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INTRODUCCION
El consumo de heroína en la actualidad se ha vuelto un serio problema socio-económico en
el Ecuador, tomando como principales consumidores y expendedores de dicha sustancia
estupefaciente a adolescentes, problema de gran importancia dada a la gravedad,
complejidad y magnitud de las consecuencias tanto sociales y personales que se derivan del
mismo.
Actualmente se conocen una gran variedad de problemas generados por el consumo de
Heroína y otros derivados del Opio las cuales podemos destacar la drogodependencia e
intoxicación siendo difícilmente contrarrestado ya que la cultura de nuestro medio ha
creado tolerancia del consumo del mismo y de otras drogas tales como el alcohol y el
tabaco. El cual nuestro problema a enfocar se encuentra infravalorado en el entorno social y
familiar.
En mi año de internado observe una cantidad considerable de jóvenes consumidores de
diversos tipos de estupefacientes en especial una sustancia conocida por ellos como “H”
conocido por nosotros como heroína y a su vez intoxicación por la misma llamándome
mucho la atención sobre estos casos especiales.
La Heroína es un derivado opioide que hace pocos años se dio a conocer en el Ecuador,
dando así nuevas alternativas de consumo de estupefacientes a grupos más vulnerables
como lo son los niños y adolescentes, siendo dicha sustancia muy adictiva.
Dicho problema a pesar de tener un índice considerable en zonas de bajos recursos
económicos no hay que dejar a un lado personas de condiciones económicas altas,
encontrando así cifras que son imposibles de ignorar.
El Instituto de Neurociencias de la ciudad de Guayaquil desde hace unos años está
atendiendo esta ola de pacientes consumidores de heroína guiándolos en su tratamiento y
aconsejando a los jóvenes que se encuentran o encontraron inmiscuidos en el mundo de las
sustancias estupefacientes, siendo así el sitio de mayor afluencia de dichos jóvenes.
2
La asociación consumo de drogas-enfermedad mental por lo tanto parece ser una asociación
etiológica que podría explicar de forma importante la génesis y las dificultades en el
manejo del abuso, dependencia y mal uso de sustancias lícitas e ilícitas (Drake R, 1998;
Bellack A, 1999; Bennett M, 2001)
Lamentablemente la combinación del consumo de drogas y enfermedad mental tiene
connotaciones especiales y puede empeorar cualquiera de los dos componentes, estos
pacientes tienen dificultades para que se les acepte en casa y podrían no ser tolerados en los
lugares de rehabilitación. Además pierden su sistema de apoyo primario y sufren de
frecuentes recaídas y hospitalizaciones. La violencia prevalece más entre la población que
ha recibido un diagnóstico dual (Mueser K, 2003; Morales Z, 2006).
La meta de mi trabajo realizado es hacer saber este es un serio problema de la adolescencia
actual y sugerir alternativas de rehabilitación para evitar el consumo del mismo y a su vez
disminuir la incidencia de casos de pacientes hospitalizados por efectos del consumo de
heroína.
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CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema:
El Instituto de Neurociencias localizado en la Ciudad de Guayaquil se atiende una gran
cantidad de pacientes adolescentes por patologías propias de ingesta o contacto de
sustancias nocivas y también con problemas de drogodependencia.
Durante mi estadía en el área de consulta externa y centro de integración del hospital
cumpliendo mi labor como Interno de me medicina, pude darme cuenta de que existe un
gran porcentaje jóvenes con problemas de consumo de heroína de manera impulsiva
acompañado de trastornos del comportamiento.
Dado que la cantidad de pacientes con dicho problema es notoria decidí realizar un estudio
enfocado en el consumo de Heroína en adolescentes o como lo conocen estos pacientes, El
“H”; también la frecuencia de consumo y la comorbilidad con trastornos psiquiátricos, dado
que este es un serio problema de salud pública y también en el ámbito socioeconómico.
4
JUSTIFICACIÓN.
Las adicciones han adquirido en los últimos años las características de epidemia.
Son enfermedades multifactoriales, lo que hace necesarias conocer la relación existente
entre la enfermedad adictiva y las patologías asociadas.
La siguiente investigación tiene la finalidad de establecer la existencia de trastornos de
personalidad en consumidores compulsivos de heroína, presentes en los pacientes que
asisten al Instituto de Neurociencias de la ciudad de Guayaquil - Ecuador.
En gran medida es importante la realización de este tipo de estudios, ya que esto permitirá
un mejor conocimiento de los problemas que viven la población consumidora de heroína,
para implementar medidas profilácticas y terapéuticas y porque no medidas
gubernamentales.
No existen trabajos de investigación específicos sobre este problema que planteo en el
proyecto, solo existen datos de estudios globales de abuso de sustancias en general junto
con comorbilidades psiquiátricas y en un rango de edades más extenso u no especifico de
adolescentes en el año 2007 en el Instituto de Neurociencias.
El propósito de toda la acción de prevención de los trastornos de personalidad es
sensibilizar acerca de los riesgos del consumo de sustancias ilícitas. Al momento de hacer
prevención no sólo depende de los organismos de control (psiquiatras, médicos generales,
psicólogos, trabajadoras sociales, investigadores) sino que es fundamental que se involucre
el estado, la comunidad, instituciones educativas y especialmente la familia, ya que es un
problema que afecta a todos.
Al principio, las personas con estos trastornos no buscan tratamiento por su cuenta. Ellas
tienden a buscar ayuda una vez que su comportamiento ha causado problemas graves en sus
relaciones personales, o cuando les diagnostican otro problema psiquiátrico, como un
trastorno del estado anímico.
5
Aunque lleva tiempo tratar los trastornos de personalidad, hay indicios crecientes de que
ciertas formas de psicoterapia pueden ayudar a muchas personas. En algunos casos, los
medicamentos pueden ser un complemento útil para la terapia.
El pronóstico varía. Algunos trastornos de la personalidad desaparecen durante la madurez
sin ningún tratamiento, mientras que otros sólo mejoran lentamente a lo largo de la vida,
incluso con tratamiento.
El consumo crónico de heroína puede ocasionar además alteraciones de las funciones
cognitivas y de la personalidad, así como sintomatología psiquiátrica asociada, en particular
ansiedad y depresión.
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DETERMINACION DEL PROBLEMA
Nuestro problema para este proyecto de investigación va determinado en la siguiente
formulación de incógnitas:
¿Cuál será la edad más frecuente de consumo de heroína? ¿Cuál es el porcentaje y frecuencia de consumo? ¿Cuáles son los trastornos mas asociados junto con el consumo de heroína?
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OBJETIVOS GENERALES:
Determinar la frecuencia y la asociación a comorbilidad psiquiátrica en adolescentes
consumidores de heroína en el Instituto de Neurociencias.
Determinar cuál es la prevalencia de consumo de drogas y comorbilidad psiquiátrica, sobre
la demanda de atención en el Instituto de Neurociencias de Junio a Diciembre del 2014.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
- Identificar la edad más frecuente de consumo de heroína.
- Cuantificar el porcentaje y frecuencia de consumo.
- Obtener de manera general los trastornos psiquiátricos más frecuentes.
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CAPITULO II
MARCO TEORICO
2.1 HEROÍNA.-
Historia.- Los opiáceos son sustancias derivadas de la planta del opio, después de extraer el
opio en forma de goma viscosa, se puede refinar en heroína, morfina y derivados de la
codeína. El opio se utiliza mucho como sedante y analgésico ante su descubrimiento la
acción de esta nueva droga sobre las vías respiratorias era tal, que se creyó que había sido
vencida definitivamente la tuberculosis, por lo que se le dio el nombre de heroína (Heroish,
o remedio enérgico) laboratorios BAYER lo promociono como “el jarabe de la tos que
cura los temores” Durante los años de 1850, la adicción al opio se convirtió en un
problema considerable en Estados Unidos. La “solución” fue suministrarles a los adictos al
opio un sustituto menos potente y, supuestamente, “no adictivo” que era la morfina pero la
adicción a la morfina pronto se convirtió en un problema aún mayor al de la adicción al
opio y fue tratado con otro sustituto “supuestamente no adictivo”: la heroína, producto
semisintético derivado de la morfina, el cual probó ser aún más adictivo que la morfina(1).
Con el problema de la heroína vino un sustituto “no adictivo” más, la droga ahora conocida
como metadona., elaborada por primera vez en 1937 por un científico alemán en su
búsqueda de un analgésico para las cirugías, estaba pronto siendo utilizada ampliamente
como un tratamiento para la adicción a la heroína, desafortunadamente resultó ser más
adictiva que la heroína y hoy en día se comercializa entre ellos como un sustituto. Al
entrar al cerebro, la heroína se convierte en morfina y se adhiere a los receptores de
opioides de nuestro cerebro y produce efectos de sedación, euforia, analgesia. Los efectos
de la heroína comienzan entre los 3 y los 5 minutos después de haber sido inyectada o
inhalada y duran entre tres y cuatro horas. Los receptores opioides se encuentran
localizados en muchas áreas del cerebro (y del resto del cuerpo), especialmente en aquellas
áreas que participan en la percepción del dolor y en la gratificación. Los primeros efectos
del abuso de heroína aparecen poco después de la primera dosis y desaparecen en unas
9
cuantas horas. Después de una inyección o inhalación de la droga, se siente un brote de
euforia ("rush") acompañado de un cálido sonrojo de la piel, la boca se seca y los brazos y
las piernas se ponen pesados. Después de toda esta euforia inicial, se siente "volando", se
está despierto y dormido a la vez, la mente se turba porque el sistema nervioso central se ha
debilitado(1).
La heroína es altamente adictiva. Se procesa de la morfina, una sustancia producida de
manera natural y extraída de la adormidera. Generalmente, la heroína se presenta en forma
de un polvo cristalino blanco o café, inodoro y muy fino, pero su aspecto puede variar
dependiendo de los procesos de purificación a los que se haya sometido. Los nombres más
comunes en castellano son "caballo", "pasta", "H", "jaco", "lenguazo", "junk" y "goma". En
inglés es conocida como "smack", "H", "skag", "junk", "black tar", "horse", "shit" y
"brown". Otros nombres podrían referirse a los tipos de heroína producida en una zona
geográfica específica, como la “goma negra mexicana”.
