dibujos, trabajos” de
los niños.
Postula tres leyes fundamentales del trabajo pedagógico: “Ir de lo concreto a
lo abstracto, de lo simple a lo compuesto, de lo conocido”
Bibliografía: -Bosch L. y otros (1994). El jardín de infantes de hoy. Ed.
Sudamericana. Buenos Aires.
-Documento de Apoyo Nº 1 / Año 2005.Versión Preliminar. Aportes
teóricos para la reflexión sobre la práctica en el Nivel Inicial
-Duprat, H. Bosch L. (1995): Estructuración. Orientaciones para la
práctica. Ed. Ediciones Colihue. Bs. As.
-Maiques March J. y otro (1989). El currículum en la escuela infantil. Ed.
Santillana. Madrid. España.