2.1.1 FORMAS DE OBTENCIÓN
Para que el opio pueda fumarse, que era la vía de administración clásica en los fumadores
de opio del siglo pasado, debe cocerse. Tras este proceso, se obtiene opio de color marrón
que está listo para fumar.
La morfina base se obtiene al precipitar los alcaloides presentes en el opio tras colocarlo en
agua hirviendo junto a productos alcalinos. Si, posteriormente, se añade ácido clorhídrico,
se obtiene el clorhidrato de morfina que es soluble en agua y puede inyectarse. Después, se
amasa en paquetes similares a ladrillos que pesan 1,6 kilos. Se necesitan 13 kilos de opio y
un día de trabajo para obtener cada pieza de clorhidrato de morfina(2).
La heroína base puede sintetizarse desde la morfina clorhidrato o desde la morfina base,
tras mezclarla con anhídrido acético y calentar. Puede, entonces, transformarse en
diferentes preparados según su futura utilización. Entre ellos, la heroína para fumar
(heroína número 3, heroína marrón) y para inyectar (heroína número 4, heroína clorhidrato,
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heroína blanca). La heroína marrón es menos soluble que la blanca, razón por la que se
fuma, y la blanca es más idónea para su administración en inyección(2).
En muchas ocasiones, la heroína se adultera con fármacos como la cafeína, paracetamol,
estricnina, quinina, procaína o piracetam, o con otras sustancias tales como leche en polvo.
2.1.2 TIPOS DE HEROÍNA
En base al grado de pureza y origen, la heroína se puede clasificar en varios tipos:
Heroína n° 2: Heroína base o Tsao-ta, procedente del sudeste asiático y fácilmente
obtenible. Tras los oportunos procesos químicos, puede convertirse en los números 3 y 4.
Es de color blanco u oscuro y se usa para inyección o fumada(3).
Heroína n° 3: Brown Sugar o heroína marrón. Es la heroína que se emplea para fumar.
Aparece mezclada con otras sustancias como cafeína, estricnina, azúcares, etc. Su
contenido en heroína oscila entre un 25 y un 50%.
Heroína n° 4: Heroína clorhidrato o heroína blanca, también conocida popularmente como
Tailandesa. Su uso es principalmente intravenoso. Tiene el porcentaje más elevado en
principio activo, superando muchas veces el 90% de riqueza en origen.
Heroína negra: Conocida en la calle como "goma" o "alquitrán negro" ("black tar heroin").
De aspecto similar a la brea de color oscuro, es una sustancia negra pegajosa de
procedencia americana, con una riqueza del 20%(7).Se utiliza para inyección(3).
2.1.3 VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
En la actualidad, las vías de administración más frecuentes de la heroína son la fumada en
pipa o cigarrillo, conocida como "chino" y la inhalada intrapulmonar (chasing the dragon o
chino). Les sigue, en frecuencia de uso, la vía intranasal y, por último, la vía intravenosa.
Para su uso intravenoso se disuelve el polvo en un poco de agua y se añaden unas gotas de
limón o vinagre para incrementar la solubilidad, se calienta en una cucharilla y se carga en
11
la jeringa a través de un filtro de un cigarrillo o algodón. La combinación de heroína y
cocaína o anfetamina administrada por vía intravenosa se denomina speedball (4).
La inyección intravenosa proporciona la mayor intensidad y causa la oleada de euforia más
rápida (de 7 a 8 segundos), mientras que la inyección intramuscular produce un inicio
relativamente lento de la euforia (de 5 a 8 minutos). Cuando la heroína se inhala o se fuma,
generalmente se sienten sus efectos máximos después de unos 10 a 15 minutos. Los
investigadores del National Institute on Drug Abuse de Estados Unidos (NIDA) han
confirmado que todas las formas de administración de la heroína causan adicción (4).
La inyección intravenosa está extendida en América y en numerosos países europeos,
aunque la aparición del SIDA y la presencia en el mercado de los diferentes tipos de
heroína han modificado las pautas de consumo en los últimos tiempos y se ha pasado de un
uso mayoritario por vía intravenosa, en el pasado, a su uso mayoritario por vía fumada.
2.2 EPIDEMIOLOGIA Y CONSUMO DE HEROÍNA EN EL MUNDO.-
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, del inglés United
Nations Office on Drugs and Crime) calcula que en el año 2010 aproximadamente entre 12
y 21 millones de personas de todo el mundo habían consumido opiáceos, y dentro de ellas
unas tres cuartas partes del total han consumido heroína, aproximadamente 375 toneladas
de dicho derivado del opio. Los países europeos y asiáticos siguen siendo los principales
mercados de consumo, Europa con 3 millones de consumidores y Asia con un poco más de
6 millones(4).
Los cálculos de UNODC en el informe Mundial de Drogas del año 2011 sobre el consumo
de opiáceos, en América son de 1.290.000 consumidores en Norte América; 100.000 en
Centro América; 60.000 en Región del Caribe y 840.000 en Sudamérica.
En EEUU y la frontera norte de México se conocían datos del consumo de heroína, pero en
el resto del continente era una droga desconocida. A mediados de la década del 2000,
empiezan a aparecer casos en las consultas de centros de tratamiento en grandes ciudades
12
de Colombia y más recientemente la CICAD/OEA advierte de casos en República
Dominicana, Honduras y Chile y Ecuador(5).
2.2.1 CONSUMO ACTUAL DE HEROÍNA EN NUESTRO MEDIO.
Si bien es cierto todos los jóvenes tienen derecho a ser protegidos contra el abuso y la
dependencia de las drogas, en la actualidad el aumento de la delincuencia se ve afectado en
gran parte por el consumo de alcohol y otras sustancias como lo es la Heroína también
llamada “H” sustancia que hasta hace dos años era poco conocida, hoy el “H” invade las
escuelas y colegios de nuestros hijos de todas todos los estratos sociales. El “bullyng“ ya no
se trata de un simple acoso a un estudiante porque tiene sobre peso o porque no viste bien,
sino para aquel estudiante que no está a la moda del consumo y se resiste a pertenecer al
grupo de los llamados “hacheros“(6)
Las autoridades en el Ecuador han mostrado una mayor preocupación en el consumo de la
heroína. Según estudios en nuestro país, la prevalencia de años inferiores corresponde al
0,1% de la población, sin embargo, se dijo que estos porcentajes pueden ser
significativamente superiores en poblaciones como Guayas, Santa Elena y Manabí.
Según datos del CONSEP, se dijo con respecto a la heroína que hay un consumo
problemático, principalmente en los menores de edad, por ello pidió a la comunidad que
retire ‘la venda de los ojos’ y a los medios de comunicación que identifiquen a este tipo de
droga por su nombre, no llamarlo ‘H’, como se suele hacer, porque se minimiza el riesgo.
Según el estudio, el 10% de los encuestados desconoce sobre sus efectos.
El consumidor de heroína no es igual al que consume marihuana o base, éste llega al punto
autodestructivo de mutilarse, de llorar, manipular e incluso prostituirse para obtener la
droga. Es común observar como en las veredas cercanas a la casa del “pusher o dealer “se
encuentran jóvenes vomitando en espera de su dosis, estos traficantes de la muerte, mezclan
heroína con harina de trigo que simula su color marrón para obtener mayor ganancia y
hasta en las escuelas estos expendedores pedófilos regalan las primeras dosis a niños desde
13
los 11 años con el fin de crearles dependencia física y exigirles favores sexuales a cambio
de una dosis. Es increíble cómo se las ingenian para entrar drogas a los colegio, usan minas
y tapas de las plumas, sorbetes, el hilván de las faldas y pantalones y hasta crean caletas
dentro del colegio para guardar el alcaloide, en nuestro medio se consume de manera
inhalada, es una moda entre los jóvenes, la “plateada” es la más pura y más cara, la de color
marrón viene mezclada incluso con benzodiacepinas que consiguen de libre acceso en el
sector de la bahía de Guayaquil(6).
Los padres no tienen idea que con los $2 diarios destinados para el snack a la hora del
recreo sus hijos se proveen de esta sustancia mortal, algunos en el intento de abandonar el
consumo entran a un periodo de abstinencia que se conoce como “la mona” comienzan a
sudar, a dolerles los huesos, vómitos, diarreas, describen este síndrome como algo fatal,
sienten que “la piel se arranca de sus huesos”. Los padres no advierten lo que está
ocurriendo con sus hijos creen que solo es una infección abdominal mientras ellos en
cambio intentan curarse a su manera “con una nuevo pase “haciendo que los síntomas
desaparezcan como por arte de magia sin imaginar que lo que realmente están logrando es
aumentar su nivel de dependencia. Las drogas reactivan las frustraciones y las tendencias
depresivas o paranoicas del adolescente y desencadenan episodios maníacos de alegría
desmesurada o de agresividad hacia los otros o hacia ellos mismos; son muy comunes los
intentos de suicidio y de mutilaciones, pues la conducta de los adictos es sumamente
autodestructiva.
La promoción de una ley permisiva que promueve “la legalización de las drogas” sin
tomar en cuenta la vulnerabilidad, la conducta y la personalidad adictiva que predispone al
joven a ser dependiente de una sustancia, está creando de por sí la necesidad fisiológica y
psíquica de consumir todo tipo de drogas y como resultado ha generado una mal
interpretación del mensaje en los cerebros inmaduros de nuestros jóvenes y por ende una
mayor “expansión del consumo”
Pese a los esfuerzos invertidos en prevención, el consumo de alcohol y otras drogas en la
adolescencia las intervenciones preventivas que se están realizando en todos los
14
establecimientos educativos del país, con policías y militares , aun no son suficientes y en
pocos casos hay colaboración del representante incluso muchos padres se enojan al creer
que es una falsa acusación y mucho docentes hasta fueron amenazados por estas
mafias....Durante una consulta un pequeño joven de 15 años le pide a su madre que lo
encierre en su cuarto y no lo deje ir al colegio para no tener la tentación de consumir, otra
madre llorando me explica que su hijo le pide que lo encadene en la cama para no salir
corriendo a buscar la droga… Todo lo dicho nos indica que las drogas se están convirtiendo
en un elemento cotidiano más, los adolescentes, especialmente, van a tener contacto con
ellas porque su disponibilidad es alta y la forma de conseguirla por facebook, o a
domicilio, es el nuevo marketing.
La adolescencia no sólo es un época caótica, también es un tiempo maravilloso de
descubrimientos y experimentación de los seres humanos que serán los adultos del mañana,
enseñémosles a vivir los valores de la autoestima, la comunicación, el respeto a su dignidad
y la de los demás, el amor y el cuidado a los otros y a ellos mismos para que no se refugien
en las drogas. La situación es similar a la de otros países y una intervención eficaz debe
incluir al menos una fase de desintoxicación y la integración de modelos preventivos quizás
bajo el concepto de “un colegio seguro “ sin olvidar que no es cuestión de endosar el
problema al sistema educativo solamente pues es en el seno de la familia donde la persona
socializa, aprende y adquiere creencias, actitudes, normas sociales interiorizadas y valores
que pueden fortalecer un ambiente anti-droga desde el hogar, es mediante el aprendizaje, la
observación y las consecuencias de las acciones, que poco a poco se va moldeando el modo
de ser del niño y posteriormente del adolescente(6).
15
2.3 ADICCIÓN A LA HEROÍNA
La heroína es el opiáceo de abuso más frecuente. El nivel de dependencia farmacológica de
los heroinómanos es relativamente elevado y los consumidores que interrumpen su
consumo regular suelen desarrollar un síndrome de abstinencia moderado - grave. Se
considera que, aproximadamente, 1 de cada 4 individuos que han consumido heroína
alguna vez, desarrollarán adicción.(11)
Un tiempo después de la administración de la heroína (segundos en el caso de que ésta haya
sido por vía intravenosa o fumada, y minutos, si se ha esnifado), se experimenta un calor
súbito en el cuerpo (rush) y sensaciones placenteras que los adictos describen como
similares en intensidad y calidad al orgasmo y que duran alrededor de un minuto y se
siguen de un estado de letargia y relajación. Los efectos de la heroína duran de 3 a 5 horas,
según la dosis. Los adictos a la heroína suelen inyectarse de 2 a 4 veces al día e inhalar
hasta 10 veces en nuestro medio.
Una vez se ha desarrollado tolerancia a la heroína, se necesita incrementar la dosis para
conseguir el mismo efecto. Posteriormente, cuando se desarrolla dependencia, es necesario
administrarse la heroína con frecuencia para evitar la aparición del síndrome de abstinencia
("también conocida como mono - mona"). El cuadro clínico del síndrome de abstinencia
varía según las horas transcurridas desde último consumo de heroína.
2.3.1 TIPOS DE CONSUMO (12):
Escohotado en 1996 clasifica el consumo de sustancias en:
Consumo experimental: La motivación esencial es la curiosidad, son ensayos fortuitos,
generalmente con amigos, dentro de un tiempo limitado y con un consumo inferior a un
gramo de sustancia. (12).
Uso socio-recreativo: Consumo más regular que el anterior, consumo voluntario, entre
amigos y conocidos. El motivo principal de uso es la facilitación del comportamiento
16
social, con efectos rápidos y pasajeros, sin consecuencias importantes; consumo controlado
y por lo general consumen acompañados. (12).
Consumo circunstancial: Con patrones variables de cantidad consumida, frecuencia y
duración, es un consumo autolimitado y con un propósito específico. (12).
Consumo intenso: Consumo con frecuencia elevada, o con baja frecuencia pero en grandes
cantidades (una vez a la semana durante 24 horas continuas). (12).
Consumo compulsivo: Necesidad de consumir la sustancia varias veces al día, por lo
general lo hace sin compañía, para mantenerse en un estado de funcionamiento mínimo
adecuado, si interrumpe el consumo experimenta malestar físico y mental. (12).
2.3.2 EFECTOS DE LA HEROÍNA(13).-
El adicto usa la heroína, como promedio, hasta cuatro veces al día, la llamada “H” en
nuestro medio la utilizan, de manera inhalada o se quema sobre papel de aluminio y el
humo se inhala por vía oral con un pequeño tubo o sorbete.
Los efectos se dan después que la droga se ha estado usando repetidamente, puede haber
complicaciones pulmonares, incluso varios tipos de neumonía, como resultado del mal
estado de salud, así como por los efectos depresivos de la heroína sobre la respiración(13).
En una primera etapa, denominada en el argot ’luna de miel’, tras la administración hay un
‘flash’ Una sensación de placer muy intensa, y a los pocos segundos un estado de sedación
total y cierta euforia, con ausencia de cualquier malestar, dura aproximadamente 2-3 horas,
desapareciendo de forma progresiva.
Durante el consumo algunos de los usuarios reportan euforia, otros se relajan, inicia un
rash o picor en todo el cuerpo y en especial en la cara. Entre consumo y consumo
manifiestan bostezos, lagrimeo, congestión nasal o tos(13).
17
2.3.3 EL SÍNDROME DE ABSTINENCIA “MONA”
El Síndrome de abstinencia dependerá de la forma y frecuencia del consumo de heroína. La
heroína que se vende en la calle a menudo contiene aditivos o contaminantes tóxicos que
pueden obstruir los vasos sanguíneos causando daño permanente en los órganos vitales. El
consumo regular cambia la forma de funcionar del cerebro y produce insomnio, ansiedad,
el dolor es tan fuerte que les provoca una reacción de huida, al mismo tiempo que el temor
de enfrentarse al dolor físico lo mantienen en una sobreexcitación interior que lo lleva a la
búsqueda del consumo(13-14).
Sintomatología y evolución del síndrome de abstinencia.-
Las primeras horas tras el último consumo:
-"Craving" (deseo de consumo), ansiedad, búsqueda de drogas.
-De 8 a 12 horas: Se observa lagrimeo, sudoración, rinorrea, bostezos.
-16 a 24 horas: Midriasis, piloerección, calambres musculares, oleadas de frío y calor,
algias difusas, anorexia, irritabilidad, Insomnio, febrícula, enlentecimiento motor, dolor
abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, aumento de la frecuencia respiratoria, pulso y tensión
arterial, escalofríos con piel de gallina. ("romper en frío" o "cold turkey") y movimientos de
las piernas de forma muy agitada también(13-14).
Si el corazón no logra bombear suficiente sangre al cuerpo, la falta de flujo sanguíneo
puede afectar al cerebro, al corazón y otros órganos. Cuando duermes, tu cuerpo recuerda
respirar naturalmente. En el caso de consumir heroína, te duermes y esencialmente a tu
cuerpo se le olvida respirar.” y cuando te duermes tu impulso respiratorio se apaga y puede
ocurrir la muerte(14).
Es necesario evaluar síntomas de intoxicación, los cuales requieren manejo en una unidad
de cuidados intensivos por problemas respiratorios (puede haber paro respiratorio)
somnolencia extrema o pérdida de la lucidez mental. Durante la retirada, de la heroína
muchos pacientes también experimentan anhedonia, una forma angustiante de la depresión
18
clínica en la que el paciente es incapaz de experimentar alegría. En un esfuerzo por escapar
de la depresión, aliviar el insomnio y calmar la ansiedad los pacientes buscan alivio
desesperadamente y este puede ser un factor de recaída. Este ciclo de ansiedad y
depresión severa combinada con el impacto físico de la heroína crea un ciclo constante
donde el paciente anhela volver a consumir. En una segunda etapa posterior a la
desintoxicación se requiere actuar directamente sobre la mente humana, se orienta a la
persona a reflexionar sobre la comprensión de la gravedad de su adicción y acepta su
enfermedad. Una vez que el paciente acepta su adicción y contando ya con una clara
convicción al deseo de controlarse, el programa de recuperación de las adicciones sigue con
sus siguientes pasos en los cuales las terapias individuales y de grupo tratan al paciente en
los tres niveles: mente, cuerpo y espíritu.
2.3.4 COMPLICACIONES POR EL USO DE HEROÍNA
Efectos directos sobre el SNC
La heroína actúa sobre el sistema nervioso central (SNC), produciendo un estado
euforizante, con cierto letargo mental que, dependiendo de la dosis suministrada puede
seguirse de somnolencia progresiva hasta llegar al coma(15). La acción depresora sobre el
sistema nervioso central es potenciada por los neurolépticos, ansiolíticos, hipnóticos e
inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO).
La acción analgésica es en el consumo de heroína la menos buscada pero aparece de forma
similar a la morfina. Suprime el dolor desarrollando una mayor tolerancia. Deprime la
conducción de la vía paleo-espino- talámica , los núcleos de la sustancia gris periventricular
y periacueductal y los núcleos intralaminares del tálamo. Además, actúa sobre los estímulos
descendentes que regulan la entrada de los estímulos dolorosos a nivel del asta posterior de
la médula y, de forma directa, sobre los receptores del dolor a nivel de dicha asta
posterior(16)
19
Las manifestaciones neurológicas del consumo de heroína se pueden integrar en tres
grupos:
A) Intoxicación aguda(17).
B) Asociadas al consumo habitual: las manifestaciones clínicas dependerán de los
efectos depresivos sobre los centros respiratorios, la disminución del efecto tusígeno
a cualquier estímulo y la estimulación de los centros relacionados con la sensación
nauseosa y vómito. La miosis característica de estos pacientes se debe a la
estimulación directa sobre el núcleo de Eddinger-Westphall. El tratamiento consiste
en el abandono de la toxicomanía y su sustitución, en casos necesarios, por
metadona.
El consumo prolongado puede llevar a un deterioro cognitivo de tipo frontal y a la
presencia de insomnio crónico(18). Así mismo, puede producir alteraciones motoras y
constituye un factor de riesgo para la aparición de ictus isquémicos o hemorrágicos.
Diversos estudios anatomo-patológicos han puesto de manifiesto los efectos lesivos de esta
droga de abuso sobre el sistema nervioso(19).
C) Las manifestaciones secundarias a la vía de administración utilizada para el
consumo son debidas a las condiciones poco higiénicas en que éste se realiza, en
especial, en el caso de la vía intravenosa/intraarterial. Se producen infecciones
graves como la hepatitis B, la hepatitis C, la infección por HIV, de origen fúngico y
las derivadas de bacterias contaminantes que pueden causar endocarditis de
preferencia en válvula tricuspídea con diseminación pulmonar y cerebral
(neumonías de repetición, abscesos cerebrales, etc.) o sepsis. La flebitis o la
isquemia distal por oclusión arterial, o el desarrollo de aneurismas son otras
manifestaciones asociadas al empleo de estas vías.
Cardiovasculares
Los efectos cardiovasculares derivados de la acción farmacológica de la heroína son,
fundamentalmente, bradicardia e hipotensión. Además, el consumo de heroína puede
20
ocasionar espasmo arterial e infarto de miocardio aunque el mecanismo por el cual se
producen no esté suficientemente aclarado(20). Se han descrito también endocarditis con
edema agudo de pulmón(21), miocarditis y disección aórtica. La revisión de la literatura
sugiere que la heroína favorece un proceso inflamatorio local, con fibrosis microfocal y
aumento de leucocitos y macrófagos en estas zonas hasta 5 veces mayor que el que ocurre
en otros pacientes no consumidores, que podría ser el responsable de los procesos
vasculares asociados al edema pulmonar(23).
Con respecto a la afectación valvular cardiaca, se han comunicado numerosos casos casos
de endocarditis infecciosas, sobretodo, tricuspídeas y también pulmonares con o sin
embolismos sépticos pulmonares. La endocarditis de cavidades derechas fue una de las
complicaciones más frecuentes y de mayor gravedad en pacientes adictos a drogas por vía
parenteral. Posteriormente, el uso de antibióticos y los programas de intercambio de
jeringuillas disminuyeron la incidencia de este tipo de complicación, aunque surgieron otras
dificultades como la resistencia a antibióticos o la aparición de infecciones por gérmenes no
sensibles y, especialmente, por hongos. Aunque con menor frecuencia, las cavidades
izquierdas también resultaban afectadas (endocarditis mitral y aórtica por estafilococo
dorado).
Diversos estudios han demostrado que el uso de metadona, a dosis altas, puede producir
prolongación del intervalo QTc, ondas U prominentes y bradiarritmias y puede asociarse a
la aparición ocasional de arritmias tipo torsades de pointes y muerte súbita(22). Es
aconsejable, pues, que la valoración de los pacientes que comienzan o retoman un
tratamiento con metadona deba descartar la existencia de antecedentes de enfermedad
cardiovascular, arritmias y síncope. Además, es necesaria la realización de un
electrocardiograma si el paciente recibe otros tratamientos con fármacos inhibidores del
CYP450, fármacos que alargan el QTc (p.ej., antipsicóticos, antiretrovirales, etc.), si hay
coexistencia de infección por VIH y si se administran dosis superiores a 200mg/día. Se
recomienda, por tanto, la realización de un electrocardiograma al iniciar el tratamiento, otro
a los 30 días del inicio y, luego, con carácter anua(22).
21
Respiratorias
La heroína puede producir efectos sobre el aparato respiratorio tanto por inhalación, al
consumirla fumada, como por uso intravenoso. Es frecuente observar broncoespasmo y
obstrucción al flujo aéreo en el primer caso, a los que se puede añadir alteraciones de la
difusión pulmonar en el caso de la inyección intravenosa.
No obstante, aunque no puede considerarse, claramente, originado en el aparato
respiratorio, el efecto más llamativo y, probablemente, más peligroso, es la depresión
respiratoria que produce la heroína.
Su consumo crónico favorece la aparición de complicaciones pulmonares variadas entre las
que se encuentran neumonías, que pueden ser o no por aspiración y se relacionan con el
estado de salud previo y el nivel de disminución de conciencia del consumidor (más
frecuentes en los casos de sobredosis).
La infección tuberculosa es especialmente frecuente en usuarios de drogas. La coincidencia
de infección por VIH y el consumo de sustancias aumenta la probabilidad de padecer una
infección tuberculosa que es de localización preferentemente pulmonar y se considera un
factor predictor del incumplimiento del tratamiento antituberculoso(23). Si el paciente
mantiene cifras de CD4 menores de 200 células /mm3, las formas extrapulmonares o
diseminadas de tuberculosis aparecen con mayor frecuencia, así como la presencia de
micobacterias atípicas. Debe recordarse, a este respecto, que el tratamiento con rifampicina
acelera la metabolización de la metadona y, por tanto, en la mayoría de los casos debe
realizarse un incremento de la dosis de metadona, que puede alcanzar el 50% de la dosis
establecida previamente al inicio del tratamiento antituberculoso.
Además, se han descrito otras complicaciones como síndrome de distress respiratorio del
adulto (SDRA), abscesos pulmonares de etiología bacteriana, micótica o incluso abscesos
22
asépticos por el uso de sustancias para "cortar" o adulterar la heroína, como el talco, que
también puede producir embolias pulmonares sépticas o asépticas. Estas microembolias
pueden producir, secundariamente, hipertensión pulmonar que se manifiesta como disnea
en consumidores jóvenes.
El consumo de heroína se ha relacionado con la aparición de neumotórax espontáneo y
reagudizaciones graves de asma tanto por vía pulmonar como inyectada. Asimismo, se han
publicado casos de fibrosis pulmonar y granulomatosis pulmonar debidos al uso de talco(.
Por último, debe mencionarse el edema pulmonar no cardiogénico, una complicación grave
y bien conocida de la intoxicación o sobredosis de heroína, que fue descrita por William
Osler en 1880, como un hallazgo de autopsia. Suele manifestarse con una depresión
respiratoria que persiste tras la resolución de la depresión respiratoria correspondiente a la
sobredosis de opiáceos y secreciones pulmonares rosadas y espumosas, que se acompañan
de infiltrados pulmonares difusos en la radiología. Su etiología es desconocida y
habitualmente se resuelve en un corto espacio de tiempo con las medidas adecuadas (aporte
de oxígeno y las correspondientes al tratamiento de la intoxicación) aunque en algunos
casos se precisa ventilación mecánica(24).
Renales
El consumo crónico de heroína se ha relacionado con diversas formas de afectación renal
que incluyen glomerulonefritis focal y segmentaria, insuficiencia renal aguda secundaria a
rabdomiolisis, amiloidosis secundaria en adictos a heroína que utilizan la vía subcutánea
para inyectarse, glomerulonefritis asociada a endocarditis, glomerulonefritis asociada a
hepatitis y glomerulonefritis asociada a infección por virus de la inmunodeficiencia humana
(VIH).
Se ha descrito una nefropatía específicamente asociada a la heroína que suele cursar con un
síndrome nefrótico (proteinuria y edemas) y tiene como causa una glomerulonefritis focal y
segmentaria. Afecta, especialmente, a pacientes afro-americanos y no es muy frecuente en
23
nuestro medio. Aún no está claro el mecanismo por el cual se produce, aunque existen datos
que indican que el daño podría estar causado más por las toxinas exógenas (adulterantes)
que se consumen junto a la heroína que por la propia droga. Sin embargo, en población
caucásica, la afectación renal se asocia a glomerulonefritis membranosa, que suele coexistir
con infección por virus de la hepatitis C (VHC) y, con menor frecuencia, a
glomerulonefritis membranoproliferativa(25).
Posteriormente a la descripción de la nefropatía por abuso de heroína, fue descrita la
nefropatía asociada a la infección por VIH, que afecta, aproximadamente al 2-10% de los
pacientes infectados por VIH y, mayoritariamente, a pacientes de raza negra. Se cree que el
VIH participa de modo directo en la aparición de las lesiones, aunque requiere un factor
genético concurrente. El sustrato histológico de esta afectación es también, al igual que en
el caso de la nefropatía atribuida a la heroína, una glomeruloesclerosis focal por lo que
algunos autores se plantean la posibilidad de que ambas constituyan una única entidad. Sin
embargo, la asociada a heroína fue descrita mucho antes de la aparición del VIH y puede
ocurrir en pacientes HIV negativos. La nefropatía asociada a VIH, por su parte, cursa sin el
edema y la hipertensión arterial que son característicos de la nefropatía asociada a la
heroína.
Asimismo, se han descrito casos de amiloidosis renal secundaria (forma AA) en adictos a
heroína que utilizan la vía subcutánea para inyectarse. La aparición de abscesos
subcutáneos y la inflamación crónica asociada a esta práctica juegan un papel fundamental
en la aparición de amiloidosis renal. Suele tratarse de adictos de larga evolución que eligen
la vía subcutánea tras agotar los accesos de las venas periféricas. La progresión a
insuficiencia renal grave es bastante rápida y requiere, en ocasiones, la inclusión en
programas de diálisis.
Por último, la afectación renal más frecuente es la insuficiencia renal aguda asociada a la
rabdomiolisis(77). En general, por efecto de una sobredosis, el paciente queda inmóvil
durante un tiempo y la presión ejercida por sus propio cuerpo sobre la musculatura produce
necrosis de las células musculares que liberan mioglobina, creatin fosfoquinasa, potasio,
24
aldolasa, lactato deshidrogenasa y transaminasa glutámico- oxalacética, obstruyendo el
túbulo renal. Es evidente que este cuadro clínico no es específico de la adicción a heroína
sino de todas aquellas situaciones que conllevan destrucción muscular asociada.
Endocrinológicas
Algunos estudios sobre los efectos de los opioides en el sistema endocrino concluyen que el
uso ilegal o el tratamiento a largo plazo con opioides, ya sea con fines sustitutivos en
adictos o con fines terapéuticos para el tratamiento del dolor crónico, puede producir
hipogonadismo a través de la supresión, en el sistema nervioso central, de la secreción
hipotalámica de la hormona liberadora de gonadotropina(26). También se ha descrito su
acción a nivel periférico, disminuyendo la producción de testosterona testicular y de líquido
testicular intersticial. La sintomatología de este hipogonadismo inducido incluye
disminución de la libido, infertilidad, cansancio, depresión, ansiedad, pérdida de masa y
fuerza muscular, osteoporosis y fracturas de compresión, tanto en varones como en
mujeres. En varones, además, provoca impotencia y, en mujeres, irregularidades
menstruales y galactorrea. Es recomendable, por tanto, prestar atención a la aparición de
estos síntomas y realizar un control analítico adecuado de las posibles alteraciones
hormonales en pacientes que, por un motivo u otro, reciban tratamiento opioide crónico. La
metadona, a dosis altas, puede causar un déficit de testosterona y disfunción sexual en
varones adictos a opiáceos.
Entre otras medidas, se recomienda el control del dolor con fármacos no opiáceos, la
rotación de diferentes tipos de opiáceos (puesto que no todos producen los mismos efectos
y, por ejemplo, se ha constatado en varios estudios que la buprenorfina produce menor
descenso de los niveles de testosterona en varones que la heroína y la metadona) y
tratamiento de sustitución hormonal, si procede.
Otros autores han comunicado una disminución de la secreción de hormona tiroestimulante
(TSH) en consumidores crónicos de heroína que, sin embargo, puede no tener repercusión
clínica y acompañarse de cifras normales de T4.
25
Por último, se ha descrito una posible relación entre la presencia de concentraciones
elevadas de cortisol en pacientes consumidores de heroína y la aparición de sintomatología
depresiva.
Aparato reproductor
Como ya se ha mencionado anteriormente, en el apartado correspondiente al sistema
endocrino, el consumo de heroína disminuye los niveles de FSH y de testosterona en
varones, produciendo oligospermia, astenospermia y formas inmaduras de
espermatozoides(27). Del mismo modo, en mujeres, altera la regularidad de los ciclos
menstruales, disminuye la reserva ovárica y puede aumentar el riesgo de parto prematuro y
aborto espontáneo.
Oculares
Además de las manifestaciones oftalmológicas propias del SIDA, los adictos a heroína por
vía parenteral (sin infección por VIH) pueden presentar una afectación ocular propia y
específica que no depende del grado de inmunodepresión inducido por el VIH sino que
viene directamente relacionada con el uso de las drogas por vía endovenosa que, con
frecuencia, están adulteradas o que se contaminan durante la preparación antes de ser
inyectadas. Se distinguen las siguientes entidades:
• Retinitis y endoftalmitis por Candida. Es la patología más frecuente.
• Otras endoftalmitis: fúngicas (Aspergillus) y bacterianas (Staphylococcus aureus y
epidermidis, Bacillus cereus, Pseudomona, etc.).
• Retinopatía por partículas de talco y almidón. Las partículas de talco, utilizado para
cortar la heroína, y de almidón, derivado de la pulverización o maceración de diversos tipos
de pastillas que contienen opiáceos, dan lugar a microembolismos arteriales en la
coriocapilar y en la retina. Por lo general, estas microoclusiones son asintomáticas, aunque
se han descrito ocasionalmente casos de disminución de la agudeza visual por isquemia
26
macular, o por la formación de neovasos en el humor vítreo como consecuencia de la
isquemia producida en la retina.
• Neuropatía y retinopatía tóxicas por quininas, utilizadas en la adulteración de la
heroína, que pueden conducir a alteraciones del epitelio pigmentario macular y retiniano,
estrechamiento vascular y atrofia óptica.
• Ceguera cortical.
Además, el consumo crónico de heroína puede producir cambios en la presión intraocular y
otras alteraciones visuales.
Consumo de heroína y embarazo
El uso de heroína durante el embarazo se asocia al nacimiento de niños con bajo peso y
talla baja al nacer, parto prematuro y la aparición de un síndrome de abstinencia en el recién
nacido, que puede provocar convulsiones y tener consecuencias fatales si no se conoce la
dependencia de la madre(27).
Estudios experimentales con ratones expuestos a heroína durante el periodo prenatal
sugieren una posible alteración de la memoria y la capacidad de aprendizaje secundaria al
aumento de la apoptosis neuronal en el hipocampo, producida por la exposición a la
droga(28).
Es importante destacar que un número considerable de las mujeres que consumen heroína
están infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el virus de la
hepatitis C (VHC). Aunque la tasa actual de transmisión vertical del VIH ha descendido a
menos del 1% en países desarrollados, gracias al tratamiento que se realiza durante el
embarazo y en el momento del parto, la tasa de transmisión vertical de la hepatitis C es de
un 5-6% en pacientes no infectados por el VIH pero puede alcanzar el 20% en las pacientes
coinfectados por ambos virus.
Como se explica más adelante, en el capítulo VII de esta monografía, la desintoxicación no
está indicada durante el embarazo sino que se recomienda realizar tratamiento de
27
mantenimiento con agonistas de opiáceos. El más utilizado en estos casos ha sido la
metadona aunque algunos autores han mostrado preferencia por el uso de buprenorfina. En
España, la asociación de esta última a la naloxona contraindica su uso durante la gestación.
Relacionadas con la vía de administración
El predominio del uso de la vía intravenosa en los consumidores de heroína hasta hace,
relativamente, poco tiempo, ha favorecido la asociación del consumo de heroína a la
infección por VIH y por VHC. El uso compartido de jeringuillas, material de inyección y
objetos utilizados en la preparación de la droga, la promiscuidad sexual y la no utilización
generalizada de métodos de barrera en las relaciones sexuales han constituido factores
determinantes del aumento de prevalencia de estos dos tipos de infecciones en
consumidores de heroína y sus parejas.
Con respecto a la infección por VIH, tanto en Europa, globalmente considerada, como en
Italia y, especialmente, en España, la prevalencia de casos entre adictos a heroína oscila
entre el 40 y el 70 %, y la incidencia anual de nuevos casos alcanza un 3-4 %. Además,
existe una relación entre la tasa de seroconversión y los años de evolución de la adicción.
Se estima que ocurre seroconversión en el 17-40% de los casos durante el primer año de
consumo y que puede alcanzar el 80% en aquellos adictos con más de cuatro años de
evolución en el consumo(29).
Al mismo tiempo, el 75-90% de los infectados por el virus VIH muestran coinfección por
VHC, y uno de cada tres pacientes coinfectados (VHC+VIH) padece hepatitis C. Además,
como ya se ha mencionado al hablar del consumo de heroína durante el embarazo, la
transmisión vertical del VHC es mucho más eficaz en el caso de la coinfección por ambos
virus, pudiendo alcanzar el 20% en las pacientes coinfectadas.
En la actualidad, la mortalidad en este grupo de pacientes infectados por VIH, VHC o
ambos, se relaciona en mayor medida con la aparición de cirrosis hepática secundaria al
VHC (de aparición más precoz en pacientes coinfectados) que con la asociada al VIH. Es
28
muy probable que el uso de las nuevas terapias antivirales haya tenido mucho que ver en
ello(29).
Por otro lado, también relacionadas con el uso de la vía parenteral (subcutáneo,
intramuscular, intravenoso, intrarterial...), hay que reseñar la elevada frecuencia de
infecciones cutáneas y partes blandas en general. Es frecuente la aparición de celulitis y
abscesos (22-65 % de los casos), causados por la contaminación tanto de la heroína (68%
de los casos) como del material de inyección (89% de los casos). Influyen, además, la falta
de asepsia e higiene durante el procedimiento de la inyección, así como el posible uso
combinado de cocaína que produce vasoconstricción en el lugar de inyección. Los
microorganismos más frecuentemente hallados fueron Clostridium sp. Gram-positivos,
Gram-negativos y hongos.
Se han descrito casos de fascitis necrotizante debido a la inyección subcutánea de la droga
(especialmente con heroína marrón) que han cursado con una elevada morbilidad
(amputaciones, etc.) y mortalidad. Asimismo, la literatura revisada recoge casos de úlceras
necrotizantes secundarias tanto a la propia inyección cutánea de la heroína como al uso de
sustancias irritantes para cortarla, como es el caso de la quinina, que pueden provocar
trombosis e infección locales. La inyección intraarterial puede producir necrosis cutáneas
(p. ej., necrosis escrotal por inyección en la arteria pudenda) e incluso aneurismas micóticos
y falsos aneurismas que se manifiestan como masas pulsátiles en las zonas arteriales.
En los últimos tiempos, se ha producido un cambio llamativo en la vía de administración
utilizada por los adictos a heroína. Si antes era la vía parenteral la más utilizada, en la
actualidad, ésta ha sido sustituida por la vía fumada que se asocia a la aparición de
complicaciones, aunque de menor impacto que en el caso de las asociadas a la vía
parenteral.
Los adictos a heroína fumada muestran un aumento del número de infecciones
respiratorias, especialmente de etiología bacteriana, mayor riesgo de neumotórax, tos
crónica, reagudizaciones de asma y patología pulmonar obstructiva crónica. Además, la
29
heroína puede producir hemorragia alveolar difusa secundaria al daño de las células
epiteliales alveolares y las membranas alveolo-capilares.
2.4 COMORBILIDAD PSIQUIÁTRICA Y USO DE DROGAS
2.4.1GENERALIDADES.-
Según el National Institute of Mental Health (NIMH), comorbilidad es el término utilizado
para describir dos o más trastornos o enfermedades que ocurren en la misma persona.
Pueden ocurrir al mismo tiempo o uno después del otro. La comorbilidad también implica
que hay una interacción entre las dos enfermedades que puede empeorar la evolución de
ambas(30).
La comorbilidad, u ocurrencia simultanea, de la dependencia de sustancias esta´ aumentada
en individuos con enfermedades mentales, en comparación con los que no padecen
trastornos mentales. Esto indica que existe una base neurobiológica común a ambas, o bien
que se produce una interacción de efectos a algún nivel. La investigación sobre los orígenes
de las enfermedades mentales y de la dependencia de sustancias contribuirá´ a esclarecer
las estrategias terapéuticas y preventivas frente a ambas. Hay varias hipótesis de por que´
pueden coincidir las enfermedades mentales y la dependencia de sustancias:
1. Puede existir una base neurobiológica común a ambas
2. El consumo de sustancias puede ayudar a aliviar algunos síntomas de las enfermedades
mentales o los efectos colaterales de la medicación.
3. El consumo de sustancias puede precipitar las enfermedades mentales o producir
cambios biológicos que tienen elementos comunes con ellas.
Hay algunas pruebas a favor de cada una de estas hipótesis. Es interesante el hecho de que
los efectos de muchas sustancias psicoactivas puedan producir síndromes similares a los
psiquiátricos. Por ejemplo, las anfetaminas y la cocaína pueden producir síntomas de tipo
psicótico. Los alucinógenos pueden producir alucinaciones, que son uno de los aspectos de
30
algunas psicosis. Además, las sustancias psicoactivas suelen alterar el estado de ánimo,
produciendo sentimientos eufóricos y de alegría o síntomas depresivos, especialmente
durante el síndrome de abstinencia. Las sustancias psicoactivas pueden alterar el
funcionamiento cognitivo, que también es una característica esencial de muchas
enfermedades mentales. Todos estos factores indican que hay sustratos neurobiológicos
comunes a las enfermedades mentales y a la dependencia de sustancias. En algunos
estudios realizados en los EE.UU., más del 50% de las personas con algún trastorno mental
también padecían dependencia de sustancias, en comparación con un 6% de la población
general, y las posibilidades de padecer dependencia de sustancias eran 4,5 veces mayores
en las personas con algún trastorno mental que en las personas sin trastornos mentales (52).
Es indudable que hay una considerable sobre posición de estos trastornos.
En los pacientes psiquiátricos existe una probabilidad entre 25 a 50% de presentar un
trastorno comórbidos, relacionado con el uso de sustancias. También se estima una
probabilidad del 80% de pacientes que son drogodependientes presentan simultáneamente
un diagnóstico no relacionado con el consumo de sustancias (Triffleman E, 1999; Ries R,
2000).
Los pacientes con diagnóstico dual presentan, de forma característica una mayor dificultad
para el tratamiento y un peor pronóstico (diagnóstico dual). (NAMI, 2005) Mclellar fue el
primer autor que observó que la severidad de la patología psiquiátrica era el predictor más
efectivo de los resultados terapéuticos de los pacientes con drogodependencia.
La comorbilidad psiquiátrica en este contexto se refiere a la presencia de un trastorno
relacionado con sustancias junto a otro trastorno psiquiátrico, bien del Eje I (p.ej. trastorno
del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno psicótico, trastorno de la conducta
alimentaria, etc.), o bien del Eje II (trastornos de la personalidad).
Los principales trastornos que aparecen junto a la drogodependencia según el orden de
mayor presentación son: trastornos de ansiedad, trastornos afectivos, trastornos de la
personalidad y trastornos esquizoides. Los trastornos de personalidad más frecuentes son el
antisocial y límite (Najavits L, 2000)(31).
31
El trastorno antisocial de la personalidad es capital diferenciarlos de las conductas que
llevan a la adicción, para no confundir rasgo con estado, ya que este trastorno apunta a una
mayor severidad en la adicción, más problemas médicos sociales, legales psiquiátricos y
peor evolución.
Categorías para el diagnóstico comórbido (Krausz)
• Un diagnóstico primario de dependencia a las drogas con complicaciones
psiquiátricas que conducen a una enfermedad mental.
• Un diagnóstico primario de trastorno mental, con un diagnóstico posterior de
consumo abusivo de sustancias con efectos perjudiciales para la salud mental
• Diagnósticos concurrentes de consumo abusivo de sustancias y trastorno
psiquiátrico.
• Un diagnóstico dual de consumo abusivo de sustancias y de trastornos anímicos,
resultado de una experiencia traumática subyacente, por ejemplo, un Trastorno por estrés
postraumático (TEPT)
Importancia de la comorbilidad en la dependencia de sustancias.
• Claridad diagnostica, curso y pronóstico variado
• Permite determinar las necesidades terapéuticas y potenciar la eficacia del
tratamiento
• Se asocia con una mayor morbilidad y mortalidad.
• Se asocia con un incremento de la conducta suicida y homicida.
• Se vincula con una mayor necesidad de hospitalización y tiempo de estancia y se
asocia a un mayor costo(32).
32
Conceptualización de la comorbilidad en drogas
Enfermedades paralelas
Esto significa que la asociación entre la drogadicción y la enfermedad asociada no tiene
relación alguna y coexisten de manera paralela. Ocurren simultáneamente, pero no
comparten relación etiológica alguna.
Relación causal
Este es el modelo de los trastornos primarios y secundarios. Por ejemplo un paciente que
consume cocaína puede desarrollar, como consecuencia directa de su consumo, una
depresión mayor secundaria o rasgos de personalidad antisociales (psicopatización)
secundarios al propio consumo. De acuerdo con este modelo, el trastorno secundario no
hubiese ocurrido si la condición primaria no hubiese existido.
Relación de riesgo
En este modelo se enfatiza el concepto de riesgo, es decir, la presencia de un trastorno
psiquiátrico primario incrementa el riesgo de desarrollar un trastorno por abuso de
sustancias.
Relación de modificador
Este modelo resalta como un trastorno preexistente, puede modificar una condición de
comorbilidad. Postula que un trastorno psiquiátrico primario va a modificar el curso de un
trastorno por abuso de sustancias o, en su defecto, que un trastorno por abuso de sustancias
puede modificar el curso de la condición psiquiátrica asociada.
Clasificación respecto a la etiología del proceso
TIPO I: Trastorno psiquiátrico primario con trastorno por uso de sustancias secundario En
él la psicopatología es anterior a la dependencia de sustancias(33).
33
TIPO II: Trastorno por uso de sustancias primario con signos y síntomas psiquiátricos
secundarios.
TIPO III: Coexistencia del trastorno psiquiátrico y del trastorno por uso de sustancias de
origen independiente. Considerado como el Trastorno dual verdadero(33).
Diagnóstico
El diagnóstico de patología dual es extremadamente complejo; existe una evidente
dificultad para la filiación de la sintomatología, ya que esta no es especifica de ninguna
entidad concreta, y puede haber dudas sobre si es el resultado de una intoxicación, de un
síndrome de abstinencia, o de un trastorno psiquiátrico subyacente.
La identificación fiable de la patología dual ha mejorado sustancialmente con la utilización
de un nuevo método diagnóstico, especialmente diseñado para ello, denominado
“Psychiatric Research Interview for Substance and Mental Disorders” (PRIMS) que ha
permitido realizar estudios de comorbilidad en distintas poblaciones de personas que
consumen drogas más comunes como marihuana, cocaína, heroína y éxtasis34.
2.4.2 NEUROBIOLOGÍA DE LA PÉRDIDA DE CONTROL
La transición desde el consumo controlado de droga hasta el hábito compulsivo depende de
modo crítico de la pérdida del control ejecutivo de la corteza prefrontal sobre el estriado
dorsal. Este fenómeno desempeñaría un papel paralelo al del establecimiento de hábitos y
aprendizaje estímulo-respuesta en el estriado, comentado con anterioridad. Se sabe que hay
un descenso funcional en la actividad de la corteza prefrontal en adictos a la cocaína y la
anfetamina [49,50]. Aunque no existe confirmación experimental de esta hipótesis, en
animales de laboratorio- ADICCIÓN A PSICOESTIMULANTES REV NEUROL 2006; 43
(3):147-154 153 torio la destrucción de la corteza prefrontal facilita la conducta compulsiva
de búsqueda de droga y, lo que es muy interesante, sin modificar la conducta de búsqueda
34
de alimento [51]. La hipoactividad prefrontocortical influiría no sólo en el establecimiento
de engramas neuronales en el estriado –que generarían hábitos de consumo anómalos,
como se ha comentado–, sino también en la pérdida de control consciente sobre los propios
actos por parte del sujeto, facilitando la pérdida de control que es característica de la
adicción avanzada. En definitiva, la corteza prefrontal desempeña un papel decisivo tanto
en la formación de hábitos patológicos en el adicto como en el mantenimiento de éstos.
Esta pérdida de control también podría subyacer a los fenómenos de craving o deseo de
droga que sufre el antiguo adicto, y que son una causa importante de la recaída en el
consumo.
2.4.3 CONSUMO DE HEROÍNA Y TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS.
Además de la intoxicación o sobredosis por opiáceos y el síndrome de abstinencia, los
dependientes de la heroína muestran una mayor prevalencia de trastornos mentales
concomitantes que la población general, fundamentalmente(35):
Trastornos del estado de ánimo
Los pacientes adictos a heroína presentan con frecuencia trastornos depresivos que suelen
ser independientes y, por tanto, requieren tratamiento. Las tendencias depresivas de los
pacientes adictos a heroína se materializan, con frecuencia, en comportamientos autolíticos.
Se estima que la tasa de suicidio en este grupo es tres veces superior a la de la población
general aunque, probablemente, la cifra sea superior debido a la dificultad para determinar
cuántas sobredosis son de carácter intencional(35,36,37).
Trastornos de ansiedad
La característica esencial de este trastorno es la existencia de síntomas predominantes de
ansiedad que se consideran secundarios a los efectos fisiológicos directos de la sustancia.
La presentación clínica del trastorno de ansiedad inducido por sustancias puede semejar a la
del trastorno de angustia, de ansiedad generalizada, fobia o trastorno obsesivo-compulsivo.
35
La patología ansiosa más frecuente en pacientes adictos a heroína son las
fobias(35,36,37)..
Trastornos psicóticos
Los adictos a heroína en período de desintoxicación pueden manifestar una clínica psicótica
florida que tiene tres posibilidades diagnósticas: episodio esquizofrénico, trastorno delirante
orgánico o trastorno psicótico inducido por drogas psicoestimulantes. Este último
diagnóstico no debe descartarse, aunque el consumo se niegue, ya que puede haber pasado
desapercibido o estar olvidado por el paciente, como puede suceder en el caso de que el
estimulante forme parte de los aditivos con que se adultera la heroína o que se trate de un
consumo en el pasado que se manifiesta en el presente con un fenómeno de flashback de
intenso componente delirante-alucinatorio(35,36,37).
Trastornos del sueño
A pesar de que los estudios de comorbilidad psiquiátrica entre pacientes dependientes de
opiáceos no suelen hacer valoración de los pacientes con trastornos del sueño, existe alguna
evidencia de que las alteraciones del sueño son más comunes en esta población. Los
trastornos del sueño en pacientes dependientes de opiáceos incluyen sensaciones subjetivas
de baja calidad del sueño o de anormalidad en la arquitectura del sueño, así como
sintomatología compatible con apnea del sueño.
Trastornos de la personalidad
Son patologías psiquiátricas que se encuentran particularmente asociadas al consumo de
heroína. Entre el 15% y el 70% de pacientes adictos a heroína cumple criterios diagnósticos
de algún trastorno de la personalidad. El más frecuente es el trastorno de personalidad
antisocial y también son prevalentes el límite, el narcisista y el paranoide. Los adictos a
heroína que presentan trastorno de la personalidad de cualquier tipo abusan, con más
frecuencia, del alcohol. Los pacientes con trastorno límite de la personalidad requieren una
gran atención debido a su tendencia a la descompensación(37).
36
En nuestro medio se debería llevar a cabo diferentes estudios epidemiológicos para
determinar la prevalencia de comorbilidad psiquiátrica en consumidores de heroína,
reclutados tanto en las calles y entidades educativas(37).
Es difícil identificar si se trata de cuadros clínicos primarios (independientes), inducidos
por el consumo, ya que pueden, además, estar relacionados con otros problemas asociados
al consumo y no directamente debidos al efecto de los opiáceos (p. ej., relacionados con el
estilo de vida de los consumidores, asociados a la problemática sociofamiliar, etc.). Por otra
parte, dada la frecuente concurrencia con el consumo de otras drogas, también es posible
que sean debidos a los efectos de esas otras sustancias (cocaína, alcohol, cannabis u otras).
Una forma de valorar las posibles consecuencias psicopatológicas del consumo de opioides
seria estudiar sujetos que toman estas sustancias por motivos médicos y no son adictos,
aunque en estos sujetos existen otras posibles variables de confusión que pueden oscurecer
la relación entre opiáceos y psicopatología, como son la presencia de una enfermedad
medica subyacente, o síntomas, como el dolor crónico, para el cual se usan frecuentemente
y que, por si mismos, conllevan una serie de alteraciones psicopatológicas(37).
Aunque los trastornos de la drogadicción suelen ocurrir concurrentemente con otras
enfermedades mentales, esto no quiere decir que una causa la otra, aun cuando una de ellas
aparezca primero. De hecho, puede ser difícil establecer cuál de las enfermedades vino
primero y por qué. Sin embargo, las investigaciones sugieren las siguientes posibilidades
como razones por las que es común que estas enfermedades se den de manera concurrente:
El abuso de drogas puede provocar los síntomas de otra enfermedad mental. El
hecho de que algunos usuarios de marihuana con vulnerabilidades preexistentes
exhiban un mayor riesgo de desarrollar psicosis sugiere esta posibilidad.
Los trastornos mentales pueden conducir al abuso de drogas, posiblemente como
una forma de “automedicación”. Por ejemplo, los pacientes que sufren de ansiedad
o depresión pueden depender del alcohol, el tabaco u otras drogas para aliviar
temporalmente sus síntomas.
37
Estos trastornos también pueden ser causados por factores de riesgo compartidos, tales
como:
La superposición de vulnerabilidades genéticas. Hay factores genéticos que pueden
predisponer a una persona a que sea susceptible tanto a la adicción como a otros
trastornos mentales o que tenga mayor riesgo para un segundo trastorno una vez que
aparezca el primero.
La superposición de factores desencadenantes en el entorno. El estrés, el trauma
(tal como el abuso físico o sexual) y la exposición temprana a las drogas son
factores comunes en el entorno que pueden conducir a la adicción y a otras
enfermedades mentales.
La participación de regiones similares del cerebro. Por ejemplo, los sistemas del
cerebro que responden a la gratificación y al estrés se ven afectados por las drogas y
pueden mostrar anomalías en los pacientes con ciertos trastornos mentales.
Los trastornos por consumo de drogas y otras enfermedades mentales son
trastornos del desarrollo. Esto significa que a menudo comienzan en la
adolescencia o incluso a una edad más temprana, que son los periodos cuando el
cerebro experimenta cambios radicales en su desarrollo. La exposición temprana a
las drogas también puede cambiar el cerebro de tal manera que el riesgo de sufrir
trastornos mentales sea más alto. Además, cuando existen síntomas tempranos de un
trastorno mental puede ser una indicación de que exista un mayor riesgo de
toxicomanías más adelante.
2.4.4 LA PERSONALIDAD “H”
Hace unos años heroína no era accesible tenía que ser interceptada y negociada
directamente con los narcotraficantes, ahora las drogas se están convirtiendo en un
elemento cotidiano y ante este repunte en el consumo de heroína entre menores de 10 y 17
años, está surgiendo un nuevo perfil de consumidor de esta sustancia. El consumidor de
38
heroína no es igual al que consume marihuana o base de cocaína, algunos llegamos a
conocer al marihuanero por sus ojos rojos al cocainómano por la dilatación de sus pupilas,
son compradores de perdón, afecto y ternura, cuando se drogan desaparecen y luego
regresan con remordimientos, quizás porque ese tipo de droga aún no han deteriorado la
parte emocional de su cerebro36.
Estos nuevos consumidores no responden al estereotipo generalizado de la personalidad
adictiva, ni de una persona demacrada por el cóctel de estupefacientes con el que ponen a
prueba su organismo, son verdaderos farmacéuticos que rematan la faena con opiáceos
como heroína mezclada con cocaína (capuchino) y sustancias psicoactivas como
clonacepan , diacepan, antipsicoticos, zolpiclona etc. Este nuevo adicto tiene una
personalidad muy característica con marcadas tendencias a convertirse en un
policonsumidor (mezcla varias sustancias) a raíz de esta nueva forma de politoxicomanía.
Los brujos o pushers que antes vendían sólo cocaína también proporcionan heroína y es
común que se recluten jóvenes estudiantes para ingresar la droga en los colegios, esta
conducta conlleva un riesgo altísimo de convertirse en drogodependiente en cuestión de
pocas semanas, esta droga los dota de una personalidad con fuertes rasgos psicopáticos,
una gran dosis de cinismo, narcisismo, conducta antisocial, una ansiedad patológica,
ausencia de empatía y el gran don de la manipulación y la mentira. No es exagerado decir
que fabricar un adicto a la heroína, lleva solo cinco o seis “pases” (dosis) quienes han
probado la heroína, dicen que el placer que produce se compara únicamente con 7
orgasmos simultáneos, pero la depresión posterior al consumo es 10 veces más fuerte que
ese deleite, las siguientes dosis solo sirven para “curarse “ y prevenir los síntomas de la
abstinencia o “mona” se curan cada dos horas de manera compulsiva , es increíble como
observamos a los adictos entrar y salir de los baños de los centros comerciales.
Algunos incluso logran disminuir el consumo hasta dos veces al día y toleran los síntomas
de abstinencia, o ingresan en un proceso de desintoxicación de algún centro solo para
volver a sentir la “activación “ esa primera gran “jalada “ que los lleva el éxtasis y
posteriormente continuar en el espiral del dolor. Para los padres es difícil determinar
cuando están bajo el consumo porque algunos incluso pueden funcionar mejor bajo su
39
consumo, la amiga cruel del “hachero” a la que le dicen “actívame” la famosa “H “ los
dota de una gran dosis de Hipocresía, este opioide anestesia el juicio, la moral, anula la
empatía y la culpa, el “hachero” (heroinómano) llega al punto autodestructivo de mutilarse,
de llorar, manipular e incluso prostituirse para obtener la dosis y poder curarse(46).
40
OPINIÓN DEL AUTOR
QUERER NO ES PODER…SABER ES PODER……Es tan sencillo de explicar cómo
complicado de hacer, porque el mayor miedo del joven de hoy es atravesar por el
síndrome de abstinencia que le produce el consumo de heroína, algunos realmente quieren
dejar de drogarse “pero no saben cómo “, para quienes lo logran puede ser que sea
definitivo, otros sencillamente cambiaran de droga (adicción cruzada) esta situación se
complica con casos de jóvenes adolescentes embarazadas que no han podido detener esta
adicción ante la ausencia de tratamientos de desintoxicación y el manejo del síndrome de
abstinencia en neonatos. Existen concepciones erróneas sobre lo que la adicción es, todavía
para mucha gente la adicción a la heroína es una cuestión de decisión personal, incluso los
médicos solo prescriben paracetamol y finalin, los familiares en cambio intentan encadenar
a sus hijos, con el “suerito “para que se limpie o creen que con consejos y la fuerza de
voluntad pueden superar los terribles síntomas de la abstinencia.
En realidad este asunto es de mucha preocupación y nadie hace nada, dejan todo para los
médicos como si fuéramos a extinguir la dependencia a las drogas. Un gobierno
desorganizado y la prioridad a los malos actos en nuestra sociedad hacen que nuestros
jóvenes se pierdan en un mundo oscuro del que nosotros también seremos parte si no se
toman medidas estrictas.
41
HIPÓTESIS
Los consumidores de heroína que asistirán al Instituto de Neurociencias en el período
comprendido entre Junio del 2014 y Diciembre del 2014, presentarán trastornos
psiquiátricos.
Los consumidores de heroína serán los que presenten más asociación a comorbilidad
psiquiátrica a diferencia de otras drogas.
Serán en su mayoría del género masculino.
Se encontrará más de un trastorno psiquiátrico en el mismo individuo.
42
CAPITULO III
MATERIALES Y METODOS EN EL CUMPLIMIENTO DE LOS
OBJETIVOS
3.1 CARACTERIZACIÓN DE LA ZONA DE TRABAJO
La ciudad de Guayaquil se encuentra en la región litoral o costa de Ecuador, cercana al
Océano Pacífico por medio del Golfo de Guayaquil. Se localiza en la margen derecho del
río Guayas, bordea al oeste con el Estero Salado y los cerros Azul y Blanco. Por el sur con
el estuario de la Puntilla de Guayaquil que llega hasta la isla Puná.
El Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia se encuentra ubicado en la Av.
Pedro Menéndez Gilbert, Guayaquil, Ecuador. Antes llamado Hospital Psiquiátrico Lorenzo
Ponce, es uno de los cuatro hospitales sin fines de lucro regentados por la Junta de
Beneficencia de Guayaquil, el mismo que brinda atención a pacientes con problemas
mentales, neurológicos y de conductas adictivas en Ecuador.
3.2 UNIVERSO
El universo corresponde a un promedio de 1497 pacientes con diagnóstico de consumo de
heroína.
3.3 MUESTRA
La muestra fue de 147 pacientes con diagnóstico de consumo de heroína en estudio para
relación con su frecuencia de consumo y la comorbilidad psiquiátrica.
3.4 VIABILIDAD
El siguiente trabajo de titulación es viable, se obtuvo aprobación de la Universidad para su
estudio, luego de eso la aprobación en la entrega de datos por parte del área de estadística
43
del hospital y la tutoría de la Dra. Paola Escobar Massuh. Fue realizada en calidad de
Interno de esta casa de Salud.
3.5 CRITERIOS DE INCLUSION
Pacientes consumidores de heroína Pacientes adolescentes entre 10 a 19 años. Pacientes atendidos en el periodo de Junio a Diciembre del 2014.
3.6 CRITERIOS DE EXCLUSION
Pacientes menores de 10 años. Pacientes mayores de 19 años. Uso de otras drogas.
3.7 OPERACIÓN DE LAS VARIABLES
Prevalencia.- número de personas que padecen enfermedad
Edad.- grupo de edades en estudio
Frecuencia.- Relacionado con la cantidad, en este caso el consumo de drogas.
Comorbilidad psiquiátrica.- trastorno mental que esté relacionado con el consumo de
heroína.
3.8 INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN
Los instrumentos utilizados por el investigador incluyeron desde la recolección de datos,
hasta las historias clínicas y datos obtenidos por el Departamento de Estadística.
3.9 TIPO Y DISEÑO DE LA INVESTIGACION
Este es un estudio investigativo de modelo retrospectivo, descriptivo, no experimental en el
que a través de la recolección de datos se enlistarán los pacientes atendidos en el El
Instituto de Neurociencias de Junio a Diciembre del 2014.
44
3.10 CONSIDERACIONES BIOÉTICAS
El presente estudio se clasifica como investigación sin riesgo, para la presentación de datos
no se coloca el nombre de los pacientes registrados en el sistema.
3.11 RECURSOS EMPLEADOS
Talento Humano:
- Tutor de Tesis
- Personal investigativo
- Autor de Tesis
Recursos Materiales:
- Libros
- Dispositivos Electrónicos
3.12 RECOLECCION DE LA INFORMACIÓN
Se contó con datos obtenidos desde la Base de Datos del área de estadísticas del Instituto de
Neurociencias.
3.13. METODOLOGÍA PARA ANÁLISIS DE RESULTADOS
Para el análisis de los resultados se realizó en hojas de cálculo del programa de Microsoft
Excel, donde todos los datos se expresaron de acuerdo a la edad y sexo como principales
variables expresados en barras estadísticas y pasteles de porcentajes. Luego se los graficó
en hoja de Excel posterior al cálculo de las variables a través de fórmulas.
45
3.14 CRONOGRAMA DE ACTVIDADES
CRONOGRAMA DE
ACTIVIDADESAGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY RESPONSABLE
ELABORACIÓN DE
HOJA
RECOLECCIÓN
DATOS
INVESTIGADOR
ANALISIS
BIBLIOGRÁFICO INVESTIGADOR
IDENTIFICACIÓN
DE
REQUERIMIENTOS
INVESTIGADOR
ELABORACIÓN DE
MARCO TEÓRICO
REFERECIAL
INVESTIGADOR
RECOLECCIÓN DE
DATOS
ESTADÍSTICOS
INVESTIGADOR
ANÁLISIS DE
DATOS
ESTADÍSTICOS
INVESTIGADOR
REVISIÓN DE
BORRADOR DE
ANTEPROYECTO
TUTOR
CORRECCIONES INVESTIGADOR
REVISIÓN DE
ANTEPROYECTO TUTOR
BORRADOR DE
TESIS INVESTIGADOR
REDACCIÓN TESIS INVESTIGADOR
PRESENTACIÓN
DEL TRABAJO DE
INVESTIGACIÓN
INVESTIGADOR
46
CAPITULO IV
RESULTADOS
4.1.- PRESENTACION DE OBJETIVOS Y RESULTADOS
Para concluir con este trabajo de investigación a continuación se presentan los datos y
resultados del estudio realizado sobre el consumo de heroína en adolescentes de 10 a 19
años del INC de Junio a Diciembre, con la finalidad de cumplir nuestros objetivos en el
trabajo de sustentación de tesis para la obtención del mérito antes descrito y sobre todo que
sea un proyecto eficazmente informativo que pueda promover la prevención de este tipo de
enfermedades que concluido una vez el estudio podemos ostentar como testimonio que la
principal variable está en el paciente mismo.
Tabla 1.- Distribución de los pacientes de consumo de heroína según genero de Junio a
Diciembre del 2014
47
Genero Frecuencia %
M 123 83,6734694
F 24 16,3265306
Total 147 100
Fuente: Datos estadísticos del Instituto de Neurociencias Autor: Carlos Macías Egas.
Grafico 1.- Distribución de los pacientes de consumo de heroína según genero de Junio
a Diciembre del 2014
84%
16%
MASCULINOFEMENINO
Fuente: Datos estadísticos del Instituto de Neurociencias Autor: Carlos Macías Egas.
48
Análisis.- En vista a los resultados obtenidos y de las técnicas empleadas se puede
determinar que el género masculino predomina en el consumo de heroína, dándonos el 84%
y el 16% para las mujeres.
Cuadro 2.- Distribución de consumo de heroína según edad grupo de edad
Edad frecuencia %10 - 12 años 3 2,0408163313 - 15 años 59 40,136054416 - 19 años 85 57,8231293
Total 147 100
Fuente: Datos estadísticos del Instituto de Neurociencias Autor: Carlos Macías Egas.
Figura 2.- Distribución de consumo de heroína según edad grupo de edad
2%
40%58% 10 - 12 años
13 - 15 años16 - 19 años
Fuente: Datos estadísticos del Instituto de Neurociencias Autor: Carlos Macías Egas.
Análisis.- La edad de los pacientes con problemas de consumo de heroína fue en la mayoría
de casos de de 16 a 19 años, con una media para todo el grupo de estudio fue de 15.6 años.
Una edad mínima de consumo de 12 años y edad máxima de 19 años.
49
Cuadro 3.- Distribución de consumo de heroína según el tipo de consumo.
Consumo Frecuencia %
Experimental 10 6,80272109
Circunstancial 47 31,9727891
Compulsivo 90 61,2244898
Total 147 100
Fuente: Datos estadísticos del Instituto de Neurociencias Autor: Carlos Macías Egas
Figura 3.- Distribución de consumo de heroína según el tipo de consumo
7%
32%
61% ExperimentalCircunstancialCompulsivo
Fuente: Datos estadísticos del Instituto de Neurociencias Autor: Carlos Macías Egas
50
Análisis.- El 61% de los pacientes estudiados son consumidores de tipo compulsivo, el
32% de tipo circunstancial y el 7% de tipo experimental lo cual nos indica que esta droga
produce mucha dependencia.
Cuadro 4.- Distribución de los trastornos Psiquiátricos relacionados con el consumo
de heroína
COMORBILIDAD PSIQUIATRICA FRECUENCIA %
Trastornos del animo 38 25,8503401
Trastornos de la personalidad 59 40,1360544
Trastornos de la ansiedad 34 23,1292517
Trastornos del sueño 16 10,8843537
Total 147 100
Fuente: Datos estadísticos del Instituto de Neurociencias Autor: Carlos Macías Egas
51
Figura 4.- Distribución de los trastornos psiquiátricos relacionados con el consumo de heroína
26%
40%
23%
11%
Trastornos del animoTrastornos de la personalidadTrastornos de la ansiedadTrastornos del sueño
Fuente: Datos estadísticos del Instituto de Neurociencias Autor: Carlos Macías Egas
Análisis.- Entre los adolescentes que se estudiaron, el trastorno mental comórbidos más
importante fue el trastorno de la personalidad en un 40%.
CAPITULO V
CONCLUSIONES
52
Las conclusiones a las que se ha llegado luego de la realización de este estudio son las
siguientes:
El consumo de heroína en mucho más frecuente en el género masculino, llegando a un
84% del total atendido en Instituto de Neurociencias.
La demanda de atención generada por el consumo de heroína es muy alta debido ya que una
importante parte de los pacientes adolescentes tienen un alto número de consultas, donde
las edades con mayor frecuencia de consumo son entre los 16 – 19 años.
Los adolescentes presentaron un alto número de consumo a diario, lo que los hace muy
dependientes de la droga llegando a ser clasificados como consumidores compulsivos de la
heroína.
Entre los pacientes atendidos en el Instituto de Neurociencias hay una prevalencia mucho
mayor de trastornos mentales lo que es estadísticamente significativo. La enfermedad
mental que se asocia en la mayoría de casos son los trastornos de la personalidad en donde
se incluyeron el 40% de los casos atendidos en el hospital por consumo de heroína.
La solución sin duda es la integración en las redes públicas de tratamientos de
drogodependencia a la heroína, de equipos multidisciplinarios que diagnostiquen y traten
los trastornos psiquiátricos asociados.
CAPÍTULO VI
RECOMENDACIONES
Construcción de áreas físicas individualizadas y especializadas para la consulta y
hospitalización del paciente con trastorno de farmacodependencia y la integración de
equipos multidisciplinarios.
53
Precisar el diagnóstico de la comorbilidad psiquiátrica y su clasificación mediante una
anamnesis mas estructurada lo que constituye un aspecto fundamental dirigido a implicar la
nosología en el pronóstico y tratamiento de los adolescentes.
Implementar de manera sistemática en los pacientes con problemas de farmacodependencia
la evaluación psicométrica mediante test para la evaluación de la personalidad.
Iniciar oportunamente el manejo de tales problemas y la disminución de la deserción del
manejo de los casos, ya que su abandono redunda en la afectación de quienes lo padecen,
debido a la estructuración de su personalidad y a la disfunción psicosocial que provoca.
Promoción de programas de detección de trastornos mentales en pacientes con problemas
de consumo de drogas en la comunidad con el propósito de realizar intervenciones
tempranas en estos grupos poblacionales.
Diseño y divulgación de un programa de prevención y promoción de estilos de vida mental
saludable en la comunidad dirigida a todas las personas pero en especial a personas
adolescentes con el fin de disminuir el problema en personas adultos jóvenes.
Coordinación con el CONSEP y el MSP para que existan muchas áreas de salud
especializadas en estos casos de consumo de heroína y los grandes trastornos que provoca.
Realizar más estudios y divulgación de los resultados.
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